Su hijo Simón: la herencia de la actuación

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LATERCERA Domingo 25 de mayo de 2014
nes lo tuyo. Y hay otros que son los
de palo, de hueso. “El Chingao”
(Amores de Mercado), por ejemplo; ese lenguaje le gustó a la gente, todavía me dicen “Chingao” en
la calle. Muchos términos los saqué
de un diccionario de coa carcelario de Vicuña Cifuentes, de 1910. El
final lo escribí yo, me dejaron hacerlo. Al principio se suponía que
lo tomaban unos tipos a los que les
debía plata, le daban una paliza. Le
dije a la Quena que el “Chingao” no
podía terminar así. Vi hasta los
planos, la línea del tren, el tren
pasando, en la próxima toma él ya
desaparece. Nadie sabe qué pasa al
final con “El Chingao”, queda
abierto. Me encanta igual el melodrama clásico, por ejemplo, Las
mil y una noches la encuentro notable, la tradición de lo mexicano,
de lo venezolano, es delicada, discreta. Hoy, muchas veces en la escritura de teleseries se confunde
ritmo con velocidad. Se escriben
escenas cada vez más cortas, sin
desarrollo dramático. En Los títeres había escenas de tres páginas,
cuatro y más páginas.
La madrastra tiene escenas que
duran un siglo...
Es que Moya Grau se “iba al chancho” (se ríe). Pero volviendo a Las
mil y una noches, no ves pechugas
ni cama. No sé, te hace pensar si la
gente no querrá ver cosas más recatadas.
Pesutic llegó a TVN en 1992, para
Trampas y caretas (“Me habían
ofrecido irme antes, pero no quería, por los milicos”, explica). Llamó a Vicente Sabatini, se unió al
área dramática, y luego de algunas
teleseries, se pasó al equipo que supervisaba María Eugenia Rencoret.
¿Por qué enganchó tan bien con
Rencoret?
Porque me escuchaba mucho, con
las inquietudes respecto de los personajes. Me ponía atención.
¿Cree que con tanta opinión, puede ser considerado como un actor
complicado?
¿Por qué complicado? Lo que pasa
es que el que nace chicharra muere cantando. Como escribo, es casi
de sentido común escénico hacer
sugerencias y también ayudar a
los compañeros. Pero trabajo bien,
y soy bueno para el leseo en el set,
no paro. Lo pasan bien los camarógrafos cuando estoy ahí.
Entonces irse a Mega, su nuevo
canal, ¿fue solo por seguir a María Eugenia Rencoret?
Por seguir a un equipo completo,
con el que venía trabajando por 20
años.
Con dos décadas en TVN, ¿cree
que el canal cumple hoy con el rol
estatal?
Siempre pensé que TVN debería
preocuparse, más allá de cualquier
cosa, de lo cultural. Y creo que no
se preocupa casi nada. Asumió la
EL TEATRO CHILENO ACTUAL
“El teatro no genera
pensamiento y crítica. Hoy
no conquista. Es fome. Hay
una tendencia a buscar la
dramatización de la
‘vanguardia’ extranjera”.
SOBRE EL ROL DE TVN
“Siempre pensé que TVN
debería preocuparse, más
allá de cualquier cosa, de lo
cultural. Y creo que no se
preocupa casi nada”.
CUATRO CANALES
CON TELESERIES
“El medio no da. Lo que se
va a imponer es la calidad, y
finalmente, de eso se trata el
trabajo que queremos hacer
en Mega”.
lógica de mercado, y eso no tiene
que ver con su rol, busca números
azules a como dé lugar. No me parece bien.
¿Y cómo ha sido el aterrizaje en
Mega?
Estamos recién empezando, hay
un ambiente muy cálido. Yo nunca había trabajado aquí, son buenos los cambios. Va a ser una buena experiencia para todos, para el
mercado.
¿Pero cree que el mercado da
para cuatro canales, con tres
teleseries cada uno?
El medio no da, entonces hay que
ver qué pasa. Lo que se va a imponer es la calidad, y finalmente, de eso se trata el trabajo que
queremos hacer en Mega. Piensa
igual, todos se acuerdan de Amores de mercado como el máximo
peak de rating, pero no sé si era
por el producto en sí. En ese entonces había menos cable y los niños y adolescentes no estaban
tan ocupados como hoy. Era o
teleseries o nada; hoy hay más
opciones.
¿Y usted, ve televisión?
Veo muy poco, de vez en cuando
los noticiarios y encuentro absurdo que duren una hora y media.
Con 20 minutos basta y sobra, y el
que quiere profundizar que vaya
a la prensa escrita. La prensa amarilla y la prensa roja se han tomado nuestra televisión, y el mal
gusto a la mayor parte de los programas de entretención, para no
hablar de los de farándula. No hay
noticias internacionales: Chile parece una isla. En fin, ya se sabe: la
inteligencia tiene límites, la estupidez no.b
Su hijo Simón: la
herencia de la
actuación
RR Simón Pesutic tiene 20 años y
debutó en 2011 con un pequeño papel en la teleserie El laberinto de Alicia, de TVN. Criado entre los set
donde grababa su padre -“lo llevaba harto, tú sabes, cosas de papá separado”, explica Mauricio Pesutic
sonriendo-, comenzó a escribir piezas de actuación en el colegio, dio la
prueba para estudiar teatro, pero ha
dejado los estudios suspendidos por
su carrera televisiva: Pobre rico
(TVN) y Mamá mechona (Canal 13).
“Simón tiene una suerte bárbara de
encontrar su vocación tan temprano”, dice su padre. “Si no hubiera tenido condiciones, no lo hubiera animado en lo más mínimo. Lo que
tiene él es algo que, aparte de condiciones, no se estudia: tiene ángel.
Me encantaría que trabajáramos
juntos alguna vez, en cine, teatro;
que él actuara en Los payasos de la
esperanza.
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