¡Hello!, retrato de una sociedad “telenovelera”

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PASAJE CULTURAL
UdeG en la Muestra estatal de teatro
LOS HIJOS DE SÁNCHEZ
Aimeé Muñiz Machuca
D
esde el viernes pasado el telón fue abierto para dar
paso en Guadalajara a la Muestra estatal de teatro,
que en esta ocasión logró convocar a 16 puestas en
escena, cuatro de las cuales son trabajos de artistas de esta
casa de estudios.
Se trata de El ogrito, con la dirección de Fausto Ramírez,
director de la Compañía de teatro de la Universidad
de Guadalajara; Un hombre es un hombre, dirigida por
Saúl Meléndez; Los hijos de Sánchez, con dirección de
Javier Serrano, de parte del Centro Universitario de
Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), y Los desamores
de Cervantes, a cargo del grupo de teatro del Centro
Universitario del Sur (CUSur).
Aunque todas estas obras ya han tenido por lo menos
una temporada en cartelera, la justa mencionada es diferente,
pues se trata de una competencia que será valorada por
críticos y el gusto del público.
La vida de una de las tantas vecindades de la ciudad de México
en los sesenta y setenta es retratada en la puesta en escena de Los
hijos de Sánchez, basada en el libro homónimo de Óscar Lewis,
con adaptación de Vicente Leñero.
En esta ocasión son estudiantes del Departamento de Artes
Escénicas (CUAAD) los que muestran su talento, con la dirección
de Javier Serrano, quien fuera también director y fundador del
grupo y casa de teatro El venero.
Condiciones infrahumanas de vida a causa de la pobreza,
mortandad, vandalismo, marginación y violencia son
algunos de los aspectos tocados por esta puesta en escena,
cuya duración supera las dos horas y que tuvo una larga
temporada en el foro Ignacio Arriola, de la División de Artes
y Humanidades, de la ex Escuela de Artes Plásticas.
DESAMORES
Los desamores de Cervantes es el trabajo con el que el grupo
de teatro del Centro Universitario del Sur (CUSur) participa
en la muestra. Lo ejecuta a la usanza del teatro cervantino
(utilización de máscaras, música medieval y títeres).
El trabajo fue presentado en junio pasado en el teatro
José Rosas Moreno, en Lagos de Moreno, en la Muestra
intermunicipal de teatro, y Alberto Pacheco, su director y
adaptador, obtuvo el premio al mejor actor.
Con texto original de Suzanne Lebeau, Fausto Ramírez estrenó
en mayo pasado esta puesta en escena que da cuenta de un
ogro distinto a los que aparecen en los cuentos infantiles.
La obra presenta la historia de un niño cuyos padres son un
ogro y una mujer. La madre evita a toda costa que su pequeño
se convierta en un monstruo alimentado con carne humana.
Se trata de un montaje cuyos mensajes son la importancia
de la familia y la capacidad de crecer y enfrentar las
adversidades, pues el pequeño Simón tendrá que encarar
tres pruebas que determinarán su futuro.
Participan en esta puesta, Ana Elisa Fernández, en el
papel de la madre, y Carlos Gómez Cacho como el ogrito.
UN HOMBRE ES UN HOMBRE
Antonio Navarro, Circee Rangel, Andrés David, Mario
Montaño, Ezequiel Cárdenas, Alberto Stanley y Sara
Isabel Quintero, son los actores que tienen en su voz
y movimientos la tarea de dar cuenta de esta historia
FRANCISCO QUIRARTE
EL OGRITO
Escena de la obra Un hombre es un hombre
escrita en 1925 por Bertolt Brecht, en la que un hombre se
transforma en otro.
Es la guerra de ayer y la de hoy (la de siempre) la que
da pauta a esta historia, pero cuyo trasfondo va más allá,
pues se ocupa de ver con ojo agudo a sus protagonistas: los
hombres que lo abandonan todo para tomar las armas, a
veces sin convicción.
Ese resulta al menos el caso de Galy Gay, un habitante
portuario de la India que por causa de su frágil voluntad se
ve inmiscuido en los mecanismos de la guerra imperialista
de Inglaterra contra el Tibet.
MÁS TEATRO
Se suman a estos puestas, Zep, mi pequeño pez, montaje de
títeres dirigido por Miguel Lugo, quien labora en la compañía
universitaria de teatro; también El viaje y la ira, de Víctor Castillo,
director del grupo Piedra de sol, afiliado a la misma compañía.
Otras obras que veremos en esta muestra que concluirá el
1 de agosto, son: El otro beso, dirigida por Circee Rangel y Beto
Ruiz; El doctor Funes, con la dirección de Héctor Caro; La patita y
el pato Marruaco, de Gabriel Bárcenas; Un día nublado en casa del
sol, cuyo director es Moisés Orozco; Historias de muchachos, bajo
la dirección de Alberto Fabián e Historias del oscuro jardín, dirigida
por Fernando García.
¡Hello!, retrato de una sociedad “telenovelera”
Alejandra Tello
Después de haber dirigido Orestes o de las
atrocidades de los átridas, con la Compañía
de teatro de la UdeG, Noé Lynn decidió
independizarse. No está solo, pues lo
acompañan algunos de los actores que
participaron en aquel montaje, como
Monserrat Díaz, actriz con 17 años de
trayectoria escénica, precisamente en la
agrupación universitaria.
La escena del crimen, como se llama el
nuevo grupo, tiene casi dos años de trabajar en la
selección y montaje de esta comedia. “Surgimos
finalmente a la superficialidad, queremos entrar
a la escena tapatía con una sonrisa en la boca,
diciendo como saludo ¡hello!
“Creo que ¡Hello! tiene como virtud
fundamental ser eminentemente teatral.
Este tema es el que menos interesa tratar a
todos en este momento. La gente del teatro
prefiere hablar de la catástrofe humana
y nosotros también lo haremos, en algún
tiempo.
“Sin embargo, al paso de las funciones
veo la obra y cada día me convenzo más
de que si hay en este instante una obra en
Guadalajara que retrate con fidelidad la más
cruda realidad de lo que somos, esa es ¡Hello!,
porque somos una sociedad completamente
cursi y melodramática. La obra habla de
esto abiertamente. Somos una sociedad
telenovelera”.
Silvana Piñeiro y Ricardo Montes
son un par de actores que si bien están
enamorados no se comprometen, cosa que
a los periodistas de espectáculos les viene
como anillo al dedo para hacer alarde
del chisme. Él es un celoso empedernido,
inseguro, que siempre está al pendiente
para evitar que lo engañen y ella es una
mitómana que se pasa la vida inventando
fantasías.
“Yo digo que si la humanidad vive una
catástrofe de identidad, en gran medida
es porque somos hijos del desamor. El
discurso del amor pasa por la pareja
y a la distancia suele ser un asunto de
telenovela. La fenomenología de los celos,
mentiras, evasiones, exigencias, encuentros
y desencuentros es algo que forma parte de
nosotros. Esta propuesta radica en la idea de
asumir y asimilar una condición inherente
a todos: la capacidad de estar enamorados
y perder el rumbo alguna vez”.
David Lynn, quien interpreta a Montes,
comenta que después de varias funciones (la
obra se estrenó el pasado 3 de julio), ha caído
en la cuenta de que muchos espectadores
se involucran y quedan sorprendidos con el
trabajo.
Noé Lynn adelantó que uno de los
próximos proyectos será Drácula, de su
propia autoría.
Por lo pronto, ¡Hello! se presenta durante
julio, viernes y sábados, a las 20:30 horas y
domingos, a las 18:00, en la sala Higinio
Ruvalcaba, del exconvento del Carmen.
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