¨AL QUE VIVE Y PERMANECE PARA SIEMPRE” 1

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¨AL QUE VIVE Y PERMANECE PARA SIEMPRE”
Ante la avidez de las multitudes que ansían la verdad y nada más que la verdad. Ante la incertidumbre por establecer
la causa de los hechos que producen cambios en la historia de los pueblos. Ante la expectación de grandes incógnitas
que atenazan el cerebro de penalidades, y ante la acuciosidad por conocer el más allá en el consciente e inconsciente
del ser humano; se han levantado altares en los cuales se han sacrificado vidas, anhelos y esperanzas, pero a pesar de
todo ello, aún persisten; ya no la duda o prueba de la existencia de un Ser Creador, Omnisapiente y Omnipotente
Señor con un nombre, otros con distinto pero, sea como sea, de todos modos admiten un causa ser.
Pero el punto álgido, está en nuestra relación con ese Ser y la de Él con nosotros, ¿Cuál es el camino que Él ha trazado
para conducir a sus criaturas hacia Él?. Y en fin, ¿Cuál es en síntesis la verdad?, ¿Qué cosa es verdad? Preguntó Pilato
(Juan 18:38) y esta verdad sublime de la cual era exponente AQUEL VERBO HECHO CARNE (Juan 1:14). Él fue quien
con toda autoridad dejó establecida la senda, el verdadero camino que une la criatura con su Creador.
Los siglos han transcurrido y algunas de las grandes figuras de los filósofos del ayer casi han desaparecido, sus nombres
suenan con alguna rareza. Pero el sublime Rabí de Galilea, entre más siglos pasan más grande se perfila su gloriosa
figura para llevar consuelo y paz a esos seres que deambulan sin sosiego por el mundo y sus miserias.
¡Quien sabe! Si tú, amado lector, como el que escribe estas líneas, te has preguntado alguna vez: ¿En dónde está y
quiénes forman aquel cuerpo místico que se llama Iglesia y que fuera instituido por el mismo Señor Jesucristo?, ¿Es
acaso la comúnmente conocida como Iglesia Católica Romana?, ¿Será alguna de las que forman el inmenso grupo de
iglesias protestantes? ¡No! ni una ni otras, todas difieren en tantos aspectos que conciernen a la verdad que resulta
imposible admitirlas como tal, aquella maravillosa que dejara instituida el sublime Nazareno. Ante tan grave incógnita;
el Señor de todos los arcanos, y por la dignidad de su Santo Nombre, ha permitido conservar a través de los siglos, los
datos, “las huellas del rebaño” el testimonio muchas veces dado por los mismos enemigos del pueblo de Dios.
Para poder sacar a luz, la gema esplendente, aquel pueblo auténtico que por sus características viene a ser
inconfundible y totalmente diferente a cualquiera que trate de usurpar ese genuino honor.
Habiendo pues el Señor puesto en mis manos esa valiosísima obra que, evidentemente prueba la interrumpida
existencia de ese cuerpo que se llama “Iglesia de Dios” de la cual tan amplio testimonio nos dejaron los apóstoles, (1ª.
Corintios 15:9; 1ª. Pedro 4:17; 1ª. Timoteo 3:15).
Y, sin omitir esfuerzo, contando con la ayuda de aquel ser que confundió las lenguas (Génesis 11:1-9) he podido
traducir dicha obra, la que estoy seguro llevará bendición y paz a muchos corazones que como he dicho, son sinceros
y desean con fervoroso anhelo, unirse al único y auténtico Pueblo de Dios que es por quienes el Mesías vino y volverá
para cumplir todas las cosas que los santos profetas anunciaron.
He leído además algunas obras que pretenden describir el paso de la Iglesia para luego confundirse y tratar de
adjudicarse el privilegio de ser ellos los auténticos. Pero la verdad ha sonado en esta ocasión para quitar muchas
máscaras y así poder darse cuenta de tan pérfidos infundios.
Este trabajo llega por lo tanto, a ser sin discusión, el primero en su género, por ser el más completo; y los testimonios
en estas páginas recogidos, son de inestimable valor. Recibe pues caro lector, este trabajo que ha sido hecho para la
honra y gloria del que vive y permanece para siempre.
La satisfacción más grande que pueda darme el Señor es: Ver a muchísimos entrar por las puertas eternas, habiendo
sido liberados de tanta impostura del engañador, que no ha parado mientes para usar la Sagrada Escritura para
engañar a multitudes y conducirlas al averno.
Lo importante es que tú también puedas ver realizados tus más grandes anhelos, y aquella bienaventurada esperanza
que no avergüenza y que da vida.
PREFACIO
El objeto de este tratado, no es para hacer una historia de la gran nacionalidad de Iglesias en la Era Evangélica; mas
bien es para exponer una narración histórica de la verdadera Iglesia de Dios; siguiéndola y trazándola a través de las
edades, siglo tras siglo, por su Doctrina y práctica promulgadas por Cristo y proclamadas por sus apóstoles y discípulos
en el tiempo novotestamentario y que han sido mantenidas cual un estandarte por el verdadero pueblo de Dios, en
todas las edades y bajo de todas las condiciones.
IESHUAH dijo acerca de su iglesia: “las puertas del infierno no prevalecerán contra ella.” Con todo, la mayoría si no
todos los historiadores de la Iglesia nos hemos permitido estudiar a los apóstoles y los primitivos discípulos. Es
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entonces cuando se aparta la historia del verdadero pueblo de Dios que sigue durante el período de los doce siglos,
período que también señala a la Iglesia de la apostasía, la gran ramera de Revelación; plenamente identificada en la
Iglesia Católica Romana.
Poco interés se ha demostrado en los historiadores de la Iglesia del pasado, mayormente en la posición que ellos
asumen, que enfocan a la gran ramera del cristianismo como si ésta fuera la verdadera iglesia, colocando así a todas
las iglesias bajo el manto de la apóstata iglesia romana.
Diecinueve siglos han pasado de los días de Cristo, y el mundo permanece en espera de un registro de la Iglesia del
desierto (Apoc. 12) centenares de historiadores han engañado al pueblo como narradores del verdadero pueblo, pero
con muy pocas excepciones, los escritores licencian a la verdadera Iglesia en el desierto, al entrar a la era de la EDAD
OSCURA, y por ese mismo período de tiempo, minuciosamente esbozan las iglesias de la gran apostasía, las iglesias
griegas y romanas con sus hijas.
Podría ser admitido, pero en algo están equivocados, cuando fuera de los diecinueve siglos de la historia de los cuerpos
apóstatas, casi sin excepción, si a estos historiadores se les interroga, a estos que han narrado el trabajo de la iglesia
romana, estarán prestos a admitir que el PAPA es el ANTICRISTO, y la iglesia católica romana, la gran ramera del
capítulo 17 de Revelación. ¿Por qué entonces llaman a la historia de ese cuerpo apóstata la historia de la verdadera
Iglesia?.
GRAY, el historiador, en su historia “El Huerto Baptista” y repitiéndolo el Dr. Beman de la iglesia Presbiteriana dice:
“El Papa es el Anticristo y su ministerio y sus ministros tienen que ser excluidos del Ministerio Cristiano”.
Esto no nos hace evadir la conclusión en cuanto al punto principal; las Escrituras han declarado esta verdad: Roma es
la ramera vestida de escarlata, cabalgando sobre la bestia de las siete cabezas y diez cuernos. Esta iglesia es la que se
embriaga con la sangre de los mártires, de los SANTOS. Esto es algo terminante e inobjetable, todas las sectas
protestantes lo afirman.
Ahora, si esta iglesia se ha manifestado ser el Anticristo, lo ha sido desde entonces bajo la jurisdicción del Papa;
entonces este Anticristo lo ha sido desde cuando el primer Obispo de Roma, asume el nombre de OBISPO UNIVERSAL
y principia a imponerse por medio de la espada (606 D.C.). Pero cumplidos tres siglos después de este año 606 desde
el tiempo de la PURA SUCESIÓN, esta iglesia ejerció una corrupta y mundana jerarquía, sin el menor indicio de ser una
iglesia de Cristo. Siempre fue algo a medias con lo absurdo.
El presente trabajo no es para abastecer a alguno, pero sí es una historia de las congregaciones de Dios bajo la travesía
de las edades, a través y sobre mil doscientos sesenta años de persecución papal y derramamiento de sangre, hasta
el presente. El curso de este verdadero pueblo de Dios, existe a través del tiempo, ha mantenido en alto la doctrina
de las Escrituras, guardando la luz de la ardiente verdad Divina cuando el mundo a su alrededor era cubierto de
terrible oscuridad; y heroicamente aprendiendo y progresando, su misión fue obstaculizada por la ramera papal
sentada sobre las siete cabezas y diez cuernos –gobiernos políticos del mundo- rige con mano férrea llevando a la
muerte a millones que se atrevieron a discutir su autoridad y poder, así como lo registra en Apocalipsis: Fue
embriagada con la sangre de los santos de Dios (Apoc. 17:6).
Hemos de admitir que la historia del pueblo de Dios, debe ser marcada por el mismo pueblo que fue fundado para
sostener la verdad y la doctrina defendida por nuestro Señor Ieshuah, y llevada a todo el mundo por sus apóstoles y
discípulos inmediatamente después de la ascensión de nuestro Redentor.
Así el lector que sigue esta historia, comprenderá que ha habido un pueblo por todas las centurias, a través de la EDAD
OSCURA que ha sostenido la antigua doctrina de Cristo, conocida como la FE de IESHUAH (Jesús) contraria a la
enseñada por la Iglesia Católica Romana, y al credo uniforme de muchas personas. Dios ha tenido un pueblo apartado
del organismo de la Iglesia apóstata; un pueblo que a través de las persecuciones y pruebas ha mantenido la Sagrada
Escritura (Biblia) y sus preciosas verdades a través de las edades reteniendo su pureza y sin adulterarlas y ha tenido
lugar también en nuestro rico siglo de las luces. (siglo XX).
La historia revela que muchos hombres y mujeres, vivieron en épocas en las que se requería vivir en la fe, fieles para
estar bien ante Dios. Agradezcamos a Dios por la grandeza espiritual de aquellos que fueron fieles aún ante la faz de
la muerte, prefiriéndola antes que negar la fe, como verdaderos mártires de Ieshuah.
Con cuanta firmeza quisiéramos excavar las profundidades de verdades escondidas, largamente acariciadas por esos
fervientes mártires quienes vivieron y murieron, para que nosotros tengamos fuerza en la inalterable verdad del
evangelio de nuestro Señor y Salvador, el Mesías, guía de nuestras almas.
Con lo dicho, pasamos ahora a presentar a nuestros lectores, la historia de los santos de Dios, y los mártires de
Ieshuah.
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Confiamos en esto: que por lo poco que tal vez digamos, sea medio principal para excavar dentro de esa fe por la
cual millares de santos han ofrendado sus vidas.
CONTENIDO
Prefacio
Capítulo 1
Página
8
Introducción
La Iglesia fundada en la Roca
ProtestantismoCapítulo 2
8
Breve análisis profético
El contraste entre las dos Iglesias –La mujer vestida del sol y la Mujer vestida de Escarlata montada sobre la
Bestia-.
El nuevo nombre de la Iglesia en ambos testamentos, el Antiguo y el Nuevo.
Capítulo 3
10
EL DRAGÓN Y LA BESTIA HACEN GUERRA CONTRA LA IGLESIA
El Período de Gran Tribulación. Escrituras proféticas que muestran las edades oscuras.
Capítulo 4
11
DEL AÑO 33 AL 100 ÉPOCA DE CRISTO
La Iglesia Apostólica –El apóstol Pablo- Simón Cefas el apóstol, Juan el Revelador
La temprana Iglesia Protestante
La Iglesia en Jerusalem
Nombres hechos por los Hombres: Ebionitas, Nazarenos, Judíos Cristianos, El Real nombre Bíblico, El día de
Descanso.
Capítulo 5
19
DEL SIGLO I AL II D.C.
El surgimiento de las sectas cristianas
La Gran Apostasía, Falsas Doctrinas, Pascua, Bautismo de niños, Invocación de Santos, Oleo Santo, Uso de
Imágenes, La Señal de la Cruz, Domingo Venerable, Día del Sol, Inmortalidad del Alma.
Escritos Tempranos
Padres de la Iglesia
La verdadera Iglesia.
Capítulo 6
23
DEL SIGLO II AL III D.C.
La Iglesia en Pella y en Jerusalem
Origen de otras sectas
Reposo dominical
Doctrinas falsas.
Capítulo 7
DEL SIGLO III AL IV D.C.
Continúa la Persecución
Constantino el Grande
Obispos
Papas
Dr. Arrio
Concilio de Nicea
24
4
Cambio de la Pascua
Legislación Dominical
Pascua Florida
La Trinidad
Domingo
El sábado
Falsas Doctrinas en el Credo de Nicea y Juliano el Apóstata
La verdadera iglesia
Sábados
Carnes
Circuncisión
Hipsistarii.
Capítulo 8
30
DEL SIGLO IV AL V D.C.
De obispo a Papa
Culto a los huesos de mártires santos
Reliquias
Candelas
Celibato del Clero
Los Papas del Este y del Oeste
Católicos Romanos
Griegos
Cristianos sin Jerarquía
Messalianos
El día del Señor
Sábado.
Capítulo 9
32
DEL SIGLO V AL VI D.C.
La huída de la Iglesia Verdadera al Desierto
Moradores de los Valles Vaudios
La Iglesia verdadera en dispersión
Semilla de la Reforma.
Capítulo 10
33
DEL SIGLO VI AL VII D.C.
La Iglesia de Dios esparcida en el extranjero
Característicos nombres descriptivos del pueblo de Dios
En España, Bretaña, Escocia, Alemania
Justiniano
Separación del Clero de sus Esposas
El Sábado condenado en el concilio de Contantinopla
Paulicianos
Bulgaria
Francia
Albigeois
Montenses
Nonconformistas
Traducción de las Escrituras a la lengua Esclava
Valdenses
Semilla de la Iglesia primitiva sosteniendo las verdaderas doctrinas.
Capítulo 11
35
DEL SIGLO VII AL VIII D.C.
Una verdadera luz en medio de Densas Tinieblas
Roma: nunca Universal ni en Italia
La Biblia
Protestante
Moravia
Inglaterra
5
Carlo Magno
Imágenes
Carlos el Grande
Trini
Bautismo
Anabaptistas
Bautismo de Infantes
Transubstanciación.
Capítulo 12
36
DEL SIGLO VIII AL IX D.C.
Figura entre el Papado
Persecución de la Iglesia
Mártires
Iglesia verdadera jamás de Roma
Observadores de los Mandamientos
Biblia protestante en la Lengua Valdense
Las clases perfectas e imperfectas en la Iglesia
La Cena del Señor.
Capítulo 13
38
DEL SIGLO IX AL X D.C.
La mujer en el Desierto
Guardadores del Sábado
Observadores de los mandamientos
Verdaderos cristianos
La semilla del Evangelio cubre la Copa
Martirologio.
Capítulo 14
40
DEL X AL XI D.C.
Herejía y Verdad
No comer sangre
Candelaria
Domingo de Ramos
Adoración de la cruz
Viernes santo
Pascua florida
Unos cien mil mártires
Solo Cristo el Mediador.
Capítulo 15
41
DEL SIGLO XI AL XII D.C.
Waldo
Los Cathari
La Biblia de Waldo
Waldo en Alemania
Persecución e imperio del Martirio
La Iglesia de Dios Waldemia
Persecución e imperio del Martirio
La Iglesia de Dios Valdenses
Ricardo Corazón de León
Observaciones Generales
Los Mandamientos de Dios
Iglesia Sabbatariana
Doctrina y Disciplina de Valdenses
Pastores Ordenados
Sínodos
Un humilde y consagrado pueblo de Dios.
Capítulo 16
47
6
DEL SIGLO XII AL XIII D.C.
Roma continúa su persecución a la Iglesia de Dios
Dispersación
Leonistas
Arnoldistas
Santos Extirpados
Persecución de los Valdenses
Enemigos de Roma
La Inquisición
Una división Pública
Estado General de la Iglesia de Roma
Dominicanos
Corrupciones de Roma
Cristianos Reales solamente entre Valdenses y Lollardos.
Capítulo 17
53
DEL SIGLO XIII AL XV D.C.
Lollardos y los Protestantes
80,000 verdaderos creyentes en Bovadía
La Cena del Señor observada anualmente
Credo y práctica de los verdaderos santos.
Capítulo 18
54
DEL SIGLO XIV AL XV D.C.
Climax del Papado
Los protestantes a través de la Edad Oscura
Anabaptistas
La mano que interviene para salvar, golpea a los invasores
Ejércitos aliados puestos en precipitación de fuga
Inquisición
Una nube protectora les cubre.
Capítulo 19
58
DEL SIGLO XV AL XVI D.C.
Reforma Protestante
Valdenses ayudan a los Reformistas
Los reformadores Calvino, Lucero, Knox y otros, Olivatan el Valdenses ayuda a los
800,000 santos,
Sabbatarianos
Lucero en cuanto al sábado
Arenga de Hutter, Tribulaciones de la Iglesia y Espíritu Martirio.
Capítulo 20
61
DEL SIGLO XVI AL XVII D.C.
Tinieblas antes del amanecer
Oliverio Cronwell,
La Necesidad Suplida de Persecución y Opresión
El Nuevo Mundo un cielo
Como el Señor protegió a su iglesia
Cómo escapó Matthew Warren, La experiencia de John Nefwerthy, Hanserd Knollys
Un niño en la liberación.
Capítulo 21
reformadores,
77
DEL SIGLO XVII AL XVIII D.C.
La iglesia de Dios de Londres a América
La Iglesia de Newport
Otras iglesias en Inglaterra
El nombre de la Iglesia
La Iglesia de Shrewsbury
en
Londres
7
El nombre
La iglesia de Piscataway su nombre
El credo de los Baptistas del Séptimo día
La Iglesia de Cristo y la Iglesia de Dios
Inmigración de Europa a América
La Iglesia procedente del Desierto
Santos Germanos
Meter Millar
Sabbatarianos de Ephreta
Washington
La fe de Benjamín Franklin
Medicina para los tiempos fuertes
La Iglesia en América
Puritanos
Cuaqueros
Los siete períodos de la Iglesia.
Capítulo 22
84
DEL SIGLO XVIII AL XIX Y PRESENTE
En los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe
Adventistas del séptimo día
El Chasco de 1844
Nombres de los Ministros de 1844 a 1860
El Nombre de la Iglesia
Cambiando el nombre de la Iglesia
La Reconstrucción
La Reorganización
Escogiendo a los 12, a los 70 y a los siete
La Iglesia de Wilbur
CONCLUSIÓN.
“UNA HISTORIA DE LA VERDADERA IGLESIA”
8
CAPÍTULO 1
INTRODUCCIÓN
LA IGLESIA FUNDADA SOBRE LA ROCA
Mientras el término “Protestante” originado en tiempos de la Reforma, cuando hombres fuertes e intrépidos
acuerpadamente protestaron contra las falsas doctrinas de la Iglesia Católica Romana; nosotros usaremos el mismo
término para representar a un pueblo quien muy atrás de los días de los reformadores, se mantuvieron protestante
por la Fe.
El nombre espiritual de la Escritura aplicado a este pueblo durante el tiempo de nuestro Salvador, fue el de Iglesia de
Dios. Y, en esta obra se probará, como se ha propuesto por ambas; escrituras e historia secular, y la que la Iglesia del
Nuevo Testamento no fue la que más tarde rigió desde Roma, conocida como la Iglesia Católica Romana.
La Iglesia establecida por Jesucristo, ha permanecido aparte y distinta a través y bajo la dispensación evangélica hasta
el tiempo presente, e inmutable ante la más cruel persecución; manteniendo siempre al frente, la verdadera luz,
llevado la verdadera antorcha de la Gracia y libertad religiosa hasta el mismo tiempo de nuestros días.
La Palabra “protestante” no debe aplicarse solamente al pueblo que durante los días de Lucero protestó contra el
error y la corrupción de la Iglesia de Roma; pero sí debe aplicarse correctamente a un pueblo que ha existido desde
los días de Moisés y aun antes de ese tiempo, y que siempre ha protestado contra el error, superstición, idolatría,
mitología, hechicería y toda forma de religión y filosofía pagana.
Por lo tanto, esta obra como ya lo hemos expuesto, es la verdadera historia de aquel pueblo que no puedo haber
tenido como su principio el tiempo de la Reforma protestante, ni aun los días de nuestro Señor. Se hace mención de
esta Iglesia como ya fundada en Hechos 7:38 el cual nos toma a un período mucho más remoto.
El texto leído nos habla del Señor IESHUAH, “Este es el que estuvo con la Iglesia en el desierto”. Esta misma Iglesia
siendo constituida como siempre lo ha sido con verdaderos hijos de Dios sobre la tierra; existió en el desierto. El
esfuerzo del Señor Ieshuah no fue tanto por reformarla de su mucho error y superstición, más bien fue su trabajo la
reorganización escogiendo de nuevo a los doce y a los setenta.
CAPÍTULO 2
BREVE ANÁLISIS PROFÉTICO DEL CONTRASTE DE LAS DOS IGLESIAS
La Iglesia situada en orden por el Señor Ieshuah con los dones del Espíritu Santo y con propia administración de
gobierno, es simbolizada por una hermosa mujer en el Nuevo Testamento. El Señor dice de ella: “Pues que os celo
con celo de Dios; porque os he desposado a un marido, para presentaros como una virgen pura a Cristo.” (2ª. Corintios
11:2).
En Apocalipsis 19:7-9, nuevamente se habla de la Iglesia como una novia, la esposa del Cordero, teniendo para sus
nupcias, vestiduras de lino limpio y blanco. Otra vez el revelador contempla esta Iglesia en visión y la describe como
sigue: “Y una grande señal apareció en el cielo: una mujer vestida del sol, y la luna debajo de sus pies, y sobre su
cabeza una corona de doce estrellas.” (Apocalipsis 12:1).
Una mujer, símbolo de una Iglesia, tenemos aquí en la profecía a la iglesia verdadera de los apóstoles de ese tiempo,
vestida del Sol. Todas las tinieblas son disipadas, y la luz radiante de la verdad de Dios y su virtud, irradian con el
esplendor y brillantez del sol, ella tiene la luna debajo de sus pies, ilustrando así que la soberana de la noche y de la
obscuridad, es subyugada y puesta debajo de sujeción. Mientras que la corona de las doce estrellas, simbolizan a los
DOCE APÓSTOLES. Que esta Iglesia no cayó, ni mucho menos que más tarde llegara a ser la Iglesia Católica gobernada
desde Roma es evidente, pues allí están dos iglesias claramente definidas en las Escrituras, existiendo en el mismo
período, la una viajando hacia el desierto, huyendo de la persecución del poder civil y que gobierna al mundo desde
Roma.
Esta segunda mujer o Iglesia, está introducida en la profecía de Apoc. 17:1-5 El ángel dice a Juan : “Y vino uno de los
siete ángeles que tenían las siete copas, y habló conmigo, diciéndome: Ven acá, y te mostraré la condenación de la
grande ramera, la cual está sentada sobre muchas aguas: Con la cual han fornicado los reyes de la tierra, y los que
moran en la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación. Y me llevó en Espíritu al desierto; y vi una mujer
sentada sobre una bestia bermeja llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos. Y la mujer
estaba vestida de púrpura y de escarlata, y dorada con oro, y adornada de piedras preciosas y de perlas, teniendo un
cáliz de oro en su mano lleno de abominaciones, y de la suciedad de su fornicación; Y en su frente un nombre escrito:
MISTERIO, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS FORNICACIONES Y DE LAS ABOMINACIONES DE LA TIERRA”.
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El hecho que esta segunda mujer aparezca embriagada con la sangre de los santos y de los mártires, muestra con
toda claridad que las dos Iglesia son totalmente diferentes aun cuando existan a la par y que la Iglesia así embriagada
con sangre de mártires, jamás ha sido la verdadera iglesia. El versículo 15 dice: “y él me dice: Las aguas que has visto
donde la ramera se sienta, son pueblos y muchedumbres y naciones y lenguas.”
Ella cabalga con autoridad y poder, siendo unida con el Estado y así puso a la muerte a las almas que fueron mártires,
quienes sí constituían a la verdadera Iglesia de Dios.
Notando el contraste de estas dos Iglesias, es una evidencia suficiente de su distinción y total separación. La una
estaba vestida de sol, la otra adornada con oro y piedras preciosas. Una tenía la luna debajo de sus pies, la otra estaba
sentada sobre una bestia; una poseía la corona de doce estrellas, la otra tenía la inscripción “Misterio, Babilonia la
Grande, madre de las fornicaciones”, y una fue embriagada con la sangre de los santos y la sangre de los mártires de
Ieshuah, mientras la otra iba al desierto nutrida por Dios.
EL NOMBRE DE LA IGLESIA
EN AMBOS, ANTIGUO Y NUEVO TESTAMENTO
Desde el tiempo del Éxodo de las doce tribus de Israel de la esclavitud en Egipto al advenimiento de nuestro Salvador,
la Iglesia fue llamada Israel, término que tuvo su origen en la experiencia de Jacob en su lucha con el ángel.
La Iglesia en el desierto fue organizada con los doce Patriarcas, uno a la cabeza de cada una de las doce tribus (Números
10) y luego el Sanedrín, formada por los Setenta ancianos (Éxodo 24:1), (Números 11:16). Esta forma de organización
y gobierno de la Iglesia, permaneció hasta el tiempo de Cristo. El nombre de Israel fue también el nombre aplicado a
este pueblo.
El profeta Isaías, hablando de eventos concernientes a la Iglesia dice: “Entonces verán las gentes tu justicia, y todos
los reyes tu gloria; y te será puesto un nombre nuevo, que la boca de Jehová nombrará.” (Isaías 62:2). Esta profecía
fue cumplida cuando los gentiles fueron recibidos en el favor de Dios; contemplando su justicia y recibiendo su favor
mediante nuestro Señor Ieshuah.
La iglesia vino a ser llamada “de un nombre nuevo” que la boca del Señor quiso llamar. Esto también fue completado
cuando el Señor dio el nuevo nombre a la Iglesia, el que se registra doce veces en el Nuevo Testamento: “La Iglesia
de Dios”.
En la plegaria del Salvador poco antes de llegar al Calvario, dijo: “...Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos por
tu nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.” Juan 17:11.
Que la profecía de Isaías fue cumplida en el cambio de nombre de Israel a Iglesia de Dios, se puede ver más adelante,
leyendo Hechos 20:28 “Por tanto mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual ganó por su sangre.”
En 1ª. Corintios 1:2 Pablo se dirige a la Iglesia de Corinto como sigue: “A la Iglesia de Dios que está en Corinto”. En
ninguna parte podemos encontrar hablando de la Iglesia Católica; no obstante ellos proclaman ser la Iglesia que el
Señor dejó establecida.
El pueblo seguidor del Señor Ieshuah, sacado de ambos, judíos, y Gentiles (1ª. Corintios 10:32) y llamada la Iglesia de
Dios, jamás fueron precursores de la Iglesia romana, como tratan de definirlo en la historia. Más adelante lo
probaremos en esta obra.
Encontramos a Pablo tratando de la Iglesia, en el año 59 D.C. de la manera siguiente: “Porque de la manera que el
cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, empero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un cuerpo, así
también Cristo.” 1ª. Corintios 12:12. De allí porqué la Iglesia ha existido como un solo cuerpo hasta este tiempo; y la
palabra dice más adelante, que cuando un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él.
Cinco años más tarde, en el 64 D.C. Pablo dice: “Yo doblo mis rodillas al Padre del Señor Ieshuah-Cristo, de quien la
familia entera, en el cielo y en la tierra es nombrada”.
CAPÍTULO 3
EL DRAGÓN Y LA BESTIA HACEN GUERRA CONTRA LA IGLESIA
“Y fue vista otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en
sus cabezas siete diademas. Y ella parió un hijo varón, el cual había de regir todas las gentes con vara de hierro: y su
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hijo fue arrebatado para Dios y a su trono. Y cuando vio el dragón que él había sido arrojado a la tierra, persiguió a
la mujer que había parido al hijo varón.” Apoc. 12:3, 5, 13.
Es necesario que investiguemos cuidadosamente este extraño símbolo, introducido en conexión con la historia de la
Iglesia, por ser éste el poder en donde principia el largo período de persecuciones religiosas, durante el cual miles de
seguidores verdaderos del Señor, dieron sus vidas por la verdadera fe.
En el versículo 6 leemos: “Y la mujer huyó al desierto, donde tiene lugar aparejado de Dios, para que allí la mantengan
mil doscientos y sesenta días.” En el versículo 14 también leemos: “Y fueron dadas a la mujer dos alas de grande
águila, para que de la presencia de la serpiente volase al desierto, a su lugar, donde es mantenida por un tiempo, y
tiempos, y la mitad de un tiempo.”
Es evidente que estos dos versículos dados, establecen el mismo período de tiempo profético, convergen al tiempo
de la permanencia de la Iglesia en el desierto mientras era perseguida por la bestia.
La Frase: “Tiempo, tiempos y la mitad de un tiempo” en el versículo 14, deben ser por tanto los 1260 días, como lo
establece el versículo 6; ampliémoslo más: tiempo: es la antigua palabra que indica un año; tiempos: significa dos
años, y medio tiempo: la mitad de un año. Son por lo tanto 360 días que tiene el año profético, dos años serán 370
días; y la mitad de un tiempo son 180 días que sumados nos dan exactamente 1260 días o años proféticos.
El Señor nos dice que la profecía no es de particular interpretación, por lo que debemos obtener una información
Divina como el significado de todos los misteriosos símbolos encontrados en la visión profética. Daniel contempló
cuatro bestias saliendo del mar, diferentes la una de la otra, y cada una jugando una parte importante en los negocios
de este mundo.
El ángel vino a él y le hizo saber su significado en la forma siguiente: “Estas bestias, las cuales son cuatro, cuatro reyes
que se levantarán en la tierra... y la cuarta bestia será el cuarto reino sobre la tierra” (Daniel 7:17-23). En consecuencia
no damos cabida a una interpretación particular sobre esa materia sagrada, cuando identificamos la bestia
perseguidora de la Iglesia como el imperio romano.
Estas cuatro bestias, dijo el ángel, eran cuatro reyes que se levantarían en la tierra y que la cuarta era el cuarto reino.
Como la visión principia con Nabucodonosor, rey de Babilonia (Daniel 2:7). La primera bestia representará por lo
tanto, a ese rey y a su reino. La segunda bestia en su orden, al que sucedería a Babilonia, es decir, a los Medos y
Persas. La tercera parecida al leopardo, simboliza al reino de Grecia, del cual ampliamente da fe la historia del imperio
de Alejandro el Grande. La cuarta bestia, son diez cuernos claramente representando al Imperio Romano, así por
orden la historia confirma que aquel cuarto poder perseguidor de la Iglesia del Señor, no fue otro que ese cuarto reino
de Roma.
Así tenemos plenamente identificado al poder perseguidor de la Iglesia, así lo encontramos en la profecía tanto del
antiguo como del Nuevo Testamento, que nos dicen la misma historia. En este capítulo (Daniel 7:25) está dicho que
la bestia haría guerra contra los santos, y que prevalecería contra ellos por “tiempo, tiempos y la división de un
tiempo”. Esta es la misma expresión usada, con relación a la BESTIA que se para delante de la mujer, en Apoc. 2 en
donde dice: 1260 días. Compare los versículos 6 y 14 de este capítulo.
En el capítulo 7 de Daniel, los diez cuernos de la bestia está dicho que son 10 reinos (versículo 24) y en el otro que
surgiría dentro de ellos, que derriba a tres de los diez cuernos y hace guerra a los Santos del Dios Altísimo. Esta guerra
fue la cuarta en el orden, el Imperio Romano fue también el cuarto reino, y en consecuencia esa bestia corresponde
con el reino romano. La bestia tenía 10 cuernos y el ángel dijo que esos 10 cuernos eran 10 reinos. La historia nos
dice que el imperio romano fue dividido, y allí están diez reyes nombrados en las divisiones.
¡Cuan maravilloso como la historia responde al llamado de la profecía!. Un cuerno pequeño vino de entre los diez y
derribó a tres de esos reyes e hizo guerra a los santos de Dios. La historia nos dice del PAPADO, la Iglesia católica
romana con su gobierno papal y que surgió durante el gobierno de los diez reyes en Roma y derribando a la Iglesia,
teniendo que huir los verdaderos seguidores de Ieshuah al desierto. Ellos encontraron refugio en las montañas, selvas
y cavernas en la tierra.
En Ezequiel 4:5-6 se nos dice tomemos un día por un año para calcular el tiempo de los períodos proféticos, y estas
figuras salen con maravillosa precisión y exactitud, como la historia encuentra a la profecía. La cuarta bestia, mientras
llevaba al cuerno pequeño, persiguió exactamente a la Iglesia en forma continua por 1260. Tres de los diez cuernos
(reyes) fueron arrancados por este cuerno pequeño que representa al poder PAPAL.
Los derribados son BURGUNDIOS, VÁNDALOS y OSTROGODOS, el último de estos tres cuernos fue arrancado en el año
538 D.C. cuando el período de los 1260 años evidentemente dio comienzo. Fue precisamente este año cuando
JUSTINIANO escribió la famosa carta al PAPA de Roma en la que ofrecía la UNIÓN DE LA IGLESIA Y EL ESTADO.
11
Esa propuesta de Justiniano fue aceptada. Consecuentemente ese año (538 D.C.) la mujer ramera del capítulo 17
de Revelación montó la bestia y fue también ese año cuando la verdadera Iglesia de Dios huyó al desierto. Este mismo
año profético cubre la habitación de ella allí. También cubre el período de poder y regencia de la bestia. En
consecuencia como ella vino al desierto en el año 538 y había de permanecer allí por 1260 años, esto nos lleva al año
1798, cuando Napoleón envió al general BERTHIER en la conquista de Roma y la ciudad fue tomada, el Papa tomado
prisionero y confinado al exilio en donde 3 años más tarde moría. El estandarte fue del protestantismo enarbolado
en las calles de Roma y la unión de la Iglesia con el Estado, disuelta a través de Europa. Mientras estos eventos nos
traen al final del período profético, vemos a la historia responder maravillosamente al llamado de la profecía, es
también digno de notar que en particular en este tiempo fue escrita la constitución de los Estados Unidos,
garantizando a los perseguidos seguidores del Señor Jesucristo un refugio, dándoles la inmunidad y libertad de
conciencia, la cual en derecho poseían de acuerdo a las enseñanzas del Señor Jesucristo el Cristo.
Como la Iglesia huyó al desierto en el año 538 D.C. y el Señor declara que la mantendría 1260 años, es una prueba
definitiva que la Iglesia vivió, funcionó y permaneció hasta el año 1798. No sería posible para el dueño de un rebaño
de ganado, tomar para ellos pastura y alimentarlos allí por seis meses durante la estación del verano, a menos que el
rebaño haya existido y vivido por ese período de tiempo.
Ni sería posible para el Señor llevar a la Iglesia lejos en el desierto y alimentarla por 1260 años, a menos que haya
vivido y existido durante ese lapso de tiempo. La hermosa historia de la Iglesia, por lo tanto es definitivamente trazado
de los días de Jesucristo, a través de los sagrados escritos hasta este evento memorable del año 1798, y por eso más
adelante está dicho de la Iglesia y su experiencia en el desierto cuando la tierra ayudó a la mujer. (Apoc. 12:16). Como
previamente se ha establecido, que una nación había nacido y que fue el sitio de refugio para aquellos perseguidores
del Mesías.
En la constitución de esta nación: la libertad fue garantizada. Fue así como llegaron a los Estados Unidos de América,
refugiados desde Europa y pudieron adorar a Dios de acuerdo a los dictados de sus conciencias.
Estos principios de libertad religiosa, pronto se esparcieron por el mundo, por cuya razón “la tierra ayudó a la mujer”
nuevamente la historia se encuentra con la profecía. La Iglesia sale del desierto y se regocija en su libertad religiosa;
mientras por ella, la verdadera luz del evangelio principia a ser llevada a cada nación, reinado, tribu, pueblo y lengua.
CAPÍTULO 4
DEL AÑO 33 AL PRIMER SIGLO D.C.
LA IGLESIA APOSTÓLICA
Una historia de la verdadera Iglesia de Dios, no podía ser escrita sin antes tomar en consideración la vida y trabajo de
destacados líderes de la edad evangélica, es decir, los apóstoles: Pablo, Pedro y Juan por quienes y bajo su dirección
fueron escritos en su mayor parte, el Nuevo Testamento, y su riqueza de la Iglesia, en su avance durante el primer
siglo, siendo modelada desde entonces para siglos futuros.
El Apóstol Pablo:
El Apóstol Pablo, quien después de su conversión, él mismo se aisló en el desierto de Arabia, no mezclándose con la
Iglesia por tres años (Gálatas 1:17-19). Convino al gigante intelectual de los días apostólicos y sus escritos, abarcar
mucho de la historia temprana de la Iglesia antes del año 66 D.C. Cuando extirparon los tres años y Saulo (Pablo)
volvió a Jerusalem, regresó a la Iglesia en Antioquia, siendo su nombre aún Saulo (Hechos 13:1). Su ordenación y
preparación para su apostolado, fue realizado en la forma usual, por la imposición de manos y oración; después de
esa ceremonia, el nombre se le cambió por el de Pablo y se le concedió el título de apóstol (Hechos 13:1-9; Hechos
14:14).
Aunque había sido llamado milagrosamente por el Señor en el camino de Damasco, su preparación cubrió un período
similar de tres años como los otros apóstoles. Así mismo su ordenación fue observada conforme a la práctica del
Nuevo Testamento. El capítulo 13 del Libro de los Hechos, ya citado, nos da una breve narración del principio, en el
que fue recibido su apostolado, con lo cual evidentemente llenó la vacante dejada por el apóstol Santiago, el apóstol
que registra el capítulo 12:1-2 del mismo libro de los Hechos.
En sus últimos años, el apóstol Pablo agotó más tiempo en la preparación de las Iglesias, contra la gran apostasía
futura, que en llevar su trabajo más lejos. Él contempló en visión que esa apostasía surgiría en el oeste, por eso fue
que él agotó años trabajando para asegurar las iglesias gentiles de Europa a las Iglesias de Judea.
Los judíos cristianos tenían atrás de los gentiles 1,500 años de preparación, a través de los siglos, Dios pudo así amoldar
la mente de los judíos a la idea del pecado; de una invisible cabeza Divina, de hombres de condición seria, y de la
necesidad de un redentor Divino. Pero a través de estos mismos siglos, el mundo gentil estuvo hundido profundo
muy hondo en la frivolidad del paganismo y corrupción. Es digno de notar esto; que el apóstol Pablo escribió de esto
en todas sus epístolas a las Iglesias de los gentiles, en Corinto, Roma, Filipos, etc..., Él, casi no escribió a los Judíos
12
cristianos sus cartas, por eso fue el gran peso del terminar de sus días, y que consistió en anclar las Iglesias gentiles
de Europa con las Iglesias cristianas de Judea.
En realidad fue esto para asegurar ese fin, y por el cual también perdió su vida.
Wildinson, Our Authorized Bible Vindicates, Pag. 13, 14
Fue así como el apóstol Pablo usó a las Iglesias cristianas de Dios, en las tierras de Judea, como un ejemplo, un dechado
por el cual las iglesias gentiles fueron edificadas. Les dijo a los Tesalonicenses: “Porque vosotros hermanos, habéis
sido imitadores de Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido también vosotros las mismas cosas
de los de vuestra propia nación como también los judíos” (1ª. Tesalonicenses 2:14).
He aquí que en todos los escritos del apóstol Pablo, podemos encontrar cómo enseñó a los cristianos en las Iglesias
gentiles, tanto en Roma, Corinto, Galacia, Tesalónica, o en cualquier otro lugar ¿Por qué? Sin duda alguna esto fue
porque ellos no fueron guiados adecuadamente mientras aquellas iglesias en Judea fueron llenas de judíos cristianos,
fueron organizados, gobernadas adecuadamente después de la ordenación del Maestro, fueron correctamente
doctrinados.
Pablo hizo lo mejor para mantener su amistas y alianza con la iglesia de Jerusalem, poniéndose así mismo
correctamente con ellos, viajó a Jerusalem, cuando los campos del Oeste se abrían frescos y llenos de perspectivas
para él. Por este propósito, se sometió a varios días de sujeción, permaneciendo en el templo, y los resultados
vindicaron su determinación.
STOKES, The acts of the Apostles, Vol. 11 Pag. 439
SIMÓN CEFAS (PEDRO) EL APÓSTOL
“Pedro fue el hijo de cierto Jonás, y fue, de acuerdo con Juan 1:44 un nativo de Betsaida, aunque más tarde le convino
hacerse ciudadano de Capernaún, en donde tuvo una casa con su hermano Andrés, se enganchó en el negocio de la
pesca, asociándose con Zebedeo y sus dos hijos, Santiago y Juan. Fue casado y aunque no fue acaudalado, Simón, fue
un hombre de alguna propiedad y no un grosero e ignorante trabajador.
En su niñez, él fue enseñado, como lo fueron muchos otros niños judíos a leer las Escrituras hebreas, aún cuando en
el sentido rabínico, no fue instruido (Hechos 4:13).
Entre aquellos que se congregaban a escuchar a Juan el Bautista, fueron Simón y su hermano Andrés, un índice de
interés en las esperanzas religiosas de los tiempos. Las palabras de Juan hicieron tal impresión, que devotos estos
hermanos se hicieron discípulos (al menos temporalmente). Poco después Andrés encuentra a Jesús y al mismo
tiempo buscó a su hermano Simón y le trajo al Señor, siéndole entonces anunciada su futura carrera, al decirle que
sería llamado CEFAS de el ARAM. Después continuando con el Señor, por un tiempo les pareció tener que volver a su
acostumbrada ocupación.
Hasta donde estuvo Pedro con Jesús durante el período cubierto por Juan en los capítulos 2 al 4 es incierto. Cuando
el Señor abrió su Ministerio Público en Galilea, Él llamó a los hermanos a un discipulado más permanente (Marcos
1:16-20). Para este llamado y previos conocimientos de Jesús, los capacitó, y esto fue a base de entusiasmo y sacrificio
propio; dejándolo todo, le siguieron.
Hasta aquí, como quiera que sea, Pedro fue uno, solamente de muchos a quienes el Señor atrajo a sí mismo, durante
los primeros meses de su trabajo en Galilea. Este fue para Simón, un período de prueba. Él fue sincero, aunque
frecuentemente desatinado, discípulo.
Mientras él tuvo mucho que aprender, estuvo siempre dispuesto a ser enseñado y finalmente mostró mucho aprecio
a la persona del Señor. Y enseñando que él fue escogido por Jesús para ser uno de los doce, seleccionado del gran
cuerpo de discípulos, que llegaron a ser apóstoles íntimamente asociados con él para aprender de Él y después ser
enviados fuera por Él para declarar su mensaje y llevar su obra (Marcos 3:14) “Con los hermanos Santiago y Juan,
Pedro, formaron un grupo de tres con quienes el Señor fue más íntimo y con quienes se asoció en determinadas
ocasiones, como en la transfiguración, en la oración en el jardín de Gethsemaní, los doce permanecieron resueltos,
aún después cuando la popularidad de Jesús empezó a menguar, y fue Pedro quien expresó la convicción de ellos
acerca del Señor respondiendo a tan importante asunto así: “Que en verdad Él era el Mesías” (Marcos 8:29; Mateo
16:16; Lucas 9:20; Juan 6:68).
Cuando el Señor Jesús fue arrestado, Pedro sacó su corta espada y golpeó en la oreja de un tal Marco, aunque después
huyó a los otros cuando el Señor fue arrestado (Marcos 14:50). Él siguió con la chusma dentro de la ciudad y mediante
la influencia de ser un desconocido, logró llegar hasta el palacio en donde el Señor fue llevado para el proceso. Fue
aquí, en donde fue vituperado por una sirvienta, con un juramente él negó que conocía al Señor; vencido por la
vergüenza, se salió fuera y lloró. Fue testigo de los sufrimientos de Jesús en la tarde aquella impresión fue aún más
13
vívida. La desesperación que sobre su alma se asentaba cuando vio a su amado Maestro morir, no fue iluminada
por la menor esperanza de resurrección.
Pero cuando las mujeres muy temprano, en la mañana del domingo, llevaron la noticia de una tumba abierta y vacía,
Pedro y el otro discípulo corrieron a investigar. Ellos encontraron la tumba vacía y maravillados con su fe incipiente,
ante la aparición de la mortaja ordenadamente entonces regresaron a donde estaban sus compañeros más tarde,
durante el día, el Señor apareció le a Pedro el primero de los doce, a quien así mismo se presentó después de la pasión.
Fue esto para Pedro como un nuevo nacimiento lleno con la viviente esperanza. Él estuvo presente en todas las
entrevistas que el Señor tuvo con sus discípulos después de esta post-resurrección, y a él en particular, probablemente
porque su negación, Jesús muy tierna y sugestivamente le volvió a confiar la apostólica misión, intimándola al mismo
tiempo se negase a sí mismo y el sufrimiento que le traería consigo su carrera nueva.
“Pedro ahora tomó su participación en la dirección, como uno de los jefes de aquel pequeño grupo de discípulos, que
fueron el núcleo de la Iglesia del Señor”. Arriba el tiempo de la persecución que siguió el martirio de Esteban, el nuevo
movimiento fue confinado casi exclusivamente en Jerusalem, y fue Pedro quien asumió la guianza de los negocios,
como director de los mismos, su asociado fue Juan.
Estas dos figuras prominentes en relación con los primeros conflictos con las autoridades en Jerusalem. Durante el
martirio de Esteban, el movimiento cristiano tomó una más larga proporción, extendiéndose a través de Palestina y
en los países vecinos, para un alcance seguro fue supervisado por los apóstoles.
Los Hechos conservan el registro de las dos visitas de Pedro en conexión con ese trabajo. El primero fue cuando él y
Juan fueron enviados por los apóstoles a inspeccionar el trabajo evangelístico de Felipe en Samaria, el segundo fue
dirigido hasta Jope (Hechos 9:32) por lo que fue llamado mediante una visión, confirmada con los mensajeros de
Cornelio, un Centurión de Cesarea; siendo el primero que predicó el Evangelio a los gentiles. En esta casa, Pedro se
encontró así mismo, haciendo lo que nunca había hecho, es decir, asociarse con los gentiles, reconociéndoles como a
hermanos en Cristo, y comió con ellos.
“Algún tiempo después fue arrestado por orden de Herodes Agripa, con la mira de ejecutarlo al día siguiente. Pero
Dios lo libró, pudiendo escapar y dejar Jerusalem inmediatamente, ¿A qué parte fue? No nos lo dice y por todo más
amplio conocimiento del movimiento y actividades de Pedro, confiamos en alguna declaración accidental que registra
el Nuevo Testamento, o en alguna noticia incierta de la literatura cristiana.
Desde la muerte de Herodes Agripa, en el año 44 D.C. los acontecimientos descritos en los Hechos capítulos del 1 al
12. En este caso, tales acontecimientos están arreglados en una secuencia cronológica y que deben cubrir un período
de cerca de cincuenta años.
Podemos decir entonces que en ese espacio de tiempo, Pedro fue la figura más importante de la temprana Iglesia
apostólica. Fue en este período de tres años, después de la conversión de Saulo, Pablo visitó Jerusalem para hablar
con Pedro sobre este asunto, permaneciendo con él 15 días. Pablo deseaba tener aquella entrevista personal con
Pedro, incidentalmente revela el lugar importante que aquella entrevista ocuparía más tarde en la Iglesia apostólica
de aquel tiempo. Cerca de cinco años más tarde, Pedro estuvo presente en el concilio de Jerusalem y tomó lugar
como dirigente en estas deliberaciones.
Por este tiempo él fue reconocido como el apóstol de la circuncisión (Gálatas 2:7) a través del cual Dios estuvo
haciendo la obra eficazmente así como lo fue por medio de Pablo para la incircuncisión, esto es para el mundo gentil.
Esta expresión sugiere que esa actividad era del completo agrado de Pedro, largamente misionero en carácter y a los
judíos de la dispersión así como lo fue a los gentiles. Por esta razón Pedro estuvo en Jerusalem probablemente sólo
en ocasiones después de su escapada de Herodes Agripa en el año 44 D.C.
Aprendemos más adelante, en Gálatas 2:11-14 que en Antioquia, inmediatamente después del concilio del año 49,
antes que Pablo se situara afuera en su segundo viaje misionero, o al cerrar esa jornada cuando Pablo fue a Antioquia
por un tiempo, Hechos 18:23. Pedro fue severamente reprochado por Pablo por su debilidad complaciente a los
emisarios del estricto judaísmo, enviados de Jerusalem, y se apartaba de la familiar compañía de los gentiles
incircuncisos miembros de la Iglesia.
Del resto de la carrera de Pedro, nos encontramos en la mayor ignorancia. Él apareció para tener continuo su trabajo
misionero. La temprana tradición cristiana vuelve sus ojos hacia él, como el primer obispo de Antioquia, pero lo hacen
erróneamente; pues es muy cierto que no fue él quien organizó aquella grande Iglesia. Otras antiguas tradiciones
hablan de su labor en Asia Menor, especialmente en la región cercana al mar negro. Marcos estuvo con el apóstol
(sirviéndole como intérprete) y reuniendo el material (en parte para su evangelio, también Silvano quien aparece
como escribiendo la epístola (1ª. Pedro 5:12-15). A New estándar Bible Dictionary.
JUAN EL REVELADOR
14
El apóstol Juan es también merecedor de especial mención en esta obra, él es el apóstol de quien se dice, como a
uno que Jesús amaba, y sin duda alguna lo fue, semejante a Pablo fue un VASO escogido para llevar una misión
especial.
Juan fue sentenciado a muerte, y su suerte parece que tenía que ser como la de los otros apóstoles que tenían que
sufrir una muerte de mártires. Intentaron matarlo, y habiendo sido echado en una caldera de aceite hirviendo, Dios
lo guardó, aunque el aceite fue siempre fatal para sus víctimas.
Sus pretendidos verdugos trataron de llevar a la letra el cumplimiento de la orden; pero a su asombro y sorpresa, él
se levantó del aceite hirviendo, orando a Dios y sin haber recibido en su cuerpo ninguna quemadura. Hubo tal temor
entre los muchos que vieron este milagro, que centenares de conversiones se hicieron a la fe que ellos en vano
trataron de destruir. Temiendo entonces el quitar la vida al apóstol fue desterrado a la isla de Pathmos, a una distancia
aproximada de 75 millas al nordeste de la del mar mediterráneo. Fue aquí en donde el ángel de Dios visitó al apóstol
y le dio el último libro del Nuevo Testamento: Apocalipsis, cap. 1:1-9.
El último de los apóstoles en desaparecer fue Juan. Su muerte es señalada poco más o menos en el año 100 D.C. en
sus últimos días él cooperó en la colección y formación de aquellos escritos que llamamos el Nuevo Testamento, Dr.
Adam Clarke, comentario en New Testament, (Nuevo Testamento) Vol 11, pag. 544.
Mientras Juan vivió, estos heréticos (LOS DOCETALES O GNOSTICOS Y LOS EBIONISTAS) fueron muy desaprobados; de
aquellos que abrazaron su sentimiento, fueron siempre considerados como perfectamente distintos a la iglesia
cristiana, indudablemente que ellos así mismos se llamaron cristianos, y no fueron sino unos heréticos, por razones
obvias, y por esas mismas razones, todos aquellos que discrepen a los principios de la iglesia, no tendrán el derecho
de tal apelación, pág. 57, 58, Towsend´s Abridgement of Milner´s Church History ed. 1816.
Mientras Juan vivió la herejía, no pudo lograr un serio avance. Como sea, él pasó difícilmente aquel tiempo, antes
que maestros perversos infestaran a la Iglesia cristiana, esos años fueron el tiempo en el cual el Nuevo Testamento
vio libros corruptos en abundancia.
Eusebio es testigo de este hecho. Él también relata que en los manuscritos corruptos, prevalecieron y que de acuerdo
con sus copias fueron desahuciados; y que aquellos que estuvieron corrompiendo las Escrituras demandaban estar
correctamente. Eusebius, Eccl. Hist. Bk. 111, Cap. 24, Wiljinsen´s Our Authorized Bible Vindicated V. 15 pag.
En despecho de esos esfuerzos por profanar la Palabra de Dios y traer confusión el Señor fue capaz para cuidar de
aquellos sagrados escritos, y Él maravillosamente dirigió, cuando ciertos manuscritos fueron escogidos para llegar a
ser parte del Nuevo Testamento.
LA TEMPRANA IGLESIA PROTESTANTE
Los varios nombres falsamente atribuidos; el verdadero nombre su doctrina y práctica serán ahora considerados. Ya
hemos considerado y demostrado que el nombre del Nuevo Testamento par la Iglesia verdadera organizada por
Jesucristo, fue el de Iglesia de Dios y como nos lo permiten los escritos del Nuevo Testamento, y lanzarnos fuera para
introducirnos en la historia secular, lo cual debemos hacer como el Nuevo Testamento, su relato nos lleva cerca del
año 96 D.C. encontramos el mismo nombre traído a la vista, bajo y a través de la era evangélica. Este pueblo como
sea, siempre ha sido llamado por sus enemigos por otros nombres. El nombre de “Nazarenos” aplicados a ellos por
el mundo, durante el primer período que siguió a los días de los apóstoles, consideraremos primero.
Antes que Jesús ascendiera al cielo, Él dio advertencia a sus seguidores de la gran destrucción decretada sobre
Jerusalem y al pueblo Judío allí. Él dijo a aquellos que vivieran en Jerusalem (Judea) que huyeran a las montañas. En
consecuencia cuando ellos vieron a Jerusalem cercada de ejércitos, la Iglesia huyó hacia una aldea llamada Pella. La
siguiente breve descripción de lo acontecido nos dará una idea de esa huída y escape: “Bajo el reino de Vespasiano,
Roma declaró guerra contra los judíos por razón a sus continuas revueltas, el general TITO sitió la ciudad de Jerusalem
en el año 70 D.C. Se dice que un millón 100 mil perecieron en este sitio, pero la Iglesia que estaba allí, escapó a los
horrores del sitio al seguir las instrucciones de Cristo que nos registra Mateo 24, y huyeron a las montañas más allá
del Jordán.
Este refugio oportuno lo tuvieron en la aldea de “Pella” Historia de Hugo Smith.
En la caída de Jerusalem, sí perecieron algunos cristianos israelitas, fueron muy pocos, por la indicación profética de
Cristo, así fueron advertidos y escapados de la ciudad condenada, encontrando refugio en PELLA, en el valle del Jordán,
Pag. 41-42 Hurlburt´s Store of the Christian Church.
De los primitivos cristianos apostólicos, Hurburt dice: “Todos los miembros de la Iglesia fueron judíos, y tan lejos como
podamos percibirlo, ninguno de esos miembros o más bien de la compañía apostólica, al principio ni soñado que los
gentiles pudieran ser admitidos como miembros. Los judíos de esa época, fueron de tres clases, y de ellas las tres
15
estuvieron representadas en la Iglesia de Jerusalem, Hebreos, Judíos, Griegos o Helenitas, y Prosélitos”. Pág. 21,
22 Idem.
El primer nombre secular dado a la Iglesia por el mundo exterior fue el de NAZARENOS. Una secta de judíos cristianos
existiendo en tiempos de Epiphanius (año 370 D.C.) en Coele Siria, Decápolis (Pella) y Basanitis (Cocabe). De acuerdo
con esta autoridad ellos datan su estancia y asiento en Pella desde el tiempo de la huida de los judíos cristianos de
Jerusalem, inmediatamente antes del sitio en el año 70 D.C. Se caracterizan, ni más ni menos que en judíos puros y
simples, pero agregando a su conocimiento el Nuevo Pacto, tanto como el Antiguo y creyendo en la resurrección, y en
el único Dios y en su Hijo Jesucristo. Él no puede decir si su mira cristológica fuera idéntica con aquellos de los Corintios
y su escuela o si eran diferentes en todo según el conocimiento de él.
Pero Jerónimo (Ep. 79 a Agustín) dice que ellos creían en Cristo el hijo de Dios, nacido de la virgen María, quien sufrió
bajo Poncio Pilato y se volvió a levantar, pero agrega esto, deseando ser ambos judíos y cristianos, ellos no son ni lo
uno ni lo otro, ellos usan el texto arameo del evangelio, de acuerdo con Mateo, lo que llaman el Evangelio de los
Hebreos, pero a ratos, adhiriéndose a las normas mosaicas, como la observancia de sábados, alimentos, y el gusto,
aunque no refutan la apostolicidad de Pablo o los derechos de los cristianos gentiles (Jerónimo, comentario en Isaías
9:1) The enciclopedia Británica Eleventh Edition, Vol 19.
De la susodicha citación podemos aprender que la Iglesia durante los primeros cuatro siglos usó el texto arameo de
las Escrituras. Y también que fueron conocidos en el mundo como NAZARENOS (Hechos 24:5). El nombre originado
de Nazareth, la ciudad de crianza de nuestro Señor. Como Jesús fue levantado en su naturaleza humana en y al
Redentor de la ciudad de Nazareth, leemos en Mateo 2:23 “Y vino y habitó en la ciudad de Nazareth, porque debía
cumplirse lo que fue dicho por los profetas que Él sería llamado Nazareno”.
Nada extraño tiene entonces que a la primitiva Iglesia se le llamara Nazarenos, tal como los profetas dijeran del Señor
largo tiempo atrás de su nacimiento, distinción de nacionalidad. El pueblo de Nazareth hablaba lengua aramea, en
consecuencia esta fue la lengua nativa de nuestro Salvador, por esto le encontramos en el evento de su muerte que
Él lloró: Elí, Elí, lama Sabachthani”, palabras dichas en el antiguo lenguaje de Nazareth, o sea el arameo. El nombre
Nazarenos es por lo tanto un gentilicio, tal como: americano, etiope, ruso, etc...
Como sea, en ningún momento la Iglesia adoptó ese nombre, nunca se le llamó de otra manera sino como “LA IGLESIA
DE DIOS” doce veces como se haya en los escritos del Nuevo Testamento.
En los registros antiguos de los primeros escritores, cuando estos enviaban carta, de y para las Iglesias, ellos ponían
esta dirección así: “A la Iglesia de Dios en Esmirna, la Iglesia de Dios en Filadelfia, etc..., en el siglo segundo, Ignacio
escribió a los Esmirnarenses de esta manera: “A las Iglesias de Dios en Smirna” y en página en la epístola a los
Filadelfos, él escribe: “A la Iglesia de Dios, la cual está en Filadelfia”. Ante-Nicean Fathers, Vol. I.
Eusebios, quien escribió de la Iglesia del primer siglo, habla de la Iglesia observando la Cena del Señor al mismo tiempo
en que los judíos guardan la PASCUA, es decir, el día 14 del primer mes Abib. Al principio hubo dos ancianos y obispos
señalados para cada ciudad, de la manera que Pablo instruyó a Tito. (Tito 1:5) pero al ir finalizando el segundo siglo,
esta práctica empezó a dejarse y a dar nombramiento a un solo obispo en vez de dos.
Y estos obispos fueron nombrados no solamente para una ciudad, sino también para una comunidad o distrito,
mientras que una orden inferior de Ministros llamados Diáconos, fueron señalados para presidir los asuntos locales.
“La primera Iglesia local establecida en Jerusalem por la autoridad apostólica, vino a ser en doctrina y práctica un
modelo en gran parte aquellas fundadas en el primer siglo. Los primeros quince obispos de Jerusalem todos fueron
judíos exceptuando uno (posiblemente) Marcos y las congregaciones sobre las cuales presidían unían las enseñanzas
de Moisés con las doctrinas de Cristo”. History of the Christian Church, by Hugo Smith, pag. 50, 51 a presbiterian
work.
Hugo Smith dice más adelante, en su historia de esos adherentes cristianos a la FE así enseñados por los primeros
quince obispos de Jerusalem. Estos cristianos judaizantes, fueron primeramente conocidos por el mundo exterior
como Nazarenos. Vuelve a hablar sobre este asunto en la página 69 como sigue: “Todos los cristianos acordaron en
celebrar el séptimo día de la semana en conformidad a los judíos convertidos”.
“Todo el tiempo en que los cristianos se supuso eran judíos, no fueron molestados, simplemente sufrieron la opresión
que los romanos ejercían sobre los judíos, pero en un proceso de tiempo los cristianos fueron odiados por otras
razones. A ellos se acercaron de la clase más humilde, los mercaderes, los libertos y los esclavos, siendo devotos a su
religión, refutando al compromiso de inmiscuirse en las prácticas usualmente comprometidas por los romanos.
Desaprobaron las diversiones romanas; las presentaciones de los gladiadores, las competencias y eventos en el circo,
los juegos, las danzas, y los teatros. Por esta causa fueron refutados de insociales y enemigos de la humanidad.
16
Sus iglesias fueron vistas como sociedades secretas, las cuales eran contrarias a la ley, fueron aborrecidas y
frecuentemente sujetas en forma violenta. Myers General History.
Moshcim, en su historia de la Iglesia en el primer siglo, habla de una secta de adoradores cristianos quienes fueron
empobrecidos por la destrucción de Jerusalem, y quienes guardaban todos los mandamientos dados por el Gran
Legislador.
EL NOMBRE REAL BÍBLICO
Mientras el nombre dado a este pueblo por el mundo durante este período fue de NAZARENOS, ellos entre sí, fueron
conocidos con el nombre de la Biblia: “La iglesia de Dios” el siguiente bosquejo tomado de antiguos trabajos,
confirman este hecho. Respecto a la muerte de POLYCARPO, quien fue un asociado con Juan el Revelador, la Iglesia
de Amirna se dirigió a la Iglesia den Philomeliun de este modo: “La Iglesia de Dios, la cual habita en Smirna, a la Iglesia
de Dios habitando en Philomenium, misericordia, paz y amor de Dios el Padre y Nuestro Señor Jesucristo os sea
multiplicado”. Vol 1 Ante-Nicean Fathers.
EL DÍA DE DESCANSO
En la historia de los primeros siglos por Eucebius, él habla de judíos cristianos quienes observaban el SÁBADO, dice
también que Policarpo, bautizado por Juan, sostuvo a la PASCUA como una institución, peculiarmente conducida por
el mismo Juan.
El obispo White, al hablar de los guardadores del Sábado y su observancia como opuesta a la práctica de la Iglesia
herética, dice: Esta práctica fue condenada en los Nazarenos y los Corintios. En antiguo Sínodo de Laodicea decretó
en contra de eso, año 331 D.C. (Cap. 29). También Gregorio el Grande afirmaba que esto era judaizante. En los días
de San Bernardo, esto fue condenado. Este mismo asunto revivió en los días de Lutero, por CARLSDAT, STERNBERG y
algunos sectarios entre los Anabptistas, (rebautizadores) Historia por Lewis, P. 8.
Tan largo como la Iglesia fue principalmente judía, el sábado Hebreo fue celosamente guardado, pero como esta vino
a ser crecientemente gentil, el primer día (domingo) gradualmente tomó el lugar del séptimo día” Hurlburt´s Store of
the Christian Church, pg. 45.
Que la observancia del sábado no fuera confinada, exclusivamente a los judíos convertidos, el instruído GIESELER
explícitamente lo testifica: “Mientras que los judíos cristianos de Palestina retenían entre la ley de Moisés, y en
consecuencia las festividades judías, los cristianos gentiles observaban también el sábado y la Pascua (1ª. Corintios
5:6-8) con relación a las últimas escenas de la vida de Jesús, pero sin las supersticiones judías”. Eccl. Vol. 1 Cap. 2 Sec.
30.
“Mientras los cristianos de Palestina, quienes guardaban la Ley de Moisés por completo, celebrando el curso de todas
las festividades judías, los paganos convertidos guardaban solamente el sábado y en conmemoración de las últimas
escenas de la vida de Nuestro Señor, la Pascua, aunque sin las supersticiones judías”. Church Hist. Apostolic Age to
A.D. 70, sec. 29; Lewis Hist. X & S, page 135.
El primer siglo se cerró con la muerte de Juan el Revelador, que se ha dicho haber ocurrido en el año 100 D.C. como
un resumen del trabajo efectuado por la Iglesia en este siglo, citaremos lo siguiente de TOWSEND´S ABRIDGMENT OF
MILNER.
En el primer siglo, tuvo lugar una revolución en las mentes y en las maneras humanas, la más sorprendente jamás
vista en ninguna era la que afectó la unidad opositora de todos los poderes en el mundo de entonces, y esto también,
no en países rudos e incivilizados, pero aún en los más civilizados, humanizados y más instruidos, en las más partes
cultas del globo; dentro del mismo imperio de Roma, no quedando exceptuada ninguna de estas partes de sus efectos.
Este imperio durante el primer siglo, parece haber sido el propio límite de conquistas cristianas.
¿Y qué fue el cambio?. Este fue del mal al bien. Los principios morales y religiosos de ambos judíos y gentiles fueron,
antes de su conversión, malos groseramente. Las idolatrías, abominaciones y ferocidad del mundo gentil, jamás
debieron ser permitidos, ni aún de haber sido menos como lo fueron descritos en el primer capítulo a los Romanos.
Los escritos de Horacio y Juvenal prueban que el cuadro pintado por el apóstol no es exagerado. También la
perversidad extrema de los judíos no puede ser negada.
“En esta revolución, hay millares de hombres, vueltos del pecado a la santidad, muchos en un espacio muy corto de
tiempo, reformados en entendimiento, en inclinación, en afecto, conociendo, amando y confiado en Dios, de un
estado de mera satisfacción, convertidos a una pureza filantrópica, viviendo sólo para agradar a Dios y para ejercitar
la bondad juntos el uno con el otro”. Pgs. 58, 59 TOWSEND´S Abridgments, Ed. 1916.
HISTORIA DE LOS MÁRTIRES CRISTIANOS
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A LA PRIMERA PERSECUCIÓN GENERAL BAJO NERÓN
Cristo nuestro Salvador en el Evangelio de Mateo, oyendo la confesión de Pedro, quien antes que los otros, reconoció
abiertamente que Él era el Hijo de Dios, percibiendo en esto la mano secreta del Padre, llamó a esa confesión (que de
Él hizo) UNA ROCA, sobre la cual Roca ese edificaría su amada Iglesia, tan fuerte que las compuertas del infierno no
prevalecerían contra ella.
En estas palabras, tres cosas deben ser notorias: primera: que Cristo tendría una Iglesia en el mundo, segundo: que
esta misma Iglesia sería poderosamente impugnada, no solamente por el mundo, sino también por el más grande y
extraño poder del abismo, y tercero: que la misma Iglesia no obstante el poder del diablo y todas sus malicias,
continuaría.
Esta profecía de Cristo, la vemos maravillosamente ser cumplida de manera que el curso íntegro de la Iglesia hasta
este día podemos ver, nada más que el cumplimiento de esta profecía. Que Cristo ha establecido una Iglesia, no
necesita declaración. Segundo: que fuerzas de príncipes, reyes, monarcas, gobernadores y regímenes de este mundo
con sus sujeciones públicas o privadas, con toda su fuerza y astucia en sí mismo se declararon en contra de la Iglesia,
no obstante; Tercero: Dicha Iglesia soportó en forma endurecida todo, ¡Qué tormentas y tempestades tuvieron que
pasar sobre ellos!. Es maravilloso contemplarlo; para la más evidente declaración, a lo cual se ha dirigido la presente
obra al final. Primero: Que el trabajo poderoso de Dios en su iglesia puede semejar a su gloria; también que la
continuidad de procedimientos de la iglesia, de tiempo a tiempo, siendo puesta en marcha con más conocimiento y
experiencia puede redundar para el provecho del lector y edificación en la verdadera fe.
Como no es este nuestro negocio, el aumentar sobre la historia de nuestro Salvador, antes o después de su crucifixión,
uno a otro solamente encontraremos lo absolutamente necesario, para recordar a nuestros lectores, de la derrota de
los judíos a los subsecuente resurrección.
Aunque un apóstol le traicionara y otro le negara ante la sanción de una sirvienta, y otros, el resto, lo abandonaron,
con la sola excepción del discípulo que era conocido al Sumo Sacerdote, la historia de su resurrección dio una nueva
dirección a todos los corazones de ellos, y después de la misión del Espíritu Santo, impartió nueva confianza a sus
mentes. El poder con el cual fueron dotados, los animó para proclamar su nombre, para confusión de las reglas
judaicas y el asombro de los prosélitos gentiles.
ESTEBAN
En su orden, Esteban fue el siguiente que sufrió el martirio. Su muerte fue ocasionada por la fidelidad de su manera
de predicar, el evangelio a los traidores y matadores de Cristo. A tal grado de locura fueron ellos excitados que
llevándole a rastras fuera de la ciudad, le apedrearon hasta darle muerte. Es generalmente aceptado, que Esteban
murió durante la pascua que siguió a la crucifixión de Nuestro Señor y a la era de su ascensión en la primavera
siguiente.
Después de esto, levantóse una gran persecución contra todo aquel que profesara su creencia en Cristo como el
MESÍAS o como un profeta, nos dice inmediatamente Lucas: “Y fue hecha una grande persecución contra la Iglesia,
como la que hubo en Jerusalem” y que ellos fueron esparcidos fuera de su territorio, por todas las regiones de Judea
y Samaria, excepto los apóstoles.
Cerca de dos mil cristianos, con Nicanor, uno de los siete diáconos, sufrieron el martirio durante la persecución que
siguió a la muerte de Esteban.
SANTIAGO EL GRANDE
El siguiente mártir que encontramos de acuerdo con Lucas, en la historia de los apóstoles (Hechos) fue Santiago el hijo
de Zebedeo, el Anciano, hermano de Juan y pariente de nuestro Salvador, por su madre Salomé, quien fue prima de
María, madre de nuestro Señor, esto sucedió diez años más tarde de la muerte de Esteban.
Cuando este otro martirio tuvo lugar, no bien pronto que Herodes Agripa fue designado como gobernador de Judea,
con el deseo que congraciarse con los judíos; inició una gran persecución en contra de los judíos cristianos, y determinó
dar un golpe eficaz, sorprendiendo a sus líderes. El relato suministrado por un eminente escritor primitivo CLEMENS
ALEXANDRINUS, no debe pasar desapercibido, que como Santiago fue llevado al lugar del martirio, su acusador fue
traído al arrepentimiento por la conducta, intrepidez y extraordinario valor del apóstol y cayó a los pies pidiendo
perdón profesándose así mismo cristiano, y resolviendo que Santiago no sufriera solo el martirio, por lo que ambos
fueron decapitados en aquella hora.
De este modo se efectuó el primer martirio apostólico. Resuelto y gozosamente recibió aquella capa, la cual él había
dicho a nuestro Salvador, estaba resuelto a beber. Timón y Parmenas sufrieron también el martirio por aquel mismo
tiempo, el uno en Filipos y el otro en Macedonia. Estos acontecimientos tuvieron lugar por el año 44 D.C.
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FELIPE
Fue nacido en Betsaida, en Galilea, y fue llamado por el nombre de discípulo primeramente. Trabajó diligentemente
en el ASIA MAYOR, y sufrió el martirio en Heliopolis, en Frygia; fue azotado y llevado a prisión, y después crucificado
en el año 54 D.C.
MATEO
Su ocupación fue la de recaudar impuestos, nació en Nazareth. Escribió el Evangelio en Hebreo, el cual fue después
traducido al griego por Santiago el Menor. El lugar de su labor fue en PARTHIA Y ETIOPÍA, en este último país sufrió
el martirio, siendo traspasado por una alabarda en la ciudad de NADABAH en el año 60 D.C.*
SANTIAGO EL MENOR
Algunos suponen que este haya sido hermano de nuestro Señor por otra esposa anterior que tuviera José, pero esto
es una tradición, pues sirve a Roma para corroborar que María no tuvo ningún otro hijo. Fue elegido para supervisar
las Iglesias en Jerusalem; y fue el autor de la epístola adscrita a Santiago en el Sagrado Canón. A la edad de 94 años
fue golpeado y apedreado por los judíos; y finalmente con una cachiporra batanera le sacaron los sesos.
MATÍAS
De quien menos se sabe de entre los otros discípulos, fue elegido para llenar la vacante que dejara Judas; fue
apedreado y luego decapitado en Jerusalem.
ANDRES
Este fue el hermano de Pedro. Predicó el evangelio a muchas naciones asiáticas; pero a su llegada a EDESSA fue
tomado y crucificado sobre una cruz; los extremos de dicha cruz se fijaron transversalmente en la tierra. He aquí de
donde se deriva el término: La cruz de San Andrés.
MARCOS
Fue nacido de Judíos parientes de la tribu de Leví; se supone haya sido convertido al cristianismo por Pedro a quien le
sirvió de amanuense, y bajo cuya inspección escribió el Evangelio en griego. Fue arrestado hasta convertirlo en
pedazos por el pueblo de Alejandría, durante la gran solemnidad de su ídolo SERAPIS, terminando su vida bajo aquellas
despiadadas manos.
PEDRO
Entre muchos otros santos, Pedro fue condenado a morir, y crucificado, como ya hemos dicho, en Roma, aunque
algunos otros y no sin causa dudan de eso. HEGESIPPUS dice que Nerón trató este asunto de poner a PEDRO a muerte,
lo cual, cuando el pueblo se apercibió de ello persuadieron con mucha dificultad a Pedro para que huyese de la ciudad.
Pedro a través de aquella oportunidad y al final persuadido, se preparó para retirarse, pero llegando a las puertas, vio
a Cristo el Señor que venía a encontrarlo, reverentemente le dijo: “Señor: ¿Hasta dónde vas? A lo que el Señor le
respondió: “Vengo otra vez para ser crucificado”. Por esto Pedro apercibiendo sus sufrimientos, vino a entender y
determinó regresar a la ciudad. Jerónimo dice que fe crucificado con la cabeza hacia abajo y los pies hacia arriba a
propia petición de él, por cuanto él era indigno de ser crucificado en la misma forma en que lo fuera su Maestro y
Señor”.
PABLO
Pablo, el apóstol a quien antes fuera llamado SAULO, después de su gran travesía e indecible trabajo en promover el
Evangelio de Cristo, también sufrió durante la primera persecución de Nerón. Abdías, declaró, que para su ejecución,
Nerón envió a dos de sus escuderos: FEREGA Y PARHEMIUS, para que le llevasen la noticia de esa muerte.
Ellos vinieron a Pablo cuando enseñaba al pueblo, pidiendo orar por ellos para que pudieran creer, y les dijo que muy
pronto iban a creer y ser bautizados después de su sepultura. Hecho esto, los soldados vinieron y le llevaron fuera de
la ciudad al lugar de la ejecución, en donde después que él hubo orado, fue consumado, dio su nuca a la espada.
JUDAS
El hermano de Santiago, fue comúnmente llamado TADEO y fue crucificado en EDESSA en el año 72 D.C.
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BARTOLOMÉ
Predicó en varios lugares, y tuvo a su cargo la traducción del Evangelio de Mateo a la lengua de la India y lo propagó
en esta región, en donde fue larga y cruelmente golpeado y después crucificado por aquellos malvados idólatras.
TOMÁS
Llamado el Dídimo, predicó el Evangelio en Partia y la India siendo excitados de furor los sacerdotes paganos, le
martirizaron y atravesaron de parte a parte con un venablo.
LUCAS
El evangelista, fue el autor del Evangelio que lleva su nombre. Viajó con el apóstol Pablo a través de varios países, y
se da por seguro que fue ahorcado en un árbol de olivo, por los idólatras sacerdotes de GRECIA.
SIMÓN
De sobre nombre Zelotes, predicó el evangelio en MAURITANIA, ÁFRICA, así como en Bretaña. En esta última ciudad
fue crucificado en el año 74 D.C.
JUAN
El discípulo amado, fue un hermano de Santiago el Grande, las iglesias de SMIRNA, PÉRGAMO, SARDIS, PHILADELPHIA,
LAODICEA, Y TIATIRA, fueron fundadas por él. Desde Efeso le fue ordenado se dirigiera a ROMA, en donde se afirma
fue echado en un caldero de aceite hirviendo, del cual milagrosamente no recibió ningún daño. DOMICIANO después
le confinó a la isla de PATMOS, en donde escribió el Apocalipsis. NERVA sucesor de DOMICIANO, lo hizo regresar. Él
fue el único apóstol que escapó de tener una muerte violenta.
BARNABAS (Bernabé)
Fue de Cipro, pero descendiente judío, se cree que su muerte tuvo lugar en el año 73 D.C.
Y con todo, no obstante a esas persecuciones continuas y a esos horribles tormentos, la Iglesia diariamente crecía,
profundamente arraigada en la doctrina de los apóstoles y apostólicos hombres, y regada abundantemente con
aquella sangre de tantos santos.
CAPÍTULO 5
DEL AÑO 100 AL 200 D.C.
EL SURGIMIENTO DE SECTAS CRISTIANAS
El primer siglo se cerró con la muerte del último de los apóstoles y escritores del Nuevo Testamento, el apóstol Juan.
No bien pronto los apóstoles y discípulos que habían estado con el Señor Jesús hubieron dormido (muerto) un nuevo
sistema surgió y una clase diferente de escritores principiaron a componer epístolas religiosas.
HURLBURT, dice de este cambio en su historia de la Iglesia Cristiana así: Por cincuenta años después de la vida de
Pablo, una cortina pendía sobre la Iglesia a través de la cual vanamente nos esforzábamos por mirar; y cuando al final
esta se levanta por el año 129 D.C. con los escritos de los primeros padres de la Iglesia, nos encontramos a una Iglesia
en muchos aspectos tan diferentes a aquella de los días de los apóstoles, Pedro y Pablo.
LA GRAN APOSTASÍA
El apóstol Pablo declaró que el día del Señor no vendría, porque no vendrá sin que venga antes la apostasía y se
manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición. Porque ya está obrando el misterio de la iniquidad; solamente
espera que sea quitado de en medio el que ahora impide. 2ª. Tesalonicenses 2:1-7.
Pablo también escribió lo que sigue: Yo se esto, que después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos
rapaces, que no perdonarán el ganado, también de vosotros mismos se levantarán hombres hablando cosas perversas,
para llevar discípulos tras sí. Hechos 20:30 y 29.
En el versículo 32 dice: “Y ahora hermanos, yo os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia”. La susodicha profecía
de Pablo ha tenido el más sorprendente de los cumplimientos, como demostraremos en las siguientes anotaciones
históricas, tomadas de origen seguro. La gran caída vino de lejos, y aquel hombre de pecado. El papado fue revelado
en su tiempo.
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Mr. Dowling, en su historia del romanismo, sostiene el siguiente testimonio: “Escasamente está allí, alguien que
golpee su mente en el cuidadoso estudio de la antigua historia eclesiástica, encontrará sorprendente al comparar el
período de la Iglesia temprana; que mucho de la corrupción de la cristiandad se encuentra acuerpado en el sistema
romano papal al levantarse éste. Sin embargo, esto no es una superstición, ni suposición alguna, que cuando el primer
originador de muchos de estos antiescriturales, nociones y prácticas, plantaron aquellos gérmenes de corrupción, se
imaginaron y anticiparon a producir un sistema semejante, tan espantoso, lleno de supersticiones y de error como
este que es el PAPADO, cada una de las corrupciones de las últimas edades, tomaron su origen en tal forma que sería
demasiado fuerte que sería demasiado fuerte que es digo de fuerte reprensión. El culto de imágenes, la invocación
de los santos, la superstición de reliquias, lo cual no fue sino el resultado natural, lo cual fue el resultado natural de la
expansión de su ternura, veneración y afecto y aprecio a la memoria de aquellos que habían sufrido y muerto por la
verdad”.
El trabajo del Misterio de Iniquidad en el primer siglo de la Iglesia Cristiana es escrito por un reciente investigador de
este modo; “Durante estos siglos, las principales corrupciones de el PAPADO fueron ambas introducidas en principio,
o las semillas de ellos efectivamente, sembradas, las que naturalmente producen sus dañinos frutos, los que
aparecieron abundantemente en un período más tarde.
En tiempo del mártir JUSTINO, mediando cincuenta años a la época apostólica, la copa fue mezclada con agua, y una
porción de los elementos enviada a los ausentes. El pan que al principio fue enviado únicamente a los enfermos, fue
en el tiempo de tertuliano y de CIPRIANO llevado por el pueblo a sus hogares y considerado como un tesoro divino
para su uso particular.
A este tiempo también la ordenanza de la cena fue suministrada a los niños de corta edad y fue estilizado el sacrificio
del cuerpo de Cristo. La costumbre de rogar por los muertos, en los estados Tertulianos fue común en el segundo
siglo, y vino a ser práctica general en las edades siguientes, de modo que en el siglo cuarto vino a ser reconocido en
cierto modo como una herejía el negar la eficacia de esto.
Por este tiempo la invocación de los santos, el supersticioso uso de las imágenes, de la señal de la cruz y de los santos
óleos, todas estas prácticas vinieron a establecerse; y pretendidos milagros que le fueron atribuidos para probar su
supuesta eficacia. De este modo hizo aquel ministerio de iniquidad, el cual ya en tiempos apostólicos estaba
trabajando rápidamente después de la partida de los apóstoles, esparció esta corrupción entre los maestros de la
cristiandad. The Modern Sabbath Examinated, pp. 123, 124.
Al aproximarse el final de este segundo siglo, la controversia, concerniente al tiempo propio de la observancia de la
pascua por desgracia fue revivido. Sínodos se efectuaron concernientes a esto en uniformidad fue intentado pero en
vano en toda la Iglesia que esta controversia aparecía para ser el asunto del momento, en ese tiempo.
Se demostró que el poder de la verdadera Santidad ya había sufrido una considerable decadencia. Cuando el amor y
la fe simplemente son, fuerte y activo en un grado eminente. Tales asuntos de debate son siempre como la niebla
frente al sol, así conocidos de vanos. Towsend´s Abridgment. Pg. 87, Ed. 1816.
Robinson, el autor de “History of Baptism” habla como sigue: “Alrededor de la última parte del siglo segundo, muchas
de las Iglesias asumieron una nueva forma; la simplicidad primitiva desapareció, e insensiblemente, como los viejos
discípulos se habían retirado a sus sepulcros, sus hijos a lo largo con los nuevos convertidos, ambos judíos y gentiles,
vinieron más adelante a modelar un nuevo modelo de la causa”. Eccl. Researhces, (Investigaciones de la Iglesia) Cap.
6, p. 51, Ed. 1792.
“Y al final del Segundo siglo es obvio de notar los cambios que ya habían sido introducidos en mucho del culto cristiano.
La vestidura del paganismo ya estaba siendo puesta. La simiente de más de sus errores, desfigurada su belleza y
deslustrada su gloria, también la distinción de grados, principió a ser establecida, y está en verdad en la jerarquía
papal. Wharey´s Church History.
Por la ambiciosa intrusión de sus propias justicias, refinamiento argumento y orgullo fariseisco, el Espíritu de Dios fue
contristado, y la piedad de los profesos amigos de Cristo, principió en este siglo (segundo) a decaer “Towsend´s
Abridgment, p. 88”.
La historia del primer siglo, por MOSEHIM, habla de una secta de cristianos a quienes encontró en el primer día de la
semana, con sus rostros vueltos hacia el sol para adorar, también en sus himnos cantaban en honor al sol y a la luna,
estos enseñaban que Cristo en ambos y que el alma después de la muerte primero iba a la luna para ser limpia de sus
pecados exteriores y luego al sol para ser en él purificada, después de lo cual volaba fuera entre las estrellas para
brillar para siempre jamás.
La firme conquista de la Iglesia de Dios en la difusión de su religión pura entre los romanos quienes eran adoradores
del sol; no podía ser pasada inadvertida. Sus ataques abiertos al paganismo les hicieron extremadamente odiosos al
populacho.
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Ofensivos jurados de sus abominaciones, se hicieron circular a través de todo el Imperio Romano durante el siglo, y
aquellas mentes de los paganos fueron preparadas para todo acto de crueldad con el fin de infringírselos a ellos. Roma
fue incendiada y gran parte de la ciudad destruida. No es por lo tanto extraño que Nerón tratara de echarles la
culpabilidad a esa odiada secta, aunque el mismo Nerón fue fuertemente sospechado de ser él el incendiario.
Tomaron a los cristianos como los causantes del incendio. Con tal motivo se infringió sobre la Iglesia, una terrible
persecución. Algunos fueron crucificados, otros echados a bestias salvajes, muchos envueltos en trapos saturados de
brea, fueron ardidos como antorchas en los jardines de Nerón, y en otras partes de la ciudad de Roma. Las virtudes
de la iglesia, su fervor hacia la verdad, y su constancia en el sufrimiento, contribuyó para su respecto e hizo a esta
secta generalmente conocida.
La muerte de estos humildes mártires contribuyó para ganar a millares a la causa, por inflamable fervor, uniendo
corazones y poniendo a la vergüenza a sus enemigos. Hugo Smith Church History.
Los primeros cristianos con la pureza de su benevolencia en cuanto a la persona de los herejes, no dando cabida a sus
errores, desaprobándolos por todos los métodos razonables. Los verdaderos herejes por lo contrario, se empeñaron
a unirse así mismos con los cristianos. Ellos hicieron esto con mira, no cabe duda, para obtener una más extensa
circulación de sus errores, bajo la capa de ellos, siendo aún en la confraternidad con aquellos, y para que su piedad y
pureza en la fe no pudiera ser puesta en duda. Towsend´s Abridgment, pag. 60, Ed. 1816.
ESCRITORES TEMPRANOS
Después de la muerte de los apóstoles, Pedro, Pablo y Juan, la historia de la Iglesia temprana, es confiada a los escritos
de los Padre de la Iglesia, así llamados quienes escribieron sus epístolas, talvez sinceramente, pero no bajo la
inspiración del Espíritu Santo como lo fueron los apóstoles. Mientras podamos considerar las epístolas de estos
tempranos escritores, será únicamente bajo de un punto de vista puramente histórico, y en ninguna manera los
podemos considerar como una base doctrinal o de Fe, pues sus opiniones son variadas y contradictorias la una con la
otra.
Lamson dice de estos primeros escritores: “muchos de ellos fueron instruidos pero muy pocos de ellos sabían cómo
aplicar su instrucción para un buen propósito, la teología de la mayoría de ellos exponían una antinatural unión extraña
de las doctrinas cristianas con la filosofía enseñada en la escuela platónica de Alejandría.
Lo más inútil que siempre ha laborado el intelecto especulativo, y ellos fueron casi sin excepción adictos a la más
fantástica forma de interpretación y particularmente la alegorización del espíritu caracterizado con las mismas
escuelas, allí no hay especies de absurdo, en la interpretación razonamiento, fe u opinión, de lo cual sus escritos nos
suministran abundancia de ejemplos: Lamnson, Church of the First Three Centurias, Ed. 1874, pp. 331, 332.
Más adelante él dice: Allí no hay más que una idea tan extravagante que pueda ser hallada una defensa para ello
entre los antiguos padres de la iglesia. Id. Pp. 331, 332.
IRENIUS, CLEMENTE DE ALEJANDRÍA, EUSEBIUS, JERÓNIMO, JUSTINO MARTYR, DIONISIUS Y APOLINARIO, todos ellos
fueron escritores primeros de la iglesia, sus escritos en el primer siglo después de la muerte de los apóstoles originales
y discípulos; fue laborioso y expansivo, siendo en su mayor parte escritos de tablillas de barro cocido y algunos
pergaminos, y en las cortezas de árboles. Estos escritos permanecieron muchos de los cuales se encontraban en la
Gran Biblioteca de Alejandría Egipto, en donde fueron totalmente destruidos por los seguidores de Mahoma al
principio del siglo sexto, a raíz de la captura de Alejandría por los Mahometanos, quienes decidieron que si aquella
vasta biblioteca estaba de acuerdo con los escritos de Mahoma, ellos no los necesitaban, y que de no concordar, los
destruirían. Así dice SALES en su historia del Mahometanismo.
De este modo aquellos escritos fueron extinguidos con la excepción de algunos fragmentos que habían sido llevados
a Roma y a Constantinopla. Como la contención entre los Obispos de Jerusalem y Alejandría con aquellos hombres,
los originales entre unos y otros fueron totalmente destruidos y colocados y ocultados para siempre.
Nuevos y espúreos trabajos fueron impresos durante el séptimo siglo, los escritos así tan escasamente reconocidos y
muy cambiados en sus revisiones. Como sea, ese trabajo fue suficiente para colocarse en oposición a la jerarquía
romana, pues cuando estos escritos circularon por todas las iglesias del este, despertaron mucha oposición a la
interpretación sobre doctrina como la enseñaban los Obispos del Oeste, así cesó tal enseñanza. Muchos libros de los
primeros escritores, nunca fueron impresos, tales como aquellos de HIERÁPOLIS sobre la defensa de la religión
cristiana, SYMMACHUS, MELITO, APLINARIO y otros.
Concerniente a Tertuliano, uno de los líderes en la provincia de África, quien floreció entre los años 194 y 220, si los
historiadores son correctos en lo que a él concierne. “Él manifestó un sorprendente y extraño ejemplo, cuando mucha
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sapiencia y debilidad, instrucción e ignorancia, fe y destino, verdad y error, bondad y engaño, quizá extraña mezcla
en la composición de una misma persona”. Hawei´s Church History, Vol. 1, p. 192.
LA VERDADERA IGLESIA
Se ha observado que en la destrucción de Jerusalem, el año 70 D.C. por Tito, la Iglesia se retiró a Pella, en tal situación
se prohibieron regresar a Jerusalem. Afligidos durante sesenta años, privados de volver a visitar el lugar de sus caras
esperanzas, evadieron la ley dirigida en contra de los judíos por la elección de MARCOS, un prelado de la raza gentil,
para obispos de ellos.
Así las cosas, se les permitió introducirse en la ciudad, y el estandarte de la cristiandad en el año 130 D.C. fue
nuevamente levantado en la Santa Ciudad. Una considerable parte de Judíos, sin embargo, y por varias razones
permanecieron detrás en Pella. Hugo Smith History, pag. 72.
El escritor presbiteriano profesor Hugo Smith, en su historia dice de esos llamados nazarenos, “Aborrecidos y
públicamente execrados por los judíos a causa de su unión con los cristianos, y despreciados por los cristianos por su
prejuicio a favor de la ley de Moisés (el sábado, fueron peculiarmente oprimidos e infortunados. Hay huellas de esta
secta que aparecen tan tarde como en el siglo cuarto, por cuya unión fueron conocidos como ECESAITES, una mixtura
de judaísmo y cristianismo, Pag. 72.
El obispo de Ely, Dr. Francis White, menciona a los NAZARENOS como uno de los más antiguos cuerpos guardadores
del SÁBADO, quienes fueron condenados como herejes por los líderes de la Iglesia, clasificándose como heréticos,
como Morer lo ha hecho en (Decline and Fall, Cap. 115). Con todo eso, los Nazarenos tienen una demanda especial
para nuestra observación como en realidad siendo la verdadera iglesia apostólica de Jerusalem, y sus sucesores
directos.
Los judíos convertidos, o como más bien fueron llamados después, los Nazarenos, quienes condujeron la fundación
de la Iglesia, encontrándose pronto abrumados por las multitudes crecientes que provenían de diferentes religiones
del politeísmo y que se enlistaban bajo la bandera del cristianismo, los Nazarenos retirados de las ruinas de Jerusalem,
hacia la pequeña aldea de Pella a las márgenes del Jordán, fue aquella antigua iglesia que por sesenta años languidecía
en la soledad y oscuridad. Gibbons, Decline and Fall, Chap. 15.
Aunque y como ya lo hemos establecido previamente, los escritos de los “Padres de la Iglesia” no pueden ser tomados
como base doctrinal de las escrituras, tal vez tomemos algunos escritos de ellos, pero esto será únicamente para
probar lo histórico, por ejemplo: encontramos en sus escritos dirigidos a las diferentes asambleas, el título de Iglesia
de Dios, como aplicándolo a diferentes cuerpos, mostrando con ellos que el verdadero nombre fue sin embargo
retenido generalmente en los primeros siglos. Los escritos de Ignacio a los Smyrnarenses en el segundo siglo, él se
dirige a la Iglesia de Smyrna así: “La Iglesia de Dios”, los mismos en página 79 en su epístola a los Fyladelphos, les dice:
“A la Iglesia de Dios que están en Filadelfia”.
Las iglesias de Smirna y Filadelfia son mencionados por Juan, el Revelador (Apoc. 2:8 y 3:7 La Iglesia de Antioquia es
mencionada en Hechos 11:26, e Ignacio en la página 85 en su epístola a los Filadelfos escribe esto: “A la Iglesia la cual
están en Antioquia, esto será conveniente a ustedes como a una Iglesia de Dios, a elegir a un diácono para que actúe
como un embajador de Dios para ustedes”.
De allí vemos como el nombre del Nuevo Testamento “Iglesia de Dios” fue preservado y usado en este tiempo al hablar
de los verdaderos seguidores de Jesucristo, aún cuando en el mundo se les caracterizara por otros nombres.
CAPÍTULO 6
DEL SIGLO SEGUNDO AL TERCERO D.C.
O LA IGLESIA REMANENTE
En el siglo precedente, hemos aprendido que la Iglesia perseguida, salida de Jerusalem, encontró refugio en Pella, y
que allí continuó en la gracia de Dios, manteniendo las bellas verdades que Dios le encomendó a su cuidado, mientras
más fue conocida en el mundo como LOS NAZARENOS. Pero ella demandó para sí, el nombre de las Escrituras: “Iglesia
de Dios”.
Allá por el año 130 D.C. otra vez se le permitió a la Iglesia volver a Jerusalem, sin embargo algunos permanecieron
detrás en PELLA. Pudiendo permanecer en paz durante un siglo, con su central de operaciones en la Santa Ciudad
como al principio. Más tarde sin embargo, la perturbación levantóse y cayó como persecución sobre los santos
hombres de Dios en Jerusalem; nuevamente tuvieron que huir siendo esparcidos por el mundo. Algunos huyeron en
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vano siendo atrapados por sus enemigos perdiendo sus vidas por causa del Evangelio; SMITH dice de este período
de la Iglesia; aproximadamente 120 años después, a la Iglesia de Dios en Pella, le fue permitido volver a establecerse
en Jerusalem, bajo la dirección de Marcos. Un edicto imperial fue promulgado por DECIUS emperador romano, y la
Iglesia nuevamente fue expuesta a gran calamidad. El venerable obispo de Jerusalem y Antioquia, pereció en la prisión
y muchos verdaderos seguidores fueron azotados hasta causarles la muerte, muchos fueron sacrificados a las bestias
salvajes, otros quemados vivos y otros cayeron por la espada.
El Señor intervino, a lo que parece por la forma repentina en que vino la muerte al emperador DECIUS, pero Gallus su
sucesor, continuó el mismo camino de predecesor, en dos años, como sea Gallus cayó por mano de uno de sus
soldados, así en el 253 D.C., vino a cerrar aquella breve pero temible período de vioencia a la iglesia. Hugo Smith
Store.
Durante el período de paz, cuando la persecución contra la Iglesia parece que un pequeño progreso se logró por los
verdaderos santos en el ancho campo de sus labores, o fortaleciendo sus recursos que ya de antes poseía. Como
quiera que sea, con la renovadas persecuciones, los esfuerzos evangelísticos fueron otra vez enérgicamente
continuados, y el Evangelio fue llevado a todo nuevo campo en donde los miembros de la Iglesia encontraron
oportunamente refugio.
Doquiera ellos huyeron llevaron consigo las verdaderas doctrinales, el verdadero nombre, y los mandamientos de Dios
también como la fe en Jesús, con lo que fueron herederos de la Iglesia original de Dios en Jerusalem.
Como en los días antiguos, Dios trabajó con estos humildes y fervorosos hijos suyos, confirmando las verdades que
ellos proclamaban, con señales y milagros que les seguían. WHAREY, dice del poder vindicador de Dios, que estuvo
con los santos hasta el fin de este siglo “del siglo tercero (año 251 D.C. aun se efectuaron milagros en la iglesia).
MOSEHIM nos dice, aunque menos común que en años anteriores, la Iglesia dice nunca esgrimió una arma tan
punzante contra sus enemigos que la vida santa de sus miembros. Wharey´s History, pag. 42.
El renovado fervor de los verdaderos seguidores de Cristo, como quiera que sea, fue acompañada de una creciente
cantidad de cristianos apóstatas que fue entremezclándoseles, multitud de sectas y la germinación de doctrinas falsas
y su amenaza a las normas de la verdadera Iglesia. El rompimiento entre la verdadera Iglesia de Dios y las sectas, fue
ensanchándose, y las Iglesias fueron tomando forma, las que eventualmente fueron materializadas en la Iglesia
católica romana, y la Iglesia católica griega, MILNER habla de esta decadente condición en la forma siguiente: “Al
principio de la persecución bajo Decius cerca del año 248 D.C. cada quien fue resuelto a improvisar su patrimonio;
olvidando qué habían hecho los creyentes bajo la apostólica dirección, y que era lo que debían hacer, ellos cobijaron
las artes para amasar riquezas.
Los pastores y los diáconos igualmente olvidaron sus deberes, los trabajos de misericordia fueron vistos
negligentemente y la disciplina puesta por lo bajo. El lujo y el afeminamiento prevalecieron. Las artes métricas en el
vestir fueron cultivados, el engaño y el fraude se practicaron entre los hermanos. Cristianos se unían en matrimonio
con incrédulos, podían jurar no solamente sin reverencia, sino que en falso con arrogancia y aspereza despreciaron a
sus superiores y eclesiásticos podían escarnecer a otros con afrentosa acridez y conducir reyertas con acendrada
malicia, también muchos obispos, quienes debían ser guiados y un modelo para el resto, descuidaron sus deberes
peculiares a sus puestos, dándose a sí mismo a ejercicios mundanos; desertando de sus residencias en donde vivían
sus rebaños, viajaron a través de provincias distantes en busca de ganancias, negando su asistencia a los hermanos
necesitados, fueron insaciables en su sed de dinero, poseyendo estados por fraude y multiplicada usura. Towsend´s
Abridgment, p. 110, Ed. 1816.
ORIGEN DE OTRAS SECTAS
Una de las más célebres sectas fue la fundada por Manes, quien estratégicamente concibió un plan; el de unir a los
cristianos con los paganos por la adopción de una religión creída en común por ambos, con amplios compromisos y
concesiones. Esta floreció por un tiempo, pero los creyentes persas lo excomulgaron a él de la Iglesia, causando más
adelante divisiones.
Los Manicanos, fundados por Manichaes, el inventor de otras supersticiones, pero placenteras doctrinas, alcanzó
considerable número de seguidores.
Las dos sectas fueron fundadas por Noetus y Sabellius, al acercarse el fin de este siglo (tercero) esparcieron sus
respectivas doctrinas en muchas partes del imperio. El severo edicto de VALERIANO, fue dirigido contra estas sectas
y sus escritos, que aunque fueron numerosos llegaron a extinguirse.
La constitución de cánones apostólicos, trabajo el que se ha pretendido, fue hecho por los Doce Apóstoles
conjuntamente con Pablo cosa que muchos escritores afirman haber sido compuestos durante el siglo tercero y
cuarto. para establecer algunos puntos relacionados a la disciplina y doctrina de la Iglesia de Roma. Parte de este
trabajo le ha sido adjudicado a HIPOLITO, un escritor árabe y publicado en Roma.
24
El santo sábado fue sin embargo, observado en la verdadera Iglesia en este siglo y fue generalmente retenido por
muchas de las sectas que se desarrollaron en este y en el presente siglo.
Novatian, quien escribió por el año 250 D.C. preparó un tratado en cuanto el sábado, el cual no es existente. En este
trato no se hace referencia al domingo en ninguno de sus escritos, él hizo la siguiente observación, notable en cuanto
concerniente a la ley moral: “La ley fue dada a los hijos de Israel, para este propósito; que ellos pudieran sacar
provecho de ello y volver a aquellas virtuosas maneras, las cuales, aunque ellos las habían recibido de parte de sus
padres, y que habían corrompido en Egipto, por esa razón, su introducción entre un pueblo bárbaro. Finalmente
también aquellos diez mandamientos en las tablas no les enseñaron nada nuevo, pero si les recordó aquello a lo cual
habían sido ya obligados.
Aquella virtud en ellos, que habían sido adormecidas, podían revivir otra vez, como así lo fue por la inspiración de la
ley, después a manera de un fuego (muy cerca de ser extinguido) Novatian on the Jewish Metas, Cap. 3.
DOCTRINAS FALSAS
Hugo Smith dice: “Algunas nuevas doctrinas concernientes al estado después de la muerte, aparecieron para tener
un considerable progreso durante el tercer siglo. A los creyentes no distinguidos se les consignó a purificarse después
de la vida, antes de su participación de gozar el cielo (Pag. 78) esta doctrina propagada a través de los filósofos
paganos, Platón y Sócrates, ganó más allá aumento y popularidad.
Por unos pocos días delante la Pascua fue observada, pero en el curso del tercer siglo se fue extendiendo a Roma por
tres semanas, pero no paró hasta allí, porque a mediados de la edad siguiente (era) esta se prolongó a seis semanas y
en seguida a cuarenta días. Hugo Smith History, pag. 82.
CAPÍTULO 7
DEL SIGLO TERCERO AL SIGLO CUARTO D.C.
CONTINÚA LA PERSECUCIÓN
La Iglesia gozó de libertad de culto casi por otros cien años, pero cuando DIOCLESIANO consultó con GALLIENUS CESAR,
después de su regreso victorioso de la guerra de los persas, formularon planes para el exterminio de los cristianos. El
edicto obtenido, establecía que las iglesias cristianas y sus escritos fueron destruidos y todos sus derechos y privilegios
anulados.
Furiosa persecución de desato. Algunos fueron llevados a la muerte sobre parrillas después de ser cruelmente
azotados y lavadas las heridas con agua de sal. Otros fueron arrojados a bestias salvajes, a otros se les mató de
hambre. Esta persecución duró aproximadamente diez años, este es el período profetizado, por nuestro Salvador en
Apoc. 2:9, en donde Él dijo tendrían tribulación por diez días (diez años) y amonestada a permanecer fieles hasta la
muerte y ofrece dar la corona de la vida. Este período de Smyrna corresponde al tiempo de DIOCLESIANO. Una
terrible y asquerosa enfermedad atacó al emperador, por cuya causa cesó de perseguir a los cristianos por el año 310
D.C. y el Imperio fue por él abdicado.
CONSTANTINO
A este tiempo, Constantino, el emperador pagano vino al trono quien al ver una visión, como él proclamó, una cruz
luminosa en el cielo con esta inscripción “Por este signo vencerás”. Fue así como él abrazó el cristianismo y fue
bautizado por Eusebius.
En el año 313 fue emitido un EDICTO DE MILÁN bastante favorable a la Iglesia, y pudo disfrutar de paz, por 24 años
hasta su muerte. Durante este tiempo, en el Concilio de Obispos y Prelados, en asamblea de NICEA, el año 321 fue
emitido entre otras leyes eclesiásticas, fue pasada una relativa al sábado, estableciendo que todos los pueblos debían
descansar de sus labores en el venerable día del sol.
Esta, la primera de una serie de leyes que pasaron entre los obispos de las numerosas ciudades y distritos que llegaban
a completarlos con los paganos adoradores del sol.
PAPAS
Allí hubo obispos que presidían en y sobre cada una de las ciudades siguientes, con jurisdicción, en todos los
alrededores cercanos así: Jerusalem, Antioquia, Corinto, Etiopía, Damasco, Sardis, Constantinopla, Roma, Cesarea,
Nicodemia y Tyro. Los obispos, fueron reconocidos como los prelados superiores en la Iglesia y llamados PAPA. Este
título fue aplicado y usado en ambas iglesias, es decir tanto del oeste como del este, nombre que fue aplicado a los
obispos todos, durante el tercer y cuarto siglo.
25
Muchas divisiones doctrinales aparentes surgieron entre los obispos, y les hacía rivalizar en autoridad y poder. El
Obispo de Jerusalem al principio le fue concedido el honor y respeto, pero más tarde, surgió una fuerte rivalidad entre
el papa de Constantinopla y el papa y obispo de Roma, por causa de la ventaja que tenía el obispo de Roma, la que
consistía en estar cerca del Emperador, con quien conjuntamente, luchaban por la paz y el poder. Muy pronto
concibieron la idea ventajosa para ambos: una unión política.
El obispo de Roma, fue pronto colocado a la cabeza de la orden clerical, como Obispo Superior, y él mantuvo aquella
demanda de superioridad con inmenso esplendor y magnificencia.
Su autoridad antes de cerrarse el cuarto siglo, tuvo por doquiera, un poderoso rival en el Obispo de Constantinopla,
quien en un concilio en esta ciudad fue elevado al rango de segundo grado clerical. Los poderes con los cuales fue
investido en el pueblo, en cuanto a escoger a sus obispos, llegó a ser el motivo de un gran escándalo, el cual derecho
les fue quitado en el concilio de NICEA en el año 321 D.C. Vea la historia de la Iglesia por Hugo Smith, pg. 100.
Todo obispo fue llamado Papa, el cual título más tarde fue aplicado a los Obispos de Constantinopla y Roma, pero
mucho después exclusivamente al obispo de Roma.
Por un largo período, el papa de Constantinopla reguló los asuntos a los profesos seguidores de Cristo en el Este;
mientras que el Obispo de Roma o Papa de Roma, regulaba los asuntos en el Oeste.
DOCTOR ARIUS (ARRIO)
El Dr. Arrio, el más talentoso, intelectual y espiritual, poder del siglo cuarto, fue la figura central contra quien fue
dirigida la maligna y corrompida mente de los Obispos de Roma. Él fue en verdad un hombre de Dios, en quien la
verdad encontró al más capaz y consagrado defensor. Al igual que el apóstol Pablo, viajó a través del entonces mundo
conocido, propagando la verdad y denunciando el error.
Fue un fiel observador del sábado (séptimo día) sostuvo la celebración del Señor, solamente una vez en el año, el 14
de Abib, como lo celebraban los judíos cristianos y más de los miembros y Obispos de las Iglesias del Este. Creía en
un Solo Dios, y en Jesucristo su único hijo, y contendió en cuanto a que el Espíritu Santo era un Poder enviado de
delante de Dios, penetrando en los corazones y vida de los cristianos, para transformarlos en siervos de Dios, de lo
cual él fue un vivo ejemplo.
CONCILIO DE NICEA
En el año 325 D.C. el primer concilio general de la Iglesia fue llamado a reunirse en Nicea en el que tuvieron
participación 318 obispos según se sabe. En este concilio la doctrina de Arrio fue discutida y establecida, resultando
en el destierro de este anciano y el de Eusebius de Nicodemia. El doctor Arrio defendió la verdad del Hijo del Señor,
proclamando que Jesús fue verdaderamente hijo de Dios, unigénito por el Espíritu Santo, y que no fue Dios él mismo,
en el sentido como lo enseñaban los Obispos del Oeste.
Esta contención finalmente dio como resultado, cien años más tarde, en los tres reinos arrianos, los Burgundios,
Vándalos y Ostrogodos, siendo arrancados en la forma que lo establece la profecía de Daniel 7:8; 25.
En este concilio la pascua se situó en el domingo que seguía a la Pascua de los Judíos, la que siempre cae en el catorce
del mes de Abib o Nisán. En el este fue un festival fijo, no importando el día, siempre que fuera el 14 de ese mes
(Abib) –tomado de EUSEBIUS, también: “Enciclopedia Británica” e “Historia de la Iglesia por Moshiem-.
Fue también en este concilio en donde se hizo el primer edicto a favor del Venerable día del Sol, viniendo a ser
observado como día de descanso. Hasta este tiempo los Judíos y gentiles cristianos observaban el sábado de acuerdo
con el mandamiento, con la excepción de un número de obispos en el Oeste, en la esfera de la Iglesia de Roma quienes
observaban ambos días.
Wharey dice: “En un período temprano surgió una disputa entre las Iglesias del Este y las del Oeste (Roma) en cuanto
al tiempo de la celebración de la Pascua.
Las Iglesias asiáticas la observaban en el mismo día en que los judíos celebraban su pascua la cual es en el día 14 de la
luna llena del primer mes judío, la que caía en cualquier día de la semana. Las iglesias latinas del occidente o romanas,
guardaban la Pascua siempre en aquel domingo primero del mismo día catorce de la primera luna nueva del nuevo
año.
Los judíos principiaban su año eclesiástico con la luna nueva de marzo. La diferencia en la pertenencia del tiempo de
la Pascua fue el motivo de gran contención entre el Este y el Oeste, hasta que esta fue establecida finalmente en el
Concilio de Nicea a favor de la usanza latina, año 325 D.C. Wharey´s Church History, P. 37, Publicada por la junta
presbiteriana de publicaciones.
26
El hermano Arrio, con una larga compañía de otros obispos, fueron desterrados a las islas del mar, siguiendo a este
concilio y sus escritos do quiera se encontraron fueron confinados a las llamas. Esta fue la primera historia sobre la
verdad, por la legislación civil.
Mientras de los 318 obispos atendían esta conferencia de sus respectivas iglesias, tranquilamente Constantino el
Emperador de Roma, presidía sobre la reunión y las decisiones tomadas por esta reunión de Obispos, fue endosada
con la sanción de la ley civil, y ejecutada por el poder militar.
Las iglesias cristianas, las cuales florecieron en cuanto a riquezas mundanas, fueron aquellas representadas en este
Concilio. Las humildes compañías de los pobres, no siendo capaces financieramente para viajar centenares y a veces
miles de millas, en esta forma fueron impedidos para ser representados. Los humildes devotos cristianos, siempre
fueron hallados en mayor número entre los pobres, más que entre los ricos, en consecuencia, la voz del Concilio de
Nicea fue la voz de las Iglesias vestidas con riquezas y esplendor abasteciendo el giro popular de ese tiempo.
Como ya hemos dicho que siguiendo al Concilio de Nicea en el año 321 D.C. que el Dr. Arrio fue desterrado y sus
escritos confinados a las llamas. Una compañía de obispos que secretamente favorecían al Dr. Arrio, fue descubierta
y desterrada a las Galias.
Uno de los hermanos seguidores de Arrio, movido por las palabras moribundas de su hermana Constantina, tomó la
recomendación de dirigirse al Emperador de Roma, encaminado a persuadirle en cuanto a que la sentencia al Dr. Arrio
era totalmente injusta.
En consecuencia el Emperador revocó la sentencia y se esforzó en que el Dr. Fuera admitido en la Iglesia de Alejandría,
pero el obispo rehusó de su admisión, Arrio y sus adherentes fueron recibidos entre la comunión de la Iglesia de
Jerusalem. Hugo Smith´s History, p. 114.
Después que el Dr. Arrio fue libre de su destierro, y de ser recibido en la membresía de la Iglesia en Jerusalem, él
falleció, pero sus trabajos le siguieron, al igual que nuestro apóstol Pablo. Las semillas de la verdad que él tuvo, ambos
las esparcieron y regaron, fueron creciendo, floreciendo, y produciendo una abundante cosecha de frutos.
Su destierro y muerte, de ningún modo reprimió el esparcirse la verdad, pero más bien fue para esparcirla fuera de
sus fronteras, e inflamó los corazones con renovado fervor. La Iglesia llamada por el mundo: “Nazarenos”, Valdenses,
Puritanos, Arrianos, etc..., resplandeció brillantemente en muchos lugares oscuros de Europa, causando la
promulgación de leyes civiles y el movimiento de amarga persecución contra ellos.
La cosecha resultante de la semilla sembrada del Dr. Arrio, trajo a la existencia tres naciones, conocidas como los:
“Reinos Arrianos”, tales los Burgundios, los Vándalos y los Ostrogodos. El papa fue elevado a poder espiritual sobre
el estado romano, con el consentimiento del Emperador Justiniano de Roma, Iglesia y Estado fueron unidos en el año
538 D.C. guerra en contra de estos poderes adherentes al Dr. Arrio fue decretada, conocidos como los reinos Arrianos,
resultando en ello su derrocamiento y demolición.
Tres coronas de este modo cayeron y tres reyes fueron arrancados de sus raíces en cumplimiento de Daniel 7:8, 25.
El último de estos fue el rey Ostrogodo que cayó en el año 538. De ningún modo tenemos con ello el exterminio de
la verdadera Iglesia, pues la mujer huyó al desierto. Cuando los 1260 días o años, proféticamente anunciados, que
ella permanecería allí, son completados alcanzando al año 1798.
Encontramos en esta fecha viniendo al frente otra vez y dando libertad religiosa para proclamar la verdad, la que por
muchos siglos fue hollada bajo los pies de tiranos, quienes así mismo bebieron del vino de la Babilonia, de la copa de
oro de la madre de las fornicaciones. Apoc. 17.
DOMINGO
Es un hecho considerable que la primera instancia que se registra en cuanto a que los Obispos de Roma intentaron
regular y ordenar la Iglesia Cristiana fue mediante un Edicto, en defensa del Domingo. Había la costumbre de celebrar
la Pascua en todas las Iglesias, pero con esta diferencia: que mientras las Iglesias del Este la observaban en el 14 del
mes de Nisán, pero no importando qué día de la semana cayera esa fecha, las Iglesias occidentales la observaban en
domingo siguiente a esta fecha siguiente al viernes santo, Víctor, Obispo de Roma, en el año 196 (Historia de los Papas,
Vol 1, p.p. 18, 19; Rose´s Neander, pp 188-190: Dowlingís History of Romanism, Book 1, Chap. 2, Sec. 9).
Se tomó el trabajo de imponer la costumbre de Roma en todas las Iglesias; esto es, el de obligarlos a celebrar la Pascua
en el domingo”. De este atrevido intento dice BOWER: “Podemos llamar a esto, el primer ensayo de usurpación
papal” (History of the Popes, Vol. 1, p. 18). Dowling usa el término: “El primer intento de arrogancia romanista”
(History of the romanism, encabezamiento de la pág. 32).
27
Las Iglesias del Asia menor informaron a Víctor que ellos no podían cumplir con aquel señorial mandato, entonces
dice Bower: “Al recibo de esta carta, Víctor dando rienda suelta a una pasión ingobernable, publicó amargas
inventivas, contra las Iglesias del Asia, declarándolas cortadas de su comunión, envió cartas de excomunión a sus
respectivos obispos, y al mismo tiempo en orden a que cortados de la comunión de la iglesia entera, escribió a sus
Obispos exhortándoles a que siguieran su ejemplo, y que se abstuvieran de comunicarse con sus hermanos
refractarios de Asia. History of the Popes, Vol. 1, p. 18.
La victoria no fue obtenida para el domingo en esta disputa, como HEYLIN testifica: “Hasta el gran concilio de Nicea
(321 D.C.) respaldado por la autoridad de un gran emperador (Constantino) asentando esto, mucho mejor que antes;
ninguno excepto algunos de los sistemáticos a oponer, esparcidos; ahora entonces aparecieron atrevidamente a
oponerse a la resolución de este famoso Sínodo “History of the Sabbath, par. 2, Chap. 2, Secs. 4, 5.
Constantino, por cuya poderosa influencia el Concilio de Nicea fue inducido a decir este asunto a favor del Obispo de
Roma, esto es a fijar la Pascua en el domingo, surgió la siguiente fuerte razón para tal medida; “Vamos, entonces y no
tengamos nada en común con las más hostil chusma de los judíos”. –Boyle´s Vista Histórica del Concilio de Nicea, Pag.
52, Ed. 1842-.
La retención del antiguo nombre pagano “Dies Solis” o domingo para el festival semanal cristiano, es en gran medida,
lo que sirvió para que Constantino recomendara a sus súbditos paganos y cristianos en general, a tomar el domingo
como descanso semanal, por ser el “venerable día del Sol”.
Su decreto regulando esta observancia ha sido justamente llamado una nueva era para la historia en el día del Señor.
Esta fue la manera de armonizar a los discordantes religiosos del Imperio bajo aquella común institución. Dean Stanley
Eastern Church, p. 193.
El primer día de la semana, fue proclamado como día de descanso y de adoración, y esta observancia pronto vino a
ser general a través del imperio. En el año 321 D.C. Constantino prohibió a la corte a actuar en el domingo, excepto
con el propósito de dar libertad a los esclavos, y en este día se les mandó a los soldados omitir sus ejercicios diarios
militares. Pero los juegos públicos continuaron el domingo, atendiendo a hacer de él un día de descanso más que un
día santo. Hurlbut´s Store of the Christian Church, p. 77.
Como una protesta a la observancia del día séptimo judío, la práctica de ayunar en sábado, surgió en el Oeste, pero
nunca en el Este, más tarde el ayuno de la Iglesia católica Romana fue cambiado el viernes. Id, p. 127. Originalmente
no cesó la labor en el primer día de la semana; pero parece que vino a ser general; si llegó a ser después del tiempo
de Constantino o cuando fue regido por una ley, excepto en distritos agrícolas, donde se sembraba o cosechaba y se
atendía el cultivo de la vid, fue permitido, acertar pues resulta imposible. Nota, al pie de la página 379. Historia de
los tres primeros siglos, Lamson, Edition 1973.
Entre las festividades consideradas simplemente como un memorial voluntario del Redentor, el domingo tuvo muy
poca preeminencia, en cuanto a esto queda bien establecido por Haylyn: Tómese como quiera, unos y otros, los
padres y los modernos, y no encontraremos ese día como del Señor, estatuido por ningún apostólico mandato, el
sábado no se inició por entonces sobre el primer día de la semana. History of the Sabbath, part. 2, chap. 1, sec. 10.
Una pretensión católica como sigue: Fue la Iglesia Católica romana la que cambió el descanso del sábado séptimo día
de la semana al domingo primer día de la semana. Y en el Concilio de Laodicea, nosotros anatematizamos a aquellos
que guardaban el sábado, y urgimos a toda persona a trabajar en el séptimo día de la semana, so pena de ser
anatematizada. Father Enright, Sacerdote C. Católico, fallecido, Kansas City Missouri, de la lectura de Harlan. Iowa,
publicado en el seminario de Harlan.
También tomamos de “Faith of our fathers” por el Cardenal Gibbons, pág. 89 edición de 1917, recogemos la siguiente
luminosa información de la cual es la actitud que Roma tiene en cuanto a las Sagradas Escrituras, leamos: “Una regla
de fe, o una guía competente al cielo puede ser capaz, para instruir en todas las verdades necesarias para la salvación,
ahora solo las Escrituras no contienen toda la verdad que el cristiano está obligado a creer, ni ellas hacen una amplia
explicación de todos los deberes que él está obligado a practicar. Y por no mencionar otros ejemplos: ¿No está acaso
obligado todo cristiano a santificar el domingo y de abstenerse en este día de todo trabajo servil innecesario?.
¿No es acaso la observancia de esta ley entre las más promisorias a nuestro sagrados deberes? Pero usted puede leer
todas las Escrituras desde el Génesis al Apocalipsis y no encontrará ni siquiera una simple línea que autorice la
santificación del domingo. Las escrituras en cambio forzan la religiosa observancia del sábado, un día que nosotros
jamás santificamos.
William James en sus “Sermons on the Sacraments and Sabbath”, pp. 122, 123 dice: “Cuando la práctica de guardar
el sábado séptimo día de la semana, vino a ser general al cerrarse el siglo cuarto, fue evidentemente ganando terreno
en las Iglesias del Este, un Decreto fue pasado con el Concilio de Laodicea (364) que los miembros de la Iglesia no
debían descansar en sus trabajos en el sábado al igual que los judíos”.
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EL SÁBADO
En la historia del primer siglo por Eusebius, él dice en la página 243: El sábado no fue derribado por la Iglesia en
Laodicea hasta el año 363 y en la página 168 él afirma que “Los judíos cristianos también observaban el sábado”.
En el Concilio de Laodicea, efectuado el año 364 en donde varios centenares de Obispos se reunieron, una ley se
impuso en la que los cristianos no debían judaizar, por ejemplo: descansar el sábado como lo hacían los judíos, esta
ley fue enseñado por los Obispos como necesaria ante el rápido avance de la observancia sabatina en las Iglesias del
Este. William Hames, en Sacramentos y Sábado, pp- 122, 123.
Por Judaísmo, Neander menciona la observancia del séptimo día como sábado. Y el Dr. Charles Hase de Alemania
establece el objeto de la Iglesia Romana en amplio y explícito lenguaje: “La Iglesia Romana consideró el séptimo día,
como un día de ayuno, en directa oposición a aquellos que lo consideraron como día de reposo. El domingo
permaneció siempre siendo un alegre festival en todo ayuno y negocios mundanos fueron evitados, tanto como fue
posible, pero el mandamiento original del Decálogo en cuanto al sábado no fue aplicado a este día. Antigua Historia
de la iglesia, parte 1, V. Div, 2 año 100-312, Sección 69.
DOCTRINAS FALSAS
Concerniente a la cristiandad establecida por la ley bajo Constantino: “Ahora ellos principiaron a neo-modelar la
Iglesia cristiana, el gobierno de la cual fue tan lejos como les fue posible, acomodada conforme al gobierno del Estado”.
El trabajo del misterio de iniquidad en el primer siglo de la Iglesia cristiana, es descrita de este modo por recientes
escritores. Alrededor del año 379 la Iglesia apóstata principió a buscar escrituras para enseñar la errónea doctrina de
la Deidad del Espíritu Santo. Compendio de Towsend, p. 203.
Hurlburt dice: “Esto fue dos generaciones después de Constantino, cuando las imágenes empezaron a aparecer en
las Iglesias; los primeros cristianos les tenían horror a todo aquello que podía llevarlos a la idolatría”. Su Historia de
la Iglesia Cristiana, p. 75.
Bajo Constantino, esta institución de cosas fue una entera separación para el orden de adoración establecida, bajo
divina dirección por los Apóstoles de Cristo en las primitivas iglesias. En efecto, escasamente unas dos cosas pudieron
ser más disímiles como lo fue en la simplicidad de la dispensación evangélica, ante la jerarquía establecida bajo
Constantino el Grande.
No digamos, dice el Dr. Mosheim aludiendo al primer y segundo siglo confundir a los Obispos de esta primitiva Iglesia
en su edad de oro, con aquellos que leemos de las siguientes edades, aun cuando fueron designados con el mismo
nombre (obispos) sin embargo diferían extremadamente en muchos aspectos.
Un obispo, durante el primero y segundo siglos, fue una persona que tuvo el cuidado de la asamblea cristiana la que
en ese tiempo, generalmente hablando, suficientemente pequeña para ser contenida en una casa particular. En esa
asamblea, él actuó, no tanto con la autoridad de un maestro, sino como el ejemplo y diligencia de un fiel siervo. Joneés
Church History, p. 131.
El obispo de Roma reclamaba más honor y dignidad que otros obispos por su cerrada asociación con el emperador de
Roma, viviendo como ellos en la misma ciudad, sus decisiones en cuanto a doctrinas fueron recibidas favorablemente
a causa de su distinguida posición y de este modo su influencia vino a sentirse y sus mandamientos estimados. De
esta manera la Iglesia Romana vino a ser fuerte y popular el nombre “Católico” o Universal, fue aplicado.
Allá fueron también los Macedonios del siglo cuarto, llamados también Semi-arrianos, siendo la secta más fuerte entre
ellos y quienes finalmente signaron el credo de Nicea.
En el siglo cuarto también existió un hombre distinguido llamado Priscilliano, quien fundó una secta llamándosele los
Priscillianos o Priscilianistas, quien difirió en algunos aspectos del Obispo de Roma.
Prácticamente todas las sectas ya mencionadas, signaron el “Credo de Nicea” que siguieron al Concilio de Nicea en el
año 321 D.C. las que gradualmente vinieron a perderse conforma fueron sumergidas entre la Iglesia Católica Romana,
la que rápidamente ganó el influjo de Roma, en la asistencia del poder civil por el Dr. Arrio fue el líder en la defensa
de la verdadera fe en ese Concilio, insertamos aquí algunos extractos históricos más distantes, mostrando las
condiciones como fueron ellos en este período.
Es sencillamente feliz para los simples cristianos que sus reglas de deberes sean tan sencillas, aunque
desafortunadamente no ratificadas por ambas, la Iglesia católica y la Iglesia reformada. Este es: No admitir dentro
del culto de Dios, alguien que no sea expresamente enviado y claramente ejemplificado en el nuevo testamento.
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Esto fue evidentemente lo principal sobre lo cual Arrio procedió oponiéndose a la superstición de su tiempo, por lo
cual merece ser tenido en perpetuo recuerdo. Este es únicamente lo principal, el hacer patente y conveniente
deferencia a la sabiduría y autoridad de Dios en la institución de su culto, y puede añadirse con seguridad uniforme
observar de su pueblo a las instituciones de su Reino hasta el fin del tiempo. Idem. P. 156.
Desde el tiempo del establecimiento de la cristiandad bajo Constantino, al final del cuarto siglo, un período de más de
70 años los discípulos de Jesús, fueron altamente privilegiados. A ellos en general les fue permitido sentarse bajo sus
propias vidas, y sus higueras, ajenas al temor de ser molestados. La clerecía de la Iglesia Católica la verdad, persistió
en mover una sanguinaria y vergonzosa pugna con cada una de las otras iglesias, poco más elevadas y objetos similares
de humana misión; pero no obstante las contiendas de aquellos hombres de mentes corruptas, tuvieron la más
preciosa época de reposo y tranquilidad de aquellos escandalosos procedimientos y guardaron sus vestiduras
inmaculadas en este mundo. Id. P. 152.
JULIÁN EL APÓSTATA
En el año 361 D.C. Julian el apóstata, obtuvo posición del Imperio Romano entero. Él fue educado en la religión
cristiana, pero tornose atrás e hizo cada intento posible para privar al clero de sus privilegios y desacreditó la proclama
de la Iglesia en cuanto a la divinidad de las santas escrituras.
Mostró mucha parcialidad a los judíos, a quienes les concedió el privilegio de reedificar el templo de Jerusalem, con
el fin de contradecir y falsear las predicciones de las Escrituras. Esto lo intentaron los judíos, pero fueron obligados a
desistir antes de haber puesto los fundamentos, pues bolas de fuego fueron alzadas de la tierra, seguidas de una gran
explosión y un terremoto, que dispersó tanto a los materiales recolectados como a los trabajadores. Wharey´s Church
History, p. 53.
LA VERDADERA IGLESIA
El tipo de cristianismo que primero fue favorecido, fue aquel que surgió del literato de Constantino, este fue el del
Papado Romano. Pero no fue este el tipo de cristianismo que primero penetró en Siria, Norte de Italia, sur de Francia
y Gran Bretaña, los antiguos registros de los primeros cristianos en aquellas partes descubren un cristianismo que no
es romano sino apostólico. Estas tierras fueron primeramente penetradas por misioneros, no procedentes de Roma,
pero sí de Palestina y Asia Menor.
El Nuevo Testamento en griego, el texto que recibieron con el cual fueron enseñados o sus traducciones, y fueron del
tipo de los que sacaron las biblias protestantes así como las del Rey Santiago en el inglés y la Luterana en Alemán. Dr.
T. V. Moore, the Culdee Church, cap. 3 y 4 y Wilkinson our Authorized Bible Vindicated, pp. 25, 26.
En medio de todo el tumulto y alteración causada por los Obispos ambiciosos, cada uno tratando de ganar ascendencia
sobre los otros, allí habitó un pueblo intacto de las mundanalidades de la iglesia apóstata, esta fue la verdadera Iglesia
de Dios, conocida, esto es cierto, en varios nombres, hechos por los hombres, pero dentro de ellos mismos reteniendo
el verdadero nombre y la pura e inadulterable doctrina defendida por los mismos discípulos del primer siglo. El
presidente Edwards dice de este pueblo, más tarde llamado Valdenses, Puritanos, etc...
Algunos de los escritores papistas así mismo reconocen y admiten que este pueblo jamás se sometió a la Iglesia
Romana, uno de esos escritores papistas hablando de los Valdenses dice: “La herejía de los Valdenses, es la más
antigua herejía del mundo”. Se supone que el lugar a donde ellos se trasladaron escogidos por ellos mismos fue entre
las montañas, en donde existieron antes de Constantino el Grande, y así la mujer huyó al desierto, delante de la cara
de la serpiente.
(Apoc. 12:6, 14). Y a la mujer le fueron dadas dos alas de una grande águila para que volara al desierto, a su lugar en
donde ella es mantenida por un tiempo, y tiempos y la mitad de un tiempo de la faz de la serpiente”.
Siendo el pueblo asentado allí, su posteridad continuó en aquel mismo sitio de edad a edad; y siendo como fue por
paredes naturales tan buenas como por la misericordia de Dios, separados del resto del mundo, de tal manera que
ellos jamás participaron de aquella sobreabundante corrupción. Edward´s Hist. Of Redemtion, Period 3, part. 4, sec.
2
El siguiente esbozo histórico, nos dice de un cuerpo de creyentes quien huyó fuera de Judea, al final del siglo cuarto y
quienes por su fe fueron evidentemente la Iglesia de Dios.
El obispo de Ely los nombra también como un cuerpo de guardadores del sábado, cuya herejía fue condenada por la
Iglesia (romana). El eminente Joseph Binghan M.A., da la siguiente cuenta de ellos: “Allí estuvo obra secta
Hypsistariana”, esto es adoradores del Dios Altísimo, quienes su adoración como los judíos, solamente a una persona,
y ellos observaban sus sábados y hacían distinción en sus carnes limpias e inmundas, enseñando que no debían ser
30
circuncidados, como Gregorio Nazianzeno, cuyo padre fue uno de esta secta, de la cuenta de ellos “Antiquities of
the Christian Church, Book 16, Sec. 2.
Nada extraño tiene que la Iglesia, la cual huyó de Judea a la palabra de Cristo, retuvieron por largo tiempo el sábado,
así como aparece que ellos lo hacían al final del cuarto siglo. Morer hace mención de estos guardadores del sábado
en el siguiente lenguaje: “Por este mismo tiempo fueron los Hypsistaris, quienes cerraron con esto, como a lo
concerniente al sábado, con todo, de ningún modo quisieron aceptar la circuncisión, teniéndola como un pleno
testimonio de antigua esclavitud. Todos estos fueron tenidos por heréticos y adjudicados así por la iglesia Católica.
Aunque su sinceridad e industria fue así como ganando entonces un considerable fundamento en el mundo cristiano.
Dialogues on the Lord´s Day, p. 67.
Gradualmente el primer día de la semana vino a tener prominencia como un día agregado, pero finalmente por una
ley eclesiástica y civil, como una observancia requerida. La primera legislación con este objeto fue la famosa ley de
Constantino, decretado en el año 321 D.C.
Los hechos de varios concilios durante los siglos cuarto y quinto, establecieron la observancia del primer día de la
semana por la autoridad eclesiástica de la Iglesia Católica Romana y en la gran apostasía que le siguió, el día rival
(domingo) observó su ascendencia.
Durante los siglos que le siguieron, como sea, ellos fueron siempre testigos del verdadero día de descanso (sábado)
aunque bajo gran persecución. Y de esta manera en varias tierras, el conocimiento del verdadero sábado ha sido
preservado. Wharey´s Church History, p. 37 Presbiterian.
CAPÍTULO 8
DEL SIGLO CUARTO AL QUINTO SIGLO D.C.
De Obispo a Papa
En los principios del siglo quinto, Vigilantius, un instruido y eminente presbítero de una Iglesia Cristiana, tomó su
pluma para oponerse a las nacientes supersticiones. Su libro, el que desafortunadamente se ha perdido, fue dirigido
contra la institución de los monjes, y el celibato del clero, el ruego por los muertos y a los mártires adorando sus
reliquias, celebrando sus vigilias y encendiéndoles candelas después a la manera de los paganos.
Jerónimo, estimado como una luminaria de la Iglesia Católica, quien fue uno de los más celosos defensores para los
ritos supersticiosos, tomándose la tarea de refutar a VIGILANTIUS, a quien en forma cortés llámanle un hereje
blasfemo, comparándole con Hydra, a Cerbero, el Centauro y considerándole únicamente como órgano del demonio.
Como quiera que sea, nos proporciona con toda particularidad los artículos de herejía en las propias palabras de
Vigilantes, las cuales son como sigue:
“El honor pagado a los restos de descomposición y el polvo de los santos y mártires para adorarles, besarlos
envolviéndolos en seda y guardándolos en vasos de oro hospedándolos en sus iglesias, e iluminándoles con candelas
de cera en frente a tales reliquias, según la manera de los paganos, fue la bandera de la idolatría. Eso del celibato de
los clérigos fue una herejía, y sus votos de castidad el semillero de lujuria. Que el rogar por los difuntos o bendecir,
los ruegos de los ya difuntos, fue una pura superstición. Pues las almas de los santos y mártires ya fallecidos, fueron
a descansar a un lugar particular desde donde ellos no pueden moverse así mismos a su voluntad, así como estar
presentes donde quiera que les rogara de parte de los adoradores. Que los sepulcros de los mártires no debían ser
adorados ni sus ayunos y vigilias observados, y finalmente que las señales y milagros que dicen ser hechos por sus
reliquias o sus sepulcros, no sirven para ningún buen propósito de la religión. Jones Church History, p. 169
En Asia y Europa hubo considerablemente más de cien obispos, los que presidían sobre tantas ciudades y distritos
siendo todos sujetos al Obispo Presidente sobre su Distrito respectivo tanto de oriente como de occidente, y de
conformidad a su situación. Constantinopla en el Este y Roma en el Oeste.
Además de la rivalidad y el clamor por el poder en la controversia religiosa entre los dos Obispos o Papas, muchos de
los dignatarios menores, también asumieron poder sobre otros, y muchas doctrinas no escriturales y estrambóticas
surgieron, apresurando de esta manera su caída.
Muy pronto, después que Constantino Emperador de la Roma imperial abrazó el cristianismo, el Obispo de Roma
estando localizado cerca del trono imperial, fue recibido naturalmente dentro del favor imperial, como el prelado que
presidía sobre los otros obispos. El obispo de Roma pronto ocupó la cabeza del orden clerical, como obispo superior
y él mantuvo su demanda de superioridad mediante inmenso esplendor y magnificencia.
Su autoridad antes de cerrarse el siglo cuarto, tuvo un formidable rival en el Obispo de Constantinopla, quien en un
Concilio en esta ciudad fue colocado como obispo de segunda clase en el rango clerical.
31
Fuera de la Iglesia romana hubo varias sectas durante el siglo cuarto. Orchard dice: “No debe ser olvidado que allí
hubieron iglesias más o menos extensas a través del África, además de los Donatistas y conocidos como los
Manicheanos, Montanistas, Novationistas y otros cuya moral fue mucho más allá y más excelente que la de ellos (la
iglesia romana). Así lo dice san Agustín, pero todos ellos fueron heréticos a su vista y objeto de su más virulenta
animosidad. Baptist History, p. 97.
Este autor continúa, los innumerables cristianos del Este, quienes no estuvieron en comunión ni con la griega, ni con
la Iglesia de Roma, tal vez divididos en dos clases, la primera consiste de los que en épocas pasadas rehusaron adhesión
a la iglesia griega, y formaron una jerarquía similar la cual sin embargo subsistió independiente de una u otra tan
buena como de las comunidades griegas y romanas. La segunda clase consiste en aquella que nunca fue de ninguna
jerarquía, y que siempre tiene conservada su libertad original.
El número en oriente es muy grande, pues vivieron todas dispersas sobre Siria, Arabia, Egipto, Persia, Nubia, Etiopía,
India, Tartaria, y en otros campos del oriente. Esto es considerable dice Robinson. Aunque ellos se diferencias de la
manera de los europeos en puntos especulativos de la divinidad. Sin embargo todos ellos administraron el bautismo
por inmersión y no hay ningún registro de lo contrario. Idem. Pág. 112.
Los Messalianos o Euchites, el primero es un término hebreo y el segundo griego, y que significa “Un pueblo orando”
tuvo en Grecia una muy temprana existencia. Este pueblo parecido a todos los otros distantes, son reprochados con
el sello de la herejía, la moralidad de este pueblo fue severa y cautivando a lo simple, pero su disciplina y culto, ambos
son reprochados, frecuentemente fueron denominados con el nombre donde habitaron, otros fueron llamados
después con el nombre de sus maestros, el término Euchites entre los griegos fue un nombre general para los
“disidentes” como los Valdenses fueron en la Iglesia latina y Nonconformistas en Inglaterra. Este largo cuerpo de
disidentes fue residente en el imperio desde el estable cimiento en sus principios de la cristiandad, hasta su
destrucción en el siglo XIII. Id. 113.
Entre estos disidentes bajo diferentes nombre conocidos, allí estuvo también la Iglesia de Dios muy a pesar de todo
sosteniendo la verdadera fe, observando que el sábado aún la ley de Dios, también como la fe de Jesús sin adulterarla.
De el sábado y el primer día (domingo) es este siglo de la Iglesia, Coleman habla como sigue: “El último día de la
semana fue estrictamente guardado en conexión con este primer día por un largo tiempo después de la destrucción
del templo y de su culto. Así bajo el siglo quinto, la observancia del sábado judaico fue continuado en la Iglesia
Cristiana, pero en rigor y solemnidad decreciente”. Ancient Christianity Exemplified, Chap. 26, sec. 2.
Esto, naturalmente aplicado a las sectas, y a la Iglesia Romana especialmente; pero, como más adelante probaremos,
demostraremos que la verdadera Iglesia de Dios, nunca quebrantó el sábado, ni lo observó con menos fervor.
Coleman continúa: “Durante las edades tempranas de la Iglesia, esto (el primer día) nunca fue intitulado “el sábado”,
esta palabra fue confinada exclusivamente al día séptimo de la semana, el sábado de los judíos, el cual, como ya hemos
dicho, continuó siendo observado por varios siglos por los convertidos al cristianismo”. Idem. Chap. 26, sec. 2.
Este hecho en realidad, amplía con toda claridad, por el siguiente lenguaje, por el cual los historiadores admiten, al
domingo siendo de humana invención y ordenación.
Ninguna ley u ordenación aparece haber sido dada por Cristo o la institución del día del Señor por el cual (Coleman se
refiere al domingo equivocadamente) a la sustitución del primer día por el séptimo de la semana. Idem.
La observancia del día del Señor fue ordenado aunque y mientras tanto el sábado de los judíos era continuado; ni fue
más tarde reemplazado, hasta que aquel adquirió la misma solemnidad e importancia que atañó, al principio al gran
día el cual originalmente ordenó y santificó. Pero el tiempo y después el día del Señor fue plenamente establecido
(en la Iglesia católica romana). La observancia del sábado de los judíos fue gradualmente suspendido, y finalmente
declarado como “Herético” (por la iglesia papal). Idem.
CAPÍTULO 9
DEL SIGLO QUINTO AL SEXTO D.C.
La huída de la verdadera Iglesia al Desierto
Esto sucedió entre los años 500 al 600 D.C. en que la Iglesia de Dios fue penosamente oprimida por la religión del
Estado, la que investida de poder civil la abrumó completamente y la esparció a los valles de las montañas en todas
partes del mundo.
Ahora insertaremos algunos pocos hechos dignos de crédito de historiadores que nos muestran como los verdaderos
seguidores de Jesús ciertamente fueron compelidos entre los desiertos, en donde tomaron refugio entre las rocas,
32
barrancos y cavernas de la tierra, con todo ello se regocijaron al ser perseguidos y vivieron en la más humilde
obediencia a la voluntad de Dios, siendo mantenidos por Él, mediante su Palabra.
El historiador Jones nos da un resumen de la huída de los perseguidos santos, por la opresión de la Iglesia romana
sentada sobre la bestia romana, su resumen es el siguiente: “Por doquiera multitudes huyeron cual inocentes e
indefensas ovejas ante esos lobos devoradores. Allí cruzaron los Alpes y viajaron a diferentes direcciones como la
providencia y perspectiva de seguridad les condujo así: Hacia Alemania, Inglaterra, Francia y otros lugares. Allí
guarecieron sus lámparas y resplandecieron con más brillo. Su prédica por doquiera cautivó la atención y su doctrina
formó un creciente número en su derredor. La tormenta que amansó su destrucción solamente sirvió para esparcir
la preciosa simiente de la gloriosa reformación de la Iglesia Cristiana”. Jone´s Church History, p. 208, Ed. 1937.
MORADORES DE LOS VALLES – VAUDOIS
Los fugitivos cristianos, quienes escaparon de la ira de la Iglesia y del Estado romano, encontraron un cielo en las
montañas y valles del norte de Italia, y en el sur de Francia en su mayor parte, aunque muchos huyeron a todas las
naciones en donde encontraron protección frente a la persecución del papado. No obstante a aquellos cristianos
fueron conocidos por varias razones en sus nuevos hogares, con todo el nombre predominante que se les aplicó, y
por el cual más se les conoció fue el de “Vaudios” que quiere decir en su lengua nativa “moradores de los valles” o lo
que es lo mismo Vaudios.
Los Vaudois, conocidos así por el mundo pero aferrados al verdadero nombre de la Biblia, fueron perseguidos a causa
de su verdadera fe. Observaron el séptimo día de la semana, de conformidad con el mandamiento, bautizando a los
creyentes por inmersión y guardando la Pascua o Cena del Señor solo una vez en el año en el primer mes. Véase pags.
348, 349 Persecutions and Atrocities on the Baudios.
Gilly dice que estos antiguos “moradores de los valles” quienes tuvieron que huir ante la ira de la Iglesia Papal, en
estos primeros siglos, y que fueron encontrados todavía, permaneciendo bajo la protección del Todopoderoso en los
desiertos Valdenses en el siglo décimo tercero.
Ellos ocuparon un distrito montañoso, y aún desde ese apartado lugar, diseminaron sus doctrinas, cuya influencia es
sentida en la más refinada y civilizada parte de Europa. Ellos hablan el mismo lenguaje, tienen los mismos hábitos
patriarcales y virtuosa sencillez la que se conoce haber existido allí por hace más de mil años. Profesan constituir el
remanente de la primitiva y pura Iglesia de Dios, y quienes quisieron inquirir en esos derechos, no podrán mostrar
tanto por la historia como por la tradición, que ellos haya sido suscritos a los ritos papales o el de haber reverenciado
a alguno de los ídolos de la Iglesia Romana.
En brevedad allí no hay otro camino de explicación político, moral y fenómeno religioso por el cual los Vaudois han
continuado extendiéndose así por muchos siglos, a no ser por la interposición de la Providencia, la cual ha escogido
en ellos lo más flaco del mundo para confundir las cosas más grandes. Gilly, Excursions to Piedmont, pp. 259.
Del susodicho testimonio recogemos que los Vaudois, quienes habitaron esos mismos valles por sobre un millar de
años, y por el que ellos hacen la demanda que no puede disputárseles, que ellos constituyeron el residuo, el verdadero
remanente de la verdadera Iglesia de Dios, quien tuvo que huir entre el desierto. Debemos notar también que ninguna
historia puede mostrarnos a estos Santos de Dios, haber pertenecido al rebaño de la Iglesia Católica, nunca, pero en
cambio si, el haber estado de ellos separada mostrándonos su brillante luz, a través de las negras horas de la edad
oscura.
CAPÍTULO 10
DEL SIGLO SEXTO AL SÉPTIMO D.C.
La Iglesia de Dios esparcida en el Exterior
Ahora trataremos de trazar la dispersión general de la Iglesia de Dios y como fue esparcida a través de varios países
de Europa y Asia, durante su experiencia en el desierto por 1260 años. Hallamos la identificación de la verdadera
iglesia, en ambas cosas, el nombre y doctrina, esparcida desde Palestina a España, y desde el valle de Piamonte en
Italia a Escocia, Irlanda e Inglaterra.
Como ya hemos mostrado que aquel pueblo rindió honra a la verdadera fe, y sosteniendo su nombre escritural fueron
llamados por el mundo, Valdenses, Vaudois Enriquistas, Publicanos, Lombardistas, Albigenses, y también de otros
nombres que se derivaron de sus predicadores, quienes los dirigían, así como por el nombre del campo de donde eran
expulsados, pero ellos repudiaron tales nombres, llamándose a sí mismos: LA IGLESIA DE DIOS.
Los extractos siguientes, procedentes de numerosos escritores nos ampliarán más adelante los hechos que este
trabajo ha tratado de sacar para mostrarnos por ejemplo: Que la verdadera Iglesia, con su verdadero nombre y
doctrina ha sido preservada por el poder del cielo y guardada por nuestro Señor en el desierto como él lo dijera, por
el período profético de dos mil doscientos sesenta años, dados en Apocalipsis 12 al 14.
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En verdad, desde las fronteras de España, a través de gran parte del sur de Francia, entre y debajo de los Alpes, a lo
largo del Rhin, así como en Bohemia, millares de los discípulos de Cristo, como más adelante lo demostraremos, fueron
hallados así en el peor de todos los tiempos, preservando la fe de su pureza, apegándose a la sencillez del culto
Cristiano, sufriendo pacientemente la cruz después de Cristo, hombres distinguidos por su temor a Dios y obediencia
a su voluntad, y perseguidos únicamente por causa de su justicia. Jone´s Church History, p. 187.
En la historia de Hugo Smith del siglo séptimo, encontramos la declaración en la página 191, como sigue: Misioneros
procedentes de Bretaña, Escocia e Irlanda, viajaron al interior de Gemania con el único propósito de diseminar o
mantener el Cristianismo”.
El historiador más adelante dice: en la página 201: El año 692 de Justiniano II, llamó al sexto Concilio general a
efectuarse en Constantinopla, como una orden imperial de Roma, el dice: Este Concilio, entre varias reglas de
disciplina, fue así favorable para el matrimonio del clero, como la separación de aquellos de la orden clerical, quienes
antes fueron casados, separándose de sus esposas, contrario al mandamiento de Cristo, fue también condenados los
sábados.
Podemos notar que en este siglo hubieron muchos cristianos observando el sábado (séptimo día de la semana) tanto
que este Concilio también encontró necesario legislar en su contra.
La verdadera Iglesia de Dios es identificada más adelante en este tiempo por lo siguiente: “Los Paulicianos fueron
indudablemente la más numerosa secta de este siglo (600 a 700 D.C.). De acuerdo a la opinión de algunos célebres
escritores, esta secta fue así llamada por su adhesión a las enseñanzas del apóstol Pablo. Los nombres de las Iglesias
apostólicas fueron aplicadas a sus congregaciones. Los maestros fueron distinguidos por sus nombres escriturales,
por su fervor y sus conocimientos, y por la austeridad y sencillez de sus vidas.
Dondequiera, ellos pronto fueron envueltos en los horrores de la persecución, bajo el reinado de Teodoro, 100,000
fueron extirpados. Hugo Smith Church History, pp. 216, 217.
Él dice más adelante que ellos “desplegaron hacia el occidente y diseminaron un secreto, continuo y poderoso
descontento entre los piadosos en contra de la Iglesia de Roma, y asentaron en Bulgaria, Italia, y en las provincias del
Sur de Francia, entre los Albigeois”, estos cristianos fueron llamados así después de su establecimiento, estos nombres
por los que fueron comúnmente conocidos, como sea, son solamente términos aplicados a ellos por el mundo, pues
los Albigenses fueron la misma secta como los Valdenses, quienes fueron conocidos dentro de ellos mismos por el
nombre bíblico la Iglesia de Dios.
En el séptimo siglo, los verdaderos cristianos fueron compelidos a continuar su huída de país a país, huyendo frente a
la persecución del surgente poder papal.
En el final del presente siglo, del papa Gregorio, operó sobre la creación de una sociedad para la destrucción del
verdadero pueblo de Dios, este papa escribió a dos obispos africanos, requiriéndoles para que se esforzaran a sí
mismos en todo lo posible para suprimir a todos su oponentes que se atrevieran a diferir con ellos.
En el principio del siglo séptimo se supone que este pueblo del que el mundo no era digno, emigraron al interior de
España e Italia procedentes de países asiáticos, entremezclándose con los paganos en el interior y adorando al
Redentor como las circunstancias se los permitieran. Por la manera en que tenían sus reuniones en las cavernas y
barrancos de las montañas para la celebración de sus cultos, recibieron el nombre de MONTENSES, o Mountaineers.
Orchards, History of the Baptist, pp. 101, 102.
Los disidentes continuaron siendo esparcidos por todo el imperio, confiando en la providencia para la libertad de su
adoración. Su historia es larga y ha previsto dificultad a muchos, su clerecía siempre fue dificultosa, pero nunca se
intentó su conversión. Muchos emperadores fueron indiferentes hacia ellos, otros les apreciaron y otros les
persiguieron. Idem p. 126.
Tenemos auténtica evidencia en los escritos del apóstol Pablo que él predicó el evangelio de Cristo en Ilyrico, y que
Tito visitó Dalmacia; de aquí a Bohemia se deduce que el Evangelio fue predicado en toda la región de Eslavonia en la
primera época del cristianismo.
Ellos dicen también que Jerónimo, quien fue nativo de Stridon una ciudad de Dalmacia, tradujo las Escrituras a su
lengua nativa (por el año 378 D.C.) y que todas las naciones que es de Eslavonia, los Rusos, los Valacos, los Bohemios
y los Vaudois, usan esa traducción hasta el día de hoy. Idem. P. 230.
Sus enemigos confirman su gran antigüedad. Reinerius Saccho, un inquisidor y uno de sus más implacables enemigos,
quien vivió solamente ocho años después de Waldo, admite que estos Valdenses florecieron unos 500 años antes de
este predicador (Waldo) (600).
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Gretzer, el jesuita, quien también escribió contra los Valdenses, y ha examinado al sujeto plenamente, no solamente
admite su gran antigüedad, sino también su firme creencia que: “Los Toulosians y los Albigenses” no fueron otros
sino los mismo Valdenses. En efecto, sus doctrinas, disciplinas, gobierno, maneras y da uno de los errores con los
cuales se les refuta (por los católicos romanos) muestra que los Albigenses y los Valdenses fueron dos ramas aunque
no distintas de la misma secta o que el uno se derivó del otro. Dr. Rankin´s History of France, Vol. III, p. 198, 202;
Jones Church History, p. 233.
El terreno tocado por los Vaudois, Waldenses, parecía llenar un encanto cuando este abría su seno para dar diez veces
más su reproducción. Las viñas cuidadas por las manos de los Vaudois, produjeron ricos racimos, compitiendo en
generosidad y rivalidad con los higos y los olivos, para sobrepujar en enriquecimiento a la producción de los Vaudois.
Y cuan deliciosa la quietud y el orden de sus poblados y el aire de felicidad reflejado en el rostro de aquel pueblo. Y
cuan dulce el escuchar el balido de sus rebaños sobre las colinas, el mugido de sus ganados en las praderas, el canto
de los segadores y de los vendimiadores, y la alegría en las voces de los niños que juegan alrededor de los villorrios y
caceríos. Wylle, History of the Waldenses, p. 106.
En una confesión de su fe, uno de los miembros de los Waldenses, declara así su fe: “Declarando que ellos profesan
la doctrina contenida en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, comprendida en el credo de los apóstoles, y admiten
los sacramentos instituidos por Cristo, y los Diez Mandamientos, etc... Aseguran haber recibido esa doctrina de sus
ancestros, y que si ellos estuvieran en algún error, estarían prestos a recibir instrucción de parte de la Palabra de Dios.
Jone´s Church History, p. 355, Ed. 1837.
Theodore Beza, contemporáneo y colega de Calvino, dice: En cuanto a los Waldenses, yo podría permitirme el
llamarles la verdadera semilla de la primitiva y pura Iglesia Cristiana. Y en cuanto a su religión, ellos jamás se adhirieron
a la superstición papal. Id. Pp. 263-264.
Reimer dice: Los Waldenses fueron muy antiguos, y datan su credo y práctica, desde el año 300 D.C. son más antiguos
que Waldo Meter, el rico comerciante de Lyon. Sismondi, History of the Crusades Against Albigenses, London.
En Languedoc, los católicos afirmaron que el origen de estos herejes era reciente y que ellos derivaron su nombre de
Vaudois o Waldenses, procedentes de Meter Waldo, uno de sus bardos o predicadores y que inmediatamente sus
seguidores fueron llamados Waldenses. Pero más bien esto fue la renovación del hombre, por una causa particular,
más que su nombre original.
Por consiguiente hay que considerar que Meter Waldo, predicó solamente sobre el distrito de Francia, pues hubo en
otros distritos, ramas de esta secta original, como el Delfinado (Dauphine) fueron de un notable predicador llamado
Josefistas (Hosephista) en Languedoc, ellos fueron llamados Enriquistas (Henricians) y en otras provincias, de Meter
Bryuys, fueron llamados Petrobrucians, algunas, veces ellos recibieron el nombre a causa de sus maneras como:
“Catharists” (Puritanos) y de los campos extranjeros de donde se presumía haber sido expulsados, ellos fueron
llamados Bulgarians o Bougres.
En Italia comúnmente fueron llamados FRATRICELIE, esto es: “Hombre de la Fraternidad” por cuanto cultivaban un
amor fraternal dentro de ellos mismos, reconociéndose el uno con el otro como hermanos en Cristo. Algunas veces
se les denominó Paulicians y por corrupción de palabra: “Paulicanos” considerándoseles como un brote de aquella
antigua secta, la cual en el siglo séptimo se extendió sobre Armenia y Tracia, y la cual, cuando perseguido por el
Emperador Griego, emigraron al interior de Europa, y se mezclaron con los Waldenses de Piamonte.
Otras veces se les denominaron por el campo o ciudad en la cual ellos prevalecieron, así como: LOMBARDISTAS,
TOULOUSIANS y ALBIGENSES. Estas ramas, como sea brotaron de un mismo tronco, y fueron animados por los mismos
principios morales y religiosos. Jone´s Church History, p. 238.
CAPÍTULO 11
DEL SÉPTIMO SIGLO AL OCTAVO D.C.
UNA LUZ VERDADERA EN MEDIO DE GRUESAS TINIEBLAS
Aunque comúnmente es creído que la Iglesia Católica Romana, sostuvo el completo predominio sobre el mundo a
través de las edades de las cuales todas oscuras, con todo es un hecho que jamás en siglo, alguna iglesia apóstata
retuvieron el predominio completo sobre las acciones y conciencias de todos los creyentes, pero que allí siempre hubo
hombres y mujeres de la verdadera fe, un residuo en verdad, pero un remanente quien nunca reconoció la religión
papal.
Milner dice: El despotismo del Anticristo fue entonces (786 D.C.) muy lejos de ser universal, pues aún en la misma
Italia no fue reconocida tanto en algunas partes de esa región, tanto como en Inglaterra, y Francia la pureza de la
adoración cristiana fue mantenida aún. Towsend´s Abridgment, p. 361.
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Sacho admite que los Waldenses florecieron por lo menos quinientos años antes del tiempo de Peter Waldo.
Los mensajeros de Dios, quienes llevaron los manuscritos de las Iglesias de Judea a las Iglesias del Norte de Italia, trajo
a los precursores de los Waldenses, una Biblia diferente a la Biblia del romanismo católico. Wilkinson, Our Authorized
Bible Vindicated, p. 31.
El método de Alix ha seguido en su historia de las Iglesias del Piamonte, es para mostrar que en la historia eclesiástica
de cada siglo, partiendo del siglo cuarto, al que él considera un período temprano, suficiente para inquirir por la pureza
apostólica de la doctrina, allí hay pruebas claras de estas doctrinas, diferentes a aquellos que la Iglesia Romana
sostiene, pero si conforme al credo de los Waldenses e Iglesias reformadas, las cuales fueron mantenidas por Teólogos
del Norte de Italia bajo el período en que los Waldenses vinieron a ser tenido en noticia por primera vez.
En consecuencia las opiniones de los Waldenses no fueron nuevas para Europa en el siglo 11 ó 12, no habiendo nada
improbable en la tradición, que la Iglesia Subalpine perseveró en esta integridad en un curso ininterrumpido desde la
primera predicación del Evangelio en los valles. Gilly, Valdenses, Researches, pp. 118-119.
Los Valdenses fueron entre los primeros de los pueblos de Europa en obtener antes de la Reforma la posesión de la
Biblia en manuscritos en su lengua nativa. Tuvieron la verdad inadulterable, y esto vino a ser entonces el objeto
especial de odio y persecuciones, aquí por unos mil años, testigos de la verdad mantuvieron a la antigua fe, en una
forma más maravillosa (Palabra de Verdad) fue preservada a través de todas las edades de oscuridad. Wilkinson, Our
Authorized Bible Vindicated, p. 42.
Grantiz, en su historia de los “Hermanos Unidos”, habla así de ellos: Estos antiguos cristianos, datan su origen desde
el principio del siglo cuarto.
Ni la prevaleciente corrupción de aquella iglesia (romana), ni las arrogantes demandas de sus papas sucesivos fue
implícitamente admitido en todas las Iglesias por todos los otros obispos, aún en la misma Italia. Jone´s Church
History, p. 190.
El Dr. Allik dice: Hemos hallado un cuerpo de hombres en Italia antes del año 1026, quienes creían contrario a las
opiniones de la Iglesia de Roma, y quienes sumamente condenaros sus errores. Idem. p. 218.
Que la fe Valdense y su culto existió muchos siglos antes que el protestantismo surgiera, es innegable, las pruebas y
monumentos de este hecho es el mentís esparcido sobre toda Europa, pero la antigüedad de los Valdenses es la
antigüedad del Protestantismo. La Iglesia de la Reforma estuvo en los lomos de la Iglesia Valdense, edades antes del
nacimiento de Lutero, su primera cuna fue colocada en medio de los terrores y sublimidades de aquellos picos
cubiertos de hielo y grandes baluartes roquizos.
En su dispersión sobre muchas tierras, sobre Francia, los países bajos, Alemania, Polonia, Bohemiam Moravia,
Inglaterra, Calabria, Nápoles. Los Valdenses diseminaron la semilla del gran reavivamiento espiritual por el cual,
principió en los días de Wycliffe, y avanzando en los días de Lutero y Calvino, esperando su plena consumación en
épocas por venir. Wylie, History of the Waldenses, pp. 24-25.
Entre los años comprendidos del año 700 al 800 D.C. Hugo Smith dice en la historia de la Iglesia, pág. 232: Muchos
misioneros británicos cruzaron el océano (el canal inglés) y penetraron en el interior de las tenebrosas y apartadas
selvas germanas, para la instrucción de aquella incivilizada y feroz gente.
Carlo Magno, emperador de Roma, llamó un concilio de 300 Obispos, 794 D.C. para considerar el objeto, de imágenes
en las Iglesias y otros asuntos. La primera enseñanza de la transubstanciación apareció durante este siglo en la
enseñanza de la Iglesia romana, dice Hugo Smith en la página 222 de su historia.
Como Roma buscó extirpar la verdadera fe, mediante la espada de las legiones de Carlomagno, está dicho en el
siguiente extracto de la historia de Orchards.
En el año 789, Carlos el Grande, resolvió subyugar a los sajones o destruirlos, salvo que aceptaran a condición de la
vida, profesar la religión cristiana, pero conforme al ritualismo romano. So pena de muerte, los Sajones con sus
pequeños hijos fueron a recibir el bautismo.
Germania, en ese tiempo, fue subyugada y la libertad religiosa destruida. El rey, les tomó juramento de fidelidad, y
les tomó voto para el cumplimiento de sus estipulaciones, por este camino el privilegio religioso de esta y otras
naciones fue infringido y por estos y otros medios parecidos, la cristiandad bajo el patronato del Estado, hizo progreso
rápido por las edades, como lo detallado en el trabajo de tal jerarquía. Para hacer la conversión de aquel pueblo de
acuerdo al registro evangélico, apóstoles les fueron enviados, pero los Germanos fueron excesivamente celosos de
aquellos comisionados ministros de religión.
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Estos apóstoles de Roma predicaron triple inmersión pero nada dicen de los niños (infantes) siguió el mandamiento
imperial, otros reinos fueron visitados en virtud de la misma autoridad y convertidos ante el temor de las armas
carnales. La evidencia de su completa conversión, fue hecha aparentemente mediante el bautismo. Cubas de madera
y otros utensilios fueron colocados al aire libre y los nuevos convertidos con sus niños fueron sumergidos desnudos
dentro de la profesión del cristianismo.
Esta indelicadeza en el modo originado con la defensa del bautismo a menores como ha sido mostrado. Esto jamás
ha sido practicado en las comunidades bautistas.
Este mandato de Carlos es la primera autoridad legal para el bautismo de niños y nosotros preguntamos ¿si el carácter
mental no acaso ha sido excesivamente bajo, el forzar a semejante término de denudación en la parte que toca a
candidatas mujeres? Nosotros repudiamos tal cargo y dejamos la marcha sobre aquellos que delinquieron en
semejante práctica.
Las selvas y bosques de Germania proveyeron asilo a los disidentes cuando aún subía en arrogancia el hijo del pecado.
Que Germania fuera habitada por personas de esta descripción, es evidente y que tales personas tuviesen muchísima
actividad en la diseminación de la verdad, viene a ser claro, desde que es registrado, que los errantes predicadores
bautistas, encontraron a su paso en sus viajes, durante el siglo noveno a través de todo el imperio germano,
hospedándose cada noche en casa de sus amigos.
Es muy probable que estos ministros viajeros fueron terminados por los predicadores católicos Anabaptistas. Sus
sentimientos religiosos son aprendidos y la mira de las ordenanzas prueban de su confesión de Fe, con acierto en el
principio de la cristiandad, allí no fueron bautizados a los niños; y que sus antepasados nunca practicaron tal cosa y
podemos afirmar que el bautismo es un lavamiento, ejecutado con agua, y hace extender el lavamiento ejecutado con
agua, y hace extender el lavamiento al alma del pecado. Orchard´s Baptist History, p. 322-323.
CAPÍTULO 12
DEL SIGLO OCTAVO AL NOVENO D.C.
AUMENTO EN EL PECADO
Durante este siglo dice Hugo Smith, en la página 251 de su historia: Estuvo de moda la explicación de la Escritura por
los escritos de los padres, a ningún hombre se le permite en lo mínimo cambiar en sus decisiones. La regla apostólica
de comparar las cosas espirituales, con las cosas espirituales, fue perdida. El papado crecía ahora fuerte, y más fuerte,
y cualquiera que se atrevía a oponerse traía sobre si mismo, una horda de enemigos.
Durante este siglo, la persecución continuó contra los Paulicianos y los Valdenses quienes constituían la verdadera
Iglesia de Dios, y quienes aún sostenían el nombre escritural de IGLESIA DE DIOS, observando el verdadero sábado de
conformidad con el mandamiento. También enseñaron ellos, el reino literal de Cristo sobre la tierra y celebraron
anualmente la Cena del Señor. Recogemos el siguiente relato, de cómo fueron ellos perseguidos durante este siglo,
de la historia de Hugo Smith él dice:
Simeón, un oficial griego vestido con el poder imperial, vino a Colonia y aprehendió a Silvano y a un buen número de
sus discípulos les pusieron piedras en las manos a estos últimos y fueron requeridos a que asesinaran a su pastor como
el precio para que alcanzaran el perdón. Un individuo llamado Justus, fue el único de aquel número que obedeció y
le apedreó hasta matar a aquel quien había trabajado entre ellos 27 años Justus, señalándose así mismo más aún por
su traición a los hermanos, mientras que Simeón (el oficial imperial) golpeado por la divina gracia en aparentes
sufrimientos, abrazó la fe que había venido a destruir, diola al mundo, predicando el evangelio, y murió como un
mártir.
Por ciento cincuenta años, estos siervos de Cristo padecieron los horrores de la persecución con paciencia y
mansedumbre. Si los hechos de su martirologio, su predicación y sus vidas fueron distintivas, dice de ellos poder
asemejarse a aquella Iglesia justamente reverenciada. Todo este tiempo, del poder del Espíritu de Dios fue con ellos,
y ellos practicaron el capítulo 13 de los Romanos así como otras preciosas verdades. Idem. p. 254.
Durante estas épocas oscuras, no todos los gobernadores seculares apoyaron a Roma, pues muchos favorecieron al
industrioso y santo pueblo dentro de sus términos. Perrin dice:
Los embajadores al Duque de Savoy, suplicaron gracia para los Valdenses en sus provincias, estableciéndose que estos
cristianos en el Valle del Piamonte no podían detener por las concesiones de sus príncipes, la libertad de ejercer en
público su religión, porque esta fue establecida en ese campo, cerca de ocho siglos anteriores, y que ellos gozaban de
ese derecho mucho antes que ellos fueran elevados a la Alteza Real de sus ancestros; de manera, que no habiendo
nunca sido de la misma religión de sus príncipes, no podían decirse de ellos que la hubieran abandonado, ni mucho
menos obligarles a volver a una religión que nunca habían tenido. Jone´s Church History, p. 402, Ed. 1837.
37
El Memorial presentado a la corte de Savoy por Murat y Murat Consejeros de Estado de Zurcí, Berna, Zuisa,
establece en parte: Nos encontramos así mismo obligados a representar ante vuestra Real Alteza, que las Iglesias de
los Valles del Piamonte, no han sido separados, así mismas de la religión de sus príncipes: porque ellos viven aquella
que han recibido de sus predecesores hace cerca de ocho siglos, la cual ellos han profesado mucho antes que fueran
recibidos bajo el dominio de sus antecesores de su Real Alteza, quienes habiendo hallado en posesión de su religión,
los ha mantenido dentro por varias declaraciones.
Ellos fueron muy pacíficos con todo el pueblo, amados de sus vecinos, en Provence Francia, hombres de buena
conducta, de buena conversación, exactos a sus promesas y puntuales en el pago de sus deudas. Que ellos además
fueron liberales para los extraños y a los viajeros pobres tan lejos como ellos pudieran extenderse.
Ellos fueron un pueblo que no pudo soportar a los blasfemos, o nombrar al diablo, o jurar a todo a menos que por
hacer un solemne contrato o juicio. Finalmente ellos fueron conocidos por esto: si por casualidad venían a ser hallados
entre alguna compañía donde la conversación fuera locura, o blasfema, o que deshonraran a Dios, ellos
inmediatamente se retiraban. Quentin Perrin, Jone´s Church History, pág. 260, Ed. 1837.
Claudius Seisselius, Arzobispo de Turín, se sirve decir que: Exceptuando su herejía, ellos generalmente vivían una vida
pura, más que otros cristianos.
Jamás juran sino por compulsión, llenaban sus compromisos con estricta puntualidad, y viven en su mayor parte en
pobreza, profesan vivir la vida apostólica y sus doctrinas. También profesan esto: ser sus deseos el vencer sólo por la
simplicidad de la Fe, por la pureza de conciencia e integridad de vida; y no por sutilizas filosóficas ni artificios
teológicos. Y el muy cándidamente admite que: en su moralidad y vida, fueron perfectos, irreprensibles, y sin ningún
reproche entre los hombres. Así mismo adictos con todo su poder a Observar los Mandamientos de Dios. Jone´s
Church History, p. 259.
Comiendo el pan de la pobreza y cubiertos de la vestidura de la penuria, las Iglesias en el desierto siguió sirviendo al
Señor. Ella poseyó los clamores del papado. En medio de este pequeño rebaño, estuvieron prominentemente firmes
los Valdenses. Generación después de generación de expertos copistas mantuvieron en sus manos inadulterable la
pura palabra. Repetidamente su gloriosa verdad se esparció lejos entre las naciones. En terror, el Papado atronó a
los Monarcas de Europa, para estamparles su herejía mediante el acero de la espada. En vano los batallones papales
inundaron las llanuras de Europa con la sangre de los mártires. La palabra de Dios vivió invencible. Wilkinson, Our
Authorized Bible Vindicated, p. 254, 255.
Jacobus de Ribeira, quien en su tiempo asistió en persecución de los Valdenses, dice que ellos fueron también
instruidos en las Santas Escrituras, que el pudo ver pasantes quienes podían recitar el libro de Job verbalmente, y
varios otros quienes podían perfectamente repetir el Nuevo Testamento. Jon´s Church History, p. 259.
La antigüedad de los Valdenses, o creyentes, es afirmada por sus amigos y corroborada por sus enemigos. El Dr.
McLaine, en la historia de su nombre por los valles en que habitaron; y de aquí Pedro de Lyon fue llamado, en latín
Valdus por haber adoptado él su doctrina Reiner Sacco habla de los Lionistas como de una secta que tuvo su
florecimiento cerca de quinientos años (atrás del 750) mientras él menciona autores denota entre ellos quienes datan
su antigüedad remontándola hasta la edad apostólica. Theodore Belvedro, un monje papista dice: que la herejía tuvo
siempre lugar en los Valles.
En el prefacio a la primera Biblia Francesa, el traductor dice que ellos (los Valdenses) siempre han tenido el goce de la
verdad celestial contenida en las Sagradas Escrituras, siempre y desde entonces ellos fueron enriquecidos con la
misma por los apóstoles; teniendo en limpio MSS. Preservada por completo la Biblia en su lengua nativa, de
generación a generación. Orchard, Paptist History, p. 257.
Beza afirma que los Valdenses fueron la reliquia de la pura Iglesia Cristiana Primitiva; algunos de ellos fueron llamados
“Los pobres de Lyon”. Paul Perrin afirma que los Valdenses fueron desde tiempo inmemorial en Italia y Dalmacia, y
que fueron la progenie de los Novacianos quienes fueron perseguidos y emigraron procedentes de Roma, 400 D.C.
(más bien el año 413) y quienes por la pureza en la comunión fueron llamados Puritanos.
El nombre de Paterines fue dado a los Valdenses; quienes en su mayor parte sostuvieron la misma opinión y de allí
que fueran tomados como unos de la misma clase de ese pueblo, quienes continuaron hasta la Reforma bajo el
nombre de Paterines o Valdenses.
Entre Albinenses y Valdenses no hubo diferencias en cuanto a puntos de vista en asuntos religiosos. Todas aquellas
gentes habitaron al sur de Francia a quienes en general se les llamó Albigenses, y en doctrina y maneras no fueron
distintos a los Valdenses. Bossuet, Obispo de Meaus dice, como a los Vaudois, fueron ellos una especie de Donatistas
y peores que los antiguos donatistas; ellos formaron sus iglesias unidamente con hombres buenos; todos ellos sin
distinción si pueden ser refutados de buena gente, predicaron y administraron las ordenanzas. El célebre Matthew
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Francowitz dice: los Waldenses olían un poco de Anabaptistas. Los Valdenses fueron en sus sentimientos religiosos,
sustancialmente lo mismo como los Paulicianos, Paterinos, Puritanos y Albigenses.
Sus ancianos, y oficiales no tenían ninguna apariencia distinta a la de los otros hermanos en el trabajo o nombres
(reverendos) pero si cada cristiano fue considerado como en cierta medida para instruir a los otros y para confirmar a
los hermanos mediante exhortaciones. Sus ancianos fueron los mayores de los hermanos, mientras que los
presbíteros formaban el cuerpo completo de maestros por tiempo fijo o itinerante.
Sus reglas de práctica, fueron llevadas a la práctica por una interpretación literal del sermón del Monte de Jesucristo.
En consecuencia ellos prohibieron las guerras, las súplicas a la ley, adquisición de riquezas, capital mal habido, defensa
propia, y el renegar a todo lo bueno. El cuerpo de creyentes fue dividido entre dos clases; una de las cuales contenía
a los perfectos y la otra a los cristianos imperfectos.
Los primeros dieron todas sus posesiones terrestres los otros fueron un poco menos austeros, enseñaron la
abstinencia en forma parecida a los Anabaptistas de los últimos tiempos, frente a toda apariencia de pompa y lujo.
Este pueblo sostuvo que una iglesia fue una asamblea de cristianos, hombres fieles, y de la cual Iglesia el Señor
Jesucristo es la cabeza, y solamente Él, y que es gobernada por su Palabra y guiada por el Santo Espíritu;
correspondiente a todos los cristianos caminar en fraternidad, que las únicas ordenanzas dadas por Cristo a las Iglesias
son: El bautismo y la Cena del Señor; y que ambas son simbólicas ordenanzas o señal de cosas santas emblemas
visibles de invisibles bendiciones de las que los creyentes son los propios participantes de ellas. Idem. p. 261.
CAPÍTULO 13
DEL SIGLO IX AL X D.C.
LA MUJER EN EL DESIERTO
Investigadores hicieron un reporte a Luis XII, rey de Francia, diciendo que: Ellos han visitado todos los parajes en
donde ellos (Valdenses) habitan, así mismo que han inspeccionado a los lugares de sus cultos, pero ellos no han
encontrado imágenes ni las señales de los ornamentos que corresponden a la misa ni a ninguna de las ceremonias de
la Iglesia Católica Romana; ni mucho menos ellos pudieron encontrar o descubrir ninguna huella o señal de aquellos
crímenes de los que se les hace cargo, por el contrario, ellos guardan el día sábado, observan la ordenanza del
Bautismo de acuerdo con la Iglesia primitiva, instruyendo a sus niños en los artículos de la fe cristiana y en los
mandamientos de Dios. Jone´s Church History, p. 260.
Cualquiera que se negara a maldecir, a jurar, a matar, a cometer adulterio, a robar, a tomar venganza de sus enemigos,
ellos dicen, este es un Valido-is, y de allí que son puestos a la muerte. Voltaire Gen. History, Chap. 69.
Un antiguo inquisidor, a quienes escribían contra los Valdenses he tenido ocasión de referirme en la primera sección,
describiéndoles a ellos. Estos heréticos son conocidos por su conversación y sus maneras, son ordenadamente
modestos en su conducta y comportamiento. Evitan toda apariencia de orgullo en su vestuario, ni daban rienda suelta
en el ornamento del atavío, ni en eso llegar a una notabilidad de humildes andrajos; evitaban el comercio que podía
darles libertad de engañar o actuar falsamente, proveían su subsistencia mediante industrias manuales, como
laborantes por el día o mecánicos, sus maestros son tejedores o sastres.
No conocen el ansia de amasar riquezas, aunque sí están contentos por tener lo necesario para vivir. Son castos,
temperantes y sobrios. Se abstienen ante el enojo. Aun cuando trabajan hacen ambas cosas, aprenden o enseñan.
De igual manera también sus mujeres son honestas, evitan toda difamación solapada, bromas necias, ligereza en el
hablar, absteniéndose especialmente de mentiras o de juramentos, no tanto como hacer el uso de ciertas
aseveraciones comunes “en verdad”, “por cierto”, a lo parecido, pues consideraban esto como un juramento,
contentándose así mismos con responder simplemente sí o no. Jone´s History Church, p. 258-259.
Aludiendo a las iglesias de los Valdenses en el Piamonte, y a aquellos esparcidos a través de la obispalía de Italia, él
CLAUDIUS SEISSEILIUS, Arzobispo de Turín nos dice que la más cruel persecución no fue capaz de destruirlos ni de
estorbar la constancia defensa de la doctrina que aquellos habían recibido de sus antepasados. Idem. pág. 246.
Peter Allix, en su historia de las Iglesias del Piamonte, cap. 28, p. 323, menciona el nombre como La Iglesia de Dios.
Se observará que el pueblo llamado por el mundo Valdenses estuvo viajando por causa de Roma entre los valles del
Piamonte.
No hubo allí en el centro o en el sur de Europa de los cuales estos misioneros no hubieran encontrado su selva, y en
donde ellos no dejaran la huella de aquellos discípulos que ellos hicieron. En el Oeste penetraron ellos en España, en
el sur de Francia ellos encontraron unos análogos compañeros de trabajo en los Albigenses, por quienes la semilla de
la verdad fueron plenamente esparcidos sobre el Delfinado y Languedoc.
Por el este, descendieron el Rhin y el Danubio, ellos leudaron a Germania, y Polonia con sus doctrinas, siendo sus
huellas marcadas con los edificios de su culto, y las estacas de su martiriología, que surgió alrededor de sus pasos.
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Aun en las ciudades de las siete colinas (Roma) no temieron entrar esparciendo la semilla sobre aquellos pantanosos
terrenos, si por ventura alguna de esas podían tomar raíz y crecer.
Sus pies desnudos y el burdo vestido de lanas, hicieron de ellos figuras marcadas en las calles de una ciudad que se
vestía de púrpura y de lino fino; cuando errantes fueron descubiertos como ocurrió algunas veces, los gobiernos de la
cristiandad tuvo el cuidado de alejarlos, en sus caminos ellos al ir soltando la preciosa semilla que fue regada con la
sangre de aquellos hombres quienes la sembraron.
Así en aquellas edades de este modo, había velado su Majestad y su misión, viajando silenciosamente a través de la
cristiandad, penetrando en los hogares y corazones, haciendo en ellos su morada. Desde su alto sitial, Roma miró
hacia abajo con el mayor desprecio sobre el libro y a sus humildes portadores. Ella (Roma) se propuso inclinar hacia
sí, la nuca de los reyes; pensando que si ellos eran obedientes de esa manera, los hombres no podrían rebelarse, y así
ella dio poca atención a un poder el cual, débil como parecía, estaba destinado en un día futuro a quebrar en pedazos
la fábrica de sus dominios.
Pronto ello empezó a hacerse pesada, y a tener el presagio de su calamidad. El ojo penetrante de Inocente III
descubrió el distrito en donde el peligro iba a surgir. Él miró en la labor de esos humildes hombres el principio de su
movimiento, el cual, si se les permitía seguir o tomar fuerza, podría un día arrastrar con todo aquello que había
obtenido trabajando asiduamente por la intriga en siglos. El inmediatamente comenzó aquellas terribles cruzadas
que destrozó a los sembradores, pero regó la semilla, y así ayudó a traer la hora señalada, la catástrofe que había visto
venir. Willy History of the Waldenses. P. 22, 23.
De la persecución contra los Valdenses de la guardia, Wykie dice: Sucediendo a los habitantes fuera de sus puertas,
colocando soldados en acecho pudieron obtener así aproximadamente mil seiscientas personas en su poder de estos,
70 fueron torturados con la esperanza que fueran compelidos a delatarse así mismos de cometer prácticas
vergonzosas, crímenes en sus asambleas religiosas. No confesos así, de cualquier modo, podían atormentarles
prologándoles la tortura.
Stefano Carlino dice: Mocrie fue torturado hasta sacarle los intestinos, otros de los prisioneros llamado VERMINEL,
fue encerrado ocho horas en un instrumento horrible llamado el infierno, pero persistió en negar la atroz calumnia.
Algunos fueron arrojados desde lo alto de las torres o precipitados sobre los riscos, otros fueron rotos a latigazos de
hierro y finalmente entregados a muerte ferozmente por la espada. Y otros untados con alquitrán fueron quemados
vivos. Idem. p. 115.
De la persecución romana en contra de los seguidores verdaderos del Cordero, en la aldea de Prgelas, Cyllie dice: Esto
fue en pleno invierno. Y los habitantes no temiendo ser atacados, creyéndose así mismos suficientemente protegidos
por la nieve, la cual cubría la profundidad de sus montañas, ellos estaban destinados a experimentar la más amarga
de las experiencias a causa del rigor de la estación, la cual no pudo apagar el fuego y malicia de sus perseguidores.
Borrelli, a la cabeza de un ejército armado quebró repentinamente dentro de Pragelas, premeditando la completa
extinción de aquel pueblo. Los miserables habitantes huyeron desbandados hacia las montañas, llevándose sobre sus
hombros a sus ancianos, sus enfermos, sus niñitos, sabiendo qué destino les esperaba al quedarse viviendo atrás.
De su huída, un gran número fue tomado y matado. El anochecer les trajo la liberación de sus perseguidores, pero no
la liberación, frente a los horrores no menos temibles, sin embargo, sin abrigo, sin alimentos, y ateridos por la nieve
que los rodeaba, el cielo invernal sobre sus cabezas, sus sufrimientos fueron grandemente inexpresables. Cuando
llegó la mañana ¡Qué espectáculo más desgarrador, les cubrió la luz del día!. Algunos de aquel miserable grupo
perdieron sus manos y sus pies al congelárseles, mientras otros se veían extendidos sobre la nieve sus cadáveres
endurecidos, unos 50 niños ya grandes, aunque alguien dice que 80 fueron encontrados muertos del frío, otros yacían
sobre el desnudo hielo, otros apretados entre los congelados brazos de sus madres, quienes perecieron en aquella
tenebrosa noche solas con sus bebecitos. Idem. p. 30 y 31.
CAPÍTULO 14
DEL SIGLO X AL XI D.C.
HEREJÍA Y VERDAD
Las persecuciones de los Valdenses son una época notable en los anales de la Iglesia Cristiana. Doquiera ellos fueron
esparciendo la semilla de la reformación.
La Palabra de Dios creció y se multiplicó no solamente en los lugares en donde el mismo Waldo las habían plantado,
pero sí en más distantes lugares. Jone´s Church History, p. 235.
Concerniente a Biblias, una de las mártires durante la persecución a Lyon y Viena: El hecho que fue compelida a que
confesara que los cristianos se comían a sus hijos. En su tortura, resguardándose a sí misma, es decir, despertó como
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de un sueño, y en sus respuestas a sus interrogantes en forma de reconversión dijo: ¿Como podemos comernos a
los niños, nosotros a quiénes nos está prohibido comer la sangre de los animales?. Idem. p. 106.
John Milton, el famoso poeta, como es citado por la historia de la Iglesia por Jones, hace mención Peter Giles, en su
historia de los Valdenses, y como los ministros de los Valdenses, aprendieron a comerciar con lo que pudieran
sostenerse y predicar el Evangelio, y no ser así carga para la Iglesia, pero nuestros ministros él dice: desprecian usar
un trabajo, y lo toman como un reproche que un comerciante predique el evangelio, (Milton continúa como sigue): y
esto sería lo deseable que todos ellos fueran negociantes. No podrían entonces hacer el evangelio un negocio, el cual
constituye el peor de los negocios.
Mr. Robinson (el connotado historiador) nos da aquí las propias palabras del inquisidor Reinerius, quien describe a los
Valdenses dice: Esta es una común opinión entre los Puritanos (cathari) pecaba gravemente aquel hombre que sin
querer había matado a un pájaro, desde el más pequeño hasta el más grande; o un cuadrúpedo, de una comadreja a
un elefante. Pie de la nota, p. 288 Id.
Ellos pueden decir de memoria una gran parte del Antiguo y del Nuevo Testamento. Desprecian los decretables dichos
y exposiciones de hombres santos, y se abren paso solamente al texto de las Escrituras.
Dicen además, que la doctrina de Cristo y sus apóstoles son suficientes para la salvación, sin la ordenanza y estatutos
de ninguna Iglesia. Que la tradición de la Iglesia no son mejores que las tradiciones de los fariseos; y que ningún
esfuerzo que se haga en la observancia de la tradición humana, se comparará con el guardar la ley de Dios.
¿Por qué ustedes transgresan la Ley de Dios por sus tradiciones? Ellos condenan todas las costumbres eclesiásticas
aprobadas pero que ellos no las encuentran en el Evangelio, tales como: Candelaria, el Domingo de Ramos, la
Reconciliación, de Penitentes, la Adoración de la Cruz, Viernes Santo. Desprecian así mismo, la fiesta de Pascua Florida
y toda otra festividad de Cristo y los santos (instituidos por la Iglesia romana) pudiendo hacerlo sin tener el menor
cuidado, y trabajan para esos días santos (para la Iglesia de Roma) y para todo esto no hay mayor necesidad. Se
declaran así mismos los sucesores de los apóstoles y con la autoridad apostólica, teniendo las llaves de poder ligar y
desatar. Toman a la Iglesia romana, ser la ramera de Babilonia, y todo aquel que le obedece en sus demandas, está
condenado, especialmente el Clero que está sujeto a ella desde el tiempo del papa Silvestre.
Ellos sostienen que ninguna de las ordenanzas de la Iglesia que han sido introducidas desde que Cristo ascendió, no
deben ser observadas, no siendo de ninguna importancia, las fiestas, ayunos, sacramentos, bendiciones, oficios de la
Iglesia y el gustar, lo rechazan totalmente. Eccl. Hist. Of the Ancient Piedmont Church 216, and Lewis Hist. S. And S.,
p. 211, 212.
Respecto a los Paulicianos: Durante un período de ciento cincuenta años, estas iglesias cristianas parece que fueron
el objeto de una incesante persecución, la cual ellos sufrieron con cristiana mansedumbre y paciencia, y si los hechos
de martirologio, su predicación y sus vidas fueron registradas distintas.
No veo ninguna razón para dudar que hemos encontrado en ellos a los genuinos sucesores de los cristianos de los
primeros siglos. Y en esto, tanto como en los primeros ejemplos de la sangre de esos mártires fueron la semilla de la
Iglesia. Una sucesión de Maestros e Iglesias surgieron; y una persona llamada Sergius, quien trabajó entre ellos el
ministerio del Evangelio 37 años, es reconocido aún por los viles calumniadores, el haber tenido en él, un cristiano
ejemplar.
La persecución tuvo sin embargo alguna tregua, hasta que al fin Teodora, la Emperatriz griega, quien así misma se
esforzó más allá de sus predecesores en contra de ellos. Envió inquisidores a través del Asia Menor en busca de estos
sectarios, y se calcula haber matado, por medio de la horca, por el fuego y por la espada, unas cien mil personas.
Jone´s Church History, p. 187, Ed. 1837.
Información de estas cosas (el ministerio de Valdo) fue llevado al papa Alejandro III, quien había oído antes de aquel
procedimiento herético que él anatematizó al reformador y a sus adherentes, mandando al Arzobispo a proceder en
contra de ellos con el mayor rigor, Waldo fue compelido a dejar Lyon. Su rebaño en gran número siguió a su pastor;
en su consecuencia una dispersión tuvo lugar no diferente a la que surgió en Jerusalem en ocasión de la muerte de
Esteban.
El efecto también es semejante. Los principios de Waldo, tomaron profundidad y finalmente raíces que produjeron
numerosa cosecha de discípulos, quienes fueron denominados: Leonistas, Vaudois, Albigenses o Waldenses, pero la
misma clase de cristianos es designada por estos varios apelativos en sus diferentes campos o partes del mismo país
de donde ellos aparecían. Idem. p. 235.
Los siguientes hechos son indispensables: Que el cuerpo general de los Albigenses, recibió la doctrina de Peter Waldo,
y que los Valdenses y Albigenses fueron dos ramas de la misma secta. Idem. 242.
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Monsierur de Vignaux, cuarenta años de los Valdenses pastor, dice: Nosotros vivimos en paz y armonía, el uno con
el otro, tenemos intercambios y relaciones principalmente entre nosotros mismos, no teniendo ninguna mezcla entre
nosotros y los miembros de la Iglesia de Roma en el matrimonio, ni de nuestros hijos con las hijas de ellos, ni sus hijos
con nuestras hijas.
También Él establece que: Las Sagradas Escrituras contienen todas las cosas necesarias para nuestra salvación, y que
somos llamados a creer solamente lo que ellos enseñan sin ningún aditamento de autoridad humana. Que nadie debe
recibir nada de nosotros, excepto aquellos que Dios haya mandado. Que no hay más que un mediador entre Dios y
los hombres. Idem. p. 764, 765.
CAPÍTULO 15
DEL SIGLO UNDÉCIMO AL DUODÉCIMO D.C.
PETER WALDO
Los Cathari, quienes evidentemente fueron un pueblo de Dios recibieron gran aumento en miembros por la instruida
labor y piadoso fervor de Peter Waldo, un opulento mercader de Lyon ya para terminar el siglo doce. Ellos fueron
distinguidos gloriosamente por una serie de terribles persecuciones, siendo expuestos como un espectáculo, tanto
por el poder de la Divina Gracia, como la malicia y enemistad del mundo contra el real Evangelio de Jesucristo.
Me propongo a representar en una vista conexa la historia de este pueblo hasta un poco después de la Reforma. El
Espíritu, doctrina y progreso de los Waldenses (Valdenses en español) será más claramente sobreentendido por este
método y que apartándonos un poco de su historia podemos introducir.
Este pueblo fue numeroso en los Valles del Piamonte, de aquí el nombre de Vaudois o Valdenses les fue dado,
particularmente a aquellos que habitaban los valles de Luverne y Argorgne. Un error surgió en la disimilitud de
nombres, que Peter Waldo o Caldo fue el primer fundador de estas iglesias, de él nombre Vallense, siendo fácilmente
cambiado en Valdenses, los romanistas aprovechan este muy fácilmente error, como un argumento contra la
antigüedad de estas iglesias y niegan que hayan tenido existencia antes del aparecimiento de Waldo.
Durante los altercados entre papistas y protestantes, esto fue de alguna consecuencia que este asunto fuera
establecido correctamente, porque la primera negaba que las doctrinas de última tuvieron existencia hasta los días
de Lutero.
Pero para una justa consideración del sujeto, aparece esto que la real doctrina protestante existió durante la edad
oscura de la Iglesia, mucho tiempo atrás del tiempo de Waldo.
Poco más o menos en el año 1160, la doctrina de la Trans-substanciación fue requerida por la corte de Roma que tenía
que ser reconocida por todo hombre. Esto condujo a la idolatría. Hombres cayeron delante de la consagrada hostia
y la adoraron como Dios. La impiedad de esta abominación chocó en la mente de aquellos hombres que no habían
perdido el sentido de la verdadera adoración.
La mente de Peter Waldo se despertó para oponerse a tal abominación, esforzándose a una reformación. Un temor
de Dios, en unión de un sentido de alarma ante la iniquidad de ese tiempo, le guió a conducir con valor en oposición
a la peligrosa corrupción de la Jerarquía. Él abandono su ocupación mercantil, distribuyó sus riquezas entre los pobres,
quienes se le congregaron para que guiase sus almas, recibieron la mejor instrucción que él fue capaz de comunicarles
y reverentes a aquel nombre de cuya liberalidad ellos participaban, mientras que los grandes y los ricos, ambos les
despreciaban.
Un hombre secular semejante a Valdo necesitaba la instrucción, pero ¿dónde la iba a hallar en un tiempo de
declinación general hacia la ignorancia? Él sabía que las Escrituras fueron dadas por guías infalibles y anheladas por
aquellas fuentes de instrucción, el cual en aquel tiempo en gran medida fue un libro sellado en el mundo cristiano. A
los hombres que entendían la lengua latina les era accesible. Pero, cuán pocos eran estos comparados con la mayor
parte de la humanidad.
La Biblia Vulgata Latina, era la única edición del Sagrado libro por este tiempo de Europa, y las lenguas entonces en
uso común, el Francés y otras, no obstante mezclados 2 con el latín, fueron particularmente, hablando en este tiempo
separados y distintos al latín.
Por lo que parece que el mundo cristiano bajo la providencia estuvo endeudado a Waldo, por la primera traducción
de la Biblia, a una lengua moderna; ninguna fatiga fue tomada por aquellos que fueron atacados por el sistema papal.
A difundir el conocimiento bíblico entre el pueblo. La tentativa benevolente de esparcir el pan de vida entre el común
pueblo, por medio de darles las Escrituras en su propia lengua. Si aceptamos el único ejemplo de la Versión Eslava fue
pura y exclusivamente de origen protestante.
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Conforme Waldo fue más enterado con las Escrituras, vio que la práctica general de los cristianos nominales era
totalmente opuesto a la doctrina del Nuevo Testamento, y en particular, que un mundo de costumbres las que el
mundo tenía en reverencia, no solamente carecían de fundamento en los Oráculos Divinos, sino que también eran
condenados por ellos.
Inflamado por igual fervor y caridad, libremente condenó los vicios reinantes, la arrogancia del Papa. Hizo algo más,
como avanzada en el conocimiento de la verdadera fe y amor de Cristo, enseñó a sus vecinos la principal de la práctica
de la Santidad alentándoles a obtener salvación mediante Jesucristo.
John de Bekes Mayons, Arzobispo de Lyon, un miembro distinguido del sistema corrupto, prohibió al nuevo
reformador a enseñar más so pena de excomunicación, y de seguirle proceso en su contra como un hereje. Waldo
replicó, que aunque él era tenido como un simple lego, con todo, él no podía callar en un asunto que concernía a la
salvación de los hombres, ante esto, el Arzobispo trató de aprehenderlo, pero el gran afecto de los amigos de Waldo,
y la influencia de sus relaciones, quienes eran personas de rango, el reconocimiento universal en pago de su probidad
y piedad, y la convicción que a no dudar muchos sentían que las extraordinarias circunstancias justificaban la
suposición de su carácter pastoral, todas estas cosas operaron fuertemente en su favor, sin embargo, él vivió tres años
oculto en Lyon.
El Papa Alejando III, habiendo oído del proceder de Waldo le anatematizó lo mismo que a sus adherentes, y ordenó al
Arzobispo que procediera contra él con el mayor rigor.
Waldo huyó de Lyon y sus discípulos le siguieron. Por esta dispersión la doctrina de Waldo fue diseminada a gran
distancia a través de Europa.
En el Delfinado, a donde él se retiró, sus credos tomaron una verdadera y profunda raíz. Algunos de ese pueblo, es
muy probable que se hayan unido por propio deseo a los moradores de los valles en el Piamonte, y la nueva traducción
de la Biblia fue sin ninguna duda rica ascensión a la riqueza espiritual de aquel pueblo. A lo que parece el mismo
Waldo nunca estuvo entre ellos. Perseguido de lugar en lugar, se retiró a Picardia, atendió con éxito sus labores; y las
doctrinas las cuales él predicaba, aparecen perfectamente armonizada con aquellos de los moradores de los Valles
(Vaudois) de allí que más adelante fueron considerados a ambos como a un mismo pueblo.
Sustentar y alentar a la Iglesia no formaba parte de la gloria de los grandes y principales sabios de la época. Felipe
Augusto, uno de los más prudentes y sagaces príncipes que siempre ha visto Francia, fue esclavizado por el dios de
este mundo. Él levantó las armas en contra de los Valdenses ubicados en Picardía, botó 300 casas pertenecientes a
aquellos que resistieron a su partido, destruyó algunas murallas de aquel pueblo y echó a sus habitantes hacia Flandes.
No satisfecho con esto, los persiguió más allá y causó que muchos de ellos fueran quemados. Parece que en este
tiempo, Waldo huyó hacia Germania y al final asentó en Bohemia, en donde terminó sus días por el año 1179. Él
apareció para ser uno de quien el mundo no era digno y para volver a muchos a la justicia y a la virtud.
La Palabra de Dios creció entonces y se multiplicó. El Alsacia y a lo largo del Rhin el Evangelio fue predicado con
poderosa efusión del Espíritu Santo; siguió la persecución y 35 ciudadanos de Nantz fueron quemados en su misma
hoguera, en la ciudad de Binguen, y en Mentz 18 personas. En aquellas persecuciones, el Obispo de Mentz estuvo
muy activo, y el Obispo de Strasburgo no fue inferior a él en ardor vengativo; pues, por su medio 80 personas fueron
quemadas en aquel lugar.
Todo relata que los Valdenses, revivieron las escenas de la Iglesia primitiva. Numerosos murieron alabando a Dios y
en plena confianza de una bendita resurrección; por consiguiente la sangre de los mártires vino otra vez a ser la semilla
de la Iglesia; y el Bulgaria, Croacia, Dalmacia y en Hungría, muchas iglesias fueron plantadas las cuales florecieron en
el siglo trece, gobernado por Bartolomé, un nativo de Carcassone, una ciudad no lejos de Toulouse, la que bien podía
llamarse en aquellos días, la capital de los Valdenses de acuerdo con el número de quienes allí profesaban la fe
evangélica; en Bohemia y en la región de Passan se calcula que las iglesias formaron en la primera parte del siglo
catorce, un promedio de ochenta mil profesos. Casi a través de toda Europa fueron hallados Valdenses, y sin embargo
fueron tratados como la haz de la tierra, y un pueblo con quien se unió la sabiduría de este mundo. Pero, los testigos
continuaron su profecía en sacos de silicio; y almas fueron edificadas en la fe, esperanza y caridad del Evangelio.
Towsend´s Abridgement, p. 405, 409.
LA IGLESIA DE DIOS VALDENSE
Durante el siglo doce, el trabajo de la Iglesia de Dios, fue conocida por el mundo como los “Valdenses” esto fue como
los mejores días de los apóstoles. Hábiles hombres surgieron a la dirección del pueblo de Dios en el desierto, y mucho
incremento se hizo en ganar las almas del paganismo católico romano de la edad oscura. En varias regiones, este
pueblo fue conocido por muchos nombres que nunca fueron conocidos por el Pueblo de Dios.
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Los más predominantes nombres que la historia nos ha traído son: Waldenses, Catharis, Albigenses, pero el mismo
pueblo objetó aquellos nombres que los hombres les ponían.
De un trabajo de E. Comba, la biblioteca londinense Guiad may damos lo siguiente: Los Valdenses objetaron ser
llamados así después de Peter Waldo, ellos enseñaron esto: nosotros no somos más que un pequeño rebaño cristiano,
falsamente llamado Valdenses. Más adelante añade “Estamos orgullosos de nuestro trabajo” y reprochaban al clero
romano de ociosidad.
Los enemigos de la Iglesia, así como otros que no entendían atribuían el origen de los Valdenses, también conocidos
por otros nombres, al tiempo de Peter Waldo, el predicador director de su tiempo; pero una cuidadosa investigación
nos revelará que los así llamados Valdenses, fueron un pueblo totalmente separado de Roma y que existió mucho
antes al Ministerio de Waldo.
Más adelante, el Concilio Provincial de Toulouse en 1119, y el de Lombez en 1886 y el concilio general de Lateral en
1139 y 1179, no fueron condenados como Albigenses, aunque sí como heréticos; y cuando ellos les particularizaron,
entonces les denominaron como “Bons Homet´s” (que quiera decir buenos hombres) Catharis, Paterini, Publicani,
etc..., lo cual nos prueba que ellos existieron antes que generalmente se les conociera como Albigenses.
También esto es probado por sus libros, que ellos existieron como Valdenses antes de los tiempos de Peter Waldo,
quien predicó por el año de 1160. Perrin, quien escribió la historia de ellos, tuvo en su posesión un Nuevo Testamento
en la lengua Valdense escrito es pergamino en una antiquísima letra, y un libro intitulado en su propia lengua “Quai
Cosa Sia L´Anti Christ? Esto es: ¿Qué es anti-Cristo? Bajo la fecha del año 1120, que nos trae 20 años antes que Waldo
viniera al mundo. Y otro libro intitulado “The Noble Lesson” es fechado el año 1100 D.C. Jone´s Church History, p.
232, Ed. 1837.
De estos verdaderos siervos de Dios, Milner nos trae el siguiente testimonio: En este siglo (XII) hubo allí muchos
opositores a la reinante idolatría y supersticiones de la reinante Roma, quien fue dominada por sus enemigos, Cathari;
ellos (los romanos) como los poseedores mundanales, fueron en tales circunstancias, y por lo general mecánicos.
Cologne, Flandes el sur de Francia, Savoya y Milán fueron sus principales lugares de residencia.
Estos aparecieron para ocupar un lugar, en su sencillez y modestia, los inocentes pero industriosas sectas de cristianos,
condenado con sus modales y doctrina el completo aparato al estilo idolátrico y supersticioso, estableciendo en su
lugar la verdadera religión en la fe y el amor de Cristo, y reteniendo una suprema observancia a la Palabra Divina.
Parece que tuvieron en su pública adoración mucho en la misma forma como los apóstoles fueron en la Iglesia Judía,
mientras existieron, mantuvieron en común una unión entre ellos mismos en sus cultos, y en escuchar los sermones
que los alejaban tanto de la iniquidad de esos tiempos como les fuera permitido.
Este pueblo continuó en su estado de extrema persecución a través de este siglo, Berbardo, quien parece haber sido
muy mal informado concerniente a ellos, hace resaltar que ellos no tuvieron un padre particular de su herejía, y les
condenó con todo respecto pues ellos se opusieron a la más alta demanda y supersticiones de la Iglesia de Roma. No
podemos, como sea hallar porqué él siempre se opuso a aquella visible piedad. Towsend´s Abridgment, p. 396, 397.
Notemos que Milner dice: que Bernardo no conoció el padre particular de su herejía. Mr. Jones nos da la opinión
propia de Saccho como sigue: Los enemigos de ellos confirman su gran antigüedad Reinerius Saccho, un inquisidor y
uno de sus más crueles perseguidores, quien vivió solamente ochenta años después de Waldo (1160 D.C.) admite que
Gretser el Jesuita, quien así mismo escribió contra los Waldenses, y quien ha examinado el sujeto plenamente, no
solamente admite su gran antigüedad sino que declara su firme creencia que los Toulousianos (tolosos) y Albigenses,
no fueron otros que los mismos Valdenses. Jone´s History of the Church. Vol. 2, Chap. 5, Sec. 1.
Concerniente a los Valdenses, de acuerdo con el sacerdote romano Everiinusm, por el año 1140, ellos dicen que la
Iglesia solamente se encuentra entre ellos, porque sólo ellos siguen las huellas de Cristo e imitan a los apóstoles, no
buscando las ganancias de este mundo ni poseyendo propiedades terrenas, siguiendo el ejemplo de Cristo, quien fue
perfectamente pobre, ni permitió que sus discípulos poseyeran ninguna cosa. Tengo el deber de informarle, también
que aquellos que de ellos se vuelven a nuestra Iglesia (romana) nos han dicho que cuentan con gran número de esa
persuasión esparcidos casi por dondequiera y que ellos cuentan con gran número entre nuestro clérigos y aún entre
los monjes. Y por aquellos que fueron quemados, ellos, en defensa lo hicieron por ellos mismos, así mismo, nos dijeron
que esa herejía ha estado escondida desde los tiempos de los mártires, y que han existido en Grecia y en otros países.
Idem. p. 210-211.
Este pueblo de Dios, entonces, como en todas las edades de la Iglesia entendemos que las profecías son aplicadas a
ellos mismos, así mismo, entendemos que fueron preservados por Jehová Dios en el desierto hasta que el tiempo de
la persecución fue cumplida.
Un célebre líder entre los Valdenses y Albigenses, Arder Jochim de Calabria, el año 1190, cuando conversaba con
Ricardo Corazón de León dijo: Ciertas naciones malvadas llamadas Gog y Magog se levantarán para destruir a la Iglesia
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de Dios y subvertir en un futuro la especie cristiana, pero entonces vendrá el día del juicio. Él dice que Juan habla
de las Iglesias, que la Iglesia huyó al desierto en donde tiene un lugar preparado por Dios, y que allí la mantendría por
mil doscientos y sesenta días.
Los antiguos Valdenses, sostenían que dotar Iglesias del Estado, es fundar una cosa mala y que la Iglesia entonces cae
y viene a ser la ramera, sentada sobre la bestia mencionada en el libro de Revelación, tal como cuando recibió
donaciones temporales bajo el papa Silvestre. Idem. p. 266.
La verdadera Iglesia, el tiempo en que fue combatida por Roma, fue respetada por el pueblo entre quienes habitó. Su
doctrina fue escritural, y las vidas de quienes formaban su pueblo, fue sin defecto en aquella edad de oscuridad.
En la Enciclopedia Metropolitana, Biblioteca de Londres, en la pág. 653, hablando de los heréticos dice: De todas las
sectas en este siglo (el doce) la que por la pureza de sus doctrinas y por la capacidad de sus líderes, no hubo quien
superase a los Valdenses.
De nación a nación huyeron los Valdenses, y nunca estuvieron seguros ante la implacable ira de los esbirros de Roma,
el anatema del papa y edictos de los reyes repentinamente fueron lanzados en contra de ellos, de quienes lo siguiente
será suficiente para mostrar la furia de Roma, contra los Santos de Dios.
Por cuanto como a Dios le ha placido colocarnos (la Iglesia de Roma) sobre su pueblo, nosotros, mandamos y
ordenamos que los Valdenses, insabbati, quienes de otra manera son llamados “Los pobres de Lyon” y todos los otros
heréticos, que no son aquí nombrados, son excomulgados de la Santa Iglesia, a echarlos fuera de nuestros reinos, y
de nuestros dominios. Cualquiera, por lo tanto, desde este día en adelante que se presuma recibir el dicho de los
Valdenses y de los Inzabbati, o cualquier otra herejía, de cualquier profesión en sus casas, o bien, estar presentes a
sus perniciosos sermones, o asistir a una de sus reuniones, o comer con ellos, o hacer cualquier favor, incurrirá a la
indignación del Dios Altísimo. Edict of idefonsus, King of Aragón, Erais, in the year 1194. From Pegna´s “Directory of
the Inquisitions” in Jone´s Church History. P. 237.
ALGUNOS HECHOS NOTABLES
Justamente estamos aquí para la vindicación de la demanda, la cual este pueblo hace al honorable carácter de la
Iglesia de Dios. En los tiempos de la gran declinación, a cualquiera puede el Espíritu de Dios, guiar para revivir la
verdadera religión, necesariamente expuesto el mismo a los envidiosos cargos de arrogancia carentes benevolencia y
presuntuosos. Por condenar a todos los demás ese individuo provoca al resto del mundo a juzgar e investigar sus
faltas. Esta desventaja tuvieron los Valdenses en común con otros reformadores, tuvieron también ciertas
desventajas, muy propias en ellos.
Poder, conocimiento, y aprendiendo donde casi enteramente en las propias manos de sus adversarios, fue entonces
muy particularmente, el Dios Altísimo escogió lo vil y necio del mundo para confundir a los sabios.
Como ellos fueron, en su mayor parte, gente sencilla y sin letras, su preparación no se debió a Sacerdotes o Ministros
instruidos, ni a razonadores profundos, ni a historiadores capacitados. De allí que la demanda de su vindicación, en
cuanto a carácter de la verdadera Iglesia, más bien debe ser por la santidad de sus vidas y la paciencia con que
soportaron sus sufrimientos.
Reinerius, el cruel inquisidor, reconoce que los Valdenses leían frecuentemente las Escrituras Sagradas, y en sus
predicaciones citan las palabras de Cristo y sus apóstoles, concerniente al amor, humildad y otras virtudes de manera
que las mujeres que oían de ellos se extasiaban de aquel sonido. El dice más adelante que ellos enseñaron a los
hombres a vivir, por las palabras del Evangelio y de los apóstoles, llevando una vida religiosa y que sus manera fueron
sazonadas con gracia, sus palabras prudentes, que ellos disertaban de las cosas divinas y que tenían por lo tanto que
ser estimados por los hombres.
El observa además que enseñan a sus hijos y a sus familiares las Epístolas y los Evangelios. Claudio, Obispo de Turín
escribió un trabajo en contra de sus doctrinas, en el que cándidamente hace ver que eran, que así mismo eran
inculpables, e irreprochables entre los hombres, y que ellos observaban los Mandamientos de Dios con todas sus
fuerzas.
Jacob de Ribeira dice: que él ha visto a campesinos de entre ellos recitar el libro de Job de memoria, y varios otros
quienes podían repetir completamente el Nuevo Testamento.
El obispo de Cavaillon una vez obligó a un monje doctrinador a que entrase a una conferencia con ellos y que pudieran
ellos ser convictos de sus errores, y la efusión de sangre pudiera ser prevenida esto ocurrió durante una gran
persecución en 1540, en Meridol y Provence. Pero el monje regresó confuso, sabiendo que nunca había tenido el
conocimiento entero de las Escrituras, como aquel que obtuvo en aquellos pocos días que estuvo entre ellos, en los
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que tuvo conferencias con los herejes. Como sea el obispo entre ellos un número de jóvenes doctores, quienes
habían recién egresado de la Sorbona de París, la cual era reconocida por su teológica sutileza.
Uno de ellos abiertamente apropió que llegó a entender más de las doctrinas de salvación de las respuestas de un
pequeño niño en su catecismo, que por todas las disputas que él había oído. Este era el testimonio de Vesembecius
en su oración concerniente a los Valdenses. El mismo autor nos informa más adelante que Luis XII importunado por
las calumnias de sus informadores envió a dos responsables personas al interior de Provence para que inquieran al
respecto.
Estos reportaron, que visitando sus parroquias, y templos no hallaron imágenes ni ceremonias romanas, y que
tampoco encontraron señales de los crímenes de que se les acusaba: que el sábado era estrictamente observado;
que los niños eran bautizados de acuerdo a las reglas de la Primitiva Iglesia, eran además instruidos de conformidad
a los artículos de la Fe Cristiana y en los mandamientos de Dios, habiendo oído el reporte de Lewis declaró con una
imprecación: Ellos son mejores que yo mismo, o mi pueblo.
Añadiremos aquí el testimonio del gran historiador Thuanus verdadero enemigo de los Valdenses aunque cándido y
claro. Él describe uno de los valles habitado por este pueblo en Delfinado que es llamado el Valle de las Piedras. Sus
vestiduras dice, son de pieles de ovejas, no tiene lino y habitan en siete villas, sus casas son construidas de pedernal
con una azotea cubierta de lodo, viniendo a ser dañada o desprendida por la lluvia, sin embargo la vuelven a reparar
con un rodillo.
En estas viven con su ganado, separados únicamente por una valla, cerca tienen dos cuevas, reservadas para
propósitos particulares, en una de ellas esconden sus ganados y en la otra se guarecen ellos cuando son atacados por
sus enemigos. Viven de la leche y del venado, siendo por la constante práctica excelentes tiradores.
Pobres como son ellos, están contentos. Una cosa sorprendente, que personas exteriormente incultos y rudos,
tuviesen una moral tan altamente cultivada, todos ellos podían leer y escribir, tienen conocimiento del Francés, pero
tan lejos como sea necesario, y solo para el conocimiento de la Biblia y para el canto de los Salmos. Usted,
escasamente podría hallar entre ellos, un muchacho que no pueda inteligentemente cantar de la fe que profesan, en
esto, en verdad se parecen a sus hermanos de los otros valles, pagan sus atributos de buena conciencia, y la obligación
de sus deudas, es una particularidad notada en la confesión de su fe. Si por alguna razón de guerra civil ellos están
prevenidos para esto; ponen aparte la suma de sus impuestos, y en la primera oportunidad se la depositan al colector
de impuestos del Rey.
Francisco I, sucesor de Luis XII al inquirir el siguiente informe a los Valdenses de Merindol, y de otros lugares vecinos;
que especialmente se trataba de un pueblo laborioso; quienes vinieron de Piamonte para habitar en Provence, hacía
200 años; y que ellos mejoran mucho al país por medio de sus industrias y a sus maneras, eran excelentes que eran
honestos liberales, hospitalarios y humanos, y que fueron distintos a otro en esto; que no podían soportar el sonido
de blasfemia, o mencionar al diablo o a cualquier juramente, excepto sólo en ocasiones muy solemnes, y que si por
casualidad o circunstancias tenía que caer en la compañía en donde se hablara de lujuria o blasfemia, inmediatamente
abandonaban aquel lugar. Así fue el testimonio que de su carácter dieron sus enemigos.
Lutero, quien sabía esto, una vez tuvo prejuicio en contra de ellos, testifica que tuvo conocimiento por sus confesiones
y escritos, que ellos tuvieron por edades el uso singularmente experta en las Escrituras, él (Lutero) se recogió y dio
gracias a Dios por hallar en ellos quienes les capacitaron a la Reforma y los Valdenses, ver y conocerse cada uno y él
como hermanos.
Por la confesión general de los romanistas, aparece que los protestantes y los Valdenses, fueron vistos como
sostenedores de los mismos principios. Las Iglesias del Piamonte, como sea, fueron tomando en cuenta superior su
antigüedad, considerados como los guías de los demás.
De las orillas de España, a través del Sur de Francia, en la mayor parte entre y bajo los Alpes, a lo lejos del Rhin, a
ambos lados de su curso, así como en Bohemia, millares de almas piadosas fueron vistas pacientemente sufrir
persecuciones por causa de Cristo, contra quienes no tuvieron ningún mal que decir, excepto que tuvieron que admitir
la más satisfactoria refutación, hombres distinguidos por cada virtud, siendo odiados únicamente por causa de su
santidad. Perseguidos con una causa conocida, esta porque sus virtudes, ellos fueron enemigos más poderosos de la
Iglesia, pero, ¿de qué Iglesia? De esta: la que en el siglo trece y largo tiempo atrás se pudo identificar así misma ser
anticristiana. Cuan fiel es la promesa de Dios de sostener y mantener una Iglesia aún en los tiempos de mayor
oscuridad. Pero su indumentaria frecuentemente es el silicio, y su pan externo el pan de aflicción doquiera, mientras
ella habita en la tierra.
Los Valdenses concientemente fueron obedientes a los Gobiernos establecidos, y su separación de una iglesia tan
corrupta como fue la de Roma, fue en ellos solamente una causa de necesidad. Veremos en seguida lo que ellos
fueron en cuanto a disciplina y puntos doctrinales.
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LA DOCTRINA Y DISCIPLINA DE LOS VALDENSES
El principio fundamental de esta Iglesia fue: debemos creer que las Sagradas Escrituras y solo ellas contienen todas
las cosas necesarias para nuestra salvación y que ninguna otra cosa debemos admitir como un artículo de fe pero que
Dios nos haya revelado. Doquiera habite en el corazón este principio, será suficiente para rechazar toda superstición
e idolatría, he allí la adoración de un solo Dios, a través de un mediador y mediante la influencia de un Espíritu Santo,
era la práctica sincera de ellos.
Los sueños del purgatorio, la adoración de imágenes, la dependencia de reliquias y austeridades, no podrán
permanecer delante de la doctrina de las Sagradas Escrituras.
Los Valdenses fueron fieles al gran principio fundamental del protestantismo. Ellos afirman que allí solo hay un
mediador, por cuya causa no podemos invocar a los Santos. Que tampoco existe el purgatorio, pues todos aquellos
que son justificados por Cristo, van a Vida Eterna.
Un número de sus antiguos tratados prueban evidentemente, que por centenares de años, los principios del Evangelio
son suficientes para producir vidas santificadas, así como los Valdenses manifiestan en su conducta, profesaron,
entendieron y abrazaron por este pueblo escogido, mientras que el Anticristo estuvo en su más alto poderío. En un
libro concerniente a sus pastores, tenemos este relato de su vocación.
Todos aquellos que entre nosotros son ordenados como Pastores, mientras todavía están en sus hogares, y nos ruegan
les recibamos entre el Ministerio, y desean que imploremos a Dios en oración, para que ellos puedan llegar a ser
capaces para tan grande cargo. Están aprendiendo con todo el corazón todos los capítulos de Mateo y Juan, todas las
epístolas canónicas y una buena parte de los escritos de Salomón y David y los profetas.
Después de haber exhibido testimonio propio de su aprendizaje y conversación, ellos son admitidos como pastores
mediante la imposición de manos. Los pastores “Junior” (pequeño y principiante) no pueden hacer nada sin el permiso
de los más antiguos o mayores en el Ministerio; tampoco los mayores podían emprender o comprometer algo sin la
aprobación de sus colegas y ninguno podía hacer algo saliéndose del orden.
Nosotros los pastores nos reunimos una vez al año para resolver nuestros asuntos en un sínodo general. Aquellos a
quienes enseñamos, nos proporcionan alimentos y ropa con buena voluntad y sin tener que obligarlos. El dinero que
el pueblo nos da lo llevamos al sínodo general, allí es recibido por los ancianos, y sirve para suplir los gastos de los
viajeros, otra parte para ayudar a los indigentes. Si un pastor entre nosotros cayera en un craso pecado, es arrojado
de la comunidad, y privado de la función de la predicación.
En general los Valdenses han expresado su firme creencia que no existe otro mediador que Jesucristo, hablan de la
virgen con gran respeto como santa, humilde y llena de gracia, al mismo tiempo que descartan la insensatez y
extravagante admiración en la que a ella se la ha dado por las edades.
Los trabajos de Claudius de Turín en el siglo noveno, aparece bajo de Dios, haber producido estos santos resultados,
como la fe y honestidad de los Valdenses. Hombres que han dependido y dependen para la Gloria de Dios, y para
provecho de las almas, no tienen un concepto de la importancia de sus esfuerzos.
Frecuentemente esto ha permanecido en sus efectos sucediendo de generación en generación y ha sido bendecido
por la emancipación de millares de los dominios del pecado y de Satanás.
Los Valdenses tuvieron especial cuidado en la instrucción de sus hijos, mediante expositores y tratados catequistas
adaptados a la sencillez de su entendimiento. Esto vino a formar un cuerpo de muy saludable instrucción y temprano
enseñaban a la juventud las grandes cosas que pertenecen a la vida y a la santidad. Si algo más podemos decir de este
pueblo, tanto que ellos aborrecieron las crasas abominaciones del papado y condenaron los vicios de la generalidad
de la humanidad, bien se les hubiera podido acusar de ostentosos fariseos o presuntos sociólogos, pero aunque entre
ellos hubo defectuosos profesores, como los que hay en todas las denominaciones, no obstante en sus comunidades
hubo verdaderos cristianos, quienes supieron dirigir el borde de sus severidad, contra los pecados de sus moradores,
y quienes siendo verdaderamente humildes bajo las miradas de los depravados nativos, tomárosles por sí mismos
conduciéndoles a la gracia de Dios en Cristo para su Salvación.
Claramente es evidente en el curso general de su historia, que los Valdenses fueron un pueblo humilde, preparado
para recibir de corazón el Evangelio de Cristo para caminar en sus pasos, para llevar su cruz y temer pecar y cometer
toda clase de males. Fueron devotamente estrictos en el descargo de la religión en la familia.
Algunas memorias inquisitoriales, describen sus nombres y costumbres; está dicho de ellos lo siguiente: Antes de
acercarse a la comida, el anciano entre ellos decía: Dios quien bendijo las cinco hogazas de cebada y los dos pescados
en el desierto bendiga esta mesa y todo aquello que está sobre ella, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu
Santo, y después de haber comido decía él: El Dios que nos ha provisto de alimentos corporal, nos conceda vida
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espiritual y pueda Dios ser con nosotros y seamos nosotros siempre con Él. Después de la hora de comida ellos se
enseñaban y se exhortaban el uno al otro.
Evidentemente hubo entre ellos muchos devotos y humildes seguidores de Cristo, entre aquel pueblo quienes
experimentaron el poder y el regocijo de la consolación de las doctrinas de la Cruz. Towsen´s Abridgment, p. 409, 416.
CAPÍTULO 16
DEL SIGLO DOCEAVO AL TRECEAVO D.C.
ROMA PROSIGUE SU PERSECUCIÓN A LA IGLESIA
La Iglesia de Dios continuó creciendo en número y en prestigio en varias naciones, pero dentro de esos diferentes
pueblos fue conocido con diferentes nombres separados de otros pueblos. Jones repite del clérigo romano Everiinus
como diciendo: Todos aquellos quienes han retornado a nuestra Iglesia, nos dicen que tienen gran número de adeptos
a sus convicciones, esparcidos por doquiera. Jone´s Church History, p. 210, 211.
En el siglo precedente, pudimos notar cómo los pontífices se confundieron con los verdaderos seguidores conocidos
como los Valdenses, Albigenses, etc..., en algunos países, estos seguidores del Cordero fueron llamados “Paulinos y
Puritanos”. Los paulinos emigraron de Bulgaria, quienes después de vivir en su tierra nativa, Orchard dice: Emigrados
por sí mismos a través de varias provincias. Muchos de ellos, mientras hacían el bien a otros, y esparcían el Evangelio,
fueron expuestos a la muerte con la más espantosa crueldad.
Sus accesos de diferentes fuentes hicieron las Iglesias Puritanas o Paterines muy considerables, para sus enemigos
muy formidables, aún antes que el nombre de Waldo de Lyon fuese conocido. A la par de estos accesos extranjeros
algunos libros fueron escritos y hechos circular por los Puritanos, mientras que varios reformadores aparecían en
diferentes reinos, invocando todos la misma doctrina y práctica; así que el clero y el Pontífice se levantaron con
vigorosa oposición. Orchard´s Baptist History, p. 153, 154.
A pesar de las severas persecuciones que en contra de ellos surgieron en distintos países, controlados por el Pontífice
de Roma, este pueblo continuó como un pueblo diferente, y conocidos como Puritanos aún después de su
establecimiento en América.
En el siglo decimotercero, en el año 1215, el papa Inocente III de sangrienta celebridad, celebró un concilio en Letrán
y pronunció anatemas en contra de los heréticos en cada descripción. Mediante su poder sobre los príncipes
reinantes, Federico II, Honorius extendió sus sanguinarias medidas hacia el Reino de Italia, y el pueblo de Dios principió
a huir, de acuerdo con Mosheim, ellos salieron fuera de Italia y a semejanza de una inundación se esparcieron a través
de las provincias de Europa, sin embargo Germania particularmente les proporcionó asilo y allí fueron llamados Gazari
en vez de Cathari (Puritanos). Mosheim, Ecc. Hist. Vol. 2, p. 426, 430, y Orchard Bap, Hist. P. 155.
En 1227 una nueva arma surgió en Francia en contra de los judíos y los Herejes, enumerando especialmente como
hereje a Ramona el Conde Foix y Vizconde de Beziers. Primeramente arrancaron el castillo de Becede, en Lauraquias.
El arzobispo de Narbonne, con el obispo de Tolouse se apresuraron a agregarse en el sitio. Parte de los sitiados
pudieron escapar, el resto de ellos fueron decapitados o puestos a cuchillo. Se dice que el Obispo de Tolouse,
habiéndose salvado algunos de la violencia de los soldados, a quienes él pudo gratificar que les vieron parecer en las
llamas. Idem. p. 221.
Federico II, Emperador de los Romanos, de Padúa, en el año 1224, promulgó cuatro edictos en contra de los herejes
diciendo: “Condénanos a perpetua infamia, les retiramos nuestra protección y podemos bajo de nuestra excomunión
a los Puritanos, Paterines, Leonistas, Arnoldistas, Josefinos, Albigenses, Valdenses, etc..., y a otro y así a todo hereje,
de ambos sexos y de cualquier nombre. Jone´s Church History, p. 270.
Federico en su proclama contra los herejes, usa el término: La Iglesia de Dios, esto se encuentra en el libro intitulado
Holy Roman Empire (santo imperio romano) en la biblioteca pública de Londres.
El concilio de Tolouse estableció la Inquisición para completar el trabajo de la herejía, y en el año 1229 por primera
vez se prohibió el uso de las Escrituras en la lengua vulgar. Orchard, Hist. Of Bap., p. 224.
También esto viene a ser algo maravilloso que Dios nunca pasó por alto estos actos contra su pueblo, pues en la misma
ciudad de Tolouse, que ha sido mencionada se formó la primera sociedad, en Francia para la circulación de la Biblia
en la lengua nativa. Idem. p. 224.
Por fuego, por la espada, por la prisión y por todo medio imaginable de persecución y muerte, los apóstatas romanos
trataron de destruir al pueblo de Dios, pero entre más les persiguieron, entre más asesinaron, la grandeza de la Iglesia
y por consiguiente más fuerte vino a ser el pueblo de Dios; hasta que Roma al final tuvo que alcanzar toda su fuerza
contra el indefenso pueblo del Dios Altísimo. El esfuerzo de Roma por suprimir la verdad, y la constancia de los Santos
en ese tiempo, es hábilmente resumida por la habilidad del historiador Wylie, en estas palabras:
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Roma vio que no pudo obtener progresos en el exterminio de una herejía que tenía fundado su sitio dentro de esas
colinas, tan firmes así como era de antigua. El número de los Valdenses no escaseó y su constancia tampoco fue
hendida, con verdadero valor ellos permanecieron en rehusar entrar a la Iglesia de Roma, chocando con todos los
edictos e inquisidores, todas las torturas e incendios de su gran perseguidor, con una resistencia como la que
inexorables presentan las rocas ante la tempestad, el granizo o la nieve con la que el torbellino invernal arremete
contra ellas. Wylie History of the Valdenses, p. 31.
La precedente sección, habrá dado a los lectores la oportunidad de formarse un juicio correcto en cuanto a los
principios religiosos y el carácter general de esta denominación de cristianos, llamados Catharistas, Paterines,
Albigenses o Valdenses. Y ahora procederé a detallar aún más en cuanto a su historia subsecuente a los tiempos de
Peter Waldo, y especialmente a las terribles persecuciones y complicados sufrimientos que les sobrevinieron como
consecuencia a su adherencia a los Mandamientos de Dios y a la Fe en Jesús. Jone´s Church History, p. 266.
LAS PERSECUCIONES DE LOS WALDENSES
La historia eterna de este pueblo es relativamente poca, no así en la serie de persecuciones, y esto viene a ser penoso,
pues mientras tenemos una larga y detallada de los distintos crueles tratos de que fueron víctimas, tenemos muy
escasos detalles del espíritu con el cual ellos sufrieron, y mucho menos en cuanto de sus ejercicios internos de su
beatitud, los cuales solamente son conocidos al pueblo de Dios. Así que la furia contra ellos en la primera parte del
siglo 13 fue un arreglo de toda crueldad, perfidia e indecencia y detestable.
Este fue un tiempo cuando el príncipe de la tierra, así como la generalidad de las personas que fueron esclavas al
papado y fácilmente fueron dispuestas a perseguir a los hijos de Dios con la más salvaje barbaridad. En el año 1179,
algunos bajo varios pretextos de haber abrazado heréticos sentimientos, fueron examinados por los Obispos y
condenados. Les acusaron de haber recibido solamente el Nuevo Testamento, y desdeñar el antiguo, excepto aquello
repetido por Nuestro Señor y sus apóstoles.
Este cargo, es, doquiera refutado por el temor completo de sus auténticos escritos. También fueron acusados de
defender la doctrina de “Manichean” de dos principios independientes, y de muchas otras cosas, y en todo aquello
que permitiera a sus designios y perseguirlos hasta la muerte; y todo porque se mantuvieron opuestos a los errores y
abominaciones de la Iglesia de Roma.
Rainerious, quien fuera un fanático papista, sabía que los Valdenses eran los más formidables enemigos de la Iglesia
de Roma, porque decía él: Tienen una gran apariencia de santidad, pues viven rectamente delante de los hombres,
creen correctamente en Dios en todas las cosas, y retienen todos los artículos del credo, no obstante ellos aborrecen
y denigran la Iglesia de Roma, y en sus acusaciones, fácilmente son creídas por el pueblo.
Pero esto fue reservado a Inocente III, a quien ningún papa poseyó más ambición como él, al instruir la Inquisición, y
los Valdenses fueron el objeto de esta crueldad. El autorizó a ciertos monjes a formar el proceso de esa corte, y
deliberar en cuanto a los supuestos herejes del poder secular. El principio del siglo XIII vio a millares de personas
ahorcadas, o quemadas vivas por esta diabólica maquinación, cuyo solo crimen fue confiar únicamente en Jesucristo
para la salvación y renunciar a toda otra vana esperanza de propias justificaciones, idolatría o superstición.
Cualquiera que haya atendido cerradamente a las epístolas de los Colosenses y los Gálatas, y haya penetrado en el
entendimiento de la epístola, ve el gran deber de retener la cabeza, y descansar por la justificación por la fe en
Jesucristo solamente, inculcando en ellos como precepto predominante de la cristiandad en completa oposición a los
rudimentos del mundo, o trabajos humanos e inventos bondadosos cuales quieran que fueran.
Así toda persona verá que el verdadero protestantismo es un contraste con el genuino pecado; y en el transcurso
resultado convicto, que la diferencia no es solamente verbal o frívola, más bien encontrará que hay una perfecta
oposición en los dos planos, y que no puede haber ni coalición ni unión. He aquí la verdadera ruta para resistir las
inventivas satánicas; es estar fuera a la gran doctrina de la justificación por la gracia de Jesucristo, solamente mediante
la fe, y no por nuestras propias obras o méritos.
En consecuencia, el verdadero fundamento de las falsas doctrinas se vienen abajo, por lo tanto conciencias atribuladas
obtienen una sólida paz y fe trabajando por amor, conduciendo a los hombres al verdadero espíritu de cristiandad,
confortando entre tanto sus corazones, estableciéndose en todo trabajo bueno.
Sistemas de religión así extremadamente opuestos siendo continuados ardientemente por ambas partes, era
imposible que no sufrieran una violenta ruptura. La Iglesia y el mundo fueron entonces colocados frente a frente.
Inocente probó primeramente los argumentos y métodos de persecuciones. El envió obispos y monjes a que
predicasen en aquellos lugares en donde la doctrina de los Valdenses floreció, o mejor dicho, florecía, los resultados
fueron muy insignificantes. En el vecindario de Narbonne, dos monjes fueron empleados Peter de Chateauneuf y
Dominic.
49
El primero de estos fue asesinado posiblemente por Raymond de Tolouse, porque se rehusó a removerle la
excomunión, con la que fue denunciada contra aquel príncipe. Aunque no hubo evidencia que Raymond
sobreentendiera o que fuese cubierto de la vital influencia de las doctrinas protestantes, aún cuando él protegió
valientemente a los sujetos Valdenses. Fue testigo de la pureza de sus vidas y de sus maneras y escuchó con verdadera
indignación las calumnias con las que fueron asperjados por sus adversarios, quienes proclamaron a todo el mundo
su propia hipocresía, avaricia y ambición. El se encolerizó ante la adversidad de sus súbditos, e indignado ante su
inmerecida desgracia, pero su conducta en esta instancia fue inexcusable.
El evento fue desastroso, Inocente obtuvo cuanto él quiso, una razonable excusa para su más horrible e inicua
persecución; y millares de sinceros piadosos fueron calumniados inicuamente como cómplices de crímenes.
Las insidiosas costumbres de la Inquisición son bien conocidas. Desde el año 1206 cuando por la vez primera fue
establecida, el año 1228, el estrago hecho entre aquellos desvalidos cristianos fue muy grande, que ciertos obispos
franceses, en el último año mencionado (1228) desearon los Monjes de la Inquisición diferir un poquito, (no se lee
nada)------------------------------------ su trabajo de encarcelamiento, hubo que advertir al papa del gran número de
aprehendidos; el número de prisioneros era tan grande que venía a ser imposible la carga de su subsistencia y se les
proporcionó piedra y mezcla para construir las prisiones.
No obstante es una gran verdad que la sangre de los mártires, es la semilla de la Iglesia, tal en el año 1539, hubo en
Europa cerca de ochocientos mil que profesaban la religión de los Valdenses.
Cuando los Valdenses que los designios del papa era el ganar su reputación usando al efecto métodos suaves y
razonables de persuasión, acordaron ellos mismos acometer en abierta defensa de sus príncipes. Ellos, de allí dieron
a entender sus obispos, que sus pastores, algunos de ellos en nombre de los demás estuvieron listos para probar que
su religión era la verdadera escrituralmente, en una conferencia abierta, probando que esta podía conducirse con
toda propiedad.
Explanaron sus ideas de propiedad, demostrando su deseo porque allí podían demostrar su moderación por ambas
partes, deseando ser protegidos con toda autoridad para prevenir todo tumulto y violencia, y que dicha conferencia
podía efectuarse en cualquier lugar, y a la cual todas las partes podían tener libre acceso, y que cualquiera que para
el efecto fuese elegido, con el común consentimiento de los disputantes, quienes deseándolo podían continuar en la
discusión, la que tendría que hacerse plenamente, y determinando dejar fuera de la misma a quienes no se mantuviera
dentro de la Palabra de Dios, la única en este caso regla decisiva de los Cristianos, que así mismo podía confutarles.
Esto no podía ser más juicioso y equitativo, y el Obispo no podía decentemente rehusar el aceptar esos términos. Los
sitios de la discusión se acordaron donde fue Montreal, cerca de Carcassone, en el año 1206. Los árbitros por un lado
fueron los Obispos de Villencuse y de Auxere; y por la otra parte R. De Bot, y Anthony Riviere.
Varios pastores fueron propuestos para dirigir los debates por los Valdenses, de los cuales Arnold Hot fue el principal.
El fue el primero en arribar al lugar y tiempo señalados. Un obispo llamado Dusus vino después por parte del papado,
acompañado por el monje Dominic, dos de los delegados del Papa y otros varios frailes y monjes. Los temas
seleccionados para ser probados por Arnold fueron: que la Misa y la Transubstanciación eran idolátricos e
inescrutables; que la Iglesia de Roma no era la esposa de Cristo y que su política era mala y pagana.
Arnold envió aquellos proposiciones al Obispo, quien requirió quince días para contarle, los cuales le fueron
concedidos. Al día señalado, el Obispo apareció trayendo un largo manuscrito, que fue leído en la conferencia. Arnold
deseaba ser escuchado de su propia voz suplicando solamente que tuvieran paciencia para escucharle, si acaso
tomaba mucho tiempo para contestar aquel largo escrito. Claras promesas de ser escuchado pacientemente le fueron
hechas. Discursó él por espacio de 4 días con gran afluencia de facilidad y con todo orden, perspicacia, y con potencia
de argumentos lo que produjo una poderosa impresión en la audiencia.
Finalmente Arnold quiso que el obispo y monjes pudieran responder y vindicar la Misa y la transubstanciación por
medio de la Palabra de Dios.
A lo que respondieron que por aquella ocasión no estaban bien informados, pero la causa de la brusca conclusión de
la conferencia, demostró de que parte estaba la ventaja. Mientras los dos delegados estaban disputando con Arnold,
el Obispo de Villeneuse, el árbitro por el partido papal, declaró que no se podía determinar nada, por la llegada de los
Cruzados, cuan acertado estuvo él doblemente, pues el ejército papal avanzaba, y por fuego y hoguera, pronto decidía
toda controversia.
Arnold y sus asistentes fueron indudablemente del número que deseaban verdad y por ella vinieron a la luz, que sus
hechos podían manifestarse que ellos eran labrados en Dios. Y sus adversarios fueron de aquellos que aborrecían la
luz y no quisieron venir a ella, para que sus obras no fueran reprobadas.
50
El recurso del partido Papista “A las armas” como recurso de grave argumentación, no fue sin verter desprecio para
la Palabra de Dios, lo mismo confesar que su luz les era una ofensa a ellos. La aproximación de los Cruzados quienes
en la forma relatada, puso un fin a la conferencia, no fue un simple accidente; para Inocente quien jamás deseó decir
la conferencia (controversia) mediante la argumentación, en ocasión de la aciaga muerte del monje antes
mencionado, había despachado predicadores a través de toda Europa, para reunir a todos los que quisieran vengar la
sangre inocente de Peter de Chateauneuf; prometiendo el paraíso a aquellos, quienes tomaron las armas por 40 días,
confirmándoles las mismas indulgencias que se les otorgaron a aquellos, quienes tomaron la conquista de la tierra
santa.
Nosotros prometemos además, decía él en su Bula “A todos aquellos quienes tomaron las armas para vengar el crimen
dicho, el perdón y remisión de sus pecados. Y desde este momento no podemos guardar la fe con aquellos, que no
la guardan con Dios, queremos dar a entender a todos que toda persona que esté sujeta al dicho Conde Raymond
mediante el juramento de lealtad, o por cualquier otro medio, está absuelto por autoridad apostólica de toda clase
de obligación; y esto es legal para todo católico romano, perseguir a dicho conde y apoderarse de sus dominios, etc...
El tirano prosigue así en su Bula: Nosotros os exhortamos, perseguirlos con mano fuerte, despojarlos de sus tierras y
poner a católicos romanos en sus habitaciones”.
Así fue el método del papa, castigando a todo un pueblo, por un solo delito cometido por Raymond.
Los varones franceses movidos por la avaricia que motivaba la sugestión de Inocente (papa) acometieron con todo
rigor aquella nefasta obra. Los cristianos Valdenses entonces no teniendo otra parte para actuar, después de haber
cumplido el deber de lealtad como soldados sujetos, que sufrieron con paciencia la opresión del Anti-Cristo.
Trescientos mil hombres inducidos por la avaricia y la superstición llenaron el país por varios años, con matanza y
confusión. Las escenas de vileza, perfidia, barbaridad, indecencia, hipocresía, sobre la cual Inocente presidía, puede
difícilmente concebirse. Esto fue conducido en parte por sus legados y en parte por el infame con Simón de Monfort.
El castillo de Menervee en las fronteras de España, ante la necesidad del agua, fue sometido necesariamente a
sujetarse al legado papa. Un cierto abate, arremetió predicando a aquellos que se encontraban residiendo en el
castillo, exhortándolos a someterse al reconocimiento del papa. Pero ellos interrumpieron su discurso declarando
que su trabajo no era a propósito. El conde Simón y el legado ordenaron que hicieran un gran incendio, y quemaron
a ciento cuarenta personas de ambos sexos.
Estos mártires así muertos en triunfo, alabando a Dios que los tuviera por dignos de morir por causa de Cristo. Ellos
se opusieron al Legado en su cara, y dijeron a Simón, que en el último día cuando los libros sean abiertos, él se
encontrará ante el Justo Juez por todas sus crueldades. Algunos monjes se llegaron entre ellos, proponiéndoles que
tendrían piedad de ellos, y prometiéndoles perdonar la vida, si tan sólo se sometían al papado. Pero los cristianos no
amaron sus vidas hasta la muerte solamente a tres mujeres de la compañía se retractaron.
Otro castillo llamado Thermes, no lejos de Menerve, en el territorio de Narbonne, fue tomado por Simón en el año
1210. Este lugar dijo Simón: es de todos los demás, el más execrable, pues en 30 años no se ha celebrado ni una sola
misa. Un hecho notable que nos da alguna idea, tanto en cuanto a su establecimiento, como al número de los
Valdenses; parece que el verdadero culto papal se dejó sentir en aquel lugar. Sus habitantes pudieron escapar de
noche y evadir a los mercenarios manos de Simón.
Pero el triunfo de los malvados es breve; después de haber sido declarados soberanos de Tolouse, el cual así había
conquistado el general de los ejércitos de la Iglesia (romana) este su amado y precioso hijo, después de haber oprimido
y tiranizado a los Valdenses por innumerables confiscaciones y exacciones, fue matado en la batalla del año 1218.
El conde Raymond murió de enfermedad común en el año 1222, en un estado de paz y prosperidad, después de su
victoria sobre Simón. Ningún hombre jamás fue tratado con mayor injusticia por el papado, pero ninguno es conocido
por su carácter inteligente y piedad. Su perseguidor Inocente, murió en el año 1216, y el famoso Dominico en 1220.
Los Valdenses sufrieron una sorda e incesante persecución de parte de la Iglesia Romana, en muchas partes diferentes
de Europa hasta el tiempo de la Reforma y en mayores instancias, se endurecieron con admirable paciencia y
constancia.
Así largamente hizo el Rey de los santos proveer para la instrucción de su Iglesia en la oscuridad de las edades medias.
Los Valdenses ciertamente son, el eslabón que une a los primitivos cristianos y padres con los de la Reforma, y por su
conocimiento, la prueba es totalmente establecida, que la salvación por la Gracia de Cristo, producida en el corazón
mediante el poder del Espíritu Santo y expresado en la vida, que siempre ha existido desde el tiempo de los apóstoles
hasta este día y que esta es la doctrina señalada por la cruz, y distinta a toda otra religión de pura fórmula, aún cuando
así mismo se autonombre cristiana, más ajena al espíritu de Cristo. Towsend´s Abridgment. P. 416, 423.
51
EL ESTADO GENERAL DE LA IGLESIA ROMANA EN EL SIGLO DECIMOTERCERO
Aún cuando las memorias narradas de los Valdenses no corresponden exclusivamente al siglo decimotercero, como
sea, esto es adscrito a ellos, porque durante ese tiempo sufrieron la más cruel y endurecida de las persecuciones, así
como experimentaron severos conflictos, los que particularmente excitaron la atención de toda Europa.
Esto aconteció en el tiempo de inmensa ignorancia y perversidad. Ciertamente la filosofía aristotélica prevalecía; pero
esto es de todas manera, alumbrada desmesuradamente. Los más instruidos doctores con muy pocas excepciones,
no tuvieron en su conocimiento, al antedicho grado de la mayor ignorancia y vulgaridad, la multitud de los estudiantes
tontamente empleaban dentro de ellos mismos, en cuanto a la miserable transacción de Aristóteles, sin ningún
propósito.
Su ambición era aparecer como instruidos ante los ojos de las insensatas multitudes. Los Dominicos y Franciscanos
fueron casi las únicas órdenes las cuales así mismos devotos al estudio. Ellos tuvieron amplios edificios y casas dignas
de príncipes, ellos atendían en sus lechos de muerte a los ricos y a los grandes, urgiéndoles a que legaran inmensas
fortunas a sus propias órdenes. Estos ganaron mucho terreno hasta el tiempo de la institución de los Jesuitas,
constituyeron el pilar del papado. La así llamada persecución de los herejes, constituyó una gran parte de su empleo,
mientras que las otras órdenes por su inmoralidad fueron así mismos reducidas al menosprecio. Estas dos órdenes
tuvieron la semblanza de mérito, más no la substancia, reviviendo la autoridad de la Iglesia Romana, soportó y
confirmó cada superstición reinante y con planes astutos e hipócritas, indujo a gran número a enriquecerse a ambos,
es decir, al papado y los establecimientos monásticos.
Estas dos órdenes tuvieron una decidida ascendencia en Inglaterra, en donde se arrojaron gran poder. La servil
esclavitud y superstición bajo la cual se hundió Inglaterra, resultó de una comisión con la que Inocente IV dio a John
el Franciscano, en 1247, así como sigue: Nos le imponemos, que si la mayor parte de los prelados ingleses, hicieron
preguntas, entonces por censura eclesiástica retirarles sus apelaciones a pesar de sus privilegios e indulgencias.
Completamente desvergonzados fueron los papas en este tiempo, en las exacciones que operó en sus dominios en la
humanidad, los que defraudaron a los mismos franciscanos, y no temieron a las consecuencias. Los hombres quienes
no recibieron el testimonio de Jesucristo y rehusaron a su yugo, fácil, fueron inducidos a besar el cetro férreo del
tirano italiano.
La mayor parte de Europa, tuvieron que abandonar los más importantes artículos de la justificación por el mérito de
Jesucristo solamente mediante la fe, y fueron enredados en la traba de una religión farisaica, y fácilmente se dieron
así mismos a numerosas supersticiones, para dar reposo y quietud a sus conciencias. Los Valdenses encontraron paz
y confort y la expectación celestial mediante Jesucristo solo por fe, y en consecuencia despreciaron por completo al
imperio papal con todas sus pertenencias, mientras que otros que se estremecían en sus conciencias por sus pecados
y no supieron de la Santa Sabiduría de descansar solo en Cristo para la salvación, bien podían hincharse con
indignación ante la perversidad de la corte de Roma, pero sin atreverse a emanciparse de sus cadenas.
Fue entonces el poder del papa. El vínculo de la perversidad con el cual envalentó a los hombres con la esperanza del
cielo entre tanto vivían en la superstición y en el exceso de sus grandes crímenes.
En 1234, el papa Gregorio IX deseoso de incrementar el crédito del imperio papal, por una Bula dirigida a toda la
cristiandad, invitando a los hombres a asumir la cruz y marchar hacia la tierra santa, en dicha bula decía: El servicio
hacia el cual son ahora invitados en una expiación efectiva por los extravíos de una vida negligente. La guerra santa
es un método comprendido para, o compendiado para, el descargo de las deudas de los hombres, restaurándoles al
Favor Divino. Aun si alguno muriere en el camino su intención le será tomada como un hecho, por lo que muchos
serán coronados sin haber sido combatientes.
En esto, Gregorio, en efecto, se opuso a la doctrina de la expiación de Cristo, y en su lugar enseñó a que los hombres
esperaran de Dios la justificación, en los méritos del servicio militar interpretado por el mandato de su (según él)
Vicegerente. De esta manera la mente de los hombres fue removida de la fe en Cristo, y los hombres enseñados a
confiar para el perdón en el Soberano Pontífice, siendo conducidos a embeber la fatal doctrina que les permitía
cometer toda clase de perversidad, con la halagüeña respectiva de ganar el favor Divino, sin la necesaria reformación
del corazón y vida.
La misma ignorancia y superstición general, los mismos vicios e inmoralidad que predominaron en el último siglo XII
abundaron en este siglo XIII, cristianos reales fueron hallados solamente entre los Valdenses, o entre aquellos que
adoraban a Dios en la oscuridad. Varias sectas surgieron, que fueron cruelmente perseguidas por los papas y
emperadores pero no aparecen haber profesado la real doctrina, o el haber sido influenciados por el real Espíritu de
Cristo Jesús.
52
Algunas de ellas, tanto en principio como en práctica fueron la desgracia de la naturaleza humana, pero el narrar
los detalles del fanatismo, con los cuales más abundan las historias eclesiásticas, no es el objeto de esta obra. La
Iglesia de Dios considerada como una sociedad, parece ser que existieron solamente entre los Valdenses.
Allí muchas sociedades en este siglo XIII que sufrieron extremadamente por el poder de la mano de hierro, entre todos
estos, los Valdenses algunas veces llamados Lollards, por el sendero del reproche se puede ver perfectamente y se
distingue, por su sólida piedad, su sano juicio escritural y sus prácticas virtuosas; he allí porque pueden justamente
contarse de haber sufrido por causa de la justicia, mientras que el resto, tan lejos como certeza aparecen haber sido
mártires por causa de su necedad, turbulencia e impiedad. Towsend´s Abridgment, p. 423, 425, 428, 429.
CAPÍTULO 17
DEL DECIMOTERCER SIGLO AL DECIMOCUARTO D.C.
LOS LOLLARDS Y OTROS PROTESTANTES
Un arrojado e intrépido maestro surgió de entre los Boghardos, o Picardos, en 1315, en la persona de Walter Lollards,
quien se convirtió en una saeta o pastor entre ellos y de quien los Valdenses fueron llamados Lollardos. Moreland
confirma que él (Walter) fue de gran reputación con los Valdenses, por el hecho de haber transportado esas doctrinas
(Valdenses) dentro de Inglaterra, en donde prevalecieron en todo el reino.
Walter estuvo en unidad de criterio doctrinal y práctica con los Valdenses, en el año 1320 Walter Lollards fue
aprehendido y quemado vivo, su muerte fue grandemente en detrimento de sus negocios, pero, como se quiera no
fue la ruina de la causa; pues doquiera aparecieron, fueron sostenidas por personas de rango y de grande instrucción
y continuaron sus sociedades en muchas provincias de Germania. Orchards, Bap. Hist. P. 322, 333
Procedentes de Germania vinieron los hermanos guardadores del sábado, quienes fundaron la Ephreta, Pa., Colonia,
y hasta nuestros días la verdad de los mandamientos de Dios ha sido guardada ante el mundo por los descendientes
de estos hijos de Dios.
Por el año 1330 el pueblo de Dios en Germania fue hostilizado y oprimido gravemente por el inquisidor monje Jacobino
llamado Eachard. Después de haber infringido cruelmente sobre este pueblo por algún tiempo, fue inducido a
averiguar la causa y razones de la separación de ellos de Roma. La fuerza de la verdad últimamente prevaleció sobre
todos sus prejuicios. Su propia conciencia atestiguó que muchos de los errores y corrupciones, con los que se les hacía
cargo a aquella iglesia apóstata (romana) realmente existían; y hallándose así mismo incapaz para seguir aprobando
sus artículos de fe, ante la Palabra de Dios, él confesó que esta verdad había llegado hasta él, dando gloria a Dios;
ingresó en la comunión de las iglesias Valdenses, con quienes fue juntamente perseguido hasta la muerte. La noticia
de su conversión avivó la ira de sus perseguidores. Fueron despachados emisarios su persecución; finalmente fue
aprehendido y confinado a Heidelberg, en donde fue entregado a las llamas. Idem. p. 333, 334.
A despecho del hecho que Roma fue despiadadamente en la ruta de cada dirigente entre las iglesias durante este
siglo, la verdad continuó prevaleciente, sin hacer caso, ni a la espada, ni al fuero ni a las mazmorras. Verdaderos hijos
del Cordero fueron hallados a través de Europa y especialmente muy numerosos en Francia, Italia, Germania,
Bohemia.
De acuerdo al trabajo de Benedicto, hubo allí en Bohemia, 80,000 heréticos, quienes fueron llamados Valdenses en el
año 1315. En el New Schaff Herzog Religious Enciclopedia, artículos Valdenses, pág. 234, dice: Determinaron a
celebrar la Cena del Señor anualmente, y esto en Francia también tuvieron esa costumbre de ese pueblo de celebrar
anualmente la Cena del Señor desde un tiempo temprano.
Esa obra dice más adelante: En Germania, así como en Francia, los Valdenses celebraron la Cena del Señor
anualmente, entre los siglos XIII y XIV. En los Alpes Cottain sobre el otro lado así como en Provence, Apulis, Calabria
y a mediados de Italia, esta independiente celebración de la Cena del Señor continuó mucho después que en Francia.
Ya hemos notado que Benedicto (Hist. Of Baptist, p, 308) habla de separadas y distintas sociedades guardadoras del
sábado, Lollards tan temprano como 1389 D.C.
Los Valdenses enseñaron que la Iglesia de Roma al apartarse de aquella primera santidad y pureza en el tiempo de
Constantino el Grande por cuya razón, ellos rehusaron someterse a la autoridad que se usurpó el pontífice. Decían
que los prelados y doctores debían imitar la pobreza de los apóstoles, y ganar el alimento por el trabajo de sus manos.
Contendían en cuanto a que el oficio de enseñar, confirmación y admisión de los hermanos, pertenecía en alguna
medida a todos los cristianos. Su disciplina fue extremadamente estricta y austera, pues ellos interpretaban el Sermón
de Jesucristo en el monte, el sentido de las palabras en una forma literal condenaban la guerra, litigios, la adquisición
de riquezas, capitales punibles, ganados y la defensa propia. Jone´s Church Hist. P. 266.
53
Aunque en este siglo fue testigo de mucha persecución contra el verdadero pueblo de Dios por parte de los
apóstoles romanos, no obstante Dios les protegió y preservó, y les permitió retener con firmeza la verdad que había
sido preservada por sus antepasados en la fe, allá a través de la edad oscura. Esto fue para aquellos dignos hermanos
quienes, en una época de oscuridad llevaron la verdad de las Escrituras, hasta los reformadores de los siglos venideros;
a quienes somos deudores de nuestra sincera gratitud, por aquella sublime verdad que nos preservaron.
CAPÍTULO 18
DEL SIGLO DECIMOCUARTO AL DECIMOQUINTO D.C.
EL CLIMAX DEL PAPADO
En el siglo quince la corrupción en la Iglesia Romana es extendida en profusión, y el verdadero trabajo de los
verdaderos hijos de Dios, dentro de la congregación romana, para limpiarlos de aquel sistema apóstata, fue más que
igualado por el ministerio de la verdadera Iglesia de Dios sin el sistema de la ramera.
La reforma protestante, con la que más plenamente trataremos durante el siglo siguiente, podemos decir haber
principiado en el siglo XIV-XV a través de la obra de Walter Lollard, Wycliefe, Huss y otros, cuyo trabajo fue tomado
en el siglo siguiente por Lutero, Knox y otros.
De cualquier modo, eso no puede ser imaginado que la verdadera Iglesia de Dios no fue testigo contra el papado y su
sistema anticristiano, durante este tiempo, por quienes fue fielmente proclamado el mensaje contra Babilonia, el
llamado del Angel en Revelación “Salid de Ella, pueblo mío”, durante la edad oscura y no le hizo moderarse, inmutable
cuando los reformadores vinieron públicamente procedentes de la misma Iglesia romana, antes bien continuó
atrevidamente testificando contra la ramera madre del Tiber.
Jones dice: Es presumible que los lectores hayan podido ver en las páginas precedentes lo bastante para ser la opinión
que no es correcta, aquella que entre nosotros prevalece, en cuanto a que fue total extinción de la cristiandad en su
pureza y totalidad por edades que precedieron a la forma o reforma luterana, pero esto no es más que un error
popular. Jone´s Church History, p. 324, ed. 1837.
No puede concebirse como sea, que la verdadera iglesia que antes de la Reforma haya perdido su pristisima pureza,
pues esto no fue así, pues silenciosa pero firmemente retuvieron los Mandamientos de Dios y la Fe de Jesús, la cual
fue en el principio de la era evangélica confinada a los santos.
Benedicto, (historia de los Bautistas, p. 308) habla de separadas y distintas sociedades de la Iglesia guardadoras del
Sábado, las que fueron conocidas antes de la Reforma.
Otro directo e importante testimonio se encuentra en un tratado sobre el sábado, por el Obispo White. Hablando de
los guardadores del sábado como opuestos a la práctica de la iglesia y como heréticos él dice. Esto fue así condenado
en los Nazarenos y en los Corintios en los Hypsistarii. El antiguo sínodo de Laodicea, hizo un decreto contra esto,
capítulo 29: también Gregorio el Grande afirmó que esto fue judaico o era judaizante. En los días de San Bernardo
también esto fue condenado en los Petrobrussianos.
Los mismo, igualmente fue revivido en los días de Lutero por Carlstadt, Sternberg, y por algunos sectarios entre los
Anabaptistas, por lo que desde entonces fue condenado como Judío y Herético (p. 8 London, 1635) Lewis History S&S,
p. 218.
En “Life of Milton” (Vida de Milton), segunda edición, páginas 309, 319 es corroborado del Dr. Symmons anota acerca
del estado de separación del tipo de cristianos Waldenses y el tipo de los Reformadores protestantes. El Dr. Symmons
dice: Yo les llamo entonces, como son ellos llamados en estos despachos oficiales, por el nombre generalmente
conocido de Protestantes; pero los disidentes de la Iglesia papal quienes ocuparon los valles de Piamonte, no tuvieron
ninguna conexión ni origen en común con aquellos propiamente fueron llamados protestantes como uno de sus
primeros actos de su asociación en Germania. Ciertamente los Valdenses fueron mucho más antiguos en su árbol
genealógico y queda por sentado fueron de la antigua iglesia romana mucho antes que esta se corrompiera con las
innovaciones papales. Pág. 375 nota al pie de Jone´s Church History Ed. 1837.
Entre ellos no hubo sacerdotes, ni disputas en cuanto a servicios religiosos, ni litigios; ellos terminaron sus diferencias
entre ellos mismos. Ninguno de aquellos que han tratado de restaurar las ciudades vecinas supo que haya habido
señales sin haber existido entre ellos ni obispo ni la práctica de la Misa.
Oraban a Dios en su propio caló y siendo empleados continuamente tuvieron la felicidad de no conocer vicios. Así fue
que los Valdenses disfrutaron de tranquilidad (por cerca de 200 años) cuando los reformadores Germania y Génova
vino a sus oídos que allí existían otros de la misma persuasión de ellos. Idem. P. 325.
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Ahora trataremos de mostrar a través de los siguientes extractos que proceden de historiadores de reputación, como
lo anotado en el libro “The Intervening Hand of God”. De manera que guardó y libró el Señor a su pueblo de las
huestes armadas del adversario antes que se mostrara la Reforma.
RESCATADOS DE LA CHUSMA ARMADA
Escaparon de la chusma armada, Hebreos 11:34. De uno de los siglos cuando los ejércitos eclesiásticos trataron de
invadir y someter cada tierra donde la planta de los Reformadores en la verdad fueron echando raíces, vinieron
historias de rescate como las que nos muestran los capítulos que encierran la historia del antiguo pueblo de Israel,
como de los ejércitos sirios frente de Samaria huyeron presas de pánico cuando el Señor hizo que las turbas sirias
oyeron de carros y ruido de caballos (2º. Reyes 7:6, así más de una vez un sobrenatural terro hizo huir a las fuerzas
invasoras quienes ya contaban tener una segura conquista).
El PÁNICO SOBRECOGER A LOS INVASORES
En tiempos pasados al mirar la defensa de la Verdad por la cual Huss fue quemado en Constance que condujo a los
Bohemios quienes amaron su memoria, tomaron las armas para defender la Verdad de Dios. Lutero cautivó la
verdadera idea, cuando, al principio de su trabajo, él insistió en que esto se debió únicamente por la Palabra de Dios
pudo encontrar el error.
Pero un centenar de años después de Lutero, esta verdad fue imperfectamente conocida, al grado de admitir que
armas carnales tuvieron que salir para resolver algunas veces y esencialmente conflictos religiosos. Como sea,
especialmente en este tiempo, no se trata de un conflicto ordinario sobre religión; pero, de una basta y vergonzosa
invasión total en sus tierras en donde se hallaron los Bohemios.
Evidentemente esto no iba a ser permitido por la providencia que las fuerzas de la intolerancia pudieron invadir la
religión aquella en aquella región, en donde principiaba a verse el vislumbre de la luz de la reforma.
El papa Martín habiendo organizado una gran cruzada, la cual entró en Bohemia en junio de 1427. Electores, príncipes
y condes encabezaron las huestes invasoras, con un enviado especial del papa, con sus instrucciones. El pequeño
ejército de los Hussistas, bajo las órdenes de Ziska, el “Tuerto” salió a encontrar a los invasores; el historiador Wyllie
dice; ahora se encontraron a la vista los unos con los otros, y los dos ejércitos estaban separados solamente por el río
que fluía más allá de Meiss, los cruzados eran superiores en fuerza grandemente e instados a arrojarse a atravesar la
corriente del río, y cerrarse en batalla con los Hussistas, quienes habían venido hasta poder ser vistos, estuvieron
silenciosamente esperando y observando, pero, fue por muy pocos momentos que los invasores contemplaron a la
tropa Hissista.
Un súbito pánico les sobrevino, se volvieron y huyeron en la mayor confusión. Para el enviado del papa, fue como
quien despierta de un sueño, su labor llamado a ser coronado con victoria, desvaneciese repentinamente en
vergonzosa derrota. History of Protestantism, Book 3, Chapter 17.
Sin embargo, impulsados por el papa, una cierta gran cruzada fue organizada e introducida en Bohemia en 1431,
cantando triunfo conforme marchaban, Wyllie otra vez nos dice: Los enemigos acamparon cerca del poblado de
Reisenberg. Los husssistas no obstante a no estar a la vista, pero el sonido de su aproximación golpeó los oídos de los
germanos el avance estruendoso de sus vagones, así como el himno guerrero cantado por el ejército entero, como
ellos lo hacían al marchar valientemente adelante hacia la batalla, fueron escuchados distintamente.
El cardenal Cesarini y un acompañante subieron a una pequeña colina para ver el inminente conflicto. Abajo estaban
las hordas, las cuales ellos contemplaban y que pronto trabarían un victorioso combate. Este era el imponente
espectáculo, el ejército de muchos nacionalistas, con sus banderas ondeantes, sus caballeros cubiertos de cota de
malla con sus cascos “calvario” sus largas líneas de vagones y su numerosa artillería.
El cardenal y su amigo contemplaban aquel espectáculo unos minutos cuando les sobrecogió susto al ver un extraño
y repentino movimiento entre aquellas hordas. Como sobrecogidos por un invisible poder simultáneamente
parecieron quebrarse y esparcirse. Los soldados arrojaron a lo lejos sus armaduras y huyeron unos por un camino y
otros por otro, y los vagoneros sacaron sus vehículos de su cargamento y partieron a través del llano en pleno galope.
Herido de consternación y tremendamente aturdido el Cardenal precipitadamente bajó al campo y luego se enteró
de la causa de la catástrofe que el ejército fue presa súbitamente de un misterioso pánico, y que dicho pánico invadió
tanto a los oficiales como a los soldados.
El Duque de Bavaria fue uno de los primeros en huir, había el cardenal dejado su carruaje, en la esperanza de no
perderse aquel espectáculo al poner a prueba al enemigo y retador su persecución. Tras él también vergonzosa fuga
vino al Elector de Bran (NO SE PUEDE LEER NADA) y contiguo al Elector seguía otra clase inferior, que huían del campo
55
por aquel invisible temor. El ejército siguió si es que así se le puede llamar al testigo de un ejército que últimamente
se ha reunido en abanderada turba, pero que ahora era solamente una chusma derrotada, huyendo sin ninguno que
los persiguiera.
El comentario del historiador Wyllie expresa la convicción que debe llegar a cada corazón. Hay allí algo más, en los
hechos que hemos relatado así como el valor que inspiran la conciencia de una buena causa y la debilidad y la cobardía
engendrada por la conciencia de un malo. Allí está, en este punto de toque de el Dedo Divino –la infusión de un
sobrenatural terror-. Idem.
EJÉRCITO DE LOS EXTRAÑOS PUESTOS EN FUGA
En 1487 el Papa Inocente VIII firmó un decreto o Bula de exterminio contra los Vaudois, pueblo de los Valles del
Piamonte, valles de Italia. Su continuo rehusar a aceptar la doctrina de Roma. Mucho antes a la Reforma del siglo XVI
fueron el objeto del odio papal.
Cuando la inquisición le fue rehusado permiso para establecer su maquinaria de espionaje y tortura en los valles, el
pueblo hizo volver a esos agentes por la fuerza de las armas. Esto trajo la bula ordenando la total destrucción.
Tropas llegaron en millares, dieciocho mil regulares de Francia y del Piamonte, reunidos por una turba de ladrones y
bandoleros quienes fueron los que después saquearon a los hogares que vivían feliz en los valles. Algunas de las
consideraciones en cuanto a la liberación que salvó al pueblo de una total destrucción en la primera persecución
general a los Vaudois, tenemos históricos hechos parecidos a los que ocurrieron en los días de Israel.
La campaña de masacrar, al cuidado de cierto legado llamado Cattanee (Cataneo) en interés del Papa, dio principio
atacando sobre el valle de Angrogna. El enemigo fue quebrando la línea defensiva de los Vaudois, en un punto detrás
en donde se encontraban las mujeres y los niños y los ancianos; de esto nos dice el Dr. Mauston: Viendo caer a sus
defensores, aquellas familias cayeron sobre sus rodillas con gran lamentación; las mujeres, niños y ancianos unidos
en ferviente ruego y llanto, “O DIE AIJUTACI” que quiere decir “Oh Señor, auxilianos” o “Mi Dios, Sálvanos”.
Aquel lamento de plegaria fue el único lamento que brotó de sus angustiados corazones en esos momentos de terrible
angustia y que llegó hasta el cielo, pero sus enemigos se rieron de eso y viendo aquella compañía sobre sus rodillas,
aceleraron su avance “mis compañeros están viendo, ellos vienen a darles sus respuestas” exclamó uno de sus jefes,
apodado “El Blace de Mondovi” a causa de su fuerte complexión e inmediatamente uniendo la baladronada al insulto,
se levantó la visera de su yelmo para demostrar así que no tenía ningún temor de encontrarse frente a aquella pobre
gente a la que insultaba, pero en aquel momento una flecha de punzante acero lanzada al vuelo por un joven de
Angrogna llamado Peter Revel golpeó a este nuevo Goliat con tal violencia que le penetró en el cráneo en medio de
los ojos derribándolo muerto.
Su tropa, presa del terror, retrocedieron en desorden, el pánico se apoderó de ellos; los Vaudois tomaron ventaja de
ese instante e impetuosamente arremetieron contra ellos lanzando a sus adversarios, continuando ansiosamente su
persecución, barriéndolos de aquel gran plan en el que habían sido vencidos y dispersos. Entonces subieron de nuevo
a sus familias milagrosamente salvados, ellos de la misma manera se derribaron sobre sus rodillas y así todos juntos
dieron las gracias al Dios de los Ejércitos por aquella victoria que con justicia había sido ganada. History of the
Waldenses, Vol. I, páginas 33-34.
Pero los invasores de ninguna manera se daban por derrotadas, solamente fue para volver más enfurecidos, cuando
volvieron al siguiente día más feroces que antes, en cuanto a esta ocasión Wyllie dice en la historia: parecía un
imposible que aquellas víctimas pudieran escapar reunidos en aquel paraje, el pueblo Valdense para los soldados de
Cataneo, debían de tener una sola nuca, para que esta fuese cercenada de una sola vez.
Pero Dios fue quien veló sobre los Vaudois, Él ha dicho del Legado Papal y sus ejércitos, como de otro tirano de otro
tiempo: Yo pondré anzuelo en sus narices, y mi freno en sus labios y haré mover para que regresen por el camino por
el cual veniste.
¿Por medio de qué agente fue frenado el avance de aquellas hordas? ¿Sería acaso por un poderoso ángel que hiriera
a Cataneo y a su ejército como sucedió a Sennacherib? Ningún ángel bloqueó el paso. ¿Fue acaso por rayos y piedras
de granizo que cayeron sobre los soldados de Cataneo como los fue con Sisara? Los rayos dormían y el granizo no
cayó.
¿Sería un terremoto o un torbellino el que los perturbara? Ningún terremoto desprendiendo rocas sobre la tierra, ni
torbellino alguno hendió las montañas. La instrumentalización puesta ahora en acción para proteger a los Vaudois
de la destrucción, fue una de las más brillantes y más débiles en toda natura; no obstante a no obstruir en forma
inexorable, pudo tener más eficazmente cerrar el paso y quebrar la marcha de la turba haciéndoles el alto
instantáneamente “una nube blanca no más grande que la palma de la mano de un hombre, fue observada por los
Piamonteses sobre la cumbre de las montañas en el momento preciso en que los ejércitos entraban al desfiladero.
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Esta nube creció rápidamente, más grande y ennegrecida. Principió a descender, vino rodeando a los lados de las
montañas produciendo enormes olas, semejante a un océano que descendía del cielo, un mar de lóbrego vapor, el
cual cayó derecho sobre el sitio donde se encontraban el ejército del papa sellándoles y llenándolo desde la parte
superior hasta el fondo con una negra y densa neblina.
En un momento las turbas estuvieron de noche, fueron aturdidos y estupefactos y no podían ver a nadie, ni atrás ni
adelante, ni podían avanzar ni retroceder, tartamudeaban en un estado desbordante de terror.
Los Valdenses interpretaron esto como la intervención de la Providencia en su defensa. Esto les dio el poder de repeler
al invasor, subiendo las laderas del prado, y saliendo de todos sus escondites en los alrededores se extendieron sobre
las montañas, por aquellos senderos con los cuales estaban familiarizados, y mientras las turbas permanecían
remachados debajo de ellos, atrapados con un doble lazo, el desfiladero y la niebla; ellos arrancaron piedras inmensas
y rocas y lanzaron produciendo un ruido ensordecedor en la barranca.
Los soldados papales fueron aplastados en donde se encontraban, aunque no fue esto todo, algunos de los Valdenses
audazmente penetraron en el abismo, espada en mano y les atacaron por el frente. Aterrador pánico sobrecogió a
aquellas hordas píamentescas, el que les impidió a la huida, pero su esfuerzo por escapar, les fue mucho más fatal que
las espadas de los Vaudois o las rocas que los veloces como flechas habían rodado de las montañas. Se empujaban
unos a otros.
Y en el forcejeo entre unos y otros se derribaban, por lo que algunos fueron hallados bajo las plantas de sus
compañeros hasta morir; otros fueron arrollados sobre los precipicios y aplastados al caer sobre las rocas, otros
cayeron sobre el torrente y perecieron miserablemente. History of the Waldenses, Chapter 5.
“Las armas de nuestra milicia no son carnales”. La historia de la Reforma nos muestra que ese sufrimiento fue por
testificar, mas no por una simple querella que la luz de la Verdad fue inducida a brillar.
Pero en estas experiencias de liberación vemos la Divina Providencia guardando el pequeño bando de Testigos en los
valles del Piamonte hasta tanto que llegaban el tiempo de la Reforma.
UNA NUBE POR ABRIGO
Los Vaudois en los valles del Piamonte habían de ser todos, pero exterminados. Entre tanque la Reforma se extendía
por el norte de Europa, las fuerzas papales visitaban las villas de los Vaudois con espada y fuego. Los sobrevivientes
de ellos impelidos afuera, encontraron refugio en Suiza y en el sur de Germania. Después de varios años de exilio, se
esforzaron para volver a sus hogares, espías enviados entre los valles reportaban pioneros formaban la “Gloriosa
segunda entrada” como siempre fue después llamada.
Contra los ataques de sus enemigos, ellos fueron compelidos del lago de Geneva a través de Savoy, cerca de su propio
territorio. Pero en las faldas de una montaña llamada la Balsiglia ellos fueron cercados por las tropas piamonteses y
franceses, las cuales fueron enviadas para dar fin de ellos. Su último sitio aparentemente había llegado, y ahora el
enemigo con su artillería en posición, descansaron porque había llegado la tarde, y conferenciaron que a la próxima
mañana podían deliberar en cuanto a la carnicería que de aquel puñado haría. Wylie dice:
Nunca antes tuvo padecimiento tal inevitables amenaza de destrucción sobre los Valdenses, permanecer en donde
estaban era una muerte segura. ¿Por dónde podrían huir? Tras ellos se elevaban los inescalables precipicios de el
Col Du Pis, y debajo de ellos sus enemigos en cantidad de hormigas. Si ellos esperaban a que la mañana llegara, venía
a ser imposible el poder pasar el enemigo sin ser vistos, así que aquel era el momento, aunque era de noche las
numerosas fogatas que resplandecían debajo de ellos daban claridad luminosa como si fuera de día.
Pero la hora de su apuro fue la ocasión de la oportunidad de Dios. Antes frecuentemente se había visto ser así, pero
quizá nunca tan sorprendentemente como en esta ocasión. Mientras que ellos veían este camino y el otro camino,
pero sin poder descubrir cómo escapar de aquella red en que se encontraban atrapados, la niebla empezó a
acumularse sobre las cumbres de las montañas alrededor de ellos.
Ellos sabían del antiguo manto que en ocasiones de peligro habían protegido a sus padres. Esta se deslizaba más abajo
y más debajo de las grandes montañas. Ahora ya se podía tocar en el picacho supremo del Balsiglia. ¿Sería acaso
esto un escarnio a sus esperanzas?. ¿Solamente se podía tocar, pero no cubría acaso su campo en la montaña? Pero
de nuevo la nube se pone en movimiento, descendiendo arrolladora en su blancura, crecía aborregada y ahora pendía
guareciendo por su derredor al campamento de su fuerte y al puñado de sus heroicos defensores. No obstante no se
arriesgaban al intento de escapar, a causa de las resplandecientes llamas que vigilantes ardían en el valle. Pero esto
no fue más que por breves minutos, pues la niebla fue guardando el curso de su descenso y ahora todo queda en
oscuridad. Una tártara oscuridad que llenó el desfiladero de San Martino.
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En aquel momento, como la guarnición estaba muda, considerando a donde conducirían aquellas cosas; el capitán
Poulat, un nativo de aquellas partes, rompió el silencio haciéndoles un llamamiento para que se armasen de valor,
pues él conocía bien los senderos, por lo que podía conducirlos y pasar las líneas de los franceses y piamonteses por
un extravío conocido sólo por él. Caminando a gatas sobre sus manos y sus rodillas, y pasando estrechamente a los
centenales franceses, no obstante, pero ocultos a ellos por la niebla descendieron espantosos precipicios e hicieron
la escapada.
Quien no haya visto esos senderos, dice Arnaud, en su “Rentree Glorieuse” (reentrada gloriosa) no puede concebir el
peligro de ellos, y no podrá inclinarse a pensar en cuanto a mi relato de esa marcha como una pura ficción, pero esto
es estrictamente verdadero; y debo añadir, el lugar es demasiado espantoso, tanto que algunos de los mismos Vaudois
se sobrecogieron de espanto cuando después a la luz del día vieron la naturaleza del paraje por el cual habían pasado
en la oscuridad.
Cuando el día rompió, cada uno de los ojos que se encontraban en la llanura fueron vueltos hacia el Balsiglia. Aquel
día las cuatrocientas cuerdas que Catinat había traído consigo fueron puestas en requisición, y la “Feux-de-Loie” largo
tiempo preparada vino a ser iluminado en Pinerolo. Los Vaudois habían escapado, se fueron y podían ver a las
montañas distantes cubiertas de nieve, lejos del alcance de quienes pudieron ser sus captores. Bien podían cantar,
“Nuestra alma es librada cual un ave fuera de la trampa de sus cazadores, la trampa ha sido rota y hemos escapado”.
History of Prote Stantism, Book 16, Chapter 15.
Alcanzaron su propio Valle del Pra del Tor y para su alegría, todo inesperadamente encontraron, agentes del Duque
de Savoy, su Príncipe con un mensaje de buena voluntad, autorizándoles a regresar a todos sus familiares, así como a
todos sus compañeros, creyendo que de todas partes se encontraban huyendo. De esa manera otra vez el pueblo
Valdense encontró hogar entre las montañas que tuvieron ocultos sus padres, alejándose de la cólera de Roma en los
días del pasado.
CAPÍTULO 19
DEL SIGLO DÉCIMO QUINTO AL DÉCIMO SEXTO D.C.
LA REFORMA PROTESTANTE
El siglo dieciséis es el período de la reforma de la iglesia romana. Durante este siglo, Martín Lutero vino al frente
procedente del sistema romano, y con él, muchos de los líderes de la reforma en varios países. Muchos historiadores
equivocados, hacen remontar la historia de la Iglesia de Dios de los días de los apóstoles a la apostasía que llegó
después de la muerte de los apóstoles y discípulos, y entonces presumen que la Iglesia se fue juntamente dentro de
la caída de Roma, hasta el tiempo de la Reforma, no dándose cuenta que Dios protegió a la verdadera Iglesia,
habiéndola guardado separada y totalmente distinta al sistema apóstata durante todo el tiempo que la Iglesia apóstata
gobernó.
Que la verdadera Iglesia existió y aparte de los reformadores al principio mismo de la Reforma, podemos asegurarlo
por el siguiente testimonio de Jones:
Una lectura atenta a los trabajos de Lutero y sus asociados nos harán percibir fácilmente que los trabajos de sus
mentes estuvieron bajo el mismo error como el de su mismo conflicto. Esto no causó sorpresa alguna en ellos, saber
que sí había numerosos en su derredor y en cada país, deseos de una Reforma. Los cuales también podían agregarse
a estos protestantes en todas las edades subsiguientes y que bebieron implícitamente sus errores. El bendito Señor
nunca se dejó a si mismo sin testigos en el mundo y menos durante el reinado del Anti-Cristo, período ese de la más
tremenda y general defección en contraste a sus verdaderos adoradores.
El reservó para sí, miles y decenas de millares que guardasen los Mandamientos de Dios y la Fe de Jesús, ni menos
tiene por qué causar sorpresa alguna, que los verdaderos seguidores de Cristo están sujetos a un reino el cual no es
de este mundo, ni tienen establecimientos nacionales, ni animados por ningún poder mundial. Sus principios y su
conducta estuvieron muy lejos de querer ser tenidos por dignos y respetados por el mundo, excepción hecha en lo
lejos de su testimonio público por el cual como auténticos hijos de Dios, estuvieron sujetos a las persecuciones que
en su contra se levantaron.
La verdadera profanación del Cristianismo condujo a sus enemigos a cultivar la paz y unión dentro de ellos mismos, y
agradando a su Divino Autor, apartándose de toda turbulencia y facción estatal. Jone´s Church History, p. 326, Ed.
1837.
Los Valdenses del Piamonte, al hacer una petición de misericordia a sus soberanos, a causa de sus perseguidores
alrededor del año 1559 hicieron el siguiente petitorio, en su apelación: Implorar a su alteza que considerara; que la
religión que ellos profesaban, no era una cosa del reciente ayer, como sus adversarios falsamente le habían informado,
pues era sencillamente la profesión de fe de sus padres, abuelos y no solamente sino aún de sus predecesores de
muchos más antiguos tiempos, desde la época de los mártires penitentes, apóstoles y profetas; y que llamaba a sus
adversarios a probarles lo contrario, si eran capaces. Persuadidos por lo tanto, como lo estaban, que su religión no
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era de humana invención, antes bien, fundada sobre la Palabra de Dios, la cual permanece para siempre; estaban
seguros que ninguna fuerza humana sería capaz de extinguirlos. Idem. p. 354.
Los Reformadores (Lutero, Calvino, Knox y otros) con todo su fervor y conocimientos, fueron unos bebes en el
conocimiento espiritual, si les comparamos con los Valdenses, y particularmente con respecto a la naturaleza del reino
de Cristo y sus instituciones, leyes y cultos en general. Idem. p. 326.
Cuatro Biblias se produjeron bajo la influencia de los Valdenses, alude la historia de Calvino, denominándolas: una
griega, otra Vernacular Valdense, otra Francesa, y la otra italiana. El mismo Calvino fue guiado a su gran trabajo por
Olivestan un Valdense (Olivetan) así fueron estos los que trajeron la Reforma a Calvino, que estudiantes de la
Universidad de París brillantes. Wilkinson, Our Authorized Bible Vindicate, p. 37.
Lutero dice de los Valdenses: Que entre ellos, él (Lutero) encontró una cosa digna de admiración, una cosa no oída
en la Iglesia del Papa, que ponía a un lado la doctrina de los hombres, y en cambio su meditación era la Ley de Dios de
día y de noche, y que eran expertos y sumamente versados en el conocimiento de las Escrituras. Jone´s Church History,
p. 263.
En el año 1530 D.C. uno de los pastores de los Valdenses, George Morel, publicó la memoria de su Iglesia, él dice que
allí hubo entonces 800,000. Id. Pág. 440.
Que los Valdenses fueron los descendientes del pueblo de la verdadera Iglesia de Dios, quienes aún retenían sus
doctrinas distintivas y observan el séptimo día sábado, día de descanso, como una parte de los Diez Mandamientos
de Dios, tenemos las siguientes declaraciones autorizadas.
Erasmus (1466-1536) escribió de los Sabbatarianos en Bohemia, en los albores de la Reforma los descendientes de los
Valdenses en Bohemia y Holanda formaron el material para las iglesias guardadoras del sábado, las que aparecieron
en los albores de la Reforma. History by Lewis. P. 317-320.
La Chamber´s Enciclopedia establece esto: Muchos pensadores concientes e independientes en el Reino de Elizabeth
(1558-1603) abogaron por el séptimo día. The Sabbath Recorde del 11 de junio de 1868 dice: en 1552 muchos en
Inglaterra fueron conocidos como Sabbatarianos (sabáticos).
El mismo Lutero, aún cuando como se ha dicho creyó y practicó la observancia del séptimo día como día de descanso,
tampoco la prescribió en sus artículos de fe para sus seguidores, en las copias que ahora tenemos acceso. Como se
quiera, esto ha sido dicho en su tesis original Lutero abogó por la observancia del séptimo día sábado, pero ello
objetaron sus colegas como un motivo, que era una doctrina impopular, que más bien podía encontrar la repulsa en
los sostenedores de la Reforma quienes, no tan píos como debieron ser, pero que sí fueron de gran ayuda contra la
usurpación de papado.
Lutero: en sus obras ha escrito de su credo en el sábado como sigue: el sábado fue antes que la ley de Moisés viniera,
y ha existido desde el principio del mundo. Especialmente tiene lo devoto, de haber preservado la verdadera fe, la
que encontramos juntas y nos llaman hacia Dios en nuestro días. Luther´s Works XXXV, p. 330.
Como la reforma llegó a ser un suceso, muchos de entre los antiguos Valdenses Iglesias de Dios, fueron atraídos a
formar parte del cuerpo de creyentes que provenientes del sistema romano se formaban bajo los reformadores. Y
por otro lado la mayor parte de los retenedores de la Fe fueron muy queridos por las Iglesia Valdenses; pero la misma
Iglesia de Dios puso muy en alto la fe que conocían y practicaban las verdades sostenidas, y mantenían el precio de
las vidas de sus antecesores en pasados siglos, quienes mantuvieron y conservaron el verdadero Evangelio, libre de
las corrupciones que se deslizaban entre las doctrinas de las nuevas sectas a través de los Reformadores, que vinieron
de entre el sistema clerical romano.
The Baptist Ciclopedia (1881) establece: en 1530 de acuerdo con Du pin, la unidad de los Valdenses con los
Reformadores, y fueron persuadidos a renunciar a ciertas peculiaridades, las cuales en otro tiempo ellos retenían, y a
recibir doctrina que para ellos les era totalmente extraña a su credo. Este nuevo arreglo venía a armonizar la Reforma
del siglo XII con la del siglo XVI.
A mediados del siglo XVI el aliento del protestantismo procedente del Norte principió a moverse sobre estas colonias
Italianas. Los Pastores quienes les visitaron les dijeron del Sínodo que tuvo verificativo en Angrogna en 1532 y el cual
vino a ser como el principio de los meses a la antigua Iglesia de los Valles.
Más gloriosas noticias fueron llevadas comunicándolas a los Cristianos de Calabria. En Germania, en Francia, en Suiza,
y en Dinamarca el antiguo evangelio resplandeció afuera con esplendor desconocido hasta entonces por edades. La
lámpara en los Alpes no fue mucho tiempo la única y solitaria luz en el mundo, alrededor de ella hubo un círculo de
poderosas antorchas cuyos rayos se mezclaron con aquellos de la antigua luminaria, combinados fueron para dispersar
la noche de la cristiandad. Wylie, History of the Valdenses, p. 108.
59
TRIBULACIONES DE LA IGLESIA DEL PASADO
Jan Everts de Deventer fue conducido a la muerte en Mideelburg en el año de 1535. El fue bautizado en Hague por
Meynart, un maestro de la Iglesia. Más adelante él confesó que su esposa había sido bautizada en Delft, por Obbo de
Leeuwarden; que hacía cuatro años que él no participaba del sacramento de la confesión, y que tampoco creía que
Dios estuviera presente en el sacramento del altar, pues esto únicamente se usaba para recordar los sufrimientos y
muerte de nuestro Señor.
No tuvo él en estima las costumbres e instituciones de la Iglesia de Roma; y aquellos que de sus seguidores habían
sido puestos a la muerte en Ámsterdam, él sostiene que eran cristianos y que como cristianos murieron cuando se les
prometió perdonarles a cambio de retractarse de su fe, él lo rehusó rotundamente. De este modo otros testigos de
la verdad fueron añadidos a las huestes de mártires del Cordero.
Ya ha sido observado que una larga emigración, enumerando algunos de los millares de peregrinos en el Tirol, Suiza,
Austria, Styria y Baviria, tuvo lugar por el año 1530, bajo la guianza de Jacob Hutter. Los exilados encontraron lugar
de refugio en Moravia. Muy pronto después de haberse establecido el rey Federico ordenó su expulsión, pero por la
persuasión del Mariscal y por la expresa resolución del pueblo de hacer causa común con los refugiados, el edicto fue
retractado.
Lugares de adoración fueron ahora erigidos, granjas también fueron adquiridas, disfrutaron de las mutuas ventajas
del comercio, y juntos ciñéronse familias por más cerrados y cariñosos lazos. Numéricamente se multiplicaron. Los
oprimidos de muchas tierras vieron un refugio y libertad de conciencia de esa tierra de paz. Nuevamente otro edicto
fue signado para su expulsión y ese mandato fue acompañado de la fuerza militar. Fue un tiempo en que se les
permitió remover sus pertenencias, las súplicas a favor de ellos para que se les permitiera habitar en las villas por ellos
construidas, no prevalecieron o que por lo menos se les permitiera recoger el producto de los frutos que habían
sembrado.
Ellos ofrecieron pagar tributo por sus posesiones y por usufructo de libertad para adorar a Dios, pero también esa
oferta fue rechazada e inmisericordiamente fueron lanzados. Los densos bosques en los confines de Moravia les
depararon un lugar de retiro. En medio de oscuros callejones y densas sombras, las mentes de aquellos errantes
fueron animadas a tener paciencia, constancia, piedad, y devoción mediante las exhortaciones de sus directores.
Debemos dar gracias a Dios, -comían las palabras de Hutter- que seamos tenidos dignos de sufrir persecuciones y cruel
exilio por su nombre, esta es la recompensa de los elegidos en esta cárcel, que es este mundo, la aprobación de
Nuestro Padre Celestial en estas pruebas. De la manera que su pueblo Israel sufrió el Egipto, en el exilio y en
persecuciones; y crueles tormentos, en sufrimientos, y en martirio gozaron del favor del Señor.
Que la tristeza se aleje de ustedes, poned a un lado sufrimientos y pesares, reflexionad cuan grande galardón os espera
a cambio de las aflicciones que ahora os asedian. Hutter, más adelante dirigió la siguiente epístola al Mariscal en
nombre de todos. Martyrology, London.
DIRIGIDA DE HUTTER AL MARISCAL DE MORAVIA POR EL AÑO DE 1530
Tomado de Matyrology un viejo libro y por el hermano George Van de Londres. Nosotros hermanos quienes amamos
a Dios y a su palabra, los verdaderos testigos de nuestro Señor Jesucristo, desterrados de muchos países por el nombre
de Dios y por causa de la Verdad Divina, y habiendo venido hacia acá a las tierras de Moravia, teniendo asambleas,
juntos y morando bajo su jurisdicción mediante el favor y protección del Dios Altísimo, a quien solo alabamos,
honramos y loamos por siempre. Os suplicamos sepáis, honrado Gobernador de Moravia que vuestros oficiales han
venido a nosotros y hemos deliberado vuestro mensaje y mandato, como en verdad os es bien conocido.
Ya antes os dimos una respuesta verbal, y que ahora os la repetimos por escrito. Que hemos sido separados del
mundo, de una vida pecaminosa y de toda iniquidad. Creemos en el Dios Altísimo y en su Hijo Nuestro Señor
Jesucristo, quien nos protegerá en adelante y para siempre en cada peligro, y a quien con toda devoción les tenemos
entregadas nuestras vidas, así como todo lo que poseemos para guardar sus mandamientos y abandonar toda
injusticia y pecado.
De allí porqué somos perseguidos y despreciados por todo el mundo y nos despojan de nuestras propiedades como
lo hicieron en otro tiempo a los santos profetas de la misma manera que al Cristo mismo.
Por medio del Rey Fernandino, el príncipe de las tinieblas, aquel cruel tirano y enemigo de la Verdad Divina y de la
Justicia, muchos de nuestros hermanos fueron asesinados, puestos a la muerte sin ninguna misericordia, nuestras
propiedades confiscadas, nuestros campos y hogares fueron desolados, nosotros mismos caminamos hacia el exilio y
más ferozmente perseguidos.
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Después de estas cosas, venimos al interior de Moravia, aquí por algún tiempo habitamos quietamente y en
tranquilidad, bajo nuestra protección a nadie hemos injuriado, así mismo nos hemos ocupado en pesados trabajos,
de lo cual todos los hombres pueden dar testimonio. No obstante y con vuestra autorización somos lanzados a la
fuerza de nuestras posesiones, y de nuestros hogares.
Nos encontramos ahora en el desierto, entre selvas bajo el pabellón del cielo. Pero todo esto pacientemente lo
soportamos, alabando a Dios de ser contados dignos de sufrir por su nombre. No obstante por vuestra causa nos
afligimos que seáis quienes así perversamente traten a los Hijos de Dios. Los justos están llamados para sufrir, pero
¡Ay desdichados! Desdichados todos aquellos que sin causa nos persiguen, sólo por la razón de la Verdad Divina e
infringen sobre nosotros muchas, muchas grandes injurias y nos arrojan de ellos como si fuesemos perros o bestias
brutas. Su destrucción, pena y condenación están cerca y vendrá sobre los tales en terror y espanto, en la vida
presente y en la venidera, en ambas.
Pues Dios requerirá de vuestras manos la sangre inocente que han derramado y terriblemente vindicará a sus santos,
de conformidad a las palabras de los profetas.
Ahora que usted ha ordenado que se nos lance con violencia e inmediatamente al exilio, permítasenos entregarles
nuestra respuesta. No conocemos lugar alguno en el que acaso pudiéramos vivir seguramente, ni tampoco nos
arriesgamos a permanecer aquí por temor al hambre y si volvemos al territorio de este o aquel soberano, dondequiera
encontraremos a un enemigo, si vamos más lejos caeremos en las garras de tiranos y salteadores, como a ovejas ante
la voracidad del lobo o ante la ferocidad del león, entre nosotros hay muchas vidas y bebecitos en sus cunas, cuyos
padres por la crueldad del tirano Fernandino, enemigo de la verdad y la justicia, les entregó a una terrible carnicería,
confiscando además sus propiedades.
Estas viudas, huérfanos y niños enfermos confiados a nuestro cuidado por Dios, y a quienes el Altísimo nos ha
ordenado alimentarles, vestirlos, abrigarlos y suplir a todas sus necesidades, quienes no podrán emprender ese viaje
con nosotros ni podremos de ninguna manera proveerlos, lo cual al no hacerlo no podrán vivir por mucho tiempo.
Por esto no podemos abandonarlos. No podemos echar abajo la ley de Dios, por observar la ley de los hombres, aún
cuando esto nos cueste oro, cuerpos y vidas. No podemos separarnos de su cuenta, pero antes de que ellos lleguen
a sufrir tal injuria, nosotros la sufriremos extremadamente, hasta el derramamiento de nuestra sangre. Además
tenemos casas y siembras, la propiedad que hemos ganado con el sudor de nuestras frentes lo cual consta a Dios y a
los hombres, estamos pues, justamente en nuestra posesión. Y para venderlas necesitamos tiempo y demorarnos.
De lo que posee no tenemos urgente necesidad en orden a sostener a nuestras esposas, niños, viudas y huérfanos, de
los que tenemos gran número y que ellos no mueran de hambre. Ahora ubicamos en el ancho bosque y si Dios permite
sin ningún perjuicio, pero permítasenos restaurarnos, y nosotros viviremos como hasta aquí lo hemos hecho, en paz
y tranquilidad. No deseamos molestar a nadie ni perjudicar en lo mínimo a nuestros enemigos, ni siquiera al rey
Fernandino. Nuestra manera de vivir, nuestras costumbres y conversación son conocidas por dondequiera, de todos.
Más bien cuando alguien se equivoca de peso, somos nosotros quienes sufrimos la pérdida en un cien por ciento, y
antes que golpear a nuestros enemigos con la mano, mucho menos con venablo y alabarda, como el mundo lo hace,
nosotros preferimos morir y entregar la vida. No llevamos armas carnales ni lanzas, tampoco armas de fuego, eso es
tan claro como el día abierto. Y quienes digan que de nosotros se han ido por millares para presenciar la batalla, estos
mienten, así mismo calumnian a nuestros gobernantes.
Demandamos de esta injuria delante de Dios y el hombre, así lamentamos que el número de los virtuosos sea tan
reducido. Desearíamos que todo el mundo fuera como nosotros somos y que pudiésemos traer y convertir a todos
los hombres al mismo credo, entonces todas las guerras y la iniquidad tendrían su final. The Martyrology, London.
CAPÍTULO 20
DEL SIGLO DECIMOSEXTO AL DECIMOSÉPTIMO D.C.
OBSCURIDAD ANTES DE LA CAÍDA
El siglo diecisiete marca la crisis de la persecución contra el verdadero Pueblo de Dios. En las antiguas naciones de
Europa los Santos de Dios fueron esparcidos, conservando la Verdadera Fe, guardando los mandamientos de Dios y
viviendo una vida ejemplar en los Valles y colinas del continente. Vino el tiempo, como sea, que la tierra llegó a ser
poblada, y los enemigos de la verdad llegaron a afligir a las colinas que formaban los verdaderos hijos de Dios, y
naturalmente las persecuciones fueron más intensas.
El resultado fue que esos santos tuvieron que viajar de nación en nación, descubriendo asilo aunque no duradero,
hasta que llegaban las hordas romanas que los perseguían. Los siguientes extractos servirán para manifestar el espíritu
de persecución y el estado de desesperación que confrontaron los Santos en este siglo.
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En una carta de Oliver Cronwell, el Lord protector de Inglaterra en 1665 a los Lords de las Provincias Unidas, en
defensa de los Valdenses, entonces perseguidos, en Provincia de el Duque de Savoy, anotamos lo siguiente:
Pero, si sobre la otra mano, él continuara firmemente resuelto a destruir totalmente y conducir a un estado de
perturbación a aquellos hombres, entre quienes nuestra religión fue así plantado por los primeros predicadores del
Evangelio, y así mantenida en su pureza de edad, en edad, o también reformada o restaurada a su primitiva pureza
mucho antes que entre otras naciones. Nosotros, por este medio declaramos nuestra espontaneidad listos para
notificar en común con ustedes y el resto de nuestros hermanos y aliados de la religión reformada, de qué manera
debemos proveer para la preservación y ayuda de ese destrozado pueblo. Jone´s Church History, p. 380, Ed. 1837.
Otra vez a los Cantores Evangélicos de Suiza, Cronwell dice: Después del auxilio de Dios, parece recaer sobre ustedes,
el proveer a esta la más antigua descendencia de pura religión que no pudo ser destruida en este remanente de sus
antiguos profesores. Ed. P. 390.
Algunos de los refugiados procedentes del valle de Tyrol, dieron cuenta de sí mismos a los ciudadanos de Coire en
Suiza en 1685: Ellos fueron un remanente de los Valdenses, quienes no adoraron ni a imágenes ni a santos, así
creyeron en el Sacramento (La Cena del Señor) solamente en una conmemoración de la muerte de Cristo; y en muchos
otros puntos ellos tuvieron sus opiniones diferentes a aquellas de la Iglesia de Roma. Tampoco conocieron a los
luteranos, ni a los Calvinistas; y los Grisons, aunque vecinos suyos, nunca oyeron de estos cercanos a ellos de la religión
protestante. Idem. p. 413.
En 1603 una explicativa declaración fue hecha por los Valdenses en refutación de la falsa acusación de los romanistas
en contra de ellos. Esto principia a establecer que, desde tiempo inmemorial y de generación en generación, la misma
doctrina y profesión religiosa fue mantenida por sus predecesores en el Marquesado de Saluces. Idem. p. 364.
Los Valdenses hicieron petición al Duque de Savoy para ser protegidos ante sus enemigos, pidiendo permiso para
seguir su fe aprendida de sus ancestros. Esta petición fue secundada por la Duquesa de Savoy quien fue una princesa
misericordiosa y quien tuvo gran influencia sobre las afecciones del Duque, siendo el discernimiento de ella siempre
el porqué aquel pueblo no fuese severamente tratado, y quienes no cambiaron su religión, la que no era de unos
pocos días, pero que tenían posesión de sus antecesores por muchas edades. Idem. p. 356.
Durante todas estas persecuciones, como se quiera, Dios estuvo muy cerca de sus verdaderos hijos y su mano
interventora pronto en sus aparentes desastres, tan pronto como ellos le llamaron a Él. La explicación siguiente nos
mostrará ejemplos del cuidado de Dios sobre los suyos.
LA NECESIDAD SUPLIDA
Cuantas veces, en tiempo de desastre, ha mostrado Dios su vigilante cuidado impresionando por medio de agentes
desconocidos para que actúen como sus mensajeros a uno de sus hijos en necesidad. Andren Duncan de Escocia,
estuvo de regente en el colegio de San Leonardo. El fue en un tiempo confinado a Francia por causa de sus
convicciones religiosas y ahora en los días de 1621 como un Ministro en Crail, él fue desterrado del reino de Escocia
por Nonconformista. El vino con su familia sobre las orillas inglesas a Berwick.
Ellos fueron reducidos a tan gran penalidad, una noche en particular, los niños pedían pan, y no habían quien se los
diera, ellos lloraban con profunda tristeza, la madre de la misma manera era deprimida de espíritu en gran manera.
El mismo Ministro tuvo algunas veces el recurso de la oración, y en intervalos se esforzaba por alentar a su esposa a
no perder la esperanza; y suplicar a los niños, y por último consiguió llevarlos a la cama; pero ella continuó
lamentándose fuertemente.
El la exhortó a esperar pacientemente en Dios quien en aquellos momentos los estaba probando, pero quien
indudablemente les proveería; y agregó que si el Señor hiciera llover pan del cielo, ellos no lo querrían.
Esta confianza fue la más notable, por cuanto ellos no tenían amigos, ni conocidos en aquel lugar a quienes pudieran
dar a conocer su terrible situación por la que atravesaban.
Y no obstante a eso, a la mañana siguiente un hombre trajo un saco de provisiones y vino, sin decirles de dónde venía,
aunque les rogó que recibieran las provisiones. Cuando el padre abrió el saco, encontró una bolsa con 20 libras
escocesas (dinero) dos hogazas de pan, una bolsa de harina, otra de cebada y muchas otras provisiones; y
habiéndoselo traído todo a su esposa le dijo: Mira a qué buen Maestro yo sirvo. Scots Worthies, P. 279.
Otra vez cuando la señora de Duncan encontrándose enferma y grandemente apenada en su necesidad, y no sabiendo
hacia dónde dirigirse vino una dama, una gentil señora, de quien los antiguos registros dicen, de manera evidente,
viniendo a suplir sus necesidades y a confortándola suministrándoles ella misma el auxilio tan urgentemente
necesitado, pues se trataba de traer un nuevo bebe a la familia.
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El mensajero de la misericordia lo permitió entonces, yéndose y sin manifestar su identidad, o siquiera la forma en
que ella tuviera conocimiento de aquella necesidad para suministrar el susodicho auxilio. Andrew Duncan nos hace
ver solamente a través de este relato su testimonio en cuanto al cuidado que Dios tiene de sus hijos en la hora del
desastre.
El antiguo escritor Wodrow, historiador del tiempo de los convenios dice de James Hamilton, ministro de Edimburgo,
quien fue despojado y reducido a una muy grande estrechés en Mortaunhall.
Cierta noche, su esposa, su familia y él se encontraron sin más alimentos que los hurgados en esa última cena y no
obstante él mantuvo su confianza en Dios. Aquella noche Sir James Steuart, de Gutters, quien vivía no lejos de él,
pero que ignoraba completamente su presente estrechés, dijo a su esposa cuando esta ya se había acostado, que él
sentía una angustia en su manera acerca del Sr. Hamilton, de seguro se encontraba en algún apuro, e hizo que su
señora se levantara de su cama y diera órdenes a sus sirvientes que muy pronto nada más al amanecer, llevaran una
carga de provisiones a Mortounhall, de conformidad con lo cual así acordado se hizo, y esto llegó de la manera más
oportuna. Analecta Vol. 1, p. 91.
Así fueron los hombres que caminaron sus colinas, fuertes en el amor y en el temor de Dios, arrastrando a través de
una larga hora oscura, parecido al artificio y furor del poder. Struthers.
Quienes puedan seguir la historia de esos hombres y mujeres, quienes testificaron en medio de la prueba, en aquellos
tristes tiempos, de errores y crueles persecuciones de una religión reforzada por el estado, y no reconocida otra vez
la poderosa mano de la Providencia, estrechados frente a horas de extremidad y necesidad humana. De la misma
manera en tiempos apacibles pudo la misma mano querida guiarnos. Sobre páramo y pantano, sobre peñasco, hasta
la noche es ida. The Intervening Hand.
El Nuevo Mundo fue abierto a la emigración de Europa para colonización, y los perseguidos santos, conocidos por
nombres diferentes en la historia, huyeron hacia América por un cielo de seguridad. Los peregrinos, los puritanos, los
Cuaqueros, fueron esparcidos entre ellos la verdadera Iglesia de Dios, y llevó con ellos a las playas del Nuevo Mundo
la Fe que una vez fue confiada a los santos y preservada por sus antepasados por el precio de su sangre en los desiertos
de Europa.
Las Iglesias en las Naciones de Europa fueron literalmente destruidas en el siglo, y la historia de ellos como Iglesias,
puede seguramente decirse haber cesado, con muy pocas y notables excepciones, las cuales trataremos de considerar
bajo el título de “La Iglesia de Dios en las Islas Británicas”.
Jones dice de la exterminación de las Iglesias Valdenses en el Piamonte: He pretendido dar la historia de las Iglesias
del Piamonte y otros lugares comúnmente designados como Valdenses y Albigenses, no en lo individual; y como lo he
considerado a estas Iglesias al haber sido totalmente esparcidas y destruidas mediante una serie de persecuciones
que terminaron en el año 1686, he considerado así mismo haber traído el sujeto a su legítimo cierre. Jone´s Church
History Preface, Pág. 9, Ed. 1837.
El lector notará con interés el cierre de la notable historia concerniente a este pueblo. Cómo, por causa de las amargas
persecuciones en Europa la Iglesia fue totalmente diseminada y esparcida, hasta por él considerada en su objetivo,
legítimamente cerrado. Esta persecución continuó en este año de 1600, y fue durante el tiempo de este mismo
período que los peregrinos vinieron a América para escapar de la persecución y cuando de acuerdo a la Revelación de
Jesús, Capítulo 12:16 “Que la tierra ayudó a la mujer” la iglesia. Esto fue América la tierra de la libertad religiosa, que
el pueblo conocido para el mundo como Waldenses, Puritanos, Anabaptistas, Lollards, etc..., fueron huyendo de la
persecución y quienes en general fueron conocidos por la descripción escritural del nombre, La Iglesia de Dios.
CÓMO EL SEÑOR MANTUVO Y PROTEGIÓ A LA IGLESIA
Ahora relataremos algo de las maravillosas manifestaciones de Dios interviniendo como el Omnipotente poderoso en
protección de su verdadero pueblo guardador fiel de sus mandamientos, en los tiempos de peligro y desastre.
Los Nonconformistas fueron tenido como tales por el hecho de no estar conformes a la Iglesia Episcopal, la que ya en
ese tiempo fue reconocida como la Iglesia del estado en Inglaterra. Estos Nonconformistas, fueron un pueblo que se
mantuvo por la Palabra de Dios en su pureza con los Mandamientos de Dios y la Fe de Jesucristo en su credo.
Numerosos testimonios por doquiera nos dicen que su fidelidad tanto al nombre como a la verdadera fe de la Iglesia
de Dios.
CÓMO ESCAPÓ MATTEW WARREN
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Mattew Warren, fue un escolar de Oxford, Inglaterra. Siendo un Ministro de los Nonconformistas, fue visto
frecuentemente y cuando se le silenció como Ministro, fue un devoto educador de los jóvenes para el ministerio,
Calamy informa:
En una ocasión él fue notable y providencialmente librado. Vino una extraña impresión a la mente de su esposa, que
si él no se mudaba de su residencia en donde se encontraba retirado de su hogar él hubiera sido indudablemente
tomado prisionero. Conforme aquel presentimiento, ella envió un mensajero con una carta, rogándole
encarecidamente que fuera al hogar pero en ese mismo tiempo, o de lo contrario él ya no podría volver a verla.
El, imaginándose que se trataba de alguna indisposición de ella, y no el temor de algún peligro para él fuera la causa
de la urgencia de su esposa, inmediatamente tomó permiso de sus amigos, y volvió rápidamente a su hogar. Pero aún
no iba lejos de la casa cuando en una cuesta volvió a ver y desde allí vio la casa rodeada de personas que iban en busca
de él. Nonconformistas Memorial, Vol, p. 350.
LA EXPERIENCIA DE JOHN NOFWORTHY
John Nofworthy, fue también un hombre de Oxford quien vivía en Deveshire. Siendo lanzado afuera por
Nonconformistas, él fue cazado de prisión en prisión por persecuciones oficiales. Calamy dice: El fue reducido en
varias ocasiones a gran desastre, más el así mismo se daba valor en el Señor su Dios, y exhortaba a su esposa a que
hiciera lo mismo. Una vez, cuando él y su familia habían desayunado, y no tenían para proveerse de más alimento, su
esposa lamentó su condición y dijo: ¿qué voy a hacer ahora con mis pobres hijos?
Él la persuadió a que saliera a un paseo con él, y mirando un pajarillo le dijo: Toma nota como ese pájaro que se
asienta y gorjea, aún no podemos decir si ha desayunado o no, y si lo ha, sabemos si tendrá para la comida. De allí
que puede ser un festín, no debemos desconfiar de la Providencia de Dios, ¿qué acaso no somos mejores que muchos
pajarillos?. Id. Vol. I. P. 381.
Antes que llegara la hora del almuerzo, seguro a los predicadores de fe, suficientes provisiones para las necesidades
diarias fueron enviadas a ellos por una fuente desconocida.
HANSERD KNOLLYS EN LONDRES
Estad contentos con las cosas que tenéis; pues Él ha dicho que no te desamparará nunca, ni te dejará. Hebreos 13:5.
Esta promesa fue sustentada y librada a Hanserd Knollys, uno de los más eminentes de los primeros ingleses
disidentes; en un tiempo cuando él y su familia estuvieron en peligro. El incidente aquí relatado tuvo lugar en Londres,
después de su regreso de América a donde él huyó por un tiempo para escapar de la prisión. No obstante, estuvo en
el entredicho de las autoridades, y el Ministerio de la Palabra fue atendido con peligro, fue en la liberación de la crisis
que vino a la Faminial, como él descendió la promesa de Dios.
Knollys dice: Me encontraba pobre morando en un cajón por vivienda, y no teniendo nada más que seis peniques e
ignorando cómo proveer a mi esposa y a mi niño. Habiendo orado a Dios y alentado a mi esposa confiar en Él, y al
recordar experiencias pasadas y especialmente a la palabra de la promesa: Yo nunca te desampararé ni te dejaré,
pagué la habitación y salí fuera no sabiendo a qué parte la buena mano de Dios me conduciría, para recibir algo tocante
a mi presente subsistencia.
Cerca de siete y ocho puertas después de mi habitación, una mujer me encontró en la calle y me dijo que ella venía a
buscarme, y que su esposo la enviaba a decirme que allí había una habitación provista y preparada en su casa, por
unos amigos cristianos, para mí y mi esposa. Le dije de mi presente condición y me fui con ella a la casa. Allí me dio
ella veinte chelines que el Dr. Bostck, una víctima más tarde, le había dado para mí y alguna ropa blanca para mi
esposa la cual recibí y dije a su esposo: traeré a mi esposa e hijos y habitaremos allí.
Regresé con un gran regocijo y mi esposa fue grandemente afectada con aquel oportuno y adecuado auxilio. Después
de haber dado nuevamente graveadas todas las cosas necesarias y todos nuestro gastos pagados para quince
semanas. Divine Government by Higgens. (Gobierno Divino, por Higgens).
UN NIÑO EL AGENTE DE LIBERACIÓN
En el tiempo cuando los ministros de Inglaterra iban siendo ejecutados por Nonconformistas con las Iglesias del
Estado, 1662, un Mr. Rogers fue expulsado de su iglesia. El vivía cerca de un magistrado perseguidor Sir Richard
Craddok. Siendo muy encarnizado con los disidentes este magistrado colocó espías que vigilaran a Mr. Rogers y se
agradó en gran manera de poder hacer que él predicara en un lugar a él cercano. El predicador y algunos de sus
amigos que atendieron al servicio fueron condenados a prisión. El magistrado estaba en otro cuarto esperando fuera
los papeles.
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Sir Richard tenía una nievecita, quien encontró a Mr. Rogers siendo acariciada por él. Era una niña voluntariosa así
como histéricamente impaciente a refrenarse al ser injuriada, empuñaba un cuchillo, al ser contradicha. Por esta
causa a través del temor que ella pudiera hacer algo violento, Sir Richard había dado órdenes que pudiera ella dársele
libertad para que siguiera sus propios caminos en toda forma. Ella vino y tuvo noticia que su amigo estaba en la
prisión.
El relato, como lo encontramos en Calamy´s Nonconformist Memorial. Continúa: Ella corrió inmediatamente a la
cámara en donde su abuelo estaba y tocó con su cabeza y tacones hasta que entró y dijo: ¿Qué es lo que va usted a
hacer con mi buen y viejo caballero aquí en el vestíbulo?.
Esto es nada que te incumba, le dijo su abuelo: ve y ocúpate de tus negocios. Pero no lo haré dijo ella, él me ha dicho
que usted va a enviarlo a él y a sus amigos al presidio, pero si usted lo envía, yo misma me ahogaré en la laguna, tan
pronto como ellos se vayan, de veras que lo haré. Cuando él vio que la niña estaba determinada, él se dio por vencido
y penetró en el vestíbulo con el auto de prisión en la mano y dijo: Aquí tengo hecho el auto de prisión para enviarlos
a todos a la cárcel, pero ante la petición de mi nieta, les pongo a todos en libertad.
Ellos entonces se inclinaron agradeciéndole, Mr. Rogers se dirigió a la niña y poniéndole la mano sobre su cabecita le
dijo: Dios te bendiga, mi querida niña, pueda la bendición de ese Dios cuya causa hoy defiendes, no obstante y aunque
a él no conoces, sea sobre ti en la vida, hasta la muerte y aún hasta la eternidad.
Muchos años después de estos cuando hubo muerto Mr. Rogers, su hijo Timothy Rogers, conocido como el autor de
un libro melancólico religioso, fue a visitar el hogar de la señora Tooley de Londres, una dama famosa en aquel día
por su hospitalidad a los obreros religiosos. Aquí le contó la historia de la liberación de su padre. La señora Tooley le
escuchó con gran interés y dijo: ¿Y es usted hijo de aquel Mr. Rogers? Sí señora, contestó.
Bien, dijo ella, tan largo como yo tengo conocimiento con usted yo nunca antes supe esto, y ahora le diré también
algo que usted no supo antes. Yo soy aquella pequeña niña que su padre bendijo, aquello produjo en mi una impresión
que no he podido olvidar.
Entonces ella dijo su historia, ella tuvo heredad del Estado, de su padre y como una jovencita tuvo y pudo seguir en
todas las comodidades del mundo y sus alegrías, pero ella no encontró allí satisfacción. En la antigua villa romana de
Bath en el oeste de Inglaterra a donde ella visitó durante las primaveras por descanso y salud, un viejo doctor llegó a
ella con la promesa de leerle el Nuevo Testamento para su salud, lo cual hizo en ella lo más molesto. Regresó a Londres
de donde había venido.
Una noche ella tuvo un sueño, en el que se vio en un lugar de culto, y fue muy impresionada, y así se lo dijo a su dama
de compañía al ir en busca de aquella iglesia que había visto en el sueño.
El domingo por la mañana principió por recorrer y pasar por un número de iglesias. Por último llegaron a la callejuela
llamada Old Jewry off Cheapside, y vio a un grupo de gente yendo como a la Iglesia.
El relato continuó, se mezcló entre ellos y ellos la llevaron a la casa de reunión en el antiguo Jewry tan pronto como
ella hubo entrado en la puerta y vio en su derredor, se volvió hacia su compañera y le dijo:
Verdaderamente este es el sitio que vi en mi sueño, no esperó mucho tiempo hasta que Mr. Shower, ministro del
lugar, vino y subió al púlpito; tan pronto como ella le vio, dijo: Este es el hombre que he visto en mi sueño, el mismo
es; y si cada parte de esto es verdad, él tomó para su texto “Vuelve a mi descanso, Oh alma mía”. Cuando él se levantó
para orar, ella fue toda atención y cada frase llegaba a su corazón. Luego él tomó para su disertación aquel mismo
pasaje: Vuelve a su descanso, oh alma mía, y allí Dios la encontró de manera salvadora; y al final ella ganó lo que tan
largamente veía lejos, descansando su alma atribulada. Vol. I, pág. 381, Nonconformist´s Memorial (Memorial de los
Nonconformistas).
COMO EL DR. STENNET ESCAPÓ DE PRUEBA DE CULPABILIDAD
Dr. Edward Stennet, fue un Ministro nonconformista, en aquellos tiempos de la reprensión nonconformista, él fue
también un médico con cuya profesión, él sostuvo a su familia. Su hijo Joseph Stennet llegó a ser un muy conocido
predicador de Londres. De la publicación “Work of Joseph Stennet” (Obra de José Stennet) (Londres 1732). Algún
escritor de los prefacios, da cuenta del Dr. Edward Stennet, quien estuvo un tiempo considerable en la prisión por
causa de “Conciencia y Religión”.
Mientras habló de sus sufrimientos dice este escritor: No me parece inoportuno preservar un acontecimiento de una
liberación muy extraordinaria que él tuvo, cuyo relato escuché de su hijo. Este acontecimiento es el siguiente:
El habita en el castillo de Wallinford, un lugar donde no se podía garantizar la entrada ni de manera violenta,
solamente por medio de un jefe de justicia, y la casa fue así situada para que las asambleas pudieran realizarse, y cada
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parte de los cultos religiosos se efectuaron allí, sin el peligro de ningún auto de prisión, a menos que fueran
admitidos delatores de la que cuidadosamente se previnieron. Fue así como por un largo tiempo él guardó unas
constantes e ininterrumpidas reuniones en el salón de su casa.
Un caballero que fue en la comisión de la paz, y su vecino más cercano, siendo encolerizado ante la continuación de
una asamblea de este género muy cerca de él, después de haber hecho algunos intentos infructuosos que fueran
admitidos sus emisarios dentro de la casa en cuanto a una prueba enfurecido por su chasco, resolvió junto con el
clérigo su vecino, proveerse de testigos sobornados.
Aclararon estos, asalariar algunas personas exprofesas a este propósito a que declarasen con juramento haber estado
en esas reuniones y haber escuchado oraciones y predicaciones allí, aun cuando nunca hubieron estado en tales
reuniones. La conducta del clérigo en esta ocasión, fue de lo más censurable, por el hecho de que aparentaba una
gran amistad a Mr. Stennet, y estaba bajo una considerable obligación a él, teniendo frecuentemente necesidad de la
asistencia profesional como médico para su familia sin ninguna recompensa.
Mr. Stennet se encontró ante el sumario dirigido en su contra en el decreto de conciliábulo, con fundamentos sobre
el juramento de varios testigos y estando bien asegurado que nada, excepto el perjurio pudiera soportar, se resolvió
atravesarlo y así hacerlo por consiguiente.
El tribunal tuvo lugar en Newbury; y cuando el tiempo se acercaba, allí estaba el gran triunfo en aquel suceso y que el
caballero propuso a ellos mismos, cuando repentinamente la escena se cambió.
Vinieron noticias al magistrado, que su hijo quien últimamente él tenía radicado en Oxford, que se había ido con un
jugador, de lo cual la importancia y la marcha para ir en su busca impidió que el juez continuara atendiendo aquella
corte.
Aquel clérigo, pocos días después de aquel sumario se alardeaba mucho del servicio que había hecho a la Iglesia y a
aquel vecindario mediante su persecución y mediante a su propia determinación ser para Nebury que les llevara el
socorro, pero para sorpresa de muchos de designios se vieron frustrados por su muerte repentina. Uno de los testigos
que vivía en Cromish, fue también interrumpido de seguir en aquel juicio a causa de un violento y triste desastre en
el cual murió. Otro de ellos sufrió una caída de la que se quebró una pierna, quedando impedido.
En resumen de siete a ocho personas enganchados en estos malvados designios comparecieron pero solo uno fue
capaz de comparecer, este fue un jardinero quien frecuentemente fue ocupado en su labor diaria por Mr. Stennet,
pero nunca fue introducido en la casa, ni tampoco admitido en las asambleas religiosas que allí se efectuaban. Ellos
pensaron hacer de él, y por haber sido un sirviente de la familia constituía una muy natural evidencia y lo mantuvieron
amparado por varios días, para aquel propósito.
Pero cuando este hombre entró en razón, justamente cuando el tribunal se reunía, él mismo vino al pueblo
exclamando contra sí mismo, por su ingratitud y perjurio, así también en contra de aquellos que lo habían contratado
y absolutamente rehusó ir, de manera que cuando Mr. Stennet vino a Newbury, ni sus perseguidores ni los testigos
comparecieron en su contra, por lo que fue absuelo de los cargos.
El Dr. Stennet, su hijo José y su nieto Samuel, todos fueron ministros nonconformistas, así mismo todos sabatarianos,
observadores del séptimo día, José Stennet fue el autor muy usado. Majestuosa dulzura se entroniza en las sienes del
Salvador.
Los Stennets fueron miembros de la Iglesia Sabbatariana de Millyard, en Londres. El también escribió el himno que
se encuentra en muchas colecciones “Otros seis días son concluidos de trabajo, otros sábado es principiado; vuelve
mi alma, recobíjate en su descanso, aprovecha el día que Dios ha bendecido”.
INTENTO MALVADO TOMADO EN BIEN
Nicolás Thoroughgood, un escolar de Cambridge, fue un comerciante y viajero, llegando a ser un ministro, él salió de
la Iglesia del Estado con los otros 2,000 ministros nonconformistas y sufrió privaciones con ellos.
En su diario, dice Calamy, él registró una variedad de notables providencias en el curso de su vida, de lo que él toma
con profunda gratitud. He aquí un relato de una de esas liberaciones, de un enemigo:
Cuando Mr. Throughgood, vino al lugar, él ofreció (se esforzó) matarlo, pero la pieza le falló y solo dio un fogonazo en
la cazalota. La siguiente semana volvió a situarse en el mismo lugar con el mismo propósito. Cuando Mr. Throughgood
vino y pasó por este sitio, el miserable intento de disparar otra vez, y nuevamente la pieza del arma volvió a fallar. Por
lo que la conciencia le redarguyó de su perversidad, luego vino a él cayendo sobre sus rodillas y con lágrimas en sus
ojos le relató todo por completo rogándole le perdonara. Aquella providencia fue del medio de su conversión y desde
aquel tiempo vino a ser un serio, un buen hombre. Nonconformist´s Memorial by Calamy Vol. II, P. 76.
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CONSUELO EN TIEMPO EXTREMO
Otra liberación de esos tiempos se encuentra narrada en un antiguo volumen “Life of Olver Heywood” por J. Fawcett.
Leemos:
El ministro Oliver Neywood B.D. en un tiempo de gran persecución fue efectuada en Coley Chapel, cerca de Halifax,
en Yorkshire. En 1664 vino por escrito una orden para aprehenderlo como una persona excomulgada, pero él no fue
tomado. El actuó con toda precaución y prudencia en cuanto a evadir una larga prisión, manteniéndose así mismo lo
más privado; y esto en el agrado de Dios para protegerlo de la búsqueda que de él hacían sus perseguidores.
En uno de aquellos momentos, estando privado de tener entradas, su familia se encontró en gran estrechez, su
pequeña economía de dinero fue agotada totalmente, y las provisiones para la familia fueron enteramente
terminadas. Matha, su fiel sirvienta quien no quiso abandonarlos a su Maestro y a su esposa en el desastre aún sufrió
con ellos, pero ya no pudo prestarles más asistencia con sus pequeños ahorros. Mr. Heywood aún confiaba que Dios
podía proveerles y aunque nada tenía pero la divina promesa lo mantenía, entonces él dijo: Cuando la ampolleta y el
barril ambos se sequen, confiaremos en Dios aún más altamente.
Cuando los niños empezaron a impacentarse, Mr. Heywood llamó a su sirvienta y le dijo: Martha, toma una canasta
y anda a Halifax, pregunta por Mr. No. el tendero de Northgate y dile qué deseo me preste cinco chelines, si él fuere
tan bondadoso de darlos, cómpranos un poco de queso, algo de pan y algo más de las cositas que tú sabes
necesitamos. Anda a hacer este mandado y vuelve tan pronto como se sea posible, porque los pobres niños empiezan
a impacientarse por tener algo que comer. Que el Señor te proporcione tu buena ayuda, entretanto, nosotros le
suplicaremos a Él quien alimenta a los cuerpos cuando lloran, y quien conoce de nuestras necesidades antes que
nosotros se los digamos.
Marthe fue, pero cuando ella llegó a la casa sintió que el corazón le fallaba y ella pasó una y otra vez sin animarse a ir
y dar el mandado. Mr. N. quien estaba parado en la puerta de la casa (en la tienda) llamola hacia él y le preguntó:
¿No es usted, la sirviente de Mr. Heywood? Cuando ella le contestó que en efecto ella era, él le dijo: Cuanto me
alegra verla, pues algunos amigos me han dado cinco guineas, aproximadamente veinticinco dólares para su amo y
justamente estaba pensando ahora cómo enviárselos. Martha rompió en llanto, y le dijo el mandado Mr. N. fue
grandemente afectado con aquel relato, y le rogó que cuando volvieran a estar en un caso tal, llegara allí con él.
Ella lo más de prisa como le fue posible se procuró de las provisiones necesarias, y con un corazón aligerado de esas
cargas corrió al hogar a contarles el acontecimiento de aquella su jornada.
Cuando ella tocó la puerta de sus amos, la que ahora se encontraba mejor asegurada con llave por el temor de el
condestable y sus alguaciles, esta fue prestamente abierta. En cuanto entró los niños examinaron ansiosamente la
canasta, la paciente madre limpió sus ojos, y el padre escuchando la narración de la sirvienta sonrió y dijo “El Señor
aún no se ha olvidado de ser bondadoso, su palabra es Verdad desde el comienzo, aquellos que buscan al Señor, no
les faltará ningún bien. Salmo 34:10.
Otra maravillosa experiencia es dicha de este verdadero siervo de Dios y fiel Ministro de la Iglesia de Dios; de su
travesía por horas en el frío invierno, sin alimentos y sin dinero, sin conocer amigos, ni enemigos. Cuando él pidió de
la mano Divina la dirección en este tiempo de perplejidad y vuelto de los reinos dejando suelta la rienda de su caballo
para que este caminara hacia donde él quisiera, el animal cortó alejándose del camino principal, y fue por horas hasta
que vino a una alquería a donde llegó directamente y sin vacilar al patio de la granja.
Les dijo a las personas de su necesidad y la de su caballo. Ellos le trataron amablemente y después de conocer que él
era de Halifax, cautelosamente le preguntaron si él conocía a un hombre de ese lugar que se llamaba Heywood.
Imagínese el gozo que sintió cuando descubrió que eran de la misma fe religiosa y fue tan feliz y así concertó reuniones
de amigos quienes más tarde le auxiliaron para su camino.
La invisible mano Divina trajo a este Ministro al hogar de hermanos, muchas otras más milagrosas circunstancias que
pueden ser manadas de las experiencias de este hombre de Dios.
LA IGLESIA DE DIOS EN ITALIA
Antes de trazar a la Iglesia de Dios en Italia en su emigración del viejo mundo hacia las riveras de América,
primeramente daremos un recuento de estos Santos de Dios en diferentes países a donde ellos viajaron entre
montañas y desiertos para escapar a la persecución del poder romano.
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Las siguientes anotaciones de historiadores dignos de confianza suministrará al lector con amplia evidencia, de la
existencia de la verdadera Iglesia con la verdadera fe en Italia, el hogar de la ramera.
Benedict en su historia de los Bautistas dice de los Valdenses: Ya hemos observado de Claudius Seyssel, el arzobispo
papal, este León I quien hace cargo del origen de la herejía Valdense en los valles en los días de Constantino el Grande.
Cuando aquellas severas medidas manadas del Emperador Honorius contra los re-bautizadores, ellos dejaron el
asiento de opulencia y poder y dirigió su mirada hacia los retiros en el país, y en los Valles del Piamonte (Italia) cuyo
último lugar, en particular, llegó a ser ese retiro para la opresión imperial.
Rainer Saccho, un autor católico romano, dice de los Valdenses: Allí no hay secta tan peligrosa como los leonistas por
tres razones: 1º. Es la más antigua, 2º. Esta es generalmente muy diseminada, pues no hay país en donde no tengan
ganada alguna base. 3º. Mientras otras sectas son profanas y blasfemas, esta retiene el más elevado ejemplo de
piedad, ellos viven ante los hombres y no creen nada concerniente a Dios que no sea bueno.
Sacho, admite que ellos florecieron al final de los quinientos años antes del tiempo de Peter Waldo. Su grande
antigüedad también es aludida por Gretzer, un Jesuita quien escribió contra ellos. Grantz, en su historia de los
hermanos unidos (History of the United Brethren) habla de esta clase de cristianos en las siguientes palabras:
Estos antiguos cristianos, signas su origen desde el principio del siglo cuarto, cuando León I a la gran revolución en
religión bajo Constantino el Grande, opuestas a las innovaciones de Silvestre, Obispo de Roma. Nay Rieger va aún más
allá, tomándolos por el remanente del pueblo de los Valles, quienes cuando el apóstol Pablo como está dicho, hizo
una jornada sobre los Alpes dentro de Espada y donde fueron convertidos a Cristo. P. 16.
Irenaerus, año 178 D.C. dice: Allí no hay diferencia de Fe o tradición en cualquiera de esos países.
Los Reformadores sostuvieron que la Iglesia Valdense fue formada por el año 120 D.C. desde la cual fecha en el pasado
descansó de padres a hijos las enseñanzas que ellos recibieron de los apóstoles.
La Biblia latina, la Itálica, fue trasladada del griego no después del año 157 D.C. estamos en deuda a Beza, el
reconocido asociado de Calvino, por la memoria que establece de la Iglesia Itálica desde la fecha del año 120 D.C.
Allix, Chruches of Piedmotn, Edition 1690 p. 177, and Wilkinson, Our Authorized Bible Vindicated, p. 35 and Scrivener´s
Introduction, Vol. 1, p. 43.
De este modo cuando la Cristiandad, emergiendo de una larga persecución de la Roma pagana, surgió al favor imperial
por el Emperador Constantino (321) la Iglesia Itálica, en el Norte de Italia, más tarde los Valdenses, es vista de pie en
oposición a la Roma papal. Wilkinson Our Authorized Bible Vindicated, p. 35.
De un trabajo de Combe encontramos en “Guild Hall Library-Londres” encontramos lo siguiente: Los Vallenses objetan
ser llamados Valdenses.
Peter Allix en su historia de “Las Iglesias del Piamonte” (Italia) Cap. 28, Pág. 323, menciona la Iglesia de Dios en Pág.
288, él también menciona el nombre de Iglesia de Dios. Ya he dicho abundantemente probado, que el pueblo llamado
Waldense, fueron impelidos por Roma dentro de los Valles del Piamonte, Italia. Otras referencias también nos
mostraron en este trabajo que el nombre de Waldenses, no fue aceptado por ellos como de una Iglesia, pero sí
tomaron el nombre bíblico verdadero.
Atto, obispo de Wirceulli, se quejó de dicho pueblo 80 años antes (atrás de 1026 D.C.) y así tras él y desde luego allí la
más incontrovertible razón para creer que existieron siempre en Italia. Jone´s Church History, p. 218.
Aquí entonces, dice el Dr. Allix, muy seguramente refiriéndose a los Paterines, y siguientes protestantes “Hemos
encontrado un cuerpo de hombres en Italia, antes del año 1026, 500 años antes de la Reforma, quienes creyeron
contrariamente a las opiniones de la Iglesia de Roma, y quienes altamente condenaron sus errores. Id.
Mosheim dice: En Lombardía, la cual fue residencia principal de los herejes en Italia, allí surgió una secta singular,
conocida, por las cuales razones no puede decir, por la denominación de Passaginians, parecida a otras sectas antes
mencionadas, ellos tuvieron una enorme versión al dominio y disciplina de la Iglesia de Roma; pero al mismo tiempo
distinguidos por dos credos religiosos, las que a ellos mismos fueron peculiares.
La primera fue una noción de la observancia de la ley de Moisés, en todas sus partes, excepto en las ofrendas de
sacrificios era obligatoria a los Cristianos; en consecuencia de lo cual ellos se abstenían de aquellas comidas cuyo uso
era prohibido bajo la economía Mosaica, y celebraban el sábado de los judíos. El segundo credo que distinguía a esta
secta fue desarrollado en oposición a la doctrina de tres personas en la naturaleza divina. Eccl. Hist. Cent. 12 part 2,
Chap. 5, sec. 14, p. 127.
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Que los Catharistas retuvieron y observaron el antiguo sábado, es certificado por los adversarios romanistas. El Dr.
Allix cita a un autor católico romano del siglo 12 concerniente a tres clases de heréticos así: Los Cathari, los
Passaginianos y los Arnoldistas. Allix dice del escritor romano esto:
El coloca esto también como una de sus opiniones, que la Ley de Moisés debía ser guardada de acuerdo con la letra,
y que la observancia del sábado y otras observancias legales deben tomar lugar. Ellos sostenían también que Cristo
el Hijo de Dios no es igual que el Padre, y que el Padre, Hijo y Espíritu Santo, estos tres, no son un Dios y una substancia,
y como un exceso juzgan y condenan todos los doctores de la Iglesia y Universalmente por completo a la Iglesia
Romana. Ahora desde entonces se esfuerzan por defender estos sus errores, por testimonios extraídos al Nuevo
Testamento y profetas, yo seré como David hizo a Goliat, con su propia espada. Eccl. History of the Anciant Churches
of Piedmont, pp. 168, 169, Boston.
Los Paterines fueron decentes en su comportamiento, modestos en su vestir y en su conversación, y su moral
irreprochable, para conversar no eran veleidosos, ni groseros, ni detractores, ni renegadores y ni falsedad. Su
vestuario no era ni fino ni vulgar, fueron castos y temperantes, jamás frecuentaron tabernas, ni lugares públicos de
pasatiempo. Tampoco fueron dados a la cólera o a otras violentas pasiones. Ni ansiosos de acumular riquezas y
siempre contentos con lo necesario para vivir.
Evadían el comercio, porque esto pensaban, los exponían a la tentación de colusión, falsedad y juramentos,
escogiendo más bien vivir de su trabajo y oficio, útiles, siempre tuvieron ocupadas sus horas de recreo en una u otra
cosa, es decir, en dar o recibir instrucción. Sus obispos y oficiales, fueron mecánicos, tejedores, zapateros, y otros que
se mantenían así mismos por su industria. Jone´s Church History, p. 218.
Mucho han escrito sobre la etimología de la palabra Paterine; pero como los mismos italianos no han reconocido sobre
su derivación no es probable que extraños puedan ser capaces de determinarlo. En Liman fue en donde por primera
vez fue usada y duplicada a las palabras inglesas, vulgar analfabeta, mal educado; y este pueblo fue así llamado
precisamente porque ellos fueron principalmente de la clase más humilde de los hombres, mecánicos, artífices,
manufactureros y otros que vivían de sus labores honestas.
Gazari es una corrupción de Cathari, Puritanos; y esto es muy notable, que al examinar a este pueblo que no es
tachable en alguna inmoralidad, pero fueron condenados por especuladores o más bien por sus reglas virtuosas de
acción, las cuales en poder fueron contadas como herejías. Ellos decían que la Iglesia Cristiana debía constituirse de
pueblo bueno solamente, que no era correcto tomar ganancias, tampoco era lícito herir a la humanidad, que un
hombre no debía ser entregado a los oficiales de la justicia con el propósito de convertirlo. Los beneficios de la
sociedad debían pertenecer a todos sus miembros. La fe sin obras no puede salvar a ningún hombre, que la Iglesia no
debía perseguir a ningún persona ni a los malvados, la ley de Moisés no fue regla para los Cristianos, no había ninguna
necesidad de curas (sacerdotes) especialmente de esos malvados; los sacramentos, órdenes y ceremonias de la Iglesia
de Roma eran inútiles, vanas, opresivas y malvadas, con muchas más de estas posiciones, todas hostiles a la Jerarquía.
Id. P. 217.
Una poderosa cadena de Iglesias, pocas en números comparadas con las múltiples congregaciones de una apóstata
cristiandad, pero enriquecida con la eternal convicción de la verdad y con eruditos capaces extendidos desde Palestina
hasta Scotland. Y cuando el este griego por mil años fue completamente cerrado al Oeste Latino, los Nobles Valdenses
en el Norte de Italia aún poseían en Latín el texto recibido. Wilkinson, Our Authorized Bible Vindicated, p. 41-42.
El despotismo del Anti-Cristo, fue entonces (por el año 787 A.C.) tan lejos que casi vino a ser universal, no obstante no
fue conocido aún en la misma Italia, en algunas partes de este país, también como en Inglaterra y Francia la pureza
del culto cristiano fue aún mantenida. Towsend´s Abridgment, p. 361.
El cargo de la circuncisión a los adherentes gentiles, fue hecha por los enemigos de la verdadera Iglesia por los
romanistas, lo cual no es bien sostenido, pero si esto fuera verdad, ellos no eran judíos, pero, así como sus enemigos
admiten, fueron más inculpables y dignos cristianos. Concerniente a este cargo, Benedicto, dice: La cuenta de su
práctica de la circuncisión, es indudablemente una calumniosa historia, forjada por sus enemigos, y probablemente
corrió durante este espacio recorrido; porque ellos observaban el séptimo día como día de descanso, así fueron ellos
llamados por el camino del escarnio, judíos, así como los sabatarianos lo son frecuentemente hasta este día, y que si
eran judíos, así ellos debían circuncidar a sus seguidores (nada más que una suposición). Este fue indudablemente el
razonamiento de sus enemigos. Pero que ellos actualmente practicase el sangriento rito, es del todo improbable.
Hist. Baptists, Vol. 2, pp. 412-418, Ed. 1813.
LA IGLESIA DE DIOS EN ARMENIA
Muchos de los perseguidores hermanos de la temprana Iglesia de Dios en Palestina y Siria huyeron hacia el norte,
penetraron en los valles de Armenia y siempre fueron el objeto de cruel persecución, por la Iglesia Católica Romana,
y más tarde por los turcos Mahometanos.
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La historia siguiente bastará para mostrar su existencia, y como ellos retuvieron la verdadera fe, observando los
Mandamientos de Dios y la fe de Jesús, desde el tiempo de Xavier, las Indias del Este cayeron bajo el dominio británico.
Un distinguido clérigo de la Iglesia de Inglaterra, algunos años después que visitó el Imperio Británico en la India, con
el propósito de enterarse por sí mismo con esas Iglesias. El dio la siguiente y sumamente interesante descripción a
grandes rasgos de estos antiguos cristianos, y en ellos señala particularmente su carácter Sabbatariano.
La historia de la Iglesia Armenia es muy interesante de todos los cristianos en el Asia Central, ellos se han preservado
así mismos, más libre de la corrupción mahometana y papal. El papa les atacó por un tiempo con gran violencia pero
muy poco efecto. Las Iglesias en la pequeña Armenia consistieron en una unción que no duró mucho tiempo, porque
aquellos en Persia-Armenia mantuvieron su independencia, y retuvieron sus antiguas escrituras, doctrinas y culto
hasta el día.
Esto es maravilloso dijo un inteligente viajero que fue mucho entre ellos, como los cristianos armenios han preservado
su fe igualmente contra la vejatoria opresión de los mahometanos, sus soberanos y contra la persecución de la Iglesia
romana, con la que por más de dos siglos se esforzaron mediante misioneros, sacerdotes y monjes atacándoles a su
comunión, es imposible describir los artificios y expensas de la corte de Roma para lograr ese objeto pero todo fue en
vano.
La Biblia fue traducida a la lengua Armenia en el siglo V, y bajo el auspicio de muchas circunstancias, la historia de lo
cual ha llegado hasta nosotros. Habiendo sido aprobada por competentes jueces de la lengua para ser la más fiel
traducción. La Crezu le llama la “Reina de las Versiones” esta biblia ha permanecido siempre en manos del pueblo de
Armenia, y muchos ilustres ejemplos de genuina y culta piedad ocurren en su historia, los armenios en el Indostaní
son nuestro tema.
Ellos reconocen nuestro gobierno en la India, así como lo hicieron en Sofía, en Persia y ellos dan el derecho a nuestra
consideración. Ellos han conservado la Biblia en su pureza y sus doctrinas, tanto como el autor sabe, las doctrinas de
la Biblia. Además han mantenido la observancia solemne de la adoración cristiana a través de nuestro imperio en el
Séptimo día, y que ellos tienen cual si fueran agujas señalando al cielo, entre los hindúes, así como nosotros entre
nosotros mismos. Así son ese pueblo entonces, ¿qué derecho impide a reconocerlos por nuestra parte, como a
compañeros cristianos? Estarán ellos siempre clasificados por nosotros como judíos, mahometanos e hindúes.
Buchanan´s Christian Researches in Asia, p. 159, 160, and history of Sabbath & Sunday, Lewis.
De los Sirios o Surianos, como el autor varias veces deletrea el nombre, quien dice por sus relaciones aparece idéntico
a los armenios el historiador dice: Ellos guardan el Sábado Santo, aunque no lo estiman en la forma que la ley lo
establece, pero en el Este tienen solemnes servicios, mientras el sábado comen carne y la solemnizan tan
valientemente parecido a los judíos. (Purchas, Hist. Pilgrimmes, Part. 3 Chap. 16, Sec. 15, p. 1269 London). The
Enciclopedia Británica, Vol. 8, P. 595, octava edición, habla como un inglés admirablemente experimentado este
Purchas, experto en Lenguaje y en Humanas y Divinas artes, un verdadero gran Filósofo, historiador y Teólogo.
Esto fue en Antioquia, capital de Siria, en donde los creyentes primeramente fueron llamados cristianos. Y como el
tiempo ha trascurrido, los cristianos de habla Siria pueden contarse a millares. Es generalmente admitido que la Biblia
fue traducida de las lenguas originales al Sirio por el año 150 D.C. Esta versión es conocida como la Peshito la correcta
o la simple). Esta biblia hasta el día siguiente siendo generalmente el texto recibido. Wilkinson´s O. A. B. V. P. 25.
LA IGLESIA EN LAS ISLAS BRITÁNICAS
Eusebius, Obispo de Caessarea, 325 al 340 D.C. dice: Algunos pasaron sobre el Océano a aquellas llamadas Islas
Británicas.
Crisóstomo en el año 398 D.C. menciona “Las Islas Británicas” como de haber tenido el poder de la palabra, y dice: A
cualquier parte que usted se vuelva a las Indias o Páramos o Británicos hasta los más remontos confines del Oeste,
usted encontrará estas doctrinas. Clemente de Roma, año 96 D.C. dice: Pablo predicó en el Oeste y en el Este, dejando
en pos de él un ilustre registro de su fe, habiendo enseñado al mundo virtud, y habiendo viajado hasta los últimos
confines del Oeste.
Jerónimo, año 392 D.C. dice: Pablo habiendo estado en España, vino de un Océano a otro. Su diligencia y predicación
se extendió tan lejos como la tierra misma, antes de aprisionamiento él predicó en las partes del Oeste.
Venantus Fortunatus, año 560 D.C. dice: Pablo pasó sobre el Océano a las Islas de Bretaña y a Thule, la extremidad
de la tierra. Vea Pág. 23, Hist. Of the Seventh day Baptist in Europe y América, Vol. I.
Benedicto (history, p. 308) más adelante nos dice: Ahora ellos abundaron, más de la mitad de la nación llegaron a ser
Lollardos, más aún, ellos cubrieron toda Inglaterra. En el año 1389, ellos formaron distintas y separadas sociedades;
de acuerdo en la Escritura. En estas Iglesias todos los hermanos eran iguales, cada uno podía bautizar, predicar y
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partir el pan. Fueron unidos en opinión como un solo y fueron llamados: “hombres bíblicos” desde que ellos no
permitieron oficiar sin lo permitido en la Palabra de Dios. Su hostilidad a la Jerarquía, y su número hicieron surgir sus
enemigos adoptando severas medidas.
En el año 1400 fue aprobada una Ley sentenciando a los Lollardos a darles muerte quemándolos vivos. En Norfolk
ellos abundaron y allí sufrieron severamente. No obstante, los hombres bíblicos aumentaron y eran un peligro para
la Iglesia (católica romana) se dicen haber tenido unos cien mil miembros. Enrique VIII, mientras existía el conflicto
de él con el papa, socorrió y alentó a los Lollardos en su reino; y esto condujo a sus perseguidos hermanos de todas
partes de Europa a reunirse en Inglaterra, en gran número para regocijarse en la Libertad Religiosa, y fortalecer la
causa de la verdadera religión.
Benedicto (pág. 308) dice de Walter Lollard: El fue en sentimientos lo mismo que Peter de Bruys, quien fue el fundador
de los Petrobrusianos de Francia; los Lollards se parecieron a los Petrobrusianos, y estos fueron guardadores del
sábado. Idem. p. 34.
El obispo White, hablando de los guardadores del sábado, opuestos a las prácticas de la Iglesia dice: Esto fue
condenado de la misma manera así en los Nazarenos, en los Corintios, en los Ebionitas y en los Hypsistaris.
El antiguo Concilio de Laodicea (Sínodo) hizo un decreto en contra de eso; así mismo Gregorio el Grande, afirmó que
esto fue judaico. En tiempo de San Bernardo también fue condenado en los Petrobrusianos, lo mismo hubo entonces
y siempre ha sido condenado, como lo Judaico y Herético. Idem. p. 35.
1. Usshar dice que la Iglesia en Irlanda fue establecida “Statim post passionem Christi” (Pronto después de la pasión
de Cristo) y de allí antes que el domingo fuera enseñado.
2. La constante enemistad entre Irlanda y Roma, impidió en parte un poco de amistad comercial. La doctrina de Cristo
por lo tanto, no llegó de Roma a Irlanda, pero sí de las Iglesias de Asia.
3. O´Halleron en conexión a esto dice más adelante: En el presente reino (Dermond, 528 D.C.) y aproximadamente
un siglo precedente al cristianismo fue en su mayor florecimiento en Irlanda. Esto lo recibieron ellos de los asiáticos,
estos últimos en muchas maneras más adheridos a las costumbres judías que a las costumbres de los cristianos
romanos.
4. Allí hay una amplia evidencia que San Patricio (Patrick) “El apóstol de Irlanda, nunca tuvo conexión alguna con
Roma y que él fue un guardador del sábado. El establecimiento de la comunidad guardadora del sábado en la Isla de
Iona bajo la dirección de San Columba, fue manifiestamente el resultado de la predicación de Patrick, de la misma
forma como había aprendido.
5. Irlanda Celtica, no fue ni papal ni inclinada a someterse al papado, hasta cuando Enrique I remachó sobre él el yugo
romano. (Froude´s England in Ireland, p. 17; O´Halleron´s Hist. Of Ireland, p. 19). En el año 1155 D.C. el papa Adrian
dio Irlanda a Enrique el Rey, para traerla y doblegarla al romanismo.
Un pequeño remanente de guardadores del sábado persistió en este tiempo en Irlanda, tan tarde como en el año
1840 D.C. fue encontrada allí una Iglesia o Sociedad. Idem. p. 27.
La fe y disciplina de las Iglesias escocesas en Irlanda, fue la misma de las iglesias británicas, y su amistad y comunión,
fueron recíprocas. Las ordenanzas del Evangelio en ambas Islas, por este tiempo fueron administradas en la forma
primitiva. El venerable Bede dice que la supremacía de Roma fue desconocida en la Isla Irish. La adoración de los
santos e imágenes fueles tenidas en aborrecimiento y ninguna ceremonia se efectuó que no estuviera estrictamente
garantizada por la Escritura. Todas las descripciones del pueblo fueron no solamente permitidas sino anheladas, la
consulta de los Sagrados Escritos como su única regla de conducta.
En brevedad por lo que hemos establecido, y la evidencia producida por el testimonio del instruido arzobispo Usher,
y repetido por William Hamilton, tenemos las más poderosas razones para concluir que estas islas disfrutaron de las
bendiciones de una pura y brillante piedad de la misma manera que el Salvado enseñó, sin contaminación en ninguno
de los vanos dogmas de la Iglesia de Roma. Hist. Of the Baptists, p. 24.
En el siglo decimotercero los Valdenses fueron esparcidos en gran manera, a través de veintidós países de Europa de
los cuales Bretaña fue uno. Benedicto, p. 311.
Mr. George Molyneaux, un residente de Milford Haven, Walles, dice: Todas las Iglesias cristianas fueron observadoras
del séptimo día durante los primeros siglos. El domingo provino de Roma, y fue, pero muy despacio introducido en la
Iglesia Británica. Hist. Of Sev. Day, Bap. In Europe and America. P. 32.
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El Dr. Samuel Kohn, jefe rabino de Budapest, Hungría, en un trabajo reciente (Sabbatarians in Transulvanis, 1894,
p. 8, 9) dice: En Bohemia los Sabbatarianos brotaron tan pronto como en 1520. Tales sectas sabbatarianos o similares
las encontramos en el año 1545 entre los Quakeros en Inglaterra. Varios líderes y predicadores de los Puritanos,
transfirieron el descanso del domingo al sábado, y los cristianos judíos quienes surgieron en Inglaterra y que en
partidas emigraron hacia Germania, se establecieron cerca de Heidelberg, creyendo ciertamente en Jesús pero
también celebraron el sábado y guardaban las leyes judías en cuanto a comidas y bebidas. Id. P. 38.
La enciclopedia de Chamber establece que en Inglaterra muchos concientes e independientes pensadores en el reino
de Elizabeth (1558-160) defendieron el séptimo día.
En el libro intitulado “History and antiquity of dissenting Churches p. 37, la Reina Elizabeth menciona la Iglesia de Dios.
Autor W. Willson, Vol. 4, Catálogo D. 9, 8. Biblioteca de Londres.
LA IGLESIA MILL YARD DE LONDRES
1. ORIGEN: algunos suponen que esta iglesia debe su origen a la labor de John James, quien fue martirizado el 19 de
octubre de 1661. El presidente Daland va atrás tan lejos como por el año 1580. En 1617 (o 1616) John Trask vino a
Londres procedentes de Salisbury, y sostuvo mitines de reavivamiento uno de sus discípulos llamado Hamlet Jackson,
fue el medio para traer a Trask y a muchos, si no a todos, los de su congregación a la observancia del séptimo día como
día de descanso, por el año 1617 y el Anciano William M. Jones dice que: esa congregación Traskitista, fue el origen
de la Iglesia de Mill Yard.
Todos los registros de esta iglesia, fueron destruidos, los anteriores a 1673, por el incendio de 1790: El antiguo libro
de la iglesia, fechado 1673 a 1840 hace referencia a un registro mucho más antiguo. El nuevo libro de la Iglesia, data
el año 1840 a la fecha presente.
2. LUGAR DEL CULTO: desde el principio hasta el año 1654, ellos celebraron sus cultos cerca de Whitechapel, en 1661,
el lugar de sus servicios fue en Bull Stake Alley, y en 1630, estos verificaron en East Smithfield de donde ellos enviaron
una carta a la Iglesia (R.I) de New Port, fecha en East Smithfield, Londres 21 de diciembre de 1680. De 1691 a 1885,
ellos adoraron en Milla Yard Goodman´s Fields, Condado de Milddlesex, una parte de Londres, actualmente en el
corazón de la Metrópoli. Su templo aquí fue quemado en 1790. Y en septiembre del mismo año, la primera piedra
de un nuevo edificio fue colocada, por John Joseph y William Slater, la única depositaria por algunos años.
Después, siendo desposeídos de su propiedad en Mill Yard en 1885, ellos encontraron para sus cultos en la calle del
Comercio la Iglesia Bautista hasta 1892 y entonces en la Iglesia Bautista Welsh en Calle Eldon, en donde una vez fue
convertida una Iglesia Calvinista Bautista del Séptimo día, la cual llegó a ser extinguida por el año de 1840. Por algún
tiempo por el año de 1900 las asambleas se efectuaron en casas particulares, y para poder acomodar el rebaño que
esparcido acudía de lejos fue necesario efectuar reuniones por separado. Una en la residencia del Coronel Thomas
W. Richardson y la otra en cualquiera de los dos hogares, del Secretario o de Diácono de la Iglesia. El 4 de abril de
1903 esta Iglesia principio a efectuar sus servicios en Santo Tomas Hall, camino Gillespie, Highbury Vale. History of
Sev. Day Baptists, p. 39. (Historia del séptimo día, página 39).
Por lo consiguiente nos encontramos en deuda al trabajo y cortesía del secretario George Vane de la Iglesia Mill Yard
de Londres, quien hizo un trabajo considerable para nosotros el año 1926 en las Bibliotecas de Londres, en materia
de la Historia de la Iglesia, él nos escribió con fecha 21 de mayo de 1926, como sigue: He encontrado que la Iglesia
Sabatariana de Pinnois Hall, fue establecida en Devonshiree Square E.C. en marzo 1º. De 1574, y vino a Mill Yard a
sostener sus servicios.
La Iglesia Sabbatariana de Pinnois Hall antes mencionada fue organizada por Frances Banefield, quien fue un autor
notorio y talentoso escolar hebreo. El es el autor de un libro intitulado “Shom Archer” y en la página 28 él menciona
“La Iglesia de Dios” refiriéndose a su congregación, añade más adelante que el Señor Jesús es la Cabeza de la Iglesia.
En la página 27 de esta valiosa obra, el autor menciona el hecho de existir en ese tiempo otras dos iglesias sabatarianas
en Londres. La Iglesia de Mill Yard que en ese entonces se encontraba en Bell Alley está dicho de cómo se llevó a cabo
una discusión pública en cuanto al asunto toma del sábado entre W. Jeremias, hermano William, Dr. P. Champberlain
y W. Coppinger. El no menciona la localización de esta iglesia, aunque parece que hace mención de una en Swam
Alley.
Pero allí está una copia de este libro en registro y el que se encuentra en la Biblioteca del Museo de Londres. En la
misma obra en la pagína 28 en la línea octava al final, la “Iglesia de Dios” es mencionada. Y en la página 29 él dice: La
causa final, el gran final, o fines por los cuales Jehová ha formado su Iglesia.
Otra vez, en las páginas 58 al 60, él habla de la relación entre la Iglesia de Dios y el Sábado. El usa término de Jehová
y Elohim intercambiablemente, cuando habla de la Iglesia del Antiguo Testamento, y trae al frente evidencias para
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demostrar que la Iglesia de Dios es en este tiempo (167) que goza del sábado, en una continuación de la Iglesia de
Jehová en el antiguo testamento.
El dice: en la página 59, las iglesias de Elohim ha tenido en todas las edades, así como fue agraciada y llamada para el
oficio de la predicación de la palabra. Más adelante, él dice: que Melquisedec fue un sacerdote en la Iglesia de Elohim,
o la Iglesia de Dios. British Museum Library, London, England.
Sin impedimento y entre líneas, inserta evidencias, este capaz talentoso autor, que: La Iglesia de Dios que funciona
en 1677 fue la misma iglesia organizada por Moisés, y de la cual se habla en el capítulo 7 del libro de los Hechos, como
la Iglesia en el desierto; este era su credo sincero, que jamás hubo un tiempo en que la Iglesia fuera inexistente, y que
el sábado con otras conexas verdades, apreciadas por la Iglesia entonces, fue así creída y definida como verdad en
cada período.
Este fue el placer de uno de los autores de esta obra, el haber departido algunos meses durante 1931 y 1932, con la
Iglesia de Mill Yard en Londres, y fue motivo de verdadero regocijo el haber encontrado entonces, que defendíamos
la misma doctrina, en lo más grande y esencial, en perfecta armonía con la Iglesia de Dios en América y a través del
mundo.
Aunque habíamos sostenido correspondencia con varios de sus miembros por algunos años no estábamos seguros,
justamente en cuanto a cómo creían aquellos hermanos en muchos puntos de fe hasta nuestra visita allí. Cuan
maravilloso que nuestro amado Señor ha guardado la luz de su glorioso evangelio, iluminando brillantemente desde
ese antiguo faro y que rodeado de las tinieblas y del pecado de este tiempo presente, ella sigue radiante la misma
preciosa verdad mostrando a los pecadores el camino de la vida Eterna, aunque ahora conectada con los Baptistas del
7º. Día en América.
Ahora ofreceremos algunos extractos más, para confirmar aún más la verdad de la existencia de la Iglesia de Dios, por
ambos, es decir, Nombre y Doctrina, a través del período que estamos considerando.
En confesión de fe y otros documentos públicos, editados por E. B. Underbill, dice: La humilde petición, etc, de varias
Iglesias de Dios en Londres, comúnmente aunque falsamente llamados “Anabaptistas”. Estas palabras fueron escritas
en el año 1649 –Biblioteca Pública de Londres-.
La palabra Anti-Baptist, fue un término usado en mofa por los enemigos de la verdad, como lo prueba la anotación
histórica previa, tanto como muchas otras pruebas que pueden sostenerse. La Iglesia de Dios, durante su experiencia
en el desierto, y después de los días de la Reforma estuvo enseñando en contra del sustituto común a la forma del
Bautismo. Consecuentemente todos aquellos que se convertían a la verdad, procedentes de la Iglesia católica,
nuevamente fueron bautizados, es decir, fueron realmente bautizados o sumergidos. De allí que la Iglesia fue
conocida como opositora a la manera de bautizar de la Iglesia de Roma, práctica usada por aquellos días
universalmente, de allí que se les llamara Anti-Bautistas. La palabra anti quiere decir: contra; fueron así pues llamados
por sus enemigos Anti-Bautistas y más tarde Anabaptistas.
Los Anabaptistas en Londres fueron llamados “Las Iglesias de Dios” de acuerdo con E.B. Underbill, escribiendo en
1649, y los siguientes estractos dignos de confianza prueban más adelante que esas iglesias obsevaron el sábado, de
la manera como lo será durante el reino personal de Cristo en la tierra durante el milenio.
Muchos, si no todos, observaron los Anaptistas del Séptimo Día –sábado-, el Dr. Francis White en (Teatrise of the
Sabath Day, p. 132), ellos sostenían ser forzoso el día sábado de reposo, se obedecía entre los Anabaptistas.
Rusen (On anabaptistas, London, 1703, p. 79) hablando de las herejías dice: Bajo de esta cabeza, yo puedo concluir,
algunos de ellos bajo aquellos anabaptistas, quienes se inclinaron por el Reino Personal de Cristo, y quienes abrazaron
el Séptimo Día Sábado.
James Ockford, cuyo libro sobre el sábado fue quemado, “Agudamente confutado con fuego”. En 1642, fue llamado
un Anabaptista.
EL TRABAJO DE UN MARTIR
En “Confesión de Fe” (Confesion of Faith) por Vavasor Powell, 1662, Londres, Inglaterra, él escribe, “Mucho menos
entonces pudo persona alguna usurpar esa autoridad sobre la Iglesia y Pueblo de Dios”. P. 40. En la página 87 dice él:
Yo tengo consideraciones de los grandes sufrimientos de la Iglesia del Antiguo y el terreno de su consuelo el cual es
Cristo. Del capítulo 12 de Revelación, mucho me refriferé al considerar que cuando la Iglesia de Dios fue al desierto,
lo fue mediante aquellas alas que Dios proveyó.
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Este fiel hermano y escrito murió en prisión a causa de la verdadera fe, y mientras estuvo confinado en la cárcel
escribió un libro llamado “The Chirpings of a bird in a cage” (El píar de un pájaro en una jaula”, evidentemente
refiriéndose a él mismo, aquel libro lo dirigió a la Iglesia de Dios y a los Santos esparcidos en todo Walles.
Este fiel mártir fue muy altamente estimado entre muchos fieles seguidores del Señor, y que alguien escribió
graciosamente un libro de su vida publicado en el año 1672. No aparece el nombre del autor de dicho libro, pero los
relatos siguientes dan algunas de las experiencias en el evangelio, que serán interesantes:
Por el año 1647, la isla de Anglesey en el Norte de Walles, no siendo sometido entonces, las fuerzas parlamentarias
vinieron después a reducirlos y el jefe de oficiales me hizo llamar para que les predicase a aquella brigada de soldados,
y como yo marcho entre ellos hacia el lugar. Entre tanto la noche anterior a aquella noche me había sido revelado en
sueños que sería herido y dos de mis dedos cortados (y verdaderamente aquellos dedos eran amputados fuera) lo que
de acuerdo al sueño sucedió.
No obstante cuando este ve en peligro extremo entre varios enemigos, quienes cayeron sobre mí, recibí estas otras
heridas, no habiendo probabilidad alguna para escapar. Yo escuché una voz, la que percibí y que audiblemente me
decía: Yo te he escogido para predicar el evangelio, a lo cual respondí, “Oh, Señor, entonces sácame afuera”,
inmediatamente Dios guió mi caballo, aunque mi caballo era semi-salvaje, no bien domado, al ir dirigido hacia atrás
fuera de la barricada en donde yo había entrado, y así yo fue en verdad milagrosamente salvado.
Miles de millas Mr. Powell viajó sobre montañas y a través de valles predicando de día, por las noches. El dice: Una
vez viniendo de predicar, yo perdí el camino, y estando fuera, fui tan lejos en la noche dentro de una selva, entre
lagos, zarzales, y abrojos, viene arriba y abajo hasta quedar completamente cansado, pero mirando hacia arriba y al
Señor, pronto fui directamente al camino.
La misma experiencia tuve en otra ocasión, cuando con otro predicador y yo perdimos el camino en una noche muy
oscura, y tiramos de un lado a otro atrás y adelante casi sin propósito, perdidos. Al final, haciendo una llamada a mi
mente de cómo el Señor ha oído en tiempos pasados en estos casos cuando yo he visto hacia Él. Invocamos al Señor
quien inmediatamente nos dirigió fuera hacia el camino, y nos pareció como si estuviera iluminado por la luz del día.
El nombre Iglesia de Dios, como aplicado a los verdaderos seguidores de Cristo, es hallado en la Biblioteca Antiguarian
de Rochester, Londres.
En “Dispute of Baptism” (Disputa sobre el bautismo) de John Tombers, páginas 12 y 13, una querella se introduce a
cierto pueblo por celebrar la Cena del Señor en la mañana, cuando es sabido esta se celebró durante la tarde. El
nombre: Iglesia de Dios es mencionado en esas páginas dos veces refiriéndose al pueblo que sostiene que la Pascua
debe ser por la tarde. Biblioteca Pública, Londres.
En “The Confesión of Faith” (La confesión de Fe) de siete iglesias de Londres, primero es publicado en el año 1646
D.C. en el treceavo artículo, página 31 concerniente al mediador de Cristo, establece esto: El oficio de ser mediador
de Cristo, esto de ser profeta, sacerdote y rey de la Iglesia de Dios es muy propio de Cristo, por completo y a nadie en
parte alguna siguiera de ser transferido. 1ª. Timoteo 2:5; Hebreos 7:14, Hechos 4:12.
En la página 15, en el prefacio a la primera edición ellos mismos usan el término “Las pobres y despreciadas Iglesias
de Dios en Londres”. Y en la página 293 también menciona “Las Iglesias de Dios santificadas en Cristo Jesús”.
SUMARIO
De los procedentes hechos históricos, de estos antiguos trabajos, hemos descubierto:
1. Que John Trsk y John James fueron los fundadores de la Iglesia, Mill Yard en Londres de 1616 a 1661.
2. Que en el año 1546 había siete congregaciones en Londres, quienes así mismas se llamaban “Las pobres y
despreciadas Iglesias de Dios”.
3. Que los 16 años más tarde (1661) John James el fundador de una de las iglesias guardadoras del sábado en Londres,
siendo un mártir murió por la preciosa verdad, mostrando la severidad de la persecución contra este despreciado
pueblo de Dios.
4. Que Frances Banefiel escribiendo 16 años más tarde 1677 en el libro del cual es el autor “Shem Acher” habla de la
Iglesia de la cual él es pastro, llamándola Iglesia de Dios, y dice entonces había allí otras iglesias guardadoras del sábado
en Londres.
5. Que Frances Banefield incluye a la Iglesia de Mill Yard con otras dos Iglesias al mencionar un debate público al que
entonces él fue llevado en defensa del sábado, contra los opositores de la verdad.
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6. Que al final, tres de estas siete Iglesias de Dios, despreciadas en Londres, en 1646 sobrevivieron a la persecución
que costó la vida de John James y otros, y siguió funcionando en el año 1677, también que la Iglesia de Frances
Benefield se movió a la Iglesia de Mill Yard para sostener sus servicios en el año 1830.
7. Que Frances Banefiel, es el autor de un libro (1677) en el cual trae a la luz evidencias para demostrar a la Iglesia de
Dios de ese día guardando el día sábado es una continuación de la Iglesia de Dios del antiguo testamento, el cual es
exactamente lo que ha hecho aquel trabajo; excepto que trae a la Iglesia atrás del año de 1935.
No debe ser visto con extrañesa que la Iglesia de Dios en Londres haya sido reducida de 7 a 3 congregaciones en el
año 1646, debido a una severa persecución llevada en contra de los guardadores del sábado en Inglaterra, durante
el período, y en América les fue ofrecida una puerta abierta, así mismo lo expresa Juan el Revelador, puerta que se le
ofreció a la Iglesia de Dios “La tierra ayudó a la mujer” Apoc. 12:16.
Fue así como llegaron a este país los Peregrinos, los Puritanos, los Cuakeros; los primeros ubicados en Plymouth en
1620, y muchos otros les siguieron. Fue esto, más bien natural que la Iglesia en Inglaterra, quisieron venir hacia
América, el único lugar en el mundo en donde se les ofrecía completa libertad religiosa a aquellos perseguidos.
En el siguiente capítulo trazaremos la Iglesia de Dios procedente de Inglaterra y Europa hacia América, así
mostraremos que entre los padres peregrinos, quienes arriesgaron sus vidas en el “Mayflower” y se radicaron en
Plymouth en 1620, fueron así mismo guardadores del sábado, observando el séptimo día de la semana, quienes
bautizaban por inmersión y quienes así mismo se llamaban Iglesia de Dios.
LA TIERRA AYUDÓ A LA MUJER
Ya se ha mencionado que el amado apóstol Juan sostiene a la verdadera iglesia como a una mujer vestida de Sol, la
luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de doce estrellas, Apoc. 12:1-2.
En Apoc. 19:7, él dice: “Alegrémonos y regocijémonos, porque las bodas del Cordero son venidas y su esposa se ha
preparado a sí misma”. El Cordero de que habla aquí, es Jesús (Juan 1:29) y su esposa es la Iglesia. En 2ª. Corintios
11:1-2, leemos “pues que os celo santo, por cuanto os he desposado a un esposo, y a quien puedo presentaros como
una casta Vírgen a Cristo”.
Aquí nuevamente vemos a la Iglesia comparada con una mujer, y si recordamos en Mateo 25 Jesús dio una parábola
en la cual él ha dicho como el novio viniendo al encuentro de la novia, cuando las bodas tengan lugar, también en
Apoc. 17 la Iglesia apóstata es representada por una mujer caída y dice ser madre de las rameras.
También es introducida en el capítulo 12 de Apocalipsis una bestia llamada Dragón, el cual se paró delante de la mujer
tratando de destruir a su hijo tan pronto hubiere nacido, esta bestia representa a Roma, pagana y a los niños de
Bethlehem de dos años abajo, en el esfuerzo de Herodes por matar a Cristo. (Mateo 2:16).
Una bestia en la profecía bíblica, siempre representa simbólicamente a un reino terrenal, así, que cuando esta hizo
guerra a la mujer; la mujer tuvo que huir al desierto, esto tuvo un notable cumplimiento durante el siglo V, como esta
obra ha tratado de demostrarlo con claridad, cuando la Iglesia viajó hacia los montañosos distritos de Europa, a causa
del gobierno bestial romano, y compelida a permanecer en ese estado de exilio, hasta que el período profético fuera
cumplido. Ella tuvo que permanecer en el desierto por 1260 años, Apoc. 12:6, 14.
Así como el pueblo de Israel en Egipto, en su esclavitud fue penosamente trabajo bajo la férula faraónica, así fue la
Iglesia en el desierto, oprimida. Viajando de un país a otro bajo el fatídico del Anti-Cristo, ella no encontró un sitio en
el cual habitar permanentemente. Pero seguido a este período de persecución bajo la crueldad y despotismo de los
Reyes de Roma y de los tiranos eclesiásticos, el Vidente de Patmos declaró en visión un tiempo cuando la tierra
ayudaría a la mujer (Apoc. 12:16) el Nuevo Mundo como fue llamado a América, habiendo sido descubierto por
Cristóbal Colón al princiío de la Reforma protestante en Europa, y lenta pero seguramente allí estaba siendo preparado
un cielo de refugio para las perseguidas Iglesias de Europa, muchos años después del comienzo de la Reforma, cuando
la más violenta de la persecuciones en contra de la Iglesia se desató rugientemente en Europa.
Este fue un último y desesperante esfuerzo de la bestia en estos heridos y sangrantes estados, para exprimirlos,
asaltándolos, para conquistar sus enemigos, pero todo fue en vano, el suelo de Europa se abonó, siendo empapado
con la sangre de los mártires. Los verdaderos siervos de Dios encontraron nuevos enemigos entre aquellos supuestos
a ser sus amigos, y en enemistad al período oscuro, la Iglesia encontró refugio atravesando las aguas hacia el lugar de
la caida del Sol “Occidente” hacia América pues vinieron los peregrinos. Unicamente confiados en aquel Dios a
aquienes ellos servían para protección y ayuda.
Ellos trajeron consigo aquella verdadera fe y para doctrina, conservada en el corazón de sus antepasados, y conducida
por ellos en medio de la sangre, teas, y pacientes sufrimientos, desde la tierra de Palestina, a través de Asia y Europa,
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doquiera la mano Divina les señalara el punto hacia una tierra de seguridad hasta que al final del tiempo profético
fue alcanzado en la tierra “ayudó a la mujer” otros peregrinos vinieron, estableciendo la verdad y las Iglesia de Dios,
consecuentemente brotaron en esta tierra de libertad que el Señor escogió para hacer habitar su nombre.
LOS SIETE PERÍODOS DE LA IGLESIA
La Iglesia por este tiempo había pasado por cinco períodos, Efeso, Smirna, Pérgamo, Tiatira y Sardis, pero como
quedaban dos por delante. En Apoc. 1 encontramos esos siete traídos a la vista; el nombre así como el mensaje a
cada uno, que corresponden a los siete períodos de la dispensación evangélica, y un mensaje oportuno de admonición
dado a cada Iglesia o época. La palabra Efeso significa Deseable, o sea el primer período entonces. Smirna significa:
Muerte. Pérgamo quiere decir En Alto o Exaltada. Tiatira sacrificio de aquella que está muy próximado y querida.
Sardis, la que es dejada. Filadelfia y Laodicea quiere decir el Juicio de la Gente.
La historia de los primeros día de la Iglesia en América, comprendida entre los años 1620 al 1789 es cubierto por la
última parte del período de Sardis. La palabra Sardis cuyo significado es “La que es dejada, y el mensaje que le es
dado: Tienes unos pocos nombres, aún en Sardis que no han ensuciado sus vestiduras y ellos caminarán conmigo en
Blando, porque ellos son dignos”. Apoc. 3:14.
Este versículo denota cómo la Iglesia fue reducida a un pequeño remanente a causa de las persecuciones. La Iglesia
de Dios vagó de país en país en busca de aquel reino de libertad para su adoración que el corazón humano anhela
vehementemente y que al final llegó a un reducido remanente de los esparcidos hacia América.
Estos humildes siervos de Dios se establecieron en pequeñas congregaciones a través de los Estados del Este. Los
peregrinos se radicaron en Plymouth Rock a la caída del año 1620. Lo que ha sido mencionado en otras páginas de
esta obra, y a la caída del año 1638 los ingleses llegaron a conocer en el litoral a lo largo de Connecticut al Oeste, y en
la página 123 de la Historia de los Estados Unidos por Ridpath leemos como sigue de su asiento aquí, se lee así: Aquí
algunos hombres de Boston empleados durante el invierno, construyeron cabinas, y fundaron “New Haven,
Connecticut”.
Hacia allí, en abril vino una colonia de Puritanos de Inglaterra dirigida por Theophelo Eaton y John Davenport. En el
primer sábado después de su arribo se reunieron para adorar debajo de un roble; y Davenport predicó un sermón
tocante a “La tentación en el desierto”. Cuan notable es esto que aquel pueblo entendía las profecías de la Iglesia,
estando en el desierto hasta 1798 y en el día de descanso tuvieron una conferencia sobre ese tema. El historiador va
en su relato: En junio de 1639, los hombres de New Haven sostuvieron una convensión en un granero y adoptaron la
Biblia por su constitución. Su gobierno fue llamado a la Casa de la Sabiduría, de la cual Mr. Eaton, Mr. Davenport y
otros cinco fueron los siete pilares.
La iglesia de Rhode Island fue fundada en el año 1671 y Ephreta, Pensylvania, en mayor de 1725 con otras numerosas
congregaciones a través de los Estados del Este, como previamente se ha dicho en esta obra. Durante los días
tempranos de la colonia, las congregaciones desde el principio quedaron aislados por causa de las distancias y por
carecer de medios para las travesías y sin caminos entre ellos. Quedando así separados para su servicio de adoración
del uno para con el otro, así encontramos compañías en un lugar llamadas “Iglesias de Cristo” en otro lugar “La Iglesia
de Dios” mientras que en otros lugares y comunidades se llamaban únicamente “Congregaciones Sabarianas
(sabáticas)”. Pero su credo prácticamente fue el mismo.
Estos vieron por los Mandamientos de Dios y la Fe de Dios, observando el verdadero sábado, guardando la Cena del
Señor anualmente a los 14 del mes de Nisán (primer mes judíos) con otros contenidos de la fe, en armonía con la
verdadera fe hasta hoy día causante al aislamiento de estas compañías, esparcidas, ellos fueron conducidos por
diferentes nombres, los cuales evidentemente dan auge a lo establecido escrituralmente relativo al período de Sardis
“Yo conozco tus obras que tienes un nombre” Apoc. 3:1.
Como la Iglesia completa el período de Pérgamo, o sea la experiencia en el desierto, el Señor recomienda retener con
firmeza Mi Nombre (Apoc. 2:13) y como emergieron del desierto y la puerta abierta les fue colocada delante de ellos
en el período que comprende a Filadelfia, el Señor dice: Por cuanto tienes un poco de poder y has guardado Mi
Palabra, y no has negado mi nombre (Apoc. 3:7-8) aquello que hemos hallado, como la evidencia es descubierta por
doquiera, que durante la permanencia de la Iglesia en el desierto, ella fue conocida por el nombre del Padre “La Iglesia
de Dios”.
Ahora entraremos en el período de Filadelfia, cuyo significado es amor fraternal, hemos venido ahora al tiempo
cuando la libertad religiosa fue garantizada a todo pueblo sin cuidado de fe, cuando ellos podían adorar a Dios de
acuerdo con los dictados de sus propias conciencias. Cuando la Iglesia en América hubo tomado raíces y fue creciendo
y floreciendo, cuando la constitución de los Estados Unidos había sido redactada garantizando libertad religiosa,
libertad de palabra y de prensa.
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La ciudad de Filadelfia, Pensilvania, había sido fundada en donde verdaderos guardadores de los Mandamientos de
Dios habían llegado y establecido en donde aquel más distinguido carácter y firmes soportes de la libertad religiosa,
Benjamín Flanklin, vivió, y de donde su influencia como un fiel guardador del sábado emanó.
El Señor habla de este período de Filadelfia así: Y el ángel de la Iglesia en Filadelfia escribe: Estas cosas dice Él que es
Santo, Él que es verdadero, Él que tiene la llave de David, Él que ha abierto y ningún hombre cierra, y cierra y ningún
hombre abre; Yo se tus trabajos: He aquí yo he puesto delante de ti una puerta abierta, y ningún hombre puede
cerrarla; por cuanto tienes un poquito de potencia y haz guardado mi Palabra, ni haz negado Mi Nombre. (Apoc.
3:7,8).
Esta puerta abierta de libertad religiosa pronto se esparció a otras naciones, y el Señor ha dicho de este período, que
Él colocaría una puerta abierta delante de la Iglesia la cual ningún hombre podría cerrar. Cuan cierto ha sido esto, y
cada esfuerzo por hacer desparecer la verdad, y restringir al pueblo de Dios para no darla, todo ha sido en vano.
El período de Filadelfia, evidentemente vino a tener su principio por el año 1789, pues fue entonces cuando la
constitución fue redactada y ratificada por once estados, lo que vino a situar aquella puerta abierta delante de la
Iglesia, que ningún hombre o asiento de hombre ha podido o ha sido capaz de cerrar. Este fue el único documento
oficial en el mundo ratificado por un gobierno nacional, garantizando libertad de culto, libertad de palabra, y libertad
de prensa.
El nombre de Benjamín Franklin, un firme guardador del sábado de quien su historia dice: “brilló con un lustre
peculiar” fue uno de los más brillantes en este período de reconstrucción. Muchas iglesias guardadoras del sábado
puntearon al este. Ellas fueron de un tipo de vigorosos individuos, cuyos ancestros sufrieron la muerte como mártires.
Este fiel pueblo se mantuvo de pie por la fe y constancia, la cual para ellos era una preciosa, más que sus propias vidas,
la cual muchos de sus padres y madres tuvieron por supremo gozo el entregar sus vidas.
El Señor dice de este tiempo “Tienes un poco de potencia y has guardado mi Palabra, y no has negado mi nombre”
este verdadero nombre para su Iglesia, La Iglesia de Dios fue amado y apreciado en muchos corazones juntamente
con las mismas verdades conexas que la misma Iglesia ama y enseña hasta hoy.
CAPÍTULO 21
DEL SIGLO DÉCIMO SEPTIMO AL DECIMO OCTAV0 D.C.
INMIGRACIÓN DE EUROPA HACIA AMÉRICA
Ahora consideraremos la Iglesia en Pensilvania especialmente. Después que William Penn hubo recibido la concesión
de tierra, incluyendo a todo lo de Pensilvania, él visitó Germania y otros lugares en busca de colonizadores porque de
las persecuciones en Europa muchos vieron refugio en el Nuevo Mundo.
Trece familias fueron las primeras en emigrar, arribando en Germantown en octubre de 1683. Otra compañía arribaba
procedente de Friesland en 1684. El 24 de junio de 1694, otra larga compañía arribaba bajo la dirección de Kelpius.
Veinte familias arribaban en 1719, asentando en Germantown, cerca de Filadelfia, pero hoy una parte de esta última
ciudad.
Otros numerosos vinieron y la mayoría de este pueblo fueron guardadores del sábado. Los últimos en venir fueron
los Moravos, en 1740, quienes asentaron permanentemente en donde hoy es Betlehem. Así la aldea fue establecida
y denominada por celosos y fervorosos guardadores del sábado, conocidos como Moravos por su nacionalidad, pero
creyendo en y aceptando el nombre verdadero “Iglesia de Dios”.
LA IGLESIA PROCEDENTE DEL DESIERTO
Las profecías dadas frecuentemente en esta obra de cómo Jesús dijo que la Iglesia tendría que ir al desierto,
permaneciendo allí 1260 años, cuando entonces la tierra ayudaría a la mujer o sea a la Iglesia. Ahora venimos a un
grupo de fuertes hombres viniendo a este país bajo la sociedad llamada “Sociedad de la mujer en el desierto”.
Estos hombres dejaron Germania durante el verano de 1693, viniendo a Holanda, Londres y a Plymouth, en donde
ellos terminaron el invierno, y de donde partieron para radicarse en la actual villa de América el 12 de Abril y llegando
a Filadelfia el 23 de junio. Después de haber efectuado un solemne servicio religioso, ellos caminaron de dos en dos,
observando la ciudad que escasamente abrazaba unas quinientas casas en donde no había casa consistorial, corte, ni
prisión. Se dirigieron a Germantown, y allí encontraron al hermano Jacob Isaac Van Bebber, uno de sus paisanos que
antiguamente vivía en las orillas de Holanda.
Randolph dice en su historia, ellos creían “Que el milenio estaba a mano y la mujer mencionada en el desierto (Apoc.
12:14-17) prefiguraba la gran liberación de la Iglesia y ellos vinieron a ser llamados “La mujer en el desierto”. Pág.
950.
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El dice más adelante en la página 951, “Este es un hecho, concluyentemente certificado, que tan pronto como en
1699, Kelpius estuvo en comunicación con las Iglesias de Rhode Island y Connecticut”.
Randolph adelante dice del pueblo de Pensilvania, “Cuando el Conde Zinzendorf, el fundador de la Iglesia Moravia en
Germania, visitó América en 1741, se quedó asombrado al encontrar que sostenían la doctrina Sabatariana (Sabática)
totalmente en el pueblo germano de Pensilvania. Pág. 1036.
Mr. Saches da por segura la filiación cerrada entre los guardadores del sábado, cuerpo conocido como “La orden del
desierto” con los hermanos Sabatarianos de la Nueva Inglaterra, y también con los Sabatarianos en Ephreta. En
Ephreta ellos establecieron y sostuvieron una escuela clásica para muchachos que fue patrocinada por los Jefes de
Familia de Filadelfia y Baltimore. Allí fue enseñado el latín como el medio de correspondencia política. Corless F.
Randolph´s History (historia de Corless F. Randolph).
Este fue el privilegio de uno de los autores de esta obra, visitar la Iglesia de Ephreta, Pensilvania, en el año 1928, en
donde aprendió mucho de los fundadores de esta Iglesia pionera de los Sabatarianos en ese país. Conrad Beissel, el
fundador, fue un asociado del hermano Kelpiis, jefe de los cuarenta hombres que arribaron a Filadelfia en el año 1694.
Cuando nosotros visitamos a la Iglesia de Ephreta en 1928, supimos que los líderes allí que sus doctrinas prácticamente
eran las mismas de la Iglesia de Dios hoy día, aunque esta Iglesia ha estado aislada de otras Iglesias del mismo credo,
por sobre doscientos años, estando allí un número de sus Iglesias germanas Sabatarianas del mismo credo, afiliadas
juntamente y del mismo credo, se complacieron al saber de la gran actividad de la Iglesia de Dios en esparcir la verdad
a través del mundo, y de muchas otras compañías en el este, así como también en el Oeste, Norte y Sur, esparciendo
el mensaje de los últimos días.
Aunque habíamos tenido más o menos conexión con ellos mediante sus lectores de nuestra literatura y nuestros
ministros en las visitas a sus iglesias. Es un hecho familiar con la Historia de esos sabatarianos, también como la
historia de nuestra nación que cuando el Congreso buscó un hombre competente y experto en lenguajes, escogieron
a Peter Millar, pastor de esta Iglesia de Ephreta, para que tradujera la Declaración de la Independencia a siete idiomas.
El fue un hombre a quien honró la Universidad de Heidelburg, un miembro de la Sociedad Americana de Filosofía, un
amigo personal de Penns y de Benjamín Franklin.
El fue también conocido personal con George Washington e invitólo a Aphreta y a traer a sus soldados quienes sufrían
el tiempo frío en aquel memorable invierno en Valley Forge, cuando el destino de los colonistas parecía pendiente de
la balanza. Vimos un comentario en Ephreta en donde centenares de soldados del reino, yacían las incripciones en las
lápidas de las tumbas, los identificaban con la víctimas de la revolución quienes no sobrevivieron después de llegar allí
heridos.
Peter Millar es la figura central de las más narradas historias del tiempo de la revolución, y su nombre es mencionado
en muchos de los viejos libros escolares de la Nación. Uno de sus más encarnizados enemigos fue encontrado dormido
en su puesto de centinela, la pena de esta falta se pagaba con la vida. El iba a ser ejecutado en un tiempo determinado.
Peter Millar viajó toda la noche en busca del Presidente, George Washington con la esperanza de salvar a su enemigo.
Washington, conociendo a Millar, expresó su pensamiento que aquel hombre que estaba condenado a la muerte, era
sin duda algún buen amigo de Millar. Entonces Millar le informó que el hombre condenado a muerte era su
encarnizado enemigo e incesante denigrante, pero su Mestro le había enseñado a orar por sus enemigos.
Grandemente impresionado fue Washington que le tomó por la mano y corriéndole las lágrimas por sus mejillas, le
agradeció profundamente aquel ejemplo de indulgencia cristiana y generosidad, garantizándole el rescate.
A la caída del año 1744 Israel Eckerlin, Samuel Eckerlin, Alexander Mack y Peter Millar, concertaron un peregrinaje en
la Nueva Inglaterra, con el propósito de visitar las comunidades de los guardadores del sábado de allí y aquellas que
se econtraran entre Pensilvania y New Jersey.
Una simple preparación se hizo, como la jornada a pie, una solemne fiesta de amor se hizo en el viernes 21 de
septiembre de 1744, ese servicio duró hasta entrada la noche y durante el resto en las horas comprendidas de la
media noche hasta terminar esta, se efectuaron oraciones y suplicaciones. En la mañana del sábado los peregrinos
fueron presentados en el servicio. Después de finalizar el sábado, principiaron la jornada, siendo acompañados en
una corta distancia por muchos hermanos, cuando se encontraron en el claro del camino, caminaron en pos el uno
del otro en fila silenciosamente y con cabeza descubierta como era su costumbre.
La primera reunión que sostuvieron fue en Mantmeal en Chester Country, la otra en Coventry, de allí atravesaron el
Schuylkill a los establecimientos germanos a lo largo del camino hasta que encontraron Germantown. Hicieron parada
con Conrad Matea, hermano Seelig y el hermano Mystics. Después que los hermanos visitaron a la compañía en
Pennek continuaron su largo peregrinaje alrededor de Rhode Island, pero se detuvieron en Anwell en donde
convertidos a la fe habían sido bautizados unos seis años antes.
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Después de haber permanecido allí fueron alrededor algunas noche los peregrinos pasaron las horas ardedor de
sus fogatas en el bosque para espantar a las bestias salvajes y así mismo proveerse de calor en aquellas noches que
fueron frías y escarchadas. Su intención fue la de llamar a un lugar comúnmente llamado Barnegat. Una compañía
de sabatarianos había emigrado aquí procedente de Stonington, Conn y Westerly, Rhode Island, unos pocos años
antes, y unos pocos otros que se les habían unido de Pensilvania. Sache dice en su obra, con relación a esta compañía,
consistía en quince adultos, no obstante, a su número signaron un pequeño gobierno después de haberse establecido,
obligándose así mismos a vivir y a caminar juntos como un pueblo cristiano, aún cuando no tenía Iglesia organizada ni
pastor.
Petter Millar les predicó y les amonnestó para que se mantuvieran constantes y se mantuvieran en la fe. De esto dio
por resultado que esta Iglesia se organizara y William Davis, el Anciano, aunque tenía la edad de ochenta y un años
fue electo pastor. Corliss F. Randolph´s History, pp. 1043-1045 (Historia de Corliss F. Randolph, páginas 1043-1045).
Entre estos primeros colonos de la región hoy conocida como Pensilvania, fueron cristianos conocidos como Quakeros.
Este pueblo fue de los Puritanos procedentes de Inglaterra, y entre de ellos también encontramos guardadores del
sábado, preservando la verdadera fe. En un libro por el Dr. Samuel Kohn, Jefe Rabino de Budapest, Hungría, de quien
previamente hemos hecho mención, él dice: En 1545 encontramos una secta sabatariana entre los Quakeros de
Inglaterra. También que dirigentes y predicadores de los Puritanos han transferido el descanso del domingo al sábado.
Sabbatarians in Transilvania, pp. 8, 9 (Sabatarianos en Transilvania, páginas 8, 9).
Esta información corresponde con aquella reciente publicación, publicada en un período de California, que Benjamín
Franklin. El famoso Quakero de Pensilvania, fue un observador del sábado. El texto citado como aparece en el
periódico se lee como sigue: Medicina para los tiempos difíciles de Benjamín Franklin. Haga una declaración completa
de todo cuanto usted debe y de todo aquello cuanto usted le deben. Tan pronto como les sea posible, reúna y cancele
lo que debe, y vaya y haga sus negocios diligentemente. Sea industrioso, descarte todo orgullo, no pierda el tiempo,
no malgaste el tiempo en el ocio, atienda a la Iglesia, asista a reuniones de oración, siempre atienda al pobre digno,
siga este curso durante siete años, y si al final de ello no se encuentra en circunstancias favorables, yo pagarés sus
deudas.
Deseamos saber cuántos de nuestros lectores están enterados del hecho de que Franklin guardaba el séptimo día de
la semana, de conformidad con el Mandamiento escrito por Jehová Dios, en las tablas de piedra, con su propio dedo.
Algún día el Pueblo de Dios estará yendo a ver esas tablas de piedra. Shoshoni Independent (Calif) (Shoshoni
Independiente (California).
Del epitafio que él mismo compuso para él, podemos entender que al igual que el antiguo Job, Franklin creía en la
resurrección. Job dice: Si un hombre muere, ¿volverá él a vivir? Todos los días de mi tiempo señalado esperaré, hasta
que mi mutación llegue, tú llamarás y yo te responderé. Y aunque esta mi piel después sea destruida con este mi
cuerpo, no obstante en mi carne veré a Dios. Job 14:14; 19:26.
Franklin dice que su epitafio: El cuerpo de Benjamín Franklin impreso (semejante a la cobertura de un antiguo libro)
reposa aquí, alimento para los gusanos. Pero la obra no será perdida pues aparecerá (según creía él) una vez más en
una nueva y elegante edición, revisada y corregida por su autor. New Standard Enciclopedia (Nueva Enciclopedia
Estándar)
Se notará en las pruebas históricas dadas que la Iglesia que fue establecida en Jerusalem, llevó a través del Asia Menor,
preservada en las montañas y en los desiertos por los Valdenses, y después esparcida a través de Europa antes de la
Reforma y que al final encontró un lugar de reposo en los desiertos del Continente Americano, y que aquí reavivó las
antiguas verdades preservadas de generación a generación a través de su largo peregrinar desde la tierra santa.
LA IGLESIA EN AMÉRICA
Todo aquel que se haya familiarizado con la historia temprana de los Estados Unidos, recuerda que los Puritanos, que
vinieron acá en el “Mayflower” y que tomaron tierra en Plymouth Rock en el año 1620, ellos huyeron de la persecución
en Inglaterra, viniendo a lo que se conocía como “El Nuevo Mundo” en donde ellos pudieron adorar a Dios de acuerdo
con los dictados de su propia conciencia. Cuando recolectaron de su buena cosecha, un día fue puesto por separado
para rendir las gracias al Altísimo Dios, por habérseles bendecido al proveerles provisión para el invierno venidero,
ese día siempre ha sido celebrado en los Estados Unidos como el día de Acción de Gracias.
Los peregrinos fueron lo mismo que los Puritanos, Nonconformistas y Separatistas, como los muchachos y niñas de
nuestro país entienden a quienes recuerdan estos capítulos de la historia temprana de América. Los puritanos se
esforzaron celosamente por purificar la Iglesia en Inglaterra, así como a la Iglesia católica romana. Fueron llamados
separatistas por su separación a estas iglesias y aquellos que arriesgaron sus vidas hacia el peregrinaje hacia el Nuevo
Mundo, han sido desde entonces llamados “Peregrinos”.
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El Jefe Rabino Kohn de Budapest, Hungría, en su obra titulada: Sabbatarians in Transilvana (Sabatarianos en
Transilvania) dice de los Puritanos, ciertos líderes y predicadores de los Puritanos (1554) han transferido el descanso
del día domingo al día sábado. Página 38.
Que los peregrinos fueron guardadores del sábado (sabáticos) y evidentemente de la misma línea de los PuritanosSabatarianos, preciaradores mencionados en esta obra, la evidencia siguiente lo confirmará: Mientras uno de los
autores de esta obra vivía en la ciudad de San José Missouri durante el invierno de 1934, apareció el siguiente editorial
en el “Daily Gazette” de San José Mo., durante la época de la Navidad, y escrito por el editor, Mr. Hugo Sprage.
Extraño como pareciera ser, en la historia temprana de América, hubo un intento de suprimir el espíritu de la navidad.
Los puritanos del Este en Plymouth, imbuidos en rigurosos fervor del Antiguo Testamento detestaron la celebración
en el sábado (séptimo día de la semana) en vez del domingo, y la navidad en particular la consideraron como una
celebración pagana. Más tarde algunos inmigrantes intentaron la celebración de la Navidad como un día de alegría,
pero fue suprimido. El gobernador Bradford, el anciano Brewster, Miles Standish y otros líderes fueron firmes contra
el espíritu de la Pascua de Navidad, como le conocemos ahora.
La esposa del autor tuvo primero la noticia del susodicho editorial y llamole a él la atención a esto. El inmediatamente
se dirigió hacia las oficinas de la “Gaceta” en donde encontró a Mr. Sprage, a quien preguntó que en dónde había
obtenido la evidencia que los padres peregrinos, guardaban y observaban el día sábado de reposo. A lo que él dijo:
¿Por qué desea usted es información, acaso duda de la veracidad de lo informado? Contestó que para información
ya antes a mano frecuentemente hizo tal declaración que ellos fueron observadores del séptimo día de la semana,
pero que no obstante él podía dar alguna más adicional.
Dijo que él sabía de algún libro que mencionara esto, pero que tenía la evidencia adicional, así él dijo: Los peregrinos
fueron mis ancestros directos, y yo conozco muy bien sus prácticas y credo. El aseguró que sus bisabuelos y
tatarabuelos sabían muy bien que los peregrinos del “Mayflower” y de aquellos días fueron estrictamente sabáticos,
observadores del séptimo día de la semana en vez del domingo.
Si alguien desea tener información directa del Editor, de lo cual estamos completamente seguros que él la
suministrará, usted puede solicitársela enviando una carta, con el porte para la respuesta, a San José Mo.,
recomendado a la Gazette. El connotado historiador Robbinson, anota de las palabras del tirano perseguidor Reinerius
en la que muestra que los Valdenses, Puritanos y Catharistas son todos uno, en la misma secta religiosa. Tomado del
trabajo titulado, “From a Weasel to an Elephant (De una comadreja a un elefante) y pie de la nota, página 288 Jone´s
Church History (Historia de la Iglesia de Jone).
Hablando de aquellos llamados Petrine, Gazari; Jones en su historia dice: La palabra Gazari, es una corrupción del
vocablo Cathari, Puritanos, y es notable al examinar a este pueblo, que no son acusados de ninguna inmoralidad, pero
sí de herejía. Más adelante él establece que ellos eran opuestos a las ceremonias de la Iglesia de Roma. Página 217.
Muchos datos históricos han sido impresos en páginas previas de esta obra, tratando de quitar toda duda en cuanto
a que Catharis, Puritanos y Valdenses, fueron un mismo pueblo, así como que observaron el séptimo día de la semana,
que celebraron la Cena del Señor el 14 del mes de Abib, que fueron bautizados por inmersión, aceptaron el nombre
bíblico de la Iglesia, y en general sostuvieron la fe como hoy sostiene la Iglesia de Dios. De ahí que sin ningún
desengaño podemos encontrar la misma doctrina enseñado y practicada por los Puritanos al trazar su historia en
América.
Encontramos en la Biblioteca pública de Londres, Inglaterra, un libro titulado: “A Necesity of Separation” (Una
necesidad de separación) refiriéndose a la separación, de la Iglesia de Inglaterra, de aquellos que recibieron la divina
luz y verdad.
El autor es: John Canne. El frecuentemente menciona “La Iglesia de Dios” o Dios y su Iglesia. En el capítulo 4, página
183, cuando el significado de la palabra “Iglesia” dice: “La Iglesia de Dios” en la página 184 dice: “La causa por la que
los hombres se han ajustado a la Iglesia de Dios, es por su palabra. En la página 187, él usa los términos “Iglesia de
Dios”, también en la página 163. Otra vez usa ese término y dice además “La Iglesia de Dios Viviente”.
Como se recordará, como sea, de notas precisas o previas, que hubo en Londres varias congregaciones guardadores
del sábado anteriores a ese tiempo quienes además observaron la Pascua anualmente y quienes fueron conocidos por
aquel término de “Iglesia de Dios”. Ha sido también demostrado que los separatistas puritanos y peregrinos
observaron el sábado, séptimo día de la semana, y además fueron celosos para la observancia de los Mandamientos
de Dios. De los predecentes es también evidente, ellos sostuvieron el Sagrado Nombre Bíblico.
De Lewis “History of Sabbath and Sunday” (Historia del sábado y domingo) damos la siguiente información. La misma
mano Divina que guardó el sábado a través de la oscuridad de las centurias entre la primera gran apostasía y la
Reforma, la que se trasladó de Inglaterra hasta América, el último campo de la batalla en donde la más grande Reforma
de los tiempos modernos han sido y están siendo llevados más adelante. La Reforma al sábado no han podido
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encontrar un lugar entre las masas hasta tanto que el domingo haya brotado sus frutos, decaídos en fragilidad y ser
desmenuzado por la Iglesia de Dios (sus manos) esta prueba puede ser hecha mejor en América, como consecuencia
de aquella “Divinidad” que dirige nuestros fines.
En 1664 Stephen Numford emigrado de Inglaterra a New Port Rhode Island, él trajo consigo la opinión que los Diez
Mandamientos como fueron dados en el Monte del SINAB, era que eran moral e inmutables, y que no otra cosa sino
el poder del Anti-Cristo quien había cambiado el reposo del séptimo día de la semana al primer día (domingo), él unió
a los Bautistas Iglesia en New Port y pronto ganó a varios de sus miembros a la observancia del sábado. Página 218.
En la misma página de dicha historia se establece que, fue organizada una Iglesia Guardadora del Sábado, en el mes
de diciembre de 1671, y que William Hiscox fue escogido y ordenado su anciano, oficio que él cumplió hasta su muerte
acaecida en 1704. También dice que él fue sucedido por William Gibson, un Ministro de Londres quien así mismo
trabajó entre ellos hasta su muerte en el año 1717. Fue entonces cuando presidió en la Iglesia Joseph Grandall hasta
1737, Joseph Masón fue entonces el pastor, quien a la vez fue sucedido por William Bliss, este último pasó al descanso
en 1808 a la edad de 81 años. Le sucedió William Burdik, Richard Ward que fue miembro prominente de esta Iglesia,
siendo gobernador del Estado de Rhode Island y muy bien conocido en la historia.
Lewis, nos da algo más interesante en la historia de estos tempranos guardadores del sábado en este país en la página
398 de la misma historia como sigue: Abie Noble arribó en este país por el año 1684, y se situó cerca de Filadelfia,
por este tiempo surgió una diferencia entre los Quakeros en cuanto a la suficiencia de que posee cada hombre
naturalmente en sí mismo, para el propósito de su propia salvación. Como resultado de esta diferencia fue la
separación bajo la dirección de Goerge Keith. Estos separatistas muy pronto fueron llamados como Baptistas
Kethianos.
A través de las obras de Abie Noble, muchos de ellos abrazaron el descanso bíblico y fueron organizados entre las
Iglesias cerca del año 1700. Estas iglesias fueron: Newton, Pennepeck, Nottingham y French Creek y muy
probablemente Conogocheage.
Las Iglesias de Pensilvania fraternizaron con las Iglesias en Rhode en New Jersey y deliberaron con ellas en materia de
disciplina. Algunos de ellos también se unieron a sus iglesias, otros con algunos de los miembros de la Iglesia de
Piscataway, y otros de Cohansey, cerca de Princenton, emigraron hacia Parish ofr St. Mark, S. C., y formaron Iglesia en
Broad River, y formaron un establecimiento y una iglesia en Tuckasperking, en Georgia. Estas Iglesias hace ya mucho
tiempo dejaron de existir. (Huellas de estos guardadores del sábado se encuentran todavía en el sur) Página 397,
398.
LA IGLESIA DE DIOS DE LONDRES HACIA AMÉRICA
La Iglesia de Dios. La primera organización de cristianos guardadores del sábado en América, hoy conocidos en la
historia, fue aquella de la Iglesia de New Port, en 1671.
Stephen Mumford vino de Londres por el año de 1664 y trajo consigo la opinión que la totalidad de los Diez
Mandamientos, así como fueron dados en el Monte SINAB, eran moralmente inmutables y que fue el poder del AntiCristo quien pensó mudar los tiempos y la ley, y cambió el reposo del séptimo día al primer día de la semana. Varios
de los miembros de la primera Iglesia en New Port, Rhode Island, abrazaron aquel sentir. Church History of New
England, 1783 a 1796, Chapter 11, Sección 10. (Historia de la Iglesia en Nueva Inglaterra, Capítulo 11, Sección 10).
Esta es la más antigua de las iglesias organizadas que guardaban el sábado en América. En el capítulo dedicado a la
Iglesia de Dios, en las Islas Británicas, se hace mención a cierta carta escrita por la Iglesia en Mill Yard, Londres el 21
de diciembre de 1680, a la Iglesia en New Port.
Esta carta fue copiada de los antiguos archivos de la Iglesia en Mill Yard, la más antigua Iglesia observadora del sábado
en América, siendo conectada con la más antigua en Londres. En consecuencia lógicamente concluímos que estas dos
iglesias armonizaban en doctrina y principios y esta evidencia más adelante lo confirmará.
El primer registro que tenemos de esta local Iglesia organizada en este país, leemos como sigue: Entramos en un
convenio de Iglesia, este día 323 de diciembre de 1671 (estilo antiguo) William Hiscox, Sthephen Mumford, Samuel
Hubard, Rodger Baster, Tacy Hubbard, Hermana Mumford y Rachel Langworthy. Mr. William Hiscox fue escogido
como pastor. La Iglesia no ha tenido artículos de fe, excepto la Biblia. Así fue como las Iglesias en otros lugares
brotaron, y un deseo ha sido y fue sostenido en muchos corazones a seguir las instrucciones del Señor en 1ª. Corintios
1:10 “Que todos hablemos una misma cosa” una mutua comprensión fue vista entre ellos que en aquello que en la
localidad tuvieron avance en el profundo conocimiento de la verdad, por lo que había beneficiar a otros por esas
verdades, aquellas determinadas doctrinas fueron esbozadas con las Escrituras y mostrando con ellas su pureza; su
unidad y armonía fue vista y mantenida.
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El 31 de octubre de 1683, el hermano Hubbard escribió al Anciano Gibson, quien vivía en Nueva Londres, y dice en
parte: Oh, que pudiéramos tener un mitin general, pero el invierno está viniendo sobre nosotros. El siguiente mes
de mayo otra carta fue escrita como sigue: Esta Iglesia ha señalado un mitín que se llevará a cabo aquí el 14 de mayo
de 1684, y tengo la esperanza de ver a todas mis hijas y amigos juntos, si Dios lo permite, procedentes de Westerly,
Narragansett, Prividence, Plymouth de Marthas Vineyard y al hogar en el que pongamos nuestras almas humildes ante
el trono Real de la Gracia de Jehová y para regocijarnos juntamente en el orden de sus Santos Caminos.
Este fue el primer mitín general sostenido por esas Iglesias tempranas de que tengamos un registro en América. A
principios del año 1708 hubo allí 113 miembros de la Iglesia de New Port, Rhode Island, cuando esto se pensó mejor
para los hermanos que vivían en esta parte del Oeste de la ciudad, para ser organizadas, por lo que vinieron a ser
llamados “Westerlychurch” (Iglesia Occidental) de Serventh Day Baptist Memorial (Memorial Baptista del Séptimo
Día).
En 1705 una iglesia fue organizada en Piscataway N.J. de conformidad con una carta de Samuel Hubbard, uno de los
miembros firmanentes de la carta constitucional de la Iglesia en New Port, otra fue organizada en una fecha temprana
en Noodles Island, hoy East Boston, anotamos de dicha carta la que principia con estas palabras: Dentro del mitín de
la Iglesia de Jesucristo en Noodle Island en New England”. Id. Página 152, Volumen I, No. 3.
En el año 1668 habían allí al final nueve iglesias que guardaban el sábado en Inglaterra, de acuerdo con una carta
escrita en Londres por el hermano Dr. Edward Stennett, de la Iglesia Bell Lane a los guardadores del sábado hermanos
en Rhode Island, repetimos: Hay quienes, de nueve a diez Iglesias que guardan el sábado, además muchos discípulos
esparcidos, quienes eminentemente han preservado en estos vacilantes días, cuando muchas una vez eminentes
iglesias, han sido destrozadas, sí, hechas pedazos. Fechada el 2 de febrero de 1668 en Abingdon, Birkshire. Id.
Volumen 1, No. 1, página 27.
En una narración respecto a la Iglesia en New Port, está dicho que en el día 3 de julio de 1669 enviaron ellos una carta
a una Iglesia en Bell Lane, Londres, Inglaterra, en cuanto a ciertas dificultades que ellos encontraron, también se
establece que anterior a esta carta, el 6 de octubre de 1665, ellos enviaron una primera carta a “A varias Iglesias en la
observación del séptimo día para aconsejarles”. Id. Página 29, Volumen I.
Thomas Ward, un abogado prominente de New Port, fue uno de los miembros de la Iglesia allí en New Port, fue uno
de los miembros de la Iglesia allí en New Port en 1689. Richard Ward, Gobernador de Rhode Island de 1741 a 1742,
también fue un miembro de esta Iglesia. Coronel Jebe Bennet, en 1763 quien fue uno de los dos que formaron el
comité para hacer el bosquejo de la Constitución de la Universidad de Brown y sirvió en dicha Universidad como
Tesorero del 1755 a 1775 fue también un miembro de este Iglesia. El Diácono John Tanner de esta Iglesia, fue también
un fideicomisario de la Universidad de Brown.
EL NOMBRE DE LA IGLESIA
La conexión entre esta Iglesia de New Port y la Iglesia de Dios en Londres ya ha sido demostrado en esta obra, tanto
así como la armonía en su doctrina. La Iglesia Mill Yard en Londres, siendo la más antigua guardadora del sábado de
quienes tengamos un auténtico registro, y a esta fecha 1935 sus doctrinas están de acuerdo con esta de las Iglesias de
Dios en América, este hecho es muy significante de la presencia del Espíritu Santo, cuya obra de oficio está declarado
ser, el guiar a sus poseedores dentro de toda verdad.
Esto es evidente que la Iglesia en New Port, Rhode Island en un principio fue llamada Iglesia de Dios y esto en cuanto
a sus relaciones que tenían con las Iglesias que guardaban el sábado en Londres a quienes se les conocía por dicho
nombre.
Los primeros registros de la Iglesia en New Port, fueron destruidos por el fuego, pero nosotros tenemos copia de
algunos de esos documentos antiguos, y por ellos es que hemos intimado que la Iglesia fue adhesiva al verdadero
nombre. En réplica concerniente a una investigación respecto a los Sabatarianos en New Port, lo siguiente es
establecido por miembros de la Iglesia en New Port “Bajo de aquella dispensación hubo, allí una Iglesia y un Mundo
como el que está ahora, así como ahora es deber del mundo arrepentirse y creer al Evangelio, este ha sido deber del
mundo para llegar a constituirse en prosélito para ser unido a la desde entonces Iglesia de Dios. Id. P. 36, Vol. 1.
Entre las preguntas hechas por la Iglesia Temprana Sabbatariana a un candidato a Ministro, entre de ellos esta fue
una: ¿Tiene usted completa libertad para administrar las ordenanzas de Dios entre ellos como a una Iglesia de Dios
para orar, rogar con ellos y por ellos y a edificarlos esforzándose para colocarlos muy en alto en la fe? Id. Página 160,
Volumen 2, No. 4.
El siguiente encargo le fue hecho al anciano David, uno de los primeros Ministros Sabatarianos de la Iglesia en
Shrewsbury, “Hermanos David yo te responsabilizo delante de Dios y del Señor Jesucristo, que tomas el cargo de la
Iglesia de Dios que mora en Shrewsbury, predica la verdad en y entre ellos, ínstalos en tiempo y fuera de tiempo,
administra las Santas Ordenanzas en medio de ellos, exhorta y reprende en toda largura de paciencia, sufriéndolos
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con mansedumbre y humildad de entendimiento, de la manera que tú mismo responderás, cuando tengas que dar
cuenta a Dios en su aparecimiento y reino. Amén”. Idem. página 160, Volumen 2, No. 4.
En el año de 1705 una Iglesia de guardadores del sábado fue organizada en Piscataway. El primer record en el más
antiguo libro de registro de la Iglesia, después de los artículos de fe, estaba la siguiente declaración: probando más
allá que aquellas Iglesias primeras retuvieron el nombre espiritual de “Iglesia de Dios” dicho registro se lee así: La
Iglesia de Dios guardando los mandamientos de Dios y la Fe de Jesucristo, viviendo en Piscataway y Hopewell, en la
Provincia de New Jersy, estando reunidos en asamblea en un acuerdo en casa de Benjamín Martin en Piscataway, el
día 19 de agosto de 1705, entonces hicimos esto, y en un entendimiento escogimos a nuestro querido y muy amado
hermano Edward Dunhan, quien es fiel en el Señor, para que sea nuestro anciano y nos asista, de acuerdo con la
voluntad de Dios, a quien enviamos a Nueva Inglaterra para ser ordenado, lo cual se hizo en la reunión de la Iglesia en
Westerly, Rhode Island, mediante la oración y la imposición de manos por su anciano, William Gibson, el ocho de
septiembre de mil setecientos cinco. Idem. Página 121, Volumen 2, No. 3.
La fe de la Iglesia en Piscataway, se lee como sigue:
1. Nosotros creemos que entre nosotros no hay más que un Dios y un Señor Jesucristo, quien es el mediador entre
Dios y la humanidad, y que el Espíritu Santo es el Espíritu de Dios. 1ª. Corintios 3:6; 1ª. Timoteo 2:5; 2ª. Timoteo 3:6;
2ª. Pedro 1:21.
2. Creemos que todas las Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamento dadas por inspiración son la Palabra de Dios. 2ª.
Pedro 1:19-21; 2ª. Timoteo 3:16; Marcos 7:13; 1ª. Tesalonicenses 2:13; Hechos 4:29-31. Y que son la regla de Fe y
práctica.
3. Creemos que los Diez Mandamientos fueron escritos en dos tablas de piedra por el dedo de Dios, continúan siendo
la regla de justicia para todos los hombres. Mateo 5:17-19; Malaquías 4:4; Santiago 1:21; Romanos 7:25; Romanos
13:8-10; Efesios 6:2.
4. Creemos que los seis registros principales en Hebreos 6:1-2 son la regla de fe y práctica.
5. Creemos que la Cena del Señor debe ser administrada y servida en todas las Iglesias Cristianas. Lucas 2:19; 1ª.
Corintios 11:22,26.
6. Creemos que todas las Iglesias cristianas deben tener oficiales entre ellas, tals como Ancianos, Diáconos. Tito 1:5;
Hechos 6:3.
7. Creemos que toda persona creyente debe ser bautizada por sumergimiento o inmersión, después de haber hecho
confesión de fe en las cosas antes dichas. Marcos 1:4-5; Hechos 2:38; Hechos 8:37; Romanos 6:3-4; Colosenses 2:12.
8. Creemos que la compañía de sinceras personas, siendo formadas en la fe y práctica de las cosas antes dichas,
seguramente podemos decir son la Iglesia de Cristo, Hechos 2:41-42.
9. Nos entregamos al Señor y uno al otro, para ser gobernados y guiados uno a otros de acuerdo con la Palabra de
Dios, 1ª. Corintios 8:5; Colosenses 2:19; Salmo 34:1,2,4,10; Salmo 133:1. Idem. Páginas 120, 121, Volumen 2, No. 3.
Que hubo miembros de la Iglesia de Dios entre los Sabatarianos Bautistas (del séptimo día) con quienes se organizaron,
sabemos, y por los registros propios del pueblo Bautista, los cuales son muy seguros, entendemos la verdad de este
hecho. La carta registrada de un William Davis, un Bautistas Sabatarianos, registra lo siguiente:
Ahora todas las enemistades entre los hombres del séptimo día surgieron contra mí, procedentes de un afamado
hombre Septimodista, y de alma durmiente país, quien ya hace veinte años se opuso a mi por mi credo en los principios
de la inmortalidad del alma humana, luego después empezó a diferir conmigo en cuanto a mi fe en Cristo y la Trinidad,
quien habiendo envenenado a otros varios septimodistas con la mortal y Ateista noción, situándolos en contra;
secretamente él transportó ese diluvio sobre de Westerly a las personas antes nombradas, quienes obedeciendo y
compaginando con él en los juicios de los Socinianos y anti-trinitario error, bebiéndolo vehementemente por lo bajo,
antes que yo viniese a ellos. Idem. página 108, Volumen 2, No. 3.
Unos de los puntos más importantes en la doctrina de la Iglesia de Dios con lo cual se distingue con otros cuerpos de
Creyentes, es el credo de la separación del Dios Altísimo, su Hijo Jesucristo y el Espíritu Santo de Dios, como
perteneciendo a entidades, pero uno como a la unidad del propósito y espíritu. Esta verdad escritural fue sostenida
cariñosamente por el Dr. Arrios (Arrio) y sus seguidores durante los primero siglos, aún es querida para la Iglesia de
Dios en nuestros días y lo fue para los Santos, durante la colonización de América.
Otra de las tenencias de Fe, la cual distingue a la Iglesia de Dios, es la enseñanza de la inmortalidad solamente a través
de Jesucristo, esto es una inmortalidad condicional, la que es dada a los Santos únicamente y no a toda la humanidad.
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El tercer artículo como se habrá notado, es guardando el sábado, es decir, el séptimo día de la semana, observándolo.
De la anotación tomada de la Carta del Anciano William Davis, de los Bautistas Sabatarianos, ha sido notorio a que
aquel célebre sabatariano de quien habla él, no solo era un guardador del sábado, sino que también uno que se
mantuvo en la individualidad de Jesucristo, y la de su Padre Celestial, y la del Espíritu Santo, y en la verdad en cuanto
a la inmortalidad solamente mediante de Cristo.
No hay un cuerpo de cristianos en el mundo, con la excepción de la Iglesia de Dios, que enseña estas tres hermosas
verdades, por lo tanto, sabemos que aquel hombre fue la de Iglesia de Dios, y que contendió por la fe la que una vez
fue dada a los santos.
Previamente se ha dicho y mostrado como las primeras Iglesias, en el Este (EE.UU.) fueron compuestas y se levantaron
a través del trabajo de miembros de la Iglesia de Dios procedentes de Londres, y de otras partes de Europa, y más
lejos, ha habido evidencias que actualmente son conocidas y que entre ellos mismos siempre se llamaron Iglesia de
Dios, esto se proclama por doquiera en la “History of the seventh day Baptist´s” (Historia de los Baptistas del séptimo
día) Volumen 2, Página 613, que estas iglesias no tuvieron nombre oficial.
La razón de dicho clamor es evidentemente unida al hecho que, ellos nunca creyeron en su incorporación al Estado, o
por llenar una carta constitucional, pues la Biblia, dicen ellos, es suficiente. Anotamos de este trabajo lo siguiente: En
los primeros registros del primer libro minuta, existente de la Iglesia, se refiere como a la Iglesia de Rhode Island,
refiriéndose a la isla y no completamente a la colonia, y a Hopkinton, Westerly, Charlestone y a Richmond. Algunas
veces se habla como “La Iglesia” y en otras ocasiones como la “Congregación” pero no tuvieron nombre oficial.
Randolph´s History (Historia de Randolph) Página 613.
En la Apología para las Iglesias de la Nueva Inglaterra, en la página 66, encontramos el nombre, “La Iglesia de Dios”.
CAPÍTULO 22
DEL SIGLO DIECIOCHO A LA PRESENTE FECHA D.C.
EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS ALGUNOS SE APARTARÁN DE LA FE
Quienes se hayan familiarizado con la historia del Antiguo Testamento, cuando la Iglesia se denominaba Israel,
repetidamente se apartaron y de qué manera lo hicieron apartándose de la justicia en tiempos de paz y prosperidad,
pero cuando Dios les castigaba con enfermedad, sequía y derrotas en batalla, ellos se volvían hacia Él en sumisión y
obediencia esto fue cierto entonces, y aún lo es hoy día, que cuando los juicios de Dios son sobre la tierra, el pueblo
aprende justicia.
La conducta de Israel frente a Dios en tiempos pasados, nos habla de la historia de generaciones que sucedieron hasta
nuestros días. Las persecuciones y la adversidad agitaron a la acción, las mejores cualidades ocultas en los corazones
de los electos de Dios, y los trajeron a la acción en humilde sumisión y obediencia. De esa manera vemos cómo la
Iglesia pasó a través de los años de persecución durante su experiencia en el desierto, el pueblo se mantuvo pío, fiel
y devoto.
Como hemos entrado cuando la “Tierra ayudó a la mujer” y los verdaderos seguidores de Cristo vinieron a América en
donde ellos pudieron adorar a Dios de acuerdo con los dictados de sus conciencias, llenos con Santo Fevor, estos
humildes siervos de Dios fundaron congregaciones de hombres y mujeres piadosos reteniendo el nombre bíblico, y la
verdadera doctrina, guardando los Mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Es penoso, como se quiera que algunos de
entre los más antiguos de estas congregaciones que aún se encuentras existentes, igual que el Israel de ayer, se
apartaron, en algún grado, de las antiguas sendas en las que sus antepasados caminaron. Por ese tiempo ellos
mantuvieron la verdad del sábado y del Bautismo, estas ciertas congregaciones, que no obstante a ello tomaron un
evangelio anti-escritural, y otros no menos importantes principios de fe. Tuvieron verdad de la Iglesia establecida en
New Port Rhode Island, y un número de otras ciudades del Este, las que ya han sido mencionadas en páginas previas
en esta obra, incluyendo a la Iglesia de Shrewsbury, N.J. la cual emigró en cuerpo entero a lo que ahora es Salem, W.
Va.
LOS BAUTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
Mientras que los guardadores del sábado en Europa estuvieron bajo el fuego de la persecución, teniendo que viajar
de un país a otro ellos fueron humildes y devotos a Dios, confiaron en el Señor para que los condujera y librara siendo
constantes y fervientes en la oración, así como fervoroso en el Espíritu. Como se quiera, después que vinieron a
América, y después de regocijarse por unos cien años o más, garantizada al principio por el derecho constitucional de
William Penn, más tarde extendida a otras colonias, un estado de formalidad en el culto, dependiendo para su
seguridad en las leyes del hombre, haciendo a un lado la mano interventora de Dios.
Como consecuencia, algunos empezaron gradualmente a diferir de la primera piedad y amor por la Biblia, y solamente
la Biblia para su fe y práctica, y tomaron para sí otro nombre, además que aquel divinamente dado por Dios. En la
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historia de ellos en América, esto fue poderosamente entre las primeras señales que señalaron su descenso
alrededor del mundo.
En los últimos datos de los primeros sabatarianos, quienes más tarde vinieron a ser conocidos como “Bautistas del
Séptimo Día” lo encontramos usando el nombre de la “Iglesia de Cristo” y la “Iglesia de Jesucristo”. Vea. Seventh Day
Baptist Memorial (Memorial Baptista del Séptimo Día) página 27, Volumen 2.
Frecuentemente ante los hombres: la Iglesia de Dios y la Iglesia de Cristo, fue usado alternadamente. Randolph´s
History of Seventh Day Baptist (Historia de Randolph del Séptimo Día Baptista), páginas 11, 12.
En datos últimos encontramos el nombre: Sabatarian Church of Christ (Iglesia Sabatariana de Cristo) y Seventh Day
Baptist Church of Christ (Iglesia Sabática de Cristo) más tarde, la palabra “de Cristo” fue quitada y ese pueblo vino a
ser conocido como Bautistas del Séptimo Día (Seventh Day Baptist). Id. Página 36, Volumen 2, Pág. 1.
Después que la Iglesia en New Port sostuvo fielmente la verdadera luz muy en alto por poco más de ciento cuarenta
y cinco años, cuando obtuvo su cédula en el año 1819, su nombre fue registrado como “La Iglesia Bautista del Séptimo
Día de Cristo” (The Seventh Day Baptist Church of Christ).
Damos lo siguiente de la Historia de los Bautistas del séptimo día en América, Volumen 2, página 610: No fue allí por
leyes, constitución, cédula o artículos de fe, salvo las Escrituras, las cuales fueron todas consideradas. Hablando de la
Iglesia en New Port del Oeste, o la Iglesia en Hopkinton, dice esto en sus páginas más adelante: Allí parece no haber
tenido propósito especial, ni haber tenido propósito y nombre especial. Esto fue referido como a la Iglesia Sabatariana
en Westerly (1758). En Hopkinton la Iglesia fue conocida como la Iglesia de Hopkinton.
Sesenta y un años más tarde (1880) el nombre “Iglesia de Cristo” fue quitado, y el nombre de “Bautistas del Séptimo
Día” retenido, y en una carta de privilegio extendida en aquel año bajo el título de “La Primera Iglesia Bautista del
Séptimo Día” por la Legislatura del Estado.
Vemos así como por escalones consecutivos, son suplantados los títulos divinos por nombres mundanales, los que en
ninguna manera pueden regocijar si agradar a las Cortes del Cielo. Ya hemos dado previamente un record en donde
la Iglesia de Shreusbury, N.J. se llamó así misma la Iglesia de Dios.
El registro de la Iglesia establecida en Shrewsbury, N.J. Sabatariana, principia como sigue: Este es un libro de registros
del asiento y procedimientos de la Iglesia de Cristo, guardando los mandamientos de Dios y particularmente el santo
día séptimo, con el resto de los Mandamientos de Dios, creyendo y practicando las enseñanzas santas y ordenanzas
del Evangelio de Cristo y sus doctrinas. Páginas 11, 12 Randolph´s History of the Seventh Day Baptist (Historia de
Randolph del Séptimo Día).
Leemos un último dato: La Iglesia de Cristo en Shrewsbury y Middletown en observación del Santificado Santo Sábado
de Dios. Primero convenimos en el décimo tercer día del sexto mes del año 1774. Creemos que una congregación de
personas sinceras seguramente pueden decir ser la Iglesia de Dios. Id. Página 20.
Este fue la Iglesia de Shrewsbury la que en el año 1789 emigró a Salem, West Virginia, el pueblo procedente de
Shrewsbury fundó la Villa de Nueva Salem. Va. Hoy Salem West Virginia.
Aunque sabemos por los registros ya citados que la Iglesia de Shrewsbury fue denominada “La Iglesia de Cristo” y la
Iglesia de Dios (mientras estuvo en New Jersey) es un hecho que cuando la Iglesia fue reorganizada en Salem, fue
quitado el nombre bíblico y sus miembros se denominaron así mismos “Los Bautistas del Séptimo Día” nombre que
hasta el día presente es sostenido por ellos.
Como sea, esto es un hecho evidente, que todos los miembros de Shrewsbury que se situaron en Salem, nunca
aprobaron el separarse del nombre bíblico para nominarse por un nombre otro de la Iglesia, pues al situarse en otras
partes del Estado y organizando otros cuerpos sabatarianos, encontramos al final una congregación readoptando el
nombre La Iglesia de Cristo. En adición a guardar el sábado y creyendo en el bautismo por inmersión, algunos de sus
miembros en esa asamblea observaron otras verdaderas conexas y sostenidas por la Iglesia de Dios a través de los
siglos.
Los siguientes estractos nos traerán afuera estos hechos. El lavamiento de pies fue practicado por algunas de las
primeras congregaciones del pueblo hoy llamado “Bautistas del Séptimo Día”. El siguiente extracto es tomado como
una epístola escrita por la Iglesia de Cristo en Shrewsbury, en 1790 a otra congregación hermana, nosotros
transcribimos.
Y ahora queridos hermanos, usaremos la libertad para instruirles en una cosa, y con el anhelo ferviente de
recomendarles a su seria y cristiana consideración, y esto es en cuanto al deber de lavarse los pies el uno al otro.
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Este es un deber y obra, la que algunos de nosotros hemos tenido en larga consideración, y persuadidos en parte de
hemos llegado a la conclusión de ponerlo en práctica desde entonces, esto hace ya algún tiempo, de la manera
siguiente: de la manera como en la último cena del Señor, el Anciano, en imitación del Señor, quien tomó una toalla
y así mismo se ciñe, luego derrama agua en una palangana y principia a lavar los pies de los discípulos (así lo hace él
con sus hermanos, lavándoles los pies) y para él, ellos toman lo mismo, luego de hermanos a hermanos y las hermanas
a las hermanas, todos se lavan los pies unos a otros durante la presente asamblea.” P. 15 Randolph´s History of the
Seventh Day Baptist.
Esta Práctica del lavamiento de los pies fue continuada por esta Iglesia después de removerse a Salem, W. Va. (antes
Virginia) pero, que fue abandonada esa práctica por algún tiempo, probablemente durante la primera mitad del siglo
diecinueve... Id. P. 15
Clark, en su historia de los sabatarianos instituye en la página 64: Algunas de estas Iglesias (Oeste Virginia) creían en
le lavamientos de los pies el uno al otro, en determinado tiempo, etc..., pero el sábado y el bautismo, son sus principios
que los distinguen.
Concerniente a la Pascua o la Cena del Señor, en el final de una asamblea de los primeros sabatarianos en West
Virginia, es ilustrativo lo siguiente:
El 21 de marzo de 1853, fue acordado que el servicio de la Comunión debe celebrarse una vez en los doce meses del
año “En el día catorce del primer mes judío en el atardecer de la Pascua. Idem. Página 201. El régimen de algunos de
los primeros sabatarianos en el Oeste de Virginia, puede entenderse del siguiente, concerniente al South Fork de la
Iglesia de Huches River en 1842.
En su esfuerzo por seguir los mandatos de la Ley Mosaica, la carne del marrano, como alimento fue colocada bajo
excomunión. La carne del carnero y la grasa de la res, sustituyeron a la carne y grasa del cerdo en la cocina. Algunos
pocos de los demás tuvieron por mejor usar el aceite de oliva. Idem. página 203.
Esta Iglesia fue llamada la “Iglesia de Cristo” en sus registros tal como se dan en la página 20 y el cuerpo sabatariano
de Lost Creek W. Va. Fue también organizado con el mismo nombre “Iglesia de Cristo” como lo hemos registrado en
la página 146 de la misma historia. Otra congregación de primeros sabatarianos se establecieron en el South Fork de
Hughes River en West Virginia, en Richie Country, y entre ellos hubo líderes quienes enseñaron a los Sabatarianos
conocidos entonces como los Baptistas del Séptimo Día. De estos cristianos está registrado que ellos “Enseñaron la
obediencia a la ley ceremonial, y se esforzaron por hacer cumplir a la Iglesia contraria a la fe de la denominación
“Baptista del Séptimo Día” abstinencia de ciertas comidas, para el vestido peculiaridad e instaron porque la Iglesia
fuera gobernada exclusivamente por ancianos. Idem. página 213.
Los datos que ya citamos nos llenan para justificar el decir que son suficientes para convencer al más escéptico de
nuestros lectores, que el Señor no se dejó sin quienes lo testificaron durante los siglos siguientes a la colonización de
América; pues doquiera que estos santos de Dios llegaron, ellos llevaron consigo las verdades sostenidas con cariño
por la Iglesia de Dios en todas las edades, y desde entonces preservada para nosotros hasta este día.
LOS ADVENTISTAS DEL SÉPTIMO DÍA
Entre tanto que ciertas iglesias fueron desarrollándose frías e indiferentes hacia la verdad, hacia el mundo a la deriva;
viniendo a ser semejantes a los gentiles que les rodeaban. El Señor estuvo levantando siervos humildes que caminaran
en pos de Él y enseñados por el poder del Espíritu Santo. Nuevas Iglesias con sangre y vida nueva fueron traídas a la
existencia, por la gracia y poder de Dios.
Un real reavivamiento recorrió el país, espiritualmente. La verdad del sábado, con su rebosamiento de profecía, fue
suscitando a hombres y mujeres por todas partes en acción para con Dios.
William Millar un ministro y estudiante instruido en profecías, fue el líder principal en el movimiento de 1835, en el
cual se estableció el tiempo de la segunda venida del Señor. Su gran entusiasmo por el regreso de Cristo y un parcial
conocimiento de profecías le condujo a creer que el Señor vendría en el año 1844. Desde el año 1835 ya avanzado,
este credo agarró fuerza las mentes de los jóvenes y viejos por igual. Millares en todos los caminos de la vida
estuvieron ansiosos por dejar por detrás los negocios del mundo y prepararse con el encuentro con Jesús.
Observadores de los Mandamientos brotaron en cada Comarca, hombres y mujeres, encendidos de fervor, vinieron
al frente con el Mensaje, privándose así mismo de las perentorias necesidades de la vida, estas preciosas almas,
deseosas de ganar a Cristo y preparadas para encontrarse con el Señor en su venida.
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Cuando arribó el esperado año, el chasco fue amargo, Jesús no vino, pero esto no les desanimó en su fervor ni
desalentó su trabajo. Descubriendo su error en el cálculo profético y que otras condiciones debían suceder primero,
modelándose para el regreso del Señor, ellos vinieron con la verdad.
El año del Chasco, 1844, James White principió publicando “The Messenger” (El Mensajero) en Rochester, New York;
el nombre de este periódico más tarde fue cambiado por el de “The Advent and Sabbath Herald” (La revista adventista
y Heraldo del Sábado) el que fue lanzado por los hermanos devotos de la Iglesia de Dios, quienes fueron guiados el
Espíritu de Dios, defendiendo la preciosa verdad, de la cual Dios había llamado para que lo proclamasen.
NOMBRES DE MINISTROS DE 1844 A 1860
Será de interés saber quienes fueron líderes de la Iglesia de Dios en América, como la verdad esparcida de un Estado
al otro, por el Este, el Norte y Sur. Algunos de esos líderes fueron los siguientes: J.N. LOUGHBORROUGH, M.E.
CORNELL, JAMES WHITE, ISAAC SANBORN, WILLIAM S. INGRANM, W.M. ALLEN, JOSEPH BATES, JOHN BOSTWICK, J.N.
ANDREWS BYINGTON, H. KEENEY, R.F. CORWELL, JAMES SAWYER, B.F. ROBBINS, E.J. WAGONER, B. McCORMICK, E.E.
TAYLOR, G.W. HOLT, J. DUDLEY, L.E. JONES, J.P. FLEMING, J. CLARK, BROTHER BUTLER, S.W. RHODES, LUTHER KEER,
BROTHER CRAMMER, R.V. LYONS, R.E. COTTERELL, A.C. y D.C. BORDAY, A.S. HUTCHISON, BROTHER SPERY, H.S.
GARNEY, M.S. JELLOG WASHINGTON MORSE, H.R. LASHER, y otros.
Se formaron las asociaciones de Estado y funcionaron en Missouri, Iowa, Wisconsin, Minnesotta, Illinois, Ohio,
Michigan, New Yor, Vermont, Massachussets, Connecticut, y en varios de los estados del Sur. Dos tiendas (carpas)
evangélicas se pararon en y para operar en el estado de Iowa y los otros estados de la Asociación, también adquirieron
tiendas las que luego se pusieron en uso, e Iglesias y hermanos aislados fueron esparcidos del final de un estado hacia
otro.
EL NOMBRE DE LA IGLESIA
Que el nombre de la Iglesia en ese tiempo fue de La Iglesia de Dios es evidente por los primeros escritos, experiencias
y visiones de la señora Ellen G. White, editor de un periódico de la Iglesia antes mencionada. Ella escribió numerosos
volúmenes a los que llamóseles: Spiritual Gifts (Dadivas del Espíritu) y experiencias y visones en las que ella
frecuentemente menciona el nombre Iglesia de Dios. También el primer himnario publicado por este pueblo es
dedicado a la Iglesia de Dios esparcida en el exterior. Esta declaración es hecha en el prefacio del libro.
Otra vez en la página 40 del periódico de la Iglesia del 18 de diciembre de 1860, encontramos lo siguiente bajo
encabezamiento de “Resignation” (Resignación).
Hermanos Smith, le estaré agradecido por el privilegio de decirles a través de la Revista a mis hermanos y hermanas
guardadoras del sábado, que me tengo por paupérrimo para llenar el oficio de un buen Ministro de Jesucristo en mi
administración del Mensaje del Tercer ángel en la Iglesia de Dios, durante once años pasados, en este día hago resignar
el Santo Oficio, y me retiro a mis labores públicas, a una relación más humilde a la Iglesia con la cual he estado asociado
y a la cual aún amo devotamente. Firmado S.W. Rhodes, Habbardsville, N.Y., 8 de diciembre de 1860. Este buen
hermano por causa de sus años ya declinados, resignó de su trabajo activo como Ministro de la Iglesia de Dios, de la
cual él dice lleno durante once años. Había tomado su nombramiento atrás por el año 1849.
El siguiente testimonio es para demostrar la verdad que los Adventistas del Séptimo Día, originalmente retuvieron el
nombre escritural de “Iglesia de Dios”. El anciano J.M. Orn-Naerem, de Noruega, uno de los primeros ministros
adventistas, escribre como sigue de los registros de la antigua iglesia y del cambio del nombre:
“Tengo delante de mí una copia de la obra: Advent Review (Revista Adventista) edición de 1850, la cual me fue enviada
por E.S. Ballenger. Yo agrego a este trabajo que como prueba, que los adventistas tuvieron el nombre correcto de la
Iglesia atrás del año 1844 y más adelante hasta el 3 de octubre de 1860, en la cual fecha adoptaron el nombre de
“Adventistas del Séptimo Día”. Concluyó en vista de esta prueba, que Hiram Edson, David Arnold, George W. Holt,
Samuel W. Rhodes, y James White en quienes consistió el primer comité de publicaciones, todos pertenecían a la
Iglesia de Dios, y no reconocieron otro nombre hasta por el año 1850. Está dicho que aquel libro fue escrito en el
Espíritu Santo por muchos líderes del movimiento del advenimiento; en consecuencia, todos aquellos líderes fueron
miembros de la Iglesia de Dios, puesto que dicho libro es publicado por la Iglesia de Dios y no por la Iglesia Adventista
del Séptimo Día.
En la página 18 de esta obra, se encuentra reimpreso un artículo del anciano Marsh, de la “Voice of Thruth” (Voz de
la Verdad) del 21 de mayo de 1845, en el que se cita al anciano Marsh como diciendo: Finalmente objetamos a los
que están haciendo la conferencia de Albano, en cuanto a los procedimientos, pues tal parece todo, como si se
estuviera formado una nueva secta bajo su nombre sectario, en vez de venir al orden del Nuevo Testamento, bajo el
nombre que allí se da a la Iglesia Verdadera. Parece van colocando planes de propia invención, estando con miras
para actuar en el futuro, teniendo en nuestra posesión, la perfecta economía del Señor, por la que debemos ser
guiados, y más aún cuando profesamos estar mirando por su venida cada hora.
87
Parécenos que James White es el editor encargado de reimprimir ese extracto del artículo del anciano Marsh, dado la
forma en que termina con las siguientes observaciones:
“Tenemos la esperanza y oramos porque estos testimonios, puedan inspirar a los corazones de los hijos de Dios con
más fuerte fe, y brillante esperanza todo el tiempo en que permanezcan fieles y obedientes al requerimiento divino.
Llamados a recordar las primeras cosas”. J.W.
Mrs. Ellen White dice: Antes de 1884 todos fuimos unidos en la verdad, pero desde entonces 1844, en el tiempo de
la perplejidad, muchas nuevas visiones salieron a la luz y oscuridad y confusión fueron el resultado. Esta es una
citación de un tratado “The Daily” (El Cotidiano) por O. A. Jonson, profesor de Teología en Walla Collage, en el Estado
de Washington.
CAMBIANDO EL NOMBRE DE LA IGLESIA
Encontramos en la cuarta página del periódico de la Iglesia “Review and Herald” (Revista y Heraldo) el 19 de marzo de
1861, un artículo intitulado “Organization” (Organización) en el cual la necesidad para una organización es puesta al
frente. Las razones dadas son que la propiedad en arrendamiento incluyendo la imprenta y edificios, no debían ser
tenidos por individuos particulares, a perpetuar confianza en el trabajo y asegurar la unidad en el esfuerzo.
Esto fue establecido más adelante como sigue: Ultima información de Lansing, Michigan, nos dan a entender que han
pasado un proyecto dentro de la ley por la cual podemos organizarnos. Pronto seremos conocidos mediante esa
provisión, y los amigos de la causa, quienes están esperando para añadirse llegando a ser miembros de la asociación
nos darán la oportunidad de regocijarnos en la Obra. En subsiguientes ediciones del periódico, encontramos reportes
dados y más tarde formada una organización general; la cual nos apenas profundamente, pues no fue de acuerdo a la
organización escritural para la Iglesia de Dios, como tampoco el nombre adoptado fue Escritural.
Otra vez encontramos el verdadero pueblo de Dios, igual que el Israel de antaño, deseando ser semejante a las
naciones que les rodeaban (1º. Samuel 4) formando una organización con un presidente, vicepresidente, y la
organización general modelada conforme a las Cortes Civiles de las naciones mundanales. En la ausencia de Moisés
cuando subió a la cumbre del Monte Sinaí a recibir las tablas de piedra, Israel adoró al becerro, y siempre lo ha sido
así entre los hijos de Dios, la historia de ellos ha sido una vez más repetida apostatando, pero el Señor ha levantado a
otros para llevarlos a su Obra en la tierra.
Ya hemos probado que la Iglesia llevando el Mensaje de la Verdad enseñando los Mandamientos de Dios y la Fe de
Cristo, en ese tiempo fue llamado “La Iglesia de Dios” suministramos lo siguiente de Review and Herald del 9 de abril
de 1861, bajo el título de “Secesión” leemos lo siguiente:
Hermano Smith: concluimos por los presentes aspectos que el nombre “Adventistas del Séptimo Día” se está haciendo
obligatorio sobre nuestros hermanos. Sin ir más lejos Ohio no puede someterse al nombre “Adventistas del Séptimo
Día” ni como por un ensayo, y menos porque sea apropiado para el pueblo de Dios.
Habiendo sido designado un comité de finanzas en la última conferencia, y teniendo ahora a mano los medios para
conducir la causa en Ohio, concientemente no podemos expender aquellos medios en ninguna otra cosa que no sea
para el avance y extensión de la Verdad y de la “Iglesia de Dios”.
Si aquellos medios son expendidos de otra manera, será necesario para las Iglesias en Ohio tener una asamblea en
conferencia, y dar instrucción a tal efecto, y para escoger otro comité que haga el desembolso. Firmado: J. Dudley,
J.E. Jones, y J.P. Fleming.
Comité de Finanzas de Ohio
James White, editor de Review and Herald (Revista y Heraldo) contestó de la manera siguiente: La Conferencia de
Battle Creek del 1º. De octubre de 1860 acordó que nos llamaríamos así mismos “Adventistas del Séptimo Día”. Los
hermanos que están tan lejos que podamos saber están adoptando ese nombre y nunca hemos oído ni siquiera
pensando en que se está haciendo un ensayo hasta ahora que leemos lo antes dicho por Ohio.
Añadiremos aquí que como a un amigo de Gilboa, se quejaba de no haberse publicado un artículo procedente de
Gilboa, poniendo por delante la evidencia a favor del nombre Iglesia de Dios, deseamos decir que: Hasta este tiempo
ninguno conectado con la oficina de la Revista haya objetado dicho nombre. Firmado por James White.
Lo anterior constituye una prueba amplia de el origen de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que son una rama de
la original Iglesia de Dios, y que llegaron a ser un cuerpo separado el 1º. De octubre de 1860. Como sea, la Iglesia de
Dios, continuó sosteniendo al frente la enseña de la verdad, como ya lo había hecho antes los días de nuestro Señor
Jesucristo. Mientras tanto que esto fue un vendaval fuerte para la obra. Aún allí hubo fuertes hombres, llenos de
Espíritu, quienes inmediatamente lanzaron otro periódico, el cual más o menos llegó a fortalecer la obra que quedaba,
y a recoger y unificar otras compañías de creyentes como a Dios placía ir añadiendo a su Iglesia.
88
Siguiendo a esa Conferencia (The Battle Creek) otras varias doctrinas anti-escriturales cautelosamente fueron
introduciéndose en las Iglesias Adventistas del Séptimo Día, incluyendo la observancia de la Cena del Señor,
trimestralmente, en vez de se anualmente. Esto vino como resultado de la influencia de la Señor Ellen White, la esposa
del editor, quien cuando niña fue asociada a una Iglesia que aún observa la ordenanza cada tres meses. La Iglesia de
Dios desde los días de nuestro Salvador, ha practicado la anual observancia de la Cena del Señor, y algunas de las
iglesias continuaron esa práctica, no tomando en cuenta las enseñanzas puestas al frente en los primeros escritos de
la Señora Ellen White, quien por muchos fue estimada que poseía el don de la profecía, de manera que fue tenida por
profetiza por aquellos que se apartaron de la fe.
LA RECONSTRUCCIÓN
Muchos ministros a través de América y en campos foráneos apoyaron la acción de la Conferencia de Battle Creek,
siguiendo el consejo de su supuesta profetiza, no sólo en el cambio del nombre de la Iglesia pero también otras
erróneas enseñanzas que fueron sutilmente introducidas en el pueblo de Dios. Aunque lejos esa caída había sido
profetizada por el apóstol Pablo en 1ª. Timoteo 4:1-3, que vino a tomar lugar en los últimos tiempos, aún cuando hizo
mucho daño a la causa de la verdad, con todo, el trabajo del Señor continuó yendo más adelante, hombres fuertes
llenos de la bendición del Espíritu Santo no fueron engañados, fueron constantes e intrépidos, conduciendo el
verdadero nombre y la verdadera fe. Los siguientes Ministros prominentes entre el remanente son dignos de mención
en esta obra: R.V. Lyons, de las cataratas de Niágara, New Cork, Philip Howe y Luther Keer de Canadá, y los ancianos
Cramner, y Thomas Howe de Michigan.
El año siguiente estos hermanos y otros de los Estados de alrededor se encontraron en Battle Creek, Michigan, y
principiaron la publicación de un periódico mensual al cual llamaron “The Remnant of Israel” (El Remanente de Israel)
ellos decidieron por ese nombre, que con ternura serviría a los pocos dejados fuera de la apostasía, quienes
verdaderamente eran “el remanente de Israel”. Esta publicación continuó pero el nombre fue cambiado más tarde
por el de Sabbath Advocate (Abogado del Sábado) y mucho después por el de Biblia Advocate (El abogado de la Biblia)
y el cual nombre, el que a la fecha tiene.
El paso siguiente fue el de obtener una cédula Constitucional, para la Iglesia de Michigan, habiendo sido colocados en
la cédula los siguientes nombres: L.A. Munger, A.E. Case, Seth Munger, Hill Slater y John Campbell. Estos son los
nombres que aparecen en el documento en mención. Este documento se encuentra aún entre los hermanos de
Michigan, y está en manos del Anciano James Merriam, Supervisor de Distrito de aquel territorio.
Durante el período de la reconstrucción de la Iglesia, siguiente a esa apostasía, un número de valientes soldados de la
Cruz, contribuyeron con sus vidas en el Ministerio del Evangelio y son dignos de mención en estas páginas, algunos de
los más prominentes fueron: S.E. BRIONKERHOFF, JACOB BRINKERHOFF, A.C. LONG, W.C. LONG, E.S. SHEFFIELD,
DAVID LEARD, N.A. WELLS, A.F. DUGGER, JASPER MOORE, J.C. BRANCH, LEMIEL BRANCH, J.R. GOODENOUCH, E.G.
BLADKMON, ADELBERT BRANCH, J.W. NILES, S.S. DAVISON, I.N. KRAMER, S.V. GRIMM, J.T. JOHNSON, J.A. NUGENT,
MB. ELLIS, J.C. BARLET, J.H. NICHOLAS, B.F. SNOOK, R.E. CAVINESS, M.C. CORNELL, C.E. CARVER, L.L. PRESLER, J.H.
HINDS, J. JOHN WILBUR, SAMUEL DAVISON y otros.
El periódico de la Iglesia lanzado en Battle Creek Michigan, en 1861, “El remanente de Israel”, más tarde fue movido
a Marion, Iowa y más tarde hacia Atamberry, Mo. Una conferencia general fue organizada en Missouri, y conferencias
de Estado, también fueron organizadas en varios Estados con presidentes y vice-presidentes, con una organización
parecida a la formada en Octubre de 1860 en Battle Creek, Michigan, cuando el nombre fue cambiado por el
Adventistas del Séptimo Día.
Por alguna razón Dios no puso en el corazón de su pueblo en aquel día, para restaurar la organización del Nuevo
Testamento como la situada al frente de Cristo y sus santos apóstoles. Como el tiempo llegó, el trabajo se inició en
los campos del exterior, y la preciosa verdad encontró sendero dentro de muchos países e Islas del Mar. Cientos de
millares de tratados fueron impresos y distribuidos a la par de muchos libros por un período de 72 años, del año 1961
a 1933, la Iglesia continuó llevando al frente la verdadera doctrina.
A la caída del año 1931, se acordó en la Conferencia General, que la Iglesia enviara a alguien a Jerusalem, para ver
antes del trabajo y con la mira de mover el cuartel General hacia Jerusalem cuando así lo permitieran las
circunstancias. En consecuencia se hicieron los preparativos para que el anciano R. N. Dogger fuera a investigar en
cuanto a este trabajo. Le fue dada una imprenta, entre tanto se sostenía reuniones en Londres por el hermano Samuel
Brown, de esta ciudad, quien se embarcó hacia Jerusalem.
Durante el verano de 1932, con la asistencia del anciano Henry Cohen, un hebreo cristiano publicaron ciento cincuenta
mil tratados evangélicos en lengua hebrea, y en agosto de aquel año en compañía de Jacob Kort, Henry Cohen y Jacob
Futerman. El anciano Dogger vino sobre toda Judea, Samaria y Galilea, sistemáticamente distribuyendo esos
mensajeros evangélicos entre todas las ciudades y pueblos judíos.
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Un buen número de judíos convertidos fueron bautizados durante el año 1932 en Palestina, así mismo un número
de obreros hebreos se iniciaron en el trabajo evangélico, allí. La hermana Rose Millar ayudó mucho para el buen
trabajo, para lo cual el Señor la había llevado a su Iglesia para la labor en la tierra.
LA REORGANIZACIÓN
Por este tiempo parecía ser que el Espíritu de Dios, nuevamente se movía por los campos de Israel y hombres llenos
con el Espíritu Santo desde California a los Estados de Nueva Inglaterra, y del Norte al Sur fueron fuertemente
impresionados ante la impropia al organización de la Iglesia. Se mantuvieron escribiendo el uno al otro en diferentes
lugares en donde el mal se manifestaba al estado de elecciones generales de presidentes y vice-presidentes, y sugerían
la necesidad de la restauración de la Organización Escritural de los doce que prestaron atención a los asuntos
espirituales de la Iglesia, y de siete que tomaron el cargo de las finanzas y negocios, y también setenta para que fueran
de dos en dos al frente llevando el candente mensaje de la hora.
Dos cartas, hoy en el archivo, fueron escritas muy cerca de la misma fecha las que mutuamente pasaron en su ruta,
de Battle Creek Michigan a Los Ángeles California.
El anciano Haeber, en California, escribió al hermano que estaba en aquel tiempo en Battle Creek poniéndole por
delante la necesidad de la bíblica organización como ha quedado dicho (12, 7, 70) lo que por su propia expresión no
lo había sugerido a otros en California, como que también hubiera pasado correspondencia a ese respecto a otros
Ministros, tocando este punto. Antes que esta carta alcanzara llegar a su destino, el hermano a quien iba dirigida esta
carta, también había escrito una carta a Elder Haeber en California, diciéndole del movimiento que parecía arrollador
para las mentes de muchos, sobre dicho asunto, el que podía ser traído para presentarlo a la siguiente Conferencia
General a realizarse en Stanberry, Mo.
El tiempo nos impide ampliar en más detalles en material, pero el Elder R.A. Barnes de Arkansas y el Elder Ed. Severson
de Oklahoma, estuvieron por algún tiempo hablando dentro de ellos mismos aunque desconocido a la Iglesia en
General. El hermano Teodoro Gillespie, desde ya hacía mucho tiempo era miembro de la Iglesia de Dios en St. Joseph
Missouri de su espontaneidad le hizo la sugerencia al hermano A.N. Dugger pocos meses después de su regreso de la
Tierra Santa. Ni el hermano Dugger ni ninguno otro le insinuó dicho asunto.
El fue informado de esto siendo la opinión de la Iglesia en Jerusalem, y que otros consideraban este asunto muy
seriamente. La profecía del Señor Jesucristo en Apoc. 19:7,8, concerniente a su Iglesia en los últimos tiempos y que
es como sigue: “Vamos alégrate y regocíjate y da honor a Él, porque las bodas del Cordero son venidas, y su esposa
ha hecho sus propios arreglos, alistándose y le ha sido permitido que ella pueda ataviarse en lino fino, limpio y blanco,
pues el lino fino es la justificación de los santos”.
Partiendo de esta Escritura fue entendido por muchos hermanos principales que la Iglesia, no estaba lista, pero que
ella debía de “Hacer su propia preparación” como dice ella, de aquí que ellos propusieron en sus corazones orar y en
consecuencia fueron guiados en un acuerdo a permanecer por una Iglesia limpia sin mancha, ni arruga mundanal;
también a formar la organización escritura, para que así cuando Cristo venga a recibir a su esposa, pueda encontrarla
preparada y lista, habiendo lanzado a un lado la organización modelada como las organizaciones civiles de este mundo,
y luego, con un centro de operaciones movido al lugar que Él mismo haya escogido.
Esto de la reorganización vino más y más a impresionar sobre la Iglesia y a hacerse su necesidad más manifiesta, por
lo que se escogió un tiempo y lugar determinado para llevar a efecto ese trabajo. Así fue como se fijó la fecha del 4
de noviembre de 1933 y el lugar fue escogido, Salem, West Virginia, USA.
El siguiente relato del mitín de la reorganización es copiado del abogado de la Biblia (Bible Advocate) publicado en
Salem el 6 de noviembre de aquel año.
EL ESCOGIMIENTO DE LOS DOCE, LOS SETENTA Y LOS SIETE
Varias semanas anteriores al 4 de noviembre, fue hecho un llamamiento a muchos países para que orasen, para que
Dios otra vez quisiera, escoger hombres que dirigieran a su Iglesia como en los primeros tiempos, estos países fueron:
Jerusalem, Africa del Sur, Australia, Egipto, Inglaterra, Noruega, Alemania, Suiza, China, India, Nueva Zelandia,
Panamá, Japón, Jamaica, Cuba, Trinidad, Guam, Canadá, Nueva Escocia, Liberia, Barbados, Venezuela, Siria,
Madagascar, Burna, Newforundland y México.
La práctica para escoger por medio de suerte es muy antigua entre los judíos y fue también practicada por la Iglesia
temprana. Vease: Hechos 2:23, 26, por lo tanto y después de haber sido hecho un llamado, a la oración a través del
mundo. Alrededor de unas diez mil personas del pueblo en América, ministros, hermanos y hermanas en Cristo se
encontraron en Salem W. Va. De acuerdo con la fecha señalada del 4 de noviembre.
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Procedentes de un millar de millas que tiende hacia el Oeste, de novecientas millas al Nordeste, y de unas
seiscientas millas del sur, así llegaron juntos, muchos de ellos arribaron el viernes. Aunque cansados de la trayectoria
de grandes distancias, algunos caminaron todas las dos noches anteriores, sin embargo, juntos se regocijaron con la
Iglesia en Salem, y gastaron la noche entera en oración y ayuno. En verdad aquella reunión fue verdaderamente
maravillosa “Cuan bueno el haber estado allí, cuan libres se pasaron las horas, el tiempo no simplemente fue sufrido,
antes bien regocijado”.
En Salem, la ciudad de paz, muchos corazones se regocijaron en el Señor y la Sagrada presencia de Dios, santificando
la reunión. El mitín se abrió cantando: “Oh, ser más cual Jesús, “La Iglesia de Dios”, “Humillémonos para andar con
Dios”.
Principiando con la tarde del viernes, comenzamos el ayuno y permanecimos en oración hasta las primeras horas de
la mañana del Santo Sábado, entonces fueron puestas encima, las cartas llevadas de Ministros y hombres de lejos y
de cerca fueron reunidos. Ciento cuarenta nombres, fueron presentados, y una caja fue preparada de la cual se
sacarían los nombres de acuerdo a las principales de Dios para sus respectivos oficios.
Como nos aproximábamos al tiempo señalado, parecíamos que estábamos llenos de la presencia de Dios. El poder de
su presencia por medio de aquel círculo de oración en el mundo fue profundamente manifiesto en aquellos corazones
regocijados en la esperanza y el gozo de su salvación.
La congregación entonces escogió a tres hombres cuyos nombres fueron colocados por separado en pliegos de papel
y deslizados dentro de la caja. Una oración fue hecha para que Dios quisiera escoger a uno de los tres, a quien El
considerara el mejor para el uso y guía en el sorteo al sacar los nombres de los Ministros para formar los doce y los
setenta. El anciano Dodd tiró hacia fuera un pliego que contenía el nombre del hermano John Adams de Salem.
Los nombres de los Ministros fueron colocados dentro de la caja y después de una breve oración silenciosa, esto fue
pocos minutos pasados de las once A.M. hora de Washington. Los nombres para los doce fueron saliendo en el orden
siguiente, nombres que eran extraídos por el hermano Adams:
1. Elder J.M. Oren-Naerem
2. Elder F.C. Robinson
3. Elder R.A. Barnes
4. Elder R.L. Taylor
5. Elder C. Heywood
6. Elder W.W. McMicken
7. Elder C.E. Groshands
8. Elder Henry Word
9. Elder Raymond Saenz
10. Elder H. Negby
11. Elder John Kiesz
12. Elder Chas L. Royer
Noruega
Missouri
Arkansas
Oregon
Michigan
Weste Virginia
Indiana
Massachussets
México
Palestina
Missouri
Connecticut
Una oración en acción de gracias fue elevada por el anciano Dodd. Estos nombres fueron escritos abajo uno a uno
conforme iban siendo electos, los escribía el anciano O.D. Grim, quien actuaba en carácter de secretario interino.
Nuevamente se llamó para un corto tiempo de oración silenciosa, y de la misma manera se escogieron los nombres
de los setenta, uno a uno, estos fueron como siguen en el orden de su elección:
1. Elder John Anderson
2. Elder D.Davis
3. Elder H. Tavel
4. Elder Adolfo Guzmán
5. Elder William Bodine
6. Elder Otto Haeber
7. Elder E. H. Shadel
8. Elder Roberto Nance
9. Elder L.M. Jackson
10. Elder William Berry
11. Elder W.A. Summers
12. Elder John Brenneise
13. Elder V. Amos
14. Elder Samuel Brown
15. Elder Will Barnes
16. Elder Andrew J. Williams
17. Elder J.E. Benson
Missouri
Michigan
Centro América
México
Arkansas
California
Arkansas
Arkansas
Ala.
Sud América
Okla.
S. Dak.
India.
Londres, Ingl.
Ark.
Texas
Pan.
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18. Elder J.D. Bagwell
19. Elder N.P. Daniel
20. Elder E.O. Bradberry
21. Elder G. Flores
22. Elder L.F. Claspell
23. Elder Kennth Freeman
24. Elder V.J. Benjamín
25. Elder B. Israel
26. Elder Pete Bartschi
27. Elder S.A. Oberg.
28. Elder H. Snyder
29. Elder J.A. Ijames
30. Elder A.H. Stith
31. Elder T.V. Taylor
32. Elder D.B. García
33. Elder Ezequías Campos
34. Elder E.P. Roche
35. Elder J.E. Codrington
36. Elder Noah Barnabas
37. Elder C. Soberbs
38. Elder A.C. Turner
39. Elder E. Echiabarría
40. Elder Herbert Armstrong
41. Elder A. Steede
42. Elder J.W. Tarver
43. Elder J. A. Ijames
44. Elder J. E. Hamilton
45. Elder Allen Castor
46. Elder J.G. Smith
47. Elder L.W. Runyon
48. Elder C. O. Eallery
49. Elder J. M. Rodríguez
50. Elder J. Cervantes
51. Elder W.W. West
52. Elder E. J. Younce
53. Elder V. J. Joseph
54. Elder C. O. Dodd
55. Elder J. Siller
56. Elder Archie Craig
57. Elder Roy Canady
58. Elder B. Bernsten
59. Elder G. Thompson
60. Elder James Relford
61. Elder Chas J. Ellis
62. Elder Charles Wlch
63. Elder E. H. Jenkins
64. Elder E. D. Severson
65. Elder W.C. Bryce
66. Elder Albert Bodine
67. Elder Arthur Barnes
68. Elder Hugo Brown
69. Elder Will Briley
70. Elder F.G. Zoller
Alabama
India
Arkansas
Ind.
Ind.
West. Va.
India
Sur India
Ark.
Oregon
Washington
Jr. N.C.
Idazo
La.
México
México
Michigan
Pasadera
Palestina
New York City
Michigan
Texas
Oregon
Michigan
La.
N. C.
Centro América
B. W. I.
Cal.
Okla.
La.
Texas
México
California
Illinois
India
West Virginia
Michigan
Okla.
Ark.
China
Canal de Panamá
Kan
British West Idies
Okla.
Ark.
Okla.
Texas
Ark.
Ark.
Londres, Inglaterra
Ark.
Neb.
Acto seguido, se dirigió una plegaria de gratitud a nuestro carísmo Padre Celestial, por guiarnos en este trabajo, la
asamblea procedió como en Hechos 6:1-6, a escoger a los siete hombres para colocarlos sobre los negocios y asuntos
de la Iglesia. La elección resultó como sigue:
1.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
A.N. Dugger
C.O. Dodd
John Brennelise
Hugo Millar
F.L. Summers
John Adams
R.R. Winsett
Missouri
West Virginia
South Dakota
Nebraska
West Virginia
West Virginia
Tennessee
92
Siguió a esto un servicio de oración en el cual fueron impuestas las manos de aquellos que de los doce se encontraban
allí presentes, sobre las cabezas de los siete presentes en aquella reunión, siendo de esta manera apartados para el
trabajo asignado, como en Hechos 6:6.
Se siguió con otra oración esta vez por aquellos oficiales que habiendo sido escogidos no se encontraban presentes, y
que no obstante Dios quiso escogerlos, conducirlos, y colmarlos poniéndolos aparte para los deberes y obligaciones
incluso de aquella vida.
Esto fue ya después del medio día, ya atardeciendo y aunque los hermanos habían ayunado desde el principio del
sábado, la tarde anterior ellos no tenían hambre. Habían experimentado de una fiesta en alimentos espirituales, Maná
procedente del cielo, y en verdad aquello fue todo un refrigerio para el alma, todos fueron llenos de gozo,
corroborados por la presencia y poder de Dios, y cuan bueno el haber participado estando allí. Tomado de “Bible
Advocate”, (Biblia del Abogado) Página 5 del 6 de noviembre de 1933.
Siguiendo la reorganización, nueva vida y nueva actitud, brotaron al frente, semejante a los capullos de los árboles en
el tiempo primaveral. Obreros sobre todo el mundo fueron inflamados de fervor para llevar hacia delante el mensaje
del Tercer ángel como nunca antes, y el Espíritu Santo, operando a través de hombres y mujeres para ir al frente, y a
traer fruto para el Maestro, fue real por doquiera.
Animosamente los hermanos otaron porque el centro de operaciones se situar en Jerusalem, así se inició el trabajo
progresando con un grande y maravilloso futuro. Mientras que Jerusalem fue escogida para el Centro General de
Operaciones de el Mundo, el Centro de Operaciones para los Estados Unidos fue Salem, West Virginia. El Centro para
Operaciones de los Mexicanos, México City D.F. Los centros de operaciones para Europa fueron Rosemburg, Egersud
y Noruega, los Centros de Operaciones para la India; Jonnalapalem, Penumentra, W. Godavaria e India.
SUCESIÓN APOSTÓLICA
La visión que una sabia y perfecta organización y forma de gobierno de la Iglesia fue puesta en orden por los
fundadores de la Iglesia en el Nuevo Testamento, la cual debía continuar, y que aquel orden había sido transmitido
mediante la sucesión apostólica, fue mantenida por muchos extranjeros adherentes a la Reforma.
Esto fue enseñado en Inglaterra por Richard Cartwright, el Puritano oponente a Hooker y por una escuela entera en
los días de él. Apelaron a la historia y especialmente a aquella de la Iglesia de Alejandría y muy especialmente a San
Jerónimo. Enciclopedia Británica, Volumen 5, página 759, artículo Iglesia.
Es digno de anotar también aquí que: Adherentes a los primeros puritanos y peregrinos, religiosos enseñaron
estrictamente la observancia de los Diez Mandamientos en su forma literal e incluyendo el reposo en el séptimo día.
Siendo ciudadanos de Inglaterra los puritanos estaban a causa de su ardiente deseo y trabajo entero por intentar la
reforma de la Iglesia en cuanto al sábado, navidad, pascua florida y otras erróneas enseñanzas. Fue un cuerpo de este
pueblo de peregrinos los que se embarcaron en Inglaterra por el año de 1619 en el Mayflower (Flor de Mayo) rumbo
hacia América, en donde pudieron adorar a Dios de acuerdo a los dictados de sus propias conciencias.
Tomaron tierra en Plymouth Rock bajo las bendiciones y el favor divino, celosamente enseñaron aquella verdadera fe
en este país, siendo de ellos Benjamín Franklin, un seguidor, así como un celoso guardador del sábado.
Mucha historia es asequiable a la Doctrina y Fe de estos aventureros en este nuevo mundo, cuya influencia significa
muy mucho el establecimiento de la libertad religiosa y libertad a través de lo cual esta nación llevó bendición a la
humanidad.
Que la sucesión del poder apostólico vino a ser inquebrantable en los días de los ancestros peregrinos, como lo
enseñado en la escuela en los días de Richard Cartwright, es más adelante probado por Cotterill en su “Génesis de la
Iglesia” en donde es hecha mención de los siete quienes primero atendían los negocios de la Iglesia, antes de la división
de Roma del Este y del Oeste en el año 394 D.C. esta vista de la apostólica sucesión y virtud celestial, siendo esta
transferida sin interrumpirse a los días de los puritanos, es fuertemente sostenida por las Iglesias del Este, así como
por las vivientes escuelas de los Anglicanos.
Gladstone, en una forma amistosa ataca esto, como expresando duda, en cuanto porqué una Iglesia pudo mantenerse
en silencio por algunos trescientos años y que no fue entonces capaz de hablar. Este Ministro, como sea hace claro,
con un correcto entendimiento de la profecía de Revelación en donde tan claramente demuestra con antelación que
eso así tenía que suceder, la Iglesia tuvo que ir al desierto y ser mantenida allí por 1260 años delante de la faz de su
perseguidor, la Bestia. Entonces, como la tierra ayudó a la mujer, ella tenía que venir otra vez al frente.
Tomando actualmente su lugar mientras que permaneció en silencio, tan lejos como al mundo concernía, no obstante
a que ella no sólo es capaz de hablar únicamente, pero sí divinamente autorizada con todo el derecho de hacerlo.
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La Enciclopedia Británica, Volumen 2, página 194, dice: Muy temprano como sea, la noción que el apostolado es un
oficio esencialmente jerárquico, lo encontramos desde la entra de la Iglesia Irenius y Tertuliano consideran la función
apostólica “Esta consideración, dice ellos, es más adelante descubierta por Cipriano”.
SUCESIÓN EN LA ORDENACIÓN APOSTÓLICA
Las Escrituras nos enseñan más adelante enfáticamente que la virtud apostólica y poder fue transmitido de apóstol a
apóstol por Divina Ordenación de la imposición de las manos y oración. Números 8:10; 27:28; Hechos 6:6; 13:3; 1ª.
Timoteo 4:14; 2ª. Timoteo 1:5.
Que la guardadora Iglesia de Dios del sábado, tuvo un más definitivo eslabón de conexión atrás, a través de hombres
santos a los apóstoles es ciertísimo. La misma verdadera fe, y práctica en la adoración Divina ha sido definitivamente
transmitida al tiempo presente por hombres fuertes en Dios y la fe de Jesús, llenos de su Santo Espíritu, celosos por
los preciosos Mandamientos de Dios y la fe de Cristo, fervientes con ardor, y fieles hasta la muerte.
El siguiente extracto de historia nos muestra cuan cuidadosa ha sido la Iglesia de Dios, desde los tiempos remotos,
para preservar los sagrados eslabones de la Virtud Divina, los que la verdadera Iglesia con el apostólico poder y pureza
pueda ser verdaderamente manifestada en el mundo cuando Cristo regrese para tomar sus gemas.
La narración histórica que sigue, ocurrió por el año 1350 D.C. Commenius, quien publicó un sinopsis de la disciplina
de la Iglesia o mejor dicho, de las Iglesias en Bohemia, trata particularmente de demostrar en este artículo que: Un
estado ministerial fue siempre considerado como un asunto de gran importancia entre las Iglesias Valdenses. Una
espantosa persecución surgió contra los hermanos Bohemios en los días de Commenius la que produjo entre ellos tal
estrago que él mismo fue “el único obispo sobreviviente que escapó”.
Los hermanos esparcidos en el curso del tiempo (por el año 1350) escogieron a tres personas como calificadas para el
oficio pastoral, pero se encontraron grandemente perplejos en cuanto a la ordenación. Ellos resolvieron enviar, uno
de sus pastores con otras dos personas, en busca afuera de aquellos Valdenses y contarles lo que entre ellos pasaba,
y especialmente inquirir el consejo en cuanto al asunto que tenían entre manos.
Se encontraron con uno llamado Esteban que era obispo Valdense, este a su vez envió por otros que residían por
aquellas partes, con quienes tuvo conferencia sobre las doctrinas del Evangelio y el Estado de sus Iglesias, mediante
lo cual, los tres pastores fueron ordenados por la imposición de manos.
Por lo tanto dice el Dr. Allix “Esto es evidente abundantemente, que como los Valdenses han preservado la fe que les
fue depositada, la que tan cuidadosamente conservaron entre ellos, la antigua disciplina de la Iglesia, y que en
consecuencia así seguirá y que nada puede ser más falso que aquella que se pretende, a saber: que en cierto modo
hayan tenido un Ministerio legal entre ellos, pero que sus guiadores se tomaron así mismos el de predicar y ordenando
Ministros y administrando ordenanzas. P. 258, Jone´s Church History, Quoting Dr. Allix´s Remarks, página 239.
Sus aspectos religiosos son más adelante establecidos por Allix: Ellos se declaran los sucesores de los apóstoles,
poseen la autoridad apostólica, y las llaves con las cuales poder cerrar y abrir, ligar o soltar, sostuvieron que la Iglesia
de Roma es la ramera de Babilonia y todo aquel que obedece sus demandas, especialmente el clero que les está sujeto
desde el tiempo del Papa Silvestre. Sostuvieron que ninguna de las ordenanzas introducidas a la Iglesia después de la
ascensión de Cristo debe ser observada, pues no tiene ningún mérito, tal como: fiestas, ayunos, órdenes, bendiciones,
y los oficios de esa Iglesia totalmente lo rechazaron.
Una considerable parte del pueblo llamado Waldense soportaron la significante designación de Sabgati o Insabbatati,
Mr. Jones algude a este hecho en estas palabras: por cuanto ellos no observaron tales días santos, falsamente se les
supuso que también negaban el sábado y así se les llamó Insabbatati o Insabbatistas. Historia de la Iglesia, Capítulo
5, sección 1.
Como mayor evidencia en esta obra se ha demostrado claramente el ininterrumpido eslabón en la verdadera Iglesia
que encontramos hasta el presente, y la demanda no está en un vació y que aún nosotros poseemos en nuestro
Ministerio, la misma divina unción y virtud poseída por el antiguo pueblo de Dios. A través de la imposición de manos
y de la oración el verdadera bautismo pasó a través de los siglos. Los Ministros ordenados en cada período, han
retenido y pasado de unos a otros, este poder de ordenación un peculiar tesoro.
LA IGLESIA DE WILBUR
Como un ejemplo de las persecuciones que los primeros Ministros tuvieron que sufrir en orden a establecer
congregaciones den la verdad, daremos la historia de la Iglesia de Dios en Wilbur, que es la más antigua Iglesia de Dios
que actualmente funciona en el Estado de West Virginia, quien ha sobrellevado fielmente el verdadero evangelio
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desde su organización en el año 1859, llevando siempre el nombre verdadero aún cuando originalmente fue
conocido por los extraños por el término de Nilesistas, por el nombre del Ministro bajo quien la pequeña compañía se
levantó.
El anciano J. W. Niles, organizador de la congregación de Wilbur, vino del Erie Pa. Él fue orador capaz y no tuvo temor
de declarar todo el consejo de Dios, por lo que en su recorrido atrajo la ira de los malos en su contra. Fueron penosos
los tiempos que pasó el Ministro Niles y la pequeña congregación quienes se arriesgaron por poner en alto la luz de la
Palabra de Dios, tal y como es revelada en la Biblia.
Una pequeña congregación de seguidores de Cristo caminó fuera del mundo, acordando en guardar los Mandamientos
de Dios y el Testimonio de Jesucristo, de estos recordamos a los siguiente: John Pierson y su esposa, Stephen Wilcox,
Samuel Vanderfriff y Grim y su esposa, Levi Shurman y su esposa, Ralph Baker y su esposa, Newton Wilcox y su esposa,
Perry Brown y su esposa, más tarde Hon. Wilcox, Drusilla Wilcox, Rachel Ann Wilcox, Paul Kira Wilcox, Leander
Shuman, Jennie Shuman, Asberry Shuman y su esposa, y Can Vandegrift y su esposa, se unieron a la congregación.
No teniendo templo en ese tiempo, ellos se reunieron para celebrar sus cultos en diferentes hogares. La oposición
por doquiera fue implacable en contra de ellos. Satán incitó a su bestia para destruirlos y muy especialmente en
contra de aquel responsable para que la Iglesia surgiera.
En cierta particular ocasión, una reunión iba en progreso en el hogar de Cornelius Pierson. Mientras el Anciano Niles,
estaba predicando un ruido se escuchó fuera, y al tratar de averiguar se encontró con que Mr. Salomón Stewart estaba
parado sobre un tronco predicando en contra de lo que el llamaba: La doctrina extraña de 1859 “La Nilesita”, así como
fueron ellos llamados.
En otra ocasión la base del puente sobre la enseñado fue dispuesto de manera que al pasar por allí, el anciano Niles y
John Pierson y su esposa fueran lanzados a las aguas y se ahogaron, cuando regresaran del culto a sus casas. Como
sea, así como Dios siempre lo ha hecho, su mano Divina intervino protegiéndose, y ellos decidieron permanecer aún
Cornelio Pierson aquella noche, siendo así salvadas sus vidas aquella noche.
Otro incidente es revocado de la severidad antagónica en que a la Iglesia se le incurría en ese tiempo. Después de la
reunión de la tarde y que la familia se había retirado por la noche, la casa fue atacada a pedradas por miembros de la
comunidad, quienes se sentían enardecidos en contra de lo que ellos llamaban la nueva doctrina. Las piedras fueron
dirigidas especialmente en contra del anciano Niles, una de esas piedras golpeó en la cabeza a John Pierson,
produciéndole una herida grave. Todas las ventanas de la casa fueron hechas pedazos; pero Dios libró a sus siervos.
Por el otro extremo, hicieron circular mentiras en contra de la verdad. Y como ninguno podía resistir la lógica del
anciano Niles en la forma en que él declaraba el plan de salvación de acuerdo a las Escrituras, entonces se dijo que las
Escrituras que él usaba eran otras, distintas a las que usaban los otros ministros. Para probar que era la misma Biblia
en que otros creían, fue traído a Mr. David Imán, en aquel tiempo escribano de la Corte del Condado, quien después
de investigaciones declaró que era la misma clase de Biblia.
Como se quiera esa misma aseveración es hecha aún a los ministros de la Iglesia de Dios, y tiene que explicarles que
lo que sucede es que los usan pasajes que de los Sagrados Escritos otros ministros ni siquiera hacen mención, y así es
que lo hacen someramente. El pueblo que los desconoce cree que están usando otra Biblia. Deben los Ministros
declarar todo el consejo de Dios el cual se dará cuenta por toda la palabra, la cual es capaz para hacernos sabios dentro
de la Salvación por medio de Cristo.
Lo cierto en el asunto fue que la Iglesia se encontraría en esa noche en cuestión, y que fue precisamente el día 14 del
mes de Nisán, en el tiempo de la Primavera, que fue el mes y día en que fue guardada como una Pascua por los hijos
de Dios, por aquella noche en que Dios por medio de Moisés los sacó de la tierra de Egipto (Exodo 12:1-7) Jesucristo,
quien ha sido la luz del mundo, se encontró en aquel día y celebró la Pascua con sus discípulos, y fue entonces cuando
instituyó la Cena del Señor instituyéndoles a que en aquell día debían de comerla en “memoria de mi”. Lucas 22:7-20.
La iglesia temprana, como el apóstol Pablo dice, guarda la Pascua en ese tiempo, esto es el día 14 del mes de Nisán,
contando desde la luna nueva mas cercana al equinoccio primaveral. Como el amado Pablo dice: “Yo he recibido del
Señor lo que os he comunicado que el Señor Jesucristo, la misma noche que fue traicionado tomó pan, y cuando El
hubo dado gracias El lo quebró, y dijo: Tomad, comed esto es mi cuerpo, que es partido por vosotros, haced en
memoria de mi. Después de la misma manera El tomó la copa después de haber cenado diciendo: “Esta copa es el
Nuevo Testamente en mi sangre”, haced esto tantas veces como lo hagías, bebed en memoria de mi, pues tantas
veces como lo hagáis, debéis comer este pan y bebáis esta copa, señaláis la muerte del Señor hasta que el venga.” 1ª.
Corintios 11:23-26.
En otras palabras, los hermanos Wilbur se encontraban celebrando la anual observancia de la Cena del Señor, siendo
esto el día 14, o lo que es lo mismo, cuando Cristo comió con sus discípulos, siendo de noche, esto fue en el mismo
tiempo en que el la comió, siendo Cena, esto fue la manera más correcta de hacerlo. En todo esto la Iglesia de Dios
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siempre ha seguido el ejemplo de su Señor y maestro. La Iglesia de Dios jamás ha fijado el tiempo de la venida del
Señor, aunque ella no está en tinieblas en cuanto a este evento, como otros que no han tomado en cuenta a la segura
palabra de la profecía. Por las señales que nos son dadas en las profecías de los Santos hombres de Dios, la iglesia
siempre ha sabido con certeza las cosas antes que sucedan, los eventos que después vienen sobre el mundo. Nuestros
ministros predican la venida del señor, como todos los buenos Ministros de Jesucristo deben hacerlo. Miramos hacia
delante a estos sucesos, confiando de ser dignos de estar en pie cuando El venga, aunque por las señales podemos
entender que el Señor está próximo a venir, esto será muy pronto, he aquí que El está a la puerta. 1ª. Tesalonicenses
5:1-6; Apocalipsis 22:20.
Los Ministros de la Iglesia de Dios en Wilbur siempre han tenido que defender la Palabra de verdad, habiendo tenido
lugar tres sostenidos con aquellos que quieren negar la veracidad de las Escrituras. La más notable de esas discusiones
fue la sostenida entre Bugger y Mcvey contra Jones y Moore. La verdad siempre ha sido sostenida en esas discusiones
y la Iglesia de Dios ha continuado con ella.
Actualmente la Iglesia en Wilbur, ya no está en pie sola, pues otras compañías y miembros esparcidos sostienen muy
en alto la verdadera fe, y no solamente eso, pues el Cuartel General, para el trabajo en los Estados Unidos, está situado
en Salem, West Virginia, y de allí la fe que una vez fue dada a los santos, está yendo repetidamente y rápidamente a
aquellos que no han oído.
CONCLUSION
Ahora venimos a cerrar la historia de la verdadera iglesia de Dios viviente, hemos hecho el esfuerzo de trazar su
caminar errante ante la cruel mano del opresor de país a país, de la Ciudad santa Jerusalem a través de Asia Menor,
entre los valles y montañas de Europa, atravesando el Atlántico, entre los desiertos del mundo, el curso que estos
santos han seguido, ha sido marcado con la sangre viva de sus mártires, quienes antes de negar el verdadero evangelio,
sufrieron después del ejemplo de Cristo, autor y consumador de la fe.
La incuestionable integridad de esos verdaderos seguidores del Cordero, la pureza de sus doctrinas y sus vidas, el
ardiente amor que ellos manifestaron al Evangelio que Cristo predicó, el celo por ellos evidenciado en el rostro de
cada uno de sus opositores enemigos, así como ellos testificaron hacia la verdad que habían heredado, la rectitud que
mediante sus vidas testificaron actuando en medio de la oscuridad, pecado, ignorancia y superstición, nos han hecho
estremecer mucho al haber trazado su paso a través de los siglos hasta nuestros días.
El hecho de que Dios no se haya dejado sin testigos en las generaciones de la era evangélica, es evidente de cierto que
allí está la mano del Supremo Dios como el Arquitecto Divino modelando las edades como El quiso, impeliendo
hombres por ese divino amor que solamente el cielo puede dar para sostenerse firma contra todo artificio ya gente
de Satanás. Como hemos visto tras o mejor dicho, atrás sobre los fieles, y el martirologio de aquellos quienes en las
edades pasadas testificaron por “la fe que una vez fue confiado a los Santos de Dios”
¡Como debiera de inspirarnos esto, al remanente de los hijos de la mujer que huyó al desierto, para que con toda
devoción adoremos al verdadero Dios y mantengamos muy en alto el mismo y pristísimo Evangelio de Cristo por el
que Santos en todas las generaciones han muerto voluntariamente!
La verdadera fe ha llegado hasta nosotros a través de persecuciones y eflusión de sangre. El hecho que tengamos las
Escrituras para nuestra instrucción y la libertad que ahora disfrutamos para adorar a Dios en conformidad con su
Palabra, es una herencia que a Dios debemos, pero también a aquellos que han muerto por la fe. La historia de la
verdadera iglesia aún no está completa y no lo estará hasta el día cuando la era de la gracia se cierre con la venida del
Príncipe de Paz, ese día cuando el mismo Dios pueda, y quien animó la vida de los Santos del pasado quienes
permanecieron fieles hasta la muerte, así inspire a cada lector para mantener muy en alto el verdadero Evangelio
rodeado de persecuciones y pruebas, las que aún vendrán, y estarán entre aquellos fieles de pasadas persecuciones,
y tener un lugar entre los fieles seguidores del Cordero.
NOTA: ¡Otros falso testimonio! Este aún es creído en nuestros días, es: que la Iglesia en Wilbur fue la que señaló el
tiempo de la segunda venida de Cristo, También se dice que la Iglesia estableció el día y la hora para el regreso de
Cristo a este mundo, por lo que la Iglesia preparó en dicha noche una asamblea para encontrar al Señor, vestidos con
vestiduras blancas hechos especialmente para aquella ocasión. También se ha sostenido que hicieron un hueco
atravesando el techo, cortándolo en orden para que el Señor pudiera bajar más fácilmente por el centro. Las personas
dignas en la comunidad no han dado crédito a tan falso reporte, aunque las más susceptibles sí, y en estos días, los
irresponsables lo han estado repitiendo. Cuando de esto no hay ni siquiera un ápice de verdad.
FIN
Si el autor de la vida, y si dentro de su gran plan está permitido recoger datos después de la reorganización del 4 de
noviembre de 1933 y los diferentes brotes apóstatas que surgieron y para que las almas sinceras no sean engañadas
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escuchando a doctrinas de error, trataremos de describir los subsiguientes acontecimientos a dicha organización.
Todo para la honra y Gloria del Eterno Dios y su Santo hijo Jesucristo.
La obra en inglés “A History of the True Church” trazada del año 33 de Cristo a la fecha por A.N. Dugger y C.O. Dodd,
escrito en el año 1936 por los antedichos autores. Publicada por A.N. Dugger y C.O Dodd para “The
bible Advocate” (El Abogado de la Biblia) Salem, West, Virginia, U.S.A.
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