los cuales, como dice muy oportunamente el Sr. Costa, se

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los cuales, como dice muy oportunamente el Sr. Costa, s e guramente proceden de Francia. El herbario de Pourret c o n tiene varias plantas, en cuyas etiquetas este botánico escribió
«Bolos,» por haberlas recibido de él; pero tampoco se i n d i can las localidades, y aunque algunas crecen en las inmediaciones de Olot y Pirineos Orientales, otras jamás se nos hanpresentado en estos puntos, que hemos recorrido varias veces
y en distintas épocas, por lo que no las incluiremos en n u e s tro escrito. Pourret, en honor á su amigo: in honorem amicissimi D. Francisci Bolos de Minuart, botanici eximii, fundaba un género, Bolosia, en la familia de las compuestas.
De igual defecto que el herbario de Bolos adolece otro que
fué de 1). Luis Novoa, ilustrado joven farmacéutico que falleció en Santo Domingo, siendo primer ayudante de Sanidad.
Contiene algunas especies curiosas, como el Solanum Sodomeum, Trachclium ccerulcum y otras, que probablemente proceden de Galicia, y aún no están citadas en este antiguo reino;
pero no se indica la procedencia de ninguna. Hemos también
visto las colecciones de los Sres. Tremols, en Barcelona, y
hermanos Buslillo, en Galicia, de las cuales lomamos algunas
notas, que consignamos con el nombre de sus autores, significando con el signo ! á continuación del nombre, que hemos
visto la planta mencionada. De D. Víctor López Seoane recibimos una extensa lista, casi toda de criplógamas celulares de
Andalucía; y sentimos que por la índole de nuestra publicación
no podamos utilizar de ella más que algunos dalos, ya porque no comprendemos dicho reino en nuestros Apuntes, ni á
la criptogamia, aún poco estudiada en España, damos mucha
extensión, hasta prescindiendo de los dalos que poseemos,
pues muchos ya están consignados en la Enumeración de las
criplógamas de España y Portugal, en cuyo Catálogo el Señor
Colmeiro reúne con sus observaciones las de muchos botánicos, demostrando una vastísima erudición, á la par que una
rara habilidad en reunir multitud de datos diseminados.
Todas las observaciones que estos y otros amigos nos han
proporcionado, algunos con tan generoso desprendimiento,
hasta rogarnos que nos las apropiásemos, serán m u y escrupulosamente citadas en nuestros Apuntes: la circunstancia de
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