El Gobierno quiere imponer una auténtica censura a los jueces

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ENTREVISTA A ROSER BACH FABREGÓ
"El Gobierno quiere imponer una auténtica censura a los
jueces"
Público.es
JULIA PÉREZ Madrid 29/06/2014 23:50 Actualizado: 30/06/2014 15:01
Roser Bach.- Carlos Berbell
Roser Bach Fabregó (Barcelona, 1964) responde al instante en cuanto se le pregunta
por el recurso del fiscal Pedro Horrach contra el juez José Castro, que imputa a la
infanta Cristina. Magistrada especialista en Penal, Bach se muestra preocupada por la
desconfianza que destila el recurso del fiscal anticorrupción contra la labor del juez
instructor 3 de Palma:
- "El fiscal está amparado por el derecho a la libertad de expresión y el derecho de
defensa, pero, en este caso, creo que ha sobrepasado los límites protegidos por ambos
derechos. Me preocupan algunas imputaciones que contiene su escrito y que pueden
trasladar a la opinión pública una sospecha de falta de imparcialidad en la labor de
este juez y desmerecer la confianza de la ciudadanía en sus jueces y tribunales".
¿Considera que el Consejo General del Poder Judicial debe amparar al juez instructor
frente a insinuaciones como que ha prevaricado para imputar a la infanta Cristina?
- Aún cuando el Juez Castro no ha solicitado el amparo, me gustaría que existiera un
pronunciamiento del Consejo mostrando la preocupación del en relación a estas
manifestaciones que pueden afectar a la confianza de los ciudadanos en los jueces,
teniendo en cuenta que una de las funciones esenciales de este órgano es la defensa
de la independencia judicial.
Vocal del Consejo General del Poder Judicial, Roser Bach fue encargada por sus
compañeros del sector progresista de defender ante el Pleno celebrado esta semana
una enmienda a la totalidad de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ).
Las razón: porque pone "patas arriba" el sistema e impone el silencio a los jueces. Una
ley de nombre muy largo y muy poderosa, ya que abarca cómo funciona la justicia en
España, cómo se administra y por quién se administra y en qué condiciones. Es la
quinta reforma que emprende este Gobierno desde que llegó al poder y la número 40
desde su aprobación, en 1985.
¿Por qué los vocales progresistas María Victoria Cinto, Clara Martínez de Careaga,
Rafael Mozo, Concepción Sáez, Pilar Sepúlveda y usted piden la retirada del
Anteproyecto de LOJP que pretende el Gobierno?
- Pensamos que no es una reforma más, sino que lo que se pretende es un cambio del
modelo del sistema de Justicia con un mayor control del Poder Judicial que va en
detrimento de la garantía de la separación de poderes.
Dos vocales del sector progresista no votaron con ustedes y apoyaron el texto del
Gobierno del PP, con las enmiendas parciales del sector conservador. ¿Cuál es la
razón de las deserciones del exdirigente del PSOE, Álvaro Cuesta, y de la magistrada
Mar Cabrejas?
- La Comisión Permanente, de la que forman parte ambos vocales, elaboró un
borrador de informe que fue llevada al Pleno. Por otro lado, seis vocales entendimos
que había que pedir la retirada de la reforma y que convenía realizar un planteamiento
global de disconformidad con la ley, pero ellos no lo apoyaron y optaron por las
enmiendas parciales de ese informe.
En su escrito, que no salió adelante, los vocales progresistas sostienen que no hay
elemento más disolvente en una sociedad democrática que un cambio de las reglas
del juego y sus instituciones sin contar con el consenso.
"Para que una reforma tan relevante prospere se precisa implicar a muchos sectores, y
aquí no ha ocurrido"- Es una ley que saca el Gobierno con el único apoyo del PP. Y
estas reformas de gran calado exigirían un consenso entre las fuerzas políticas y
hubiera requerido con carácter previo debate y reflexión con los más afectados, como
los abogados y procuradores, así como con el mundo académico. Para que una
reforma tan relevante prospere se precisa implicar a muchos sectores, y aquí no ha
ocurrido.
¿La reforma destila un afán de control de los jueces?
- Pensamos que existe un afán de burocratización de la carrera judicial que supone un
mayor control de los jueces y magistrados, como es la creación de una jurisprudencia
vinculante del Tribunal Supremo, la limitación a la libertad de expresión de los jueces y
las asociaciones judiciales, la configuración de una carrera plana donde desaparecen
las categorías...
¿Existen otros países con jurisprudencia vinculante como la que pretende este
Gobierno?
- Existe en los países de tradición de la Common Law el sistema del precedente; pero
no en nuestro modelo. La vinculación estricta a la jurisprudencia del Tribunal Supremo
aparece como un elemento extraño en nuestro sistema de fuentes del Derecho. La
seguridad jurídica debe ser un valor esencial en nuestro sistema de justicia, pero ésta
no se consigue publicando en el BOE unas frases entrecomilladas de la jurisprudencia
vinculante. El propio Tribunal Supremo en el informe que ha realizado sobre el
anteproyecto se ha mostrado su desacuerdo en este punto, lo cual pone de manifiesto
la lejanía del prelegislador con los actores llamados a aplicar las reformas que
propone.
La reforma impone a los jueces y a sus asociaciones la prohibición de hablar, siquiera
de opinar o manifestarse sobre cualquier tipo de asunto de interés público...
- Nosotros defendemos la libertad de expresión. Los jueces tienen prohibido
constitucionalmente militar en partidos políticos o sindicatos, pero no tenemos
limitada la libertad de expresión. Otra cosa es nuestra responsabilidad a la hora de
opinar sobre un asunto que lleva un compañero, pero eso entra en el ámbito de la
ética del comportamiento del juez y no tiene nada que ver con una limitación legal. Es
absolutamente improcedente que se impida a los jueces y a las asociaciones judiciales
opinar sobre los asuntos a debate en la sociedad.
"Somos partidarios de romper el modelo de juzgados aislados e ir a estructuras más
modernas"
¿Es una nueva ley mordaza?
- Forma parte del intento de control de la judicatura, para que no manifieste sus
opiniones con toda normalidad. Esta reforma que pretende el Gobierno es una
auténtica censura.
¿Se oponen a la estructura judicial que crea esta reforma?
- La administración de Justicia necesita una nueva organización y somos partidarios de
romper el modelo de juzgados aislados e ir a estructuras más modernas. Pero eso no
tiene nada que ver con lo que se pretende, porque se crean los presidente de los
tribunales de instancia que son nombrados por el Consejo General del Poder Judicial, a
diferencia de los decanos de los partidos judiciales que son elegidos directamente por
sus propios compañeros. Y se da amplias facultades a estos presidentes para la
organización de las salas e, incluso, con capacidad para incidir en el reparto de
asuntos, de tal manera que, en determinadas circunstancias, hasta se prevé la
posibilidad de que a un juez se le prive de un caso para atribuirlo a una sección.
Ha mencionado a los jueces decanos. La reforma del Gobierno los suprime de un
plumazo.
- Es un gran error. Los decanos son un órgano de gobierno de la base, del primer nivel
de la organización judicial y son elegidos democráticamente por sus compañeros.
Tienen una gran capacidad y sensibilización a lo que está ocurriendo en la base de la
jurisdicción, la que está en contacto día a día con los ciudadanos. Los decanos son
sustituidos por los presidentes de los tribunales de instancia, que son elegidos por el
CGPJ con la posibilidad de que pueden ser cesados en caso de pérdida de confianza del
órgano político. También estamos en
contra, por supuesto.
También denuncian que esta
reforma estructural no se ha
ensayado...
- Las reformas de este calado que
afectan a la organización de todos, al
sistema de la Justicia al completo,
deben ir acompañadas de ensayos,
de pruebas-piloto. Es muy arriesgado
por el propio funcionamiento del
sistema que se impongan sin ensayos
y sin prever un periodo transitorio de
adaptación. Esta reforma legal puede
provocar un caos importante en el
funcionamiento de la administración
de Justicia.
Si a esta modificación tan radical,
sumamos las tasas que se han
impuestos, ¿mal va la justicia?
- Esta reforma es especialmente grave porque viene después de la ley de tasas. Es otro
factor que aleja a la Justicia de los ciudadanos e influirá en los colectivos más
vulnerables: dificultará a muchas personas el acceso a la justicia, porque falla la justicia
de proximidad, la más local, al localizar las sedes en las capitales de las provincias.
"La Ley de Justicia Gratuita, la Ley de Tasas y esta última reforma pone en riesgo el
acceso a la justicia para los colectivos más débiles"
¿La Justicia es cosa de ricos?
- Me niego a pensar que la Justicia sea cosa de ricos. Lo que pasa es que la Ley de
Justicia Gratuita, la Ley de Tasas y esta última reforma pone en riesgo el acceso a la
justicia para los colectivos más débiles económicamente, que verán dificultado su
derecho fundamental a la tutela judicial efectiva.
¿Qué pasa en la Justicia para que las reformas se hagan sin consenso y
desconociendo la realidad?
- La reforma denota cierto desconocimiento de la realidad de nuestra administración
de Justicia, esto es cierto, por las soluciones que se proponen. Se acometen estas
reformas sin pensar bien en el impacto de estos cambios tan transcendentales. Existe
cierta improvisación en una reforma que cambia por completo nuestro sistema de
justicia sin pensar en las consecuencias que puedan tener tantos cambios para la
ciudadanía en general, que son los destinatarios de este servicio público.
Cómo valora la reforma previa del CGPJ, por la cual sólo seis vocales tienen
dedicación exclusiva. ¿Es posible compatibilizarlo con su ejercicio de magistrada en
la Audiencia de Barcelona?
- La valoro de forma muy negativa. La reforma de 2013 ha supuesto una debilitación
del órgano de gobierno de los jueces: limitando la actuación de los vocales, por cuanto
sólo seis tienen dedicación exclusiva y suprimiendo parte de sus competencias. Creo
que la constitucionalidad de la reforma es muy discutible y está pendiente de un
recurso interpuesto en el Tribunal Constitucional.
Efectivamente, es complicado compatibilizar el cargo de vocal con el ejercicio de la
jurisdicción, como lo es para todos los vocales que ejercen de forma simultánea su
profesión (abogados, secretarias judiciales...) con el desempeño en el CGPJ.
Una jurista entre Barcelona a Madrid
Roser Bach ha tenido que reducir su afición al teatro y a la música que dedicaba en los
fines de semana, a cuenta de su doble trabajo. Magistrada de la Sala de lo Penal de la
Audiencia de Barcelona, destina los fines de semana a escribir sentencias. Como
muchos magistrados y magistradas de este país, que han visto multiplicar los asuntos a
enjuiciar a raíz del tsunami de la crisis económica.
Por si fuera poco, la última reforma del Gobierno provocó que sólo un pequeño grupo
de vocales del Consejo General del Poder Judicial tengan dedicación exclusiva: los
cinco miembros de la Comisión Permanente. Los otros 15, como es su caso, tienen que
compatibilizar sus trabajos con la responsabilidad de vocal de un órgano político que
selecciona y forma a los jueces, los disciplina, distribuye los refuerzos en los juzgados
para afrontar causas complejas y, sobre todo, tiene como función el amparo de los
jueces y magistrados cuando se sienten presionados por los poderes fácticos, políticos
y económicos.
Fue nombrada por el Senado vocal del CGPJ, en noviembre de 2013, entre los jueces y
magistrados ejercientes que se presentaron a integrar este órgano constitucional. Es
miembro de Jueces para la Democracia.
Bach fue directora de la Escuela Judicial entre 2011 y 2013, tiempo en el que dirigió
con visión innovadora la Formación Inicial de cuatro promociones de nuevos jueces y
la Formación Continua de los 5.000 miembros de la Carrera Judicial, así como la de
muchos jueces de América Latina a través del Aula Iberoamericana.
También dirigió el Centre-d?Estudis-Juridics i Formació Especialitzada (CEJFE) de la
Generalitat de Catalunya, bajo la consellería de Monsterrat Tura. Allí coordinó
programas como es el de la preparación de oposiciones a juez, fiscal y secretario
judicial en un territorio donde había necesidad de estos especialistas pero pocos se
presentaban a las oposiciones.
Licenciada en Derecho por la Universidad de Barcelona, ingresó en la carrera judicial
por oposición en 1989. Ha ejercido en diversos juzgados de Primera Instancia e
Instrucción de Catalunya, en concreto en Gavá, Sant Feliu de Llobregat y Hospitalet de
Llobregat, hasta incorporarse a la Sala de lo Penal de la Audiencia de Barcelona, donde
está ahora destinada.
Ha combinado sus tareas jurisdiccionales con la docencia en diversas universidades de
Barcelona y participó en la elaboración de un libro-icono para muchos abogados, que
se disputan los escasos ejemplares que aún circulan: "99 cuestiones básicas sobre la
prueba en el proceso penal".
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