¿amar siempre - Autores Catolicos

Anuncio
1
¿AMAR SIEMPRE?
Respuesta a la pregunta:
Felipe Santos, SDB
Pamplona- octubre-2009
El
amor
hoy...
sucio,
parodiado, pervertido. ¿De
qué amor habla la Iglesia?
¿Qué es el amor verdadero?
El amor ha hecho y hace latir los corazones.
Basta observarlo. Y sin embargo las mayores
heridas son las que provienen del amor. El
amor,
finalmente,
es
hoy
una
palabra
2
“pervertida”: se la emplea en todo y para todo.
Pero el que nos interesa, es el que forma el
vínculo entre los hombres, es decir, un
equilibrio entre un amor espiritual que busca
amar al otro (a) por sí mismo y un amor
pasional. Este equilibrio es delicado, pues el
amor pasional debe estar siempre al servicio
del amor espiritual. El amor fiel, el verdadero
amor, el que nace de la voluntad de amar, el
amor espiritual, es un amor paciente, rechaza
el orgullo, teniendo en cuenta a 1 Corintios
13, es un amor oblativo, un don de sí
renovado por la voluntad de amar al otro (a)
por quién es.
"Te recibo como esposo (a) y me entrego a ti",
es la frase del sacramento de matrimonio que
adquiere todo su sentido. Un tal regalo que se
le deja, es necesario para amar dejarse,
abandonarse, tal es el verdadero amor, tal es
el signo del amor oblativo de Cristo en la cruz
3
dando su vida por el mundo.
"Hay que ensayar antes de casarse para
saber si marcha... " ¿Es posible, en una
relación de confianza total y recíproca que el
don del cuerpo no tenga éxito?
Aún cuando así fuera, ¿es un elemento
determinante en la vida de la pareja?
Para “ si marcha", es comúnmente aceptado
en efecto, que hay que vivir el amor de ensayo
o
prueba
durante
algún
tiempo.
A
continuación, es “satisfecho o a reembolso”.
En el fondo, estamos en una sociedad en la
que la pérdida de nuestros principios crea en
nosotros una necesidad de intentar a alguien
para saber si se va a amarlo(a) todo el tiempo.
A esto, respondería que hay en esta actitud
algo completamente condenable pues no se
puede pretender ensayar a alguien como se
4
prueba un vestido (se dice de muchos que
cambian de chica como de camisa). Una
relación humana no se ensaya, primero
porque si se compromete de por vida sería
preciso que se ensayara mucho tiempo, en
segundo lugar, porque los acontecimientos de
la vida pueden cambiar en el curso de las
cosas. En fin y sobre todo, no puedo dar lo
que hay de más íntimo en mí, como un regalo
a cualquiera que, del día a la mañana, me dirá
"devuélveme lo que te he dado". Los chicos
dicen muy justamente "dar es dar, retomar es
robar".
No tengo idea de ofrecer algo que no
abandono, u ofrecer algo sino para una
duración limitada en el tiempo, o condicionada
por los acontecimientos.
El amor espiritual, es el que quiere amar al
otro (a) por lo que es, y no por el placer que
me da. El don de los cuerpos, fuente de placer
5
y alegría, está sometido al amor espiritual. No
puedo darme a alguien que no me ama, o que
me ama como ensayo.
No es porque en el orden de la experiencia, la
unión de los cuerpos estará mal hacerlo, sino
porque el don de sí y el amor espiritual no
pueden satisfacerse.
Es un falso pretexto. El don de los cuerpos
puede a veces puede llevar años para
satisfacerse correctamente en una pareja. Es
raro que las primeras uniones sean un “logro”.
¿cómo la sexualidad se integra en la vida de
una pareja cristiana?
La sexualidad forma parte integrante de la
vida de una pareja, viene a profundizar la
unión de los corazones. Pero el don de los
cuerpos
debe
conservar
su
dimensión
espiritual que es querer darse al otro (a)
6
queriendo el placer para él o ella y no para sí.
Si el placer, un don de Dios, puede pervertirse
pronto, es que no se puede desligar fácilmente
del don propio. Es aquí donde hay que vivir
vigilante si se quiere disfrutar del otro(a).
La
sexualidad
se
ha
secado
por
una
mentalidad libertina que consiste en decir que
hay
que
liberarse.
Se
han
visto
las
consecuencias de esta liberalización de la
sexualidad pasando de la infidelidad a la
pornografía, y finalmente se la ha banalizado
hasta tal punto que tener una relación sexual
sin amor es hoy aceptada comúnmente.
Y luego está la dimensión de la apertura a la
vida, que es la clave del goce de la relación
cuando lleva su fruto, hay una sola carne:
nuestro hijo.
La fidelidad y la duración...se viene a veces a
preguntarse si existe todavía. ¿Cómo explicar
7
que tantas personas dejen morir su amor?
¿Es que eso viene justamente de una
concepción errónea de lo que es o debería
ser?
Es esta confusión entre el amor oblativo, el
don de sí, y el amor pasional donde está el
origen de tanto sufrimiento en las parejas,
incluidas las jóvenes.
Es lo que llamo el error de Narciso, es decir, el
error de aquel que quiere tomar lo que él ama.
Sólo queda un gusto de nostalgia que hace
decir a algunas parejas”tenemos todavía
momentos" y a la pareja de acogida “Tú y yo” :
"retoma cerca de mí tu aburrimiento, yo
tomaré tu soledad".
Narciso busca el complemento de la imagen
que percibe, pero se decepciona, pues no
puede tomar lo que busca. Si en la pareja hay
uno que da y otro que toma, no puede
funcionar. Pues hay uno que está insatisfecho,
8
y la insatisfacción crea angustia al no colmar
la sed absoluta.
La fidelidad y la duración en el amor son
pruebas que no escapan a nadie, y la única
solución es el movimiento del don, que es la
finalidad profunda que la hace plenitud en lo
que aspiramos.
Escrito de Juan Pablo II
Viernes, 19 Junio 2009 12:42
El Papa Juan Pablo II, dirigiéndose a los
jóvenes de Francia en los años 80, quería
revelarles el secreto de la felicidad
La felicidad de amar y de ser amado
Ahora bien, el amor es siempre actualidad
El amor es una decisión consciente
"Valéis... lo que vale vuestro corazón.
Toda la historia de la humanidad es la historia
de la necesidad de amar y de ser amado.
9
Este fin de siglo, sobre todo en las regiones de
evolución social acelerada, hace más difícil el
goce de una sana afectividad.
Por eso muchos jóvenes y menos jóvenes
buscan el ambiente de pequeños grupos, para
escapar al anonimato y a veces a la angustia,
para reencontrar su vocación profunda en la
relaciones interpersonales.
Si se mira la publicidad y se cree en ella,
habría que decir que es de continuo un doping
del corazón.
Importa en este campo ver claro. Sea cual sea
el uso que hacen los humanos, el corazón
(símbolo de la amistad y dela amor) tiene
también sus normas, su ética. Dar lugar al
corazón en la construcción armoniosa de
vuestra personalidad no tiene nada que ver
con la sensiblería, ni incluso la
sentimentalidad o sentimentalismo.
El corazón, es la apertura de todo el ser a la
10
existencia de los demás, la capacidad de
adivinarlos y comprenderlos. Una tal
sensibilidad, variada y profunda, se hace
vulnerable. Por eso algunos están tentados de
deshacerse endureciéndose.
Amar, es pues esencialmente darse a los
demás.
Lejos de ser una inclinación instintiva, el amor
es una decisión consciente de la voluntad de ir
hacia los demás. Para poder amar de verdad,
hay que deshacerse de las cosas y de sí, dar
gratuitamente. Amar hasta el fin. Esta
desposesión de sí abre a un camino feliz. Es
fuente de equilibrio. Es el secreto de la
felicidad.
No se puede amar “de prueba”
Jesús nos dice: "Felices los corazones puros".
Os lo habéis dicho a vosotros mismos: amarse
entre un hombre y una mujer, entre un joven y
una joven, es respetar al otro (a) en su cuerpo,
11
su corazón, su libertad; es recibirlo con
admiración como un don de Dios, es amarlo
diferente, con intención de hacer todo para
hacerse felices y mejores; es unirse para crear
una familia.
El otro debe ser amado por sí mismo, no como
un objeto de placer. Un tal amor se aprende
pacientemente; requiere sacrificios, está
hecho para durar.
En este punto de vista, decís, que algunos
están dudosos, quebrantados por las
costumbres de los jóvenes y de los adultos
que están a favor de la cohabitación juvenil y
del divorcio.
Comprendo que estén turbados. En tiempos
de Jesús, algunos pensaban también
aprovecharse de las concesiones que Moisés
concedió en materia de fidelidad a causa de la
12
dureza de los corazones. Pero Jesús recordó
el designio original de Dios:
Que el hombre no se separa de lo que
Dios ha unido."(Marc 10, 9)
Si Dios exige una fidelidad total, es que es
posible. Si Jesús ha hecho un sacramento, a
imagen de su amor indisoluble con la Iglesia,
es que su gracia nunca faltará.
El acto que une al hombre y a la mujer en una
sola carne es tan grande y tan fuerte que
expresa la alianza total de dos personas;
pierde su sentido fuera de esta alianza,
sellada en el sacramento.
Igualmente que no se puede vivir solamente
de ensayo o prueba, no se puede amar
verdaderamente como ensayo.
Sería confundir la experiencia prematura del
gozo con el don de sí en el amor lúcidamente
13
consentido para siempre. El problema es
prepararse para este don de sí, a nivel de
corazón y de voluntad.
Descargar