EL TEXTO DESCRIPTIVO. Describir es representar la realidad por

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EL TEXTO DESCRIPTIVO.
Describir es representar la realidad por medio de las palabras.
Todo lo que percibas a tu alrededor puede ser descrito, tanto personas, animales,
lugares, objetos o procesos, que constituyen la realidad física; como la realidad
abstracta, conformada por conceptos, emociones, sentimientos o creencias.
Los textos descriptivos contienen la descripción detallada de las características de una
persona, un ambiente, un objeto, fenómeno o suceso, también las descripciones de
emociones y sentimientos humanos expresadas en la literatura.
Los textos descriptivos están presentes en cuentos, novelas, libros de ciencia,
tecnología e historia, así como en las etiquetas, catálogos y trípticos turísticos.
Este tipo de texto pretende que el lector obtenga una imagen exacta de la realidad que
estamos transmitiendo en palabras, una especie de “pintura verbal”.
Es muy importante diferenciar dos tipos de descripción: la técnica y la literaria. Entre
ambos hay muchas diferencias:
- En la descripción técnica es fundamental que la objetividad siempre sea respetada
para que la información no sea distorsionada por algún punto de vista u opinión. El
lenguaje que se utilizará es frío, con palabras técnicas que sólo apuntan a explicar una
característica de lo que se intenta representar. En una descripción objetiva el autor
adopta una actitud imparcial frente al objeto descrito, y se limita a describir, con la
mayor objetividad y precisión posibles, las características que mejor lo definen (no
trata de suscitar ninguna emoción estética en el lector). Este tipo de descripción es
característica de los textos académicos y científicos.
- En la descripción literaria se da lo opuesto, primando la subjetividad del autor y el
uso de palabras con la búsqueda agregada de generar una estética agradable.
Importante también, es aclarar que la realidad que nos describe el escritor puede
haber salido de su imaginación, y ser perfectamente un texto descriptivo, dado que, al
fin y al cabo, se trata de una realidad: la suya. En una descripción subjetiva el autor
refleja lo que le sugiere personalmente el objeto que describe, y en muchos casos los
datos aparecen de manera desordenada. Contiene una gran carga subjetiva y su
finalidad suele ser estética.
Platero es pequeño, peludo, suave; tan blando por fuera, que se diría todo de
algodón, que no lleva huesos. Sólo los espejos de azabache de sus ojos son duros
cual dos escarabajos de cristal negros. Lo dejo suelto, y se va al prado, y acaricia
tibiamente con su hocico, rozándolas apenas, las florecillas rosas, celestes ... Lo
llamo dulcemente: "¿Platero?", y viene a mí con un trotecillo alegre que parece que
se ríe, en no sé qué cascabeleo ideal... Es tierno y mimoso igual que un niño, que una
niña...; pero fuerte y seco por dentro, como de piedra.
Una característica esencial, que se aplica en ambos tipos de descripciones, es que se
trata de textos atemporales. Esto significa que lo que describimos, al momento de
hacerlo, no se mueve en el tiempo sino que lo detenemos unos instantes para hablar
de él como un todo estático.
¿Qué podemos describir?
-
Cuando se describe físicamente a un ser, el texto recibe el nombre de
prosopografía.
Si lo que se describe es el carácter y los sentimientos de una persona, el texto
recibe el nombre de etopeya.
La unión de la descripción física y de carácter / prosopografía y etopeya ) da
lugar al retrato.
La descripción de una época ( siglo, mes, día, año... ) se denomina cronografía.
Cuando se describe un lugar real , éste recibe el nombre de topografía;
mientras que si el lugar es imaginario se llama topotesia.
Para redactar un texto descriptivo debemos fijarnos en los siguientes aspectos:
• Elegir un punto de vista. El lugar desde donde se observa algo influye en la manera
como lo describimos: no es lo mismo decir cómo es un coche si estamos en el asiento
del conductor que si lo contemplamos desde un escaparate.
• Seleccionar los rasgos más importantes. La descripción puede ser minuciosa y
exhaustiva ( con muchos detalles ), o superficial, en la que lo fundamental es resaltar el
rasgo más significativo.
• Ordenar las características de la descripción. Podemos describir de arriba abajo, de
izquierda a derecha, de dentro hacia fuera, de lo general a lo particular..
• Elegir los recursos lingüísticos adecuados. Los recursos lingüísticos más indicados
para describir son los adjetivos especificativos y explicativos; las proposiciones
subordinadas adjetivas y las estructuras comparativas y superlativas.
ESTRUCTURA DE LOS TEXTOS DESCRIPTIVOS:
Ya Cicerón, en su obra De Oratore , consideraba que el esquema estructural natural de
los textos es el de introducción, desarrollo y desenlace.
En la introducción se plantea el tema del que se van a ofrecer datos, en caso de la
descripción, se indica qué vamos a describir. El desarrollo ofrece los datos que quieren
ofrecerse para que los conozcamos y la conclusión supone el cierre del texto.
Esta estructura es la habitual, si bien existen muchos otros tipos.
Desde el punto de vista del contenido, podemos diferenciar los siguientes tipos de
estructuras:
• Estructura analizante o deductiva: en la que la idea central del texto aparece
expuesta al comienzo del mismo y, posteriormente, se desarrollan otras ideas
relacionadas con ella.
• Estructura sintetizante o inductiva: se denomina así a aquel texto cuya idea principal
se expone al final del mismo como consecuencia deducida de todo lo contado
anteriormente.
• Estructura paralela: el texto expone diversas ideas relacionadas entre sí pero no
jerarquizadas.
• Estructura abierta y aditiva: los elementos se añaden unos a otros y se podría seguir
añadiendo más, la idea principal no tiene una conclusión clara.
• Estructura cerrada: lo que el autor plantea a través del texto muestra un cierre. Es la
contraria a la anterior. Mientras que una descripción no científica puede incluir
desordenadamente datos muy subjetivos (por ejemplo, la descripción de la persona
amada en una conversación informal), en un texto académico, en cambio, las
descripciones sólo admiten datos objetivos y comprobados. Además, en un texto
científico, el orden es esencial y debe emplearse necesariamente un estilo objetivo,
claro.
Podemos considerar tres procedimientos ordenados:
1. Establecimiento del tema: es la presentación del objeto como un todo. Éste se
puede establecer desde el inicio o bien después de enumerar características.
2. Caracterización: se distinguen las cualidades, las propiedades y las partes del
objeto de la descripción.
3. Relación con el mundo exterior: se establece una relación tanto en lo que se
refiere al espacio y el tiempo como a las múltiples asociaciones que se pueden
activar con otros mundos y otros objetos análogos (comparación, metonimia,
metáfora).
TÉCNICAS DESCRIPTIVAS.
LAS FORMAS VERBALES.
Las formas verbales más utilizadas en los textos descriptivos suelen ser el presente
intemporal, sobre todo en las descripciones técnicas, y el pretérito imperfecto de
indicativo, que es la forma verbal característica de la descripción insertada en la
narración. Con el presente se comunica el carácter intemporal de la materia descrita,
con el pasado la descripción se circunscribe a un determinado período temporal, pero
en ambos casos se destaca la intención de no mencionar el final. Es constante, por lo
tanto, el empleo de formas verbales de aspecto imperfectivo. También es corriente la
combinación del presente y del pretérito imperfecto.
En cuanto al tipo de verbos, predominan en la descripción estática los verbos
atributivos y los predicativos que significan estado. En la descripción dinámica, al
expresarse movimiento y la transformación del objeto descrito, aparecen los verbos
que significan acción o proceso.
EL SUSTANTIVO Y EL ADJETIVO.
En los textos descriptivos suelen predominar los sustantivos y adjetivos, porque la
referencia a objetos es superior a la de las acciones. Los sustantivos abundan porque
nombran la realidad, clasifican estados y seres a los que, de otro modo, no se les
podría precisar.
Pero más importante que el sustantivo es el adjetivo, pues éste aporta la información
auténticamente descriptiva, puede matizar el sentido y dotar de una mayor expresividad al sustantivo. Aquí se consideran tanto los adjetivos necesarios para la
comprensión del sustantivo como los denominados epítetos. Aunque no es
conveniente la acumulación de adjetivos, en ocasiones éstos pueden aparecer en serie
(se puede ver en Azorín).
El adjetivo puede aparecer pospuesto —el orden normal en español— y antepuesto,
destacando las características más relevantes de los objetos a los que se refiere.
También es frecuente el empleo de estructuras atributivas para expresar cualidades
(sus aguas son rojizas, lentas).
La utilización del adjetivo en la descripción pone de relieve los componentes
sensoriales que existen en todo texto descriptivo, por ello, es imprescindible un
estudio de la adjetivación en el comentario de un texto descriptivo.
LAS ESTRUCTURAS SINTÁCTICAS.
Predominan la yuxtaposición y la coordinación. La utilización de la yuxtaposición
permite describir el objeto como un todo, logrando así la simultaneidad de las
impresiones recibidas. El empleo de la coordinación implica ya un cierto dinamismo
porque introduce la sucesión de los distintos componentes de la descripción.
LOS PROCEDIMIENTOS O RECURSOS ESTILÍSTICOS
En la descripción subjetiva y literaria se utilizan con frecuencia recursos estilísticos,
porque con determinadas figuras literarias el escritor trata de comunicar una visión
personal de la realidad que se pretende describir. Quizás las figuras que con más
frecuencia aparecen en textos descriptivos sean la comparación y la metáfora, junto a
la sinestesia, la personificación, la aliteración, la metonimia, etc.
Con la comparación se ayuda a comprender mejor lo que se describe, sobre todo si se
trata de un objeto poco conocido o de cualquier noción abstracta.
Con la metáfora, a la vez que se ayuda a la comprensión de lo descrito, se enriquece
formalmente la descripción con imágenes que suscitan en el lector distintas
sensaciones.
LA DESCRIPCIÓN DENTRO DE LA NARRACIÓN
Como el diálogo, la descripción aparece con frecuencia en los textos narrativos
utilizada como una técnica específica. Mediante la descripción de personajes (o
retratos) el narrador nos da información importante sobre el aspecto físico y la
psicología de estos (recuerda: prosopografía y etopeya). También son frecuentes las
descripciones del espacio físico donde transcurre la acción, las del ambiente o las de
objetos relevantes.
Los fragmentos descriptivos insertos en los textos narrativos suponen normalmente
una interrupción del hilo narrativo, una detención del transcurso del tiempo y de las
acciones de los personajes, sobre todo si es una descripción estática. Esos fragmentos
descriptivos también pueden provocar en el lector determinadas emociones
relacionadas con la acción (temor, suspense, melancolía...), o tener un simple valor
decorativo.
EJEMPLOS DE TEXTOS DESCRIPTIVOS
TEXTO 1.
Paco Montegrifo era de esos tipos que dejan los calcetines negros para chóferes y
camareros y se deciden, desde que tienen uso de razón, por los de color azul marino
muy oscuro. Vestía de un gris también oscuro e impecable, y el corte de su traje a
medida, con el primer botón cuidadosamente desabrochado en cada uno de los puños
de la chaqueta, parecía extraído de las páginas de una revista de alta moda masculina.
Camisa de cuello Winsord, corbata de seda y un pañuelo que asomaba discretamente
por el bolsillo superior, definían su apariencia perfecta cuando se levantó de una
butaca del vestíbulo y fue al encuentro de Julia.
Arturo Pérez Reverte, La tabla de Flandes.
TEXTO 2.
El parque estaba discretamente poblado por amas de casa que habían llevado a sus
hijos a tomar el sol. Julio se fijó en Laura en seguida. Estaba sentada en un banco,
entre dos señoras, con las que parecía conversar. Su rostro, y el resto de su anatomía
en general, eran vulgares, pero debieron remitirle a algo antiguo, y desde luego
oscuro, en lo que sintió que debía haber estado implicado. Tendría unos treinta y cinco
años y llevaba una melena veteada que se rizaba en las puntas, intentando quebrar
una disposición de los cabellos que evocaba en Julio alguna forma de sumisión; las
ondulaciones, más que quebrar esa disposición, la acentuaban. Sus ojos, con ser
normales, tenían cierta capacidad de penetración, y cuando se combinaban con los
labios, en una especie de sincronía cómplice y algo malévola, lograban seducir
imperceptiblemente. El resto de su cuerpo era una línea ligeramente ensanchada en
las caderas, que -sin llegar a resultar desgarbada- carecía de la apariencia de efebo que
tal clase de cuerpo suele evocar, especialmente si pertenece a una mujer madura.
Juan José Millás, El desorden de tu nombre.
TEXTO 3
[...] En el gran salón de la Sociedad Recreativa del Casino las lámparas de araña
multiplicaban la dorada pedrería en sus reflejos cristalinos, como si un incendio de
luces amarillas fuese asolando los techos, derramando sus llamas como lenguas
centelleantes que lamieran los arabescos estucados.
Benjamín Otero apenas podía sustraer la mirada a aquel luminoso esplendor, que
cernía su corona sobre el salpicado bullicio de quienes por el salón se iban
distribuyendo.
Un cerco de sillas, alineadas contra las paredes, remarcaba los amplios espacios libres
dispuestos para el baile. Por las salas adyacentes, que comunicaban por sendos arcos
laterales con el salón, se movían presurosos algunos camareros, retocando manteles y
ordenando cristalerías.
Benjamín se vio envuelto en un persistente aplauso, y su tío le dio con el codo para
bajarle de las nubes. Mecánicamente se puso a aplaudir también.
Hacia el estrado, que levantaba como una mediana proa a modo de reducido escenario
cuajado de flores, caminaban la Reina y sus Damas. Los aplausos continuaron hasta
que fueron tomando asiento: la Reina en su trono, alzado unos peldaños, y las Damas
ordenadamente dispuestas a su vera.
Benjamín distinguió un vertiginoso cabrilleo de diademas, un fuego blanco de vibrátiles
lenguas en el paisaje de la instalada Corte. [...]
PRÁCTICA DE UNA DESCRIPCIÓN.
El corazón es un órgano de forma cónica situado en la parte central de la cavidad
torácica (mediastino), entre los pulmones. En su parte externa presenta un surco
transversal y otro surco longitudinal, por donde discurren las arterias y venas
coronarias, así como los nervios que intervienen en su regulación nerviosa.
En su parte interna presenta cuatro cavidades: dos aurículas y dos ventrículos. Los
ventrículos presentan paredes más gruesas que las aurículas y, a su vez, el ventrículo
izquierdo es de paredes más gruesas que el derecho. La aurícula izquierda está
comunicada con el ventrículo izquierdo a través de la válvula mitral o bicúspide, y la
aurícula derecha se comunica con el ventrículo derecho por medio de la válvula
tricúspide. Las válvulas están constituidas por unas membranas (2 la bicúspide y 3 la
tricúspide) insertas en las paredes del corazón.
A la aurícula derecha le llegan las dos venas cavas (la superior y la inferior), mientras
que a la aurícula izquierda llegan las cuatro venas pulmonares. Del ventrículo
derecho parte la arteria pulmonar, mientras que del izquierdo parte la arteria aorta.
La llegada de la sangre al corazón por las venas se efectúa continuamente y sin
impedimento, pues estas venas se abren libremente en la pared cardíaca. En cambio,
la salida de la sangre de los ventrículos a las arterias está regulada por las válvulas
sigmoideas, que se abren únicamente cuando la sangre ventricular alcanza cierta
presión como consecuencia de la contracción de la pared del ventrículo.
CARACTERÍSTICAS LINGÜÍSTICAS.
Emplear sintagmas nominales ampliamente adjetivados. De la selección de las
palabras adecuadas depende el éxito del texto descriptivo: nombres y adjetivos
valorativos, precisos y sugerentes para representar con viveza una escena o para dar
cuenta de la impresión producida por ella, terminología específica en el caso de la
ciencia y de la técnica. Es importante recordar que cada disciplina científica cuenta con
una terminología o un lenguaje especializado y es importante utilizar los términos
precisos
para
huir
de
la
ambigüedad
del
lenguaje
estándar.
Ej:
El
viento
sur,
caliente
y
El
rumor
estridente
de
los
remolinos
El monótono y familiar zumbido de la campana del coro.

de
perezoso...
polvo...
Usar palabras que describen impresiones sensoriales.
Ej:
El
viento
sur,
caliente
y
perezoso...
(tacto)
En las calles no había más ruido que el rumor estridente de los remolinos de polvo...
(oído)
Las
En
nubes que se
lo alto de la

rasgaban al correr hacia el norte.
esbelta torre de la Santa Basílica.
(vista)
(vista)
Utilizar verbos en presente o imperfecto de indicativo. Ello permite llevar a
cabo aseveraciones de carácter general, que resultan propias de las
descripciones académicas.
Ej:
La
heroica
ciudad
dormía
la
siesta.
Aquellas sobras de todo se juntaban en un montón, parábanse como dormidas un
momento
y
brincaban
de
nuevo...
Los coralarios son parientes cercanos de las medusas y las actinias y forman...

Introducir enumeraciones de los distintos componentes del objeto descrito,
colocados uno a continuación del otro (no aparecen conectores de carácter
causal, consecutivo, condicional, etc.).
Ej: Las células se organizan en tejidos, órganos, aparatos y sistemas para realizar sus
funciones.

Realizar definiciones. Esta técnica está estrechamente relacionada con la
descripción y es una operación básica en la descripción académica. Consiste en
predicar determinadas características de un objeto, un proceso o un fenómeno
en general, con el objetivo de determinar a qué clase pertenece y cuáles son
sus atributos distintivos, que lo convierten en un objeto singular. Esta
estrategia es tan común en las disciplinas científicas en las que se investiga en
torno a características del mundo físico, como en las disciplinas de
humanidades, que investigan en torno a características, propiedades y
configuración del mundo social, cultural o psicológico.
Ej: Las plaquetas o trombocitos son restos celulares derivados de unas células llamadas
megacariocitos, y participan en el proceso de coagulación sanguínea.

Introducir analogías. Esta estrategia consiste en comparar lo que se intenta
describir con otro objeto o concepto más sencillo, más conocido por el lector.
La analogía puede ser una estrategia muy útil para trasmitir conceptos, razón
por la cuales muy frecuente en textos académicos, tanto en secuencias
descriptivas como en secuencias expositivas o argumentativas. Sin embargo, no
tenemos que olvidar que las comparaciones son solamente una ayuda para la
comprensión, no constituyen verdades absolutas. La analogía tiene cabida en
un texto académico solamente cuando es un mecanismo para facilitar la
comprensión; a diferencia de lo que sucede en las descripciones literarias, en
las descripciones científicas no deben aparecer comparaciones o metáforas con
fines estilísticos.
Ej: Un modelo de una molécula de hemoglobina se parece más bien a un denso
arbusto
espinoso.

Emplear terminología específica.
Ej: Las válvulas están constituidas por unas membranas (dos la bicúspide y tres la
tricúspide) insertas en las paredes del corazón.

Utilizar recursos expresivos.
-Comparaciones:
Ej: Cual turba de pilluelos, aquellas migajas se juntaban en un montón...
-Metonimias:
Ej: La heroica ciudad dormía la siesta (el todo por la parte; los que duermen la siesta
son
algunos
de
sus
moradores).
-Personificaciones:
Ej:
Los
cristales
temblorosos
de
los
faroles.
-Aliteraciones:
Ej: Más ruido que el rumor estridente de los remolinos. (aliteración de /r/ para indicar
el sonido del viento).
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