vigilia familia teresiana - Compañía de Santa Teresa de Jesús

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VILGILIA DE LA FAMILIA TERESIANA
27 DE ENERO
SAN ENRIQUE DE OSSO Y EL V CENTENARIO
Enrique de Ossó promovió con todas sus fuerzas el tercer centenario de la muerte de Santa Teresa. La
Archicofradía y la Compañía daban sus primeros pasos. Hoy, la Familia Teresiana, recoge la antorcha y se prepara
para celebrar y agradecer la vida de Teresa de Jesús.
CANTO: Profeta del Amor
Dejemos resonar algunas de las palabras del P. Tomás Álvarez, ocd., pronunciadas en el Centro Internacional
Teresiano Sanjuanista (CITeS) con motivo de la primera reunión de la Comisión del Centenario de la Familia del
Carmelo. En ellas, él evoca a Enrique de Ossó y su empeño en aquel otro centenario…
Que estas palabras nos pongan en disposición de participar activamente en este tiempo de pensar y preparar el
Centenario:
Os confieso que apenas el P. Emilio me pasó bondadosamente la invitación, me cruzó la mente el recuerdo
de otro centenario teresiano, a los 300 años de muerta la Santa, en el lejano 1882, uno de los momentos
peores de la historia de nuestro Carmelo.
Aquel centenario fue proyectado y promovido por dos teresianos señeros: san Enrique de Ossó, “el apóstol
teresiano del siglo XIX”, y Monseñor Narciso M. Izquierdo, Obispo de Salamanca, entonces llamado
popularmente “el Obispo de Santa Teresa”, que, como recordaréis, moriría poco después obispo de Madrid
(primer Obispo de Madrid), asesinado en el atrio de su catedral.
Estos dos hombres estaban realmente enteresianados, es decir, fogueados por la llama de Teresa.
Pusieron en marcha trenes repletos de peregrinos (a Avila, a Alba, incluso a Monterrat y a Roma),
removieron vastos pliegues de la política de entonces plagada de masones, promovieron en Salamanca un
colosal “Certamen Histórico, Literario y Artístico” con cuatro secciones: una sobre la persona de la Santa,
otra sobre su obra de fundadora, la tercera sobre sus escritos, y la cuarta sobre pastoral teresiana. Con
ponencias “en español, latín, francés, italiano, alemán e inglés”.
Dejemos unos minutos para tomar contacto con el propio corazón: ¿Esta “enteresianado”, fogueado por la llama
de Teresa? (Espacio de reflexión personal)
En el temario del Certamen se incluía la propuesta arquitectónica del “Diseño de un templo donde esté
colocado el sepulcro de la Santa convenientemente, tanto en relación al templo como al convento”. De
suerte que al certamen concurrieron arquitectos, teólogos, artistas, literatos…, desde los profesores de la
universidad salmantina, hasta los poetas copleros de la calle, e incluso desde el extranjero un discípulo
aventajado de Charcot, que se llevó nada menos que el discutidísimo primer premio sobre si los fenómenos
místicos de la Santa eran realmente sobrenaturales o más bien merecían ser llevados a la Salpêtrière de
París, donde seguía trabajando M. Charcot.
Uno y otro, estos dos hombres –Ossó y Don Narciso- tenían claras consignas básicas de promoción
teresiana, diríamos casi ideas fijas que resultaron fuertes resortes motores de aquel centenario. Para Don
Narciso era urgente convertir el sepulcro de la Santa en centro de operaciones y de atracción apostólica,
centro de la “Hermandad Teresiana Universal” y de los “Misioneros teresianos”. Para Ossó, que había
fundado la Revista Teresiana y había difundido por toda España la Archicofradía de la Santa, con
centenares de estatuas de Teresa Doctora, tenían vigencia dos lemas fuertes: el 1º, que la Santa abulense
era ‘modelo de mujer cristiana y española’ y, aprendiendo de ella, las mujeres, las jóvenes y las madres de
familia salvarían a España de las aberraciones y la decadencia de aquella malaventurada hora,
antevíspera del 98. Y el segundo lema, lo ponía en boca de Teresa misma: “dadme un cuarto de hora de
oración y yo os daré el cielo”, refrendado luego en un librito de bolsillo “El cuarto de hora”, difundidísimo
por toda España (con casi 50 ediciones en vida del autor).
El Carisma teresiano de Enrique de Ossó sigue vibrando con fuerza en la Familia Teresiana, con la vitalidad que la
oración da a quienes experimentan a Jesús amigo y cercano, en el Cuarto de Hora de Oración diario. Démonos
unos minutos para agradecer interiormente este don, recorramos nuestra propia historia de amistad con Jesús y
demos gracias por este don que hemos recibido y que compartimos como Familia Teresiana.
CANTO: Y yo como te lo agradezco…
¿Más iniciativas? – Ese mismo año perora don Enrique en la revista teresiana el doctorado eclesial de la
Santa y termina solicitando su proclamación por el Papa León XIII. - También ese año las asociadas a la
archicofradía teresiana se incrementarían en 40.000 afiliadas (140.000 en total)… Y cuando, meses
después, un ladronzuelo roba a la estatua de la Santa en Ávila su mano enjoyada, él abre inmediatamente
una colecta relámpago, la inicia con 1000 reales de su bolsillo y en pocos meses devuelve a la estatua una
mano de oro de subidos quilates y de casi un kilo de peso.(obra del entoces más renombrado orfebre de
Barcelona, Luis Guimet).
¿Para qué esa larga evocación del pasado? - Ni sugerencias ni exigencias! Sólo para expresaros un
desideratum, todo lo ingenuo que queráis, pero sincero: que haya en vuestra Comisión muchos –ojalá
todos- ‘Tocados del ala del teresianismo’, como ellos. Os aplico el lema de la Santa: Seamos todos locos
por amor…, como requirió ella a “los cinco que al presente nos amamos en Cristo” (1562), primerísima
célula de la familia teresiana. Os lo propongo como simple augurio para presente y futuro.
Es que también la hora pastoral del nuevo Centenario necesita personas que afronten la empresa pastoral
teresiana no como una tarea más de la propia agenda, sino como una oportunidad carismática explosiva,
convencidos de que la persona de la Santa es, más que un punto de referencia, un foco de fuego dentro
del gran hogar de la Iglesia.
¿Nos sentimos urgidos y urgidas a acoger este Centenario como una oportunidad carismática explosiva…?
(Espacio de reflexión personal)
Con la certeza de que nuestro Padre, San Enrique de Ossó, es el alma de
este V Centenario Teresiano, expresemos delante de Jesús y su Teresa
nuestro compromiso personal con el Carisma que hemos recibido.
CANTO: Todo por Jesús
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