Carrera de Posgrado en Dermatología Cátedra de Dermatología Facultad de Ciencias Médicas Universidad Nacional de Rosario Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Autor: Dr. Sebastián Augusto Mercau Tutor: Dr. Gabriel Salerni Co-tutora: Dra. María Fernanda Macario 2014 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Indice 1. Objetivos………………………………………………………... 2. Introducción…………………………………………………….. 3. Lesiones Melanocíticas No Problemáticas………………….. 3.1 Nevos Melanocíticos Comunes………………………….. 3.2 Nevo Azul…………………………………………………… 3.3 Nevos Especiales………………………………………….. 3.4 Nevos en Localizaciones Especiales……………………. 4. Lesiones Melanocíticas Problemáticas……………………… 4.1 Nevos Melanocíticos Congénitos………………………… 4.1.1 Definición………………………………………………. 4.1.2 Epidemiología…………………………………………. 4.1.3 Etiopatogenia………………………………………….. 4.1.4 Presentación Clínica………………………………….. 4.1.5 Nomenclatura – Clasificación……………………….. 4.1.6 Historia Natural………………………………………... 4.1.7 Diagnóstico……………………………………………. 4.1.8 Asociaciones…………………………………………... 4.1.9 Manejo – Opciones Terapéuticas…………………… 4.2 Nevos de Spitz y Lesiones Spitzoides…………………... 4.2.1 Introducción –Definición……………………………… 4.2.2 Epidemiología…………………………………………. 4.2.3 Clasificación – Espectro de Lesiones Spitzoides…. 4.2.4 Presentación Clínica………………………………….. 4.2.5 Diagnóstico……………………………………………. 4.2.6 Estratificación del Riesgo – Pronóstico…………….. 4.2.7 Manejo…………………………………………………. 4.3 Melanoma Pediátrico……………………………………… 4.3.1 Introducción……………………………………………. 4.3.2 Epidemiología…………………………………………. 4.3.3 Factores de Riesgo…………………………………… 4.3.4 Presentación Clínica – Clasificación……………… 4.3.5 Diagnóstico……………………………………………. 4.3.6 Estadificación – Pronóstico………………………….. 4.3.7 Manejo- Tratamiento…………………………………. 5. Comentario Final………………………………………………. 6. Bibliografía……………………………………………………… Dr. Sebastián Augusto Mercau 3 4 5 5 8 9 12 16 16 16 16 16 17 18 20 21 23 28 31 31 31 31 33 34 42 45 49 49 49 52 55 56 62 66 71 73 2 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 1. Objetivos - Exponer las características generales, epidemiológicas, clínicas y dermatoscópicas de las lesiones melanocíticas en la población pediátrica. - Desarrollar un enfoque práctico sobre el manejo de las lesiones melanocíticas en pediatría, con especial énfasis en las lesiones problemáticas. Dr. Sebastián Augusto Mercau 3 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 2. Introducción La mayor parte de las lesiones melanocíticas en los niños son consideradas no problemáticas y su manejo es conservador debido a su invariable benignidad. Dentro de las lesiones melanocíticas no problemáticas se encuentran los nevos adquiridos comunes, el nevo azul, los nevos combinados, el halo nevo (nevo de Sutton) y los nevos en localizaciones especiales (acral, aparato ungueal, facial, cuero cabelludo, genital). Los Nevos Melanocíticos Congénitos (NMC) y los Nevos de Spitz constituyen las lesiones melanocíticas mas problemáticas en la infancia. Con respecto a los NMC, el mayor riesgo de desarrollo de melanoma ocurre en los nevos de mayor tamaño, siendo particularmente alto en los NMC gigantes en niños menores de 10 años. En cuanto a los nevos de Spitz y a las lesiones spitzoides, constituyen el principal diagnóstico diferencial tanto clínico como histopatológico de melanoma en la población pediátrica. El melanoma en la infancia es una ocurrencia rara,1,2 y su incidencia anual se estima en 0.8 casos por millón en la primera década de la vida. 3 Sin embargo, la precisión en la detección de melanoma en niños y adolescentes sigue siendo baja. Ha sido demostrado que el número de lesiones que se necesitan extirpar para diagnosticar un melanoma es 20 veces mayor en la población pediátrica que en los pacientes adultos. 4 Una estrategia efectiva para reducir el número de lesiones extirpadas en forma innecesarias es hacer énfasis en las lesiones melanocíticas problemáticas. Los datos epidemiológicos indican que además de la inmunosupresión y ciertas condiciones genéticas (como el Xeroderma Pigmentoso), el mayor riesgo para el desarrollo de melanoma en la edad pediátrica es la presencia de un NMC gigante. 5,6 Por lo tanto, las lesiones spitzoides y los nevos congénitos deben ser considerados verdaderas lesiones problemáticas en la población pediátrica, representando un simulador y un precursor de melanoma, respectivamente. En este contexto, se debe hacer hincapié en las lesiones nuevas de rápido crecimiento (característica clínica de las lesiones spitzoides) y en los nevos congénitos con historia reciente de cambios en tamaño, color y/o forma. La dermatoscopía es una herramienta fundamental para la evaluación de lesiones cutáneas en general, su uso se asocia a un incremento cercano al 30% en la sensibilidad diagnóstica del melanoma en comparación con la examinación con el ojo desnudo.7-9 El rol de la dermatoscopía en pediatría consiste en ayudar a diferenciar las lesiones melanocíticas y no melanocíticas del melanoma, permitiendo una mejor precisión diagnóstica del melanoma pediátrico.10-14 Dr. Sebastián Augusto Mercau 4 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 3. Lesiones Melanocíticas No Problemáticas Dentro de las lesiones melanocíticas no problemáticas de la población pediátrica se incluyen los nevos melanocíticos comunes o adquiridos, el nevo azul, los nevos de localizaciones especiales (acrales, ungueales, faciales, genitales y de cuero cabelludo) y otros nevos especiales como los nevos combinados, halo nevo y nevo recurrente entre otros. 3.1 Nevos Melanocíticos Comunes - Adquiridos La infancia y adolescencia son momentos importantes de la vida para la formación y evolución de los nevos, y la presencia de un alto número de nevos temprano en la vida puede predecir un mayor riesgo de desarrollo de melanoma. Los estudios de investigación epidemiológica han demostrado en años recientes que el número de nevos melanocíticos adquiridos es el factor más importante para el desarrollo del melanoma.15-19 El número total de nevos melanocíticos varía con la edad, siguiendo un curso de evolución dinámica. El recuento y la densidad névica se incrementa desde la juventud hasta la edad media y luego decrece.20,21 Existe evidencia que sugiere que los subtipos morfológicos de nevos son dependientes de la edad. Tradicionalmente, los nevos que se presentan en el momento del nacimiento o que aparecen en el primer año de vida se definen como congénitos, mientras que aquellos que aparecen en forma más tardía son considerados adquiridos. Los nevos comunes adquiridos son lesiones marrones pequeñas, planas o ligeramente sobreelevadas que pueden aparecer en cualquier superficie del cuerpo. El examen histopatológico suele demostrar que son nevos compuestos o dérmicos.22 Existe poco consenso sobre los factores de riesgo para el desarrollo de los nevos. Algunos estudios concluyen que el número de nevos melanocíticos en niños es mayor en aquellos con características pigmentarias como piel clara, presencia de pecas, cabello y ojos claros, y en aquellos con quemaduras solares severas.19,23-27 Otros autores encontraron que los factores genéticos también influyen en la prevalencia de nevos, observando mayor número de nevos en niños con antecedentes familiares de melanoma.28 La relación entre exposición solar y el número de nevos parece ser inconsistente. Mientras algunos estudios han indicado esta asociación,16,24,29 otros demostraron que la prevalencia de nevos melanocíticos no está relacionada a la exposición a radiación ultravioleta.30 La mayor parte de los datos de los factores asociados con los nevos melanocíticos provienen de estudios poblacionales de los países de Europa del norte, de América del norte y de Australia. No está claro si esos datos se pueden extrapolar a otras poblaciones en otras localizaciones geográficas y con diferentes fenotipos prevalentes. Dr. Sebastián Augusto Mercau 5 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Se han realizado varios intentos de clasificar los nevos melanocíticos adquiridos basados en sus características clínicas (elevados versus planos), clínico - histológicas (nevo de Clark, nevo de Miescher y nevo de Unna), e histológicas (nevo juntural, compuesto y dérmico). Como consecuencia, los sistemas de clasificación siempre fueron basados en una mezcla de criterios clínicos e histopatológicos. Sin embargo, estos sistemas nunca han logrado consenso entre clínicos y patólogos.31,32 La introducción de la dermatoscopía ha permitido observar colores y estructuras en los nevos melanocíticos que no son visibles con el ojo desnudo. Dado que estas estructuras dermatoscópicas tienen una muy buena correlación histopatológica, la dermatoscopía puede incrementar la precisión diagnóstica clínica.33 Además, el seguimiento dermatoscópico digital ha permitido comprender tanto la evolución de los nevos melanocíticos como también nuevos conceptos de la nevogénesis.34-37 Estos nuevos conceptos afirman que los nevos se desarrollan a través de dos vías diferentes, una endógena (a partir de melanocitos dérmicos) y otra exógena (a partir de melanocitos epidérmicos). La vía endógena lleva al desarrollo de nevos en la infancia temprana y que persisten durante la vida, demostrando un patrón dermatoscópico globular, mientras que los nevos de origen epidérmicos (vía exógena) se desarrollan mayormente durante la pubertad por factores exógenos como la exposición a radiación ultravioleta. Estos últimos tienen un ciclo de vida dinámico y exhiben un patrón reticular a la dermatoscopía. Zalaudek et al38 propusieron un sistema de clasificación de los nevos melanocíticos basados en la apariencia dermatoscópica de los mismos, junto con los criterios epidemiológicos, clínicos e histológicos relacionados (Tabla 3).39 El sistema de clasificación propuesto por Zalaudek divide a los nevos melanocíticos en según la presencia de 4 patrones dermatoscópicos (globular, reticular, estallido de estrella y azul homogéneo). Varios estudios han examinado la prevalencia de patrones dermatoscópicos de los nevos en la población pediátrica. El patrón dermatoscópico más característico de la infancia es el patrón globular, tanto en nevos congénitos pequeños como en nevos adquiridos.40-42 Por otro lado, el patrón reticular usualmente tipifica a los nevos que se desarrollan después de la pubertad.40-42 Zalaudek et al40 en su estudio de prevalencia de patrones dermatoscópicos de los nevos melanocíticos adquiridos relacionados con la edad, reportaron una prevalencia de patrón globular de 60% en la edad pediátrica. Aguilera et al41 en su estudio de prevalencia de nevos en niños en Barcelona, observaron que 81% de los pacientes tenían nevos con patrón globular y 53% tenían un patrón globular predominante. Scope et al43 identificaron un patrón homogéneo en 44% de los niños, seguido por el patrón globular (37%) y reticular (13%). En general, la frecuencia de los patrones globular y reticular se incrementan con la edad, y el patrón homogéneo en la infancia puede evolucionar a otro tipo de patrón.43 Los nevos con patrón Dr. Sebastián Augusto Mercau 6 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica globular son más frecuentes en la zona alta del tronco, y suelen ser escasos en número.38 El patrón es estallido de estrella representa un patrón intermedio en la evolución de los nevos de Spitz, que inicialmente exhiben un patrón globular (Ver Nevo de Spitz).44,45 Luego de un tiempo variable, el patrón globular evoluciona al patrón en estallido de estrella y luego a un patrón homogéneo o reticular, con el cual se estabiliza en su crecimiento. En esta fase los nevos de Spitz pueden ser indistinguibles de un nevo reticular común. Sin embargo, los nevos de Spitz tienden a involucionar, lo que explica porque son poco frecuentes en la edad adulta.46,47 Otro patrón frecuente observado en la población pediátrica es el patrón globular periférico. Este patrón se presenta en un subgrupo de nevos en crecimiento y consiste en glóbulos localizados alrededor de la totalidad del perímetro del nevo. Estas lesiones tienden a crecer y agrandarse en forma simétrica, los glóbulos periféricos progresivamente se vuelven más dispersos y eventualmente desaparecen. Luego de entrar en senescencia, se manifiestan usualmente con patrón reticular u homogéneo.48 Este patrón es considerado benigno en los niños y no requiere biopsia.49 La presencia de nevos con una hiperpigmentación periférica no es raro de observar en la población pediátrica y puede ser confundido con el melanoma (signo de Bolognia).50 Estos nevos se presentan con una pigmentación homogénea gris-negra en ausencia de criterios específicos de melanoma, que suele desaparecer durante el seguimiento. El examen dermatoscópico de los nevos comunes en niños usualmente no muestra características atípicas y estas lesiones pueden ser manejadas en forma conservadora. Los nevos con características atípicas (superficie plana o ligeramente sobreelevada, diámetro mayor a 6 mm y color heterogéneo) generalmente aparecen después de la pubertad y persisten hasta los 40-50 años de edad.51-53 La presencia de múltiples nevos con características atípicas es un marcador de riesgo incrementado para el desarrollo de melanoma. Por lo tanto, se recomienda un seguimiento regular luego de la pubertad, especialmente en niños que presentan factores de riesgo adicionales, como son la presencia de un gran número de nevos, historia familiar de melanoma, fototipo de piel clara e historia de quemaduras solares. En estos casos el melanoma suele surgir de novo, siendo la presencia de nevos atípicos solo un marcador de riesgo. La mayor dificultad consiste en el diagnóstico diferencial entre el melanoma incipiente y los nevos atípicos. Tsao et al54 demostraron que la posibilidad de transformación de un nevo a melanoma es muy baja, variando entre 1 caso cada 200.000 antes de los 40 años y 1 caso cada 33.000 en mayores de 60 años. Bauer y Garbe estimaron porcentajes de transformación mas bajos en pacientes menores de 20 años de edad.55,56 Dr. Sebastián Augusto Mercau 7 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Tabla 1. Clasificación de los nevos basada en características etiológicas, epidemiológicas, clínico-dermatoscópicas e histopatológicas y su riesgo de melanoma. Patrón Vía Origen Desarrollo Globular Endógena (genéticamente determinada) Exógena (exposición UV) Desconocido Dérmico Reticular Estallido de estrella Azul homogéneo Endógena (genéticamente determinada) Infancia Historia Natural Persistencia Riesgo de Melanoma Precursor Epidérmico Pubertad Involución Indicador Epidérmico Infancia Adolescencia Infancia Adolescencia Involución Simulador Persistencia Simulador Dérmico Adaptado de Zalaudek et al38 3.2 Nevo Azul El nevo azul (NA) es un subtipo de proliferación melanocítica benigna caracterizada por la presencia de células melanocíticas dendríticas dérmicas. Se desarrolla con mayor frecuencia en niños y adolescentes, con una incidencia estimada de 1-2% en la población blanca. El NA tiene cierta predilección por las extremidades distales, región glútea y cuero cabelludo, aunque puede presentarse en cualquier zona del cuerpo. Clínicamente se presenta como una pápula, nódulo o placa única, de superficie lisa y color azulado. Existen 2 grandes subtipos o variantes de NA: el nevo azul común (NA), y el nevo azul celular (NAC).57 El NA común por lo general mide menos de 1 cm de diámetro y se localiza en cabeza y cuello, región sacra, y dorso de manos y pies. El NAC se presenta como un nódulo de 1-3 cm de diámetro, usualmente localizado en región glútea o sacra.58 El NA se caracteriza dermatoscópicamente por presentar una pigmentación azul homogénea en ausencia de red de pigmento y otras estructuras dermatoscópicas distintivas.10,59-61 La pigmentación azul es causada por el efecto Tyndall, debido al denso infiltrado dérmico de melanocitos pigmentados.10 A pesar de que el patrón clásico es el azul homogéneo, se han descripto variantes, dentro de las cuales se incluye al nevo azul-azul, azulnegro, azul-marrón, azul-blanco y azul policromático.38 El color azul por si mismo, es un criterio dermatoscópico inespecífico que puede encontrarse en varios tumores cutáneos, como en melanoma nodular, las metástasis de melanoma y el carcinoma Basocelular pigmentado. Por lo tanto, el diagnóstico de NA se debe basar siempre en el criterio dermatoscópico y la historia de una Dr. Sebastián Augusto Mercau 8 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica lesión de larga data sin cambios.38 Di Cesare et al62 en su estudio de patrones de nevo azul, reportaron un amplio espectro de características dermatoscópicas que pueden también presentarse en algunos casos atípicos, dentro de las cuales se incluyen la despigmentación tipo cicatriz, puntos, glóbulos, proyecciones en periferia y vasos. Ante estos casos, la dermatoscopía no permite diferenciar clínicamente entre nevo azul y melanoma u otras lesiones no melanocíticas. El NA común no requiere un manejo especial y no hace falta realizar seguimiento. El NAC en ocasiones puede generar problemas en el diagnóstico diferencial con melanoma, especialmente cuando crecen rápidamente y cuando presentan características dermatoscópicas atípicas.62 Se ha descripto también el NA con satelitosis periférica que imita al melanoma maligno.63-66 En estos casos, es necesaria la extirpación y estudio histopatológico para confirmar la naturaleza benigna de la proliferación melanocítica. 3.3 Nevos Especiales Varios nevos melanocíticos pueden exhibir características clínicas especiales, dando una apariencia “targetoide” o “en diana”. Dentro de este grupo de nevos especiales se incluye al Nevo combinado, Halo Nevo, Nevo de Meyerson, Nevo irritado, Nevo en escarapela, y al Nevo recurrente. 3.3.1 Nevo Combinado El nevo combinado (NC) se define como la presencia de 2 diferentes tipos de neoplasias melanocíticas al examen histopatológico.67 Puede estar compuesto por varios tipos histológicos de nevos, siendo más frecuente la combinación de nevo azul con un nevo melanocítico congénito pequeño, un nevo melanocítico adquirido o con un nevo de Spitz.68 Debido a la presencia de 2 poblaciones de nevos, los NC se pueden presentar con varios colores y diferentes estructuras y patrones dermatoscópicos. Dependiendo del componente histopatológico dominante, el NC puede presentarse clínicamente como un nevo con una pápula o placa central azul (Nevo Azul) y alrededor una parte color marrón correspondiente al nevo melanocítico adquirido o congénito. A la dermatoscopía, el NC clásico (Nevo azul asociado a nevo melanocítico adquirido) se caracteriza por un patrón reticular fino y/o globular en la periferia, y en el centro una pigmentación azul homogénea. Los NC que carecen del componente de nevo azul puede tener características menos específicas y puede no ser diagnosticados mediante el examen clínico dermatoscópico.68 En estos casos puede ser necesaria la extirpación con estudio histopatológico para descartar melanoma. Dr. Sebastián Augusto Mercau 9 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 3.3.2 Halo Nevo - Nevo de Sutton El Halo Nevo (HN), también llamado nevo de Sutton, es un nevo melanocítico benigno que tiene una zona periférica con pérdida de pigmento. Se caracteriza por una involución inmunomediada con progresiva desaparición y regresión del componente névico central, en un período de tiempo variable.69 Luego de la regresión completa del nevo, el halo despigmentado tiende a repigmentarse y volver al color normal de la piel. El HN es frecuente en niños y adolescentes, con una prevalencia aproximada de 1%.70 Suelen localizarse en el tronco y puede presentarse como única lesión o ser múltiple. Puede estar asociado con enfermedades autoinmunes como vitiligo y tiroiditis de Hashimoto.71 El fenómeno de halo se presenta en los nevos compuestos, congénitos, y menos frecuentemente, en nevos de Spitz y nevos azules.72 En el examen dermatoscópico se puede observar un patrón globular u homogéneo rodeado por un halo de despigmentación tipo cicatriz de tamaño variable. Luego de la involución total del nevo se puede observar una pigmentación gris (melanofagia) y vasos dérmicos.73 El diagnóstico diferencial debe hacerse con el halo melanoma y con el pseudo halo nevo. El melanoma con regresión puede en ocasiones simular un halo nevo. El halo suele ser asimétrico, poco definido, y en los remanentes de lesión melanocítica pueden presentar estructuras dermatoscópicas atípicas, que sugieren el diagnóstico de melanoma. El pseudo halo nevo, o halo nevo artificial, se produce al aplicar protector solar exclusivamente sobre los nevos melanocíticos comunes.74 El manejo del HN es conservador, y no requiere ningún tratamiento. Durante el seguimiento puede tener cambios considerables, por lo que el rol del seguimiento mediante dermatoscopía digital del HN es cuestionable.73 3.3.3 Nevo de Meyerson El nevo de Meyerson se caracteriza por el desarrollo de un halo eccematoso alrededor de uno o más nevos pigmentados. Las características clínicas incluyen la aparición de halo eritematoso con escamas, acentuadas en la periferia de la lesión. Es común la presencia de prurito en la mayoría de las lesiones. Las lesiones eccematosas pueden descamar y resolver espontáneamente o luego del tratamiento tópico con corticoides. A la dermatoscopía, los patrones se presentan borrosos y con una costra superficial sobre la lesión, por lo que la evaluación resulta dificultosa. Se debe revaluar la lesión luego de algunas semanas de tratamiento tópico, para poder asegurar la presencia de un patrón de nevo benigno.75,76 Dr. Sebastián Augusto Mercau 10 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 3.3.4 Nevo Irritado - Nevo Hemosiderótico o Targetoide La aparición de cambios traumáticos es frecuente en los nevos melanocíticos, particularmente en aquellos sobreelevados y exofíticos. Las causas más comunes de injuria son debidas a la irritación mecánica por la vestimenta, el afeitado, rascado o algún traumatismo accidental. Típicamente, los pacientes reportan un cambio súbito en la pigmentación del nevo, especialmente cuando no se reconoce el trauma que lo ocasionó. Son frecuentes los síntomas de prurito y dolor. Las características clínicas de los nevos traumatizados incluyen el desarrollo de un halo violáceo, equimótico alrededor de un nevo sobreelevado de larga data, dando un aspecto en diana o blanco de tiro. La dermatoscopía es útil para diferenciar el pigmento de la sangre en los nevos traumatizados.75 Los nevos hemosideróticos muestran características típicas de nevos melanocíticos, con patrón globular con cambios vasculares y hemorrágicos color rojo-violáceo a negro, fundamentalmente alrededor del nevo. Los nevos irritados vuelven a su apariencia clínica normal luego de 7-14 días. Puede ser útil el tratamiento tópico con una crema antinflamatoria o con heparina. 3.3.5 Nevo en Escarapela El nevo en escarapela se caracteriza por una porción central pigmentada, frecuentemente papular, rodeada de un halo interno despigmentado, y uno externo pigmentado. Existen pocos reportes en la literatura de nevos en escarapela, por lo que son considerados excepcionalmente raros.77,78 Al examen dermatoscópico, el nevo en escarapela presenta un patrón asimétrico con un área azul-gris central, rodeada de un halo interno eritematosoblanquecino con vasos puntiformes y un halo externo compuesto por glóbulos marrones distribuidos en forma irregular.77 3.3.6 Nevo Recurrente El nevo recurrente es considerado un simulador de melanoma tanto a la dermatoscopía como a la histopatología. Aparecen frecuentemente en cicatrices luego de extirpaciones quirúrgicas incompletas, como por ejemplo luego de biopsias por shaving.79 Las características típicas observadas en los nevos recurrentes consisten en la presencia de una cicatriz redondeada que contiene en el centro una red de pigmento atípica, glóbulos y/o proyecciones irregulares, con pigmentación heterogena.79,80 En los casos en los cuales existe una confirmación histopatológica previa de un nevo, no es necesario ningún tipo de tratamiento. Sin embargo, en los casos en los cuales no hubo diagnóstico histopatológico, la extirpación quirúrgica es obligatoria. Dado que el nevo recurrente también imita al melanoma en la histopatología, es de fundamental importancia informar al patólogo del antecedente del Dr. Sebastián Augusto Mercau 11 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica procedimiento quirúrgico previo. 3.4 Nevos en Localizaciones Especiales Los nevos de localizaciones especiales exhiben características clínicas, dermatoscópicas e histopatológicas relacionadas a las estructuras anatómicas específicas donde están localizados. Dentro de las localizaciones especiales se incluyen la piel de palmas y plantas (acrales), aparato ungueal, cara (facial), genitales y cuero cabelludo. Las primeras 3 localizaciones (acral, ungueal, facial) son las únicas que tienen patrones específicos descriptos. El resto (genitales y cuero cabelludo) se las incluye debido a que las lesiones melanocíticas que se desarrollan en esas áreas frecuentemente presentan características clínicas e histopatológicas que pueden superponerse con el melanoma. 3.4.1 Nevos Acrales Las lesiones melanocíticas que se desarrollan en piel de palmas y plantas usualmente exhiben a la dermatoscopía un patrón paralelo debido a las estructuras anatómicas inherentes a esta localización. Se trata de una piel glabra o lampiña compuesta por surcos y crestas que dan lugar al patrón dermatoglífico único de cada individuo.81,82 El pigmento puede seguir tanto los surcos como las crestas de la piel acral. El patrón paralelo del surco, con todas sus variantes (clásico, doble línea, hilera o doble hilera de puntos, etc.),81 es el patrón mas frecuentemente encontrado en los nevos melanocíticos acrales. Otros patrones benignos incluyen el patrón en celosía (compuesto por líneas paralelas pigmentadas a lo largo del surco y líneas perpendiculares que cruzan a las anteriores simulando un enrejado), el patrón fibrilar (líneas finas pigmentadas densamente agrupadas que cruzan los surcos en forma inclinada con respecto a los mismos), el patrón no típico (no muestran características de malignidad pero tampoco encajan en los patrones dermatoscópicos mayores mencionados) y el patrón glóbulo-estriado (presenta glóbulos combinados con estructuras lineales y curvilíneas).83,84 En los nevos congénitos acrales se pueden observar áreas azul-grisáceas (fundamentalmente en aquellos con componente dérmico), y un patrón recientemente descripto llamado “patrón de arvejas en su vaina”.85,86 Por el contrario, el patrón paralelo de la cresta es altamente sugestivo de melanoma acral.87 Los nevos acrales pueden ser manejados en forma conservadora. En el caso de nevos congénitos con componente dérmico central, se debe buscar el patrón paralelo evaluando la distribución del pigmento en la periferia de la lesión. La dermatoscopía juega un rol fundamental en la discriminación entre los nevos acrales y el melanoma acrolentiginoso. El reconocimiento de los patrones dermatoscópicos de las lesiones melanocíticas es esencial dado que Dr. Sebastián Augusto Mercau 12 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica tanto el melanoma como los nevos melanocíticos pueden tener una presentación clínica similar, aunque el melanoma acrolentiginoso es muy raro en la población pediátrica (ver Melanoma Pediátrico). Koga et al88 propusieron un algoritmo de 3 pasos para el manejo de las lesiones melanocíticas acrales. En el primer paso, si la lesión muestra patrón paralelo de la cresta, ésta se biopsia independientemente del tamaño. Si la lesión no muestra este patrón, se pasa al segundo paso de evaluación. En el segundo paso, se debe chequear si la lesión presenta un patrón benigno típico (paralelo del surco, celosía o fibrilar típico). Si la lesión muestra alguno de estos patrones, no se requiere mayor seguimiento de la misma, pues no se desarrollará un melanoma a partir de ella. Sin embargo, si la lesión no muestra un patrón dermatoscópico típico, se pasa al tercer paso. Por último, en el tercer paso, se debe medir el diámetro máximo de la lesión. Se recomienda biopsiar la misma si ésta presenta un diámetro máximo mayor a 7 mm. De lo contrario, si su diámetro mayor es menor a esta medida, se recomienda control periódico clínico-dermatoscópico. 3.4.2 Nevos del Aparato Ungueal Los nevos del aparato ungueal (nevos de matriz ungueal) son frecuentes en niños y adolescentes y se presentan clínicamente como una banda de pigmento longitudinal regular y homogénea (melanoniquia en banda). A la dermatoscopía se pueden observar una banda de pigmento marrón, de patrón regular, o líneas marrones longitudinales paralelas dispuestas de forma uniforme y grosor parecido. Debido a que el melanoma ungueal (acrolentiginoso) es extremadamente raro en la población pediátrica, los nevos del aparato ungueal en la población pediátrica deben ser manejados en forma conservadora. 3.4.3 Nevos Faciales Las lesiones melanocíticas faciales, usualmente consideradas en el diagnóstico diferencial del melanoma lentigo maligno (que se presenta en pacientes adultos y añosos), presentan una pseudored de pigmento, caracterizado por la presencia de agujeros redondos correspondientes a los orificios foliculares que interrumpen el pigmento. Dado que el melanoma lentigo maligno es excepcional en la población pediátrica, los nevos faciales en los niños deben ser manejados siempre en forma conservadora. 3.4.4 Nevos Genitales Los nevos genitales, particularmente de vulva y pene, poseen características clínicas y epidemiológicas diferentes de los nevos de otras localizaciones. Existen pocas publicaciones en la literatura de estudios que hayan examinado las características clínicas y dermatoscópicas de lesiones Dr. Sebastián Augusto Mercau 13 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica melanocíticas en genitales.89-92 Todos los estudios indican que la edad es un fuerte predictor de la benignidad y malignidad de estas lesiones. Los nevos se asocian con una menor edad comparado con el melanoma y la melanosis. Hunt et al92 en su estudio de nevos melanocíticos genitales en niños, reportaron un incidencia de 3,5% en la población pediátrica. Además observaron que la mayoría de los nevos aparecen en los primeros 2 años de vida (63%), presentan un patrón dermatoscópico globular (93%) y tienen un curso benigno. La combinación de color azul, gris y blanco con áreas sin estructura son los indicadores dermatoscópicos más fuertes de lesiones malignas de la mucosa genital. Dado que los nevos genitales en la población pediátrica son frecuentemente congénitos y de aparición temprana, crecen y se agrandan junto con el crecimiento del niño. El crecimiento gradual, los cambios simétricos en color, textura y la sobrelevación, no deben ser consideradas indicaciones de biopsia en los nevos genitales de niños. Al igual que en los nevos en otras localizaciones, el crecimiento rápido, la presencia de una elevación firme nueva, y una marcada asimetría en borde y color, constituyen hallazgos que ameritan una biopsia y estudio histopatológico de la lesión. Los nevos genitales poseen más frecuentemente características histopatológicas preocupantes (melanocitos atípicos, diseminación pagetoide, etc.) que los nevos en otras localizaciones, a pesar de su comportamiento clínico benigno.9397 Existen un pequeño subgrupo de lesiones vulvares benignas, conocidas como nevos melanocíticos atípicos de tipo genital, que pueden tener características histopatológicas que se superponen con las del melanoma. Estas lesiones pueden presentar un patrón mixto a la dermatoscopía, con una pigmentación marrón-gris homogénea y glóbulos. Los nevos genitales en el contexto de liquen escleroso pueden también ser simuladores de melanoma (pigmentación marrón-negra, bordes irregulares, etc.).95-96 Los hallazgos histopatológicos atípicos pueden llevar a procedimientos adicionales innecesarios. Las biopsias en la región genital son psicológicamente dificultosas para los niños, y la cicatrización resultante puede ser problemática. Por lo tanto, la biopsia y/o extirpación profiláctica de nevos genitales en niños es innecesaria en ausencia de hallazgos clínicos y dermatoscópicos sugestivos de malignidad. 3.4.5 Nevos de Cuero Cabelludo Los nevos de cuero cabelludo en niños y adolescentes son indicadores conocidos de un número total de nevos alto.98,99 Por lo tanto, los adolescentes con nevos en esta localización puede beneficiarse de exámenes regulares de la piel de todo el cuerpo. Los nevos de cuero cabelludo comunes en la población pediátrica se caracterizan por tener un patrón globular uniforme o Dr. Sebastián Augusto Mercau 14 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica una red de pigmento con hipopigmentación perifolicular al examen dermatoscópico. En niños con fototipo de piel claro, estos nevos pueden presentarse con una hipopigmentación central, por lo que se los llama “nevos eclipse”. A la dermatoscopía, los nevos eclipse muestran un área central de hipopigmentación, a veces con una superficie queratósica, rodeado por un red de pigmento marrón. A pesar de que en el pasado estas lesiones generaban mucha preocupación en los médicos, actualmente son consideradas benignas y pueden ser manejadas en forma conservadora.53,100 Dr. Sebastián Augusto Mercau 15 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 4. Lesiones Melanocíticas Problemáticas Dentro de las lesiones melanocíticas problemáticas se incluyen a los nevos melanocíticos congénitos, al nevo de Spitz y las lesiones spitzoides, y el melanoma pediátrico. 4.1 Nevos Melanocíticos Congénitos 4.1.1 Definición Los nevos melanocíticos congénitos (NMC) son proliferaciones benignas de melanocitos derivados de la cresta neural, originadas intraútero. Se definen como nevos presentes al momento del nacimiento o que aparecen dentro del primer año de vida.101 Son genéticamente determinados y persisten durante toda la vida. Los nevos melanocíticos tardíos son aquellos nevos con características clínicas e histopatológicas similares a los NMC, pero que aparecen dentro de los dos primeros años de vida.102,103 4.1.2 Epidemiología La incidencia de los NMC en los nacido vivos has sido reportada entre 1Los nevos melanocíticos congénitos gigantes (NMCG) tienen una incidencia estimada de 1 en 20.000 a 1 en 500.000 nacidos vivos. 106,107 En la mayoría de los estudios hay una ligera predilección por el sexo femenino con una relación 3:2.108-112 Entre un 2-6% de la población general tiene uno o más nevos “tipo congénito”, que tienen la mismas características clínicas e histológicas que los NMC, pero se desconoce la edad exacta de aparición.103,113,114 6%.,104,105 4.1.3 Etiopatogenia Las células névicas son derivadas de melanocitos de la cresta neural. 115 Los NMC son proliferaciones clonales benignas de origen melanocítico y se forman en la embriogénesis temprana durante la semana 5 y 24 de gestación.116 La mayoría ocurre en forma esporádica, aunque se han reportado casos de CMN familiar.117 La mayoría de los NMC poseen mutaciones activadoras en el protooncogen N-RAS.118,119 Esto difiere de los nevos melanocíticos adquiridos y de algunos subtipos melanoma, que típicamente tienen la mutación BRAF V600E.118,120 Esto explica la existencia de múltiples vías en la tumorigénesis melanocítica.119,121 Estas mutaciones generan un número excesivo de células, que migran a la epidermis, dermis y tejido subcutáneo.122 La sobreexpresión del factor de crecimiento de los hepatocitos, que es Dr. Sebastián Augusto Mercau 16 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica promotor de la proliferación y movilidad melanocítica, y la mutación en su receptor, el protooncogen MET, pueden también estar involucrados en el desarrollo de NMC gigantes y de Melanocitosis Neurocutánea.123 4.1.4 Presentación Clínica Los nevos congénitos varían en su apariencia clínica de acuerdo con la edad. En el nacimiento son mayoritariamente planos, asemejándose a una mancha café con leche.124 Las lesiones pueden cambiar durante los primeros años de vida, con grandes variaciones entre los pacientes. Un cambio común es la aparición de pequeñas máculas o pápulas marrón oscuro dentro de la lesión. Comparado con los nevos melanocíticos adquiridos, los NMC son frecuentemente más grandes y con una morfología heterogénea moteada. La mayoría de las lesiones poseen una superficie de forma oval o redondeada, con bordes bien delimitados. Luego, se tornan elevadas, formando placas, con una coloración de tono marrón oscura y con formación de pelos terminales dentro de la misma. Se pueden observar cambios verrucosos y rugosidades en la superficie de los NMC de mayor tiempo de evolución, dándole un aspecto papilomatoso / mamelonado. Algunos NMC, especialmente los de mayor tamaño, pueden ser heterogéneos, con múltiples colores, topografía irregular y superficie nodular.116 Casi todos los NMC son de color marrón, aunque pueden tener tonos de negro, gris y azul.1 Algunos estudios indican que cerca de un 17% de los nevos congénitos pueden perder pigmentación y aclararse con la edad. 108,125 Un 75% poseen hipertricosis, con pelos terminales de color oscuro. La mayoría de los nevos que no poseen vello son < a 5cm de diámetro.125 Con respecto a la distribución, los NMC se localizan mayoritariamente en tronco y extremidades y con menor frecuencia en cabeza, cuello, manos y pies.124 Alrededor de un 3% de los pacientes posee NMC múltiples. 126 Los NMC varían en tamaño desde pequeños hasta grandes y gigantes. Los NMC gigantes (NMCG) han sido descriptos desde 1897. 127 Se han utilizado los términos “nevo en traje de baño”, “nevo tipo chaleco” y otros nombres de prendas de vestir para describir su distribución. Los NMCG se asocian comúnmente a la presencia de múltiples “nevos satélite”, que se definen como nevos melanocíticos medianos únicos o múltiples que acompañan a un NMC grande y que se presentan en el nacimiento o durante los primeros cinco años de vida.128 En raras ocasiones, los neonatos pueden exhibir variantes inusuales de NMC, como los NMC múltiples medianos y las variantes tipo Spilus y regresivas. Los pacientes con NMC medianos múltiples se presentan con pocos (entre 3 y 10) NMC medianos (ver Clasificación). Usualmente parece mucho menos llamativa que un NMC gigante, pero a veces tiene peor Dr. Sebastián Augusto Mercau 17 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica pronóstico. La variante tipo Nevo de Spilus es una variante rara de algunos NMC grandes o gigantes que se presentan clínicamente como un nevo lentiginoso moteado (NMC tipo Spilus). Por lo general no tienen hipertricosis. Por último, en la variante regresiva los NMC se presentan con regresión espontánea, que es más frecuentemente parcial que completa. La regresión puede ser observada en NMC de todos los tipos y tamaños, y la regresión completa se da más en los nevos de cuero cabelludo. 129 Se suele presentar como una desaparición gradual del color del nevo o como fenómeno de halo nevo. Cambios regresivos sutiles pueden ser indistinguibles del frecuente aclaramiento del color del nevo que ocurre comúnmente durante la infancia y adolescencia.130 Los NMC en niños con fototipo claro, especialmente aquellos con tez céltica (pecas, pelirrojos) casi siempre se aclaran. 131 (ver Historia natural) 4.1.5 Nomenclatura - Clasificación A pesar de que se han usado diferentes clasificaciones para los NMC en la literatura,132 el tamaño ha sido el principal criterio para categorizarlos. Debido a que el tamaño de los NMC incrementa durante la infancia proporcionalmente al crecimiento del niño, usualmente se los clasifica en base al tamaño adulto proyectado (PAS - projected adult size), es decir el máximo tamaño que se espera que el nevo alcance en la adultez. La razón de la clasificación basada en el tamaño es debida al riesgo incrementado de melanoma asociado a los NMC grandes.133 Se asocian también a mayor complejidad para la remoción quirúrgica, problemas cosméticos, y a un mayor reporte de signos y síntomas cutáneos como xerosis, prurito, fragilidad cutánea, y disminución de la sudoración. Además, los NMC grandes tienen un mayor riesgo de malformaciones extracutáneas como son la Melanocitosis Neurocutánea (MNC), la malformación de Dandy-Walker (aumento del tamaño del 4to ventrículo y ausencia total o parcial del vermis cerebeloso), tumores vasculares,134 y el síndrome de la médula espinal anclada (síndrome caracterizado por la fijación de la médula espinal a la columna lumbar inferior).135 El sistema de clasificación mas ampliamente utilizado divide arbitrariamente a los NMC en 3 grupos en base al tamaño adulto proyectado (PAS): pequeños, menores a 1,5 cm; medianos, entre 1,5 y 19,9 cm; y grandes (o gigantes), mayores o iguales a 20 cm. Algunos autores reservan el término gigante para nevos cuyo diámetro sea mayor a 40 o 50cm. 136 Otros sistemas de clasificación propuestos han utilizado categorías alternativas de tamaño, como la superficie del área corporal (BSA), la facilidad para la remoción quirúrgica del nevo (necesidad de injerto o colgajo)128,132 o múltiplos del tamaño de la palma de la mano.137 Los NMC de los diferentes individuos exhiben un amplio rango de formas Dr. Sebastián Augusto Mercau 18 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica de presentación clínica, variaciones en la localización anatómica, en el color, espesor, hipertricosis y en el número de nevos satélite. Estas características clínicas son importantes predictores de complicaciones de los NMC además del tamaño por si solo.138,139 De hecho, el número de nevos satélite ha sido demostrado como un mejor predictor de riesgo de Melanocitosis Neurocutánea que el tamaño del NMC (ver Asociaciones). 140 Krengel et al141 han desarrollado una nueva categorización estandarizada de las características cutáneas de los NMC, basada en un consenso de expertos en la materia. Esta nueva clasificación puede mejorar la interpretación y la integración de los datos de los NMC y una mejor estratificación del riesgo. La principal variable de esta nueva clasificación (Tabla 2) es el PAS, basado en una versión modificada de la clasificación propuesta por RuizMaldonado128 en 2004; el tamaño debe medirse y luego el PAS clasificarse en pequeño (<1,5cm), mediano (M1:1,5 -10cm, M2:>10-20cm), grande (L1:>2030cm, L2: >30-40 cm), o gigante (G1:>40-60 cm, G2:>60 cm). El resto de las variables de la clasificación incluye la localización anatómica (cabeza, tronco y extremidades), el número de nevos satélite (S0: ningún satélite, S1: <20,S2:5050, S3:>50), y las características morfológicas adicionales que son la heterogeneidad del color (C), la rugosidad (R), la presencia de hipertricosis (H) y la presencia de nódulos dérmicos o subcutáneos(N). Las características morfológicas se gradúan según la extensión en ninguna (0), moderada (1), y marcada (2). Si solo un porcentaje menor del área del nevo (<10%) presenta estos cambios, la graduación debe reducirse a su inmediato inferior. Los autores también confeccionaron tablas para la determinación del PAS, para permitir una clasificación mas precisa del tamaño en cualquier edad de la infancia. Desde el nacimiento hasta la adultez, el área de la cabeza crece multiplicado por un factor de 2,8, el tronco y los brazos por un factor de 8 y las piernas por un factor de 12. Consecuentemente, un NMC en un neonato puede esperarse que llegue a los 20cm PAS si su diámetro mas largo es de aproximadamente 6 cm en las piernas, 7 cm en el tronco y brazos, y de 12 cm en cabeza.133 Dr. Sebastián Augusto Mercau 19 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Tabla 2. Nueva clasificación propuesta de los Nevos melanocíticos congénitos. Parámetro Tamaño Adulto Proyectado (PAS) del NMC Localización del NMC NMC de cabeza NMC de tronco NMC de extremidades N° de nevos satélite Características morfológicas adicionales Terminología “NMC Pequeño” “NMC Mediano” “M1” “M2” “NMC Grande” “L1” “L2” “NMC Gigante” “G1” “G2” NMC múltiples medianos Definición < 1,5cm 1,5 – 10 cm > 10 – 20 cm > 20 – 30 cm > 30 – 40 cm > 40-60 cm > 60 cm >o = 3 NMC medianos sin un NMC predominante “Cara”, “Cuero Cabelludo” “Cuello”, “Hombro”, “Dorso Superior”, “Dorso Medio”, “Dorso Inferior”, “Pecho”, “Abdomen”, “Flanco”, “reg. Glútea”, “reg. Genital” “Brazo”, “Antebrazo”, “Mano”, “Muslo”, “Pierna”, “Pie” “S0” “S1” “S2” “S3” “C0”,”C1”, “C2” “R0”, “R1”, “R2” “N0”, “N1”, “N2” “H0”, “H1”, “H2” Ningún satélite < 20 satélites 20 – 50 satélites > 50 satélites Heterogeneidad de color : no, moderada, marcada Rugosidad: no, moderada, marcada Nodularidad: no, dispersa, extensa dérmica o subcutánea Hipertricosis: no, notable, marcada Adaptado de Krengel et al141 4.1.6 Historia Natural Además del incremento de tamaño en proporción al crecimiento del niño, los NMC desarrollan comúnmente cambios morfológicos en el tiempo. Pueden comenzar como placas ligeramente sobreelevadas y poco pigmentadas para luego transformarse en lesiones con mayor espesor, con pigmentación oscura o moteada (debido al aclaramiento y oscurecimiento focal) y con una superficie mamelonada, verrucosa o cerebriforme.142,143 Una disminución en el espesor del tejido subcutáneo debajo de los NMC medianos o grandes se puede ser observada también. La evolución de los NMC en los primeros meses de vida puede ser especialmente dinámica. Se pueden observar erosiones o ulceraciones Dr. Sebastián Augusto Mercau 20 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica transitorias en los nevos medianos y grandes debido al incremento en la fragilidad cutánea durante el período neonatal. La ruptura de la piel se hace evidente en el nacimiento o en los primeros días de vida, especialmente en las porciones mas gruesas del nevo, y cura en pocos días a semanas. 144,145 También pueden desarrollarse nódulos proliferativos(NP) benignos en los NMC grandes durante la infancia, con características histopatológicas que similares a las del melanoma.146-148 Mediante la hibridación genómica comparativa de ambos, podemos observar la ausencia de aberraciones cromosómicas y solo cambios numéricos y no estructurales en los NP, lo cual permite confirmar la benignidad de estas proliferaciones melanocíticas.149,150 Los nevocitos o nevomelanocitos (melanocitos modificados que constituyen los nevos melanocíticos) dérmicos dentro de los NMC frecuentemente desarrollan diferenciación a células de la vaina de nervios periféricos, denominada neurotización. Las manifestaciones clínicas de la neurotización incluyen la formación de nódulos blandos, placas tipo neurofibroma plexiforme (más comúnmente en dorso y glúteos), y también sobrecrecimientos voluminosos especialmente en el área perineal. 142,151 Los nevos de cuero cabelludo neurotizados pueden tener una morfología cerebriforme que remeda el cutis verticis gyrata, y puede asociarse a alopecia localizada.152 Los NMC localizados en cuero cabelludo tienen una particular tendencia a aclararse y regresar con el tiempo. 129,153 El fenómeno de halo nevo, que es mas comúnmente observado en los nevos melanocíticos adquiridos, representa otra forma de regresión de los NMC. El desarrollo de un halo simétrico o asimétrico alrededor de nevo predice el aclaramiento y la eventual regresión del mismo en un período de meses a años.154 4.1.7 Diagnóstico El diagnóstico de los MNC es clínico y usualmente es sencillo debido a la historia de una lesión pigmentaria presente desde el nacimiento o breve tiempo después del mismo.101 La evaluación del nevo debe incluir las características primarias y secundarias del mismo. Las características primarias incluyen la localización y el diámetro mayor del nevo. Además, se debe dejar asentado la presencia y número de nevos satélite. Las características secundarias incluyen el espectro morfológico de los NMC, que puede ser diverso y que incluye variaciones en color, presencia hipertricosis, cambios en la topografía de la superficie (rugosidades, cambios verrucosos) y la presencia de nódulos dérmicos o subcutáneos.131 Dr. Sebastián Augusto Mercau 21 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 4.1.7.a Dermatoscopía La identificación de los distintos patrones dermatoscópicos de los NMC puede proveer una importante herramienta diagnóstica para distinguirlos de otras lesiones pigmentarias.155 También hay evidencia que sugiere que la dermatoscopía puede ser efectiva en la detección de cambios malignos tempranos en los NMC.156 El reconocimiento de diferencias asociadas con la edad y con el sitio lesional en los patrones dermatoscópicos de los NMC puede facilitar el diagnóstico preciso y la evaluación de cambios subsecuentes en el seguimiento dermatoscópicos.155 Mediante la dermatoscopía, el principal patrón observado en los NMC es el patrón globular en “empedrado”, constituido por glóbulos grandes y angulados. Otros criterios dermatoscópicos adicionales incluyen hipopigmentación perifolicular, quistes de milium, y la presencia de vello grueso (hipertricosis). Se pueden observar también en algunos nevos congénitos los vasos en coma y puntiformes. 48,155,157 Los NMC de niños localizados en cabeza, cuello y tronco, frecuentemente exhiben un patrón globular, mientras que aquellos ubicados en las extremidades (especialmente miembros inferiores) muestran un patrón reticular.48,155 Es importante recalcar sin embargo, la limitación de la dermatoscopía en el seguimiento de los NMCG, ya que en estos nevos el melanoma nace profundo en la dermis, y solo es detectable mediante la inspección clínica (palpación). 4.1.7.b Histopatología Los NMC pueden exhibir características histológicas que pueden ayudar a distinguirlos de los nevos melanocíticos adquiridos. Estas características son comunes tanto a los nevos congénitos pequeños como a los gigantes e incluyen: (1) la presencia de nevocitos en los dos tercios inferiores de la dermis y en el tejido subcutáneo; (2) nevocitos dispuestos en “fila india” o cordones de células entre los haces de colágeno de la dermis reticular; (3) extensión de los nevocitos alrededor de los folículos pilosos, glándulas sebáceas, sudoríparas, paredes de los vasos y nervios; (4) distribución perivascular y perifolicular de los nevocitos simulando una infiltrado inflamatorio; y (5) infiltración, alargamiento y distorsión del músculo erector del pelo por nevocitos. 158 La mayoría de estas características se observan en mayor proporción en los NMC mas grandes.124,159,160 Sin embargo, no son patognomónicas para el diagnóstico de nevos congénitos. Estas características son utilizadas para sospechar la presencia de nevo congénito en ausencia de documentación de la Dr. Sebastián Augusto Mercau 22 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica presencia del nevo en el nacimiento. Algunos autores prefieren el término patrón de nevo congénito.161 Los nevos congénitos pequeños pueden tener patrones de nevo compuesto, dérmico y de la unión, y otros pueden ser histológicamente indistinguibles de un nevo melanocítico adquirido.102,104,159 El patrón de distribución de los nevocitos y la profundidad de la proliferación melanocítica se establece en forma temprana en la vida. Se correlacionan con el tamaño del nevo congénito al momento del nacimiento y son independientes de la edad del paciente (no se observaron cambios en los patrones en biopsias de seguimiento).159,162 Los nevos congénitos pueden tener características atípicas, como ser displasia intraepidérmica de nevocitos, distribución pagetoide, y nódulos proliferativos dérmicos (NP). Estos últimos se caracterizan por ser una proliferación melanocítica celular biológicamente benigna que se localizan en dermis reticular, y se producen especialmente en el período neonatal. La presencia de un índice mitótico bajo y la ausencia de atipia celular, son características que ayudan a confirmar la benignidad de los NP y permite diferenciarlos del melanoma.158 También se han propuesto estudios de inmunohistoquímica y de hibridación genómica comparada para realizar el diagnóstico de certeza.147,163 4.1.8 Asociaciones 4.1.8.a Melanocitosis Neurocutánea Los pacientes con NMC grandes pueden tener enfermedades sistémicas asociadas, en particular la Melanocitosis Neurocutánea (MNC). La MNC es un síndrome congénito raro que consiste en una proliferación anormal de melanocitos a nivel del sistema nervioso central, asociado a un NMC gigante o múltiples NMC medianos en la piel.109,116,164 Durante la embriogénesis normal, los melanoblastos migran desde la cresta neural a la leptomeninges y a la piel. En la MNC hay un error en la morfogénesis neuroectodérmica embrionaria, con crecimiento y migración no regulada de melanoblastos. Los melanocitos en la leptomeninges pueden desarrollar una proliferación benigna asintomática (MNC asintomática). Sin embargo, la progresiva expansión de los mismos puede dar signos y síntomas neurológicos, secundarios a alteración en la circulación de líquido cefalorraquídeo o a hemorragias intracraneales. Las anormalidades neurológicas pueden también relacionarse con el desarrollo de melanoma leptomeningeo.116,164-167 La incidencia verdadera de la MNC es desconocida, pero la MNC Dr. Sebastián Augusto Mercau 23 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica sintomática puede afectar entre 6 a 11% de los pacientes con NMC grandes. 168 La MNC asintomática, basada en evidencia de melanosis mediante screening con Resonancia Magnética por Imágenes (RMI), ha sido documentada entre 525% de los niños con NMC de alto riesgo.135,169-171 La presentación clínica ocurre en promedio a los 2 años de edad. Los signos y síntomas son reportados como secundarios al aumento de la presión intracraneana, siendo los más comunes hidrocefalia, convulsiones, cefalea y vómitos.172 Los pacientes con una masa intracraneal discreta tienden a manifestarse en forma más tardía, a una media de 9 años, y suelen presentar déficits focales sensitivomotores.173 Ruiz Maldonado y et al174 encontraron cambios neurológicos, descriptos como déficits motores leves, disfunción nerviosa, y alteración en el status mental en pacientes considerados asintomáticos luego de realizarles exámenes neurológicos exhaustivos. Aproximadamente dos tercios de los pacientes con MNC tienen un NMC grande acompañado de nevos satélite, y un tercio tiene 3 o más NMC medianos.164 Mediante análisis de regresión logístico, se ha determinado que el número de nevos satélite es el factor de riesgo predominante para el desarrollo de MNC. El riesgo estadístico de un neonato con un NMC > 20 cm PAS es 5 veces mayor para niños con más de 20 nevos satélite que para niños con menos de 20 (12,5% vs 2,5%).140 Se ha observado también un riesgo incrementado de MNC en pacientes con NMC > 40 PAS o con localización axial posterior.140,170 El pronóstico a largo plazo de la MNC todavía no se ha determinado. A pesar de que actualmente muchos síntomas pueden ser controlados farmacológicamente o quirúrgicamente, la muerte debido a complicaciones neurológicas progresivas o a melanoma de SNC es bastante común. 131 Kinsler et al170 reportaron que 39% de los pacientes con RMI positivas requirieron intervenciones neuroquirúrgicas en el curso de su enfermedad, y que 8% de los pacientes con MNC sintomática murieron durante un seguimiento de 8,3 años. Bett109 reportó que un 20,7% de los pacientes sintomáticos murieron de complicaciones neurológicas y un 13,8% de melanoma de SNC, durante un seguimiento de 5,6 años. La Resonancia magnética por imágenes (RMI) es considerada un test altamente sensible para diagnosticar la MNC.135,172,175 Se debe realizar una RMI en todo paciente con síntomas neurológicos. No hay datos actuales disponibles referidos a la aceptación y frecuencia de aplicación de la RMI como herramienta de screening para MNC, y no existen recomendaciones formales para la evaluación mediante RMI. El manejo propuesto ha sido realizar un screening inicial a todos los niños con factores de riesgo para MNC, es decir a pacientes asintomáticos con NMC >40cm PAS, especialmente si tienen más de 20 nevos satélite, en pacientes con múltiples NMC medianos y en pacientes que únicamente se presenten con múltiples Dr. Sebastián Augusto Mercau 24 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica nevos satélite. Debido a que la mielinización cerebral normal puede perjudicar la habilidad para detectar depósitos de melanina, lo ideal sería realizar el screening mediante RMI entre los 4 y 8 meses de vida. 131 Luego se puede repetir el estudio en forma anual solamente a los pacientes con un scan inicial positivo, y con mayor frecuencia en aquellos con enfermedad severa o preogresiva.176 Algunos recomiendan no realizar seguimiento con RMI y realizar exámenes neurológicos exhaustivos en forma periódica y realizar una RMI solo si se desarrollan síntomas nuevos. El riesgo de desarrollar la forma sintomática en pacientes con evidencia de melanosis en la RMI es desconocido, pero puede ser bajo. Foster et al135 reportó que solo 1 de 46 pacientes con MNC asintomática desarrollaron síntomas neurológicos posteriores. Un scan negativo en un paciente con un NMC grande con factores de riesgo para MNC puede reducir la ansiedad de la familia y el médico, y un scan positivo puede influir en las decisiones referidas al tiempo y extensión del manejo quirúrgico del NMC. Para pacientes asintomáticos con un NMCG y una RMI positiva para MNC, se recomienda retrasar la cirugía electiva del nevo hasta que se determine que la MNC sea no progresiva. En el caso que la enfermedad sea progresiva, se debería evitar una cirugía agresiva debida al pobre pronóstico.177 4.1.8.b Melanoma - Riesgo de melanoma La asociación entre NMC y melanoma esta bien establecida. Sin embargo, la magnitud exacta del riesgo de desarrollar melanoma debe ser todavía determinada. Es esencial diferenciar entre melanoma cutáneo y extracutáneo. Se ha demostrado que el riesgo de melanoma cutáneo es menor que el riesgo de Melanocitosis Neurocutánea en pacientes con NMC.112,138,178 El riesgo melanoma se correlaciona con el tamaño del NMC. Krengel et 179 al determinaron un riesgo de melanoma total de 0,7% para NMC de cualquier tamaño, pero que aumenta a 2,5% en NMC > 20 cm PAS y a 3,1% en NMC > 40 cm PAS. También reportaron que 73% de todos los melanomas y 95% de todos lo casos fatales surgieron en NMC > 40 cm localizados en el tronco. Kinsler et al180 reportaron que 5 de 6 melanomas fueron diagnosticados en pacientes con nevos gigantes > 60 cm PAS, y 1 melanoma fue diagnosticado en un paciente con la variante de múltiples NMC medianos. Todavía se desconoce si, independientemente del tamaño del NMC, la localización en el tronco representa un factor de riesgo para melanoma (la mayoría de los NMC > 40/60 cm PAS están localizados en el tronco). Bett 109 demostró un riesgo absoluto de melanoma de los NMC grandes de tronco de 2,9% comparado con 0,3% para NMC de cabeza y extremidades. Price y Schaffer139 encontraron que de 39 melanomas desarrollados en pacientes con Dr. Sebastián Augusto Mercau 25 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica NMC grandes, la distribución era la siguiente: 39% tronco, 8% cabeza y cuello y SNC, 5% retroperitoneo, 2% extremidades y 8% con sitio primario desconocido. A pesar de que el número de nevos satélite se asocia con riesgo de MNC, parece no conferir un riesgo aumentado para desarrollar melanoma cutáneo. 138 Bett109 reportó el primer caso de melanoma en un nevo satélite. Más allá del diámetro y localización del NMC, el impacto del color, espesor y características de la superficie del nevo en el riesgo de melanoma todavía debe ser determinado. El riesgo de melanoma durante toda la vida en pacientes con NMC ha sido previamente estimado entre 0-40%.181 Las altas incidencias en los primeros estudios se deben fundamentalmente al sesgo en la selección (muestras pequeñas) y a la dificultad en el diagnóstico de melanoma en los NMC.179 Los simuladores de melanoma, como los nódulos proliferativos, hayan sido probablemente clasificados en forma inadvertida como melanomas en algunos estudios, resultando en una sobreestimación del riesgo. 131 Según reportes recientes, el riesgo de melanoma (cutáneo y extracutáneo) en NMC > 20 cm PAS es probablemente menor al 5%, durante toda la vida.131 No hay consenso en el riesgo de desarrollar melanoma en los NMC pequeños y medianos, se ha estimado un riesgo menor al 1% de desarrollar melanoma en toda la vida.182 Según los datos de los estudios de Hale y colaboradores 169 (media de seguimiento de 5,3 años) y de Kinsler et al170 (media de seguimiento de 9,2 años), el riesgo absoluto de melanoma parece ser bastante bajo. Se reportaron desarrollo de melanoma cutáneo en 1,6% de los pacientes con NMC grandes (> 20 cm PAS),170 y desarrollo de melanoma extracutáneo en 2,4% 169 y 1,6%170 de los pacientes. Vourc'h-Jourdain et al183 en su revisión de NMC grandes reportaron un 2% de melanomas (52 melanomas en 2578 pacientes) y una incidencia estimada de 2,3 casos cada 1000 personas/año. Los melanomas cutáneos y extracutáneos asociados a NMC grandes se originan más comúnmente en edades tempranas. Aunque se han reportado casos de melanomas asociados a NMC grandes en pacientes de mayor edad,109,137,184 la mayor incidencia de melanoma asociado a un NMC grande se observa en la infancia y la adolescencia con un riesgo 465 veces mayor que la población normal.179 Los melanomas cutáneos asociados a NMC pueden nacer a nivel de la unión dermoepidérmica o de melanocitos localizados en dermis o estructuras mas profundas como el tejido subcutáneo y la fascia. Los primeros se parecen al melanoma convencional en términos de presentación clínica e histología. Rara vez surgen antes de la pubertad y pueden desarrollarse en NMC de cualquier tamaño, incluyendo los NMC pequeños. Los melanomas que se originan en dermis o capas mas profundas son característicos de los NMC Dr. Sebastián Augusto Mercau 26 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica grandes. Se presentan clínicamente como un nódulo cutáneo, frecuentemente en la infancia temprana. Histológicamente consisten de pequeñas células monomorfas (melanoblastoma).185,186 Este tipo de melanoma es más fácil que se diagnosticado vía palpación que mediante la inspección visual. El impacto de la cirugía profiláctica en el riesgo de melanoma cutáneo sigue siendo un tema controversial. La reducción en el número de células nevomelanociticas (carga de nevocitos) debería reducir el riesgo de desarrollo de melanoma en los NMC.187 Krengel et al179 reportaron un 8% de melanomas extracutáneos, y también se han reportado casos de melanoma que se desarrollaron debajo de un área previamente extirpada.109 Por lo tanto, la remoción quirúrgica no elimina el riesgo de melanoma en forma completa en los pacientes con NMC. Para predecir y definir el riesgo de melanoma mejor es imperativo para estudios futuros que tengan en consideración el tamaño del NMC, diferenciar el melanoma cutáneo del extracutáneo y, tener en cuenta otros factores como el espesor y la nodularidad de los NMC. 4.1.8.c Otras Asociaciones Además del melanoma y la Melanocitosis Neurocutánea, se han descripto tumores benignos, malignos, y trastornos psicosociales asociados a los NMC. Los NMC tienen varias asociaciones benignas.114,185,188 Sigg et al114 encontró que 41,7% de los pacientes con NMC también tenían manchas café con leche. La mayoría de los casos no estaban asociados a Neurofibromatosis, pero hasta 5% de los pacientes con Neurofibromatosis tienen un NMCG. 189-191 Otras lesiones asociadas incluyen nevos en mucosas (30%), nódulos benignos, lipomas, hemangioma capilar, linfangioma, schwanoma, pólipos fibroepiteliales, mancha mongólica ectópica, hamartomas cartilaginosos, vitíligo y neurilemomas.142,185 Las asociaciones extracutáneas incluyen hipertrofia de miembros, anormalidades en el electroencefalograma, criptorquidia y síntomas a nivel del sistema nervioso central.126 Dentro de los tumores malignos asociados a NMC grandes (aparte del melanoma) se incluye al rabdomiosarcoma, liposarcoma y tumores malignos de la vaina nerviosa periférica.192 Los NMC frecuentemente tienen consecuencias psicosociales, especialmente en pacientes con nevos grandes y localizados en áreas visibles como la cara. Los niños con NMC grandes tienden a sufrir de ansiedad y depresión, exhibir conducta agresiva y tener problemas sociales. 193 La carga psicológica que sufren padres y otros familiares, que incluye las dificultades potenciales para tratar y aceptar la condición del niño, no deben ser subestimadas. Tanto los pacientes como la familia pueden beneficiarse del apoyo psicológico, consejo familiar, y de los grupos de apoyo de Internet (Nevus Network y Nevus Outreach Inc).139 Dr. Sebastián Augusto Mercau 27 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 4.1.9 Manejo - Opciones Terapéuticas El tratamiento de los NMC debe ser individualizado y debe tener en cuenta el riesgo de melanoma y los aspectos estéticos y psicosociales. A pesar de que las indicaciones médicas para la extirpación quirúrgica de los NMC basadas en la reducción del riesgo de melanoma siguen siendo debatibles, el potencial de la misma para mejorar la cosmética y el bienestar psicosocial de los pacientes es irrefutable. En muchos casos la razón principal para operar un NMC es el mejoramiento estético. Los médicos deben evaluar cuidadosamente las diferentes opciones terapéuticas y seleccionar un procedimiento o una combinación de ellos que tenga el mejor impacto en mejorar la estética y a la vez preservar y mantener la función normal. La elección terapéutica depende del tamaño, localización y superficie del NMC, así como también de la experiencia y capacidad del cirujano. Es importante reconocer las situaciones en las cuales es mejor la observación y seguimiento clínico (conducta expectante). En ciertas circunstancias, puede ser prudente abstenerse de someter a los pacientes a la remoción quirúrgica del NMC, como en pacientes con MNC sintomática, melanoma de SNC, o en casos donde la intervención resulte en una probable pérdida de la función. 131 Las opciones terapéuticas pueden clasificarse en 2 grandes grupos: procedimientos de remoción total y procedimientos de remoción parcial. Los primeros extirpan la totalidad de la epidermis y dermis y, en forma variable, el tejido subcutáneo. En cambio, en los procedimientos parciales solo se remueve las capas superficiales de la piel. Es importante destacar que la vigilancia y el control clínico de por vida es obligatorio más allá del procedimiento seleccionado como tratamiento. No se recomienda la remoción profiláctica de NMC pequeños y medianos en la ausencia de características clínicas preocupantes u obstáculos para la monitorización.116,136,158 La iconografía y la dermatoscopía pueden ayudar en el seguimiento y control de estos nevos. Es importante la evaluación periódica de estos nevos luego de la pubertad, debido que el riesgo de melanoma para estos nevos en la primera infancia es muy baja. La extirpación temprana de NMC faciales puede en algunos casos ayudar a evitar el potencial efecto psicológico durante los años escolares.136 Usualmente se recomienda que la remoción electiva de NMC pequeños y medianos sea retrasada hasta la pubertad o posterior, cuando el paciente pueda tolerar un procedimiento bajo anestesia local.136,158,177 El tratamiento de los NMC grandes y gigantes es técnicamente difícil, y la completa remoción de la lesión es muchas veces imposible debido al tamaño y al compromiso de estructuras profundas como tejido adiposo, fascia o inclusive músculo. En NMC grandes, el rol profiláctico de la extirpación quirúrgica temprana es difícil de cuantificar.183 Se ha reportado el desarrollo de melanoma Dr. Sebastián Augusto Mercau 28 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica debajo de injertos de piel colocados en pacientes luego de la remoción completa de un NMC grande.109 Debido a que pueden aparecer melanomas primarios de SNC y en otros sitios extracutáneos en pacientes con NMC grandes, la extirpación completa del nevo no elimina totalmente el riesgo de malignidad. Actualmente, la extirpación en etapas hasta la fascia con reconstrucción mediante colgajo (luego de la expansión previa del tejido adyacente), representa el pilar en el tratamiento de NMC grandes de tronco, cuero cabelludo y frente.194-196 Los expansores de tejido pueden ser implantados a partir de los 3 meses de edad y, con el entrenamiento adecuado de los padres, el procedimiento de expansión puede ser realizado de manera segura en la casa.194 Las expansiones se realizan en intervalos de 3 a 6 meses. En NMC de los miembros superiores, los colgajos grandes de transposición de abdomen o dorso puede resultar mejores desde el punto de vista estético y funcional. 197 Los injertos de tejido libre y colgajos pediculados representan una alternativa terapéutica para los NMC de miembros inferiores.198 La cirugía plástica convencional sin expansores de tejido puede ser una buena opción para la remoción de los NMC grandes. Es más fácil realizar esta técnica en los primeros 2 años de vida, cuando la piel adyacente al nevo es dócil permitiendo la movilización.196,199 Aunque se prefiere el cierre primario de la herida tanto estética como funcionalmente, pueden surgir circunstancias en las cuales el injerto de piel de espesor parcial o la aplicación de sustitutos artificiales de piel puedan ser necesarios. Es importante que todas las intervenciones quirúrgicas sean planificadas para evitar el compromiso funcional del área reparada. Existen varios argumentos en contra de la extirpación quirúrgica rutinaria de los NMC. Primero, la incidencia absoluta de melanoma es baja en pacientes con NMC, mientras que la cirugía tiene ciertos riesgos que incluyen sepsis, cicatrización anormal, recurrencia y restricciones a la movilidad articular. Segundo, la extirpación del NMC no reduce el riesgo de melanoma extracutáneo, que se da en una proporción significativa de pacientes. Por último, la extirpación del NMC puede enmascarar el desarrollo de un melanoma, debajo de la cicatriz, injerto o colgajo.182 Cuando no es factible la extirpación quirúrgica de un NMC grande, se puede obtener cierto beneficio cosmético con procedimientos de remoción parcial como el curetaje, la dermoabrasión, y el tratamiento ablativo con láser.200-203 Estos procedimientos, que remueven la epidermis y la parte superior de la dermis, tienen mejor riesgo/beneficio durante el periodo neonatal, en el cual los nevomelanocitos activos se concentran en la dermis superior y hay menor probabilidad de cicatrización excesiva que haga difícil la monitorización posterior.202 La eficacia del curetaje y la dermoabrasión se limita a las primeras semanas de vida, tomando como ventaja un plano de clivaje Dr. Sebastián Augusto Mercau 29 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica entre la dermis superficial (rica en nevomelanocitos) y la dermis media que es exclusiva del período neonatal.202 En NMC gigantes, pueden ser necesarios entre 3 y 4 ciclos de tratamiento. Luego de estos tratamientos superficiales es común que aparezca una repigmentación parcial, especialmente se realizan en nevos profundos y a edades mas tardías. La terapia láser puede representar una opción de tratamiento, especialmente para NMC pequeños y medianos localizados en cara. El láser de CO2 resulta más efectivo en nevo de cabeza y cuello con una superficie papilomatosa, mientras que los nevos maculares de tronco responden mejor al láser Nd:YAG. En NMC gigantes el laser de CO2 ha sido utilizado con resultados variables, incluyendo casos con reducción del pigmento en forma satisfactoria, pero la cicatrización hipertrófica puede ser una complicación. Las cicatrices inducidas por láser suelen ser mas frecuentes en extremidades y en tronco anterior.204-207 La repigmentación parcial moteada también es común de observar luego del tratamiento láser. Se deben tener en cuenta algunas cuestiones antes de optar por una intervención quirúrgica del nevo congénito. Primero, la mayoría de los NMC grandes tienden a aclararse en la primer década de la vida, especialmente en niños de piel clara.130 Por lo tanto el riesgo potencial de cicatrices hipertróficas y de repigmentación debe ser ponderado teniendo en cuenta la posibilidad de la pérdida de color del nevo en el tiempo. La misma consideración debe hacerse en el caso de los tratamientos superficiales, donde la repigmentación luego de los mismos puede resultar en un color similar al que hubiese quedado el nevo luego del aclaramiento espontáneo. Segundo, los estudios psicológicos han revelado que 3 de cada 4 niños grandes y adolescentes con un NMC prefieren una cicatriz al nevo original,138,193 es decir que 1 de cada 4 se arrepienten de haber considerado la decisión de la intervención quirúrgica. 138 El manejo de los pacientes con NMC requiere un enfoque multidisciplinario que incluye al pediatra, dermatólogo, cirujano plástico, neurólogo, radiólogo y psicólogo. Mas allá de la modalidad optada como tratamiento, los pacientes deben realizar controles regulares de seguimiento para descartar melanoma mediante inspección, palpación y dermatoscopía. La palpación de los nevos y las cicatrices es esencial para detectar nódulos o induración focal, lo que puede significar el desarrollo de melanoma debajo de la unión dermoepidérmica. 177 Es muy importante además llevar un registro fotográfico del nevo para poder observar los cambios en el mismo. También se debe hacer vigilancia de la MNC con exámenes neurológicos periódicos. Se deben enfatizar las medidas de prevención como la protección UV, la unión a grupos de apoyo y la intervención psicológica. Por último, se debe recalcar la importancia de registrar los NMC grandes en el Registro Internacional de NMC, y actualizar este registro regularmente.131 Dr. Sebastián Augusto Mercau 30 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 4.2 Nevo Spitz y Lesiones Spitzoides 4.2.1 Introducción - Definición Los nevos de Spitz son tumores melanocíticos benignos compuestos por grandes melanocitos ahusados, ovales y epitelioides dispuestos en fascículos. En 1948 Sophie Spitz caracterizó una serie de tumores melanocíticos en niños y adolescentes, a los que denomino “melanomas juveniles”. Estos tumores eran histológicamente similares al melanoma pero carecían de su comportamiento agresivo.208 Subsecuentemente, estas lesiones fueron denominadas nevos de Spitz. Actualmente son considerados una proliferación melanocítica adquirida, que aparecen frecuentemente en niños y son clasificados histopatológicamente como benignos.209-213 El término nevo de Reed fue designado para lesiones melanocíticas benignas descriptas por Reed et al214 en 1975 como nevos pigmentados de células ahusadas. Reed caracterizó a estas lesiones como máculas o pápulas marrón-negro de rápido crecimiento que se presentaban preferentemente en las extremidades inferiores de adultos jóvenes. Actualmente se incluye al nevo de Reed dentro del espectro morfológico del Nevo de Spitz, como una variante clínica del mismo.209, 215-217 4.2.2 Epidemiología Los nevos de Spitz (NS) son comúnmente observados en niños, y en adultos son poco frecuentes. Aproximadamente corresponden al 1% de todos los nevos extirpados en niños.218 Más de la mitad de los NS aparecen en los primeros 20 años de vida,219,220 y pueden observarse en todos las razas, aunque son más comunes en pacientes de raza blanca. 4.2.3 Clasificación - Espectro de Lesiones Spitzoides La clasificación de las lesiones spitzoides es compleja. Existe desde el punto de vista clínico e histopatológico un espectro de lesiones spitzoides. En un extremo se encuentran los nevos de Spitz/Reed que son considerados proliferaciones melanocíticas benignas. En el otro extremo del espectro están los melanomas spitzoides (MS), un tipo morfológico de melanoma con características similares al NS, y que son identificados como malignos a la histopatología. Entre los dos extremos del espectro se encuentran una serie de lesiones spitzoides que presentan atipia clínica e histológica variable y potencial maligno desconocido.101 Estas lesiones spitzoides han sido referidas con una variedad de términos como “Nevo de Spitz con atipia”, “Nevo de Spitz atípico”, “Tumores spitzoides atípicos”, “Tumores melanocíticos de potencial maligno incierto” (MELTUMP), y “Tumores Spitzoides de potencial maligno Dr. Sebastián Augusto Mercau 31 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica incierto” (STUMP).221-223 Algunos autores sugieren que el término Tumores spitzoides atípicos (TSAs) es el más ampliamente aceptado, sin embargo, no existen criterios histológicos adecuados para clasificar a estas lesiones como benignas o malignas, siendo imposible predecir en la mayoría de lo casos el comportamiento de este grupo de lesiones spitzoides basados en criterios morfológicos.101 La distinción entre lesiones spitzoides atípicas y melanoma spitzoide es una tarea difícil pero muy importante, dado que tanto el pronóstico como el manejo de estas entidades difiere (ver Pronóstico y Manejo).223 En la Tabla 3 se puede observar una comparación de los diferentes enfoques diagnósticos de las lesiones spitzoides en el tiempo, desde la clasificación de Ackerman224 en 2 niveles, la de Barnhill211 en 3 niveles, hasta la clasificación Da Forno225 en 4 niveles. La clasificación de Da Forno refleja el espectro morfológico de las lesiones intermedias, en las cuales se incluye al nevo de Spitz atípico y al tumor de Spitz atípico. El término nevo de Spitz atípico se refiere a lesiones spitzoides con una o más características atípicas que se alejan del nevo de Spitz clásico, pero que no reúnen criterios para melanoma. En cambio, el término tumor de Spitz atípico se utiliza para lesiones atípicas con un potencial biológico indeterminado y considerado como potencial melanoma de bajo grado. Este esquema refleja una progresiva acumulación de alteraciones genéticas en las lesiones spitzoides.101 Algunos autores incluyen a los tumores spitzoides dentro de la familia de los “melanocitomas”, término propuesto recientemente para lesiones melanocíticas malignas de bajo grado con capacidad de metastatizar en ganglios linfáticos regionales pero con limitado potencial para la diseminación a distancia.226,227 Debido a que actualmente no existe un consenso para la clasificación de las lesiones spitzoides, y para evitar confusiones de nomenclatura, utilizaremos en la presente monografía el término lesiones spitzoides atípicas (LSAs) para denominar al grupo intermedio de lesiones spitzoides. Tabla 3. Comparación de los distintos sistemas de clasificación de las lesiones spitzoides en el tiempo. Sistema Categorías Diagnósticas Diagnóstico Ackerman Nevo de Spitz Melanoma Spitzoide (2 etapas) Barnhill Tumor de Melanoma Spitzoide (2 etapas) Spitz Barnhill Nevo de Spitz Nevo/Tumor de Melanoma Spitzoide (3 etapas) Spitz atípico Da Forno Nevo de Spitz Nevo de Spitz Tumor de Spitz Melanoma (4 etapas) atípico atípico Spitzoide 227 Adaptado de Ferrara et al Dr. Sebastián Augusto Mercau 32 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 4.2.4 Presentación Clínica El nevo de Spitz clásico (NSC) usualmente se presenta como una pápula o nódulo cupuliforme de color rosado-rojo y de rápido crecimiento. Generalmente las lesiones tienen un diámetro < 10 mm (la mayoría son menores a 5 o 6 mm) y son simétricas, lisas y presentan bordes bien delimitados.228,229 Los NSC son típicamente rosados o rojos debido a la escasa melanina presente y a la vascularización incrementada.230 Sin embargo, aproximadamente 10% de los NSC son pigmentados,228 con colores que varían del marrón al negro.216 La mayoría de las lesiones se presentan en cabeza y cuello en niños y en extremidades inferiores en adolescentes y adultos jóvenes, especialmente en mujeres.231 Con menor frecuencia se puede presentar en dorso, siendo un posible signo de lesión atípica. Las lesiones son típicamente únicas, pero ocasionalmente se pueden observar variantes inusuales que incluyen la forma agminada o la forma diseminada. 232 Se han descripto también la forma eruptiva de NS.233 La etiología de las lesiones múltiples es desconocida,234 pero se han propuesto varias teorías que incluyen historia de quemaduras solares, trauma, inoculación, junto con una predisposición genética.235-237 Los NS comúnmente presentan un rápido crecimiento y luego permanecen estáticos. Sin embargo pueden ocurrir cambios de coloración, sangrado y prurito.238 Clínicamente las lesiones spitzoides atípicas (LSAs) pueden presentarse de forma similar al nevo de Spitz clásico, pero muchas veces son mas irregulares y no cumplen tampoco con las reglas del ABCD clásico (asimetría, borde, color, diámetro).239 En la Tabla 4 se puede observar la comparación de las características clínicas sugestivas de nevo de Spitz clásico y de lesiones spitzoides atípicas. Cuanto más características atípicas presenta la lesión, mayor necesidad de descartar melanoma.240 Dentro de los diagnósticos diferenciales clínicos clásicos de los NS se incluyen a los nevos melanocíticos (en sus variantes congénita, adquirida y displásica), granuloma piógeno, hemangioma, angiofibroma, queloide y xantogranuloma.230 Las lesiones spitzoides también pueden simular, además del melanoma, otras lesiones no melanocíticas como el dermatofibroma. 241 Dr. Sebastián Augusto Mercau 33 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Tabla 4. Características clínicas de los nevos de Spitz clásicos y de las lesiones spitzoides atípicas. Característica Nevo de Spitz clásico clínica Edad <10 años Localización Extremidades, cara y cuello Tamaño <5-6mm diámetro Forma Simétrico, cupuliforme Borde Bien definido Superficie Suave Color Rosa, rojizo Adaptado de Luo et al240 Lesiones spitzoides atípicas 10 – 20 años Dorso >1cm diámetro Asimétrico Irregular Irregular, ulcerada Irregular 4.2.5 Diagnóstico El diagnóstico de los nevos de Spitz se realiza mediante la clínica, la dermatoscopía, la microscopía confocal, la histopatología y otros estudios adicionales. La dermatoscopía y la microscopía confocal son herramientas que ayudan al diagnóstico y permiten la toma de conducta. El diagnóstico de certeza se realiza mediante la histopatología. Sin embargo en algunos casos de lesiones spitzoides atípicas se deben recurrir a métodos diagnósticos adicionales (inmunohistoquímica y moleculares). 4.2.5.a Dermatoscopía La dermatoscopía ha sido y es utilizada para diagnosticar y monitorizar a los nevos de Spitz (NS) a largo plazo. El conocimiento de las estructuras dermatoscópicas y patrones comúnmente encontrados en los NS, junto con la comprensión de su dinámica de crecimiento, puede mejorar la precisión diagnóstica comparado con la examinación con el ojo desnudo. 242 Clínicamente los NS pueden ser pigmentados o no pigmentados, y pueden ser lesiones sobreelevadas o planas. A la dermatoscopía, los NS pueden presentar estructuras específicas de melanoma. Sin embargo, en los NS esas estructuras tienden a estar distribuidas en forma simétrica y organizada dentro de la lesión.243 Patrones Dermatoscópicos Los patrones dermatoscópicos observados en los NS incluyen el patrón en estallido de estrella, globular, reticular, reticular invertido, homogéneo y atípico. Los patrones más comunes observados en los NS extirpados quirúrgicamente son el patrón en estallido de estrella, globular y patrón atípico.216 A diferencia del melanoma, los patrones en los NS exhiben simetría en la distribución de colores y estructuras. Los colores varían de rosadoblanquecino a marrón o negro, dependiendo de la cantidad y profundidad de Dr. Sebastián Augusto Mercau 34 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica melanina y vasos en la lesión. El patrón en estallido de estrella se observa en más de 50% de los NS pigmentados biopsiados.243 Consiste en una pigmentación homogénea oscura con proyecciones periféricas alrededor de todo el perímetro de la lesión, dispuesta en forma simétrica. También puede presentarse con múltiples hileras de glóbulos periféricos. El patrón en estallido de estrella tiene una sensibilidad diagnóstica de 96% para NS.244 El patrón globular consiste en glóbulos de tamaño, forma y colores variables. Aproximadamente 22% de los NS biopsiados se presentan con este patrón.245 Los NS con patrón globular pueden además presentar patrón reticular invertido (red pigmentaria negativa). El patrón homogéneo se caracteriza por la presencia de una coloración homogénea difusa en toda la lesión. Puede presentarse con una variante pigmentada o no pigmentada. El patrón homogéneo pigmentado se presenta con un color marrón oscuro o negro azulado difuso y se ha propuesto como la fase senescente de algunos NS.46 El patrón homogéneo no pigmentado puede presentarse con un color rosado homogéneo sin estructuras vasculares, o con un patrón vascular visible, que consiste en la presencia de vasos puntiformes, monomorfos y distribuidos en forma regular por toda la lesión. 246,247 Este patrón es frecuentemente encontrado en los NS clásicos localizados en cara en niños.243 Los melanomas desarrollados en los niños tienden a ser nodulares y amelanóticos, siendo imposible la diferenciación entre NS amelanótico y melanoma amelanótico basado solamente en la morfología. 248 El patrón reticular invertido, también denominado red invertida / negativa, consiste en una red homogénea y simétrica compuesta por líneas blancas que se intersectan entre si.249 Los NS que presentan este patrón son difíciles de distinguir del melanoma basados en la morfología dermatoscópica únicamente. Sin embargo, la estabilidad de la lesión habla a favor de benignidad de la lesión.243 El patrón reticular consiste en una red pigmentaria que puede parecer atípica debido a la presencia de una red gruesa, de color negra o azul-gris. Un tipo específico de red asociada a los NS es la red negra superficial, que es debida a la presencia de cantidades excesivas de melanina en el estrato córneo.217 El patrón atípico o multicomponente consiste en la presencia de varias de las características descriptas previamente en forma simultánea o distribuidas en forma irregular en la lesión.101 El patrón atípico en los NS es bien reconocido y es un importante simulador de melanoma, siendo imposible distinguirlos mediante la dermatoscopía.216,243 Además, el melanoma puede presentar ninguna o pocas estructuras sugestivas de malignidad, pero puede similar a un NS exhibiendo un patrón globular o en estallido de estrella. Estos patrones se observan más frecuentemente en melanomas del adulto.245 Dr. Sebastián Augusto Mercau 35 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Evolución Dermatoscópica de los Nevos de Spitz Los distintos tipos de patrones observados en los NS representan diferentes estadios de la evolución natural de los mismos.243 Ha sido documentado que los NS con patrón en estallido de estrella predice que la lesión va a sufrir un crecimiento radial simétrico, y cuando entre en senescencia, se va a manifestar con un patrón homogéneo o reticular. 44,46,250,251 Además, se ha observado que algunos NS pueden inicialmente presentarse con un patrón globular, evolucionando a un patrón en estallido de estrellas con glóbulos periféricos.251 A pesar de que la historia natural a largo plazo de los NS permanece desconocida, esta surgiendo evidencia de que el estadio final en la evolución de los NS es la involución completa.46 4.2.5.b Microscopía Confocal La microscopía confocal de reflectancia (MCR) in vivo es una técnica de imágenes que utiliza un sistema láser de muy baja potencia (longitud de onda cercana al espectro infrarrojo) permitiendo la visualización de estructuras de la epidermis y dermis papilar en una resolución cercana a la histológica. La MCR mejora la precisión diagnóstica de diferentes tumores cutáneos252 y de melanoma maligno.253 Si bien los nevos de Spitz tienen aspectos característicos en la MCR, 254 todavía permanecen indistinguibles del melanoma en la mayoría de los casos debido a la presencia de atipia citológica o arquitectural.253 Dentro de los patrones de MCR más característicos de los NS se encuentran los nidos en la unión dermoepidérmica, terminación de los bordes bien delimitados y la presencia de células brillantes y voluminosas. En cambio, el patrón epidérmico desestructurado, el patrón en panal de abeja ensanchado y la presencia de pequeñas células pagetoides se correlaciona más con el diagnóstico de melanoma.255 Pellacani et al255 han demostrado una muy buena correlación entre patrones de MCR, patrones dermatoscópicos y algunos aspectos histológicos característicos de los NS, como la delimitación lateral nítida y la presencia de células ahusadas. Además proponen que la examinación combinada con dermatoscopía y MCR puede satisfactoriamente diagnosticar las diferentes categorías de los nevos de Spitz y diferenciarlos del melanoma con una sensibilidad y especificidad de 92,5%. 4.2.5.c Histopatología La literatura disponible describe un rango contrastante de criterios histopatológicos para el diagnóstico de nevo de Spitz y neoplasias 256 spitzoides. En la tabla 5 se pueden observar los hallazgos histopatológicos prototípicos de los nevos de Spitz y de las lesiones spitzoides Dr. Sebastián Augusto Mercau 36 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica atípicas(LSAs).256,257 La acumulación de características atípicas sugiere un mayor riesgo y peor pronóstico, aunque la mayoría de ellos tienen poco valor predictivo para diferenciar comportamiento benigno de maligno en las LSAs.258,259 TABLA 5. Atributos histopatológicos de los nevos de Spitz clásicos y de las lesiones spitzoides atípicas. Atributo Nevo de Spitz Clásico Organización Ordenado, no disruptivo Simétrico Demarcación precisa Intacto, hiperplasia epidérmica Cuerpos de Kamino presentes Ausencia de compromiso profundo Diseminación pagetoide limitada Celularidad disminuida en profundidad Nidos mas pequeños en profundidad Proliferación Mitosis <2/mm2 Citología Tipo células: Ahusada /epitelioide Citoplasma opaco o en vidrio esmerilado Menor tasa núcleo/citoplasma Cromatina dispersa, delicada Nucléolos uniformes Adaptado de Luo et al240 Lesiones spitzoides atípicas Desordenado, infiltrativo Asimétrico Demarcación pobre Epidermis ulcerada Cuerpos de Kamino ausentes Compromiso tejido subcutáneo Diseminación pagetoide prominente Celularidad densa Nidos persistentes y profundos Mitosis>2-6/mm2 Tipos celulares heterogéneos Citoplasma granular Tasa núcleo/citoplasma alta Hipercromatismo Nucléolos grandes eosinofílicos Nevo de Spitz clásico (NS) El NS es una proliferación de melanocitos grandes con morfología epitelioide o ahusada, dispuestos en nidos o fascículos.260 Los NS usualmente son compuestos, aunque puede haber lesiones intradérmicas y de la unión.261,262 Los NS compuestos son simétricos, bien circunscriptos, a veces en forma de cuña, con grandes nidos de melanocitos en la epidermis y la dermis subyacente. Hay delimitación lateral nítida. Los melanocitos se disponen en nidos, con tamaño y forma relativamente uniforme y, típicamente con orientación vertical. Ocasionalmente hay hendiduras entre los nidos melanocíticos y la epidermis. Los melanocitos pueden observarse por encima de la unión dermoepidérmica (diseminación pagetoide), predominantemente en la mitad inferior de la epidermis. Este proceso usualmente no es difuso y esta confinado al centro de la lesión. Sin embargo, puede ser muy marcado en los NS de la unión en desarrollo en niños.263 La mayoría de los NS muestran maduración de los nidos melanocíticos y Dr. Sebastián Augusto Mercau 37 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica melanocitos a medida que desciende hacia la dermis, que se define como una reducción progresiva de nidos melanocíticos y del tamaño celular desde el punto superior hasta el punto más inferior de la lesión. 215 Los melanocitos en la dermis están dispuestos mayoritariamente en nidos o fascículos y no forman láminas. La base de la lesión puede ser chata, y frecuentemente hay melanocitos infiltrando entre los haces de colágeno en la dermis reticular. Cuando esta comprometido el tejido adiposo subcutáneo, solamente la porción superior es afectada en la forma de un nódulo. En los NS se pueden observar figuras mitóticas, usualmente poco numerosas, en la porción media y superior de la lesión. Son más prevalentes en los NS compuestos comparados con la variante intradérmica y de la unión. 215 Algunos autores sugieren un valor de corte de hasta 2 mitosis por mm 2 para NS benignos.264 Sin embargo, debe resaltarse que en NS rápidamente progresivos, recurrentes, regresivos o traumatizados se pueden observar numerosas mitosis. Las mitosis atípicas son raramente observadas. El pigmento usualmente no esta presente, y cuando esta presente esta distribuido simétricamente en la porción superior de la lesión y no en la porción más profunda, a diferencia del melanoma, donde el pigmento esta disperso por toda la lesión e inclusive dentro de los nidos y dentro del citoplasma de los melanocitos.265 Una característica común presente en los NS es la presencia de estructuras acelulares globulares color rosa opaco, denominados cuerpos de Kamino.266 Están compuestos de material de la membrana basal y usualmente se los encuentra dentro de la epidermis por encima de la papila dérmica. En la mayoría de los NS se pueden observar numerosos cuerpos de Kamino, confluentes y de gran tamaño.267 La epidermis asociada con los NS es acantótica, hiperplásica, con hipergranulosis e hiperqueratosis. La hiperplasia epidérmica simétrica con expansión en el centro y atenuación en la periferia es otra particularidad de los NS.238 Dentro de la variantes de los NS se encuentra el NS desmoplásico que esta compuesto por células ahusadas o epitelioides inmersas en un estroma fibrótico. Sus características histopatológicas pueden superponerse con el dermatofibroma, el nevo azul celular desmoplásico y con el melanoma desmoplásico.268 Otras variantes incluyen la forma angiomatoide, mixoide, plexiforme y tipo roseta.220 Se han descripto también los nevos melanocíticos combinados, que contienen un componente de nevo melanocítico común, nevo congénito, o nevo azul y otro componente de nevo de Spitz. 269 La mayoría de los autores reconocen al nevo pigmentado de células ahusadas (nevo de Reed) como un subtipo pigmentado de NS.270,271 Se caracteriza por ser organizado y uniforme y algunos atributos que se superponen con el melanoma, como la hiperplasia epidérmica, la diseminación Dr. Sebastián Augusto Mercau 38 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica pagetoide y los nidos dérmicos.263,271 Desde el punto de vista histológico hay pocas diferencias entre los NS en niños y en adultos. Kapur et al272 encontraron que la única diferencia significativa era el mayor número de lesiones intradérmicas y mayor fibroplasia dérmica en los NS de pacientes adultos. Requena y colaboradores215 encontraron que la hialinización es el único parámetro estadísticamente significativo encontrado más frecuentemente en adultos que en niños. Lesiones Spitzoides Atípicas (LSAs) y Melanoma Spitzoide (MS) Es imposible definir los criterios histopatológicos precisos para las lesiones spitzoides atípicos (LSAs), debido a que este término es utilizado para describir lesiones con arquitectura y citomorfología tanto de NS como de melanoma maligno (MM), y en el cual no se puede realizar un diagnóstico histopatológico de ninguno de los dos con absoluta certeza. 238 Esta amplia categoría incluye a NS con características atípicas, que se desvían de la caracterización estereotípica del NS clásico. También incluye lesiones melanocíticas que muestran criterios histológicos conflictivos, como algunas características de NS clásicos y otras características de melanoma spitzoides (MS). En el otro extremo del espectro están las lesiones melanocíticas que tienen varias características histológicas de melanoma (ver Clasificación). Los LSAs muestran asimetría arquitectural, falta de circunscripción, falta de maduración con el descenso a la dermis, pleomorfismo celular y nuclear, mitosis aumentadas, atípicas y profundas, aumento en la celularidad y en la confluencia de crecimiento, y en ocasiones, extensión al tejido adiposo subcutáneo.211,219,224 La tasa mitótica dérmica es de utilidad en la evaluación de las neoplasias spitzoides. La actividad mitótica profunda, que compromete la dermis inferior e hipodermis de una lesión, parece tener un peor pronóstico que las mitosis superficiales.228 La presencia de mitosis profundas dérmicas en las LSAs se asocia con pronóstico desfavorable, con riesgo de desarrollo de metástasis y muerte relacionada con el tumor.258 Como ya fue mencionado previamente, un tasa mitótica total >2/mm2 es considerada como alto riesgo en la evaluación dermopatológica de estos tumores y sirve como para la distinción entre NS, MM y MS.240 Se ha intentado categorizar las LSAs en lesiones de bajo y alto riesgo basados en criterios histopatológicos. Dentro de estos criterios se incluye la presencia de ulceración, tamaño >1cm, asimetría, extensión profunda, hipercelularidad y alta tasa mitótica.265,267,272 El compromiso de hipodermis, que se correlaciona con el espesor tumoral, ha sido reportado como frecuente en pacientes con evolución metastásica.211,273,274 El melanoma spitzoide (MS) es una lesión melanocítica con características arquitecturales y citológicas que se asemejan al NS. 219 La Dr. Sebastián Augusto Mercau 39 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica mayoría de los MS se desarrollan en la adultez, pero puede ocurrir también en niños prepuberales y adolescentes. Aproximadamente un tercio de los melanomas en niños prepuberales tienen características spitzoides.239,275-277 4.2.5.d Métodos Diagnósticos Complementarios Actualmente no existen criterios específicos que puedan distinguir inequívocamente a las lesiones spitzoides atípicas del melanoma. 223 En la búsqueda de un marcador distintivo confiable se han desarrollado y utilizado en los últimos años diferentes técnicas diagnósticas complementarias, dentro de las cuales se incluye a los análisis de inmunohistoquímica y los análisis moleculares. Análisis Inmunohistoquímico Aunque hay disponibles varios marcadores inmunohistoquímicos que ayudan a distinguir entre nevo de Spitz, lesiones spitzoides atípicas y melanoma, todavía no existe un marcador diagnóstico uniformemente sensible y específico para realizar el diagnóstico de certeza.223 HMB-45 (Gp100) El HMB-45 es una proteína relacionada con la melanogénesis que puede usarse para evaluar la maduración de una lesión con profundidad. Típicamente, la expresión de esta proteína disminuye hacia la base de las lesiones de Spitz, en cambio, el melanoma maligno (MM) tiende a demostrar una distribución mas uniforme y dispersa de este marcador.278 La tinción para HMB-45 también puede ser realizada en los melanocitos nodales para evaluar el estatus del ganglio centinela. Una tinción positiva favorece al melanoma, especialmente cuando la tinción es homogénea y fuerte.279 Es importante remarcar que entre 25-33% de los melanomas metastásicos son negativos para la tinción de HMB45 en las metástasis.280 Por lo tanto, una tinción negativa no descarta por completo la posibilidad de malignidad. Ki-67 (MIB-1) El Ki-67 es una proteína expresada en las células que entran en el ciclo celular desde la fase G1 en adelante, por lo cual constituye una medida de la proliferación celular.281 Kapur et al272 demostró que la expresión del Ki-67 incrementa significativamente del nevo de Spitz a las lesiones spitzoides atípicas al melanoma, con un índice promedio de expresión de 5% en los NS, 10% en las LSAs y 37% en los melanomas convencionales. Vollmer 282 más tarde definió que un índice de proliferación <2% es indicativo de NS, mientras que un índice >10% favorece al melanoma, dejando entre 2-10% Dr. Sebastián Augusto Mercau 40 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica indeterminado. El NS tiene un patrón de tinción del Ki-67 distintivo, donde las células más positivas se localizan en las regiones superiores del nevo. En el caso de las lesiones spitzoides con un índice de proliferación entre 5-10%, exhiben este patrón con concentración de células proliferativas limitadas a la zona de la unión dermoepidérmica o a la dermis papilar. En el melanoma, la expresión del Ki-67 tiende a estar dispersa por toda la lesión.283-285 A pesar que la inmunomarcación del Ki-67 es útil en ciertas circunstancias, una superposición en los índices de proliferación para las lesiones spitzoides atípicas y el melanoma pueden crear confusión y permitir que ocurran falsos positivos y negativos.285 Consecuentemente, no tiene un valor predictivo suficientemente confiable para determinar el comportamiento de las lesiones spitzoides atípicas.223 Otros Marcadores El gen supresor tumoral p53 juega un rol vital en el ciclo celular. En los NS, el nivel de expresión de p53 es similar al de los nevos adquiridos, y es significativamente menor que el nivel del melanoma. 286 Desafortunadamente, la pérdida del p53 funcional aparece tardíamente en el curso del melanoma ,por lo cual la detección del p53 es una técnica poco precisa para distinguir las lesiones spitzoides de tumores malignos tempranos.287 Además solo 35% de los melanomas muestran una tinción positiva, por lo tanto, un resultado negativo no excluye por completo la posibilidad de malignidad. 288 Otros marcadores estudiados han sido la sintetasa de ácidos grasos y el CD99. La sintetasa de ácidos grasos tiene una prevalencia de 0,21% en nevos comunes, 0,46% en nevos de Spitz, 1,56% en lesiones spitzoides atípicas y 2,28% en melanoma.272 Solo el 5% de los NS tienen una tinción positiva CD99, mientras que 60% de los melanomas primarios y 56% de los melanomas spitzoides son positivos.289,290 Análisis Molecular Las técnicas de análisis molecular examinan los genes de la vía MAPK que participan en la transducción de señales y la proliferación celular, y también analizan las pérdidas y ganancias de ADN. En algunos casos, estas técnicas permiten la identificación de alteraciones genéticas que son específicas de melanoma y de lesiones spitzoides. Mutaciones BRAF y NRAS Tanto BRAF como NRAS están involucradas en la vía de señalización MAPK que controla la entrada de las células al ciclo celular. Usualmente, las dos mutaciones son mutuamente excluyentes. Las mutaciones NRAS han sido Dr. Sebastián Augusto Mercau 41 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica reportadas en 20% de los melanomas cutáneos esporádicos, mientras que las mutaciones BRAF ocurren en aproximadamente 70%. 291,292 Por otro lado, los nevos de Spitz tienen una muy baja frecuencia de mutaciones NRAS y casi nula para BRAF.293-294 La mutación BRAF también ha sido demostrada en nevos adquiridos comunes y nevos displásicos.295 La presencia de la mutación NRAS puede apoyar al diagnóstico de lesión maligna, y la falta de mutaciones ser sugestivo de lesión benigna. La presencia de la mutación BRAF, en cambio, no puede por si sola delinear claramente si la lesión es o no maligna.223 Hibridación Genómica Comparativa - Hibridación in situ mediante fluorescencia (FISH) La hibridación genómica comparativa (HGC) y la hibridación in situ mediante fluorescencia (FISH), son métodos que pueden determinar cambios en los números de copias del ADN asociados con ciertos tipos de lesiones melanocíticas. Representan nuevas herramientas para la evaluación de proliferaciones melanocíticas de potencial maligno incierto. Tanto la HGC como el FISH son capaces de demostrar pérdidas y ganancias genómicas. La ventaja de la HGC es que analiza el genoma en forma completa, pero la complejidad del test restringe su aplicación en centros especializados. Mediante la comparación del genoma del tumor con un genoma normal, puede detectar alteraciones en el número de copias de ADN, y es capaz de detectar deleciones de copia única y duplicaciones. Sin embargo, no puede detectar translocaciones y mutaciones puntuales.296 El FISH representa una técnica mas expeditiva porque requiere menos material, pero analiza solo una parte del genoma y puede tener una menor sensibilidad para la detección de melanoma spitzoide en los niños comparado con el melanoma del adulto.238 Cuando se comparan nevos de Spitz y melanomas malignos en busca de aberraciones cromosómicas mediante HGC y FISH, mas del 95% de los melanomas muestran múltiples aberraciones cromosómicas, dentro de las cuales se incluye a las deleciones de 9p, 10q, 6q, y 8p, y frecuentes ganancias de 7, 8, 6p y 1q.297-299 La mayoría de los Nevos de Spitz no revelan aberraciones genéticas. Entre 20-25% de los NS muestran una ganancia aislada del cromosoma 11p, una anomalía que no ha sido documentada en asociación con melanoma.297 4.2.6 Estratificación del Riesgo - Pronóstico 4.2.6.a Estratificación del Riesgo Spatz et al257 en 1999 propusieron un sistema de estratificación de riesgo para las lesiones spitzoides atípicas en los niños. El score se divide en 3 Dr. Sebastián Augusto Mercau 42 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica categorías de riesgo (bajo, intermedio y alto riesgo) basado en la presencia de algunos parámetros que fueron asociadas significativamente con riesgo incrementado de metástasis, dentro de los cuales se incluye la edad del paciente, diámetro de la lesión, presencia de ulceración, compromiso de hipodermis y el índice mitótico (Tabla 6). Cuanto mayor el grado del score mayor el potencial metastásico de la lesión.240 Sin embargo, este score no ha sido validado en estudios mas grandes ni en pacientes adultos. 227 Tabla 6. Score de evaluación de riesgo de metástasis en lesiones spitzoides atípicas. Parámetro Score Edad > 10 años 1 Diámetro > 10 mm 1 Compromiso tejido subcutáneo 2 Ulceración 2 Mitosis < 5/mm2 0 6-8/mm2 2 > 8/mm2 5 Número máximo de puntos 11 Categorías de Riesgo Bajo 0-2 Intermedio 3-4 Alto 5-11 Adaptado de Spatz et al257 En 2005, Urso300 propuso 9 criterios predictores de potencial metastásico (Tabla 7). Estos criterios no son los mismos que los del melanoma convencional, y la presencia de 1 solo criterio es prácticamente incompatible con el diagnóstico de benignidad. Este enfoque propuesto por Urso puede resultar en un sobretratamiento de los pacientes dado que muchas lesiones spitzoides atípicas se presentan en edad prepuberal, en la cual el melanoma es muy raro.4,222 Algunas características histológicas pueden presagiar una mayor probabilidad de malignidad, como el índice mitótico >6 mm2.257 Además, así como en otras lesiones melanocíticas, la presencia de asimetría, la falta de bordes bien definidos, o un espesor de Breslow significativo extendiéndose al tejido adiposo subcutáneo es considerado anormal.256 La edad de los pacientes es otro factor asociado con mayor riesgo de malignidad en las lesiones spitzoides. Pol-Rodriguez et al301 demostraron una sobrevida de 88% a los 5 años en niños de 1 a 10 años con diagnóstico de melanoma spitzoide metastásico comparado con 49% de sobrevida en niños de 11 a 17 años. El grupo de menor edad tenía una mayor proporción de metástasis regionales, mientras que el grupo de mayor edad tenía una mayor proporción de Dr. Sebastián Augusto Mercau 43 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica metástasis a distancia. A pesar de que estas características histológicas y demográficas puedan ayudar a estratificar las lesiones spitzoides atípicas en categorías de riesgo para malignidad, no existe consenso sobre la precisión de estos atributos en predecir la conducta biológica de estas lesiones. 259 Tabla 7. Criterios predictores de potencial spitzoides atípicas. metastásico para las lesiones Características Histopatológicas Nódulo dérmico expansivo Extensión a profundidad Mitosis Profundas Melanina abundante en profundidad Pleomorfismo Nuclear Aumentado Asimetría Necrosis Atrofia Epidérmica Células entre vasos linfáticos Adaptado de Urso et al300 4.2.6.b Lesiones Spitzoides Atípicas y Metástasis Ganglionares La biopsia selectiva del ganglio centinela (BSGC) ha sido utilizada en los últimos años en forma rutinaria para investigar el estatus ganglionar de las lesiones spitzoides atípicas. La BSGC provee información útil con respecto a estas lesiones y su comportamiento. Sin embargo, el uso de la BSGC en todos los casos de lesiones de spitzoides problemáticas es controversial, debido a que la presencia de depósitos microscópicos blandos, especialmente de localización pericapsular, no es un hallazgo raro y tiene un significado cuestionable.256,302 La presencia de melanocitos en ganglios linfáticos no siempre es evidencia de diseminación metastásica debido a que se pueden encontrar normalmente agregados de células névicas en ganglios (nevo nodal).302 Los nevos nodales carecen de atipia citológica, mitosis y nucléolos prominentes y se los encuentra principalmente en la cápsula ganglionar. En cambio las depósitos metastásicos de melanoma suelen encontrarse dentro del parénquima ganglionar, y los melanocitos son atípicos y pleomórficos, con mitosis y necrosis.303 Examinando la literatura publicada, el estatus de ganglio centinela no ha sido un indicador confiable de pronóstico en las lesiones spitzoides atípicas y problemáticas. Se han publicado varios estudios y series de pacientes con lesiones spitzoides atípicas y la tasa de positividad de la BSGC varia entre 28-50% con una media de 38%.304-308 El significado pronóstico y biológico de una BSGC positiva en una lesión spitzoide atípica no es claro. Prácticamente todas las linfadenectomías en pacientes con ganglio centinela positivo no demostraron tumor residual, y ninguno de los pacientes Dr. Sebastián Augusto Mercau 44 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica afectados tuvo recurrencia de la enfermedad ni se ha muerto de melanoma metastásico, durante un seguimiento promedio de 2-3 años.309 Esto sugiere que la positividad del ganglio centinela no es tan significativa en determinar el potencial maligno de las lesiones atípicas como previamente se pensaba, y que la BSGC por si sola no es suficiente para diferenciar una lesión spitzoide atípica con curso benigno de un melanoma mas agresivo. 223 La literatura indica que los pacientes con una BSGC positiva de una lesión spitzoide atípica tiende a tener un mejor pronóstico y una mayor sobrevida libre de recurrencias que los pacientes con melanoma convencional con espesor Breslow similar y ganglios positivos.223 4.2.7 Manejo El manejo de las lesiones melanocíticas dentro del espectro de las lesiones spitzoides constituye un difícil paradigma. La distinción histológica entre estas lesiones puede resultar una tarea complicada, inclusive para dermatopatólogos experimentados. Además, las lesiones spitzoides atípicas y el melanoma spitzoide se pueden comportar de forma impredecible siendo dificultoso determinar el potencial metastásico, y por consiguiente el pronóstico. La extirpación amplia en pacientes pediátricos puede tener efectos cosméticos y psicológicos significativos sin un beneficio en la sobrevida global. Nevo de Spitz Clásico Basado en la distribución inversa de la edad en los NS versus el melanoma,213,310 siendo el número de NS alto en la primer década de la vida, se propone un manejo conservador para los NS clásicos o pigmentados que aparecen hasta la pubertad. Los nevos de Spitz/Reed relativamente pequeños (hasta 1cm) que no presentan características clínicas y dermatoscópicas atípcas,311 puede ser manejados en forma conservadora, con controles clínicos y dermatoscópicos cada 3 a 6 meses. En ausencia de cambios rápidos y marcados en color, tamaño y forma, el protocolo de seguimiento mencionado puede ser continuado hasta la aparición de un patrón homogéneo. Luego, se pueden realizar controles en forma anual. Los cambios observados en los patrones dermatoscópicos durante el seguimiento representan las diferentes fases de la evolución natural del NS (ver Dermatoscopía). Durante la fase de crecimiento se pueden observar un incremento marcado en el diámetro de la lesión y cambios en las estructuras dermatoscópicas. Estos cambios pueden en ocasiones producir una apariencia clínica y dermatoscópica preocupante, inclusive luego de un período de seguimiento de corto plazo. Se recomienda la extirpación quirúrgica de los NS que aparecen después de la pubertad y en la adultez, sin importar la presencia de características clínico-dermatoscópicas Dr. Sebastián Augusto Mercau 45 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica atípicas.101 Lesiones Spitzoides Atípicas y Melanoma Spitzoide La incertidumbre sobre el potencial bilógico de las lesiones spitzoides atípicas (LSAs) ha resultado en un falta de consenso respecto al manejo de las mismas. Además, es difícil diseñar estudios que midan sobrevida debido a que las LSAs tienen una baja tasa de eventos negativos (muerte). A pesar de la falta de evidencia de estudios randomizados y controlados, se dan a continuación algunas recomendaciones generales y propuestas de manejo. El enfoque debe ser siempre multidisciplinario y se deben evaluar los casos en forma individual. Las lesiones spitzoides atípicas son generalmente caracterizadas como lesiones nodulares, de tamaño mediano a grande, hipopigmentadas o amelanóticas, y frecuentemente ulceradas. Por lo tanto, una lesión de rápido crecimiento con estas características en un niño debe ser extirpada. Tom et al223 propusieron un algoritmo para el manejo de lesiones spitzoides de difícil diagnóstico en niños (Figura 1). Toda lesión diagnosticada como una lesión spitzoide atípica debe ser evaluada por un dermopatólogo con experiencia en ese tipo de lesiones. Existe consenso de que toda lesión atípica debe ser extirpada en forma completa con márgenes de hasta 1 cm para asegurar la evaluación histopatológica apropiada y para disminuir la posibilidad de recurrencia local.211 Además, se han reportado casos de lesiones persistentes o recurrentes luego de resecciones incompletas que resultaron más atípicas que las lesiones originales, haciendo aún más dificultoso el diagnóstico.303 Luego de obtener una muestra adecuada de tejido, la lesión de ser examinada histopatológicamente. Se puede realizar interconsulta con un segundo patólogo experto para ayudar en el diagnóstico y la formulación de un plan de manejo apropiado. La inmunomarcación (Inmunohistoquímica) puede ser solicitada para ayudar a la evaluación, y en los casos que el diagnóstico sea ambiguo, se debe considerar el análisis molecular mediante HGC o FISH. La decisión de cual estudio realizar depende de la cantidad de tejido disponible para el análisis, y de otras consideraciones como el costo y el tiempo. Los resultados del FISH pueden ser obtenidos en algunas semanas, mientras que la HGC requiere mayor muestra de tejido y más tiempo. A pesar de las desventajas mencionadas, algunos centro especializados prefieren realizar la HGC porque permite analizar el genoma completo, y por lo tanto tener resultados más precisos. Si los estudios moleculares demuestran la ausencia de aberraciones cromosómicas y /o muestran ganancias o deleciones de ADN aisladas (cromosoma 11p), es un indicio que la lesión es probablemente benigna. Por consiguiente, las opciones de manejo incluyen la conducta expectante (observación y seguimiento) y la reextirpación en el caso de una remoción previa incompleta. La biopsia del ganglio centinela puede ser discutida con los Dr. Sebastián Augusto Mercau 46 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica familiares en estos casos, pero se desaconseja su utilización en estos casos. Es importante informarles a los familiares las dificultades para interpretar la evaluación del ganglio centinela, y la potencial morbilidad del procedimiento. Además se debe recalcar que si el ganglio centinela da positivo, puede ser difícil impedir la realización una linfadenectomía completa. Como fue mencionado previamente (ver Estratificación del riesgo y Pronóstico), la biopsia selectiva del ganglio centinela no puede ser considerada un procedimiento diagnóstico y ha demostrado no ser una herramienta pronostica útil en los casos de lesiones spitzoides en niños. No hay evidencia de que la linfadenectomía sea de beneficio terapéutico para pacientes con ganglio centinela positivo y puede resultar en complicaciones a largo plazo como el linfedema.303 En el caso que los análisis moleculares revelen aberraciones cromosómicas características de melanoma, el paciente debe ser tratado en forma más agresiva, dado que los resultados sugieren el diagnóstico de melanoma spitzoide. El manejo del melanoma spitzoide no difiere del manejo del melanoma convencional, con ampliación de márgenes de la lesión local en base al espesor de Breslow, estadificación con métodos de imágenes y posible biopsia selectiva del ganglio centinela, y tratamiento médico posterior en base a la estadificación. Todos los pacientes, sin importar el diagnóstico, deben ser monitorizados en forma frecuente con examinaciones repetidas para descartar la presencia de recurrencia o metástasis. Actualmente no existe consenso con respecto al seguimiento de estos pacientes, pero hay evidencia de que la Tomografía por emisión de positrones (PET) puede ser más sensible en la detección de lesiones metastásicas.312 También se ha propuesto recientemente la monitorización de ganglios regionales con ecotomografía ( y punción-aspiración con aguja fina guiada por ecotomografía) en remplazo de la biopsia selectiva del ganglio centinela, debido a que es efectiva en detectar células neoplásicas en ganglios y por lo tanto permite la selección de pacientes para linfadenectomía.222 Esta técnica es probablemente la mejor opción para pacientes menores de 10 años, especialmente aquellos con lesiones localizadas en cabeza y cuello, región donde los procedimientos quirúrgicos tienen relevancia estética y suelen tener una tasa de fracaso considerable. 313 Dr. Sebastián Augusto Mercau 47 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Figura 1. Algoritmo para la evaluación y manejo de las lesiones spitzoides atípicas pediátricas. Adaptado de Tom et al223 Dr. Sebastián Augusto Mercau 48 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 4.3 Melanoma Pediátrico 4.3.1 Introducción El melanoma maligno en la infancia es extremadamente raro, representando aproximadamente un 2% de la malignidades en dicho grupo etario.101 Constituye el cáncer de piel más frecuente en la infancia, seguido del Carcinoma Basocelular y el Espinocelular, y la segunda neoplasia maligna mas diagnosticada en adolescentes y adultos jóvenes. 315,316 Además de su baja frecuencia, el melanoma pediátrico parece tener diferentes patrones de presentación clínica, factores de riesgo y tasas de sobrevida comparado con el melanoma en adultos.101 Por todo lo mencionado, sumado a un bajo índice de sospecha, el diagnóstico de melanoma en la infancia puede ser significativamente retrasado.276,316-320 El melanoma puede surgir de novo o de una lesión precursora. Su tumorigénesis representa un proceso con varios pasos que involucran la acumulación secuencial de alteraciones genéticas.321 Se caracteriza por el crecimiento sin control de las células productoras de pigmento, con posible diseminación a ganglios linfáticos y a órganos sistémicos, resultando en la muerte.322 Sin embargo, si es diagnosticado en forma precoz, el melanoma tiene un pronóstico favorable.323,324 Existen diferentes acepciones para el término “pediátrico”. Algunos autores rotulan como casos de melanoma pediátrico a todos los casos de melanoma en pacientes menores de 20 años de edad. Sin embargo, parece más apropiado separar los casos prepuberales de los postpuberales o adolescentes, dado que la incidencia de melanoma aumenta bruscamente durante la pubertad. Un problema es que los reportes de melanoma en la población pediátrica se basan en datos de registros poblacionales o de hospitales, en cuales casi siempre se subdivide en los grupos de edad de 1-4, 5-9, 10-14 y 15-19 años. La pubertad es mas probable que ocurra entre los 10 y los 14 años de edad, luego de la cual aumenta la incidencia de melanoma. 325 4.3.2 Epidemiología El melanoma, aunque relativamente raro en la infancia, representa un 2% de las malignidades pediátricas.101 El SEER (Surveillance, Epidemiology and End Results) del Instituto Nacional del Cáncer de EEUU reporta entre 300 y 420 nuevos casos de melanoma pediátrico diagnosticados cada año.276 El melanoma maligno es el cáncer de piel más común en niños y adolescentes < de 20 años,326 representando 1% de todos los casos de melanoma diagnosticados anualmente en EEUU,327 de los cuales 79% ocurren en adolescentes y solo 0,3-0,4% durante la primer década de la vida.275,328 La Dr. Sebastián Augusto Mercau 49 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica incidencia anual estimada en niños y adolescentes menores de 15 años es aproximadamente 1 caso por millón de niños.329,330 Australia tiene la incidencia anual mas alta de melanoma a nivel mundial con 8 casos por millón de niños, y llega a 30 casos por millón en niños de 10-14 años en Queensland.331 Al igual que adultos, la incidencia de melanoma pediátrico ha aumentado en los últimos años, especialmente en adolescentes (Figura 2). Este incremento puede ser el resultado de una exposición intermitente aumentada a las radiaciones ultravioletas (RUV) durante la niñez o adolescencia, 332 de una mayor conciencia y diagnóstico de melanoma y de otros factores ambientales. Strouse et al330 reportaron un aumento en la incidencia de melanoma pediátrico en EEUU desde 1973 a 2001 a una tasa de 2,9% por año y 46% por año de edad. Este incremento ha sido observado fundamentalmente en niños postpuberales y adolescentes mayores de 10 años, mientras que en menores de 10 años la incidencia ha mostrado un menor aumento (1,4%). Strouse también reportó un mayor aumento en la incidencia en el sexo femenino y en los pacientes de raza blanca. Wong et al333 reportaron un aumento en la incidencia de melanoma pediátrico de 2% anual desde 1973 a 2009, sin diferencias para ambos sexos (Figura 3). Además reportaron un aumento significativo de melanomas en cara y tronco en varones, y en mujeres en miembros inferiores y cadera. En menores de 10 años la incidencia fue estable. Senerchia et al326 también reportaron aumentos en la incidencia a una tasa de 1,5% anual desde 1975 a 2008 en EEUU, aunque observaron una tendencia a la disminución de la tasa de incidencia en los años 2006-2008. También han sido reportados aumentos en la incidencia de melanoma en niños y adolescentes en otros países. Un estudio australiano reportó un aumento significativo en la incidencia desde 1983 a 1996 en menores de 14 años, seguido de un descenso significativo que se corresponde con el lanzamiento de las campañas de educación de fotoprotección a finales de la década del 80.334,335 En Suecia se ha observado un descenso en la incidencia de melanoma desde 1993 al 2002 en individuos menores a 20 años, que también ha sido resultado de las campañas de educación para reducir la exposición solar.336 Un estudio en Inglaterra reportó un incremento en la incidencia de melanoma en mujeres de 15-24 años desde 1968-2005.334,337 Dr. Sebastián Augusto Mercau 50 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Figura 2 Tasa de incidencia de melanoma en niños, adolescentes y adultos jóvenes estratificados según edad, sexo y raza. Base de datos del SEER (1973 a 2001). Strouse et al330 Figura 3 Tasa de incidencia promedio de melanoma estratificada según edad y sexo. Base de datos del SEER (1973-2009). Wong et al333 Dr. Sebastián Augusto Mercau 51 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica En cuanto a la mortalidad por melanoma pediátrico, Lewis 338 reportó 643 muertes por melanoma en niños de 0 a 19 años en EEUU desde 1968 a 2004, con un promedio de 18 muertes por año. La tasa de mortalidad anual ajustada según edad reportada fue de 2,25 muertes cada 10 millones de individuos en riesgo y estaba asociada fuertemente con la edad. La tasa de mortalidad en adolescentes (15-19 años) fue 8-18 veces mas alta comparada con los grupos de menor edad. Los resultados de este estudio de 37 años sugieren que la mortalidad por melanoma pediátrico es baja pero sustancial. La tasa de mortalidad global por melanoma pediátrico disminuyó en el tiempo (aproximadamente 50%), y esta tendencia se mantuvo constante en ambos sexos y en todos los grupos raciales (Figura 4). Estos resultados contrastan con los reportes de incidencia creciente en este grupo poblacional. 328,330 La causa de esta divergencia no se sabe con certeza. Puede ser el resultado de una mejora en la prevención secundaria a través de la detección precoz del melanoma, de herramientas de diagnóstico superiores como la dermatoscopía, y a un mejor acceso a los servicios de dermatología. 338 Sin embargo, la prevención primaria mediante la adopción de prácticas para reducir la exposición al sol y por ende la incidencia de melanoma pediátrico han sido menos eficaces.338 Figura 4 Tasa de mortalidad por melanoma pediátrico en EEUU de 1968 a 2004. Lewis et al338 4.3.3 Factores de Riesgo Tanto en niños como en adultos, los factores de riesgo para el desarrollo Dr. Sebastián Augusto Mercau 52 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica de melanoma son: exposición intermitente e intensa al sol, historia de quemaduras solares, tendencia a tener pecas, piel y ojos claros y cabello de color rubio o pelirrojo.319 En niños también se pueden considerar factores de riesgo adicionales como el Xeroderma Pigmentoso, nevos melanocíticos congénitos, presencia de nevos atípicos o nevos melanocíticos adquiridos numerosos, historia familiar de melanoma e imnunosupresión. 319 Exposición y sensibilidad a las Radiaciones Ultravioletas (RUV) Las características fenotípicas asociadas a la sensibilidad al sol y a las RUV se incluyen dentro de los factores mas fuertemente asociados con el desarrollo de melanoma en la infancia, como fueron reportados en grandes estudios epidemiológicos en Australia.339,340 Estas características incluyen cabello claro, especialmente pelirrojo, ojos claros, pecas faciales, incapacidad de broncearse y tendencia a la quemadura solar. Tanto la exposición solar intermitente como crónica ha sido identificada como un factor de riesgo ambiental fuerte de melanoma en el adulto. Aunque este hallazgo no fue confirmado para el melanoma en la infancia en los estudios epidemiológicos de Australia,339 ha sido reportado posteriormente como un factor de riesgo significativo en el análisis de la base de datos del SEER (Surveillance, Epidemiology and End Results).330 Otro hallazgo que apoya el significado etiológico de la exposición UV en el desarrollo de melanoma infantil es el riesgo aumentado en cinco veces en niños de descendencia europea viviendo en Australia.341 El riesgo aumentado de melanoma en pacientes de sexo femenino, especialmente en las extremidades inferiores, puede ser el resultado de un incremento en la exposición UV. Estudios recientes han demostrado la utilización de fuentes artificiales de UV (camas solares) como un factor de riesgo de melanoma,342-344 mientras que el uso de medidas de fotoprotección se asocia con una disminución en el riesgo del mismo.345 La exposición a RUV (especialmente de forma intermitente), ya sea proveniente de luz solar o de fuentes artificiales, constituye el mayor factor de riesgo modificable para melanoma.346 Los adolescentes y adultos jóvenes parecen estar particularmente en riesgo de desarrollar melanoma debido a las exposiciones tempranas en la vida.347,348 Nevos melanocíticos Congénitos y Adquiridos La existencia de múltiples nevos melanocíticos adquiridos ha sido identificada como un factor de riesgo para el desarrollo de melanoma en la infancia.339 El riesgo aumenta significativamente con el aumento de número de nevos adquiridos durante la infancia. Youl et al340 reporto en un estudio de 201 Dr. Sebastián Augusto Mercau 53 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica adolescentes con melanoma un riesgo 34 veces mayor en pacientes con mas de 100 nevos y un riesgo 15 veces mayor en pacientes con mas de 10 nevos grandes. Sin embargo, en el análisis multivariado solo el número de nevos > a 2 mm, junto con la historia familiar de melanoma y las características fenotípicas previamente descriptas se asociaron con riesgo incrementado de desarrollo de melanoma, lo que sugiere que la susceptibilidad genética es un determinante primario en esta población.276 La presencia de nevos con atipia clínica (mal llamados displásicos) son marcadores de riesgo de melanoma, y el riesgo aumenta con el incremento del número de nevos y la presencia de antecedentes familiares o personales de melanoma. La incidencia de melanoma es entre 7 a 15 veces mayor en pacientes con nevos displásicos que en la población general, aunque la mayoría de los nevos displásicos nunca progresaran a melanoma.54 El síndrome de nevus con atipia es un marcador independiente de riesgo de melanoma. La asociación entre nevos melanocíticos congénitos y riesgo de melanoma ya ha sido desarrollada previamente en esta monografía (Ver Nevos melanocíticos congénitos y riesgo de melanoma). Historia Familiar y Melanoma Familiar La presencia de un familiar de primer grado con antecedente de melanoma es un fuerte predictor y se asocia con un riesgo de melanoma 4 veces mayor en la infancia.339,340 Esta asociación es mas fuerte que la reportada en adultos, lo que refleja el inicio precoz de la enfermedad en pacientes con predisposición genética.349 Entre un 10-15% de los melanomas corresponden a melanomas familiares. Las mutaciones germinales en el gen CDKN2A confieren susceptibilidad al melanoma y se detectan en 20-40% de las familias con 3 o más parientes de primer grado afectados y 15% de los pacientes con melanomas primarios múlitples.340,350,351 Las mutaciones en el gen CDK4 han sido también reportadas en pacientes con melanoma familiar. 352 Sin embargo, solo en una pequeña proporción (1,4%) de los melanomas pediátricos se ha identificado la mutación en el gen CDKN2A.340 Esto sugiere que otros factores genéticos y ambientales son responsables de la enfermedad en este grupo etario. Xeroderma Pigmentoso El Xeroderma Pigmentoso (XP) es un raro desorden autosómico recesivo, caracterizado por una sensibilidad cutánea a la luz aumentada, fotoenvejecimiento y desarrollo de cánceres cutáneos inducidos por el sol en la infancia. El XP resulta de un defecto en el mecanismo de reparación del Dr. Sebastián Augusto Mercau 54 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica ADN, en el cual los individuos afectados no pueden reparar el daño al ADN producido por las RUV. En los pacientes con XP la edad media de diagnóstico de tumores cutáneos es 8 años. Los más frecuentes reportados son el Carcinoma Basocelular y el Espinocelular. Los pacientes con XP tiene un riesgo 2000 veces mayor de desarrollar melanoma que niños de la misma edad sin XP.353 Los melanomas ocurren en 5% de los pacientes, a una edad promedio de 19 años y mas comúnmente comprometen cabeza y cuello.276,354,355 Inmunosupresión Existe una asociación bien establecida entre inmunosupresión y el desarrollo de melanoma, independientemente del tipo de inmunosupresión. El melanoma puede ocurrir en el contexto de inmunodeficiencias adquiridas, síndromes de inmunodeficiencias genéticos y mas frecuentemente durante la inmunosupresión en transplantados. Los pacientes con inmunodeficiencias hereditarias tienen un riesgo 3-6 veces mayor de desarrollar melanoma maligno. Los transplantados de órganos tienen un riesgo incrementado en 4 veces comparado con la población general, constituyendo los melanomas un 15% de los canceres cutáneos postrasnplante en pacientes pediátricos, comparados con 6% en adultos.356 Los melanomas en esta población afectan preferentemente a pacientes de piel clara y con tendencia a presentar pecas.275,357 4.3.4 Presentación Clínica - Clasificación Los melanomas en la infancia, especialmente en niños prepuberales, suelen presentarse clínicamente como lesiones nodulares, amelanóticas y más gruesas al momento del diagnóstico comparado con los melanomas del adulto.3,239,358-361 Un estudio retrospectivo de pacientes menores de 20 años de edad con diagnóstico de melanoma y tumores melanocíticos ambiguos tratados como melanomas, reveló que el melanoma en la mayoría de los casos no presenta los criterios del ABCD convencional.362 Los hallazgos clínicos mas comunes reportados fueron amelanosis, color uniforme, diámetro variable, tendencia al sangrado espontáneo y desarrollado de novo (Ver Diagnóstico). 362 Clínicamente, el melanoma pediátrico puede imitar lesiones no melanocíticas como granulomas piógenos y verrugas.3,317,319,360,361 Esta presentación clínica poco específica junto con la escasa incidencia del melanoma en este grupo etario puede contribuir a retrasos en el diagnóstico. Es necesario, por lo tanto, un alto índice de sospecha clínico en los pacientes de esta población. El melanoma pediátrico, al igual que el melanoma del adulto, puede ser clasificado en los 4 subtipos clínicos clásicos: extensivo superficial, nodular, acrolentiginoso y lentigo maligno. El subtipo extensivo superficial es el subtipo Dr. Sebastián Augusto Mercau 55 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica más común en pediatría y el subtipo nodular se observa con mayor frecuencia que en la población adulta (27% vs 15%). Los subtipos lentigo maligno y acrolentiginoso son extremadamente raros en la población pedátrica. 3,330,360,363 Otra forma de clasificación del melanoma pediátrico puede ser según grupos de edad319 en: melanoma congénito (intraútero hasta el nacimiento), melanoma infantil (desde nacimiento hasta el año de vida), melanoma del niño (desde el año de vida a la pubertad) y melanoma del adolescente o postpuberal. El melanoma congénito e infantil puede desarrollarse de novo, en un nevo melanocítico congénito (NMC), o por metástasis transplacentaria de un melanoma materno.364,365 Solo se han reportado 23 casos de melanoma congénito e infantil desde 1925.365 Las metástasis de melanoma materno en el feto tienen un pronóstico sombrío, 5 de los 6 casos reportados murieron de melanoma.366 El melanoma del niño puede aparecer de novo, o asociado a NMC gigante u otra lesión melanocítica.364,367 El melanoma postpuberal o del adolescente se asemeja al melanoma del adulto en cuanto a características clínicas y pronóstico, aunque tiene una mayor proporción de melanomas nodulares y amelanóticos,3,329 y afecta con mayor frecuencia a mujeres,328,330 comparado con el melanoma del adulto. 4.3.5 Diagnóstico Debido a la baja incidencia de melanoma pediátrico, las características clínicas e histopatológicas están pobremente caracterizadas. Los melanomas en la población pediátrica, especialmente en los niños prepuberales, usualmente carecen de las características clásicas del melanoma pigmentado y se presentan frecuentemente como lesiones nodulares, amelanóticas que simulan lesiones como granulomas piógenos o nevos de Spitz no pigmentados.362 4.3.5.a Diagnóstico Clínico Publicaciones previas han específicamente reportado que el melanoma prepuberal no siempre cumple con los criterios del ABCD convencional (Asimetría, Borde irregular, Colores variados, Diámetro >6 mm).3,239,358,359 Como ya fue mencionado previamente (Ver Presentación Clínica) los melanomas pediátricos pueden clínicamente asemejarse a otras lesiones melanocíticas y no melanocíticas, y sumado a un bajo índice de sospecha debido a la escasa incidencia, puede contribuir a los retrasos en el diagnóstico.276,317-320 El acrónimo ABCD representa los criterios universalmente aceptados para el diagnóstico de melanoma mediante inspección visual. 368 Cordoro et al362 reportaron en su estudio de melanoma pediátrico que 60% de los niños < de 10 años y 40% de los niños entre 11-19 años no presentaron los criterios clásicos Dr. Sebastián Augusto Mercau 56 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica del ABCD, sino que se presentaron mas frecuentemente como tumores amelanóticos, con sangrado, de color uniforme, diámetro variable y desarrollados de novo. El tiempo desde la detección hasta el diagnóstico fue de 6 meses o más y mayor a 12 meses en 82% y 62% de los pacientes respectivamente. Cordoro llega a la conclusión que los criterios del ABCD convencional fallan en detectar un gran número de melanomas en la población pediátrica, por lo cual propone nuevos criterios ABCD: A de “Amelanosis”, B de “Bleeding, Bump” (sangrado, nódulo/tumor), C de “Color uniformity” (color uniforme), y D de “De novo, any Diameter” (de novo, cualquier diámetro). Utilizado junto a los criterios convencionales pueden facilitar y maximizar la detección temprana y el tratamiento del melanoma pediátrico. Además los autores sugieren que la “E” de evolución se utilizado en los pacientes de todas las edades. 4.3.5.b Dermatoscopía Los subtipos mas comunes de melanoma diagnosticados en la población pediátrica son el melanoma extensivo superficial (MES) y en melanoma nodular (MN).363,369 Los MES usualmente crecen lentamente y usualmente presentan criterios clínicos del ABCD convencional y criterios dermatoscópicos de melanoma como red de pigmento atípica, proyecciones, regresión, glóbulos atípicos, velo azul-blanquecino, estructuras vasculares atípicas, estructuras cristalinas y red de pigmento negativa.48 El patrón dermatoscópico mas frecuente de los melanomas pigmentados es el patrón multicomponente. 48 En cambio, los MN tienden a crecer rápidamente y frecuentemente son amelanóticos. Clínicamente pueden ser variables, desde pápulas hipopigmentadas o eritematosas hasta nódulos rojos. Debido a que los melanomas amelanóticos carecen de estructuras dermatoscópicas pigmentadas, el diagnóstico se basa en la examinación de las patrones vasculares.370 Se recomienda el uso de dermatoscopía de luz polarizada sin contacto o el uso de gel de ultrasonido para optimizar la visualización de las estructuras vasculares cuando se evalúan estas lesiones.371 Toda lesión nodular con un patrón vascular polimorfo con vasos puntiformes, lineales irregulares o en serpentina deben alertar la sospecha de un melanoma amelanótico.371,372 Otras características menos frecuentes son la presencia de glóbulos rojo-lechosos caracterizados por tener color rojo-blanquecino, tamaño irregular y bordes borrosos. Diagnostico diferencial entre nevos benignos y melanoma – Rol de la Dermatoscopía En las lesiones melanocíticas en las cuales las estructuras dermatoscópicas son organizadas, están distribuidas simétricamente en la Dr. Sebastián Augusto Mercau 57 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica lesión y se manifiestan como patrones dermatoscópicos benignos, el riesgo de melanoma es bajo, por lo tanto pueden ser monitorizadas con seguridad. Las lesiones que se desvían de los patrones benignos deben ser valoradas con cautela, especialmente si se presenta alguna de las estructuras específicas de melanoma previamente descriptas. En raras ocasiones el melanoma exhibe un patrón organizado y simétrico. Las lesiones atípicas pero con baja sospecha de melanoma, pueden ser biopsiadas o monitorizadas a corto plazo en forma digital.373 El seguimiento digital se realiza adquiriendo una imagen dermatoscópica basal de la lesión y luego se repite meses mas tarde, para compararlas en búsqueda de cambios sutiles desarrollados. Permite un mayor diagnóstico de melanomas in situ y de melanomas finos que en la población general y, a medida que se extiende el seguimiento, se incrementa la posibilidad de diagnóstico de melanoma.374 El seguimiento digital a corto plazo (3 o 4 meses) muestra el comportamiento biológico de la lesión, con la premisa que la mayoría de los nevos benignos son biológicamente indolentes, sin cambios dermatoscópicos en la monitorización, y que los melanomas son biológicamente dinámicos y presentan cambios luego del seguimiento.48 Es importante recalcar que en la población pediátrica las lesiones benignas suelen ser inestables y muchas veces sufren cambios en morfología y tamaño durante el seguimiento digital. Como previamente fue descripto, los melanomas que se desarrollan en la población pediátrica son frecuentemente nodulares y amelanóticos. A pesar de que estas lesiones pueden ser de difícil diagnostico basado únicamente en la clínica, la visualización de un patrón vascular irregular polimorfo puede ayudar a identificarlas.370 Se debe enfatizar que las lesiones nodulares nunca debe ser sometidas a seguimiento digital, y deben ser biopsiadas si no se las considera benignas.48 Como regla general, se debe realizar biopsia de todo nódulo amelanótico en crecimiento o con cambios recientes detectado por el examen clínico y dermatoscópico. 14 4.3.5.c Histopatología Los criterios histopatológicos del melanoma pediátrico son similares a los establecidos para el melanoma del adulto. Dentro de las características que favorecen el diagnóstico de malignidad se incluyen: tamaño > 7mm, contornos asimétricos, pobre delimitación con bordes laterales poco definidos, ulceración tumoral, diseminación pagetoide marcada con compromiso de capa granulosa, pleomorfismo nuclear, crecimiento dérmico expansivo, alta tasa mitótica (>4/mm2), figuras mitóticas en capas profundas (tercio inferior tumor), mitosis atípicas, falta de maduración citológica y arquitectural e infiltración linfovascular y perineural.375 La presencia de varias características debe alertar a los patólogos sobre la posibilidad de melanoma. El espectro morfológico del melanoma pediátrico incluye los subtipos de melanoma del adulto clásicos, sumado a melanomas spitzoides, melanoma de Dr. Sebastián Augusto Mercau 58 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica células pequeñas y melanoma de tipo animal entre otros. Como fue mencionado previamente, los subtipos mas comunes de melanoma pediátrico son el melanoma extensivo superficial (MES) y en melanoma nodular (MN), mientras que los subtipos acrolentiginoso y lentigo maligno son excepcionalmente observados en la población pediátrica. Tanto el melanoma lentigo maligno como el melanoma desmoplásico son variantes de melanoma que son asociados con exposición solar crónica y se presentan en piel de pacientes añosos con fotodaño (especialmente en cabeza y cuello). Estas variantes pueden observarse en pacientes pediátricos con Xeroderma Pigmentoso.375 Se han reportado también en la población pediátrica variantes raras como melanoma de tipo animal,376 nevo azul maligno (imita nevo azul celular)377 y melanoma tipo nevo penetrante profundo. 378 La variante de melanoma de células pequeñas tiene predilección por el cuero cabelludo y se asocia con pobre pronóstico.259,378 Histológicamente, estos tumores son muy invasivos y se componen de pequeños melanocitos basófilos dispuestos en láminas. Presentan una alta tasa mitótica, y muchas veces carece del componente in situ, por lo cual frecuentemente es necesario recurrir a la inmunohistoquímica para excluir otros tumores de la infancia. 375 Melanoma Spitzoide Varios autores han descripto características histopatológicas para distinguir el melanoma spitzoide del Nevo de Spitz (NS) y otras lesiones spitzoides.239,256,267,379-381 El melanoma spitzoide (MS) puede surgir de novo o asociado a un nevo de Spitz prexistente. Característicamente, el MS tiene un mayor grado de atipia citológica que los nevos de Spitz, presentando melanocitos con núcleos hipercromáticos, pleomórficos y con uno o varios nucléolos prominentes de tamaño irregular.382 El MS de novo puede ser diagnosticado en estadio in situ o en estadio invasor. El componente in situ del MS puede tener un patrón similar al observado en los nevos de Spitz (NS), sin embargo los nidos de melanocitos son de forma irregular y están dispuestos de forma desigual. En algunos focos se pueden presentar melanocitos por encima de la capa basal con un patrón pagetoide. Los melanocitos en el MS comprometen los anexos con nidos irregulares. El MS invasivo se caracteriza por ser una proliferación nodular de melanocitos atípicos alargados de forma ahusada, frecuentemente amelanóticos. Tanto los nidos como los melanocitos individuales carecen de maduración. Los melanomas invasivos pueden tener un componente dérmico profundo con compromiso del tejido subcutáneo superficial. La presencia de mas de 3 mitosis dérmicas por campo, mitosis en la base de la lesión y mitosis atípicas favorecen el diagnóstico de melanoma.382 La epidermis en los Dr. Sebastián Augusto Mercau 59 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica melanomas spitzoides pueden mostrar focal atrofia y borramiento de la crestas interpapilares debido a la apoptosis, lo cual ha sido descripto como “consumo epidérmico”.383,384 Otros cambios histopatológicos que favorecen al melanoma consisten en la presencia de un infiltrado linfoplasmocitario en banda, necrosis, ulceración, regresión con o sin melanosis, invasión vascular, infiltración neural y satelitosis. En los MS asociados a un NS prexistente, el área del nevo suele presentar algunas características, dentro de las cuales se incluyen: melanocitos dispuestos en nidos ordenados, menor cantidad de melanocitos en los niveles superiores de la epidermis, melanocitos confinados a la capa espinosa baja, maduración de nidos de melanocitos dérmicos y melanocitos con núcleos uniformes y sin mitosis atípicas.382 4.3.5.d Otros Métodos Diagnósticos Los métodos diagnósticos adicionales que pueden ayudar al diagnóstico de melanoma el la población pediátrica incluyen a la microscopía confocal de reflectancia (MCR), los dispositivos de análisis de imagen multiespectral (SIAscope, MelaFind), la tomografía de coherencia óptica, la ecografía de alta frecuencia, entre otros. La MCR, previamente descripta en esta monografía (ver Diagnóstico en Nevo de Spitz y Lesiones spitzoides), es una técnica no invasiva que provee imágenes en vivo de la epidermis y dermis papilar con resolución similar a la histológica.385 Ha demostrado una alta sensibilidad (88-98%) y especificidad (83-97%) en el diagnóstico de melanoma.386,387 Una de las características únicas de la MCR es la habilidad para detectar melanomas amelanóticos debido a al presencia de melanosomas y gránulos de melanina raros. 388 Al igual que la dermatoscopía, la MCR tiene la ventaja de ser una técnica no invasiva que permite la obtención de imágenes rápidamente de múltiples lesiones y puede utilizarse para seguir las lesiones en el tiempo. Por otro lado, requiere de entrenamiento y capacitación, es operador-dependiente y tiene un alto costo. Las técnicas de análisis de imagen multiespectral (SIAscope, MelaFind) son técnicas de diagnóstico relativamente nuevas. El SIAscope emite una radiación en el rango de 400-1000 nm y provee al usuario 8 imágenes que demuestran la composición vascular y la red de pigmento de una lesión. Esta técnica mide 3 cromóforos (melanina, sangre y colágeno) contenidos en la epidermis y dermis papilar. El médico luego interpreta las imágenes para determinar cuando es necesario biopsiar. La sensibilidad y especificidad reportadas para la técnica son de 82% y 80% respectivamente. 389 Un estudio mas grande demostró que el SIAscope tiene niveles de sensibilidad y especificidad similares a la dermatoscopía realizada por dermatólogos experimentados, por lo cual no proveía suficientes beneficios en el diagnóstico Dr. Sebastián Augusto Mercau 60 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica de melanoma que justifiquen su utilización.390 El MelaFind evalúa lesiones con imágenes multiespectrales en 10 diferentes bandas espectrales, desde 430950 nm.385 Las imágenes son procesadas mediante un software, en las cuales se analizan la asimetría, variación de colores, cambios en la textura y bordes de la lesión.391 Basado en el análisis de las imágenes, el dispositivo provee al usuario una recomendación en cuanto a la necesidad de realizar una biopsia. Otras técnicas de imagen utilizadas como herramientas adicionales para el diagnóstico de melanoma incluyen a la tomografía de coherencia óptica (TCO) y la Ecografía de alta frecuencia (EAF). La TCO es comúnmente utilizada como herramienta diagnóstica del melanoma uveal 392 y ha sido utilizada en dermatología también. Análogo a la imagen de la ecografía, la TCO evalúa la arquitectura de la lesión hasta 1 mm de profundidad. 393 La resolución es insuficiente para mostrar la morfología celular, pero si permite la evaluación de cambios arquitecturales.394 La utilidad de la TCO es limitada, dado que no permite analizar lesiones sobreelevadas e hiperqueratósicas correctamente, y sirve mas para medir la profundidad de invasión que para el diagnóstico de melanoma.385 La EAF es una técnica de ultrasonido de alta resolución que puede ser combinada con fotografía digital para clasificar las lesiones pigmentarias. Tiene una sensibilidad y especificidad reportada de 55% y 79% respectivamente.395 No ha sido validada todavía en estudios prospectivos, pero los resultados de estudios iniciales sugieren una mayor investigación de sus aplicaciones. En cuanto a las futuras tecnologías, se puede mencionar a la detección genómica no invasiva, la espectroscopía de impedancia eléctrica y la elastografía tisular entre otras. La detección genómica no invasiva utiliza una cinta adhesiva en la lesión sospechosa para tomar muestras de células del estrato córneo en forma no invasiva. Luego se aísla el ARN de las células y se amplifica utilizando PCR para analizar la expresión genómica. 385 Se han identificado 17 genes involucrados en el desarrollo de melanocitos, señales de pigmentación, progresión de melanoma y muerte celular que permiten diferenciar con precisión entre melanoma y nevos con un 100% de sensibilidad y 88% de especificidad.396 La espectroscopía de impedancia eléctrica (EIE) es una tecnología experimental que utiliza una sonda de espectroscopía de impedancia para medir la oposición al flujo de corrientes alternas de un polo a otro polo a través de una lesión a varias frecuencias. La sonda penetra el estrato córneo y pasa una corriente de bajo voltaje para permitir la medición la impedancia eléctrica del tejido.385 La EIE trabaja bajo la premisa que las células tumorales tienen propiedades electroquímicas que son distintas de las células sanas.397 La sensibilidad reportada fue de 91-95% y la especificidad de 4964%.398,399 Dr. Sebastián Augusto Mercau 61 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 4.3.6 Estadificación – Pronóstico 4.3.6.a Estadificación La estadificación es importante en la clasificación del melanoma, debido a que provee información que concierne tanto al pronóstico como al tratamiento. No existe actualmente un sistema de estadificación validado para melanoma pediátrico, por lo cual se utiliza el sistema de estadificación del melanoma en adultos.315 La estadificación clínica y patológica del melanoma en adultos ha sido bien definida por el comité de estadificación de melanoma de la American Joint Committee on Cancer (AJCC), cuya última actualización fue descripta en 2009, la 7ma edición ( Tablas 8 y 9).400 Los criterios para la estadificación de melanoma de la 7ma edición dividen al melanoma en 4 estadios diferentes e incorporan atributos patológicos de microestadificación, dentro de los cuales se incluyen el espesor de Breslow, el índice mitótico y la ulceración, siendo todos importantes parámetros predictivos. Los estadio I y II son para melanoma localizado, el estadio III es para metástasis regionales, y el estadio IV es para metástasis a distancia. La clasificación TNM es utilizada en cada estadio para determinar clínicamente el estadio de la enfermedad. De acuerdo con los criterios de estadificación, los criterios pronósticos más importantes son el espesor del tumor primario, la presencia o ausencia de ulceración, el estatus nodal, y la presencia o ausencia de metástasis. Las guías del 2009 incluyen el uso del índice mitótico en lugar del nivel de invasión de Clark, como un factor pronóstico en la estadificación, particularmente para las lesiones de espesor fino menores a 1 mm (T1). Un índice mitótico alto tiene un peor pronóstico. 360 Dr. Sebastián Augusto Mercau 62 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Tablas 8. Clasificación TNM del Melanoma (AJCC, 2009) Clasificación T T0 Tis T1 Espesor (mm) Sin evidencia de tumor primario Melanoma in situ 1.0 mm T2 1.01 - 2.0 mm T3 2.01 - 4.0 mm T4 > 4.0 mm Clasificación N Nº de ganglios N0 N1 0 1 N2 2-3 N3 4 o más ganglios o masa ganlionar o metástasis satélite/ en tránsito con cualquier metástasis nodal Localización Sin metástasis a distancia Piel a distancia, subcutánea, metástasis nodal Metástasis pulmonar Todas las demás localizaciones Cualquier localización Clasificación M M0 M1a M1b M1c Ulceración/Mitosis a. sin ulceración y < 1 mitosis/mm2 b. con ulceración o 1 mitosis/mm2 a. sin ulceración b. con ulceración a. sin ulceración b. con ulceración a. sin ulceración b. con ulceración Características de la metástasis ganglionar a. micrometástasis* b. macrometástasis** a. micrometástasis* b. macrometástasis** c. metástasis satélite/ en tránsito sin metástasis nodal Nivel sérico de LDH Normal Normal Normal Elevada *Micrometástasis: se diagnostican mediante el estudio histológico de ganglios extirpados mediante la biopsia selectiva del ganglio centinela o después de linfadenectomía. **Macrometástasis: metástasis clínicamente palpables confirmadas mediante el estudio histológico o metástasis ganglionar con extensión extracapsular Dr. Sebastián Augusto Mercau 63 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Tabla 9. Estadificación Clínico-Patológica del Melanoma (AJCC, 2009) Estadificación Clínica T 0 Tis IA T1a IB T1b T2a IIA T2b T3a IIB T3b T4a IIC T4b III Cualquier T N N0 N0 N0 N0 N0 N0 N0 N0 N0 Cualquier N M M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 IV Cualquier N M1 Cualquier T Estadificación Patológica T N 0 Tis N0 IA T1a N0 IB T1b N0 T2a N0 IIA T2b N0 T3a N0 IIB T3b N0 T4a N0 IIC T4b N0 IIIA T1-4a N1a T1-4a N2a IIIB T1-4b N1a T1-4b N2a T1-4a N1b T1-4a N2b T1-4a N2c IIIC T1-4b N1b T1-4b N2b T1-4b N2c Cualquier T N3 IV Cualquier T Cualquier N M M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 M0 N0 N0 M0 M0 M1 Estadificación clínica: incluye el estudio histológico del melanoma primario y evaluación clínica y radiológica de las metástasis a distancia. Estadificación patológica: incluye la información anatomopatológica de los ganglios regionales luego de la biopsia selectiva de ganglio centinela o la linfadenectomía. Los estadios 0 y IA son la excepción y no requieren evaluación anatomopatológica de los ganglios. 4.3.6.b Pronóstico Varios estudios han reportado que el melanoma pediátrico puede estar asociado con tumores de mayor espesor y con mayores tasas de metástasis ganglionares comparado con el melanoma de la población 275,276,310,319,401-410 adulta. A pesar de la mayor tasa de metástasis en ganglios linfáticos en los pacientes pediátricos, los estudios del SEER (Surveillance, Epidemiology and End Results) y otros estudios de melanoma pediátrico han mostrado tasas de sobrevida similares a las observadas en pacientes adultos con melanoma.330,361 En el estudio basado en la base de datos del SEER, Strouse et al330 reportaron una sobrevida a 5 años de 91% para pacientes con melanoma pediátrico, excluyendo los casos de melanoma in situ. Estas observaciones sugieren que la biología del melanoma pediátrico puede ser diferente del melanoma en adultos.1 La biopsia selectiva del ganglio centinela (BSCG) ha ganado aceptación recientemente como técnica de estadificación para el melanoma Dr. Sebastián Augusto Mercau 64 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica pediátrico.401,406,411 Algunos autores han concluido que puede ser realizada en forma segura en la población pediátrica.401,407,408,411-416 El valor pronóstico de la BSGC no ha sido estudiado en forma exhaustiva en la población pediátrica. Los pocos estudios de BSGC para melanoma pediátrico han reportado resultados variables, de los cuales algunos estudios reportaron ausencia de recurrencia y muerte en pacientes con BSGC positiva,406 mientras que otros estudios reportaron una sobrevida global de 79%407 y de 77,8%1 a los 5 años en pacientes con biopsia positiva. Como fue mencionado previamente, numerosos estudios han reportado para el melanoma pediátrico una tasa de metástasis a ganglios linfáticos mayor que la tasa observada en adultos, en un rango que varia entre 25-40%.310,403,404,407,409,410 Moore-Olufemi et al403 evaluaron 109 pacientes menores de 18 años con melanoma y demostraron que el espesor tumoral, la falta de crecimiento radial y menor edad se asocian metástasis ganglionares. Paradela et al410 demostraron en su estudio que el espesor de Breslow y edad < a 11 años se correlacionan con una BSGC positiva. Han et al1 y Moore-Olufemi403 confirmaron el valor pronóstico de la BSGC en los melanomas pediátricos, en los cuales un resultado positivo se asoció en forma significativa con menor sobrevida libre de recurrencias y una menor sobrevida global. En cuanto a la tasas de sobrevida global de pacientes con melanoma pediátrico de diferentes grupos de edad, hay reportes con resultados variables en la literatura. Lewis et al338 reportaron que las tasas de mortalidad de melanoma en pacientes entre 15-19 años de edad eran 8-18 veces mas altas que las de los grupos de menor edad. Ferrari et al3 también reportaron una menor sobrevida global en pacientes mayores de 11 años. Paradela et al410 identificaron una mayor tasa de BSGC positiva en pacientes < a 10 años (relacionada con el espesor de Breslow), pero un peor pronóstico de sobrevida en el grupo de mayor edad. Averbook et al417 encontraron que a pesar de la presencia de estadios avanzados de enfermedad, los niños menores de 10 años no tenían peores tasas de sobrevida comparados con los mayores de 10 años. Por el contrario, Lange et al406 observaron en un estudio que utilizó la base de datos nacional de cáncer de EEUU que la sobrevida global fue significativamente peor en los pacientes con melanoma pediátrico que tenían entre 1-9 años de edad. Otros estudios de melanoma pediátrico demostraron que no hay diferencia significativa en cuanto a la sobrevida entre los diferentes grupos de edad.361,403,418 Es posible que parte de la inconsistencia en los datos de la literatura con respecto al impacto de la edad pediátrica en el estatus del ganglio centinela y la sobrevida se deba a la inclusión en algunos estudios de tumores melanocíticos como las lesiones spitzoides atípicas, o tumores melanocíticos de potencial maligno incierto (MELTUMPs), dando una mejor tasa de sobrevida (ver Lesiones Spitzoides Atípicas). Paradela et al419 en un estudio reciente que compara el comportamiento biológico entre melanoma Dr. Sebastián Augusto Mercau 65 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica spitzoide (MS) y melanoma no spitzoide (MNS) en la población pediátrica, reportó que los pacientes con MS eran significativamente de menor edad que aquellos con MNS, y que además se asociaron mayor espesor de Breslow e índice mitótico, BSGC positiva y estadios mas avanzado. La tasa de mortalidad fue, sin embargo, menor en el grupo de MS (5,9%) que en el grupo de MNS (12%). Paradela concluyó que el MS podría tener un comportamiento menos agresivo que el melanoma convencional, debido a un efecto protector de la edad prepuberal o a un menor potencial de diseminación a distancia de algunos MS.228,419 Algunos autores han sugerido que el mejor pronóstico en niños con BGC positiva se debe a cambios en la densidad del flujo linfático y el sistema inmune relacionados con la edad, que permiten la eliminación de las micrometástasis.420 Es fundamental el desarrollo de estudios de seguimiento a largo plazo para determinar si el valor pronóstico de la BSGC es diferente en la población pediátrica que en el adulto. Los factores pronósticos en el melanoma pediátrico no están tan bien establecidos como en el adulto. Averbook et al417 observaron en su evaluación de un nuevo registro internacional de pacientes con melanoma pediátrico que el estadio de la enfermedad, el espesor y la ulceración fueron predictores de la sobrevida global, de forma similar al melanoma del adulto. Sin embargo, reportaron similares tasas de sobrevida para niños con lesiones mayores a 1 mm de espesor y aquellos con estadios II o III de la enfermedad. Paradela et al410 en su estudio de factores pronósticos concluyeron que el espesor de Breslow, la presencia de metástasis al momento del diagnóstico y la edad son los 3 factores pronósticos principales que pueden influir en la sobrevida global en los pacientes con melanoma pediátrico. La presencia de ulceración, fase de crecimiento vertical, invasión vascular, y alto índice mitótico fue asociada con riesgo incrementado de metástasis, mientras que la asociación con un nevo prexistente se relacionó con menor tasa de metástasis.410 4.3.7 Manejo – Tratamiento No existen en la actualidad guías de tratamiento y manejo del melanoma pediátrico. Por consiguiente, el manejo del melanoma en la población pediátrica no debe diferir del de la población adulta.101 La detección precoz y la remoción quirúrgica son los pilares del tratamiento que asegura un pronóstico favorable.276 El manejo de los pacientes con melanoma pediátrico es dependiente del estadio. Una estadificación apropiada requiere una minuciosa evaluación clínica e histopatológica, junto con laboratorio e imágenes, luego de la evaluación quirúrgica inicial. La detección precoz, biopsia y extirpación de la lesión sospechosa son fundamentales para el diagnóstico precoz de melanoma.315 Las lesiones sospechosas deben ser biopsiadas mediante Dr. Sebastián Augusto Mercau 66 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica biopsia escisional con márgenes de 1-3 mm y con una profundidad adecuada para que la lesión pueda ser evaluada apropiadamente. Se deben evitar márgenes mayores para no alterar el mapeo linfático posterior. Se desaconseja la biopsia por shaving, dado que puede comprometer el diagnóstico y no permite una correcta evaluación del espesor de Breslow. La biopsia incisional, mediante punch, se puede realizar en lesiones muy grandes o en ciertas áreas anatómicas, siempre de la zona más gruesa.315 La evaluación histopatológica debería ser realizada por un dermopatólogo con experiencia en lesiones melanocíticas. El informe histopatológico debe incluir el tipo de melanoma, la presencia o ausencia de ulceración, el espesor de Breslow, el índice mitótico y la evaluación de los márgenes quirúrgicos. En el caso que se confirme el diagnóstico de melanoma, se debe realizar la extirpación quirúrgica con márgenes adecuados, y se debe evaluar la necesidad o no de la estadificación ganglionar.315 Los márgenes quirúrgicos adecuados se basan en el espesor de Breslow. Para el melanoma in situ el margen es de 5 mm, para melanomas con Breslow < 1mm es de 1 cm, Breslow entre 1-2mm es de 1-2cm, Breslow > 2mm es de 2 cm.421 La resección debería ser realizada por un cirujano oncólogo entrenado. La estadificación ganglionar incluye la linfocintigrafía isotópica (Tc-99m) seguida de la biopsia selectiva del ganglio centinela (BSGC). El riesgo de metástasis a los ganglios linfáticos se relaciona directamente con el espesor de Breslow del melanoma primario. La BSGC esta indicada para pacientes con lesiones > 1 mm de espesor o lesiones < 1 mm con ulceración, nivel de Clark IV o V, o índice mitótico alto.315 Como se ha mencionado previamente, este procedimiento es seguro para ser realizado en niños y adolescentes (ver Pronóstico). Los pacientes con BSGC positiva deben ser sometidos a linfadenectomía completa o total de la cadena ganglionar comprometida. El significado de una BSGC positiva en niños no esta completamente aclarado, pero la utilización de este procedimiento puede ayudar al 309,406,413,416,422,423 diagnóstico. Algunos autores discuten el rol de la BSGC, enfatizando que debe ser considerada críticamente en la población pediátrica, discutiendo los pros y los contras con los familiares de los pacientes.101 La evidencia en la literatura apoya el uso de la tomografía axial computada (TAC) para evaluar la diseminación a distancia en pacientes pediátricos con lesiones gruesas. Un estudio retrospectivo en niños reportó que 25% de los pacientes con lesiones gruesas tenían lesiones mestastásicas en la TAC de tórax, abdomen y pelvis.424 Actualmente no hay grandes estudios prospectivos que evalúen el rol de los estudios por imágenes en la evaluación inicial de los pacientes pediátricos con melanoma.315 Un estudio en adultos que utilizó la tomografía por emisión de positrones (PET) junto con la tomografía computada (PET-CT) concluyó que esta técnica puede ser útil en la evaluación de pacientes con melanomas gruesos para diagnosticar metástasis a Dr. Sebastián Augusto Mercau 67 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica distancia.425 La mayoría de los investigadores han descripto un bajo rendimiento y una baja sensibilidad en la detección de metástasis en pacientes con melanoma clínicamente localizado.426-428 En pacientes con estadios mas avanzados de la enfermedad (estadios III-IV), el scan mediante PET-CT puede ser útil como screening inicial de metástasis, o para caracterizar mejor las lesiones indeterminadas en la TAC. Otra ventaja del PET/ PET-CT es que puede captar imágenes de áreas no incluidas en los scans de rutina de la TAC.429,430 No hay mucha evidencia que documente la utilización de la resonancia magnética por imágenes (RMI) de cerebro en forma rutinaria para detectar metástasis en ausencia de signo-sintomatología neurológica.315 Los pacientes con lesiones finas (< 1 mm) y que tienen poco riesgo de diseminación regional no necesitan estudios por imágenes para la evaluación diagnóstica. Enfermedad localizada (Estadios 0, I y II) El tratamiento quirúrgico con márgenes adecuados es curativo en la mayoría de los pacientes pediátricos con melanomas en estadios primarios (0, I y II).315 El estadio 0 (melanoma in situ) y el estadio IA no requieren pruebas adicionales en la evaluación inicial. En el estadio IB y II se pueden pedir una radiografía de tórax y un análisis de sangre con LDH (opcional) y los otros estudios por imágenes (TAC, PET-CT, RMI) solo para evaluar signos y síntomas específicos. Se debe discutir y ofrecer la BSGC. La presencia de lesiones gruesas (>4mm) se asocian con riesgo incrementado de mortalidad. Estos pacientes deben ser considerados como candidatos para terapia adyuvante.360,416 Enfermedad Ganglionar Regional (Estadio III) El estadio III incluye enfermedad metastásica en los ganglios linfáticos regionales, enfermedad en tránsito, o satelitosis (metástasis satélite). Luego de la cirugía con márgenes adecuados, las opciones de manejo terapéutico para pacientes con melanoma estadio III con compromiso de ganglios linfáticos regionales incluyen: observación, altas dosis de interferón alfa-2b, participación en ensayos clínicos y terapia radiante adyuvante en casos seleccionados para reducir el riesgo de recurrencia regional.431 Se han publicado 3 estudios hasta la fecha evaluando la posibilidad utilizar el Interferon alfa-2b como terapia adyuvante en niños, mediante el “régimen Kirkwood” (altas dosis de Interferon 20 x 10 6 U/m2/d endovenoso, 5 veces por semana por 4 semanas, seguido de 10 x 10 6 U/m2/d subcutáneo, 3 veces por semana durante 48 semanas). Este régimen mejora la sobrevida libre de recaídas en los pacientes, pero no la sobrevida global. Chao et al 432 Dr. Sebastián Augusto Mercau 68 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica reportaron en estudio retrospectivo de 12 pacientes pediátricos que recibieron terapia adyuvante con interferón, que los pacientes toleraron mejor la terapia, con menos efectos adversos que los adultos previamente estudiados. Otro estudio de 11 pacientes pediátricos con melanoma reportó que el régimen Kirkwood fue en general bien tolerado por los pacientes, con solo 2 pacientes requiriendo una disminución de la dosis durante la inducción y 2 durante el mantenimiento.414 Navid et al413 en un estudio con 15 pacientes tratados con el mismo régimen reportaron que los pacientes experimentaron menos efectos adversos y toleraban la terapia mejor que la población adulta. Las recomendaciones para la observación luego de la cirugía incluyen la evaluación cada 3 a 6 meses durante los primeros 2 años después del tratamiento definitivo, y luego cada 3 a 12 meses por los siguientes 3 años, y después anualmente.431 Los ensayos clínicos que evalúan alternativas a la linfadenectomía completa, como la observación meticulosa con seguimiento ecográfico de los grupos ganglionares con eventual, puede ser una opción.433 El melanoma ha sido históricamente considerado resistente a la radioterapia, aunque algunos reportes sugieren que un grupo de pacientes se podría beneficiar.431 La radioterapia se podría utilizar como terapia adyuvante en pacientes con alto riesgo de recurrencia regional, definido como la presencia de extensión ganglionar extracapsular, o gran número de ganglios positivos (>4).434-439 La cirugía es el tratamiento preferido para pacientes con metástasis en tránsito resecables. La perfusión hipertérmica de miembro aislado con Melfalan, puede ser considerada en pacientes con metástasis en tránsito localizadas en un solo miembro, pero que son muy numerosas para ser extirpadas quirúrgicamente.431 La técnica consiste en el aislamiento de la circulación del miembro afectado de la circulación sistémica, que es luego conectada a un sistema extracorpóreo donde se administran Melfalan a altas dosis, con un torniquete aplicada proximalmente al nivel de la perfusión. Enfermedad Metastásica (Estadio IV) El melanoma que se ha diseminado a sitios distantes raramente es curable con terapia estándar, como quimioterapia (Dacarbazina, Paclitaxel, Temozolamida, Carboplatino, Cisplatino y Vinblastina) o agentes biológicos como la Interleucina 2 (IL-2) o interferón.315 Se han publicado pocos estudios del uso de quimioterapia en la población pediátrica. En un serie de 10 casos de pacientes menores de 20 años con melanoma metastásico tratados con Vincristina, Ciclofosfamida y Dactinomicna, se observó una remisión por mas de 5 años en el 50% de los pacientes.440 La experiencia con IL-2 en niños es muy limitada, y no existen reportes de su eficacia en pacientes con melanoma pediátrico.441 En pacientes adultos, ocasionalmente la cirugía de extirpación de las metástasis puede resultar en un aumento de la sobrevida libre de Dr. Sebastián Augusto Mercau 69 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica recurrencias.442,443 Estas circunstancias son raras, y la mayoría de los pacientes con enfermedad metastásica mueren por su enfermedad. Al igual que en adultos, se podría considerar la participación de pacientes pediátricos con enfermedad metastásica en ensayos clínicos.315 Sin embargo, la mayoría de los ensayos clínicos excluyen a la población pediátrica, considerando a los menores de 18 años dentro de los criterios de exclusión. En cuanto al desarrollo de las nuevas terapias dirigidas, tanto el Ipilimumab (anticuerpo monoclonal anti CTLA-4) y el Vemurafenib (para portadores mutación BRAF V600), fueron aprobadas por la FDA para su utilización en melanoma irresecable o metastásico en mayores de 18 años, por lo que no hay reportes de su utilización en la población pediátrica. Dr. Sebastián Augusto Mercau 70 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 5. Comentario Final Luego de una extensa revisión, se pueden sacar algunas conclusiones y detallar las claves para realizar un enfoque práctico del manejo de las lesiones melanocíticas en la población pediátrica. La mayoría de los pacientes pediátricos presentan lesiones melanocíticas no problemáticas (nevos melanocíticos comunes y otros nevos), que suelen ser escasas en número y que pueden ser manejadas en forma conservadora. Es importante conocer las distintas formas de presentación, variantes y la historia natural de los diferentes tipos de nevos que se pueden presentar en esta población, para disminuir el número de extirpaciones innecesarias de lesiones benignas. Como ya se ha mencionado en varias oportunidades en esta monografía, las verdaderas lesiones problemáticas de la población pediátrica están constituidas por los nevos melanocíticos congénitos (NMC) y los nevos de Spitz y lesiones spitzoides, siendo precursores y simuladores de melanoma, respectivamente. Por consiguiente, es fundamental hacer énfasis en el diagnóstico y manejo de estas lesiones, para poder aumentar la precisión diagnostica del melanoma pediátrico. El riesgo de melanoma asociado a un NMC es proporcional al tamaño. Sin embargo, menos del 1% de los pacientes con NMC va a desarrollar melanoma. Por lo tanto, una opción de manejo razonable es el control clínico regular. El manejo de las lesiones spitzoides en pacientes pediátricos constituyen un desafío para los médicos debido a su potencial biológico incierto. Actualmente, existe todavía un espectro de lesiones spitzoides en las cuales la morfología no puede predecir su comportamiento biológico. Investigaciones futuras probablemente incluyan nuevos hallazgos en el campo de la biología molecular, que permitirán una mejor clasificación y manejo de estas lesiones. Por último, es necesario conocer las características del melanoma pediátrico, a pesar de su baja incidencia en la población pediátrica. Parece tener diferentes patrones de presentación clínica y factores de riesgo que el melanoma del adulto. Suele presentarse clínicamente como lesiones nodulares, amelanóticas y más gruesas al momento del diagnóstico comparado con los melanomas del adulto. En la mayoría de los casos no presenta los criterios del ABCD convencional. Aunque se asocia con tumores de mayor espesor y mayores tasas de metástasis a ganglios linfáticos que en los adultos, las tasas de sobrevida son similares. Dr. Sebastián Augusto Mercau 71 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica Claves para el manejo de las lesiones melanocíticas en la población pediátrica - - - - - - - Las lesiones melanocíticas no problemáticas en la población pediátrica son manejadas en forma conservadora El manejo de los pacientes con NMC grandes requiere un enfoque multidisciplinario que incluye al pediatra, dermatólogo, cirujano plástico, neurólogo, radiólogo y psicólogo. Mas allá de la modalidad optada como tratamiento, los pacientes deben realizar controles regulares de seguimiento para descartar melanoma mediante inspección, palpación y dermatoscopía El riesgo de Melanocitosis Neurocutánea debe ser tenido en cuenta en pacientes con un NMC gigante, múltiples NMC medianos, y con un alto número de nevos satélite. Se debe realizar screening de Melanocitosis Neurocutánea mediante RMI entre el mes 4 y 8 de vida. Los nevos de Spitz clásicos o pigmentados en edad prepuberal puede ser fácilmente reconocidos y manejados en forma conservadora con evaluación clínica y dermatoscópica periódica anual. Se debe extirpar toda lesión nodular, grande, ulcerada, de rápido crecimiento para descartar melanoma, sin importar la edad. La mejor opción de manejo para las lesiones spitzoides atípicas sigue siendo la extirpación amplia local y el seguimiento minucioso y prolongado en el tiempo (hasta que haya definiciones precisas sobre el comportamiento biológico de estas lesiones). Es importante incorporar la nueva regla ABCD (Amelanosis, Sangrado, Color uniforme, Diámetro variable, De novo) para el diagnóstico clínico del melanoma en la población pediátrica. Sumado al ABCD convencional, pueden facilitar y maximizar la detección temprana y el tratamiento del melanoma pediátrico. El manejo del melanoma pediátrico sigue las mismas guías que el melanoma del adulto. La detección precoz y la extirpación quirúrgica son los pilares del tratamiento que aseguran un diagnóstico favorable. El screening para melanoma en la población pediátrica de rutina no es recomendado hasta después de la pubertad. Luego de la misma, el seguimiento clínico y dermatoscópico esta indicado para aquellos adolescentes que se presentan con gran cantidad total de nevos e historia familiar de melanoma. Dr. Sebastián Augusto Mercau 72 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 6. Bibliografía 1. 2. 3. 4. 5. 6. 7. 8. 9. 10. 11. 12. 13. 14. 15. 16. 17. 18. 19. 20. 21. 22. 23. 24. Han D, Zager JS, Han G, Marzban SS, Puleo CA, Sarnaik AA, Reed D, Messina JL, Sondak VK. “The unique clinical characteristics of melanoma diagnosed in children”. Ann Surg Oncol. 2012 Nov;19(12):3888-95. Fraitag S. “Melanocytic nevi in children”. Ann. Pathol. 2004,24(6), 587-604 Ferrari A, Bono A, Baldi M et al. “Does melanoma behave differently in younger children than in adults? A retrospective study of 33 cases of childhood melanoma from a single institution”. Pediatrics 2005,115(3), 649-654. Moscarella E, Zalaudek I, Cerroni L et al. “Excised melanocytic lesions in children and adolescents – a 10-year survey”. Br J Dermatol. 2012 Aug;167(2):368-73. Tannous ZS, Mihm MC, Sober AJ, et al. “Congenital melanocytic nevi: clinical and histopathologic features, risk of melanoma, and clinical management”. J Am Acad Dermatol 2005;52:197–203. Richardson SK, Tannous ZS, Mihm MC.” Congenital and infantile melanoma: review of the literature and report of an uncommon variant, pigment synthesizing melanoma”. J Am Acad Dermatol 2002;47:77–90. Bafounta ML, Beauchet A, Aegerter P, Saiag P. “Is dermoscopy (epiluminescence microscopy) useful for the diagnosis of melanoma? Results of a meta-analysis using techniques adapted to the evaluation of diagnostic tests”. Arch Dermatol. 2001 Oct;137(10):1343-50. Kittler H, Pehamberger H, Wolff K, Binder M. “Diagnostic accuracy of dermoscopy”. Lancet Oncol. 2002 Mar;3(3):159-65 Vestergaard ME, Macaskill P, Holt PE, Menzies SW. “Dermoscopy compared with naked eye examination for the diagnosis of primary melanoma: a meta-analysis of studies performed in a clinical setting”. Br J Dermatol. 2008 Sep;159(3):669-76. Argenziano G, Soyer HP, Chimenti S et al. “Dermoscopy of pigmented skin lesions: results of a consensus meeting via the Internet”. J. Am. Acad. Dermatol. 2003,48(5), 679-693. Argenziano G, Soyer HP. “Dermoscopy of pigmented skin lesions – a valuable tool for early diagnosis of melanoma”. Lancet Oncol. 2001,2(7), 443-449. Soyer HP, Argenziano G, Talamini R, Chimenti S. “Is dermoscopy useful for the diagnosis of melanoma?” Arch. Dermatol. 2001,137(10), 1361-1363. Pehamberger H, Steiner A, Wolff K. “In vivo epiluminescence microscopy of igmented skin lesions. I. Pattern analysis of pigmented skin lesions”. J. Am. Acad. Dermatol. 1987,17(4), 571-583. Moscarella E, Zalaudek I, Ferrara G, Manzo M, Savarese I, Argenziano G. “Problematic melanocytic lesions in children”. Expert Rev. Dermatol. 4(3), 249-261 (2009). Green A, Siskind V, Green L. “The incidenceof melanocytic nevi in adolescent children in Queensland, Australia”. Melanoma Res 1995; 5: 155–160. Pope D, Sorahan T, Marsden J, Ball P, Grimley R, Peck I. “Benign pigmented nevi in children”. Arch Dermatol 1992; 128: 1201–1206. Harrison S, Buettner P, Maclennan R. “Bodysite distribution of melanocytic nevi in young Australian children”. Arch Dermatol 1999; 135: 47–52. Whiteman DC, Brown RM, Purdie DM, Hughes MC. “Prevalence and anatomical distribution of naevi in young Queensland children”. Int J Cancer 2003; 106: 930–933. Synnerstad I, Nilsson L, Fredrikson M, Rosdahl I. “Frequency and distribution pattern of melanocytic naevi in Swedish 8–9-year-old children”. Acta Derm Venereol 2004; 84: 271– 276. English DR, Armstrong BK. “Melanocytic nevi in children. I. Anatomic sites and demographic and host factors”. Am. J. Epidemiol. 139(4), 390-401 (1994). Naldi L, Adamoli L, Fraschini D et al. “Number and distribution of melanocytic nevi in individuals with a history of childhood leukemia”. Cancer 1996, 77(7), 1402-1408. Worret WI, Burgdorf WH. “Which direction do nevus cells move? Abtropfung reexamined”. Am. J. Dermatopathol. 1998, 20(2), 135-139. Gallagher RP, McLean DI, Yang CP, Coldman AJ, Silver HKB, Spinelli JJ, et al. “Anatomic distribution of acquired melanocytic nevi in white children: a comparison with melanoma: The Vancouver Mole Study”. Arch Dermatol 1990; 126: 466–471. Luther H, Altmeyer P, Garbe C, Ellwanger U, Jahn S, Hoffmann K, et al. “Increase of melanocytic naevus counts in children during 5 years of follow-up and analysis of associated factors”. Arch Dermatol 1996; 132: 1473– 1478. Dr. Sebastián Augusto Mercau 73 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 25. Carli P, Naldi L, Lovati S, La Vecchia C. “The density of melanocytic nevi correlates with constitutional variables and history of sunburns: a prevalence study among Italian schoolchildren”. Int J Cancer 2002; 101: 375– 379. 26. Whiteman DC, Brown RM, Purdie DM, Hughes MC. “Melanocytic nevi in very young children: the role of phenotype, sun exposure, and sun protection”. J Am Acad Dermatol 2005; 52: 40–47. 27. Fritschi L, McHenry P, Green A, Green L, Siskind V. “Naevi in schoolchildren in Scotland and Australia”. Br J Dermatol 1994; 130: 599–603. 28. Novakovic B, Clark WH, Fears TR, Fraser MC, Tucker MA. “Melanocytic nevi, dysplastic nevi, and malignant melanoma in children from melanoma-prone families”. J Am Acad Dermatol 1995; 33: 631– 636. 29. Dulon M, Weichenthal M, Blettner M, Breitbart M, Hetzer M, Greinert R, et al. “Sun exposure and number of nevi in 5- to 6-yearold European children”. J Clin Epidemiol 2002; 55: 1075–1081. 30. Rampen FH, Fleuren BA, de Boo TM, Lemmens WA. “Prevalence of common ‘acquired’ nevocytic nevi and dysplastic nevi is not related to ultraviolet exposure”. J Am Acad Dermatol 1988; 18: 679– 683. 31. Schmoeckel C. “Classification of melanocytic nevi: do nodular and fl at nevi develop differently?” Am. J. Dermatopathol. 1997,19, 31-34. 32. Ackerman AB, Magana-Garcia M. “Naming acquired melanocytic nevi. Unna's, Miescher's, Spitz's Clark's”. Am. J. Dermatopathol. 1990,12, 193-209. 33. Zalaudek I, Leinweber B, Hofmann- 3 Wellenhof R, Soyer HP. “The impact of dermoscopic-pathologic correlates in the diagnosis and management of pigmented skin tumors”. Expert Rev. Dermatol. 2006,1(4), 597-587. 34. Zalaudek I, Hofmann-Wellenhof R, Kittler H et al. “A dual concept of nevogenesis: theoretical considerations based on dermoscopic features of melanocytic nevi”. J. Dtsch Dermatol. Ges. 2007, 5, 985-992. 35. Zalaudek I, Marghoob AA, Scope A, Hofmann-Wellenhof R, Ferrara G, Argenziano G. “Age distribution of biopsied junctional nevi - Unna's concept versus a dual concept of nevogenesis”. J. Am. Acad. Dermatol. 2007,57, 1096-1097. 36. Krengel S. “Nevogenesis - new thoughts regarding a classical problem”. Am. J. Dermatopathol. 2005, 27, 456-465. 37. Zalaudek I, Hofmann-Wellenhof R, Soyer HP, Ferrara G, Argenziano G. “Naevogenesis: new thoughts based on dermoscopy”. Br. J. Dermatol. 2006,154, 793-794. 38. Zalaudek I; Manzo M; Ferrara G; Argenziano G. “New Classification of Melanocytic Nevi Based on Dermoscopy. Expert Rev Dermatol”. 2008;3(4):477-489. 39. Argenziano G, Zalaudek I, Ferrara G, Hofmann-Wellenhof R, Soyer HP. “Proposal of a new classifi cation system for melanocytic naevi”. Br. J. Dermatol 2007,157, 217-227. Proposal for the new classify cation system of melanocytic nevi. 40. Zalaudek I, Grinschgl S, Argenziano G et al. “Age-related prevalence of dermoscopy patterns in acquired melanocytic naevi”. Br. J. Dermatol. 2006,154(2), 299-304. 41. Aguilera P, Puig S, Guilabert A et al. “Prevalence study of nevi in children from Barcelona. Dermoscopy, constitutional and environmental factors”. Dermatology (Basel) 2009,218(3), 203-214. 42. Westhafer J, Gildea J, Klepeiss S, Clarke L, Helm K. “Age distribution of biopsied junctional nevi”. J. Am. Acad. Dermatol. 2007,56(5), 825-827. 43. Scope A, Marghoob AA, Dusza SW et al. “Dermoscopic patterns of naevi in fifth grade children of the Framingham school system”. Br. J. Dermatol. 2008,158(5), 1041-1049. 44. Pizzichetta MA, Argenziano G, Grandi G, de Giacomi C, Trevisan G, Soyer HP. “Morphologic changes of a pigmented Spitz nevus assessed by dermoscopy”. J. Am. Acad. Dermatol. 2002,47, 137-139. 45. Piccolo D, Ferrari A, Peris K. “Sequential dermoscopic evolution of pigmented Spitz nevus in childhood. J. Am. Acad. Dermatol”. 2003,49, 556-558. 46. Argenziano G, Zalaudek I, Ferrara G, Lorenzoni A, Soyer HP. “Involution: the natural evolution of pigmented Spitz and Reed nevi?” Arch. Dermatol. 2007,143, 549-551. 47. Schmoeckel C, Wildi G, Schäfer T. “Spitz nevus versus malignant melanoma: Spitz nevi predominate on the thighs in patients younger than 40 years of age, melanomas on the trunk in patients 40 years of age or older”. J. Am. Acad. Dermatol. 2007,56, 753-758. 48. Haliasos EC, Kerner M, Jaimes N, Zalaudek I, Malvehy J, Hofmann-Wellenhof R, Braun RP, Marghoob AA. “Dermoscopy for the pediatric dermatologist part III: dermoscopy of melanocytic Dr. Sebastián Augusto Mercau 74 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica lesions”. Pediatr Dermatol. 2013 May-Jun;30(3):281-93. 49. Zalaudek I, Schmid K, Marghoob AA et al. “Frequency of dermoscopic nevus subtypes by age and body site: a cross-sectional study”. Arch Dermatol 2011;147:663– 670. 50. Pizzichetta MA, Massone C, Grandi G, Pelizzo G, Soyer HP. “Morphologic changes of acquired melanocytic nevi with eccentric foci of hyperpigmentation (‘Bolognia sign’) assessed by dermoscopy. Arch. Dermatol”. 2006,142(4), 479-483. 51. Halpern AC, Guerry D 4th, Elder DE, Trock B, Synnestvedt M, Humphreys T. “Natural history of dysplastic nevi”. J. Am. Acad. Dermatol. 1993,29(1), 51-57. 52. Haley JC, Hood AF, Chuang TY, Rasmussen J. “The frequency of histologically dysplastic nevi in 199 ediatric patients”. Pediatr. Dermatol. 2000,17(4), 266-269. 53. Schaffer JV. “Pigmented lesions in children: when to worry”. Curr. Opin. Pediatr. 2007,19(4), 430440. 54. Tsao H, Bevona C, Goggins W, Quinn T. “The transformation rate of moles (melanocytic nevi) into cutaneous melanoma: a population-based estimate”. Arch. Dermatol. 2003,139(3), 282-288. Examining the risk of nevus-associated melanoma. 55. Bauer J, Garbe C. “Acquired melanocytic nevi as risk factor for melanoma development. A comprehensive review of epidemiological data”. Pigment Cell Res. 2003,16(3), 297-306. 56. Bauer J, Garbe C. “Risk estimation for malignant transformation of melanocytic nevi”.Arch. Dermatol. 2004,140(1), 127. 57. González-Cámpora R, Galera-Davidson H, Vázquez-Ramírez FJ, Díaz-Cano S. “Blue nevus: classical types and new related entities”. A differential diagnostic review. Pathol. Res. ract. 1994,190(6), 627-635. 58. Barnhill RL, Rabinovitz HS. “Benign melanocytic neoplasms”. In: Bolognia JL, Jorizzo JL, Rapini RP, eds. Dermatology. Basel, Switzerland: Mosby, 2007:1722–1723. 59. Braun RP, Rabinovitz HS, Oliviero M, Kopf AW, Saurat JH. “Dermoscopy of pigmented skin lesions”. J Am Acad Dermatol 2005;52:109-21. 60. Argenziano G, Soyer HP, De Giorgi V, editors. “Interactive atlas of dermoscopy”. Milano: Edra Medical Publishing and New Media; 2000. 61. Malvehy J, Puig S, Brown RP, Marghoob AA, Kopf AW, editors. “Handbook of dermoscopy”. London: Taylor and Francis; 2006. 62. Di Cesare A, Sera F, Gulia A et al. “The spectrum of dermatoscopic atterns in blue nevi”. J. Am. Acad. Dermatol. 2012,67(2), 199-205. 63. Lourari S, Lamant L, Viraben R, Paul C, Meyer N. “Photoletter to the editor: blue nevus with satellitosis mimicking melanoma. Contribution of dermoscopy and reflectance confocal microscopy”. J. Dermatol. Case Rep. 2012,6(2), 54-56. 64. Piana S, Grenzi L, Albertini G. “Cellular blue nevus with satellitosis: a possible diagnostic pitfall”. Am. J. Dermatopathol. 2009,31(4), 401-402. 65. Sahin MT, Demir MA, Yoleri L, Can M, Oztürkcan S. “Blue naevus with satellitosis mimicking malignant melanoma”. J. Eur. Acad. Dermatol. Venereol. 2001,15(6), 570-573. 66. del Río E, Vázquez Veiga HA, Suárez Peñaranda JM. “Blue nevus with satellitosis mimicking malignant melanoma”. Cutis. 2000,65(5), 301-302. 67. Gartmann H, Müller HD. “Combined occurrence of blue nevus and nevus cell nevus in one and the same tumor (‘combined nevus’)”. Z. Hautkr. 1977,52(7), 389-398 1. 68. de Giorgi V, Massi D, Salvini C, Trez E, Mannone F, Carli P. “Dermoscopic features of combined melanocytic nevi”. J. Cutan. Pathol. 2004,31(9), 600-604. 69. Zeff RA, Freitag A, Grin CM et al. “The immune response in halo nevi”. J Am Acad Dermatol 1997;37:620–624. 70. Larsson PA, Liden S. “Prevalence of skin diseases among adolescents 12–16 years of age”. Acta Derm Venereol 1980;60:415–423. 71. Leow LJ, Goh BK. “Halo congenital naevus in a middle-aged patient with vitiligo”.Australas. J. Dermatol. 2008,49(4), 229-232. 72. Aouthmany M, Weinstein M, Zirwas MJ, Brodell RT. “The natural history of halo nevi: a retrospective case series”. J Am Acad Dermatol. 2012 Oct;67(4):582-6 73. Kolm I, Di Stefani A, Hofmann-Wellenhof R et al. “Dermoscopy patterns of halo nevi”.Arch. Dermatol. 142(12), 1627-1632 (2006). 74. Zalaudek I, Moscarella E, Argenziano G. “Artifactual ‘pseudo-halo nevi’ secondary to sunscreen application”. J. Am. Acad. Dermatol. 2006,54(6), 1106-1107. Dr. Sebastián Augusto Mercau 75 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 75. Fink-Puches R, Zalaudek I, Hofmann-Wellenhof R. “Irritated nevus and Meyerson's nevus”. In: Color Atlas of Melanocytic Lesions of the Skin. 76. Longo C, Segura S, Cesinaro AM, Bassoli S, Seidenari S, Pellacani G. “An atypical Meyerson's naevus: a dermoscopic, confocal microscopic and immunohistochemical description of one case”. J. Eur. Acad. Dermatol. Venereol. 2007,21, 414-416. 77. Pavlovic MD, Mijuskovic ZP, Soyer HP. “Naevus en cocarde (hoop-loop naevus)”. J. Eur. Acad. Dermatol. Venereol. 2007,21, 689-691. 78. Happle R. [Cockade nevus. “Unusual variation of nevus cell nevus”. Hautarzt 1974,25, 594-596. 79. Botella-Estrada R, Nagore E, Sopena J et al. “Clinical, dermoscopy and histological correlation study of melanotic pigmentations in excision scars of melanocytic tumours”. Br. J. Dermatol. 2006,154, 478484. 80. Arpaia N, Cassano N, Vena GA. “Melanocytic nevus with atypical dermoscopic features at the site of radiodermatitis”. Dermatol. Surg. 2006,32, 100-102. 81. Saida T, Oguchi S, Ishihara Y. “In vivo observation of magnified features of igmented lesions on volar skin using video macroscope. Usefulness of epiluminescence techniques in clinical diagnosis”. Arch. Dermatol. 1995,131(3), 298-304. 82. Akasu R, Sugiyama H, Araki M, Ohtake N, Furue M, Tamaki K. “Dermatoscopic and videomicroscopic features of melanocytic plantar nevi”. Am. J. Dermatopathol. 1996,18(1), 10-18. 83. Zaballos P, Llambrich A, Puig S, Malvehy J. “Criterios Dermatoscópicos de las lesiones melanocíticaspalmplantares”. Piel 2006; 21(1):31-6 84. Malvehy J, Puig S. “Dermoscopic Patterns of Benign Volar Melanocytic Lesions in Patients With Atypical Mole Syndrome”.ArchDermatol. 2004; 140: 538- 44. 85. Saida T, Koga H, Uhara H. “Key points in dermoscopic differentiation between early acral melanoma and acral nevus”. J Dermatol.2011; 38: 25–34. 86. Minagawa A, Koga H, Saida T. “Dermoscopic characteristics of congenital melanocytic nevi affecting acral volar skin.Arch Dermatol”. 2011; 147 (7):809- 813. 87. Oguchi S, Saida T, Koganehira Y, Ohkubo S, Ishihara Y, Kawachi S. “Characteristic epiluminescent microscopic features of early malignant melanoma on glabrous skin”. A videomicroscopic analysis. Arch. Dermatol. 134(5), 563-568 (1998). 88. Koga H, Saida T.” Revised 3-Step Dermoscopic Algorithm for the Management of Acral Melanocytic Lesions. Arch Dermatol”. 2011; 147(6):741-743. 89. Blum A, Simionescu O, Argenziano G et al. “Dermoscopy of pigmented lesions of the mucosa and the mucocutaneous junction: results of a multicenter study by the International Dermoscopy Society (IDS)”. Arch. Dermatol. 2011,147(10), 1181-1187. 90. Lin J, Koga H, Takata M, Saida T. “Dermoscopy of pigmented lesions on mucocutaneous junction and mucous membrane”. Br. J. Dermatol. 2009,161(6), 1255-1261. 91. Ferrari A, Zalaudek I, Argenziano G et al. “Dermoscopy of pigmented lesions of the vulva: a retrospective morphological study”. Dermatology (Basel) 2011,222(2), 157-166. 92. Hunt RD, Orlow SJ, Schaffer JV. “Genital melanocytic nevi in children: Experience in a pediatric dermatology practice”. J Am Acad Dermatol. 2014 Mar;70(3):429-34. 93. Gleason BC, Hirsch MS, Nucci MR, Schmidt BA, Zembowicz A, Mihm MC Jr, et al. “Atypical genital nevi: a clinicopathologic analysis of 56 cases”. Am J Surg Pathol 2008;32:51-7. 94. Hosler GA, Moresi JM, Barrett TL. “Nevi with site-related atypia: a review of melanocytic nevi with atypical histologic features based on anatomic site”. J Cutan Pathol 2008;35:889-98. 95. Quddus MR, Rashid LB, Sung CJ, Robinson-Bostom L, Lawrence WD. “Atypical melanocytic nevi of genital type: a distinctive pigmented lesion of the genital tract often confused with malignant melanoma”. Dermatol Online J 2010;16:9. 96. Ribe A. “Melanocytic lesions of the genital area with attention given to atypical genital nevi”. J Cutan Pathol 2008;35(Suppl): 24-7. 97. Rongioletti F, Ball RA, Marcus R, Barnhill RL. “Histopathological features of flexural melanocytic nevi: a study of 40 cases”. J Cutan Pathol 2000;27:215-7. 98. Fabrizi G, Pagliarello C, Parente P, Massi G. “Atypical nevi of the scalp in adolescents”. J. Cutan. Pathol. 34(5), 365-369 (2007). 99. De Giorgi V, Sestini S, Grazzini M, Janowska A, Boddi V, Lotti T. “Prevalence and distribution of melanocytic naevi on the scalp: a rospective study”. Br. J. Dermatol. 2010,162(2), 345-349. 100. Kessides MC, Puttgen KB, Cohen BA. “No biopsy needed for eclipse and cockade nevi found on the scalps of children”. Arch. Dermatol. 2009,145(11), 1334-1336. Dr. Sebastián Augusto Mercau 76 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 101. Moscarella E, Piccolo V, Argenziano G, Lallas A, Longo C, Castagnetti F, Pizzigoni S, Zalaudek I. “Problematic Lesions in Children”. Dermatol Clin. 2013 Oct;31(4):535-47, vii. 102. Clemmensen O, Kroon S. “The histology of ‘‘congenital features’’ in early acquired melanocytic nevi”. J Am Acad Dermatol 1988;19:742-6. 103. Kopf AW, Levine LJ, Rigel DS, Friedman RJ, Levenstein M. “Prevalence of congenital-nevus-like nevi, nevi spili, and café au lait spots”. Arch Dermatol 1985;121:766-9. 104. Walton RG, Jacobs AH, Cox AJ. “Pigmented lesions in newborn infants”. Br J Dermatol 1976;95:38996. 105. Lorenz S, Maier C, Segerer H, Landthaler M, Hohenleutner U. “Skin changes in newborn infants in the first 5 days of life”. Hautarzt. 2000;51(6):396-400. 106. Castilla EE, da Graca Dutra M, Orioli-Parreiras IM. “Epidemiology of congenital pigmented naevi: II. Risk factors”. Br J Dermatol 1981;104:421-7. 107. Warner PM, Yakuboff KP, Kagan RJ, Boyce S, Warden GD. “An 18-year experience in the management of congenital nevomelanocytic nevi”. Ann Plast Surg 2008;60:283-7. 108. Dawson HA, Atherton DJ, Mayou B. “A prospective study of congenital melanocytic naevi: progress report and evaluation after 6 years”. Br J Dermatol 1996;134:617-23. 109. Bett BJ. “Large or multiple congenital melanocytic nevi: occurrence of cutaneous melanoma in 1008 persons”. J Am Acad Dermatol 2005;52:793-7. 110. Garcia Moran JI, Jarabo Garcia MT. “Congenital melanocytic nevi: a study of 23 cases at a health center “. An Esp Pediatr 1996;44:545-7. 111. Senthilkumar M, Thappa DM. “Melanocytic nevi in children: a clinical study”. Indian J Dermatol 2006;51:26-9. 112. Bittencourt FV, Marghoob AA, Kopf AW, Koenig KL, Bart RS. “Large congenital melanocytic nevi and the risk for development of malignant melanoma and neurocutaneous melanocytosis”. Pediatrics 2000;106:736-41. 113. Rivers JK, MacLennan R, Kelly JW, et al. “The eastern Australian childhood nevus study: prevalence of atypical nevi, congenital nevus-like nevi, and other pigmented lesions”. J Am Acad Dermatol. 1995;32(6):957-963. 114. Sigg C, Pelloni F, Schnyder UW. “Frequency of congenital nevi, nevi spili and cafeau- lait spots and their relation to nevus count and skin complexion in 939 children”. Dermatologica. 1990;180(3):118123. 115. Erickson CA. “From the crest to the periphery: control of pigment cell migration and lineage segregation”. Pigment Cell Res 1993;6:336-47. 116. Marghoob AA .”Congenital melanocytic nevi. Evaluation and management”. Dermatol Clin. 2002 Oct;20(4):607-16, viii. 117. Rhodes AR, Slifman NR, Korf BR. “Familial aggregation of small congenital nevomelanocytic nevi”. Am J Med Genet 1985;22(2):315–26 118. Bauer J, Curtin JA, Pinkel D, Bastian BC. “Congenital melanocytic nevi frequently harbor NRAS mutations but no BRAF mutations”. J Invest Dermatol 2007;127:179-82. 119. Ichii-Nakato N, Takata M, Takayanagi S, Takashima S, Lin J, Murata H, et al. “High frequency of BRAFV600E mutation in acquired nevi and small congenital nevi, but low frequency of mutation in medium-sized congenital nevi”. J Invest Dermatol 2006;126:2111-8. 120. Maldonado JL, Fridlyand J, Patel H, Jain AN, Busam K, Kageshita T, et al. “Determinants of BRAF mutations in primary melanomas”. J Natl Cancer Inst 2003;95:1878-90. 121. Dessars B, De Raeve LE, Morandini R, et al. “Genotypic and gene expression studies in congenital melanocytic nevi: insight into initial steps of melanotumorigenesis”. J Invest Dermatol 2009;129:13947. 122. Kantor GR, Wheeland RG. “Transepidermal elimination of nevus cells. A possible mechanism of nevus involution”. Arch Dermatol 1987;123:1371-4 123. Takayama H, Nagashima Y, Hara M, et al. “Immunohistochemical detection of the c-met protooncogene product in the congenital melanocytic nevus of an infant with neurocutaneous melanosis”. J Am Acad Dermatol 2001;44:538-40. 124. Mark GJ, Mihm MC, Liteplo MG, Reed RJ, Clark WH.” Congenital melanocytic nevi of the small and garment type. Clinical, histologic, and ultrastructural studies”. Hum Pathol 1973;4: 395-418. 125. Kinsler VA, Birley J, Atherton DJ. “Great Ormond Street Hospital for Children Registry for Congenital Melanocytic Naevi: prospective study 1988-2007. Part 2—evaluation of treatments”. Br J Dermatol 2009;160:387-92. Dr. Sebastián Augusto Mercau 77 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 126. Alikhan A, Ibrahimi OA, Eisen DB. “Congenital melanocytic nevi: where are we now? Part I. Clinical presentation, epidemiology, pathogenesis, histology, malignant transformation, and neurocutaneous melanosis.” J. Am. Acad. Dermatol. 2012 Oct;67(4):495.e1-17. 127. Bircher MO. “Zur Aetiologie des Naevus pilosus pigmentosus congenitus extensus.” Arch. Derm. Syph. 1897;41:195. 128. Ruiz-Maldonado R. “Measuring congenital melanocytic nevi.” Pediatr. Dermatol. 2004;21:178-9. 129. Strauss RM, Newton Bishop JA. “Spontaneous involution of congenital melanocytic nevi of the scalp.” J. Am. Acad. Dermatol. 2008;58(3):508–11. 130. Kinsler V, Bulstrode N. “The role of surgery in the management of congenital melanocytic naevi in children: a perspective from Great Ormond Street Hospital.” J. Plast. Reconstr. Aesthet. Surg. 2009a; 62(5):595–601. 131. Krengel S, Marghoob AA. “Current Management Approaches for Congenital Melanocytic Nevi.” Dermatol. Clin. 2012 Jul;30(3):377-87. 132. Zaal LH, Mooi WJ, Sillevis Smitt JH, van der Horst CM. “Classification of congenital melanocytic nevi and malignant transformation: a review of the literature.” Br. J. Plast. Surg. 2004; 57:707-19. 133. DeDavid M, Orlow SJ, Provost N, Marghoob AA, Rao BK, Huang CL, et al. “A study of large congenital melanocytic nevi and associated malignant melanomas: review of cases in the New York University Registry and the world literature.” J. Am. Acad. Dermatol. 1997;36:409-16. 134. Wu PA, Mancini AJ, Marghoob AA, Frieden IJ. “Simultaneous occurrence of infantile hemangioma and congenital melanocytic nevus: coincidence or real association?” J Am Acad Dermatol 2008;58(Suppl):S16-22. 135. Foster RD, Williams ML, Barkovich AJ, Hoffman WY, Mathes SJ, Frieden IJ. “Giant congenital melanocytic nevi: the significance of neurocutaneous melanosis in neurologically asymptomatic children”. Plast Reconstr Surg 2001;107:933-41. 136. Tromberg J, Bauer B, Benvenuto-Adrade C, Marghoob AA. “Congenital nevi needing treatment”. Dermatol Ther 2005;18:136-50. 137. Lorentzen M, Pers M, Bretteville-Jensen G. “The incidence of malignant transformation in giant pigmented nevi”. Scand J Plast Reconstr Surg 1977;11(2):163–7. 138. Slutsky JB, Barr JM, Femia AN, Marghoob AA. “Large congenital melanocytic nevi: associated risks and management considerations”. Semin Cutan Med Surg 2010;29:79-84. 139. Price HN, Schaffer JV. “Congenital melanocytic neviewhen to worry and how to treat: facts and controversies”. Clin Dermatol 2010;28:293-302. Se repite aca 140. Marghoob AA, Dusza S, Oliveria S, Halpern AC. “Number of satellite nevi as a correlate for neurocutaneous melanocytosis in patients with large congenital melanocytic nevi”. Arch Dermatol 2004;140:171-5. 141. Krengel S, Scope A, Dusza SW, Vonthein R, Marghoob AA. “New recommendations for the categorization of cutaneous features of congenital melanocytic nevi”. J Am Acad Dermatol. 2013 Mar;68(3):441-51. 142. Ruiz-Maldonado R, Tamayo L, Laterza AM, Duran C. “Giant pigmented nevi: clinical, histopathologic, and therapeutic considerations”. J Pediatr 1992;120:906-11. 143. Egan CL, Oliveria SA, Elenitsas R, et al. “Cutaneous melanoma risk and phenotypic changes in large congenital nevi: a follow-up study of 46 patients”. J Am Acad Dermatol 1998;39:923-32. 144. Giam YC, Williams ML, Leboit PE, et al. “Neonatal erosions and ulcerations in giant congenital melanocytic nevi”. Pediatr Dermatol 1999;16:354-8. 145. Gonzalez J, Palangio M, Fialkoff CN, et al. “Giant congenital melanocytic nevus with a large ulceration at birth: a 5-year followup”. J Am Acad Dermatol 2003;49:752-4. 146. Leech SN, Bell H, Leonard N, et al. “Neonatal giant congenital nevi with proliferative nodules: a clinicopathologic study and literature review of neonatal melanoma”. Arch Dermatol 2004;140:83-8. 147. Herron MD, Vanderhooft SL, Smock K, et al.” Proliferative nodules in congenital melanocytic nevi: a clinicopathologic and immunohistochemical analysis”. Am J Surg Pathol 2004;28:1017-25. 148. McGowan JW, Smith MK, Ryan M, Hood AF. “Proliferative nodules with balloon-cell change in a large congenital melanocytic nevus”. J Cutan Pathol 2006;33:253-5. 149. Bastian BC, Xiong J, Frieden IJ, et al. “Genetic changes in neoplasms arising in congenital melanocytic nevi: differences between nodular proliferations and melanomas”. Am J Pathol 2002;161:1163-9. 150. Murphy MJ, Jen M, Chang MW, et al. “Molecular diagnosis of a benign proliferative nodule” 151. Feng J, Sethi A, Reyes-Múgica M, et al. “Life-threatening blood loss from scratching provoked by Dr. Sebastián Augusto Mercau 78 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 152. 153. 154. 155. 156. 157. 158. 159. 160. 161. 162. 163. 164. 165. 166. 167. 168. 169. 170. 171. 172. 173. 174. 175. 176. 177. pruritus in the bulky perineal nevocytoma variant of giant congenital melanocytic nevus in a child”. J Am Acad Dermatol 2005;53:S139-S142. Yazici AC, Ikizoglu G, Baz K, et al. “Cerebriform intradermal nevus”. Pediatr Dermatol 2007;24:141-3. Vilarrasa E, Baselga E, Rincon C, Alomar A. “Histologic persistence of a congenital melanocytic nevus of the scalp despite clinical involution”. J Am Acad Dermatol 2008;59:1091-2. Kerr OA, Schofield O. “Halo congenital nevus”. Pediatr Dermatol 2003;20:541-2. Changchien L, Dusza SW, Agero AL, Korzenko AJ, Braun RP, Sachs D, Usman MH, Halpern AC, Marghoob AA. “Age- and Site-Specific Variation in the Dermoscopic Patterns of Congenital Melanocytic Nevi”. an aid to accurate classification and assessment of melanocytic nevi. Arch Dermatol. 2007 Aug;143(8):1007-14. Betti R, Inselvini E, Vergani R, Crosti C. “Small congenital nevi associated with melanoma: case reports and considerations”. J Dermatol. 2000;27(9):583-590. Seidenari S, Pellacani G. “Surface microscopy features of congenital nevi”. Clin Dermatol 2002;20: 263–7. Tannous Z, Mihm M, Sober A, Duncan L. “Congenital melanocytic nevi: clinical and histopathologic features, risk of melanoma, and clinical management”. J Am Acad Dermatol 2005;52:197-203. Barnhill RL, Fleischli M. “Histologic features of congenital melanocytic nevi in infants 1 year of age or younger”. J Am Acad Dermatol 1995;33:780-5. Rhodes AR, Silverman RA, Harrist TJ, Melski JW. “A histologic comparison of congenital and acquired nevomelanocytic nevi”. Arch Dermatol 1985;121:1266-73. Cribier B, Santinelli F, Grosshans E. “Lack of clinical-pathological correlation in the diagnosis of congenital naevi”. Br J Dermatol 1999;141:1004-9. Zitelli JA, Grant MG, Abell E, Boyd JB. “Histologic patterns of congenital nevocytic nevi and implications for treatment”. J Am Acad Dermatol 1984;11:402-9. Huang S, Jean D, Luca M, Tainsky MA, Bar-Eli M. “Loss of AP-2 results in downregulation of c-KIT and enhancement of melanoma tumorigenicity and metastasis”. EMBO J 1998;17: 4358-69. Kadonaga JN, Frieden IJ. “Neurocutaneous melanosis: definition and review of the literature”. J Am Acad Dermatol 1991;24(5 Pt 1):747–55. Reyes-Mugica M, Chou P, Byrd S, Ray V, Castelli M, Gattuso P, et al. “Nevomelanocytic proliferations in the central nervous system of children”. Cancer 1993;72:2277-85. Makkar HS, Frieden IJ. “Congenital melanocytic nevi: an update for the pediatrician”. Curr Opin Pediatr 2002;14:397-403. Di Rocco F, Sabatino G, Koutzoglou M, Battaglia D, Caldarelli M, Tamburrini G. “Neurocutaneous melanosis”. Childs Nerv Syst 2004;20:23-8. DeDavid M, Orlow SJ, Provost N, Marghoob AA, Rao BK, Wasti Q, et al. “Neurocutaneous melanosis: clinical features of large congenital melanocytic nevi in patients with manifest central nervous system melanosis”. JAmAcad Dermatol 1996;35:529-38 Hale EK, Stein J, Ben-Porat L, et al. “Association of melanoma and neurocutaneous melanocytosis with large congenital melanocytic naevi: results from the NYU-LCMN registry”. Br J Dermatol 2005;152: 512-7. Kinsler VA, Chong WK, Aylett SE, Atherton DJ. “Complications of congenital melanocytic naevi in children: analysis of 16 years' experience and clinical practice”. Br J Dermatol 2008;159:907-14. Agero AL, Benvenuto-Andrade C, Dusza SW, et al. “Asymptomatic neurocutaneous melanocytosis in patients with large congenital melanocytic nevi: a study of cases from an Internet-based registry”. J Am Acad Dermatol 2005;53:959-65. Frieden IJ, Williams ML, Barkovich AJ. “Giant congenital melanocytic nevi: brain magnetic resonance findings in neurologically asymptomatic children”. J Am Acad Dermatol 1994; 31:423-9. Schaffer JV, McNiff JM, Bolognia JL. “Cerebral mass due to neurocutaneous melanosis: eight years later”. Pediatr Dermatol 2001;18:369-77 Ruiz-Maldonado R, del Rosario Barona-Mazuera M, Hidalgo- Galvan LR, Medina-Crespo V, DuranMckinster C, Tamayo- Sanchez L, et al. “Giant congenital melanocytic nevi, neurocutaneous melanosis and neurological alterations”. Dermatology 1997;195:125-8. Barkovich AJ, Frieden IJ, Williams ML. “MR of neurocutaneous melanosis”. AJNR Am J Neuroradiol 1994;15:859-67. Makkar HS, Frieden IJ.” Neurocutaneous melanosis”. Semin Cutan Med Surg 2004;23:138-44. Marghoob AA, Borrego JP, Halpern AC. “Congenital melanocytic nevi: treatment modalities and management options”. Semin Cutan Med Surg 2003;22:21-32. Dr. Sebastián Augusto Mercau 79 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 178. Ka VS, Dusza SW, Halpern AC, et al. “The association between large congenital melanocytic naevi and cutaneous melanoma: preliminary findings from an Internet-based registry of 379 patients”. Melanoma Res 2005;15(1):61–7. 179. Krengel S, Hauschild A, Scha¨ fer T. “Melanoma risk in congenital melanocytic naevi: a systematic review”. Br J Dermatol 2006;155(1):1–8. 180. Kinsler VA, Birley J, Atherton DJ. “Great Ormond Street Hospital for Children Registry for congenital melanocytic naevi: prospective study 1988-2007. Part 1—epidemiology, phenotype and outcomes”. Br J Dermatol 2009;160(1):143–50. 181. Watt AJ, Kotsis SV, Chung KC. “Risk of melanoma arising in large congenital melanocytic nevi: a systematic review”. Plast Reconstr Surg 2004;113:1968-74. 182. Alikhan A, Ibrahimi OA, Eisen DB. “Congenital melanocytic nevi: Where are we now? Part II. Treatment options and approach to treatment”. J Am Acad Dermatol 2012;67:515.e1–13 [quiz: 528– 30]. 183. Vourc'h-Jourdain M, Martin L, Barbarot S; aRED. “Large congenital melanocytic nevi: therapeutic management and melanoma risk: a systemati review”. J Am Acad Dermatol. 2013 Mar;68(3):4938.e1-14. 184. Yun SJ, Kwon OS, Han JH, et al. “Clinical characteristics and risk of melanoma development from giant congenital melanocytic naevi in Korea: a nationwide retrospective study”. Br J Dermatol 2012;166(1): 115–23 185. Reed WB, Becker Sr SW, Becker SW Jr, Nickel WR. “Giant pigmented nevi, melanoma, and leptomeningeal melanocytosis: a clinical and histopathological study”. Arch Dermatol 1965;91:10019. 186. Reed RJ. “Giant congenital nevi: a conceptualization of patterns”. J Invest Dermatol 1993;100:300S– 12S. 187. Marghoob AA, Agero AL, Benvenuto-Andrade C, et al. “Large congenital melanocytic nevi, risk of cutaneous melanoma, and prophylactic surgery”. J Am Acad Dermatol 2006;54(5):868–70. 188. Solomon L, Eng AM, Bene M, Loeffel ED. “Giant congenital neuroid melanocytic nevus”. Arch Dermatol 1980;116: 318-20. 189. Brasfield RD, Das Gupta TK. “Von Recklinghausen’s disease: a clinicopathological study”. Ann Surg 1972;175:86-104. 190. Wander JV, Das Gupta TK. “Neurofibromatosis”. Curr Probl Surg 1977;14:1-81. 191. Crowe F, Schull W, Neel J. “A clinical, pathological and genetic study of multiple neurofibromatosis”. Springfield (IL): Charles C. Thomas; 1956. 192. Gruson LM, Orlow SJ, Schaffer JV. “Phacomatosis pigmentokeratotica associated with hemihypertrophy and a rhabdomyosarcoma of the abdominal wall”. J Am Acad Dermatol 2006;55:S16-S20. 193. Koot HM, de Waard-van der Spek F, Peer CD, Mulder PG, Oranje AP.” Psychosocial sequelae in 29 children with giant congenital melanocytic naevi”. Clin Exp Dermatol 2000;25:589-93. 194. Arneja JS, Gosain AK. “Giant congenital melanocytic nevi”. Plast Reconstr Surg 2009;124(Suppl 1):1e–13e. 195. Bauer BS, Corcoran J. “Treatment of large and giant nevi”. Clin Plast Surg 2005;32(1):11–8, vii. 196. Krengel S, Breuninger H, Beckwith M, et al. “Meeting report from the 2011 International Expert Meeting on Large Congenital Melanocytic Nevi and Neurocutaneous Melanocytosis, Tu¨bingen”. Pigment Cell Melanoma Res 2011;24(4):E1–6. 197. Margulis A, Bauer BS, Fine NA. “Large and giant congenital pigmented nevi of the upper extremity: an algorithm to surgical management”. Ann Plast Surg 2004;52(2):158–67. 198. Kryger ZB, Bauer BS. “Surgical management of large and giant congenital pigmented nevi of the lower extremity”. Plast Reconstr Surg 2008; 121(5):1674–84. 199. Rothfuss M, Schilling M, Breuninger H. “Early excision of congenital melanocytic nevi under tumescent anesthesia and skin expansion by intracutaneous double butterfly sutures”. J Dtsch Dermatol Ges 2009;7(5):427–33. 200. Bohn J, Svensson H, Aberg M. “Dermabrasion of large congenital melanocytic naevi in neonates”. Scand J Plast Reconstr Surg Hand Surg 2000;34:321-6. 201. Chong SJ, Jeong E, Park HJ, et al. “Treatment of congenital nevomelanocytic nevi with the CO2 and Q-switched alexandrite lasers”. Dermatol Surg 2005;31:518-21. 202. De Raeve LE, Claes A, Ruiter DJ, et al. “Distinct phenotypic changes between the superficial and deep component of giant congenital melanocytic naevi: a rationale for curettage”. Br J Dermatol Dr. Sebastián Augusto Mercau 80 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 2006;154: 485-92. 203. Ostertag JU, Quaedvlieg PJ, Kerckhoffs FE, et al. “Congenital naevi treated with erbium:YAG laser (Derma K) resurfacing in neonates: clinical results and review of the literature”. Br J Dermatol 2006;154: 889-95. 204. August PJ, Ferguson JE, Madan V. “A study of the efficacy of carbon dioxide and pigment-specific lasers in the treatment of medium-sized congenital melanocytic naevi”. Br J Dermatol 2011;164(5):1037–42. 205. Horner BM, El-Muttardi NS, Mayou BJ. “Treatment of congenital melanocytic naevi with CO2 laser”. Ann Plast Surg 2005;55(3):276–80. 206. Michel JL, Caillet-Chomel L. “Treatment of giant congenital nevus with high-energy pulsed CO2 laser”. Arch Pediatr 2001;8(11):1185–94. 207. Michel JL. “Laser therapy of giant congenital melanocytic nevi”. Eur J Dermatol 2003;13(1):57–64. 208. Spitz S. “Melanomas of childhood”. Am J Pathol 1948;24:591-609. 209. Paniago-Pereira C, Maize JC, Ackerman AB.” Nevus of large spindle and/or epithelioid cells (Spitz’s nevus)”. Arch Dermatol 1978;114:1811–23. 210. Spatz A, Barnhill RL. “The Spitz tumor 50 years later: revisiting a landmark contribution and unresolved controversy”. J Am Acad Dermatol 1999; 40:223–8. 211. Barnhill RL, Argenyi ZB, From L, et al. “Atypical Spitz nevi/tumors: lack of consensus for diagnosis, discrimination from melanoma, and prediction of outcome”. Hum Pathol 1999;30:513–20. 212. LeBoit PE. “Safe’ spitz and its alternatives”. Pediatr Dermatol 2002;19:163–5. 213. Dal Pozzo V, Benelli C, Restano L, et al. “Clinical review of 247 case records of spitz nevus (epithelioid cell and/or spindle cell nevus)”. Dermatology 1997; 194:20–5. 214. Reed RJ, Ichinose H, Clark WH, et al. “Common and uncommon melanocytic nevi and borderline melanomas”. Semin Oncol 1975;2:119–47. 215. Requena C, Requena L, Kutzner H, et al. “Spitz nevus: a clinicopathological study of 349 cases”. Am J Dermatopathol 2009;31:107–16. 216. Ferrara G, Argenziano G, Soyer HP, et al. “The spectrum of Spitz nevi: a clinicopathologic study of 83 cases”. Arch Dermatol 2005;141:1381–7. 217. Argenziano G, Soyer HP, Ferrara G, et al. “Superficial black network: an additional dermoscopic clue for the diagnosis of spinal and/or epithelioid cell nevus”. Dermatology 2001;203:333–5. 218. Casso E, Grin-Jorgensen CM, Grant-kels JM. “Spitz nevi”. J Am Acad Dermatol 27:901-913, 1992 219. Zedek D, McCalmont T. “Spitz nevi, atypical spitzoid neoplasms, and spitzoid melanoma”. Surg. Pathologe 2:497-510, 2009 220. Lyon V.”The Spitz nevus: review and update”. Clin Plast Surg 37:21-33, 2010 221. Ferrara G, Zalaudek I, Argenziano G. “Spitz nevus: an evolving clinicopathologic concept”. Am J Dermatopathol 2010;32:410–4. 222. Ferrara G, Errico ME, Donofrio V, et al. “Melanocytic tumors of uncertain malignant potential in childhood: do we really need sentinel node biopsy?” J Cutan Pathol 2012;39:1049–51. 223. Tom WL, Hsu JW, Eichenfield LF, Friedlander SF. “Pediatric ‘‘STUMP’’ lesions: Evaluation and management of difficult atypical Spitzoid lesions in children”. J Am Acad Dermatol. 2011 Mar;64(3):559-72. 224. Mones JM, Ackerman AB. “Atypical” Spitz’s nevus, “malignant” Spitz’s nevus, and “metastasizing” Spitz’s nevus: a critique in historical perspective of three concepts flawed fatally”. Am J Dermatopathol 2004;26:310–33. 225. Da Forno PD, Fletcher A, Pringle JY, et al. “Understanding spitzoid tumours: new insights from molecular pathology”. Br J Dermatol 2008;158:4–14 226. Zembowicz A, Scolyer RA. “Nevus/melanocytoma/ melanoma: an emerging paradigm for classification of melanocytic neoplasms?” Arch Pathol Lab Med 2011;135:300–6. 227. Ferrara G, Gianotti R, Cavicchini S, Salviato T, Zalaudek I, Argenziano G. “Spitz nevus, Spitz tumor, and spitzoid melanoma: a comprehensive clinicopathologic overview”. Dermatol Clin. 2013 Oct;31(4):589-98, viii. 228. Barnhill RL, Gupta K. “Unusual variants of malignant melanoma”. Clin Dermatol 2009;27:564-87. 229. Piepkorn M. “On the nature of histologic observations: the case of the Spitz nevus”. J Am Acad Dermatol 1995;32:248-54. 230. Braun-Falco O, Plewig G, Wolf H, Burgdorf W. “Dermatology”. Berlin: Spinger; 2000. 231. Scmoeckel C, Wildi G, Schafer T. “Spitz nevus versus malignant melanoma: Spitz nevi predominate on the thighs in patients younger than 40 years of age, melanomas on the trunk in patients 40 years Dr. Sebastián Augusto Mercau 81 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica of age or older”. J Am Acad Dermatol 56:753-758, 2007 232. Morgan CJ, Nyak N, Cooper A, Pees B, Friedmann PS. “Multiple Spitz naevi: a report of both variants with clinical and histopathological correlation”. Clin Exp Dermatol 2006;31: 368-71. 233. Fass J, Grimwood RE, Kraus E, et al. “Adult onset of eruptive widespread Spitz’s nevi”. J Am Acad Dermatol 46:S142-S143, 2002 234. Boer A, Wolter M, Kneisel L, Kaufmann R. “Multiple agminated Spitz nevi arising on a cafe au lait macule: review of the literature with contribution of another case”. Pediatr Dermatol 2001;18:494-7. 235. Paties CT, Borroni G, Rosso R, Vassallo G. “Relapsing eruptive multiple Spitz nevi or metastatic spitzoid malignant melanoma?” Am J Dermatopathol 1987;9:520-7. 236. Smith SA, Day CL Jr, Vander Ploeg DE. “Eruptive widespread Spitz nevi”. J Am Acad Dermatol 1986;15:1155-9. 237. Krakowski A, Tur E, Brenner S. “Multiple agminated juvenile melanoma: a case with a sunburn history, and a review”. Dermatologica 1981;163:270-5. 238. Miteva M, Lazova R. “Spitz nevus and atypical spitzoid neoplasm”. Semin Cutan Med Surg. 2010 Sep;29(3):165-73. 239. Mones JM, Ackerman AB. “Melanomas in prepubescent children: review comprehensively, critique historically, criteria diagnostically, and course biologically”. Am J Dermatopathol 2003;25:223-38. 240. Luo S1, Sepehr A, Tsao H. “Spitz nevi and other Spitzoid lesions part I. Background and diagnoses. J Am Acad Dermatol”. 2011 Dec;65(6):1073-84. 241. de Giorgi V, Sestini S, Massi D, Papi F, Lotti T. “Atypical Spitz tumour: a ‘chameleon’ lesion.” Clin Exp Dermatol 2008;33: 309-11. 242. Steiner A, Pehamberger H, Binder M, Wolff K. “Pigmented Spitz nevi: improvement of the diagnostic accuracy by epiluminescence microscopy.” J. Am. Acad. Dermatol. 1992;27:697-701. 243. Kerner M1, Jaimes N, Scope A, Marghoob AA. “Spitz nevi: a bridge between dermoscopic morphology and histopathology”. Dermatol Clin. 2013 Apr;31(2):327-35. 244. Yadav S, Vossaert KA, Kopf AW, et al. “Histopathologic correlates of structures seen on dermoscopy (epiluminescence microscopy)”. Am J Dermatopathol 1993;15:297–305. 245. Argenziano G, Scalvenzi M, Staibano S, et al. “Dermatoscopic pitfalls in differentiating pigmented Spitz naevi from cutaneous melanomas”. Br J Dermatol 1999;141:788–93. 246. Argenziano G, Zalaudek I, Corona R, et al. “Vascular structures in skin tumors: a dermoscopy study”. Arch Dermatol 2004;140:1485–9. 247. Zalaudek I, Kreusch J, Giacomel J, et al. “How to diagnose nonpigmented skin tumors: a review of vascular structures seen with dermoscopy: part I. Melanocytic skin tumors”. J Am Acad Dermatol 2010;63:361–74 [quiz: 375–6]. 248. Gupta D, FI, Cordoro K, et al. “Evidence for modification of the ABCDE criteria for pediatric melanoma”. J Am Acad Dermatol 2012;66:AB1 AAD poster abstract 5407. 249. Zalaudek I, Kittler H, Hofmann-Wellenhof R, et al. “White network in Spitz nevi and early melanomas lacking significant pigmentation”. J Am Acad Dermatol 2013. http://dx.doi.org/10.1016/j.jaad.2012. 12.974. 250. Argenziano G, Agozzino M, Bonifazi E, et al. “Natural evolution of Spitz nevi”. Dermatology 2011; 222:256–60. 251. Nino M, Brunetti B, Delfino S, et al. “Spitz nevus: follow-up study of 8 cases of childhood starburst type and proposal for management”. Dermatology 2009;218:48–51. 252. Gonzalez S, Gilaberte-Calzada Y, Gonza´lez-Rodrı´guez A, Torres A, MihmMCJr. “In vivo reflectance-mode confocal scanning laser microscopy in dermatology”. Adv Dermatol 2004;20:37187. 253. Pellacani G, Guitera P, Longo C, Avramidis M, Seidenari S, Menzies S. “The impact of in vivo reflectance confocal microscopy for the diagnostic accuracy of melanoma and equivocal melanocytic lesions.” J. Invest. Dermatol. 2007;127:2759-65. 254. Pellacani G, Cesinaro AM, Grana C, Seidenari S. “In vivo confocal scanning laser microscopy of pigmented Spitz nevi: comparison of in vivo confocal images with dermoscopy and routine histopathology.” J. Am. Acad. Dermatol. 2004;51:371-6. 255. Pellacani G, Longo C, Ferrara G, Cesinaro AM, Bassoli S, Guitera P, Menzies SW, Seidenari S. “Spitz nevi: In vivo confocal microscopic features, dermatoscopic aspects, histopathologic correlates, and diagnostic significance.” J. Am. Acad. Dermatol. 2009;60(2):236-47. 256. Barnhill RL. “The Spitzoid lesion: rethinking Spitz tumors, atypical variants, ‘Spitzoid melanoma’ and risk assessment.” Mod. Pathol 2006;19(suppl 2):S21-33. Dr. Sebastián Augusto Mercau 82 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 257. Spatz A, Calonje E, Handfield-Jones S, Barnhill RL. “Spitz tumors in children: a grading system for risk stratification”. Arch Dermatol 1999;135:282-5. 258. Cerroni L, Barnhill R, Elder D, Gottlieb G, Heenan P, Kutzner H, et al. “Melanocytic tumors of uncertain malignant potential: results of a tutorial held at the XXIX Symposium of the International Society of Dermatopathology in Graz, October 2008”. Am J Surg Pathol 2010;34:314-26. 259. Barnhill RL, Flotte TJ, Fleischli M, Perez-Atayde A. “Cutaneous melanoma and atypical Spitz tumors in childhood”. Cancer 1995;76:1833-45. 260. Elder D, Elentsas R, Murphy GF, et al. “Benign pigmented lesions and malignant melanoma”, in Elensias R, et al (eds): Elder D, Associate Lever’s Histopathology of the Skin, 10th ed. Philadelphia, Wolters Kluwer/Lippincott Williams & Wilkins, 2009, pp 718-724 261. Barnhill R: “Tumors of melanocytes”, in Barnhill R (ed): Textbook of Dermatopathology. New York, McGraw-Hill, 1998, pp 550-558 262. Rapini R: “Spitz nevus or melanoma?” Semin Cutan Med Surg 18:56-63, 1999 263. Busam K, Barnhill RL. “Itraepidermal Spitz’ tumor with prominent pagetoide spread”. Am J Surg Pathol 19:1061-1067, 1995 264. Crotty K, Scolyer RA, Li LXL, et al. “Spitz nevus vesrus spitzoid melanoma: when and how can they be distinguished?” Pathology 34:6-12, 2002 265. Massi G. “Melanocytic nevi simulant of melanoma with medicolegal relevance.” Virchows Arch 451:623-647, 2007 266. Kamino H, Misheloff E, Ackerman AB, Flotte TJ, Greco MA. “Eosinophilic globules in Spitz’s nevi: new findings and a diagnostic sign”. Am J Dermatopathol 1979;1:323-4. 267. Walsh N, Crotty K, Palmer A, et al. “Spitz nevus versus spitzoid malignant melanoma: an evaluation of the current distinguishing histopathologic criteria”. Hum Pathol 29:1105-1112, 1998 268. Dhouib RS, Sassi S, Jbeli A, Driss M, Mrad K, Abbes I, et al. “Desmoplastic spitz nevus: report of a case and review of the literature”. Pathologica 2008;100:181-4. 269. Jin Z, Kumakiri M, Ishida H, et al. “A case of combined nevus: compound nevus and spindle cell Spitz nevus”. J Dermatol 27:233-237, 2000. 270. Requena C, Requena L, Sanchez-Yus E, Kutzner H, Llombart B, Sanmartın O, et al. “Hypopigmented Reed nevus”. J Cutan Pathol 2008;35(Suppl. 1):87-9. 271. Sade S, Al Habeeb A, Ghazarian D. “Spindle cell melanocytic lesions—part I: an approach to compound naevoidal pattern lesions with spindle cell morphology and Spitzoid pattern lesions”. J Clin Pathol 2010;63:296-321. 272. Kapur P, Selim MA, Roy LC, et al. “Spitz nevi and atypical Spitz nevi/ tumors: a histologic and immunohistochemical analysis”. Mod Pathol 18:197-204, 2005 273. Spatz A, Ruiter D, Hardmeier T, et al. “Melanoma in childhood: an EORTC-MCG multicenter study on the clinicopathological aspects”. Int J Cancer 68:317-324, 1996 274. Crotty K, McCarthy SW, Palmer AA. “Malignant melanoma in childhood: a clinicopathologic study of 13 cases and comparison with Spitz naevi”. World J Surg 16:179-185, 1992 275. Ceballos P, Ruiz-Maldonado R, Mihm MC. “Melanoma in children”. N Engl J Med 332:656-662, 1995 276. Pappo A. “Melanoma in children and adolescents”. Eur J Cancer 39: 2651-2661, 2003. 277. Jafarian F, Poweel J, Kokta V, et al. “Malignant melanoma in childhood and adolescence: a report of 13 cases”. J Am Acad Dermatol 53:816-822,2005 278. Bergman R, Dromi R, Trau H, Cohen I, Lichtig C. “The pattern of HMB-45 antibody staining in compound Spitz nevi”. Am J Dermatopathol 1995;17:542-6. 279. Carson KF, Wen DR, Li PX, Lana AM, Bailly C, Morton DL, et al. “Nodal nevi and cutaneous melanomas”. Am J Surg Pathol 1996; 20:834-40. 280. Busam KJ, Kucukgol D, Sato E, Frosina D, Teruya-Feldstein J, Jungbluth AA. “Immunohistochemical analysis of novel monoclonal antibody PNL2 and comparison with other melanocyte differentiation markers”. Am J Surg Pathol 2005;29:400-6. 281. Gerdes J, Lemke H, Baisch H, Wacker HH, Schwab U, Stein H. “Cell cycle analysis of a cell proliferation-associated human nuclear antigen defined by the monoclonal antibody Ki-67”. J Immunol 1984;133:1710-5. 282. Vollmer RT. “Use of Bayes rule and MIB-1 proliferation index to discriminate Spitz nevus from malignant melanoma”. Am J Clin Pathol 2004;122:499-505. 283. Nagasaka T, Lai R, Medeiros LJ, Brynes RK, McCourty A, Harada T, et al. “Cyclin D1 overexpression in Spitz nevi: an immunohistochemical study”. Am J Dermatopathol 1999;21:115-20. 284. Rudolph P, Schubert C, Schubert B, Parwaresch R. “Proliferation marker Ki-S5 as a diagnostic tool in Dr. Sebastián Augusto Mercau 83 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica melanocytic lesions”. J Am Acad Dermatol 1997;37:169-78. 285. Bergman R, Malkin L, Sabo E, Kerner H. “MIB-1 monoclonal antibody to determine proliferative activity of Ki-67 antigen as an adjunct to the histopathologic differential diagnosis of Spitz nevi”. J Am Acad Dermatol 2001;44:500-4. 286. Kanter-Lewensohn L, Hedblad MA, Wejde J, Larsson O. “Immunohistochemical markers for distinguishing Spitz nevi from malignant melanomas”. Mod Pathol 1997;10:917-20. 287. Lassam NJ, From L, Kahn HJ. “Overexpression of p53 is a late event in the development of malignant melanoma”. Cancer Res 1993;53(Suppl):2235-38. 288. Bergman R, Shemer A, Levy R, Friedman-Birnbaum R, Trau H, Lichtig C. “Immunohistochemical study of p53 protein expression in Spitz nevi as compared with other melanocytic lesions”. Am J Dermatopathol 1995;17:547-50. 289. Wilkerson AE, Glasgow MA, Hiatt KM. “Immunoreactivity of CD99 in primary cutaneous melanoma”. J Cutan Pathol 2006; 33:663-6. 290. King MS, Porchia SJ, Hiatt KM. “Differentiating Spitzoid melanomas from Spitz nevi through CD99 expression”. J Cutan Pathol 2007;34:576-80. 291. Davies H, Bignell GR, Cox C, Stephens P, Edkins S, Clegg S, et al. “Mutations of the BRAF gene in human cancer”. Nature 2002;417:949-54. 292. van’t Veer LJ, Burgering BM, Versteeg R, Boot AJ, Ruiter DJ, Osanto S, et al. “N-ras mutations in human cutaneous melanoma from sun-exposed body sites”. Mol Cell Biol 1989;9:3114-6. 293. Gill M, Renwick N, Silvers DN, Celebi JT. “Lack of BRAF mutations in Spitz nevi”. J Invest Dermatol 2004;122:1325-6. 294. Fullen DR, Poynter JN, Lowe L, Su LD, Elder JT, Nair RP, et al. “BRAF and NRAS mutations in Spitzoid melanocytic lesions”. Mod Pathol 2006;19:1324-32. 295. Pollock PM, Harper UL, Hansen KS, Yudt LM, Stark M, Robbins CM. “High frequency of BRAF mutations in nevi”. Nat Genet 2003;33:19-20. 296. Bauer J, Bastian BC. “Distinguishing melanocytic nevi from melanoma by DNA copy number changes: comparative genomic hybridization as a research and diagnostic tool”. Dermatol Ther 2006;19:40-9. 297. Bastian B, Wesselmann U, Pinkel D, et al. “Molecular cytogenetic analysis of Spitz nevi shows clear differences to melanoma”. J Invest Dermatol 113:1065-1069, 1999 298. Bastian BC, Hamm H, Bröcker E-B, et al. “Chromosomal gains and losses in primary cutaneous melanomas detected by comparative genomic hybridization”. Cancer Res 1998,58:2170-2175. 299. Bastian BC, Leboit PE, Pinkel D. “Mutations and copy number increase of HRAS in Spitz nevi wiyh distinctive histopathologic features”. Am J Pathol 2000,57:967-972. 300. Urso C. “A new perspective for Spitz tumors?” Am J Dermatopathol 2005;27:364–5. 301. Pol-Rodriquez M, Lee S, Silvers DN, Celebi JT. “Influence of age on survival in childhood Spitzoid melanomas”. Cancer 2007; 109:1579-83. 302. Biddle DA, Evans HL, Kemp BL, El-Naggar AK, Harvell JD, White WL, et al. “Intraparenchymal nevus cell aggregates in lymph nodes: a possible diagnostic pitfall with malignant melanoma and carcinoma”. Am J Surg Pathol 2003;27:673-81. 303. Busam K, Pulitzer M. “Sentinel lymph node biopsy for patients with diagnostically controversial Spitzoid melanocytic tumors?” Adv Anat Pathol 15:253, 2008. 304. Borgognoni L, Urso C, Vaggelli L, et al. “Sentinel node biopsy procedures with an analysis of the recurrence patterns and prognosis in melanoma patients: technical advantages using computerassisted gamma probe with adjustable collimation”. Melanoma Res 2004;14:311- 9 305. Bastian B, Lohmann CM, Coit DG, Brady MS, Berwick M, Busam KJ. “Sentinel lymph node biopsy in patients with diagnostically controversial Spitzoid melanocytic tumors”. Am J Surg Pathol 2002;26:4755. 306. Su LD, Fullen DR, Sondak VK, Johnson TM, Lowe L. “Sentinel lymph node biopsy for patients with problematic Spitzoid melanocytic lesions: a report on 18 patients”. Cancer 2003;97: 499-507. 307. Gamblin TC, Edington H, Kirkwood JM, Rao UN. “Sentinel lymph node biopsy for atypical melanocytic lesions with Spitzoid features”. Ann Surg Oncol 2003;97:499-507. 308. Urso C, Borgognoni L, Saieva C, Ferrara G, Tinacci G, Begliomini B, et al. “Sentinel lymph node biopsy in patients with atypical Spitz tumors’’: a report on 12 cases. Hum Pathol 2006;37:816-23. 309. Murali R, Sharma RN, Thompson JF, Stretch JR, Lee CS, McCarthy SW, et al. “Sentinel lymph node biopsy in histologically ambiguous melanocytic tumors with Spitzoid features (so-called atypical Spitzoid tumors)”. Ann Surg Oncol 2008;15: 302-9. Dr. Sebastián Augusto Mercau 84 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 310. Roaten JB, Partrick DA, Pearlman N, Gonzalez RJ, Gonzalez R, McCarter MD. “Sentinel lymph node biopsy for melanoma and other melanocytic tumors in adolescents”. J Pediatr Surg 2005; 40:232-5. 311. Herreid PA, Shapiro PE. “Age distribution of Spitz nevus vs malignant melanoma”. Arch Dermatol 1996;132:352–3. 312. Brunetti B, Nino M, Sammarco E, et al. “Spitz naevus: a proposal for management”. J Eur Acad Dermatol Venereol 2005;19:391–3. 313. Reinhardt MJ, Joe AY, Jaeger U, Huber A, Matthies A, Bucerius J, et al. “Diagnostic performance of whole body dual modality 18F-FDG PET/CT imaging for N- and M-staging of malignant melanoma: experience with 250 consecutive patients”. J Clin Oncol 2006;24:1178-87. 314. Jones EL, Jones TS, Pearlman NW, et al. “Long-term follow-up and survival of patients following a recurrence of melanoma after a negative sentinel node biopsy result”. JAMA Surg 2013;148:456–61. 315. Neier M, Pappo A, Navid F. “Management of melanomas in children and young adults”. J Pediatr Hematol Oncol. 2012 May;34 Suppl 2:S51-4. 316. Bleyer A, Viny A, Barr R. “Cancer in 15- to 29-year-olds by primary site”. Oncol 2006;11:590-601. 317. Melnik MK, Urdaneta LF, Al-Jurf AS, et al. “Malignant melanoma in childhood and adolescence”. Am Surg 1986;52:142–7. 318. Saenz NC, Saenz-Badillos J, et al. “Childhood melanoma survival”. Cancer 1999;85:750–4. 319. Jen M, Murphy M, Grant-Kels JM. “Childhood melanoma”. Clin Dermatol 2009;27:529-36. 320. Lange JR, Balch CM. “Melanoma in children: heightened awareness of an uncommon but often curable malignancy”. Pediatrics 2005;115:802-3. 321. Uribe P, Wistuba II, Solar A, Balestrini C, Perez-Cotapos ML, Gonzalez S. “Comparative analysis of loss of heterozygosity and microsatellite instability in adult and pediatric melanoma”. Am J Dermatopathol 2005;27:279-85. 322. Gruber SB, Armstrong BK. “Cutaneous and ocular melanoma”. In: Schottenfeld D, Fraumeni JF, editors. Cancer epidemiology and prevention. 3rd ed. New York: Oxford University Press; 2006. pp. 1196-229. 323. Ries LAG, Young JL, Keel GE, Eisner MP, Lin YD, Horner M-J, editors. “SEER survival monograph: cancer survival among adults, US, SEER program, 1988-2001, patients and tumor characteristics, National Cancer Institute, SEER Program”. NIH publication No. 07-621556. Bethesda (MD); 2007. 324. Herzog C, Pappo A, Bondy M, Bleyer A, Kirkwood J. “Malignant melanoma”. In: Bleyer A, O’Leary M, Barr R, Ries LAG, editors. Cancer epidemiology in older adolescents and young adults 15-29 years of age, including SEER incidence and survival 1975-2000. National Cancer Institute, NIH publication No. 06-5767. Bethesda (MD); 2006. pp. 53-63. 325. “Clinical Practice Guidelines for the Management of Melanoma in Australia and New Zealand” 326. Senerchia AA, Ribeiro KB, Rodriguez-Galindo C. “Trends in incidence of primary cutaneous malignancies in children, adolescents, and young adults: a population-based study”. Pediatr Blood Cancer. 2014 Feb;61(2):211-6. 327. Bleyer A, O’Leary M, Barr R, Ries LAG, eds. “Cancer Epidemiology in Older Adolescents and Young Adults 15 to 29 Years of Age, Including SEER Incidence and Survival: 1975–2000” (NIH Pub. No. 065767). Bethesda, MD: National Cancer Institute; 2006. 328. de Vries E, Steliarova-Foucher E, Spatz A, et al. “Skin cancer incidence and survival in European children and adolescents (1978–1997). Report from the Automated Childhood Cancer Information System project”. Eur J Cancer 2006;42:2170–82 329. Karlsson P, Boeryd B, Sander B, Westermark P, Rosdahl I. “Increasing incidence of cutaneous malignant melanoma in children and adolescents 12–19 years of age in Sweden 1973–92”. Acta Derm. Venereol. 78(4), 289-292 (1998). 330. Strouse JJ, Fears TR, Tucker MA, Wayne AS.” Pediatric melanoma: risk factor and survival analysis of the surveillance, epidemiology and end results database”. J Clin Oncol. 2005 Jul 20;23(21):473541. 331. Whiteman D, Valery P, McWhirter W, Green A. “Incidence of cutaneous childhood melanoma in Queensland, Australia.” Int J Cancer 1995; 63: 765–768. 332. Cokkinides V, Weinstock M, Glanz K, et al. “Trends in sunburns, sun protection practices, and attitudes toward sun exposure protection and tanning among US adolescents, 1998–2004”. Pediatrics 2006;118:853–864.. 333. Wong JR, Harris JK, Rodriguez-Galindo C, Johnson KJ. “Incidence of childhood and adolescent melanoma in the United States: 1973-2009”. Pediatrics. 2013 May;131(5):846-54. 334. Baade PD, Youlden DR, Valery PC, et al. “Trends in incidence of childhood cancer in Australia, Dr. Sebastián Augusto Mercau 85 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 1983–2006”. Br J Cancer. 2010;102 (3):620–626 335. Montague M, Borland R, Sinclair C. “Slip! Slop! Slap! and SunSmart, 1980–2000: Skin cancer control and 20 years of populationbased campaigning.” Health Educ. Behav.. 2001;28(3):290–305 336. Karlsson PM, Fredrikson M. “Cutaneous malignant melanoma in children and adolescents in Sweden, 1993–2002: the increasing trend is broken”. Int J Cancer. 2007;121(2):323–328 337. Magnanti BL, Dorak MT, Parker L, Craft AW, James PW, McNally RJ. “Sex-specific incidence and temporal trends in solid tumours in young people from Northern England, 1968–2005”. BMC Cancer. 2008; 8:89 338. Lewis KG. “Trends in pediatric melanoma mortality in the United States, 1968 through 2004.” Dermatol. Surg. 2008 Feb;34(2):152-9. 339. Whiteman DC, Valery P, McWhirter W, Green AC. “Risk factors for childhood melanoma in Queensland, Australia.” Int. J. Cancer 1997; 70: 26–31. 340. Youl P, Aitken J, Hayward N, et al. “Melanoma in adolescents: a case-control study of risk factors in Queensland, Australia.” Int J Cancer. 2002;98:92-98 341. McWhirter WR, Dobson C, Ring I.” Childhood cancer incidence in Australia, 1982–1991”. Int J Cancer 1996; 65: 34–38. 342. Demko CA, Borawski EA, Debanne SM, et al. “Use of Indoor Tanning Facilities by White Adolescents in the United States”. Arch Pediatr Adolesc Med 2003,157:854-860. 343. Lazovich D, Vogel RI, Berwick M, Weinstock MA, Anderson KE, Warshaw EM. “Indoor tanning and risk of melanoma: a casecontrol study in a highly exposed population”. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2010;19(6):1557–1568 344. Boniol M, Autier P, Boyle P, Gandini S. “Cutaneous melanoma attributable to sunbed use: systematic review and meta-analysis.” BMJ. 2012 Jul 24;345:e4757. 345. Lazovich D, Vogel RI, Berwick M, Weinstock MA, Warshaw EM, Anderson KE. “Melanoma risk in relation to use of sunscreen or other sun protection methods.” Cancer Epidemiol Biomarkers Prev. 2011;20(12): 2583–2593 346. Gilchrest BA, Eller MS, Geller AC, Yaar M. “The pathogenesis of melanoma induced by ultraviolet radiation”. N Engl J Med 1999;340:1341-8. 347. Gallagher RP, Spinelli JJ, Lee TK. “Tanning beds, sunlamps, and risk of cutaneous malignant melanoma”. Cancer Epidemiol Biomarkers Prev 2005;14:562-6. 348. Armstrong BK, Kricker A, English DR. “Sun exposure and skin cancer”. Australas J Dermatol 1997;38(Suppl):S1-6. 349. Ford D, Bliss JM, Swerdlow AJ, et al. “Risk of cutaneous melanoma associated with a family history of the disease. The International Melanoma Analysis Group (IMAGE).” Int. J. Cancer 1995; 62: 377– 381. 350. Kefford RF, Newton Bishop JA, Bergman W, Tucker MA.” Counseling and DNA testing for individuals perceived to be genetically predisposed to melanoma: a consensus statement of the Melanoma Genetics Consortium”. J Clin Oncol 1999, 17, 3245–3251. 351. Puig S, Malvehy J, Badenas C et al. “Role of the CDKN2A Locus in Patients With Multiple Primary Melanomas”. Journal of Clinical Oncology, Vol 23, No 13 (May 1), 2005: pp. 3043-3051 352. Goldstein AM, Chidambaram A, Halpern A, et al. “Rarity of CDK4 germline mutations in familial melanoma”. Melanoma Res 2002; 12: 51–55. 353. Downard C, Rapkin L, Gow K. “Melanoma in children and adolescents”. Surg Oncol 2007;16:215-20. 354. Lambert WC, Kuo HR, Lambert MW. “Xeroderma pigmentosum”. Dermatol Clinics 1995, 13, 169– 209. 355. Kraemer KH, Lee MM, Scotto J. “Xeroderma pigmentosum. Cutaneous, ocular, and neurologic abnormalities in 830 published cases”. Arch Dermatol 1987, 123, 241–250. 356. Euvrard S, Kanitakis J, Claudy A. “Skin cancers after organ transplantation”. N Engl J Med 2003, 348, 1681–1691. 357. Berg D, Otley CC. “Skin cancer in organ transplant recipients: epidemiology, pathogenesis, and management”. J Am Acad Dermatol 2002, 47, 1–17. 358. Handfield-Jones SE, Smith NP. “Malignant melanoma in childhood”. Br J Dermatol 1996;134:607-16. 359. Jafarian F, Powell J, Kokta V, Champagne M, Hatami A, McCuaig C, et al. “Malignant melanoma in childhood and adolescence: report of 13 cases”. J Am Acad Dermatol 2005;53: 816-22. 360. Lange JR, Palis BE, Chang DC, Soong SJ, Balch CM. “Melanoma in children and teenagers: an analysis of patients from the national cancer data base”. J Clin Oncol 2007;25: 1363-8. 361. Livestro DP, Kaine EM, Michaelson JS, Mihm MC, Haluska FG, Muzikansky A, et al. “Melanoma in Dr. Sebastián Augusto Mercau 86 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 362. 363. 364. 365. 366. 367. 368. 369. 370. 371. 372. 373. 374. 375. 376. 377. 378. 379. 380. 381. 382. 383. 384. 385. 386. 387. the young: differences and similarities with adult melanoma: a case-matched controlled analysis”. Cancer 2007;110:614-24. Cordoro KM, Gupta D, Frieden IJ, et al. “Pediatric melanoma: results of a large cohort study and proposal for modified ABCD detection criteria for children”. J Am Acad Dermatol 2013. Jun;68(6):91325 Berk DR, LaBuz E, Dadras SS, et al. “Melanoma and melanocytic tumors of uncertain malignant potential in children, adolescents and young adults—the Stanford experience 1995–2008”. Pediatr Dermatol 2010;27:244 –54. Fishman C, Mihm MJ, Sober A. “Diagnosis and management of nevi and cutaneous melanoma in infants and children.” Clin. Dermatol. 2002; 20:44-50. Richardson S, Tannous Z, Mihm MJ. “Congenital and infantile melanoma: review of the literature and report of an uncommon variant, pigment-synthesizing melanoma.” J. Am. Acad. Dermatol. 2002; 47:77-90. Alexander A, Samlowski W, Grossman D, et al. “Metastatic melanoma in pregnancy: risk of transplacental metastases in the infant.” J. Clin. Oncol. 2003;21:2179-86. Conti E, Cercato M, Gatta G, et al. “Childhood melanoma in Europe since 1978: a population-based survival study.” Eur. J. Cancer 2001;37: 780-4. Friedman RJ, Rigel DS, Kopf AW. “Early detection of malignant melanoma: the role of physician examination and self-examination of the skin”. CA Cancer J Clin 1985;35: 130-51. Vinceti M, Bergomi M, Borciani N et al. “Rising melanoma incidence in an Italian community from 1986 to 1997”. Melanoma Res 1999;9:97–103. Menzies SW, Kreusch J, Byth K et al. “Dermoscopic evaluation of amelanotic and hypomelanotic melanoma”. Arch Dermatol 2008;144:1120–1127. Marghoob AA, Braun RP, Kopf AW. Atlas of dermoscopy. Abingdon, UK: Taylor and Francis, 2005. Moloney FJ, Menzies SW. “Key points in the dermoscopic diagnosis of hypomelanotic melanoma and nodular melanoma”. J Dermatol 2011;38:10–15. Altamura D, Avramidis M, Menzies SW. “Assessment of the optimal interval for and sensitivity of short-term sequential digital dermoscopy monitoring for the diagnosis of melanoma”. Arch Dermatol 2008;144:502–506 Salerni G, Terán T, Puig S, Malvehy J, Zalaudek I, Argenziano G, Kittler H. “Meta-analysis of digital dermoscopy follow-up of melanocytic skin lesions: a study on behalf of the International Dermoscopy Society”. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2013 Jul;27(7):805-14 Brenn T, McKee P. “Melanoma in children and adolescents”. Mini-symposium: melanomatous skin tumours. Diagnostic Histopathology Volume 14, Issue 1, Pages 18-27, January 2008. Antony FC, Sanclemente G, Shaikh H, Trelles AS, Calonje E. “Pigment synthesizing melanoma (socalled animal type melanoma): a clinicopathological study of 14 cases of a poorly known distinctive variant of melanoma”. Histopathology 2006; 48: 754–762. Granter SR, McKee PH, Calonje E, Mihm Jr MC, Busam K. “Melanoma associated with blue nevus and melanoma mimicking cellular blue nevus: a clinicopathologic study of 10 cases on the spectrum of so-called ‘malignant blue nevus”. Am J Surg Pathol 2001; 25: 316–323. Spatz A, Avril MF. “Melanoma in childhood: review and perspectives”. Pediatr Dev Pathol 1998; 1: 463–474. Crotty KA, Scolyer RA, Li L, et al. “Spitz naevus versus Spitzoid melanoma: when and how can they be distinguished? “Pathology 2002;34:6-12. Crowson AN, Magro CM, Mihm MC. “The melanocytic proliferations: a comprehensive textbook of pigmented lesions”. New York: Wiley-Liss, Inc; 2001. p. 348. Massi G, LeBoit P. “Spitzoid melanoma. Histological diagnosis of nevi and melanoma”. Heidelberg, Germany: Steinkopff-Verlag Darmstadt; 2004. p. 463-86. Kamino H. “Spitzoid melanoma”. Clin Dermatol. 2009 Nov-Dec;27(6):545-55. Hantschke M, Bastian BC, LeBoit PE. “Consumption of the epidermis: a diagnostic criterion for the differential diagnosis of melanoma and Spitz nevus”. Am J Surg Pathol 2004;28:1621-5. Braun-Falco M, Friedrichson E, Ring J. “Subepidermal cleft formation as a diagnostic marker for cutaneous malignant melanoma”. HUM PATHOL 2005;36:412-5. Ferris LK, Harris RJ. “New diagnostic aids for melanoma.” Dermatol Clin. 2012 Jul;30(3):535-45. Gerger A, Koller S, Kern T, et al. “Diagnostic applicability of in vivo confocal laser scanning microscopy in melanocytic skin tumors”. J Invest Dermatol 2005; 124:493–8. Langley RG,Walsh N, Sutherland AE, et al. “The diagnostic accuracy of in vivo confocal scanning Dr. Sebastián Augusto Mercau 87 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica 388. 389. 390. 391. 392. 393. 394. 395. 396. 397. 398. 399. 400. 401. 402. 403. 404. 405. 406. 407. 408. 409. 410. 411. 412. 413. laser microscopy compared to dermoscopy of benign and malignant melanocytic lesions: a prospective study”. Dermatology 2007;215:365–72. Busam KJ, Hester K, Charles C, et al. “Detection of clinically amelanotic malignant melanoma and assessment of its margins by in vivo confocal scanning laser microscopy”. Arch Dermatol 2001;137: 923–9. Moncrieff M, Cotton S, Claridge E, et al. “Spectrophotometric intracutaneous analysis: a new technique for imaging pigmented skin lesions”. Br J Dermatol 2002;146:448–57. Haniffa MA, Lloyd JJ, Lawrence CM. “The use of a spectrophotometric intracutaneous analysis device in the real-time diagnosis of melanoma in the setting of a melanoma screening clinic”. Br J Dermatol 2007;156:1350–2. Gutkowicz-Krusin D, ElbaumM, Jacobs A, et al.” Precision of automatic measurements of pigmented skin lesion parameters with a MelaFind(TM) multispectral digital dermoscope”. Melanoma Res 2000;10:563–70. Kivela T. “Diagnosis of uveal melanoma”. Dev Ophthalmol 2012;49:1–15. Vogt M, Knuttel A, Hoffmann K, et al. “Comparison of high frequency ultrasound and optical coherence tomography as modalities for high resolution and non invasive skin imaging”. Biomed Tech 2003;48:116–21. Welzel J. “Optical coherence tomography in dermatology: a review”. Skin Res Technol 2001;7:1–9. Rallan D, Bush NL, Bamber JC, et al. “Quantitative discrimination of pigmented lesions using threedimensional high-resolution ultrasound reflex transmission imaging”. J Invest Dermatol 2007;127:189–95. Wachsman W, Morhenn V, Palmer T, et al. “Noninvasive genomic detection of melanoma”. Br J Dermatol 2011;164:797–806. Cone CD Jr. “The role of the surface electrical transmembrane potential in normal and malignant mitogenesis”. Ann N Y Acad Sci 1974;238:420–35. Aberg P, Birgersson U, Elsner P, et al. “Electrical impedance spectroscopy and the diagnostic accuracy for malignant melanoma”. Exp Dermatol 2011; 20:648–52. Har-Shai Y, Glickman YA, Siller G, et al. “Electrical impedance scanning for melanoma diagnosis: a validation study”. Plast Reconstr Surg 2005;116:782–90 Balch CM, Gershenwald JE, Soong SJ, et al. “Final version of 2009 AJCC melanoma staging and classification”. J Clin Oncol. 2009;27:6199–6206. Mills O, Messina JL. “Pediatric melanoma: a review”. Cancer Control. 2009;16:225–33. Paradela S, Fonseca E, Prieto VG. “Melanoma in children”. Arch Pathol Lab Med. 2011;135:307–16. Moore-Olufemi S, Herzog C, Warneke C, Gershenwald JE, Mansfield P, Ross M, et al. “Outcomes in pediatric melanoma: comparing prepubertal to adolescent pediatric patients”. Ann Surg. 2011;253:1211–5. Aldrink JH, Selim MA, Diesen DL, Johnson J, Pruitt SK, Tyler DS, et al. “Pediatric melanoma: a single-institution experience of 150 patients”. J Pediatr Surg. 2009; 44:1514–21. Butter A, Hui T, Chapdelaine J, Beaunoyer M, Flageole H, Bouchard S. “Melanoma in children and the use of sentinel lymph node biopsy”. J Pediatr Surg. 2005;40:797–800. Roaten JB, Partrick DA, Bensard D, Pearlman N, Gonzalez R, Fitzpatrick J, et al. “Survival in sentinel lymph node-positive pediatric melanoma.” J. Pediatr. Surg. 2005;40:988–92; discussion 92. Howman-Giles R, Shaw HM, Scolyer RA, Murali R, Wilmott J, McCarthy SW, et al. “Sentinel lymph node biopsy in pediatric and adolescent cutaneous melanoma patients.” Ann. Surg. Oncol. 2010;17:138–43. Chao C, Martin RC, 2nd, Ross MI, Reintgen DS, Edwards MJ, Noyes RD, et al. “Correlation between prognostic factors and increasing age in melanoma.” Ann. Surg. Oncol. 2004;11:259–64 Kirkwood JM, Jukic DM, Averbook BJ, Sender LS. “Melanoma in pediatric, adolescent, and young adult patients.” Semin. Oncol. 2009;36:419–31. Paradela S, Fonseca E, Pita-Fernandez S, Kantrow SM, Diwan AH, Herzog C, et al. “Prognostic factors for melanoma in children and adolescents: a clinicopathologic, single-center study of 137 patients. Cancer”. 2010;116:4334–44. Downard CD, Rapkin LB, Gow KW. “Melanoma in children and adolescents”. Surg Oncol. 2007;16:215-220. Kaddu S, Smolle J, Zenahlik P, et al. “Melanoma with benign melanocytic naevus components: reappraisal of clinicopathological features and prognosis”. Melanoma Res. 2002;12:271-278. Navid F, Furman WL, Fleming M, et al. “The feasibility of adjuvant interferon alpha-2b in children with Dr. Sebastián Augusto Mercau 88 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica high-risk melanoma”. Cancer. 2005;103:780-787. 414. Shah NC, Gerstle JT, Stuart M, Winter C, Pappo A. “Use of sentinel lymph node biopsy and highdose interferon in pediatric patients with high-risk melanoma: the Hospital for Sick Children experience”. J Pediatr Hematol Oncol. 2006;28: 496-500. 415. Topar G, Zelger B. “Assessment of value of the sentinel lymph node biopsy in melanoma in children and adolescents and applicability of subcutaneous infusion anesthesia”. J Pediatr Surg. 2007;42:1716-1720. 416. Kayton ML, La Quaglia MP. “Sentinel node biopsy for melanocytic tumors in children”. Semin Diagn Pathol 25:95-99, 2008 May. 417. Averbook BJ, Lee SJ, Delman KA, Gow KW, Zager JS, Sondak VK, Messina JL, Sabel MS, Pittelkow MR, Ecker PM, Markovic SN, Swetter SM, Leachman SA, Testori A, Curiel-Lewandrowski C, S Go R, Jukic DM, Kirkwood JM. “Pediatric Melanoma: Analysis of an International Registry”. Cancer. 2013 Nov 15;119(22):4012-9. 418. Daryanani D, Plukker JT, Nap RE, Kuiper H, Hoekstra HJ. “Adolescent melanoma: risk factors and long term survival”. Eur J Surg Oncol. 2006;32:218–23. 419. Paradela S, Fonseca E, Pita-Fernández S, Prieto VG. “Spitzoid and non-spitzoid melanoma in children. A prognostic comparative study”. J Eur Acad Dermatol Venereol. 2013 Oct;27(10):1214-21. 420. Ra JH, McMasters KM, Spitz FR. “Should all melanoma patients undergo sentinel lymph node biopsy?” Curr Opin Oncol. 2006;18:185-188. 421. Bütter A, Hui T, Chapdelaine J, et al. “Melanoma in children and the use of sentinel lymph node biopsy”. J Pediatr Surg. 2005;40:797–800. 422. Toro J, Ranieri JM, Havlik RJ, et al. “Sentinel lymph node biopsy in children and adolescents with malignant melanoma”. J Pediatr Surg. 2003;38:1063–1065. 423. Buzaid AC, Sandler AB, Mani S, et al. “Role of computed tomography in the staging of primary melanoma”. J Clin Oncol. 1993;11:638–643. 424. Kaste SC, Pappo AS, Jenkins JJ III, et al. “Malignant melanoma in children: imaging spectrum”. Pediatr Radiol. 1996;26:800–805. 425. Krug B, Crott R, Lonneux M, et al. “Role of PET in the initial staging of cutaneous malignant melanoma: systematic review”. Radiology. 2008;249:836–844. 426. Clark PB, Soo V, Kraas J, et al. “Futility of fluorodeoxyglucose F- 18 positron emission tomography in initial evaluation of patients with T2 to T4 melanoma. Arch Surg 2006;141:284–288. 427. Maubec E, Lumbroso J, Masson F, et al. “F-18 fluorodeoxy-D-glucose positron emission tomography scan in the initial evaluation of patients with a primary melanoma thicker than 4 mm”. Melanoma Res 2007;17:147–154. 428. Wagner JD, Schauwecker D, Davidson D, et al. “Inefficacy of F-18 fluorodeoxy-D-glucose-positron emission tomography scans for initial evaluation in early-stage cutaneous melanoma”. Cancer 2005;104:570–579. 429. Brady MS, Akhurst T, Spanknebel K, et al. “Utility of preoperative [(18)]f fluorodeoxyglucose-positron emission tomography scanning in high-risk melanoma patients”. Ann Surg Oncol 2006;13:525– 532. 430. Xing Y, Bronstein Y, Ross MI, et al. “Contemporary diagnostic imaging modalities for the staging and surveillance of melanoma patients: a meta-analysis”. J Natl Cancer Inst 2011;103:129–142. 431. Fox MC, Lao CD, Schwartz JL, Frohm ML, Bichakjian CK, Johnson TM. “Management options for metastatic melanoma in the era of novel therapies: a primer for the practicing dermatologist: part I: Management of stage III disease”. J Am Acad Dermatol. 2013 Jan;68(1):1.e1-9; quiz 10-12. 432. Chao MM, Schwartz JL, Wechsler DS, et al. “High-risk surgically resected pediatric melanoma and adjuvant interferon therapy”. Pediatr Blood Cancer. 2005;44:441–448. 433. Coit DG, Andtbacka R, Anker CJ, Bichakjian CK, Carson WE 3rd, Daud A, Dimaio D, Fleming MD,et al. National Comprehensive Cancer Network (NCCN).” Melanoma, version 2.2013: featured updates to the NCCN guidelines”. J Natl Compr Canc Netw. 2013 Apr 1;11(4):395-407. 434. Coit DG, Andtbacka R, Anker CJ, Bichakjian CK, Carson WE 3rd, Daud A, et al. “Melanoma”. J Natl Compr Canc Netw 2012;10: 366-400. 435. Guadagnolo BA, Zagars GK. “Adjuvant radiation therapy for high-risk nodal metastases from cutaneous melanoma”. Lancet Oncol 2009;10:409-16. 436. Mendenhall WM, Amdur RJ, Grobmyer SR, George TJ Jr, Werning JW, Hochwald SN, et al. “Adjuvant radiotherapy for cutaneous melanoma”. Cancer 2008;112:1189-96. 437. Agrawal S, Kane JM 3rd, Guadagnolo BA, Kraybill WG, Ballo MT. “The benefits of adjuvant radiation therapy after therapeutic lymphadenectomy for clinically advanced, high-risk, lymph node-metastatic Dr. Sebastián Augusto Mercau 89 Manejo de Lesiones Melanocíticas en la Población Pediátrica melanoma”. Cancer 2009;115: 5836-44. 438. Burmeister BH, Henderson MA, Ainslie J, Fisher R, Di Iulio J, Smithers BM, et al. “Adjuvant radiotherapy versus observation alone for patients at risk of lymph-node field relapse after therapeutic lymphadenectomy for melanoma: a randomized trial”. Lancet Oncol 2012;13:589-97. 439. Calabro A, Singletary SE, Balch CM. “Patterns of relapse in 1001 consecutive patients with melanoma nodal metastases”. Arch Surg 1989;124:1051-5. 440. Hayes F, Green A. “Malignant melanoma in childhood: clinical course and response to chemotherapy”. J Clin Oncol 1984;2:1229-34. 441. Roper M, Smith MA, Sondel PM, et al. “A phase I study of interleukin-2 in children with cancer”. Am J Pediatr Hematol Oncol. 1992;14:305–311. 442. Leo F, Cagini L, Rocmans P, et al. “Lung metastases from melanoma: when is surgical treatment warranted?” Br J Cancer. 2000;83:569–572. 443. Ollila DW, Hsueh EC, Stern SL, et al. “Metastasectomy for recurrent stage IV melanoma”. J Surg Oncol. 1999;71: 209–213. Dr. Sebastián Augusto Mercau 90