FUERZA TERRESTRE ECUATORIANA MIG-12-01

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FUERZA TERRESTRE ECUATORIANA
MIG-12-01
MANUAL DE DOCTRINA BÁSICA DE LA
FUERZA TERRESTRE
DIRECCIÓN DE DOCTRINA
2005
Dirección de Doctrina de la Fuerza Terrestre
Primera Edición: 2005
Número de ejemplares: 3000
Imprenta del Instituto Geográfico Militar
­ Quito - Ecuador
FUERZA TERRESTRE
COMANDO GENERAL
ORDEN DE COMANDO
HE ACORDADO Y ORDENO
1. Apruébase el “MANUAL DE DOCTRINA BÁSICA DE LA FUERZA
TERRESTRE”, al mismo que se lo clasifica como: MIG-12-01.
2. Derógase todas las publicaciones realizadas con anterioridad a la
presente fecha.
3. Póngase en ejecución
Anótese y comuníquese
Quito, a 10 de Enero del 2 005
LUIS AGUAS NARVÁEZ
GRAD. PARAC.
COMANDANTE GENERAL DE LA FUERZA TERRESTRE
INTRODUCCIÓN
La conducción de la guerra es una ciencia que se sustenta en
principios y leyes; y es un arte, porque es una actividad libre y
creadora.
En la Guerra Moderna, prevalece la incertidumbre, el caos, es
situación normal, las armas destacan por su tecnología y la
conducción de la batalla impone conocimiento, flexibilidad, rapidez
mental e iniciativa a los Comandantes en todos los niveles.
Hablar de Guerra en la actualidad es referirse a la antítesis del orden,
a la falta de exactitud, a la confusión en la batalla, a los cambios
bruscos e impredecibles en la situación y en general, al empleo de
una tecnología de capacidad impresionante, que ofrece modernos
sistemas de armas, aparatos de detección y engaño electrónico y
otros recursos disponibles, los que en conjunto presentan un campo
de batalla increíblemente más mortífero que el del pasado.
En este moderno escenario, la incertidumbre en el combate impide
que los comandantes tengan certeza de lo que sucederá a sus
unidades en el campo de batalla y es por ello, que se hace
indispensable el desarrollar una especial capacidad para entender
rápida e intuitivamente las complejas situaciones que se presentan a
cada momento.
Lo anterior sólo podrá lograrse mediante el constante desarrollo
profesional, ya que virtualmente, es la única forma en que un
comandante puede obtener la respuesta a los desafíos e interrogantes
que la situación del momento le plantea.
La Guerra Moderna implica distintos modos de enfocar los esfuerzos,
privilegiando la acción de mando sobre el control, lo que induce a
pensar en la aplicación de la iniciativa y ello, porque en un ambiente
caótico, sólo la iniciativa permitirá neutralizar los efectos de la
sorpresa, haciendo que los comandantes de los diferentes niveles,
resuelvan con rapidez y en la forma más acertada, para no sucumbir
en la acción.
El campo da batalla moderno impone grandes esfuerzos a los
conductores militares, por cierto que no en lo físico y en lo material
-V-
exclusivamente, sino que en el “ejercicio intelectual”, vale decir en el
área cognitiva, donde será necesario aprender a pensar con flexibilidad y rapidez, desarrollando una especial capacidad de iniciativa,
que debe ser fomentada y reforzada por el superior, para que de esa
forma, el comandante subordinado aprenda a actuar de acuerdo a la
intención de dicho comandante, lo que permite establecer y desarrollar una capacidad intelectual común para que se puedan tomar
decisiones en forma descentralizada, sin que existan las condiciones
de comunicación técnica normales, lo que es fundamental para un
desempeño efectivo.
El campo de batalla moderno presenta características tridimensionales y es por eso que requiere de un estilo de maniobra más
completa, con la integración de actividades aéreas, terrestres y
marítimas, explotando simultáneamente la potencialidad del espectro
electromagnético y, esforzándose por lograr la sincronización de todo
ello tanto en tiempo, como en espacio y medios, para producir así los
efectos necesarios para "destruir las fuerzas del enemigo o anular su
capacidad combativa" en el menor tiempo posible y con un mínimo
de desgaste.
En la actualidad, la Conducción Militar se ve peligrosamente afectada
por los efectos de la guerra electrónica, que ocasionan la pérdida del
contacto entre los órganos de maniobra y los puestos de mando y
control, situación que contribuye a que se produzca "la batalla y/o
combate descentralizados", lo que hace indispensable contar con
líderes que tengan desarrollada la voluntad de asumir riesgos y
resolver en beneficio de una acción, que resulta decisiva para la
victoria...
La actividad guerrera está sujeta a una evolución constante. Nuevos
medios de guerra le dan continuamente nuevas formas, cuya
aparición debe ser prevista oportunamente y su influencia apreciada
y rápidamente aprovechada.
Las situaciones en la guerra son de infinita variedad. Ellas cambian
con frecuencia repentinamente, y solo raras veces pueden preverse.
Acontecimientos imprevistos ejercen, a menudo, una influencia
decisiva...
Las enseñanzas de la conducción de la guerra se basan en principios que deben ser tomados sólo como normas generales y aplicadas
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según la situación que se presenta. Un procedimiento sencillo,
lógicamente ejecutado, llevará del modo más seguro al éxito.
La conducción exige en el mando una personalidad bien definida, un
criterio claro y previsor, así como también energía y perseverancia
en la ejecución y serenidad ante los cambios de situación.
El oficial es conductor y educador en el más amplio sentido de estos
conceptos, además del conocimiento del hombre, deben distinguirlo
la ecuanimidad, la superioridad que dá el saber y la experiencia, la
sobriedad, el dominio de si mismo y un gran valor.
El ejemplo y la acción personal de quienes ejercen el mando son de
una influencia decisiva en la tropa. El oficial que ante el enemigo
demuestra sangre fría, decisión y audacia, arrastrará consigo a sus
subordinados a fin de ganar su confianza, comprender sus
sentimientos y aliviar sus preocupaciones, estos objetivos sólo se
consiguen con una preocupación constante e incansable por cada
uno de ellos. La confianza reciproca es el sostén más seguro de la
disciplina, especialmente en los momentos de peligro.
La sensación de soledad en el campo de batalla exige combatientes
que piensen y actúen con iniciativa y que aprovechen toda situación
de modo meditado, resuelto y audaz, convencidos de que el éxito
depende de nuestra voluntad. A pesar de los progresos de la técnica,
es el valor del hombre el que decide.
El valor combativo de una tropa, le da la capacidad del Comandate.
El debe encontrar su complemento indispensable en la calidad del
entrenamiento de sus hombres, cuidado y conservación del
armamento y equipo.
La superioridad combativa puede suplir la inferioridad numérica.
Cuanto mayor sea aquélla, tanto más enérgica y móvil puede ser la
conducción de la guerra.
Una tropa que sólo posea una unión superficial y no aquélla que se
forja por medio de un largo trabajo en común, fracasará en los
momentos de peligro y en presencia de acontecimientos inesperados.
Es por eso que desde ya, debe darse una importancia capital al
fomento y conservación de la cohesión y disciplina, como también a
la instrucción y entrenamiento de las tropas.
- VII -
Todo comandante tiene la obligación de proceder sin demora,
utilizando lodos los medios a su alcance, aún los más enérgicos,
contra el quebrantamiento de la disciplina y otras influencias
perjudiciales. "La disciplina es la piedra angular del Ejército, y su
severa conservación da un beneficio para todos”.
La capacidad física y mental de la tropa deben ser mantenidas en
su máximo vigor para las exigencias extremas de los momentos
decisivos, quien las malgasta va contra el buen éxito. El empleo de
las fuerzas y energías en el combate debe estar en relación con el
fin perseguido, exigencias imposibles de cumplir debilitan la moral de
la tropa y su confianza en el mando.
La primera exigencia en la guerra es actuar decididamente. Todos,
desde el comandante hasta el último soldado, deben estar compenetrados con la misión.
El presente manual es el producto de la investigación y experiencia
de una doctrina que orientó en excelente forma la conducción militar,
reactualizando acorde con el avance de la ciencia, la tecnología y la
modernización de las armas.
Atendiendo lo expuesto, y teniendo en consideración que todo
ma-nual sólo contiene principios de carácter general, se definió que
el objetivo y propósito del presente, es difundir la doctrina que regule
la conducción militar en el campo de batalla, estableciendo y fijando
las normas básicas a seguir para la preparación y ejecución de una
operación, desde la pequeña Unidad hasta la Unidad Operativa,
pasando por todos los preparativos previos al combate, hasta la
acción coercitiva propia del combate y todo lo que es necesario
efectuar para complementarla; todo ellos enmarcado en la guerra
convencional contemporánea.
Esta normativa debe constituir el elemento orientador del empleo de
todas las unidades del Ejército, sean éstas de combate o de apoyo
de combate, como también de apoyo de servicios de combate,
independientes de su magnitud, ya que de esta forma se logrará
reafirmar y mantener la unidad de doctrina de nuestro Ejército,
adaptándola a la realidad que demandan y exigen los tiempos
actuales.
- VIII -
El manual cuenta con once capítulos, que en forma sucesiva
y relacionada, buscan proporcionar los conceptos generales
referidos al marco teórico de la conducción, las operaciones:
complementarias, fundamentales y especiales; y, las nociones
básicas de la clasificación de las unidades y sus características
para el empleo en combate.
Se estima que este manual permitirá guiar en mejor forma los
trabajos de planificación de los comandantes y sus respectivos
estados mayores o planas mayores, sin embargo no implica
que sea la solución absoluta a los problemas que se presenten,
sino que necesariamente ello se logrará con la combinación
armónica de los conocimientos de la profesión militar y a las
condiciones de líder que debe tener todo comandante, quien
en definitiva deberá influir personalmente en la ejecución de la
acción o actividad, aportando la necesaria cuota de audacia,
imaginación, creatividad y prudencia.
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ÍNDICE
INTRODUCCIÓN...........................................................................................V
CAPÍTULO I
LA GUERRA ................................................................................................ 1
A. PAZ, CRISIS Y GUERRA......................................................................... 1
B. MOMENTOS DE LA GUERRA................................................................. 2
C. EL TEATRO DE GUERRA........................................................................ 3
D. OTROS ASPECTOS DE LA GUERRA..................................................... 5
CAPÍTULO II
LA FUERZA TERRESTRE........................................................................... 7
A. FILOSOFÍA DE LA FUERZA TERRESTRE.............................................. 8
B. IDENTIDAD DOCTRINARIA DE LA FUERZA TERRESTRE................... 8
C. MARCO LEGAL PARA EL EMPLEO DE LA FUERZA
TERRESTRE................................................................................................11
D. LA FUERZA TERRESTRE EN LA PAZ, CRISIS Y GUERRA ............... 12
E. ORGANIZACIÓN BÁSICA DE LA FUERZA TERRESTRE..................... 13
F. EL EJÉRCITO DE OPERACIONES COMO UNIDAD DEL
TEATRO DE OPERACIONES TERRESTRE........................................... 15
G. ELEMENTOS DE COMBATE, DE APOYO DE COMBATE
Y DE APOYO DE SERVICIOS DE COMBATE..................................... 16
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CAPÍTULO III
LAS OPERACIONES MILITARES............................................................. 23
A. DEFINICIÓN DE OPERACIÓN.............................................................. 23
B. TIPOS DE OPERACIONES MILITARES................................................ 23
C. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES MILITARES....................... 26
D. NIVELES DE CONDUCCIÓN DE LAS OPERACIONES
MILITARES........................................................................................... .40
E. DINAMICA DE LAS OPERACIONES MILITARES................................. 41
F. SISTEMAS OPERACIONALES DEL CAMPO DE
BATALLA (SOCB)........................................................................................ 47
CAPÍTULO IV
APOYO DE COMBATE Y APOYO DE SERVICIOS DE
COMBATE................................................................................................... 55
A. APOYO DE COMBATE........................................................................... 55
B. APOYO DE SERVICIO DE COMBATE.................................................. 71
CAPÍTULO V
OPERACIONES OFENSIVAS................................................................... 83
A. FINALIDADES DE LAS OPERACIONES OFENSIVAS......................... 83
B. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES OFENSIVAS..................... 84
C.CARACTERISTICAS DE LAS OPERACIONES OFENSIVAS................ 91
D. TIPOS DE OPERACIONES OFENSIVAS.............................................. 94
E. FORMAS DE LA MANIOBRA OFENSIVA.............................................. 99
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F. PLANIFICACIÓN Y CONDUCCIÓN DE LAS
OPERACIONES OFENSIVAS................................................................... 105
CAPÍTULO VI
OPERACIONES DEFENSIVAS...................................................................11
A. FINALIDADES DE LAS OPERACIONES DEFENSIVAS....................... 12
B. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES DEFENSIVAS..................112
C. CARACTERISTICAS DE LAS OPERACIONES DEFENSIVAS............. 16
D. TIPOS DE OPERACIONES DEFENSIVAS...........................................118
E. ACCIONES DINAMICAS DE LA DEFENSA......................................... 125
F. PLANIFICACIÓN Y CONDUCCIÓN DE LAS
OPERACIONES DEFENSIVAS................................................................ 126
CAPÍTULO VII
OPERACIONES RETRÓGRADAS.......................................................... .133
A. FINALIDADES DE LAS OPERACIONES RETRÓGRADAS................ 133
B. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES RETRÓGRADAS.............. 34
C. CARACTERISTICAS DE LAS OPERACIONES
RETRÓGRADAS................................................................................. 137
D. TIPOS DE OPERACIONES RETRÓGRADAS..................................... 137
CAPÍTULO VIII
OPERACIONES COMPLEMENTARIAS.................................................. 157
A. OPERACIONES COMPLEMENTARIAS BÁSICAS.............................. 157
B. OTRAS OPERACIONES COMPLEMENTARIAS................................ 159
- XIII -
- XIV -
CAPÍTULO I
LA GUERRA
Es una lucha entre grupos armados organizados, en la que participan
de manera activa todas las fuerzas de los estados involucrados y
tiene como finalidad combatir al enemigo hasta someterlo y destruirlo.
Es el último recurso que básicamente constituye el quebrantamiento
de la voluntad de lucha del adversario, permite el libre acceso a un
objetivo político, cuyo valor justifica el costo y el riesgo de haber
entrado en ella, confiando en que así, se crearán las mejores
condiciones para una paz estable.
Desde el punto de vista del Derecho Internacional, la guerra es
justificable, si constituye la reivindicación del derecho por la fuerza.
Sin embargo, su última finalidad será siempre la de alcanzar la paz.
La situación estratégica (geográfica, demográfica, económica,
política, militar) del Estado es determinante en cuanto a establecer
las clarificaciones y precisiones indispensables para lograr el respeto
efectivo del derecho de la guerra. El derecho de la guerra rige
formalmente los conflictos armados internacionales.
A. PAZ, CRISIS Y GUERRA
Todo estado es susceptible de encontrarse en cualquier momento en
paz o en guerra; sin embargo, la realidad política y militar es
actualmente mucho más compleja. Mientras la paz constituye la
meta, es posible estar en conflicto sin existir una declaración formal
de gue-rra. Aparece, por tanto, una situación intermedia que,
teniendo como extremos del espectro, la paz y la guerra, no puede
considerarse como una u otra, y se la denomina crisis.
Estas tres situaciones, paz, crisis y guerra, no se presentan
totalmente nítidas, por lo que los límites entre ellas, serán a menudo
difusos y frecuentemente entrelazados.
La paz, es una condición que existe en las relaciones entre grupos,
clases o estados, cuando prevalece la ausencia de violencia o la
amenaza de la misma, tanto en forma directa como indirecta.
La crisis, constituye una situación de tensión que, alterando el
-1-
equilibrio existente, puede tener repercusiones importantes en la
seguridad externa o interna, e incluso dar lugar a un conflicto armado.
En toda crisis existe una acción o se produce una situación que,
alterando el proceso de normalidad, puede tener consecuencias
importantes que exigen, para prevenirla o remediarla, la adopción de
medidas urgentes de todo tipo, entre las cuales se puede incluir el
empleo de las fuerzas armadas.
La guerra, es la forma extrema de solución de conflictos externos o
internos mediante la aplicación de la fuerza, en esencia es la lucha
armada y sangrienta entre agrupaciones organizadas, es un fenómeno
social complejo de naturaleza fundamentalmente humana.
B. MOMENTOS DE LA GUERRA
Los momentos de la guerra son perspectivas doctrinarias que clarifican los vínculos entre objetivos estratégicos y las operaciones
tácticas. Estos son estratégico y operativo, sin existir límites entre
ellos, el comprender las relaciones de interdependencia, ayuda al
comandante a visualizar el desarrollo lógico de las operaciones,
ubicación de recursos y asignación de tareas.
1. Momento estratégico
El momento estratégico de la guerra, es aquel en el cual el
go-bierno, determina los objetivos de seguridad nacional y utiliza
sus recursos para cumplirlos. En este momento, el Comando
Conjunto de las Fuerzas Armadas, traduce los objetivos políticos
en objetivos estratégicos militares. Estos objetivos estratégicos
militares facilitan la planificación en el teatro de guerra y son la
base de todas las operaciones.
2. Momento operativo
El momento operativo, es aquel en el cual se materializa la guerra operacionalizando el plan desarrollado en el momento
estratégico, se conduce y sustenta campañas y operaciones
ma-yores para cumplir los objetivos estratégicos militares en el
teatro o en el área de operaciones. En él se determinan los
objetivos estratégicos parciales, cuya consecución permitirá
alcanzar los objetivos estratégicos finales.
-2-
En este momento los comandantes deben utilizar eficiente y
efectivamente los recursos para conseguir los objetivos, deben
ser capaces de visualizar, anticiparse, crear y prever oportunidades
para transformarlas en planes. Un plan bien diseñado y una
operación satisfactoriamente ejecutada incrementan las
posibilidades de éxito, creando ventajas para las fuerzas propias
y desventajas para el enemigo. Una ejecución flexible, mantiene
la iniciativa y maximiza las oportunidades tácticas.
C. EL TEATRO DE GUERRA
Un teatro de guerra, es aquel espacio terrestre, marítimo y aéreo,
tanto del propio país como del país adversario, que está o puede
resultar afectado por un conflicto bélico. Las fuerzas que en él actúan
tienen una meta estratégica común.
La división territorial aplicada al teatro de guerra comprende las
si-guientes áreas o partes fundamentales:
-
Teatro(s) de operaciones;
Zona(s) especial(es) de operaciones;
Zona del interior; y,
Zona(s) especial(es) de defensa.
1. Teatro de operaciones (TO)
Es una parte significativa del teatro de guerra, en donde se desarrollan las operaciones militares y el apoyo a las mismas. En un
teatro de guerra es posible admitir la existencia de varios teatros
de operaciones a causa de la geografía (líneas de operaciones
existentes) y de la existencia de varias amenazas o riesgos a los
que atender. Los teatros de operaciones son: terrestre, naval,
aéreo y conjunto.
El TO se encuentra dividido en dos zonas claramente diferenciadas, una en la que las fuerzas combatientes desarrollan sus
operaciones de combate y otra necesaria para el apoyo de dichas
operaciones. Se denominan respectivamente zona de operaciones
y zona de comunicaciones.
2. Zona especial de operaciones (ZEO)
Es aquella parte del teatro de guerra, no comprendida en un
teatro de operaciones, donde no se prevé el desarrollo de una
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campaña, sino la realización de operaciones muy localizadas y
circunstanciales, derivadas del valor estratégico de determinadas
líneas de operaciones comprendidas en su área geográfica.
3. Zona del interior (ZI)
Es aquella parte del territorio nacional no incluida en los teatros
de operaciones y zonas especiales de operaciones, en ella se
explota, produce y desarrolla los recursos humanos y materiales
requeridos para la atención de la población civil y fuerzas armadas
movilizadas.
4. Zona especial de defensa (ZED)
Área de instalaciones o grupo de instalaciones de importancia
estratégica o económica que requiere de medidas especiales de
protección, ésta puede estar ubicada en la ZI o en el TO.
Estas zonas serán establecidas por el Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas o por el Ejército de Operaciones, según sea el
caso; y dependerá de la autoridad que se encuentra en esa
división territorial. Para su materialización se deberá asignar los
medios necesarios a fin de que la autoridad responsable cumpla
su misión.
LÍNEA DE
OPERACIONES
TEATRO DE
OPERACIONES
ZONA ESPECIAL
DE
OPERACIONES
ZONA ESPECIAL
DE DEFENSA
ZONA DEL
INTERIOR
TEATRO DE
GUERRA
TEATRO DE
OPERACIONES
LÍNEA DE
OPERACIONES
ZONA ESPECIAL
DE DEFENSA
Figura 1-1 “Teatro de Guerra”
-4-
D. OTROS ASPECTOS DE LA GUERRA
El empleo de las fuerzas militares causa gran impacto en la sociedad,
lo que hace que actualmente los siguientes aspectos hayan cobrado
una importancia decisiva:
- Respaldo legal, amparado en el derecho internacional y en las
leyes nacionales;
- Apoyo de la población, que debe aceptar en todo momento la
decisión política y en consecuencia las operaciones que realizan
las unidades militares en defensa de los intereses nacionales; y,
- Apoyo de los medios de comunicación social, no sólo por la
influencia de los mismos en la opinión pública, sino como
instrumento para satisfacer la información oportuna y veraz que
la sociedad demanda sobre el desarrollo de las operaciones.
Estos aspectos pueden condicionar las decisiones políticas y
traducirse en limitaciones impuestas a las operaciones militares,
tanto en el alcance, en los procedimientos y en la duración. Estas
limitaciones influirán en la planificación y conducción de las
operaciones.
-5-
CAPÍTULO II
LA FUERZA TERRESTRE
La Fuerza Terrestre (FT) como parte constitutiva de las Fuerzas
Armadas (FFAA), con base en el Art. 183 de la Constitución Política
de la República del Ecuador, tendrá como misión fundamental: La
conservación de la soberanía nacional, la defensa de la integridad e
independencia del Estado y la garantía de su ordenamiento jurídico.
Está subordinada al gobierno nacional, por medio del Ministerio de
Defensa Nacional, y se identifica con los ideales y valores morales
de la sociedad ecuatoriana, donde se destacan los siguientes:
- La disciplina: factor de cohesión que obliga a todos por igual y
tiene su expresión colectiva en el acatamiento a la Constitución
de la República y a las leyes vigentes.
- El sentido del honor, del deber y de la justicia: impulsa a obrar
siempre bien y lleva al militar al más estricto cumplimiento de sus
obligaciones.
- La lealtad, el compañerismo y la integridad: inspiran las relaciones
entre los componentes de la fuerza.
- La abnegación exige conseguir la eficacia en el servicio,
especialmente en el combate.
- El respeto a la dignidad y a los derechos inviolables del ser
humano: incluso con el combatiente enemigo, de acuerdo con lo
que disponen las leyes y el derecho internacional humanitario.
La FT recibe del Estado, a través del Ministerio de Defensa los
recursos humanos y económicos con los cuales a de organizar y
preparar sus fuerzas. Estas han de ser capaces de disuadir a
cualquier posible amenaza y, ejecutar las operaciones militares que
se les asigne, procurando que el costo humano sea el menor
posible.
La preparación para conseguir el mayor grado de eficacia para la
guerra es, en tiempo de paz, la actividad principal de la FT; ello le
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permitirá cumplir las misiones de combate que se le encomiende y,
ser empleada con garantía de éxito en otras misiones no bélicas y de
defensa interna.
A. FILOSOFÍA DE LA FUERZA TERRESTRE
El Ecuador cuenta con una FT destinada a mantener su soberanía,
integridad territorial y, la seguridad interna y externa. Su organización
es jerárquica y se basa en los principios de disciplina y
obediencia.
Es importante considerar su papel a partir de dos premisas:
- La FT como responsable y ejecutora de la organización,
preparación y empleo del poder militar terrestre del Estado,
orientada a los fines de la soberanía y al logro de los objetivos
nacionales, mediante actos de fuerza o la amenaza del empleo
de sus medios, y;
- La condición de país en vías de desarrollo, en tanto se alcanza
un mayor nivel del modelo desarrollado.
Dado que la esencia del accionar militar, se orienta a la seguridad
y ésta no sólo implica contener o rechazar presiones, amenazas o
agresiones de hecho, sino que además, hace posible el logro de los
objetivos nacionales, que se vinculan al progreso y evolución de la
nación, se concluye que la esencia de lo militar trasciende, de la
seguridad al desarrollo. Ya que no puede existir una seria y precisa
política de seguridad sin una correlativa política militar, en la que no
se considere la situación actual y el previsible desarrollo nacional.
Por lo tanto la acción de la institución se magnifica como
estabilizadora del país, entendiéndose como estabilización la
previsible capacidad del sistema para prevalecer en el tiempo. Por
otro lado debe considerarse que, un sistema político es estable, no
tanto a causa de su estructura, sino de su cultura cívica y política.
También debe comprenderse que un sistema político democrático
es estable, sólo si los modelos de autoridad a nivel gobierno, son
congruentes con aquellos a nivel de la comunidad civil.
B. IDENTIDAD DOCTRINARIA DE LA FUERZA TERRESTRE
Las bases científicas en las que se apoya el arte de la guerra, se
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derivan de una técnica de conducción doctrinaria, probada por los
grandes capitanes del pasado y concretada en forma de leyes,
principios, reglas y normas; que constituyen la síntesis de una
experiencia constantemente repetida.
El estudio crítico de la historia, particularmente de la Historia Militar
de un estado, conduce a conclusiones y levanta factores capaces de
influir en la expresión militar. El conocimiento y análisis de la historia
militar no sólo desarrolla el raciocinio y el criterio, sino que contribuye
a evitar la repetición de errores. Permite la identificación de
definiciones básicas poco mutables de la Doctrina Militar y la
identificación de las características y peculiaridades del hombre
como ciudadano y como combatiente.
Las instituciones armadas tienen desde tiempos remotos, una serie
de preceptos que no son otra cosa que cada una de las instrucciones
impartidas para el conocimiento y manejo del arte militar y que
además permiten a los superiores en su aspecto formal, acrecentar
la obediencia en la vida militar.
Para que los preceptos militares se mantengan en el tiempo, es
necesario que se disponga de las normas y reglas a las que se debe
ajustar la vida militar.
Entonces, se define a la Doctrina Militar como el conjunto de
preceptos, leyes y normas que conservan en el tiempo las instituciones
armadas, para que junto a otros aspectos le permitan mantener o
aumentar su eficiencia y efectividad para enfrentar con éxito una
situación de conflicto.
La industrialización y la técnica alteraron profundamente el armamento
y en consecuencia transformaron la fisonomía general del combate, la
duración de las acciones pasaría de horas y días, a períodos superiores
amparados por mayores recursos para mantener las operaciones.
El campo de batalla (CB) creció en forma desmedida, fueron optimizados
la potencia y el alcance de las armas, por lo que las fuerzas terrestres
se escalonaron en profundidad.
Las comunicaciones cobraron un gran desarrollo, así como la utilización
del medio aéreo y submarino en tareas de exploración y de combate
que revolucionaron la tradicional concepción de lucha.
-9-
La doctrina tradicional sufrió vertiginosos cambios debido a la presencia
de una maquinaria bélica más desarrollada, así como al apare-cimiento
de un nuevo tipo de contienda: la guerra fría, la guerra de guerrillas y
la guerra revolucionaria. La República del Ecuador, crea en 1835,
su ejército permanente cuya misión es: La defensa exterior del
estado y la conservación del orden interno.
Al igual que en los demás países hispanoamericanos, los primeros
oficiales del Ejército ecuatoriano se formaron en la denominada
“Escuela de las Guerras por la Independencia”.
El primer colegio militar, destinado al reclutamiento y formación de
oficiales, fue fundado en 1838, egresaron de ese instituto, oficiales
con formación en escuelas militares de Francia que al regreso al
país realizaron la reorganización del Ejército, a través de la elaboración de leyes y reglamentos militares, cuya vigencia se prolongó en
algunos casos hasta comienzos del siglo XX.
Así se presenta el panorama de la instrucción en el Ejército, sin
embargo, en sus comienzos, el régimen liberal tuvo que hacer
frente a diversas reacciones armadas, entonces el gobierno y el
mando militar tomaron conciencia de la obligación de disponer de
instructores y maestros capacitados en ciencias militares, para
formar adecuadamente a los futuros oficiales, y constituir la base
fundamental del nuevo Ejército, como esos instructores y maestros
no existían en el país, fue necesario buscarlos en el exterior.
Por sus vínculos de amistad y por los comunes intereses de la
política internacional frente al Perú, se escogió a Chile, país que a
su vez había contado en 1895 con varios oficiales europeos, la
mayor parte de ellos alemanes, Alemania era en aquel entonces la
primera potencia terrestre de Europa.
Con los antecedentes mencionados, era lógico pensar que en el
Ecuador el aprendizaje militar iba a realizarse con los mejores
auspicios, pues el Ejército de Chile tenía victoriosa experiencia de
guerra, había adaptado a sus características particulares la mejor
escuela militar europea y estaba por tanto en capacidad de
transmitirla a un país en muchos aspectos de condiciones
demográficas y culturales similares.
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En 1922, la misión militar italiana inició sus tareas en el país,
me-diante cursos intensivos de Infantería, Artillería, Caballería,
armas automáticas, guerra de montaña y otros, a cargo de oficiales
profesionales. Tuvo como acierto, la adaptación de su ciencia y de
su arte a la morfología física de un país montañoso y alto, y el
respeto más profundo por la psicología nacional.
Comprometido con la defensa de América, el Ecuador firmó el
Tratado de Asistencia Recíproca (TIAR), y es así que se comienza a
recibir al igual que el resto de países de América asistencia material
y técnica, como también doctrinaria por parte de los Estados Unidos
para enfrentar a la nueva amenaza que se consolidaba en la esfera
socialista.
A partir de 1981 cambian los escenarios en el ámbito mundial y ante
la presencia de nuevas amenazas como el terrorismo, la proliferación de armas de destrucción masiva, el narcotráfico, el crimen
organizado y otros; los Estados Unidos continúan con su política
hegemónica a través de apoyo y asesoramiento.
En este marco, la doctrina ecuatoriana ha evolucionado acorde a los
adelantos científicos y la disponibilidad de material y medios bélicos,
por lo que fue necesario que toda influencia doctrinaria previa a la
incorporación sea adaptada o adoptada siguiendo un riguroso
proceso científico de investigación y análisis .
En base a este desarrollo investigativo, se ha establecido la
identificación doctrinaria de la FT ecuatoriana, considerando que
cada país representado por sus Fuerzas Armadas, ha de tener una
doctrina militar de su pertenencia basada en las posibilidades reales
de organización, preparación y utilización de todos los medios
disponibles; y formada sobre bases cuidadosamente seleccionadas
con criterio visionario de previsión y seguridad.
C. MARCO LEGAL PARA EL EMPLEO DE LA FUERZA
TERRESTRE
El empleo de la FT se fundamenta en los siguientes cuerpos legales:
- La Constitución Política de la República, como norma fundamental;
- La Ley de Seguridad Nacional, que regula las actividades
relacionadas al tema;
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- La Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas, que regula los procedimientos para el desarrollo de su potencial humano;
- Los convenios internacionales suscritos por el Ecuador, que
imponen limitaciones en la ejecución de las operaciones, en el
empleo de medios, así como en la conducta del combatiente,
tales como el Derecho Internacional para los conflictos Armados
o Derecho de Guerra; y,
- La Doctrina de Planificación Estratégico Militar, aprobada por el
Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
D. LA FUERZA TERRESTRE EN LA PAZ, CRISIS Y GUERRA
La naturaleza de la contribución militar a las situaciones de paz,
crisis y guerra es significativa y destacada. En tiempo de paz, la
fuerza militar es esencial para mantener la soberanía y apoyar el
desarrollo nacional, protegiendo, respaldando y brindando apoyo a
las demás expresiones del poder nacional, empeñadas en la
consecución de los objetivos nacionales.
En este contexto, la FT, debe considerar lo siguiente:
- Mantenerse en condiciones de disuadir a los potenciales
adversarios de cualquier agresión, coacción o intimidación contra
la soberanía nacional;
- Participar en operaciones de apoyo a la paz individualmente o
dentro de las organizaciones a las que el país pertenece; y,
- Colaborar con las autoridades civiles para hacer frente a casos de
grave riesgo, catástrofe, calamidad u otra necesidad pública de
naturaleza análoga que desborde la capacidad de la Fuerza
Pública.
En la crisis, la Fuerza Terrestre constituye un elemento disuasivo, y
si ésta se emplea, su participación estará limitada, siendo las
actividades políticas y no las militares, las que conforman los
principales medios para concluir la crisis con éxito. La FT en estas
situaciones puede cumplir con lo siguiente:
- Apoyar militarmente a la resolución de la crisis, tanto a nivel
nacional como en el marco de las organizaciones a las que el país
pertenece; e,
- Incrementar su estado de alistamiento de acuerdo a las previsiones
- 12 -
nacionales y a los acuerdos internacionales suscritos por el
Estado.
En la guerra, son los medios militares los que determinan el
modo de finalizar el conflicto, sea éste de orden interno o
externo. En esta situación la FT cumplirá con las siguientes
actividades:
- Rechazar cualquier agresión contra la integridad del territorio
nacional; y,
- Estar en condiciones de sostener el esfuerzo de las operaciones,
minimizando los efectos de la agresión, generando las fuerzas
necesarias, reforzando y apoyando a las fuerzas comprometidas,
considerando la protección debida a las diferentes categorías de
personas y de bienes, y de las contribuciones de los intermediarios
y de los Estados neutrales, según lo indica el Derecho
Internacional para los Conflictos Armados.
E. ORGANIZACIÓN BÁSICA DE LA FUERZA TERRESTRE
Tanto en tiempo de paz como en la guerra, la FT debe estar
organizada de tal manera que pueda cumplir con las misiones
impuestas, para lo cual debe contar con los órganos de comando,
de planificación, operativos, técnico-administrativos y otros; además
debe tener el apoyo de las otras ramas de las FFAA y la capacidad
de pasar del estado de paz al de guerra mediante la movilización.
La FT puede ser considerada bajo dos acepciones básicas: como
institución en tiempo de paz y, como institución movilizada en
tiempo de guerra.
1. La Fuerza Terrestre Institución
Es un componente básico de las FFAA integrada
fundamentalmente, por unidades terrestres con capacidad para
disuadir, en conjunto con las otras instituciones armadas, a los
presuntos adversarios.
La FT como Institución posee en su organización: mandos,
repartos, recursos tanto humanos como materiales, institutos,
empresas y otros, todo esto bajo un marco legal.
Su función principal es el fortalecimiento institución, apoyo al
desarrollo nacional y preparación de los instrumentos bélicos.
- 13 -
COMANDO
GENERAL DE LA
F.T.
CONSEJOS
INSPECTORÍA
GENERAL
J.E.M
DIRECC
DE
PERSON.
DIRECC
DE
INTELI
DIRECC
DE
OPERAC.
DIRECC
DE
LOGÍSTI.
X
29
BIM
DIRECC
DE COMU.
SISTEM.
E.M.P
DIRECC
DE
EDUCAC.
DIRECC
DE
FINANZAS
DIRECC
DE
DOCTRINA
DIRECC
DE
SANIDAD
DIRECC
DE BIEN.
PERSON.
X
25
B.A.L
CALE
CMFT
C.I.E.M
XX
X
C.E.E
ESPE
DINE
15
I.G.M.
Figura 2-1 Organigrama de la Fuerza Terrestre Institución
2. La Fuerza Terrestre Institución Movilizada (preparada para
la guerra)
Ésta se materializa al pasar del estado de paz al de guerra,
mediante el completamiento del personal, medios administrativos
y logísticos necesarios para afrontar la guerra. Es decir, se
prepara y organiza para cumplir con la campaña terrestre. En esta
organización se conforma el Comando Administrativo Logístico
(COMAL) cuya misión es apoyar a las operaciones y el Comando
de Operaciones Terrestre (COMOT), responsable de la
- 14 -
organización, planificación, ejecución y supervisión de las
operaciones.
F. EL EJÉRCITO DE OPERACIONES COMO UNIDAD DEL TEATRO
DE OPERACIONES TERRESTRE
La FT para la ejecución de la guerra, activa una gran unidad con la
denominación de Ejército de Operaciones (EJEOP).
El EJEOP es la mayor unidad de armas combinadas terrestres que
constituye parte del nivel estratégico. Corresponde a la totalidad de los
medios de la Fuerza Terrestre Movilizada, con excepción de aquellas
unidades u organizaciones asignadas a otros órganos de maniobra o
mandos jurisdiccionales del escalón FFAA y de aquellas que
permanezcan dependiendo de la Fuerza Terrestre Institución Movilizada.
Las Fuerzas del EJEOP asignadas al teatro de operaciones incluyen
los elementos de combate, de apoyo de combate, de apoyo de servicio
de combate y sus medios de mando y control, los mismos que se
combinan en unidades de acuerdo con los requerimientos de la misión
y la naturaleza de la operación.
Esta gran unidad ejecuta operaciones en el nivel estratégico u
operativo, dependiendo si el CCFFAA la comanda directa o
indirectamente. Planifica también la maniobra estratégica u operativa y
la transforma en operaciones tácticas, cuya ejecución les corresponde
a sus fuerzas de maniobra.
Está constituido por un comando y lista de tropas, contiene a las
divisiones como unidades operativas, sin embargo tiene una
organización flexible, la misma que puede variar de acuerdo a cada
misión impuesta.
El empleo de las divisiones de Ejército y de las brigadas facilita al
EJEOP la ejecución, el control y la coordinación de las operaciones
presentes, posibilitándole además mejores condiciones para la
planificación de las operaciones futuras.
1. La división de ejército (DE)
Es una unidad táctica y administrativa mayor, que contiene a
elementos de combate, apoyo de combate y apoyo de servicios de
combate necesarios para las operaciones. Está constituida por un
número variable de brigadas y por tropas divisionarias.
- 15 -
La DE planifica y coordina el empleo de las brigadas que la integran
y, cuando es necesario, las refuerza con medios o con fuegos, sea
para intervenir en el combate o para prolongar las acciones.
2. La brigada
Es una unidad táctica y administrativa conformada por batallones
o similares y unidades menores que le permiten cumplir
operaciones. Dependiendo de la misión, puede estar encuadrada
en una división o pertenecer directamente al EJEOP.
Además dependiendo de la misión a cumplir puede ser reforzada
con elementos de combate, apoyo de combate y apoyo de
servicios de combate.
3. El Batallón o similares
Es una unidad táctica y administrativa perteneciente a un arma o
servicio bajo un comando único dependiente de la brigada,
conformada por compañías o similares menores que le permiten
cumplir operaciones tácticas.
Dependiendo de la misión a cumplir puede ser reforzada con
elementos de combate, apoyo de combate y apoyo de servicios de
combate.
G. ELEMENTOS DE COMBATE, DE APOYO DE COMBATE Y DE
APOYO DE SERVICIOS DE COMBATE
Para lograr los fines que se persigue en la guerra, se requiere en cada
momento de medios determinados y de procedimientos establecidos
con anterioridad, los mismos que han ido evolucionando a lo largo del
tiempo, produciendo una mayor especialización en el cumplimiento de
las misiones. Por ello, la FT se organiza, en proporción adecuada en
elementos de combate, de apoyo de combate y de apoyo de servicios
de combate; y se articula, según los criterios de funcionalidad y
operatividad en unidades y organismos de distintos tipos en forma
flexible, armónica y polivalente para hacer frente a sus
responsabilidades.
La FT para la guerra se encuentra organizada básicamente considerando
los siguientes elementos:
Elementos de combate, son aquellos que pertenecen a las armas de:
- 16 -
Infantería; Caballería Blindada; y Aviación del Ejército.
Elementos de apoyo de combate, son aquellos que pertenecen a las
armas de: Artillería; Ingeniería; Comunicaciones; Inteligencia Militar; y,
Aviación del Ejército.
Elementos de apoyo de servicio de combate, son aquellos que
pertenecen a los servicios de: Intendencia; Material de Guerra;
Transportes; Sanidad y Veterinaria; Aviación del Ejército; Justicia; y,
Administración general.
1. Elementos de combate
Constituyen los medios de acción con capacidad para combatir,
diferenciándose por su forma peculiar de empleo y por su misión
a cumplir en el combate.
a. Infantería
Es el arma concebida para chocar con el enemigo mediante el
fuego y movimiento caracterizándose por su capacidad de
actuar en toda clase de terreno y circunstancia.
Su misión es cerrar con el enemigo para destruirlo o capturarlo. Para ello utilizará procedimientos ofensivos y defensivos,
según la misión asignada y la situación. En provecho suyo han
de actuar todas las demás armas y servicios, constituyendo el
núcleo principal de la Fuerza Terrestre.
La Infantería puede ser a pie, motorizada, mecanizada y
blindada dependiendo del medio de transporte a utilizar.
En consecuencia es el arma básica de la maniobra.
b. Caballería Blindada
Es el arma que por sus medios cumple con mayor eficiencia
las misiones de seguridad y reconocimiento, como también las
acciones decisivas del combate. Basa fundamentalmente su
actuación en la movilidad y potencia de fuego teniendo un
marcado carácter ofensivo.
Sus características principales son: velocidad, movilidad, flexibilidad y acción de choque.
La Caballería Blindada combate sobre vehículos blindados,
- 17 -
operando en amplios frentes, a gran distancia de las fuerzas
propias, en la profundidad del dispositivo de seguridad del
enemigo, en acciones aisladas y en escenarios de situación
desconocida o cambiante.
c. Aviación del Ejército
Debido a la gran flexibilidad de los medios aéreos, la Aviación
del Ejército confiere una nueva dimensión al combate y mayor
profundidad al campo de batalla, al permitir la rápida
concentración de un poder de combate superior contra las
vulnerabi-lidades del enemigo e influir en el curso de las
operaciones.
Como elemento de combate la Aviación del Ejército puede
cumplir misiones de ataque, reconocimiento, seguridad y de
asalto aéreo.
2. Elementos de apoyo de combate
Son aquellos elementos que con sus acciones incrementan y
completan la capacidad combativa de las unidades de combate,
a través de fuegos, trabajos de ingeniería, obtención de
información y facilitando el mando y control.
a. Artillería
Es el arma especializada en apoyar y proteger con sus fuegos
a las fuerzas.
Para obtener los efectos adecuados sobre los objetivos
te-rrestres, navales o aéreos que se le asignan, emplea
sistemas de armas diversos. Los objetivos sobre los que actúa
caracterizan las diferentes clases de artillería: de campo, de
costa y antiaérea.
En consecuencia, la artillería es, por excelencia, el arma
básica del sistema de apoyo de fuegos y contribuye al sistema
de defensa aérea.
b. Ingeniería
Es el arma de apoyo de combate que ejecuta trabajos técnicos
y especializados encaminados a: la protección; supervivencia
y movilidad de las fuerzas propias; y, dificultar la movilidad del
- 18 -
enemigo, constituyéndose un factor multiplicador de la potencia
de combate.
Son sus características esenciales de flexibilidad en la
organización para poder adaptarse a las variadas misiones y
la coordinación técnica en todas sus acciones. Contribuye
decisivamente a hacer posible el ejercicio del mando.
Excepcionalmente, la ingeniería puede proveerse su propia
seguridad, cuando está estacionada o en marcha, en este
caso pierde sus características de apoyo de combate y sufre
una reorganización de su estructura normal para cumplir
misiones de combate.
c. Comunicaciones
Las comunicaciones constituyen un arma de apoyo técnico
especializado.
El apoyo de comunicaciones proporciona rapidez, confianza y
seguridad a la transmisión de informaciones de combate, y
decisiones de comando. Los sistemas de comunicaciones
deben posibilitar el mando y el control, además de proporcionar
el enlace con todos los escalones en el teatro de
operaciones.
Los medios de comunicaciones empleados, así como su
utilización, necesitan adaptarse a los problemas creados por
el esfuerzo para controlar fuegos y por el dislocamiento de
fuerzas muy dispersas, muchas de ellas en contacto con el
enemigo. Cada escalón dispone de tropas y equipos orgánicos
para instalar, explotar y mantener las comunicaciones
indispensables y facilitar el mando y control en las operaciones
que se realicen en el cumplimiento de la misión.
d. Inteligencia
La inteligencia, arma especializada cuya misión es satisfacer
las necesidades de información sobre: el enemigo; el terreno:
y, las condiciones meteorológicas que faciliten la planificación
y conducción de las operaciones. Es responsable de materializar el sistema de inteligencia del campo de batalla.
La inteligencia opera por medio de destacamentos y agencias
- 19 -
de búsqueda, los cuales, por medio de los agentes de
información proporcionan el conocimiento necesario sobre los
factores antes citados, los que son evaluados mediante un
proceso para comprobar su veracidad y factibilidad y así
determinar su verdadero valor.
e. Aviación del Ejército
Los elementos del arma de Aviación del Ejército, son considerados como de apoyo de combate cuando cumplen
misiones de: movimiento aéreo; mando y control; y, búsqueda
y rescate.
Son misiones de movimiento aéreo, aquellas que se realizan
con medios aéreos, con un propósito distinto de las misiones
de asalto aéreo, se realizan para movilizar tropas y equipo,
como piezas de artillería, munición, piezas de defensa aérea y
otros. El apoyo al mando y control, se lo ejecuta por medio de
misiones como reconocimiento y seguridad, transporte de
planes e informes o actuando como “relay” para materializar el
enlace entre las unidades y puestos de mando. Las misiones
de búsqueda y rescate, se conducen, generalmente, para
recuperar las tripulaciones que han sido derribadas en
combate.
3. Elementos de apoyo de servicios de combate
Los elementos de apoyo de servicio de combate son aquellos
especialmente preparados para gestionar los recursos necesarios
que las unidades necesitan para el cumplimiento de su misión.
Ellos aplican las técnicas especiales que las funciones logísticas
y de personal exigen.
En el combate, sus actividades materializan el sistema de apoyo
administrativo, que es importante e indispensable para que el
comandante de las unidades de combate llegue al éxito de sus
operaciones.
a. Intendencia
Este servicio tiene como misión principal dar solución al
abastecimiento de subsistencia (alimentación), de vestuario y
equipo individual y de unidad. Cumple su misión, principalmente,
mediante la ejecución de actividades específicas descritas en
el manual de logística.
- 20 -
b. Material de guerra
Este servicio es el encargado de satisfacer las necesidades
relacionadas con la obtención, reemplazo y recuperación de
material de guerra, abastecimiento de pertrechos y munición,
evacuación y mantenimiento de todo el material salvado,
capturado, o deteriorado que se encuentren en poder de las
tropas y posibilitar con ello, la correcta y oportuna utilización
del material.
El cumplimiento de su misión lo realiza a través de ciertas
actividades específicas descritas en el manual de logística.
c. Transporte
Este servicio debe satisfacer las necesidades relacionadas
con el acarreo y transporte de abastecimientos, personal y
medios, en beneficio de los otros servicios y unidades de
combate y de apoyo de combate.
Ejecuta actividades específicas descritas en el manual de
logística.
d. Sanidad y Veterinaria
Esta especialidad está constituida por el conjunto de órganos
encargados de mantener en condiciones óptimas de salud al
personal y animales de interés militar de la FT, así como llevar
a cabo la recuperación de aquellos que hayan podido causar
bajas para el servicio, prestando asistencia médica,
farmacéutica y veterinaria.
Cumple las actividades específicas descritas en el manual de
logística.
e. Aviación del Ejército
Para la Aviación del Ejército las misiones de apoyo de servicio
de combate son el movimiento aéreo y la evacuación
ae-romédica.
El movimiento aéreo, lo ejecuta para transportar personal y
abastecimiento logístico. La evacuación aereomédica, incluye
el recoger las bajas del campo de batalla y su traslado hacia
instalaciones de tratamiento inicial, para lo cual se utiliza
aeronaves equipadas como ambulancia aérea o simplemente
- 21 -
las aeronaves disponibles en el campo de batalla realizarán la
evacuación de heridos desde el área de operaciones hacia el
área de retaguardia.
CAPÍTULO III
LAS OPERACIONES MILITARES
A. DEFINICIÓN DE OPERACIÓN
Es el conjunto de actividades realizadas por unidades de la Fuerza
Terrestre, individual o colectivamente, con tropas y medios orgánicos
o bajo cualquiera de las relaciones de mando, coordinadas en tiempo
y en espacio, de acuerdo con lo establecido en un plan u orden para
el cumplimiento de una misión o tarea. De esta definición se
desprende lo siguiente:
Operación mayor.- Es un conjunto de operaciones tácticas
conducidas por una fuerza y coordinadas en tiempo y en espacio
para alcanzar objetivos operativos, y a veces estratégicos, en una
área de operaciones.
Operación táctica.- Es el conjunto de actividades que ejecutan las
unidades para alcanzar objetivos tácticos actuando en el nivel
táctico, coordinadas en tiempo y en espacio.
En el nivel operativo, son fundamentales las operaciones ofensivas
y las operaciones defensivas., a más de estas dos, se reconoce
también las operaciones retrógradas, que permiten mantener la
flexibilidad y la fluidez de combate terrestre así como variar el ritmo
del mismo.
B. TIPOS DE OPERACIONES MILITARES
El amplio espectro de situaciones en el que puede verse involucrada
la Fuerza Terrestre o parte de ella para la consecución de los
objetivos impuestos, supone su empleo mediante la aplicación
directa de todas o parte de sus capacidades militares.
Las operaciones militares se dividen según diversos criterios; así, en
función de los principios y procedimientos empleados dentro del
marco de situaciones en que se realizan, podrán ser operaciones
bélicas y no bélicas. Del mismo modo en razón de las fuerzas que
- 23 -
intervengan en ellas, serán: específicas, conjuntas y combinadas.
1. Según los principios y procedimientos empleados dentro
del marco de la situación en que se realizan
a. Operaciones Bélicas
Son aquellas en que se emplea todas las capacidades de las
organizaciones operativas de la Fuerza Terrestre o se amenaza
con hacerlo, aplicando los principios y procedimientos de
combate derivados del arte de la guerra. Es el cometido
principal y tradicional de las fuerzas militares y para el que han
- 24 -
de estar permanentemente preparadas. Se desarrollan en
situaciones de conflicto bélico, aunque en las de crisis o paz,
pueden tener lugar operaciones que requieran de combate.
La FT contempla la siguiente clasificación:
b. Operaciones no Bélicas
Son las que emplean fuerzas militares aplicando parte de sus
capacidades a situaciones de paz o crisis para mantener por
debajo del umbral del conflicto bélico las tensiones entre países o entre facciones de un mismo país. Asimismo, se realizan
en apoyo de las autoridades y organismos civiles nacionales,
cuando sean requeridas, o en caso de catástrofe o calamidad
pública.
Las operaciones no bélicas pueden coexistir con operaciones
bélicas en el Teatro de Operaciones; en este caso, serán los
objetivos estratégicos a alcanzar en el teatro los que guíen su
accionar.
La Fuerza Terrestre debe estar preparada para la realización
de estas operaciones, bien en el marco de organizaciones
nacionales o multinacionales, o ante la aparición de diversos
focos de riesgo que puedan poner en peligro los intereses
nacionales de forma más o menos directa.
2. Según las fuerzas que intervienen
a. Operaciones específicas
Son las operaciones realizadas con fuerzas y medios de la
Fuerza Terrestre y se ajustan a lo establecido en el presente
manual. Su ejecución se efectuará, normalmente, en los
niveles operativo y táctico.
b. Operaciones conjuntas
Son las operaciones realizadas con fuerzas y medios
pertenecientes a dos o a las tres fuerzas (terrestre, naval y
aérea).
Su ejecución requiere:
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- Un comandante único, Jefe del Comando Conjunto de las
Fuerzas Armadas, investido con la autoridad necesaria
para conducir las actividades de todas las fuerzas y utilizar
los recursos puestos a su disposición con un propósito
único.
- Unas fuerzas conjuntas compuestas por elementos
significativos, de dos o más fuerzas.
- Una planificación común, lo que exige la existencia de un
estado mayor conjunto.
- El establecimiento de unas relaciones de mando y de un
sistema de comando y control adecuados que faciliten el
desarrollo de las operaciones.
c. Operaciones combinadas
Son las operaciones realizadas con fuerzas y medios de dos
o más estados en el ámbito de una alianza o coalición.
La ejecución eficaz de las operaciones combinadas se verá
afectada frecuentemente por los siguientes factores: diversos
objetivos nacionales; diferencias culturales; variadas
capacidades tecnológicas; falta de homogeneidad en cuanto a
doc-trinas, procedimientos, instrucción y equipo; distintas
aportaciones nacionales; y otros.
C. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES MILITARES
1. Principios de la guerra
Los principios de la guerra, son verdades confirmadas e ideas
básicas que vienen rigiendo de una manera permanente las
acciones victoriosas de los ejércitos, según se desprende del
examen de la historia. Conocerlos no es suficiente para vencer,
pero ignorarlos, a menudo, será suficiente para ser derrotado.
Los principios constituyen la base formal permanente de la ciencia
y el arte militar. Sin ellos, la base científica de la conducción de
las operaciones militares carecería de solidez y el arte militar no
podría presentar las manifestaciones geniales de los grandes
hechos de la enseñanza de la historia.
- 26 -
Los principios sirven como punto de apoyo a las teorías y a las
doctrinas mediante su ponderación y adaptación según el
am-biente económico-social, el nivel de desarrollo tecnológico de
los medios y el criterio político establecido para la realización de
la guerra en cada época.
Los principios de la guerra reconocidos por el ejército ecuatoriano, con aplicación a todos los niveles de la misma son:
a. Objetivo
“Alcanzar un objetivo militar establecido que ha de ser
claramente definido, decisivo y alcanzable”
El objetivo estará claramente definido, cuando resulte inequívoco. Puede ser tangible o intangible, como una zona de
terreno o un sistema operativo del campo de batalla, lo
importante es que sea claramente identificable.
Será decisivo, cuando su consecución tenga una evidente
repercusión en el logro del objetivo del mando superior.
Será alcanzable, cuando el mando al que se le asigne reciba
los recursos, la autoridad necesaria y la libertad de acción que
permita su consecución.
Toda operación que no contribuya al logro del objetivo
asignado, debe ser expresamente evitada. El propósito de las
operaciones militares será alcanzar el objetivo estratégico
final, sea mediante la destrucción de las fuerzas enemigas o
el quebrantamiento de su voluntad de lucha.
b. Ofensiva
“Tomar, mantener y explotar la iniciativa”
El principio de la ofensiva determina que la acción ofensiva y
el mantenimiento de la iniciativa, constituyen la manera más
eficaz y decisiva para alcanzar un objetivo común.
La ofensiva permite al comandante aprovechar la iniciativa,
imponer su voluntad al enemigo, establecer los términos y
escoger el lugar de combate, explotar debilidades y reaccionar
- 27 -
a situaciones inestables y sucesos imprevistos. No importa el
nivel, estratégico, operativo o táctico, la fuerza que retiene la
iniciativa mediante la acción ofensiva, obliga al enemigo a
reaccionar en lugar de actuar.
La acción ofensiva es esencial para el logro de una decisión
definitiva y facilitará el mantenimiento de un elevado estado de
ánimo y de un espíritu agresivo.
El adoptar una actitud defensiva debe ser solamente una
condición temporal hasta que los medios necesarios estén
disponibles para reanudar operaciones ofensivas.
Un espíritu ofensivo debe prevalecer en la realización de todas
las operaciones defensivas. La defensa debe ser activa, no
pasiva. Esto es así porque la acción ofensiva, no importa la
forma que tome, es el medio por el cual una fuerza toma y
mantiene la iniciativa, logra resultados y mantiene la libertad
de acción.
c. Masa
“Concentrar la potencia de combate en el momento y
lugar decisivos”
Requiere la aplicación de una potencia de combate superior
para dar un golpe decisivo en el punto débil del enemigo, a fin
de destruirlo o colocarlo en una posición donde pueda ser
destruido posteriormente. La iniciativa que acompaña a la
acción ofensiva, permite que se escoja el momento, el lugar y
la forma en que se debe aplicar.
La masa comprende algo más que la concentración de
unidades de combate, de hecho, también incluye el mejor
empleo de la potencia de fuego, la participación oportuna de
buenos líderes y un apoyo de servicio de combate eficaz.
d. Economía de fuerzas
“Emplear la mínima potencia de combate en lugares no
decisivos”
Es la distribución equilibrada de los medios disponibles,
dedicando a cada misión los indispensables para su
- 28 -
cumplimiento, a fin de aplicar sobre el lugar y momento
decisivo la máxima potencia de combate. Supone aceptar
riesgos calculados en zonas no vitales, puesto que para
concentrar una potencia de combate superior en el momento
y lugar oportunos, es necesario reducir las fuerzas que se
están empleando en otro lugar. Sin embargo, también es
necesario contar con suficientes fuerzas para cumplir con
misiones menos importantes, lo cual exige que se haga una
evaluación cuidadosa de la situación, particularmente cuando
los esfuerzos secundarios contribuyen en forma significativa al
esfuerzo principal, considerando además la necesidad militar
imperiosa.
e. Unidad de mando
“Actuar bajo la orden de un comandante único”
La unidad de mando, es el establecimiento de la autoridad,
única y necesaria para obtener un esfuerzo máximo, se aplica
a todas las fuerzas militares y facilita la cooperación y el
trabajo colectivo...
La unidad de mando significa entonces, dirigir y coordinar la
acción de todas las fuerzas hacia un objetivo común, concediendo a un solo comandante la autoridad necesaria para el
cumplimiento de las misiones.
f. Sorpresa
“Atacar al enemigo en el momento, lugar y forma para él
inesperados”
Consiste en combatir al enemigo que se encuentra
desprevenido, empleando medios o procedimientos
desconocidos por él. Con la sorpresa se pretende infligir al
enemigo el má-ximo de daños con el mínimo de pérdidas para
las propias tropas, colocarlo en condiciones de inferioridad y
quebrantar su moral.
El mantenimiento de los planes en secreto, el encubrimiento
de los movimientos y los efectivos, las medidas de engaño, la
rapidez de maniobra, las variaciones de los procedimientos y
- 29 -
el empleo de técnicas y tácticas
enormemente a lograr la sorpresa.
ingeniosas, contribuyen
g. Seguridad
“Establecer y mantener medidas de protección”
La seguridad es cuidarse contra la acción del enemigo,
evitando ser sorprendidos. Es esencial para mantener la
libertad de acción y la potencia de combate. El grado de
seguridad para una operación se logra mediante la protección
y la negación de información al enemigo sobre las intenciones
y actividades de fuerzas propias, o haciéndoselas llegar en
forma incorrecta, al tiempo que se busca el máximo de
conocimiento sobre él.
La seguridad no implica una excesiva precaución, toda vez
que un poco de audacia es esencial para el éxito de las
operaciones. Excesivo cuidado o indebida cautela pueden
comprometer seriamente la explotación de ventajas concedidas
por el enemigo.
h. Simplicidad
“Elaborar planes y órdenes claros, precisos y concisos”
Consiste en asegurar un completo entendimiento de los planes
y órdenes emitidos, utilizando un lenguaje sencillo y una planificación adecuada, reduciendo la posibilidad de falla o
incomprensión, a la vez que facilita la introducción de
modificaciones o ampliaciones a las acciones planificadas, sin
sa-crificar la precisión, la flexibilidad y el cabal cumplimiento
de la misión.
Hay tres aspectos que deben ser considerados en este
principio:
- Las operaciones deben ser concebidas de modo que
puedan ser fácilmente comprendidas por los escalones
subordinados y estar dentro de las posibilidades de los
medios disponibles;
- Los planes deben ser objetivos, claramente definidos y
priorizados; y,
- 30 -
- Las misiones atribuidas a los niveles subordinados deben
ser de fácil cumplimiento y acordes al equipo, medios y
adiestramiento de las fuerzas.
i. Maniobra
“Ubicar a las fuerzas para crear o retener una situación
favorable ante el enemigo”
Es el despliegue que permite disponer de la potencia de
combate en el momento y lugar oportunos para alcanzar un
objetivo. La aplicación eficiente de este principio a menudo
facilita la sorpresa mediante la explotación de los puntos
débiles del enemigo, contribuye significativamente a mantener
la iniciativa, aprovechar el éxito, preservar la libertad de acción
y reducir la vulnerabilidad.
El objeto de la maniobra es concentrar o dispersar fuerzas de
una manera tal que permita poner al enemigo en desventaja,
logrando de esa manera resultados que de otro modo
resultarían más costosos en efectivos y medios.
La maniobra no tiene un marco ni escalón determinado, de tal
manera que puede ser aplicada en todos los niveles de
conducción de las operaciones militares. La aplicación exitosa
de este principio requiere no sólo fuego y movimiento, sino
también de flexibilidad y de una adecuada aplicación de los
principios de masa y economía de fuerzas.
2. Características generales de las operaciones
Toda doctrina referente al adiestramiento y liderazgo, así como la
doctrina referente al combate, apoyo de combate y apoyo de
servicios de combate, se deriva directamente de los principios, a
los cuales respalda.
El éxito en el campo de batalla y fuera de él, estriba en la habilidad
del comandante para operar de conformidad con las si-guientes
características operacionales: iniciativa, agilidad, profundidad,
sincronización y flexibilidad. Por sí solas no son garantía de éxito,
pero sin ellas, es difícil y costoso alcanzar la victoria.
- 31 -
a. Iniciativa
Significa anticiparse al enemigo, despojándolo de todas sus
alternativas, sin perder las propias, ello requiere que los
comandantes prevean los sucesos en el campo de batalla, de
manera que sus unidades puedan actuar y reaccionar con
mayor rapidez que las del enemigo.
La iniciativa se establece o modifica, mediante la acción y las
condiciones del combate; conlleva la aplicación de un espíritu
ofensivo al ejecutar las operaciones. Aplicada a la totalidad de
una fuerza, la iniciativa requiere de un esfuerzo constante con
miras a someter al enemigo; y, a conservar la libertad de
acción propia.
En lo que a las tropas y mandos se refiere, la Iniciativa precisa
la disposición y habilidad para actuar independientemente
dentro del marco de la intención del comandante superior.
En la ofensiva, la iniciativa significa negarle al enemigo toda
oportunidad de recobrarse del efecto psicológico del ataque
inicial. Un comandante en el ataque toma y conserva la
iniciativa mediante la selección de la hora y punto de ataque,
y de la intensidad de dicho ataque. Concentra sus fuerzas y
ejecuta sus acciones con mayor velocidad, audacia e intensidad
que el enemigo, buscando continuamente sus puntos débiles
y trasladando el ataque principal de un punto a otro, de ser
necesario. Asimismo, pasa rápidamente del ataque a la
explotación y nuevamente al ataque, si la situación lo exige.
Los comandantes, actuando con tenacidad, mantienen a su
enemigo en zozobra constante, aceptando riesgos y obligando
a sus propios soldados y su equipo a desempeñarse a fondo
durante el lapso que sea necesario.
En la defensa, la Iniciativa significa una rápida transmutación
de papeles con el atacante. El comandante de una fuerza
defensiva hace lo necesario para neutralizar la ventaja inicial
del atacante. Recopila información que le permita enterarse a
tiempo de los probables cursos de acción del atacante, impone
el ritmo de las operaciones y restringe, en lo posible, las
alternativas del enemigo.
- 32 -
b. Agilidad
Es la habilidad de las fuerzas para actuar con mayor rapidez
que el enemigo, y constituye un elemento necesario para
tomar y conservar la iniciativa. Se trata de una cualidad tanto
mental como física.
La mayor rapidez permite concentrar y enfrentar los puntos
fuertes propios a las vulnerabilidades enemigas. Las fuerzas
propias bien podrían ser obligadas a concentrarse una y otra
vez, de manera que cuando el enemigo reaccione a uno de
sus movimientos, ya habrán efectuado el siguiente,
entorpeciendo así los planes del enemigo y obligándolo a
responder en forma desorganizada y a empeñar sus fuerzas
de ma-nera aislada. Este método de concentración sucesiva
de fuerzas contra un enemigo que presenta puntos vulnerables
o que no se ha preparado debidamente, permite a una fuerza
menos numerosa desorientar, fragmentar y, a la larga, derrotar
formaciones mucho mayores. Para lograrlo, es preciso poseer
agilidad.
c. Profundidad
La profundidad es la extensión de las operaciones desde el
punto de vista del tiempo, el espacio, los recursos y la finalidad.
Estos factores varían según el escalón y las restricciones
impuestas al comandante. Lo más importante, es el hecho de
que en cualquier operación se debe poseer la habilidad para
obtener información y ejercer influencia en las acciones que
tienen lugar hasta en lo más profundo del campo de batalla.
Sin importar el nivel de conducción, la Profundidad resalta la
necesidad de prever y preparar lo necesario para atacar al
enemigo en cualquier punto de su retaguardia, inclusive los
más profundos. El comandante debe tomar en cuenta los
efectos de la distancia en las operaciones, y determinar hasta
donde deben extenderse las mismas y cual debe ser la
longitud de sus líneas de comunicaciones y las del enemigo.
Al mismo tiempo, debe considerar los efectos de la profundidad
en la densidad de las fuerzas a lo largo y ancho del campo de
batalla. Es responsable de calcular el alcance efectivo de sus
- 33 -
sistemas de apoyo de fuegos, inteligencia, apoyo logístico,
defensa antiaérea y aviación del ejército.
La profundidad le permite al comandante mantener el ímpetu
del combate y aprovechar todos sus recursos para hostigar al
enemigo, atacando a las fuerzas y demás recursos
simultáneamente en todo el campo de batalla. El ímpetu del
ataque y la flexibilidad de la defensa son producto derivado de
la profundidad. El buen comandante vela por el éxito de las
operaciones en curso y la previsión de operaciones futuras. La
profundidad es algo que nunca se pierde de vista, sabiendo
que la incertidumbre y el azar son siempre condiciones de la
guerra. Proyectándose más allá de los requerimientos del
momento, el comandante prevé las acciones que serán
necesarias en el futuro.
En las operaciones tácticas, tanto ofensivas como defensivas,
el comandante hostiga al enemigo, no importa donde se
encuentre, mediante el fuego y el ataque a sus flancos y
retaguardia. Ataca a las fuerzas empeñadas y a las no
empeñadas, y sincroniza sus operaciones de ataque en
profundidad contra la artillería enemiga y los medios de mando
y control. Estas operaciones en profundidad despojan al
enemigo de su libertad de acción, reducen su flexibilidad y
resistencia, y entorpecen sus planes y su coordinación, y lo
más importante, impiden que el enemigo interfiera las acciones
propias.
d. Sincronización
Consiste en coordinar, en tiempo y en espacio, las actividades
necesarias para lograr la concentración de fuerzas en el punto
decisivo. Por ejemplo, integrar a la maniobra todas las
actividades de inteligencia, logística y apoyo de fuego, lleva a
la sincronización de las operaciones.
Algunas de las actividades que los comandantes deben
sincronizar en una operación, incluye la perturbación de las
comunicaciones enemigas, la suspensión de su fuego antiaéreo
y el cambio de fuerzas de reserva. Estas actividades podrían
preceder al momento decisivo, sin embargo, podrán, además,
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ocurrir en puntos muy distantes unos de otros. Aunque
separadas por la distancia y el tiempo, estas actividades
deben estar bien sincronizadas para que la combinación de
sus efectos se haga sentir en el momento y en el punto
decisivo. La sincronización tiene por finalidad lograr una
potencia de combate arrolladora.
En definitiva, el producto de una buena sincronización es el
aprovechamiento máximo de todos los recursos con el fin de
que contribuyan a la victoria. La sincronización implica la
aplicación del juicio para escoger entre acciones simultáneas
y acciones consecutivas.
e. Flexibilidad
Es la habilidad de las unidades para adaptarse a distintas
misiones y tareas, algunas de las cuales podrían no constar en
su propia lista de tareas esenciales para la misión. Implica la
capacidad para cumplir una multiplicidad de funciones, operar
en distintos tipos de conflicto y desempeñarse a niveles
táctico, operativo y estratégico.
La Flexibilidad requiere de competencia en numerosas
destrezas y en el cumplimiento de una variedad de misiones.
Implica que toda organización militar debe poseer la capacidad
para estructurarse en diversas formas y trasladarse de una
área o región a otra sin perder de vista su objetivo.
La Flexibilidad es producto del liderazgo, el entrenamiento y
equipamiento, así como del uso de normas y planes detallados.
Es garantía de que la unidad puede realizar un sinnúmero de
operaciones, ya sea en forma simultánea o sucesiva, con igual
eficacia y éxito.
3. Uso del espacio aéreo
El combate moderno exige maniobras rápidas, flexibles y
sincronizadas por parte de las fuerzas empeñadas, a fin de
obtener los mejores resultados en las operaciones simultáneas y
en dife-rentes profundidades. Maniobras rápidas y profundas,
apoyo de fuegos, operaciones aeroterrestres y de asalto aéreo,
operaciones especiales y de guerra electrónica serán conducidas
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en este ambiente, utilizando el espacio aéreo que se encuentra
sobre el campo de batalla.
Esta nueva realidad del ambiente operacional exige una eficaz y
eficiente coordinación del uso del espacio aéreo, sea para
sincronizar las operaciones o para evitar que fuerzas propias
sean dadas de baja.
El área de operaciones del comandante incluirá necesariamente
el espacio aéreo donde se hará sentir los efectos de su poder de
combate, puesto que diversos componentes de las fuerzas de
tierra pueden utilizar ese espacio aéreo, como la artillería,
morteros, aviación del ejército, las operaciones de guerra
electrónica, sin descartar desde luego que el espacio aéreo sea
utilizado también por la Fuerza Aérea para cumplir sus misiones.
La utilización del espacio aéreo por tantos usuarios exige una
coordinación extrema. Las medidas de coordinación deben ser
eficaces, eficientes y oportunas, puestas en ejecución en tiempo
real y con una difusión inmediata a todos los interesados. De este
modo, las tres dimensiones del campo de batalla podrán ser
utilizadas en su plenitud y coordinadamente.
4. Potencia de combate
Es la capacidad de combate disponible por determinada fuerza,
resultante de la combinación de los medios físicos a disposición
de un comandante y del valor de la tropa que la conforma. Estos
condicionan: la capacidad de maniobra de las unidades; la
potencia de fuego; y, la seguridad.
- La capacidad de maniobra, permite a la fuerza lograr una
situación ventajosa en relación con el enemigo, incrementando
la posibilidad de aplicar sus fuegos, conseguir sorpresa,
ejecutar esfuerzos decisivos y lograr un dominio moral y
psicológico.
- La potencia de fuego, es el volumen de fuego proporcionado
por unidades o sistemas de armas. Los efectos máximos de
este factor se logran con la plena integración de los fuegos
disponibles, así como los de refuerzo.
- La seguridad, permite a los mandos conservar las capacidades
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de sus unidades para disponer de ellas en los momentos y
lugares decisivos.
El éxito de las operaciones se logrará aplicando la máxima
potencia de combate, en el lugar y momento oportunos, no dando
ocasión para que el enemigo actúe de una forma coordinada y
eficaz contra fuerzas propias.
5. Factores de la decisión
a. Misión
Es la expresión clara y concisa de las tareas que debe cumplir
una unidad, es prescrita por el escalón superior, y contiene los
aspectos principales que guiarán las acciones del escalón
considerado, en el contexto de la maniobra concebida.
Después de recibir una misión y antes de proceder a su
análisis, el comandante reúne en el menor tiempo posible toda
la información disponible para el cumplimiento de la misma,
para lo cual necesita una colaboración decidida de su estado
mayor.
A la luz de la situación, el comandante analiza la misión
confrontándola con el concepto de la operación del escalón
superior, a fin de indicar a su estado mayor las directrices de
pla-nificación y el enunciado de su misión que puede ser
impartido de forma minuciosa, rica en detalles, o simplemente,
por medio de finalidades de la misma.
Al analizar la misión, la intención del comandante debe ser de
fácil comprensión, especialmente cuando ha sido expresada
verbalmente; de no entendérsela, se debe solicitar la aclaración
respectiva.
b. Enemigo
El estudio del enemigo en base de una situación presentada,
debe estar encaminado a establecer las peculiaridades y
debilidades que pueden influir en un momento determinado,
favorable o desfavorablemente en su eficiencia de combate.
Esas peculiaridades y debilidades son obtenidas por medio de
un análisis integrado de su situación en la operación en
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estudio a través del proceso de inteligencia del campo de
batalla (PICB), y del conocimiento anterior que se tiene del
mismo, en bancos de datos, referentes a su doctrina de
empleo, estructura organizacional, manera de actuar en las
diferentes condiciones ambientales, personalidad de sus
principales comandantes, medios en dotación, entre otros.
La identificación de peculiaridades y debilidades del enemigo,
servirán de base para la determinación de sus vulnerabilidades,
las mismas que serán de vital importancia cuando se establezca
los cursos de acción por parte del oficial de operaciones. Las
vulnerabilidades del enemigo resultan de sus debilidades, las
mismas que podrán ser explotadas por el escalón considerado,
superior y subordinado, debiendo ser objeto de estudio del
oficial de inteligencia.
c. Terreno y condiciones meteorológicas
El estudio del terreno y de las condiciones meteorológicas
está condicionado al escalón considerado y menores. Es realizado por medio del análisis detallado de las condiciones de
observación y campos de tiro, cubertura y encubrimiento,
obstáculos, accidentes importantes, avenidas de aproximación
y, de las condiciones meteorológicas locales, ejecutados a
través del PICB.
En los escalones más altos, se realiza el estudio estratégico
del área de operaciones, desde tiempo de paz, y se lo
mantiene actualizado.
d. Tiempo
El factor tiempo, debe estar siempre presente en el análisis de
la situación y debe ser considerado para la toma de decisiones.
La incorporación de medios cada vez más modernos en el
combate ha mejorado la movilidad, la rapidez y la obtención de
información, potencializando la importancia de la oportunidad.
No basta, simplemente, con planificar bien el desencadenamiento
de las operaciones, sino que éstas deben ocu-rrir en tiempo
oportuno.
En la defensa, el tiempo es un factor fundamental en
actividades como: ocupación de la posición, organización del
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te-rreno, instalación de obstáculos, establecimiento de áreas
de aniquilamiento, planificación de fuegos, escalonamiento de
la defensa en profundidad, etc. A fin de aprovechar el tiempo
mínimo necesario para tales acciones, los escalones más
altos se sirven de fuerzas de cobertura.
En el ataque, el factor tiempo se torna fundamental para que
la acción planificada se lleve a cabo antes de que el enemigo
se refuerce o que éste organice adecuadamente su defensa.
En ambos casos, se debe tener en cuenta que el plazo para la
planificación y distribución de las órdenes de cada escalón
debe permitir también al escalón subordinado el tiempo
necesario para la planificación y distribución de sus órdenes,
y la realización de los reconocimientos para la ejecución de la
operación.
Además, la correcta administración del tiempo es imprescindible para que se consiga una sincronización de las acciones
en los momentos decisivos de modo de obtener el máximo
beneficio de los medios empeñados en combate. Por este
motivo, durante el análisis de los cursos de acción (en el juego
de guerra), el estado mayor debe procurar sincronizar todas
las acciones a partir de la hora y lugar en que se desea
conseguir un determinado efecto, calculando los plazos en
forma retroactiva, a partir de ese evento.
Finalmente, los comandantes en todos los escalones obtendrán
el máximo beneficio del tiempo, acelerando su trabajo de
comando y toma de decisiones, realizando ataques
coordinados, aprovechando el éxito de sus propias acciones,
ejecutando más acciones en menos tiempo, poniéndole al
enemigo en una situación tal, que no pueda reaccionar.
e. Medios disponibles
Todos los elementos de combate, de apoyo de combate y
apoyo de servicio de combate con su material y equipo, constituyen los medios disponibles para el combate. En una
operación se utiliza medios materiales y personales, que van
desde el empleo de armas, tropas suficientemente adiestradas
e instrumentos de la más avanzada tecnología, hasta la propaganda. La selección adecuada de los medios y su aplicación
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en tiempo y en espacio, para alcanzar los objetivos impuestos,
constituye propiamente el arte de planificar.
El análisis y la planificación realizados, en concordancia con
los demás factores, deben facilitar la determinación de las
necesidades para las operaciones. Después de una
confrontación entre los medios necesarios y los disponibles,
se realiza ajustes en la planificación, de acuerdo a la realidad
considerando las eventuales peculiaridades, debilidades y
vulnerabilidades del enemigo.
Desde los escalones más bajos de empleo, se debe analizar
las características de la tropa, las condiciones de movilidad, la
información disponible sobre personal, logística, asuntos
civiles, entre otras cosas. Es necesario considerar, también, el
apoyo que facilitarán las otras fuerzas.
D. NIVELES DE
MI-LITARES
CONDUCCIÓN
DE
LAS
OPERACIONES
Materializado el conflicto armado, la conducción de las operaciones
puede ejecutarse en tres niveles que son: estratégico, operativo y
táctico.
1. Nivel Estratégico
La conducción estratégica de las operaciones es el proceso por
el cual se controla y coordina todas las actividades militares y
civiles; se despliega fuerzas y se vela por su sostenimiento en
medios y recursos, de acuerdo con los objetivos nacionales
establecidos.
En este nivel se fija los objetivos estratégicos finales, se concibe
la estrategia para alcanzarlos y se conduce estratégicamente las
operaciones militares. Asimismo, se valora los riesgos y se
precisa los límites de empleo de las Fuerzas Armadas y otros
instrumentos del poder nacional, considerando las limitaciones o
restricciones al uso de la fuerza impuestas por el nivel político.
En este nivel puede intervenir el CCFFAA o el EJEOP dependiendo si la conducción del CCFFAA es directa o indirecta.
2. Nivel Operativo
Cuando el CCFFAA conduce indirectamente las operaciones,
este nivel desarrolla el arte operativo, que se puede definir como
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el arte de planificar y conducir las operaciones militares con la
finalidad de alcanzar los objetivos militares estratégicos
parciales.
Cuando el CCFFAA conduce directamente las operaciones, en
este nivel actúa la división de ejército, puesto que el EJEOP planifica la guerra en el nivel estratégico.
En los dos casos de conducción de las operaciones militares, este
nivel vincula los objetivos estratégicos y el empleo táctico de las
fuerzas en el campo de batalla. El punto central de este nivel, es
la ejecución de operaciones, el empleo de las fuerzas militares
terrestres, con el fin de alcanzar objetivos estratégicos en el teatro
de guerra, y objetivos estratégicos parciales en el teatro de
operaciones, mediante el diseño, la organización y la ejecución
de campañas subordinadas y operaciones mayores. Las batallas
tácticas tienen por finalidad contribuir a la toma del objetivo
estratégico parcial.
La conducción operativa permite alcanzar los objetivos de la
estrategia militar terrestre.
3. Nivel Táctico
En este nivel se lleva a cabo la conducción de los combates
me-diante los cuales se van a alcanzar los objetivos tácticos y
cuya finalidad última es la de proporcionar la consecución de los
objetivos estratégicos parciales.
A este nivel se aplica la táctica entendida como la ciencia y el arte,
que permite determinar la forma de empleo de la fuerza en
operaciones militares, de acuerdo con sus características,
posibilidades, misión encomendada y situación existente.
Este nivel no corresponde a un único escalón de mando, sino a
todos aquellos mandos que conducen las operaciones tácticas
correspondientes a sus organizaciones o unidades
subordinadas.
E. DINÁMICA DE LAS OPERACIONES MILITARES
Múltiples elementos influyen en la dinámica y coherencia de las
operaciones. Para conducirlas acorde con la intención general
pretendida, el comandante debe actuar con relación a unos marcos
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de referencia que le permitan orientar su actividad coordinadamente
con la de otros comandantes. El derecho a elegir los medios y
métodos de guerra no es ilimitado.
Básicamente se debe conocer el teatro de operaciones terrestre, el
escenario del campo de batalla y el marco de conducción de las
operaciones.
1. El teatro de operaciones terrestre (TOT)
Es el teatro de operaciones en donde las tropas de tierra desarrollan sus actividades.
La ejecución de las operaciones militares es responsabilidad del
comandante del TOT, que emplea los medios asignados del modo
más adecuado. La organización geográfica del teatro es por tanto
de su responsabilidad.
El comandante del teatro de operaciones terrestre asigna a sus
comandantes directamente subordinados la misión, definiendo
claramente sus responsabilidades. El ámbito geográfico de su
responsabilidad lo determina por medio de medidas de control.
El comandante del TOT asigna la zona de operaciones y establece
una zona de comunicaciones para apoyar las operaciones en el
teatro. Estas zonas deben estar adaptadas en volumen, al tamaño
y capacidades de las fuerzas asignadas a su comandante, de
modo que pueda protegerlas y cumplir su misión. Se respetará la
regla de la proporcionalidad. Una acción militar es proporcionada
cuando no causa víctimas ni daños civiles excesivos en relación
con el resultado global esperado.
a. Zona de operaciones (ZO)
Es el espacio geográfico del TOT que se le asigna a una
fuerza para llevar a cabo las operaciones mayores que configuran el plan de campaña o de guerra.
El comandante de la fuerza allí asignada, divide la zona de
operaciones en el sentido de la profundidad, en zona de
acción táctica y área de retaguardia, cuya línea de demarcación
está constituida por los límites más retrasados de las
organizaciones operativas desplegadas y que están
directamente subordinadas.
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En el área de retaguardia se desplegarán los medios y las
organizaciones logísticas del teatro de operaciones.
En determinadas circunstancias, el área de retaguardia puede
no existir, en cuyo caso, los órganos que habrían de desplegarse
en ella, lo harán en la zona de comunicaciones.
A su vez, los comandantes de las unidades desplegadas en
las zonas de acción táctica, asignarán, con el mismo criterio,
zonas de acción táctica para sus unidades subordinadas.
b. Zona de comunicaciones (ZC)
La zona de comunicaciones es parte del TOT, en donde se
encuentran las organizaciones de apoyo administrativo que
permiten el sostenimiento de las operaciones.
La zona de comunicaciones se prolongará en el TOT hasta
enlazar con los órganos de apoyo administrativo de las fuerzas
de la zona de acción táctica, uniéndolos de este modo al
territorio nacional a través de las líneas de comunicaciones.
Esta zona incluye los puertos y aeropuertos a través de los
cuales se mantendrá el flujo de fuerzas y recursos
necesarios.
Figura 1-3 “El teatro de operaciones terrestre”
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2. Escenario del Campo de Batalla
a. Área de operaciones (AO)
Es el área geográfica en donde se le ha asignado a un
comandante la responsabilidad y autoridad para conducir
operaciones militares. Los límites del área de operaciones son
normalmente los límites asignados a la unidad en la orden de
operaciones o en el plan proveniente del escalón superior, el
cual define la misión del comando.
b. Espacio de batalla (EB)
Es el volumen físico que se expande o se contrae en base a
las capacidades máximas de una unidad para adquirir blancos
y físicamente dominar al enemigo por medio de las armas de
largo alcance, orgánicas o del escalón superior. El escalón
superior no asigna el espacio de batalla, es el comandante
quien decide la extensión del mismo para su unidad en base a
los medios disponibles, es más extenso que el área de
operaciones.
c. Área de interés (AI)
Es el área geográfica en donde la información e inteligencia es
requerida para la planificación y éxito en la conducción de
operaciones, generalmente es mayor que el área de
operaciones y que el espacio de batalla, incluye cualquier
actividad enemiga que ejerza una influencia significativa en el
resultado de las operaciones o decisión del comandante.
3. Marco para la conducción de las operaciones
Tanto a nivel operativo como táctico, las operaciones se llevan a
cabo para localizar al enemigo y fijarlo, privándole de su libertad
de acción para posteriormente atacarlo con el fin de ocasionar su
derrota.
Todas las actividades que conducen a lograr lo anterior, deben
considerarse de forma conjunta y llevarlas a cabo en cada nivel
de mando en el que se constituyan fuerzas combativas. Requieren
una coordinación continua y cuidadosa, realizándose de forma
simultánea, tanto contra el enemigo próximo como el desplegado
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en profundidad, a la vez que se cubre la propia retaguardia, de
modo que se proteja y sostenga la fuerza, asegurando la libertad
de acción para futuras operaciones.
a. Operaciones profundas
La finalidad de las operaciones profundas es, primordialmente,
localizar y fijar al enemigo, manteniéndole alejado de sus
objetivos y limitando su libertad de acción, creando con ello
condiciones favorables para las operaciones futuras.
Son esencialmente ofensivas y pueden por su naturaleza,
llevar a combates de encuentro, restringiendo la capacidad de
maniobra del enemigo al ejecutarse sobre sus vulnerabilidades
claves, de tal manera que sea incapaz de aplicar su potencia
de combate.
Estas operaciones se ejecutan en todos los niveles y consisten
en la aplicación del fuego y maniobra y el ejercicio del
liderazgo. Las operaciones profundas causan daño al enemigo
ya sea por los golpes que se descarga sobre él o por el amago
de un ataque.
Estas operaciones deben buscar anular los medios de apoyo
de fuego del enemigo, entorpecer su sistema de mando y
control, destruir sus abastecimientos y quebrantar su moral.
Un combate profundo debidamente coordinado puede ser
motivo directo de la derrota del enemigo o puede impedirle a
este la consecución de sus propósitos.
Si bien la potencia de fuego desempeña un papel esencial en
la conducción de las operaciones profundas, es su aplicación
integral con la maniobra lo que les da eficacia. Las unidades
de fuerzas especiales, de aviación del ejército y de caballería
blindada, dan a los comandantes gran capacidad de arremeter
contra el enemigo en lo profundo de su territorio, tomar y
destruir instalaciones, desbaratar actividades claves, cuyo
ataque por otros medios resultaría muy arriesgado y costoso.
Estas operaciones pueden dar a una fuerza la oportunidad de
situar armas de tiro directo y puede significar para el enemigo
la desventaja de saber que corre el peligro de recibir fuego
desde estas posiciones. No se puede invocar la regla de la
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proporcionalidad para justificar destrucciones ilimitadas o
ataques contra personas y bienes civiles como tales.
b. Operaciones cercanas
Son aquellas llevadas a cabo por las fuerzas en contacto con
el enemigo y materializan las batallas y los combates, buscan
destruir la parte vital de la potencia de combate empeñada del
enemigo.
Son conducidas en espacios físicos y plazos de tiempo
inmediatos y las llevan a cabo las unidades operativas que se
constituyen expresamente para ello, las cuales recibirán
siempre los correspondientes apoyos que complementan y
refuerzan sus capacidades.
En un determinado escalón de mando, las operaciones
cercanas incluyen las operaciones profundas y de retaguardia
del escalón subordinado.
Estas operaciones someten a las fuerzas al máximo desgaste,
siendo por ello necesario seleccionar, el lugar y momento
oportunos de su realización, concentrando a las unidades para
lograr efectos decisivos y volviéndolas a dispersar
posteriormente.
c. Operaciones de retaguardia
Proporcionan al mando la libertad de acción necesaria para el
desarrollo de las operaciones profundas y cercanas,
asegurando la protección de las fuerzas y el apoyo a la
continuidad de las mismas.
En el nivel operativo apoyan a las operaciones en curso y
permiten situar a las fuerzas no empeñadas para operaciones
futuras.
En el nivel táctico proporcionan al mando la capacidad de
influir en el ritmo del combate en curso y explotar situaciones
favorables. Al ser las zonas de retaguardia propias el objetivo
del ataque de las operaciones profundas del enemigo, los
mandos deberán designar unidades en estas áreas, aplicando
el principio de economía de fuerzas, para no mermar en
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exceso su potencia de combate en las operaciones cercanas.
Las acciones de protección en la retaguardia pueden ser de
carácter activo o pasivo. Las tropas y sus comandantes deben
mantenerse atentos a cualquier amenaza y estar
psicológicamente preparados para responder a ella. Los
comandantes son responsables no sólo de evaluar
continuamente las posibilidades de que surjan serias amenazas
en la retaguardia, sino también de adoptar medidas para hacer
frente a ellas sin afectar el apoyo a las operaciones cercanas
en curso.
F. SISTEMAS OPERACIONALES DEL CAMPO DE BATALLA
(SOCB)
Los sistemas operacionales del campo de batalla son: comando y
control, inteligencia, maniobra, defensa aérea, guerra electrónica,
apoyo de fuegos, apoyo de Ingeniería y apoyo logístico.
Para poder ejecutar operaciones militares es imprescindible que los
elementos de combate, de apoyo de combate y de apoyo de servicios
de combate, actúen integrando sistemas operacionales, que permitan
al comandante coordinar el empleo oportuno y sincronizado de sus
medios, en tiempo y en espacio. Estos sistemas se aplican en los
tres niveles de conducción y facilitan la integración, coordinación,
preparación y ejecución de las operaciones.
En el nivel operativo, los SOCB permiten una adecuada aplicación
de la capacidad de ejecución, determinando los medios más eficaces
para constituir las fuerzas que han de realizar las operaciones y los
apoyos que aseguren el éxito, todo ello de acuerdo a la misión.
En el nivel táctico, los SOCB son herramientas útiles para planificar
y controlar las operaciones, ofreciendo una forma estructurada de
cotejar las funciones que se deberán potenciar y realizar. También
servirán, si se dispone de tiempo, para asegurar que los planes y
órdenes sean coherentes, completos y estén coordinados.
1. Comando y Control
El Comando: Comprende actividades mediante las cuales el
comandante ejerce la autoridad que le ha sido conferida sobre las
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fuerzas y medios a él subordinados para una operación; para ello
es asesorado por un estado mayor.
El Control: Es el conjunto de las actividades ejecutadas o medidas
adoptadas por el comandante o su estado mayor, con el objeto
de verificar el exacto cumplimiento de las disposiciones.
El sistema de Comando y Control está constituido por el conjunto
de instalaciones, procesos y actividades mediante las cuales se
dirige, coordina y controla las fuerzas en las operaciones
mi-litares.
Mediante el Comando y Control se dirige todos los demás
sistemas. También constituye el nexo de unión con los escalones
superior e inferior. La importancia de este sistema es tal, que el
disponer de superioridad en el comando y control puede
proporcionar condiciones ventajosas vitales en las operaciones.
El comando se refiere principalmente a los procesos de
planificación y decisión. El control se relaciona fundamentalmente
con la conducción de operaciones e implica el establecimiento de
medidas que se deben supervisar.
En general, un sistema de Comando y Control está compuesto
por:
- Cuarteles generales y puestos de mando.- Son las
instalaciones donde se reúne el comando, el estado mayor y
los elementos de seguridad y apoyo necesarios para el
desarrollo de las operaciones.
- Sistemas de comunicación e información.- En términos
ge-nerales, son el conjunto de elementos destinados a
recolectar, transmitir, presentar y almacenar información. Se
derivan de la necesidad de disponer de un sistema que,
metódica y frecuentemente, valore la situación dinámica del
campo de batalla, y permita al comandante tomar decisiones
adecuadas y comunicarlas a sus subordinados
oportunamente.
- Sensores y sistemas de alerta.- Son equipos que permiten
alimentar los sistemas de información y contribuyen a
proporcionar al comandante libertad de acción (radares,
sistemas de vigilancia, etc.).
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2. Inteligencia
Es el sistema formal o informal encargado de administrar, obtener, procesar e interpretar la información relacionada con el
enemigo, terreno y condiciones meteorológicas y proporcionar
juicios razonados para la toma de decisiones en el combate, no
se limita exclusivamente a unidades de Inteligencia pudiendo ser
conformado por organizaciones capaces de cumplir las tareas
antes mencionadas.
El conjunto de actividades relacionadas con la inteligencia se
desarrollan continuamente, ya sea en paz como en períodos de
crisis o guerra, y en ellas son empleadas todo tipo de recursos
tales como: unidades en contacto con el enemigo, patrullas,
unidades de inteligencia, oficiales de enlace destacados y otros.
El comandante, dirige y orienta el funcionamiento eficaz de su
sistema de inteligencia, exponiendo claramente su propósito y
de-signando, sin ambigüedades, sus necesidades prioritarias de
inteligencia; a su vez, el sistema de inteligencia debe proporcionarle
un producto claro, breve y oportuno.
El sistema de inteligencia requiere: una dirección centralizada,
coordinación e integración de los esfuerzos para obtener y
elaborar la información, así como una acción de difusión,
simultánea y oportuna a todos los escalones de mando.
3. Maniobra
La maniobra como sistema operacional, es el conjunto de
actividades encaminadas al empleo de las fuerzas en el campo
de batalla mediante la combinación del movimiento y el fuego,
efectivo o potencial, para alcanzar una posición ventajosa
respecto al enemigo.
La maniobra crea las condiciones favorables para la conquista de
objetivos tácticos, operativos y estratégicos. Las actividades
principales de este sistema son el movimiento, el combate con el
enemigo y el control del terreno.
Con el movimiento, las unidades de combate que realizan el
esfuerzo, se desplazan y toman posiciones con respecto al
enemigo, para asegurar o mantener una ventaja de situación que
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proporcione sorpresa, efectos psicológicos, acción de masa y
dominio moral sobre él. Con el combate se lo destruye, o se
neutraliza su fuego directo. Con el control del terreno se priva al
enemigo de su uso, para esto se ocupa el terreno físicamente o
se lo controla mediante el fuego.
Las actividades realizadas por este sistema, sirven de referencia
a todos los demás; los que deberán ajustar sus actividades para
asegurar el éxito del conjunto.
La habilidad de los mandos se manifestará en la elección,
organización y coordinación acertada de las actividades de este
sistema valiéndose de:
- La combinación de direcciones para sus esfuerzos.
- La dosificación de la potencia de combate en cada esfuerzo.
- El control de los movimientos y la coordinación de los fuegos.
Para cada uno de los esfuerzos es esencial determinar el lugar,
dirección, duración, intensidad y momento de su aplicación a fin
de lograr una perfecta sincronización.
4. Defensa Aérea
Este sistema operacional comprende el conjunto de medios encaminados a anular o reducir la eficacia del ataque aéreo enemigo.
El sistema en general se encuentra bajo el control y operación
directa del Comando de Defensa Aérea (COMDA), perteneciente
al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
Sus tareas principales son:
- Localizar y seleccionar objetivos;
- Seleccionar el sistema de defensa aérea más adecuado y
ejecutar el ataque;
- Integrar todos los medios de defensa aérea de las Fuerzas
Armadas, combinándolos de acuerdo con el concepto de la
operación.
- Impedir el uso del espacio aéreo por parte del enemigo
me-diante el fuego o con otras medidas que no supongan
ataque directo.
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Las unidades encargadas de materializar este sistema pertenecen
a la Fuerza Terrestre, Fuerza Naval y Fuerza Aérea; y darán
protección a puntos y zonas determinados, de acuerdo con las
prioridades fijadas por el mando de cada fuerza, proporcionando
libertad de acción al oponerse a las acciones aéreas del
enemigo.
A pesar de que las unidades militares pertenecientes a la Fuerza
Terrestre disponen orgánicamente de unidades de defensa
antiaérea; para su empleo, éstas pasarán a conformar parte de
los Comandos de Operaciones Sectoriales (COS), por lo que es
necesario que los comandantes de las unidades de combate,
apoyo de combate y apoyo de servicio de combate realicen las
coordinaciones necesarias en cada escalón para obtener un
adecuado apoyo de defensa aérea durante el combate.
5. Guerra electrónica
El sistema operacional de guerra electrónica, comprende el
conjunto de medios que, pretenden asegurar la superioridad
sobre el enemigo en el empleo del espectro electromagnético, en
aquellas zonas del campo de batalla que se considere de
interés.
La guerra electrónica es una parte integrante de las operaciones
militares, y tiene una gran repercusión sobre los restantes
sistemas operacionales. Por ello, y para que resulte verdaderamente
eficaz, es esencial la coordinación de sus actividades en todos los
niveles, por lo que se la debe tener en cuenta desde el principio
de todo proceso de planificación.
Este sistema integra aquellas actividades que, caracterizadas por
el empleo de la energía electromagnética, se realizan tanto para
impedir el uso hostil del espectro electromagnético como para
asegurar el empleo eficaz por las fuerzas propias.
A tal efecto, una parte de dichas actividades se orienta a la
búsqueda, interceptación e identificación de las radiaciones
electromagnéticas, así como la localización de las fuentes de
emisión. Otras actúan sobre la acción ofensiva, equipos o
sistemas electrónicos enemigos que emplean el espectro
electromagnético, ya sea simplemente para reducir su eficacia o
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para dañarlos físicamente, y también para confundir, distraer o
engañar al enemigo o a los referidos sistemas. Finalmente, otras
actividades se realizan para proteger las emisiones propias a
pesar de la utilización de la energía electromagnética por parte
del enemigo.
Estas actividades pueden, en consecuencia, tener carácter tanto
ofensivo como defensivo o de protección y reciben la denominación
genérica de “medidas”.
El apoyo de este sistema a las operaciones militares se basa en
la centralización, considerando las operaciones como un todo. El
apoyo particular que puede prestarse a cada uno de los sistemas
operacionales, se proporciona sin vulnerar, en ningún caso, la
centralización y se materializa mediante cambios en las prioridades
de las medidas correspondientes o por cambios temporales en el
esfuerzo que se orientan sobre objetivos específicos.
Por lo tanto, el sistema de Guerra Electrónica que se establezca
ha de ser único, no siendo conveniente su división en elementos
independientes.
6. Apoyo de fuegos
El sistema de apoyo de fuegos comprende el conjunto de medios
encaminados al empleo coordinado de: adquisición de blancos,
armas de fuego indirecto, aeronaves artilladas y otros productores
de fuego, que están en apoyo a las operaciones. Su eficacia
exige una planificación que asegure la perfecta coordinación de
estos medios con el sistema de maniobra.
En el sistema se incluye las actividades de: localización e
identificación de blancos de alto valor, críticos u otros; asignación
del medio más eficaz disponible; y, materialización del ataque y
eva-luación de efectos conseguidos.
Para obtener el máximo rendimiento de este sistema, es necesario
establecer el enlace directo con los medios de reconocimiento,
vigilancia e inteligencia.
7. Apoyo de Ingeniería
Este sistema operacional comprende el conjunto de medios
tendientes a favorecer el movimiento de las fuerzas propias,
- 52 -
dificultar el del enemigo y mantener la capacidad de las fuerzas
propias para cumplir la misión.
El sistema incluye operaciones de movilidad, contra movilidad,
supervivencia, ingeniería en general, e ingeniería geográfica.
- Las operaciones de movilidad, comprenden trabajos de
apertura de brechas, levantamiento de obstáculos enemigos,
habi-litación de nuevas rutas, mejoramiento de las existentes
y el control de la circulación por ellas.
- Las operaciones de contra movilidad, comprende trabajos de
selección y establecimiento de obstáculos, destrucciones,
etc... para incrementar la dificultad que el terreno y las
condiciones meteorológicas pueden oponer al movimiento del
enemigo, consiguiendo retrasar, canalizar o detener su avance
potenciando la eficacia de los fuegos propios.
- Las operaciones de supervivencia, comprende el conjunto de
actividades dirigidas en última instancia a: incrementar la
seguridad; preservar la potencia de combate mediante la
protección del personal, armamento y material de los efectos
de las acciones propias y enemigas. Se consigue con la construcción de obras de protección, operaciones de decepción y
desactivación de explosivos propios y enemigos. Estas
acciones influyen favorablemente en la moral del combatiente
al limitar el número de bajas propias.
- Las operaciones de ingeniería en general representa todos los
trabajos encaminados a establecer y mantener la estructura e
infraestructura necesaria para sostener las operaciones
mi-litares en el teatro de operaciones. Los trabajos de la
ingeniería en general pueden incluir: la reconstrucción,
reparación y mantenimiento de instalaciones logísticas
existentes, rutas de abastecimiento, pistas de aterrizaje,
puertos, puntos de agua, acueductos, oleoductos y
poliductos.
- Las operaciones de ingeniería geográfica son todos los
trabajos relacionados a evaluar y proveer toda la información
deta-llada acerca del terreno, permitiendo al comandante,
visualizar de mejor forma el escenario del campo de batalla y
- 53 -
posicionar sus medios. Cabe indicar que debe existir el enlace
y coordinaciones adecuadas principalmente con los oficiales
de inteligencia y operaciones de las unidades para el correcto
uso, diseminación y utilización de esta información en la planificación de las operaciones militares; el análisis del área de
operaciones, ubicación de las posibles avenidas de
aproximación, rutas de ataque, ubicación de áreas de
aniquilamiento, posible dispositivo de las unidades y blancos,
movilidad a campo través, ubicación y análisis de posibles
zonas de lanzamiento, cubertura, encubrimiento y lugares
para realizar operaciones de transposición de cursos de
agua.
8. Apoyo Logístico
El apoyo logístico como sistema operacional está constituido por
el conjunto de medios necesarios para sustentar las capacidades
de las fuerzas empeñadas en operaciones, con la finalidad de
mantener la potencia de combate que requieran las misiones
encomendadas.
Este sistema centra sus actividades en proporcionar, de una
ma-nera continua, oportuna y en cantidad necesaria, todo lo
requerido por las fuerzas combatientes.
El apoyo se relaciona con las funciones logísticas de: abastecimiento; mantenimiento; transporte; y, Sanidad.
La clave de la eficacia de este sistema es su adecuada
coordinación e integración con la operación a desarrollar.
- 54 -
CAPÍTULO IV
APOYO DE COMBATE Y APOYO DE SERVICIO DE COMBATE
A. APOYO DE COMBATE
1. Apoyo de Artillería
a. Empleo de la Artillería
La Artillería, consecuente con su propia misión, no puede
ac-tuar independientemente. Su acción debe estar siempre
ligada a una unidad de combate que le ofrezca ciertas
condiciones de seguridad.
Su misión le conduce a emplearse de dos formas distintas:
- Mediante el apoyo inmediato y continuo a la unidad como
un todo y a sus elementos de combate, con el
desencadenamiento de fuegos oportunos y precisos sobre
los elementos más avanzados del enemigo.
- Realizando acciones apartadas y profundas, a fin de
proporcionar a la unidad apoyada superioridad de fuego y
li-bertad de maniobra.
b. Misión de la Artillería
Apoyar a las unidades de combate con el fuego, destruyendo
o neutralizando los blancos que amenacen el éxito de su
misión, para lo cual debe cumplir con las siguientes
acciones:
- Realizar la búsqueda e identificación de blancos, con todos
sus medios disponibles.
- Proporcionar apoyo cercano y continuo a los elementos de
combate.
- Realizar fuegos de contrabatería dentro del alcance de sus
armas.
- Dar profundidad al combate, mediante los fuegos sobre las
instalaciones de comando, logísticas y de comunicaciones,
y batiendo áreas ocupadas por reservas.
- 55 -
Las misiones de la Artillería en el combate son:
- Apoyar con el fuego a las unidades de combate, neutralizando o destruyendo los blancos más peligrosos para el
cumplimiento de la misión de esas fuerzas.
- Dar profundidad al combate, obteniendo y manteniendo
superioridad de fuego sobre la Artillería enemiga a fin de
operar en las áreas de retaguardia, restringiendo los
mo-vimientos, desarticulando las reservas, órganos de
mando e instalaciones logísticas del enemigo.
c. La Artillería en las operaciones ofensivas
La Artillería es capaz de proporcionar el volumen y la potencia
de fuegos necesarios, en los momentos y lugares necesarios
a la maniobra, con alcance, continuidad y precisión.
El empleo de la Artillería en la ofensiva se realiza con el objeto de:
- Proteger la entrada en posición y la toma del dispositivo de
ataque de los elementos apoyados.
- Neutralizar a la artillería enemiga.
- Reducir la eficiencia del sistema defensivo enemigo.
- Apoyar el despliegue y progresión del escalón de ataque.
- Proteger al escalón de ataque durante la reorganización y
consolidación del objetivo conquistado.
- Apoyar a las operaciones futuras.
- El ataque debe ser dirigido únicamente contra objetivos
militares.
- Accionar con los fuegos para solucionar determinadas
si-tuaciones.
1) Misión de la Artillería en las operaciones ofensivas
Apoyar con el fuego a la maniobra planificada y ejecutada por
la fuerza apoyada. Para esto debe estar en condiciones de:
- Neutralizar o destruir blancos enemigos que amenacen
el cumplimiento de la misión de la unidad apoyada.
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- Proporcionar apoyo de fuegos a los elementos de
combate del escalón de ataque, realizando fuegos
oportunos, cercanos y precisos, sobre los elementos
más avanzados del enemigo.
- Apoyar el ataque principal atribuyéndole la mayoría o la
totalidad del apoyo de fuegos (prioridad de apoyo).
- Concentrar la mayoría o la totalidad de los fuegos en
los puntos considerados vitales para el éxito de la
operación.
- Atender otras necesidades de apoyo de fuegos de la
fuerza apoyada durante el desarrollo del combate.
2) Fuegos de la Artillería en las operaciones ofensivas
Para facilitar la apreciación y planificación, los fuegos que
la Artillería normalmente realiza en las operaciones
ofensivas, pueden ser encuadrados en 4 fases:
- 1ra : Antes de la preparación;
- 2da : Durante la preparación;
- 3ra : Durante la progresión del escalón de ataque; y,
- 4ta : Durante la reorganización y consolidación de los objetivos.
d. La Artillería en las operaciones defensivas
El empleo de la Artillería adquiere mayor importancia en la
defensa, por ser la única arma capaz de actuar sobre el
enemigo a considerables distancias de la posición defensiva
en cualquier momento y en cualquier clase de condiciones
atmosféricas, con una permanencia que no se podría exigir a
la aviación. La defensa se organizará principalmente fuera de
zonas habitadas.
El empleo de la artillería en la defensa cumple las siguientes
finalidades:
- Cooperar en el retardamiento del enemigo desde lo más
lejos posible;
- 57 -
- Apoyar las acciones de las fuerzas en el área de
seguridad;
- Dificultar al máximo, el montaje del dispositivo del ataque
enemigo;
- Participar en las acciones que tiendan a desarticular el
ataque del enemigo antes de su partida;
- Cooperar en la detención del ataque enemigo, luego de su
desencadenamiento; y,
- Apoyar los contraataques.
1) Misión de la Artillería en las operaciones defensivas
La misión de la Artillería en la defensa es apoyar con el
fuego las operaciones de las unidades en las fases de
combate defensivo y en toda la profundidad de la posición
defensiva.
2) Fuegos de la Artillería en las operaciones defensivas
Los fuegos que la Artillería, normalmente, realiza en una
operación defensiva, pueden ser ejecutados en las
si-guientes fases.
- 1ra: Durante la aproximación del enemigo;
- 2da: Durante el montaje del ataque enemigo;
- 3ra: Durante la progresión del ataque enemigo; y,
- 4ta: Durante el combate en el interior de la
posición defensiva.
e. La Artillería en las operaciones retrógradas
A fin de que la Artillería pueda ser empleada con el máximo de
eficiencia en el apoyo a las operaciones retrógradas, algunas
premisas básicas deben ser cumplidas, ellas son:
- Planificación continua de fuegos;
- Apoyo continuo de fuegos;
- Dejar a las armas de apoyo fuera de acción el menor
tiempo posible;
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- Para los desplazamientos debe tenerse en mente que
éstos serán ejecutados considerando los dos tercios del
alcance útil de las armas;
- Evitar la realización de desplazamientos durante las fases
críticas del combate;
- Las comunicaciones deben ser continuas; y,
- Los comandantes de las armas de apoyo deben permanecer
siempre que sea posible con los elementos de apoyo más
avanzados.
1) Empleo de la Artillería en el repliegue
Una fuerza puede realizar un repliegue con presión del
enemigo y sin presión de éste.
a) Apoyo de fuegos en el repliegue con presión
En el repliegue con presión la Artillería y los elementos
de apoyo de fuegos realizan las siguientes acciones
generales:
- Apoyar el rompimiento del contacto.
-
Apoyar el repliegue de las unidades que están en
contacto.
- Apoyar el acogimiento.
- Apoyar los contraataques de desaferramiento.
- Apoyar a la fuerza de cobertura.
Como se trata de una operación bajo presión enemiga,
las coordinaciones son importantes y la velocidad de
acción juega un papel fundamental.
b) Apoyo de fuegos en el repliegue sin presión
En el repliegue sin presión las armas de Artillería apoyan a los destacamentos dejados en contacto (DDC) si
es necesario. Para actuar cumple con las siguientes
tareas:
- La mayoría de la Artillería repliega poco antes que
los elementos apoyados o mediante orden,
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dislocándose hacia zonas de reunión donde se
constituirán las columnas de marcha, en otras
ocasiones, la Artillería va directamente a ocupar
nuevas posiciones, los morteros y las armas de
apoyo orgánicos de las unidades tácticas repliegan
con sus propias unidades o sub unidades.
- La fracción de Artillería que permanece en posición,
normalmente, será una batería por grupo de Artillería.
Esta fracción y las armas de apoyo disponibles
deben mantener la fisonomía del frente.
- La Artillería dejada en posición repliega poco antes
de los DDC y no forma parte de ellos. Las armas de
apoyo de menor calibre repliegan como parte de los
destacamentos dejados en contacto. En todo este
proceso los elementos de enlace y los elementos de
observación necesarios al apoyo de los DDC
permanecerán en sus funciones normales.
2) Empleo de la Artillería en la acción retardatriz
Para apoyar una acción retardatriz la unidad apoyada
puede recibir otra unidad de Artillería en refuerzo. Los
morteros pesados son colocados a la retaguardia de la
posición inicial de retardo (PIR), cuando no fuera dispuesta
la hora del repliegue algunos elementos de los morteros
deberán ser dispuestos en profundidad para asegurar la
continuidad del apoyo. Los morteros pesados dispararán
con la finalidad de retardar al enemigo desde que se
encuentra al alcance, los vehículos de transporte
permanecerán en las proximidades de las posiciones de
los morteros para facilitar su repliegue. Solamente la
munición necesaria para cumplir las misiones será colocada
junto a la pieza. Los morteros de 81 mm realizarán el
mismo trabajo que los morteros pesados a fin de apoyar la
maniobra de las sub unidades.
En cualquier caso todo el armamento de apoyo deberá ser
ubicado lo más adelante posible para facilitar el
desencadenamiento de los fuegos en apoyo de una
próxima acción.
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La Artillería y todos los apoyos inician sus tiros a distancias
permitidas por sus alcances máximos eficaces. Durante
esta operación las armas de apoyo deben cumplir con lo
siguiente:
- Cooperar en el retardamiento del enemigo desde lo más
lejos posible;
- Apoyar a la defensa y el retardamiento en cada posición;
y,
- Apoyar el repliegue de la fuerza retardatriz.
3) Empleo de la Artillería en la retirada
En esta situación la unidad de Artillería puede estar:
- Incorporada a la columna de marcha;
- Formando parte de la retaguardia y en ese caso
operando de acuerdo a los principios del repliegue y de
la acción retardatriz.
2. Apoyo de Ingeniería
a. Empleo de la Ingeniería
La Ingeniería tiene el desafío de modificar el terreno para
aumentar el esfuerzo ofensivo, ampliar la potencia defensiva y
mejorar las condiciones de supervivencia de las tropas. Provee
además la información necesaria para el comandante sobre el
terreno, para facilitarle planificar y ejecutar las operaciones a
las cuales se integran el fuego y la maniobra.
La Ingeniería, en primer término, neutraliza o destruye la
capacidad de apertura de brechas de la Ingeniería enemiga,
mediante la ejecución de obstáculos especializados. De igual
forma abre rutas a través de las defensas enemigas, mediante
la apertura de brechas en sus obstáculos y destruyendo sus
fortificaciones preparadas. Las unidades de Ingeniería reparan
y mantienen también instalaciones y rutas para mantener la
flexibilidad y el apoyo logístico de las fuerzas empeñadas.
b. Misiones de la Ingeniería
La Ingeniería tiene por misión, aumentar la potencia de
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combate de las tropas en campaña, a través de trabajos
técnicos, que faciliten el esfuerzo ofensivo, amplíen la potencia
defensiva y mejoren las condiciones de bienestar de las
fuerzas en campaña.
Para cumplir con la misión ejecutar operaciones de: movilidad
para aumentar el esfuerzo ofensivo; contra movilidad para
ampliar la potencia defensiva; supervivencia e Ingeniería en
general para mejorar el bienestar de las tropas. Las de
ingeniería geográfica complementan estas operaciones.
1) Misión de apoyo de combate
Es el empleo de la Ingeniería como arma técnica especializada en la ejecución de trabajos de ingeniería en apoyo
a las operaciones.
2) Misión de combate
Es el empleo de la Ingeniería como Infantería, perdiendo
momentáneamente las características de arma de apoyo lo
que obliga a una reorganización de su estructura.
c. La Ingeniería en las operaciones ofensivas
El apoyo de la Ingeniería en las operaciones ofensivas es
proporcionado en toda la profundidad del campo de batalla,
brindando un apoyo continuo y coordinado en las operaciones
profundas, cercanas y de retaguardia.
El reconocimiento de Ingeniería permite identificar las áreas
donde las fuerzas propias no pueden avanzar, así como los
lugares donde el movimiento requiere del esfuerzo de
Ingeniería. La fuerza atacante organiza las unidades de
Ingeniería para proporcionar la movilidad a los ataques
principales, secundarios y a las reservas. La Ingeniería
proporciona apoyo de contra movilidad para asegurar los
flancos vulnerables y durante la consolidación de los objetivos
conquistados.
Las tropas de Ingeniería sostienen el ímpetu del ataque
estableciendo y manteniendo las vías de abastecimiento y
proporcionando a la fuerza la protección de los medios del
sistema comando y control y sus elementos de apoyo de
servicios de combate.
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d. La Ingeniería en las operaciones defensivas
Al igual que en las operaciones ofensivas; el esfuerzo de
Ingeniería está orientado para apoyar las operaciones
profundas, cercanas y de retaguardia.
El esfuerzo de Ingeniería en las operaciones defensivas
profundas, incluye la planificación, construcción y ubicación de
obstáculos que permitan desarticular a las fuerzas que atacan,
así como la interdicción del campo de batalla.
En las operaciones cercanas, las tropas de Ingeniería preparan
y dan forma a las áreas de aniquilamiento, integrando los
efectos de fuegos directos e indirectos con los obstáculos. El
plan de Ingeniería, coordina, y sincroniza las operaciones de
supervivencia para apoyar a las fuerzas propias de protección.
Finalmente, asigna medios para dar movilidad a las fuerzas
del contraataque.
Las tropas de Ingeniería aseguran la continuidad del comando
y control y la supervivencia de los medios de apoyo de
servicios de combate, construyendo posiciones seguras y
proporcionando asistencia técnica para preparar los
obstáculos.
e. La Ingeniería en las operaciones retrógradas
El apoyo que prestan las tropas de Ingeniería en las operaciones
retrógradas y en las operaciones defensivas son similares, por
lo menos en los niveles más bajos. Las acciones de Ingeniería
y de las fuerzas apoyadas deben coordinarse estrechamente.
Las rutas de repliegue deben mantenerse abiertas, lo que
requiere la participación de tropas de Ingeniería. La mayor
parte de la Ingeniería del escalón superior se concentra en la
instalación de obstáculos para impedir el movimiento del
enemigo, estos obstáculos se emplean en profundidad y se
orientan a lo largo de las avenidas de aproximación.
Las unidades de Ingeniería del escalón superior tienen la tarea
de preparar posiciones defensivas hacia la retaguardia.
Aunque la coordinación con el oficial de Ingeniería del estado
mayor y las unidades de combate es esencial, el tiempo para
coordinar será muy limitado.
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3. Apoyo de comunicaciones
a. Empleo de las comunicaciones
El arma de Comunicaciones constituye el elemento fundamental
dentro de las operaciones militares en cualquier nivel que
éstas se desarrollen, facilita la planificación, ejecución y
conducción, eficiente y adecuada de las mismas, desde los
comandantes hacia sus unidades subordinadas, el enlace
entre unidades de igual magnitud y cualquier otra alternativa
que signifique establecer un nexo entre dos o más elementos
o entidades.
El uso de los diversos medios debe ser adecuadamente
establecido, de acuerdo a sus características, tipo de operación,
terreno, requerimientos de seguridad, oportunidad del enlace
y otras consideraciones que influirán en su funcionamiento y
sobre todo en los resultados que se pretenda obtener. El
responsable de la planificación y ejecución del apoyo de
comunicaciones debe optimizar los sistemas, empleándolos
de una manera integral sin hacerse depen-diente de uno solo
de ellos, permitiendo así que las operaciones tengan fluidez y
se alcance los objetivos planificados para el cumplimiento de
la misión de la unidad apoyada.
b. Misión de las comunicaciones
Las unidades de comunicaciones tienen por misión organizar,
instalar, explotar, mantener y proteger los sistemas de
comunicaciones para apoyar a las operaciones de combate
que ejecuten las unidades, estableciendo los enlaces
principales, secundarios y complementarios entre los escalones
supe-riores, similares y subordinados de las unidades
empeñadas.
c. Las comunicaciones en
reconocimiento y seguridad
las
operaciones
de
Las tropas de Infantería y Caballería Blindada por su
organización, son especialmente aptas para cumplir misiones
de reconocimiento, seguridad y vigilancia de combate. Para
atender a una de sus características, la movilidad, estas
tropas son dotadas de medios de Comunicaciones, que
- 64 -
permiten a su comandante ejercer pleno control y
coordinación.
El apoyo de comunicaciones
a las operaciones de
reconocimiento y seguridad, guarda una gran semejanza,
toda vez que estas
operaciones se complementan
mutuamente, no pudiendo ser fácilmente separadas. Un
aspecto importante que va a influir en el empleo de las
comunicaciones en el reconocimiento, es la necesidad de la
transmisión oportuna de los informes obtenidos por el medio
más adecuado disponible. Los factores rapidez y seguridad,
deberán ser analizados de acuerdo a la situación existente,
de modo que, ni la seguridad de la tropa, ni el cumplimiento
de la misión sean alterados.
De manera general los sistemas más utilizados son el radio y
los mensajeros, considerando todos los parámetros de
seguridad, sigilo y protección que estas operaciones exigen.
En las operaciones de seguridad, de manera similar, se
empleará principalmente los sistemas radioeléctricos y
mensajeros, y en caso de que la misión de seguridad que esté
cumpliendo una unidad sea prolongada en el tiempo, se
podrá prever la instalación de sistemas alámbricos de manera
limitada, analizando adecuadamente los diversos factores
que pueden influir para su instalación.
d. Las comunicaciones en las operaciones ofensivas
Los sistemas de comunicaciones radio y mensajeros son los
más utilizados durante este tipo de operaciones, especialmente
en la ejecución de las acciones iniciales como las marchas y
desplazamientos ya sean administrativos o tácticos,
considerando que estos últimos exigirán una mayor
planificación de su empleo debido a la seguridad que debe
primar en la ejecución de movimientos tácticos. Durante los
altos y estacionamientos cortos se utilizará los mismos
medios sin variación. Cuando las unidades ocupan zonas de
reunión por largo tiempo, se puede prever la instalación de
sistemas alámbricos que se utilicen junto a los mensajeros,
los mismos que permitirán la alternabilidad de los sistemas
- 65 -
ayudando a la continuidad de los enlaces y en ciertos casos
la preservación de la seguridad de la unidad.
Al desencadenarse las acciones ofensivas en las diversas
etapas de su ejecución, de manera general los sistemas que
son mayormente explotados continúan siendo el radio y los
mensajeros, considerando las limitaciones y restricciones que
se requieran de acuerdo al desarrollo de las operaciones. Por
tal razón, el oficial que planifique el apoyo de Comunicaciones
debe analizar detenidamente el sistema más adecuado con
las normas y procedimientos más convenientes para permitir
el cumplimiento de la misión de la unidad apoyada.
e. Las comunicaciones en las operaciones defensivas
La ejecución de las operaciones defensivas puede
caracterizarse ya sea por la ocupación y mantenimiento de un
área específica o por el desarrollo de acciones dinámicas y
con desplazamientos dentro de un sector de operaciones.
Estas características determinarán la prioridad de un sistema
de comunicaciones sobre otro, así, en el primer caso será
preponderante el alámbrico y los mensajeros ya que las
acciones se desarrollarán bajo la norma del mantenimiento del
área defendida. En el otro caso, al contrario, tendrá prioridad
el radio y los mensajeros, considerando las características de
movilidad y rapidez de las acciones.
f. Las comunicaciones en las operaciones retrógradas
En la preparación de una operación retrógrada, la planificación
de comunicaciones, debe prever; por una parte, el
funcionamiento normal de los sistemas de radio de los últimos
elementos en abandonar la posición para mantener la
fisonomía del frente y contribuir a la disimulación de la
operación que será realizada y por otra; la recuperación, el
desmontaje de sistemas telefónicos y si es del caso la
destrucción especialmente de líneas alámbricas instaladas y
que sean irrecuperables. Se mantendrá el mismo volumen de
tráfico con mensajes simulados, especialmente con el medio
radio, para dar al enemigo, que está en escucha, la impresión
de absoluta normalidad del dispositivo en el frente. El apoyo
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de Comunicaciones en estos casos implica una gran actividad
de cobertura y engaño a fin de lograr el éxito en la operación,
especialmente cuando no existe la presión del enemigo.
g. Las comunicaciones en las operaciones especiales
Las operaciones en selva, ribereñas, de asalto aéreo y
cualquier otra que implique actividades no convencionales
recibirán el apoyo de comunicaciones que se adapte a cada
caso, en su mayoría bajo el esquema principal de
comunicaciones radioeléctricas de corto y largo alcance.
Serán la responsabilidad, acuciosidad y buen criterio del
planificador del apoyo de comunicaciones las que permitirán
establecer los sistemas óptimos procurando que los enlaces
no sean inte-rrumpidos y por tanto que las misiones de las
unidades apo-yadas sean cumplidas a cabalidad.
4. Apoyo de aviación del ejército
Los medios de aviación del ejército proporcionan a los comandantes
de las unidades terrestres grandes ventajas para incrementar sus
capacidades en el campo de batalla.
Las unidades de aviación del ejército, de acuerdo a los medios
orgánicos que disponen están en capacidad de conducir
operaciones de combate, apoyo de combate y apoyo de servicios
de combate, sin embargo es importante que los comandantes de
las unidades apoyadas, visualicen claramente las condiciones en
las cuales el empleo de los medios aéreos será favorable.
Es importante destacar que las misiones de la Aviación del
Ejército como arma de apoyo de combate serán las mismas en
las operaciones ofensivas, defensivas y retrógradas, estas
misiones son: el movimiento aéreo, la búsqueda y rescate; y, el
apoyo al sistema C3I2.
Cuando se la emplea como elemento de apoyo de servicio de
combate la aviación del ejército cumple misiones de movimiento
aéreo y evacuación aeromédica.
Para el cumplimiento de las misiones establecidas en los párrafos
anteriores, las unidades de aviación del ejército, lo realizarán a
través de la determinación y asignación de las relaciones de
- 67 -
apoyo, dependiendo éstas de la situación propia y la del enemigo,
disponibilidad logística y requerimientos específicos de apoyo a la
misión. Cuando las unidades de aviación participan en misiones
de combate no existe relación de apoyo, únicamente se establece
relación de apoyo cuando los medios aéreos se emplearán en
misiones de apoyo de combate o de apoyo de servicios de
combate. Las relaciones de apoyo incluyen el apoyo directo y el
apoyo general.
5. Apoyo de inteligencia
a. Misión de inteligencia
La Inteligencia militar proporcionará apoyo de inteligencia,
contrainteligencia y seguridad en forma permanente en los
sectores de responsabilidad de las unidades apoyadas para
satisfacer sus requerimientos, a fin de facilitar la planificación
y ejecución de las operaciones.
b. Apoyo de inteligencia en las operaciones ofensivas
Considerando que la sorpresa es un factor sustancial en las
operaciones ofensivas, el apoyo de inteligencia debe estar
o-rientado a obtener y procesar información sobre la
composición, dispositivo y efectivo de las tropas enemigas
antes, durante y después de las operaciones.
Las operaciones ofensivas en todos los niveles requieren
apoyo de inteligencia para evadir, engañar o sorprender al
enemigo.
La inteligencia ayuda al comandante a decidir cuándo y dónde
concentrar la suficiente potencia de combate para destruir al
enemigo.
En el nivel táctico se apoyará a las unidades que ejecutan los
reconocimientos o contra reconocimientos para evitar ser
sorprendidos, mantener la sorpresa e iniciativa.
Los comandantes en todos los niveles de conducción deberán
coordinar la inteligencia con el resto de sistemas operacionales
del campo de batalla citados anteriormente.
- 68 -
c. Apoyo de inteligencia en las operaciones defensivas
La inteligencia apoyará a la maniobra proporcionando alerta
oportuna sobre el acercamiento del enemigo. Una vez iniciado
el ataque enemigo, es prioritario orientar el esfuerzo de
búsqueda para identificar las tropas empeñadas y la dirección
de su ataque principal tan pronto como sea posible, para ello
se emitirán órdenes y pedidos de búsqueda prioritariamente a
las unidades de reconocimiento y seguridad.
La defensa es una operación que permite mantener una
posición, detener o destruir un ataque enemigo; se fundamenta
en una buena organización del terreno, adecuado plan de
ba-rreras y eficiente empleo de su reserva, pero también se
basa entre otras cosas en la explotación adecuada de las
debilidades del enemigo.
El PICB estará orientado a determinar la avenida de
aproximación más peligrosa y la más probable. Se debe tener
clara la forma de emplearse que tienen las unidades enemigas,
por lo tanto desarrollará la plantilla doctrinaria lo más ajustada
posible a la forma de maniobrar de las diversas unidades
enemigas sobre el terreno.
La inteligencia también será el arma de apoyo de combate que
desde la época de paz proporcione la alerta oportuna sobre
las actividades del enemigo en función de los indicios y en
coordinación con los sistemas de inteligencia de las otras
ramas de las Fuerzas Armadas.
Con la información recopilada en el PICB, se debe entonces
desarrollar la situación es decir, conocer la composición,
dispositivo y efectivo del enemigo, para lo cual el orden de
bata-lla y la doctrina de posibilidades se constituyen en
instrumentos importantes de análisis que permitirán levantar
la posibilidad más probable necesaria para la toma de
decisiones del Comandante de la unidad apoyada.
d. Apoyo de inteligencia a las operaciones retrógradas
Para poder desarrollar la situación es conveniente mantener
contacto con el enemigo a través de destacamentos dejados
- 69 -
en contacto, en el caso del repliegue voluntario o fuerzas de
cobertura en el caso del repliegue bajo presión o la acción
retardatriz.
Los elementos de inteligencia deben ser parte de las fuerzas
que están en contacto con el enemigo para desarrollar la
situación y poder alertar al comandante, el sector del ataque
principal enemigo a fin de que pueda seleccionar adecuadamente
las rutas de repliegue hacia la retaguardia.
El análisis e interpretación de las comunicaciones interceptadas,
adquiere gran importancia en la deducción de la intención del
enemigo, por lo tanto debe existir un trabajo coordinado entre
la inteligencia militar y la guerra electrónica.
Además la inteligencia militar provee la información adecuada
y oportuna acerca de las condiciones anímicas de la población
presente en el área de operaciones a fin de determinar su
predisposición al apoyo a nuestras operaciones o su hostilidad
de ser el caso.
e. Apoyo de inteligencia a la planificación deliberada y de
conducción de las operaciones militares
Los planes constituyen la base para iniciar las operaciones,
pero el comandante debe considerar que éstos pueden sufrir
variaciones debido a los rápidos cambios de la situación, por
lo que, constantemente deberá tomar decisiones oportunas
utilizando la información e Inteligencia disponible. De contar
con el tiempo adecuado, deberá elaborar el número de planes
necesarios para hacer frente a todos los posibles cursos de
acción del enemigo.
La inteligencia determina las capacidades, limitaciones y
posibilidades del enemigo, para permitir a la unidad apoyada
su oportuno y correcto empleo; la preparación de inteligencia
del campo de batalla (PICB) constituye una herramienta en la
evaluación del mismo.
El empleo de medidas de contrainteligencia tanto activas
como pasivas, disminuirá el riesgo de que las intenciones
sean descubiertas prematuramente, incrementando las
- 70 -
capacidades de acción y reacción de las fuerzas propias.
El conocimiento real y detallado del enemigo, el terreno y las
condiciones meteorológicas, así como de las capacidades y
limitaciones propias de las unidades, facilitarán la adopción de
las correctas medidas de seguridad de personal, material,
equipo e instalaciones que permitan reducir el riesgo de las
operaciones.
El éxito de toda operación radica en una efectiva orientación
del esfuerzo de búsqueda, obtención, procesamiento y difusión
oportuna de la inteligencia del enemigo, terreno y condiciones
meteorológicas, que podrían influir en el cumpli-miento de la
misión a fin de que el comandante visualice adecuadamente el
campo de batalla y emplee con el máximo de eficacia las
unidades de combate, apoyo de combate y apoyo de servicios
de combate.
El apoyo de las unidades de Inteligencia es similar tanto en las
operaciones ofensivas, defensivas como retrógradas, para lo
cual estas unidades se encontrarán bajo la relación de apoyo
directo.
B. APOYO DE SERVICIO DE COMBATE
1. Apoyo logístico
El apoyo logístico, como otro sistema del campo de batalla, es
importante para todo comandante, pues sin él, no se conseguirá
el éxito en las operaciones, exige una marcada interdependencia.
El apoyo logístico, posibilita una operación, pues, genera y
sustenta el poder de combate para el empleo en el tiempo y lugar
que el comandante requiera. Los comandantes dirigen las
acciones para obtener la iniciativa, mantener el ímpetu y explotar
el éxito, combinando y equilibrando los requerimientos de la
misión y del apoyo logístico de combate.
El comandante de una fuerza, es el responsable por integrar el
apoyo logístico con la operación general, y el comandante de la
unidad de apoyo logístico será un asesor importante, pues, en la
planificación él verá las cosas desde una perspectiva diferente.
Sin integración, se corre el riesgo que las operaciones tomen
- 71 -
rumbos diferentes y no se puedan apoyar mutuamente. Con
integración, se contribuirá de manera óptima para que exista
apoyo continuo, planificación, preparación y ejecución
adecuada.
a. Propósito de apoyo logístico
Permitir al comandante la generación de la potencia de
combate entregando todos los recursos y medios necesarios,
de una forma oportuna y rápida, para imposibilitar la reacción
del enemigo. Para esto se requiere de una adecuada
coordinación entre los comandantes operativos y tácticos con
sus respectivos comandantes logísticos. Una sincronización
efectiva de los requerimientos, posibilita a los comandantes
iniciar y sustentar las operaciones y extender su alcance
operacional.
El alcance de las operaciones de apoyo logístico, está
íntimamente relacionado con el nivel de conducción de las
operaciones de combate y con el uso efectivo de los recursos
y capacidades; esto permitirá establecer y desarrollar la
explotación máxima de los recursos de apoyo, que varían de
acuerdo al tipo de operación.
b. Principios del apoyo logístico
Para que el comandante de una fuerza pueda ejecutar
eficientemente una operación, necesita un apoyo logístico
efectivo, esto se logra aplicando ciertos principios propios que
son:
1) Previsión
Significa prever el apoyo adecuado en el lugar y momento
correctos. Esto comprende la identificación, acumulación y
mantenimiento del mínimo de bienes, capacidades e
información necesaria para cubrir los requerimientos de
apoyo, si esto no acontece, se cede la iniciativa al
enemigo.
2) Economía
Es utilizar estrictamente lo necesario en cantidades y
medios suficientes para cada ocasión; mejoramiento cons- 72 -
tante de los métodos, organizaciones y mantenimiento del
material y equipo para obtener el máximo rendimiento de
los medios empleados.
3) Continuidad
Es la disponibilidad de los medios logísticos para apoyar
constantemente desde antes del inicio de las operaciones
hasta después de finalizadas las mismas, pasando por
todas las fases de una operación.
4) Oportunidad
Es el condicionamiento de la previsión y provisión de los
medios al factor tiempo, a fin de que las necesidades
puedan ser atendidas de la mejor manera, en cantidad,
ca-lidad y plazo.
5) Flexibilidad
Capacidad de adaptarse para hacer frente a las diferentes
situaciones, misiones y conceptos de operación que se
presenten.
6) Equilibrio
Es la ecuanimidad en los actos y juicios, consiste en
conjugar todas las necesidades del apoyo con las
posibilidades y recursos de las unidades logísticas.
7) Simplicidad
Significa evitar la complejidad en la planificación y ejecución
de las operaciones de apoyo. Es el concebir planes y
procedimientos de muy fácil realización.
8) Seguridad
Su materialización garantiza la ejecución de los planes. La
seguridad que se adopte en el transporte como en las
instalaciones, permitirá el éxito en las operaciones. En
forma general, durante las operaciones logísticas se debe
observar las siguientes medidas de seguridad: abastecimiento nocturno a las unidades apoyadas; defensa
perimetral de las instalaciones logísticas; y, desdoblamiento
de las instalaciones.
- 73 -
c. Marco de ejecución
El apoyo logístico se puede ejecutar en los niveles estratégico,
operativo y táctico.
En el nivel estratégico, está ligado a la infraestructura
económica del Estado. Se ocupa de conseguir los recursos
necesarios para que las fuerzas puedan cumplir la misión
asignada. También gestiona y aporta los medios necesarios
para los movimientos de proyección de la fuerza hacia otros
escenarios. En este nivel la logística se preocupa de la
producción, adquisición y distribución de medios para la
Fuerza Terrestre.
El apoyo operativo, comprende aquellos apoyos que necesitan
las fuerzas para actuar en un teatro de operaciones terrestre.
Tiene un carácter esencial de determinación de necesidades y
distribución de recursos. En éste la logística se ocupa de la
recepción de las tropas y de los recursos, del desarrollo de la
infraestructura necesaria, de gestión del material, de los
transportes, de la asistencia sanitaria, del mantenimiento del
material y del abastecimiento de los recursos.
En el nivel táctico, el Apoyo Logístico proporciona y mantiene
los medios de vida y de combate que necesitan las unidades
para cumplir su misión, desembarazándolas de lo innecesario
o averiado.
d. Las funciones logísticas
Función logística, es el conjunto de actividades destinadas a
satisfacer las necesidades materiales, de vida y de combate
de las tropas, con la finalidad de mantener su eficiencia
combativa, las mismas que son:
1) Abastecimiento
Función logística, encargada de la previsión y provisión del
material necesario y de todas las clases de abastecimientos
para las fuerzas militares, a fin de establecer la cantidad y
la calidad de los artículos, y el lugar y momento en que
deben ser entregados.
- 74 -
a) Clasificación de los abastecimientos
(1)Clase I: Artículos de consumo diario que satisfacen
la subsistencia y mantención de los hombres y de
los animales.
(2)Clase II: Artículos de uso común y general; que
constan en las tablas de dotación. Todos los
servicios administran artículos de clase II así:
- Intendencia: calzado, vestuario, suspender,
cinturón de campaña, carpas, estacas,
palitroques, poncho de aguas, cocinas de
campaña, repuestos, vajilla de campaña,
morral, tula, mochila, cantimplora y otros.
- Material de guerra: cascos de acero,
armamento individual y colectivo, máscaras,
brújulas, vehículos tácticos, repuestos para
armas, aparatos de puntería y otros.
- Transportes: vehículos, llantas, baterías,
transportes fluviales, repuestos automotrices y
otros.
- Sanidad: equipo sanitario, equipo quirúrgico,
medicinas, paquetes sanitarios, repuestos
para equipos sanitarios y otros.
(3)Clase III: Combustibles, lubricantes y grasas.
Son artículos manejados por el servicio de
transportes; y aquello que corresponde a
lubricantes y grasas para el mantenimiento del
armamento por el servicio de material de guerra.
(4)Clase IV: Son todos los artículos o equipos que
no constan en las tablas de dotación, por la
imposibilidad de prever su empleo y porque se
relacionan con las necesidades decurrentes de
una operación; comprenden maquinaria, material
de construcción o de fortificaciones entre otros.
Todos los servicios pueden manejar abastecimientos Clase IV, de acuerdo a las exigencias
específicas.
- 75 -
(5) Clase V: Comprende la munición para armas
livianas, medianas y pesadas, minas, cohetes,
misiles, granadas, mecha lenta, cordón detonante,
dinamita, pentolita, pentrita, pólvora, etc.
b) Ciclo de abastecimiento
Es el período que transcurre entre cada una de las
entregas de abastecimiento en que se puede dividir el
nivel operacional.
Los ciclos de abastecimientos son:
- Normal: entrega diaria cada 24 horas.
- Regular: entrega en períodos fijos, no menores a 48
horas.
- Irregular: entrega en períodos alternos no regulados
mayores a 48 horas.
2) Mantenimiento
Función logística que comprende las acciones de planificación
y ejecución para conservar en condiciones de uso todo el
material existente. El mantenimiento en sí, es el cuidado
dispensado y el trabajo efectuado, para conservar cualquier
artículo, material o equipo en condiciones normales de
empleo y utilización, o restaurarlo a esta condición.
Las acciones básicas del mantenimiento son: conservación;
reparación; y, recuperación.
La conservación comprende limpieza, lubricación,
pequeños ajustes y otros trabajos simples, tendientes a
mantener el material en condiciones de uso e impedir el
desgaste prematuro del mismo.
La reparación consiste en la solución de fallas presentadas
en el material, por medio de sustitución o arreglo de piezas
o conjuntos.
La recuperación consiste en el reacondicionamiento del
material a la condición de nuevo mediante la revisión, el
- 76 -
desmontaje total o parcial, sustitución o arreglo de piezas o
conjuntos.
En el mantenimiento se incluyen las inspecciones, la
clasificación del material en cuanto al estado, la evacuación
del material reparable e inservible y la presentación de propuestas o alternativas para la venta del material inservible.
3) Transporte
Función logística que comprende acciones relativas al
movimiento bajo cuidados especiales de: hombres;
animales; y abastecimientos, hacia las unidades o lugares
de empleo.
4) Sanidad
Es la función logística que se materializa por los especialistas de sanidad. Se encarga de la conservación del
potencial humano en las mejores condiciones para el
combate, a través de medidas de prevención y
recuperación.
Las principales actividades de la sanidad son: la medicina
preventiva, la evacuación, la hospitalización, y contribuyen
a selección del personal.
e. Influencia de la división territorial en el apoyo logístico
Dentro del campo logístico la división territorial tiene su
in-fluencia en los siguientes aspectos: constituye la base para
establecer las zonas y áreas administrativas, especialmente
logísticas, destinadas al abastecimiento, mantenimiento,
transporte y atención médica de la propia unidad y de las
unidades subordinadas; encuadra la jurisdicción administrativa,
especialmente logística, de los diferentes escalones; y, permite
estructurar el sistema logístico.
f. La operación logística
La operación logística consiste en asegurar la continuidad,
adecuación y suficiencia de insumos para las operaciones.
En el nivel operativo la logística condiciona a la maniobra de
ese nivel, mientras que en el nivel táctico la operación logística
estará supeditada a la maniobra.
- 77 -
La operación logística debe conseguir el adecuado equilibrio
en el apoyo para sostener las operaciones sin que se
produzcan carencias significativas, pero no cargando a los
mandos y a las unidades con más apoyos de los necesarios,
de tal forma que dificulten sus movimientos o les obliguen a
distraer medios para protegerlos o emplearlos con eficacia.
1) Normas para el apoyo logístico
Como consecuencia de las características logísticas se
establecen las siguientes normas para concebir el apoyo
logístico: restricciones y limitaciones impuestas por las
condiciones meteorológicas; vías de comunicación;
capacidad de los medios; y, otros condicionantes de
comando y control.
Con estos datos quien planifica el apoyo logístico
proporcionará la información que permita, por un lado, el
asesoramiento al mando y, por otro, la oportuna y acertada
toma de decisiones.
Toda planificación logística debe incluir: misión logística;
concepto de las operaciones logísticas; misiones o tareas
de los órganos logísticos subordinados; prioridades,
limitaciones y restricciones logísticas; y, instrucciones de
coordinación para dirigir las actividades logísticas.
2) Planificación del apoyo logístico
Antes de conocer la planificación del apoyo logístico será
necesario conocer un gran número de factores
condicionantes o solicitar aquellas informaciones que
pueden afectar a dicha operación, tales como: tipo, ámbito,
duración e intensidad de la operación a realizar; situación
logística previa e inicial; líneas de comunicaciones a utilizar
en los diferentes movimientos de personal y recursos;
disponibilidad de medios de transporte, que se empleará y
que será necesario gestionar; interoperabilidad de los
métodos, medios o sistemas; y, actitud de la población civil
ante las actividades y operaciones a realizar.
- 78 -
Estos factores permitirán establecer:
disponibilidades; y, prioridades.
necesidades,
a) Las necesidades
En la cantidad, momento y lugar de los reemplazos,
recursos, medios de transporte, instalaciones, abastecimientos y todo aquello que la situación logística inicial
demande.
b) Las disponibilidades
En situaciones y cantidad de efectivos, recursos, medios
de transporte, instalaciones, abastecimientos y todo
aquello que la situación logística previa manifieste.
c) Las prioridades
Para la distribución y satisfacción de necesidades se
debe observar: máximo aprovechamiento de las rutas
de transporte, con una continua corriente de abastecimientos hasta los puntos más adelantados posibles,
evitando la acumulación de recursos a vanguardia;
revisión y actualización continua de las prioridades de
apoyo de acuerdo con la evolución de la situación;
constante previsión de utilización de medios y métodos
alternativos, que permitan la continuidad en el apoyo; y,
minucioso y detallado estudio de los movimientos de los
órganos logísticos, garantizando el apoyo en todo
momento.
3) Ejecución del apoyo logístico
La ejecución del apoyo logístico se debe basar en los
si-guientes aspectos: administración centralizada de los
medios de transporte para agilizar su empleo; reducción al
mínimo de descargas y trasvases de recursos, que den
sencillez al sistema de movimiento y manipulación de los
mismos; dispersión adecuada de las instalaciones de
apoyo logístico, que proporcione seguridad al conjunto al
tiempo que facilite los movimientos y las relaciones entre
ellas; y máximo empleo de los recursos locales.
- 79 -
2. Apoyo de personal
En la Fuerza Terrestre, no existen unidades exclusivas para este
tipo de apoyo, normalmente, es proporcionado a las unidades a
través del sistema de personal, el cual se basa para su eficiente
desenvolvimiento, en las respectivas secciones existentes en los
repartos militares.
La administración de personal, es el proceso de planificación,
organización, dirección, control y supervisión de todas las
actividades relativas al personal, teniendo en cuenta la adecuada
utilización del potencial humano de una organización.
Las actividades en el campo de personal son las relacionadas con
los militares, prisioneros de guerra y personal civil, subordinados,
bajo la responsabilidad o vinculados funcionalmente a las
organizaciones o fuerzas militares.
Las actividades en el campo de personal que se desarrollan en
toda unidad, son las relacionadas con:
a. Efectivos
Personal orgánico y disponible de una unidad.
b. Reemplazos
Individuo o fracción orgánica destinado a ocupar una vacante
producida en una unidad durante una operación.
c. Disciplina ley y orden
Cumplimiento de normas y principios que establecen los
reglamentos militares, que garanticen el orden y el desarrollo
correcto de todas las actividades inherentes a la buena marcha
de la unidad.
d. Prisioneros de guerra
Preparación y ejecución de planes tendientes a velar por el
cumplimiento de leyes, reglamentos y tratados nacionales e
internacionales (Derecho Internacional de Conflictos Armados
– DICA).
- 80 -
e. Registro de sepulturas
Actividad tendiente al mantenimiento de sanidad adecuada,
moral, y cumplimiento de las reglas de la guerra (DICA).
f. Moral y servicios de personal
Determinación del estado de la moral y mantenimiento del
mismo por todos los medios.
g. Procedimientos de personal
Métodos o sistemas específicos que permiten el máximo de
rendimiento del personal. Incluye clasificación, asignación,
reclasificación, reasignación y ascensos.
h. Manejo del interior
Garantizar que todas las operaciones sean ejecutadas con la
mayor eficiencia posible.
i. Personal civil
Optimización de la mano de obra civil para trabajos que no
atenten a la seguridad militar.
3. Apoyo de asuntos civiles
Las actividades de asuntos civiles hacen referencia a las
relaciones del comandante y los demás componentes de una
organización o fuerza militar, con las autoridades civiles y la
población del área o territorio bajo la responsabilidad o jurisdicción
del comandante de esa organización o fuerza.
Las actividades de asuntos civiles son responsabilidad del
comando y abarcan desde la asistencia o auxilio y control de la
población, hasta el desempeño de algunas o de la totalidad de las
tareas de gobierno relacionadas con la comunidad civil, en una
área determinada.
La conducta a seguir, y los objetivos trazados, a través de los
asuntos civiles, deben estar de acuerdo con las leyes nacionales,
acuerdos internacionales, directrices del gobierno y necesidades
impuestas por la situación militar.
- 81 -
La naturaleza de las operaciones de asuntos civiles varía con el tipo
de guerra, las actitudes y el estado de la población en el área de
responsabilidad y las necesidades del comandante. Estas
operaciones pueden ser centralizadas o descentralizadas, conforme
exija la situación. Normalmente, el concepto organizacional y
operacional de asuntos civiles más adecuado establece una
dirección centra-lizada y operaciones descentralizadas, incluido la
provisión de unidades de asuntos civiles a los comandantes de
unidades tácticas para que atiendan sus necesidades específicas.
Los datos referentes a asuntos civiles, deben constituir elementos
de planificación para cualquier operación militar. La planificación,
debe considerar las posibilidades inherentes a todas las unidades
del ejército para realizar operaciones de asuntos civiles y, debe
prever el empleo de unidades y de especialistas de asuntos
civiles para ampliar y apoyar esas posibilidades.
A través de las actividades de asuntos civiles se pretende alcanzar
los siguientes objetivos:
- Fortalecer las operaciones militares (misión principal);
- Cumplir las obligaciones impuestas por las leyes y tratados
internacionales;
- Promover la política interna y externa del país; y,
- Acelerar la transferencia de la responsabilidad de las funciones
civiles, eventualmente a cargo del comando militar, para
representantes del gobierno militar, central o local.
- 82 -
CAPÍTULO V
OPERACIONES OFENSIVAS
El término ofensiva es genérico para todos los niveles de la
conducción militar, estratégico, operativo o táctico; se materializa en
cada uno de estos niveles por medio de maniobras y operaciones;
por lo tanto, supone una actitud que se caracteriza por la búsqueda
del enfrentamiento con el enemigo, imponiéndole el combate en
unas condiciones tales que se consiga su derrota; es decir, que se
disminuya la eficacia de la fuerza enemiga, hasta tal punto que sea
incapaz de cumplir sus misiones.
La destrucción física de la capacidad de combate de un adversario
es costosa y puede incluso llegar a ser contraproducente; será, por
tanto, sólo uno de los caminos para derrotarlo.
El éxito se logrará cuando se consiga atacar y anular la voluntad de
lucha del enemigo con las menores pérdidas posibles. Por ello, no
será imprescindible una superioridad cuantitativa global, sino una
adecuada concentración de la potencia de combate, que proporcione
superioridad en el lugar y en el momento oportuno para que los
resultados de su aplicación sean decisivos en relación con la finalidad
que se pretende. Se debe considerar que el ataque debe ser dirigido
únicamente contra objetivos militares. Los mismos deben ser
identificados como tales, claramente designados y asignados.
A. FINALIDADES DE LAS OPERACIONES OFENSIVAS
La finalidad es la intención o el propósito de ejecutar cualquier tarea;
en las operaciones ofensivas la principal es destruir al enemigo y
vencer la voluntad de lucha imponiéndole la fuerza. Se pueden
ejecutar con otras finalidades, tales como:
-
Conquistar y mantener terreno clave;
Destruir al enemigo;
Privar al enemigo de recursos;
Aislar a una fuerza enemiga;
Facilitar operaciones futuras;
Obtener información sobre la situación y potencia del enemigo;
Fijar al enemigo restándole libertad de movimiento y maniobra;
- 83 -
- Desorganizar posibles operaciones ofensivas del enemigo; y,
- Engañar al enemigo.
Al actuar con una adecuada combinación de estas finalidades en
toda la profundidad del dispositivo enemigo, se lo está sometiendo a
una amenaza simultánea y sustancial a la que tendrá que hacer
frente con clara pérdida de su libertad de acción.
B. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES OFENSIVAS
1. Establecer y mantener el contacto
Este fundamento es aplicable cuando una fuerza no está en
contacto con el enemigo o cuando éste intenta romperlo.
Para mover una fuerza eficazmente en el campo de batalla, se
requiere contar con información acerca de la fuerza enemiga. Lo
primero que debe hacer el comandante es establecer el contacto
con el enemigo; una vez que esto se logra, es posible evitar la
sorpresa y obtener información que ayude a las operaciones
futuras.
Mediante el empleo de unidades de reconocimiento y seguridad,
se hace todo el esfuerzo por establecer contacto con el enemigo
lo más pronto posible, y por mantenerlo una vez que se haya
establecido. De esta forma se obtiene información que permita
evaluar las capacidades y probables cursos de acción del
enemigo; aquella es la base para una inteligencia oportuna, tan
necesaria para las decisiones. Se debe emplear todos los medios
disponibles para localizar al enemigo tan pronto como sea posible
y mantener una vigilancia sobre sus acciones. Una vez establecido
el contacto con el enemigo no debe ser roto voluntariamente, sin
embargo, puede ser mantenido por medio de la observación
solamente.
2. Desarrollar la situación
El desarrollo de la situación está ligado estrechamente al
establecimiento y mantenimiento del contacto y, consiste en las
acciones que se requieren para determinar el dispositivo,
composición y efectivo del enemigo que se ha descubierto. Esto
es importante porque el comandante estará en desventaja si no
cuenta con información acerca del enemigo con quien combate.
- 84 -
Las operaciones ofensivas se conducen eficazmente, sólo cuando
están fundamentadas en la mejor información que se pueda
obtener acerca del enemigo y sus capacidades. Una vez que se
establece el contacto físico con el enemigo, y se determina la
resistencia que éste presenta, se inicia las acciones destinadas a
destruir su fuerza de seguridad, y a determinar los efectivos y la
ubicación de la posición defensiva principal. Esta acción
proporciona al comandante una información precisa para su
continua apreciación de la situación, evita un desplazamiento
prematuro de la fuerza principal y permite atacar al enemigo en
las circuns-tancias más favorables.
En las operaciones ofensivas, las fuerzas de cobertura
normalmente desarrollan la situación, a través de una operación
de reconocimiento en fuerza destinada a destruir las fuerzas
enemigas que intentan establecer una protección de su posición
defensiva principal, o intentan retardar el avance de la fuerza
principal. Si la situación es tal, que la fuerza de cobertura no
puede descubrir la posición enemiga con el reconocimiento, la
iniciación del ataque puede tomar la forma de un reconocimiento
ofensivo, por elementos del grueso de la fuerza, para obtener la
información requerida en una forma rápida y detallada.
Si se fracasa en el desarrollo de la situación, el enemigo adquiere
una ventaja en la potencia relativa de combate, ya que el
comandante no podrá ejecutar maniobras decisivas, y podrá ser
sorprendido por una acción contraria del enemigo.
3. Explotar las debilidades que se conoce del enemigo
En situaciones donde fuerzas de combate enemigas tratan de
lograr una ventaja operativa o táctica, el comandante elude hacer
frente a la superioridad enemiga y reacciona con máxima rapidez
para aprovecharse de las debilidades conocidas, a fin de contribuir
al éxito de la operación.
Es preciso aprovechar al máximo cualquier deficiencia en el
despliegue de las tropas, así como cualquier baja en el estado de
ánimo general, insuficiencias en el apoyo que se presta a las
tropas, errores tácticos y la inferioridad numérica del enemigo.
- 85 -
Cuando se descubre la oportunidad de explotar las debilidades
del enemigo, el comandante puede decidir empeñar todos los
medios que tiene a su alcance para destruirlo; al conocer las
debilidades enemigas y tomar las acciones tendientes a
aprovecharse de éstas mediante el empleo de una mayor potencia
relativa de combate, el comandante efectúa una aplicación
inteligente de los principios de la guerra.
Estas debilidades pueden ser producidas tanto por operaciones
ofensivas como defensivas.
4. Ocupar o controlar el terreno clave (crítico)
El cumplimiento de una misión ofensiva a menudo depende de si
se puede lograr un pronto control, o la neutralización del terreno
clave que sea esencial para tal operación. Sin embargo, la
po-sesión de características claves del terreno, adquiere
importancia cuando se utilizan para destruir al enemigo.
El comandante trata de tomar y controlar el terreno que: contribuye
a mejorar la observación; proporciona cubertura y encubrimiento;
permite campos de tiro; controla las avenidas de aproximación y
rutas requeridas tanto por el enemigo como por las fuerzas
propias; y, aumenta la seguridad.
Durante la planificación el comandante determina cual es el
te-rreno que, al ser tomado o neutralizado, producirá resultados
decisivos, y concentra sus fuerzas hacia la ocupación, destrucción
y neutralización de dicha área. El rápido control de tal terreno
permite la ocupación del área objetivo, facilita la destrucción de la
fuerza enemiga, y normalmente, es el objetivo físico del ataque
principal.
También se considera como terreno clave, cualquier característica
del terreno, que estando fuera de la zona de acción, proporciona
una marcada ventaja a las fuerzas que lo posean. El comandante
obtiene el control de estas características del te-rreno, con la
ayuda de las unidades adyacentes.
5. Retener la iniciativa
La iniciativa es la condición que existe cuando el comandante
utiliza sus recursos a voluntad para influir en la acción. El
- 86 -
comandante que tenga la iniciativa, puede ejecutar acciones que
obliguen al enemigo a tomar los pasos pertinentes, para
contrarrestarlas. El empleo audaz y agresivo de una potencia de
combate avasa-lladora, el logro de la sorpresa o la explotación de
los errores o debi-lidades del enemigo, contribuyen a lograr la
iniciativa.
La sorpresa siempre es un factor importante que es posible
conseguirlo mediante la selección de la hora, lugar, dirección, tipo y
poder de ataque inesperado, el engaño, la maniobra y la
movilidad.
Una vez alcanzada la iniciativa, se hace todo el esfuerzo por retenerla, ya que si se la pierde resultaría difícil y costoso recuperarla.
La continua aplicación de la fuerza contra aquellas unidades
enemigas que tengan menos posibilidades de resistir el ataque, la
neutralización o destrucción de los medios que tenga el enemigo
para influir en la situación y la pronta explotación de las acciones
exitosas en todos los niveles, contribuyen a retener la iniciativa y
mantener la libertad de acción. La iniciativa la pueden retener los
comandantes que reaccionan rápidamente, y que cuentan con
planes alternos listos para ser puestos en ejecución.
Cobra especial importancia para retener la iniciativa, la interferencia física o electromagnética del sistema de comando y control
del enemigo, por medio de las operaciones de guerra
electrónica.
6. Neutralizar las capacidades de reacción del enemigo
Se debe hacer todo el esfuerzo posible para entorpecer o
neutralizar la capacidad que tenga el enemigo para reaccionar
ante el dispositivo y la maniobra impuestos por el comandante.
La interdicción del campo de batalla, y la destrucción o interferencia a las acciones de apoyo o de refuerzo del enemigo,
reducen su capacidad de acción, reducen los riegos, aumentan la
seguridad de las propias tropas y contribuyen a tomar y retener la
iniciativa.
La cobertura, el engaño, la interdicción, la guerra psicológica y
guerra electrónica, son operaciones eficaces que se pueden
- 87 -
emplear para reducir la potencia relativa de combate del enemigo,
mediante acciones destinadas a neutralizar sus capacidades para
reaccionar ante las maniobras del comandante.
Las medidas de seguridad que impiden que el enemigo obtenga
información acerca de las acciones propias, contribuyen a
aumentar la potencia de combate y por consiguiente impiden que
el enemigo interfiera en la operación. Estas medidas también
permiten atacar al enemigo en la hora, lugar y forma inesperada,
reduciendo así su capacidad para reaccionar eficazmente.
7. Integración del fuego y la maniobra
La combinación del fuego y la maniobra involucra dos misiones
independientes que, a fin de alcanzar la máxima potencia de
combate, deben ser coordinadas cuidadosamente. El elemento
de combate tiene la misión de entrar en combate con el enemigo
y destruirlo. El apoyo de fuegos tiene la misión de reducir las
posibilidades del enemigo de modo que no interrumpa el
movimiento de los elementos de combate; y dentro de sus
capacidades, deberá neutralizarlo o destruirlo.
Para que los elementos de combate tengan libertad de acción, sin
sufrir pérdidas mayores, es necesario que desde el inicio de las
operaciones, el apoyo de fuegos logre una marcada superioridad
y pueda mantenerla durante el transcurso del ataque. La superioridad se establece, cuando el fuego enemigo ha sido reducido
a tal grado, que los elementos de combate puedan avanzar sin
sufrir pérdidas significativas. Físicamente esto depende de un
gran volumen, una elevada precisión y una distribución apropiada
de los fuegos. Una vez que se establece dicha superioridad, debe
ser mantenida mediante el apoyo de fuegos o por los propios
elementos de combate, de lo contrario se detiene el ataque.
8. Mantener el ímpetu del ataque
Una vez que se haya lanzado el ataque, se busca por todos los
medios de mantener su ímpetu hasta que se haya tomado el
objetivo. El factor más importante es la flexibilidad y la velocidad
con que se emplee la potencia de combate.
El comandante debe lograr su objetivo en el tiempo más corto
posible; debido a que la fuerza atacante por lo general no avanza
- 88 -
uniformemente y penetra en algunos lugares con más facilidad
que en otros, no se debe tratar de mantener a las unidades en
línea durante el ataque, ni de adherirse estrechamente a un plan
de ataque preconcebido. Se trata por todos los medios de avanzar
por los lugares donde el ataque es satisfactorio, en estas
circunstancias, una unidad puede ayudar al avance de una unidad
adyacente, especialmente proyectando el fuego contra los flancos
del enemigo. Las fuerzas enemigas que no constituyen obstáculo
para la misión, son pasadas por alto o destruidas utilizando la
fuerza mínima necesaria.
La presión continua contra una fuerza enemiga debilitada, le
impide descansar del combate y ejecutar una retirada ordenada,
además le niega la oportunidad de tomar la iniciativa. La falta de
mantener el ímpetu del ataque trae como resultado ataques
inconclusos donde la fuerza atacante por lo general sufre grandes
pérdidas.
El ímpetu del ataque se mantiene a través del avance rápido del
escalón de ataque, el empleo de las reservas, el desplazamiento
de los elementos de apoyo de fuegos, y un efectivo apoyo de
servicio de combate.
9. Concentrar una potencia de combate superior en el
momento y lugar decisivos
La ofensiva exige la concentración de una potencia de combate
superior en el momento y lugar decisivos y su aplicación para
destruir al enemigo. En el ataque esto comprende tres tareas
principales: fijación del enemigo en posición, la maniobra ejecutada
contra él para lograr una ventaja y, el lanzamiento de un potente
asalto en el momento oportuno a fin de destruirlo. Es durante esta
última tarea cuando se concentran los elementos de combate y
de apoyo de combate, se empeñan las reservas, si es necesario,
para alcanzar la máxima potencia de combate posible y destruir
al enemigo.
Cuando es necesario concentrar las fuerzas, se debe hacerlo en
el lugar decisivo, lo más cerca del enemigo y en el tiempo más
corto posible. Una vez concentradas las fuerzas, la operación
- 89 -
debe ejecutarse rápidamente ya que dicha concentración detiene
el ataque y esto constituye un blanco lucrativo para el enemigo.
Cuando se presenta la oportunidad de combatir decisivamente, el
comandante empeña todos sus recursos y exige el máximo
esfuerzo de sus hombres. Si el enemigo elude el combate
decisivo, el comandante debe tomar una acción inmediata para
recuperar o mantener el contacto.
10. Seguridad e integridad de la fuerza
La seguridad siempre es un factor esencial, sea que la tropa esté
estacionada, en movimiento o en combate. Toda unidad es
responsable de su propia seguridad sin importar el grado de
seguridad que le proporcionan otras unidades.
El comandante es el responsable de adoptar todas las medidas
necesarias, para que su fuerza no sea tomada por sorpresa y
para mantener la integridad de su unidad. Las medidas que el
comandante tome dependen de la proximidad del enemigo, es
decir, si el contacto es remoto, probable o inminente. Sin embargo
las acciones que se tomen no deben desviar innecesariamente a
los elementos o esfuerzos destinados a cumplir la misión de la
fuerza a la cual se protege.
La seguridad es efectiva si se cuenta con medios de detección
eficaces, si existe suficiente tiempo y espacio de maniobra para
eludir, neutralizar o eliminar una amenaza.
Durante la preparación del ataque, el comandante debe emplear
medidas activas y pasivas para conservar la seguridad y su
potencia de combate. Esto lo hace con el fin de mantener su
li-bertad de acción, lo cual contribuye a retener la iniciativa, y
evitar una interferencia inesperada o sorpresa por parte del
enemigo.
Durante el ataque es esencial mantener la seguridad para
preservar la integridad de la fuerza. Un ataque agresivo
normalmente proporciona seguridad.
La integridad es la condición que se logra al mantener la unidad
como una fuerza combativa eficaz. El comandante trata de que
sus fuerzas no sean divididas a fin de evitar que sean destruidas
- 90 -
por separado. El es responsable de que siempre exista disponible
el apoyo necesario. Cualquier acción que reduzca la preparación
para el combate de su fuerza, o amenace la integridad de su
comando, exige que el comandante se concentre en la
reorganización de sus fuerzas durante el ataque y durante la
consolidación del objetivo.
C. CARACTERISTICAS DE LAS OPERACIONES OFENSIVAS
En las operaciones ofensivas, tomar la iniciativa es un factor básico
para el éxito, por ello deberá tenérsela presente en todos los
escalones de mando.
La iniciativa se logra gradualmente mediante la adecuada aplicación
de las características de las operaciones ofensivas: sorpresa,
concentración, rapidez, audacia y flexibilidad.
1. Sorpresa
La sorpresa, como principio básico en todo tipo de operaciones
mi-litares, quedó definida en el tercer capítulo, cuando se analizaban
los principios de la guerra. No obstante, donde adquiere un valor
básico máximo es en su aplicación en las operaciones ofensivas.
La sorpresa absoluta tanto en el nivel operativo como táctico, es
difícil de lograr, dadas las posibilidades crecientes de los medios
de vigilancia, observación y detección, sin embargo la sorpresa
parcial o relativa siempre será más fácil de obtener y es preciso
alcanzarla. El enemigo puede esperar ser atacado, pero se lo
puede sorprender con la forma de maniobra, el ímpetu, la
potencia, etc.
El ocultamiento absoluto de las operaciones no es imprescindible,
bastará con que el enemigo se dé cuenta de ello lo suficientemente
tarde haciendo que su reacción sea ineficaz.
La obtención de la sorpresa se favorece conociendo los propósitos
del mando enemigo, a la vez que se le niega la posibilidad de
dirigir su sistema de vigilancia acertada y oportunamente,
desencadenando ataques repentinos y violentos desde:
direcciones inesperadas; a través de terrenos difíciles; con
condiciones me-teorológicas adversas; tras reiteradas fintas o
demostraciones y, cambiando bruscamente el ritmo de las
operaciones.
- 91 -
Exige mantener el secreto en los preparativos y aplicar en su
caso un buen plan de engaño. Dado que los efectos de la
sorpresa serán fugaces, ha de preverse su explotación con
acciones rápidamente ejecutadas.
La sorpresa debe buscarse siempre porque constituye una
ventaja considerable para el atacante.
2. Concentración
El resultado decisivo de toda operación ofensiva requiere la
aplicación de una potencia de combate superior a la enemiga en
lugares y momentos determinados.
Así pues, se harán coincidir los ataques de las unidades de
combate sobre cada uno de los puntos claves elegidos, de forma
que el defensor se encuentre, en cada caso, ante una masa de
ma-niobra claramente superior. A la vez, se aplicará sobre ellos la
potencia de fuego disponible proporcionada por todos los sistemas
de armas terrestres, aéreas y navales, lo que requerirá una
adecuada coordinación.
Como toda la actividad, quedará tarde o temprano descubierta
por el enemigo, será preciso entonces, disponer de elementos
capaces de prestar la adecuada protección a la fuerza atacante.
Esto, a nivel operativo, tendrá su máxima expresión con la
consecución de la superioridad aérea, al menos local, y con el
empleo de medios de defensa aérea, fuegos y movimiento que
permitan la adecuada protección de las fuerzas de combate y de
apoyo de combate; a nivel táctico, se logra impidiendo o al menos
dificultando, toda actividad de reconocimiento terrestre del
enemigo y empleando toda la gama posible de medidas activas y
pasivas.
Los mandos actuarán definiendo el momento, lugar y potencia de
sus esfuerzos principal y secundario, sincronizando toda la
operación.
Durante la conducción del ataque los mandos mantienen dispersas
las fuerzas, buscando protección frente a la presión y efectos
mortíferos del armamento moderno, hasta el momento oportuno
de concentrarlas convergiendo sobre sus objetivos. Retienen bajo
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su control medios de apoyo de combate suficientes para cambiar
el esfuerzo principal hacia el secundario, si se aprecia ventajas en
ello. Mantienen la fuerza concentrada tras un ataque con éxito
para aprovechando su impulso, explotar los efectos obtenidos. Si
a continuación se perciben nuevas amenazas, vuelven a
dispersarlas. Para designar los blancos de las armas individuales
y de las unidades de tiro se tomarán las mismas precauciones
que para asignar objetivos militares, en función del resultado
esperado (por ejemplo destrucción o neutralización) y teniendo en
cuenta el poder destructor de las municiones utilizadas (cantidad,
datos balísticos, efecto puntual o en una zona, consecuencias
para el entorno).
3. Rapidez
La rapidez es esencial para el éxito, ella fomenta la sorpresa,
mantiene al enemigo fuera de equilibrio, contribuye a la seguridad
de la fuerza atacante e impide al defensor reaccionar con eficacia.
Será en el marco de las operaciones ofensivas donde se obtenga
el máximo partido de su dominio. De forma que permita mantener una presión constante sobre el defensor para evitar que se
recupere de la sorpresa y de los efectos físicos y psicológicos
causados por el ataque.
La rapidez en una operación ofensiva supone una planificación
rigurosa. La consideración del ritmo adecuado influirá en la
determinación de los momentos y direcciones de ataque más
favo-rables, las operaciones en profundidad, las actitudes que
permitan la rápida transición entre fases, el adecuado diseño de
las organizaciones operativas, así como en la organización y
ubicación de los apoyos de combate y apoyos logísticos.
4. Audacia
Es mostrarse atrevido para afrontar lo desconocido, aceptando
riesgos calculados durante la ejecución de una operación.
La audacia se manifiesta mediante la disposición para explotar
agresivamente las situaciones favorables que se presenten hasta
la consecución del objetivo asignado.
La audacia puede caer en la temeridad cuando los riesgos que se
aceptan no han sido debidamente evaluados, de forma que, de
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materializarse, pongan en peligro el cumplimiento de la misión
recibida u obliguen al empleo de recursos del mando superior
inicialmente destinados a otros fines.
5. Flexibilidad
La flexibilidad, habilidad para adaptarse a las variaciones del
concepto de la operación, situación y ambiente de combate. Esto
supone apertura de mente y planes sencillos con soluciones
alternativas. Mantener una reserva apropiada es un requisito
básico para la flexibilidad táctica u operativa, ya que ningún plan
podrá prever de manera certera las variadas situaciones que
pueden presentarse más allá de los primeros combates.
Sin embargo, a más de planes alternos y reservas apropiadas, la
flexibilidad se obtiene también mediante un escalonamiento de
los medios en profundidad, las posibilidades de transportar los
fuegos de apoyo de un lugar a otro de la zona de operaciones o
acción táctica a fin de proporcionar un apoyo estrecho y continuo
a las unidades del escalón de ataque, la juiciosa utilización de los
medios de transporte disponibles y el buen funcionamiento del
sistema de mando y control.
D. TIPOS DE OPERACIONES OFENSIVAS
Las operaciones ofensivas son: el movimiento para establecer el
contacto, el ataque, la explotación del éxito y la persecución.
1. Movimiento para establecer contacto
Es la operación de desplazamiento que se ejecuta para entrar en
contacto con el enemigo o reestablecerlo si así fuera el caso.
Durante el movimiento pueden desarrollarse reconocimientos en
fuerza y combates de encuentro.
a. Reconocimiento en fuerza
Es una operación de objetivo limitado, que la ejecuta una
fuerza de considerable valor. Las finalidades son obtener
información del enemigo (ubicación, composición y efectivo) y
demás factores del orden de batalla necesarios para el
comandante.
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Es pues, una operación a emprender a partir de propósitos del
mando claramente identificados con relación al grado de empeño
de la fuerza a emplear, la cual se organizará coherentemente de
acuerdo con la información que se desea obtener.
Cuando se pretenda obtener información sobre un frente
amplio enemigo, la operación puede descomponerse en
fuertes acciones tácticas aplicadas sobre puntos escogidos.
Las reacciones del enemigo permitirán alcanzar las finalidades
perseguidas. En forma continuada la fuerza empeñada puede
recibir la orden de fijar al enemigo, atacarlo o destruirlo.
El reconocimiento en fuerza se realiza en beneficio de la planificación de las operaciones futuras; las unidades de tanques
e infantería son las más apropiadas para ejecutarlo.
b. Combate de encuentro
Son enfrentamientos con el enemigo, ejecutados normalmente,
con las fuerzas de seguridad. Estos combates permiten
mantener la libertad de acción y pueden transformarse en
ataques improvisados si el objetivo del atacante es des-truir
al enemigo y mantener su potencia de combate. Pueden
ejecutarse en el movimiento para establecer contacto o
durante la explotación del éxito.
2. Ataque
Es el empleo del grueso de las fuerzas en el lugar decisivo y
en el momento oportuno para lograr la destrucción del enemigo
y realizar una explotación minuciosa, planificada y audazmente
ejecutada para tener éxito.
Todo ataque persigue la derrota del enemigo sobre el que se
dirige, a veces para ello será preciso destruirlo y otras sólo
neutralizarlo; serán las intenciones de los mandos de los
escalones superiores las que en cada caso dicten la conducta
a seguir.
El ataque se orienta normalmente hacia la fuerza enemiga, no
hacia el terreno y, el éxito vendrá proporcionado
fundamentalmente por la materialización, con agilidad, del
principio de masa y con un ritmo sostenido hasta conseguir
que el defensor ceda en sus propósitos.
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Cuando un ataque se materializa, debe hacerse de forma
violenta y rápida. Hay que alcanzar los objetivos asignados y
consolidar su posesión antes de que el enemigo tenga tiempo
de reponerse y reaccionar; esto se consigue imponiendo al
enemigo el ritmo del ataque que debe mantenerse todo el
tiempo, fundamentalmente con redespliegues, fuego y
maniobra, relevos o refuerzos y con la coordinación de las
operaciones.
Como la finalidad del ataque es destruir, desgastar o
desorganizar al enemigo, se lo puede ejecutar diferenciando
dos formas; coordinada e improvisada, las mismas que se
distinguen por el tiempo disponible para la planificación,
coordinación y preparación antes de la ejecución, de allí que
el ataque puede ser coordinado o improvisado.
Es necesario considerar también que el ataque por ningún
concepto se podrá detener, ante lo cual, su ejecución será
continua, tanto en el día como en la noche.
a. Ataque coordinado
Se caracteriza por el empleo planificado y coordinado,
metódico y detallado, del fuego y movimiento para cerrar
sobre el enemigo y destruirlo o capturarlo.
Requiere, por tanto, tiempo para su ejecución, debiendo
asumirse el riesgo de acciones enemigas que traten de oponerse, anticipándose a su desencadenamiento, lo cual supone
establecer planes para hacer frente a estas contingencias.
Será imprescindible recurrir a este tipo de operaciones cuando
el enemigo haya tenido ocasión de organizar una buena
defensa; ello exigirá atacar simultáneamente y en toda la
profundidad del dispositivo, los objetivos determinados durante
la planificación, explotando al máximo cualquier éxito parcial
obtenido.
b. Ataque improvisado
Es una operación ofensiva en la que se reduce el tiempo de
preparación, incrementando la velocidad y la audacia para
aprovechar el momento oportuno.
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El comandante que emprende esta operación tiene la clara
finalidad de anticipación al oponente, ya que con sus fuerzas
disponibles y un mínimo de preparación busca evitar que el
enemigo se concentre o prepare una defensa.
Para llevarlo a cabo se requiere una gran agilidad. En la
preparación, se prescinde o disminuyen los reconocimientos,
lo que se traduce en un mayor esfuerzo del sistema de
inteligencia; y en la ejecución, los elementos de combate, de
apoyo de combate y de apoyo de servicio de combate, deben
estar muy compenetrados en el uso habitual de procedimientos
operativos normales que permitan el automatismo en el
accionar.
c. Ataque nocturno o en condiciones de visibilidad limitada
El combate nocturno es inherente a todas las operaciones y
ofrece excelentes oportunidades para el engaño y la sorpresa.
Contribuye a las campañas particularmente cuando las
operaciones durante el día son impracticables y también
cuando la superioridad aérea local se torna difícil de alcanzar.
Una presión continua, aplicada día y noche, especialmente
contra un enemigo debilitado, permitirá su pronta destrucción
y la explotación del éxito.
La tecnología moderna ha permitido la creación y utilización
de equipos de visión nocturna, que modifican, sustancialmente,
determinadas características peculiares del combate nocturno.
El desequilibrio a favor de una de las fuerzas enfrentadas,
basado en un apropiado empleo de los sistemas de visión y de
orientación durante las operaciones nocturnas, puede ser
decisivo en el resultado final de la batalla.
Cuando las tropas estén equipadas con aparatos de visión
nocturna, se puede aplicar las mismas consideraciones sobre
la planificación, preparación y conducción previstos para el
ataque diurno, e incluso emplear las mismas formas de
ma-niobra.
La decisión de realizar un ataque nocturno debe ser tomada
con suficiente anticipación para permitir el reconocimiento
diurno, posibilitar la planificación detallada y permitir las
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coordinaciones, es habitual el uso de órdenes preparatorias y
fragmentarias. Los ataques diurnos no deben ser interrumpidos
con la llegada de la noche, de allí que la planificación debe
permitir la flexibilidad necesaria para continuar con el ataque.
El ataque nocturno es previsto para conquistar terreno clave y
poder continuar con un ataque diurno posterior, normalmente
es ejecutado durante las horas finales de oscuridad, a fin de
reducir al mínimo el tiempo para que el enemigo interfiera en
las acciones subsiguientes. Cuando las condiciones lo
permitan, el ataque nocturno debe prevalecer sobre el diurno.
El ataque nocturno puede complementarse con la iluminación
del campo de batalla, la misma que debe ser desencadenada
a pedido de la fuerza atacante, especialmente cuando se haya
perdido la sorpresa. Los planes deben incluir todos los medios
de iluminación como granadas de artillería y medios lanzados
desde aeronaves. La principal finalidad de la iluminación del
campo de batalla es atenuar las limitaciones que tienen las
fuerzas por la ausencia de luz o por la inferioridad de medios
de visión nocturna.
3. Explotación del éxito
Es la operación empleada para mantener una presión ofensiva
sobre fuerzas que se defienden, cuando éstas ven reducida su
capacidad de resistencia tras haber sufrido un ataque con éxito.
La finalidad de esta operación es mantener la iniciativa impidiendo
que la fuerza enemiga se reúna y pueda reorganizar su defensa
o retirarse ordenadamente. Su finalidad última es anular la
vo-luntad de lucha del defensor.
Todo ataque victorioso debe ser explotado audazmente en todos los
escalones de mando, bien por las mismas fuerzas atacantes o por
otras designadas con este cometido específico; debe ser una acción
prevista y planificada. Ha de iniciarse oportunamente y sus objetivos
parciales se vinculan con puntos claves del terreno.
Esta forma de actuar no reconoce más limitaciones que las
derivadas del propósito del mando superior o la carencia de
medios para llevarla a cabo, sin embargo el fallo de no explotar
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un éxito agresivamente podrá permitir al enemigo detectar y
explotar nuestras debilidades, recobrando así la iniciativa y la
ventaja.
4. Persecución
La persecución es la operación llevada a cabo cuando el defensor
se retira desordenadamente. Su finalidad es completar la
destrucción de la fuerza adversaria.
Debe ser ordenada por el escalón superior cuando se perciba
que el enemigo está huyendo intentando romper el contacto y
alejarse del combate. Los indicadores para realizar la
persecución son similares a los de la explotación, pero se
manifiestan en mayor grado ya que el enemigo ha perdido su
capacidad para luchar, revela desmoralización en sus tropas y
trata de escapar a su destrucción.
A diferencia de la explotación, no es previsible el tiempo y lugar
y, por tanto, no se planifica, ni se reservan fuerzas específicamente
para ella; serán las mismas fuerzas empeñadas las que la
lleven a cabo con agilidad y audacia. Las acciones de interdicción
ejecutadas por la fuerza aérea serán un complemento de alto
valor para las acciones terrestres.
No es necesariamente una operación posterior a la explotación,
pudiendo ejecutarse tan pronto como se note la retirada del
enemigo.
E. FORMAS DE LA MANIOBRA OFENSIVA
La maniobra tiene como finalidad buscar una posición ventajosa
desde la cual pueda atacarse al enemigo, y ésta, puede alcanzarse
al frente, flanco o retaguardia de su dispositivo, por fuerzas que
operen en superficie, desde el aire o una combinación de ambas.
El acierto en la elección de una determinada forma de maniobrar
estará estrechamente vinculado en cada caso a una detallada
evaluación de los factores de la decisión en cada nivel de mando.
Las formas de maniobra ofensiva son: el rompimiento, el
envolvimiento, la penetración, el ataque frontal y la infiltración; que
se emplearán en los diversos niveles de conducción, de acuerdo a
las fuerzas que actúan y a los objetivos que se persiguen.
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1. Rompimiento
Se ejecuta contra un enemigo que tiene los dos flancos
apoyados, lo que obliga al atacante a lanzar sus esfuerzos a
través del frente, contra las fuerzas enemigas principales,
separándolas y posteriormente destruyéndolas. Esta maniobra
requiere de superioridad local en la zona de irrupción y
penetración.
El propósito final de esta maniobra es destruir a las fuerzas
enemigas, lo que se logra después del rompimiento cuando
éstas han sido divididas. Se diferencia de la penetración por la
profundidad y la magnitud de la operación; sin embargo su
planificación sigue los mismos preceptos.
2. Envolvimiento
Es una maniobra ofensiva dirigida hacia objetivos que quedan
expuestos por el enemigo en sus flancos o en su retaguardia
inmediata, evitando las posiciones defensivas principales. El
esfuerzo principal elude dichas posiciones, por uno o ambos
flancos, o por aire, denominándose envolvimiento, doble
envolvimiento o envolvimiento vertical, respectivamente.
Los esfuerzos secundarios se emplearán con la finalidad de
fijar la atención del defensor en el frente. Por consiguiente, el
ataque se realizará desde una dirección inesperada, restando
de esta forma ventajas a la posición defensiva.
El envolvimiento obliga al defensor a cambiar su dispositivo
inicial y a distraer mayores fuerzas para hacer frente a la
amenaza creada por el ataque; de esta manera, la destrucción
del enemigo puede realizarse en un terreno elegido por el
atacante. En este aspecto, cuando el enemigo ocupa una
posición fuertemente organizada, el envolvimiento es una
maniobra ideal y, para llevarlo a cabo, es preciso previamente
encontrar o crear un flanco expuesto o detectar fuerzas débiles
en retaguardia.
En este tipo de maniobra, la fuerza envolvente actúa fuera de
la distancia de apoyo de los esfuerzos secundarios o fuerzas de
fijación. Por esta razón, cada una de estas fuerzas debe ser lo
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suficientemente potente y móvil, para actuar independientemente
y atacar antes de que el enemigo reoriente su defensa. Además
a fin de evitar ser batido, se debe adoptar un dispositivo en
profundidad y prestar mucha atención a los flancos.
Figura 1-5 “El envolvimiento”
Una variante del envolvimiento es el rodeo. La diferencia esencial
estriba en que su objetivo está situado a mayor profundidad en la
retaguardia enemiga que en el caso anterior, generalmente sobre
sus líneas de comunicaciones.
Puede requerir la disponibilidad de fuegos profundos para
neutralizar posibles reacciones enemigas.
El defensor sometido a un rodeo se verá obligado, para evitar ser
destruido, a abandonar su posición o a distraer fuerzas de su
posición defensiva principal, debilitando así su defensa.
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Figura 2-5 “El Rodeo”
3. Penetración
Es la forma de maniobra que busca romper el frente enemigo,
atravesar sus posiciones de resistencia y desorganizar el sistema
de defensa alcanzando objetivos en profundidad.
El esfuerzo principal se ejerce inicialmente en uno o varios puntos
del frente a fin de concentrar la máxima potencia de combate para
abrir una brecha en las posiciones defensivas enemigas,
mantenerla abierta, neutralizar posibles contraataques y
profundizar atacando los flancos o la retaguardia enemiga.
Los esfuerzos secundarios, mientras tanto, realizan ataques de
diversión con objeto de distraer o fijar al defensor en todo el resto
del frente.
Una penetración comprende la siguiente secuencia: ruptura de la
posición defensiva del enemigo; ampliación y afianzamiento de la
brecha; y, conquista del objetivo a retaguardia.
Después de la ruptura; las otras dos fases de la secuencia serán
determinadas por la situación. En algunos casos es conveniente
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realizar simultáneamente la ampliación de la brecha y la conquista
del objetivo a retaguardia.
En esta forma de maniobra, la conquista del objetivo se detiene
hasta que la brecha sea lo suficientemente amplia para permitir el
paso de las fuerzas que se emplearán en la fase final. Cuando las
fuerzas que ejecutan la penetración son suficientemente potentes,
móviles y apoyadas por una potencia de fuegos, toda la secuencia
hasta la desembocadura de la explotación son tan rápidas que se
hace difícil distinguirlas.
Esta forma de maniobrar puede ocasionar un gran desgaste por lo
que sólo debe emplearse cuando se disponga de potentes fuerzas
de combate, cuando el enemigo está desplegado en un frente amplio
o cuando sus flancos son inaccesibles.
Figura 3-5 “La Penetración”
4. Ataque frontal
Es la forma de maniobra en la que se ataca al enemigo sobre un
frente extenso y se sigue las avenidas de aproximación más
directas. Por lo general se recurre a esta maniobra cuando el
comandante dispone de una potencia de combate superior y el
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enemigo se encuentra en clara desventaja. El comandante
concentra entonces los efectos de sus armas de tiro directo e
indirecto sobre las posiciones enemigas, el esfuerzo principal se
dirige contra la parte anterior del dispositivo defensivo enemigo
que se opone al avance, irrumpiendo en esa parte de la posición
para desalojarlo, destruirlo o fijarlo.
Esta es normalmente la forma de maniobra más costosa y
produce un gran desgaste, ya que expone al atacante a los
fuegos concentrados del defensor a la vez que se limita la eficacia
de los propios.
Es una maniobra adecuada como apoyo a un envolvimiento, un
rodeo o una penetración planificada por el escalón superior, es
también conveniente para la ejecución de la explotación y la
persecución.
Figura 4-5 “Ataque Frontal”
5. Infiltración
Es la forma de maniobra en la que, mediante movimientos de
fuerzas propias de limitada magnitud, no detectados por el
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enemigo, se penetra en su dispositivo para atacar posiciones en
su retaguardia.
Las unidades de infantería son las más adecuadas para ejecutar
este tipo de maniobra, el comandante puede utilizarlas para
atacar posiciones enemigas ligeramente defendidas y para atacar
por el flanco o retaguardia, posiciones fuertemente protegidas,
para tomar determinado terreno clave en apoyo del esfuerzo
principal o para entorpecer operaciones enemigas en la
retaguardia.
Normalmente la infiltración se emplea en combinación con otros
tipos de maniobra.
Figura 5-5 “La Infiltración”
F. PLANIFICACIÓN Y CONDUCCIÓN DE LAS OPERACIONES
OFENSIVAS
1. Planificación
La herramienta que permite la planificación es el PMTD, el mismo
que es iniciado normalmente con la recepción, aclaraciones y
coordinaciones pertinentes de la misión.
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La misión es la luz que orienta el estudio de la situación realizado
por el comandante y su estado mayor, su enunciado puede
determinar la conquista de un área o también la destrucción de
una fuerza enemiga.
Los efectos del terreno sobre la operación, la situación del
enemigo y de fuerzas propias y, la potencia relativa de combate,
permiten el levantamiento de cursos de acción por el escalón
considerado.
Los esquemas de maniobra correspondientes a los cursos de
acción son preparados inicialmente en forma genérica; en el
transcurso de la apreciación de la situación se analiza sus
probables efectos ante las posibilidades del enemigo, son
perfeccionados y además se establece los parámetros para
posteriores comparaciones. Durante el perfeccionamiento de los
cursos de acción éstos son exhaustivamente analizados (cuando
se conduce el juego de guerra del PMTD), se detalla en forma
genérica las unidades que serán organizadas, son determinados
los objetivos, otras medidas de coordinación y control, los fuegos
a realizar y los apoyos necesarios. Finalmente los cursos de
acción perfeccionados son comparados y se selecciona aquel
que permitirá el mejor cumplimiento de la misión, el cual se
presentará como recomendación al comandante.
Los medios disponibles raramente permiten que todas las fuerzas,
tanto del escalón de ataque como las de reserva, tengan una
potencia de combate de igual valor, normalmente, se debe
organizar un esfuerzo principal y uno o más esfuerzos secundarios. Un ataque previsto para producir los resultados más
decisivos y que tenga mayor probabilidad de éxito es designado
como esfuerzo principal, el mismo que debe recibir superioridad
de fuerzas y de apoyos. Los esfuerzos secundarios son utilizados
para favorecer al éxito del esfuerzo principal, recibiendo
únicamente los medios necesarios y suficientes para cumplir su
misión.
Una parte de la potencia de combate debe ser mantenida en
reserva, a fin de emplearse en el momento y lugar decisivos para
obtener un resultado favorable. La reserva es empeñada para
aprovechar el éxito del ataque, para mantener el ritmo del mismo
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o para proporcionar seguridad, constituyéndose el principal medio
con que el comandante puede influir en las acciones una vez
iniciada la operación. El valor y composición de las reservas varía
con el tipo de operación ofensiva a ser conducida, la misión
prevista, los medios disponibles, la forma de maniobra adoptada,
las características del área de operaciones, las posibles reacciones
del enemigo, y el conocimiento de la situación por parte del
comandante y su estado mayor. Cuando la situación es
relativamente clara y las posibilidades del enemigo son limitadas,
la reserva puede estar constituida por una pequeña fuerza. Pero
cuando la situación es incierta, la reserva debe constituirse por
una fuerza potente preparada para emplearse en cualquier lugar.
Sea cual fuere el caso la reserva debe ser de valor suficiente para
obtener una decisión cuando es empleada; las fuerzas que le son
atribuidas no deben debilitar demasiado al esfuerzo principal. La
reserva debe recibir adecuado apoyo de combate, inclusive los
medios necesarios para disponer de la movilidad deseada. Una
vez empeñada la reserva debe ser constituida otra lo más pronto
posible, ya sea hipotecando la(s) reserva(s) de otro escalón o
reorganizando las fuerzas disponibles.
Los planes de apoyo de fuegos deben prever el empleo de la
totalidad de los fuegos disponibles, orgánicos y no orgánicos.
Debe también preverse un adecuado apoyo de fuegos a la
reserva para cuando esta se emplee. Una consideración importante
son los fuegos de preparación. Tal disposición se basa en el
conocimiento del dispositivo enemigo, en la munición disponible y
en los resultados previstos, considerándose también la pérdida
de la sorpresa a causa de estos fuegos.
Los planes de ataque incluyen medidas de coordinación y control
para las operaciones. Como mínimo debe fijarse los objetivos, la
línea de partida y la hora de ataque. Las medidas complementarias
pueden incluir la designación de la zona de acción, límites y ejes
de avance, líneas de fase y puntos de control. En todo caso debe
evitarse restricciones exageradas porque esto incide directamente
en la libertad de acción de los comandantes subordinados, sin
embargo el comando superior debe mantener un control adecuado
para asegurar la coordinación de esfuerzos.
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El tiempo es un recurso cuya disponibilidad o escasez condiciona
la ejecución de los planes, la transmisión de órdenes, la realización de reconocimientos y los desplazamientos de las tropas.
Durante las operaciones, la sincronización de la maniobra con los
apoyos se transforma en un verdadero multiplicador de la potencia
relativa de combate, en el lugar y en el momento deseado.
Indudablemente, el enemigo tendrá mayor dificultad de resistir al
ataque si tuviera que enfrentar, simultáneamente, al ataque
te-rrestre y al aéreo, los fuegos directos e indirectos, la interferencia
electrónica en sus redes de mando, un asalto aéreo en sus
instalaciones logística y de mando, bombardeo por lanzadores
múltiples, incursiones de comandos en su retaguardia y otras
acciones. La simultaneidad de esas acciones puede llevar al
enemigo al colapso en corto plazo, pues la suma de los efectos
será mayor en relación a que si las acciones fuesen sucesivas.
2. Conducción
La naturaleza del campo de batalla, en un marco de operaciones
cada vez más dinámico, implica que éstas no tengan que
producirse de modo secuencial a través de un proceso previamente
determinado y definido, sino que, con frecuencia se pasará de la
búsqueda del contacto desarrollado con éxito, a una explotación
o bien, que tras un ataque perfectamente ejecutado se llegue
directamente a la persecución.
Por ello, las operaciones ofensivas permiten mayores posibilidades
para su desarrollo en toda la profundidad del campo de batalla,
sin necesidad de llevarse a cabo de forma sucesiva.
a. Búsqueda del contacto
Si las unidades no están en contacto con el enemigo, una
parte de ellas emprenderá acciones con esa finalidad, buscando
para ello la proximidad inmediata con él.
Será necesario realizar reconocimientos con mayor apoyo de
aviación del ejército, seguido de cerca por unidades terrestres
que continúan siendo el medio más adecuado para encontrar y
fijar al enemigo durante el tiempo que se requiera para la
ejecución de las operaciones posteriores. La búsqueda del
contacto se materializa con “el movimiento para establecer el
contacto”.
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b. Ataque
El ataque se inicia, normalmente con fuerzas propias en
contacto, partiendo desde posiciones cubiertas, mediante un
sobrepasamiento.
El sobrepasamiento es una acción delicada que requiere planificación detallada, estrecha coordinación entre los mandos
de las fuerzas afectadas y rápida ejecución para disminuir la
vulnerabilidad.
Para abrir la brecha por la que se producirá la penetración en
el dispositivo adversario, la fuerza se concentra aplicando el
esfuerzo del apoyo de fuegos en esa zona sin descuidar otros
objetivos en profundidad y los flancos, irrumpiendo en la
posición enemiga. En ocasiones, la brecha inicial puede
requerir su ampliación en el sentido del frente.
Una vez abierta la brecha es vital mantener el ritmo del ataque,
no limitándose a los objetivos iniciales sino buscando otros
situados en profundidad, maniobrando con rapidez en el
interior de la posición enemiga, sobrepasando o destruyendo
las resistencias que se oponen al avance. Se aprovechará
cualquier ocasión para explotar el éxito y los mandos del
escalón superior impulsarán estas operaciones, movilizando,
si fuese necesario, el esfuerzo principal.
Cuando un ataque se materializa, debe hacerse de forma
violenta y rápida. Hay que alcanzar los objetivos asignados y
consolidar su posesión antes de que el enemigo tenga tiempo
de reaccionar; ello exige imponer un ritmo que el enemigo no
pueda seguir, lo que proporciona el ímpetu necesario para que
se alcance los objetivos fijados.
El ímpetu del ataque debe mantenerse durante el mismo,
fundamentalmente con redespliegues, relevos o refuerzos y
con la necesaria sincronización de los sistemas operacionales
te-rrestres y los apoyos aéreos y navales cuando sea del
caso.
El atacante irrumpe en el campo del defensor, eludiendo los
obstáculos fuertes y destruyendo otros en su camino. Por lo
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tanto, busca los espacios libres o débiles o crea estos últimos
con sus fuerzas de reconocimiento o sus primeros escalones.
Elude aquellas posiciones que se opongan a su avance,
destruye con el fuego las que se le oponen y neutraliza
contraataques. Desplaza su esfuerzo principal, concentrando
su potencia, en aquellas zonas donde estima tener posibilidades
de éxito, todo en una progresión ininterrumpida hasta el
objetivo, mientras simultáneamente trata de lograr el aislamiento
del defensor.
Se designará otras fuerzas para desempeñar tareas
relacionadas con la seguridad; materializando protección de
los flancos, cubriendo intervalos entre fuerzas atacantes,
proporcionando fuegos, ocupándose de fuerzas enemigas
sobrepasadas o protegiendo de ataques a unidades de apoyo
de combate.
Otra forma de mantener el ímpetu es mediante el adecuado
relevo de fuerzas en cuanto se presente la oportunidad de
hacerlo para explotar el éxito con tropas frescas, mantenidas
sin emplearse. El relevo puede también ser necesario durante
el propio ataque si las unidades inicialmente empeñadas han
sufrido graves pérdidas, que les imposibilita alcanzar sus
objetivos. En cualquier caso, el relevo no debe romper el ritmo
ofensivo; la fuerza que releva asume rápidamente su
responsabilidad para continuar el ataque.
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CAPÍTULO VI
OPERACIONES DEFENSIVAS
Al igual que la ofensiva, la defensiva es una actitud que se manifiesta
en todos los niveles de conducción, a través de operaciones.
La operación defensiva consiste en el empleo de todos los medios y
métodos disponibles para impedir, resistir y destruir un ataque
enemigo.
Impedir un ataque enemigo, es desorganizarlo antes de su
desencadenamiento, por medio del fuego y la maniobra ofensiva.
Resistir un ataque enemigo, es detenerlo o bloquearlo al frente de
una línea de terreno.
Destruir un ataque enemigo, es conducir o canalizar al enemigo a
una situación desfavorable, de tal forma que permita aniquilarlo a
través del fuego o de la aplicación de una maniobra ofensiva.
Se adopta una defensa cuando la situación impide el desarrollo de
operaciones ofensivas contra un enemigo más potente, sin embargo,
esta actitud debe considerarse como transitoria, no como un fin en sí
misma, sino como un medio para contribuir a crear las condiciones
favorables para pasar a una ofensiva con la que se obtendrán los
resultados decisivos deseados. La defensa se organizará
principalmente fuera de zonas habitadas.
El defensor se enfrentará, normalmente, a un atacante que dispone
de iniciativa en la elección del momento y lugar en el que va a
concentrar su potencia de combate, generalmente superior.
Frente a ello, el defensor deberá aprovechar las ventajas que le
proporcionen sus fuerzas de cobertura, la cubertura y encubrimiento,
la ubicación adelantada de sus armas, sus líneas de comunicaciones
más cortas, el encontrarse en un terreno generalmente elegido,
conocido y organizado para la defensa y, normalmente, en un
ambiente de población favorable. Se alejará a las personas y los
bienes civiles de los objetivos militares. Con esta finalidad los
comandantes procurarán lograr la cooperación de las autoridades
civiles.
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Una defensa eficaz raramente será pasiva, por el contrario, se resiste
al enemigo para destruirlo en cuanto se presente la oportunidad de
hacerlo, es decir, se combinan acciones ofensivas y defensivas y, se
lucha por conseguir la iniciativa en cada momento.
A. FINALIDADES DE LAS OPERACIONES DEFENSIVAS
Las finalidades de las operaciones defensivas son:
- Ganar tiempo;
- Crear condiciones favorables para conducir operaciones ofensivas
subsiguientes;
- Canalizar al enemigo a un área que permita su aniquilamiento;
- Negar al enemigo el acceso a una determinada área;
- Disminuir la capacidad de combate del enemigo; y,
- Economizar medios en un área a fin de aplicar una potencia
decisiva en otra.
B. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES DEFENSIVAS
La planificación, la organización y la conducción de las operaciones
defensivas se basan en los siguientes fundamentos:
1. Uso apropiado del terreno
El terreno es un factor principal en la elección de la posición
defensiva y tiene influencia directa en la ubicación y distribución
de las fuerzas tanto en el frente como en la profundidad.
Un completo conocimiento de los aspectos militares del terreno
como: observación y campos de tiro; cubertura y encubrimiento;
obstáculos; terreno clave; clima; y el tiempo disponible, permitirán
al comandante sacar el mayor provecho del terreno en la
preparación y ejecución de la defensa.
El defensor mantiene el control de aquellos sectores del terreno
que son esenciales para organizar la defensa y maniobrar la
reserva y, negarle al enemigo el terreno que podría poner en
peligro el éxito de la operación. Para reforzar el valor natural del
te-rreno se emplea obstáculos y trabajos de fortificación. La evaluación del terreno clave y las avenidas de aproximación del
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enemigo, constituyen la base para la distribución de las fuerzas,
el empleo de los medios de vigilancia, la planificación de fuegos
y la misión de las fuerzas de seguridad.
2. Apoyo mutuo
Es conveniente que las unidades dislocadas en un sector
defensivo cualquiera, se ubiquen y empleen de manera que
puedan apoyarse unas a otras a fin de aumentar la solidez de la
posición defensiva y disminuir la posibilidad de infiltración del
enemigo.
Este fundamento se aplica a las unidades dispuestas tanto en el
sentido del frente como en profundidad; las del frente deben ser
capaces de batir con fuegos de flanco, parte del frente de las
unidades vecinas; y, las en profundidad deben batir particularmente
los espacios dejados entre las unidades colocadas al frente.
El espacio sin cubrir que pueda existir constituye un problema
particular en cuanto al apoyo mutuo, y dichos espacios deben ser
controlados mediante la vigilancia, la colocación de obstáculos, el
desencadenamiento de fuegos preparados con anticipación, los
patrullajes y la ocupación física de las brechas en caso de que el
enemigo amenace con utilizarlos.
Siempre deben establecerse las coordinaciones necesarias para
obtener el apoyo mutuo en todos los escalones.
3. Organización de la defensa en profundidad
La defensa en profundidad es esencial a fin de detener y destruir
las penetraciones enemigas e impedir la explotación del éxito,
negándole así la libertad de maniobra en áreas de retaguardia
importantes, permite que un mayor porcentaje de las fuerzas sea
empleado como reserva, evitando la necesidad de efectuar
desplazamientos laterales ante un ataque enemigo; facilita la
localización y destrucción de fuerzas infiltradas y proporciona una
mejor ubicación para lanzar contraataques.
La profundidad en la defensa se obtiene mediante un dispositivo
apropiado, la maniobra de las fuerzas, la ocupación de posiciones
de bloqueo, de fortificaciones y obstáculos, el empleo de fuegos
y las reservas. Las defensas poco profundas tienen una
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vulnerabilidad intrínseca, ya que el enemigo puede penetrarlas
antes de que pueda ser detenido o se haya podido adoptar
medidas eficaces.
4. Defensa en todas direcciones
Una posición defensiva debe organizarse de manera que permita
protección en todas las direcciones peligrosas. Aun cuando el
enemigo se presenta en el frente, atacando a lo largo de la avenida
de aproximación que se considera la más peligrosa, existe siempre
la posibilidad de que pueda atacar, por una dirección diferente, es
decir por el flanco, la retaguardia o dentro de la posición defensiva,
con fuerzas de infiltración, de asalto aéreo o especiales.
Teniendo presente las condiciones del terreno y las posibilidades
de las fuerzas propias, una forma económica de proporcionar la
defensa en todas las direcciones es mediante: ubicación apropiada
de las fuerzas; organización de posiciones preparadas, las que
pueden ser ocupadas desde el comienzo o en el momento
oportuno para hacer frente a una amenaza en una dirección
determinada; transportando los fuegos; y, asegurándose que
todas las unidades subordinadas se encuentren preparadas para
la defensa en todas direcciones.
5. Seguridad
El comandante debe dar los pasos pertinentes para evitar ser
sorprendido, teniendo presente que el enemigo conserva la
libertad de acción para elegir la hora, el lugar, la dirección de
ataque y la fuerza que empleará. Las medidas de seguridad están
destinadas a proporcionar al defensor cierta libertad de acción,
restringiendo la del enemigo.
Las medidas de seguridad son implantadas en todos los niveles
de mando a fin de obtener oportunamente información sobre el
enemigo y para negarle a éste información sobre la defensa. El
traslado de personas civiles para alejarlas de objetivos militares
se hará, preferentemente a lugares que conozcan y que no
presenten peligro para ellas.
Las medidas de seguridad establecidas en profundidad desde el
enemigo hacia la posición, facilitan la toma de contacto con el
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enemigo lo más lejos posible con el objeto de obtener una alerta
temprana y un conocimiento lo más exacto posible sobre la fuerza
enemiga que se aproxima.
6. Empleo máximo de acciones ofensivas
Una defensa pasiva no conduce al éxito. El defensor debe
planificar y ejecutar al máximo acciones ofensivas con la reserva
u otra fuerza a fin de impedir, resistir y destruir el ataque enemigo
si ha logrado penetrar en la posición.
Los patrullajes, las incursiones, los ataques de desarticulación y
los contraataques en todos los niveles, son algunos de los medios
o recursos que constituyen las acciones ofensivas, que permiten
limitar la intención del atacante y mantener el espíritu ofensivo de
las fuerzas propias.
La mejor defensa sigue siendo el ataque. El defensor debe estar
alerta en todo momento para retomar la iniciativa y sacar la
má-xima ventaja de la movilidad de las unidades blindadas y de
aviación.
7. Coordinación de los planes de apoyo de fuegos
Debe coordinarse e integrarse los planes de fuegos de las armas
de infantería, artillería, caballería blindada, y del apoyo aéreo y
naval si existiese. El plan de apoyo de fuegos debe permitir batir
al enemigo tan lejos como sea posible, sometiéndolo a la acción
de un volumen de fuegos que se va haciendo más potente y
masivo a medida que éste se acerca a la posición defensiva. Así
mismo, se debe planificar fuegos dentro de la posición y en apoyo
a los contraataques. Dicho plan, debe coordinarse estrechamente
con el sistema de obstáculos. El organismo encargado de la
coordinación de los fuegos es el Centro Coordinador de Apoyo de
fuegos (CCAF).
8. Coordinación del sistema de obstáculos
Los accidentes naturales del terreno se completan y refuerzan
mediante el empleo de un sistema de obstáculos, el que debe
coordinarse con el plan de apoyo de fuegos para hacer más
sólida la defensa. Esta integración se denomina sistema de
obstáculos integrado.
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El sistema de obstáculos contempla el empleo integrado de los
obstáculos naturales y artificiales con el fin de retardar la
progresión enemiga hacia el frente o los flancos, detener o
canalizar penetraciones enemigas hacia áreas determinadas
donde puedan ser batidas por fuego, derrotadas o destruidas.
Se debe considerar el número suficiente de pasajes en el sistema
de obstáculos, para permitir el movimiento de fuerzas propias, el
patrullaje y los contraataques.
C. CARACTERISTICAS DE LAS OPERACIONES DEFENSIVAS
A más de las características generales de las operaciones militares,
se consideran: preparación; seguridad; desorganización del
dispositivo enemigo; concentración de efectos; y, flexibilidad.
1. Preparación
El defensor debe llegar al campo de batalla antes que el atacante,
y aprovecha esta circunstancia para hacer todos los preparativos
que el tiempo le permita.
La preparación comprende: colocación de las fuerzas en
profundidad; mejoramiento del terreno; organización de las tropas
para facilitar el movimiento y el apoyo; el ensayo; y adopción de
medidas de protección. Inclusive la ejecución de reconocimientos
y acciones de vigilancia al frente del área que se va a defender a
fin de proporcionar alerta temprana y si es preciso, tiempo
suficiente para organizar la defensa.
En las etapas iniciales del combate, el defensor tiene la ventaja
de luchar desde posiciones que ha preparado de antemano y que
él mismo ha escogido y organizado adecuadamente a fin de
obtener del terreno el máximo rendimiento. El dispositivo debe
establecerse con un criterio de profundidad que proporcione
li-bertad de acción, permita absorver el ímpetu del atacante y
reaccionar donde y cuando convenga.
El plan de defensa debe prever todos los posibles cursos de
acción del enemigo y las consecuentes acciones propias para
contrarrestarlos; los riesgos asumidos, así como las medidas
de engaño que oculten al atacante los despliegues y propósitos
propios.
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2. Seguridad
Los comandantes dan seguridad principalmente con una adecuada
protección y organización de sus fuerzas. Para conseguirla, se
emplean todos los medios disponibles como guerra electrónica,
reconocimientos, localización de tropas en terreno clave, etc.,
todo esto a fin de disponer de una alarma temprana que permita
la maniobra.
3. Desorganización del dispositivo enemigo
Debe ser preocupación del comando interrumpir o desarticular la
rapidez y coordinación del atacante, impidiendo que obtenga
superioridad de fuerzas en la zona a defender. Para ello se
emprenderá un conjunto de acciones, en toda la profundidad del
dispositivo, combinando la maniobra, los fuegos de las armas de
largo alcance y los obstáculos, a fin de conseguir:
- Fraccionar las formaciones enemigas, impidiendo su acceso a
determinadas áreas o canalizándolas hacia áreas de aniquilamiento;
- Engañar a las fuerzas de reconocimiento del enemigo;
- Neutralizar su sistema de mando y control;
- Neutralizar su sistema de apoyo de fuegos;
- Impedir o al menos dificultar el movimiento de sus reservas;
- Neutralizar su sistema de apoyo logístico; y,
- Contraatacar antes de que pueda alcanzar o consolidar
objetivos.
4. Concentración de efectos
Se logra mediante la cohesión y apoyo mutuo entre las fuerzas
empeñadas en la defensa, la maniobra, los fuegos y los
obstáculos, bajo una decisiva acción de comando.
El comando de la defensa debe preservar su capacidad para
concentrar rápidamente los medios disponibles en ciertas zonas,
con vista a llevar a cabo acciones decisivas y oponerse a las del
atacante.
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Para ello deberá aceptar riesgos en algunas zonas, ceder terreno
y maniobrar con el objeto de conseguir superioridad local en un
punto decisivo; las medidas de engaño y la cubertura y encubrimiento, evitarán vulnerabilidades a las fuerzas que se
concentran.
El disponer de reservas en todo momento y garantizar la movilidad
de las mismas, facilitan la capacidad de concentración y, por
tanto, los efectos más precisos.
5. Flexibilidad
Las ventajas iniciales del atacante, consecuencia de su libertad
de acción, en lo que respecta a la elección del lugar y el momento
del ataque, deben ser contrarrestadas mediante una planificación
flexible que permita hacerle frente o evitar el choque.
La flexibilidad en la defensa se obtiene con la posibilidad de
cambiar el centro de gravedad de la misma, hacia donde se
materia-liza el esfuerzo principal del enemigo sin perder su
necesaria coordinación y coherencia.
Ello requiere una evaluación permanente de las acciones del
enemigo, el establecimiento de posiciones defensivas en toda la
profundidad de la zona de defensa, un sistema de apoyo de
fuegos que permita cubrir las avenidas de aproximación, adaptarse
a los cambios de situación que se produzcan y agilidad en las
reacciones.
Una vez que el defensor logra detener el ataque del enemigo, debe
actuar contra sus flancos expuestos y su retaguardia, maniobrando
por el terreno previamente reconocido y atacando sus formaciones
sobreextendidas, con una reserva previamente considerada y
preparada.
D. TIPOS DE OPERACIONES DEFENSIVAS
Las operaciones defensivas se clasifican atendiendo a la intención que
las guía y al nivel en que se ejecutan, como:
1. Defensa tenaz
Es cuando su intención es aceptar o buscar la decisión desde el
inicio de la operación y es imperativo mantener una zona o área. Se
ejecuta fundamentalmente mediante operaciones de defensa en
posición y defensa móvil, pudiéndose realizar también ataques.
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En esta defensa, una fuerza hace frente al enemigo en un área
organizada en frente y profundidad y ocupada total o parcialmente,
por todos los medios disponibles, con la finalidad de:
- Dificultar o detener la progresión del atacante en profundidad,
impidiendo su acceso a una determinada área;
- Aprovechar todas las oportunidades que se presenten para
desorganizar, desgastar o destruir a las fuerzas enemigas; y,
- Asegurar condiciones favorables para el desencadenamiento
de una acción ofensiva.
La concepción operativa considera tres escalones para la
ejecución de esta operación: escalón de seguridad, escalón de
maniobra y escalón de reserva. La defensa tenaz normalmente se
ejecuta en una posición defensiva fuertemente organizada, sin
embargo el escalón de maniobra, teniendo a la vista los medios
existentes en el Teatro de Operaciones, puede seleccionar dos
posiciones defensivas para que la operación se conduzca
inicialmente en una, y posteriormente en la otra posición,
caracterizando así la defensa en más de una posición.
2. Defensa en retirada
Es aquella que no acepta la decisión y se ejecuta fundamentalmente
mediante operaciones retrógradas.
Se la adopta cuando el enemigo es muy superior, se dispone de
profundidad para realizarla y la decisión está entregada a una
unidad de mayor magnitud.
Por lo general, la concepción operativa considerará el escalón de
maniobra prescindiendo de los de seguridad y reserva.
El escalón de maniobra actúa mediante defensas sucesivas o
combinando éstas con acciones retardatrices, pudiendo, además
realizarse algunas operaciones ofensivas locales.
Este tipo de defensa objetivamente no presenta diferencias con la
acción retardatriz a no el escalón de ejecución. Su particularidad
esencial es de carácter subjetivo y consiste en el propósito que
tiene el comandante de no aceptar la decisión.
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3. Defensa móvil
Es una operación mayor producto de la combinación de
operaciones menores ofensivas, defensivas y retrógradas
orientadas a la destrucción de la fuerza atacante; para ello el
defensor emplea fuegos, obstáculos y medidas de engaño en
profundidad suficiente para que la fuerza enemiga alcance su
punto culminante en una zona de terreno prefijada, que la
exponga y haga vulne-rable a un contraataque resolutivo.
El dispositivo adoptado empeña un número reducido de fuerzas
como elementos estáticos o en posición, los cuales servirán para
canalizar, retardar, desgastar y detener al enemigo y así controlar
su penetración, permitiendo a su vez asegurar el terreno para
lanzar los contraataques, las fuerzas que actúan en esta
operación son: de seguridad, de fijación y de reserva.
Será pues, necesario elegir una zona de terreno en profundidad
y con unas características tales que permita el empleo óptimo de
los elementos propios, cuya movilidad ha de ser por lo menos
igual a la del enemigo. El terreno se organiza para obtener de él
el máximo provecho, de forma que obligue al atacante a alargar
excesivamente su dispositivo, exponiendo sus flancos y al mismo
tiempo permita localizar sus elementos de comando y control,
apoyo de fuegos y logísticos.
Una defensa móvil conducida con éxito puede proporcionar la
oportunidad de recuperar la iniciativa al escalón superior y pasar
a la ofensiva.
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Figura 1- 6 “Defensa móvil”
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4. Defensa en posición
Es la operación táctica orientada a la conservación del terreno
durante un tiempo determinado. Para ello, el defensor tratará de
absorber el ímpetu del atacante mediante una serie de posiciones
organizadas y apoyadas mutuamente, desde las que actuará
sobre él, fundamentalmente por el fuego.
Una defensa en posición se adopta, normalmente, cuando las
fuerzas disponibles no reúnen las características para una
defensa móvil o bien las zonas de terreno prestan facilidades para
ello.
En una defensa en posición, el grueso de las fuerzas defensivas
se despliega para conservar el terreno, utilizando para ello una
combinación de posiciones organizadas, capaces de apoyarse
mutuamente, y pequeñas reservas móviles.
La profundidad de la zona de defensa, condicionada por los
factores de la decisión, es menor que en una defensa móvil, pero
siempre dispondrá de la profundidad conveniente para obligar al
atacante a montar sucesivos ataques a las posiciones escalonadas en dicha zona.
En la defensa en posición normalmente se organizan tres áreas:
la de seguridad, la de resistencia y la de retaguardia, en las
cuales operan los escalones de seguridad, de resistencia y la
reserva, respectivamente. Las fuerzas empiezan a combatir al
enemigo desde el área de seguridad y pretenden detenerlo o
destruirlo en el área de resistencia, mediante el empleo del
escalón de resistencia y la reserva.
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Figura 2-6 “Defensa en posición”
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La defensa perimétrica es una modalidad de defensa en posición,
en la cual se adopta un dispositivo defensivo que distribuye las
fuerzas para hacer frente a un ataque enemigo desde una o más
direcciones.
Durante el desarrollo de las operaciones militares frecuentemente
se presenta la necesidad de que las unidades lleven a cabo
operaciones defensivas mientras están separadas de otras
unidades propias. Esto puede ocurrir en las siguientes situaciones:
cumpliendo una misión independiente; cuando queda aislada de
otras fuerzas propias debido a las acciones enemigas; y cuando
actúa en terrenos que imponen restricciones, como el montañoso,
el boscoso, el selvático que impiden el apoyo mutuo.
En estas situaciones la unidad aislada debe impedir que el
enemigo lance un ataque contra un flanco descubierto. Por lo
gene-ral las unidades de apoyo de combate y de apoyo de
servicio de combate se ubican dentro del perímetro.
Las consideraciones que se toman en cuenta para la elección de
la posición en la defensa perimétrica son similares a las de una
defensa en posición es decir con una área de seguridad, una de
resistencia y el área de reserva., debiendo darse énfasis a
aspectos importantes como el terreno que favorece este tipo de
defensa, la necesidad de disponer de suficiente espacio para la
maniobra, la necesidad del perímetro que favorece el apoyo
mutuo y la posibilidad del apoyo de fuegos en 360 grados.
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Figura 3-6 “Defensa Perimétrica”
E. ACCIONES DINAMICAS DE LA DEFENSA
1. Ataque de desarticulación
Es una acción ofensiva desencadenada por una fuerza defensora
contra fuerzas enemigas que se preparan para el ataque. Es un
tipo de ataque de objetivo limitado, empleado durante la
organización y concentración de las fuerzas enemigas para
interrumpir su acción futura. Su ejecución requiere de un alto
grado de movilidad y potencia de fuego.
Pretende aprovechar las vulnerabilidades del enemigo, siendo
sus objetivos preferentes las zonas de reunión, las posiciones de
ataque o las fuerzas enemigas en movimiento hacia la línea de
partida.
Cuando tiene éxito, los mandos explotan sus resultados como en
cualquier operación ofensiva.
2. Contraataque
Es un ataque efectuado durante una operación defensiva contra
un ataque enemigo, cuya finalidad es: recuperar terreno perdido;
destruir o bloquear fuerzas enemigas; y, apoyar a una fuerza para
que pueda romper el contacto. Siendo el objetivo general impedir
que el enemigo logre el propósito de su acción ofensiva.
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El contraataque no necesariamente requerirá la detención previa
del enemigo para llevarlo a cabo, ya que la fuerza atacante puede
ser vulnerable como consecuencia
propia de su actitud
ofensiva.
Requiere una planificación detallada y, si es posible, los ensayos
que aseguren la sincronización con las fuerzas defensoras,
estáticas o en movimiento, dentro del esfuerzo defensivo
concebido por el mando del escalón superior.
Un contraataque se lanza normalmente cuando se conoce con
claridad el esfuerzo principal del atacante o cuando éste ha
dejado un flanco al descubierto, se suele llevar a cabo con fuerzas
en reserva o con elementos ligeramente empeñados.
Los contraataques exitosos deben ser explotados de acuerdo a
los propósitos del mando superior, pudiendo, en ocasiones, dar
lugar a cambios generales de actitud al permitir a las fuerzas
defensoras emprender la contraofensiva.
F. PLANIFICACIÓN Y CONDUCCIÓN DE LAS OPERACIONES
DEFENSIVAS
1. Planificación
Al igual que en las operaciones ofensivas, se inicia con el PMTD.
El desarrollo de la defensa exige la consideración de los
si-guientes factores: misión; características del área de
operaciones; posibilidades del enemigo; potencia de combate
necesaria para la adopción de los grados de resistencia adecuados
a los diferentes sectores del frente a defender; medios necesarios
para la conducción del combate defensivo en profundidad; valor
deseable de las fuerzas de seguridad y de la reserva; movilidad
de los medios disponibles, tiempo para la organización de la
posición defensiva; y, posibilidad de proporcionar apoyo logístico
a los diferentes planes.
Los medios disponibles, para el comandante que planifica estas
operaciones, incluyen las fuerzas ubicadas en posiciones
defensivas y los fuegos que deben atender a las necesidades del
propio comandante y de las fuerzas que ejecutan la maniobra, de
acuerdo con el plan defensivo. Cada uno de los medios depende
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de los demás para obtener el máximo de eficiencia. La tarea del
defensor es combinar los medios de forma coordinada y en
proporciones que atiendan al cumplimiento de la misión.
Existen ciertas consideraciones que deben ser tomadas en
cuenta, relacionadas con los medios disponibles:
- Facilitar el empleo de los medios a través del aprovechamiento
de las características defensivas naturales del terreno, las
cuales pueden ser agravadas por una adecuada organización
del terreno y por la estrecha coordinación entre la maniobra y
los fuegos terrestres y aéreos. Normalmente, un defensor
puede seleccionar y reconocer el área a defender antes de su
organización; así puede adoptar un dispositivo que favorezca
recuperar la iniciativa, lo más pronto posible.
- Mantener o controlar el terreno de acuerdo a lo establecido en
la misión. El terreno es analizado a fin de determinar el valor
relativo de las avenidas de aproximación hacia el interior del
área de defensa, las áreas favorables para acciones defensivas
y los obstáculos, existentes o potenciales que, si son agravados
fortalecerán la defensa o contribuirán a canalizar al enemigo
restringiéndole la capacidad de maniobra.
Los fuegos son planificados para destruir la fuerza enemiga o
para permitir la explotación de sus efectos por parte de los
elementos de combate, deben posibilitar el aferramiento del
enemigo lo más pronto posible, sin embargo, en algunos casos
pueden mantenérselos suspendidos para alcanzar la sorpresa y
la acción de choque. La decisión para realizar los fuegos de largo
alcance o para mantenerlos en suspenso es una decisión crítica,
tomada por el comandante en cada caso. Así, los planes deben
ser suficientemente flexibles para permitir la decisión. Los fuegos
son planificados contra todos los elementos enemigos, tales
como: medios de apoyo de fuego, reservas, instalaciones de
comando y control, medios logísticos y fuerzas en contacto.
Una inteligencia eficiente es difícil de obtener, debido al hecho de
que la iniciativa no pertenece al defensor, en razón de su inferioridad, en elementos de combate y en elementos de reconocimiento.
Esa desventaja es compensada por el conocimiento detallado del
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área de operaciones por parte del defensor y por la capacidad de
detectar la aproximación del atacante, permitiendo la concentración
de los fuegos defensivos sobre áreas probables de reunión,
puntos críticos y otras áreas de posible utilización por el
enemigo.
El contraataque es parte básica de la defensa. Su finalidad varía
de acuerdo a la operación que esté siendo ejecutada. Existen
ocasiones que se puede tener éxito en la intervención realizada,
únicamente, por medio de fuegos, los resultados más decisivos
son obtenidos, normalmente, por la combinación del fuego y del
movimiento. Los fundamentos del combate ofensivo son aplicables
en la ejecución del contraataque. En los planes para la defensa
se incluyen contraataques en las áreas donde existan más
probabilidades de ejecución o donde se pueda obtener la máxima
destrucción de las fuerzas enemigas.
En la defensa en posición, el contraataque es para repeler una
fuerza que penetró y reconquistar el control del área de resistencia;
en la defensa móvil, es la destrucción de la fuerza enemiga y el
aprovechamiento de las oportunidades para tomar la iniciativa o,
una vez retomada, a corto plazo, cambiar a una actitud ofensiva,
dependiendo del escalón que conduce la operación.
En la defensa otra acción importante es el ataque de desarticulación.
Su finalidad puede ser destruir una parte de la fuerza atacante,
desorganizarla, conquistar terreno desde el cual pueda
desencadenar un ataque o impedir la observación y la vigilancia
enemiga sobre el área defendida.
Los sistemas de obstáculos son preparados simultáneamente
con los otros planes. Es necesario sacar el máximo provecho de
la existencia de obstáculos naturales y agravarlos. La eficiencia
de un obstáculo es extremadamente limitada cuando no está
cubierto por la observación o por el fuego. Los pasajes y brechas
son necesarios para el movimiento de las reservas y otras fuerzas
en el área de la defensa. El sistema de obstáculos establece la
localización de los mismos, la responsabilidad y la prioridad para
su construcción. El sistema de obstáculos debe ser cuidadosamente
coordinado con los planes de contraataque y de apoyo de
fuegos.
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2. Conducción
En la defensa, es esencial un continuo y agresivo esfuerzo en la
búsqueda de información, particularmente para la determinación
del dispositivo, composición y efectivo del enemigo, de la dirección
de ataque, lugar y hora de su ataque, etc., esto se consigue con
el empleo de los medios aéreos disponibles, de guerra electrónica
y de fuerzas especiales.
En la defensa en posición la acción de las fuerzas en el área de
resistencia puede variar desde la vigilancia hasta la de mantener
el terreno a todo precio. Las fuerzas de combate empleadas en
posiciones defensivas cumplen sus misiones repeliendo al
enemigo por el fuego y por el combate aproximado, o conduciendo
el combate defensivo de tal forma que el enemigo pueda ser destruido por el fuego y la maniobra. Las fuerzas de combate deben
quedar en condiciones de desaferrarse y cambiar rápidamente de
la defensa a las acciones ofensivas.
A menos que la sorpresa ofrezca una mayor oportunidad para el
éxito, las fuerzas atacantes deben ser batidas por el fuego, tan
pronto como sea posible, por medio de aviación y la artillería de
largo alcance. A medida que el enemigo avanza, es batido por los
fuegos de los elementos del área de seguridad. Las fuerzas de
seguridad alertan sobre la presencia del enemigo, lo eluden,
obtienen información, y dependiendo de la misión, ejecutan el
máximo retardo posible, sin aferrarse decisivamente. Ellas
procuran infligir el máximo de pérdidas al enemigo, forzarlo a
dividirse, y si es posible, a desorganizarse en el terreno. Como
medio para la búsqueda de información sobre posibles blancos,
los elementos de seguridad pueden permanecer en el área
después de ser sobrepasados por el enemigo.
El dispositivo del atacante al frente del área de resistencia puede
proporcionar oportunidad para un ataque de desarticulación. Al
considerar tal operación el comandante debe evaluar los riesgos,
en relación a sus efectos sobre el cumplimiento de la misión.
A medida que el atacante se aproxima al área de resistencia,
debe ser batido por los fuegos de todas las armas, a menos que,
tales fuegos deban ser deliberadamente retenidos esperando la
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obtención de la sorpresa. Las áreas de blancos, previamente
seleccionados, son vigiladas al máximo. Para la máxima eficiencia
sobre los blancos móviles, los fuegos deben estar en condiciones
de ser desencadenados pronta y eficientemente.
En la defensa móvil los elementos de la fuerza de fijación,
ejecutan esencialmente, la acción retardatriz. Sus operaciones
pueden extenderse a una profundidad considerable, en el área de
la defensa. Ellos deben entretanto, estar preparados para, en
corto plazo, interrumpir el movimiento y mantener el terreno para
coo-perar en el éxito del contraataque. La defensa móvil se basa
en el contraataque como elemento decisivo. El criterio para
determinar cuando el contraataque debe ser desencadenado, es
básicamente el mismo que condiciona la decisión sobre la
maniobra ofensiva. Entre las consideraciones significativas, están
el grado de éxito obtenido por las fuerzas del área de defensa
avanzada en el debilitamiento del atacante, y por el potencial
remanente para la reducción posterior de su eficiencia. Es
deseable que el enemigo sea detenido, disminuya su velocidad
de progresión o esté desorganizado, mas éstos no son requisitos
imprescindibles y no deben impedir la iniciativa en el
desencadenamiento del contraataque.
La posibilidad del contraataque contra elementos no significativos
del enemigo, no debe ser analizada. Cuando el contraataque es
desencadenado, a él deben ser dados todos los medios para
cumplir la misión. El empleo fraccionado de las fuerzas de
contraataque pone en riesgo el éxito de la operación. El
contraataque debe ser ejecutado rápido y violentamente,
empleando toda la potencia de combate necesaria para asegurar
el éxito.
En ciertas ocasiones, puede ser necesario desencadenar
contraataques independientes contra dos o más fuerzas enemigas.
El proceso más eficiente es la eliminación de ellas en función de
la importancia de su amenaza. Los contraataques simultáneos
por elementos de la reserva dividen la potencia de combate
disponible y deben ser evitados.
A pesar de que los contraataques son planificados con anterioridad,
estos pueden ser lanzados antes o después del momento
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planificado, y en áreas totalmente diferentes de las previstas, la
probabilidad de éxito en el cumplimiento de la misión es el factor
determinante.
Los contraataques en pequeña escala pueden ser empleados para
ayudar en el desaferramiento de una fuerza, o para obligar al
enemigo a cambiar sus planes. Algunos contraataques ejecutados
con pericia y determinación, pueden tener sobre el enemigo un
efecto superior al de la potencia de combate comprometida.
La defensa en posición es ejecutada considerándose el hecho de
que el área resistencia fue organizada para detener al enemigo,
o si él penetra en ella, para bloquearlo o contenerlo en regiones
que favorezcan el contraataque. El contraataque es el medio
principal para eliminar la penetración. La oportunidad de su
ejecución es una de las más difíciles decisiones a ser tomadas
por el comandante, este debe ser en el momento en que la fuerza
atacante sea más vulnerable. Luego de la penetración del área de
resistencia, hay un período durante el cual el ímpetu del ataque
es reducido debido a que la fuerza atacante está desorganizada,
de tal forma que se torna vulnerable al contraataque.
Las consideraciones para escoger la hora y el lugar del
contraataque son semejantes a aquellas tomadas en cuenta en la
defensa móvil.
Otras consideraciones peculiares a la defensa en posición que
deben ser tomadas en cuenta son:
- El empleo de fuegos y reservas contra pequeñas penetraciones
puede dejar al defensor sin medios para reaccionar contra
penetraciones importantes; y
- Si la penetración obtuviere tal éxito que un contraataque se
torne ineficaz, puede ser necesario el empleo de las reservas
en misión de bloqueo, quedando a decisión del escalón
superior la ejecución del contraataque.
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CAPÍTULO VII
OPERACIONES RETRÓGRADAS
Las operaciones retrógradas son aquellas que se ejecutan en forma
organizada para alejarse del enemigo o hacia la retaguardia. En
estas operaciones se permite que el enemigo ejerza control sobre
cierta parte del terreno.
A diferencia de las operaciones ofensivas y defensivas, donde el
comandante acepta entrar en combate decisivo, en las operaciones
retrógradas el comandante trata de evitarlo, a fin de preservar la
integridad de la fuerza o buscar condiciones favorables.
Este tipo de operaciones puede darse en todos los niveles de
conducción. Asimismo, podrán llevarse a cabo durante la transición
entre otras operaciones o de forma independiente. Estas operaciones
son concebidas como parte de propósitos superiores tales como:
recuperar la iniciativa, lograr una situación final más favorable que la
actual o, al menos, impedir con su ejecución que empeore.
A. FINALIDADES DE LAS OPERACIONES RETRÓGRADAS
Las operaciones retrógradas se ejecutan para cumplir las siguientes
finalidades:
- Ganar tiempo, sin empeñarse en combate de forma decisiva,
mientras otra fuerza se organiza en retaguardia.
- Preservar la integridad de la fuerza.
- Evitar empeñarse en combate en condiciones desfavorables.
- Maniobrar, situando al enemigo en posición desfavorable.
- Permitir el empleo de toda la fuerza o de una parte de la misma
en otro lugar.
- Hostigar, desgastar, retardar y causar bajas al enemigo.
- Romper el contacto con el enemigo.
- Ajustarse al dispositivo de las fuerzas propias adyacentes.
- Acortar las líneas de comunicación y vías de abastecimiento.
- 133 -
B. FUNDAMENTOS DE LAS OPERACIONES RETRÓGRADAS
Aunque los fundamentos de la defensa generalmente se aplican a
las operaciones retrógradas, existen algunos adicionales que se
recalcan particularmente en estas operaciones, entre los principales
tenemos:
1.
Uso adecuado
meteorológicas
del
terreno
y
las
condiciones
A fin de combatir al enemigo a larga distancia, es preciso que la
fuerza que ejecuta la operación retrógrada se valga del terreno
que le permita observar y emplear el fuego a la mayor distancia
posible.
Cuando se selecciona la zona de reunión y las rutas, se busca
aquellas que cuenten con buena cubertura y encubrimiento.
Se emplea obstáculos naturales y artificiales, reforzados y
cubiertos con fuego, a fin de aumentar el retardo, proteger los
flancos y cubrir las brechas. Es posible que se tenga que destruir los obstáculos existentes, para facilitar el movimiento
ordenado de las fuerzas.
El control del terreno clave y las avenidas de aproximación,
reducirán la capacidad del enemigo de rodear a la fuerza durante
la operación retrógrada y disminuir su capacidad de obligar a
estos elementos a aceptar el combate decisivo en condiciones
desfavorables. Se deben aprovechar las redes de caminos para
acelerar el movimiento y facilitar el control de las operaciones, al
mismo tiempo que se impide que el enemigo las utilice.
Las condiciones meteorológicas y los efectos sobre las
operaciones militares, pueden facilitar u obstaculizar las
operaciones retrógradas al limitar las capacidades de la fuerza
para lanzar fuegos precisos a larga distancia contra el enemigo
y el movimiento a campo través. Al mismo tiempo estas
condiciones climáticas contribuyen al éxito de la operación
retrógrada, al impedir que el enemigo observe a las fuerzas
propias, y limitar sus desplazamientos. En la operación retrógrada,
el comandante siempre debe estar alerta para hacer uso de
estas condiciones en su provecho y en desventaja para el
enemigo.
- 134 -
2. Libertad de acción
Se elude el combate decisivo a menos que sea necesario para
cumplir con la misión general. La libertad de acción permite
aprovechar rápidamente cualquier situación que sea desfavorable
para el enemigo. También permite trasladar fuerzas para combatir los ataques enemigos por el frente, los flancos y la retaguardia,
y sacar el mayor provecho posible del terreno.
El uso adecuado del terreno acrecienta la capacidad de la fuerza
que ejecuta una operación retrógrada para mantener la libertad
de acción. Los obstáculos existentes pueden ser reforzados a
medida que las fuerzas propias ceden el control del terreno al
enemigo.
Como una operación retrógrada rara vez puede ejecutarse sin
implicar a la población civil que vive en la región, es necesario
planificar el control y la evacuación de tales personas, de modo
que no se tenga que atravesar las zonas congestionadas. Las
prioridades para el uso de las rutas son asignadas a las unidades
de acuerdo con sus misiones y capacidad para desempeñarse, a
fin de garantizar el movimiento ordenado de las fuerzas.
Las unidades de aviación del ejército disponible, pueden contribuir
al mantenimiento de la libertad de acción. Las capacidades de
estas unidades, que son particularmente útiles en las operaciones
retrógradas son:
- Proporcionar observación, reconocimiento y vigilancia aérea;
- Facilitar el mando y control;
- Proteger los desfiladeros y terreno clave que se requieren
para el movimiento de las fuerzas;
- Conducir los fuegos;
- Trasladar las fuerzas de reserva;
- Llevar a cabo misiones de seguridad en la zona de
retaguardia;
- Proporcionar el reabastecimiento y evacuación de material y
equipo;
- 135 -
- Realizar evacuación aeromédica; aumentar los medios de
comunicación; y,
- Facilitar el rompimiento del contacto.
3. Planificación centralizada y ejecución descentralizada
Las amplias extensiones del frente en las que se conducen las
operaciones retrógradas, hacen que las comunicaciones y el
control sean proporcionalmente más difíciles en este tipo de
operaciones.
Los planes de las operaciones retrógradas deben ser preparados
con suficiente lujo de detalles, para permitir que los comandantes
subordinados los comprendan totalmente, de tal modo que si
pierde la comunicación con la unidad de pertenencia, puedan
continuar con sus acciones y contribuir al buen éxito de la misión
general.
Aunque los planes de las operaciones retrógradas son detallados
y centralizados, a los comandantes subordinados se les da la
li-bertad de acción para llevar a cabo las misiones asignadas,
según se desarrolle la situación.
Debido a que se espera que el enemigo persiga agresivamente a
cualquier fuerza de una operación retrógrada, y la ataque
implacablemente desde todas las direcciones, es necesario que
dicha fuerza cuente con fuerzas móviles, efectúe un reconocimiento
continuo, ejecute movimientos rápidos y cuente con una defensa
antiaérea y antitanque.
Los abastecimientos que no se requieren en la posición y los que
no pueden ser transportados por las unidades avanzadas, deben
ser evacuados antes de iniciarse las operaciones retrógradas,
para evitar que sean tomados por el enemigo. Esto posiblemente
requiera el dislocamiento de abastecimientos en profundidad con
suficiente anticipación a fin de que se disponga de una cantidad
adecuada de estos durante la operación. El comandante que
dirige la operación retrógrada puede autorizar la destrucción de
los abastecimientos y del equipo, que no pueden ser evacuados.
Dicha autorización puede ser delegada a los comandantes
subordinados.
- 136 -
4. Mantenimiento de la moral
A las tropas que participan en la operación, se les debe recalcar
el hecho de que el movimiento retrógrado es una acción ejecutada
con una finalidad positiva. Con ese fin se trata de suprimir los
rumores; dentro de las necesidades de seguridad, se informa a
las tropas de los propósitos de dicha operación. Un don de mando
enérgico, una disciplina estricta, la pronta evacuación de las bajas
y una planificación anticipada, contribuirán a reducir los problemas
de la moral, propios de este tipo de operación.
C. CARACTERISTICAS
GRADAS
DE
LAS
OPERACIONES
RETRÓ-
1. Mando enérgico y control riguroso
Estas operaciones entrañan un alto riesgo, fundamentalmente de
carácter psicológico, sobre la moral de las tropas, ya que pueden
ver en ella un presagio de derrota. Será preciso contrarrestarlo
con un mando enérgico, una maniobra perfectamente organizada
y un control riguroso sobre el rápido ritmo de su ejecución,
evitando empeñarse en combate.
2. Autorización para su ejecución
Toda operación retrógrada, debido a sus efectos sobre otras
unidades, requiere aprobación previa del escalón superior
inmediato, el cual desarrollará importantes esfuerzos de
inteligencia, decepción y cobertura aérea, en su apoyo.
3. Planificación logística detallada
La planificación logística es imprescindible como en toda
operación, aunque el transporte y el control de la circulación
serán claves para llevar a buen término un alejamiento del
enemigo.
D. TIPOS DE OPERACIONES RETRÓGRADAS
Los tipos de operaciones retrógradas son: acción retardatriz;
repliegue; y, retirada.
1. Acción retardatriz
Es una operación por medio de la cual una fuerza bajo presión del
- 137 -
enemigo tratará de cambiar el mínimo de espacio por el máximo
de tiempo, tratando de causarle el mayor daño, sin empeñarse en
combate decisivo.
La acción retardatriz se lleva a cabo mediante acciones de retardo
entre posición y posición con la máxima potencia de combate y
una adecuada resistencia en una o más posiciones, empleando
para el efecto, de preferencia unidades blindadas.
La resistencia en cada posición debe obligar al enemigo a
desplegarse, reconocer, maniobrar y ejecutar otras acciones que
le demanden tiempo y lo desgasten.
Para que la acción retardatriz alcance su máxima efectividad se
requiere:
- Fundamentalmente el empleo de unidades altamente móviles,
que posean elementos blindados;
- Estrecha coordinación con la aviación para su cooperación en
la observación de la progresión del enemigo y el retardo con
sus fuegos;
- Informaciones oportunas sobre el enemigo para evitar acciones
sorpresivas;
- Terreno apropiado para explotar al máximo la acción coordinada
del fuego y la maniobra, aprovechando accidentes naturales y
terreno dominante perpendiculares a la dirección de avance del
enemigo, con observación y buenos campos de tiro;
- Organizar y ocupar el terreno clave, concentrando la mayoría
de medios y potencia de fuego sobre las probables direcciones
de avance del enemigo;
- Empleo intensivo de demoliciones y otros obstáculos;
Evitar el combate decisivo; ejecutar acciones ofensivas cada
vez que se presenten oportunidades remunerativas, para
causar bajas, desorganizar o para ayudar al desenganche de
los elementos comprometidos; y,
- Fuegos de apoyo que neutralicen las armas enemigas e
interfieran la progresión del enemigo desde lo más lejos
posible.
- 138 -
a. Métodos de la acción retardatriz
La acción retardatriz puede ejecutarse en: posiciones
sucesivas; posiciones alternas; y, combinación de los dos
métodos.
1) Acción retardatriz en posiciones sucesivas
La acción retardatriz en posiciones sucesivas, es aquella
en que se emplea todos los medios en cada una de las
posiciones de retardo elegidas.
Tiene la ventaja de lograr un mayor retardo, por la fuerza que
concentra sobre cada una de las posiciones de retardo.
Tiene la desventaja de que las tropas y material están
continuamente empeñados, lo cual aumenta la fatiga y el
desgaste.
Normalmente se la emplea cuando el frente asignado es
amplio.
Figura 1-7 “Acción Retardatriz en Posiciones Sucesivas”
- 139 -
2) Acción retardatriz en posiciones alternas
Es aquella en la cual los medios son divididos para ser
empleados una parte en una posición y otra en la posición
siguiente. Normalmente se la ejecuta cuando el frente
asignado es relativamente angosto.
Mientras el primer elemento ocupa la primera posición y
conduce el retardo entre dicha posición y la siguiente, el
segundo elemento ocupa y prepara la segunda posición. El
primer elemento deja la responsabilidad de retardo al
segundo, pasa a través de él y se dirige a ocupar y preparar
la tercera posición, así sucesivamente hasta terminar la
operación.
Tiene la ventaja de permitir un relativo reposo a los
elementos que no están empeñados.
Permite un mayor mantenimiento del material.
Tiene la desventaja de no aplicar toda la potencia de
combate en cada posición.
Figura 2-7 “Acción Retardatriz en Posiciones Alternas”
- 140 -
b. Factores para seleccionar el método de acción retardatriz
a ejecutar
Los factores que se analizan para seleccionar el método de
acción retardatriz son:
c. Planificación y conducción de la acción retardatriz
1) Planificación
Cuando el escalón superior decide ejecutar una acción
retardatriz proporcionará normalmente al comandante de la
fuerza lo siguiente:
- 141 -
- Ubicación general de la posición inicial de retardo, cuya
localización exacta será propuesta después de efectuar
un reconocimiento. Excepcionalmente, el escalón
superior, precisará la posición inicial.
- Zona en que se efectuará la acción retardatriz, indicando
la línea que no debe ser sobrepasada por el enemigo y
si es posible, los límites laterales de la zona.
- Período de retardo, expresando el tiempo que deberá
retardarse al enemigo antes de llegar a la línea final de
la misión.
- Ubicación de la posición de las fuerzas de protección
del grueso (fuerzas de cobertura o PAG), a fin de que
pueda planificar y coordinar un posible repliegue a
través de esa posición.
- Limitaciones impuestas a la operación, tales como el
empleo de demoliciones o precisar ciertos plazos
específicos para la ejecución de la operación con fines
de control.
El comandante de la fuerza en la formulación del plan de
operaciones tendrá en cuenta lo siguiente:
a) Selección de las posiciones de retardo
Seleccionará aquellas posiciones que permitan
ocasionar al enemigo el máximo de retardo y el mayor
desgaste posible. Las posiciones de retardo estarán lo
suficientemente separadas entre si de forma tal que el
enemigo se vea obligado a reagrupar sus fuerzas antes
de continuar su ataque desde una posición a la
siguiente.
Un obstáculo natural que se extienda a través de todo
el frente asignado, frecuentemente será seleccionado
como posición de retardo de la fuerza.
El comandante podrá fijar entre posición y posición de
retardo las posiciones de retardo del escalón subordinado
o podrá dejar dicha selección a los comandos
subordinados, en sus respectivas zonas de acción.
b) Organización del terreno
- 142 -
Las posiciones de retardo se organizarán en una
profundidad limitada.
Se explotará todos los obstáculos naturales
complementándolos con obstáculos artificiales, los
cuales deberán cubrirse con el fuego, a fin de aumentar
su valor y lograr el máximo de retardo posible.
c) Medidas de coordinación
Para coordinar la ejecución, el comandante podrá prescribir líneas de fase.
Se asignará zonas de acción, fijando los límites correspondientes que como mínimo, deberán atravesar la
siguiente posición de retardo, pudiendo extenderse en
toda la profundidad del área de responsabilidad.
Al asignar las zonas de acción, se debe evitar dividir la
responsabilidad sobre las avenidas de aproximación del
enemigo.
d) Organización para el combate
El comandante organiza sus tropas en escalón de
retardo y reserva. Si inicialmente la fuerza que retarda
no estuviese en contacto, podrá emplear una fuerza de
cobertura.
El escalón de retardo tiene por misión realizar la
resistencia en cada posición de retardo, y la acción de
retardo entre posición y posición.
La reserva deberá ser pequeña pero altamente móvil,
ya que será necesario emplear la masa de las fuerzas
en el escalón de retardo. En ciertas ocasiones se podrá
retener el control de las reservas que establezcan una o
más unidades del escalón de retardo.
La reserva será empleada frecuentemente para facilitar
el desaferramiento de un elemento del escalón de
retardo, mediante la ejecución de un contraataque, el
cual no tratará de conquistar y mantener el terreno,
sino, cumplido su objetivo, mediante acciones de
- 143 -
retardo volverá a tomar una ubicación que le permita
continuar con el cumplimiento de su misión. La reserva
podrá ser empleada para proteger un flanco amenazado,
organizar posiciones preparadas, apoyar con sus fuegos
al escalón de retardo, relevar a otras unidades, organizar
y ocupar la siguiente posición de retardo, etc.
2) Conducción
a) Acción retardatriz en posiciones sucesivas
En este tipo de acción retardatriz el escalón de retardo
organizará y ocupará la posición inicial, en algunos casos,
antes que se establezca contacto con el enemigo. Una
fuerza de cobertura establece el contacto y retarda el
avance del enemigo hasta la posición inicial. La artillería y
los medios de apoyo de fuego disparan sus armas
utilizando los alcances máximos con el fin de obligar al
adversario a desplegarse prematuramente. A medida que
el enemigo avance se le someterá a fuego potente con
todas las armas disponibles.
Cuando se haya logrado ocasionar el máximo retardo y
sea evidente que el continuar en la posición traerá como
resultado que la fuerza se vea decisivamente aferrada se
iniciará el movimiento a la siguiente posición de retardo, el
cual se hará con orden del comando que conduce la
operación.
Al recibo de dicha orden las fuerzas que tienen la
responsabilidad de resistencia se desplazan directamente
hacia retaguardia para organizar y ocupar la siguiente
posición, mientras el resto de fuerzas del escalón de
retardo toman contacto con el enemigo e inician el retardo
continuo hasta la siguiente posición.
Durante toda la acción la reserva se mantendrá alerta
para realizar contraataques, protección de flancos, relevos,
apoyar con el fuego, etc. Caso contrario se desplazará a
retaguardia de la nueva posición a continuar como
reserva.
- 144 -
b) Acción retardatriz en posiciones alternas
Las fuerzas se dividen en dos elementos semejantes,
cada uno de ellos se organiza como escalón de retardo,
quedando emplazado uno de ellos en la posición inicial y
el otro en la posición siguiente.
La acción se conduce en forma similar a lo señalado
para posiciones sucesivas, con la diferencia de que el
escalón de retardo que ocupa la primera posición al
término de su misión sobrepasa la segunda posición
para emplazarse en la tercera; este procedimiento se
repetirá entre las posiciones, manteniendo
alternativamente cada escalón de retardo el contacto
con el enemigo.
Normalmente en este método de acción retardatriz no
se organizará reservas, pudiendo retenerse
momentáneamente el control de algunos elementos del
escalón de retardo no empeñado.
c) Combinación de los dos métodos
Dependiendo de las circunstancias y cuando la situación
lo exija, el comandante podrá optar por realizar una
combinación de los dos métodos anteriores.
2. Repliegue
Es una operación retrógrada por medio de la cual el grueso de
una fuerza empeñada, rompe el contacto con el enemigo de
acuerdo con la decisión del escalón superior, mientras algunos
elementos permanecen en contacto para evitar que el enemigo
persiga al grueso. La operación se reduce a reagrupar la fuerza,
bajo la acción de sus fuerzas de seguridad y realizar un
movimiento táctico hacia la retaguardia.
La fuerza que ejecuta el repliegue, para el combate se organiza
en fuerza de seguridad y grueso. La primera proporciona una
protección relativa que permite que el grueso pueda alejarse del
enemigo, y la segunda constituye la unidad que estando empeñada
rompe el contacto.
- 145 -
a. Métodos de repliegue
El repliegue podrá ejecutarse en forma voluntaria u obligado
por el enemigo. En el primer caso, se realizará sin presión y
preferentemente durante condiciones de reducida visibilidad.
En el segundo caso, se realizará bajo presión, tanto en el día
como en la noche.
1) Repliegue sin presión o voluntario
El repliegue sin presión del enemigo exige la existencia de
una contrainteligencia eficaz y depende principalmente del
control, la seguridad y las medidas de engaño.
El control y la seguridad son proporcionados por la
preparación completa y minuciosa de planes, y el engaño
por la simulación del tráfico de comunicaciones, de fuego y
otras actividades normales.
Puede ejecutarse sigilosamente o después de un ataque,
para desviar la atención del enemigo. Su éxito, normalmente
está condicionado a la oscuridad o visibilidad reducida y a
terrenos cubiertos, a pesar de que esto dificulta el control.
La utilización de cortinas de humo y de rutas cubiertas
ayudan a reducir la posibilidad del enemigo de observar los
movimientos de las fuerzas propias.
Para facilitar la conducción del repliegue se debe prever el
empleo de tropas por medios aéreos o infiltradas, a fin de
interferir sobre las tropas enemigas mientras el grueso del
repliegue rompe el contacto.
Las fuerzas que ejecutan el repliegue sin presión se
organizan en: destacamentos dejados en contacto (DDC);
fuerza de repliegue; y, reserva.
- 146 -
Figura 3-7 “Repliegue sin presión”
2) Repliegue con presión o involuntario
Este repliegue para tener éxito depende de: movilidad;
medios de guerra electrónica; apoyo de fuegos; control;
utilización de fuerzas de cobertura; y, superioridad aérea
local. Al estar las tropas sujetas a la observación del
enemigo, se requiere un alto grado de coordinaciones y un
juicioso empleo de obstáculos.
Todos los fuegos disponibles deben ser utilizados contra
los elementos avanzados del enemigo que estén en
contacto con las fuerzas de seguridad, mientras el grueso,
se mueve hacia la retaguardia por medio de métodos de
acción retardatriz.
Las reservas son desplegadas hacia el frente para
proporcionar cobertura al repliegue del grueso o para
apoyar a fuerzas que no puedan desaferrarse del
enemigo.
Las fuerzas que ejecutan el repliegue involuntario se organizan
en: fuerza en contacto; fuerza de repliegue; y, reserva.
- 147 -
Figura 4-7 “Repliegue con presión”
b. Planificación y conducción del repliegue
1) Planificación
La planificación para un repliegue deberá incluir:
- La nueva posición o zona de reunión a ocupar y el
dispositivo dentro de ella, así como la nueva misión por
cumplir.
- Organización para el combate, incluyendo los refuerzos
y apoyos al combate y de servicios de combate.
- Ubicación de la fuerza de protección.
- La hora y secuencia para el repliegue de los elementos
subordinados.
- Los sectores, líneas de fase, rutas de repliegue a utilizar
por las unidades subordinadas.
- Apoyo administrativo, especialmente de evacuación de
bajas y control de tránsito.
- 148 -
Al preparar el plan de repliegue se dispondrá que los
elementos subordinados prevean medidas para efectuar
tanto un repliegue voluntario como involuntario.
2) Conducción
a) Ruptura del contacto
Se ejecuta para recuperar la libertad de acción al
amparo de las fuerzas de seguridad que mantienen el
contacto con el enemigo.
El repliegue termina cuando las unidades del grueso
hayan alcanzado sus zonas de reunión o crucen la línea
de fase prescrita, desde donde iniciarán el movimiento
hacia retaguardia.
Para mantener el secreto, debe realizarse durante los
períodos de visibilidad limitada o antes de que el
enemigo ejerza una presión estrecha sobre las
fuerzas.
b) Movimiento hacia retaguardia
Consiste en el movimiento coordinado y controlado que
realizan las unidades desde sus zonas de reunión
ubicadas en la retaguardia inmediata de las posiciones
desde las cuales han iniciado el repliegue, hasta una
nueva posición o zona de reunión.
Para un desplazamiento corto, las fuerzas de protección
son suficientes para proteger el movimiento del grueso
hacia la retaguardia. Para movimientos a mayor
profundidad, el dispositivo que adopte el grueso será
similar al de la operación ofensiva de movimiento para
establecer el contacto.
Inicialmente el movimiento hacia retaguardia se realizará
en pequeñas columnas, las cuales conforme se alejan
del enemigo, irán integrándose en columnas más
importantes.
Las unidades de apoyo logístico, son las primeras en
iniciar el movimiento hacia áreas de retaguardia
- 149 -
previamente seleccionadas, desde donde estarán en
condiciones de apoyar la operación en ejecución y en lo
posible la siguiente.
c)
Conducción
(voluntario)
del
repliegue
sin
presión
(1) Acción de los destacamentos dejados en
contacto (DDC)
Mantienen la fisonomía del frente y protegen el
repliegue del grueso. Son aquellas fuerzas de
seguridad que se dejan en posición durante el
repliegue sin presión.
Los DDC están constituidos por elementos de la
fuerza que se repliega y son instalados en todo el
frente y profundidad de las unidades de primera
línea.
La composición normal de los DDC será de un tercio
de los elementos de combate, la mitad de las armas
de apoyo orgánico, elementos de apoyo de fuego,
suficientes tanques y armas antitanque, medios de
comunicaciones y de apoyo de servicio de combate
indispensables.
(2) Secuencia del repliegue sin presión
El éxito de un repliegue sin presión depende en gran
parte del secreto y del control. Se debe explotar al
máximo la oscuridad, la cual limita las operaciones
aéreas y la observación enemiga. Se emplea
ventajosamente toda clase de medidas para engañar
al enemigo, tratando de aparentar, después de la
ruptura del contacto del grueso, una actividad normal,
incluyendo patrullas agresivas y el funcionamiento
de los medios de comunicaciones.
Antes de iniciar la ruptura del contacto, es necesario
que los destacamentos dejados en contacto se
encuentren emplazados y listos para cumplir su
mi-sión, y que la artillería que queda en sus posiciones,
- 150 -
esté en condiciones de continuar ejecutando el fuego
con similar intensidad que durante las operaciones.
La secuencia normal del repliegue sin presión es la
siguiente:
- Instalaciones y elementos de apoyo de servicio
de combate no necesarios para el apoyo de los
DDC.
- La reserva. Pero en caso de que el comandante
anticipe presión del enemigo, puede retenerla en
su posición hasta que el grueso la haya
sobrepasado.
- La artillería y armas de apoyo no necesarias a la
acción de los DDC.
- El grueso, iniciando el movimiento por lo general
en forma simultánea con los elementos más
adelantados, los cuales se moverán hacia
retaguardia por las rutas prescritas y protegidos
por los elementos de seguridad inmediata. La
hora en que estos elementos abandonan sus
posiciones es la hora de iniciación del repliegue.
- Los destacamentos dejados en contacto, se
re-pliegan a la hora prescrita o con orden. Las
tropas que los constituyen se dirigen hacia sus
zonas de reunión (generalmente las mismas que
usó su respectiva unidad) donde se agrupan para
iniciar su movimiento hacia retaguardia.
- La artillería y armas pesadas, que han quedado
en apoyo de los DDC, se retiran poco antes o
conjuntamente con ellos.
- Las reservas de los DDC cubren el repliegue de
los mismos y de la artillería que apoya a éstos.
Mantienen el contacto con el enemigo, informan
sobre su progresión y lo retardan de acuerdo a
sus posibilidades.
- 151 -
d) Conducción del repliegue con presión (involuntario)
(1) Acción de la fuerza en contacto
Esta fuerza retarda al enemigo el mayor tiempo
posible, con la finalidad de proteger la ruptura y el
movimiento del grueso hacia retaguardia,
permitiendo que la fuerza de repliegue se desplace
y aleje hasta llegar a la zona de reunión.
Es aquella fuerza de seguridad que se deja en
una posición durante un repliegue bajo presión
del enemigo, y está constituida normalmente por
una parte de la fuerza que se repliega, fuertemente
apoyada por todos los fuegos disponibles y
reforzada con ingeniería y blindados.
(2) Secuencia del repliegue con presión
A pesar de que el repliegue con presión debe
evitarse tanto como sea posible, la situación puede
imponer su ejecución. Su éxito depende de la
rapidez de la maniobra, de las disposiciones
adoptadas para el control, de la eficiencia de la
fuerza en contacto y de un eficiente apoyo de
fuegos.
El repliegue realizado durante el día será más fácil
en terreno cubierto y en condiciones de visibilidad
reducida.
Es conveniente que la ruptura del contacto se
realice lo más rápidamente posible y en formaciones
abiertas, con el apoyo de fuegos de aviación y
artillería, manteniendo la continuidad de este
apoyo hasta que el grueso haya recuperado su
libertad de acción.
Antes de iniciar el repliegue es necesario que la
fuerza en contacto, normalmente constituida por la
reserva y los órganos de apoyo necesarios, se
encuentre emplazada y lista para cumplir su
misión.
- 152 -
La secuencia normal en el repliegue con presión
es la siguiente:
- Las instalaciones y medios de apoyo de servicio
de combate no necesarios a la fuerza en
contacto.
- Las unidades empeñadas en combate rompen
el contacto simultáneamente con el apoyo de
los fuegos disponibles. Cuando no es posible
hacerlo en forma simultánea, el comandante
debe determinar el orden de repliegue de las
unidades. Desaferrar primero las unidades
seriamente comprometidas y que estén
sometidas a una gran presión del enemigo
puede ocasionar que la mayoría de elementos
de la unidad sean envueltos y destruidos.
Desaferrar primero las unidades menos
comprometidas puede producir la pérdida de
la mayor parte de las unidades fuertemente
comprometidas. La decisión se debe basar en
preservar la integridad de la fuerza y cumplir la
misión.
- Al principio la artillería apoya el repliegue
desde las posiciones que ocupa y luego se
desplaza proporcionando apoyo continuo.
- Cuando la fuerza en contacto ha cumplido su
misión, se movilizará protegida por la reserva,
desplazándose a retaguardia para reintegrarse
a su grueso.
- La reserva, después de proteger el repliegue
de la fuerza en contacto, conduce su acción
de acuerdo a los procedimientos de la acción
retardatriz. En ciertas circunstancias, cuando
no se pueda constituir la reserva, la fuerza en
contacto retardará al enemigo entre su posición
inicial y la línea de máximo repliegue que le
prescribe el escalón superior, para lo cual se
la dotará de los medios convenientes.
- 153 -
3. Retirada
Es una operación retrógrada en la cual una fuerza que no está en
contacto con el enemigo se mueve hacia su retaguardia en forma
organizada.
La fuerza que se retira se organiza normalmente en: grueso y
fuerza de seguridad.
La fuerza de seguridad, para el cumplimiento de su misión podrá
realizar acciones de retardo.
La fuerza que se retira, está más expuesta a la acción de ataques
aéreos, fuegos de largo alcance y acciones envolventes y
psicológicas del enemigo, asimismo está expuesta a la interferencia
de la población civil y refugiados que tratarán de evacuar de la
zona, congestionando los caminos disponibles.
a. Planificación y conducción de la retirada
1) Planificación
Decidida la ejecución de la retirada por el escalón superior,
el comandante que conducirá la operación deberá tener en
consideración los siguientes aspectos: ubicación de la
futura zona de reunión; medidas de coordinación y control;
y, seguridad.
a) Ubicación de la futura zona de reunión
Esta deberá ser determinada en función del objetivo de
la operación y el futuro empleo de la fuerza; la ubicación
de la zona de reunión deberá estar a una distancia
considerable.
b) Medidas de coordinación y control
La coordinación y control son muy necesarios para una
retirada con éxito. Las medidas adoptadas deben
difundirse a todas las unidades interesadas, éstas
usualmente incluyen: puntos de control; líneas de fase;
rutas de retirada; hora de pasaje; zona(s) de reunión(es);
y, otros.
El número de columnas de marcha y las formaciones
adoptadas durante la retirada, dependen de las vías
- 154 -
disponibles y el grado de interferencia del enemigo.
Conviene desplazar a los elementos principales hacia
retaguardia simultáneamente. Sin embargo, cuando la
red de caminos es restringida o existe una amenaza
enemiga hacia un flanco, puede ser necesario escalonar
el movimiento de las unidades.
Se asigna rutas específicas de repliegue a los elementos
de apoyo administrativo, artillería y otras unidades de
apoyo, indicándoles el momento en que estas vías deben
quedar libres para el movimiento de las tropas en contacto.
A estos elementos se les asigna inicialmente zonas de
acción para su repliegue.
c) Seguridad
La seguridad es una consideración muy importante
cuando se realiza una retirada. Se debe poner énfasis en
los movimientos nocturnos; por lo tanto, los desplazamientos
diurnos sólo son posibles cuando se realizan por infiltración
de pequeños grupos. Debe darse particular atención a la
seguridad de los flancos para evitar el envolvimiento de
los gruesos que se retiran.
La composición de la fuerza de seguridad dependerá de
la magnitud y tipo de la fuerza que se retira y de la
inminencia de la acción del enemigo.
El movimiento se organiza al igual que la operación
ofensiva de movimiento para establecer el contacto,
donde la fuerza de seguridad de la retaguardia constituye
el principal elemento de protección de la fuerza que se
retira, su finalidad es proteger al grueso contra la sorpresa,
el hostigamiento y el ataque del enemigo, y le permite al
comandante recuperar su libertad de acción. Mientras que
la vanguardia debe estar constituida por fuerzas móviles,
que permitan: prevenir al grueso contra las sorpresas de
las fuerzas enemigas de gran movilidad o de infiltración;
despejar las rutas que aseguren el movimiento ininterrumpido del grueso; y, regular el tránsito de la población
civil y refugiados.
- 155 -
2) Conducción
Inicialmente se retiran los elementos de apoyo de servicios
de combate y luego los elementos de apoyo de fuegos.
A continuación se desplaza el grueso; al principio el
movimiento es descentralizado en pequeñas columnas, las
cuales gradualmente se integran y vuelven al control
centralizado.
La forma de empleo de la fuerza de retaguardia está en
función de su organización, grado de interferencia del
enemigo, naturaleza del terreno, y otros.
Cuando la distancia con el enemigo y la seguridad lo
permitan, la fuerza de retaguardia se desplaza en formación
de marcha. Su dispositivo corresponde, en general, al de
una vanguardia en el movimiento para establecer contacto,
pero en orden inverso.
Cuando la fuerza de retaguardia es una gran unidad que
cubre la retirada de una unidad superior y existe terreno
apropiado para maniobrar hacia atrás, ella puede ejecutar
una acción retardatriz; en caso contrario, puede ejecutar
una defensa hasta que el grueso alcance la zona de
reunión prevista.
La aviación del ejército proporcionará reconocimiento,
contacto con el enemigo, conducirá el reglaje de tiro de
artillería y efectuará ataques contra el grueso del
enemigo.
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CAPÍTULO VIII
OPERACIONES COMPLEMENTARIAS
A. OPERACIONES COMPLEMENTARIAS BÁSICAS
Las operaciones complementarias básicas, son aquellas ejecutadas
con un grado de intensidad variable en el transcurso de todas las
operaciones y que se deberán considerar a fin de disminuir la
sorpresa que puede alcanzar el enemigo, así como las acciones de
sabotaje y espionaje que éste puede conducir.
Las operaciones complementarias básicas son: reconocimiento y
seguridad.
1. Reconocimiento
Es una operación que se ejecuta para obtener información sobre
el enemigo y el área de operaciones, utilizando para el efecto
medios terrestres, electrónicos, fotográficos, aéreos, etc. El
esfuerzo del reconocimiento es orientado a buscar el contacto
con el enemigo y mantenerlo.
Todas las unidades tienen posibilidades para ejecutar
reconocimientos; sin embargo las unidades de caballería mecanizada, están organizadas, equipadas y entrenadas de mejor
manera para estas operaciones.
Existen tres tipos de reconocimiento: de punto, de zona y de área.
El tipo de reconocimiento a ser empleado, es escogido en base a:
información deseada; conocimiento de la situación del enemigo;
terreno; valor de la fuerza; y, disponibilidad de tiempo para su
ejecución.
Las operaciones de reconocimiento terrestre, son ejecutadas de
acuerdo con los siguientes fundamentos:
- Operar en base de la ubicación y movimiento del objetivo.
Las unidades que llevan a cabo el reconocimiento deben operar en base de la ubicación y movimiento de su objetivo, del
enemigo, de una característica del terreno o de una ubicación
dada, en lugar de una ubicación o movimiento de las fuerzas
- 157 -
propias. Para poder ejecutar este tipo de operación al
comandante de la unidad de reconocimiento, se le debe
permitir la mayor libertad de acción posible.
- Presentar informes en forma precisa y rápida. Para que le
pueda servir al comandante, la información obtenida en el
reconocimiento debe ser presentada en forma precisa y
rápida. Toda la información obtenida debe ser dada a conocer,
no importa cual sea su valor aparente.
- Eludir los encuentros decisivos. Siempre que sea posible,
las unidades de reconocimiento obtienen la información de
manera secreta, aunque de ser necesario combaten para
obtenerla. La misión de reconocimiento no debe ser
comprometida por combates con el enemigo, particularmente
si no es necesario entrar en combate para obtener la
información.
- Mantener contacto con el enemigo. En la ejecución del
reconocimiento se debe hacer contacto con el enemigo tan
pronto sea posible; ese contacto se debe mantener a través de
toda la operación y no se podrá romper voluntariamente sin la
autorización del comando superior.
- Desarrollar la situación. Cuando el contacto con el enemigo
es establecido o es encontrado un obstáculo, se debe aclarar
la situación rápidamente. La localización, el valor, composición
y dispositivo del enemigo son determinados, a la vez que se
debe realizar un esfuerzo extra para determinar los posibles
flancos del enemigo localizado.
2. Seguridad
Esta operación comprende el conjunto de medidas que se
adoptan para la protección contra la sorpresa, observación y
acciones del enemigo.
Se fundamenta en la información, dispositivo, empleo de los
medios, tiempo disponible y en las medidas activas y pasivas que
se tomen para hacerle frente a las acciones enemigas de
cualquier naturaleza.
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Las operaciones de seguridad a la vez pueden ser de:
- Cobertura. Operaciones conducidas por una fuerza separada
de la fuerza principal propia, pero orientada hacia el enemigo
con la finalidad de interceptarlo, comprometerlo, retardarlo,
engañarlo y desorganizarlo, antes de que él pueda atacar a la
fuerza principal que está siendo cubierta.
- Protección. Operaciones ejecutadas por una fuerza al frente,
flancos o retaguardia de una fuerza principal estacionada o en
movimiento, con la finalidad de impedir que el enemigo la
ataque por sorpresa, realice fuegos directos y tenga observación
terrestre. La fuerza principal o grueso es la responsable de la
protección en vanguardia, flanguardia y retaguardia.
- Vigilancia. Operaciones que proporcionan seguridad a una
determinada región o fuerza, por medio del establecimiento de
una serie de puestos de observación, complementados por
adecuadas acciones que procuran detectar la presencia del
enemigo luego de que éste ingrese en el radio de acción de la
unidad que la ejecuta.
Las operaciones de seguridad son realizadas básicamente por
fuerzas de: cobertura; protección; y, vigilancia. Se incluyen
también complementariamente entre estas fuerzas, aquellas que
establecen el enlace entre dos fuerzas orientadas a cubrir una
brecha existente, como aquellas que realizan seguridad en el
área de retaguardia. Los puestos avanzados generales (PAG) y
los puestos avanzados de combate (PAC) se incluyen entre las
fuerzas que actúan en el área de seguridad al frente del área de
defensa.
B. OTRAS OPERACIONES COMPLEMENTARIAS
Estas operaciones complementarias son aquellas planificadas para
apoyar a otra fundamental, es decir complementan a las operaciones
principales para facilitar el cumplimiento de la misión; sin ser parte de
la maniobra principal deben considerarse a fin de tener presente
todas las tareas que la unidad deberá ejecutar para el cabal
cumplimiento de su misión.
- 159 -
1. Operaciones de relevo
Cuando las operaciones continúan durante un período prolongado
de tiempo, el mantenimiento de la potencia de combate, la
efectividad y las imposiciones del plan pueden exigir el relevo
periódico de las unidades.
El congestionamiento que es inherente a estas operaciones,
requiere se considere detalladamente las medidas para reducir la
vulnerabilidad y riesgos ante un ataque enemigo. Es esencial que
las unidades involucradas mantengan una estrecha cooperación
y coordinación de planes a fin de mantener la apariencia de que
las actividades normales siguen su curso.
Para su ejecución se utiliza al máximo los períodos de oscuridad
y de poca visibilidad, haciendo hincapié en el secreto, el engaño
y la velocidad de ejecución.
Tales operaciones podrán ser: relevo en posición, sobrepasamiento
o pasaje de líneas y repliegue a través de una posición a
retaguardia.
a. Relevo en posición
El relevo en posición es una operación en la cual toda la
unidad o parte de ella es reemplazada por otra unidad, a la
unidad que releva se le transfieren las responsabilidades de
los elementos relevados, tanto en el ataque como en la
defensa. Sin embargo, a la unidad que releva también se le
puede asignar otra misión a ser cumplida al finalizar el
relevo.
El comandante de una unidad que está siendo relevada es
responsable del sector de responsabilidad que le ha sido
asignado hasta que se traspase el mando. La hora para el
traspaso del mando la determinan los comandantes interesados
de mutuo acuerdo, a menos que haya sido especificada por el
comando superior.
El traspaso de mando ocurre normalmente cuando los
comandantes del escalón que está en contacto hayan asumido
la responsabilidad y cuando el comandante de la fuerza que
- 160 -
releva haya establecido las comunicaciones necesarias para
controlar toda el área de operaciones que se le haya asignado.
En un relevo en posición ejecutado para continuar con una
defensa, la unidad que releva debe sujetarse al plan general
de defensa de la unidad relevada hasta que se haya efectuado
el relevo del mando. Debe hacerse todo el esfuerzo posible
para llevar a efecto el relevo, sin debilitar la posición. Las
unidades de apoyo de combate no deberán ser relevadas al
mismo tiempo que las unidades de combate.
b. Sobrepasamiento o Pasaje de líneas
El Sobrepasamiento es una operación en la cual una unidad
ataca a través de otra que está en contacto con el enemigo.
Las unidades de la fuerza que está siendo sobrepasada apoyan a la unidad atacante hasta que sus fuegos se tornen
ineficaces, en cuyo momento pueden recibir otra misión,
permanecer en la posición o replegar. En esta acción la unidad
que está siendo sobrepasada proporciona la mayor ayuda
posible, incluyendo el apoyo de fuegos a la unidad que esta
efectuando el pasaje, en este caso ésta unidad tiene la
prioridad en el apoyo de fuegos y el uso de los medios. El
pasaje se ejecuta tan rápidamente como sea posible, para
reducir la vulnerabilidad de un ataque enemigo.
c. Repliegue a través de una posición a retaguardia
Un repliegue a través de una posición a retaguardia es una
operación en la cual una unidad que ejecuta un movimiento
retrógrado pasa a través de la zona de acción de otra que
ocupa una posición defensiva a retaguardia. Esta operación
es utilizada cuando se desea preservar una fuerza que ha
estado empeñada por mucho tiempo o está muy desgastada.
Puede también ocurrir como parte de un movimiento retrógrado
o para permitir la utilización de una fuerza para el cumplimiento de otra misión.
La unidad en posición proporciona la ayuda máxima a la
unidad que está ejecutando el repliegue y asume bien sea la
misión de retardo que trae ésta última o la de defensa una vez
finalizado el pasaje.
- 161 -
2. Operaciones de engaño táctico
El engaño táctico contribuye a la seguridad y sorpresa, aumenta
la probabilidad de éxito de la operación, engañando al enemigo y
llevándolo a reaccionar de manera ventajosa para las fuerzas
propias. El engaño táctico puede ser utilizado para compensar la
potencia de combate relativamente inferior y permitir el empleo
económico de personal, material y equipo. El comandante emplea
el engaño para disfrazar o encubrir verdaderos dispositivos,
posibilidades e intenciones.
El plan de engaño es parte integrante de toda planificación
operacional, en la elaboración el comandante deberá concebir
y procurar comprender el punto de vista del enemigo tomando
en consideración las consecuencias sobre las operaciones
propias, si el engaño no produce los resultados esperados. El
plan adoptado debe ser tal que en caso de fracaso, no acarree la derrota en la operación. La coordinación con las
unidades del escalón superior, adyacentes y subordinadas es
esencial para que el plan de engaño no comprometa los otros
planes de operaciones y de engaño.
Las operaciones de engaño táctico son la finta y la
demostración.
a. La finta
La finta es un ataque con objetivo limitado de poca profundidad
que tiene el propósito de engañar al enemigo y obligarlo a
reaccionar físicamente, orientando sus medios en una dirección
deseada, diferente a la operación principal, o simplemente
tiende a confundir al enemigo en sus conclusiones sobre la
verdadera dirección del ataque principal.
Algunas reacciones del enemigo pueden ser: orientación de
las reservas en forma favorable para nuestro ataque;
transportes de fuego de apoyo lejano al ataque principal; y,
desencadenamiento de los fuegos defensivos. Esto nos
permitirá revelar su plan de defensa.
La finta debe ejecutarse con unidades de magnitud variable,
pudiendo ser desde un simple golpe de mano hasta el ataque
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de una unidad mayor, dependiendo de la magnitud de sus
efectivos y de la reacción deseada.
La finta como operación de engaño se planifica y ejecuta en
forma similar a otros ataques, siendo más conveniente cuando
el enemigo dispone de fuertes reservas y el atacante tiene
varias formas de acción; se diferencia del ataque secundario
en que el objetivo impuesto, aparte del engaño, no contribuye
necesariamente a la conquista del objetivo final; aunque, los
dos coinciden en que distrae la atención del enemigo sobre la
dirección del ataque principal.
b. La Demostración
Es una operación destinada a engañar al enemigo mediante el
empleo de una fuerza en un sector donde no se trata de obtener una decisión. Difiere de la finta en que no se efectúa un
avance contra el enemigo.
Las consideraciones técnicas básicas que sirven para la planificación de las fintas, también se aplican a las demostraciones.
Para una demostración se requiere menor cantidad de tropas
que para la ejecución de una finta.
La fuerza de demostración puede hacer un empleo extenso de
los fuegos, el humo, dispositivos sonoros y equipo simulado.
Las demostraciones son particularmente eficaces cuando el
enemigo y las fuerzas de la demostración están separadas por
un obstáculo, ya que ésta situación puede ser utilizada
provechosamente para simular concentraciones de las fuerzas
para operaciones tales como transposición de cursos de agua,
o ataques contra áreas fortificadas.
El engaño se materializa a través de medidas tales como: el
ardid, las posiciones simuladas, la información falsa y la
incursión.
- El ardid. Es una medida que se emplea para conducir al
enemigo a falsas conclusiones y a determinar una posible
forma de acción. El uso de varios vehículos que tiran de
cadenas para levantar nubes de polvo que simulen grandes
fuerzas, el movimiento de tanques a través de un área
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durante la noche, el uso de altoparlantes u otros equipos
electrónicos de sonidos en las áreas avanzadas para
desviar la atención enemiga de otras actividades y el
lanzamiento simulado de paracaidistas para engañar al
enemigo y hacer que empeñe sus reservas en áreas donde
no se lanzará el ataque principal, son ejemplos de ardid.
- Posiciones simuladas. Se establecen y se mejoran de
igual forma que las posiciones reales. Esto sirve para
engañar al enemigo y hacerle creer que hay fuerzas en las
posiciones cuando en realidad no las hay. Las posiciones
deben estar ocupadas por monigotes y armamento falso, a
la vez que se debe mantener cierto grado de actividad para
alcanzar el efecto deseado.
- La información falsa. Comprende publicaciones, mensajes,
emisiones de radio falsa o engañosa; para que sea eficaz
debe ser divulgada en forma oportuna. Cuando se utiliza
esta medida de engaño, se debe explicar a las propias
tropas cual es su propósito, a fin de evitar que ellas también
sean víctimas del engaño. También puede establecerse un
plan de emisiones y mantener las comunicaciones por el
tiempo que dure la operación.
- La Incursión. Como una medida de engaño es un ataque
que se ejecuta con la finalidad de confundir al enemigo en
sus conclusiones sobre nuestra capacidad combativa y
hacerle variar sus posibles formas de acción. Se ejecuta
sin ninguna intención de retener el terreno. Su preparación
y ejecución es la misma que cualquier incursión, variando
simplemente en la finalidad.
3. Seguridad del área de retaguardia
Las instalaciones que estaban protegidas por la distancia a que
se encontraba con respecto al frente, pueden estar ahora, dentro
del alcance de armas enemigas. Los amplios frentes y los grandes
espacios entre las unidades de combate, aumentan la
vulnerabilidad de las áreas de retaguardia al ataque, por lo que,
en la planificación se debe poner énfasis en la protección de
dichas áreas y medidas de contrainteligencia.
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El área de retaguardia presenta problemas diferentes a las otras
áreas de combate, ya que las misiones principales que allí se
ejecutan son las de apoyo logístico y administrativo. La protección
de esta área tiene la finalidad de evitar o reducir las interferencias
del enemigo, los desastres naturales sobre las actividades e
instalaciones para mantener la eficiencia combativa de la fuerza.
La seguridad y control del área de retaguardia son de
responsabilidad del comandante de mayor jerarquía en el área,
cuando no es designado un comando específico.
En el área de retaguardia, todos los comandantes son responsables por la defensa local y por el control de daños de sus
propias unidades e instalaciones. La responsabilidad total para la
seguridad del área de retaguardia, le corresponde al comando
que se designe, quien debe asegurar la integración de los otros
planes subordinados en su plan general de seguridad. Cuando la
coordinación y el control lo exijan, deben establecerse sub-áreas
en el interior del área de retaguardia. Todas las unidades ubicadas
en dichas sub-áreas, incluyendo las de reemplazos, deben ser
integradas a los planes de seguridad. Los planes son coordinados
con las unidades vecinas y con el escalón superior.
Las actividades de seguridad del área de retaguardia y de apoyo
administrativo, son realizadas en una misma área geográfica y le
competen a las mismas fuerzas. El empleo de unidades de apoyo
de servicios de combate para la seguridad del área de retaguardia
es un complemento a sus misiones de apoyo; por lo que el
comandante debe determinar la forma y la extensión de la participación de las unidades en esas tareas.
Un sistema eficaz de seguridad del área de retaguardia debe
reunir las siguientes características:
- Un comando único (estado mayor y medios adecuados de
comunicaciones permanentes);
- Definición de responsabilidades geográficas; y,
- Estructura y procedimientos de control que evite conflictos
entre las unidades responsables por la seguridad del área, por
el control de daños y el apoyo administrativo.
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Las fuerzas para seguridad del área de retaguardia pueden
comprender:
- Unidades de apoyo de servicio de combate o elementos de
ellas;
- Unidades de combate y apoyo de combate específicamente
designadas; y,
- Fuerzas paramilitares y policiales.
La seguridad del área de retaguardia funcionalmente comprende:
la defensa del área de retaguardia y el control de daños.
a. Defensa del área de retaguardia
Es el conjunto de medidas y de actividades ejecutadas por los
diferentes escalones a fin de asegurar el normal desarrollo de
las actividades de las unidades de combate, apoyo de combate
y apoyo de servicio de combate, ubicadas en las respectivas
áreas de retaguardia.
Una amenaza permanente para esta área son las posibilidades
del enemigo para ejecutar operaciones aeroterrestres, de
asalto aéreo, de guerrilla o infiltración, a fin de interrumpir la
continuidad del apoyo administrativo. Si el enemigo tiene éxito
en sus operaciones, el efecto desmoralizador puede ser
decisivo en la fuerza. Para evitar esto, puede ser necesario en
muchos casos el empleo de unidades de combate.
Los planes deben prepararse para responder a las amenazas
del enemigo y para asegurar la libertad de acción; deben
basarse en informaciones precisas y oportunas sobre las
posibilidades del enemigo, incluyendo el empleo de fuerzas de
guerrilla. La fuerza designada para cumplir misiones de
defensa debe ser compatible con la misión principal de toda la
fuerza y con las posibilidades del enemigo. Los planes deben
integrar todos los medios disponibles en el área. De la
capacidad de las fuerzas para reaccionar rápidamente y de la
eficiencia de las comunicaciones, depende la defensa eficiente
del área y la destrucción del enemigo.
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La destrucción o interrupción de las líneas de comunicaciones
perjudica el cumplimiento de la misión por lo cual se debe
tener muy en cuenta la ejecución eficiente de las actividades
de seguridad. Las vías de comunicación que incluyen todos
los itinerarios terrestres, aéreos y acuáticos ( en el caso de
existir ), por los cuales se desplazan los abastecimientos y
refuerzos hacia el frente, son las líneas vitales de comunicación.
Cuanto más largas son las vías de comunicación, más
vulnerables serán a la interdicción del enemigo, su destrucción
o interrupción, perjudicando así el cumplimiento de la misión;
por consiguiente constituye la consideración principal en la
conducción de las operaciones de defensa del área de
retaguardia.
Las fuerzas designadas para estas operaciones deben ser
adecuadas a la misión; deben ser totalmente empleadas para
participar en la defensa de las instalaciones y vías de
comunicación. Los planes para la defensa de las instalaciones
deben prever la ejecución de ensayos tomando en cuenta su
propia defensa y la ejecución de la misión que le corresponde
en el plan global de seguridad. La naturaleza de la amenaza
puede exigir la necesidad de fuerzas de gran movilidad. Se
debe establecer áreas de responsabilidad definidas,
comunicaciones seguras y adecuadas y un mando. Uno de los
principales problemas para la defensa es la ubicación y fijación
del enemigo, esto puede lograrse por medio del control de las
áreas favorables a las acciones enemigas, hasta que se hayan
fijado y luego se ejecutan las operaciones para su
destrucción.
Los planes deben prepararse para la defensa de las áreas e
instalaciones críticas, dando prioridad al empleo de las tropas
administrativas, para la seguridad de sus propias instalaciones.
Una fuerza de defensa puede ser ubicada en áreas favorables,
desde donde puedan moverse para bloquear las amenazas; al
ser fijado el enemigo, las fuerzas de defensa no comprometidas
en el bloqueo, son reunidas y empeñadas rá-pidamente en la
acción decisiva a fin de destruir al enemigo. Las unidades
pueden actuar por iniciativa propia, dentro de las medidas de
control impuestas, a fin de asegurar la coordinación de las
- 167 -
acciones futuras, cuando se haya definido el tipo de
amenaza.
Se debe coordinar con el comando de defensa aérea más
cercano, la defensa aérea del área de retaguardia para
alcanzar una defensa adecuada de la misma.
b. Control de daños
Son todas aquellas medidas que se adoptan antes, durante y
después de un ataque o desastre natural, para evitar y reducir
los efectos sufridos y para ayudar en la continuidad o el
restablecimiento del apoyo administrativo, restablecer el
control, salvar vidas, aislar áreas peligrosas e iniciar
operaciones de salvamento para evitar bajas posteriores.
Las medidas preventivas incluyen la dispersión, los ensayos,
la construcción de abrigos, el mejoramiento de los sistemas de
alarma y la contrainteligencia.
Las medidas correctivas, incluyen el establecimiento de
equipos de control de daños, los mismos que permiten:
establecer y evaluar los daños; proveer tratamiento médico y
evacuación de emergencia; proporcionar alimentos y agua;
ejecutar la extinción del fuego y la descontaminación del
material; realizar el control del tránsito; y, verificar e informar
el grado de destrucción del área.
4. Operaciones de enlace
El enlace es una operación que engloba la acción de dos unidades
terrestres propias, las mismas que buscan el contacto físico;
puede ser ejecutado entre una fuerza en movimiento y otra
estacionada, o entre dos fuerzas en movimientos convergentes.
Tal encuentro puede ocurrir cuando se ejecutan operaciones
aeroterrestres o de asalto aéreo, en la sustitución de una fuerza
aislada, en un ataque para tomar contacto con una fuerza que se
ha infiltrado previamente o en el apoyo de una fuerza que ha sido
dividida por las operaciones del enemigo.
Cuando la operación de enlace ocurre entre una fuerza que está
estacionada y una fuerza móvil (denominada fuerza de enlace),
ésta tiene que ejecutar una operación ofensiva en busca del
contacto físico entre las fuerzas; mientras que la fuerza estacionada
- 168 -
debe ejecutar una operación defensiva con la finalidad de
mantener la posición en la región donde será ejecutado el enlace.
Así mismo, una operación de enlace inicialmente es ejecutada
como una ofensiva normal y a medida que se aproxima el
momento del enlace, la coordinación y el control son intensificados
por medio de restricciones impuestas para las dos fuerzas.
Cuando dos fuerzas en movimiento realizan un enlace, las
medidas de coordinación y control deben ser intensificadas y
después de la concentración las fuerzas continúan en el
cumplimiento de sus misiones.
La planificación para el enlace debe ser realizada bajo una
estrecha coordinación de esfuerzos entre la fuerza de enlace y la
fuerza estacionada, esto se lo hace a través de un intercambio
minucioso de la información de las dos fuerzas, con el propósito
de reducir los riesgos inherentes a éste tipo de operación.
La planificación de una operación de enlace debe considerar los
siguientes aspectos de importancia:
- Relaciones y responsabilidades de comando;
- Coordinaciones de comando y estado mayor; coordinación de
los esquemas de maniobra;
- Medidas de coordinación de apoyo de fuegos, coordinación y
cambio de planes de comunicaciones;
- Compatibilizar los sistemas de comunicaciones;
- Establecimiento de un sistema de reconocimiento mutuo; y,
- Acciones que serán realizadas después del enlace.
5. Operaciones de transposición de cursos de agua
Los cursos de agua considerados como obstáculos imponen
restricciones al movimiento y a la maniobra de una fuerza
atacante, por lo tanto se constituyen líneas naturales de resistencia
para el defensor.
La transposición de un curso de agua considerado como obstáculo
que no dispone de puntos de pasaje utilizables y cuyo margen de
llegada se encuentra defendido por el enemigo obliga a la
conquista y mantenimiento de una cabeza de puente. En éste
caso el cruce en sí del curso de agua es operación complementaria
- 169 -
para la continuación de las operaciones a partir del margen de
llegada.
a. Características de las Operaciones
Un ataque a través de un curso de agua considerado como
obstáculo exige preparativos técnicos y tácticos proporcionales
a la magnitud del río y al valor de las fuerzas enemigas.
Además ciertas necesidades como:
-
Tipos especiales de información;
Entrenamiento especializado;
Coordinación cerrada de todas las fuerzas;
Equipamiento para la travesía; y,
Medios adecuados para el control durante la travesía.
Se debe poner especial énfasis a la guerra electrónica, el
empleo oportuno de fuerzas de asalto aéreo, aeroterrestres o
infiltradas por medios fluviales, ya que el empleo oportuno de
las fuerzas facilita las operaciones de transposición de cursos
de agua. Además debe considerarse también la explotación de
los recursos locales.
La planificación debe ser iniciada lo más rápido posible a fin
de asegurar que los medios para la travesía estén disponibles
tan pronto como las fuerzas han alcanzado el río. El avance
hacia el río debe ser realizado, de preferencia, sin pérdida del
impulso. La sorpresa y la oportunidad del ataque pueden crear
las condiciones para la conquista de puentes intactos. Los
fuegos de apoyo pueden ser utilizados para la conquista de un
puente intacto y para la neutralización del personal que lo
defiende. La ventaja obtenida por la captura de un puente
debe ser explotada. Medidas de engaño, tales como fintas y/o
demostraciones, pueden ser ejecutadas, a fin de desorientar
al enemigo en cuanto al lugar de travesía.
El movimiento continuo, sin pérdida de tiempo, es esencial para
la concentración de medios. Las fuerzas de asalto, embarcadas
en medios fluviales o vehículos blindados anfibios, aceleran la
travesía y reducen la dependencia de los puentes y vados.
- 170 -
Se debe preferir maniobras de envolvimiento, buscando trasponer el río por los flancos de la posición del enemigo, antes que las
maniobras frontales que inciden sobre la parte más fuerte del
enemigo.
b. La transposición en las operaciones ofensivas
La transposición de cursos de agua puede ser inmediata o
preparada.
Una transposición inmediata es aquella realizada con un
mí-nimo de pérdida del ímpetu y se caracteriza por la
velocidad, sorpresa, audacia y descentralización de las
acciones. Debe ser ejecutada siempre que sea posible.
Una transposición preparada es aquella realizada después de
los preparativos necesarios, se caracteriza por la centralización de la planificación y de la ejecución de las operaciones.
Por la pérdida de tiempo que ocasiona y por el número elevado
de bajas y pérdidas que acarrea, solamente debe ser realizada
cuando la situación así lo exija.
Cuando el río no estuviere defendido, son realizadas travesías
de oportunidad, y en este caso, la planificación queda
restringida a los problemas técnicos de ingeniería y de control
de tránsito.
c. La transposición en las operaciones retrógradas
Una transposición de un curso de agua por una fuerza que
ejecuta un movimiento retrógrado, requiere de una planificación
tan detallada como sea posible y de un control centralizado.
Dependiendo de las acciones del enemigo, la presencia de
una fuerza defensiva en el margen de llegada puede tornarse
imprescindible para el desarrollo de la operación y para las
fuerzas que ejecutan el movimiento retrógrado.
La travesía del río debe ser ordenada y rápida. Las fuerzas
trasponen el río en el tiempo y lugar que mejor se adapten a
la situación, con el cuidado de no delatar anticipadamente los
probables sitios de cruce, a fin de que éstos no se tornen en
blancos rentables para la artillería del enemigo.
- 171 -
El apoyo de fuego cobra especial importancia cuando los
últimos elementos rompen el contacto con el enemigo y
ejecutan la transposición.
Cuando la situación lo impone los sitios de cruce son desactivados
y los medios allí empleados son removidos o destruidos.
El empleo de helicópteros para exfiltrar a las tropas, en unión
con la desactivación de los sitios de cruce y medios de travesía, puede acelerar la operación y facilitar el desaferramiento
de las fuerzas.
6. Operaciones de inteligencia
Las operaciones de inteligencia son las actividades de obtención,
evaluación, análisis e interpretación de toda información disponible
referente a uno o varios aspectos de cada una de las áreas
geográficas o de actividades humanas, las cuales son de
importancia potencial para el desarrollo y ejecución de planes,
normas y operaciones.
Desde tiempos de paz o de normalidad, está presente la
preocupación en cuanto a información adecuada y oportuna.
Muchas veces, la búsqueda sistemática de información no es
suficiente, requiriendo actividades peculiares, cuya planificación
y ejecución pueden rompen cualquier esquema. Por otro lado,
cualquier operación militar debe ser precedida de un levantamiento
adecuado de información.
a. Condicionantes
Las operaciones de inteligencia deben ser planificadas al más
alto nivel para que no existan interferencias que perjudiquen
las acciones en curso.
En los diversos escalones, una operación de inteligencia es
ejecutada mediante orden o autorización del escalón
superior.
El sigilo de las acciones en ejecución y la identidad del
personal participante deben ser preservados al máximo.
- 172 -
Todos los elementos inmiscuidos en una operación deben ser
previamente habilitados y seleccionados de acuerdo a su
aptitud específica para cada caso.
Las operaciones de inteligencia deben ser provistas de
recursos suficientes para que puedan ejecutarse de forma
independiente y eficiente, preservando así mismo, el principio
de descentralización.
La integración de la inteligencia y de las operaciones es
esencial para asegurarle al comandante el cumplimiento de
esta exigencia.
Deben ser establecidos canales seguros para la transmisión
de los informes obtenidos, inclusive con una organización
celular que no comprometa el conjunto de la operación.
Deben ser resaltadas las medidas de contrainteligencia,
teniendo en cuenta las necesidades de seguridad a fin de
negarle la sorpresa al enemigo.
Los planes y órdenes para las operaciones de inteligencia
deben ser simples, objetivos y adecuados a los medios
disponibles. Se debe resaltar la importancia de objetivos de
inteligencia lógicos y compatibles con las posibilidades del
elemento ejecutante.
b. Finalidades de las operaciones de Inteligencia dentro
del campo de batalla
Las finalidades de la inteligencia dentro del campo de batalla
son:
- Visualizar la fuerzas enemigas y determinar sus posibilidades
e intenciones.
- Localizar e identificar las fuerzas enemigas empeñadas.
- Identificar objetivos.
- Detectar vulnerabilidades enemigas y proporcionar medidas
necesarias para su explotación.
- Asesorar en la adopción de medidas de protección a
nuestras tropas en las operaciones.
- 173 -
- Explotar el terreno y las condiciones climáticas o
meteorológicas en provecho propio.
- Realizar el control de datos.
7. Operaciones de Guerra Electrónica
Las operaciones de guerra electrónica constituyen las acciones
tomadas para interferir o reducir el uso efectivo del espectro
electromagnético por parte del enemigo, así como las acciones
para asegurar la eficiencia del empleo de aquel espectro por las
fuerzas propias.
Las operaciones de guerra electrónica son parte integrante de las
operaciones militares. Ellas reducen la capacidad de comando y
control de los comandantes enemigos, por el debilitamiento o el
total silencio de sus sistemas de comunicaciones en momentos
críticos, y engañan al enemigo con transmisión de mensajes
falsos.
Las operaciones de guerra electrónica deben ser conducidas y
controladas por un escalón capaz de avalar los beneficios que
éstas pueden generar, así como las posibles interferencias en los
sistemas de comunicaciones propios. Los beneficios a largo plazo,
derivados de las informaciones obtenidas por las medidas
electrónicas de apoyo, pueden sobre valorar las ventajas tácticas
inmediatas de las interferencias en las comunicaciones del
enemigo, por esto es necesario una íntima coordinación entre las
actividades de inteligencia y las operaciones de guerra
electrónica.
Las operaciones de guerra electrónica, comprende actividades de:
contramedidas electrónicas; contra-contramedidas electrónicas; y,
medidas electrónicas de apoyo. Las contra-contramedidas
electrónicas facilitan el empleo de los sistemas electrónicos propios
y reducen su vulnerabilidad a la interferencia enemiga. Las contra
medidas activas incluyen la interferencia de las comunicaciones de
los radares de vigilancia y búsqueda de blancos, de las ayudas de
navegación y otros medios electrónicos, a la vez que las medidas
electrónicas de apoyo proveen datos sobre las características,
contenido y origen de las emisiones electromagnéticas del enemigo.
- 174 -
La creciente utilización de equipos electrónicos en las
comunicaciones exige una mayor protección de los sistemas de
comunicaciones y electrónicos propios y una efectiva interferencia
de los sistemas del enemigo.
Los comandos de todos los escalones deben comprender que
cuanto más precisas y detalladas sean las órdenes, y su emisión
con la suficiente anticipación a las unidades subordinadas, menor
será la necesidad de utilización de medios electrónicos para la
coordinación y control durante el combate y, en consecuencia, se
minimizan las vulnerabilidades ante las operaciones de guerra
electrónica del enemigo. Al mismo tiempo, será mayor la libertad de
acción para actuar ofensivamente en el espectro electromagnético
contra las fuerzas enemigas.
8. Operaciones psicológicas
Son todas las operaciones político militares, ideológicas,
planificadas y conducidas para crear en los grupos enemigos,
hostiles o propios, opiniones, emociones, actitudes o conducta
favorables al cumplimiento de las misiones en el teatro de
operaciones te-rrestre.
Las operaciones psicológicas disminuyen el estado de ánimo y la
eficiencia de combate de las tropas enemigas promoviendo la
disidencia y deserción.
Así mismo se las emplea para mantener en alto el estado de
ánimo de las tropas y para contrarrestar la subversión y
propaganda del enemigo.
Estas operaciones no pueden lograr objetivos con sus fuerzas,
solamente son operaciones de apoyo. Su eficacia está limitada
por: requisitos de seguridad; restricciones inherentes a la estrategia
operacional; insuficiencia de los medios de comunicación; barreras
del idioma; perjuicios del auditorio; y contramedidas del enemigo.
Éstas limitaciones pueden vencerse tomando previsiones basadas
en la inteligencia producto de evaluaciones especializadas.
Las operaciones psicológicas se basan en su reacción positiva
inmediata a la situación, por lo que deben ser móviles y
descentralizadas proporcionando apoyo directo a las unidades
tácticas.
- 175 -
CAPÍTULO IX
OPERACIONES ESPECIALES
Operaciones especiales son aquellas en las cuales las características
del terreno, la naturaleza particular de las operaciones, las condiciones
en que son conducidas o la combinación de estos factores, hacen
necesario tropas especialmente adiestradas y equipadas, así como la
aplicación de procedimientos y técnicas especiales de combate en
relación con dichas circunstancias.
En este ambiente las operaciones se conducirán dentro de los
mismos principios y fundamentos enunciados en los capítulos
anteriores y que rigen a las operaciones, debiendo ser modificados
en sus procedimientos, a tal punto que requerirán el establecimiento
de normas particulares.
A. OPERACIONES RIBEREÑAS
Son aquellas llevadas a cabo en ríos y en sus áreas terrestres
aledañas (áreas ribereñas), conducidas con la finalidad de destruir
fuerzas enemigas y controlar áreas ribereñas. Su ejecución requiere
mayor movilidad que la del enemigo, la misma que puede ser
obtenida mediante el empleo de fuerzas de asalto aéreo o explotando
al máximo la movilidad fluvial.
El control de las áreas ribereñas presupone las siguientes medidas:
- Conquista, posesión y mantenimiento del terreno clave que
permita controlar el movimiento en el área;
- Control de la población;
- Control de los cursos del agua; y,
- Superioridad aérea local.
1. Características de las áreas ribereñas
Las áreas ribereñas son aquellas en las que se dispone de por lo
menos un río, que constituye la vía esencial para el transporte,
también puede disponer de una red de caminos cuyo papel es
complementar la estructura del sistema de circulación.
- 177 -
Normalmente las áreas ribereñas presentan las siguientes
características:
- Están dominadas por líneas de comunicaciones fluviales;
- Están sujetas a inundaciones periódicas a consecuencia de
las lluvias o por el efecto del mar cuando están cerca del
litoral;
- La superficie está cubierta por vegetación típica de terrenos
anegados, pantanos, manglares y selvas;
- La población está distribuida en las márgenes de los ríos y en
cuyas confluencias pueden existir núcleos urbanos de relativa
importancia;
- Gran inestabilidad de las condiciones climáticas y meteorológicas; y,
- Carencia de recursos locales.
2. Efectos sobre las operaciones
Basados en la restricción de la movilidad, especialmente a través
del terreno, los movimientos están condicionados a las rutas
fluviales disponibles. Por este motivo adquieren gran significado
los accidentes que permiten o controlan la circulación en el área
ribereña. El papel fundamental de los ríos impone la utilización
sistemática de medios fluviales para el transporte de tropas y
abastecimientos.
La gama de medios para el transporte fluvial, terrestre y aéreo
necesarios para el cumplimiento de la misión impone el empleo
muy coordinado de fuerzas, constituyendo un sistema táctico
operativo indivisible y un mando único con miras a la optimización
de su eficacia. Con el propósito de disminuir la complejidad inherente a este tipo de operaciones, debe adoptarse diversas
medidas por las fuerzas, tales como: una definición del comando
de las operaciones, las misiones peculiares y las responsabilidades
de cada unidad.
La existencia de espacios vacíos y no controlados, favorece la
infiltración y la obtención de la sorpresa, por medio del empleo de
fuerzas de guerrilla y de tropas especiales en la ejecución de
- 178 -
emboscadas e incursiones. Así mismo aumentan las medidas de
seguridad que deben brindarse tanto a las instalaciones como al
transporte de abastecimientos. Para evitar la sorpresa, las fuerzas
deben mantener un eficiente sistema de inteligencia, utilizar
ampliamente el reconocimiento aéreo, moverse con sigilo, proveer
escoltas de seguridad para los convoyes y proporcionar una
adecuada protección a las instalaciones logísticas y puestos de
mando. Las fuerzas de seguridad deben ser empeñadas para
asegurar la libre utilización de las avenidas de aproximación y
rutas de movimiento por parte de las propias tropas y negarlas al
enemigo.
El armamento ligero y de fácil transporte es amenaza constante
para los medios fluviales militares. La vegetación existente en los
márgenes de los ríos le proporciona camuflaje y le son excelentes
posiciones de tiro para su utilización.
La carencia de recursos locales exige el dislocamiento, hacia el
área de operaciones, de toda clase de abastecimientos, los
mismos que serán entregados en las instalaciones logísticas
desdobladas para apoyar a los diferentes escalones.
3. Organización de las fuerzas ribereñas
Las fuerzas ribereñas son organizadas en función de la misión, de
las características del área de operaciones, del enemigo, medios
y tiempo disponible. Normalmente, las necesidades de las
unidades terrestres para el cumplimiento de la misión determinan
el valor y la organización de las fuerzas y medios fluviales y otras
fuerzas de apoyo. Los elementos de combate pueden denominarse
equipos de desembarque ribereños. Un equipo de desembarque
básico puede tener el valor de un pelotón de fusileros o equipo de
combate y es transportado para el asalto en embarcaciones
adecuadas para el área de operaciones, lo que facilitará el
desembarque de las tropas y el apoyo de fuegos y logístico
necesario.
Otro elemento constitutivo de las fuerzas ribereñas son las patrullas fluviales, las mismas que deben encargarse de la protección
de los embarcaderos para las fuerzas fluviales, montaje de
retenes fluviales, abordajes, establecimiento de puestos de
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observación y escucha, y de todas aquellas medidas que permitan
mantener el control del río.
Finalmente debe considerarse una fuerza de reserva, la misma
que puede utilizar para su movimiento medios fluviales o aéreos
y debe estar localizada en un lugar desde el que pueda cumplir
su misión en el menor tiempo posible.
4. Control de las operaciones
Los puestos de mando de las fuerzas ribereñas, normalmente se
localizan en las bases de operaciones de los diferentes escalones.
Esas bases constituyen puntos focales de donde se irradian las
operaciones y su respectivo apoyo, y hacia donde converge el
apoyo logístico del escalón superior.
B. OPERACIONES EN SELVA
El combate en selva se conduce en áreas reducidas y con pequeñas
unidades. El éxito de estas operaciones depende del entrenamiento
apropiado, la disciplina, iniciativa individual, la acción personal del
comandante y del equipo apropiado.
Una fuerza capaz de actuar fuera de los senderos y de mantenerse
largo tiempo bajo la influencia de las condiciones en extremo difíciles
de la selva, posee una gran ventaja. Se debe asegurar el control de
las unidades; sin embargo, las formaciones adoptadas deben ser lo
suficientemente flexibles que permitan un rápido despliegue bajo
condiciones de observación limitada y vulnerabilidad al fuego. Las
unidades se desplazan en columna y con apropiada seguridad
tomando intervalos de acuerdo a la visibilidad y a la posibilidad de
ejecutar un control efectivo.
La maniobra normal consiste en bordear las posiciones del enemigo,
para atacarlo por el flanco o la retaguardia.
Generalmente, el movimiento se mide en términos de tiempo más
que en distancia.
El empleo de los medios aéreos es importante para la ejecución de
este tipo de operaciones.
El entrenamiento tiene por finalidad capacitar a las tropas para
desplazarse a campo traviesa, darles confianza en sus conocimientos
- 180 -
técnicos para el combate y producir hombres de gran iniciativa,
capaces de utilizar todos los recursos existentes en su provecho
considerando a la selva como una aliada. Las armas y equipo deben
permitir el máximo de movilidad a través de terrenos difíciles y bajo
condiciones meteorológicas adversas.
1. Características de las operaciones en selva
El terreno, el clima, la temperatura, la humedad, hongos,
enfermedades y la fauna limitan el movimiento, la observación,
los campos de tiro, la maniobra y las comunicaciones. El encubrimiento es excelente y por lo tanto aumenta la posibilidad de lograr
la sorpresa obligando al empleo de importantes efectivos en
misiones de protección.
Los procedimientos de combate se adaptan, principalmente, a las
misiones impuestas, por el terreno y las condiciones meteorológicas. En la selva existen pocos caminos y trochas disponibles; a
menudo, hay que construirlos a medida que progresa el
movimiento. Los ríos son las mejores vías de comunicación y de
abastecimiento.
El terreno no es uniforme, varía desde el tipo de selva alta
cubierta de vegetación, hasta la selva baja, llana y pantanosa.
Todas las dificultades propias de las operaciones en la selva,
aumentan en proporción directa a la magnitud de la fuerza que
interviene.
El terreno clave en la selva incluye trochas, ríos navegables,
nudos de comunicaciones, áreas de terreno que permitan el
embarque y desembarque de medios, etc. Estos accidentes son
difíciles de identificar debido a la escasez de cartas y a que las
existentes son imprecisas. El valor del terreno elevado es limitado
por las restricciones en observación y campos de tiro.
El alcance de radio se reduce debido a la vegetación y al terreno;
y los circuitos alámbricos son difíciles de instalar y mantener.
Cuando hay lugares despejados, el empleo de aviones o
helicópteros para dejar y recoger mensajes es bastante
satisfactorio.
Las medidas de salubridad e higiene son especialmente
importantes. En vista de la dificultad para la evacuación de las
- 181 -
bajas que permanecen en las instalaciones de la unidad un
tiempo mayor que el acostumbrado. Por esta razón el apoyo de
sanidad reviste especial importancia; el personal de sanidad debe
estar familiarizado con las enfermedades tropicales y disponer de
un equipamiento apropiado.
2. Operaciones ofensivas en selva
En la ofensiva, el movimiento para establecer el contacto se
ejecuta por pequeñas unidades que se desplazan fuera de las
trochas. Los movimientos de flanco son los más explotados. Sin
embargo cuando se realiza un ataque frontal o una penetración a
la posición enemiga, el esfuerzo principal debe ejecutarse a la
mayor velocidad posible y en forma tal, que permita cortar al
enemigo sus vías de retirada. La seguridad en la selva descansa
principalmente en el empleo de patrullas de combate, seguridad
y reconocimiento, de composición variable. El éxito de cualquier
ataque, especialmente cuando se trate de un envolvimiento,
depende fundamentalmente de la capacidad de los elementos de
seguridad. Las condiciones selváticas dificultan el empleo de la
artillería y de los morteros, sin embargo éstos deben emplearse
tanto como la situación lo permita.
El empleo de elementos transportados por aire o embarcaciones
fluviales para desbordar el flanco del enemigo es de gran
importancia, principalmente porque economizan tiempo y
energías. La coordinación de tales operaciones es difícil, pero su
efectividad impone su uso siempre que sea posible.
La profundidad sobre la cual se puede llevar un ataque depende
en gran parte de la capacidad para abastecer a las fuerzas
atacantes. En vista de que la magnitud de las operaciones
ofensivas está limitada por la capacidad de reabastecer a la
fuerza, las bases de operaciones son objetivos remunerativos
para el ataque. El abastecimiento por aire es el más
conveniente.
3. Operaciones defensivas en selva
La defensa, se asegura controlando los caminos, trochas y
principalmente los ríos en razón de su importancia para el dominio
en la selva. Las áreas defensivas se escalonan en profundidad
- 182 -
sobre los caminos, trochas y ríos organizándose en defensa
perimetral. Se toma medidas especiales de seguridad para
enfrentar las acciones de infiltración del enemigo, debido a que
ellas son am-pliamente favorecidas por las características del
terreno.
Las reservas se ubican de modo que puedan trasladarse
rápidamente para ejecutar un contraataque sobre cualquier parte
de la posición; por tal razón se debe construir una red de trochas
y helipuertos que permitan ejecutar los desplazamientos con
rapidez o disponer de medios fluviales y aeronaves que faciliten
este desplazamiento.
C. OPERACIONES DE DEFENSA DE COSTAS
Desde el mar, es posible que ocurran incursiones, bombardeos o
ataques enemigos sobre el área terrestre adyacente a las playas.
Estas acciones pueden exigir la intervención de fuerzas destinadas
a la defensa del litoral, tales como medios de la Fuerza Aérea, de la
Fuerza Naval, y de la Fuerza Terrestre para oponerse al desembarco
y defender las costas.
1. Comando
Las operaciones de defensa de costas, son normalmente
operaciones conjuntas o combinadas contra un desembarco
anfibio, comienza con el empleo de la Fuerza Naval y de la
Fuerza Aérea contra la escuadra enemiga, lo más lejos posible;
de este modo, se determina el empleo de medios heterogéneos,
que exigen una coordinación detallada para cumplir la misión con
el menor desgaste de los medios y la mayor eficiencia.
El mando de la fuerza que ejecuta esta operación será designado
por el escalón superior y tendrá a responsabilidad la ejecución
coordinada de toda la operación.
2. Empleo del Ejército en la defensa de costas
Una operación de desembarco anfibio ejecutada por el enemigo
obligará al empleo de elementos del Ejército.
El período de mayor vulnerabilidad en el desembarco anfibio está
comprendido entre la formación de la fuerza naval atacante para
- 183 -
lanzar las embarcaciones de desembarque hasta el inicio de la
cabeza de playa, las fuerzas defensoras deberán desgastar y
desorganizar al enemigo utilizando su fuego durante el
desplazamiento de las embarcaciones hacia la playa, el objetivo
es debilitar al máximo a las fuerzas atacantes infligiéndole el
máximo de bajas, y en caso de que éste se concrete, se debe
limitar la cabeza de playa y luego atacarla para destruirla.
En resumen, para enfrentar una operación de desembarco anfibio
debe considerarse lo siguiente:
- Las Fuerzas Naval y Aérea, deben actuar lo más lejos posible,
sobre la fuerza enemiga de desembarco.
- Los medios de artillería del Ejército, se emplean durante los
preparativos para el desembarque y durante su ejecución.
- La Fuerza Terrestre impide la consolidación de la cabeza de
playa y expulsa o destruye a la fuerza atacante.
- Debe existir una total integración del empleo de todas las
fuerzas durante todas las fases de la operación.
D. OPERACIONES IRREGULARES
Se denominan operaciones irregulares a aquellas misiones especiales
e independientes tipo incursión, ejecutadas por unidades organizadas
y adiestradas especialmente con la finalidad de atacar objetivos de vital
importancia en territorio hostil ocupado por el enemigo, en la retaguardia
de las tropas en contacto y en la profundidad de su territorio.
El hombre sigue siendo el arma secreta en las operaciones, ellos
pueden dar golpes más seguros que las máquinas; equipos de
hombres osados de suma habilidad y bien entrenados pueden alcanzar
objetivos que deciden grandes conflictos, de allí la importancia
adecuada que se tiene que dar a estas operaciones.
1. Consideraciones básicas
Las operaciones irregulares son planificadas en base a las
operaciones tácticas, operativas o estratégicas. Las misiones
pueden ser variadas y en muchos casos con objetivos diferentes a
las operaciones de combate normales, generalmente incluyen
instalaciones vitales del enemigo. El cumplimiento de la misión
- 184 -
requiere el despliegue de un máximo de iniciativa, mucho ingenio,
sangre fría y audacia.
En la preparación de la operación se da mucha importancia al
secreto y en la ejecución a la sorpresa.
Las unidades asignadas a este tipo de operaciones, actúan
aisladas, lejos de las distancias de apoyo de las fuerzas propias,
por lo cual deben estar organizadas y entrenadas para operar con
autosuficiencia por períodos de tiempo más o menos prolongados;
ellas constituyen el arma más flexible y adaptable que puede
ocasionar daños vitales.
El apoyo de sanidad durante la operación, estará a cargo del
personal de sanidad que integra la unidad. Las evacuaciones son
difíciles y las actitudes que deben tomarse frente a ellas,
dependen de la orden recibida y de la situación.
El plan se ensaya en condiciones semejantes a las circunstancias
que se llevará a cabo, introduciéndose las modificaciones que
sean necesarias y que aseguren el éxito de la operación.
Los efectos de las operaciones irregulares se dejan sentir en el
aspecto material y sobre todo en la moral del enemigo.
2. Características de las operaciones irregulares
Las operaciones irregulares se caracterizan por:
-
Planificación regresiva muy detallada;
Preparación minuciosa;
Necesidad de realizar ensayos;
Ejecución simple;
Conducción agresiva;
Secreto;
Seguridad;
Rapidez; y,
Sorpresa.
3. Clasificación de las operaciones irregulares
a. Por su alcance o importancia
- Tácticas.- Son aquellas que se ejecutan en el Área de
Operaciones, en apoyo a las unidades que están en la
- 185 -
zona de acción táctica. Generalmente las conducen las
unidades en contacto con parte de sus medios.
- Operativas.- Son aquellas que se realizan dentro de un
Teatro de Operaciones en apoyo a las unidades operativas.
Se llevan a cabo generalmente sobre objetivos más
profundos que los que normalmente alcanzan las patrullas
de las unidades en contacto.
- Estratégicas.- Son aquellas que se llevan a cabo en
territorio enemigo, dentro de un Teatro de Operaciones o
en la profundidad de su territorio; se realizan sobre objetivos
que tienen un alto grado de importancia y significación en
el desarrollo general de las operaciones militares o la
guerra misma. Los objetivos y las misiones son determinados
por el comando de las Fuerzas Armadas.
b. Por su forma de aproximación
-
Terrestres.
Anfibias.
Aerotransportadas.
Mixtas.
c. Por su objetivo
- De Reconocimiento.
- De Combate.
4. Planificación, preparación y ejecución de las operaciones
a. Planificación
Además de los pasos a seguir en la planificación de cualquier
operación, en éstas se debe tener en cuenta:
- Estudio minucioso del objetivo;
- Preparación de un programa especial de entrenamiento;
- Equipamiento especial de la unidad para la operación
considerada;
- Ejecución de tantos ensayos como fuesen necesarios,
empleando terreno y objetivos similares a aquellas en que
tenga que actuar.
- 186 -
El comandante una vez recibida la misión realiza todo el
PMTD y considera:
- Selección de personal, material y equipo con características
especiales de poco peso y volumen, gran resistencia y
confiabilidad; y,
- Selección de áreas de reunión secretas en donde se
ocultará el personal, particularmente durante el día.
b. Preparación
Los pasos para la preparación de una operación de este tipo
sigue los mismos lineamientos que para los de una patrulla
normal dándose particular énfasis a la recepción, preparación
y prueba del material y equipo. El comandante designado
concurre personalmente a las pruebas de armamento y
medios de comunicaciones que se van a llevar, cerciorándose
de que todo funcione perfectamente.
Los ensayos tienen por finalidad adiestrar al personal para la
ejecución de la operación, de acuerdo al plan previsto, verificar
que el personal conozca su función dentro de los grupos; que
las acciones de los grupos se lleven a cabo en el menor
tiempo y en forma sincronizada y que todos reaccionen
adecuadamente ante los diferentes incidentes que puedan
presentarse; y además, poder perfeccionar la planificación
me-diante las modificaciones necesarias.
Los ensayos se realizan en forma gradual y en un ambiente de
condiciones similares a las del combate real, debiendo llevarse
a cabo durante la noche y el día y sobre un objetivo
materializado en forma real a fin de familiarizar al personal;
deben ser repetidos tantas veces como sea necesario hasta
obtener la máxima precisión y rapidez.
c. Ejecución
En la ejecución de una operación irregular se realizan por lo
general estos pasos:
- Revista y coordinaciones finales;
- Embarque y desplazamiento;
- 187 -
- Aproximación al objetivo;
- Llegada al objetivo y acción sobre él; y,
- Exfiltración.
La aproximación de una unidad se ejecuta mediante diversas
formas de movimiento, se inicia cuando abandona el territorio
amigo, para ingresar a territorio enemigo y termina al llegar al
objetivo.
Durante la ejecución se determina las medidas de coordinación
y control, las mismas que están constituidas por puntos de
reunión, con la finalidad de verificar efectivos y dictar
disposiciones en la ruta, para el despliegue.
La acción sobre el objetivo se efectúa en lo posible por
aquellas direcciones inesperadas y desprovistas de seguridad
empleando siempre la sorpresa y potencia de fuegos. Si se
trata de una operación de reconocimiento, se emplean los
procedimientos conocidos; si se trata de operación de combate,
el ataque se lleva a cabo en lo posible en forma silenciosa con
el máximo de eficiencia, mínimo de pérdidas y facilidad de
exfiltración.
La exfiltración se inicia después que la unidad se ha
reorganizado en un punto de reunión establecido
anticipadamente y termina cuando se ingresa a territorio
amigo o bajo el control de fuerzas propias, también una fuerza
puede ser exfiltrada mediante el uso de medios aéreos.
E. OPERACIONES ANFIBIAS
Una operación anfibia es el ataque a un litoral ejecutado desde el
mar por fuerzas navales y de desembarco, está caracterizada por los
esfuerzos integrados de fuerzas entrenadas, organizadas y equipadas
para las diferentes actividades de combate.
En la planificación de una operación anfibia se considera: embarque
de tropas y equipo; ensayos; travesía hasta el área objetivo; y,
desembarque de las tropas de asalto, de los abastecimientos y
equipo de apoyo hasta el término de la operación. No incluye el
alistamiento de las fuerzas y el entrenamiento preliminar, ni las
operaciones subsecuentes una vez producido el desembarco en el
litoral enemigo.
- 188 -
1. Características de las operaciones anfibias
Una operación anfibia requiere que la fuerza que la realiza tenga
la iniciativa. La elección del objetivo está limitada por los planes
de comando, misión, enemigo, tiempo disponible, terreno,
condiciones de la playa y posibilidades de apoyo de las Fuerzas
Naval y Aérea.
La sorpresa puede ser obtenida por la movilidad que le facilita el
mar a fin de elegir los puntos de ataque más favorables. La movilidad de la reserva embarcada permitirá explotar rápidamente
cualquier éxito inicial obtenido en las playas.
Estas operaciones requieren también medios especiales. Su éxito
depende en gran parte de la disponibilidad de buques apropiados,
embarcaciones de desembarco, vehículos anfibios, armas,
equipos y materiales especiales y helicópteros. La misión, el
te-rreno, las características de las playas y las defensas enemigas
tienen influencia en el tipo y cantidad de equipo especial necesario
para la operación.
En una operación anfibia es necesario incrementar la potencia de
combate en tierra hasta alcanzar la fuerza requerida para la
conquista de los objetivos finales. Las medidas que se adoptan
para satisfacer esta exigencia constituyen las diferencias de
organización y técnica que existe entre una operación anfibia y
una te-rrestre.
Una operación anfibia es muy compleja, debido a la variedad de
medios que se emplean.
Las fuerzas que intervienen en las operaciones anfibias requieren
de información especial. El contingente terrestre debe estar
organizado para:
- Realizar el
completas.
desembarque
de
unidades
combatientes
- Coordinar el apoyo de fuegos propio, naval y aéreo.
- Asegurar la continuidad del apoyo logístico de las unidades
desembarcadas.
El componente naval debe estar organizado para:
- Organizar, transportar y desembarcar al componente terrestre.
- 189 -
- Proporcionar al componente terrestre apoyo de fuegos naval y
seguridad durante toda la operación.
El componente aéreo se organizará para:
-
Proporcionar protección aérea.
Apoyo aéreo ofensivo.
Apoyo aéreo de reconocimiento.
Apoyo de transporte si fuera necesario.
2. Tipos de Operaciones Anfibias
a. Asalto Anfibio
Es el tipo de operación anfibia más importante, se distingue de
los otros tipos de operaciones anfibias en que tiene por objeto
colocar una fuerza en una playa enemiga.
b. Retirada Anfibia
Es el repliegue o evacuación de fuerzas por mar de una playa
enemiga, en unidades navales.
c. Demostración Anfibia
Consiste en mostrar una fuerza de cierto valor, con la finalidad
de engañar al enemigo y obligarlo a mover anticipadamente
sus reservas o adoptar una forma de acción que le sea
desfavorable. Cuando una fuerza de demostración es capaz
de desembarcar con suficiente potencia para explotar una
situación favorable, se denomina demostración en fuerza o
finta.
Esta operación contribuye a engañar al enemigo sobre la zona
donde se realiza el verdadero desembarco.
d. Incursión Anfibia
Es un desembarco desde el mar en una playa enemiga, que
incluye una penetración rápida en territorio enemigo o la
conquista temporal de un objetivo, seguida de una retirada
planificada de antemano.
3. Consideraciones básicas
A fin de asegurar el éxito de una operación anfibia, es conveniente
disponer de superioridad naval sobre las fuerzas de superficie y
- 190 -
submarinas enemigas, marcada superioridad aérea y superioridad
de las fuerzas de desembarco en relación con las fuerzas
terrestres enemigas presentes en el área objetivo. Sin embargo,
cuando las circunstancias lo exijan, una operación anfibia puede
ejecutarse sobre la base de una relativa superioridad total de la
fuerza. Así, la superioridad aérea y naval, pueden justificar la
ejecución de la operación aún cuando no se disponga de
superioridad numérica de la fuerza de desembarco en relación
con las fuerzas terrestres que pueden ser empleadas en forma
efectiva en apoyo de la fuerza de desembarco, compensando la
superio-ridad terrestre del enemigo.
Además de la superioridad de fuerzas dentro del área objetivo,
una fuerza anfibia debe disponer de:
- Libertad de acción contra interferencias de las fuerzas aérea,
naval y terrestre del enemigo desde lugares fuera del área
objetivo; y,
- Capacidad para proporcionar apoyo continuo a las fuerzas de
tierra.
El restablecimiento de la fuerza de desembarco en tierra señala
el cumplimiento de la misión y marca el término de la operación
anfibia. Cuando se continúan las operaciones terrestres extensas
desde la cabeza de playa consolidada puede ser necesario un
período de concentración antes de la iniciación de estas
operaciones.
Se considera que la fuerza de desembarco está firmemente
establecida en tierra cuando:
- La cabeza de playa ha sido conquistada;
- Se ha establecido en tierra suficientes fuerzas tácticas y de
apoyo para asegurar el desembarco continuo de tropas y
abastecimientos necesarios para las operaciones subsiguientes;
- Se ha establecido en tierra todas las instalaciones de comando,
comunicaciones y de coordinación de apoyo de fuegos; y,
- El comandante de la fuerza de desembarco está en condición
de asumir la responsabilidad total de las operaciones subsiguientes.
- 191 -
Una operación anfibia virtualmente integra elementos de fuerzas
terrestres, navales y aéreas en un esfuerzo coordinado. Son muy
esenciales las relaciones definidas de mando, una cooperación
estrecha y una coordinación entre todas las fuerzas
participantes.
4. Organización y comando
Una fuerza anfibia debe ser organizada como un elemento
subordinado al Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, el
cual de acuerdo al plan establecido formula la directiva inicial en
la que designa los medios y señala la misión.
En la directiva inicial se designara como comandantes de la:
fuerza anfibia, fuerza de desembarco y del componente aéreo a
oficiales de la Armada, Fuerza Terrestre y Fuerza Aérea
respectivamente.
A fin de asegurar la coordinación de las diferentes fuerzas participantes, el comandante de la fuerza anfibia será asesorado por
su estado mayor conjunto, en el caso que participen las tres
fuerzas en la operación.
La cooperación detallada del apoyo de fuegos y la elaboración de
los respectivos planes son de suma importancia en operaciones
anfibias porque la fuerza de desembarco depende al comienzo
del apoyo de los fuegos naval y aéreo. El comandante de la
fuerza anfibia es el responsable de la coordinación del apoyo de
fuegos, durante las primeras etapas del desembarco, cuando la
situación lo justifica y los órganos de coordinación estén
establecidos en tierra, el comandante de la fuerza anfibia
transfiere esta responsabilidad al comandante de la fuerza de
desembarco. Después los órganos de coordinación de apoyo de
fuegos de la fuerza anfibia se emplean en caso de ser necesarios
y están disponibles para asumir las funciones de coordinación de
apoyo de fuegos en caso de emergencia.
La responsabilidad de la ejecución de la operación anfibia, está
retenida por el comandante de la fuerza anfibia hasta el fin de la
operación. El escalón superior ordena que la fuerza anfibia ceda
el mando al comandante de la fuerza de desembarco cuando esté
firmemente establecida en tierra y en condiciones de ejecutar las
acciones subsiguientes a la operación anfibia.
- 192 -
F. OPERACIONES AEROTERRESTRES
Operación Aeroterrestre es aquella que comprende el movimiento
aéreo y la colocación de combatientes y medios de apoyo
administrativo necesarios dentro de un área objetivo para la ejecución
de misiones terrestres de naturaleza operativa o estratégica, utilizando
medios pertenecientes a la fuerza aérea.
Estas operaciones son de carácter conjunto conducidas por elementos
de la Fuerza Aérea y Fuerza Terrestre. Combinan la velocidad y
flexibilidad de los medios aéreos con la capacidad operativa de las
fuerzas de tierra. Los medios empleados dependen de la misión y
de la situación, pudiendo incluir unidades de paracaidistas,
aerotransportadas o una combinación de las dos.
Las unidades que vayan a participar en este tipo de operaciones
necesitan un entrenamiento, organización, y equipo especial para la
conducción de estas operaciones.
Terminado el movimiento y el desembarco en el área objetivo, las
fuerzas terrestres entran en acción inmediatamente para poner en
ejecución el plan terrestre.
1. Consideraciones básicas
Las operaciones aeroterrestres requieren un alto grado de
coordinación entre las fuerzas aérea y terrestre participantes; por
lo tanto deben estar bajo la dirección del comandante del Teatro
de Operaciones, particularmente en lo relacionado con la
planificación y control. Sin embargo, la responsabilidad completa
de la operación puede ser asignada al comando de la fuerza
aerotransportada específico o a un comando conjunto creado,
dependiendo de la disponibilidad de fuerzas y posibilidades del
enemigo.
Es indispensable la superioridad aérea local para proteger a las
tropas durante todas las fases y el establecimiento de la cabeza
aérea.
Una operación aeroterrestre se ejecuta sobre áreas con pocas
defensas, donde no existan, inicialmente tropas bien organizadas
y donde el enemigo tenga dificultades para hacer intervenir
unidades blindadas.
- 193 -
El éxito de las operaciones se basa generalmente en el desembarco
por sorpresa, en masa y en el menor tiempo posible; en una
rápida conquista y organización defensiva de la cabeza aérea,
particularmente contra elementos blindados y ataques aéreos
enemigos, en un adecuado apoyo aerotáctico antes, durante y
después de la conquista del área objetivo, en el establecimiento
en el menor tiempo posible del sistema de comunicaciones, y
particularmente en un eficaz ejercicio del mando en todos los
escalones.
Las operaciones aeroterrestres son sensibles a las condiciones
meteorológicas y a los períodos de baja visibilidad. Los estudios
de inteligencia deben dar particular importancia a este aspecto.
La decisión para ejecutar estas operaciones en condiciones
adversas o que excedan los límites permitidos corresponde al
comando que ordena la operación.
Las características de los medios aéreos disponibles, así como
las facilidades para el aterrizaje, limitan el equipo que puede ser
transportado al área objetivo. Siendo la movilidad terrestre en el
área objetivo reducida debido a la escasez de vehículos, el
empleo de helicópteros se hace indispensable para disminuir esta
deficiencia.
Las unidades aeroterrestres son normalmente las encargadas de
realizar el asalto inicial mediante el lanzamiento de paracaidistas;
después que éstas han conquistado y asegurado la zona de
desembarco, se realiza el desembarco aéreo por paracaídas o
mediante aterrizajes de las tropas aerotransportadas.
Teniendo en cuenta la misión, el enemigo, terreno y las tropas
disponibles, la fuerza aeroterrestre puede ser empleada para
conquistar y organizar una o más cabezas aéreas. Las dimensiones
de esta cabeza aérea dependen de la misión, de las posibilidades
del enemigo, del terreno y condiciones meteorológicas, del tiempo
previsto para la reunión con otras fuerzas, para la llegada de
refuerzos o para el repliegue, y de la disponibilidad de zonas de
salto y de aterrizaje.
A la fuerza aeroterrestre puede asignársele misiones sea en el
campo operativo o en el estratégico para capturar áreas
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importantes; explotar el éxito logrado en asaltos aerotransportados;
reforzar unidades que se encuentran fuera del alcance de las
unidades terrestres; bloquear la retirada de fuerzas enemigas;
ejecutar reconocimientos; negarle el uso de una zona al enemigo.
En conclusión sus misiones se orientan de manera general a
impedir que el enemigo utilice un terreno clave, conservar ese
terreno para fuerzas propias o una combinación de ambas.
Las fuerzas aeroterrestres constituyen un peligro estratégico para el
enemigo, pudiendo obligarle a dispersar sus fuerzas a fin de
proteger sus instalaciones en el área de combate y en el área de
retaguardia.
2. Consideraciones sobre las operaciones
a. Consideraciones estratégicas
Las fuerzas aeroterrestres, en territorio nacional, son mantenidas
como parte de la reserva estratégica, en condiciones de rápido
empleo. Esas fuerzas podrán ser transportadas rápidamente
hacia áreas desde donde podrán ser empleadas.
El aprovechamiento de la movilidad estratégica de las fuerzas
aeroterrestres depende directamente de la disponibilidad de
aeronaves de largo alcance. El transporte por aeronaves de
largo alcance permite oportunos dislocamiento de las fuerzas
hacia el teatro de operaciones para la ejecución de
operaciones.
El almacenamiento de abastecimientos y equipo, destinado al
lanzamiento en las proximidades de las áreas de futuro empleo
aumenta la movilidad estratégica, reduciendo la necesidad de
transporte aéreo de largo alcance.
b. Consideraciones operativas
Las fuerzas aeroterrestres son particularmente aptas para las
operaciones profundas, realizando un envolvimiento vertical a
las fuerzas enemigas y permitiendo la conquista y mantenimiento
de objetivos que contribuyan para cercarlas o para interdictarlas
en el campo de batalla.
- 195 -
3. Organización de la fuerza aeroterrestre
Una fuerza aeroterrestre puede ser organizada para cumplir
misiones específicas impuestas por el CC.FF.AA., o a solicitud del
comandante del Ejército de Operaciones.
Para facilitar y asegurar la planificación integral de la operación
aeroterrestre el comandante deberá solicitar la inclusión en su
estado mayor elementos instruidos y entrenados, pertenecientes
a las fuerzas participantes.
Cuando al Ejército de Operaciones se le haya asignado una
fuerza aeroterrestre, el comandante del teatro de operaciones
deberá organizar un comando y estado mayor para esa fuerza.
En este caso, el comando de la fuerza aeroterrestre es responsable ante el comandante del teatro de operaciones por la
planificación y ejecución de las operaciones y ejerce el comando
directo de las fuerzas; las unidades de la fuerza aérea (cazas y
bombarderos) que apoyan la operación no forman parte de la fuerza
aeroterrestre.
Para cumplir una misión específica la fuerza que realiza la operación,
normalmente se organiza en tres escalones:
- Escalón de asalto.- Compuesto por paracaidistas los cuales se
emplean en la conquista de la cabeza aérea.
- Escalón de consolidación.- Constituido por elementos de la
unidad aerotransportada que no son empleados en la cabeza de
área, pero que se reúnen con el escalón de asalto tan pronto
como sea posible después de que haya sido conquistada y
asegurada la cabeza aérea.
- Escalón de retaguardia.- Compuesto por el resto de la unidad
aeroterrestre que no es considerado para el combate e incluye
unidades de apoyo de servicio de combate que no son necesarias
inicialmente en la cabeza aérea y elementos de protección de las
instalaciones.
4. Fases de las operaciones
Por lo general una operación aeroterrestre se desarrolla en cinco
fases:
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-
-
-
-
-
Alistamiento;
Embarque;
Movimiento aéreo;
Desembarque; y,
Operaciones subsecuentes.
Normalmente, las acciones de combate terrestre propiamente
dichas dan inicio con el desembarco aeroterrestre para conquistar
los objetivos iniciales. Una fuerza aeroterrestre, entonces,
consolida los objetivos y ejecuta, enseguida, operaciones
ofensivas, defensivas o de enlace. Una cabeza aérea puede no
coincidir con los objetivos iniciales; en este caso, después del
asalto aeroterrestre la fuerza tendrá que ejecutar una operación
ofensiva para conquistar los objetivos finales de la operación.
Una fase ofensiva es emprendida e iniciada inmediatamente
después del asalto.
5. Planificación y ejecución
La planificación de una operación aeroterrestre comienza con una
visualización de las operaciones en el área objetivo y sigue una
secuencia inversa en orden de ejecución, exige datos al respecto
de la disponibilidad de transporte aéreo, capacidad de las aeronaves, puntos de partida, medidas especiales exigidas para la
seguridad de la operación, inteligencia de combate, particularmente
sobre el enemigo en el área objetivo, áreas de desembarque y
condiciones meteorológicas. A partir del momento en que una
operación es decidida, hasta que sea desencadenada o cancelada,
debe mantenerse la más estrecha coordinación entre los escalones
paralelos de la Fuerza Terrestre y la Fuerza Aérea.
Los planes para las operaciones aeroterrestres incluyen el plan
táctico terrestre, el plan de desembarque, el plan de movimiento
aéreo, el plan de embarque y el plan de alistamiento.
G. OPERACIONES DE ASALTO ÁEREO
Son operaciones en que la fuerza de asalto (elementos de combate,
apoyo de combate, apoyo de servicio de combate) utilizando la
potencia de fuego, la movilidad y una integración total de los medios
aéreos, maniobran en el campo de batalla bajo el control del
comandante terrestre para localizar, destruir o capturar a las fuerzas
enemigas y mantener terreno clave.
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Las operaciones de asalto aéreo se caracterizan por la rapidez para
modificar la relación de fuerzas dentro del campo de batalla,
me-diante el desplazamiento aéreo de los medios, empleando aeronaves y unidades orgánicas de la Fuerza Terrestre.
1. Consideraciones básicas
Las fuerzas de asalto aéreo son empleadas como parte de la
maniobra, en apoyo de combate terrestre. El asalto aéreo
presupone el empleo de medios aéreos pertenecientes a las
fuerzas del teatro de operaciones terrestre para incrementar la
capacidad de combate terrestre y proporcionar un equilibrio entre
movilidad, potencia de fuego, inteligencia, comando y control, y
apoyo de servicio de combate. La aviación del ejército proporciona
sus medios aéreos a las unidades terrestres para incrementar su
capacidad de combate, éstas deben organizar, equipar y entrenar
sus tropas para emplear estos medios en el cumplimiento de sus
misiones.
La capacidad tanto de las unidades de las fuerzas de tierra como
de la aviación del ejército para conducir operaciones de asalto
aéreo, debe estar constantemente desarrollando entrenamientos
y cumpliendo procedimientos operativos normales apropiados.
Los elementos de apoyo de combate y de apoyo de servicio de
combate de las unidades terrestres que participan en operaciones
de asalto aéreo, son transportados por medios aéreos disponibles
del Ejército si se desea contar con un apoyo adecuado a través
de toda la operación.
2. Organización de una fuerza de asalto aéreo
Para conducir operaciones de asalto aéreo se conforma una
fuerza táctica de asalto aéreo (FTAA) la misma que podrá
organizarse en dos elementos o componentes fundamentales; el
componente aéreo y el componente terrestre.
a. El componente aéreo
Está constituido por helicópteros de asalto y de ataque.
La misión principal de los helicópteros de asalto es el
transporte de las tropas y sus medios hacia el área de empleo,
así como el abastecimiento posterior para la operación.
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La misión principal de los helicópteros de ataque es el
reconocimiento y seguridad a las fuerzas en las diferentes
fases de la operación.
b. El componente terrestre
El componente terrestre se organizará en tres escalones: el de
asalto, el de consolidación y el de retaguardia.
1) Escalón de asalto
Estará formado por aquellas fuerzas que tienen por
finalidad empeñarse de forma inmediata en combate.
2) Escalón de consolidación
Está conformado por aquellos elementos de las armas y
servicios, necesarios para mantener o incrementar el
poder de combate del escalón de asalto.
En las operaciones de poca magnitud y corta duración no
será necesario constituirlo.
3) Escalón de retaguardia
Está formado por el resto del componente terrestre que no
será necesario emplearse de forma inmediata en la zona
del objetivo. Este escalón podrá en algunos casos
acompañar a fuerzas de enlace táctico.
3. Planificación y ejecución
a. Planificación
La planificación estará caracterizada fundamentalmente por la
simplicidad de los planes, será desarrollada empleando una
secuencia inversa (de atrás hacia delante), sin embargo; ésta
deberá ser detallada tanto como el tiempo disponible lo
permita, puesto que, normalmente se responde de forma
inmediata a las resoluciones del comandante.
La operación de asalto aéreo deberá ejecutarse respondiendo
a los siguientes planes:
- Táctico terrestre;
- De desembarque;
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- De movimiento aéreo;
- De embarque; y,
- De alistamiento.
El plan táctico terrestre, constituirá la base para el desarrollo
de otros planes como: el de asalto para la conquista u
ocupación de los objetivos, el de defensa de la zona de
objetivos, el de enlace táctico, el de exfiltración, etc. Dentro de
este plan no debe omitirse el apoyo de la población local y de
las fuerzas propias que actúen en la retaguardia enemiga, en
la zona del objetivo y sus inmediaciones.
Una vez que la Fuerza Terrestre conquiste y ocupe los
objetivos, podrá continuar con otras operaciones como
ofensivas, defensivas o de enlace táctico. Para eso deberá
efectuar los planes correspondientes.
La reserva determinada por el componente terrestre,
normalmente, será pequeña debido a que es de prever la
conquista simultánea de varios objetivos, lo que exigirá
emplear la masa de los medios de éste componente, ésta
reserva será transportada con el escalón de asalto, aunque no
necesariamente.
En la elaboración del plan táctico terrestre, influirán una gran
cantidad de factores siendo los más importantes:
- Posibilidad de empeñarse en combate inmediatamente
después de realizado el desembarco aéreo;
- Posible ausencia de un inmediato apoyo de fuego de
artillería;
- Falta de apoyo de elementos blindados; y,
- Limitada movilidad terrestre.
b. Ejecución
En un asalto aéreo las unidades pueden desembarcar sobre
los objetivos iniciales o en sus inmediaciones, para de allí
realizar un ataque, en lo posible el desembarco debe ejecutarse
directo al objetivo a no ser que el terreno o el enemigo lo
impidan.
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Luego deberá establecerse una defensa perimetral para dar
seguridad a los objetivos iniciales. La organización y ocupación
de las posiciones, deberá permitir cubrir las principales rutas
de acceso a la posición. La vigilancia del terreno no ocupado
entre las áreas defendidas se cubrirá por medio de puestos de
observación y escucha, y sensores en el caso de disponerlos;
además se debe emplear al máximo el apoyo de fuegos,
campos minados y obstáculos naturales o artificiales; se
designará fuerzas de seguridad delante del límite anterior de la
defensa perimétrica, las que cumplirán su misión a través de un
continuo patrullaje; finalmente se debe mantener una reserva
con el máximo de movilidad posible.
Otro aspecto que se debe tener especial cuidado en la
ejecución, es la exfiltración, la misma que puede ser ejecutada
bajo la presión del enemigo o sin presión de éste. Cualquiera
que sea la situación, el plan de exfiltración requiere el movimiento
previo de la fuerza de asalto aéreo de sus posiciones hacia una
zona de embarque. En la exfiltración las fuerzas se tornan
vulnerables a un ataque enemigo, por lo que todas las
precauciones deben ser tomadas para su cobertura y embarque,
a través de un plan de fuegos y fuerzas de seguridad.
H. OPERACIONES EN ÁREAS FORTIFICADAS
Un área fortificada se caracteriza por presentar numerosos trabajos
defensivos y posiciones organizadas dispuestas en frente y profundidad,
rara vez está constituida por una única posición fuertemente
organizada.
Las áreas fortificadas proporcionan al defensor el máximo de
protección y le permiten la economía de fuerzas. Los trabajos
defensivos pueden estar constituidos por fortificaciones permanentes
de campaña, ampliamente desarrolladas y localizadas dentro de un
extenso sistema de obstáculos. Las características de un área
fortificada incluyen un fuerte sistema de puestos avanzados, red de
caminos, amplio sistema de comunicaciones y una reserva altamente
móvil, localizada en posición central y provista de una intensa red de
itinerarios cubiertos.
Las fuerzas de combate, normalmente, evitan el combate ofensivo en
áreas fortificadas. Cuando esto no es posible, procuran, con un
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mínimo de fuerzas, fijar las posiciones fortificadas, mientras que la
fuerza principal continúa el avance para la conquista de objetivos más
distantes y decisivos, puede incluir un cerco o un ataque por la
retaguardia.
1. Defensa de un área fortificada
La finalidad principal de la defensa de un área fortificada es
obligar al enemigo a descubrirse constituyéndose en un blanco
lucrativo o a empeñarse en la reducción de las posiciones
fortificadas, debilitando de esta forma, su potencia de combate y
tornándose vulnerable al contraataque.
Las posiciones fortificadas proporcionan economía de fuerzas en
las áreas de combate avanzadas, permitiendo de esta manera
obtener reservas proporcionalmente mayores para el contraataque.
Estas reservas deben ser provistas de una adecuada movilidad y
aptas para actuar agresivamente a fin de garantizar el éxito de las
acciones en la defensa de las posiciones fortificadas.
2. Ataque a un área fortificada
Un área fortificada obliga al atacante a descubrirse y constituirse
en un blanco lucrativo. El asalto es estrechamente controlado e
incluye la designación de objetivos que dividan las defensas
enemigas.
Los fuegos de artillería pueden destruir o neutralizar un área
fortificada, sin embargo se debe evitar al máximo los obstáculos
que pueden ser creados para los elementos de asalto.
I. OPERACIONES EN ÁREAS URBANIZADAS
Áreas urbanizadas son aquellas localidades que contienen estructuras
habitacionales, comerciales o industriales, sean de hormigón,
concreto, madera, adobe, etc., las que han sido modificadas para
fines de defensa. Son muy semejantes a las áreas fortificadas.
Las áreas urbanizadas son accidentes de capital importancia sobre
los cuales, de un modo general, se tiene información relativamente
detallada. Proporcionan cubertura y encubrimiento para las tropas y
para las armas. Pueden presentar grandes dificultades para la
defensa debido a su susceptibilidad, neutralización o su destrucción
por los fuegos.
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Las localidades cuando son reducidas a escombros mantienen sus
características defensivas y restringen el empleo de fuerzas motorizadas y blindadas. En consecuencia, las tropas de infantería a pie
son las más aptas para el combate en estas localidades.
El combate en áreas urbanizadas se caracteriza por el combate
cuerpo a cuerpo, por las limitada observación y campos de tiro, por
la canalización del movimiento de los vehículos y por la dificultad de
control de las tropas.
Las medidas de control de la población civil son esenciales para su
protección.
1. Defensa de un área urbanizada
La defensa de un área urbanizada es organizada en torno a los
accidentes capitales del terreno o de partes importantes del área
edificada que preserven la integridad de la fuerza y proporcionen
facilidades de movimiento o libertad de acción del defensor.
Las áreas urbanizadas constituyen obstáculos al movimiento de
las fuerzas que atacan, así como para las fuerzas de contraataque
del defensor, consecuentemente, debe realizarse las
consideraciones para la defensa, fuera del área urbanizada, en
regiones adyacentes.
Barricadas y otros obstáculos son utilizados en profundidad para
facilitar la continuidad de la defensa en toda el área.
2. Ataque a un área urbanizada
Cuando sea posible, las áreas urbanizadas deben ser desbordadas
o aisladas, caso contrario, son utilizados métodos aplicables para
la reducción o neutralización de las resistencias como en las
áreas fortificadas.
El terreno que domina las vías de acceso es conquistado para
aislar el área urbanizada; esa misión es normalmente atribuida a
fuerzas altamente móviles, incluyendo elementos blindados,
paracaidistas o aerotransportados. Los objetivos en el interior del
área urbanizada son seleccionados para dividir la defensa
enemiga, la infantería a pie es la fuerza con mejores características
para cumplir este tipo de misiones.
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CAPÍTULO X
OPERACIONES NO BÉLICAS
A. GENERALIDADES
Las operaciones no bélicas son aquellas en que se emplea a las
fuerzas militares, aplicando parte de sus capacidades a situaciones
de paz o crisis, para mantener por debajo del lumbral el conflicto
bélico, las tensiones entre países o entre fracciones de un mismo
país.
La Fuerza Terrestre ha intervenido en estas operaciones en sus muy
diversas manifestaciones; evacuaciones de la población civil en
situaciones de emergencia, inundaciones, incendios, pero en los
últimos años la frecuencia y variedad de empleo se ha
incrementado.
En estas operaciones, las fuerzas utilizan parte de los medios con
que están dotadas y emplean algunos de los principios y procedimientos de las operaciones bélicas, aunque modificados a
situaciones diferentes.
Dentro del territorio nacional lo normal será que estas operaciones
sean conjuntas e interministeriales. Las fuerzas militares actuarán
subordinadas a la autoridad directamente encargada de las
operaciones, aunque encuadradas bajo sus mandos naturales.
Será cada vez más frecuente la participación de la Fuerza Terrestre
en operaciones de este tipo bajo el auspicio de organizaciones
internacionales, como las Naciones Unidas y la OEA. entre otras y
que serán normalmente de carácter conjunto y combinado.
Dada la variedad y complejidad de este tipo de operaciones, se
requiere fuerzas versátiles y muy bien adiestradas para responder a
situaciones diferentes y a la posible evolución de la situación.
Las operaciones no bélicas pueden preceder, seguir o emplearse a
la vez que las operaciones bélicas dentro del mismo Teatro de
Operaciones. Es posible el paso de una operación no bélica a una
bélica, y viceversa.
Durante las operaciones no bélicas se tendrá presente que
determinados elementos o grupos pueden recurrir a actos agresivos
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con propósitos diferentes, por lo que el participar en una operación
no bélica, no implica que el derecho intrínseco a la autodefensa se
pierda, por el contrario se aplica siempre, de lo que se deduce que
los miembros de las unidades estarán siempre en condiciones de
utilizar sus armas para defenderse.
B. PRINCIPIOS GENERALES DE LAS OPERACIONES NO
BÉ-LICAS
A pesar de que los principios de las operaciones bélicas son en su
mayoría aplicables a estas operaciones, existen otros propios de
las operaciones no bélicas que sirven de guía para la acción.
La aplicación relativa de cada principio variará en función de la
operación concreta. Los principios de las operaciones no bélicas
son:
1. Seguridad
Basada en la seguridad el mando no debe descansar en la
creencia de que el propósito no bélico de su misión no pondrá
en riesgo a las fuerzas bajo sus órdenes. Inherente a esta
responsabilidad es la necesidad de ser capaz de una transición
rápida desde una situación pacífica a otra de combate, si
surgiera la necesidad.
2. Objetivo
El objetivo de la operación no bélica deberá ser claramente
definido, decisivo y alcanzable. Los diferentes mandos deben
fijar objetivos adecuados y asegurarse que contribuyen a la
unidad de esfuerzos con otras unidades, autoridades u
organismos para conseguir las metas propuestas.
3. Unidad de esfuerzos
Los mandos de las unidades pueden actuar en coordinación
estrecha con las autoridades civiles o emplear los recursos de
una entidad civil; las estructuras de mando deben integrar las
actividades de todos los elementos que operen en el área. Las
órdenes pueden estar no claramente definidas haciendo que los
mandos busquen un clima de cooperación más que de autoridad
para conseguir los objetivos.
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4. Legitimidad
Emana de la aceptación de que la autoridad constituida en la
zona, región o área que solicita el apoyo es competente y eficaz
y emplea medios adecuados para propósitos razonables. Las
fuerzas comprometidas tienen que apoyar la legitimidad de la
operación y del gobierno, este principio deberá tener mucha
consideración especialmente en las operaciones de apoyo a la
paz.
5. Perseverancia
Las operaciones no bélicas pueden ser de corta duración o
prolongarse durante largo tiempo; algunas de estas operaciones
necesita años para lograr los efectos deseados (especialmente
las operaciones de apoyo a la paz). Los mandos deben sopesar
su deseo de alcanzar objetivos con rapidez con la consecución de
los fines estratégicos a largo plazo y las limitaciones impuestas a
las operaciones.
6. Restricción
En operaciones no bélicas, la capacidad militar se deberá aplicar
con la adecuada prudencia. Las reglas de enfrentamiento serán
más restrictivas, detalladas y sensibles a consideraciones políticas
que en operaciones bélicas, y pueden cambiar con frecuencia.
Las restricciones sobre el uso del armamento y empleo de la
fuerza caracterizan el ambiente de estas operaciones.
C. TIPOS DE OPERACIONES
Dos tipos de operaciones no bélicas que se diferencian entre sí por
la autoridad de que emanan, su finalidad, misión recibida, procedimientos empleados o riesgos que llevan implícitas son:
- Operaciones de ayuda humanitaria; y,
- Operaciones de apoyo a la paz.
1. Operaciones de ayuda humanitaria
Las operaciones de ayuda humanitaria pueden darse en el ámbito
de las operaciones de apoyo a la paz o como operaciones
independientes dentro o fuera del territorio nacional.
La fuerza terrestre puede recibir la misión de tomar parte en este
tipo de operaciones que, generalmente, serán conjuntas como
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respuesta directa del gobierno a regiones del país que han sufrido
desastres naturales o provocados por el hombre. Sus misiones
podrán ser: acogida de personas desplazadas o refugiados, evacuación de víctimas, apoyo sanitario, reparaciones de emergencia
a instalaciones vitales, seguridad, apoyo mediante asesores,
apoyo a las autoridades civiles y otras.
Se puede distinguir tres tipos de operaciones de ayuda
humanitaria:
- Socorro en desastres;
- Ayuda a refugiados y desplazados; y,
- Ayuda humanitaria básica.
Estos tres tipos de operaciones pueden traslaparse en algunas
áreas, pero cada una se centra en un objetivo diferente.
El socorro en desastres, se dirigen normalmente a salvar y
mantener la vida y bienes de los damnificados en cooperación
con organizaciones humanitarias, defensa civil y autoridades
locales.
La ayuda a refugiados y desplazados, se orienta a proporcionar
servicios vitales a masas de personas desplazadas del área de
sus hogares hacia lugares sin instalaciones adecuadas, a causa
de catástrofes naturales o creadas por el hombre.
La ayuda humanitaria básica, es distribuir los recursos para
cubrir las necesidades básicas de supervivencia y prestar
asistencia médica.
2. Operaciones de apoyo a la paz
Reciben este nombre genérico aquellas operaciones realizadas
bajo el auspicio de la Organización de las Naciones Unidas u
otras organizaciones internacionales con capacidad para ello, de
conformidad con el mandato aprobado por resolución de las
mismas y que cuentan con el consentimiento de las partes
implicadas. Se establecen para ayudar a controlar y resolver
conflictos y se realizan bajo el comando y control de la organización
internacional.
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Las operaciones apoyan y refuerzan los esfuerzos diplomáticos
para mantener la paz en zonas de conflicto potencial o contener
y finalizar las hostilidades en caso de producirse.
Son operaciones, en principio, de carácter no bélico empleándose
la fuerza militar como catalizadores de la paz en lugar de
instrumentos de la guerra; ello lleva consigo el compromiso de las
fuerzas para el cumplimiento del acuerdo de paz o facilitar la
ge-neración de un acuerdo de paz. El objetivo es ganar paz con
actos que la favorezcan, más no imponiéndola a las partes en
conflicto.
El uso de la fuerza estará limitado a la autodefensa.
Las fuerzas tendrán como misión genérica disuadir con su presencia física la realización de actos violentos.
Las operaciones de apoyo a la paz, implican a menudo situaciones
ambiguas que requieren que las fuerzas vivan situaciones de
tensión y violencia sin convertirse en participantes; el soldado
necesitará diplomacia y tacto además de habilidad para el
combate, debiendo mantener una imparcialidad escrupulosa.
Estas operaciones incluyen, normalmente, personal civil que
ejecuta tareas de tipo político, administrativo, de policía y
sanitario.
La Fuerza Terrestre participarán en estas operaciones ya sea
independientemente o como parte del CC.FF.AA. mediante:
- La proyección de una fuerza adecuada a la misión a cumplir.
- El envío de observadores militares.
- Una combinación de las anteriores.
a. Condiciones deseables
Antes de implicarse en operaciones de apoyo a la paz,
deberán existir ciertas condiciones que proporcionen un
marco aceptable para su cumplimiento.
1) Control y dirección política
El control político total de una operación de paz debe ser
responsabilidad de una sola organización política
multinacional, imparcial y reconocida internacionalmente.
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Dicha organización nombrará un jefe de misión,
proporcionándole un mandato aceptado por las partes.
Este do-cumento es la primera fuente de legitimidad de la
operación de apoyo a la paz.
2) Consentimiento y solicitud del país anfitrión
Estas operaciones sólo pueden realizarse con el
consentimiento, o a petición, del gobierno reconocido del
país anfitrión. Las otras partes principales del conflicto
también deben estar de acuerdo con el establecimiento de
la mi-sión.
Todas las partes deben estar igualmente de acuerdo
respecto a la neutralidad e identidad internacional y con los
privilegios e inmunidades asociadas a la organización
implícita.
3) Participación de las naciones
La participación de las naciones en una operación de
apoyo de paz será voluntaria. La implicación de algunas
naciones puede ser inaceptable para las partes beligerantes y otras naciones pueden tener limitaciones políticas
internas.
4) Apoyo internacional
Toda operación de este tipo atraerá la atención del público
y de los medios de comunicación, por ello deberá llevarse
a efecto para responder a una demanda apoyada en una
resolución de carácter internacional.
Con el respaldo internacional se consigue también la
adecuada protección legal del personal que participa en la
operación y la capacidad financiera necesaria para sufragar
los gastos que la operación ocasiona.
b. Normas de planificación y ejecución
1) Respeto mutuo
Debe haber un grado de respeto mutuo entre todas las
partes reconocidas en el conflicto y la organización implicada
en la operación de paz.
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Es necesario un estatus legal para la fuerza de paz,
normalmente definido por un acuerdo de estatus de fuerza,
cuyos miembros deben a su vez respetar las leyes y
costumbres del país anfitrión.
No se debe alterar el estatus ni la posición de hecho de las
partes implicadas.
Todas las partes deben hacer honor a las señas distintivas
y uniformes de la fuerza de apoyo de paz.
2) Imparcialidad
La imparcialidad y la neutralidad de la fuerza ejecutante
son esenciales para mantener la fe y la confianza de las
partes en disputa y del gobierno anfitrión.
Para facilitar la imparcialidad, la fuerza que lleve a cabo la
operación debe ser multinacional.
3) Credibilidad
La credibilidad de una operación de apoyo a la paz es un
reflejo de la valoración que hacen las partes de su
capacidad para cumplir la misión y es necesaria para crear
la confianza en la misma.
Una fuerza de apoyo a la paz no debe aparecer como una
amenaza para cualquiera de las partes.
4) Límites al uso de la fuerza
Las operaciones de apoyo a la paz se basan en el empleo
de métodos pacíficos para lograr el objetivo de la misión. El
uso de la fuerza debe controlarse cuidadosamente. Un mal
empleo de la fuerza socavará la credibilidad y puede
intensificar el conflicto.
5) Libertad de movimiento
La libertad de movimiento general es esencial para el
cumplimiento con éxito de cualquier operación de apoyo a
la paz. Los miembros de la operaciones de apoyo a la paz
deben moverse libremente a lo largo del área de misión
designada, excepto para lugares específicos aceptados por
todas las partes.
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6) Transparencia de las operaciones
Es esencial que las partes implicadas estén completamente
enteradas de la misión y concepto de la operación de la
fuerza de apoyo a la paz. El fracaso a la hora de alcanzar un
entendimiento mutuo puede llevar a la desconfianza o a la
hostilidad y poner en peligro la misión.
7) Unidad de mando
El jefe de misión será responsable de todos los aspectos de
la operación, incluyendo las negociaciones con las partes. El
jefe de la fuerza deberá tener el control operacional de todos
los contingentes militares y ejercer en control táctico del
resto de actividades militares.
8) Flexibilidad
La fuerza debe ser capaz de adaptarse y pasar de una
actividad de apoyo a la paz a otra cuando sea necesario.
9) Coordinación cívico- militar
Es importante para el éxito de la misión de paz que las
actividades de otros componentes de la misión, tales como
la población civil, supervisores de elecciones, monitores de
derechos humanos, agencias de ayuda humanitaria y
organizaciones similares estén integradas con las
operaciones militares. La coordinación entre todos los
componentes debe ser constante, metódica y a todos los
niveles. En los niveles inferiores deberán existir métodos
informales de coordinación y trabajo.
c. Tipos de operaciones de apoyo a la paz
En el contexto mundial, el mayor reto en la actualidad es el de
asegurar la paz. Es por eso que las operaciones de paz, irán
evolucionando de operaciones militares relativamente
pequeñas a complejas operaciones multidimensionales,
empleando tanto personal militar como civil, debidamente
ubicados en numerosas y diversificadas actividades de
preservación de la paz.
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Bajo esta concepción genérica se engloban:
- Operaciones de diplomacia preventiva;
- Operaciones de establecimiento de la paz;
- Operaciones de mantenimiento de la paz;
- Operaciones de consolidación de la paz; y,
- Operaciones de imposición de la paz.
1) Operaciones de diplomacia preventiva
Son el conjunto de medidas y actividades que inician con
las iniciativas diplomáticas al despliegue preventivo de la
fuerza, realizadas al amparo del capítulo VI de la Carta de
la Naciones Unidas para tratar de prevenir y diluir tensiones
que pueden devenir en conflictos. Algunas de estas
medidas son:
- Alerta rápida. A menudo es necesaria una acción
rápida para evitar que una acción degenere en conflicto.
Por tanto, es esencial que las naciones y organizaciones
sean conscientes de las crisis inminentes tan pronto
como sea posible. Es necesario reforzar los mecanismos
de alerta para determinar si existe una amenaza a la
paz y analizar qué medidas se podrán tomar para
aliviarla.
- Vigilancia. La vigilancia de un área potencialmente
inestable, para detectar actividades militares, puede
impedir la ruptura de hostilidades, particularmente si la
información obtenida se difunde ampliamente.
- Despliegue preventivo. La forma más efectiva de
prevención de conflictos puede encontrarse en el
despliegue de fuerzas multinacionales en áreas de
crisis potenciales.
- Medidas de estabilización. Las medidas de
estabilización tales como: el intercambio de equipos de
enlace, misiones militares, inspección conjunta, etc.,
podrían alentar el comienzo de negociaciones sobre un
acuerdo político amplio.
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2) Operaciones de establecimiento de la paz
Es la operación destinada a la obtención de acuerdos que
eliminen la confrontación y posibiliten la solución de las
posibles causas que motivaron el conflicto. Normalmente
es desencadenada por intermedio de la diplomacia,
mediación, negociación y otras formas de acuerdo
político.
El artículo VI de la carta de la ONU incluye como medidas
a ser adoptadas para el establecimiento de la paz, entre
otras las siguientes:
- El recurso de la Corte Internacional de Justicia; eficaz
cuando todos los involucrados acatan las deliberaciones
y la competencia del organismo, sin reservas.
- Mediación y negociación por intermedio de autoridades
designadas por el Consejo de Seguridad, por la
Asamblea General o por el Secretario General.
- Prestación de asistencia a las partes en conflicto o a
grupos hostiles; de modo de disminuir las circunstancias
que contribuirán al surgimiento de la controversia o del
conflicto.
3) Operaciones de mantenimiento de la paz
Son las operaciones encaminadas a la implementación de
acuerdos de cese de hostilidades entre las partes en litigio,
empleando personal militar, policial o civil. Son realizadas
con el consentimiento de las partes beligerantes para
completar el proceso político de resolución de conflictos y
restauración de la paz.
Sus principios básicos son:
- El consentimiento de las partes;
- La imparcialidad;
- El uso limitado de la fuerza, aplicado a la autodefensa;
y,
- El carácter voluntario de la participación de los estados
miembros.
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Estas operaciones, normalmente contienen contingentes
levemente armados para la consecución de tareas de
supervisión, separación de fuerzas, y establecimientos de
zonas de seguridad.
Además podrán cumplir otras funciones suplementarias de
gran relevancia tales como:
- Auxiliar en la desmovilización y reintegración de los
antiguos combatientes a la vida civil.
- Colaborar con los trabajos de ubicación y asentamiento
de los desplazados y refugiados.
- Supervisar la realización de elecciones libres y legítimas.
- Garantizar el respeto de los derechos humanos.
- Proporcionar asistencia humanitaria.
- Implementar programas orientados a la remoción de
minas y de otros artefactos de guerra.
La naturaleza de la operación debe cambiar desde una
actuación de carácter militar al principio, hasta otra con
predominio civil según se desarrolle la operación, comprende
operaciones militares y paramilitares emprendidas con el
consentimiento de los bandos beligerantes. Con estas
operaciones se busca observar y facilitar la implementación
de treguas acordadas y apoyar gestiones diplomáticas
tendientes a lograr una solución pacífica a largo plazo.
4) Operaciones de consolidación de la paz
Son las acciones ejecutadas con posterioridad a un
conflicto, consecuencia de una guerra internacional o de
enfrentamientos civiles, para identificar y apoyar estructuras
que tiendan a reforzar y consolidar la paz, con el fin de
evitar una reanudación del conflicto.
La consolidación de la paz requiere restablecer las
instituciones que hagan posible consolidar una situación de
confianza y bienestar entre los pueblos.
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Será normal el empleo de las fuerzas militares en el
desminado general del país, que permita el desarrollo de la
agricultura y los transportes.
5) Operaciones de imposición de la paz
Las operaciones de imposición de la paz son aquellas que
buscan el establecimiento de la paz por medio del uso de
la fuerza militar, y son realizadas al amparo del capítulo VII
de la Carta de la Naciones Unidas.
Aunque se encuentran incluidas dentro de las operaciones
no bélicas, éstas se salen del ámbito de este capítulo de la
doctrina, ya que las mismas implican en empleo de todas
las capacidades militares disponibles, y se pueden realizar
sin el acuerdo de todas las partes interesadas, por lo que
son consideradas operaciones bélicas y se llevan a cabo
según los principios definidos para ellas.
Estas operaciones se ejecutan con la finalidad de alcanzar
las condiciones necesarias para el establecimiento de una
fuerza de mantenimiento de paz entre dos adversarios que
no necesariamente han consentido la intervención y que
inclusive podrían estar en combate abierto.
Las fuerzas deben estar preparadas para aplicar los
elementos de la potencia de combate necesarios para
establecer el orden, separar a los contendientes y restaurar
en el territorio condiciones más propicias para la convivencia
pacífica.
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CAPÍTULO XI
OPERACIONES DE DEFENSA INTERNA
La Defensa Interna es el conjunto de medidas tomadas por un
go-bierno orientadas a evitar, reprimir o eliminar los movimientos
insurgentes.
Dentro de la Defensa Interna, se ejecutan operaciones en cumplimiento de los planes y directivas emitidos por el frente militar, el éxito
en su conducción presupone una acción integral que obedece a una
dirección centralizada y a una ejecución descentralizada, juntamente
con una eficiente coordinación de esfuerzos.
A. TIPOS DE OPERACIONES DE DEFENSA INTERNA
Se reconoce tres tipos de operaciones de Defensa Interna: las
operaciones complementarias, las operaciones tipo policía y las
operaciones militares de defensa interna.
1. Operaciones complementarias
Las operaciones complementarias se realizan para apoyar las
actividades de defensa y desarrollo con el fin de mantener; o
restaurar la seguridad interna, restableciendo el control en un
área que estuvo bajo dominio de la guerrilla.
Estas se organizan como un esfuerzo cívico-militar e incluyen
programas orientados al mejoramiento económico, político y
social del área designada como prioritaria. Puede realizarse
cualquiera sea la situación de la insurgencia, sin embargo, el éxito
es más probable cuando se las ejecuta durante la fase inicial de
aparecimiento de la misma.
La planificación y ejecución de estas operaciones se desarrolla en
las áreas señaladas de prioridad, en el Plan Nacional, considerando
los recursos civiles y militares disponibles y la capacidad para
lograr los objetivos. Entre las principales se puede citar:
a. Operaciones de inteligencia
Las operaciones de defensa y desarrollo internos dependen
en gran parte de la inteligencia y contrainteligencia, debido a
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que las fuerzas opuestas en ocasiones cuentan con el apoyo
de la población. La población además de ser el objetivo de
las fuerzas insurgentes, es su fuente principal de informaciones,
protección, suministro de personal y apoyo logístico; en
consecuencia, la población debe ser considerada como factor
de enorme importancia, en lo que a planificación se refiere.
El desafío que representa la insurrección para las unidades
de inteligencia es más importante que en otro tipo de conflicto.
Las agencias de inteligencia deben desarrollar sus operaciones
dirigidas hacia un enemigo que quizás aún no está realizando
operaciones continuas o frecuentes. Las fuerzas de contra
insurrección necesitan información detallada en los campos
económico, político, social, geográfico, cultural, y de
cumplimiento de la ley. Como parte del esfuerzo nacional
global, las operaciones de inteligencia militar deben ser
permanentes y prioritarias.
La inteligencia apoya la planificación y el desarrollo de las
operaciones de contra insurrección proporcionando un
conocimiento general y específico de las zonas de operaciones
y de las fuerzas insurgentes.
Los objetivos de inteligencia deben satisfacerse con
anticipación y deben orientarse hacia los siguientes
aspectos:
- Identificar los indicadores de inminente insurrección que
permitan reaccionar adecuadamente.
- Obtener información sobre las fuerzas opuestas, el clima,
el terreno y la población del área donde se van a realizar
las operaciones.
- Contrarrestar las operaciones de las fuerzas opuestas de
espionaje, subversión y sabotaje.
La inteligencia básica sobre un área o una situación específica
se obtiene de los informes y estudios de la inteligencia
estratégica, además de la inteligencia que esté disponible en
el momento. Estos forman la base para preparar la apreciación
de la situación y los planes subsiguientes.
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No hay ninguna forma específica que satisfaga la producción
de inteligencia para los diferentes usuarios; por consiguiente,
las pautas que se señalan para la producción deben ser
flexibles y contemplar la posibilidad de variar el grado de
minuciosidad, en lo que a detalles se refiere. Señalar los
objetivos y metas de la producción de inteligencia, es asunto
que requiere un análisis cuidadoso.
Se debe establecer medios de comunicaciones principales,
alternas y especiales, para la transmisión de inteligencia,
siempre y cuando los medios y los recursos lo permitan. Las
medidas de seguridad se aplican a los informes militares, al
personal, las instalaciones, el material y equipo.
Los informes clasificados como secretos, deben ser protegidos
con todos los medios disponibles y únicamente deben llegar al
conocimiento de las personas debidamente autorizadas y que
necesiten conocer o poseer dicha información. Toda unidad
debe preparar y mantener procedimientos operativos normales
que, prescriban la disciplina de seguridad, las medidas que
deben tomarse y la conducta que debe observarse.
b. Operaciones de apoyo al desarrollo
Las operaciones de apoyo al desarrollo socio – económico del
país, constituyen un medio idóneo para establecer buenas
relaciones y mantener fuertes nexos de unión con la población
civil, especialmente con aquella que sufre la marginación
socio-económica,
pues permite conocer a fondo sus
necesidades, identificar a sus líderes y obtener su colaboración
durante la ejecución de las operaciones de defensa interna. El
apoyo al desarrollo conlleva la participación de las fuerzas
mi-litares que pondrán en ejecución sus conocimientos,
equipos y recursos en proyectos económicos y sociales de
corto, mediano y largo plazo en beneficio de la población rural
y urbano - marginada.
Todas las unidades militares deben estar capacitadas para
realizar actividades de apoyo al desarrollo, sin embargo, las
unidades de ingeniería, aviación de ejército y del servicio de
sanidad tienen las mejores condiciones para participar en
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estas actividades en razón de su especialidad y medios
disponibles.
El grado de énfasis que se les dé a las operaciones de apoyo al
desarrollo variará en relación con los estudios socio – económicos
y a la evaluación de las áreas donde procede emprender
proyectos de ayuda a la comunidad.
Las actividades de apoyo al desarrollo deben orientarse a
satisfacer las necesidades prioritarias de la comunidad, dando
énfasis a la población más desprotegida y de menos recursos
que habita en los suburbios y las áreas rurales ya que son estas
personas las más susceptibles a la influencia de las fuerzas
opuestas. Para el cumplimiento de estas actividades es requisito
indispensable, la coordinación con los gobiernos seccionales y
la activa participación de la población.
Estas operaciones se ejecutan en las áreas de apoyo de salud,
educación, bienestar social, actividades agropecuarias y obras
comunitarias.
c. Operaciones psicológicas
Tanto las fuerzas legales como la insurgencia utilizan los
instrumentos informativos, incluyendo las operaciones
psicológicas, para movilizar a las personas en su beneficio.
Las operaciones psicológicas deben orientarse principalmente
hacia a los siguientes auditorios objetivos: las fuerzas insurgentes,
la población civil, las fuerzas militares y elementos neutrales;
Asimismo serán orientadas hacia blancos específicos y su
aplicación estará supeditada a la naturaleza de las operaciones
que conduzcan las fuerzas legales.
A nivel nacional estas operaciones apoyan los diferentes
aspectos de los programas de defensa y desarrollo internos,
tienen un alcance general y se refieren principalmente sobre las
políticas y estrategias adoptadas por el Consejo de Seguridad
Nacional y del Sistema Nacional de Planificación del Desarrollo
Económico y Social. A nivel ZD y SZD se llevan a cabo de
acuerdo con la información obtenida localmente y se dirigen a
los auditorios específicos y que amanecen con la alteración del
orden público.
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Los temas de operaciones psicológicas deben ser adaptados
para apoyar el tipo de operaciones que se esté llevando a
cabo. Cuando apoyan operaciones complementarias y tipo
policía los temas psicológicos deben recalcar el grado de
seguridad que se proyecta brindar a la población y los
beneficios del desarrollo comunal, que puede lograr la
población con sólo prestar su apoyo. Cuando apoyan las
operaciones de combate irregular, los temas psicológicos
deben explicar el propósito de la operación y recalcar en la
importancia de hacer todo el esfuerzo posible por proteger a la
población civil.
d. Operaciones de asesoramiento
El asesoramiento se deriva del conjunto de principios que
re-gulan el empleo de las fuerzas militares y las tradicionales
funciones que éstas han cumplido tácita o expresamente a lo
largo de la vida nacional. Se lo realiza en las áreas de
organización, operaciones y apoyo logístico contribuyendo a la
consecución del bien común.
Su objetivo principal es acrecentar la capacidad de eficiencia
de los organismos del país a fin de que funcionen con
rendimientos tangibles significativos, proponiendo soluciones
y contribuyendo con argumentos en relación con las hipótesis
de conflicto, a las amenazas que con casi absoluta certeza
van a ocurrir.
Las operaciones de asesoramiento apoyan a las actividades
de defensa interna y a las actividades de apoyo a la comunidad;
permiten el garantizar que la planificación sea cohe-rente y
factible de ser aplicada, así como el estructurar programas de
instrucción y capacitación en áreas específicas con la
cooperación de las instituciones y organismos interesados.
2. Operaciones tipo policía
a. Operaciones anti delincuenciales
Estas operaciones se ejecutan cuando las manifestaciones de
la delincuencia han adquirido un nivel superior a la normalidad.
Se trata de diseñar una acción más efectiva para la represión
de la delincuencia, a través del empleo coordinado de las FF.
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AA., la Policía y otros organismos de seguridad pública,
precisando las acciones que deben realizar las Fuerzas Armadas,
todo esto dentro de un ámbito legal necesario que garantice la
participación del personal militar en los operativos contra los
delincuentes.
En este tipo de operaciones adquiere una singular importancia
el trabajo de inteligencia, a fin de realizar la captura de
delincuentes, el desmantelamiento de bandas organizadas y la
neutralización de esta amenaza.
Las principales acciones que se ejecutan dentro de las
operaciones antidelincuenciales, a realizarse en coordinación
con la Policía Nacional son:
- Inteligencia.
- Instalar retenes para control de armas y explosivos.
- Patrullajes a pie y motorizados.
- Allanamientos.
- Registros.
- Capturas.
b. Operaciones de control del orden público
El orden público es indispensable para el desarrollo armonioso
de toda sociedad y le corresponde a la fuerza pública asegurar
su mantenimiento o restablecimiento.
Las Fuerzas Armadas, cuya misión primordial es la defensa del
territorio nacional contra los peligros externos, interviene
excepcionalmente en casos de grave alteración del orden
público, en apoyo a la Policía Nacional.
Las operaciones que se consideran en el control del orden
público y que la Fuerza Terrestre conducirá como parte de la
Fuerza Pública son:
Contra disturbios y motines, de allanamiento, de ocupación de
túneles o guaridas, anti secuestro y extorsión, registro y captura,
control de áreas o zonas urbanizadas, evacuación de un área,
manzana o barrio, interdicción de un área.
c. Operaciones de control de la población y los recursos
Son aquellas que se realizan con el fin de separar, la población
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civil del enemigo y garantizar sus derechos humanos.
Comprende una serie de actividades tendientes a evitar la
comunicación directa o indirecta y el apoyo material en
abastecimiento o alojamiento a las fuerzas opuestas. Estas
operaciones, normalmente, se desarrollan en períodos largos
y requieren dedicación constante de las tropas que participan
en ellas.
La Policía Nacional, con el apoyo de los Organismos
Paramilitares y de la Defensa Civil, constituyen los elementos
básicos para cumplir con este tipo de operaciones. Estas
operaciones se cumplen a partir de la vigencia del decreto
ejecutivo mediante el cual se declara el estado de emergencia
y zona de seguridad a todo o parte del territorio nacional, a fin
de apoyar a las fuerzas militares que ejecutan operaciones
para enfrentar una grave alteración del orden público y/o las
operaciones militares de defensa interna. Se las pone en
vigencia por disposición de la autoridad militar de una
jurisdicción. En determinadas ocasiones y de acuerdo a la
situación, unidades militares pueden también constituir parte
de las fuerzas destinadas a este control.
El control de la población y los recursos se efectuará mediante
la aplicación gradual de medidas de carácter restrictivo según
se presente la situación, de grave alteración del orden público,
de insurgencia y/o de amenaza terrorista que vivan la zona y/o
sub zona de defensa. Se utiliza algunos métodos para el
control de la población, como: Concentración de la población
civil desplazada, empleo de medidas de control, observación,
patrullajes de control, puestos de control de tránsito, redes de
control de insumos y elementos, control de vías de
comunicación, control de milicias, control de puntos críticos.
d. Operaciones contra el narcotráfico
Además de la Policía Nacional y del Servicio de Vigilancia
Aduanera, las Fuerzas Armadas, como parte integrante de la
Fuerza Pública y sin descuidar sus funciones específicas,
coadyuvará combatir la producción y el tráfico ilícito de
sustancias psicotrópicas, especialmente en los lugares donde
no existe personal de la Policía o cuando ésta no cuente con
los medios necesarios.
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La intervención de las unidades militares, en coordinación con
la Policía Nacional tendrá como misión la búsqueda y captura
de narcotraficantes, la destrucción de plantaciones, laboratorios,
depósitos y demás instalaciones utilizadas por dicha
amenaza.
Para alcanzar estos objetivos se ejecutarán acciones como
registro de vehículos especialmente en las zonas fronterizas,
patrullajes terrestres y fluviales, registros, allanamientos y
otras que permitan el cumplimiento de las misiones
impuestas.
3. Operaciones militares de defensa interna
Este tipo de operaciones enfoca su esfuerzo principal hacia el
grupo armado enemigo, mediante el combate irregular, este se
ejecuta progresivamente, iniciando con pequeñas unidades que
buscan acabar con los focos aislados de desorden que se
presente, hasta llegar a las más avanzadas, cuando unidades de
mayor magnitud se ven obligadas a comprometerse, llevando a
cabo operaciones coordinadas dentro de diferentes áreas.
Se considera tres etapas cuyo cumplimiento determina el éxito de
la misión:
- Localización y aislamiento.
- Destrucción.
- Consolidación, que incluye la participación de organismos
gubernamentales de diferente índole.
El desarrollo de las operaciones militares de defensa interna se
ejecuta mediante operaciones ofensivas, defensivas, repliegue
ofensivo y operaciones especiales.
a. Operaciones ofensivas
Las operaciones ofensivas se realizan en zonas remotas en
disputa o controladas por las fuerzas irregulares, así como
también en áreas urbanas o rurales. Se caracterizan por la
ejecución de acciones y maniobras de combate para destruir
las amenazas que han sido identificadas y localizadas en
función de una óptima inteligencia. Las operaciones ofensivas
que se ejecutan son el reconocimiento ofensivo, la ocupación
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de un área, las operaciones de limpieza, operaciones de
r-gistro, operaciones de cerco, emboscadas, incursiones,
envolvimientos y el ataque coordinado.
b. Operaciones defensivas
En el caso de que los elementos irregulares alcancen la
magnitud, naturaleza y tamaño que les permita conducir
operaciones ofensivas contra las fuerzas legales, éstas serán
obligadas a repeler dichos ataques mediante la ejecución de
operaciones defensivas de carácter temporal en parte del área
de operaciones. Las operaciones defensivas son conducidas
conforme la doctrina prevista para las operaciones
convencionales.
c. Repliegue ofensivo
El repliegue ofensivo se ejecutará cuando la situación obligue
a las fuerzas legales a desprenderse o romper el contacto con
un grupo subversivo, esta operación será de carácter temporal
hasta planificar una operación de destrucción de manera
organizada. Se utiliza los métodos de repliegue sin presión y
con presión; para la ejecución, ambos están basados en la
doctrina prevista para las operaciones regulares.
d. Operaciones especiales
Las operaciones especiales son aquellas en las cuales las
características del terreno, la naturaleza particular de las
operaciones, las condiciones en que son conducidas o la
combinación de estos factores, hacen necesario tropas
especialmente adiestradas y equipadas, así como la aplicación
de procedimientos y técnicas relacionadas con dichas
circunstancias especiales. En las operaciones militares de
defensa interna se reconoce las siguientes operaciones
especiales: operaciones con medios aéreos, operaciones
ribereñas, operaciones contraterrorismo, operaciones en áreas
fronterizas y operaciones de seguridad de la infraestructura
nacional. Para la ejecución de las operaciones se empleará las
técnicas descritas en el Manual de Operaciones Militares
Defensa Interna (Contraguerrillas).
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