ANÁLISIS URBANÍSTICO Año académico 2015 Profesor Titular: Oscar Bragos Profesor Adjunto: Omar Vassallo Equipo docente: Bragos - Fernández - Güizzo - Kleiner – Latour Mateos - Mazzaro - Ochoa - Procopio PRESENTACIÓN GENERAL LA ACTIVIDAD PRÁCTICA GRUPAL DURANTE EL CICLO LECTIVO 2015 Luego de la crisis de los años 70-80, hemos asistido a un proceso de recuperación del alcance del urbanismo como disciplina. Pasado un período en el que el urbanismo se redujo a intervenciones puntuales o fragmentarias, se fue recuperando progresivamente la idea del plan urbano como instrumento que, a la vez que establece ciertas reglas generales de intervención sobre la ciudad, es capaz de encuadrar acciones concretas sobre proyectos estratégicos (en función de diversas modalidades de articulación entre plan y proyecto). Sin embargo sólo en los últimos años se ha comenzado a observar el territorio más amplio (conformado por espacios naturales, rurales, productivos o infraestructurales, pero también por múltiples jurisdicciones) no sólo como contexto, sino como campo específico de actuación. Es así como, a partir de los últimos años, el ordenamiento del territorio y el abordaje de la dimensión ambiental implicada han asumido especial relevancia, exigiendo nuevas formas de conocimiento y nuevas estrategias de actuación. Ante este desafío, el concepto de paisaje –entendido como particular articulación de naturaleza, historia, cultura y ambiente– se erige como una noción capaz de dar cuenta de la configuración del territorio en un determinado espacio-tiempo; posibilitando -a la vez- la generación de categorías interpretativas sobre partes o componentes del territorio y de estrategias y criterios de intervención. Desde esta nueva mirada todo paisaje asume un valor específico como patrimonio de la comunidad que le ha dado identidad y soporte. Entre los elementos estructuradores de ese paisaje, los ríos y cursos de agua en general, resultan particularmente significativos, sobre todo en nuestra llanura. Constituyen corredores de vida y, a la vez, elementos organizadores del territorio, en tanto caracterizan el paisaje e inciden sobre las posibilidades de uso productivo de los suelos, de localización de centros urbanos y de movilidad dentro de un determinado territorio, entre otras cuestiones. En el territorio de la región Rosario –atravesado por un importante sistema de cursos de agua que confluyen hacia el Paraná- el río Carcarañá es el más significativo por sus dimensiones y por la singularidad de su paisaje. Todo el río Carcarañá se desarrolla sobre márgenes que oscilan entre 3 y 4 m de altura con un ancho medio del orden de los 40 m, el cauce presenta un patrón morfológico sinuoso. En partes del lecho se observan afloramientos de tosca. En el sector este de la cuenca se ubican áreas más planas, donde se emplazan los sistemas de canalizaciones de Salto Grande y Serodino. El cauce actual del río considerando como origen la desembocadura en el río Coronda a la altura de Puerto Gaboto y como extremo aguas arriba el Embalse Piedras Moras, tiene una longitud de 598 km, contados sobre el eje del río. (BASILE et al., 2013) Recientemente este río ha sido objeto de proyectos claramente contrapuestos emanados de un mismo gobierno provincial: uno que pretende transformarlo profundamente para convertirlo en “una vía fluvial navegable” para transportar cargas hacia los puertos ubicados sobre el Coronda y el Paraná (un proyecto que -de efectivizarse- alteraría en forma irreversible los rasgos esenciales del río), y otro que lo declara “corredor ecológico protegido”. El objetivo principal del primer proyecto es la realización de un estudio de pre-factibilidad técnica para definir -en correspondencia de los ríos Carcarañá y Tercero- una ruta fluvial comercialmente navegable. El estudio, que considera la rectificación de tramos y construcción de exclusas, se fundamenta en la insuficiencia del sistema de carreteras y ferroviario para el transporte comercial y en las supuestas ventajas comparativas que ofrece el transporte fluvial en comparación con los otros modos de transporte (menor costo, menor consumo de energía y ahorro de tierras). Por el contrario, el segundo proyecto consiste en incorporar al Sistema Provincial de Áreas Naturales Protegidas establecido por la Ley Nº 12.175, en la categoría “Manejo Reserva Hídrica Natural”, al curso del río Carcarañá, desde su ingreso al territorio provincial hasta su desembocadura en el río Coronda, definiendo una franja de trescientos metros a cada lado del curso de agua como “corredor ecológico protegido”. Esto supone una extensión aproximada de 167 km y una superficie, también aproximada, de 10.020 hectáreas. (Decreto 1579/12 ad referundum de las Cámaras Legislativas). Tomando nota de las políticas contradictorias a las que se ha hecho referencia, como también de ciertos procesos que están teniendo lugar tanto a nivel de los recursos naturales (contaminación de los suelos y las aguas, aumentos extraordinarios de caudal, inundaciones, deforestación de riberas) y de las áreas productivas rurales (profundización del monocultivo y pérdida de diversidad del paisaje), como también de los sistemas de movilidad (incremento del tránsito privado y colapso provocado por el transporte de cargas hacia los puertos) y de los centros urbanos comprometidos (expansión de las urbanizaciones con destino a vivienda permanente y/o finsemanal, loteos subestándares y urbanizaciones cerradas) nos hemos propuesto trabajar durante el presente año, sobre una porción del espacio atravesado por el río Carcarañá, con la idea de producir interpretaciones y propuestas orientadas al ordenamiento del territorio comprometido y al desarrollo de proyectos específicos. Teniendo en consideración, por otra parte, el excepcional valor del río y sus espacios ribereños desde el punto de vista ambiental y su significación como elemento caracterizante del paisaje y del perfil de las ciudades que sobre él se colocan, nos ubicaremos -para el desarrollo de las distintas instancias de la actividad práctica– en la hipótesis que establece al río Carcarañá y sus espacios ribereños como “corredor ecológico protegido”, estudiando desde esta perspectiva las posibilidades de desarrollos productivos, residenciales y recreativos que ofrece el territorio en cuestión, estableciendo criterios de intervención que posibiliten un desarrollo sostenible, respetuoso de los recursos naturales, ambientales y paisajísticos que se pretende proteger. El desarrollo de la actividad práctica que abordaremos durante el ciclo lectivo 2015 pretende alcanzar en su instancia final, la definición de los lineamientos para el ordenamiento urbano de una de las localidades vinculadas al último tramo del río Carcarañá -en el extremo norte de lo que se reconoce como la Región Metropolitana de Rosario- entendiendo a dicha localidad en el marco de la problemática que define su inserción en un territorio complejo (en tanto el espacio territorial en el que se insertan los centros urbanos se entiende como el espacio en que se definen tensiones, vocaciones, conflictos y potencialidades que condicionan efectivamente las posibilidades de transformación de los centros urbanos). La actividad práctica del año se desarrollará, entonces, en cuatro instancias o momentos sucesivos, aunque profundamente relacionados entre sí: Momento 1: El reconocimiento del territorio del último tramo del Carcarañá (TPN° 1) Momento 2: La definición de lineamientos de actuación sobre ese territorio (TPN° 2) Momento 3: Diagnóstico a nivel de una de las localidades del sector (TPN° 3) Momento 4: Propuesta de ordenamiento a nivel de una de las localidades del sector (TPN° 4) Cada momento culmina con una presentación (entrega) del trabajo producido de acuerdo con lo solicitado en las correspondientes “guías de trabajo” que se presentarán oportunamente a los estudiantes. Cada entrega tendrá una nota que se promediará para la nota final y regularización de la materia.