Lectura 35

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TEORÍA GRAMATICAL IV
PROFS. CARMEN ACQUARONE – ALICIA GIL
UNIDAD 6
LECTURA 35
Salvador Gutiérrez Ordóñez
LA ORACIÓN Y SUS FUNCIONES
Arco/Libros., Madrid, 1997
11
CONSTRUCCIONES ATRIBUTIVAS ABSOLUTAS Y AFINES1
1. ABLATIVOS ABSOLUTOS
El castellano conoce construcciones sintácticas paralelas a los denominados ablativos absolutos latinos:
–His verbis dictis, consul sedit
–Dichas estas palabras, el cónsul se sentó
Son evidentes, en efecto, ciertas semejanzas externas y de contenido, pero no podremos aquí hablar ya de
ablativos, dado que nuestra lengua no conoce la flexión casual. Será, por tanto, tarea del gramático analizar estos
segmentos determinando su función conjunta, los elementos y relaciones que la integran, la naturaleza categorial
de sus componentes y, si fuere necesario, los contenidos semánticos a que se asocian.
Aunque más propias de la lengua escrita, no es raro encontrar construcciones absolutas dentro del lenguaje
hablado. La influencia de los medios de comunicación —que trabajan sobre guiones generalmente escritos—
parece evidente.
2. CARACTERES
Si examinamos las secuencias:
–Terminado el encierro, los obreros se manifestaron...
–Conocidas las circunstancias, el diputado manifestó su disconformidad
–Puestas estas condiciones, nada tenemos que hacer
–Vencido el ejército faccioso, ha estallado la paz
observaremos algunas características que las singularizan. Alarcos subraya tres notas relevantes: «Lo importante
es señalar la existencia de estos grupos sintagmáticos en función de aditamento, constituidos por un adjetivo de
origen verbal y un segmento de función nominal (nombre o sus equivalentes funcionales)» (Alarcos, 1970:238).
Es decir:
a) Funcionan como aditamento complejo de la oración.
b) Es una construcción binaria.
c) Categorialmente sus componentes básicos son: un sustantivo y un adjetivo.
Que los segmentos en cursiva funcionan globalmente como aditamentos queda corroborado por las
siguientes pruebas:
1) Son conmutables por adverbios:
–Entonces, (después...) los obreros se manifestaron
– Antes (...) el diputado mostró su disconformidad
2) Poseen gran movilidad dentro de la secuencia:
–Terminado el encierro, los obreros se manifestaron
–Los obreros, terminado el encierro, se manifestaron
–Los obreros se manifestaron, terminado el encierro
3) No desempeñan ninguna otra función conocida:
1 Trabajo presentado en septiembre de 1983 en I Curso de Lingüística Funcional, Oviedo, septiembre de 1983. Sería
publicado posteriormente en Lecciones del I y II Curso de Lingüística Funcional (1983 y 1984), Universidad de Oviedo, 1985,
págs. 35-61.
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4) Aunque no poseen índice funcional (preposición), la entonación asume estas mismas
funciones. Las construcciones absolutas vienen separadas por pausas.
3. RELACIONES INTERNAS
Nos toca ahora examinar la relación que se establece entre los componentes de nuestras construcciones. Al
igual que los términos adyacentes nominales y los atributos, se establece una concordancia (cuando es posible)
entre el segmento nominal y el adjetivo:
―muerto el abuelo
―muerta la abuela
―muertos los abuelos
―muertas las abuelas
El segmento adjetivo contrae función atributiva (y no de término adyacente) respecto al segmento nominal con
el que concuerda. Nos apoyamos en las siguientes razones:
1) Tales adjetivos quedan fuera del ámbito de conmutación de los nombres:
―muerto el abuelo
―conocidas las nuevas circunstancias
―convencido el ejecutivo
―muerto éste
―conocidas aquéllas
―convencido él
2) El sintagma adjetivo no se puede interpolar entre el determinante y el nombre:
―*El muerto abuelo
―*Las conocidas circunstancias (Aquí varía el significado)
3) El adjetivo puede ser antepuesto al segmento nominal y sus determinantes (condición que no satisfacen
los adyacentes del nombre):
―Dadas estas circunstancias
―Vencido el ejército faccioso
4) Como en el caso de muchos atributos, aquí es posible la paráfrasis con otras secuencias en las que se
observa netamente su carácter atributivo:
—Una vez conocidas las circunstancias
→Una vez que las circunstancias fueron conocidas
—Una vez muerto el abuelo
→Una vez que el abuelo estaba muerto
Esta no es una prueba concluyente (la paráfrasis rara vez lo es), pero contribuye a apoyar a las anteriores.
4. ¿CUÁL ES LA FUNCIÓN DEL SEGMENTO NOMINAL?
Está claro que es el tema de la atribución: el segmento con el que concuerda el atributo, pero sabemos
también que el tema de una atribución puede ser sujeto, implemento, etc.
Si atendemos a la particularidad de que este nombre puede ser conmutado por pronombres sujeto,
podríamos concluir que se trata de un sujeto o de un adyacente temático (en la terminología de Alarcos) respecto al
atributo. Sin embargo, aquí confluye una circunstancia que nos disuade de este análisis. El sujeto (también el
adyacente temático) es una función subordinada, mientras que aquí se constata una relación de interdependencia:
ninguno de los dos elementos que integran una construcción absoluta puede faltar:
― *Terminado, los trabajadores iniciaron una manifestación
― *El encierro, los trabajadores iniciaron una manifestación
La supresión de uno de los elementos de una construcción absoluta genera una secuencia agramatical.
Tras este examen funcional de estas secuencias podemos concluir:
1)
2)
3)
4)
5)
Se trata de secuencias binarias.
Están compuestas de un segmento nominal y otro adjetivo.
El nombre funciona como terna y el adjetivo como atributo.
Entre ambos media una relación de interdependencia
Contraen una función global de aditamento, respecto del verbo del que dependen.
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Por todo ello creemos conveniente sustituir la denominación de ablativos absolutos con que frecuentemente
aparecen designadas en las gramáticas por la de construcciones atributivas absolutas, más acorde y ajustada a su
estructura interna.
5. SOBRE LAS CLÁUSULAS DESCRIPTIVAS
Algunos autores establecen diferencias entre las construcciones absolutas, en las que se constata la presencia
de un participio, y otras construcciones parcialmente semejantes en las que en lugar de un participio aparece un
adjetivo (o segmento equivalente). Así, mientras Bello incluye unas y otras dentro de un mismo apartado, AlcaláZamora distingue entre cláusulas absolutas y cláusulas descriptivas. Tal diferencia es mantenida por algunos gramáticos
modernos. Alcina-Blecua (1975) diferencian dos clases: las que poseen un valor temporal o causal y las que
tienen un carácter descriptivo. Veamos algunos ejemplos:
–El gato, rizado el pelo, se aprestó a la fuga
–El capitán se dirigía a sus soldados, el gesto descompuesto
–El pontífice os hablará, extendidos sus brazos al infinito
Paso inmediato es el de preguntarnos si existen diferencias de estructura sintagmática entre las llamadas
construcciones absolutas y las descriptivas. De otra forma: ¿Las diferencias de contenido que se constatan entre
ambas dependen de un diferente comportamiento sintáctico o de alguno de los signos que intervienen en la
construcción?
Las construcciones descriptivas poseen semejanzas evidentes con las absolutas:
1)
2)
Son secuencias binarias.
Están compuestas de dos segmentos, uno de carácter nominal y otro perteneciente a la categoría
funcional de los adjetivos.
3) Entre ambos media una relación de interdependencia: ninguno puede faltar.
4) Funcionan como aditamento.
Junto a estas semejanzas han sido apuntadas algunas diferencias:
a) En las secuencias descriptivas se emplean «otros medios, modos y tiempos» (Alcalá-Zamora, op. cit.:378).
Según este autor, el verbo principal del que dependen las cláusulas absolutas iría siempre en pasado, mientras que
en las cláusulas descriptivas el verbo podría aparecer en cualquier tiempo y modo. Sin embargo, esta
característica no resiste el análisis de corroboración con los textos. En efecto, en las siguientes secuencias el
verbo de una construcción absoluta no va en pasado:
–Una vez terminadas las conversaciones, M. Dayán abandonará Londres
–Consultada la clínica, nos dicen que no hay novedades
b) Las construcciones de carácter descriptivo se destacan entre pausas en el interior del enunciado (AlcinaBlecua, 1975:961). Tampoco esta característica es pertinente:
1) Porque las construcciones absolutas también pueden aparecer en el interior del enunciado (y no solamente
al principio):
–Los obreros, terminado el encierro, se manifestaron.
2) Porque las construcciones descriptivas aparecen también en el inicio de una secuencia enunciativa.
–La voz temblorosa, el ministro anunciaba la catástrofe
–La cara ensangrentada, el boxeador peleaba furioso
c) Las cláusulas absolutas manifiestan idea de anterioridad (que en algunos contextos se asocia a la idea de
causalidad). Ahora bien, este hecho no depende de la construcción en cuanto tal, sino del significado de uno de
sus componentes: el participio.
d) Las construcciones absolutas manifestarían un significado pasivo no constatable en las construcciones
descriptivas. También esta característica depende de uno de los componentes de la construcción y no de la
construcción en cuanto tal: el participio. Sucede aquí lo mismo que en las llamadas perífrasis de pasividad (que no
eran tales, como hemos visto).
En resumen: dado que no presentan diferencias sintagmáticas, habremos de considerar las llamadas cláusulas
descriptivas dentro de las construcciones atributivas absolutas. Sus componentes habrán de ser analizados, pues,
en las funciones tema y atributo.
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6. FORMAS TRANSPUESTAS EN EL TEMA Y EL ATRIBUTO
En las construcciones absolutas que venimos analizando el hueco funcional tema puede venir desempeñado
por un segmento transpuesto a categoría nominal (hecho ya observado por Alarcos).
―Sabido que tenemos esta limitación…
―Decidido que no vamos a ir al cine…
Los segmentos que no vamos a ir al cine, que tenemos esta limitación funcionarán pues, como tema.
De la misma forma, el atributo puede ser un sintagma transpuesto a función adjetiva (generalmente por
medio de una preposición). En el ejemplo de A. Bello:
–Embotadas las fuerzas y el brío, en silencio las armas,…
el segmento sintagmático en silencio se compone de un nombre y de un transpositor a función adjetiva:
<en>
silencio
nombre
adjetivo
De ahí que pueda desempeñar la misma función que embotadas, segmento con el que guarda un paralelismo
funcional. Otros ejemplos:
–Oraba siempre, las rodillas en el suelo
El tema puede venir introducido también por un transpositor interrogativo:
–sabido cómo arreglar el asunto
–resuelto dónde colocar el radiador
–conocido cuántos habían participado en el asalto
También por medio de un relativo de doble transposición:
–Identificados los que agitaban las masas…
–Aislados quienes producían el alboroto...
Bello citaba el siguiente ejemplo:
–«Ya de Córdoba arrancan, acordado cómo el valor sujete a la fortuna» (Maury)
donde el tema es un segmento transpuesto por el interrogativo cómo a función nominal.
7. DADO QUE, PUESTO QUE, SUPUESTO QUE
Algunos gramáticos, aun admitiendo que se originan en construcciones absolutas, analizan unitariamente las
secuencias dado que, puesto que, supuesto que, etc. como expresiones gramaticalizadas (conjunciones compuestas,
giros conjuntivos, etc.). Se apoyan en la equivalencia y conmutabilidad con conjunciones de tipo causal como
porque y pues.
No existe, sin embargo, razón alguna que nos conduzca a tal conclusión. Si partimos de los ejemplos:
–Los obreros, terminado el encierro se manifestaron
–Dadas estas circunstancias
–Puestos estos ejemplos...
–Supuestos estos hechos...
el análisis es claramente el de una construcción absoluta, donde los constituyentes (atributo y tema) siguen esta
partición:
–Dadas
–Puestos
–Supuestos
/
/
/
estas circunstancias
estos ejemplos
estos hechos
Los segmentos nominales estas circunstancias, estos ejemplos y estos hechos pueden ser conmutados por otros
segmentos de la misma naturaleza categorial: una oración transpuesta por medio de un /que–1/, por ejemplo:
–Dado
–Puesto
/
/
que no tenemos dinero
que ya hemos explicado los ejemplos
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–Supuesto
/
que todos estemos conformes
Se observa aquí cuán erróneo es analizar unitariamente dado que, puesto que y supuesto que, ya que el dado y el que
pertenecen a dos constituyentes diferentes, a dos funciones distintas.
¿Dónde se ha originado el error del análisis? Creemos que en el hecho siguiente. En una secuencia como:
–Dado que no tenemos dinero…
se observa la presencia de una primitiva oración precedida de ciertos elementos (dado que) y que funciona como
aditamento del verbo principal. Se concluye que dado que, puesto que, supuesto que tienen el valor de una conjunción
subordinante, es decir, de un transpositor a función adverbial. Pero ha habido un error de bulto. Tal análisis
acertaba al decir que la secuencia Dado que no tenemos dinero poseía una función global de adverbio (aditamento del
verbo principal), pero el análisis efectuado no era correcto.
Si lo analizamos como una construcción atributiva absoluta explicaremos simultáneamente:
a) Que funcione como adverbio.
b) La relación que mantiene (de identidad estructural) con decursos del tipo: Dadas estas circunstancias,
puestos estos ejemplos y supuestos estos hechos.
Daremos además una explicación gramatical más correcta y más simple (no tenernos que acudir a la creación
de nuevos transpositores).
8. SALVO QUE-EXCEPTO QUE
Casos aparentemente semejantes a los anteriores son las construcciones con salvo que y excepto que:
–Salvo que tú digas lo contrario, saldremos al cine
–Excepto que haya alguna opinión diferente, pasaremos a otro punto
El problema exige un análisis pormenorizado y atento. Por un lado, salvo y excepto han inmovilizado sus
marcas de género y número, hecho que impide:
a) La manifestación de la concordancia, e
b) Incluirlos dentro de la clase de los adjetivos.
Si éstas fueran las únicas diferencias de comportamiento, no habría dificultades mayores en analizar las
construcciones de salvo y excepto como construcciones absolutas: salvo y excepto serían adverbios, hecho que, como
veremos, no es óbice para que puedan ocupar la plaza funcional de atributo.
Salvo y excepto siguen, en ocasiones, un comportamiento parejo al del signo menos. Como éste, introducen un
valor restrictivo al segmento de secuencia que les precede. En tales casos no sólo pueden preceder a sustantivos,
sino también a adjetivos, adverbios y sintagmas preposicionales (hecho que diferencia a salvo y excepto de los
participios visto, oído, sabido, conocido, decidido analizados en los apartados precedentes). Veamos algunos ejemplos:
–Salvo (excepto, menos) el prior, /nadie, todos/ comía(n) huevos
–Salvo (excepto, menos) al capitán, [Ø/ no] rescataron a [todos los/ningún] náufrago(s)
–Salvo (excepto, menos) a los malos, los Reyes traerán juguetes a todos los niños
–Salvo (excepto, menos) tú, cualquiera podría arreglarlo
–Salvo (excepto, menos) en su despacho, podrás encontrarlo dondequiera
–Salvo (excepto, menos) ayer, [siempre/nunca] había llegado puntual
–Salvo (excepto, menos) cuando nos quedamos solos, nunca daba muestras de su resentimiento
–Salvo (excepto, menos) un huracán, nada será capaz de derribarlo
–Cualquiera tenía acceso a él, salvo (excepto, menos) los periodistas
–Se quejaba de todo, salvo (excepto, menos) de que transmitieran los partidos de fútbol por televisión
Como se puede observar en esta lista de ejemplos:
a) Los segmentos salvo y excepto introducen un valor restrictivo sólo cuando en la secuencia aparece un
término universal positivo (todo, siempre, doquier(a), cualquiera) o negativo (nada, nadie, ningun(o)).
b) El valor restrictivo de salvo, excepto y menos nunca se aplica a verbos finitos (*salvo comimos), pero sí puede
preceder a infinitivos, gerundios y participios:
–Salvo (excepto, menos) comer, todo lo hace con elegancia
–Salvo (excepto, menos) comiendo, siempre se comporta como un aristócrata
–Salvo (excepto, menos) dormido, siempre conserva la sonrisa en los labios
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c) Parece evidente que en todos los ejemplos reseñados no existe construcción atributiva absoluta: el término
con el que se construyen no pertenece necesariamente a la categoría nominal, característica que siempre satisfacía
la función tema de las construcciones atributivas absolutas.
No parece, sin embargo, problema trivial ni fácil de resolver la delimitación de naturaleza y función de salvo,
excepto y menos en los ejemplos aludidos. Permítasenos antes apuntar una diferencia entre salvo y excepto, de un
lado, y menos, del otro. Mientras salvo y excepto sólo aplican su valor restrictivo a un universal (positivo o negativo),
menos puede «restar» particulares:
–Cinco menos tres son dos
–Uno menos uno es cero
¿Cuál es en tales casos el valor de menos? Nos inclinamos a considerarlo un conector de tipo copulativo. Si
admitimos este valor para la conjunción y en la secuencia:
–uno y uno son dos
no parecen existir razones potentes que nos permitan negar esta naturaleza y función a los indicadores de
funciones aritméticas:
–Uno y uno son dos
–Uno más uno son dos
–Cinco menos tres son dos
–Cinco por cuatro son veinte
–Cinco entre cinco es uno
Lo que de una a otra varía depende del significado del conector, no de la relación que media entre los
términos. Los usos restrictivos de menos no parecen poseer función diferente a la que acabamos de reseñar:
–Todos menos Luis estaban preparados
–Os recibiré dondequiera, menos en mi casa
El signo menos sería un conector copulativo. A confirmar este extremo parecen contribuir las siguientes
pruebas:
a) Cuando el sintagma objeto de una sustracción efectuada por menos funciona como sujeto, en el segmento
introducido por menos pueden aparecer los pronombres personales de sujeto:
–Todos menos tú estamos preparados
–Nadie menos ella gozó de tan grandiosa visión
b) Como en cualquier coordinación, la conmutación por cero de uno de los segmentos conectados no afecta
a la función conjunta:
–Os recibiré dondequiera, menos en mi casa
→ Os recibiré dondequiera
→ Os recibiré en mi casa
Es decir, tanto si conmutamos por cero el sintagma dondequiera, como si la conmutación afecta a en mi casa el
resultado no hace desaparecer la función aditamento que desempeñaban conjuntamente dondequiera, menos en mi
casa.
Pues bien, si menos es sustituible por salvo y excepto, y si menos era en tales casos un conector, parece obvio
admitir la misma naturaleza y función para salvo y menos.
Regresemos, sin embargo, a las secuencias iniciales de este apartado:
–Salvo que tú digas lo contrario, saldremos al cine
–Excepto que votes en contra, tomaremos esta decisión
A poco que se observe, aquí salvo y excepto no presentan un valor restrictivo o sustractivo respecto a un
cuantificador universal (positivo o negativo). Que no son conectores parece demostrarlo también el siguiente
hecho: no son conmutables por menos:
–*menos que tú digas lo contrario
–*menos que tú votes en contra
Sí serían, sin embargo, gramaticales, si sustituimos salvo y excepto por la expresión adverbial a menos:
–A menos que tú digas lo contrario
–A menos que tú votes en contra
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Estamos, por tanto, ante un segundo valor de salvo y excepto: un valor adverbial. Se trataría de unas
construcciones atributivas absolutas donde salvo y excepto ocuparían la plaza funcional de atributo, construcciones
similares a:
–Visto que no tenemos dinero...
–Dado que estamos en la indigencia, etc.
La prueba determinante:
a) Salvo y excepto conectores son conmutables por menos y pueden aparecer ante sustantivos adjetivos,
adverbios y sintagmas preposicionales. Semánticamente efectúan una restricción o sustracción de un
cuantificador universal que siempre ha de estar presente.
b) Salvo y excepto adverbios sólo son conmutables por la expresión adverbial a menos. Sólo van ante sustantivos
y no efectúan una restricción a partir de un cuantificador universal.
9. INCLUSO
Sólo el carácter invariable de incluso y su categoría de origen (el participio) podrían invitar a establecer un
paralelismo entre este signo y los analizados salvo, excepto, dado, puesto, supuesto, etc. En un análisis sincrónico del
español han de recibir un tratamiento funcional diferente, pues distinto es su comportamiento en la lengua.
A diferencia de los conectores restrictivos salvo, excepto y menos:
a) Incluso no exige la presencia de dos sintagmas (uno de los cuales era necesariamente cuantificador).
b) Incluso puede acompañar a verbos finitos:
–Aquella noche comieron e incluso bebieron en demasía
Por otra parte, incluso no forma construcciones atributivas absolutas:
a) Sigue un comportamiento paralelo al de los adverbios hasta y también.
b) Aparece, no sólo con sustantivos (condición de la función tema en las construcciones atributivas
absolutas), sino también con adjetivos, verbos y adverbios:
–Incluso (hasta, también) los reyes tienen defectos
–Trajeron juguetes, incluso (hasta, también) a los pobres
–Hablaron de fútbol, incluso (hasta, también) de política
–Era un muchacho incluso (hasta, también) elegante
–Es alto, fuerte e incluso (hasta, también) inteligente
–Comieron, bebieron e incluso (hasta, también) durmieron allí
–Incluso (hasta, también) beber con moderación es sano
–Incluso (hasta, también) trabajando se acuerda de vosotros
–Incluso (hasta, también) muerto tratará de vengarse
–Incluso (hasta, también) allí hubo apariciones
c) A diferencia de las construcciones atributivas absolutas, incluso no entra en relación de interdependencia
con el segmento al que acompaña. Puede ser suprimido sin que la función conjunta sufra menoscabo:
–Ø los reyes tienen defectos
–Trajeron juguetes Ø a los pobres
–Era un muchacho Ø elegante
10. ADVERBIOS EN -MENTE
Es cierto que los adverbios en -mente han tenido su origen en construcciones absolutas, donde el adjetivo
funcionaba como atributo y mente (ablativo de mens) se correspondería con el tema de nuestro análisis. Aún hoy se
conservan algunos rasgos formales derivados de su antiguo origen:
a) Conservan tonicidad ambos componentes: /sábiaméNte/
b) Estos son disociables por coordinación: sabia e inteligentemente; dulce pero fuertemente; me gusta hacer las cosas no
torpe, sino prudentemente. Que también los prefijos puedan coordinarse no es argumento que invalide esta hipótesis
(No es anti- sino prosoviético).
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c) En la creación de nuevos adverbios en -mente se sigue respetando o eligiendo la condición formal femenino
para el primer segmento.
Existen argumentos, sin embargo, que apoyan la opinión unánime y razonable de los gramáticos de que estos
grupos sintagmáticos pasaron pronto a constituir una combinación morfológica:
a) Han desaparecido las pausas que separan las construcciones absolutas del resto de la secuencia en que se
inscriben:
–Los viajeros entonaban alegremente canciones populares
b) Este grupo ha sufrido una fuerte gramaticalización: no son posibles, ni el cambio de orden, ni la
interpolación de elementos (ni siquiera del artículo), ni la modificación de adjetivos u otros determinantes La
unidad ortográfica que comienza a manifestarse ya desde los primeros documentos de nuestra lengua parece ser
buena prueba de tal gramaticalización:
–Fuertemente seellada (Mio Cid)
c) Se comportan a todos los efectos como adverbios. Ya no determinan, cual construcciones absolutas, sólo
al verbo, sino también al adjetivo, y a otros adverbios:
–terriblemente comprometido
–exageradamente tarde
11. CONSTRUCCIONES ATRIBUTIVAS BIMEMBRES CON VALOR MODAL
A veces una construcción absoluta manifiesta una circunstancia modal que afecta o incide en el sujeto:
–Por qué te digo que esperes, si estás para esperar, los pies clavados (Lope)
–Se presentó, erguida la cabeza, ante el tribunal que había de juzgarle
–Se retiró, ensangrentada la cara, a su aposento
–Tenso el gesto, el gato nos observaba desde la silla
A. Bello piensa que en estas construcciones debemos sobre entender la preposición con (Id.: § 1178). Gili
Gaya apostilla: «Más exacto sería decir que la frase absoluta equivale, en tales casos, a un complemento
circunstancial con la preposición con» (1961:202).
Es cierto que en tales decursos se puede introducir la preposición citada sin que la secuencia sufra apenas
modificación semántica:
–…si estás para esperar con los pies clavados
–Se presentó, con la cabeza erguida ante el tribunal
–Se retiró con la cara ensangrentada a su aposento
–Con el gesto tenso, el gato nos observaba desde la silla
No es curiosamente el primer grupo de ejemplos (también el menos frecuente) el que aquí nos preocupa. Su
estructura es clara: son construcciones atributivas absolutas. Nos preguntaremos aquí por la estructura de
secuencias equivalentes donde hace aparición el índice funcional con. Si comparamos los dos bloques de ejemplos
observaremos:
a) En el segundo grupo existe mayor rigidez en cuanto al orden. En el primero, el atributo puede venir antes
o después del tema:
–Se presentó, erguida la cabeza
–Se presentó, la cabeza erguida
Cuando se introduce la preposición con el orden siempre es fijo: con + nombre + adjetivo.
b) La pausa deja de ser obligatoria. Este hecho tiene una explicación: la pausa envolvente de las
construcciones atributivas absolutas era concebida como índice de la función que contraían: aditamento. Es claro
que al hacer acto de presencia una preposición que asume esta misma función, las pausas entonativas dejan de
tener sentido.
Llegados a este punto conviene preguntarnos: ¿Cuál es la estructura sintagmática de los segmentos con los pies
clavados, con la cara ensangrentada, con la cabeza erguida, con el gesto tenso? ¿Qué relación une al nombre y al adjetivo? ¿A
qué segmento afecta la preposición con?
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Al primer interrogante hemos de responder que conservan la estructura propia de las construcciones
atributivas absolutas:
a) Entre sustantivo y adjetivo existe relación de interdependencia: ninguno de los dos puede faltar.
b) Entre ambos media relación de concordancia.
c) El adjetivo queda fuera del ámbito de conmutación del segmento nominal:
–Si estás para esperar con ELLOS clavados
–Se presentó con ELLA erguida
–Se retiró con ELLA ensangrentada
d) El adjetivo no puede ser interpolado entre el determinante y el nombre.
e) El segmento adjetivo, supuestamente atributo, admite la conmutación por así:
–Si estás para esperar con los pies así
–Se presentó con la cabeza así
–Se retiró con la cabeza así
En cuanto a la función de la preposición hay que indicar que afecta globalmente a toda la construcción:
TEMA: los pies
Adit: (con)
ATR.: clavados
12. CON ADVERBIO TEMPORAL
No son infrecuentes las determinaciones de adverbios temporales como las que aparecen en las siguientes
secuencias:
–Después de terminada la gala
–Luego de celebrada la sesión
–Antes de dada la bendición
–A poco de concluido el encierro
También aquí nos hallamos ante construcciones atributivas absolutas:
a) Entre sus componentes media relación de concordancia en género y número.
b) El segmento adjetivo queda fuera del ámbito de conmutación del sintagma nominal.
c) No existe posibilidad de interpolación del supuesto atributo entre el determinante y el nombre.
Estas construcciones presentan algunos aspectos particulares y algunos problemas que conviene aclarar y
resolver:
1) Sólo parecen construirse con participios. Se trata de una restricción semántica derivada del contexto temporal en
el que se inscriben. Los adverbios antes, después, luego, etc. exigen una referencia puntual a partir de la que marcan
su designación cronológica. El participio la ofrece; los adjetivos de carácter modal, no. Sólo hallamos una
excepción: cuando el contexto es rico en información y marca este punto de referencia, entonces sí es posible la
aparición de adjetivos. Así, por ejemplo, al hablar de un proceso de refinado de azúcares es perfectamente
aceptable la secuencia:
–Después de amarilla la melaza
Es decir, «una vez que se ha llegado a ese punto del proceso en el que la melaza se vuelve amarilla»: la
condición de punto de referencia queda cumplida.
2) El atributo no es conmutable por ‘así’. Esta característica deriva de la anterior: nunca el participio admite la
conmutación por el modal así ni por el interrogativo cómo.
3) Ausencia de pausas. Se explica por el papel que desempeñan en la secuencia: no son aditamentos, sino que
—una vez transpuestas— estas construcciones son términos adyacentes de antes, después, luego, etc.
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4) ¿Cuál es la categoría de los segmentos terminada la gala, celebrada la sesión, dada la bendición, concluido el encierro?
Este interrogante va ligado a una cuestión ulterior: ¿A qué categoría quedan transpuestos por la preposición de?
Más aún: todo viene ligado al problema de algunos adverbios como antes, después, luego, entonces, etc. Si sostenemos
que son adverbios, llegaremos a contradicciones corno la siguiente. En el decurso:
–Antes de entonces
tendríamos un adverbio (entonces) que está transpuesto por la preposición de a la categoría propia de los
adyacentes adverbiales (que, como sabemos, es adverbial). Es decir; el adverbio entonces estaría transpuesto a la
categoría de los adverbios, lo cual es contradictorio. De la misma forma, los segmentos terminada la gala, celebrada
la sesión, etc., hasta ahora tratados como adverbios, presentarían la misma dificultad explicativa: serían adverbios
transpuestos por la preposición de a la categoría de los adverbios. E. Alarcos ha llegado a la conclusión de que los
adverbios son sustantivos especializados en la función de aditamento. Esta tesis, aplicada no a todos los
adverbios —pues constituyen una clase demasiado compleja― sino a algunos como antes, después, luego, primero,
etc. es funcionalmente comprensible y explica estas contradicciones:
a) Tales adverbios (generalmente temporales) son conmutables por sustantivos:
–Llegó entonces (antes, después, primero, el lunes...)
No es distinto el comportamiento de las secuencias que nos ocupan:
–Después de terminada la gala (entonces, el lunes...)
b) Si tales adverbios son considerados como una clase especial de sustantivos (caracterizados por la
inmovilización de marcas), el análisis sería perfectamente congruente: no existiría diferencia estructural entre las
secuencias:
la moda
<de>
otoño
nombre
adjetivo
nombre
la moda
<de>
entonces
nombre
adjetivo
nombre
antes
<de>
otoño
nombre
adjetivo
nombre
antes
<de>
entonces
nombre
adjetivo
nombre
antes
<de>
terminada la gala
nombre
adjetivo
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5) Mayor dificultad presenta la demostración de que los componentes de estas construcciones presentan
relación de interdependencia. En efecto, es posible la conmutación por cero del sintagma adjetivo sin que el
resultado sea una secuencia agramatical:
–Después de terminada la gala ――→ Después de la gala
–Luego de celebrada la sesión ――→ Luego de la sesión
–Antes de dada la bendición ――→ Antes de la bendición
–A poco de terminado el encierro → A poco del encierro
Todo parece indicar que no se trata de una verdadera conmutación: una cosa es Después de terminada la gala y
otra Después de la gala. Anteriormente quedó demostrado que terminada, celebrada, dada y terminado eran atributos.
Por otra parte, si el contexto es rico en información, también serían posibles:
–Después de terminada (sobreentendido la gala)
–Luego de celebrada (sobreentendido la sesión)
–Antes de dada (sobreentendido la bendición)
–A poco de terminado (sobreentendido el encierro)
13. CONSTRUCCIONES BIMEMBRES COMO
ATRIBUTO
Aunque más escasas desde un punto de vista estadístico, es posible encontrar construcciones atributivas
absolutas funcionando globalmente como atributos. Así en la frase cervantina:
–Dije que D. Quijote quedaba calzadas las espuelas para ir a besar las manos de Vuestra Excelencia
El segmento calzadas las espuelas cumple todas las condiciones de los segmentos que analizamos. Si no se
presenta separado del resto de la secuencia por las pausas se debe a la singular función que aquí encarna: la de
atributo de sujeto. En efecto, calzadas las espuelas es globalmente conmutable por un adjetivo:
–Dije que D. Quijote quedaba dispuesto (preparado, listo...)
Lo que aquí sorprende es la naturaleza categorial conjunta del segmento calzadas las espuelas. Hasta el presente
habíamos decidido que pertenecía a la categoría de los adverbios o de los sustantivos. En este caso, su
comportamiento nos lleva a situarlo dentro de la categoría de los adjetivos.
[Este capítulo sigue en la Lectura 21 de la Unidad 3.]
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