La hija del comandante

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ABC
CATALUÑA 39
LUNES, 13 DE DICIEMBRE DE 2010
abc.es/catalunya
La presidenta del PPC integra, junto a Núñez Feijóo y
Basagoiti, el tridente territorial del Partido Popular
ALICIA SÁNCHEZ CAMACHO
La hija del comandante
MARÍA JESÚS CAÑIZARES
BARCELONA
D
urante el puente de la
Constitución, Alicia Sánchez-Camacho cumplió
la promesa que le hizo a
su hijo Manel, de cuatro años, antes de las elecciones autonómicas: llevarle a Disneylandia.
Un más que merecido reconocimiento al aguante de
ese niño que ha acompañado a la presidenta de
los populares catalanes
en muchos de los mítines. Porque Sánchez-Camacho
(Barcelona,
1966), antes que
política es madre. Y el esfuerzo de combi-
nar ambas condiciones tuvo su recompensa el 28 de noviembre, cuando la primera mujer candidata a la
presidencia de la Generalitat logró
que su formación, que lidera desde
hace dos años, se convirtiera en la tercera formación en el Parlament con
18 diputados, la cifra más alta conseguida. Su secreto: un discurso desacomplejado sobre lengua, inmigración y las relaciones entre Cataluña y
España, pero también su personalidad arrolladora. Sánchez-Camacho
se ha ganado a pulso formar parte del
tridente de líderes territoriales junto
a Alberto Núñez Feijóo (Galicia) y Antonio Basagoiti (País Vasco).
Simpática, coqueta y valiente, esta
licenciada en Derecho que de pequeña quiso ser bailarina, adora la novela histórica y lee a García Lorca, Josep
Pla o Sandor Marai, genera empatía
allí donde va. Nunca tiene una mala
palabra y prefiere ceder el papel de
«poli malo» a otros miembros de su
formación. Pero que nadie se engañe:
la hija del «comandante Camacho»
tiene carácter y lo exhibe, sobre todo
cuando se acusa a su partido de catalanofobia.
De casta le viene al galgo. Alicia es
hija de Francisco Sánchez-Camacho,
nacido en Daimiel
(Ciudad Real), trabajador del campo y analfabeto
hasta los 21
años, pero con
un enorme espíritu de superación. A esa edad se fue a Madrid para hacerse guardia civil.
Fue destinado al Protectorado de
Marruecos, donde conoció a Manuela Pérez Zamora, de Almendralejo
(Badajoz), mujer adusta y con igual
afán de saber que Francisco. Los
dos hermanos mayores, Manuela
y Francisco, nacieron en Sevilla
y Piedad y Carmen, en Tetuán.
Cuando en 1956, el padre fue
destinado a Barcelona, nació
Alicia. Tras una corta estancia en Tossa de Mar, la familia se instaló en Blanes. El «comandante Camacho», de carácter fuerte, pero de gran
Alicia Sánchez Camacho,
abraza sonriente a su hijo
Manel, de cuatro años
YOLANDA CARDO
Retrato de una
mujer valiente
B Creyente
Fiel a sus creencias, antes del
mitin final previo a los comicios, aprovechó para poner
una vela en la catedral de
Barcelona y otra en la basílica
de Santa María del Mar
B Madre soltera
En ella prima la inteligencia
sobre el físico y no le importa
llevar la iniciativa cuando
quiere ligar. Fue madre soltera por decisión propia y
mediante fecundación in vitro
B Adicta a la coca-cola
Se opone a llamar «matrimonio» a las parejas homosexuales y rechaza la ley del aborto.
Su vicio semioculto es la
coca-cola. Odia los aviones, no
conduce y le encanta el cine
sensibilidad, inculcó a su hija pequeña el gusto por esos libros que tanto
tardó en comprender, pero que luego
devoraba. También le contagió su
amor por la historia y por la política,
pues siendo gran admirador de Adolfo Suárez, contribuyó a crear la UCD
en Blanes. Falleció en 1995 tras una
segunda embolia. La presidenta de
los populares catalanes siempre se
emociona al recordar aquel duro momento.
Alicia estudió en el Sagrado Corazón de María. Fue niña de matrículas
y sobresalientes, aunque tan charlatana como ahora, por lo que en alguna
ocasión la echaron de la Biblioteca local. Frunce el ceño cuando recuerda
que, pese a ser una buena alumna, no
tuvo bicicleta hasta los 22 años. El
sueldo de un guardia civil no daba
para dispendios. Estudió danza y de
no haberse dedicado a la política, habría sido arqueóloga. Tras acabar Derecho, ejerció de juez sustituta en
Gavà (Barcelona) y fue directora general del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo, antes
de instalarse, en 1999, en Washingon,
como consejera laboral de la Embajada española. Al igual que Cospedal,
su padrino político es Javier Arenas.
Tras regresar a España, fue diputada
del PPC en el Parlamento catalán y
presidenta del partido en Gerona.
Entre 2004 y 2008 fue diputada por
Barcelona en el Congreso. Al no lograr
escaño en las últimas generales ocupó
el puesto de senador por designación
autonómica de Daniel Sirera. La pugna de éste y Alberto Fernández por el
liderazgo llevó a Génova a designar a
un candidato de consenso, la propia
Alicia Sánchez-Camacho, elegida presidenta del PPC tras el traumático congreso de 2008, en el que se enfrentó a
Montserrat Nebrera.
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