Conclusiones de la Mesa redonda sobre AFO

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Mesa redonda sobre AFO/DAFO. Ortésica de tobillo.
Roy Bowers, Profesor Ortoprotésica.
Miguel del Estal, Técnico Ortopédico.
Antonio Viaroli, Técnico Ortopédico.
Moderador: Vicente Gomar, Técnico Ortopédico.
El uso de AFOS Y DAFOS en pacientes con pies neurológicos ha aportado grandes
beneficios durante la bipedestación y la marcha especialmente en pacientes con
pies neurológicos. La correcta alineación del pie y tobillo y su estabilización han
demostrado sus inmediatos efectos, traduciéndose en una mayor estabilidad,
aumento en la longitud del paso así como la reducción del consumo energético
durante la marcha.
Roy Bowers propone en su exposición que de la misma manera que se afina
un instrumento musical o se pone apunto el reglaje de un motor para obtener sus
máximas prestaciones, también podemos optimizar las funciones de un AFO/DAFO
si conseguimos un ajuste de la alineación para mejorar sus funciones.
Después de revisar el ciclo normal de la marcha en la que el 60% del tiempo
se emplea en el apoyo mientras que el 40% se consume en la fase de balanceo,
Bowers considera que debemos centrarnos en la fase de apoyo y las fuerzas de
carga que ocurren durante la misma. El efecto biomecánico de un AFO/DAFO es
realinear el pie y el tobillo asegurándonos el contacto total con el suelo. Esto mueve
el vector de fuerza de reacción del suelo posteriormente a la vez que mueve la
rodilla anteriormente. El resultado es que el vector pasa cerca de la rodilla y reduce
el momento de extensión externa de la articulación de la cadera. Un buen
AFO/DAFO debe también mover la articulación de cadera anteriormente y con
suerte que el vector de reacción del suelo pase por detrás de la misma.
Elain Owen, fisioterapeuta del norte de Gales, demostró en sus estudios que
los ángulos de inclinación de la tibia debían de variar dependiendo de los pacientes
según el momento de extensión de rodilla y el momento de flexión de cadera,
debiendo inclinar la tibia entre 11-12 grados hasta 13-15 grados, y recordando que
es ángulo de inclinación de la tibia y no dorsiflexión del pie, por lo que considero
que cuñas relativamente pequeñas colocadas en la base del talón pueden servir
para ajustar la alineación de la ortesis y obtener el posicionamiento de la
articulación de cadera deseada. Así, por ejemplo, una cuña de 12,5 mm bajo el
talón en un adulto supondría una inclinación hacia adelante de 5º, lo que movería la
articulación de la cadera hacia adelante unos 75 mm.; esto sería suficiente para
que el eje de carga pasara justo por detrás de la articulación de la cadera en lugar
de por delante.
Con el fin de obtener la influencia de la alineación del vector de reacción del
suelo sobre la rodilla y la articulación de cadera, es importante controlar primero la
articulación de tobillo, por lo que Bowers sugiere conseguir una alineación de la
tibia recomendando para ello construir el AFO/DAFO con materiales rígidos que no
permitan la deformidad del mismo durante la marcha, considerando optimo el uso
de homopolymeros polypropileno de 5mm para adultos y 3 mm. en niños
reforzados con fibra de carbono a nivel de la articulación de tobillo. Un AFO/DAFO
que permita la deformidad en flexión plantar o dorsal nuca podrá afinarse, lo cual
es un aspecto crítico pues 1º o 2 º grados pueden producir cambios críticos.
Es especialmente en el momento de despegue mientras ejercemos carga
cuando nos interesa que el eje de carga pase por delante de la rodilla y por detrás
de la articulación de la cadera obteniendo de esta forma una optima alineación que
se traduzca en mayor estabilidad, mayor longitud del paso y menor consumo
energético.
Concluyendo un AFO/DAFO rígido es una herramienta biomecánica muy
poderosa. Permite manipular el punto de aplicación, la magnitud y la dirección de la
fuerza de reacción del suelo en relación a la rodilla y la cadera.
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