ganadería bovina

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GANADERÍA BOVINA
DEPARTAMENTO SANTANDER
Por: MVZ. Fernando Acebedo Serrano
INTRODUCCION
La ubicación geográfica del Departamento de Santander, dentro del territorio
nacional, esta caracterizada por su localización estratégica en el área nor-oriental
cuya vecindad con regiones de reconocida vocación ganadera: Cesar, Bolívar,
Antioquia, Boyacá, con la confluencia al río Magdalena y beneficiado por las
principales rutas nacionales: Vía Panamericana. Central de la Costa y Central
del Norte, favorecen la intercomunicación de nuestro Departamento con la
costa y el interior, así como con la vecina republica de Venezuela.
Esta posición privilegiada de Santander, sumada a la diversidad de climas,
suelos y topografías, constituye una fortaleza para el desarrollo ganadero
regional y una oportunidad para la comercialización y fomento de la especie
bovina, favoreciendo además los mercados de intercambio fronterizo que
propicia la apertura económica con otros países como Venezuela.
Sin embargo, las facilidades antes mencionadas pueden constituirse
eventualmente en debilidades y amenazas, cuando se trata de la diseminación o
introducción de plagas y enfermedades animales provenientes de áreas
endémicas de la costa norte, región cundiboyacense y de Venezuela.
Así las cosas, el ICA consciente de su deber institucional de velar por la sanidad
animal, en cuanto hace referencia al Departamento de Santander, se propuso
desarrollar un estudio de diagnóstico participativo orientado a profundizar en el
conocimiento y el análisis de la problemática ganadera, observada directamente
a nivel de campo, en consulta y concertación con los productores, los
profesionales y las instituciones municipales del sector (UMATAS), cuya
información fue complementada con la verificación retrospectiva, de la
casuística consultada en los Centros de Diagnostico y en las oficinas de Sanidad
Animal del ICA, acopiada por el Sistema de Información y Vigilancia durante
los últimos 15 años.
La información obtenida hizo referencia a la realidad de la ganadería regional:
Los factores que inciden en la salud y la producción bovina en las diferentes
áreas socioeconómicas y agroecológicas, el comportamiento y evolución de las
plagas y enfermedades animales en el tiempo y lugar, su dinámica
epidemiológica plasmada en mapas de riesgo y la caracterización de la
producción, comercialización y sus implicaciones en la Sanidad Animal de las
diferentes provincias en que se ha zonificado el Departamento de Santander.
La concepción moderna de la salud se define como el equilibrio funcional del
organismo en íntima relación con el ambiente exterior. Esta es la razón por la
cual en este trabajo contemplamos la ecobiología de las enfermedades y plagas
correlacionadas dentro del conjunto productivo de la finca revaluando el viejo
concepto de asociar enfermedades únicamente con agentes etiológicos
infecciosos.
En este sentido en términos de productividad y desarrollo ganadero, un animal
cuyo organismo no funciona adecuadamente, es un animal enfermo cualquiera
que sea su causa: ambiental, nutricional, genética o infecciosa.
De esta manera presentamos a consideración de los productores, de los
técnicos, y de las instituciones, la problemática actual de la ganadería
santandereana., con las alternativas que pretende contribuir a mejorar la
situación encontrada, en búsqueda de lograr una explotación más sana,
productiva y rentable.
Con un mayor conocimiento de las situaciones podemos minimizar las
debilidades y aminazas que atentan contra nuestra ganadería e incentivar las
fortalezas y oportunidades que puedan contribuir a su desarrollo dentro de un
enfoque de sostenibilidad y eficacia.
2. CARACTERIZACION DE LA PRODUCCIÓN
2.1 POBLACION
La ganadería de Santander tiene una población de 1.365.807 cabezas dedicadas
a explotaciones de cría (33.4%); doble propósito (47.3%) y ceba (19.2%),
ubicadas en las seis provincias santandereanas:
Soto: 194.882, Guanantá: 127.517, Comuneros 113.300, Vélez (Hoya del Río
Suárez): 239.846, García Rovira: 88.198, de Mares (Magdalena Medio):
885.859.
La raza predominante en al ganadería Santandereana es la Cebú (Brahman) y
sus cruces con Holstein, Normando, Pardo Suizo, China Santandereana,
Blanco Orejinegro, Simmental, Beefmaster y Santa Gertrudis.
2.2 EXTENSION
El área dedicada a la ganadería de Santander contempla una extensión de
1.118.318 hectáreas cultivadas en pastos naturales y mejorados. Las praderas
naturales superan el 50% de la extensión forrajera en el Departamento de
Santander destacándose las siguientes gramíneas: Paja comino (Homolepsis
aturensis), Maciega(paspalum Virgatum), vendeaguja (cortadería nítida), Bahía o
tenza (paspalum notatum), falsa poa (Holcus Lanatus).
En cuanto hace referencia a los pastos mejorados se destacan las siguientes
especies:
Brachiaria: decumbes, brisantha, mutica, humidícola, radicans.
Puntero (Hyparrhemia rufa)
Gordura (Melinis munutiflora)
Estrella (cynodon nlemfuensis)
Angleton (dichanthium aristatum)
Climacuna (Dichanthium annulatum)
Guinea (Panicum maximun)
Carimagua (Andropogon gayanus)
Alemán (Echinochloa polytachia
Kikuyo (Pennisetum clandestinum)
Raigras ingles (Lolium perenne)
Oloroso (Anthoxanthum odoratum)
Con respeto a las leguminosas establecidas, en lo que hace la referencia a
especies herbáceas, los géneros de Desmodium y Centrosemas conjuntamente
con el Kuzdú (Pueraria phaseoloides) constituyen la mejor participación en las
mezclas con las gramíneas naturales y mejoradas.
Santander es un Departamento rico en especies de leguminosas arbóreas que
aportan nitrógeno al suelo, enriquecen la materia orgánica por reciclaje de hojas
y frutos, son fuente de sostenibilidad en el establecimiento de cercas vivas,
ofrecen sombrío productivo y alimentación rica en energía y proteína, cuya
deforestación esta atentando contra la persistencia de las praderas y de la
productividad.
Así mismo, haciendo parte de la estructura de la sostenibilidad dentro de la
arquitectura de las praderas de la ganadería santandereana, si bien han sufrido a
la par con los árboles leguiminosos de la tala indiscriminada por parte de los
colonos y neoganaderos, aún subsisten en las regiones árboles no leguminosos
con vacación forrajera y de sombrío, protectores de las aguas y suelos cuyo
despojo está conduciendo a la desertificación de importantes zonas del
Magdalena Medio, Guanentá, Comuneros, Vélez, García Rovira y Soto.
2.3 SISTEMA DE PRODUCCIÓN
La aptitud, calidad de los suelos y praderas la localización con respecto a las vías
y centros de consumo, como las necesidades socioeconómicas de los
productores han definido los sistemas de explotación de acuerdo al producto:
cría, leche, carne.
En este sentido la ganadería Santandereana se ha orientado en determinadas
regiones y/o fincas a la producción de crías y leche (doble propósito) (47.3%)
cría comercial (33.4%), ceba (19.2%) con deferentes modelos de integración en
cría-ceba; cría- leche-ceba; cria-leche; cría-ceba. Las explotaciones dedicadas al
sistema de producción de leche son mínimas en el Departamento.
Igualmente, Santander se ha caracterizado tradicionalmente por contar con
explotaciones dedicadas a la cría y selección de ganados puros para
mejoramiento animal, cuyo impacto se mide no tanto por el número de fincas
dedicadas a este sistema de producción sino por la calidad y efectos en el
fomento y desarrollo ganadero regional.
Haciendo una correlación socioeconómica de los sistemas de producción, las
zonas de minifundio: García Rovira, Vélez, Soto, como las regiones de
medianos productores: Guanenta y Comuneros; se han orientado a las
explotaciones de doble propósito mientas que las regiones de grandes
productores (más de 200 hectáreas) han orientado sus sistemas de producción a
la cría y ceba. Magdalena medio santandereano y las zonas bajas de los
municipios de Rionegro, Simacota, Betulia, Girón, Lebrija, Landazuri, Sucre,
Bolivar y Santa Helena del Opón.
El sistema de producción orientado al doble propósito se ha ido incrementado
en Santander, como una alternativa económica para el mejoramiento de los
recursos disponibles en las fincas y a su vez para obtener una permanente
liquidez (ingresos diarios) que le permiten al productor, con el producido de la
leche, atender los gastos de administración y costos emergentes de la
explotación, derivando las utilidades de la venta de los terneros destetos.
2.4 PARAMETROS DE PRODUCTIVIDAD
Estos indicadores son la expresión de la relación suelo-planta-animal, dentro de
un entorno ambiental.
La calidad de la salud se correlaciona con la adecuada combinación de la
alimentación, la genética y el manejo con el ambiente; de manera tal que el
resultado se mide bajo los parámetros de natalidad, peso al nacimiento, peso y
edad al destete, peso y edad al sacrificio, peso y edad al parto, capacidad de
carga, producción de leche y mortalidad.
Cada región de conformidad con estos factores de producción, expresan su
productividad en los términos antes anotados.
2.5 COMERCIALIZACIÓN
Los flujos de movilización animal y su consecuente comercialización, guardan
una dependencia e interrelación con la producción bovina de la ganadería del
Cesar, sur de Bolívar, Magdalena, Norte de Santander y Boyacá.
La subasta de Ganados S.A. (Girón) (semanal) comercializa el 80% del ganado
gordo para sacrificio en esta ciudad proveniente del Sur del Cesar y Noreste del
Departamento de Norte de Santander; el 20% restante proviene del ganado
gordo producido en el Magdalena Medio.
Si bien el ganado de cría y levante se comercializa en un 80% a nivel de finca, el
20% restante hace tránsito a través de la ferian mención con destino a las
regiones antes anotadas.
La feria de Piedecuesta (semanal) comercializa bovinos de cría y levante,
procedentes de la provincia de Soto y Magdalena Medio, con destino a estos
mismos lugares.
Las plazas de ferias del Socorro, San Gil y Charalá (semanales) mercadean
ganados de levante, cría y gordo producidos en las provincias de Comuneros y
Guanentá con destino a estas mismas regiones, como también hacia la
provincia de Vélez, Magdalena medio y Llanos orientales.
Las plazas de ferias de Vélez y Puente Nacional (semanales) comercializan
ganados gordos, cría y levante procedentes de las provincias de Comuneros,
Hoya del Río Suárez y Boyacá (Chiquinquirá, Saboya y Moniquirá). Estos
animales hacen su tránsito por estas ferias y distribuyen por los municipios de
influencia de estas provincias.
Las ferias de Málaga y Concepción (semanales) mercadean ganado de cría,
levante y gordo, procedentes de la Provincia de García Rovira (80%), como
también de Boyacá (Soatá, Covarachía, Duitama) y Norte de Santander
(Chitaga, Pamplona): 20% restante. El destino de los animales es el mismo de
su procedencia(cría y levante); el gordo se moviliza con destino a Bogotá,
principalmente,
La feria de Cimitarra (mensual) comercializa ganados de cría y levante
procedentes del Magdalena medio santadereano, con destino al Magdalena
medio caldense y antioqueño, como a la misma zona de influencia local.
El ganado gordo de la región del Magdalena medio se comercializa en finca, con
destino al consumo de ECOPETROL (Barrancabermeja) y mataderos de
Medellín y Bogotá, principalmente. La subasta de Barrancabermeja comercializa
el ganado de cría y levante con destino a su área de influencia.
La movilización animal a través del Departamento de Santander se ha
dinamizado por la apertura de nuevas vías nacionales como “La Panamericana”
, circunstancia que ha incentivado la colonización y ampliación de la frontera
ganadera en regiones de los municipios del Carmen, San Vicente de Chucuri,
Puerto Parra, Landázuri, Cimitarra y Betulia.,
De la misma manera la crisis agrícola generó el reemplazo de regiones ocupadas
en cultivos de arroz, sorgo y maíz por praderas dedicadas a la explotación
ganadera en los municipios de Sabana de Torres y Rionegro.
La vía Panamericana, al igual que la central de la costa y central del norte,
intercomunican a Santander con la costa, el interior del país y República de
Venezuela, intensificando la movilización animal a través de las zonas de
influencia de nuestro Departamento, incrementando en consecuencia los
riesgos sanitarios que se derivan de los flujos animales.
2.6 CICLO GANADERO
El ciclo es iniciado por un desequilibrio entro oferta y demanda, suponiendo
que se presente una escasez de novillos para ceba, esto repercute en el aumento
de su precio, lo que induce a los cebadores a engordar animales más jóvenes, en
la primera fase del ciclo, los precios empiezan a subir y la relativa escasez de
animales adultos para matadero aumenta la demanda por animales de menor
edad. Esto determina que se eleve el precio de los terneros, lo que a su vez eleva
el precio de las hembras reproductivas.
A esta altura, la actividad de ceba se ve limitada por la disponibilidad de
animales para engordar, lo cual se manifiesta en un aumento de los precios y en
la rentabilidad para la cría. El precio de una novilla para cría o vaca horra
tiende a superar el precio de una novilla o vaca flaca, estimulando una mayor
retención de hembras reproductoras o, lo que es lo mismo, desestimulando la
ceba de las mismas. De esta manera se reconstruye el hato a la vez que se
ocasionan un mayor aumento en los precios como consecuencia de una menor
oferta de hembras para el sacrificio.
Al cabo de un tiempo el crecimiento del hato se manifiesta en una mayor oferta
de terneros, que a su vez va repercutiendo en la oferta de animales para
sacrificio y los precios empiezan a bajar a nivel de productor. La reducción en el
precio de los terneros, hace bajar el precio de las hembras reproductoras, hasta
el punto en que ya no resulta buen negocio tener tantas hembras, pues la ceba
ofrece mejores precios que la cría. Este aumento de la oferta de hembras para
sacrificio presiona aún más la baja de precios.
El continuo aumento en la extracción de hembras reduce la reproducción de
terneros, lo cual resulta finalmente en una escasez de animales adultos y la
consecuente iniciación de un nuevo ciclo.
Sin embargo, la situación antes relatada, se distorsiona por efectos de la
comercialización externa o como consecuencia de eventos climáticos
imponderables.
Hacemos referencia a la comercialización de ganado con Venezuela cuya
evolución depende de la “economía de frontera”.
Este fenómeno se correlaciona con la situación económica del vecino país,
regulado por el precio del Bolívar.
Así las cosas, con alguna periodicidad se dinamizan los mercados de
importación y exportación de acuerdo con las circunstancias, favorables para
cualquiera de los dos países, de manera tal, que estas situaciones estimulan la
salida o el ingreso masivo de bovinos que determinan el alza o baja de los
precios del mercado ganadero regional.
Así mismo, las inundaciones externas o los veranos prolongados, obligan al
crementos de la oferta de animales en el mercado, afectando los índices de
extracción y jalonando la bajo de los precios en los deferentes grupos etáreos de
la población ganadera.
Los factores descritos entorpecen eventualmente la evolución y comportamiento
normal de los ciclos ganaderos.
3. FACTORES CONDICIONANTES DE LA SALUD Y LA PRODUCCIÓN
ANIMAL
3.1 MEDIO AMBIENTEA.
El desmonte del bosque tropical húmedo para reemplazarlo con la siembre de
cultivos temporales y posterior utilización de las áreas colonizadas en praderas,
sustituye un ecosistema de biomasa elevado, rico es epecies por un monocultivo,
sucediéndose una transferencia de nutrientes de la biomasa del bosque hacia los
suelos pobres en nutrientes vulnerables a la lixiviación.
El panorama derivado dela deforestación ofrece en sus inicios en exitoso
establecimiento de praderas, los cuales a la postre agotan los recursos
disponibles en los suelos, prevaleciendo igualmente la invasión de malezas,
como respuesta a la modificación ambiental en un proceso de implantación del
bosque secundario.
Ante esta situación, se adelanta un trabajo persistente del productor, tendiente
a lograr el costo de las malezas, mediante la aplicación indiscriminada de
herbicidas dada la necesidad de disponer de mayores recursos forrajeros para
alimentar sus animales, ocasionando a la postre el sobrepastoreo y la
eliminación de las leguminosas existentes, obteniéndose como producto final
extensiones de suelos erosionados cubiertos principalmente por sabanas
naturales, vrgr. Paga comino (Homolepsis aturensis), Maciega (Paspalum
virgatum), Vendeaguja (Vcartaderia nítida) Rabo de zorro (Andropogon
bicornis) cuyas calidades nutricionales son muy deficientes.
Este es el paisaje que empieza a dominar en las regiones cálidas dedicadas a la
ganadería del Magdalena Medio.
En la montaña santandereana el proceso depredador de la colonización ha sido
similar con resultados y consecuencias aún más críticas, si se tiene en cuenta
que dada su topografía y el suelo, el proceso de degradación y de certificación es
más dinámico, habida cuenta que las lluvias sobre los suelos descubiertos
arrastran y deslizan la capa vegetal existente.
De acuerdo con estudios adelantados por Navas (1980) en suelos descubiertos
se pierden 20.4 toneladas por hectárea de tierra por año, que deslizan a través
de la escorrentía de las aguas y el vertimiento natural dada su topografía.
En cultivos temporales que se siembran en el proceso de colonización como el
maíz, se pierden hasta 11.5 toneladas de tierra por hectárea, en praderas con
pastos erectos como micay (Axonopus micay), el puntero (Hyparrhemie rufa) y
el carimagua (Antropogo gallanus) las pérdidas del suelo son mayores en
comparación con praderas de pastos estoloníferos como el brachiaria en cuyo
establecimiento se pueden perder hasta 0.5 toneladas por hectárea. Según
informe de las Naciones Unidas, en Colombia entre los años 1970 y 2000, la
fertilidad de los suelos puede disminuir en 58%. Entre el año 2000 al 2040 la
fertilidad disminuirá en 12% como consecuencia de la deforestación y el
manejo inadecuado de los suelos.
La vegetación que logra prevalecer en estas vegetaciones, está cubierta
principalmente por malezas como el helecho (Pteridium aquilinum) planta
que compite con las praderas que se intentan establecer en esas regiones.
En cuanto hace referencia a la persistencia y recuperación de las praderas, los
pastos estoloníferos requieren: 6 días de descanso por día de pastoreo mientras
que el pasto erecto demanda 7.2 días y el pasto natural 3.7 días por día de
ocupación.
La degradación medioambiental es la amenaza evidente de la sostenibilidad, la
cual a su vez es la columna vertebral de la productividad animal en el presente y
en el futuro el cual no parece muy promisorio, si se tiene en cuenta que
diariamente como consecuencia de esta situación en Colombia en general y en
el departamento de Santander, cada día se está agotando un número
indeterminado de fuentes de agua: arroyos, quebradas y riachuelos, de manera
tal que una explotación ganadera sin este alimento esencial no podrá ser
posible.
La ruptura del equilibrio ecológico, conlleva a la presentación de plagas y
enfermedades animales, paralela con la desaparición de insectos benéficos, la
predominancia de plantas tóxicas sobre los recursos forrajeros, la incidencia del
estrés calórico ocasionado por la tala de árboles requeridos para el sombrío, el
deterioro de la materia orgánica por la destrucción de las leguminosas arbóreas
y herbáceas fundamentales en la incorporación del Nitrógeno al suelo,
ocasionando finalmente la desnutrición animal derivada de la falta de energía y
proteína fundamentales para el proceso reproductivo y la conservación
alimenticia en carne y leche.
En estas condiciones un bovino no dispone de un sistema inmunológico que le
permita sobrevivir eficientemente en el trópico.
3.2
ALIMENTACIÓN
La situación descrita en el punto anterior, ha incidido en una escasez de agua,
pastos y forrajes en épocas de verano, determinando la oferta de una comida de
mala calidad e inadecuada a las necesidades nutricionales de los bovinos,
agudizando esa situación cuando la carga animal supera la capacidad de la
pradera.
Estas razones conducen todas a una subalimentación la cual se expresa en bajas
tasas reproductivas y en las ganancias de peso y producción de leche.
De conformidad con un estudio adelantado por el ICA (Latorre y Villa 1994)
en el Magdalena Medio Santandereano, se pudo establecer que las praderas
disponibles en las regiones, establecidas en gramas naturales como la paja
comino (Homolepsis aturensis) y la maciega (Paspalum virgatum) presentaron
críticas deficiencias de energía cuyo efecto incide directamente en la producción
animal. Así mismo las vacas doble propósito que demandan requerimiento de
energía principalmente al inicio de la lactancia, no están siendo adecuadamente
suplementadas, expresando en consecuencia un comportamiento anovulatorio
en el susecuente anestro, que prolonga significativamente el intervalo entre
partos, situación que afecta la productividad del sistema de producción del
doble propósito cuya explotación se ha incrementado en Santander.
En cuanto a minerales se refiere, nuestro departamento conforme a estudios
realizados por el ICA en 1985, presenta en la mayoría de las zonas ganaderas
deficiencias en Fósforo, reportándose además en los últimos años, casuística de
intoxicaciones por exceso de Molibdeno, ocasionando deficiencia de Cobre en
regiones sometidas a inundaciones localizadas en las zonas bajas de los
municipios de Cimitarra, Puerto Parra y Rionegro.
Si bien es cierto que en general el suministro de sales mineralizadas es
deficitario, los problemas reproductivos existentes no solamente son derivados
del suministro inadecuado de este alimento. Consideramos en consecuencia
que los parámetros reproductivos son consecuencia de un desbalance de la
oferta de energía, proteína y minerales de acuerdo a las condiciones productivas
de los animales.
Así como el imperativo productivo olvida los requerimientos nutricionales,
sacrificando la salud del animal, se observa en algunas explotaciones ganaderas
principalmente dedicadas a la cría y selección de animales puros, la
sobrealimentación, cuyos excesos de proteína están determinando los mismos
efectos que la subnutrición: Se logran excelentes resultados en precocidad y
ganancias de peso pero afectando las tasas de fertilidad y natalidad en las
hembras, como la viabilidad espermática en los reproductivos.
Las provincias más afectadas por la oferta deficitaria de energía, proteína y
minerales en sus praderas son la provincia de Mares, la provincia de Soto y la
provincia de Guanentá. La provincia Comunera ha logrado mantener un
sistema de sivopastoril integrado por árboles leguminosos como el Cují
(Prosopis juliflora), el Matarratón
(Gliricidia sepium), el Gallinero
(Phithecolombium dulce) y el Nauno (Pseudosamanea guachapele), integrado
a praderas compuestas por gramíneas y pastos mejorados en mezcla con
leguminosas herbáceas del género Desmodium y Centrocemas principalmente,
que ofrecen una mejor alimentación a la ganadería de la región.
Las provincias de García Rovira y Vélez, así mismo ofrecen praderas establecidas
por gramas y pastos mejorados como el Cucuy (Pennisetum clandestinum) en
mezcla con leguminosas del género Desmodium y tréboles.
La ganadería de la provincia de Vélez y Hoya del Río Suárez, se suplementa con
subproductos de la caña panelera, mediante el silvopastoreo a través de la
guayaba en climas cálidos y medios, y con al Acacia Negra (Acacia
melanoxylon) en climas fríos.
En estas condiciones de oferta alimenticia estas regiones ofrecen una dieta
adecuada a la explotación pecuaria local.
Como excepción de la crítica situación alimenticia en la provincia de mares, las
zonas correspondientes a las hoyas y vegas de los ríos Sogamoso, Chucurí,
Lebrija, Opón, Oponcito, Carare, Horta, Minero y Guayabito, ofrecen las
condiciones adecuadas de alimentación caracterizadas por el sivopastoreo
ofrecido por árboles leguminosos como el Nauno
(Pseudosamonea
guachapele), el Matarratón (Gliricidia sepium), el Orejero (Enterolobium
cyclocorpum), el Gallinero (Phitecolobium dulce), Búcaro (Erythrina glauco),
Anaco (Erythrina preppigiana), que suministran forraje, sombrío y reciclan
Nitrógeno al suelo mejorando la calidad de las praderas existentes, las cuales a
su vez están compuestas por gramas naturales y pastos mejorados en mezcla con
leguminosas de los géneros Desmodium, Centrosema y otros como Kudzú
(Puerraria phaseoloides) que enriquecen la dieta alimentica a los animales.
Esta es la razón por la cual estas regiones son dedicadas a la explotación de
ganaderías de ceba.
3.3
GENÉTICA
Las necesidades económicas de los ganaderos y la racionalidad en la explotación
de los recursos, ha determinado la necesidad de introducir animales mejorados
en los hatos de cría formulándose cruzamientos concordantes con los
propósitos del sistema de producción.
En general, los productores han logrado mejoras ostensibles derivadas de la
genética; sin embargo, el manejo y la alimentación no han correspondido en
proporción a la calidad introducida.
Esta situación está ocasionando un desperdicio de recursos, como quiera que
una inadecuada alimentación caracterizada ya sea por subnutrición o en el
extremo por sobrealimentación, no permite expresar las potencialidades de los
animales mejorados y predispone a la inadaptación de las condiciones de
producción de la explotación, afectando en consecuencia la salud y la eficiencia
de los animales.
Así mismo la publicidad y la moda han confundido a muchos productores en la
adquisición de semen o reproductores destinados a programas de cruzamiento,
cuyos resultados se desvían del propósito de los mismos o porque se absorbe
totalmente una raza anulando las ventajas de la heteroxis (vigor híbrido), o
porque definitivamente no se selecciona adecuadamente la raza mejorante que
muchas veces no responde a las expectativas de adaptación y producción.
3.4
ADMINISTRACIÓN Y MANEJO
La inadecuada combinación de los factores de producción son consecuencia de
las deficiencias de administración y manejo que se observan en nuestras fincas
ganaderas.
La realidad socioeconómica y cultural y la inseguridad imperante en las zonas
de producción ha incidido negativamente en la administración, dadas las
dificultades de consecución de personal calificado para el campo, así como las
limitaciones de dirección y supervisión por parte de los ganaderos, cuya
ausencia de las fincas ha repercutido negativamente en los procesos
productivos.
De otra parte, nuestros productores han desestimado la asesoría técnica
profesional y la adopción de tecnología sostenible que pudieran favorecer los
parámetros de productividad de las explotaciones.
Es frecuente observar que la economía de los centavos en las empresas
ganaderas ha generado pérdidas de millones de pesos.
4.
COMPORTAMIENTO DE LAS ENFERMEDADES Y PLAGAS QUE
AFECTAN LA SALUD DE LA GANADERÍA SANTANDEREANA
En general el entorno en que se explota la ganadería colombiana, se ubica entre
dos alternativas: producción + salud animal o producción – salud animal.
En este sentido es menester analizar la incidencia del medio ambiente, de la
alimentación, de la genética, de la exigencia productiva y del manejo en la salud
animal.
Es importante clarificar que la salud entendida como el funcionamiento normal
del organismo viviente, no se altera únicamente por la invasión de agentes
infecciosos o parasitarios, sino también por el desbalance alimenticio en la
nutrición animal, por los efectos adversos del clima, temperatura, humedad,
rayos solares, estrés calórico, es decir por los efectos indeseables de la
degradación del medio ambiente; así como también por el manejo y explotación
inadecuada de los animales.
En la búsqueda de lograr mayores ingresos de la explotación animal, se sacrifica
la salud con resultados contraproducentes al objetivo propuesto. De esta
manera analizaremos el comportamiento y efecto de las enfermedades que
afectan la salud de la ganadería del departamento de Santander, de
conformidad con sus agentes causales: Medio ambiente, alimentación, agentes
infecciosos y agentes parasitarios.
4.1
ENFERMEDADES DERIVADAS DE LA DEGRADACIÓN DEL
MEDIO AMBIENTE
4.1.1 Estrés calórico
Las hembras sometidas a temperaturas ambientales altas, disminuyen la
duración e intensidad del estro, manifestando bajos ciclos estrales y presentan
alteración en los perfiles de las hormonas productivas afectando el zigoto y la
viabilidad del embrión. La mortalidad embrionaria se asocia a la reducción de
la fertilidad bovina en climas cálidos.
(Pretney y Col, 1988) y (Ealy y Col, 1993) comprobaron que durante los siete
primeros días de preñez las altas temperaturas afectan la viabilidad del embrión,
así mismo, Thatcher y Calier, 1986, demostraron que la tasa de concepción
disminuyó cuando la temperatura superó los 30 grados centígrados. Las vacas
lactantes son incapaces de mantener su temperatura corporal bajo estrés
calórico debido a la alta tasa de calor interno asociado con la producción de
leche.
Drulip y Vicent 1971, demostraron que las novillas sometidas a temperatura
superiores a 32.2 grados centígrados durante 72 horas post inseminación no
quedaron preñadas.
Wberg y Burferning 1967, observaron que cuando la temperatura rectal se eleva
a un grado centígrado la tasa de concepción disminuía el 16% habida cuenta
que el estrés calórico disminuye el flujo sanguíneo al útero, reduciendo la
retroalimentación de Oxígeno, agua, electrolitros y hormonas requeridas para la
sobrevivencia del embrión.
De otra parte, el estrés calórico estimula la liberación de las forticotropinas las
cuales inhiben a nivel hipotálamo la secreción de GNRH, neutralizando la
consecuencia a nivel de glándula pituitaria la liberación de LH, hormona
determinante de la ovulación. A nivel de gónada se altera el efecto
estimulatorio de la gonodotropina sobre la secreción de esteroides sexuales.
Román, Ponce y colaboradores verificaron que en hembras que pastaban en
praderas sin sombrío se incrementaba la progesterona y los corticoides, lo cual a
su vez disminuía el pulso preovulatorio de la hormona luteinisante (LH)
afectando el estro y la ovulación.
P. G. Nallone, D. K, Beede 1981, observaron que las vacas que pastaban en
praderas sin sombrío consumían 56% menos de alimento en el día mientras
que en la noche incrementaban el 19% su consumo. Estas hembras perdían a
través de la piel 5 veces más Potasio.
Las vacas bajo sombrío produjeron 17.3 kilos de leche vs. 14 kilos producidos
por las otras vacas.
En otros trabajos realizados por Beede 1990, se observó que las vacas
beneficiadas por praderas bajo sombra de árboles incrementaron 15% el
consumo de alimento, 25% la producción de leche y 19% la reproducción.
En nuestras regiones ganaderas es fácil comprobar cómo el comportamiento
productivo de los animales es superior cuando estos pueden gozar de descanso
propiciado por la sombra de los árboles, mientras que los parámetros
reproductivos son críticos en aquellas fincas cuyo paisaje está dominado por
desiertos verdes, es decir, praderas de gramíneas en monocultivo, habida cuenta
que los hacedores de fincas talen totalmente los árboles con la equivocada
creencia de que los animales bajo sombra se quedan dormidos y no comen
suficientemente. En estas regiones será imposible incrementar las tasas
reproductivas, mientras que los ganaderos y mayordomos no hagan el esfuerzo
de recuperar los árboles para el sombrío que determina el mejoramiento de las
condiciones ambientales sostenibles en beneficio de la productividad bovina.
En cuanto hace referencia al agua, McDowell 1974, demostró que la
temperatura del agua es superior a 31.1 grados centígrados, afectaba la ingestión
de alimento y retrazaba el desarrollo de la microflora rumial.
En este sentido el agua fresca mejora la digestibilidad de la dieta y la conversión
alimenticia. Las regiones que han despojado de árboles de sombrío a las
cañadas, riachuelos y jagüeyes, pueden estar siendo afectadas por la situación
antes anotada.
Para los ganaderos del Magdalena Medio especialmente, sería más económico y
rentable incrementar la fertilidad y la natalidad bovina recuperando el medio
ambiente que invirtiendo en costosos tratamientos con base en hormonas y
vitaminas, que a la postre no logran solucionar el problema real de la finca.
4.1.2. Enfermedades Ocasionadas por Plantas y Minerales Tóxicos.
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La situación descrita en el punto 3.1. derivado del proceso de colonización, del
pastoreo, por ocupación prolongada y excesiva de la carga animal, de la
presidencia de praderas naturales cuya biomasa no compite favorablemente con
las malezas, favorece el establecimiento de plantas tóxicas.
En las regiones ganaderas del Magdalena Medio principalmente, Sabana de
Torres, Puerto Wilches, Barrancabermeja, Puerto Parra y Cimitarra, en las
épocas de transición de verano-invierno-marzo-abril, épocas en que los pastos
se han agotado por efectos del intenso verano y el consumo animal, los
animales se ven obligados a ramonear los rebrotes de las malezas disponibles en
los potreros.
Unas plantas contienen principios hepatotóxicos, originando sintomatologías
de fotosensibilización caracterizada por dermatitis, enrojecimientos y
laceraciones de la piel, edema e inflamación del maxilar inferior o gola de los
animales. Los ganaderos identifican esta enfermedad como “septicemia o
peladera” La plata de tórtola (Cortón hirtus), el bicho macho (Cassia tota) , el
rabo de alacrán (Heliotropium indicum), la venturosa (Lantna Cámara) son
consideradas como las malezas con mayor incidencia en la casuística antes
anotada.
La paja comino (Homolepsis aturensis) y el rabo de zorro (Andropogon
bicornis), el gramalote (paspalum fasciculatum) en estado tierno y el bledo
(Amaranthus dubins) son plantas portadoras de principios tóxicos a base de
nitratos y nitritos.
El cansviejo (Mascagnía concinna) y el bejuco mataganado (Tanaecium) son
fuente de ácido cianhidríco, cuya toxicidad se expresa en sintomatología
caracterizada por dificultad respiratoria (cianosis), timpanismo., cólicos y
muerte súbita (caída del ganado), ante el fuerzo de una correteada o de una
corraleada.
El helecho (Pteridium aquilium) es una maleza de clima medio que ocasiona en
esas regiones la presentación de la hematuria esencial, síntoma derivado de la
localización de un tumor cancerígeno ubicado en la vejiga de los animales que
consumen estas malezas.
En las regiones sometidas a inundaciones periódicas: Bajo Rionegro, vegas de
los ríos de Lebrija, Carare y Opón, se ha intensificado la presentación de la
Molibdenosis o “Manea, enfermedad caracterizada por enflaquecimiento
progresivo, diarrea negrusca persistente, cojera, marcha envarada, dificultada
para levantarse, anemia intensa y coloración amarilla en la piel. Esta
intoxicación es ocasionada por la presencia de exceso de molibdeno en los
suelos y forrajes, cuyo consumo desencadena deficiencias de cobre, generando
la sintomatología antes anotada.
4.2
ENFERMEDADES CARENCIALES
4.2.1 Subconsumo de Proteína y Energía
Las deficiencias de proteína, disminuye la ingestión y digestión de nutrientes,
ocasionando a la vez una difeciencia de energía.
Las deficiencias alimenticias en el pre-parto y en el pos-parto demoran la
aparición del estro y reducen la tasa de gestación de las hembras afectadas.
Las vacas con deficiencia proteica disminuyen la liberación pulsátil de la
hormona luteinizante (LH) neutralizando en consecuencia la ovulación.
La inactividad ovárica puede así mismo ser resultado de insuficiente secreción
de LH asociada con un inadecuado consumo de energía en el período inicial
del post-parto. En este sentido en las vacas se manifiesta su pico de producción
en los tres primeros meses, mientas que su máxima capacidad de consumo se
expresa después de las 100 días post-parto, circunstancia que afecta a las
hembras ocasionando perdida de peso derivadas del gasto energético paralelo
con la subnutrición existente.
La insulina estimula la producción de andrógenos e incrementa la emisión de la
hormona luteinizante (LH) a sus receptores.
Cuando se suministra una fuente adicional de proteína no degradable, a pesar
de la condición corporal, se puede estimular la secreción pancreática de la
insulina y estimula la reactivación ovárica.
De acuerdo a los estudio adelantados por Latorre y Villa 1994, en el Magdalena
Medio, se pudo confirmar que las praderas naturales con pobres en energía,
situación que se esta reflejando en las tasas reproductivas existentes, mientras
que las leguminosas además de ser excelentes fuentes de proteína aportaron
energía a la ración; recurso forrajero que se presenta como alternativa para
solucionar las deficiencias existentes.
Las bajas tasas reproductivas registradas en provincias como el Magdalena
Medio, Soto y Guanentá, obedecen a deficiencias de energía y proteína
resultado de la dieta alimencia que consume la ganadería de las regiones.
La crítica situación de anestro que manifiestan las vacas destinadas al doble
propósito: leche y cría, obedecen a que estos animales no logran consumir la
dieta requerida a nivel del pradera y no reciben el complemento que puede
corregir las deficiencias existentes.
Mientas que un animal esté perdiendo peso y no esté adecuadamente
balanceado con el suministro de proteína y energía el suministro de minerales
es inocuo para los fines reproductivos.
En épocas de verano, cuando la situación es más crítica, los ganaderos tratan de
compensar la escasez de comida, suministrando sales y maleza. En estos casos
solamente logran elevar los costos como quiera que las deficiencias de energía y
proteína se solucionen con alimentos ricos en estas fuentes y no con minerales
que no se asimilan en estas condiciones.
El suministro de melaza agudiza aún más el problema como quiera que este
alimento afecta negativamente la ingestión de la fibra como quiera que estimula
el crecimiento de protozoarios ruminales en detrimento de la microflora
benéfica. En estos casos los animales pierden aún más peso.
Así las cosas, en las vacas mencionadas se pueden presentar dos manifestaciones
de baja fertilidad: a) hembras con ovarios inactivos anovulatorios; b) hembras
con ovarios activos anovulatorios. En este caso los folículos dominantes se
desarrollan pero no ovulan, como es el caso de las vacas lactantes donde las
ondas foliculares ocurren pero no ovulan, debido a la inhibición de la pulsación
de la hormona luteinizante (LH) neutralizada por el amamantamiento.
En este sentido la succión láctea por parte del ternero suprime la secreción de
gonadotropinas incrementando la prolactina y la oxitócina, disminuyendo en
consecuencia la secreción de la hormona luteinizante (LH) responsable de la
evolución.
4.2.2 Sobrealimentación proteica
El exceso de proteína degradable eleva las concentraciones de amoníaco y urea
en el rumen demandando el aporte de energía para incorporar el sobrante de
amoníaco a la síntesis de proteína bacteriana. A su vez el hígado requiere
adicionalmente de más energía para detoxicar el amoníaco derivado de la urea.
De esta manera la tasa de concepción disminuye cuando el nitrógeno utéico en
el suero (NUS) está por encima de 20 mg/dl.
Los productos nitrogenados del exceso de proteínas son tóxicos para el
espermatozoide, el óvulo y la sobrevivencia del embrión, disminuyendo la
motilidad para penetrar en el moco cervical. Esta situación se presenta cuando
se sobrealimentan vacas de alta producción o reproductores y animales de
selección cuyas competencias en los registros de la raza o en las ferias
exposiciones exigen apariencias fenotípicas sobresalientes en términos de
pruebas de comportamiento de ganancias de peso y desarrollo corporal.
Las situaciones descritas en este documento corresponde a la problemática de
la producción animal en las zonas críticas de la ganadería Santandereana, de
manera tal que las mayores pérdidas económicas por lucro cesante y beneficiocosto se derivan de las bajas tasas reproductivas.
Con la tasa de natalidad promedio de Santander del 50%, se requieren dos
vacas para producir un ternero en un año, ó 24,4 meses para que una vaca dé
una cría. Esta pérdida de tiempo y dinero ocasiona más detrimento de la
producción animal que cualquier enfermedad infecciosa.
4.3
Enfermedades Infecciosas
4.3.1 Enfermedades Causadas por Virus
VESICULARES: FIEBRE AFTOSA Y ESTOMATITIS VESICULAR, son las
que ocasionan mayores pérdidas dentro de las enfermedades virales.
En cuanto hace referencia a la Fiebre Aftosa, los tipos A y O han hecho
presencia alternadamente, de manera tal que se registran años epidémicos con
Aftosa tipo A y otros con Aftosa tipo O. En los dos últimos años de tiño O ha
sido el que mayores brotes ha ocasionado en al ganadería santandereana.
La Estomatitis Vesicular (New Jersey, Indiana) se presenta con mayor incidencia
en las provincias de García Rovira, Vélez y regiones cafeteras de las provincias
de Guanentá, Comuneros y de Mares (San Vicente, El Carmen, Betutilia,
Zapatoca)
El tipo de New Jersey es el que con mayor frecuencia se presenta en las regiones
mencionadas. El tipo Indiana se ha presentado de manera esporádica y en baja
incidencia.
La Diarreal Viral Bovina, la Rinotraqueitis Bovina Infecciosa
y la
Prainfluenza Bovina: En la provincia de Soto, en un estudio realizado por el
ICA en los hatos lecheros de selección (515 bovinos) se obtuvieron resultados
del 44,85% para Diarrea Viral; 30.67% para Rinotraqueitis y 0.194% para
Influenza Bovina.
Leucemia Bovina: Hasta la fecha se ha diagnosticado por histopatología un
caso de Leucemia bovina en el Departamento de Santander, en una finca con
antecedentes de importación de animales.
Rabia: La presentación de Rabia Bovina en Santander, ha respondido a la
aparición de ondas epizoóticas esporádicas, principalmente en la región del
Magdalena Medio: Barrancabermeja, Puerto Wilches, Puerto Parra, Cimitarra,
Landázuri; algunas veces asociada a la mordedura de caninos y otras a la
mordedura de vampiros.
En este sentido existe un riesgo inminente ante la ecobiología que ofrecen las
cuencas de los ríos Suárez, Fonce, Chicamocha, Minero, Vergeliano, Lebrija y
Magdalena, propicios a la reproducción de vampiros (cuevas, palmas), que
eventualmente pueden desencadenar brotes de rabia bovina trasmitida por este
mamífero.
Las márgenes de los ríos
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