Los niños piensan la paz - Actividad Cultural del Banco de la

Anuncio
Lanzamiento.
Los niños piensan la paz
El próximo martes 15 de septiembre a las 10:00 a.m. José Darío Uribe,
gerente general del Banco de la República, presentará oficialmente el
libro “Los niños piensan la paz” en la sede del Banco en Medellín. La
publicación, que recoge las definiciones que más de novecientos niños
de todo el país hicieron de la palabra “paz”, hace parte del proyecto
cultural La paz se toma la palabra, que desde 2013 desarrolla la
Subgerencia Cultural del Banco en 28 ciudades colombianas y que
busca palabras e imágenes que permitan nombrar e imaginar la paz.
Ese mismo día, a las 8:00 p.m., en el marco de la Fiesta del Libro y la
Cultura de Medellín, Ángela Pérez Mejía, subgerente cultural del Banco, y
el poeta Javier Naranjo, editor del libro, presentarán “Los niños piensan
la paz” en el Salón Restrepo del Jardín Botánico de Medellín.
Tome nota:

Consulte la página web del proyecto La paz se toma la palabra: www.banrepcultural.org/paz
¿Qué es la paz?
—“Es lo más fantástico del mundo. Arregla todo.” Contestó Faiber Andrés
Levasa de 9 años, alumno de la Institución Educativa Resguardo Indígena
Poblazón en Popayán. Como Faiber, más de mil niños colombianos entre los 9
y los 12 años participaron entre 2013 y 2014 de “Los niños piensan la paz”, un
proyecto de lectura y escritura que lideró el poeta Javier Naranjo y que a partir
de talleres, juegos de palabras y producción de textos, exploró los sueños y
deseos que tienen los niños de nuestro país sobre la paz.
El detonador de los talleres fue la lectura de textos que desde diferentes
perspectivas abordaron el tema de la paz. Al mismo tiempo se propusieron
actividades y ejercicios que a partir de preguntas como: ¿Qué es la paz?
¿Cómo sería un país en paz? ¿Cómo puedo yo mismo estar en paz? Indagan y
rastrean diferentes aristas alrededor del significado que tiene este concepto en
el imaginario de los niños, así como en la representación que ellos mismos
hacen de su realidad y de la cotidianidad de sus familias.
En los talleres participaron niños de condiciones socioculturales muy diversas:
en Buenaventura, por ejemplo, niños de una comunidad negra raizal, en Popayán indígenas coconucos, en Armenia y
Manizales alumnos de un colegio privado, en Riohacha niños Wayuu de la ranchería Dividivi y en Bucaramanga niños
de dos instituciones de apoyo a la niñez. El proyecto se desarrolló a través de las Áreas Culturales del Banco en 13
ciudades distinta: Buenaventura, Popayán, Armenia, Manizales, Riohacha, Bucaramanga, Sincelejo, Girardot, Neiva,
Leticia, Honda, Tunja y Bogotá.
Los textos resultantes se agruparon en el libro de tres maneras: “Esto vivo”, “Esto siento” y “Esto digo”. Para
conservar la autenticidad de los escritos, se corrigió únicamente la ortografía y la puntuación, evitando al máximo
intervenir y dejando intacta la sintaxis particular que los niños tienen, potenciando así el sentido de lo dicho y
manteniendo la honestidad de sus expresiones.
“En las historias de vida de los chicos, en sus respuestas y en las propuestas para los guerreros (y para todos), hay
un conjunto de registros muy sensibles de nuestra condición humana, y por supuesto de nuestra situación como país.
Los niños hablan de los conflictos, de la sangre, las pérdidas, el valor del silencio, el necesario amor, el abandono, el
dolor, la alegría, el hambre, el reclutamiento para la guerra y la desesperanza. Ellos piden una familia en armonía
para que haya un país en paz. En sus voces están la naturaleza, nuestra realidad y su clamor por una vida más alta.”,
explicó Javier Naranjo.
En el último apartado del libro, “Yo digo”, se recogen los mensajes que los niños enviaron a negociadores de la paz
en La Habana, así nos encontramos con esta recomendación de Katherine de 8 años, una niña del Retiro (Antioquia):
“Les diría que enfrenten la pena que tienen, que se tranquilicen, respiren y empiecen a hablar”.
“Este libro está hecho para que tenga muchos usos. La inocencia inteligente de los niños dibujará sonrisas y su dolor
nos avergonzará. Servirá para leerlo a pedazos o completo, para usarlo como fuente de investigación o como lectura
que se mantiene en la mesita de noche. Servirá para comentarlo en congresos de sicología, de sociología, de
pedagogía, de estudios de paz; o en el almuerzo de familia. Ante todo, este libro servirá para invitar a niños y adultos
a continuar el diálogo para que entre todos nos permitamos un futuro en el que los niños tengan una realidad
diferente para reflejar”, afirma Ángela Pérez Mejía, Subgerente Cultural del Banco de la República.
La paz se toma la palabra
La paz en Colombia no presupone la ausencia de conflictos,
ni la existencia de un modelo que se pueda copiar. Además
de la voluntad política y de los cambios sociales que se
requieren para generarla, también se necesitan palabras
para nombrar esa realidad e imágenes para imaginarla.
Este es el propósito del proyecto La paz se toma la palabra,
de la Subgerencia Cultural del Banco de la República, que
además del libro “Los niños piensan la paz”, incluye la
exposición Frente al otro: dibujos en el posconflicto y el ciclo
de conferencias Entrecruzamientos. Ciudadanías en el
posconflicto, que reflexiona, desde miradas académicas y
prácticas, sobre los retos a los que los ciudadanos nos
veremos avocados en el escenario del fin del conflicto
armado.
Descargar