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COMENTARIOS AL PROGRAMA por Claudia Guzmán
LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Sonata para violín y piano nº 4 en La menor, Op.
23
Concebida originalmente como par de “La primavera” esta cuarta Sonata para violín y piano
que Ludwig van Beethoven escribiera, contrastante en carácter con aquella, fue publicada por
primera vez en 1801, en Viena. Ese mismo año había publicado sus primeros seis cuartetos
para cuerdas y, un año antes, el público de la capital Habsburgo había conocido la primera de
sus sinfonías.
Desde que se asentara en la ciudad, en el
año 1792, el músico originario de Bonn
había
alcanzado
reconocimiento
como
compositor especialmente gracias a sus
obras de música de cámara, las cuales,
más allá de su valía creativa habían servido
como vehículo para que el joven músico se
hiciera conocido como uno de los más
destacados y virtuosos pianistas de su
generación. Es por ello que estas sonatas
para violín, más allá de estar pensadas
para interesar, desde la publicación, al
virtuoso amateur, contienen una escritura
desafiante en lo que hace tanto al nivel de
dificultad técnica como a las novedades
texturales y armónicas. En el caso de esta
Sonata en La menor se inicia con un primer
Ludwig van Beethoven: detalle de
un retrato que le realizara entre 1804–05
el pintor Joseph Willibrord Mähler
movimiento Presto que alterna entre un
inquietante, dramático primer tema y un
calmo mas nostálgico segundo tema.
Conteniendo el carácter tanto de un scherzo como de un movimiento lento, en el segundo
momento de la obra, Andante scherzoso, più allegretto. Beethoven innova formal y
texturalmente, planteando aún una fuga entre las variaciones que realiza del primero de los
temas que integran esta sección de la obra. Un Allegro animato en forma de rondó concluye
esta sonata para violín y piano.
NICCOLÒ PAGANINI (1782-1840): La campanella en arreglo de Fritz Kreisler para violín y
piano
Colosal es la imagen de Niccolò Paganini
como virtuoso absoluto del violín, con sus
acrobacias tildadas de demoníacas por
algunos de sus contemporáneos y su
biografía apasionada, trágica, fabulosa y
casi
demencial,
paradigma
del
artista
romántico. Lo que según el caso turbaba,
exasperaba
o
admiraba
a
sus
contemporáneos más allá de la indomable
energía
que
proyectaba
en
sus
interpretaciones y su incuestionable talento
en la interpretación del instrumento era su
incansable
experimentación
de
las
posibilidades tímbricas del mismo. Este
genovés que inició su carrera a temprana
edad tocando su violín en iglesias y
diversos círculos privados, manifestó desde
su adolescencia un profundo y sincero
interés por expandir los efectos colorísticos
Eugène Ferdinand Victor Delacroix,
retrato de Niccolò Paganini
que el pequeño instrumento de madera
podía producir.
La mayor parte de la nueva técnica que desarrollaría a través de sus interpretaciones y
creaciones, la cual cambiaría para siempre la escritura para el instrumento y la formación de los
violinistas, fue en realidad consecuencia de dicho interés.
Esa búsqueda se vuelve patente en La campanella. Tercer movimiento del Segundo Concierto
para violín que Paganini compusiera, su nombre proviene de la imitación de la sonoridad de
una campanita, la cual mediante un efecto logrado con el violín, antecede cada presentación
del tema principal de ese movimiento que transcurre en forma de rondó al cual el propio
compositor denominó Rondo à la clochette.
Escrito en el año 1826 el concierto impactó particularmente por la genial escritura virtuosística
de ese movimiento final, el cual pocos años más tarde ganaba fama más allá de la totalidad de
la obra siendo transcripto en forma de estudio para piano por Franz Liszt e inspirador de obras
de diversos compositores. La que hoy escuchamos es la versión que el célebre violinista
austríaco Fritz Kreisler (1875-1962), niño prodigio que desarrolló una meteórica carrera durante
la primera parte del siglo XX, realizó para violín y piano de aquel movimiento de concierto
creado por Paganini.
EDVARD GRIEG (1843-1907): Sonata para violín y piano nº 3 en Do menor, Op. 45
Edvard Grieg compuso tres sonatas para violín y piano a lo largo de su vida, la primera, Op. 8
data de 1865, la segunda, Op. 13 en 1867, mientras que la tercera fue escrita en el otoño del
año 1886 en Troldhaugen, su hogar en Bergen, costa oeste de su Noruega natal.
En carta a su amigo, el poeta noruego Bjørnstjerne Bjørnson, Grieg manifestó que la trilogía de
sus sonatas para violín era reflejo de sus propias experiencias de vida: “Ellas caracterizan tres
períodos de mi propia evolución. La primera, ingeniosa y plena de nuevas ideas; la segunda,
nacionalista y la tercera dirigiéndose hacia vastos horizontes”.
El compositor mismo asumió la parte del piano en el estreno, realizado en la Neues
Gewandhaus de Leipzig el 10 de diciembre de 1887, junto al violinista ruso Adolf Brodsky, el
hombre a quien Tchaikovsky dedicara su Concierto para violín y orquesta. Aclamada desde su
primera audición, esta obra que se convirtió desde entonces en una de las favoritas del
repertorio para violín y piano, contiene elementos nacionalistas y una fuerte influencia de la
música del romanticismo alemán, país donde Grieg se formó musicalmente en su juventud pero
por sobre la fusión de dichos elementos impera el sello personal y melancólico del gran
compositor noruego.
La Sonata en Do menor Op. 45 es expansiva en comparación con sus predecesoras e inicia la
exposición del primer movimiento, Allegretto molto ed appassionato, con la presentación de un
motivo tenso que deviene en primer tema, sobre el cual está construido el desarrollo, y
contrasta con un segundo tema más tranquilo y lírico. El Allegretto espressivo alla Romanza,
en forma de Lied, transcurre en la tonalidad de Mi Mayor con el piano y el violín sucediéndose
independientemente en la presentación del tema. El tercer movimiento, Allegro animato, tiene,
al igual que el primero, forma sonata pero sin un sector de desarrollo, cuya falta es
compensada por una serie de atrevidas modulaciones que incluyen digresiones en La bemol
Mayor y Fa Mayor, para culminar con enérgica intensidad.
Edvard Grieg en la década de 1880
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