Quiebra económica al final del sexenio

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miradas
de Comercio y Fomento Industrial
(Secofi), hoy Secretaría de Economía
(SE).
En otros países emplean programas diversos que son dirigidos
al fortalecimiento de sus pymes.
Como referente, en Estados Unidos se aplican subsidios mediante
programas múltiples. Uno de estos
consiste en difundir tecnología de
manera gratuita para las empresas,
aunque también “usan el poder de
compra del Estado. Estoy hablando
de reducir las trabas a la creación y
operación de empresas.
“En Canadá se exenta de impuestos a las empresas durante los
primeros dos años de vida. Si sobrepasan se les empieza a cobrar impuestos. Aquí (México), entre licencias y papeleos municipales, entre
otros, la empresa tarda seis meses
en abrir” y, además, “está gastando
dinero” durante ese periodo, dijo
Arechavala Vargas.
Más de seis millones en la
informalidad
SOCIEDAD
5La excesiva
Quiebra económica
al final del sexenio
regulación y la competencia extranjera
ahorca a los pequeños negocios. Foto:
Abel Hernández
Casi la mitad de las empresas pequeñas y medianas de México se van a la quiebra por culpa de las autoridades y
los esquemas fiscal y reglamentario. Sólo en el gobierno de Fox desaparecieron 40 por ciento de las pymes
Josefina Real
P
or la falta de una política
industrial en México se
fueron a la quiebra entre 30
y 40 por ciento de las llamadas pequeñas y medianas empresas
(pymes) durante la administración
de Vicente Fox Quesada (2000-2006),
informó el director del Instituto
para el desarrollo de la innovación
tecnológica en pymes, del Centro
Universitario de Ciencias Económi-
10
lunes 27 de noviembre de 2006
co Administrativas (CUCEA), de la
Universidad de Guadalajara (UdeG),
Ricardo Arechavala Vargas.
El sector privado padece la falta
de una política industrial desde la
administración de Miguel de la Madrid (1982-1988), quien fue el primer
mandatario con la visión de una
apertura comercial.
Arechavala Vargas sustenta el
porcentaje de las pymes que cerraron sus puertas durante los últimos
seis años, por medio de visitas domi-
ciliarias, en una muestra de 400 empresas ubicadas en la región centro
occidente del país. Algunos de los patrones que no pudieron con el ritmo
“se fueron al comercio informal”.
De las 400 empresas monitoreadas, los sectores más afectados son los
correspondientes a calzado, vestido,
textil, mueble, plástico y juguetes.
Desde el punto de vista del académico, el impacto del libre mercado hubiera afectado en menor grado al sector privado, con la puesta en marcha
de una auténtica política industrial
con enfoques específicos por sector y,
al mismo tiempo, con la definición de
las cadenas productivas prioritarias
para el país. “Eso no se hizo. Simplemente se abrió la frontera y los dejaron rascándose con sus uñas”.
“La mejor política industrial es
que no haya política industrial”, fue
una frase que marcó para la historia
al exfuncionario público federal, Herminio Blanco Mendoza, quien fuera
el titular de la reconvertida Secretaría
En octubre pasado, el subsecretario
para las pymes, de la SE, Alejandro
González Hernández, reconoció durante la Cumbre empresarial internacional de pymes, que en México
existen seis millones 500 mil empresas familiares que trabajan en
la informalidad, contra cuatro millones que ya se han incorporado al
sistema tributario.
“La siguiente administración
deberá trabajar para fortalecer los
talleres familiares y así pasar de los
changarros a la formalidad. Hay cuatro millones siete mil empresas que
sí pagan sus contribuciones fiscales,
pero hay seis millones 500 mil talleres familiares que, de regularizarse,
aumentarían a 10 millones el número de empresas que contribuirían al
fisco”, dijo el funcionario federal.
Para continuar con el apoyo a los
pequeños y medianos empresarios,
la SE requiere un presupuesto de
por lo menos cinco mil millones de
pesos anuales.
El programa llamado Fondo
Pyme, que depende de la SE, canalizó durante la administración foxista
ocho mil 700 millones de pesos, los
cuales, multiplicados con los recursos de gobiernos estatales y municipales, sector privado y académico,
así como de la banca comercial, se
traducen en apoyos por más de 102
mil millones de pesos a estas empresas, según cifras oficiales.
PYMES
[
A escala
internacional
se considera
pequeña empresa
a la que emplea
a menos de 200
personas
[
Del total
de las
empresas
mexicanas, entre
95 y 97 por
ciento son pymes
[
Las pymes
generan
entre 55 y 70 por
ciento del empleo
[
Aportan
el 45 por
ciento del PIB
Fuente: CUCEA
otros factores, como la carga impositiva acompañada de burocratismo.
La mayoría de las empresas que
quebraron, se pasaron a las filas de la
economía informal. Y es que además
de las condiciones adversas en México, se tienen mejores ingresos en la
informalidad que en la formalidad.
La gente no quiere darse de alta
ante las autoridades de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP), ni quiere estar registrada
en otros sistemas gubernamentales,
a causa de la complejidad burocrática. La inequidad fiscal también lleva
a la informalidad, dijo Antonio Sánchez Sierra, profesor investigador
de la División de Contabilidad, del
CUCEA (La gaceta, edición 456).
El subsecretario para las pymes, de
la SE, Alejandro González Hernández,
aceptó que parte de la estrategia que
el próximo gobierno debe aplicar para
incorporar a los talleres familiares a la
economía formal, es la simplificación
fiscal, ya que representaría un incentivo, y rechazó que las exenciones sean
una salida para ampliar la base tributaria en este segmento.
“A esto yo le llamo estar por de
bajo de la línea de flotación”, dijo
por su parte el investigador Ricardo Arechavala Vargas. “Cuando a
un barco le pega un torpedo, y le
pega en la línea de flotación, o sea,
por arriba del agua, pues el barco
mal que bien puede llegar a puerto,
pero si le pega abajo de la línea de
flotación, ya no tiene posibilidades
de recuperarse. ¿Qué es lo que pasa
con las empresas? Si una empresa
funcionó durante 20 años y llega un
momento en que su maquinaria es
vieja, entró mercancía extranjera
que abarató sus costos y castigó la
mano de obra, llega un momento
en que no reinvierte, puede estar
por arriba de la flotación si tiene
suficientes reservas y, sobre todo, si
tiene la visión empresarial de invertir en maquinaria, en tecnología. Si
no tiene los recursos, pues no va a
llegar a ningún lado. Las empresas
que están cerrando son aquellas que
estuvieron en esas condiciones”.
Ciencia y tecnología
Arechavala lamentó que “hemos
visto en nuestras investigaciones
que la inmensa mayoría de los empresarios no quiere cambiar. Dicen
que siempre lo han hecho así, y que
lo único que necesitan es dinero
para aguantar unos meses más, y
siguen perdiendo dinero”.
Agregó que como país “deberíamos estar creando la suficiente
riqueza para invertir en ciencia y
tecnología, y no lo estamos haciendo. Estamos perdiendo en promedio
un nivel de competitividad internacional cada tres meses, porque no
invertimos en educación, no invertimos en ciencia y tecnología”.
México tiene uno de los registros
más bajos en canalización de recursos para fomentar la innovación tecnológica y el desarrollo, por lo que la
administración de Felipe Calderón
debe valorar ese factor que incluso
ha advertido en diversas ocasiones
la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Alrededor de 95 por ciento de
las empresas mexicanas son pymes
con potencial de empleo, por esto es
esencial para un país como México,
que quiere disminuir la iniquidad,
desarrollarse y crear empleos, invertir en innovación y trabajar con
las pymes, indica el organismo.
La OCDE señala que México in-
vierte 0.02 por ciento del Producto
Interno Bruto (PIB) en innovación
tecnológica; Chile canaliza 0.03 por
ciento; Brasil, 0.07; Israel, 0.2, y Francia invierte 10 veces más que México.
Las empresas mexicanas tampoco
invierten en investigación tecnológica y desarrollo, mientras países que
tienen productividad, canalizan tres
por ciento a dicho rubro.
El éxito de los países no depende
de las tasas de mortandad de las pymes, sino de la tasa de crecimiento.
Recientemente, la SE y la Organización de las Naciones Unidas para
el Desarrollo Industrial en México
(ONUDI), acordaron promover inversiones en materia industrial, así
como proyectos tecnológicos en beneficio de las pymes.
Arechavala manifestó que Sergio
García de Alba, como titular de la
SE, tuvo un desempeño congruente,
pues fue uno de los pocos funcionarios federales “bastante receptivo
como para apoyar a las empresas con
una base tecnológica”, porque su formación empresarial le permitió esa
visión; sin embargo, ante el tamaño
del problema de las pymes mexicanas, sus esfuerzos para tecnificar a
las pymes no fueron suficientes.
De no aplicar a la brevedad mayores recursos en ciencia y tecnología
“llegará el momento en que seremos una economía tan pobre, que
no habrá recursos para aplicarlos en
ciencia y tecnología y salir adelante”, dijo Arechavala.
Asimismo, los empresarios tienen
que cambiar su mentalidad o de lo
contrario seguirán en el proceso de
aniquilación. “Más que pensar que se
están adaptando para competir, tienen que ver que están siendo reemplazadas por nuevas empresas”. [
Carga fiscal
De cada 100 pymes cerraron entre 30
y 40 durante el periodo de Vicente
Fox, revela la investigación del Instituto para el desarrollo de la innovación tecnológica en pymes, del CUCEA. La principal causa es la falta
de una política industrial, pero hay
4Ante la falta
de incentivos, el
comercio informal
sigue al alza. Foto:
José María Martínez
lunes 27 de noviembre de 2006
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