Reacción y revolución entre 1814 y 1833

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TEMA 4. REACCIÃ N Y REVOLUCIÃ N ENTRE 1814 Y 1833
• Tratado de Valençay y regreso de Fernando VII
• el Sexenio Absolutista (1814-1820)
2.1. Restauración del Antiguo Régimen. Regreso de las formulas estamentales
2.2. La Oposición Liberal: los Pronunciamientos
• el Trienio Liberal (1820-1823)
3.1. Pautas básicas de la “Normalidad Constitucional”
3.1.1. La División del Liberalismo
3.1.2. La Convivencia con el Monarca
3.2. La obra Legislativa
3.3. Ofensiva Contrarrevolucionaria e intervención extranjera
• Los últimos años del Reinado de Fernando VII
4.1. Planteamiento historiográfico
4.2. Restauración del Absolutismo y represión
4.2.1. El Valor de las Divisiones Internas.
4.2.2. Las Conspiraciones apostólicas
4.3. La Crisis de 1826-1827
4.4. Inviabilidad y Crisis de la MonarquÃ−a Absolutista
4.4.1. Naturaleza y Significado del Reformismo Fernandino
4.4.2. La Cuestión Sucesoria
BIBLIOGRAFÃ A
• ARTOLA. “La España de Fernando VII”
• “Antiguo Régimen y Liberalismo”
• CARDONA, G. “Los Pronunciamientos” Madrid 1996
• FONTANA, J. “La Quiebra de la MonarquÃ−a Absoluta (1814-1820)”
• FONTANA. Hacienda y Estado en la Crisis Social del Antiguo Régimen (1820-1823)
• GIL NOVALES, A. “El Trienio Liberal”
1. TRATADO DE VALLENÃ AI
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Se firma en Diciembre de 1813, en un contexto de crisis revolucionaria, porque ya se han disuelto las Cortes
de Cádiz, y se proclaman unas de carácter ordinario, donde se observa una creciente influencia de los
sectores clericales, y esta influencia es fruto de una campaña de movilización ciudadana que llevan a cabo
estos sectores. AsÃ−, ahora se produce la liberación de Fernando VII de su situación en Francia.
En este tratado se exige la retirada del ejercito francés, con lo que se asegura la integridad de los territorios
españoles, a cambio del cese de las hostilidades. Sin embargo, este tratado va a tener una gran trascendencia
polÃ−tica, porque los personajes que lo firman, es decir Napoleón y Fernando VII, lo firman sin el apoyo de
nadie, con lo que supone olvidar todo lo que ha pasado desde 1808, como olvidar todo lo creado Cádiz, y
asÃ− se coloca en una situación de ilegalidad porque las cortes han establecido que el rey no puede tomar
ninguna decisión antes de llegar a España y firma la Constitución.
Ese tratado permite que Fernando VII vuelva a España, y lo hace con un propósito de observación, sin un
plan preconcebido, aunque después, cuando pone pÃ−e en suelo español, las dudas se despejan, al
comprobar el recibimiento que tiene, ya que todas las muestras son de entusiasmo popular, es decir, se le
recibe con alegrÃ−a.
Sin embargo, puede que esas muestras no fueran espontáneas y también se tenÃ−a dudas sobre el tipo de
rey al que se estaba aclamando, porque no sabe si viene a ratificar las Cortes de Cádiz o viene como un rey
absoluto. En este caso, importa muy poco la respuesta a este interrogante porque la respuesta la tiene
Fernando VII, pero esas dudas son importantes en la medida en que existen porque eso le permitió a él
interpretar los acontecimientos como más le convenÃ−a.
Sin embargo, Fernando VII encontrará apoyos más explÃ−citos que pretenden un rey absolutista, como
son los del General HELIO, que pone al servicio del rey el ejército para reponerle en plenitud de los
derechos, es decir, su condición de rey absolutista. Este apoyo militar corresponde con la exposición que le
hace al rey un grupo de diputados absolutistas de las Cortes de Cádiz, que dan al monarca un escrito
“Manifiesto de los Persas”, en el que se critica la obra de Cádiz y se pretende una vuelta a la
“Constitución” tradicional de la monarquÃ−a. Este manifiesto aboga por un regreso a las formulas
estamentales.
Por otra parte, esto importa poco, lo importante es que Fernando VII toma las riendas, y responde con un
Decreto, el del 4 de mayo de 1814 por el que se anula todo lo hecho en las Cortes de Cádiz. AsÃ− se
disuelven las Cortes, las diputaciones, ayuntamientos, y desaparece toda la red de las Cortes de Cádiz y
aparece la represión, que afecta a los afrancesados, a pesar de las promesas hechas por Fernando VII a
Napoleón, lo cual se debe a la presión pública y a los liberales, y con demasiada frecuencia, su futuro
está en el exilio.
2. EL SEXENIO ABSOLUTISTA (1814-1820)
2.1. RESTAURACIÃ N DEL ANTIGUO RÃ GIMEN. REGRESO DE LAS FÃ RMULAS
ESTAMENTALES
Cuando llega Fernando VII a España se vuelve a la situación anterior, con unos beneficios para los
privilegiados. Respecto a Cádiz, todos los decretos estaban derogados, sin embargo, la resolución que se
toma con los fiscales es una formula intermedia, en la que se deroga el decreto de separación firmado por las
Cortes, pero se recoge lo sustancial de ese decreto, y en esa etapa de restauración no se rescatan las
jurisdicciones. Sin embargo, Fernando VII no mantiene lo dicho en las Cortes de Cádiz, sino que se advierte
que se mantienen los términos de Señor y Vasallo. Además, se especifica que los señores deben
percibir los ingresos territoriales, con todos los atrasos, y, para cobrarlos no deben presentar tÃ−tulos. AsÃ−,
se abre la puerta a la interpretación territorial, y, de esta manera, se ata por Fernando VII la nueva
filosofÃ−a, que consiste en que mientras no se demuestre lo contrario, hay derechos territoriales, por lo que
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hay que pagarlos, y los que lo tienen que demostrar a los campesinos, no los señores.
LA OPERACIÃ N LIBERAL: LOS PRONUNCIAMIENTOS
Los liberales están en la clandestinidad, porque sus paraderos son el exilio y el presidio, y los liberales no
dan por perdida su causa, sino que quieren volver al Nuevo Régimen y a la libertad. Esto lo intentan
resolver por medio de los Pronunciamientos, pero hay que diferenciar el Pronunciamiento de la
conspiración. AsÃ− pronunciamiento es una sublevación de oficiales. Sin embargo, esto se gesta en un
campo más amplia, donde tiene cabida la acción civil. Esos militares tienen una mezcla de principios
liberales y de situaciones personales. Este pronunciamiento responde a un modelo tÃ−pico que responde a:
• SONDEO, cuando la mayorÃ−a sondea a sus compañeros.
• COMPROMISO. Se comprometen a la acción.
• GRITO. Los oficiales arengan a la tropa para que se convierta en el organismo que restituya la
Constitución de Cádiz.
AsÃ−, el Sexenio Absolutista es una sustitución de pronunciamientos, aunque todos acaban en fracaso. En
1814 tiene lugar el pronunciamiento de ESPOZ Y MINA, que luego, se reivindica por el liberalismo y en
1815 sucede el pronunciamiento de Dà AZ PORLIER en la Coruña, que consigue un éxito inicial ya
que consigue apoyos en la ciudad, pero tiene la confrontación del resto de la ciudad.
En 1816 tiene lugar una oscura conspiración que se llama “Conspiración de Triangulo” que consistÃ−a
en secuestrar al rey y obligarle a jurar la Constitución y si no, matarle.
En 1817, LACY se pronuncia en Cataluña, pero fracasa, aunque tiene un apoyo del burgués alto. En 1818
sucede el Pronunciamiento de VIDAL, en Valencia, y, de esta manera se llega a 1819-1820 cuando tiene lugar
la Conspiración de Cádiz, que acaba con el pronunciamiento de RIEGO, que va a tener como foco
principal AndalucÃ−a, y en el que Riego se sirve de un ejercito de esta zona, el ejército “Expedicionario”
que será llevado, en teorÃ−a, a las Colonias Americanas, pero los liberales lo utilizan para ir al
Pronunciamiento.
La acción se prepara en el año 1819, pero hay retrasos debidos a causas muy distintas, pero pasa a todos
los lugares de la PenÃ−nsula, siendo a final de año cuando se plantea una acción inmediata, ya que ese
ejército podÃ−a ir en cualquier momento a América, ya que lo que les retrasa fue su acantonamiento por
fiebre amarilla. Se prevé que Riego se pronuncie en CABEZAS DE SAN JUAN, que QUIROGA haga lo
mismo, para luego dirigirse a la ciudad de Cádiz. Las operaciones militares se saldan con fracasos, porque
Quiroga no consigue entrar en esta ciudad, y asÃ− el ejército liberal queda empotrado, y es entonces
cuando entra en protagonismo Riego, que decide tomar la iniciativa por su cuenta y se va por AndalucÃ−a,
proclamando a pueblos y ciudades la Constitución de Cádiz ya que su pronunciamiento no tiene ni grandes
apoyos, ni grandes enemigos, y eso sirve de piedra de toque para que el liberalismo se pase a otros lugares de
Europa y asÃ−, la Constitución se proclama a muchos lugares. Ante esto, Fernando VII siente temor y más
cuando se produce la traición del Conde de LABISBAL y de Enrique O´DONELL, que era el encargado de
conducir las tropas levantinas, pero en ese momento se pasa al lado de los Ilustrados, y Fernando VII tiene
que aceptar la Constitución de 1820, en el 9 de Marzo
Se suele abogar por los términos del fracaso, pero no en términos absolutos, porque el Pronunciamiento
tuvo unas consecuencias, y lo que atemoriza al rey es la acción de las ciudades, y por eso, se busca el
momento preciso para el Pronunciamiento, con lo que Riego se da un paseo por AndalucÃ−a, y asÃ−, las
posibilidades del levantamiento crecen, y, del mismo modo, hay una acción combinada del ejército y de
los civiles lo que hace que Fernando VII firme el tratado.
3. EL TRIENIO LIBERAL
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(1820-1823)
3.1. PAUTAS BÔSICAS DE LA “NORMALIDAD CONSTITUCIONAL”
Esto coincide con la emancipación de la mayor parte de las colonias españolas, por lo que se señala la
figura intrÃ−nseca que se abre en estos momentos, ya que se va vivir de espaldas a Europa, y esto va a ser un
elemento decisivo para comprender Europa, ya que va a ser la Santa Alianza la que ponga fin a esta Europa
Liberal. Ahora actúan todas las fuerzas constitucionales, lo que va a ser causa de muchos obstáculos. Hay
dos elementos importantes para la comprensión de este periodo:
3.1.1. LA DIVISIÃ N DEL LIBERALISMO
Cuando desaparece la Guerra que fue un aglutinamiento de la población, se ve que el liberalismo es muy
heterogéneo durante esta etapa, viéndose dos posturas, que supone una estilización polÃ−tica, AsÃ− ya
no se habla de los liberalizadores de Cádiz, que actuaban como un bloque homogéneo. Hay dos
liberalismos que actúan con propuestas diferentes, y con ellos hay que jugar:
• Liberalismo moderado.
• Liberalismo exaltado o radical.
Los moderados son hombres provenientes de Cádiz, por lo que se les conoce como DOCEAà ISTAS, que
han evolucionado hacia posturas más conservadoras, por su exilio y por su opresión, lo que hizo que el
ánimo se fuera atemperando, y los Doceañista se han hecho prácticos, piensan que el liberalismo, para
que triunfe, debe contar con el apoyo de la Corona, y por eso, se debe reformar la Constitución para que el
Monarca tenga mas atribuciones, y que, de esta manera, apruebe la Constitución. Sin embargo, se verá que
son planteamientos equivocados.
Los Radicales son los hombres de la Revolución de 1820 y son los defensores de la Constitución de 1812,
que para ellos es sagrada, y no se puede cambiar, sino desarrollarla en los sentidos progresivos de la misma.
Estos hombres tienen sus feudos en las Juntas Provinciales, y cuentan con el apoyo del ejercito sublevado.
Estos sectores tienen su mayor predicamento en las ciudades, en los Sectores Urbanos, y asÃ− juegan con la
prensa y las sociedades secretas, que viven ahora su etapa dorada. Los moderados tienen ante todo el poder
que da el gobierno, y asÃ− hasta julio de 1822 van a ser ellos los que se encuentran en el Poder.
3.1.2. LA CONVIVENCIA CON EL MONARCA
El Rey es otro elemento de oposición, porque ahora se encuentra en el paÃ−s, a diferencia de 1812, y asÃ−,
el Rey va a tener varias actitudes, pero ninguna beneficiosa para el Régimen liberal, ya que no le interesa
este régimen. El Rey atraviesa por distintas bases, guiado por un similar pragmatismo.
En una primera fase, que es la de Provisionalidad PolÃ−tica, el rey parece acatar los nuevos poderes del
régimen revolucionario, y parece resignado aunque esto vaya en contra de sus intereses, y asÃ−, ahora se
nombra un primer gobierno provisional “EL GOBIERNO DE LOS PRESIDIARIOS” y la actitud del rey va a
ser la de desprecio porque supone para él aceptar como miembros de su gobierno a personas que él
mismo ha mandado encarcelar. Es el momento en el que se procede a la abolición de la Inquisición, y el rey
lo acepto, al igual que él mismo convoca elecciones municipales y generales para hacerse con
ayuntamientos y Cortes.
Cuando las Cortes se reúnen, acaba la fase de Provisionalidad, y desde entonces hay una pugna de poder
sobre todo entre Rey y Cortes, y entre el Rey y el Gobierno, ya que se manifiesta con los distintos organismos,
porque busca defender sus intereses polÃ−ticos, no sólo los de conservar los textos gaditanos, sino que cada
grupo busca el desarrollo de una parte de la misma.
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Cuando se reúnen, la actitud del rey se transforma, siendo mucho más dura, y busca aprovechar cualquier
resquicio que de la ley para retrasar y evitar la reforma polÃ−tica, y que las Cortes fracasen. AsÃ−, primero
va a intentar seguir la ley, y va a haber un momento en que esto se muestra, que es cuando se plantea la
Disolución del Ejercito de la Isla, que estaba sublevado desde 1820. De este modo, hay un claro interés
polÃ−tico por acabar con el Ejército porque era un foco de liberalismo radical, y asÃ−, va a ser disuelto a
pesar de la oposición de las Cortes, en las que habla el propio Riego, que pide la dimisión del Ministro de la
Guerra, y a esto se opone el Rey, que dice que él es el único que puede pedir la dimisión de sus
polÃ−ticos. De todos modos, va a haber nuevos enfrentamientos, y asÃ−, el Rey va a vetar la ley de
Disolución del Régimen Señorial, acogiéndose a la Constitución que le permitÃ−a vetar las leyes
durante dos años. También va a devolver el proyecto de la Reforma de las Ordenes Clericales, porque
no se ha contado con las jerarquÃ−as eclesiásticas, pero en este caso, no la veta por las presiones de sus
más cercanos, con lo que el rey la va a acabar sancionando, pero se va a ver su clara oposición. La presión
hacia el rey se realiza desde sus propios ministros, lo que lleva a otro cambio de actitud, cada vez más
rÃ−gida y drástica.
En esos momentos es cuando se salta la Constitución y se sitúa en posiciones anticonstitucionales, como
cuando nombra cargos sin que estos estén autorizados con las firmas de los ministros correspondientes. En
otras ocasiones pretende otras situaciones anticonstitucionales, como en la Apertura de las Cortes, en las que
pide que las Cortes, le nombren sus ministros, ya que se hizo para que se notase la crisis y su enfrentamiento
con las propias Cortes.
En marzo de 1821 se nombra otro gobierno más conservador que el anterior, pero seguirá sin ser del
agrado del rey, y a la vez, se van a hacer más graves los enfrentamientos entre el poder Ejecutivo y el
Legislativo. AsÃ−, este nuevo gobierno BARDAXÃ tiene que enfrentarse a un movimiento sociopolÃ−tico
de carácter popular, que es importante en ciertas ciudades, y que se pude observar en forma de
desobediencia civil alentado por las Sociedades Secretas, que luchan en contra del Gobierno. AsÃ−, ahora, los
radicales se hacen más exaltados y las manifestaciones van a ser sofocados fácilmente, pero son
movimientos que van a hacer que el gobierno se debilite y caiga a finales de 1821.
Se forma un nuevo gobierno, cuyo personaje fuerte fue MARTà NEZ DE LA ROSA, que era aún más
conservador y que esta decidido a acabar con el radicalismo y a reformar la Constitución. AsÃ−, en este
momento, en la Primera Mitad del año 1822, el poder Ejecutivo vive de espaldas al Legislativo, que sigue
con su tarea de Reforma, mientras que el Gobierno busca cambiar la Constitución, que contemplarÃ−a:
• Aumento de atribuciones regias.
• Introducción de la Cámara Alta.
• Introducción del Sufragio Censatario.
El gobierno actúa asÃ− porque juega con la división del liberalismo presente en las Cortes, lo que las
desgasta, y permite al gobierno una continuidad mayor de la que antes tenÃ−a. Además, el gobierno no tiene
que dar cuentas a las Cortes, ya que no se necesita su aprobación para gobernar. AsÃ−, va a persistir con esta
actuación.
La última actitud del Rey se manifiesta entre Julio 1822 y el final del Trienio, que es de clara rebelión al
régimen constitucional, de contacto y convivencia con los sectores absolutistas que anidan en el interior del
paÃ−s, y con los que están fuera. Este cambio drástico tiene que ver con el punto de Inflexión del verano
de 1822, cuando los Radicales imponen un gobierno de que va acorde a ese planteamiento, y el rey se va a
sentir prisionero y pide socorro al absolutismo internacional. La actitud del rey es clave para entender el
trienio liberal.
3.2 LA OBRA LEGISLATIVA
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3.2.1. LA POLÃ TICA RELIGIOSA:
• Expulsión de los jesuitas.
• Reforma de las Ordenes Regulares, reduciendo el número de conventos, y acabando con la
organización jerárquica de las ordenes, ya que no se contempla más que la de los prelados. Se
facilitan las exclaustraciones y se dificulta la entrada de novicios. Del mismo modo, se somete a las
ordenes regulares al clero secular, porque éste tiene más relación con los civiles. AsÃ−, los
conventos que se cierran dejan bienes que pasan al Estado y, los que siguen abiertos, dejan también
los bienes excedentes, es decir, los que no fueran necesarios para su supervivencia. Estos bienes, junto
con los de la Inquisición son vendidos en pública subasta, y asÃ−, se produce una
desamortización, que va a satisfacer a la burguesÃ−a.
• Otra medida de las Cortes del Trienio es la supresión del Medio Diezmo, lo que se decreta en Junio
de 1821, que era algo que no iba contra la Iglesia, porque a pesar de la Supresión el Estado
suspendÃ−a sus atribuciones con respecto al Diezmo, pero esto hizo que se creara una campaña
antidiezmo, que hizo que en muchos lugares no se cobrara este impuesto.
3.2.2. LA POLÃ TICA AGRARIA
Como medida principal se encuentra la Supresión del Régimen Señorial y la Prohibición del
Mayorazgo, que se suprime en mayo de 1823 y en octubre de 1820 respectivamente. De este modo, son los
señores los que deben presentar los tÃ−tulos para tener campesinos a su servicio. El proceso legislativo que
siguió a esta medida fue extraño, porque Fernando VII vetó estas leyes en dos ocasiones y la ley se
cumplió pero sin Sanción Regia. Ante el segundo veto, la ley sigue su curso legal y sale a la luz. La fecha
en la que salió fue mayo de 1823, por lo que las repercusiones van a ser mÃ−nimas, porque los franceses ya
estaban en suelo español
En cuanto a la abolición del Mayorazgo, esto forma parte de un proceso más amplio de desvinculización,
y esto será lo que más importancia tiene. Esto se establece en dos fases:
• Primera Generación: Se puede enajenar hasta la mitad de los bienes, luego, la mitad pasa al
heredero.
• Segunda Generación: Se puede disponer de todo el territorio.
Esto se produce por razones polÃ−tico-económicas, ya que se está sirviendo a las especuladores, a los
burgueses, y éstas serÃ−an sus formas de actuación, con bases regalistas, y, de este modo, se ponen en
práctica con un claro afán de ingerencia. Esta nueva organización desmantela el Antiguo Régimen,
consagrando lo dicho en Cádiz, pero no satisface las aspiraciones populares, con lo que se crea un clima de
descontento, que no se limita a la iglesia, sino que también se encuentra en los sectores populares, que ven
como las Cortes del Trienio desmontan las bases económicas del Antiguo Régimen, pero eso no les
reparte ningún beneficio a ellos. Esto no les afecta porque las tierras se venden al mejor postor, y eso hace
que sólo afecten a las Clases Medias. A los Sectores Populares, sólo se les podrá satisfacer si se les
regalan las tierras.
3.3. OFENSIVA CONTRARREVOLUCIONARIA E INTERVENCIÃ N EXTRANJERA
Hay una desvinculación de las tierras municipales, con lo que se puede utilizar de pago polÃ−tico a las
clases pobres, pero es una pequeña parte. Esto no se llegó a realizar por la oposición de los privilegiados,
lo cual irÃ−a además contra la concepción del liberalismo burgués y, del mismo modo, no es factible
económicamente para las arcas del Estado.
Además, hay que añadir una situación de malas cosechas en el año 1822, con lo que se van a iniciar los
levantamientos campesinos, que van a ser convenientemente instrumentalizados por los Absolutistas, y asÃ−,
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después de 1822 hay una guerra civil, aunque no afecta a todas las regiones, pero sÃ− a Cataluña, y
después de 1822, aparecen los partidos realistas, que son grupos guerrilleros, que se rearman, parece que
contando con el apoyo francés, como en la REGENCIA DEL URGELL, que fue una situación creada por
el Absolutismo, argumentando que Fernando VII está prisionero de los liberales, por lo que hay que crear
una regencia, y se hará fuerte en la zona catalana. En la segunda parte del 1823, MINA vence a la
Contrarrevolución y consigue expulsarlos del paÃ−s.
Sin embargo, este éxito será momentáneo, porque semanas después, los realistas vuelven a atravesar
los Pirineos y lo van a hacer sirviendo a un ejercito francés, los 100.000 hijos de San Luis, que llega a
España para restablecer el Absolutismo del Fernando VII en España. Llegan por un acuerdo que se hace
por medio de la SANTA ALIANZA, en el Acuerdo de Verona en 1822, y esto fue algo que fue muy difÃ−cil
de llevar a cabo, ya que sólo Rusia apoyaba la entrada de tropas. Sin embargo, Alemania, con
METERNICH, hubo dudas, e intentó que tomase parte de la reunión el Canciller de Inglaterra. Francia
estaba muy recelosa de la situación española, porque podÃ−a tener conflictos en la frontera, pero
también conoce a Fernando VII y su nefasta polÃ−tica llevada a cabo del 1814 al 1820. Francia intentó
una negociación con el liberalismo, llegando a un acuerdo para establecer una Carta Otorgada. Francia
cuando recibe las peticiones de Fernando VII, Luis XVIII lleva a cabo tratos para cuando se diese el
absolutismo en España, ya que Francia sabe que si se entra en España, el ejército debe ser
exclusivamente francés y asÃ−, entran en juego otros factores. Sus intereses son polÃ−ticos, económicos,
tanto los de carácter interno como los de PolÃ−tica Exterior. Francia quiere evitar otra revolución y piensa
en reforzar a la derecha francesa, pero también busca conseguir influencia en las jerarquÃ−as, y asÃ−
asumir factores de gobierno y recuperar el espacio perdido, ya que en el caso de Inglaterra, esta nación le ha
ganado la partida comercial en esos 3 años, haciendo que se intenten conquistar las colonias españolas.
A comienzos de abril cruzan los Pirineos los 100.000 hijos de San Luis, aunque no eran exactamente 100.000,
sino 95.000. Iban al mando del DUQUE DE ANGULEMA, y cuando llega, se encuentra con una situación
distinta a la de 1808, ya que no se encuentran resistencias populares. Su paseo no fue triunfal, ni tuvieron una
gran victoria. Hubo alguna victoria, pero tardan 6 meses en entrar en toda España, con lo que se demuestra
que sÃ− que encontraron alguna resistencia entre la población española. Tampoco fue un éxito militar
porque esa expedición no fue un éxito francés, sino un fracaso español, ya que habÃ−a una gran
desorganización entre nuestro ejército.
El mayor problema es conocer las razones de porqué se produjo, ya que el ejército francés cuenta con
la pasividad española. Hay que destacar la distinta significación del ejército de Angulema con el de
Napoleón porque aquel no viene a invadir, sino a reponer en la plenitud de sus derechos a Fernando VII y
eso da un significado al ejercito diferente. Sin embargo, no se puede afirmar que la sociedad española se
alegra de que se reponga a Fernando VII como rey absoluto, pero para entender esta actitud, hay que tener en
cuenta, además de los factores polÃ−ticos, los apoyos que despierta el Ejercito francés por su actuación
en suelo español, que es más organizado y quiere congratularse con la población española. Se ha
destacado la organización que consiguió el ejército para abastecerse, lejos de la rapiña, sino que tiene
un sistema de compras que incluso favorece a la población, y asÃ− compra y paga los productos que
consume, y, de este modo, la población obtiene beneficios del paso del ejercito.
El rey fue casi secuestrado por las Cortes en Cádiz, pero hubo un momento en que los liberales se rinden, y
Fernando VII queda libre, con lo que vuelve a Madrid con Angulema. Entre 1823 y 1828 hay un ejercito
francés en territorio español, pero es Fernando VII el que pide a los franceses que se queden para
consolidar el absolutismo, ya que el rey no tiene un ejercito español leal.
Por otra parte, los franceses van a estar en España tratando de frenar los exabruptos reaccionarios del
absolutismo español, ya que también son un elemento de moderación.
4. LOS Ã LTIMOS AÃ OS DEL REINADO DE FERNANDO VII
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Fernando VII firma el Manifiesto del Puerto de Santa MarÃ−a, de octubre de 1823, con lo que se anula el
liberalismo. En este momento en que Fernando VII ya está libre, todavÃ−a hay un territorio que no se ha
rendido, como la zona catalana.
4.1.PLANTEAMIENTO HISTORIOGRÔFICO
Se trata de una época que se pensó que estaba cerrada, y durante mucho tiempo, esta última década ha
sido conocida como Ominosa tradicionalmente, ya que se ha argumentado la represión y oscurantismo del
que se hace gala, que era algo que ya habÃ−an decretado los cronistas de la época, que eran los liberales.
Sólo hay represión y oscurantismo. Sin embargo, ha cambiado la argumentación y hay un momento, en
que a medida que se desarrolló la historia local, se comprobó que se caÃ−an los esquemas tradicionales, y
asÃ−, desde ese momento, los estudios empezaron a ver en la situación cierto pragmatismo, con
planteamientos superadores, con lo que se defendÃ−a la existencia de actitudes reformistas. De ese debate ha
salido el triunfo de la propia época, que es más densa de lo que se creÃ−a y también el triunfo de la
propia disciplina histórica, que ha servido para comprobar el carácter de la afirmación, y asÃ−, ante los
debates, la historia se compromete. De este modo, se ha visto que hay mucha represión, pero también
otras cosas. Es una época de muchas contradicciones y de evolución, pero que no se realiza en un único
sentido, sino con pasos adelante y atrás.
4.2. RESTAURACIÃ N DEL ABSOLUTISMO Y REPRESIÃ N
Se creó una junta provisional por parte de Angulema. Esta anula los nombramientos del trienio, y se ordena
a los Obispos que retiren las licencias concedidas a los liberales exclaustrados. Además se crea el Cuerpo de
Voluntarios Realistas, que tenÃ−a como función detener la milicia natural que se forma en la época del
liberalismo, y ahora se sustituye por otro cuerpo civil.
Se sustituyen los ayuntamientos liberales por otros de carácter absolutista. Esto se realiza cuando en mayo
de 1823 se establece una regencia, y esto se prolonga hasta octubre de ese mismo año. AsÃ− se continúa
restableciendo el Antiguo Régimen, restaurando los sistemas del diezmo, y la situación social y los
señorÃ−os de antes de los Pronunciamientos. Paralelamente, se va a volver la represión que queda
institucionalizada con la regencia, y que va a estar funcionando con la junta. La represión sigue siendo muy
dura, y es anterior a su institucionalización.
Fernando VII sigue en ámbito constitucional, no ha salido de la Constitución, pero cuando queda libre,
justifica la restauración, y no sólo la justifica, sino que lo hace de manera más rotunda de lo que lo hace
en 1814. de este modo, opta por la represión que será más cruenta, y parece que más eficaz. No sólo
ocurre esto en ciertos organismos, sino también con otros aparatos judiciales, como son las JUNTAS DE
FE, que son tribunales eclesiásticos.
4.2.1. LAS DIVISIONES INTERNAS
Con la idea de esta polÃ−tica, no se la puede considerar como única, ya que no es sólo el resultado del
Absolutismo, pues éste, como categorÃ−a única no existe, porque está dividido y enfrentado, porque hay
dos corrientes absolutistas. Hay una corriente de Absolutismo Permanente, que esta apoyado por los
Voluntarios Realistas, y las Juntas de Fe. Estos sectores están descontentos de cómo se ha procedido al
restablecimiento del Absolutismo, y se piensa que las medidas son insuficientes y no se ha hecho todo lo que
se podÃ−a hacer para frenar al liberalismo, habiendo que frena el ejército, y piensan también que se debe
frenar la Inquisición.
Otro sector absolutista tiene unas ideas distintas, los Absolutistas Moderados o FERNANDINOS, que
apoyaban a Fernando VII para los cuales las cosas no se están llevando bien, la represión es
contraproducente y la condenan. Piensan que el camino a seguir serÃ−a una polÃ−tica de conciliación
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nacional que favoreciera el camino eficaz del absolutismo. Ellos piensan que no se puede frenar el liberalismo
por la vÃ−a de la represión, ya que asÃ− solo se abona una nueva revolución. Sus posiciones son
reformadas, y asÃ− se piensa que se puede ir adoptando la realidad polÃ−tica a la socio-económica.
En el medio queda Fernando VII, que va a ser una figura fundamental. Con lo que se sabe de él no se puede
entender lo que se va a hacer. à l era Absolutista, pero también extremadamente práctico. Es un hombre
temeroso del liberalismo, más cercano al Absolutismo Intransigente, pero se da cuenta de las necesidades,
que hablan de moderación, y remiten al ejercito francés, que serán unas tropas comprometidas con la
interesada moderación. Eso va a explicar muchas de las decisiones que se toman en ese periodo, que si no,
no tendrÃ−an ningún sentido. Fernando VII, a finales de 1823, da sÃ−ntomas de apertura polÃ−tica clara,
ya que abre el gobierno a personajes no tan reaccionarios como los de la regencia. La polÃ−tica de Fernando
VII consiste en un juego de pesos y contrapesos con las instituciones, y asÃ−, se convierte en una polÃ−tica
consciente, que se mueve dependiendo del modo de sentir.
4.2.2. LAS CONSPIRACIONES APOSTÃ LICAS
También hay que apuntar el descontento que permanece entre los intransigentes, que manifiestan su
oposición hacia Fernando VII, a través de la conspiración. Son una realidad con la que tiene que contar
Fernando VII, y asÃ− serán sus más temidos enemigos, ya que van obligándoles a que se incline en una
dirección. Estas comparaciones empezaron en 1824, cuando se realiza el Decreto de AmnistÃ−a, pero que
afecta a muy poca gente, aunque el sector intransigente piensa que se les ha traicionado. AsÃ−, se realiza la
conspiración de CAPAPà . De esta conspiración, hay que decir que fue la primera ocasión en la que
aparezca el nombre de Don Carlos, convirtiéndose este movimiento en el CARLISTA posteriormente.
Fernando VII demuestra que absuelve a Carlos porque es poco importante. En 1825, se produce la
Conspiración de BESSIERES, que busca una polÃ−tica contraria, y se conoce antes de que fuese escrito,
pero en un acopio de paciencia no se les cogió, sino que esperaron a tener más pruebas. Se le inculpó, y en
este caso, la decisión de la justicia fue la pena de Muerte, de manera rápida y veloz, en un juicio
sumarÃ−simo, y ello porque se sospecha que Carlos estaba detrás de Bessieres, y Fernando VII busca que
no se relacione a su hermano con toda esta trama. Sin embargo, el rey, cada vez está más receloso porque
su hermano conspira contra el sistema y su persona.
LA CRISIS DE 1826-1827
Esto supone una crisis a todos los niveles, ya que es económica, afectando a todos los sectores, y es una
crisis que hunde sus raÃ−ces en aspectos muy diversos, lo que tiene que ver con la pérdida de las Colonias,
que a su vez supone una pérdida comercial, con el restablecimiento del Antiguo Régimen, lo que es
además una drástica reducción de los ingresos, y con el no reconocimiento de las deudas que Fernando
VII creó con el Trienio. Este es el contexto de los años 26 y 27, y se instrumentalizó polÃ−ticamente,
encauzándose para que se beneficie al Régimen Absolutista. Esta realidad se manifiesta en dos tiempos:
• 1826. Se enmarca en un contexto de profundo temor absolutista, por el régimen Liberal impuesto
en Portugal, por lo que se realizan Manifiestos de corte realista, como el MANIFIESTO DE LA
FEDERACIÃ N DE REALISTAS PUROS, que se realiza en Noviembre del 26. es un manifiesto
muy duro, en el que se hace un ataque a Fernando VII, y se llega a una conclusión muy dura, que es
la sustitución de Fernando VII por Carlos. No es un manifiesto Absolutista, sino que viene desde los
liberales para enfrentar al rey con su hermano. Este manifiesto, desde que aparece, se considera
realista, y los Absolutistas se identifican con él, porque reflejaba el sentir de los Realistas.
• 1827. Adopta este movimiento la forma de sublevación, y cuaja en Cataluña, que es lo que se
conoce como la REVUELTA DE LOS AGRAVIADOS o MALCONTENTS. Este es un movimiento
complejo y confuso, donde se mezclan razones económicas con polÃ−ticas. AsÃ−, va a haber un
levantamiento en Marzo que continúa hasta Octubre del 27. esto termina con la acción militar y
polÃ−tica, que es la visita de Fernando VII al Teatro de Operaciones para que los agraviados
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depusieran su actitud. Luego, las cosas vuelven a su cauce sin que Fernando VII hiciera concesiones a
los Agraviados, pero se da un nuevo paso para alejar a Fernando VII del sector Apostólico y
acercarlo a los reformistas, por lo que este conflicto va a ir entrando en unas esferas novedosas.
4.4. INVIABILIDAD Y CRISIS DE LA MONARQUÃ A ABSOLUTISTA
4.4.1. NATURALEZA Y SIGNIFICADO DEL REFORMISMO FERNANDINO
Este reformismo va ser casi obligado, no es un reformismo sentido, sino que se ve obligado por circunstancias
interiores y exteriores, ya que se le dice a Fernando VII desde Europa que siga con esa lÃ−nea de
moderación. Este reformismo es por tanto, contradictorio, y se ven de manera clara estas contradicciones,
porque el rey está dedicado a que continúe el Absolutismo. Las medidas son de corte Administrativo y
Económico, pero el rey nunca reformó el sistema polÃ−tico.
En 1830, hay un momento tenso, cuando coincide con un Estado económicamente descompuesto, que no
puede hacer frente a las medidas de las que se encarga. Es tal el grado de penuria, que tiene que aceptar las
deudas del Trienio. Además, hay una situación de incertidumbre polÃ−tica sin precedentes, y ello, porque
junto a la efervescencia apostólica, se une otra preocupación polÃ−tica, que son los levantamientos
liberales, ya que se realizan una serie de movimientos, que durante un tiempo tienen la esperanza de conseguir
sus objetivos contando con la nueva situación francesa, con la monarquÃ−a Constitucional de LUIS FELIPE
DE ORLEANS. Luis Felipe les va a apoyar, les utiliza para conseguir el reconocimiento de Fernando VII, y
luego, les deja de lado. Posteriormente fracasarán los movimientos, pero mientras duran, generan
preocupación.
4.4.2. LA CUESTIÃ N SUCESORIA
En el año 30, comienza la Crisis Sucesora, que al principio no genera tantos problemas, pero se convertirá
con el tiempo en algo muy problemático. Tras el pleito dinástico se esconde un enfrentamiento entre dos
ideologÃ−as diferentes, entre Absolutistas y Liberales, pero no cabe duda de que este problema dinástico es
el hilo conductor de los acontecimientos.
En 1829, Fernando VII enviuda sin descendencia, e inmediatamente después se le busca una nueva esposa,
MARIA CRISTINA DE BORBÃ N, hija del rey de Dos Sicilias, con la que se casa en 1929. en Marzo de
1830, Fernando VII decide promulgar la PRAGMÔTICA SANCIà N de las Cortes de 1789, con la que se
establecÃ−a la ley sálica francesa en nuestro paÃ−s. En Octubre nace la primogénita, la princesa
ISABEL, y asÃ−, queda planteado el problema dinástico, porque Carlos queda desposeÃ−do de cualquier
derecho al trono. Hay un sector que no acepta la pragmática Sanción, que la considera una conjura de los
liberales. Ã stos van a ser los intransigentes, los Realistas, que habÃ−an pensado en Sustituir a Fernando VII.
AsÃ−, mientras esto fuera posible, los Apostólicos conservaron la esperanza, pero con esto, se les
desplomaron los sistemas. Cuando se casa con MarÃ−a Cristina, la intranquilidad aumenta, y al abrirse la
Pragmática Sanción hace que pueda reinar una mujer, y los Carlistas no lo aceptan. Los Fernandinos no
sólo aceptan a Isabel, sino que ven abierta una esperanza con la Regencia, ya que pueden introducir al paÃ−s
por el camino de la Reforma, que es lo que pretenden también los Liberales, y por eso, se enfrentan
Carlistas e Isabelinos. Este enfrentamiento llega a las dependencias reales, a las cortes, entre la reina Maria
Cristina, junto con su hermana LUISA CARLOTA, contra MARÃ A FRANCISCA, que era la mujer de
Carlos.
Esto se complica en 1832, en Verano, cuando tienen lugar los sucesos de la GRANJA, que hacen alusión al
agravamiento de la situación de Fernando VII, que cae enfermo y en esa situación entran en juego los
intrigantes y se produce la Derogación de la Pragmática Sanción, desposeyendo a Isabel, para entronizar a
Carlos, pero Fernando VII no muere y vive otro año más, y con ello, se va a acercar a los liberales de
manera irreversible. Se vuelve a reponer la Pragmática Sanción, se jura a Isabel como Princesa de Asturias
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y se socava el poder de los Voluntarios Realistas. Además, se acerca a los Liberales concediéndoles una
auténtica amnistÃ−a, y asÃ−, ya los realistas se convierten en Carlistas. En Septiembre de 1833 muere
Fernando VII, y con ello, se van a sublevar.
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