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ISLAMISMO
SUMARIO: I. Sumisión a Dios - II. Meditación del Corán III. Solidaridad con la comunidad de creyentes
I. Sumisión a Dios
La espiritualidad del musulmán consiste ante todo en vivir totalmente su sumisión a Dios, y esto en
todas las dimensiones de su ser personal y social, realizando así el monoteísmo antiguo y primordial
revelado por Dios a Abrahán, "el amigo de Dios", el primer "sometido" (muslim) de la historia al que
luego imitaron en su islam José y todos los profetas, incluidos Jesús y sus discípulos). Este monoteísmo
abrahámico había sido cambiado o traicionado por los hebreos y los cristianos; pero fue luego
restituido a la pureza de sus orígenes y a la simplicidad de sus principios fundamentales por Mahoma,
reformador y reconstructor de la religión pura; se trata de un monoteísmo "de naturaleza pura", el de
los Hanif, que es propuesto como modelo perfecto a todos los hombres. "En verdad, la religión ante
Dios es el Islam, y aquellos a los que se había dado el Libro se vieron desgarrados por cismas sólo
después de que les vino la ciencia, por envidias surgidas entre ellos" .En efecto, Dios "os ha prescrito
aquella religión que había recomendado antes a Noé y que te reveló a ti, y que recomendó
también a Abrahán, a Moisés y a Jesús diciendo: `Observad la religión y no os dividáis en sectas' "
De este modo la religión musulmana no es innovadora, sino renovadora, ya que devuelve al hombre
a la fidelidad debida a este "pacto primordial" de la preeternidad de que habla el Corán: "Cuando
tu Señor sacó de los lomos de los hijos de Adán a todos sus descendientes y les hizo testimoniar
contra ellos mismos: `¿No soy yo —les preguntó— vuestro Señor?'. Y ellos respondieron: '¡Sí, lo
atestiguamos!"' (7,172). Esta es la respuesta justa del hombre, sintetizada en la palabra islam, que
significa "sumisión", o sea, abandono, confianza y obediencia incondicionada. Aslama (forma
verbal), antes de significar "abrazar la religión de Mahoma" significa "darse totalmente a Dios" con
espíritu de gratitud, como dijo Mahoma a los que discutían con él: "Me he dado por entero (o sea,
me he sometido, aslamtu) a Dios, yo y el que me siga" (3,20).
El estado de ánimo que corresponde a este compromiso espiritual se llama abandono (tawakkul): el
creyente confía sus propios asuntos al mejor de sus apoyos, o sea a Dios, "que es suficiente
procurador", ya que "nos basta Dios, que es buen procurador" (3,173), y con las palabras mismas del
Corán dice: "Mi éxito no depende más que de Dios; en él he confiado, a él acudo esperanzado"
(11,88). Uno de los noventa y nueve "hermosos nombres" de Dios se refiere al acto mismo de fe: Dios
es mu'min (59,23), el que "pone en seguridad" ('amn) al creyente (mu'min), que sólo en Dios
encuentra su seguridad. Como dice al-Kalábádhi (t 999), "este abandono supone tres grados. El
primero, que menciona el Corán, consiste en la confianza que se pone en el `procurador divino'. El
segundo es más fuerte: el comportamiento con Dios altísimo es parecido a la actitud del niño con su
madre; el que está en el segundo grado se abandona por completo y no será capaz de dar
explicaciones a las palabras ni de hacer un análisis mental, pues de lo contrario perdería su estado
de abandono. El tercer grado es el más elevado: consiste en estar en las manos de Dios altísimo,
tanto en el movimiento como en el descanso, lo mismo que el cadáver en manos del que lava los
muertos". Para llegar al primer grado y seguir luego hasta el tercero de este islam-abandono, el
creyente recibe la ayuda de Dios mismo, que le da su palabra (el Corán), su profeta (Mahoma) y su
comunidad (la umma musulmana): tres "viáticos" que se proponen a la meditación, a la imitación o
a la exhortación.
II. Meditación del Corán
Redactado en lengua árabe "clara", el Corán (Qur'ón, recitación) es muy bello en su forma, eficaz y
concisa, y en la armonía de sus rimas y asonancias. Salmodiado por expertos y repetido por cada
creyente, revela una sonoridad perfecta y un valor musical único; por eso ejerce una fascinación
irresistible para el oyente árabe y constituye la única prueba de credibilidad del Islam, ya que no es
humanamente posible combinar la elocuencia del Corán con su composición: "Di: `Aunque se
reuniesen los hombres y los ginn para producir un Corán como éste, no lo lograrían, por más que se
ayudasen unos a otros"' (17,88). Puesto que ha sido "revelado" (dictado por Dios) y no sólo "inspirado"
(Dios autor único), el Corán participa del carácter increado de la misma Palabra divina, dado que
la "tabla preservada" (Lauh ma/tfüz) en Dios es su arquetipo incorruptible. Palabra eterna que es
propuesta en el "tiempo" de los hombres, el Corán tiene para los musulmanes el mismo valor que
Cristo para los cristianos.
Aprendido de memoria por todos en la única lengua litúrgica musulmana (la lengua árabe), el
Corán es objeto de veneración y de meditación: "Este es el Libro exento de dudas, dado como guía
a los que temen a Dios, los cuales creen en el Invisible.., y en lo que se te ha revelado a ti y en lo que
se reveló antes de ti y están seguros del mundo del más allá" (2,2-4). Como dice Al-Ghazáli (+ 1111),
"el Corán se recita con la lengua, se escribe en volúmenes, se guarda en los corazones. A pesar de
ello es eterno, subsistente en la esencia de Dios excelso, no sujeto a división ni separación por
transferirlo a los corazones o al papel". Por eso el Libro es recibido, meditado y casi saboreado por el
creyente mediante una lectura literal que aprovecha hasta el máximo todas las posibilidades
filológicas del texto antes de pasar a los "significados" religiosos, jurídicos, filosóficos y teológicos.
III Solidaridad con la comunidad de creyentes
Conscientes de pertenecer a "la mejor comunidad que jamás se ha suscitado entre los hombres"—
porque dice Dios en el Corán: "Hemos hecho de vosotros una comunidad que sigue el camino
medio, para que seáis testigos ante todos los hombres y el mensajero de Dios sea testigo ante
vosotros" (2,143), los musulmanes recuerdan siempre aquella recomendación divina: "Asíos todos
juntos a la cuerda de Dios y no os disperséis" (3,103). ¿No dice quizá un hadith que "todos los
creyentes son hermanos"? En efecto, Mahoma habría dicho también: "Ninguno de vosotros será
verdaderamente creyente hasta que no quiera para su hermano lo que quiere para sí mismo",
añadiendo "No seáis celosos, no ofrezcáis mayor precio sobre la venta de los unos y de los otros, no
os odiéis, no os volváis mutuamente las espaldas, no vendáis a costa de la venta de otro; estad
unidos como hermanos. El musulmán es hermano del musulmán; no lo oprime, no lo abandona, no
le dice mentiras, no lo desprecia. Todo en el musulmán es sagrado para otro musulmán: su sangre,
su hacienda, su honor".
Comunidad estrechamente unida e integrada en sus instituciones religiosas, sociales y políticas, la
Umma de los musulmanes representa la "morada de la sumisión" (Dár-al-Islam) y la "de la paz" (Dáral-Samm), ya que en ella los derechos de Dios son promovidos por todos. Dios la exige
expresamente: "De vosotros se forme una comunidad de hombres que invitan al bien, ordenan las
acciones recomendables y prohiben las reprobables" (3,104). Responsables unos de otros, los
musulmanes se sienten entonces llamados a intervenir continuamente para que se les facilite todo a
los creyentes en su sumisión a Dios. Recomendar el bien y evitar el mal constituye, por tanto, un
deber de corrección fraterna que corresponde a todos y que es descrito por el profeta en términos
muy claros: "El que de vosotros vea una cosa reprobable, la corrija con su mano; si no puede, con su
lengua; si no puede, con su corazón: es lo mínimo que puede exigir la fe". Así crece y se manifiesta el
"consentimiento de la comunidad" (igmd'), que resulta igualmente normativo para el pensamiento y
el comportamiento de todos, dado que Mahoma dijo: "Mi comunidad no estará nunca de acuerdo
sobre un error". Y Ghazáli subraya que "es obligación de todo musulmán comenzar por mejorarse a sí
mismo, cumpliendo puntualmente los preceptos religiosos y absteniéndose de las cosas prohibidas.
Luego enseñará esto a la gente de su casa y pasará a sus vecinos; luego a la gente de su ciudad;
luego a la del campo de alrededor..., hasta los confines del mundo".
JUDAÍSMO
1. Orígenes Desde Abraham y Moisés hasta los primeros tiempos del cristianismo, una serie de
acontecimientos influyeron profundamente en la evolución del judaísmo. En el año 70 de
nuestra era, los romanos, que dominaban Israel, destruyeron su Templo y los judíos, sin tierra,
sin patria y sin Templo, se dispersaron por todo el mundo conocido. En ese momento adquiere
una gran importancia el judaísmo rabínico, centrado en la figura del rabino, maestro de la
Ley y responsable de la sinagoga, su centro aglutinado.
2. La más antigua religión monoteísta es decir, creyente en un solo Dios omnisciente,
omnipotente y providente. Como religión, el judaísmo se fundamenta en su fe en un solo Dios,
el Dios de Abraham, padre de los judíos. Lo que le diferencia al judaísmo de otras religiones
monoteístas ,radica en que en un mismo concepto convergen no solo la religión judía, sino
también el judaísmo como pueblo o nación, y aun como tradición, cultura, o etnia todos ellos
independientes entre si, e inseparables para la correcta comprensión de esta religión.
3. Corrientes del Judaismo El judaísmo ortodoxo presenta la religión como una unidad, sin
corrientes alternas, y como un estilo de vida regido por la Ley Suprema. Afirma que la la
festividad de pésaj , el shabat (sábado) y todos los preceptos de la Torá (tanto la parte
escrita como la parte oral) que conforman el comportamiento del judío fueron entregadas
por Yahvé mismo a Moisés hace unos 3.300 años. Moisés a su vez enseñó estas leyes a todo el
pueblo israelita, que como una sola entidad aceptó cumplirlas antes de saber en qué
consisten o el porqué de cada una de ellas, con una disposición única de entidad indivisible.
4. El judaísmo masortí o tradicionalista (del hebreo masóret , tradición"). Formado en
Estados Unidos a través de la fusión de dos grupos distintos: judíos reformados que se oponían
al rechazo de la ley judía, y judíos ortodoxos que se habían alejado de la ley oral. Enfatizan
que los judíos constituyen una nación, de la misma manera que una religión y su observancia
de la ley es limitada. Los conservadores no siguen la ley judía en su totalidad, sino que se
inclinan hacia una libre interpretación, no siempre basada en la tradición de los sabios
Judaísmo Conservador Los judíos seculares son aquellos que pertenecen al pueblo judío por
ascendencia familiar El judaísmo humanista secular es una corriente que ve al hombre como
centro del mundo y de la vida judía, a diferencia de las otras corrientes que subrayan la
centralidad de Dios. Para los judíos humanistas seculares la religión y sus leyes no
necesariamente deben regir el comportamiento del individuo. Esta corriente destaca los
valores humanistas universales Judaísmo Humanista Secular
5. El judaísmo reformista; defiende la autonomía individual en lo relativo a la interpretación de
los preceptos religiosos. Con todo, entre los judíos reformados existen los siguientes
planteamientos: Judaísmo Reformista. Rechazo de la segregación sexual y defensa de los
derechos de la mujer.. Ausencia de integrismo en su interpretación de los preceptos religiosos.
Consideración del Mesías como símbolo de una sociedad idílica en la que se cumplen los
principios de paz y fraternidad, y no como una persona individual que instaurará dicho orden.
6. La Biblia hebrea se la conoce popularmente como El Pentateuco (Torá ): es una palabra
hebrea que significa enseñanza, instrucción, o más específicamente ley. En su sentido más
amplio se utiliza habitualmente para designar a la totalidad de la revelación y enseñanza
divina al pueblo de Israel. Comprende los cinco primeros libros de la Biblia (Génesis, Éxodo,
Levítico, Números y Deuteronomio). Los cinco libros abarcan desde la creación del mundo, la
historia de los patriarcas, la entrega de la ley en el Sinai y la muerte de Moisés ante Canaán.
En el SV-IV a.C., la narración fue dividida en cinco partes y trascrita en cinco volúmenes o
rollos por motivos de conveniencia. De ahí la denominación de Pentateuco
7. Tras la destrucción del templo y sus ceremonias en el año 70 d. C, la identidad judía se basó
en la transmisión del saber judío y la transferencia de los símbolos de la religión del templo a
otros aspectos de la vida judía. Pero la Tora se concibió para una práctica ruda en el desierto.
Posteriormente se construyó la sociedad. La Tora (ley escrita) se le fue añadiendo una ley oral
que se fue transmitiendo por generaciones. El estudio de la Mishná constituye uno de los
deberes que conducen a la salvación, puesto que es el estudio de la voluntad de Yahvé. Los
rabinos desarrollaron un sistema de leyes y costumbres a través de una intensa discusión sobre
la tradición judía y su adaptación a las circunstancias cambiantes.
8. • Rezan tres veces al día: -por la mañana (shaharit), -por la tarde (minjá) -al anochecer
(maariv). • Los servicios religiosos concluyen con dos rezos mesiánicos: el primero se llama
Alenu; el segundo es una doxología aramea llamada Kadish. Como señal de devoción a Dios,
durante los rezos matinales de los días ordinarios de la semana, los judíos adultos observantes
llevan un chal de oración con flecos llamado talit y unas filacterias. • Ponen una mezuzá
(caja de rezo) en la entrada de la casa, como una manera de recordar que Dios está en
todas partes. Como señal de respeto hacia Dios, se cubren la cabeza para rezar. • Recitan
numerosas bendiciones. • Los judíos no comen la carne de ciertos animales considerados
impuros. • No se puede tomar simultáneamente carne y leche Practicas obligadas
9. Es la pascua. La conmemoración de uno de los episodios capitales de la fe judía. Es el
recuerdo de la liberación de la esclavitud de Egipto. La fiesta en que Yahvé libera a su
pueblo. Se celebra el 15 de Nisán (abril). La noche de la Pascua se celebra una cena
recordatorio de la liberación de Egipto. 5ª) -SHAVUOT: La palabra significa semanas. Viene a
corresponder con el Pentecostés cristiano. Se celebran 6 semanas, 50 días después de la
Pesah. Se llama también fiesta de las primicias. Recuerda el don de la Torá en el Monte Sinaí.
Es una fiesta fundamental.
10. La sinagoga es la asamblea de fieles judíos bajo la antigua Ley, para ejercer el ejercicio de su
religión. El término proviene del latín sinagōga , y éste griego sÿnagōgē , del verbo sÿnágein
(‘reunir, congregar’). En hebreo se llama Bet haKenéset ( ‫ ) הכנסת בית‬o ‘lugar de reunión’. La
sinagoga es una institución muy antigua en el judaísmo. No se poseen datos fiables sobre el
origen de las primeras sinagogas, pero se admite que originalmente aparecieron en la
antigua Babilonia en el s. VI a.C. de entre los judíos deportados por Nabucodonosor II en la
conquista de Jerusalén hacia el 597 a.C. y tras la destrucción del templo y de la Ciudad
Santa.
1. BUDISMO
Más que una religión o una mera filosofía, el budismo es un conjunto de ideas y métodos que llevan
a la liberación del individuo de sus peores opresores: el odio, la codicia y la ignorancia, ayudándolo
a aprovechar su vida al máximo. El Budismo es un camino de enseñanzas prácticas. Las prácticas
Budistas, tales como la meditación, son un medio para que uno mismo se transforme, desarrollando
las cualidades de consciencia, bondad y sabiduría. La experiencia desarrollada dentro de la
Tradición Budista durante miles de años creyó un recurso incomparable para aquellos que desean
seguir un sendero del desarrollo espiritual. El sendero Budista nos lleva a lo que se conoce como
Iluminación o Budiedad.
¿Quién fue el Buda?
La palabra Buda es un título o un epíteto y no un nombre. Significa "alguien que está despierto" en el
sentido de haberse "despertado a la realidad". El título describe el logro de un hombre llamado
Siddharta Gautama, quien vivió hace 2,500 años en el norte de la India. Cuando tenía 35 años,
después de largos años de esfuerzo, logró la Iluminación al estar en una profunda meditación.
Durante los restantes 45 años de su vida viajó por gran parte del norte de la India, diseminando su
enseñanza del sendero hacia la Iluminación. Su enseñanza se conoce en el Oriente como el
Buddha-Dharma - "la Enseñanza del Iluminado".
Viajando de lugar a lugar, el Buda enseñó a numerosos discípulos, muchos de los cuales lograron
también este estado de Iluminación. Ellos, a su vez, enseñaron a otros y de este modo una cadena
ininterrumpida de enseñanza que continua hasta el día de hoy.
El Buda no era un Dios ni profeta de Dios, tampoco se declaró como un Ser divino. En el Budismo no
existe el concepto de un Dios creador. El Buda fue un ser humano quien, a través de esfuerzos
tremendos, se transformó y trascendió su limitación humana creándose en el un nuevo orden de Ser:
Un ser Iluminado.
El estado de Iluminación que alcanzó tiene tres facetas. 1) Es un estado de "Sabiduría", de ver las
cosas como realmente son. 2) Es una fuente de "Compasión" o Amor que se manifiesta en una
actividad constante para el beneficio de todos los seres. 3) Y es la liberación total de las energías de
la mente y cuerpo para que estén al servicio de la mente plenamente consciente.
Este concepto de la Iluminación no se conoce en Occidente donde tenemos limitados
entendimientos de la capacidad espiritual que la vida ofrece. Algunos estudiosos la interpreten en
un sentido humanístico como llegar a ser un humano ético y con cualidades morales, careciendo
de un orden espiritual. Otros entienden la meta en términos de un dios más allá de todo y creador
de las cosas, la meta en este caso sería comunión o unión con él.
El Budismo desapareció de la India hace mil años (aunque recientemente está reviviendo). Así
mismo la enseñanza se expandió hacia el sur a Sri Lanka y el Sudeste de Asia, donde la forma
"Theravada" de Budismo aún sigue floreciendo. También se difundió al norte al Tíbet, China,
Mongolia y Japón. Las formas "Mahayana" de Budismo se practican en estos países, aunque en el
último siglo han sufrido mucho de los efectos del comunismo, y consumismo
El Budismo ve a la vida como un proceso en constante cambio y sus prácticas tratan de tomar
ventaja de éste principio inherente de las cosas. Esto significa que uno puede cambiar para mejorar.
El factor decisivo para transformarnos es la mente y el Budismo se ha desarrollado muchos métodos
para trabajar con la mente. Uno de los principales es la meditación, la cual es una forma de
desarrollar estados mentales más positivos caracterizados por calma, concentración, consciencia y
emociones como la amistad, ecuanimidad y felicidad. Usando la mente clara y positiva que se
desarrolla en la meditación, es posible tener una mayor comprensión de uno mismo, de los demás y
de la vida misma
EL HINDUISMO
El Hinduismo es una de las religiones conocidas más antiguas – sus escritos sagrados datan de 1400 a
1500 años a. C. Es también una de las más diversas y complejas, teniendo millones de dioses. Los
hindúes tienen una amplia variedad de creencias centrales, y existen en muchas sectas diferentes.
Aunque es la tercera religión más grande del mundo, el Hinduismo existe principalmente en la India,
Nepal y en menor proporción en algunos de los países circundantes.
Los principales textos usados en el Hinduismo son los Vedas (considerados los más importantes), los
Upanishad, el Mahā Bhārata, y el Rāmāyana. Estos escritos contienen himnos, encarnaciones,
filosofías, rituales, poemas e historias en las que los hindúes basan sus creencias. Otros textos usados
en el Hinduismo incluyen las Brahmánicas, los Sūtras, y los Aranyakas.
A pesar de que el Hinduismo es usualmente entendido como politeísta, porque supuestamente se
reconocen tantos como 330 millones de dioses, también tiene un “dios” que es supremo: Brahma.
Brahma es una entidad que se cree que habita en cada porción de la realidad y la existencia, a
través de todo el universo. Brahma es tanto impersonal como inconcebible, y con frecuencia se ha
creído que existe en tres formas separadas como: Brahma–Creador; Vishnú–Preservador; y Shivá–
Destructor. Estas “facetas” de Brahma también son conocidas a través de muchas otras
encarnaciones de cada una de ellas. Pero resulta realmente difícil “señalar” la teología hindú,
puesto que casi cada uno de los sistemas teológicos es representado de alguna manera por una
escuela hindú de alguna clase. El Hinduismo puede ser:
1. Monístico – Solo una cosa existe; la escuela de Sankara.
2. Panteístico – Solo una cosa divina existe, por lo que Dios es idéntico al mundo; el Brahmanismo.
3. Panenteístico – El mundo es parte de Dios; la escuela Ramanuja.
4. Teístico – Solo un Dios, distinto de la Creación; el Hinduismo Bhakti.
Y aún puede ser discutido, observando otras escuelas del Hinduismo, que es ateísta, deísta, o aún
nihilista. Con tal diversidad contenida bajo el título de “Hinduismo” uno se pregunta ¿qué es lo que
los hace hindúes en primer lugar? Acerca del único punto real que puede usarse como referencia
es si un sistema de creencia reconoce a los Vedas como sagrados o no. Si es así, entonces es hindú.
Si no, entonces no es hindú. Pero el punto más significativo es intangible. Los Vedas son más que
libros teológicos: ellos contienen una rica y colorida “teo-mitología,” esto es, una mitología religiosa,
la cual tiene deliberadamente entretejidos, mitos, teología e historia, para lograr una base de
religión en forma de historia. Esta “teo-mitología” está tan profundamente enraizada en la historia y
la cultura india, que el rechazar los Vedas es visto como una oposición a la India. Por lo tanto un
sistema de creencias que no adopte la cultura india hasta cierta medida, es rechazado por el
Hinduismo. Pero si se acepta la cultura hindú y su historia teo-mítica, entonces puede ser adoptada
como “hindú” aún si su teología es teística, nihilística, ateística, o de cualquier otra clase. Esta
apertura a la contradicción puede ser un dolor de cabeza para los occidentales quienes buscan la
consistencia lógica y racional defensivamente en sus puntos de vista religiosos.
El hinduismo también tiene diferentes opiniones sobre la humanidad. Siendo Brahma todo, el
Hinduismo asegura que todo es divino. Atman, o el ser, es uno con Brahma. Toda la realidad fuera
de Brahma, es considerada una mera ilusión. La meta espiritual de un hindú es convertirse en uno
con Brahma, aunque deje de existir en su forma ilusoria del “ser individual.” Esta libertad es referida
como el “moksha.” Hasta que el moksha es alcanzado, el hindú cree que él/ella serán
repetidamente reencarnados a fin de que puedan trabajar hacia la auto-realización de la verdad
(siendo esta verdad que solo Brahma existe, nada más). La manera en que una persona es
reencarnada es determinada por el karma, el cual es un principio de causa y efecto gobernado por
el balance natural. Lo que uno hizo en el pasado, afecta y corresponde con lo que sucede en el
futuro, incluyendo el pasado y futuro de las diferentes vidas.
El cristianismo
En la religión cristiana se da el encuentro definitivo del hombre con Dios, porque Dios se ha hecho
hombre.
Lo que el hombre puede decir de Dios está sometido a la limitación e imperfección del hombre. Por
eso hay religiones más o menos perfectas, en la medida que expresen mejor o peor lo que Dios es.
Si una religión se presenta como originada por una acción de Dios, que ha hablado de sí mismo a
los hombres, a través de unos hombres elegidos para ello y en un lenguaje que Dios mismo ha
promovido, esa religión tendrá las máximas garantías de perfección y plenitud. Es el caso de la
religión cristiana, que recoge todo lo que Dios dijo de sí mismo y del mundo en la revelación del
Antiguo Testamento, para preparar la venida del Mesías. La religión cristiana-contiene, además, la
revelación de Jesucristo, el Mesías, que es, a la vez, Dios y hombre y que nos ha hablado de sí mismo,
de Dios, del hombre y del mundo.
Tanto en el Antiguo Testamento como en la revelación hecha por Jesucristo, Dios ha avalado sus
palabras con hechos sobrehumanos (milagros), que son signos de su poder sobre todas las cosas.
La fe cristiana, encuentro definitivo con Dios
En la religión cristiana se da el encuentro definitivo del hombre con Dios, porque Dios se ha hecho
hombre. El Cristianismo no es, por tanto, una búsqueda de Dios por parte del hombre, sino un
descenso del mismo Dios hasta el nivel del hombre. De este modo, a pesar de lo limitado de su
naturaleza, puede el hombre llegar a una comunicación muy íntima con Dios.
En efecto, Dios creó al hombre y se le fue manifestando de diversas maneras hasta el momento de
la encarnación del Verbo. Por eso dice la Carta a los Hebreos: -Muchas veces y en muchas maneras
habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas; últimamente, en estos días,
nos habló por su Hijo- (1, l).
Este universal designio de Dios en pro de la salvación del género humano no se realiza solamente en
una forma, en cierto modo secreta, en el alma de los hombres, o también por esfuerzos, incluso
religiosos, con los que ellos buscan de muchas maneras a Dios, por ver si a tientas lo tocan o lo
encuentran, ya que no está lejos de cada uno de nosotros (Act. 17, 27); porque estos esfuerzos
necesitan estar iluminados y sanados, aunque, por benigna determinación de la providencia de
Dios, pueden considerarse casi como una pedagogía hacia el Dios verdadero, o como una
preparación del Evangelio.
Jesucristo esclarece el misterio del hombre
Como consecuencia del pecado original, el hombre había perdido el auténtico sentido de su vida.
Jesucristo, además de salvarnos, ha iluminado la misma vida humana. Nos ha mostrado el camino
para ser verdaderamente hombres, según el plan que Dios tenía desde el principio. Por eso dice el
Concilio Vaticano 11 que -el misterio del hombre se esclarece en el misterio del Verbo encarnado
(…) Cristo, manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le descubre la sublimidad de su
vocación- (GS, 22) Jesucristo ha dicho de sí mismo que es -Camino, Verdad y Vida- (Jn. 14, 6); esto
quiere decir que el hombre encuentra en sus obras y en sus palabras las luces necesarias para
acomodar a ellas su conducta.
Pero no sólo restaura Jesucristo el sentido auténtico de la vida humana, también devuelve a la
descendencia de Adán la semejanza divina deformada por el pecado. Jesucristo es el hombre
perfecto, pero es también la «imagen del Dios invisible» (cfr. GS, 22)
Y esto, «vale no sólo para los cristianos, sino también para todos los hombres de buena voluntad, en
cuyo corazón obra la gracia de modo invisible. Cristo murió por todos, y la vocación suprema del
hombre en realidad es una sola, es decir, la divina. (ibíd.)
Cristo Jesús, pues, fue enviado al mundo como verdadero mediador entre Dios y los hombres. -Por
ser Dios, habita en El corporalmente toda la plenitud de la divinidad (cf. Col. 2, 9); según la
naturaleza humana, nuevo Adán, lleno de gracia y de verdad (cf. lo. 1, 14), es constituido cabeza
de la humanidad renovada. Así, pues, el Hijo de Dios siguió los caminos de la Encarnación
verdadera para hacer a los hombres partícipes de la naturaleza divina.
Influencia del Cristianismo en la Cultura
La religión cristiana ha venido a salvar al hombre. Al influir sobre el hombre, influye sobre lo que éste
produce, que es la cultura.
Resulta difícil resumir el influjo del Cristianismo en la cultura. La cultura occidental puede decirse que
es el resultado de la cultura grecorromana y del Cristianismo. El Cristianismo utilizó todo lo positivo
que encontró en la cultura del mundo grecorromano. No tuvo ningún inconveniente en hacerlo,
porque los escritores cristianos de los primeros siglos consideraban que el alto nivel cultural
alcanzado por Grecia y Roma era fruto de la Providencia divina, ya que Dios habla querido
preparar así la llegada de Jesucristo.
En efecto, la filosofía y arte griegos, el derecho y administración romanos, entre otras cosas, serán
incorporados en gran medida, a la vida de la Iglesia.
Pero la religión cristiana eliminará todo lo que en esas culturas había de imperfecto y, además,
proyectará a alturas que griegos y romanos no habían ni siquiera vislumbrado, esas mismas culturas.
La Iglesia purifícó de elementos inhumanos e inmorales algunas de las costumbres e instituciones de
aquel mundo.
Entre las cosas que pueden señalarse como aportaciones culturales propias del Cristianismo,
señalamos las siguientes:
a) La dignidad de la persona humana, con todo lo que esto comporta. El Cristianismo será el
principal luchador contra la esclavitud, al proclamar la igualdad de todos los hombres como hijos
de Dios, creados a su imagen y semejanza y redimidos por Jesucristo. También el reconocimiento de
esa dignidad trae consigo la condena del homicidio, del suicido, de la tortura, de la mutilación, etc.
Para el cristiano los demás son el prójimo, son hermanos.
b) La defensa de la familia, como consecuencia de elevar el matrimonio, institución natural, a la
categoría de sacramento, es decir, uno de los cauces concretos de la vida sobrenatural de la
gracia. Este nuevo valor dado al matrimonio incluye un concepto nuevo de la mujer, que en los
pensadores griegos era un ser de segunda categoría.
c) El valor de la libertad, que deriva de la dignidad de la persona.
d) La ordenación de la sociedad a Dios, que repercute en la valoración de la justicia.
e) La primacía de la caridad, que hará a los cristianos los campeones de la beneficencia y de las
obras en favor de los necesitadas.
f) La doctrina verdadera sobre Dios, el más-allá, etc., liberó a los hombres de las tremendas
esclavitudes de la magia, la superstición, etcétera.
Aparte estos valores humanos, el Cristianismo ha promovido el arte, la literatura, la música, etc. Baste
con recordar, como ejemplo, que gracias a la labor de copistas de los monjes medievales,
conservamos la mayoría de los tesoros literarios y científicos de la Antigüedad.
Y cuando la destrucción, por los llamados pueblos bárbaros, del Imperio Romano de Occidente
produce una generalizada desmoralización en las regiones romanizadas, San Benito y sus monjes
devolverán a Europa la confianza, promoviendo la agricultura, la ganadería y una pequeña
industria.
La Buena Nueva de Cristo renueva constantemente la vida y la cultura del hombre caído, combate
y elimina los errores y males que provienen de la seducción permanente del pecado. Purifica y
eleva incesantemente la moral de los pueblos. Con las riquezas de lo alto fecunda como desde sus
entrañas las cualidades espirituales y las tradiciones de cada pueblo y de cada edad, las consolida,
perfecciona y restaura en Cristo- (GS, 58), (Cf. C. Dawson, Dinámica de la Historia universal, Riaip.
1961)
Fuente Electrónicas. (recuperadas el 10 de octubre del 2015)
www.mercaba.com
www.encuentra.com
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