Santa Luisa una mujer audaz y creativa Monición: Hoy reflexionaremos en un aspecto de la vida de Luisa de Marillac, que nos ayudará a redescubrir en ella a la mujer que supo entregarlo todo porque se sentía elegida, llamada y enviada. “Y lo de Dios, no se puede callar”. Dice el P. Celestino Fernández en su escrito: “Esta mujer inquieta, vivaracha, atrevida, arriesgada no pone fronteras a su corazón. Sabe que los pobres mandan y que la apertura, la disponibilidad, la movilidad y la sensibilidad hacia todas las formas de pobreza, antiguas y nuevas, son el baremo de su fidelidad al plan de Dios.” Canto: Señor, toma mi vida nueva antes de que la espera desgaste años en mí. Estoy dispuesto a lo que quieras no importa lo que sea Tu llámame a servir Llévame donde los hombres necesiten tus palabras, necesiten, tus ganas de vivir. Donde falte la esperanza, donde falte la alegría, simplemente, por no saber de ti. SALMO Te doy, mi corazón sincero, para gritar sin miedo lo hermoso que es tu amor. Tendré mis manos sin cansancio, tu historia entre mis labios, y fuerza en la oración. Llévame donde los hombres... Y así, en marcha iré cantando, Por pueblos predicando tu grandeza Señor. Señor, tengo alma misionera, condúceme a la tierra, que tenga sed de Dios. 146: Coros Antífona: Alaben al Señor, que sana los corazones destrozados. Alaben al Señor, que la música es buena; nuestro Dios merece una alabanza armoniosa. El Señor reconstruye Jerusalén. Reúne a los deportados de Israel. Santa Luisa una mujer audaz y creativa Él sana los corazones destrozados, venda sus heridas. Cuenta el número de las estrellas, a cada una la llama por su nombre. Nuestro Señor es grande y poderoso, su sabiduría no tiene medida. El Señor sostiene a los humildes, humilla hasta el polvo a los malvados. Lectura Bíblica: (1º Corintos 9,16-19.22-23) Hermanos: El hecho de predicar no es para mí motivo de orgullo. No tengo más remedio y, ¡ay de mí si no anuncio el Evangelio! Si yo lo hiciera por mi propio gusto, eso mismo sería mi paga. Pero, si lo hago a pesar mío, es que me han encargado este oficio. Entonces, ¿cuál es la paga? Precisamente dar a conocer el Evangelio, anunciándolo de balde, sin usar el derecho que me da la predicación del Evangelio. Porque, siendo libre como soy, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más posibles. Me he hecho débil con los débiles, para ganar a los débiles, me he hecho todo a todos, para ganar, sea como sea, a algunos. Y hago todo esto por el Evangelio, para participar yo también de sus bienes. Para reflexionar El apóstol desea dejar en claro la pureza de su mensaje, que no está vendido a ningún “cliente” ni moldeado por ningún interés personal. Esta libertad en Cristo, le permite al apóstol ser un servidor de los demás. San Pablo vive tan profundamente el misterio de Cristo que no puede callarlo. El dedicarse a predicarlo, es el propio premio por el convencimiento y persuasión de que esa actividad, es la mejor a que puede dedicarse el hombre, a imitación del propio Señor. Es el servicio a la continuación de lo que Jesús hizo en su vida. Para ello, es condición imprescindible, estar traspasado del Señor y de su escala de valores. Canto: Luisa es nuestra Madre, Luisa nos ama, Luisa da testimonio con su entrega. Santa Luisa una mujer audaz y creativa Guía: Interioricemos como Luisa se deja interpelar de la Palabra del Señor y busca con creatividad y audacia servirle en nuestros hermanos los pobres. Conferencia 118 (3-7-1660) Sobre las virtudes de Santa Luisa de Marillac “Sentía un gran cariño a los pobres y le gustaba mucho servirles. Yo la vi recoger a los pobres que salían de la cárcel, les lavaba los pies, les curaba y les vestía con ropas de su hijo…Siempre nos recomendaba que tuviéramos mucho cuidado de los pobres.” Canto: Luisa es nuestra Madre, Luisa nos ama, Luisa da testimonio con su entrega. De los escritos de Santa Luisa de Marillac, carta 578 a Sor Bárbara Angiboust “…decirles no teman las apariencias de enfermedades peligrosas, porque se dan en todas partes lo mismo que ahí. Es verdad que en París han muerto muchas personas de repente, y siguen muriendo; son avisos para que estemos dispuestas cuando plazca a Dios llamarnos, y para que tomemos precauciones antes de ir a ver a los enfermos. Me dan un gran consuelo al decirme no quieren abandonarlos y que esos señores y señoreas están en la misma disposición; confío en que ningún mal les ha de ocurrir…· Para discernir ¿Qué aspectos de mi anuncio del Reino, me invita a revisar los textos de hoy? ¿Qué obstáculos me impiden ir más allá? Canto Luisa es nuestra Madre, Luisa nos ama, Luisa da testimonio con su entrega Santa Luisa una mujer audaz y creativa ORACIÓN Señor, deseo alabarte, bendecirte y darte gracias con todo el corazón por esta tu Palabra, escrita para mí, hoy, pronunciada por tu Amor por mí, porque Tú me amas verdaderamente. Gracias, porque has venido, has bajado, has entrado en mi casa y me has alcanzado precisamente allí donde estaba enfermo, donde me quemaba una fiebre enemiga; has llegado allí donde yo estaba lejano y solo. Y me has abrazado. Me has tomado de la mano y me has levantado, devolviéndome la vida plena y verdadera que viene de Ti, la que se vive junto a Ti. Por ahora soy feliz, Señor mío. Gracias porque has atravesado mi obscuridad, has vencido la noche con tu potente oración, solitaria, amorosa; has hecho resplandecer tu luz en mi, en mis ojos y ahora yo también veo de nuevo, estoy iluminado por dentro. También yo rezo contigo y también crezco gracias a esta oración que hemos hecho juntos. Señor, gracias porque me lanzas hacia los otros, hacia mundos nuevos, fuera de las puertas de la casa. Yo no soy del mundo, lo sé, pero estoy y quedo dentro del mundo, para continuar amándolo y evangelizándolo. Señor, tu Palabra puede hacer el mundo más bello. Gracias, Señor. Digámosle hoy al Señor: …Envíame Señor, más allá de mis fronteras