El presidente taiwanés promete acelerar las reformas para elevar la

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El presidente taiwanés promete
acelerar las reformas para elevar
la competitividad de la isla
Ma Ying-jeou celebra su primer año en la
presidencia
Durante la celebración del primera aniversario de su toma de posesión como presidente de Taiwán, Ma Ying-jeou, ha prometido que su Administración se esforzará
para acelerar las reformas económicas,
educativas y judiciales previstas, y agilizará
la reestructuración orgánica gubernamental
a fin de satisfacer las cifradas expectativas
que todo el pueblo tiene puestas en su Gobierno y elevar la competitividad de Taiwán.
Ma ha dicho que para hacer frente a la
recesión económica, su equipo administrativo concentrará sus esfuerzos en la
promoción de las seis principales industrias
emergentes del país: la biotecnología, las
energías verdes, el cuidado médico, la agricultura sofisticada, el turismo y la creatividad cultural.
En referencia a las reformas educativas, el
presidente ha expresado su confianza en
que éstas puedan contribuir a elevar más
aún la competitividad de Taiwán en la comunidad internacional. El Gobierno de
Taiwán se centrará en la distribución de los
diversos recursos educativos de la manera
más equitativa posible y en favorecer a los
grupos menos privilegiados.
En cuanto a las reformas judiciales, Ma se
ha comprometido a elevar la calidad de las
investigaciones judiciales y los juicios, así
como a favorecer la igualdad de la posición
de fiscales y defensores.
Ma ha abordado también el asunto de la
reestructuración orgánica del Ejecutivo, y
ha subrayado al respecto que el plan previsto
tiene como objetivo elevar más aún la eficacia administrativa y la competitividad de
Taiwán. Según el plan de reforma, que está
pendiente de la aprobación de la Cámara
Legislativa, el número de las agencias administrativas sería reducido de las actuales
37 a 29, constando el nuevo Ejecutivo de
13 ministerios, nueve consejos y comisiones,
dos direcciones generales, tres agencias
independientes y dos otras organizaciones.
"El pueblo decidirá la futura relación
entre China y Taiwán"
En lo que respecta a la relaciones con China continental, Ma ha aprovechado la
celebración del primer aniversario de su toma de posesión para insistir en que las
relaciones entre Taiwán y China han estado en su buen y correcto camino en el
curso del último año, y ha matizado que las futuras relaciones bilaterales deberán
ser determinadas por el pueblo taiwanés
Ma ha reiterado que su Administración se centrará en forjar un sólido fundamento
para la paz y la prosperidad de los dos lados del Estrecho de Taiwán, y que todas
las políticas estarán basadas en el concepto de las "tres negativas": "no unificación,
no independencia, no uso de la fuerza militar".
En cuanto a cómo será el futuro de las relaciones entre Taiwán y el continente
chino, el presidente ha hecho hincapié en que, en lo que respecta a Taiwán, “esto
será algo que deberá ser determinado por el propio pueblo, o aún por las próximas
generaciones venideras".
Ma ha dicho que no excluye la posibilidad de iniciar diálogos con Pekín sobre la
firma de un tratado de paz o acerca de diversas medidas tendentes a establecer la
confianza militar en el futuro, pero ha recalcado que la condición previa para tales
diálogos es que China debe eliminar o desmantelar primero todos sus misiles que
apuntan a Taiwán.
Apertura del
mercado de
Taiwán a las
inversiones
chinas
El Ministerio de Economía ha anunciado la inmediata apertura del mercado de Taiwán a las inversiones
chinas en más de 100 tipos de industrias taiwanesas, incluyendo los
sectores manufacturero, de servicios, de la construcción pública e
instalaciones en los aeropuertos
comerciales.
En respuesta a la preocupación en
algunos sectores por la posibilidad
de que las inversiones chinas, sobre
todo en los aeropuertos y puertos
locales, puedan poner en peligro la
seguridad nacional de Taiwán, el
Ministerio ha aclarado que el capital
chino será permitido sólo en las
zonas no restrictivas de aeropuertos
comerciales, tales como almacenes,
hoteles de tránsito, centros de conferencias internacionales y estacionamientos.
A los inversionistas chinos se les
prohibirá invertir en las áreas como
las pistas o talleres de reparación y
mantenimiento de aviones.
Además, los reglamentos que exigen que las inversiones extranjeras,
incluyendo el capital de China, no
constituya más del 50 por ciento de
las acciones de las compañías
taiwanesas, ayudarán a evitar que
los inversionistas chinos controlen
las empresas locales.
Los nuevos reglamentos también
prohíben que los fondos de las fuerzas armadas de China o de las
compañías chinas relacionadas con
el ámbito militar tengan inversiones
en Taiwán.
A los fondos chinos tampoco se les
permite entrar en las industrias de
monopolio, como los suministradores de electricidad y de combustibles, o los sectores comerciales que
desempeñan un papel crucial en el
desarrollo económico, en la estabilidad financiera y en la seguridad
nacional.
Durante el período de enero a mayo
de este año, el número de ciudadanos chinos que han visitado Taiwán
por motivos comerciales alcanzó
un promedio de más de 7.000 al
mes, duplicando los niveles del año
anterior.
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