El psicoanálisis en Italia Nota hist6rica * Emilio Servadio El nombre del doctor Luigi Baroncini no figura en el Index of PsychoanaIytic Writings compilado por A. Grinstein. Trátase sin embargo del primer estudioso italiano que haya escrito acerca del psicoanálisis en una revista italiana. Se trata del artículo titulado 1/11 fonda mento ed il meccanismo (sic) della pslcoonellsl", publicado en la Rivista di psicologia en 1908. En este artículo se exponen con suficiente precisión algunos conceptos psicoanalíticos. Desde entonces no parece haber habido otras contribuciones del mismo autor a la-literatura psicoanalítica. Es casi inútil decir que en 1908 no había prácticamente nadie en Italia que se ocupara de psicoanálisis. Quien más que otros debía contribuir a afianzar la doctrina y la práctica del psicoanálisis en Italia -Edoardo Weiss-, comenzaba precisamente en aquel entonces sus estudios de medicina en la Universidad de Viena. Por varios años, o sea prácticamente hasta el comienzo de la guerra de 1914-1918 (y aun durante algunos años después), la única "cetlvldcd" psicoanalítica en Italia consistió en escritos esporádicos por parte de pocas personas que a veces eran simples aficionados (aun cuando ocupaban cótedras universitarias) y que sólo raras veces reproducían y comentaban las teorías psicoanalíticas con fidelidad y objetividad. Freud apreció mucho un artículo de G. Modena, "Pslccpctoloqlc ed etiologia dei fenomeni psiconevrotici: contributo alla dottrina di S. Freud", aparecido en 1909, en la Rivista sperimentale di freniatria. Pero desde 1909 hay que llegar hasta 1913 para hallar el primer escrito psicoanalítico de un verda.dero pionero, M. levi Bianchini. Si bien de un modo algo desordenado, éste fue el primero en Italia en proclamarse seguidor de las teorías de Freud (aun cuando en la práctica las aplicó de una manera nada rigurosa), y publicó al respecto un considerable número de ensayos y de artículos. Su trabajo del año 1913 se titulaba "Pslcocnollsi ed isterismo", y apareció en dos números sucesivos de la revista 11 manicomio. Hasta su muerte (1960), Levi Bianchini publicó trabajos en los cuales el psicoanálisis y Freud .ercn valientemente defendidos y exaltados. Tampoco hay que olvidar que fue el primer traductor de Freud al italiano. En efecto, por obra y gracia de levi Bianchini fueron publicados en Italia Tre contributi alla teoría sesuale (1921), Sulla psicoanalisi (1914-1915) y 11 s09no * Dirección: Vio di Villa Emiliani 4, Roma, Italia. 879 Emilio Servadio 880 (1919). Levi Bianchini tradujo además trabajos de Harnik, Hitschmann, Pfister, Rank, Sachs, Zulliger y otros psicoanalistas. La obra de Levi Bianchini -aunque ecléctica y poco rigurosacoloca decididamente en segundo plano varios escritos aparecidos entre 1910 Y 1930, algunos de los' cuales revelan solamente- la falta de preparación, la presunción y las resistencias emocionales de los respectivos autores. Esto vale para los ensayos de los muy conocidos psiquiatras E. Lugaro (1917) o L. Bianchi (1923), para alguna página antipsicoanalítica del célebre clínico A. Murri (1924) y escritos de otros psiquiatras de importancia secundaria, como L. R. Sanguinetti (1923) o E. Roasenda (1927). Tampoco es una excepción la primera obra de dos tomos La psicoanalisi, de E. Morselli (1926), llenos de equivocaciones, de incomprensión y de improvisación que un psicólogo no psicoanalista (pero que tenía cierta simpatía por el psicoanálisis) E. Bonaventura, defini6 como "un monumento de vacuidad presuntuosa". Fueron una excepción algunos libros o ensayos de R. Assagioli (1911, 1921, de G. Capone (1924), de F. Cibarelli (1923), este último discípulo de Levi Bianchini (que escribió un prefacio a su libro Pedagogia e psicoanalisi). Son absolutamente prescindibles los libritos de F. Dragotti (1923) y de G. Fabrizi (1928), ambos titulados La psicoanalisi. Bastante neutrales y objetivos, por el contrario, son los trabajos del psiquiatra y psicólogo S. De Sanctis (1914, 1922, 1924, 1927), cuyos puntos de vista han coincidido a menudo con los de Freud, aun cuando De Sanctis formuló a veces ideas y doctrinas de manera totalmente independiente de influencias freudianas directas. Aquel agudo y original psicólogo que fue Vittorio Benussi (1933), aunque con algunos malentendidos, mostró cierta "apertura" en relación con el psicoaná lisis. A quien haya visto en 1935 por vez primera el nombre de la Societá Psicoanalitica Italiana, entre las integrantes de la Asociación Psicoanalítico Internacional, le parecerá curioso enterarse de que la S.P.I. fue fundada sobre el papel (por así decirlo) por M; Levi Bianchinien 1925. Sin embargo, ésta fue una agremiación tan sólo nominal y sin historia, así que es perfectamente lícito ubicar el verdadero origen de la Societá Psicoanalitica Italiana en el año 1932, cuando esta Asociación fue constituida ex novo por Edoardo Weiss y algunos El psicoanálisis en Italia de sus colaboradores o discípulos. El 1'? de octubre de 1932 la S.P.1. fue "transferida" a Roma y tuvo su nuevo Estatuto. Su presidente fue Edoardo Weiss, mientras levi Bianchini quedó como presidente honorario, junto con S. De Sanctis. Figuran entre los primeros miembros los nombre de personas conocidas que aún hoy militan en el campo psicoanalítico: C. Musatti, N. Perrotti, E. Servadio; mientras otros tomaban caminos distintos o contribuyeron en grado mínimo a la historia del psicoanálisis en Italia. Aquí es obligatorio insertar una amplia nota acerca de la personalidad y de la obra de Edoardo Weiss, con cuya actividad se identifica buena parte de la mencionada historia del psicoanálisis en Italia. Nacido en Trieste en 1889, diplomado en medicina en Viena en 1914, ya en 1913 Weiss era miembro efectivo de la Asociación Psicoanalítica de Viena y de la Asociación Psicoanalítica Internacional. Su guía en el aprendizaje del psicoanálisis fue Paul Federn, pero por supuesto Weiss siguió muchos cursos públicos y privados de Freud, y sea después de su retorno a Trieste (1918), sea después de su traslado a Roma (1931), mantuvo con Freud un contacto constante, por lo menos epistolar. En Roma, como ya dijimos, volvió a fundar en el año 1932 la Societá Psicoanalitica Italiana, creó la Rivista Italiana di Psicoanalisi y una colección editorial de obras psicoanalíticas. Publicó en italiano, además de diferentes artículos y trabajos, los Elementi di psicoanalisi, con un prefacio de Freud (tres ediciones: 1931, 1933, 1937), y un amplio ensayo monográfico cuyo título era Agorafobia. Isterismo d'angoscia (1936). A raíz de las persecuciones raciales, en enero de 1939 dejó Italia y se estableció en Chicago, donde contribuyó notablemente a los trabajos del Instituto de Psicoanálisis, y colaboró con Franz Alexander. Después de 1939, la obra de Edoardo Weiss forma parte de la historia del psicoanálisis en los. Estados Unidos, si bien conservó continuas y afectuosas relaciones con su tierra de origen y con algunos de los que en Italia fueron desde el comienzo sus discípulos y sus colaboradores. la Rivista Italiana di Psicoanalisi duró dos años (1932-1933). Quedaron dos números del año 1934 que no fue posible poner en venta porque las. autoridades fascistas no renovaron a la revista los permisos necesarios. Fue este un modo indirecto de suprimir una publicación que evidentemente fastidiaba al régimen; aquí no se puede dejar de notar que en fuero de circulación 881 Emilio Servadio ninguna circunstancia histórica pudieron ponerse de acuerdo psicoanálisis y dictaduras, aun prescindiendo del particular color o de la específica localización geográfica de este o de aquel sistema totalitario. Las razones de esta incompatibilidad han sido varias veces señaladas y resultan además evidentes para cualquier psicoanalista. En la "Biblioteca Psicoanalitica Internazionale, Serie Italiana", fundada por Weiss, aparecieron traducciones de la obra de S. Freud, de Anna Freud y de Marie Bonaparte, además del ya citado trabajo sobre agorafobia de Weiss. Apareció también en 1936, con motivo del 80 aniversario del nacimiento de Freud, un volumen de Saggi di psicoanalisi in onore di Sigmund Freud, en el cual colaboraron E.Weiss, C. Musatti, N. Perrotti, E. Servadio, R. Merloni, G. M. Hirsch y lo Kovacs .: 882 Superando diversas oposiciones, en 1935 Weiss logró hacer admitir a la Societá Psicoanalitica Italiana en el seno de la Asociación Psicoanalítica Internacional, aun cuando la preparación analítica personal de los analistas italianos dejara mucho que desear (solamente E. Servadio se había sometido a algo no demasiado diferente de un análisis didáctico regular). Naturalmente, la actividad científica y profesional del pequeño grupo de analistas italianos era bastante reducida, pero se celebraron varias reuniones científicas, se publicaron trabajos originales en revistas tanto italianas como extranjeras; y un número si bien pequeño pero cada vez mayor de personas pudo aprovechar de la obra de Weiss y de aquellos que habían empezado a seguir sus huellas también en el plano psicoterapéutico. 1938 fue el año de la "gran crisis" de la Societá Psicoanalítica Italiana. La ocupación de Austria, el exlllo de Freud, la supresión total del psicoanálisis en los países de lengua alemana, hicieron prever a los analistas italianos que la avanzada inmediatamente siguiente de la ola nazi los arrollaría también a ellos, dada la existencia del "eje Roma-Berlín", con la subordinación de toda la política italiana a la política del Tercer Reich. Y así ocurrió en efecto. En el Congreso Internacional de París (verano de 1938), la atmósfera era pesada e inquieta, y ya muchos se preguntaban si podría celebrarse alguna otra Asamblea de analistas europeos aun en el futuro, y dónde y cuándo. Poco después fueron promulgados en Italia los primeros decretos racistas. En la Societá El psicoanálisis en Italia Psicoanalitica Italiana había varios judíos -Weiss, Servadio, Hirsch, Kovacs, levi Bianchini-, y éstos se prepararon ya para el destierro, ya para ocultarse en el caso de que las cosas empeoraran ulteriormente. Casi todos eligieron la primera alternativa: Servadio fue el primero en partir, y se dirigió a la India, sin otro "vademecum" que una carta de Ernest Jones y dinero suficiente para vivir durante seis meses. En 1939 Weiss fue a Norteamérica, Hirsch emigró a, Venezuela, Kovacs -que estaba enfermoentró en una clínica suiza, donde murió. levi Bianchini se quedó en Italia y logró escapar a los nazifacistas escondiéndose cuando las persecuciones se volvieron más duras. Desde comienzos de 1939 hasta el final de 1945 en Italia no se habló prácticamente más de psicoanálisis. los tres o cuatro analistas que se habían quedado trataron esporádicamente algún "caso", pero para todo lo demás se encontraron aislados del movimiento psicoanalítico mundial y además en varias ocasiones debieron hacer prevalecer los intereses inmediatamente vitales (luchar, defenderse, sobrevivir) por sobre los intereses técnicos y científicos. los primeros signos del resurgimiento del psicoanálisis aparecieron en Italia en 1945, inmediatamente después de la liberación. Un médico polaco, J. Flescher, había iniciado una notable actividad psiquiátrico-psicoanalítico, escribiendo artículos y tratando pacientes. 'En enero de 1946 Servadio volvió de la India y retomó contacto con sus colegas italianos, después de haber mantenido en la medida de lo posible, aun durante los años de la guerra, relaciones con algunos analistas ingleses, franceses y americanos. En los años 1946 y 1947 se verificaron algunos acontecimientos de gran importancia: la Societá Psicoanalítico Italiana fue oficialmente reconstituida (1947) bajo la presidencia -de N. Perrottir la revista Psicoanalisi, fundada (1945) y dirigida por Flescher, se transformó en su órgano de expresión¡ y fue organizado el primer congreso de psicoanálisis (Roma, 22-23 de octubre de 1946), que tuvo notable repercusión en Italia y en el extranjero. En este congreso fueron presentados y discutidos los trabajos de Flescher, Musatti, Servadio, Perrotti, Modigliani, A. Tomasi di Palma y otros. las nuevas iniciativas de los analistas italianos lograron el aplauso de ilustres colegas extranjeros y de una manera particular de Edoardo Weiss, que desde Chicago envió a los congresales un cordial saludo augural. Al primer congreso psicoanalítico "del renacimiento" siguió otro en 883 Emilio Servadio 884 Roma del 20 al 22 de octubre de 1950, cuyo tema central, "l'aggressivitá", fue enriquecido con varios relatos y comunicaciones. la revista Psicoanalisi salió en los años 1945-1946 (algunos números fechados en 1946 salieron de hecho en 1947) y después dejó de existir. Su director, J. Flescher, se trasladó a los Estados Unidos. Algunos analistas italianos dieron vida en 1948 a la revista Psiche, la cual quería tener un carácter no solamente científico sino también de divulgación, y que duró hasta 1951. Desde 1955 se publica la Rivista di Psicoanalisi, que tiene un carácter netamente científico, y que a su vez se transformó en el órgano oficial de la Societá Psicoanalitica Italiana. Desde el comienzo de la posguerra en adelante los analistas italianos han participado activamente en el movimiento psicoanalítico, tomaron parte en varios congresos internacionales de psicoanálisis, en los congresos de psicoanalistas de lenguas románicas y en los congresos nacionales e internacionales de psicoterapia, de psiquiatría y de psicología. - Han aparecido en Italia diversas obras originales de analistas (entre ellos, libros de C. Musatti y de E. Servadio) y no pocos traducciones de clásicos del psicoanálisis (empezando por Freud) bajo la dirección y con prefacio de analistas. Algunos analistas -y especialmente E. Servadiohan desarrollado una intensa obra de divulgación a favor del psicoanálisis a través de artículos en diarios y revistas, de conferencias y también por medio de la radio y la televisión. la Societá Psicoanalitica Italiana, reconstituida como ya se ha dicho en abril de 1947, pasó por diversas vicisitudes después de su resurrección. Algunas divergencias entre analistas seniores acerca de los sistemas y de los criterios del entrenamiento, motivaron por algunos años notables conflictos y separaciones de grupo, hasta que la Asociación Psicoanalítica Internacional, a donde se recurrió, reconoció como fundadas las exigencias de aquellos que deseaban que fueran respetados también en Italia los standards formativos adoptados ya desde largo tiempo atrás en los principales países occidentales. Hacia el final de 1967, la S.P.I. comprendía 35 miembros ordinarios y 38 miembros asociados. En Roma existen dos grupos de psicoanalistas: uno agrupado en el "Istituto di Psicoanalisi di Romo" y otro agrupado en el "Centro Psicoanalitico di Roma". Ambos funcionan como Institutos de entrenamiento. El psicoan6Jisis en Italia Análoga función desarrolla el "Istituto Milanese di Psicoanalisi" (Milán). Las dificultades que el psicoanálisis ha hallado en Italia -y que aún hoy son bastante notorias, aunque un poco disminuidas en relación con treinta años atrás-, se deben a cuatro clases de causas. Una está constituida por cierta tradición católica (es bien conocido que aún hoy existe oposición al psicoanálisis en algunos círculos católicos más conservadores). Otra causa es la orientación "organicista" que ha caracterizado por muchos años a la psiquiatría italiana: en efecto, ésta está aún hoy bajo la influencia de los enfoques materialistas sea de la psiquiatría alemana "clásica", sea de la escuela "positiva" de C. Lombroso y de E. Ferri, sea de la orientación neurológica de A. Tanzi, lo Bianchi o V. Buscaino. La tercera dificultad está representada por las corrientes filosóficas idealistas (B. Croce, G. Gentile), que han dominado un amplio sector de la cultura italiana por alrededor de medio siglo. La cuarta causa, finalmente, nace de de la hostilidad de las corrientes polltlcos de extrema izquierda y de los teóricos del marxismo ortodoxo. A pesar de todo esto, y aun entre frecuentes incomprensiones, representaciones erróneas, "asimilaciones" absurdas y desconfianzas, también el psicoanálisis italiano se está afirmando cada vez más, mientras se va determinando gradualmente una más precisa discriminación de los verdaderos valores y una progresiva marginación de las escorias, y todo eso para mayor prestigio de los analistas serios y del buen nombre de la ciencia fundada por Freud en la tierra que él tanto quería. La osi alcanzada "madurez" de la Societá Psicoanalitica Italiana ha sido confirmada por un acontecimiento histórico sin precedentes: la designación de Roma, capital de Italia y sede de la Sociedad, para el desarrollo del XXVI Congreso Internacional de Psicoanálisis (1969). 885