Lea la entrevista de David Plaza completa.

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HABLANDO EN PLATA
Iván García:
“Me he hecho banderillero sin ningún rencor
y con mucha ilusión para poder funcionar”
Texto: David Plaza
Foto: Juan Pelegrín
E
l pasado mes de agosto una noticia sorprendía a profesionales
y aficionados. El matador de toros Iván García se hacía banderillero.
A punto de cumplir los 32 años y sin
ningún contrato a la vista la decisión era
inamovible. Nada más hacerlo su teléfono volvía a sonar para tener contratos: “Llevo once festejos toreados (la entrevista se realizó el 16 de septiembre),
todavía me quedan cuatro, y todo ha
ido muy deprisa desde que a finales
de agosto hice público que me hacía
banderillero.
Pregunta | ¿Qué razones le llevaron
a tomar esta decisión?
Respuesta | Han sido varias. Lo primero es que las cosas están mal y hacer corridas de toros costaba un mundo.
Cuando me llamaban para torear las
condiciones económicas eran inviables. El otro motivo es la ilusión ya que
el no tener contratos puede producir en
ti dos respuestas: o te hace más fuerte
o acaba contigo y a mí me ha pasado lo
segundo.
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Pero la decisión de hacerse banderillero con la ilusión que muestra es
también una victoria. ¿Pensó en dejar el mundo de los toros?
No. Desde los nueve años me he dedicado en cuerpo y alma a mi profesión.
En la escuela de Madrid aprendí la técnica, los tercios, las suertes del toreo y
todo eso me sirvió para ser torero y ahora para seguir de banderillero.
¿A quién se lo dijo primero?
La primera persona que lo supo fue mi
mujer y recibí todo su apoyo. En lo taurino el primero en saberlo fue el maestro José Antonio Campuzano. Ha sido un
hombre muy importante en mi carrera de
matador llegando a apoderarme en dos
etapas distintas y es una persona a la que
tengo mucho respeto. Me animó a hacerlo y me dijo que iba a funcionar
Le habrá llamado mucha gente...
Afortunadamente sí, profesionales y aficionados. Y lo más gratificante es que
ya he podido torear a las órdenes de
amigos y compañeros. Esta misma mañana me han dado una gran noticia ya
que voy a torear con el maestro El Juli
en Nîmes.
¿Qué recuerdos le quedan de sus
comienzos de becerrista y novillero?
De la escuela guardo muy gratos recuerdos y que me pusiera en el camino.
Sobre todo a mi maestro Gregorio Sánchez que fue el que me más me enseñó.
Recuerdo que me costó el paso de novillero sin caballos a hacerlo ya con picadores. No fue tanto por el novillo
como por la responsabilidad que tenía
pasar de plazas de sitios pequeños a hacerlo con caballos en sitios como Madrid, Sevilla... pero lo superé. Me quedo con recuerdos muy bonitos como fue
la salida a hombros en Madrid en una
feria de Otoño o ser el máximo triunfador de ferias de la importancia de Algemesí y Villa del Prado.
¿Y de matador?
Mi alternativa con Joselito y El Juli de padrino y testigo fue un sueño. Confirmé
en Madrid con dos corridas toreadas y
logré cortar una oreja. De Sevilla me
quedo con mi primera feria de Abril en
la que corté una oreja a un toro de Palha, aquello me hizo caminar. Recuerdo
las tres orejas en Barcelona y que me llevé todos los premios al triunfador de la
temporada; el indulto de un toro de Val-
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defresno en Beziers; y también
tuve grandes momentos en
América. Un año fui a Cali con
una corrida y terminé toreando
dos, un festival, indultando un
toro y cerrando contratos en
casi todas las ferias de Colombia.
Guardo un gran recuerdo de la
afición americana.
Estas primeras fechas como
banderillero lo ha hecho con
la mayor promesa del toreo
americano, Roca Rey, con el
que ha toreado de novillero
y va a hacerlo en su alternativa de Nîmes y en Logroño.
A Andrés lo conocí en 2010 en
Aguascalientes matando un becerro y se le veían unas condiciones y una ambición innatas
para ser figura.
¿Le ha ofrecido la colocación?
Me ha hecho mucha ilusión torear con él, le tengo mucho cariño, pero de momento no hay
nada fijo. Estoy toreando con el
que me llama, pero ojalá cuenten
conmigo para hacer la temporada que viene con Andrés y con
el maestro José Antonio, estoy
seguro de que va a llegar a ser figura del toreo.
¿El debut suyo fue con él?
No, debuté con César Jiménez,
un gran amigo y un torero que no
ha tenido el reconocimiento que
merece. Ha salido varias veces
por la puerta grande de Madrid
y no se lo han valorado como
merecía. Este año me estaba
echando una mano, ya que hace
de empresa en algunos lugares y
en cuanto supo que me había hecho banderillero se quedó un
poco triste, pero me ofreció debutar con él en una corrida de toros en Iniesta el 29 de agosto.
¿Ha cambiado mucho su visión ahora que es hombre de
plata a cuando era matador?
No demasiado, siempre he tenido claro que hay que hacer bien
las cosas y que la lidia la marca
el toro. Hay que lidiar con el menor número de capotazos para
que el matador tenga el máximo
de posibilidades. En lo que sí ha
cambiado es en la colocación.
Ahora mi lugar en algunos mo-
mentos tiene que estar ayudando al compañero. De matador no
me fijaba mucho en estas cosas,
la verdad.
Y la manera de coger el capote, ¿ha variado?
Pues sí ha variado, nunca había
cogido el capote con los picos
para adentro y ahora lo hago así,
aunque creo que le he cogido
bien el aire.
Ha toreado novilladas picadas, corridas y algún festival,
¿cambian mucho las embestidas?
En las corridas y novilladas no,
más que nada el volumen. Lo he
notado en un festival sin caballos
que toreé con el maestro Fundi.
Hacía mucho que no me ponía delante de un eral y en la velocidad
con que embistió sí que lo noté.
¿Y cómo se ha encontrado en
banderillas?
Después de cinco años sin poner
los palos pensaba que me iba a
costar más, pero prácticamente
no me dio tiempo a pensarlo. La
llamada de César Jiménez fue a
los pocos días de decirlo y me pilló pasando unos días en la playa. Allí no tenía carretón, recuerdo que cuando vine a Madrid
para torear la corrida puse unos
cuantos pares en el carro y me fui
a torear. Por suerte todo fue bien
y saludé al acabar el tercio.
¿En qué banderilleros se fijaba cuando era matador?
Carretero para mí es un maestro,
uno de los que más me ha gustado. También Curro Molina,
ya retirado. De los de ahora me
gustan mucho Curro Chacón,
Juan José Trujillo y Curro Javier.
Se le nota feliz y sin rencor
por haber tenido que cambiar el oro por la plata…
Ningún rencor. Tengo la conciencia muy tranquila, todo lo que
ha estado en mi mano lo he hecho, he vivido siempre para la profesión y el toro es el que pone a
cada uno en su sitio. Si a mí el toro
me ha puesto aquí será porque
este es mi lugar, pero voy a seguir
preparándome a tope y con mucha ilusión para funcionar.