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Implicación del hipocampo y la amígdala
en el rendimiento neuropsicológico de pacientes
con trastorno por estrés postraumático
Hippocampal and amygdala implication on
neuropsychologic function in postraumatic stress disorder
Jurado Barba R. 1 , Taboada Denia D. 1 ,
García Bartolomé M. 1 , Denia Ruiz F. 1 ,
Mingote Adán J.C. 2 ,
Fernández Guinea S. 3
1
2
Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario
12 de Octubre. Unidad de Neuropsicología.
Departamento de Psicología Básica: Procesos
cognitivos II. Universidad Complutense de
Madrid
RESUMEN
ABSTRACT
Introducción: Los hallazgos de los diferentes estudios sobre el funcionamiento neuropsicológico en trastornos de
ansiedad, han detectado un patrón de déficit cognitivos
que abarcan alteraciones atencionales, en función ejecutiva y en los procesos de aprendizaje y memoria. Objetivos:
analizar los procesos de aprendizaje y memoria en el trastorno por estrés postraumático (TEPT); Método: Fueron
evaluados 30 pacientes con TEPT y 26 controles. Se aplicó para la evaluación neuropsicológica el Test de Aprendizaje Verbal España-Complutense (TAVEC), los subtest de
letras y números (LyN) y dígitos (D) del WAIS-III y el test
de la Figura Compleja de Rey; Resultados: Los pacientes
con TEPT, muestran una curva de aprendizaje menos amplia, menor consolidación de la información, con niveles
inferiores de recuerdo libre y bajos porcentajes de discriminación; se benefician menos de las claves semánticas y
tienden a la interferencia retroactiva. También muestran
una puntuación inferior en memoria de trabajo, que difiere
estadísticamente con respecto al otro grupo. En memoria
visual el rendimiento es similar en ambos grupos.
Introduction: The findings from different studies on neuropsychological performance in anxiety disorders have
identified a cognitive deficit pattern comprising disorders
of attention, executive function and learning and memory
processes. Objectives: To analyze the learning and memory processes in the posttraumatic stress disorder
(PTSD). Method: Thirty patients with PTSD and 26 controls
were evaluated. The Learning Verbal Test España-Complutense (TAVEC), the subtests of letters and numbers (L&N)
and digits (D) of WAIS-III and the Rey Complex Figure test
were applied for the neuropsychological assessment; Results: Patients with PTSD shown a less wide learning curve, lower consolidation of information, with lower levels of
free recall and discrimination percentages; they benefited
less from the semantic keys and tended to retroactive interference. They also shown a lower score in working memory, statistically different from the other group. In visual
memory, the performance was similar in both groups.
Conclusiones: Los sujetos con TEPT muestran alteraciones en el proceso de consolidación y recuperación de la
información, con afectación de la memoria de trabajo
mientras que su rendimiento en memoria visual a corto
plazo es normal.
Palabras clave:
Estrés postraumático, aprendizaje, memoria, hipocampo,
amigdala.
Conclusions: Subjects with PTSD show disorders in the
process of consolidation and recovery of information, involving the working memory, while short-term visual memory performance is normal.
Key words:
Pottraumatic stress disorder, learning, memory, hippocampus, amygdala.
MAPFRE MEDICINA, 2007; 18 Supl. I: 92-101
Correspondencia:
R. Jurado. Hospital Universitario 12 de Octubre. Servicio Psiquiatría
Pabellón de Medicina Comunitaria. Avda. Andalucía s/n. 28041 Madrid
[email protected]
con trastorno por estrés postraumático
INTRODUCCIÓN
El trastorno por estrés postraumático (TEPT)
es un trastorno de ansiedad ampliamente conocido; se desarrolla tras la vivencia de un suceso altamente amenazante o catastrófico con una sintomatología característica de reexperimentación
del evento estresante, en forma de sueños o de
flash back, hiperactivación e hiperalerta y embotamiento emocional, y evitación de aquellos estímulos relacionados con el evento, de forma conductual o, a menudo, en forma de amnesia
postraumática.
Está bien documentada la alteración de los recuerdos de sucesos estresantes, desde diferentes
perspectivas teóricas en pacientes afectados de
TEPT. Al mismo tiempo los estudios neuropsicológicos existentes resaltan el papel de la interacción de la amígdala y el hipocampo en el sistema
de codificación mnésica (1,2): la amígdala participa en el almacenamiento de los estímulos con
alto contenido emocional y en la formación del
almacén a largo plazo de la memoria episódica;
mientras que el hipocampo está implicado en la
formación de la memoria declarativa y su consolidación a largo plazo, en el procesamiento de la
información contextual y espacial (3,4).
Hay diferentes hipótesis de origen orgánico sobre el TEPT que podrían contribuir a la explicación de los déficit cognitivos encontrados en estos pacientes, entre ellas la alteración del eje
hipotálamo-hipofisario-adrenal (HHA), y la reducción del volumen hipocampal: también se
han descrito alteraciones en el sistema noradrenérgico, en la activación de la amígdala y del locus ceruleus. Uniendo ambas hipótesis en un
modelo neural para el TEPT, Rauch y colaboradores (5) proponen que la hiperreactividad de la
amígdala, a través de la activación del locus ceruleus, mediaría los síntomas de hiperactivación
y la falta de consolidación de los recuerdos traumáticos; junto a ésto existiría un deficiente control por parte del cortex ventromedial prefrontal
sobre la amígdala y el hipocampo, provocando
un fallo en la extinción del miedo, además de déficit en la inhibición de la atención y de las respuestas relacionadas con el evento traumático,
alteraciones en la identificación de contextos seguros y alteraciones en memoria explicita.
Mas específicamente, el eje HHA está coordinado por el hipotálamo que, tras la valoración
del estímulo como amenazante por parte del hipocampo y de la amígdala, estimula por medio
de la hormona liberadora de corticotropina
(CRF) la secreción de corticotropina (ACTH) y
de ß-endorfinas. La ACTH estimula, a su vez, la
producción de glucocorticoides (Glc). Si se alcanza un nivel elevado de Glc durante un tiempo
prolongado, el daño producido puede ser considerable. Por ese motivo se pone en acción el mecanismo de retroalimentación de los Glc que
ejercen ese control por medio de un mecanismo
inhibitorio que actúa sobre la hipófisis y el hipotálamo disminuyendo la secreción de CRF y
ACTH (Figura 1). En condiciones normales esta
retroalimentación negativa de los Glc, impide la
secreción descompensada y la neurotoxicidad,
sin embargo, en sujetos con TEPT el sistema de
retroalimentación está inhibido: aparece una disminución de la concentración de cortisol plasmático y de la secreción de cortisol urinario, un
aumento de receptores de glucocorticoides y un
incremento de los niveles del factor liberador de
la corticotropina (CRF) (6). Además, cuando se
cronifica la respuesta, los efectos neurotóxicos
de los Glc inducen una pérdida neuronal en el
área CA3 hipocampal (7,8), que puede implicar
una disminución del volumen desde el 5% al
26% en función del estudio (9,10).
En cuanto a la alteración del sistema de autorregulación noradrenérgico en pacientes con
TEPT crónico, Bremner (11) considera que el
evento estresante provoca la actividad del locus
coeruleus y, por tanto, una hiperactivación de las
vías noradrenérgicas que proyectan en la amígdala, hipocampo e hipotálamo, provocando una
mayor liberación de noradrenalina y obteniendo
como consecuencia un aumento en el nivel de vigilancia y la preparación para la respuesta de lucha o de huida. Si la situación estresante se mantiene en tiempo e intensidad, el organismo
mantiene la activación simpática e intenta compensarla con la disminución de la respuesta de
los tejidos ante la acción de las catecolaminas;
así en el TEPT crónico se produciría un descenso
en la densidad y sensibilidad de los receptores a
y ß adrenérgicos en algunas estructuras, como el
corazón, el hipotálamo, el hipocampo, etc. (12).
con trastorno por estrés postraumático
Fig. 1
En la actualidad, como consecuencia de las alteraciones descritas en el TEPT, diferentes autores hablan de que además de la sintomatología
clínica habitual, los pacientes muestran ciertas
dificultades cognitivas. Aunque no hay unanimidad sobre las funciones afectadas, se observan
fundamentalmente en lo que se refiere al sistema
atencional, a los procesos de aprendizaje y de
memoria y a algunos procesos asociados a las
funciones ejecutivas (13,14,2).
Krystal y colaboradores (13) hacen una clasificación de las alteraciones existentes en el TEPT,
en la que separaron los déficit durante y después
del evento estresante, resaltando el hecho de que
la memoria declarativa se veía más afectada que
aquellos recuerdos que requerían la intervención
de la memoria implícita. Estos mismos autores
mencionan los trabajos de Bremner (15) y de Zeitlin (16). Ambos señalan que veteranos de guerra
con TEPT, muestran más dificultades a corto y a
medio plazo en tareas de recuerdo libre de una
lista de palabras no relacionadas con el trauma,
en comparación con veteranos sin TEPT. Según
Bremner (13) la ejecución de los sujetos con
TEPT en el WMS era inferior en un 44% para el
recuerdo inmediato y en un 55% para el recuer-
do demorado, sólo en las tareas de memoria verbal; mientras que en el resto de las pruebas que
componen la escala se observaba una ejecución
baja pero dentro del intervalo normal.
Gilbertson y colaboradores (17), en un estudio
del año 2001, evaluaron dos grupos de veteranos de guerra con TEPT y sin TEPT, utilizando
diferentes pruebas para evaluar varios dominios
cognitivos. Obtuvieron una disminución estadísticamente significativa en el rendimiento del grupo de veteranos con TEPT en todas las funciones
cognitivas evaluadas. Sin embargo, la medida
utilizada para atención (Amplitud de dígitos) y
la medida obtenida de memoria (WMS-R) fueron las únicas que por sí mismas podían clasificar en un 61% a los veteranos con TEPT y a los
que no lo padecían. Incluso dentro del WMS-R,
el recuerdo demorado, era significativamente
muy diferente entre ambos grupos.
Son muchos los estudios que confirman la presencia de alteraciones en atención y memoria anterógrada (18), más concretamente en atención
sostenida, memoria de trabajo, en adquisición
inicial de la información y sensibilidad a la interferencia retroactiva. Vasterling en 2002 (2), realiza un estudio comparando dos grupos de excombatientes, uno con TEPT (26 sujetos) y otro
sin trastornos psiquiátricos (21 sujetos). Obtuvo
medidas de atención, memoria, nivel intelectual
premórbido, gravedad del trauma y tiempo de
exposición al combate. Encontraron que el grupo
con TEPT, respecto a las funciones atencionales,
difería significativamente, con una amplitud
atencional inferior y menos aciertos en pruebas
de atención sostenida (CPT). En memoria, en la
amplitud mnésica el resultado también era inferior. Así la autora concluía que el grupo con
TEPT, rinde menos eficazmente en tareas de atención sostenida, en memoria de trabajo y en el registro inicial de información verbal, lo que según
hipotetiza Vasterling, puede deberse a la alteración en los circuitos fronto-límbicos. Además,
tras hacer una corrección de las medidas obtenidas con el nivel educativo, para comprobar que
los resultados no se debían al nivel premórbido,
afirma que los déficit encontrados son independientes del nivel intelectual de los sujetos.
Stein (19) encontró, en un grupo de mujeres
maltratadas con TEPT, en comparación con mu-
con trastorno por estrés postraumático
jeres maltratadas sin TEPT y mujeres sin patología (ni exposición a trauma): dificultades visuoconstruccionales, en memoria visual y funciones
ejecutivas. Los autores justifican estas alteraciones por la disfunción en las conexiones frontosubcorticales, lo que parece coherente con hallazgos de disminución volumétrica de materia gris
en lóbulo frontal en comparación con sujetos
normales (20).
En otro tipo de muestra, Jenkins confirma el hecho de que pacientes, que han sufrido abuso sexual, presentan un rendimiento mucho más bajo
en tareas de atención sostenida y dividida, pero
no en atención selectiva visuoespacial, en comparación con sujetos normales y con sujetos expuestos al trauma sin TEPT. El bajo rendimiento no se
podía explicar por abuso de sustancias o comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos (21,22).
Así parecen sólidos los hallazgos que afirman
que pacientes con TEPT muestran dificultades en
la adquisición de información nueva, en la recuperación de la información aprendida, son más
sensibles a la interferencia retroactiva, y tienen
más dificultades atencionales (2,13,21,8). Teniendo en cuenta los datos existentes en relación con
las alteraciones neuropsicológicas en pacientes
con TEPT, parecía relevante realizar un estudio
con este tipo de población en una muestra española, que permitiese evaluar el proceso de aprendizaje y comprobar los posibles déficit, obteniendo con ello una perspectiva más clara de cómo la
ansiedad, en una de sus formas más graves, es capaz de influir en las diferentes fases de los procesos de aprendizaje y memoria.
MÉTODO
Se realizó un estudio transversal, con dos grupos: uno con sujetos diagnosticados de trastorno
TABLA 1. Distribución por género
GRUPO
N
Edad media
Hombres
Mujeres
TEPT
30
41.56
4
26
Control
26
44.42
5
21
Total
56
42.99
9
47
de estrés postraumático y un grupo control apareados en cuanto al género y la edad. El grupo
de TEPT está compuesto por 30 pacientes, 26
mujeres y 4 hombres (Tabla 1), diagnosticados
según criterios diagnósticos DSM-IV-TR, procedentes del Servicio de Interconsulta Psiquiátrica
del Hospital Universitario Doce de Octubre de
Madrid o bien pertenecientes a los diferentes
centros de salud mental incluidos en el área 11
de Madrid. Los sujetos incluidos en la muestra
tomaban el mismo tratamiento farmacológico,
para controlar su efecto en el rendimiento cognitivo.
Fueron excluidos aquellos pacientes que mostraran comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos, específicamente de ansiedad o psicóticos y aquellos que tenían historia de abuso de
sustancias o de traumatismos craneoencefálicos.
En cuanto a los orígenes del trastorno la distribución fue: 26,67% con abuso de tipo psicológico,
30 % con abuso de tipo físico, 26,67% con abuso de tipo sexual, 13,3% afectados por el Síndrome de la Kolza y un 3,3% tras accidente de tráfico, sin traumatismo craneoencefálico.
En el grupo control se componía 26 sujetos sanos, 21 mujeres y 5 hombres, sin patología psiquiátrica actual o en tratamiento. Apareados en
genero, edad y nivel educativo a los sujetos del
grupo experimental. Pertenecientes a los diferentes centros de salud adscritos al Hospital Universitario Doce de Octubre.
La evaluación neuropsicológica incluyó el Test
de aprendizaje verbal España- Complutense (TAVEC), Test de la figura compleja de Rey-Osterrieth, Wechsler Adult Intelligence Scale-III
(WAIS- III): dígitos y letras y números.
RESULTADOS
Los datos obtenidos fueron analizados en el
Servicio de Epidemiología del Hospital Universitario 12 de Octubre, mediante el programa estadístico SAS versión 8. Suponiendo normalidad
para la muestra se empleó la prueba t de Student.
Cuando la hipótesis de normalidad no se confirmaba, se pasó a emplear estadísticos no paramétricos, en concreto la prueba de Wilcoxon (Tablas 2 y 3).
En el Test de Aprendizaje España-Complutense
con trastorno por estrés postraumático
TABLA 2. Estadísticos descriptivos y significación estadística TAVEC
a1
a2
a3
a4
a5
AT
B
rl_cp
rcl_cp
rl_lp
rcl_lp
est_sem
est_ser
rec
DISCRIM
grupo
N
Media
Desviación típ.
Error típ. de la media
Significación
tept
29
5,86
2,150
,399
,469
control
26
6,23
1,583
,310
tept
29
8,31
2,727
,506
control
26
8,92
1,978
,388
tept
29
10,07
2,828
,525
control
26
11,12
2,160
,424
tept
29
11,00
2,752
,511
control
26
12,35
2,190
,429
tept
29
11,59
3,354
,623
control
26
13,00
2,191
,430
tept
29
46,83
12,370
2,297
control
26
51,88
7,789
1,528
tept
29
5,52
1,993
,370
control
26
5,42
1,724
,338
tept
29
9,31
3,920
,728
control
26
11,65
2,770
,543
tept
29
10,5517
3,69929
,68694
control
26
12,5385
2,38715
,46816
tept
29
9,8966
4,05625
,75323
control
26
12,5000
2,31948
,45489
tept
29
10,8966
3,69696
,68651
control
26
12,8846
2,32081
,45515
tept
29
12,4138
8,39012
1,55801
control
26
11,9615
3,89339
,76356
tept
29
3,3793
2,63783
,48983
control
26
5,7308
3,97550
,77966
tept
29
13,4828
3,41865
,63483
control
26
14,5000
1,60624
,31501
tept
29
86,4207
20,48498
3,80397
control
26
94,3115
5,66211
1,11043
,361
,132
,049
,073
,073
,852
,013
,023
,006
,022
,802
,014
,172
,063
Abreviaturas: TEPT: Trastorno de estres postraumático; A1, A2, A3, A4, A5: Medidas curva de aprendizaje lista A, ensayos del 1al 5;
AT: Número total de palabras aprendidas en los cinco ensayos de la lista A; B: Número de palabras aprendidas en la lista B; Rl_cp:
Recuerdo libre a corto plazo de la lista A; Rcl_cp: Recuerdo con claves a corto plazo de la lista A; Rl_lp: Recuerdo libre a largo plazo de la
lista A; Rcl_lp: Recuerdo con claves a largo plazo de la lista A; est_sem: estrategias semánticas; est_ser: estrategias seriales; rec:
reconocimiento; DISCRIM: discriminación.
(TAVEC), las medidas de la curva de aprendizaje
verbal son estadísticamente similares, al igual que
la cantidad total de palabras aprendidas (Media
AT control = 46,8; Media AT TEPT= 51,8) (Figura 2); de la misma forma la lista B es similar en
ambos grupos. Existen diferencias en las pruebas
con trastorno por estrés postraumático
TABLA 3. Estadísticos descriptivos y significación estadística WAIS-III Y Figura de Rey
WAIS-III
D
LyN
grupo
N
Media
Desviación típ.
Error típ. de la media
Significación
,025
tept
29
8,41
3,018
,560
control
26
10,08
2,296
,450
tept
29
7,72
3,250
,604
control
25
11,08
2,629
,526
grupo
N
Media
Desviación típ.
Error típ. de la media
Significación
tept
30
26,0500
5,60380
1,02311
,096
,0009
FIGURA DE REY
PD copia
PD rec
T copia
T rec
control
26
28,3077
4,36824
,85668
tept
29
17,8966
17,36395
3,22440
control
26
17,7692
6,63661
1,30155
tept
30
167,30
60,295
11,008
control
26
169,35
79,679
15,626
tept
29
121,48
43,476
8,073
control
25
126,56
54,053
10,811
,971
,915
,708
Abreviaturas: WAIS-III: Wechsler Adult Intelligence Scale-III; D: digitos; LyN: Letras y números; PD copia: puntuación directa de la figura
de Rey; PD rec: puntuación directa del recuerdo de la figura de Rey; : tiempo de ejecución de la copia; T rec: Tiempo de ejecución de la
prueba de recuerdo.
de recuerdo libre, a largo y corto plazo, y en el
recuerdo con claves, también a corto y largo plazo (RL-CP, p=0,013; Rcl-CP, p= 0,023; RL-LP,
p=0,006; Rcl-LP, p=0,022); en todas ellas el rendimiento del grupo con TEPT es inferior al del
grupo control (Figura 3).
En las pruebas de reconocimiento o de discriminación el rendimiento de los TEPT es inferior,
pero no existen diferencias estadísticamente significativas (p= 0,172). El empleo de estrategias
semánticas durante el aprendizaje es similar
(p=0,802) en ambos grupos, mientras que los sujetos con TEPT emplean un número inferior de
estrategias seriales (p=0,014).
Dentro de la escala de Inteligencia de Wechsler
en el subtest de Dígitos (D, p=0.025) y en el de
Letras y Números (LyN, p=0,0009) el rendimiento del grupo de TEPT está por debajo de los controles (Figura 4).
Por otra parte se tomo la puntuación del recuerdo de la Figura Compleja de Rey Osterrieth,
como medida de memoria visual, encontrándose
que los dos grupos obtienen un rendimiento similar, tanto en la copia como en el recuerdo (Figura 5).
Fig. 2. Curva aprendizaje (TAVEC).
con trastorno por estrés postraumático
Fig. 3. Recuerdo curva aprendizaje.
Fig. 4. WAIS-III.
Fig. 5. Figura compleja de Rey-Osterrieth.
DISCUSIÓN
La comparación entre los dos grupos incluidos
en el estudio mostró como el grupo de pacientes
de TEPT rendía significativamente peor en algu-
nas de las tareas propuestas, así se observó que a
pesar de mostrar una curva de aprendizaje verbal
similar estadísticamente, existe una tendencia a
recordar menor cantidad de información. En las
tareas de recuperación libre si hay diferencias estadísticamente significativas tanto a corto plazo
como a largo plazo y en el recuerdo con claves.
Lo que sugiere que el recuerdo inmediato durante
la tarea de aprendizaje es adecuado, por tanto en
la fase de codificación y registro de la información no habría diferencias, pero en la fase de recuperación de la información, es decir en el acceso al almacén mnésico, tanto voluntario como
con la facilitación de las claves, los sujetos con
TEPT rinden deficitariamente. Sin embargo si se
ven beneficiados, al igual que los controles de la
prueba de reconocimiento. Al tener en cuenta la
prueba en conjunto, se puede afirmar que los pacientes con TEPT muestran alteraciones dentro
del proceso de aprendizaje, pero en las fases de
consolidación y recuperación de la información,
asociadas tradicionalmente a la función de las conexiones fronto-temporales, manteniendo los procesos de registro y almacenamiento. Por otra parte el proceso de aprendizaje está caracterizado
por un menor uso de estrategias seriales y un empleo similar de estrategias semánticas. Estos resultados coinciden con otros autores (23,24,2,25).
En lo referente a memoria de trabajo el grupo
con TEPT tiene un rendimiento significativamente inferior en las pruebas de Dígitos y Letras y
Números del WAIS-III, por tanto a pesar de que
la amplitud mnésica, ya es inferior al grupo control, las tareas en las que se requiere la manipulación de la información registrada previamente, el
rendimiento disminuye considerablemente.
Diferentes autores señalan que los pacientes
con lesiones en el lóbulo frontal muestran un
rendimiento bajo en tareas de atención-concentración de la Escala de Memoria de Wechsler, si
empleamos la prueba de Dígitos como índice y
la prueba de Letras y números como medida de
memoria de trabajo, los resultados son coherentes con una posible alteración en el ejecutivo
central (26).
Por otro lado la evaluación de la memoria visual mostró que ambos grupos rendían de manera similar, no sólo en la calidad de la copia, sino
también en la del recuerdo a corto plazo, emple-
con trastorno por estrés postraumático
ando un tiempo similar para realizar el dibujo.
Si el grupo de TEPT rinde de manera similar al
grupo control en las tareas de reconocimiento y
de recuerdo inmediato, es de esperar que las fases
de registro y almacenamiento de la información
estén preservadas, y por tanto las estructuras implicadas en ese proceso también. El papel del hipocampo y de la amígdala en el proceso de
aprendizaje y memoria es importante para entender las dificultades neuropsicológicas. Existen
fuertes conexiones entre ambas estructuras, implicadas en la asignación de un significado emocional a los eventos (circuito basolateral de la fase de codificación). Estas conexiones proveen de
un sustrato anatómico a la interacción entre el almacenamiento y la recuperación de la información con las emociones que provoca. Tanto el hipocampo como la amígdala suponen un área de
convergencia de proyecciones de áreas de asociación unimodales y polimodales. Por medio de estas proyecciones y las que se realizan con otras
áreas corticales, es posible que se almacene la información a largo plazo en el córtex, proporcionando, además, el reforzamiento continuo de la
huella mnésica por medio de la experiencia (circuito medial o de Papez) (27). McNaughton y
Gray (28) afirman que la formación hipocampal
no es exclusivamente un almacén de información
a largo plazo, sino que, además, toma partida en
la decisión de la relevancia que poseen los estímulos que rodean al sujeto; es más, afirman que
la amnesia relacionada con el daño temporal, está relacionada con la dificultad de inhibición de
recuerdos falsos y de recuperación de los recuerdos verdaderos.
Así pues ambas estructuras estarían implicadas
en los procesos iniciales del aprendizaje, en concreto la codificación de la información, pero además participarían de manera activa en la recuperación de la misma por medio de sus conexiones
con el lóbulo frontal. Lo que podría explicar porque el grupo con TEPT tiene alterada la fase de
recuperación de la información, haciendo que su
rendimiento en tareas de aprendizaje verbal sea
deficitario.
Por otra parte hay que tener en cuenta que uno
de los síntomas característicos del estrés postraumático es la hiperactivación o los niveles de arousal elevados, que en el momento estresante per-
miten un aumento del ámbito atencional, adaptativo para la supervivencia, pero que cuando se
cronifica o es muy intenso, deja de ser funcional.
Esta activación, está mediada por el sistema noradrenérgico, que por medio de sus dos vías, dorsal y ventral, permite la puesta en marcha de las
diferentes áreas implicadas en la atención. Las
áreas cerebrales implicadas en los diferentes procesos atencionales son áreas con receptores noradrenérgicos. En los pacientes con TEPT puede
darse una disminución de la densidad de los receptores de NA en algunas zonas, por ejemplo
amígdala e hipocampo, como consecuencia de la
hiperactivación sostenida en el tiempo y la alteración del mecanismo de autorregulación, lo que a
efectos funcionales se podría traducir en una disminución de la eficacia de los procesos atencionales.
La implicación de una posible alteración atencional se ve reflejada en el rendimiento en tareas
de memoria de trabajo, en las que el grupo con
TEPT posee un rendimiento significativamente
más bajo que los controles; los pacientes son capaces de mantener activa la información mientras dura la tarea, pero no son capaces de manipular la misma durante las tareas de memoria.
Shaw y colaboradores (29) muestran como hay
un patrón de activación diferenciado en sujetos
con TEPT, en tareas de memoria de trabajo, con
picos de activación en áreas como el lóbulo parietal inferior izquierdo, el giro precentral izquierdo y en el cerebelo, que según hipotetizan
los autores, se refieren a un aumento de la dependencia de las áreas de memoria no verbal,
para compensar el decrecimiento de las habilidades mnésicas verbales. Sin embargo, estos datos,
como los mismos autores informan, deben tomarse con cautela, por el número reducido de
sujetos incluidos en la muestra. El aumento de la
dependencia de las áreas de memoria no verbal,
podría explicar el rendimiento del grupo de
TEPT en la figura de Rey y además apoyaría la
hipótesis formulada en la actualidad sobre los
diferentes circuitos neuronales para los diferentes tipos de memoria.
En conclusión, los sujetos con TEPT muestran
un patrón diferente a los sujetos control en las fases de consolidación y recuperación de la información, en lo que se refiere a aprendizaje verbal,
con trastorno por estrés postraumático
mientras que en memoria visual el rendimiento es
similar a los controles. Estos resultados son coherentes con las alteraciones neuroanatómicas, endocrinas y funcionales descritas en TEPT.
Este estudio posee la limitación del tamaño
muestral, sería deseable aumentar el número de
pacientes incluidos en el estudio, de tal forma
que permitiese una mayor generalización de los
resultados. Otro aspecto relevante en la patología
que nos ocupa es la comorbilidad con otros trastornos psiquiátricos y su influencia en el rendimiento cognitivo de los pacientes, estudiar su
aportación al TEPT podría ser la continuación
adecuada de la esta línea de investigación.
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