gran campaña social del episcopado español se prepara el

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NUMFPO
SUELTO
ESPONDENCIA DE ESPAÑA
10
CEIVTIMOS
FUNDADOR: D. MANUEL M/ DE SANTA ANA
Redacción y talleres, Factor, 7.
AÑO L X X V . — N ü M .
23.224
T
MADRID.-4UEVE8 2 DB MARZO DE 1922
GRAN CAMPAÑA SOCIAL
DEL EPISCOPADO ESPAÑOL
Su Santidad Pío XI y S. M. Don Alfonso XIU cooperan en ella
Hace algún tiempo que se hablaba en MaIrid de la realieacián de una campaña social
por métodos modernos, a cuyo frente se colocaba el Episcopado,
En reuniones intimas y en algunos de los
centros madrileños más concurridos se comentaba con interés este magno
proyecto,
que desde ayer, con la publicación de la carta de los prelados, tiene ya carácter oficial.
A continuación publicamos los más interesantes párrafos del importante
documento:
«Se proponen los prelados españoles empnender una gran oainp :ña sociaJ oon el nobilísimo fio de atajar la gangrena que está
carcomiiejido las oéluJas del organismo social,
y aplicar una conveniente terapéutica que,
principiando por desterrar gérmenes morbosos de la inteligencia y dfel corazón, tonifique
todos los miembros de la sodedad, a fin de
que vuelvan a reiíia.r la armonía, el orden,
la juíítioia y la paz, que elevan a los pueblos
y tos hacen dignos de su misión en el concierto de las naciones.
Juzga el Episcopado que la ocasión es propicia para acometer la empiresa de abrir en
la cuitara patria una nuea'a era, y ccxn unánime decisión toma la iniciati\-a de colocarse
aJ frente de la indicada campaña p a r a inst a u r a r obras cuya necesádad parece cada día
más vúva y urgente.
Como feliz augTjrio contamos con la aprobación y bendición del llorado Pontífice Benedicto XV, de feliz memoria, el cual dedicó
los últimos alientos de su vida a desear la
realización del plan que le fué expuesto en
la última audiencia de su glorioso pontific a d o ; aprobación y bendición que ha hecho
suyas nuestro Santísiimo Padre el Papa
Pk) XI, que le ha sucedido en la Silla de
San Ptedro. Henchidos dte gratitud, podemos
comunicares también que nuesitro catóCoo
Monaro;i, que está anliclosi^ dte ver a España
enefraindecida y modelo dte-naciones, como en
otros siglos lo fué, ha oómpreodido perfeotameivíe el plan del ^íiscxjpado, y oon su magnánimo corazón ha prometido prestarle toda
la cooperación que de sus rele\antes prendas y de sM altísima autoridad cabe esperar.
Opurtun;i.menLe nombrará el Episcopado
las Juntas y Comis-iones que han dte llevar a
cabo «I m a g n o pwyecto ein que tantas esperanzas ciframos, y oúyas principaies Hneas
qúereinos esbozaros, ©munjerairKlo los fines de
la gran campaña social.
La creación dte una Universádad social par a formtir prácticamente a los jóvenes en
ciencias políticas, administrativas y sociaJes,
y habilitarlos para el diesempeño de cargos
públicos, el periodismo y la propaganda, cultivando además en secciones distijutas los estudios oontemporámeos y los tradicionales;
la multiplicacáón de escuelas católicas primarias y pirofesicwiaJes, a fin de preparar a los
hombres de mañana y perfeccionar a los de
hoy, contrarrestando de este modo la intensa
e insidiosa campafla protestante; la sistenMitizaoión armónica y bien encauzada de la
propaganda social, habíiada y escrita, p a r a
o|K)iner un dique a la difuisión de ¡deas S'indioadistas revolucionairJas; la implaintaoión,
de acuerdo oon et Estado, dte pensiones de
vejez para el abnegado d e r o parroquial; la
formación de un fondo suficien'te para sostener y fomentar los Sindicatos obreros y
agrarios y la protección dfe las o b i ^ s exisiteiO'
tes en las diócesis.
No puedie en esta g r a n campaña sooLal
faltar la realización de un fin patriótico, ya
que los oatóiicos han fignorado siempre oon
desiijiteirés y abnegación en las vanguardias
del patriotismo. Invitado Su Majestad eJ Rey
a sefialarnos este fin, ha indicado el más
urgente p a r a d servicio de la patria.
. Y, por último, p a r a la ohna humanitaria y
cristiana encaminadla a sooorrer a los niños
dtesvalidos d e Rusia y de la Europa ceníral
se dedicará parte del generoso esfuerzo de
los católicos españoles, acudiendo al Uamaoiiento reiterado de la Santa Sede.»
«Han vuelto los tiempos que reclaman cruz a d a s ; y el grito de «Dios lo quiere, Dios lo
qóiere» debe resonar en tcxlos los ámbitos de
la nación, en las tiendas del menestral, en los
tugurios del pobre, en los talleres del industria!, en las oficinas del comerciante, en las
salas de los Bancos y en los templos de los
sacerdotes.»
«El Episcopado español cree corresponder
de este modo a su misión en la hora presente,
y espera que, ante el Supremo Juez y ante el
Tribunal de la Historia, merecerá el reconocimiento del deber cumplido; y pide al Altísimo que los católicos españoles merezcan
igual veredicto.»
Madrid, i d e marzo, fiesta del Santo Ángel de la Guarda, de 1922.
* Martin Cardenal Herrera, Arzobispo de
Santiago.—•
]uan Cardenal Soldevila,
Arzobispo de Zaragoza.—•
Juan Cardenal Benlloch, Arzobispo
de Burgos.—*
Francisco
Cardenal Vidal, Artpbispo de
Tarragona.—
• Jaime, Patriarca de las Indias, Obispo de
Sión.—* Enrique, Arzobispo de
Valencia.—
*Ttemigio,
Arzobispo de Valladolid.—*
Vicéntei Arzobispo de Granada.—•
Eustaquio,
AnóbkpQ de Sevüla.—*
Fray José, Obispo
é* Pamplona,—•
PeáfO, Obispo de Tortosa.
* Vicente, Obispo de Cartagena.—*
Juan,
Obispo de Menorca.—* Julián, Obispo de
Salamanca.—*
Juan, Obispo de
Teruel.—
* Juan José, Obispo de Mondoñedo.—*
Fray
Luis, Obispo de Segorbe.—* Isidro,
Obispo
de Tarasona.—*
Prudencio, Obispo de Madrid^lcalá.—•
Ramón, Obispo de Barcelona.—* Manuel,
Obispo de Túy.—•
José,
Obispo de León.—* Ángel, Obispo de Canarias.—•
Antortio, Obispo de
Zamora.—
* Juan, Obispo de Santander.—*
Antonio,
Obispo de Astgrga.—•
Manuel, Obispo de
Segovia.—* José, Obispo de Lérida.—* Leopoldo, Obispo de Vitoria.—* Francisco Javier, Obispo Prior de Ciudad Real.—*
Manuel, Administrador
ApustóÜco
de Ciudad
Rodrigo.—* Juan, Obispo de Oviedo.—• /4ngel. Obispo de Plasencia. — * Rigoberto,
Obispo de Mallorca.—* Francisco,
Obispo
de Vich.—• Pedro, Obispo de Coria.—* Manuel, Obispo de Málaga.—* F r a y
Plácido,
Obispo de Lugo.—* Eustaquio,
Obispo de
Sigílenla.—*
Mateo,
Obispo de
Osma.—
* Gabriel, Obispo de Tenerife.—•
Emilio,
Administrador
Apostólico
de
Barbastro,—
* Marcial, Obispo de Cádiz.—* Fray Zacarías, Obispo de Huesca.—*
Enrique,
Obispo de Avila.—* Ramón, Obispo de Badajos.—* Valentín, Administrador
Apostólico
de Solsona.—•
Justino, Obispo de Urgel.—
* Francisco, Obispo de Jaca.—* Froy Bernardo, Obispo de Almería.—*
Fidel, Administrador Apostólico de Calahorra.—•
Florencio, Obispo de Orense.—*
Vicario Capitular de Gerona.—•
Vicario Capitular
de
Guadix y Basa.—* Vicario Capitular de Orihuela. — * Vicario Capitular de
Toledo.—
* Vicario Capitular de Cuenca.
CAMPAÑA P R O
CULTURA
Monseñor Andrea
TRAE UN MENSAJE DEL PRESIDENTE
DE LA ARGENTINA PARA S. M. EL REY
La Escuela de Artes y Oficios
de Tetuán
Pocos serán los españoles coa b a ^ j e de
cultura y con curiosidad artística que n o hag a n una visita a la Escuela de Artes y Oficios de Tetuán. Después de visitar el b a r r i o
moro, admirando en aquellos tenduchos todas las maravillas del arte árabe, cegados
por la magnificencia de tantos colores, y entusiasmados por la variedad de. tantas industrias, es lógico que se piense encontrar en
la Escuela de Artes y Oficios, creada por
españoles en una feliz iniciativa, y sostemda
luego por otros españoles beneméritos a costa de tantos esfuerzos y acaso con impagables sacrificios, el centro donde ese arte árabe se conserve y se perpetúe, salvándolo de
un posible naufragio, y de su desaparición
total andando el tiempo. En España, donde
tantos tesoros dejara en pasados siglos, se
ha perdido por completo.
La sorpresa del visitante es grande. L a
impresión que se recibe es desconcertante.
I>esde luego, las alabanzas son pocas para
los que luchan, sin amparo oficiad, por mantener institución que l e s honra y que no«
honra, que es tai vez lo único bueno que hemos hecho después de establecemos en T e tuán. Pero salta a la vista la mezquindad
de la protección oficial, que siendo pródiga
en dar dinero a caño libre para g a s t o s e s t ^
riles en nuestra zona d e protectorado, s e
muestra, en cambio, tan remisa cuando se
t r a t a de auxáliiar una obra tan necesaria c o mo reproductiva en su día.
Eii eliecto; la Escuela de Artes y Ofidbs
de Tetuán se halla instalada en un pobre
edificio sin condiciones. Si no recuerdo mal,
dicho centro sólo disfruta de una subvención de veinte mil pesetas anuales. ¿ Q u é
puede hacerse con tan exigua y ridicula cantidad? Nada, salvo los milíipfros que realizan los encargados d e dirigirlo y admáiistrarlo.
Ajctualmentc me parece que sólo cuenta
con tnes talleres: uno de oajpinteria, dondie
se enseña a- fabricar esos mueWe» morunos
policmomatk», t a n típicos; otro de o i e t a k s ,
en que se hacen faíoíes y bandejas d n o d a das, y en fin, otro en qué oonfeociooain el
«haíti» suntuoso y los cojines multioofare».
Hoy por hoy, eso es todo.
Y no puede baaerse más, porque no Hay
recursos para atender a otras' enseñanzas.
E^l edificio es inisuficiente para ampUar los
tailer'eíí. N o hay diiwro piaca t%^QáéestrÓBtJeode o t r a s cíu<£Tdes d e l ' ín*j3^1o ítóKBqutr
; F a t a n tantos 1 Porque seria' neoesario traer
d e .Rabat quien en&eñana lií fabricación de
las espléndidas alíomlbnas, que se disputeu»
en E u r o p a ; de Fez, quien enseñara los secretos de la cerámica, <M damasquinado de
las a r m a s ; de Xauen, quien enseñara eso»
bordados estupendos, de dibujos originaMsimos; de Salé, quien enseñara a confeccionar
esos tejidos a^mircbles que sirven pana tapioes y para cx>lohas; de Máinraquest, quien
ensieñara la coloración y el labrado de los
cueros, que son verdaderos prodigios de primor. En el mismo Tetuán hay muchos oficios
•qiue se deben aprender, porque no dieben
morir.
Eji breve llegará a España monseñor Aindrea, procedente de la Argentina.
Su viaje tiene el objeto de proseguir la
g r a n campaña social. Al salir de Buenos Aireí» maitiifeistó que, por noticias recibtdiis de
MadiTiid, podía confiar en que la colecta nacional española superaría en miuchó a la realizada ep la capital de la Argentina.
Monseñor dte And.rea se propone d a r coi»
ferencias en Madrid, Barcelona y en extras
capitales.
El eminente prelado viene a España acompañado del canónigo J. Fraíiceschi y de su
secretario particular el presbítero D . Ramón
de Torii-es.
Al despedirse en Buenos Aires del Presidente de la República, el doctor Irigoyen íe
hizo entrega de un expresivo mensaje de saluitación para S. M. el Rey de España, que
para estímulo de todos pairticipará en esta
colecta, de la que ha dte dfestinarse una buena
Podíamos tomar éj^nplo de .los francestes.
parte al socorro de huérfanos de los militaEn Túnez, en Argelia y en Marruecos han
res muertos en la campaAa de Marruecos.
creado grandes centros de enseñanza de ese
género, y a la vez han creado grandes inP O R 1.300 L I B R A S
dustrias pana explotar la producción indígena, que vtendten a grandes precio? en lo» mercados europeos.
Nosotros podíamos seguir e s e ejemplo.
¿Por qué no lo seguimos? Acaso sea porque
París.—Ya hace algunos meses que repro- no nos hemos dado cuenta de la enorme imdujeron los periódicos una curiosa fotografía portancia que tiene haoer que no se extinga
del ex Kaiser con barba y en traje de pai- el arte árabe, que todavía conserva su viejo
sano.
carácter en Manniecos.
Hoy se ha levantado el velo que cubría de
Eis una obligación moral nuestra, y dlesermisterio el por qué de la publicación de esta taremos de ella si manitenemos el actual a b a n .
misteriosa fotografía. Ludend:>rff no deja de dono.
'
í»í .
desempeñar un g r a n papel en ello.
Tal vez el expedienteo burocrátioo impida
El ex Emperador habla enviado a algunos dar é desarrollo indispensable a LnicáatiiíM
de sus más íntimos, Ludendorff e Hindem- fecundas, como es l a de fomientar la Escuela
b u r g entre ellos, como prueba de honda sim- de Artes y Oficias de T e t u l n .
patía, esta muestra de estimación.
Confío en que esto se ha dte remediar oon
Algún tiempo después, el director de una urgencia, porque confío en la cultura dlel miagencia fotográfica de Londres hizo.una visinistro de Estado. Ahora que se están confecta a Ludendorff y observó sobre la mesa de
cionando los presupuestos, bien pudiera hatrabajo de éste el curioso retrato.
c&r algo por esa institución que honra a Es-,
Después de algunas vacilaciones, Laidenpaña..
dorff, tentado por la codicia, pidió por la
fotografía 50.000 libras, o sea unos 40 milloÁNGEL GUERRA
nes de marcos ál cambio corriente. El precio
era demasiado elevado y el comprador se reUNA PROPOSICIÓN DE HARDINO
tiró.
Realmente sorprendido recibió -al día siguiente la visita del secretario de Ludendorff,
que le cedió el interesante retrato del ex Kaiser en 1.300 libras, o sea un poco más de
un millón de francos, al cambio de hoy.
W a s h i n g t o n , 2.—El Flresidente H a r d i n g
Al día siguiente volvió el secretario muy h a sometido al estudio de lá C á m a r a d e Reapuradq.
presentantes un provecto de 1 ^ ,que tiende
—Ludendorff ha descubierto mi f a l t a - a desarrollar la Marma mercante americana,
dijo—. Déjeme usted rescatar por 1.500 li- y cujfos prindpales puntos son los siguientes:
bras la fotografía que le he traído ayer.
Primero. Concesión de una subvención
E r a demasiado tarde. L a efigie del ex Kai- anual de 32 millones d e dólares, <oon c a r g o
ser,había sidQ ya expedida a Inglaterra.
a los ingresos obtMiidos en concepto de
Aduana.
EL TANGARAHÚr EN "ERUPCIÓN
Segundo. Venta de los buques retenidos
por la Shipping Board.
Tercero. Prohibición a los navios extranGuayaquil, 2.—Desde hace algnnos días se jeros de transportar a los E s t a d o s Unidos
repiten con alguna frecuencia proltmgados un número de emigrantes superior aJ 50 por
temblores de tierra
que ítíortunadameote 100 de la inmigración t o t a l ; v
UO alcarij«n g r a n intensidad.
C u a r t o . Disminución de las tarifas ferroElfenótoteno se atribuye a la actividítd del viarias que s e apliquen a las m e r c a n t í a s imp o r t a d a s a bordo d e buques amerícsuoos.
yoleán Tan^arahua»: '•:..
10
eKIMXiMOS
Admiídstracióa, Arenal, I. pral,.'
VARIAS
9
TACAÑERÍA ESPA90LA
AÜMEñO
SUELTO
EDICIONES DIARIAS
ummmsBmmammm
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SE PREPARA EL ORDENAMIENTO
DE LAS TAFURERIAS
Es ardua labor de Gobierno, que preocupa a la opinión sana
A ejemplo de lo que hizo el maestre Rol- castigar despiadadamente a los más infedan, se propone reglamentar el juego el lices y á los menos cautos.
ministro de la Gobernación.
El Ordenamiento de las tafurerías, sai
El maestre Roldan actuó por mandado importancia legal en la vida moderna, es
de Don Alfonso X ; el conde Coello de de gran interés, y debieran repasarlo nuesPortugal por mandado, al parecer, del Go- tros hombres de Gobierno, como docubieno de Don Alfonso XIII.
mento histórico de saludables enseñanza$
]S¡o irá el nuevo Ordenamiento de las para et.estudio del problema.
modernas tafurerías refrendado por nues((No hay mas que pasar someramente laé
tro Rey; poner el Soberano su firma al pie vista sobre estas leyes—<iice Martínez Alde un decreto permitiendo, aun con mesu- cubilla—, para convencerse del estado m o
ra, los juegos prohibidos, parece vilipen- ral del país en aquel tiempo; de cuan arraidioso. Trátase de reglamentar el vicio por gado debía estar en sus costumbres el vicio
medio de una real orden. Merecen alaban- del juego, entonces, como ahora, esza en este punto los políticos Heterogéneos cuela de perversión de la moral de los pueque nos dirigen, por el alto ejemplo que blos ¡semillero de maldades y deshonras, ^
dan de merecido respeto a la Majestad ocasión incesante de la perdición y ruinál
Realyporlano menos ejemplar prueba de de muchas familias. Era el objeto de susí
humildad con que sirven al pueblo. Aqiiello leyes, como se deja ver y dice el proemio»;
de «tanto como Vos y juntos masque Vos», reglamentar esas casas, o el indigno tráficoi
significado por la virilidad de una raza, de dados que en ellas se hacía, y moderar,,
no se volverá a oír; faltan pechos capaces al menos, o corregir, si era posible, los
del poderoso aliento; falta, quizás, el grandes abusos, los engaños y trampas,,
aliento mismo. Hoy habla la debilidad, y las peleas y escándalos que en ellas se cocon harapos de humildad dice: «Yo haré, metían.
en nombre de Vos, lo que Vos no podéis
Pero no debió ser muy lisonjero el rehacer, por no ser dé Vos digno.»
sultado, antes bien, creemos que se fué
Y, encontrada, después de taparse los haciendo cada vez más grave el mal a
ojos y los oídos, la forma «honesta» de la que se quiso poner remedio, y que otwi el
real orden, el nuevo Ordenamiento se pre- vergonzoso apoyo y sanción que reciblafli
para con todos los refinamientos moder- de la ley misma, vinieron a tomar nuevos
nos ; y so pretextos, que ya serán conoci- alientos las ((casas de juego», las «casasi
dos, la mujer, en el «kursaal» y en el ca- de conversación», los «tablajes», los ««g»«
sino si quiere, habrá alcanzado la igual- ritos», los «mandrachos» y las «leoneras)»,
dad con el hombre en el vicio del juego, que con todos estos nombres eran conocí*'
y tendrá facilidades para sentarse a las das en lo antiguo, sin duda según la cl»>
mesas y no podrá reprochar ni ser reprochada, porque hasta en «la sala del cri- se o según la importancia! de las personas
mer»» tendrá el placer de estar acompaña- qué a ellas concurrían.
Vivió pocos años el Ordenamiento, qu«l
da de su marido y de sus hijos.
o fué derogado o cayó en el más completo
La desigualdad actual en la industria de olvido, sin haber podido sus leyes tomar
«gancho» de lupanar, dxplotada sólo por carta de naturaleza en los Ordenamiento»
un reducido número de abyectas y desgra- sucesivos, en los cuales se encuentran, por
ciadas mujeres, estará al alcance de toda el contrario, severas disposición^ prohiper&ona que quiera ejercerla, y la compe- bitivas de los juegos de azar y de las catencias abaratará le» corretajes; que hoy sas de juego, habiendo llegado así hasta
sqíi ruiíipgo^, a.l4mif.4e<los l^inciHtlSf•
• ., Y t(itá<f]'t0^,'é% i(i|.a/h^eí^. 4pná», y ctfr
Éí inGumpliímiento de las leyes, tolemdo
rríéndór corno si fuera un compromiso de
con
fútiles pretextos, o impuesto por el PoGobierno, y con escasa meditación; como
si .no hubieran tenido tiempo los hombres der ejecutivo al judicial, nos ha traído la
dedicados a manejar los negocios públi- más amplia eflorescencia de aquel estada
cos, de estudiar el problema, sin pararse a moral, que quiso un Rey bueno y sabio coconsiderar su magnitud y las dificultades rregir y que no lo consiguió. De entonces
que en todo tiempo se han opuesto a la in- acá, moralistas y legisladores de todos los
matices no han encontrado otro remedio qug
mediata solución.
Desde el año 1314 de nuestra Era, o sea la fuerte sanción penal. A pesar de esto,
desde que el Rey Sabio ordenó y regla- el número de ((tablajeros» es inlnito. Y'
mentó en cuarenta y cuatro leyes las tafu- para ojrregir el mal no se le ocurre mejoi
rerías, hasta hoy, nada serio y definitivo cosa a nuestro Gobierno que parodiar el
se ha hecho, pues a nada equivale la letra fallido intento del siglo XIV.
Mírense nuestros reglaiinenta4ores en el
muerta de las leyes, que sójo sirvieron para
lOH, TEMP0RA...1
La odisea de una famosa
fotografía del ex Kaiser
Cómo fomentan los Estados
Unidos su Marina mercante
T E M B L O R E S DE TIERRA
—Ufrasio. Tú ya no eres castizo... Sé que ayer no estuvfete en el entien-o de la sardina.
—Pero, ¡amos!, ¿q^é íbamos a enterrar, si ya en casa no dejamos de
las sardinas ni las raspas?
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