AÑO XXXV. N.º 358. OCTUBRE 2015 Diciembre 2015 EL NIÑO JESÚS DE NEUROCIRUGÍA Y SU MADRE, LA VULNERATA DE CÁDIZ Erase una vez hace casi una década… La historia cuenta el hallazgo de un Niño Jesús en un depósito. Su situación era de abandono y bastante deteriorado. Con roturas, malogrado por el uso y desĮgurado en alguna de sus partes, el Niño Jesús reposaba en una cuna con algunos barrotes asƟllados en mal estado. Por lo general, una talla en estas condiciones invita a la reparación. Las partes rotas o desprendidas se reconstruyen y los trozos faltantes se moldean hasta recomponer partes perdidas. Luego se colorea todo embelleciendo la Įgura con una buena cosméƟca de pintura. Las Įguras navideñas del Niño Jesús que todos recordamos en nuestro hogar familiar, solían estar bastante trabajadas, manoseadas con el uso y el paso del Ɵempo, pero se alcanzaba a disimular sus imperfecciones con componendas artesanales, en ocasiones infanƟles. Eran ásperas, desiguales y hasta rugosas. No obstante, al desembalar el Nacimiento cada año, por ser el nuestro y arreglado con nuestras propias manos, el Niño Jesús en su cuna navideña nos parecía el mejor. UNA UNA BONITA BONITA HISTORIA HISTORIA El Niño Jesús de Neurocirugía apareció en un depósito y mostraba el paso del Ɵempo y el abandono. Roto, con trozos perdidos o descoloridos en buena parte de su cuerpo, su reconstrucción recorrió un camino disƟnto, aơpico, pues lo encontraron unas enfermeras. Y las enfermeras no pegan, ni pintan, ni engrudan… las enfermeras curan, rehabilitan, asisten, mejoran, alivian dolores. Y al ver al Niño Jesús en su cuna enfermo se pusieron manos a la obra. En la cabeza un vendaje que supone trepanación previa. En el costado un gotero que, conectado al brazo derecho suministra alimentos e hidratación. En la cabecera, un catéter para medir la presión venosa central. El Niño muestra también el cuidado femenino, delicado, de un pañal, al que acompaña un rodillo de protección para posibles úlceras. La manta anƟescaras, vigilará posibles úlceras que puedan provocar el roce o aplastamiento corporal. Un monitor, sopesa la frecuencia cardíaca y el carrito que despunta al fondo parece vigilar ocasionales paradas vitales imprevistas. Así se ve al Niño Jesús de Neurocirugía. Su dolor, no lo podemos olvidar, es un dolor que ha sido asumido voluntariamente, un villancico nos recuerda que vino a la Ɵerra para padecer. No es usual ver un Niño así. Siempre lo hemos visto rozagante, con expresión delicada y sonriente, acompañado en el pesebre por una Madre solícita y un José atento. Buey y asno próximos, también ovejas, pastores, ángeles que revolotean y, en el horizonte, los Reyes Magos cada día más próximos al portal. En el piso segundo del Virgen de la Vega (Salamanca), en Navidad hay también un nacimiento que reúne los elementos tradicionales de esta época del año. Está al comienzo del pasillo, en el arranque de las habitaciones donde se alojan los enfermos. Pero previamente, junto a la sala de enfermeras, se ve la otra cuna con el Niño. Este Niño Jesús de Neurocirugía se ve reŇejado en cada habitación y en los pasillos. Caminando por la planta, se deslizan hombres y mujeres, rehabilitándose como Él, algunos con barba y otros más lampiños, viejos y jóvenes. Alguno incluso tan bebé como el que acuestan en la cuna de madera. Es un Niño que nos recuerda el enigma inquietante del sufrimiento. ¿Por qué sufrimos? ¿Por qué a veces tanto? ¿Por qué también los inocentes? Dios no ha suprimido el dolor, pero sabemos que es una llamada a manifestar la grandeza moral del hombre, su madurez espiritual1 . Es también una invitación a acercarse más a Dios, a comprender al CruciĮcado y a comparƟr el misterio del dolor. Dolor comparƟdo por el Dios hecho hombre, dolor humano, moral y İsico, visible a nuestros ojos. Con la ayuda de la fe es como se alcanza a penetrar el misterio que tal dolor encierra. Sólo una fe sinceramente aceptada e intensamente vivida puede iluminar en sus raíces el misterio del dolor, aliviarlo con el aliento de la esperanza, con la fuerza de la caridad, llegar incluso a transformarlo en alegría y hacer de él una de las palancas que levanten el mundo2 (…) Sois para Él (los enfermos) seres preciosos. Quizá por eso haya que pedir también más fe a los que acompañan a los que sufren, porque aunque todos padezcan, la fe en ese amor de Dios alivia siempre3 . (…) El 1 Cfr. SaviĮci Dolorois, 22. 2 Cfr. En la Clínica Villa Betania. San Juan Pablo II, 19.XII.85 3 San Juan Pablo II en la India: en el hospital de las Misioneras de la Caridad (Madre Teresa de Calcuta) sufrimiento Ɵene otra verƟente sublime: da una gran capacidad espiritual, porque el sufrimiento es puriĮcación para un mismo y para los demás. Que la Cruz y el sufrimiento son algo posiƟvo, Ɵene mucho que ver, ciertamente, con la visión crisƟana de la vida. Se ve en quienes rodean la vida del enfermo: adquieren, desarrollan y viven virtudes que les hacen más serviciales, sacriĮcadas, sonrientes en medio de sus tareas, con fortaleza para ayudar de modo desinteresado. Son personas que comprenden en profundidad el consejo crisƟano: No pases indiferente ante el dolor ajeno. Esa persona, un pariente, un amigo, un colega…, ese que no conoces, es tu hermano4. En deĮniƟva, crecen y maduran como personas. Son más siente enfermo, qué cerca se siente uno de Dios. Cuando uno siente que necesita de los demás estás seguro que nadie te falla. Estás en buenas manos: en las de los hombres y sobre todo en las divinas. Yo al menos lo he senƟdo así. ¡Qué agradecido estoy a los demás y qué cerca he senƟdo a Dios. Bendito sea el dolor, bendita sea la enfermedad, las pequeñas o grandes diĮcultades! Una manera estupenda de celebrar este año la Navidad. Tanto en el hospital Virgen de la Concha como en el Virgen de la Vega de Salamanca me han atendido de una manera exquisita: médicos, enfermeras, cuidadores. ¡Qué manos y qué cuidado! Unos profesionales que lo saben y que lo quieren hacer de maravilla. Y que además lo han conseguido. …Y …Y SU SU MADRE, MADRE, LA LA VULNERATA VULNERATA DE DE CÁDIZ CÁDIZ humanas. Un ejemplo son las madres. Otro… las enfermeras. La historia de La Vulnerata se remonta al siglo XVI6. En 1516, la Ňota del conde de Essex junto con las tropas de Sir Walter Raleigh, entran en el puerto de Cádiz, hunden la Ňota española e invaden la ciudad. Allí, entre otras tropelías, arrastran una talla de la Virgen con el Niño. La llevan a la plaza del mercado y la muƟlan. Parten la imagen, acuchillan la boca de la Madre seccionando la nariz y le cortan ambos brazos. Del Niño Jesús sólo se conserva el pequeño pie que recoge el regazo de su Madre. La imagen es más tarde trasladada a Madrid, donde la esposa del Adelantado Mayor de CasƟlla, Condesa de Santa Gadea, la coloca en su capilla privada. 4 San Josemaría, Surco 251. 5 Escribía así un enfermo de la propia planta de Neurocirugía5 : Cuando uno se siente limitado, cuando uno se Placido Isidro, Carta. Diario de La Opinión, Zamora, 18,1.2015 6 Cfra. Santa María: La Vultranera. Real y PonƟĮcio Colegio de Ingleses En 1600, estudiantes y profesores católicos del Colegio de los Ingleses de Valladolid, quieren reparar la profanación que habían hecho sus conciudadanos años atrás y piden recibir en su casa la imagen muƟlada para venerarla. La propia reina, Margarita de Austria, asisƟrá a la colocación de La Vulnerata, herida, injuriada, a su llegada al colegio vallisoletano donde quedará deĮniƟvamente. Este Real Colegio de San Albano (The Royal College of St. Alban), conocido coloquialmente como Colegio de los Ingleses, fue fundado en 1590 por el jesuita inglés Robert Persons. La iglesia del Colegio, uno de los mejores exponentes del barroco de Valladolid, Ɵene como moƟvo central la imagen de La Vulnerata y su historia está recogida en ocho cuadros que se contemplan en la propia capilla. En este Colegio se formaban seminaristas ingleses desde el siglo XVI. Seminaristas que, terminados los estudios, regresaban a Inglaterra a desempeñar su ministerio como sacerdotes. Su tarea no era fácil: vigilados por espías enviados desde las islas al propio colegio, eran luego detenidos cuando regresaban a Inglaterra. En el colegio existe hoy una Galería de los MárƟres. Recoge los retratos de los colegiales que, después de formarse en Valladolid, regresaron a Inglaterra y fueron ejecutados como rebeldes políƟcos. También puede observarse en la iglesia un lugar disimulado desde donde asisơan los seminaristas a las ceremonias litúrgicas, semiescondidos, para que no pudieran ser idenƟĮcados por los espías. La experiencia nos muestra que el dolor forja y es la andadura que recorren las iniciaƟvas humanas: el emprendedor sortea obstáculos sin importarle los esfuerzos hacia su objeƟvo. Los atletas insisten con tozudez y abnegación para llegar a la meta propuesta. El estudiante se empeña una hora y otra para obtener un ơtulo profesional. Una madre se sacriĮca porque quiere a sus hijos… Las cruces, el dolor, los sacriĮcios, pueden llegar y llegan. Pero cuando llegan se enƟenden y pesan mucho menos, incluso se ven con alegría, si se Ɵene el corazón puesto en un objeƟvo, si se Ɵene un corazón enamorado. Así es más fácil comprender el senƟdo del villancico cuando nos recuerda que vino a la Ɵerra para padecer. Lo hace porque nos quiere y con la Cruz nos redime. Al dolor y al sufrimiento se le da senƟdo cuando el cariño proyecta su luz lleno de contenido y, si cabe, venda, arropa, hidrata, imitando el mejor esƟlo de lo que puede hacer la delicadeza femenina para con el Niño Jesús de Neurocirugía. José Luis AƟenza SUSCRIPCIONES E INFORMACIÓN: ASOCIACIÓN ARVO • C/ REYES CATÓLICOS, Nº 1-9, 3ºB • 37002 SALAMANCA TELÉFONOS: 923 26 13 03 - 923 26 66 92 • E-MAIL: [email protected] • www.casablan.org