La neumonía. Cuando la tos o el catarro se complican. Revista No. 91

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La neumonía. Cuando la tos o el catarro se complican.
Revista No. 91
En el hospital infantil La Mascota de Managua encontramos a doña Francisca, que ha
traído a chequear a su hija Tamara de seis años, ella nos dice:
“Tamarita está con catarro desde hace tres días y ahora anda con fiebre, la traigo para que
la vea el médico, y me diga lo que tiene, vi un anuncio en la tele que dice que si hay tos,
fiebre y cansancio, puede ser neumonía”. Zoila está cuidando a su hijita Belinda, ella
espera que su niña se recupere.
En lo que va del año 2005 se han visto afectadas como ellas, con enfermedades
respiratorias, 955 mil quinientas veintiséis personas en toda Nicaragua. Al comparar este
dato con el año pasado, resulta que en el mismo período del año 2004 se dieron menos
casos. También se han producido más muertes.
De los casos que se han presentado, en lo que va del año, ya han muerto 287 personas,
mientras que el año pasado las muertes por enfermedades respiratorias fueron 167
personas en el mismo período, es decir 120 personas menos.
Este año el Ministerio de Salud dice que en el Pacífico y en Managua es donde están la
mayoría de los casos, en esa lista le sigue Matagalpa. Entre las enfermedades
respiratorias la neumonía es la más grave. El doctor Juan José Amador, director de
epidemiología del MINSA, lo explica así.
“Desde el año pasado se ha establecido vigilancia para conocer cuáles son los virus que
ocasionan estas neumonías y se han identificado el de Parainfluenza uno y dos, el
Sincilial respiratorio y el Adenovirus.
Los más afectados por las infecciones respiratorias son los niños y las niñas con menos
de un año de edad y las personas mayores de 60 años. Sobre todo son los ancianos los
que se pueden complicar y morir. A la gente mayor el virus Influenza tipo A es el que
más la afecta y a la niñez es el Sincilial respiratorio. El Ministerio de Salud, para el
próximo año, espera tener vacunas contra algunos de estos virus”.
Lo que se puede hacer
El doctor Julio Valle, neumólogo que atiende en La Mascota, nos explica por qué hay
tantos casos de niños con enfermedades respiratorias, entre ellas la neumonía:
“Los cambios en el ambiente favorecen el crecimiento de bacterias y virus, que se
reproducen cuando hay humedad y calor, en tiempo lluvioso los virus y bacterias pululan
en el ambiente,y todas las personas quedan a merced de esa gran cantidad de virus. Si la
persona tiene altas sus defensas y le ataca algún virus de la neumonía puede que le afecte
de forma leve, pero si a un niño desnutrido le llega el mismo virus, le da de manera
grave”.
El doctor Julio Valle explica que:
“Se puede prevenir la neumonía, conociendo cómo se pasa. Vivir y dormir hacinados, o
sea amontonados en lugares con poco espacio para mucha gente, hace que se transmita la
neumonía y otras enfermedades.
Si una de las personas tose o estornuda, los virus que salen de su boca o de la nariz,
pueden contagiar a los menores, al respirar.
Los adultos que andan con dolor en la garganta o malestares del catarro, eviten besar a
los niños y niñas, puede ser que ande los virus de la neumonía aunque sólo sienta
molestias.
Las personas encargadas de atender a los niños y niñas, si andan algún síntoma de
catarro, deben taparse la boca al toser y lavarse las manos con frecuencia para evitar
contagiarlos.
Los niños y niñas menores de un año, deben estar apartados de toda persona, que ande
con tos o catarro.
Si un niño tiene síntomas de catarro, es mejor llevarlo al día siguiente al centro de salud,
lo importante es que un médico, le oriente qué debe hacer.
Si el niño tiene menos de tres meses y está con fiebre, es razón suficiente para llevarlo al
centro de salud”.
El Ministerio de Salud recomienda:
1. Atender a los niños con especial cuidado cuando tienen tos, la garganta irritada o anda
con mocos en la nariz.
¿Qué se puede hacer?
Darle mucho líquido para aflojar la flema. Darle siempre el pecho o su comidita. Darle
remedios caseros como té de manzanilla o de eucalipto. Limpiarle la nariz con una
toallita o un trozo de tela limpio. La madre o persona que le atienda debe lavarse las
manos antes y después de limpiarlo.
2. Llevar el niño al centro de salud Si el niño tiene la garganta roja o con puntos blancos,
fiebre o dolor de oído.
Señales de gravedad Respira más rápido de lo normal. Tiene dificultad para respirar. Se
le hunde la piel debajo de las costillas. No quiere comer o beber. Se queja. Tiene hervor
en el pecho. Tiene mucho sueño o cuando se le habla no responde. No puede tomar el
pecho o beber.
Otra recomendación del MINSA No dar medicamentos a los enfermos, ni darle
antibióticos sin receta médica, ya que se puede complicar el estado de la persona.
Lo que sí puede hacer es bajarle la fiebre con Acetaminofén, pero si en dos días la fiebre
continúa no espere más, llévelo al centro de salud.
El Acetaminofén se usa cada seis horas. El Acetaminofén viene en gotas, en jarabe o en
tabletas, depende de la edad del niño o la niña.
Niños y niñas de 2 a 6 meses. El Acetaminofén se le da en gotas. La dosis es de 13 gotas
cada vez.
Niños y niñas de 7 a 11 meses. Si es Acetaminofén en gotas, la dosis es de 15 gotas cada
vez. Si es de jarabe, se le da media cucharadita.
Niños y niñas de 1 a 2 años. Para estas edades el Acetaminofén puede comprarlo en
gotas, en jarabe o tabletas: En gotas, la dosis son 35 gotas. En jarabe, una cucharadita. En
tabletas de 250 mg. Se le da la cuarta parte de la tableta.
Niños y niñas de 3 a 4 años. En gotas, la dosis son 40 gotas. En jarabe, una y media
cucharadita. En tabletas de 250 mg. Se le da la media tableta.
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