37. El impacto de las reformas borbónicas en el cobro de los

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37. El impacto de las reformas borbónicas en el cobro de los impuestos, 2008
Salomón Kalmanovitz Krauter
Kalmanovitz Krauter, Salomón. (2008). Consecuencias económicas del proceso de Independencia en
Colombia (pp. 72-74). Bogotá: Fundación Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano.
Frente a los impuestos, el movimiento comunero expuso como objeción mayor que no se hubiera
concertado su necesidad y cuantía con los afectados según su riqueza y posición social, el impulso
básico del principio de tributación con representación que, sin embargo, no alcanzó a concretarse.
Se exigía la abolición del impuesto de la Armada de Barlovento contenido en la alcabala para que
ésta retornara al 2% antiguo, reduciéndose a productos europeos, que no a los locales, en particular a
la hilaza de algodón, que era utilizada como moneda por los pobres de Socorro y San Gil. Se exigía
radicalmente la liquidación del estanco del tabaco, que lo fumaban pobres y ricos, y libertad de
siembras, que eran numerosas en esas provincias y debían ser arrancadas, con la sola excepción de
Girón, región beneficiada por los cambios. Obviamente, la menor producción dictada por el estanco
garantizaba precios finales más altos del producto. Así mismo, se pedía la liberalización del aguardiente,
que ya tenía un uso muy extenso en el Virreinato y había sido encarecido por el ansia de aumentar la
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Economía en la Independencia
colección del impuesto, mientras que las importaciones de aguardiente español habían menguado el
consumo de la producción de las haciendas.
Se pedía abolir también un tributo supuestamente voluntario y por una sola vez, que equivalía a 2
pesos por noble y 1 peso por plebeyo, que debía ir directo al rey y que se sospechaba iba a ser aplicado
graciosamente en forma permanente. Los comerciantes clamaban por el fin de los mecanismos de
control para cobrar la alcabala, como eran los formularios para cada operación de compra y venta,
las llamadas guías y tornaguías, entendida como nuevas torturas burocráticas, especialmente en una
sociedad donde la mayoría era analfabeta y requería contratar a escribanos que cobraban a la letra por
cada contrato. Es interesante en especial la cláusula que exige que los conventos y capillas no deban
entregar sus fondos obligatoriamente a la Real Audiencia al 4% anual, un claro giro de desplazamiento
del crédito privado por el sector público, cuyos aspirantes estaban dispuestos a pagar un 5% de interés
anual. El hecho de que la Iglesia tuviera fondos disponibles para prestar sugiere que contaba con
sobrantes con relación a sus gastos. Si sus ingresos, como se verá más adelante, podían llegar a cerca
de un 2% del producto interno del Virreinato, el crédito que otorgaban, suponiendo que consumían la
mitad de sus ingresos, no hubiera podido ser mayor del 1% de ese producto, lo que se compara mal
con una economía capitalista temprana en la que la cartera financiera puede llegar a ser más del 20%
del PIB.
En la Nueva Granada la carga de impuestos en el PIB pasó de cerca del 3% antes de que
empezaran a surtir efecto las reformas borbónicas, a cerca del 10% hacia comienzos del siglo
XIX. El cálculo del PIB que hemos elaborado para 1800 puede ser una buena aproximación, pero
su proyección hacia atrás puede haber magnificado tanto el crecimiento de la población (0,9%
anual) como del producto (0,3% anual). Bajo otros supuestos de menor crecimiento poblacional
y del PIB, el resultado indicaría un mayor peso de los impuestos en 1765, y no aparecería como
triplicándose en un período de 40 años. Con todo, el Nuevo Reino de Granada tenía una de las
cargas más pesadas de las colonias españolas, sólo inferior a la de Nueva España (México), que
según algunos analistas acusaba síntomas de estancamiento, precisamente por la alta tributación
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Cuadro Valor anual de los impuestos entre 1761 y 1810
CUENTAS
Minería
Comercio y Producción
Tributo indígena
Venta de puestos
Estancos
Comercio exterior
Diezmos
Suma Común
Totales
Impuesto per capita
Impuesto/PIB
1761-1765
63.350
93.565
17.307
7.820
141.846
38.955
17.890
124.082
506.815
0,72
2,95
1776-1780
99.976
128.906
30.944
9.116
366.271
35.122
21.196
270.140
961.671
1,21
4,75
1796-1800
213.862
174.172
102.812
14.893
860.612
98.061
42.841
1’510.256
2’576.170
2,74
10,39
1801-1810
228.000
184.880
47.000
70.000
853.500
191.000
100.000
811.377
2’445.000
2,5
8,4
Fuentes: promedios de los quinquenios de 1761 a 1800, Meisel (2004); 1810, Jaramillo (1987) (ésta es una cuenta fiscal que está
posiblemente incompleta).
Fuente 38
que transfería a la Madre Patria y que incluso la dejaba sin plata para lubricar su circulación interna
de bienes y servicios. Como se verá, parte del recaudo en la Nueva Granada se reciclaba para cubrir
gastos militares en la defensa de Cartagena y pagar la burocracia, de modo que su efecto contractivo
sobre la actividad económica era menor. Argentina tenía poca población pero ya tenía un comercio
intenso y pagaba pocos impuestos, mientras que Perú era un caso intermedio de explotación de ricas
minas de plata con una carga tributaria menos oprobiosa.
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