El Ancla Dr. Ruben Murillo

EL ANCLA
Hebreos 6:17-20
INTRODUCCIÓN: “Por lo cual, queriendo Dios
mostrar más abundantemente a los herederos de la
promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso
juramento. 18 para que por dos cosas inmutables,
en las cuales es imposible que Dios mienta,
tengamos un fortísimo consuelo los que hemos
acudido para asirnos de la esperanza puesta delante
de nosotros. 19 La cual tenemos como segura y
firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del
velo, 20 donde Jesús entró por nosotros como
precursor, hecho sumo sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec.”
Tengo un amigo mío que se llama Randy Barton
que es pastor en Pisgah, Forrest, N.C. cuya iglesia
se llama “El Ancla” y en el lobby de la iglesia tiene
un ancla enorme. La última vez que estuve allí,
mientras la observaba me acorde de un himno que
escribió Lawrence Chewinings y canta Ray Boltz
que dice así:
Fe es una forma de recibir grandes bendiciones de
parte de Dios. Uno es salvo a través de la fe.
Las maravillas que Dios hace edifican nuestra fe a
través de los años.
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La Palabra de Dios tiene un salón de la fama-por
decirlo de alguna manera- de hombres y mujeres
que a ciegas caminaron por fe en Aquel que les
había encomendado caminar.
La fe es vital en el cristiano para obtener la
Victoria. Fe es fuerza, motivación, etc.
La fe nos hace el cielo algo real.
Este mundo es como un mar embravecido y
nosotros a veces parece que nos hundimos, y otras
tantas veces parece que las fuertes corrientes nos
arrastran a mar abierto, allá donde están las
tentaciones, el pecado, la escoria, allá donde cual
barcos a la deriva perdemos el temor a Dios y
podríamos ser arrastrados a la desesperanza, sin
embargo la fe, esa fe que Dios ha puesto en
nosotros actúa cual ancla y Dios en su poder nos
sostiene de tal manera que nos anclamos en El.
1.
EL ANCLA NOS DETIENE DE ACABAR
HECHOS AÑICOS ENTRE LOS
ARRECIFES.
Para eso fue diseñada, ese es el propósito. Puede
que el barco no necesite el ancla cuando el mar esta
calmado y no hay vientos huracanados, pero cuando
el mar esta “picado” hay de aquella embarcación
que no posea un ancla, mi amigo: ¿Posees un
Ancla?
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Cuando la tentación y otras tormentas se presenten
nos va a ser de gran necesidad el Ancla.
Muchos como algunos Gálatas han sido arrastrados
por doctrinas falsas porque no estaban sujetos al
Ancla.
Somos tan valiosos para Dios—fuimos comprados a
precio de sangre—que El no se puede dar el lujo de
perdernos, Dios es el Ancla como dice el canto: “Mi
Ancla es Dios y El me cuidara”
No es el plan de Dios el que nadie perezca, sino que
todos vengan al arrepentimiento.
Fortalezcámonos nuestra fe, El no va a permitir que
terminemos en pedazos.
Los vientos nos podrán mover de forma brusca,
pero no arrastrarnos. Necesitamos esa Ancla para
morar en paz y descanso de alma.
Dice el canto:
“Yo he navegado a través de la oscura noche a mar
abierto, por fe, sin poder ver, pero aun así seguro
que Sus ojos están sobre mi”
CORO
Mi Ancla es Dios, aunque la embarcación sea
azotada.
Mi Ancla es Dios, aunque los marinos estén
temerosos.
He caído en mis rodillas, mientras veo la furia del
mar. Mi Ancla es Dios, y El me cuidara.”
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2.
EL ANCLA ES SÓLIDA Y ESTABLE.
Dice el canto: “Mi Ancla es Dios, y El me
sostendrá”
El ancla que sostiene las grandes embarcaciones es
de hierro sólido. Nuestra Ancla es Cristo, no la
denominación, ni el hombre, ni las posesiones, ni la
profesión, ni las circunstancias buenas, nuestra
Ancla es Dios y El nos sostendrá. “Para que por dos
cosas inmutables, en las cuales es imposible que
Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los
que hemos acudido para asirnos de la esperanza
puesta delante de nosotros.” V.18
El ancla hace una labor muy digna, un trabajo muy
serio, muy importante. Su material no es débil, y no
importa cuán duro pueda “jalar” el mundo, el Ancla
nos sostendrá.
Dios nunca nos ha fallado y nunca lo hará.
Dios no miente. Si El ha dicho que El estará con
nosotros ¡Así es! V.18 “es imposible que Dios
mienta”
Un Dios mentiroso cayera en contradicciones y
Dios no se contradice.
¿Acaso Dios le quedo mal a Abraham y a Sara?
¡NO! Jesús es la “Simiente” en Quien todas las
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naciones son bendecidas. Todos aquellos que estén
en Cristo están bajo el Pacto de Dios, el Pacto de
bendición. “Jesús entró por nosotros como
precursor, hecho sumo sacerdote para siempre
según el orden de Melquisedec.” V. 19
El Canto dice:
“He tenido visiones, he tenido sueños
Aun los he sostenido en mis manos
Pero nunca me imagine que los podría perder
Como si fueran granos de arena
Pero mi Ancla es Dios, y El me sostendrá”
3.
EL ANCLA NO PUEDE HACER SU
TRABAJO SI NO HAY ALGO QUE LA
UNA A LA EMBARCACIÓN.
Por buena que sea el ancla, por más que quiera
ayudar, si no hay cadena que la una a la
embarcación en problemas, no puede ayudar.
En mi casa aun tengo en el traspatio una cadena que
bien pudo haber sido usada como sostén de un
ancla, no es una cadena bonita, ni delicada, pero no
es una cadena que puedo traer en la bolsa de mi
pantalón, es una cadena fuerte y pesada.
Necesitamos algo sólido que una nuestra alma con
nuestra esperanza; algo en que tengamos confianza,
algo que no se rompa, algo que aguante los tirones
de la vida, algo que nos mantenga unidos
“tengamos un fortísimo consuelo los que hemos
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acudido para asirnos de la esperanza puesta delante
de nosotros.” V. 18
Debemos descansar en esa esperanza, pero debemos
tomarnos firmemente de ella.
El ancla es unida a la cadena por un fuerte eslabón,
nuestra fe debe ser ese fuerte eslabón.
“asirnos de la esperanza puesta delante de
nosotros.” V.18
Debemos asirnos firmemente de nuestra fe en Dios,
los días no son fáciles y pueden ponerse más
oscuros. Amigo, asegúrate de tener el Ancla
correcta. Cristo es quien pago la deuda en la cruz
del calvario por cada uno de nosotros, indignos
pecadores, ¿Cómo poner nuestra fe en alguien más?
¿Cómo salir a mar abierto sin un Ancla que nos
mantenga estables?
Amigo: ¿Sabes que hay un Ancla que Dios ha
puesto a tu disposición? “La cual (Esperanza=
Cristo) tenemos como segura y firme ancla del
alma” V.19
Fortalezcamos nuestra fe en Cristo, fortalezcamos
nuestra fe en la Preciosa Sangre del Cordero
Inmolado por nosotros en la Cruz del calvario.
Dice el canto:
“He sido joven
Pero ahora soy viejo
Y ha habido belleza
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que estos ojos han visto
Pero fue en la noche
A través de las tormentas de la vida
Oh, fue allí donde Dios proveyó su amor por mi”
4.
DEJEMOS EN CLARO QUE ES EL
ANCLA
QUE
DETIENE
A
LA
EMBARCACIÓN NO LA EMBARCACIÓN A
EL ANCLA.
Lo que a continuación quiero dejar en claro es muy
importante, el ancla es quien sostiene a la
embarcación. El Ancla es quien se introduce en lo
profundo del mar y se arraiga entre la arena, en lo
profundo. El ancla es quien mantiene firme la
embarcación. ¿Estás seguro con el ancla que tienes?
¿Aguantará la presión de la tentación y depresión de
espíritu? ¿Aguantará la prueba y la aflicción?
Cuando uno tiene el Ancla correcta, uno puede
decirle al viento: “¿Es lo más fuerte que soplas?
Vamos, esfuérzate un poco más” Nada, ni nadie
puede separarnos del amor de Cristo. “La cual
tenemos como segura y firme ancla del alma,” V.19
Si tú has aceptado a Cristo, prácticamente estas
seguro, tienes vida eterna, puedes confiar en que El
cumplirá Su palabra, ¿No crees que al menos
debieras mantenerte estable aunque el mar este
“picado”? “La cual tenemos como segura y firme
ancla del alma,” V. 19
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Cuando el mar esta embravecido la embarcación es
estrujada de un lado a otro, es común que el agua
entre un poco, que la madera cruja, y que los que
están a bordo sientan malestar, pero una cosa es
segura, el barco no se va a quebrar en pedazos, la
esperanza está en que el ancla es firme, sólida, y
que la cadena aguantara toda la presión que las olas
presenten.
Lo mismo sucede con el pueblo de Dios, algunas
veces nuestro corazón tendrá temor, pero el Ancla
esta firme, ¿Lo estamos nosotros?
Dice el canto: “Mi Ancla es Dios y El me sostendrá”
5.
CUANDO EL ANCLA ESTA
CUMPLIENDO SU LABOR, EL OJO
HUMANO NO LA PUEDE VER.
Nuestra Ancla es como cualquier otra que al estar
haciendo su labor eficazmente no puede ser vista
por el ojo humano, a menos que se tenga todo un
aparato tecnológico como el de “Discovery Chanel”
o “Geografía Nacional” de otra manera lo único que
podemos ver es la cadena, como se desliza y como
se tensa.
¿Dónde está vuestra esperanza? ¿Crees acaso
porque ves? Eso no es creer todo.
¿Crees porque lo sientes? El sentir no lo es todo.
Dijo el Señor: “Benditos los que no vieron y
creyeron”
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Esa es la confianza que tenemos en el Señor, en que
aun sin verlo, creemos en El.
ILL. “El niño y la maestra en su escuela”
El ancla al tocar fondo se desliza por determinado
tiempo sobre la arena o golpea sobre las rocas o
arrecifes, en ese lapso de tiempo la embarcación
sigue su marcha, pero como a sus extremos tiene
puntas con semejanza a un arpón tan pronto alguna
de estas puntas se entierra en lo profundo de la
arena, o en la hendidura de alguna gran roca, la
embarcación se estremece y a la misma vez se
detiene, ahora sí, el ancla puede decir a los vientos y
al mar embravecido: “ ¿Es toda la violencia que
pueden mostrar? Jalen, con fuerza, etc.
CONCLUSIÓN: No podemos ver a Cristo, pero la
fe nos mantiene unidos a esa Esperanza, unidos a Su
Persona y Obra. Sabemos, creemos firmemente que
Cristo nació en Belem, que murió en la cruz por
nuestros pecados, fue sepultado, resucito y a los
cuarenta días después frente a Sus discípulos
ascendió a los cielos y una nube lo recibió.
Sabemos que no es una fabula, sino una historia
verdadera, creemos que El es la Simiente de
Abraham, en Quien se encuentra toda fidelidad y en
Quien se encuentra toda bendición y felicidad. ¿Qué
será de aquellos que no tienen El Ancla? ¿Qué les
sucederá en tiempos de tormenta? Los vientos se
están dejando sentir, allá a distancia se ven los
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relámpagos, la tormenta está en camino; Mi amigo
¿Te gustaría tomar a Jesús como El Ancla de tu vida
y cantar como dice el canto: “Mi Ancla es Dios, y
El me sostendrá”?
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