República de panamá Universidad del Istmo Técnico en servicio de aerolíneas Estudiantes: Elena Martínez 4-761-810 Greta Martínez 4-763-758 Investigación: “Enfermedades de la descompresión” Materia: Operación a abordo Profesora: María teresa Jaén Año lectivo 2012 Índice 1. Enfermedades por descompresión 2. Historia 3. Algunas de las enfermedades de descompresión 4. Disbarismo 5. Factores de riesgo 6. Prevención y tratamiento 7. La Hipoxia 8. Los Síntomas de la Hipoxia 9. Cianosis 10. Principio 11. Tipos 12. Cianosis Central 13. Cianosis Periférica 14. Anoxia 15. Conclusión 16. Bibliografía Introducción La siguiente investigación trata acerca de las diferentes enfermedades por descomprensión, el motivo del porque se produce dichas anomalías y cuáles son sus causas en el cuerpo humano muchas de esas enfermedades pueden producir la muerte como por ejemplo el disbarismo que es una enfermedad que se produce cuando hay diferencias de presión existentes a gran altitud y esto produce burbujas en la sangre; esta y muchas más enfermedades la veremos a continuación detalladamente. Enfermedades por descompresión Definición: La enfermedad por descompresión ocurre cuando una persona está sujeta a una reducción repentina en la presión circundante. La DCS ocurre más frecuentemente durante el buceo profundo en el mar o cuando vuela en un avión no presurizado. El síndrome de descompresión: Es el término empleado para denominar a la enfermedad aguda conocida en medicina como embolia gaseosa producida por una disminución brusca de la presión atmosférica. Esta enfermedad se caracteriza por la aparición de pequeñas burbujas e inflamación a nivel subcutáneo, pero el síntoma inequívoco es la aparición de un fortísimo dolor, que afecta a diversas partes del cuerpo. Ciertas regiones corporales pueden sufrir parálisis transitoria y en ocasiones se producen lesiones permanentes e incluso la muerte. Este síndrome de descompresión también es conocido como "enfermedad de los buzos" o "mal de presión". Historia La primera vez que se observó este proceso fue en 1839, y pronto fue conocido entre los buzos y los trabajadores que debían permanecer durante periodos prolongados en cámaras de aire comprimido. Los síntomas aparecían cuando volvían a las condiciones atmosféricas habituales. La única medida terapéutica que se conocía consistía en devolver a la víctima a una cámara de alta presión, e iniciar la descompresión de manera lenta y progresiva. Se ignoraba la causa de los síntomas. Durante la Segunda Guerra Mundial, la evolución de la aeronáutica permitió que los aviones alcanzaran más de 9.000 m en 6 minutos; a esa altitud, la presión atmosférica es inferior a un tercio de la presión atmosférica a nivel del mar. Una despresurización tan brusca conducía con frecuencia a la aparición de un síndrome de descompresión en el piloto. Con este motivo se empezó a estudiar en profundidad el mecanismo de la enfermedad: un descenso brusco de la presión del aire produce una disminución de la solubilidad de los gases en solución, y por tanto los gases disueltos retornan al estado gaseoso dentro de la corriente sanguínea, formando burbujas de gas. Estas burbujas de gas liberadas dentro de la corriente sanguínea pueden obstruir algunos de los vasos terminales (arteriolas), interrumpiendo el aporte sanguíneo a las terminaciones nerviosas, desencadenándose así los síntomas que se producen a consecuencia de cuadros isquémicos (infartos) en diferentes zonas, cerebrales, óseas, renales, etc.. El oxígeno y el dióxido de carbono vuelven a su estado soluble dentro de la sangre con rapidez, pero los gases inertes permanecen en estado gaseoso y por tanto son el principal responsable. Se puede prevenir la aparición de esta enfermedad haciendo que el piloto respire oxígeno puro no sólo durante el vuelo, sino también antes del mismo. De esta manera se elimina el nitrógeno de la circulación. Para que se presente esta enfermedad en los buzos, estos deben respirar una mezcla gaseosa que contenga uno o más gases inertes (por ejemplo: nitrógeno, helio, hidrógeno), y deben permanecer un tiempo y a una profundidad determinada para que se produzca una saturación considerable de gas inerte en los tejidos. En esas condiciones es imprescindible realizar durante el ascenso paradas estáticas por el buzo para eliminar el sobrante de gas inerte que se acumula en los tejidos. Si se omiten estas paradas se producirá una sobresaturación excesiva de gas inerte que puede alcanzar el punto crítico de sobresaturación a partir del cual el gas cambia de estado y forma burbujas. Estas burbujas que pueden ser extravasculares y/o extravasculares son las responsables del cuadro sintomático de la enfermedad descompresiva. Algunas de las enfermedades de descompresión son: Disbarismo: Es un fenómeno generado por la formación o expansión de burbujas gaseosas en el seno de algunos tejidos y fluidos del interior del cuerpo humano debido a las diferencias de presión existentes a gran altitud. Esta condición, que rara vez se presenta por debajo de 6.000 m, se debe principalmente al nitrógeno disuelto en los fluidos internos del organismo y que se libera del mismo modo que las burbujas en una bebida gaseosa cuando se abre la tapa. El gas liberado tiende a fluir hacia los espacios que dejan las articulaciones o entre las fibras musculares causando dolores similares a los del reumatismo. También puede afectar a la cavidad torácica provocando un dolor intenso. En casos extremos, las burbujas pueden penetrar en el torrente sanguíneo y causar una embolia cerebral con parálisis temporales o permanentes. Factores de riesgo La velocidad de ascenso y la altitud final: Cuanto más rápido disminuya la presión mayor será el riesgo, así que deben evitarse los ascensos bruscos en aviones no presurizados. La altitud final y el tiempo de exposición también aumentan el riesgo a sufrir disbarismo. Buceo: La exposición a presiones superiores a la atmosférica antes del vuelo aumentan la cantidad de gases disueltos en el organismo, particularmente si se han hecho inmersiones submarinas a profundidades superiores a 10 metros -más de 2 atm de presión-, a menos de 48 horas de realizar el vuelo. Reexposición: Volver a una altitud de la que previamente se había descendido aumenta el riesgo de padecer esta dolencia. Se recomienda un descanso de 48 horas después de haber realizado un vuelo prolongado a altitudes superiores a 5.000 m. Forma física: Mantener una forma física y peso adecuados reduce el riesgo de disbarismo. Por un lado, el aumento del gasto cardíaco y de la ventilación pulmonar facilitan el control de las burbujas y, por el otro, se ha comprobado que el exceso de grasas facilita la acumulación de gases en el organismo. También aumenta el riesgo de sufrir esta enfermedad con la edad, la fatiga y el abuso del alcohol y del tabaco. Prevención y tratamiento Debe evitarse la exposición directa a altitudes superiores a 6.000 m y los ascensos a grandes regímenes de variómetro que implican cambios bruscos de presión. Es recomendable inhalar oxígeno puro antes de un vuelo a gran altitud y sin presurización de cabina, con el fin de eliminar la mayor cantidad de nitrógeno del cuerpo. De aparecer síntomas, el tratamiento inmediato consiste en aumentar la presión ambiente para devolver las burbujas a su estado inicial, lo que se logra con un descenso de altitud. Esto hará desaparecer las pequeñas molestias articulares y musculares. Si persisten los síntomas, lo conveniente es respirar oxígeno puro a medida que se desciende. Enfermedades de descompresión son: La Hipoxia La "hipoxia" es un estado de los tejidos del organismo que tienen insuficiente oxígeno, porque se suministra poco o porque hay dificultades de captarlo, es un estado en la cual el cuerpo completo (hipoxia generalizada), o una región del cuerpo (hipoxia de tejido), se ve privado del suministro adecuado de oxígeno. La hipoxia está generalmente asociada con las alturas, siendo llamada «mal de montaña». También puede ocurrir mientras se bucea, especialmente con sistemas re-respiradores de circuito cerrado, que controlan la cantidad de oxígeno que es respirado. También es un problema a tratar con los vuelos de avión, donde los pasajeros están expuestos a grandes alturas y cambio de presión, solucionándose con sistemas de acoplamiento atmosférico. Los Síntomas de la Hipoxia Los síntomas de la hipoxia generalizada dependen de la gravedad y la velocidad del ataque. Estos incluyen: dolores de cabeza fatiga náuseas inestabilidad y a veces incluso ataques y coma. La hipoxia grave induce una decoloración azul de la piel o cianosis (las células sanguíneas desoxigenadas pierden su color rojo y se tornan color azul). La hipoxia puede deberse a diferentes factores: Baja concentración de oxígeno en el ambiente La presencia de algún gas que compite con el oxígeno Por lesiones pulmonares. La hipoxia también está siendo utilizada de forma programada, con buenos resultados a medio-largo plazo, por deportistas que buscan el aumento del rendimiento deportivo como consecuencia de la mejora global del sistema de transporte de oxígeno. El método más empleado es la llamada hipoxia intermitente, el cual, de forma cíclica y por espacios cortos de tiempo, el individuo inhala aire pobre en oxígeno intercalando en cada ciclo recuperaciones con aire ambiente. Para este proceso se utilizan sofisticadas y caras equipaciones que, mediante filtros especiales, generan aire con bajas concentraciones de oxígeno, simulando estancias que llegan a ser de hasta 7500 metros de altitud. La hipoxia aumenta la producción de eritropoyetina con esto aumenta la producción de hematies (eritrocitos0), hasta que la hipoxia desaparece. Enfermedades de descompresión son: Cianosis Es la coloración azulada de la piel, mucosas y lechos ungueales, usualmente debida a la presencia de concentraciones iguales o mayores a 5 g/dL de hemoglobina sin oxígeno en los vasos sanguíneos cerca de la superficie de la piel, o de pigmentos hemoglobínicos anómalos (metahemoglobina o sulfohemoglobina) en los hematíes o glóbulos rojos. Debido a que la cianosis depende de la cantidad y no de un porcentaje de hemoglobina desoxigenada, es mucho más fácil hallarla en estados con aumento en el volumen de glóbulos rojos (policitemia) que en aquellos casos con disminución en la masa eritrocitaria (anemia). Puede ser difícil de detectar en los pacientes con piel muy pigmentada. Principio Aunque la sangre humana siempre tiene una coloración rojiza (excepto en raros casos de enfermedades relacionadas con la hemoglobina), las propiedades ópticas de la piel distorsionan el color rojo oscuro de la sangre no oxigenada para que parezca azulada. El principio elemental detrás de la cianosis es que la hemoglobina desoxigenada es más propensa a la coloración azulada óptica, y también produce vasoconstricción que hace que sea más evidente. La dispersión de color que produce el color azul de las venas y la cianosis es similar al proceso que hace que el cielo se vea azul: algunos colores se refractan y se absorben más que otros. Durante la cianosis, los tejidos tienen concentraciones inusualmente bajas de oxígeno, y por lo tanto los tejidos que normalmente están llenos de sangre oxigenada brillante se llenan de sangre desoxigenada, oscura. La sangre oscura es mucho más propensa a los efectos ópticos, y por lo tanto la deficiencia de oxígeno (hipoxia) conduce a la coloración azulada de los labios y otras mucosas. Tipos La cianosis se divide en dos tipos principales: 1. la central (alrededor del corazón y los labios) 2. la periférica (solo afecta las extremidades). La cianosis puede ocurrir en los dedos, incluyendo las uñas, además de otras extremidades (cianosis periférica) o en los labios y la lengua (cianosis central), pudiendo conducir también a una inflamación del tejido conectivo en los dedos de las manos, patología conocida como dedos hipocráticos. Cianosis Central La hipoxemia arterial con frecuencia es causada por la alteración de la función pulmonar (hipoventilación alveolar, alteraciones de la ventilación-perfusión, trastornos de difusión de oxígeno) o por la existencia de cortocircuitos o shunt intracardíacos derecha-izquierda (defectos septales cardíacos), entre los grandes vasos (conducto arterioso) o en los pulmones. Esto reduce el contenido de oxígeno en los pulmones sangre o una gran pérdida de oxígeno por un descenso de la circulación de la sangre en los vasos sanguíneos de la piel. También puede observarse en la policitemia vera en ausencia de desaturación arterial de oxígeno, debido al incremento de hemoglobina reducida en la sangre. En la cianosis central tanto la piel como las mucosas tienen el color azulado. En el sistema nervioso central: Hemorragia intracraneal Hipoxia cerebral En el sistema respiratorio: Bronquiolitis Broncoespasmo (por ejemplo, asma) Enfermedad pulmonar Embolia pulmonar Hipoventilación Cianosis Periférica Aparece como resultado de la disminución del flujo sanguíneo periférico y de vasoconstricción. El flujo sanguíneo lento permite que cada hematíe esté en contacto con los tejidos durante más tiempo; en consecuencia, se extrae más oxígeno de la sangre arterial con el posterior incremento de hemoglobina reducida en la sangre venosa. Se observa habitualmente en los tejidos periféricos (manos, orejas, nariz y pies), pudiendo ser generalizada o localizada. Las causas que la originan son múltiples, entre las que se encuentran las mismas que en el caso de la cianosis central, excepto que la periférica puede observarse sin que existan problemas cardíacos o pulmonares. Los pequeños vasos sanguíneos pueden ser restringidos y se puede tratar mediante el aumento del nivel de oxigenación normal de la sangre, por el calentamiento de la zona o por elevación del miembro afectado. Las causas de la cianosis periférica pueden ser: Todas las causas que producen cianosis central Obstrucción arterial Vasoconstricción Disminución del gasto cardíaco (por ejemplo, insuficiencia cardíaca, hipovolemia) Obstrucción venosa (por ejemplo, trombosis venosa profunda) Enfermedades de descompresión son: Anoxia Es la carencia casi absoluta de oxígeno en los tejidos del cuerpo o incluso en la sangre. Se trata de un concepto relacionado con la hipoxia, que es la falta de oxígeno en una región corporal o en todo el organismo. Puede aparecer en diversos ámbitos o entornos, como un tejido vivo, el agua o hasta en las condiciones climáticas, por ejemplo. En el caso de los seres humanos, y tal como señala la medicina, existen distintas causas que originan la anoxia. La anoxia histotóxica tiene lugar cuando los tejidos no son capaces de captar el oxígeno y fijarlo. La anoxia anóxica, en cambio, se desarrolla ante problemas en los pulmones. Si se habla de anoxia por estenosis, el trastorno surge por una merma de la circulación de sangre La anoxia anémica ocurre cuando ciertas alteraciones del nivel de hemoglobina imposibilitan la fijación del oxígeno en las cantidades necesarias. Es posible afirmar que el tejido más susceptible a la anoxia es el nervioso. Si una persona está apenas algunos minutos sin recibir oxígeno, sus células del cerebro pueden morir (anoxia cerebral). Se produce cuando hay una disminución en el el flujo sanguíneo o insuficiencia de hemoglobina y sus consecuencias pueden ser daños irreversibles o de difícil recuperación (lesión cerebral, epilepsia, problemas de aprendizaje o parálisis, entre otros). Sus causas suelen ser accidentes en piscinas, mala combustión de calefactores en un ambiente cerrados. Una de las anoxias más habituales es la anoxia leve que se produce por el mal de altura. Este malestar afecta a los montañistas, los esquiadores y los turistas que suben a una montaña alta demasiado deprisa y a la gente que viaja a localidades ubicadas a varios miles de metros sobre el nivel del mar. Los síntomas del mal de altura incluyen mareos, fatiga, cefaleas, sensación de vértigo y náuseas. La anoxia puede provocar trastornos mentales Conclusión La enfermedad por descompresión ocurre cuando una persona está sujeta a una reducción repentina en la presión circundante. Debe evitarse la exposición directa a altitudes superiores a 6.000 m y los ascensos a grandes regímenes de variómetro que implican cambios bruscos de presión. Es recomendable inhalar oxígeno puro antes de un vuelo a gran altitud y sin presurización de cabina, con el fin de eliminar la mayor cantidad de nitrógeno del cuerpo, y así evitar enfermedades perjudiciales para el ser humano. Bibliografía es.wikipedia.org www.nlm.nih.gov www.hernanparapente.cl www.jmcprl.net escuela.med.puc.cl www.aibarra.org www.scp.com.co www.sepeap.org