visor FUENTES Cereales, pan y pastas integrales; granos (caraotas negras, habas, frijoles); legumbres y verduras de hojas verdes; semillas y frutos secos. También se encuentra en carnes, lácteos y frutas. DÉFICIT Irritabilidad nerviosa, debilidad, hipertensión, arritmia, fatiga, calambres, anorexia, insomnio, apatía, mala memoria. foto orlando palencia EXCESO Aunque poco común, cuando ocurre obedece –generalmente– al consumo de ciertos fármacos, especialmente antiácidos. Diarrea, náuseas, sueño, dificultad para respirar. todo sobre el magnesio Considerado esencial en la nutrición, el magnesio es el quinto mineral que abunda en el organismo, después del calcio, el fósforo, el potasio y el sodio. Presente en huesos, dientes, músculos y otros tejidos, juega un rol importante en el metabolismo corporal –interviene en numerosas reacciones enzimáticas– y en la producción de energía. Aislado en 1808 por Humphry Davy –uno de los padres de la electroquímica–, su nombre alude a la región griega de Magnesia, donde era muy abundante y se creía que tenía poderes mágicos. Considerado el mineral antiestrés, es un tranquilizante natural que favorece la relajación de los músculos esqueléticos y de los vasos sanguíneos, una propiedad que tiene influencia sobre las funciones anticoagulantes 32+SALUD y cardiovasculares (ayuda a prevenir espasmos en arterias coronarias, causa importante de ataques cardíacos). Debido a sus efectos sobre el sistema neuromuscular, contribuye a disminuir los calambres, el insomnio, la depresión, el nerviosismo y la ansiedad • Es importante mantener un balance entre calcio y magnesio. Cuando se toma un suplemento de calcio, se recomienda ingerir cerca de la mitad de la dosis de magnesio. • Tomar magnesio a la hora de acostarse contribuye a un sueño reparador. • En los alcohólicos crónicos, la eliminación de magnesio por la orina aumenta. (se administra en niños que sufren déficit de atención e hiperactividad). Su absorción requiere un ambiente gástrico ácido. Se recomienda, entonces, ingerirlo entre comidas o antes de acostarse. Alimentos con alto contenido de calcio, fósforo, zinc, fibra o ácidos grasos, algunos diuréticos, estrógenos y anticonceptivos orales pueden disminuir los depósitos corporales del mineral y aumentar su requerimiento. Se sabe que los niveles de magnesio se consumen rápido en situaciones de estrés o bajo actividad física intensa. Igual ocurre en pacientes con cirrosis hepática o diabetes. Aun cuando no es común su deficiencia en el organismo, suele presentarse en quienes tienen problemas de absorción de nutrientes en el tracto intestinal (en esos casos se indica un suplemento del mineral). Estudios sugieren que bajos niveles de magnesio elevan el riesgo de sufrir diabetes tipo 2. Su consumo es recomendado para el tratamiento en mujeres posmenopáusicas con baja densidad ósea. •