India y sus comunidades tribales En nuestro último día en India teníamos previsto visitar dos proyectos tribales, uno de ellos enfocado a la reducción de la tasa de mortalidad materno-infantil en treinta pueblos pertenecientes a la diócesis de Vasai, y el otro sobre capacitación integral de una comunidad tribal. Sin embargo, debido a la celebración de elecciones en Maharashtra y a que estos proyectos están en una zona agitada por algunos grupos políticos, el obispo nos recomienda no viajar. Algunas de las personas beneficiarias se acercan a Thane (Mumbai), junto a los socios locales, para contarnos su proyecto y los cambios que están surgiendo en las vidas de estas personas. Aunque nos hubiera encantado ir a visitarles y poder conocer las aldeas, nos sentimos agradecidos de que vengan ellos y, al menos, podamos acercarnos a su realidad de primera mano. Nos recibieron con cantos tribales muy bonitos y nos regalaron unas pinturas preciosas hechas a mano, que están a punto de registrar como propiedad intelectual. Nos pusieron jazmines en el pelo tal y como hacen ellas mismas en sus celebraciones. El primero de estos proyectos está consiguiendo reducir el índice de mortalidad infantil, que a veces se acrecienta debido a supersticiones y antiguas creencias y ofrece formación en medidas de higiene y mejora de la salud. El segundo proyecto que nos muestra cómo estas personas han conseguido mejorar tanto en temas agrarios (ahora pueden cultivar y abastecerse por sí mismos) como en sanidad y en higiene. En estos dos proyectos están haciendo un gran trabajo en las zonas menos accesibles. Además, nuestros anfitriones nos presentaron un proyecto que lleva a cabo la diócesis de Vasai con el que intentan obtener financiación del Gobierno y de empresas indias, que están obligadas a donar un 2% en ayudas sociales para llevar a cabo diferentes proyectos de desarrollo, pero como existe la duda de la obligatoriedad de la ley, a veces no se cumple. El objetivo es que la financiación de sus proyectos quede cubierta por fondos del propio país. Profesionales muy preparados nos presentaron su proyecto, que seguro tendrá mucho éxito. Por la tarde la hermana Primi, una gran anfitriona, nos llevó a visitar las zonas emblemáticas de Thane Nos sumergimos en sus mercados abarrotados, llenos de colorido y mezclas de olores y sonidos, que tan difícil resulta describir con palabras. Despedimos la ciudad con sus gentes, mezclándonos entre ellos. Ya en la noche volvemos a Ankur, donde tras una cena rápida y preparar equipaje, vamos a dormir las pocas horas antes de partir hacia el aeropuerto de Mumbai y empezar nuestro largo día de regreso. Este viaje se acaba, pero comienza uno nuevo, en nuestras ciudades, en nuestra vida, donde nos espera interiorizar todo lo que hemos visto y vivido para poder compartirlo con los que nos rodean. Os mandamos nuestros últimos saludos desde Mumbai, la ciudad donde el desorden absoluto está ordenado.