Actividades de verano 2013 1r ESO A_Lengua Castellana

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LA LEYENDA DEL REY MIDAS
Alumno/a:_________________________________________________________
Midas fue un rey de gran fortuna que gobernaba en el país
de Frigia. Tenía todo lo que un rey podía desear. Vivía en
un hermoso castillo rodeado de grandes jardines y
bellísimas rosas. Era poseedor de todo tipo de objetos
lujosos. Compartía su vida de abundancia con su hermosa
hija Zoe.
Midas pensaba que la mayor felicidad le era proporcionada
por todo su oro. Comenzaba sus días contando monedas de
oro… Se reía… Se reía y tiraba las monedas hacia arriba
para que les cayeran encima en forma de lluvia. De vez en
cuando se cubría con objetos de oro, como queriéndose
bañar en ellos, riendo feliz como un bebé.
Cierto día, el dios de la celebración, Dionisio, pasaba por
las tierras de Frigia. Uno de sus acompañantes, de nombre Sileno, se quedó retrasado
por el camino. Sileno, cansado, decide dormir un rato en los famosos jardines de rosas.
Allí lo encuentra Midas, quién lo reconoce al instante y lo invita a pasar unos días en su
palacio. El dios de la celebración muy agradecido por la gentileza de Midas, le dijo:
“Me has dado tal placer al haber cuidado de mi amigo que quiero hacer realidad
cualquier deseo que tengas”. Midas respondió inmediatamente: “Deseo que todo lo que
toque se convierta en oro”. Dionisio frunció el entrecejo y le dijo: “¿Seguro que deseas
eso?”. A lo que Midas respondió: “¡Seguro, el oro me hace tan feliz!” Finalmente,
Dionisio contesta reacio: “Muy bien, a partir de mañana todo lo que toques se
transformará en oro”.
Al día siguiente Midas se despertó ansioso por comprobar lo que Dionisio le había
prometido. Extendió sus brazos tocando una mesita que de inmediato se transformó en
oro. ¡Midas saltaba de felicidad! Y continuó comprobando… tocó una silla, la alfombra,
la puerta, la bañadera, un cuadro y siguió corriendo como un loco por todo su palacio
hasta quedar exhausto y al mismo tiempo contentísimo.
Se sentó a desayunar y tomó una rosa entre sus manos para respirar su fragancia. Pero…
al tocarla se había convertido en un frío metal. “Tendré que absorber el perfume sin
tocarlas, supongo”, pensó desilusionado. Sin reflexionar, se le ocurrió comer un granito
de uva, pero casi se quebró una muela por morder la pelotita de oro que cayó en su
boca. Con mucho cuidado quiso comer un pedacito de pan, sin embargo estaba tan duro
lo que antes había sido blandito y delicioso. Un traguito de vino, quizás… pero al llevar
el vaso a la boca se ahogó tragando el oro líquido.
De repente, toda su alegría se transformó en miedo. Justo en ese momento, su querida
gatita saltó para sentarse con él, pero al querer acariciarla, quedó como una estatua dura
y fría. Midas se puso a llorar: “¿Sentiré solamente cosas frías el resto de mi vida?”, se
preguntaba entre lágrimas. Al sentir el llanto de su padre, Zoe se apresuró para
reconfortarlo. Midas quiso detenerla pero al instante una estatua de oro había quedado a
su lado. El rey lloraba desconsoladamente.
Finalmente levantó los brazos y suplicó a Dionisio: “¡Oh, Dionisio, no quiero el oro!
¡Ya tenía todo lo que quería! ¡Solo quiero abrazar a mi hija, sentirla reír, tocar y sentir
el perfume de mis rosas, acariciar a mi gata y compartir la comida con mis seres
queridos!¡Por favor, quítame esta maldición dorada!” El amable dios Dionisio le
susurró al corazón: “Puedes deshacer el toque de oro y devolverle la vida a las estatuas,
pero te costará todo el oro de tu reino” y Midas exclamó: “¡Lo que sea! ¡Quiero a la
vida no al oro!” Dionisio entonces le recomendó: “Busca la fuente del río Pactulo y lava
tus manos. Este agua y el cambio en tu corazón devolverán la vida a las cosas que con
tu codicia transformaste en oro”.
Midas corrió al río y se lavó las manos en la fuente, agradecido por esta oportunidad. Se
asombró al ver el oro que fluía de sus manos para depositarse en la arena del fondo de la
fuente. Rápidamente, llevó una jarra de agua para volcar sobre Zoe y rociar a la gata. Al
instante, sonaba en el silencio la risa y la voz musical de Zoe y el ronroneo de la gata.
Muy contento y agradecido salió Midas con su hija para buscar más agua del río Pactulo
y así poder rociar rápidamente todo lo que brillaba de oro en el palacio.
Gran alegría le proporcionó a Midas el observar que la vitalidad había retornado a su
jardín y a su corazón. Aprendió a amar el brillo de la vida en lugar del lustre del oro.
Esto lo celebró regalando todas sus posesiones y se fue a vivir al bosque junto con su
hija en una cabaña. A partir de lo ocurrido, jamás dejó de disfrutar de la auténtica y
verdadera felicidad.
EJERCICIOS
1. Contesta verdadero o falso
V
El Rey Midas no era feliz en un principio.
El Rey Midas tenía más de lo que realmente necesitaba para ser feliz
Dionisio le otorgó a Midas un deseo porque era muy buen rey
El Rey Midas se alegró mucho de que la comida y su gata se
transformaran en oro.
El Rey Midas prefirió, finalmente, la vida al oro.
2. Contesta las siguientes preguntas:
a. ¿Quién era Dionisio?
b. ¿Qué era lo Midas creía que le hacía feliz?
c. ¿Qué tuvo que hacer el rey Midas para deshacerse de su don?
F
d. ¿Qué era lo que realmente hacía feliz a Midas?
e. ¿Qué conclusiones podemos extraer de esta leyenda?
3. Realiza un resumen del texto.
LA DESCRIPCIÓN
Alumno/a:_____________________________________________________________
______________________
1. Describe lo que ves en la imagen con oraciones, siguiendo las indicaciones.
a. Escribe una oración sobre lo que ves en primer plano.
b. Escribe una oración sobre lo que aparece en segundo plano.
c. Escribe una oración sobre lo que está al fondo.
2. Elige un objeto común y descríbelo de forma original y sorprendente como
para crear una adivinanza. Utiliza la imaginación y no olvides poner la
solución.
Ejemplo:
Tiene famosa memoria,
gran tamaño y dura piel,
y la nariz más grandota
que en el mundo pueda haber.
3. Lee el siguiente texto y completa la tabla:
Era Rosita perfectamente proporcionada de cuerpo: ni alta ni baja, ni delgada
ni gruesa. Su tez, bastantes morena, era suave y finísima, y mostraba en las
tersas mejillas vivo color de carmín. Sus labios, un poquito abultados, parecían
hechos del más rojo coral, y cuando la risa los apartaba, lo cual ocurría a
menudo, dejaba ver, en una boca algo grande, unas encías sanas y limpias y dos
filas de dientes y muelas blancos, relucientes e iguales. Sombreaba un tanto el
labio superior de Rosita un bozo sutil, y, como su cabello negrísimo. Dos
oscuros lunares, uno en la mejilla izquierda y otro en la barba, hacían el efecto
de dos hermosas matas de bambú en un prado de flores.
Tenía rosita la frente recta y pequeña, como la de la Venus de Milo, y la nariz
de gran belleza plástica, aunque más bien fuerte que afilada. Las cejas,
dibujadas lindamente, no eran ni muy claras ni muy espesas, y unas pestañas
larguísimas se doblaban hacia fuera formando arcos graciosos.
Rosita era:
Tez
Frente
Nariz
Mejillas
Boca
Labios
Encías
Dientes
muelas
Cabello
y
Lunares
Cejas
Pestañas
4. Redacta tu propio autorretrato.
EL PRÍNCIPE FELIZ.
Alumno/a:____________________________________________________________
_
En la parte más alta de la ciudad, sobre una columna, se alzaba la
estatua del Príncipe Feliz. Estaba toda revestida de oro. Tenía, por ojos,
dos zafiros y un gran rubí rojo en el puño de su espada.
Un día una golondrina se cobijó debajo de la estatua y le cayó encima
una pesada gota de agua. Miró hacia arriba y vio los ojos del Príncipe
Feliz arrasados de lágrimas. El Príncipe le contó que cuando estaba vivo
no sabía lo que eran las lágrimas porque vivía en el Palacio de la
Despreocupación. Por eso le llamaban el Príncipe Feliz. Ahora lloraba
porque veía las miserias de la ciudad. Le dijo que podía ver a una pobre
mujer que bordaba sobre un vestido. Su hijito estaba enfermo, tenía
fiebre y su madre no podía darle más que agua. Le pidió que le llevara
el rubí del puño de su espada.
La Golondrina, aunque debía partir para Egipto, apenada por la mirada
del Príncipe Feliz, se quedó y llevó el gran rubí a la mujer, dejándolo en
el dedal de la costurera.
Al día siguiente, al salir la luna, voló hacia el Príncipe Feliz para
despedirse.
-Golondrina, allá abajo veo a un joven en una buhardilla. Se esfuerza en
terminar una obra para el director del teatro, pero siente demasiado frío
y hambre para escribir más. Llévale uno de mis ojos. Son unos zafiros
extraordinarios. Lo venderá, se comprará alimento y combustible y
concluirá su obra.
Entonces la Golondrina arrancó el ojo, voló hacia la buhardilla del
estudiante y lo dejó sobre la mesa.
Al día siguiente al salir la luna, volvió hacia el Príncipe para despedirse.
-¡Golondrina!, ¿no te quedarás conmigo una noche más? Allá abajo, en
la plazoleta a una niña vendedora de cerillas se le han caído las cerillas
al arroyo. Su padre le pegará. Arráncame el otro ojo, dáselo y su padre
no le pegará.
La Golondrina entregó el otro zafiro a la niña, voló de vuelta hacia el
Príncipe y le dijo que se quedaría con él para siempre.
Durante esos días la Golondrina volaba por la ciudad y luego le
contaba la miseria en la que vivían los niños y mendigos. Entonces el
Príncipe le dijo:
-Estoy cubierto de oro fino, despréndelo hoja por hoja y dáselo a los
pobres.
Hoja por hoja arrancó la Golondrina el oro fino y hoja por hoja lo
distribuyó entre los pobres.
Entonces llegó la nieve y después de la nieve el hielo. La pobre
Golondrina tenía frío, cada vez más frío, pero no quería abandonar al
Príncipe: le amaba demasiado para hacerlo.
Pero, al fin, sintió que iba a morir. No tuvo fuerzas más que para volar
una vez más sobre el hombro del Príncipe.
-¡Adiós, amado Príncipe! Permitid que os bese la mano.
-Me da mucha alegría que partas por fin para Egipto, Golondrina. Has
permanecido aquí demasiado tiempo. Pero tienes que besarme en los
labios porque te amo.
-No es a Egipto donde voy a ir. Voy a ir a la morada de la Muerte. La
Muerte es hermana del Sueño, ¿verdad?
Y besando al Príncipe Feliz en los labios, cayó muerta a sus pies. En el
mismo instante sonó un extraño crujido en el interior de la estatua. La
coraza de plomo se había partido en dos.
A la mañana siguiente, el alcalde se paseaba por la plazoleta con dos
concejales de la ciudad. Al pasar junto al pedestal, levantó sus ojos
hacia
la
estatua.
-¡Dios mío! ¡Qué andrajoso parece el Príncipe Feliz! El rubí de su espada
se ha caído y ya no tiene ojos, ni es dorado. Y tiene a sus pies un pájaro
muerto.
Entonces la estatua fue derribada y fundida. Pero el corazón de plomo
no quiso fundirse en el horno y fue arrojado como desecho al montón
de basura en el que yacía la golondrina muerta.
Cuentan que Dios le pidió a un ángel que trajera las dos cosas más
preciosas de la ciudad. Y el ángel le llevó el corazón de plomo y el
pájaro muerto.
Oscar Wilde
Ejercicios
1. Contesta verdadero o falso:
V
F
El Príncipe lloraba porque tenía frío
Los ojos del príncipe eran dos zafiros
El príncipe obligó a la golondrina a quedarse con él
El príncipe no quiso desprenderse de su rubí
La golondrina quería ir a Egipto de vacaciones
El príncipe y la golondrina sacrificaron sus vidas por ayudar
a los más necesitados.
2. Responde:
a. ¿Cómo era la estatua del príncipe feliz?
b. ¿Por qué lloraba el príncipe?
c. ¿Qué le pidió el príncipe a la golondrina?
d. Explica la forma en que el príncipe y la golondrina ayudaron
a las personas necesitadas.
e. ¿Por qué decidió la golondrina no emigrar a Egipto aun
sabiendo que moriría por ello?
f. ¿Cuál es tu opinión personal sobre este cuento? ¿Qué
valores crees que intenta transmitir?
3. Realiza un resumen del cuento.
Alumno/a:____________________________________________________________
__
EL COCAY
Quizá alguna noche en el campo hayas visto una chispa de luz que
brilla y se mueve de un lado a otro; esa luz la produce el cocay, que es
el nombre que le dan los mayas a la luciérnaga. Ellos saben cómo fue
que este insecto creó su luz, esta es la historia que cuentan:
Había una vez un señor muy querido por todos los habitantes de El
Mayab, porque era el único que podía curar todas las enfermedades.
Cuando los enfermos iban a rogarle que los aliviara, él sacaba una
piedra verde de su bolsillo; después, la tomaba entre sus manos y
susurraba algunas palabras. Eso era suficiente para sanar cualquier mal.
Pero una mañana, el señor salió a pasear a la selva; allí quiso acostarse
un rato y se entretuvo horas completas al escuchar el canto de los
pájaros. De pronto, unas nubes negras se apoderaron del cielo y
empezó a caer un gran aguacero. El Señor se levantó y corrió a
refugiarse de la lluvia, pero por la prisa, no se dio cuenta que su piedra
verde se le salió del bolsillo. Al llegar a su casa lo esperaba una mujer
para pedirle que sanara a su hijo, entonces el señor buscó su piedra y
vio que no estaba. Muy preocupado, quiso salir a buscarla, pero creyó
que se tardaría demasiado en hallarla, así que mandó reunir a varios
animales.
Pronto llegaron el venado, la liebre, el zopilote y el cocay. Muy serio, el
Señor les dijo:
—Necesito su ayuda; perdí mi piedra verde en la selva y sin ella no
puedo curar. Ustedes conocen mejor que nadie los caminos, las
cavernas y los rincones de la selva; busquen ahí mi piedra, quien la
encuentre, será bien premiado.
Al oír esas últimas palabras, los animales corrieron en busca de la piedra
verde. Mientras, el cocay, que era un insecto muy empeñado, volaba
despacio y se preguntaba una y otra vez:
—¿Dónde estará la piedra? Tengo que encontrarla, sólo así el Señor
podrá curar de nuevo.
Y aunque el cocay fue desde el inicio quien más se ocupó de la
búsqueda, el venado encontró primero la piedra. Al verla tan bonita, no
quiso compartirla con nadie y se la tragó.
—Aquí nadie la descubrirá —se dijo—. A partir de hoy, yo haré las
curaciones y los enfermos tendrán que pagarme por ellas.
Pero en cuanto pensó esas palabras, el venado se sintió enfermo; le dio
un dolor de panza tan fuerte que tuvo que devolver la piedra; luego
huyó asustado.
Entre tanto, el cocay daba vueltas por toda la selva. Se metía en los
huecos más pequeños, revisaba todos los rincones y las hojas de las
plantas. No hablaba con nadie, sólo pensaba en qué lugar estaría la
piedra verde.
Para ese entonces, los animales que iniciaron la búsqueda ya se habían
cansado. El zopilote volaba demasiado alto y no alcanzaba a ver el
suelo, la liebre corría muy aprisa sin ver a su alrededor y el venado no
quería saber nada de la piedra; así, hubo un momento en que el único
en buscar fue el cocay.
Un día, después de horas enteras de meditar sobre el paradero de la
piedra, el cocay sintió un chispazo de luz en su cabeza:
—¡Ya sé dónde está! —gritó feliz, pues había visto en su mente el lugar
en que estaba la piedra. Voló de inmediato hacia allí y aunque al
principio no se dio cuenta, luego sintió cómo una luz salía de su cuerpo
e iluminaba su camino. Muy pronto halló la piedra y más pronto se la
llevó a su dueño.
—Señor, busqué en todos los rincones de la selva y por fin hoy di con tu
piedra —le dijo el cocay muy contento, al tiempo que su cuerpo se
encendía.
—Gracias, cocay —le contestó el señor— veo que tú mismo has logrado
una recompensa. Esa luz que sale de ti representa la nobleza de tus
sentimientos y lo brillante de tu inteligencia. Desde hoy te acompañará
siempre para guiar tu vida.
El cocay se despidió muy contento y fue a platicarle a los animales lo
que había pasado.
Todos lo felicitaron por su nuevo don, menos la liebre, que sintió envidia
de la luz del cocay y quiso robársela.
—Esa chispa me quedaría mejor a mí; ¿qué tal se me vería en un collar?
—pensó la liebre.
Así, para lograr su deseo, esperó a que el cocay se despidiera y
comenzó a seguirlo por el monte.
—¡Cocay! Ven, enséñame tu luz —le gritó al insecto cuando estuvo
seguro de que nadie los veía.
—Claro que sí —dijo el cocay y detuvo su vuelo. Entonces, la liebre
aprovechó y ¡zas! le saltó encima. El cocay quedó aplastado bajo su
panza y ya casi no podía respirar cuando la liebre empezó a saltar de
un lado a otro, porque creía que el cocay se le había escapado.
El cocay empezó a volar despacio para esconderse de la liebre. Ahora,
fue él quien la persiguió un rato y en cuanto la vio distraída, quiso
desquitarse. Entonces, voló arriba de ella y se puso encima de su frente,
al mismo tiempo que se iluminaba. La liebre se llevó un susto terrible,
pues creyó que le había caído un rayo en la cabeza y aunque
brincaba, no podía apagar el fuego, pues el cocay seguía volando
sobre ella.
En eso, llegó hasta un cenote y en su desesperación, creyó que lo mejor
era echarse al agua, sólo así evitaría que se le quemara la cabeza. Pero
en cuanto saltó, el cocay voló lejos y desde lo alto se rió mucho de la
liebre, que trataba de salir del cenote toda empapada.
Desde entonces, hasta los animales más grandes respetan al cocay, no
vaya a ser que un día los engañe con su luz.
Leyenda Maya
Ejercicios:
1. Contesta las siguientes preguntas:
a. ¿Por qué era tan importante la piedra que se había
perdido?
b. ¿Cuál es la virtud que sólo tenía el cocay y que le permitió
encontrar la piedra?
c. ¿Cuál es el defecto del venado?
d. ¿Cuál es el defecto que tenía la liebre?
2. Una leyenda es una historia que tiene más de tradicional o
maravilloso que de histórico o verdadero.
a. En esta leyenda, ¿qué hay de fantástico?
b. Muchas leyendas tratan de explicar un hecho o un
fenómeno. Esta leyenda da explicación a dos hechos
¿cuáles?
c. ¿Crees que las explicaciones que ofrece esta leyenda
tienen base científica? ¿Por qué crees que los hombres
inventaban estas explicaciones tan fantásticas?
3. Esta leyenda es una leyenda maya. La civilización maya habitó
en la península del Yucatán (sureste de México, Guatemala,
Honduras, el Salvador y Belice), y alcanzó altas cotas de
desarrollo antes de que Cristóbal Colón descubriera América.
a. Escribe aquellas palabras que identificas con el vocabulario
mexicano o centroamericano.
b. ¿Cuál es el significado de cada una de ellas?
4. Escribe un resumen de la historia.
EL PRINCIPITO
Alumno/a:____________________________________________________________
__
Cuando yo tenía seis años vi en un libro sobre la selva virgen que se
titulaba "Historias vividas", una magnífica lámina. Representaba una
serpiente boa que se tragaba a una fiera.
En el libro se afirmaba: "La serpiente boa se traga su presa entera, sin
masticarla. Luego ya no puede moverse y duerme durante los seis
meses que dura su digestión".
Reflexioné mucho en ese momento sobre las aventuras de la jungla y a
mi vez logré trazar con un lápiz de colores mi primer dibujo. Mi dibujo
número 1 era de esta manera:
Enseñé mi obra de arte a las personas mayores y les pregunté si mi
dibujo les daba miedo.
—¿Por qué habría de asustar un sombrero?— me respondieron.
Mi dibujo no representaba un sombrero. Representaba una serpiente
boa que digiere un elefante.
Dibujé entonces el interior de la serpiente boa a fin de que las personas
mayores pudieran comprender.
Siempre estas personas tienen necesidad de explicaciones. Mi dibujo
número 2 era así:
Las personas mayores me aconsejaron abandonar el dibujo de
serpientes boas, ya fueran abiertas o cerradas, y poner más interés en la
geografía, la historia, el cálculo y la gramática. De esta manera a la
edad de seis años abandoné una magnífica carrera de pintor. Había
quedado desilusionado por el fracaso de mis dibujos número 1 y número
2. Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y
es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez
explicaciones.
Tuve, pues, que elegir otro oficio y aprendía pilotar aviones. He volado
un poco por todo el mundo y la geografía, en efecto, me ha servido de
mucho; al primer vistazo podía distinguir perfectamente la China de
Arizona. Esto es muy útil, sobre todo si se pierde uno durante la noche.
A lo largo de mi vida he tenido multitud de contactos con multitud de
gente seria. Viví mucho con personas mayores y las he conocido muy
de cerca; pero esto no ha mejorado demasiado mi opinión sobre ellas.
Cuando me he encontrado con alguien que me parecía un poco
lúcido, lo he sometido a la experiencia de mi dibujo número 1 que he
conservado siempre. Quería saber si verdaderamente era un ser
comprensivo. E invariablemente me contestaban siempre: "Es un
sombrero". Me abstenía de hablarles de la serpiente boa, de la selva
virgen y de las estrellas. Poniéndome a su altura, les hablaba del bridge,
del golf, de política y de corbatas. Y mi interlocutor se quedaba muy
contento de conocer a un hombre tan razonable.
Ejercicios
1. Contesta las siguientes preguntas:
a.
El narrador de esta historia, ¿es un niño o un adulto?
b.
¿Por qué crees que las personas mayores no entendían el
dibujo número 1?
c.
¿Qué piensa el autor sobre las personas adultas?
d. ¿Qué pretendía el autor cuando enseñaba el dibujo
número 1 a otra persona?
e. ¿Estás de acuerdo con la visión que tiene el autor sobre las
personas mayores? ¿Por qué?
4. Busca en el texto
a. Sinónimo de:
- Grandiosa:
- Pensé:
- Renunciaba:
b. Antónimo de:
- Escasez
- Insensato:
- Torpe:
CINE-CLUB
Alumno/a:______________________________________________________________
Escoge una película que hayas visto durante el verano y completa la siguiente
ficha.
TÍTULO
GÉNERO
AÑO
NACIONALIDAD
PERSONAJES
PRINCIPALES Y
DESCRIPCIÓN BREVE
RESUMEN DEL
ARGUMENTO
CRÍTICA/OPINIÓN
COMENTARIO DE UNA NOTICIA
Alumno/a: _____________________________________________________________
Lee atentamente la siguiente noticia:
Los pájaros gritan por la contaminación acústica
Son muchas las especies animales que hacen uso de las señales acústicas para atraer a
sus parejas. Algunos de estos animales (como los pájaros) asocian los cantos que
realiza el posible consorte al éxito o fracaso reproductivo. Un grupo de investigadores
ha demostrado ahora que el ruido generado por los humanos está afectando al cortejo
entre los Parus major, un tipo de pájaro urbano también conocido como carbonero.
Según el estudio que publica hoy la revista PNAS, los machos que cantan a bajas
frecuencias seducen a más hembras que los que lo hacen a altas frecuencias. Pero la
creciente contaminación acústica está provocando que estos animales se vean
obligados a subir el volumen de sus cantos, hecho que los vuelve menos atractivos
##########
para sus parejas.
Los investigadores han estudiado a los carboneros que viven en el parque nacional de
Dwingelderveld, en Holanda, y han asociado la cantidad de polluelos nacidos con el
bullicio registrado. Los resultados muestran que, cuando los niveles de contaminación
acústica son bajos, los pájaros se aparean más y con más éxito, es decir, tienen más
crías. Dicho de otro modo, el ruido hace gritar a los pájaros y eso los hace menos
atractivos. Estos resultados podrían explicar por qué en las zonas transitadas, la
densidad de población de pájaros es menor.
1. Escribe el significado de las siguientes palabras:
c.
Consorte:
d.
Urbano:
e.
Contaminación acústica:
f.
Densidad de población:
2. Subraya las ideas principales del texto.
3.Toda noticia debe explicar: lo que pasa, cómo pasa, cuando pasa
y por qué pasa. Completa la siguiente tabla:
¿Qué pasa?
La cantidad de crías de pájaros carboneros es
menor.
¿Dónde
pasa?
¿Cuándo
pasa?
¿Por
pasa?
qué
¿Cómo
pasa?
4.Explica la noticia con tus palabras de la forma más breve posible.
5. Escribe un breve comentario sobre la noticia.
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