y habla también de la mezquindad, de la ruindad, de lo pusilánime del ser humano, esa eterna duda de Rubén Darío, ese miedo a la muerte y ese abrazo que le da al clericalismo cuando lo vemos con un Crucifijo yaciendo en su lecho, en su agonía. Es sobre eso que quisiera preguntarle en esta mañana, doctor Valle, esa transformación de Darío, del anticlericalismo y el abrazo que hace a la fe profunda del catolicismo. Muchas gracias. Honor y gloria también en el deceso de nuestro máximo panida. PRESIDENTA EN FUNCIONES IRIS MONTENEGRO BLANDÓN: Gracias, diputado Carlos Langrand. Damos la palabra al diputado Jaime Morales. DIPUTADO JAIME MORALES CARAZO: Gracias, señora Presidenta en funciones. En su opinión como uno de los intelectuales y poetas más brillantes de Nicaragua y de los más conocedores de Darío, ¿cuál cree usted de las influencias de los entornos culturales incidieron más en la formación y universalidad de Darío, la chilena, la española, la francesa o la argentina? Y digo esto, porque todas ellas influyeron naturalmente, pero en su opinión como gran conocedor, ¿cuál sería la más relevante? También por otro lado, usted dio a conocer la gran influencia que tuvieron en la formación inicial de Rubén Darío los jesuitas, y yo creo que recordando a José Coronel Urtecho, creo que dijo alguna vez que los jesuitas lo habían enseñado a no pecar a gusto. Gracias. PRESIDENTA EN FUNCIONES IRIS MONTENEGRO BLANDÓN: Damos la palabra al poeta Julio Valle Castillo. JULIO VALLE CASTILLO, HISTORIADOR Y ESCRITOR NICARAGÜENSE: Bien. En cuanto al premio nobel de literatura en 1916 tenía dieciséis años de darse, y a Rubén Darío no se le otorgó porque Nicaragua no existía, nosotros éramos una republiqueta, nos veían de tercera categoría, y se lo dieron el premio nobel a un escritor de zarzuela, un señor quien ya nadie se acuerda de él, que se llama José María Echegaray, que no sé porque me acuerdo de él. José María Echegaray, un hombre que escribía zarzuelas. No recibió el nobel Darío, se lo dieron a un español y tardó mucho tiempo en que se le diera a un español. De esta manera contesto a los que han preguntado sobre el nobel y a los amigos. Luego, “Lo Fatal” y el comentario, de Amado Nervo, en verso a su muerte, no fue “Lo Fatal” cuando Darío se estaba muriendo, fue escrito once años antes, en 1905 es el antepenúltimo poema de “Cantos de Vida y Esperanza”; pero Darío como hombre sensible, existencial, sensible, sensitivo, no existía el Existencialismo de Sartre, entonces, pero sí tenía terror a la muerte. Eso lo confesó en cartas, en poemas, y verbalmente. “La carne que tienta con su frescos racimos…”, que maravilla, pero “la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos”, que terrible. En eso nos debatimos los seres humanos, y eso, debatirnos en eso, es también ser universal. En cuanto a “Caupolicán”, y “Roosevelt”, en cuanto al poema “La Salutación al Águila”, no hay que pensar que no podemos cambiar, la naturaleza humana, la sensibilidad, nos lleva a veces a estar en posiciones extremas. “Caupolicán” es un elogio al gran Cacique Chileno ¡“El Toqui, el Toqui”!; pero también escribió un poema a Roosevelt, donde a Roosevelt no lo elogia, donde a Roosevelt le advierte que ¡no!, donde a Roosevelt le advierte que América está llena, más la América nuestra que tuvo poetas desde los viejos tiempos de Netzahualcóyotl, que ha guardado las huellas del “Gran Baco”, que el alfabeto pánico que una vez aprendió, que conoció los astros, que conoció la Atlántida, cuyo nombre nos viene resonando en Platón, esa América vive de amor y de huracanes. De modo, que retó a Roosevelt en 1904 cuando desmembró a Panamá y escribió en contra de Roosevelt. Se puede ser indigenista, se puede ser antiimperialista, pero también saludó al águila, pero el águila que saludó Darío, no fue solo el águila norteamericana, fue el águila jupiteriana, fue el águila del apocalipsis, y le dijo: “recordá, que existe el cóndor, que es el águila andina…” De modo que las sensibilidades, las visiones, el movimiento de la historia nos lleva a cambiar muchas veces, otras veces nos lleva a persistir. Y en cuanto a la formación de Darío, sí, el Presidente de la República entonces, y el Partido Conservador vio en el pequeño genio, a un hombre que podía erigirse en un hombre de avanzada, en un liberal, en un liberal transformador de la sociedad, en un hombre que dividiera la Iglesia del Estado, en un hombre que exaltó el divorcio civil entre las parejas antes que en Francia. Darío fue un hombre de avanzada y cuando era adolescente y escribió el libro no lo iban a formar, -para responderle al ex Vicepresidente de la República-, los grandes, la gran influencia que tuvo Darío en su formación, fue fundamentalmente francesa, francesa por el lado de los parnasianos: Leconte de Lisle, Catulle Mendés o de los simbolistas: Mallarmé, Rimbaud, Verlaine. Pero también, tuvo una formación francesa civil, recordemos al Darío periodista que se nos había olvidado, estaba al día de lo que ocurría en Francia y en toda Europa, “Todo al Vuelo”, “Peregrinaciones”, “Por Tierras Solares”, “España Contemporánea”, toda esa experiencia vital de Darío es la que lo termina de formar. Y lo hace un poeta español-francés, bastaría pensar en el “Soneto a Berceo”, donde compara el alejandrino de Berceo con el alejandrino de Víctor Hugo. No nos olvidemos que Darío fue de las primeras personas que habló de Rimbaud, y fue su primer traductor y que habló de Lautréamont. La influencia de Darío es francesa, y claro, con las dudas, con las indecisiones, los jesuitas no lo dejaron pecar a gusto. Muchas gracias. Espero haberles contestado. PRESIDENTA EN FUNCIONES IRIS MONTENEGRO BLANDÓN: Gracias, poeta Julio Valle Castillo por su elocuente, extraordinaria y magistral exposición, esta conferencia que nos ha ilustrado, nos ha estimulado a conocer más de nuestro poeta universal Rubén Darío. Agradecemos también la presencia de este magnífico auditorio en esta Sesión Solemne de Conmemoración del 98 Aniversario del paso a la Inmortalidad de nuestro gran poeta Rubén Darío. Se cierra esta Sesión Solemne. Himno Nacional.