Estados Unidos: La sombra de las siete en punto: va a llevarse a

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6 de noviembre de 2001
Índice AI: AMR 51/160/2001/s
Servicio de Noticias 196/01
Estados Unidos: La sombra de las siete en punto: va a llevarse a
cabo la primera ejecución en Nuevo México desde 1960; Georgia,
dispuesta a matar a un enfermo mental
Una vez más, las afirmaciones de Estados Unidos respecto a ser una fuerza progresista en
materia de derechos humanos demuestran ser palabras huecas, según ha declarado hoy Amnistía
Internacional. Hoy, a las siete de la tarde hora local, el estado de Nuevo México reanudará las
ejecuciones tras más de cuatro décadas sin ellas, y el estado de Georgia se dispone a matar a un
hombre con una grave enfermedad mental.
«Lo que está previsto que suceda esta tarde en Nuevo México y Georgia es una burla de
las normas de justicia reconocidas en gran parte del mundo», ha dicho Amnistía Internacional,
horas antes de las ejecuciones.
En Nuevo México, Terry Clark ha renunciado a sus apelaciones tras 14 años en el
«corredor de la muerte». Un tribunal ha resuelto que esa decisión se tomó libremente, a pesar de
las pruebas sobre la lesión cerebral del condenado y de las penosas condiciones de reclusión que
éste ha soportado durante más de una década. En Georgia, José Martínez High lleva condenado a
muerte 23 años, mucho más de la mitad de su vida. Se le han diagnosticado varias enfermedades
mentales graves y se ha concluido que está en el límite del retraso mental.
Amnistía Internacional ha declarado: «En un momento en el que cada vez más ciudadanos
de Estados Unidos ponen en duda la imparcialidad y la fiabilidad de esta pena arbitraria,
discriminatoria y proclive al error, son los políticos quienes deben ofrecer un liderazgo basado en
los principios. Sin embargo, y por desgracia, ese liderazgo brilla por su ausencia».
En una carta dirigida a quienes se manifiestan en contra de la ejecución de Terry Clark, el
gobernador de Nuevo México, Gary Johnson admitió que «eliminar la pena de muerte en el futuro
puede ser una política pública mejor». Sin embargo, se ha negado a intervenir para impedir la
ejecución de Terry Clark.
Ayer, la Junta de Indultos de Georgia denegó el indulto a José Martínez High a pesar de
que algunos miembros del jurado que lo condenó se habían manifestado a favor de la
conmutación. Durante el juicio no se presentó al jurado ninguna prueba atenuante, ni de la
discapacidad mental de High ni de los terribles abusos que éste había sufrido a manos de su padre.
Una miembro del jurado ha dicho que hubo una actitud racista en la sala de deliberaciones (el
acusado era negro y la víctima blanca) y ha puesto en duda que sea justo ejecutar a José Martínez
High mientras que los dos individuos que fueron condenados por el mismo delito cumplen cadena
perpetua.
Amnistía Internacional ha declarado: «Una mayoría clara de los países del mundo ha
concluido que no se hace justicia en la sala de ejecuciones. Aunque es innegable que los delitos
por los que fueron condenados José Martínez High y Terry Clark son muy graves, la comunidad
internacional ha decidido que, incluso para los delitos más atroces, como los crímenes de guerra y
el genocidio, la pena de muerte debe ser cosa del pasado».
Si sigue adelante, Nuevo México se convertirá en el estado número 32 de Estados Unidos
que lleva a cabo una ejecución desde 1976, fecha en la que la Corte Suprema de Estados Unidos
levantó una suspensión judicial de la pena de muerte. Desde esa fecha, Estados Unidos ha
ejecutado a 739 hombres y mujeres, de los que más de 600 han sido ejecutados desde 1990. El
gobierno federal reanudó este año las ejecuciones de condenados a muerte federales tras una
suspensión de hecho de 38 años. Mientras tanto, en marcado contraste, más de 100 países han
abolido la pena de muerte en la ley o en la práctica.
Información general
Terry Clark fue declarado culpable en 1987 del asesinato de Dena Lynn Gore, de nueve
años de edad, cometido en 1986. José Martínez High fue declarado culpable del asesinato de un
niño de 11 años, Bonnie Bulloch, cometido en julio de 1976. Fue condenado a muerte en 1978.
Amnistía Internacional siente la más profunda simpatía por los familiares y amigos de las
víctimas de asesinato, así como por los familiares y seres queridos de los condenados a muerte.
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Documento público
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