1 Introducción La compañía Teatro Corsario cumple en 2012 treinta años de trayectoria sobre las tablas y lo celebra abordando la puesta en escena de un texto de los que podemos considerar esenciales. A lo largo de este tiempo, ha puesto en pie, bajo la batuta de Fernando Urdiales, una veintena de obras de autores como Lope de Vega, Tirso de Molina, Shakespeare, Sófocles, etc., y un autor especialmente querido: don Pedro Calderón de la Barca. En estos momentos, la compañía decana de España en teatro clásico ha recorrido, con Calderón como bandera, los más prestigiosos festivales de teatro clásico en lengua castellana con El gran Teatro del Mundo, Amar después de la muerte, Clásicos locos (entremeses barrocos), La vida es sueño o El mayor hechizo, amor. Teatro Corsario y Calderón vuelven, de nuevo, a unir su destino con la puesta en escena del espectáculo El médico de su honra, en versión de Jesús Peña, también director del montaje. El responsable artístico de esta pieza calderoniana posee una dilatada experiencia como director ya que desde 1994 ha conducido los espectáculos de títeres gigantes para adultos, otra modalidad de Teatro Corsario, muy premiada en los festivales internacionales de marionetas. Después de tres décadas, es la primera vez que este grupo teatral presenta sobre un escenario una obra del repertorio clásico dirigida por una persona distinta a Fernando Urdiales, líder histórico del colectivo fallecido en diciembre de 2010. Sinopsis El médico de su honra es una de las más apasionantes obras de Calderón, escrita a mediados del siglo XVII. Cuenta la historia de don Gutierre, un hombre obsesionado con la sospecha del amor entre su esposa Mencía y el hermano del rey, el infante don Enrique. Para que el supuesto adulterio no se haga público, don Gutierre decide ser el “médico de su honra” y llevar a cabo un diabólico plan. Al igual que otras piezas de la literatura barroca, el drama se ocupa de asuntos como el honor y los celos. Un antiguo conflicto del ser humano que todavía hoy ocupa espacio en los medios de comunicación con despreciable frecuencia. Comentario del director EL REINO DEL SECRETO ¿Qué hay en común entre el maquiavélico personaje de don Gutierre y los maridos criminales de nuestro tiempo? ¿Qué oscuros pensamientos llevan a esos hombres a matar con fría premeditación a la persona que dicen amar? Muchos de los abominables guardianes de la honra consideran propiedad privada a las mujeres con que comparten su vida. Enarbolan la bandera de la honra como un derecho sagrado mientras los derechos de ellas son abolidos. El médico de su honra es, entre otras muchas cosas, el retrato de un hombre que se carga de razones para defender su honra; y de su inocente víctima. Para los aprensivos 2 personajes de la obra hay algo más terrible que el propio agravio: la posibilidad de que otros lo sepan. Y aún peor, que lo difundan. Calderón, que disfruta sometiendo a sus personajes a situaciones extremas, concibe unas circunstancias en el límite de lo verosímil para que no haya escapatoria, para recordarnos que debemos deshacer la maraña de los prejuicios si queremos pensar con claridad. Esa misma claridad es el objetivo de esta versión. El dramaturgo barroco Calderón comunica con nosotros sin que le afecten los siglos. Sus reflexiones, a la vista de lo poco que hemos cambiado los seres humanos en determinados aspectos, no pueden ser pasadas por alto. He optado por una puesta en escena sobria, despojada. Un espacio acotado por muros de madera que configuran una suerte de refugio que sugiere las estancias de una casa, de un jardín o de un palacio, contando con efectos lumínicos para la diferenciación y la creación de atmósferas. Ese refugio es el reino del secreto. Los personajes de la obra se vuelcan en la defensa de su dignidad hasta el punto de que cualquier grieta o acceso al refugio en el que se instalan es capaz de abrir un boquete que conduce a la catástrofe. Miran con recelo los huecos abiertos en la escenografía, las puertas a punto de abrirse, las esquinas desde donde pueden ser observados, escudriñados. Si bien esta propuesta prescinde de ornamentos, en modo alguno renuncia a la estética, al deleite pictórico habitual en Corsario, al vestuario detallista y a la sonoridad de las voces y la música especialmente compuesta para la obra. Me he propuesto que los actores no alberguen duda alguna sobre los significados de las palabras, que las hagan suyas más allá de la belleza de los versos. Me he permitido prescindir de algunos versos retóricos y he aligerado partes de la trama que escapaban al ritmo requerido en un espectáculo contemporáneo. Nada debe distraer al espectador del significado de cuanto se expresa por boca de los actores. Es una apuesta, en definitiva, por lo esencial, en la confianza de que esta historia —fascinante, a mi modo de ver— cale profundamente en el público. Jesús Peña Director de la obra y autor de la versión 3 FOTOGRAFÍAS DE JESÚS PEÑA / TEATRO CORSARIO Pueden descargarse de la web www.teatrocorsario.com en alta resolución y publicarse citando su procedencia 4 5 REPARTO Y FICHA ARTÍSTICA DE “EL MÉDICO DE SU HONRA” DOÑA MENCÍA DON GUTIERRE REY PEDRO COQUÍN LEONOR DON ENRIQUE DON ARIAS JACINTA LUDOVICA MÚSICA ORIGINAL ESPACIO SONORO DISEÑO DE ILUMINACIÓN DISEÑO DE VESTUARIO REALIZACIÓN DE VESTUARIO ESCENOGRAFÍA REALIZACIÓN ESCENOGRÁFICA TRAMOYA Verónica Ronda Carlos Pinedo Julio Lázaro Luis Miguel García Rosa Manzano Rubén Pérez Borja Semprún Teresa Lázaro Teresa Lázaro Juan Carlos Martín Atila Javier Martín del Río Olga Mansilla Olga Mansilla y Esther Martín Teatro Corsario Javier García, Atila y Fernando Hernández Javier García VERSIÓN Y DIRECCIÓN Jesús Peña Es una producción de Circe Producciones Teatrales S.L. TEATRO CORSARIO CIRCE PRODUCCIONES TEATRALES S.L. C/. Recoletas, 4. 2º A. 47006 Valladolid Tel. 983302637 [email protected] www.teatrocorsario.com 6