Martín Faz Mora. …hasta por 7 años. Resulta llamativo cómo la

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Martín Faz Mora.
…hasta por 7 años.
Resulta llamativo cómo la decisión al interior de una acotada comisión administrativa, cuyos
acuerdos no transitan por el órgano de dirección del CEEPAC, pudo estar a punto de echar por la
borda el trabajo del organismo en la reciente elección.
Solicitados por usuarios de información pública los resultados por casilla de las recientes
elecciones, la Comisión de Información del CEEPAC resolvió reservarla, desde mi perspectiva, por
un plazo desmedido y con ello colocó innecesariamente el trabajo del organismo en el terreno del
“sospechosismo”, ese neologismo político que ha obtenido carta de ciudadanía en nuestro país.
Enderezar el entuerto argumentando que el vocablo “hasta” significa una progresión más no un
plazo fijo, no ayuda demasiado, menos cuando al consultar el Diccionario de la Real Academia
(DRA) de la lengua española a las claras señala que tal expresión, en tanto adverbio de tiempo,
significa lisa y llanamente: “No antes de”. Alegar que en ninguna parte del mencionado Acuerdo
CI-36-07-2015 de la Comisión se escribe siquiera “7 años”, tampoco ayuda porque en su parte
resolutiva claramente se estipula que la información solicitada deberá “permanecer en reserva a
partir del 03 de julio, por el plazo que establece el numeral 37, fracción segunda de la Ley de
Transparencia Administrativa y Acceso a la Información pública o se apruebe su desclasificación
por el Comité de Información”, pues al acudir al texto de la ley éste dice: “La unidad administrativa
responsable de archivar y resguardar la información clasificada como reservada, la mantendrá
restringida hasta por un lapso de: […] Siete años, tratándose de la información en posesión del
resto de los entes obligados regulados en esta Ley…”. Ni para dónde hacerse.
Ello sin entrar siquiera al fondo del asunto: la valoración entre difundir información de interés
público con la requerida y adecuada prueba del daño probable, presente y específico que podría
producir la publicidad de la información y que debe fundamentar la decisión de reservarla.
Situación de la que el Acuerdo tampoco sale bien librado, de nuevo, desde mi perspectiva.
Supongamos, sin conceder, que la información solicitada pueda estar sujeta a reserva por el hecho
de estar constreñida a procesos deliberativos de autoridades administrativas y jurisdiccionales aún
pendientes de resolver (Art. 41, fracc. IV de la Ley de Transparencia) como sería, en el caso de las
primeras, el dictamen del INE sobre el respeto o no de los topes de campaña y, para las segundas,
la resolución de los juicios de nulidad.
De la segunda circunstancia deben exceptuarse la elección de gubernatura, una treintena de
municipios y dos pares de distritos, en los que no se interpuso recurso alguno. De la primera faltan
por resolverse todos. Aun así ambas resoluciones tienen fechas perentorias, próximas e
inmediatas, incluso precisamente señaladas en ordenamientos legales de la materia, como el
artículo 86 de la Ley de Justicia Electoral del Estado que establece: “Los juicios de nulidad electoral
de las elecciones de diputados e integrantes de ayuntamientos deberán quedar resueltos los días,
quince, y treinta de agosto, respectivamente; los relativos a la elección de Gobernador del Estado,
a más tardar el veinticinco de agosto, todas fechas del año de la elección que corresponda”. ¿Por
qué, entonces, hasta –“no antes de” (RAE)- por siete años? Situación innecesaria debida a la
decisión de una unidad administrativa sin, desde mi perspectiva, la adecuada ponderación.
La decisión no hace sino demeritar inútilmente los logros obtenidos. Algo semejante a lo que, en
términos psicológicos se conoce como, auto sabotaje. Ello se debe, desde mi personal análisis, a
inercias de una cultura institucional disfuncional situada en las antípodas de lo que debe ser una
administración pública de nuevo cuño alejada de la auto referencialidad y que debiera ubicarse,
más bien, desde una perspectiva que asuma garantizar derechos ciudadanos como, en el caso, el
acceso a la información pública.
Como sea y como saldo positivo del incidente, ayer mismo, tal unidad administrativa responsable
de la decisión resolvió modificar el desproporcionado plazo por uno perentorio y próximo, acorde
a plazos legales de la materia y, particularmente, al legítimo interés público de la información
solicitada.
Debe también considerarse que información relevante del proceso es accesible tanto en la página
web del CEEPAC y en la del PREP que continúa asequible. Otro resultado positivo del episodio es
que se ha resuelto también dar inicio al análisis de la desclasificación de la reserva de la
información, para hacerlo inmediatamente que el INE y los tribunales electorales concluyan los
correspondientes procedimientos y juicios a los que aún está sujeta, y que lo será en fechas muy
inmediatas.
@MartinFazMora
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