GÉNESIS: LECCIONES SENCILLAS, Sección 11 JACOB I

Anuncio
GÉNESIS: LECCIONES SENCILLAS, Sección 11
JACOB I
(La primera de cuatro secciones de lecciones acerca de Jacob)
Génesis 25:1 a Génesis 28:22
Hermanos, hemos estudiado algo acerca de la vida del abuelo de Jacob, Abraham, y cómo fue
que Abraham creció en su fe. Asimismo hemos estudiado algo acerca del padre de Jacob, Isaac.
Pues, en el principio la fe de Isaac fue muy fuerte. Pero cuando pasaron ya sus años, parece que
Isaac se enfrió en su fe, y se le olvidaron las promesas que Dios le había dado. Pues, quiso dar los
derechos del primogénito a Esaú y bendecirle, porque le amaba más a Esaú que a Jacob; aunque
supo él que así no fue la voluntad de Dios.
Ahora, en estas lecciones acerca de la vida de Jacob, vamos a ver que en el principio Jacob tuvo
poca fe, pero después creció en su fe. Y Dios le bendijo en gran manera. Al principio Jacob usó el
engaño para lograr sus fines. Después él mismo fue engañado por otros, su suegro y después sus
propios hijos. Sin embargo, a través de los años, Jacob llegó a ser un gran siervo de Dios. En el
principio a la fe de Jacob le faltaba mucho. Pero él creció en su fe, y por fin recibió otro nombre:
Israel. Dios dijo a Jacob: “Tu nombre será Israel, porque has luchado con Dios y con los
hombres, y has vencido”, (Gn. 32:28). Fue muy grande esta persona, y llegó a ser el padre de
todos los israelitas.
////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
LECCIÓN 49
EL NACIMIENTO DE JACOB Y ESAÚ, Gn. 25:19-26
Tema: La voluntad de Dios en cuanto a Jacob.
Propósito: Para entender algo acerca de Jacob, y su importancia delante el Señor.
Texto: Romanos 9:12b: “Dios le dijo a Rebeca: El mayor de ellos será servo del menor”
Introducción: Dios le prometió a Abraham que su descendencia iba a ser como el polvo de la
tierra, como la arena a la orilla del mar y como el número de las estrellas visibles en el cielo, (Gn.
23:16; 22:17). ¿Cómo cumplió Dios esta gran promesa? Pues, por medio del hijo de Abram y
Sarai, Isaac. Ya vimos que Isaac esperaba 40 años antes de conseguir su esposa. Pero no vino
luego un niño por medio de Rebeca. Pues, pasaron 20 años. No hubo nada, ninguna
descendencia de Isaac. Luego se puso Isaac en oración. Dios supo lo que iba a hacer, aunque
en principio la gente no entendió el plan de Dios,
I. ISAAC ROGÓ A DIOS POR REBECA PARA QUE ELLA PUDIERA TENER HIJOS,
Gn. 25:21
¿Qué dicen, hermanos? ¿Qué dice la gente si uno consigue una mujer, y que no vienen hijos?
Pues, dicen que ella no sirve, y piensan que debe conseguir otra. ¿Verdad? ¿Será la voluntad
de Dios así, hermanos? Pues, no. Isaac hizo lo mejor. Rogó a Dios por ella. Él reconoció
que el hijo que iba a tener su esposa vendría mediante la dirección y bendición de Dios. Y que
vendría un hijo por medio de ella (Gn. 22:16-18 y 26:3-5).
II. DIOS OYÓ LA ORACIÓN (petición) DE ISAAC, Y REBECA QUEDÓ ENCINTA, Gn.
25:21
Hay otros ejemplos bíblicos: Ana, madre de Samuel. . ., 1 S. 1:11, 27-28
Elisabet, madre de Juan el Bautista, Lucas 1:13
Estos casos nos enseñan que los hijos de Dios pueden pedir hijos. Siempre es bueno pedir la
voluntad de Dios en estos casos, y poner los deseos y la necesidad de hijos en manos del Señor
por la oración. No conviene seguir la costumbre de la gente (como hizo Abram y Sarai en el
caso con Agar).
III UNA LUCHA EN LA VIENTRE DE REBECA, Gn. 25:22-24
A. Hubo dos niños en la vientre de Rebeca, Gn. 25:22
Nota: Hay gente que cree que cuando nacen gemelos (mellizos) quiere decir que hay
pecado. Hay unos grupos que matan uno de los niños, y guardan vivo al otro. Hay otros
grupos que matan a los dos, para que no venga un mal sobre el grupo entero. Pero esto
de dar a luz gemelos no es pecado. Más bien, se ve la voluntad de Dios en esos casos.
Hay que recordar que entre los apóstoles de Cristo hubo un gemelo, Tomás, llamado
Dídimo, el gemelo (Jn. 11:16; 20:24).
B. Los pensamientos de Rebeca, v. 22
1. Ella no entendió por qué esa lucha en su vientre. Había mucho movimiento. Es
muy común que haya algo de movimiento durante un embazo. Pero en este caso, el
movimiento fue excesivo. Por no entender la causa de tanto movimiento, Rebeca
quedó triste (muy distinto al gozo que sintió la madre de Juan Bautista cuando sintió
semejante movimiento, Lucas 1:41- 44).
2. Luego Rebeca preguntó al Señor, ¿qué quiere decir esto?
C. La contestación que Dios dio a Rebeca, v. 23
-- hay dos hijos en su vientre
-- de estos dos vendrán dos naciones
-- uno de los hijos será más fuerte que el otro.
-- el mayor quedará bajo el dominio del menor.
Fue como una profecía cómo iban a ser esos dos hijos, y sus descendientes. Vea
Gn. 9:12. La explicación es así: (1) Los dos hijos serán progenitores o fundadores de
dos naciones grandes. (2) Esas naciones se pelearán entre sí. (3) Jacob tendrá más
poder y autoridad que Esaú. (4) Esaú quedará con menos favor ante los ojos de
Dios que Jacob. Nota: Esto se ha cumplido a través de la historia.
IV. CUANDO REBECA DIO A LUZ LOS GEMELOS, Gn. 25:25-26
A. El nacimiento de Esaú, el primogénito, v. 25
-- se miró rojo, pelirrojo
-- fue cubierto de vello
-- pusieron a él el nombre “Esaú”, que quiere decir “cubierto de vello”.
B. El nacimiento de Jacob
-- nació inmediatamente después de Esaú
-- venía agarrando el calcañar de Esaú con su mano
-- se le pusieron el nombre Jacob, que quiere decir, “el que agarra”
CONCLUSION: Una palabra para nosotros.
En esta lección hemos visto varias enseñanzas para nuestra vida. Primero: ¿Qué hacemos en el
caso que la esposa no nos da un hijo? ¿Sería mejor dejarla? o ¿Volverla a la casa de sus padres?
No. Es mucho mejor orar a Dios sobre el problema. Segundo: Pero si la esposa tiene un
problema en el embarazo. ¿Conviene consultar el brujo o el curandero? No. Mejor sería
consultar a un médico competente. Pero, más allá de esto, debe consultar a Dios, esto es, pedir de
Dios una explicación del problema. Tercero: Debemos seguir confiando en Dios. Cuarto: Hay
que recordar que Dios tiene algo pensado para cada niño que nos da. Cada niño es de mucho
valor ante nuestro Padre celestial.
////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
LECCIÓN 50
ESAÚ VENDIÓ SU DERECHO DE PRIMOGÉNITO A JACOB, Gn. 25:27-34
El tema: Esaú menospreció su derecho de primogénito [eso es, el del primero hijo]
El propósito: Para que entendamos algo acerca de Esaú y Jacob, y cómo cada uno pensó en la
voluntad de Dios.
Texto: “No desprecie lo que es sagrado; pues, esto hizo Esaú, cuando por una sola
comida vendió sus derechos de hijo mayor”, (Hebreos 12:16).
Introducción: Aquí tenemos una historia muy sencilla, pero tiene mucha que enseñarnos,
hermanos. Habla de los derechos del primer hijo, o sea el hijo mayor. Esaú menospreció esos
derechos que le pertenecían, ya que él nació primero. En cambio, a los ojos de Jacob, esos
derechos eran de mucho valor o estima, y él buscó la forma de conseguirlos para sí mismo.
Para entender este pasaje hay que recordar o entender cuáles eran los derechos del hijo mayor en
los tiempos de Jacob y Esaú. Hay tres cosas en que pensar:
1) El hijo mayor tuvo derecho de recibir una herencia doble a lo que recibieron los
hermanos menores. Pensemos en el ejemplo de un hombre que falleció, y dejó 2 hijos. El finado
dejó 3 vacas, 12 carneros y 30 metros de terreno. Entonces el hermano mayor tiene derecho a 2
vacas, 4 carneros, y 20 metros de terreno; el hermano menor recibirá una vaca, 4 carneros, y 10
metros de terreno.
2) En segundo lugar, muerto el padre, el hermano mayor tuvo derecho de ser el jefe de la
familia (vea Gn. 27:29). Este privilegio de gobernar requería mucho conocimiento y deseo.
Tiene que proveer para su madre viuda mientras viva, y para los demás de la casa de su finado
papá. Esto fue una cosa. Sobre esto, el hijo mayor tuvo derecho de ser como sacerdote de la
familia para ofrecer las ofrendas a Dios, y enseñar la Palabras de Dios a los demás, como dice
Gn. 18:19.
3) En el caso de la casa Isaac, ese derecho fue muy importante delante Dios, porque eran los
descendientes de Abraham e Isaac que iban a recibir la tierra de Canaán como herencia, y muchas
otras bendiciones (Gn. 15:17-21 y 26:3).
Ahora, vamos a estudiar a Esaú y Jacob para entender cuál de ellos dio más importancia a estas
cosas.
I. SU MODO (esto es, su carácter) DE ESAÚ Y DE JACOB, Gn. 25:27-28
A. Esaú
-- llegó a ser cazador hábil. Era muy activo y fuerte; muy sabio en asuntos de la
caza, v. 27.
-- también, llegó a ser muy amado por su padre Isaac, porque a Isaac le gustaba la carne
de los animales que Esaú trajo de la caza, v. 28.
B. Jacob
-- era un hombre tranquilo y cabal (tam, en el idioma hebreo, quiere decir cabal,
perfecto). Se usó esa palabra para describir el carácter de Job, v.27.
-- A Jacob le gustaba quedarse en casa y en el campamento. No pensemos con eso que
a él le gustaban los trabajos de mujer. Pues, sabía hacer los oficios o trabajos de la
cocina, tanto como lo sabía Esaú, quien preparó carne para su papá. Pero parece
que a Jacob le gustaba más cuidar a los animales y ver por ellos, mientras su hermano
mayor se paseaba en el campo y se ocupaba en la caza, v. 28.
II. ¿CÓMO PENSARON LOS HIJOS ACERCA DE LOS DERECHOS DEL HIJO
MAYOR? Gn. 25:29-34
A. A Esaú no le importó todo esto. Cuando Esaú llegó a la cocina en donde Jacob
estaba preparando frijoles colorados, pidió de Jacob una porción. Venía de la caza
muy cansado, y tenía mucho hambre, vv. 29-30.
En ese momento para Esaú lo importante era su plato de frijol, v. 32.
B. Jacob deseaba mucho esos derechos del primogénito, vv. 31-32.
Es muy posible que Rebeca, su madre, le contó a Jacob las palabras que ella
recibió del Señor. (Y el mayor servirá el menor, Gn. 25:23c). Gn. 25:22-25 hace
muy claro que Esaú fue el primogénito. Sin embargo era el plan de Dios que el
“mayor serviría el menor”.
Sin embargo, Jacob pudo ver que su papá amaba más a Esaú, y pensó que Esaú iba a
quedar con la bendición de Isaac y los derechos del hijo mayor. Entonces, cuando
Esaú le pidió un plato de frijol, Jacob se lo ofreció, pero le puso precio a la comida:
los derechos del hijo mayor. Esaú aceptó la propuesta, juró al Señor, y entregó sus
derechos de hijo mayor a su hermano menor. Así fue que Esaú menospreció sus
derechos de hijo mayor, v. 34. Así fue que Jacob consiguió lo que él deseaba mucho.
CONCLUSIÓN: Una palabra para nosotros. Hermanos, Jacob era hombre de fe; Esaú era
hombre carnal. Jacob deseaba lo que era de mayor valor. Esaú menospreciaba lo que valió
mucho para conseguir una comida sencilla. Jacob era hombre trabajador, y era capaz de cuidar
todo lo que era de sus padres, como mayordomo. Esaú se paseaba en el campo, buscando
venado. Hermanos, existe en nosotros el peligro de menospreciar las bendiciones de Dios para
satisfacer nuestros deseos de la carne. Mejor es seguir el ejemplo de Jacob y buscar las cosas
que valen más.
Nota importante: En la vida de Isaac y Rebeca y su trato con sus hijos, vemos un mal que
debemos evitar: el de tener hijos favoritos. Esto no debe existir en nuestras familias. Debemos
tener el mismo amor para todos los hijos, esto es, sin favoritismos.
///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
LECCIÓN 51
ISAAC BENDICE A JACOB Y ESAÚ
Tema: Cuando Jacob recibió la bendición y las promesas a favor del primogénito
Propósito: Para entender cómo fue que Jacob recibió la bendición especial de su padre.
Versículo para memorizar: Por la fe Isaac prometió bendiciones futuras a Jacob y sus
descendientes (y luego a Esaú), (Hebreos 11:20).
Introducción: Hermanos, nos cuesta un poco entender esta historia. ¿Qué valor tuvo la bendición
que un padre de familia pronunciara sobre su primer hijo, y aún a los demás? Pues, en nuestros
tiempos no le damos importancia. Pero en el antaño, según el pensamiento de Dios, este hecho
tuvo significancia.
En aquel entonces la “bendición” era como una palabra cierta de que Dios hizo, una “profecía”.
Únicamente Dios usó los labios del padre para hablar y para explicar o aclarar lo que sucedería en
la vida de los hijos en el futuro. La bendición dada al primer hijo siempre tuvo mayor valor u
importancia que las promesas recibidas por los hermanos menores. En esta forma el hijo mayor
fue reconocido como el más importante, y llevó los derechos de padre sobre los demás cuando el
padre murió. Entonces, la bendición fue una palabra declarada por un padre de familia a sus
hijos antes de su fallecimiento. El mismo Jacob hizo esto al final de su vida terrenal, Gn. 49;
Hebreos 11:21.
I. ISAAC PENSÓ DAR SU BENDICIÓN A ESAÚ ANTES DE MORIR, Gn. 27:1-4
Isaac comía de la carne de los animales que Esaú cazó en el campo. Y le gustaba mucho. Parece
que fue por esta razón que él pensó dar su bendición de primogénito a Esaú, a pesar de que Esaú
no se portaba bien. Parece que Isaac no tomó en cuenta la conducta de Esaú al prepararse para dar
la bendición a su hijo favorito. Tampoco tomó en cuenta lo que Jehová reveló a Rebeca. Aun
antes del nacimiento de los gemelos, dijo Jehová: Que el mayor servirá el menor.
Pues, Isaac estaba pensando en sí mismo. Como ya tuvo 135 años cumplidos, pensó que había
acercado la hora de su muerte. (Nota: Pero no fue así; cumplió 180 años antes de su muerte.)
Pero su pensamiento fue así: “Ya soy viejo, y no sé en que día voy a morir” (Gn. 27:2). Pensó
comer otro plato de carne antes de darle la bendición a Esaú. Y así fue que dio a Esaú el mandado
de ir a cazar un venado en el campo. Y luego prepararle un plato de la carne para comer. Luego,
después de comer, Isaac pensó dar su bendición a Esaú. Vea v. 4. Bueno, dijo Esaú, y luego se
fue a la caza. O más claro decimos, se fue al campo a cazar.
II. PENSÓ REBECA EN QUÉ MANERA PUDIERA JACOB RECIBIR LA BENDICIÓN
DE ISAAC, SU PADRE, Gn. 27:5-10
(Rebeca oyó lo que dijo Isaac a Esaú, y por tal motivo actuó para lograr la bendición para Jacob).
A. Tal vez Rebeca recordó el mensaje que recibió del Señor cuando los hijos nacieron:
que Jacob iba a ser el que mandara a Esaú. (“el mayor servirá el menor”, Gn. 25:23.)
B. Tal vez Rebeca pensó en las dos mujeres incrédulas de Esaú, quienes siempre
trajeron tristeza a ella y a Isaac, Gn. 26:35. Y por esto no quiso que Esaú recibiera
esa bendición.
C. Cuando Rebeca oyó lo que Isaac dijo a Esaú, luego pensó ella en qué forma pudiera
conseguir la bendición para Jacob, vv.5-10.
1. Primero, Rebeca contó a Jacob lo que Isaac dijo a Esaú, vv.6-7
2. Luego, Rebeca explicó a Jacob su plan, la forma en que él pudiera conseguir la
bendición de su padre, vv.8-10.
III. ¿QUÉ DUDA TUVO JACOB ACERCA DEL PLAN DE REBECA?, vv. 11-12
Jacob luego pensó de un problema. -- ‘Aunque mi papá es ciego, será peor si me toque. Esaú
tiene mucho pelo. Yo no lo tengo. Pero si yo recibo una maldición de papá y no una
bendición…’. (Pero su mamá supo arreglar el problema.)
IV. TODO FUE PREPARADO POR REBECCA Y JACOB PARA ENGAÑAR A ISAAC,
vv. 13-17
A. Arreglaron la carne de cabra en la misma forma que supo hacerlo Esaú, v. 14.
B. Jacob se puso el vestido de Esaú, v. 15.
C. Rebeca colocó la piel del cabrito en los brazos y el cuello de Jacob, v. 16.
V. JACOB DELANTE SU PADRE ISAAC, Gn. 27:18-30
A. Por tres veces Isaac fue engañado por Jacob, su hijo menor, vv. 18-27
1. En primer lugar, se dejó engañar por sus palabras de Jacob. Tres veces mintió
Jacob a Isaac:
-- v. 19 Soy Esaú, su hijo mayor, dijo.
-- v. 20 Dios me ayudó encontrar el animalito luego.
-- v. 24 Sí, yo soy Esaú, de veras.
2. En segundo lugar, se dejó engañar por la piel del cabrito, vv. 21-23.
3. En tercer lugar, se dejó engañar por el olor de la ropa de Esaú, v. 27.
B. Jacob fue bendecido por su padre en lugar de Esaú, vv. 26-30
l. Isaac pidió la bendición de Dios sobre las siembras de Jacob, v. 28.
2. Isaac pidió a Dios que Jacob pudiese gobernar muchas naciones, v. 29.
3. Isaac pidió a Dios para que Jacob pudiese gobernar a sus hermanos, v. 30.
4. Isaac pronunció para Jacob la misma bendición que Abraham su padre había
recibido de Dios más antes, v. 29. (Vea. Gn. 12:3.)
VI. ESAÚ DELANTE SU PADRE ISAAC, Gn. 27:30-40
A. Esaú se presentó delante su padre para recibir su bendición. vv. 30-32
Esaú había cumplido el mandado de su padre. Mató el venado, preparó la carne para Isaac.
B. Cuando Esaú habló Isaac se dio cuenta que Jacob le había engañado, vv. 32-35
1. Isaac se asustó mucho y tembló, v. 33.
2. Isaac preguntó quién era que el que había bendecido, v. 33
3. Isaac declaró que no pudo anular ni regresar la bendición dado a Jacob.
“Ya ha quedado bendecido”, dijo Isaac, v. 33
C. No pudo Isaac cambiar lo que hizo, vv. 35, 37
l. Dijo Isaac a Esaú -- vino tu hermano, me engañó. Él recibió la bendición del
primogénito, v. 35.
2. Dijo Esaú a Isaac -- Jacob me quitó mi derecho de primer hijo. Ahora, me ha
quitado la bendición. ¿No hay otra bendición para mí?
3. Dijo Isaac a Esaú -- He aquí, lo he puesto por señor tuyo, y le he dado por
siervos todos sus hermanos; de trigo y de vino le he provisto. (Estas palabras dan el
resumen de la bendición dado u otorgado a Jacob en los vv. 27-29.) Luego, dijo Isaac
a Esaú: ¿Qué puedo hacer por ti?
4. Preguntó Esaú a Isaac” -- “¿No me puede bendecir a mí también?” Lloró otra
vez. (Vea v. 34.)
D. Esaú fue bendecido por su padre, vv. 39-40
-- vivirás lejos de las tierras fértiles y de la lluvia que cae del cielo.
-- te defenderás con tu espada
-- serás siervo de tu hermano, pero te librarás de él.
CONCLUSIÓN: Una palabra para nosotros. “Pues, esto hizo Esaú, que por una sola comida
vendió sus derechos de hijo mayor. Y ustedes saben que después, cuando Esaú quiso recibir la
bendición de su padre fue rechazado; aunque lloró mucho y no halló la manera de cambiar lo que
Isaac había hecho” (Hebreos 12:16-17). No debemos menospreciar lo sagrado, lo que es de
mayor valor, como lo hizo Esaú. “Piensen en las cosas del cielo, no en las de la tierra” dijo San
Pablo a los Colosenses 3:2.
Jacob pensó en lo que era de mayor valor. Quiso recibir los derechos de primer hijo, y la
bendición de su padre que venía como una parte de estos derechos. Cuando su madre dijo que
había que engañarle a Isaac para conseguirla, Jacob aceptó la idea, y cumplió con lo que ella le
dijo. Y lo cierto es que Jacob fue bendecido por su padre, y no recibió ningún regaño de su
padre, como pensaba que iba a recibir, (v. 12).
Fue Rebeca que recibió el “castigo” (por decirlo así), y no Jacob. Primero, Esaú la dejó. Él salió
del hogar y nunca regresó durante todo el tiempo en que ella vivía. Lo mismo Jacob. Fue ella
que luego le envió a buscar la casa de Labán, su hermano. Se puede decir que en un rato ella
quedó abandonada por sus dos hijos.
Rebeca recibió la promesa de Dios mismo que Jacob iba a gobernar a su hermano Esaú. Parece
que ella no confió en esa promesa, y dispuso arreglar las cosas a su manera, usando el engaño
para lograr su fin.
///////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
LECCIÓN 52
JACOB SALIÓ DE LA CASA DE SU PADRE, Gn. 27:41-28:5
Tema: Dios usó varios medios para lograr la salida de Jacob de la casa paterna.
Propósito: Para que entendamos un poco las razones por las cuales Jacob salió de su hogar.
Texto: Romanos 8:28
Introducción: A pesar de que Jacob obedeció las palabras de su madre, y aunque engañó a Isaac
su padre, tenemos que recordar que Dios estaba obrando en la vida de Jacob. Jacob fue escogido
por Dios, de acuerdo con su voluntad, para servirle al Dios verdadero. Cuando Jacob estaba en la
casa de su padre, no entendió mucho acerca de Dios. Pero, sí, él pensó en lo que tiene más valor.
Pero no había crecido en su fe. Esto es, en ese tiempo no fue cabal la fe de Jacob. Siempre
Jacob estaba contento de estar en la casa de sus padres, y de ayudarles en todo. En el principio
parece que esto dio buenos resultados. Pero más después, la voluntad de Dios no fue así. Dios
quiso sacar a Jacob de la casa de sus padres. Entonces, Dios usó varias cosas para hacerle salir de
la casa.
I. ESAÚ SE ENOJÓ POR LA MANERA EN QUE JACOB ENGAÑÓ A ISAAC,
Gn. 27:41-42
Esaú quiso matar a Jacob, su hermano. ¿Por qué? Porque a su modo de pensar, Jacob le hizo un
gran mal contra él, como era de robarle la bendición de su padre, vv. 41-42
II. REBECA ACONSEJÓ A JACOB QUE DEBIERA SALIR PRONTO DE LA CASA,
Gn. 27:43-45
A. Por la palabra de Rebeca, su madre, Jacob llegó a entender el pensamiento de Esaú,
que éste le tenía gran odio, y estaba buscando la oportunidad de matarle. (Vea v. 42)
B. Por la palabra de Rebeca entendió algo del lugar a dónde iba al salir de la casa.
Pues, iba la casa de Labán, hermano mayor de Rebeca, en Padán Aram, v. 43.
C. Jacob y Rebeca pensaron que iba a ser un corto tiempo que quedara Jacob fuera de la
casa. Pensaron que cuando se había bajado el enojo de Esaú, fácilmente pudiera
regresar Jacob a casa.
Nota: Así no fue la voluntad de Dios. Pues, Jacob quedó 20 años en el hogar de su tío Labán.
Rebeca jamás volvió a ver la cara de Jacob aquí en la tierra.
III. ISAAC MANDÓ A JACOB SALIR DE SU CASA, Gn. 27:46-28:4
A. Primero, Isaac hizo caso a las palabras de Rebeca, 27:46
Isaac reconoció que el consejo de Rebeca era muy bueno. Al tomarse en cuenta que
las dos mujeres incrédulas que Esaú consiguió de entre los cananeos no eran
buenas, y fueron amargura de espíritu para Isaac y Rebeca (Vea. Gn. 26:34-35),
Isaac envió Jacob a Padán Aram, de acuerdo con las palabras de Rebeca.
B. Luego, Isaac dijo a Jacob que fuera a la casa de su abuelo, Betuel, a casarse con una
de las hijas de Labán, su tío, el hermano mayor de su madre, Gn. 28:1-2.
C. Finalmente, Isaac invocó una bendición de Dios sobre Jacob, vv. 3-4. Pidió así: -1. Para que Jacob llegara a ser padre de muchas gentes y naciones, v. 3.
2. Para que Jacob y sus descendientes heredaran la promesa que Dios dio a Abraham.
Que dice así: “Que llegasen a ser dueños de esta tierra en donde vivimos ahora
Como extranjeros”, dijo Isaac.
Nota: Así como Isaac heredó todo lo que era de Abraham, así fue que Jacob iba a ser el heredero
de todo lo que era de Isaac, conforme a la promesa que Dios le hizo a Isaac.
CONCLUSIÓN: La vida de Jacob trae lecciones para nosotros. Los planes de Rebeca y Jacob
para engañar a Isaac resultaron en la salida o huída de Jacob de la casa de sus padres, para irse a
otra parte. Posiblemente no fue la voluntad de Dios que Jacob huyera de la casa de sus padres de
esta manera, es decir, por miedo de su hermano mayor. Sin embargo, parece que estuvo todo
esto bajo el permiso de Dios.
Ahora nosotros. Si nos sucede una cosa, decimos: ¿Por qué sucedió esto? Y más tarde
entendemos porqué Por ejemplo, tal vez por una enfermedad de uno de los hijos oímos la
Palabra de Dios. Y creemos. O por tener que irnos a trabajar en una finca. Y en esa finca hay
un hermano o una hermana que nos habla de Cristo, y creemos en él.
Somos escogidos de Dios, como lo fue Jacob. Dios piensa en qué forma va a trabajar para que
hagamos su voluntad. Isaac envió Jacob a Padán Aram, en donde se formó su propio hogar, que
fue de acuerdo con la voluntad de Dios, Gn. 28:5.
Lo mismo, nosotros los creyentes de hoy en día. Dios nos hizo. Dios nos redimió por la
sangre preciosa de nuestro Señor Jesucristo. Dios nos ha dado esta vida para que hagamos
buenas obras. Que hagamos las cosas que Dios de antemano ha pensado que debemos hacer.
Vea. Efesios 2:10.
////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////////
LECCIÓN 53
DIOS SE PRESENTÓ DELANTE JACOB EN BET-EL, Gn. 28:10-22.
El tema: El plan que Dios tuvo para Jacob
Propósito: Para que entendamos que Dios tiene poder para hacer todo lo que él piensa hacer.
Texto: (Abraham) tuvo completa seguridad de que Dios tiene poder para hacer todo lo que
promete, Romanos 4:12b.
Introducción: Hermanos, debemos recordar que Dios no se presentó a Jacob mientras éste vivía
en la casa con sus padres. Jacob solamente entendió un poco acerca de Dios, posiblemente por
las palabras de su padre y su madre. Es cierto que pensó algo en el valor de las promesas de
Dios. Jacob pensó algo en el valor de las cosas de Dios. Así es que él quiso recibir los derechos
del hijo mayor, y la bendición de su padre, porque entendió que estas cosas eran de gran valor
delante de Dios. Aunque Isaac fue engañado por Jacob y por Rebeca, es de notar que no vino
ningún castigo sobre Jacob por esta causa. En cambio, Dios pensó en la forma que pudiera
ayudarle a Jacob. Ahora, en esta lección vamos a estudiar un poco sobre el sueño de Jacob, y
sobre las promesas que Dios le dio en Bet-el.
I. JACOB OBEDECIÓ SUS PADRES Y SALIÓ DE LA CASA, Gn. 28:5, 10.
Fue en este camino de obediencia que Dios se reveló a Jacob. Dios siempre se revela a los
hombres y a las mujeres obedientes, Juan 14:23.
II. EL SUEÑO DE JACOB, Gn. 28:12-13.
En su sueño Jacob vio:
-- una escalera grande
-- ángeles de Dios subiendo y bajando sobre la escalera
-- a Dios al lado de la escalera, Gn. 28:13.
Nota: El Señor Jesucristo hizo referencia a esta historia al hablar a Nataniel, Jn.1:51.
III. LA PALABRA DE DIOS A JACOB, Gn. 28:13-15
Dios dijo: Yo soy Jehová
El Dios de su abuelo Abraham
Y el Dios de su padre Isaac, v. l3.
Nota: Es bueno tomar en cuenta que la promesa que Jehová iba a dar a Jacob en esta oportunidad
es la misma que prometió primeramente a su abuelo Abraham, y luego a su padre Isaac.
A. Dios prometió a Jacob que iba a ser el dueño de toda la tierra de Canaán, como
herencia para él y para sus descendientes, Gn. 28:13.
-- Dios hizo la misma promesa a Abraham, Gn. 17:8.
-- Dios hizo la misma promesa a Isaac, Gn. 26:3.
B. Dios dijo que iba a crecer el número de los descendientes de Jacob para que su
número llegara a ser como el polvo de la tierra, Gn. 28:14.
-- Dios prometió la misma cosa a Abraham primero, Gn. 15:5; 17:4-6
-- Dios prometió la misma cosa a Isaac, Gn. 26:4.
C. Dios dijo a Jacob acerca de sus descendientes: “Ellos llegarán a ser tantos, como el
polvo de la tierra, y se extenderán al norte y al sur, al este y al oeste, y todas las familias del
mundo serán bendecidas por medio de ti y tus descendientes, Gn. 28:14.
-- Dios dijo lo mismo a Abraham, Gn. 12:2-3.
-- Dios hizo la misma promesa a Isaac, Gn. 26:4.
D. Después de dar esta misma promesa a Jacob dijo Dios: Gn. 28:15
. . . Yo estoy contigo
. . . Voy a cuidarte en dondequiera que vas
. . . No voy a abandonarte sin cumplir todo lo que te he prometido.
Hermanos, Dios derramó mucha gracia sobre Jacob; aunque era débil en su fe, y
aunque a veces él dudaba la palabra de Dios, Jacob recibió este consuelo y estas
grandes promesas y de Dios.
IV. LOS PENSAMIENTOS DE JACOB SOBRE LO QUE VIO Y OYÓ EN ESE LUGAR,
Gn. 26:16-17.
A. De veras, el Señor estuvo presente en este lugar, y yo no lo sabía, pensó Jacob.
B . Jacob tuvo mucho miedo, y pensó: Este lugar es muy sagrado.
Aquí es la casa de Dios.
Aquí es la puerta al cielo.
V. LO QUE HIZO JACOB EN EL LUGAR, Gn. 28:18-19.
A. Dejó Jacob una señal en el lugar. La piedra que le sirvió de almohada paró como
una señal, y echó aceite encima, v.18.
B. Jacob cambió el nombre del lugar, y le puso por nombre Bet-el, que quiere decir:
“Casa de Dios”. Fue conocido como Luz antes, v. 19.
Nota: Parece que Dios aceptó ese nombre. Cuando Jacob pensó salir de la casa de Labán más
después, Dios le hizo recordar el nombre que había puesto a ese lugar. Dijo Dios: “Yo soy el Dios
de Bet-el” Gn. 31:13.
VI.
HIZO JACOB VOTO A DIOS EN ESE LUGAR. DIJO ASÍ: Gn. 28:20-22.
A. Primero, Jacob recordó las palabras que había oído en su sueño. Dijo:
-- si Dios me acompaña
-- si Dios me cuida en el viaje que estoy haciendo
-- si Dios me da de comer y con qué vestirme
-- si regreso sano y salvo a la casa de mi padre. . .
. . . Entonces, el Señor será mi Dios.
Jacob no estaba haciendo un trato con Dios, sino que estaba procurando recordar,
lo que había oído.
B. Segundo, Jacob puso la piedra como un pilar delante Dios.
C. Tercero, Jacob prometió dar a Dios los diezmos de todo lo que iba a recibir.
CONCLUSIÓN: Dios tuvo mucha misericordia y paciencia en su trato con Jacob. A pesar de
que Jacob no era un hombre fuerte en su fe, siempre Dios se presentó delante de él para
consolarle y animarle con sus palabras. A pesar de que muchas veces Jacob tuvo miedo, pero
llegó a entender, al fin de todo, que Dios estaba con él. En Bet-el dejó un “pilar”, una piedra
parada, para recordar del lugar en donde Dios se le presentó a él, y las palabras que le dijo.
Así nosotros, aunque algo deficiente en nuestra fe, debemos de confiar siempre en las palabras
del Señor y en sus promesas. Ojalá que sigamos al Señor para crecer en nuestra fe, tal como hizo
Jacob.
ObreroFiel.com – Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.
Descargar