Los adictos al amor no son aquellos de `la maté porque era mía`

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Sociedad
Pág. : 8
2006-Feb-14
Álava
Los adictos al amor no son aquellos de 'la maté porque era
mía', sino que suelen...
Pie de Foto: Una pareja de enamorados se besa en la calle.
Los adictos al amor no son aquellos de 'la maté porque era mía', sino que suelen ser víctimas
tiene el mono. Beatriz ha vuelto a ceder ante el síndrome de abstinencia; su novio, Jesús, como todos los
días, se ha marchado a trabajar y ella... pasa la mañana junto al teléfono, de nuevo con la compañía del
dolor de estómago que le deja la angustia. Desconecto el móvil porque prefiero pensar que me puede llamar
a tener la certeza de que no me llama , asegura.
Beatriz forma parte del casi 10% de personas que padece dependencia sentimental, una afección
comparable a cualquier otra adicción química, como el alcoholismo. El psiquiatra y director del estudio sobre
interdependencia afectiva en la población general desarrollado por la Fundación Instituto Spiral y la
Universidad de Oviedo, Carlos Sirvent, nos acerca hasta estos casos reales, como el de Beatriz. Quienes
sufren esta dependencia, asegura, no saben definir qué les sucede.
Sin embargo, el eje de sus vidas es la persona por la que sienten esa necesidad. Hace mucho tiempo que la
familia de Beatriz no recibe sus visitas y las calles de su ciudad ya no aguardan sus paseos y sus cafés con
sus amigas. El teléfono sigue sin sonar y la congoja le oprime.
A pesar de que se trata de un problema atípico y de que la persona que lo sufre se resiste a reconocerlo, no
resulta nada difícil detectarlo. El problema es que la mayoría de estas personas permanece silenciosa
clínicamente , explica Sirvent. Cuando por fin deciden pedir ayuda, lo hacen quizás por una depresión, que
no es síntoma, sino consecuencia de su verdadero problema . Este aspecto puede llegar a confundir al
médico.
LOS SÍNTOMAS
¿Qué siente el adicto al amor?
Como quien sufre una dependencia química, Pedro, de 40 años, directivo de una gran empresa, no puede
más. Tras casi un año de tratamiento psicoterapéutico, sabe que está enganchado a Esmeralda, una mujer
por la que se separó de su esposa. No me reconozco, nunca había sido infiel en diez años de matrimonio
hasta ahora , afirma.
El adicto al amor padece el síndrome de abstinencia cuando no tiene a su pareja, anhelo del otro, búsqueda
de sensaciones, amor condicional, miedo al abandono, ansiedad y dependencia, el síntoma principal .
Sirvent aclara que se suele confundir lo cuantitativo con lo cualitativo: La gente cree que querer mucho es
ser dependiente, pero se puede querer hasta la muerte (el síndrome de Romeo y Julieta), o no querer y no
pasar nada; eso no es patológico .
Lo enfermizo es malquerer: los celos, la obsesividad, el autoengaño, permanecer en juegos de poder y
dominio dentro de la pareja, tener unas relaciones conflictivas y orientar toda su vida hacia el otro. Sirvent
concluye que cuando alguien vuelve la relación antinatural , estamos ante dependencia emocional.
A pesar de dirigir su vida exclusivamente hacia Esmeralda, Pedro se atreve a decir que quiere dejar de estar
con ella. Un deseo que se deshace al ver su realidad: Sé que no puedo. Ella tiene la sartén por el mango.
Sabe que domina la relación, que me tiene a sus pies como un perrito faldero. Apenas me quedan recursos
para mantener el equilibrio .
Pedro siente inescapabilidad emocional , uno de los síntomas más típicos. Según Sirvent, tienen la
sensación de que están atados dentro de la relación y no tienen salida, una sujeción que se impone quien
sufre la adicción, aunque él tenga la sensación de que es al revés .
Tipos y consecuencias
¿Pueden llegar a los malos tratos?
La dependencia también puede ser paterno-filial (cruzada). Suele darse de madre a hijo y de padre a hija y
puede llegar a ser muy patológica , aclara Sirvent. Otra modalidad es la codependencia, sufrida por la
persona que cuida de un adicto, por ejemplo, la mujer de un alcohólico . Ella se instala masoquísticamente
en esta forma de vivir, olvidándose de sí misma y cuando el sujeto se cura, ella se siente mal, al perder ese
papel .
En este último tipo hay muchas personas que prácticamente aguantan todo incluso pueden acabar
En este último tipo hay muchas personas que prácticamente aguantan todo , incluso pueden acabar
recibiendo malos tratos , afirma el experto. Además, tienden a reiterar, iniciando una relación similar a la que
dejaron por ser una pesadilla. Los teóricos lo achacan, por un lado, a que el codependiente busca a una
persona dominante, pero con un déficit asociado, como el alcoholismo, de forma que se deje cuidar y a la
vez tenga esa dimensión violenta que satisfaga la heroicidad del cuidador . Por otro lado, el codependiente
malacostumbra al otro , con su comportamiento servicial. El adicto al amor no somete; se subsume .
No existe un perfil que englobe a quienes padecen esta adicción. Por el Instituto Spiral han pasado personas
muy mayores enamoradas locamente, grandes ejecutivos, profesores de universidad... Son absolutos
inmaduros en la relación .
LOS tratamientos
¿Se puede curar?
Si se logra eliminar la barrera del autoengaño, la recuperación de un dependiente emocional es total ,
asegura Sirvent. La condición para que este tipo de dependencia quede eliminada es que la persona lo
reconozca , resume el experto. Quienes le rodean se dan cuenta de que su relación es de sumisión
absoluta, pero ella lo niega .
A pesar de todo, con ayuda , el adicto al amor puede ver su problema, sobre todo si se le enumeran los
síntomas diana . El tratamiento es psicoterapéutico, no hay medicina que valga . En algunas ocasiones no
hace falta renunciar a la pareja, sino reconducir la relación. Lo más importante: reconocer, como un
drogadicto, que existe dependencia.
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