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LECCIÓN 5
23 AL 30 DE OCTUBRE
UNA FIESTA SORPRESA
Sábado 23 de octubre
Frente al temor
INTRODUCCIÓN
Dan. 5:3, 4, 8, 9, 21-23
Cuando participé de mi paseo de graduandos al Estado de Florida, decidimos dar
un paseo en canoa. Se me hizo algo suficientemente inocente hasta que llegamos a la
caleta. La caleta tenía bastante luz solar y lo que parecían un enjambre de cocodrilos.
Quedé paralizada de temor. Sin poder siquiera respirar, mucho menos pensar coherentemente, simplemente me sentí perdida. Entonces, desde atrás, mi compañero de canoa me dio instrucciones que me brindaron seguridad:
—Está bien, Gina. Saldremos bien de aquí, sólo necesito que remes conmigo.
Todo estará bien.
A medida que escuchaba y obedecía las instrucciones de mi compañero, lentamente recuperé el control de mi mente y mi cuerpo. Salimos del área de peligro y pasamos por la ruta que habíamos planeado.
El temor. Nos llega en todas formas, colores y sabores; aparece en los lugares más
peculiares y en la mayoría de las ocasiones, lo intensifica algún elemento de sorpresa.
Aunque no hay dos personas que experimenten sus causas y efectos de la misma manera, la verdad es que el temor es como una plaga en nuestros corazones. El miedo
nos puede paralizar con pensamientos de ansiedad frente a las expectativas de lo que
depara el futuro. Tememos no estar preparados, no tener éxito, ser indeseados, que no
se nos necesite, que no nos amen. Por lo tanto, ¿qué debemos hacer cuando enfrentamos algún temor?
La obediencia, es la única respuesta. Una obediencia estricta a la Palabra de Dios
evitará que nos coman vivos nuestros temores. En la historia de esta semana, el mismo
evento que produjo temor en el corazón de un monarca desobediente, produjo seguridad de la gracia de Dios en el corazón de Daniel. Daniel observó con alegría y comprendió el mensaje de la mano del Señor que escribió sobre la pared. Para él, fue otra
oportunidad de comprobar cuán confiable es la Palabra de Dios. Por otro lado,
Belsasar hundido en desobediencia, vio la mano “y sus rodillas se batían una contra la
otra” (Dan. 5:6) en temor.
Obediencia no significa una adherencia legalista a las leyes, mecánicas y bi-dimensionales de Dios. Es entrega de nuestra voluntad a la del Señor. Es como si dijera:
“Sé que me amas y siempre procuras lo mejor para mí. Por lo tanto, haré lo que me
pides, confiando que te harás cargo de todas mis necesidades”. Cada vez que permitimos que nuestros propios pensamientos reemplacen los pensamientos de Dios, nos
colocamos fuera de su alcance. Belsasar sentía que era superior a Dios, por lo tanto,
ya no estaba bajo sus alas de refugio, y el resultado natural de esta desobediencia fue
ser derrocado por otra nación.
“Fíate del Eterno de todo tu corazón, y no te apoyes en tu prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas”
(Prov. 3:5-6).
Gina Dawn Jacob, Lincoln, Nebraska
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El escándalo de Watergate
y el fin del mundo
Domingo 24 de octubre
LOGOS
Daniel 5
Un choque de civilizaciones y valores (Dan. 5:1-17)
El marco de referencia para este capítulo es crucial para apreciar completamente
el mensaje que contiene. La ciudad de Babilonia, un centro de estudios y poderío político, se destacaba por su riqueza y extravagancia, además de ser una de las ciudades
mejor fortificadas del mundo antiguo. Su sistema complejo de muros la hacía inexpugnable a una acometida del exterior. El río Éufrates, que fluía por el centro de la ciudad,
proveía a los residentes con un suministro de agua para beber y riego. “Con tierra aluvial y un clima maravilloso, los huertos producían tres cosechas al año”.* Cualquier
intento de sitiar la ciudad sería un ejercicio inútil. Con razón encontramos una actitud
de desafío arrogante y hasta de festividad y desenfreno irresponsable a pesar de la presencia ominosa de los ejércitos persas que se congregaban afuera de los muros de la
ciudad (Dan. 5:30, 31).
Belsasar, un epítome de poderío, prestigio y orgullo, permanece tranquilo, bebiendo vino de una de las copas tomadas del templo de Salomón. Daniel, por otro lado,
languidece en el olvido, incapaz de prevenir la profanación de los vasos sagrados del
templo ni de emitir una palabra de protesta. De repente, aparece la mano que altera el
futuro, escribiendo un mensaje que lo cambia todo. Toda la sabiduría de Babilonia es
insuficiente para comprender la comunicación del cielo. Ni siquiera todos los regalos
que Belsasar ofrece son suficientes. El hecho de que Daniel los rechazara enfatiza la
verdad que las cosas más importantes de la vida no se pueden comprar ni vender
(Hechos 8:18-20).
Un vistazo al fin del mundo (Dan. 5:24-31)
A pesar de todas las defensas de Babilonia, las tropas de Ciro, conducidas por
Darío el Medo, ejecutaron la primera operación “watergate”. Desvían las aguas del
Éufrates, penetran la ciudad y matan a Belsasar. ¿Se podría haber evitado? ¿O será que
Babilonia fue condenada por decreto? ¿Sería el rey un simple peón en el esquema cósmico de las cosas? Según Jeremías, Babilonia pudo haber sanado; pero en vez de esto,
su culpa “ha llegado hasta el cielo” (Jer. 51:9). Belsasar no supo leer la escritura en la
pared. Su juicio fue resumido en escasas cuatro palabras: Mene, Mene, Tekel, y Parsin
(una forma plural de “Peres” mencionado en el versículo 28). Por ellas mismas, las palabras tienen poco sentido aún si las hubiera podido leer: “número, número, peso, divide”.
También es posible que cada uno de los dedos haya escrito simultáneamente una
de las palabras en dirección vertical en vez de horizontal. En tal caso, las letras habrían estado mezcladas. Sólo Daniel puede leer y explicar su significado. Los días de
Babilonia están contados y en realidad, ya terminaron, Belsasar es hallado falto, y su
reino dividido es entregado a los medos y los persas.
En el libro del Apocalipsis, se describe la caída de Babilonia como algo simbólico
del fin de la historia de este mundo. Aparentemente, el mismo espíritu de suficiencia y
de invulnerabilidad prevalecerá (Apoc. 18: 7, 8, 10- 12). Y así como el juicio contra
Babilonia se desencadenó por usar en forma desafiante artículos sagrados, de igual
manera, el problema principal en el fin de tiempo girará en torno a que la humanidad
desprecia aquello que Dios separó como santo. Como en el caso de Daniel, se levantarán voces llamando a las personas a adorar al Creador en su santo día (14:6, 7). Y
como lo fue en aquel tiempo, seguirá siendo: “Cuando digan: ‘¡Paz y seguridad!’, entonces vendrá sobre ellos repentina destrucción, como los dolores a la mujer encinta,
y no escaparán” (1Tes. 5:3).
PARA COMENTAR
El juicio de Dios y la responsabilidad personal (Dan. 5:18-23)
Si Babilonia alguna vez necesitó a una persona con mente despejada y juicio claro, fue en esta fatídica noche. Los monarcas sabios aprenden de la historia de sus predecesores. Pero Belsasar no aprendió nada de la experiencia de Nabucodonosor. Es
más, parecía no tener conocimiento alguno de ello y pretendía saber poco y nada de
Daniel (Dan. 5:13,14).
La verdad es muy diferente, sin embargo, como Daniel deja en claro en su discurso ante el rey. Los puntos sobresalientes del discurso son: primero, el poder de
Babilonia no es resultado de sus propias fuerzas sino que le es dado por el Dios de las
Alturas; segundo, fue el orgullo de Nabucodonosor y su continua negación a reconocer este hecho lo que hizo que Dios lo humillara y le quitara su poder real (4:30); y finalmente, Daniel afirma que Belsasar sabe de estas cosas y sin temor señala su culpa.
No sólo dejó de honrar al único Dios que tiene verdadero poder sobre su vida, sino
que lo insultó y desafió. Al levantar la copa de oro en alabanza de los dioses de
Babilonia, Belsasar realmente se levantaba a sí mismo contra el Dios del cielo (5:23).
Por otro lado, a pesar de la posición y poder de Belsasar, igual que Nabucodonosor
antes que él, carece totalmente del poder para burlar los juicios de Dios.
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1. ¿Por qué no se le dio a Belsasar la misma oportunidad para arrepentirse que se le
dio a Nabucodonosor?
2. Aunque la administración financiera sabia es prudente y bíblica, ¿cómo se relaciona el énfasis actual en cuentas bancarias, planeación para la jubilación y la adquisición de riquezas con la dependencia de Dios?
3. ¿De qué manera puede una actitud arrogante de la vida reducir nuestra apreciación por aquellas cosas que Dios separó como santas?
4. ¿Cómo puede la necesidad psicológica de tener el control de nuestras propias vidas, hacernos desafiantes a la dirección de Dios?
*Roy Allan Anderson, Unfolding Daniel’s Prophecies (Mountain View: Pacific Press Pub. Assn., 1975), p. 78.
Clint Wahlen, Silang, Cavite, Filipinas
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Lunes 25 de octubre
Martes 26 de octubre
La fiesta de las fiestas
En la luz
TESTIMONIO
Prov. 3:5, 6
EVIDENCIA
Daniel 5
Elena de White hace algunos comentarios acerca de los errores de Belsasar. “Era
culpable porque tuvo el privilegio de conocer y hacer el bien y de guiar a otros por el
camino, sin embargo, se negó a cumplir con la luz que permitió que brillara en su camino”.1 Elena de White advierte acerca del peligro de ignorar las evidencias de la verdad. Las invitaciones de Dios dejarán de impresionar al que se niegue a caminar en su
luz. Pero, la invitación de Dios no cambia, “La luz es tan brillante cuando finalmente
se la rehúsa, como cuando por primera vez iluminó el alma”.2
Cuando decidimos caminar en la luz de Dios, descubrimos que nos capacita para
realizar su obra por medio de los talentos. Estas cualidades singulares, conferidas por
Dios, son un apoyo a su plan divino. Podemos confiar en la obra de Dios realizada
por nosotros porque “Cualquier cosa que debe hacerse por orden suya, puede llevarse
a cabo con su fuerza. Todos sus mandatos son habilitaciones”.3
“Pero muchos cristianos están esperando que se les presente alguna gran obra que
hacer. A causa de que no pueden hallar un lugar suficientemente grande para satisfacer su ambición, dejan de realizar con fidelidad los deberes comunes de la vida. Estos
parecen carecer de interés para ellos. Día tras día dejan escurrir las oportunidades que
se les presentan de demostrar su fidelidad a Dios. Mientras están esperando una obra
grande, la vida se pasa, sus propósitos quedan sin cumplirse, y su obra sin realizarse”.4
“Por pequeño que sea vuestro talento, Dios tiene un lugar para él. Ese solo talento, sabiamente usado, realizará la obra que le fue asignada. Mediante la fidelidad en
los pequeños deberes, hemos de trabajar según el plan de adición, y Dios obrará en
nuestro favor según el plan de multiplicación. Estas cosas pequeñas llegarán a ser las
más preciosas influencias en su obra”.5
Busca maneras de hacer que las cosas pequeñas cuenten. Confía gozosamente en
que Dios, en su poder divino, está obrando. Confía en su amor y sus promesas, arrebata las oportunidades de compartir a nuestro Dios. “Recordad que nunca alcanzaréis
una norma más elevada que la que vosotros mismos os fijéis. Proponeos, pues, un
blanco alto, y ascended todo el largo de la escalera del progreso paso a paso, aunque
represente penoso esfuerzo, abnegación y sacrificio. Que nada os estorbe. El destino
no ha tejido sus redes alrededor de ningún ser humano tan firmemente que éste tenga
que permanecer impotente y en la incertidumbre. Las circunstancias adversas deberían
crear una firme determinación de vencerlas. El quebrantar una barrera dará mayor habilidad y valor para seguir adelante. Avanzad con determinación en la debida dirección, y las circunstancias serán vuestros ayudadores, no vuestros obstáculos”.6
Era un momento extraño para hacer una fiesta. Nabonido, el padre de Belsasar
acababa de ser derrotado, dos días antes, por los ejércitos de Ciro y su ejército persa en
Opis, una ciudad cerca del río Tigris. A decir verdad, todo el territorio había sido conquistado. Completamente rodeada por las fuerzas del enemigo, Babilonia estaba sola.
Pero Belsasar se sentía seguro. No había otra ciudad más hermosa ni más fuerte
que Babilonia. La ciudad tenía un sistema de muros interiores y exteriores con una fosa entremedio. Según Herodoto, Babilonia era de 22.5 kms cuadrados con muros exteriores que medían 26.5 mt de ancho y 106.7 mt de alto. Se podía correr carreras con
tres carros de guerra a lo ancho sobre el muro. Hoy se cree que el muro exterior tenía
poco más de 27 km de circunferencia y no medía más de 30.5 mt de altura. De cualquier manera, los eruditos creen que la “magnificencia de la ciudad no estaba seriamente exagerada”.1
Aunque fuera de la ciudad pudieron haber escaseado los alimentos, dentro de la
ciudad, el rey y los residentes disfrutaban una abundancia de alimentos y agua, suministrada por el gran Río Éufrates, que corría por el centro de la ciudad.
Así fue como a la luz de una luna llena, el 12 de octubre de 539 a. C., 1,000 invitados especiales, junto con las esposas y concubinas del rey, se dirigieron hacia la sala
de banquetes, anticipando la opulenta fiesta con toda la cerveza y el vino que se les
serviría. Los babilonios eran famosos por su cerveza. Se han hallado algunas tabletas
de arcilla donde se describe el procedimiento seguido para elaborar la cerveza.2
Cuando comenzó a fluir la cerveza y el vino, Belsasar elevó su copa brindis tras
brindis en honor a los múltiples dioses de Babilonia. Embriagado de pasión irrazonable y sediento de victorias futuras, el rey ordenó que el botín del pasado fuera traído.
Los sirvientes corrieron a la tesorería donde se guardaban las vasijas del templo de
Jerusalén desde los días del rey Nabucodonosor. Levantando en alto las copas de oro sagradas, y luego distribuyéndolas por el salón del banquete, Belsasar animó a sus invitados
a degustar la victoria. De acuerdo con el erudito bíblico renombrado, John F. Walvoord,
“este sacrilegio fue un gesto religioso intencional en honor a los dioses de Babilonia”.3
Sentirse seguro en su aparentemente impenetrable ciudad y alabando a sus “dioses de oro y de plata, de bronce y de hierro, de madera y de piedra” (Dan. 5:4),
Belsasar no sabía que el enemigo había encontrado el único punto débil y la fiesta ya
había terminado.
1. The Signs of the Times, julio 20, 1891.
2. Hijos e hijas de Dios, p. 184.
3. Palabras de vida del gran Maestro, p. 268.
4. Ibíd., p. 294.
5. Ibíd.
6. Ibíd., pp. 266, 267.
1. John F. Walvoord, Daniel: The Key To Prophetic Revelation (Chicago: Moody Press, 1971), p. 119.
2. William H. Shea, The Abundant Life Bible Amplifier: Daniel 1–7 (Nampa, Idaho: Pacific Press Pub. Assn.,
1996), p. 85.
3. Walvoord, ibid., p. 118.
Ashley Bohlender, Loveland, Colorado
Gina Devine Wahlen, Silang, Cavite, Filipinas
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Cómo leer la escritura
sobre el muro
Miércoles 27 de octubre
Jueves 28 de octubre
Malas noticias
CÓMO HACERLO
Dan. 5:3, 4, 8, 9, 21-23
OPINIÓN
Daniel 5
¿Cómo reconocer que Dios te está enviando un mensaje?
Belsasar vivió una vida de ofensas a Dios y no comprendió el mensaje divino,
aunque fue escrito visiblemente en la pared. Dice Elena de White, “Belsasar no había
leído correctamente lo experimentado por su abuelo, ni prestado atención a las advertencias que le daban acontecimientos tan significativos para él mismo. Se le había
concedido la oportunidad de conocer al verdadero Dios y de obedecerle, pero no le
había prestado atención”.*
Aunque rara vez escuchamos una voz de truenos desde la montaña ni vemos
mensajes misteriosos escritos a mano en nuestras paredes, Dios de igual manera se comunica con nosotros por medio de la impresión causada por su Palabra en nuestras
mentes y corazones.
Para aquellos que buscan una conexión más estrecha con Dios, la historia de
Belsasar claramente señala varios errores:
1. No bebas de las copas sagradas de Dios. Belsasar desafió irresponsablemente a
Dios faltándole respeto a aquello que Dios había apartado como sagrado. Podemos
cometer el mismo error cuando pisoteamos la santidad del matrimonio (Heb. 13:4),
permitimos que nuestros cuerpos decaigan de salud o pureza (1 Cor. 3:16, 17), o ignoramos sus mandamientos sagrados (Éxo. 20:1-17).
2. No alabes a los dioses de oro, plata, bronce, madera y piedra. Así como
Belsasar se negó a reconocer la soberanía de Dios, también podemos mirar a los dioses falsos en busca de significado y dirección para nuestras vidas. Esto sucede cuando
permitimos que las posesiones, el orgullo, la carrera y aún las relaciones adquieran
más valor que obedecer la voluntad de Dios (Mat. 6:33).
3. Negarse a aprender de los errores, experiencias y sabiduría de sus antepasados. Aunque Belsasar observó los errores de Nabucodonosor y su reconocimiento de
Dios, insistió en experimentar la gloria real para sí mismo. Nosotros también podemos
negarnos a aprender lecciones de aquellos que vivieron antes que nosotros y pensar
que nuestros caminos son mejores (Prov. 8:10, 11).
4. Nunca reconocer nuestros errores ni pedir el perdón de Dios. La capacidad de
Dios para perdonar y restaurar es más grande de lo que podemos comprender (Juan
3:16, 17). Aunque desea borrar nuestras ofensas y llamarnos sus hijos, debemos estar
dispuestos a pedírselo. Como lo vemos en la vida rebelde de Belsasar, la gracia de
Dios abunda sólo con aquellos que están dispuestos a aceptarla.
Si quieres leer la escritura sobre la pared, simplemente abre tu corazón a la dirección de Dios. A medida que te acerques a él, su mensaje se hará cada vez más claro.
Hace varios años ofrecí asistencia médica en un orfelinato pequeño en Bolivia.
Era la encargada de la atención de salud para los muchachos. Personas de una aldea
aledaña también me traían sus problemas de salud. Administraba inyecciones, limpiaba cortadas y rasguños. No había visto nada verdaderamente interesante hasta la época de Navidad.
Un niño llegó a mi consultorio gritando algo de su abuelita que se moría. Tomé
mi maletín de primeros auxilios y salí corriendo hacia la aldea. Supe de inmediato la
casa donde estaba la enferma debido al sonido inconfundible de los lamentos relacionados con la muerte que salían de una choza. Adentro, metidos en una habitación pequeña había como unas 20 personas y parecía que todos gritaban.
La abuelita, acostada sobre un petate, no respiraba. Le di respiración artificial durante unos diez minutos. Parecía que nada funcionaba y sabía que no había esperanza. Traté de comunicarle esto a las personas, pero me rogaban que siguiera
intentando. Seguí intentando cinco minutos más pero finalmente tuve que parar, cerrarle los ojos y tomarla de la mano mientras fallecía.
Cuando vieron que ya no podía hacer nada más, la familia comenzó a gemir. El
ruido era ensordecedor. Fue una de las experiencias más difíciles que he tenido que
vivir. La gente sabía que la abuela había muerto y la misionera no pudo hacer nada al
respecto. Me sentí como una inútil y temía que me odiaran.
Daniel estaba en una posición peor que la mía. Tenía que decirle al rey de la nación, en su propia cara, que estaba perdido. La turba estaba ebria y Daniel tenía malas
noticias que darles. Lo que más me sorprende es que cuando Daniel se lo dijo al rey,
Belsasar le regaló una túnica púrpura y una cadena de oro. Aunque esta historia no
tiene un final feliz para Belsasar, Daniel fue fiel a Dios y fue recompensado.
PARA COMENTAR
1. ¿De qué manera el resultado de esta historia afecta mi disposición a seguir a Dios,
aún cuando la situación sea espantosa?
2. ¿Cómo podemos sobreponernos a la timidez para hacerle frente a la arrogancia,
como lo hizo Daniel tan valientemente ante Belsasar?
3. ¿Cómo pudo Belsasar ser tan falto de humildad después de tener el ejemplo de su
abuelo Nabucodonosor? ¿De qué manera afecta nuestras vidas hoy?
* Profetas y reyes, pág. 389.
Laura Rumsey, Lincoln, Nebraska
Wendy Voth, Lincoln, Nebraska
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Viernes 29 de octubre
Lecciones de una fiesta
EXPLORACIÓN
Dan. 5:3-6
PARA CONCLUIR
La única vez que se menciona a Belsasar en el registro bíblico es para mostrar a
un monarca con valores espirituales falsos y un imperio en decadencia. Su vida se
contrasta con el carácter estelar del profeta Daniel, cuya fe en Dios y valor frente al
rey resultan en una recompensa. La desobediencia de Belsasar precede a su caída. Sus
abusos y sentimiento de invulnerabilidad contribuyeron a la caída de Babilonia. Se negó a apreciar los privilegios y oportunidades que se le habían dado y esta negación resultó en una vida desperdiciada y una muerte prematura. Belsasar mismo fue su peor
enemigo. Estaba demasiado lejos de Dios para discernir el mensaje de Dios; sin embargo, con la ayuda de Daniel, la escritura en la pared quedó muy clara.
CONSIDERA
• Dibujar las palabras de Dios a Belsasar en la fiesta. Dibújalas como si estuvieran
talladas en un muro, ya sea en el idioma de los medos o en tu propio idioma.
• Calcular el costo actual de las copas de oro y plata. Al hacerlo, considera que fueron 500 copas de plata y 500 de oro.
• Investigar y conseguir información acerca de la hermosura e invulnerabilidad de
Babilonia durante el tiempo de Belsasar.
• Con un amigo o amiga llevar a cabo la conversación registrada en Daniel 5:13-24.
• Buscar sitios en internet donde se hable de la Babilonia antigua. Piensa en la manera que estos sitios contribuyen a una mayor comprensión de la vida y los tiempos de Daniel y Belsasar.
• Piensa en cualquier dios que puedas estar honrando en vez del Dios verdadero.
¿En qué manera puede esta adoración contribuir a la caída de tus valores personales?
• Entrevistar a otros miembros de iglesia quienes han vivido tiempos difíciles pero se
mantuvieron fieles a Dios.
LEE
• Profetas y reyes, capítulo 43.
Philip Williams, Huntsville, Alabama
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