Mi Mundillo La balanza

Mi Mundillo La balanza
Escrito por Gina Delucca, escritora invitada
Miércoles 10 de Julio de 2013 13:47
La imaginamos, por lo general, en manos de una mujer vestida en una toga, con los ojos
vendados. La balanza significa la justicia, pero también es un instrumento para pesar, para
lograr equidad. Las balanzas, muy en desuso ya, necesitan una base fuerte y firme, porque el
peso se podría ir todo para un lado o para el otro.
La vida nos jamaquea constantemente en su balanza de opiniones, actitudes, decisiones y
acciones. ¿Cómo lograr un balance?¿Cómo asegurarnos de que la base va a aguantar, aún
cuando por error el peso se vaya para uno de los dos lados?
Como madre he tenido que lidiar con posiciones extremas. Está el extremo de malcriar a los
nenes, sobre-amarlos y hacerme de la vista larga para sus errores. El otro extremo será el
estar pendiente de todo, sin perderles ni pie ni pisada, regañándoles cada pequeño desliz
hasta hacerlos sentir que los estoy juzgando y persiguiendo.
Criar niños es bandeárselas en ese tirijala de extremos. Claro, que en algún momento de mis
prolongados años de maternidad le pedí a Dios que me guiara en mis decisiones para ser una
mejor mamá. En realidad lo que pedía era ese balance y todavía lo pido.
La compulsividad y la procrastinación juegan conmigo todos los días. ¿Qué hago primero?
Porque el famoso refrán de “No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy”, tiene su
opuesto, no muy conocido, que dice “No te obligues a hacer hoy lo que en realidad puede
esperar hasta mañana”. Y lo curioso es que ambos refranes tienen razón. ¿Cómo saber qué
conviene hacer ahora y hoy, y qué puede esperar?
Otra prueba grande ha sido lidiar con los deambulantes. Aquí en el Hato Rey parece que hay
más que en ningún otro lugar. Si les doy dinero, puede que esté fomentando el vicio. Si no les
doy nada, me siento mal. ¿Solución? Les doy galletitas en bolsitas individuales. Les resuelvo
algo, no aporto a ningún vicio, y me siento bien. Hasta en lo cotidiano y trivial Dios nos sabe
dar balance.
A veces tenemos que balancearnos entre querer dar y querer recibir; entre querer hablar y
querer callar; entre querer intervenir y querer salir corriendo.
¿Qué garantiza el balance de la balanza? Una base firme, con el suficiente peso para
aguantarte cuando sin querer te vayas para uno u otro lado. No es casualidad que en el diseño
tradicional de la balanza haya una cruz. El madero clavado en la tierra es el poder, la voluntad
y el amor de Dios; el madero transversal es la extensión de nuestra vida como encomienda que
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Mi Mundillo La balanza
Escrito por Gina Delucca, escritora invitada
Miércoles 10 de Julio de 2013 13:47
debemos cumplir responsablemente. El balance en nuestras vidas nos lo da Dios, que es la
base de nuestra balanza. Es una manera más de demostrarnos Su amor. Sin Dios no hay
balance. Sin base no hay balanza.
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