Estado de Morelos

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MORELOS
El estado de Morelos es una de las 32 entidades federativas de México, y se encuentra dividido en
33 municipios.1 El municipio, como lo define la Constitución Mexicana en su artículo 115, es la base
de la división territorial de cada entidad, así como de su organización política y administrativa.2 Cada
municipio cuenta con su propia cabecera municipal, que sirve como sede del poder del gobierno
municipal, además de que a menudo se trata de la localidad más importante del territorio.
Durante las primeras décadas después de la independencia de México, el actual territorio de Morelos
formaba parte del estado de México, inicialmente como el distrito de Cuernavaca y posteriormente
se comenzó a dividir en municipalidades; es por esto que muchos de los municipios son más antiguos
que el propio estado, el cual fue fundado hasta 1869.3 El último ayuntamiento formado en territorio
morelense —Temoac— fue creado en 1977, aunque existen varias propuestas para la creación del
municipio número 34.4 5 6.
Por ser una de las entidades más pequeñas del país, ningún municipio de Morelos sobrepasa los
400 000 habitantes ni los 543 km² de extensión. En los municipios que rodean a Cuernavaca,
la capital del estado, es en donde se concentra la mayor parte de la población, mientras que en
municipios rurales como Tlalnepantla, la población sólo alcanza los 6600 habitantes. Por su parte,
el término municipal de Zacatepec es de sólo 26 km², veinte veces más pequeño
queTlalquiltenango.
A principios de la década de 1970, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) creó una
clave en orden alfabético para cada entidad federativa y municipio mexicano, con el objetivo de
agilizar la obtención de datos y análisis estadísticos. Desde entonces, la lista elaborada por el
instituto no ha sido modificada, lo que explica que Temoac aparezca al final de la lista y no
entre Temixco y Tepalcingo.
Finalmente, 31 de los 33 municipios tienen un nombre de origen náhuatl, derivado de la
presencia nahua en el estado. Sólo Emiliano Zapata y Ayala deben su nombre a un personaje de
la historia de México. El origen etimológico del nombre de un municipio se refleja en el escudo
adoptado de manera oficial para representarlos. Además, al enumerar ciertas características del
paisaje natural y de las actividades humanas que son propias de cada municipio, estos escudos y
representaciones etimológicas se han convertido en un elemento importante de la identidad
municipal.
Los municipios son: Amacuzac, Atlatlahucan, Axochiapan, Ayala, [[Coatlán del Ríó, Cuautla,
Cuernavaca, Emiliano Zapata, Huitzilac, Jantetelco, Jiutepec, Jojutla de Juarez, Jonacatepec,
Mazatepec, Miacatlán, Ocuituco, Puente de Ixtla, Temixco, Temoac, Tepalcingo, Tepoztlán,
Tetecala, Tetela del Volcán, Tlalnepantla, Tlaltizapán, Tlaquiltenango, Tlayacapan, Totolapan,
Xochitepec, Yautepec, Yecapixtla, Zacatepec de Hidalgo, Zacualpan de Amilpas y Xochitepec.
Morelos es un antiguo asentamiento tlahuica, hoy Cuernavaca es la capital y una de las ciudades
más importantes del estado de Morelos. De nombre original Cuauhnáuac, la ciudad se caracteriza
por sus numerosas casas de campo, sitios arqueológicos y vida nocturna, gracias en parte a su
ubicación
geográfica
a
tan
sólo
una
hora
del
Distrito
Federal.
Actualmente hay cerca de mil sitios arqueológicos descubiertos en Morelos, sin embargo sólo 7 están
abiertos al público; uno de ellos es Teopanzolco, localizado al norte de la ciudad. La importancia de
este antiguo centro ceremonial, radica en la consumación de multitudinarios sacrificios humanos
realizados en la pirámide que contiene templos adoratorios para Huitzilopochtli –dios de la guerra -,
y Tláloc –dios de la lluvia-; además de otras plataformas en honor a diversos dioses menores. Debido
a
esto,
también
se
le
conoce
como
La
Casa
del
Diablo.
Cultura de Morelos al igual que en otras entidades mexicanas de gran tradición, en Morelos se
celebran las fiestas del Carnaval durante los días previos a la celebración de los días santos
católicos. En Tepoztlán por ejemplo, se lleva a cabo uno de los carnavales más populares del estado,
donde chicos y grande se divierten observando las competencias de comparsas musicales para
después disfrazarse con largas túnicas, máscaras y amplios sombreros para danzar al contagioso
ritmo del “brinco del Chinelo”, y es que los chinelos son danzantes que se distinguen por su gran
habilidad y resistencia para saltar y hacer brincos complicados en su recorrido por el pueblo. Como
en cualquier fiesta folclórica, la comida y la bebida típicas de la región no pueden faltar, así como el
mercado de artesanías morelenses.
El simbolismo indígena mezcla de la nueva fe cristiana es celebrada durante las celebración del Reto
del Tepozteco. El 8 de septiembre de cada año, en Tepoztlán, Morelia, la comunidad sale en
procesión rumbo a la pirámide del Tepozteco para depositar ofrendas y alimentos en honor de la
conversión
del
rey
Tepoztécatl
a
la
nueva
religión
católica.
La tradición y fe del pueblo morelense es palpable también a través de las fiestas del Día de Muertos.
En Ocotepec, las familias montan los altares en sus casas para recordar a sus muertos y
especialmente realizar las Ofrendas Nuevas a aquellos que murieron en el último año. En el
cementerio, las tumbas son profusamente adornadas con coloridas flores de cempasúchil formando
cruces,
flores
u
otro
objeto
decorativo.
La mejor carne de cecina del país se guisa en la cocina morelense de Yecapixtla, la cual puede
servirse acompañada de uno ricos frijoles “acoyotes” y de postre nieve de Cuernavaca o Tepoztlán
en su infinidad de originales sabores, como son la nieve de aguacate, de rompope, arroz con leche
o elote, además de los tradicionales sabores de frutas o chocolate, cajeta o vainilla. Pero tal vez una
de las mejores partes de la cocina de Morelos sean sus mercados llenos de color, aromas y variedad
de productos, flores y guisos preparados ahí mismo.
MAPA DE MORELOS
ESCUDO DE MORELOS
PUEBLOS MÁGICOS DE MORELOS
TEPOZTLAN
El pueblo de Tepoztlán, localizado en las faldas del Tepozteco, es mencionado, con toda justicia,
como uno de los lugares más atractivos del estado de Morelos. Probablemente mucho de su encanto
se deba a la multifacética oferta turística que ofrece a sus visitantes. Antiguas tradiciones y la
sabiduría que le ofrece una rica confluencia de manifestaciones culturales: esoterismo, tesoros
prehispánicos, tesoros virreinales, contracultura, ecoturismo, deportes extremos etc.
Otro aspecto que se debe ponderar con relación a Tepoztlán, es la sencillez con la que sus
moradores llevan su vida cotidiana. El acervo arquitectónico con el que cuenta, hace que los turistas
olviden el estrés y se dejen llevar por una época de antiguos fulgores y leyendas. Su cálido clima, es
ideal para desarrollar largas caminatas en las calles del pueblo. Tepoztlán se perfila como un
excelente sitio de descanso para los habitantes de la Ciudad de México. También es perfecto como
punto de inicio para explorar otras comunidades de esta zona del estado de Morelos.
Probablemente no se puede afirmar que se conoce a fondo Tepoztlán, si no se tiene la experiencia de
subir al famoso cerro del Tepozteco. Y la contemplación en su cima del pequeño templo dedicado al
dios Tepoztecatl,
Tepoztlán en el idioma nahuatl significa “lugar del hacha de cobre”. En el largo periodo comprendido
entre el s V a. C. y el s XVI de nuestra era en el hoy territorio de Tepoztlán vivieron y se extinguieron
diferentes
culturas.
Entre los años de 1438 y 1531 Tepoztlán era un pueblo tributario de los mexicas, otorgaban papel
de
amate,
ropa
de
algodón,
indumentaria
guerrera,
jícaras,
maíz
y
frijol.
El territorio tepozteco era conocido como tierra de brujos y curanderos ya que en él abundan las
plantas medicinales. Los antepasados acumularon gran experiencia y sabiduría en el tratamiento de
las enfermedades.
Tepoztlán fue conquistado por los mexicas en 1438 y para reafirmar su autoridad sobre el pueblo
tepozteco mandaron adosar a la pirámide una lápida de Ahuizotl su octavo gobernante.
En la antigüedad, en Tepoztlán se veneraban diferentes dioses, entre ellos Tlaloc, dios de la lluvia y
Ehecatl, dios del viento; sin embargo, el dios principal era Ome Tochtli (dos conejo) dios del pulque
asociado a la fertilidad vegetal y a los montes, quien recibió diferentes nombres según el lugar donde
se
le
veneraba,
por
eso
en
Tepoztlán
también
se
le
llamo
Tepoztecatl.
La tradición cuenta que al lugar llegaban peregrinos de lugares tan alejados como Guatemala para
rendir
culto
a
este
dios.
Esta ciudad tributaba, al igual que otros centros de la región, productos como mantas grandes,
bragas o mastates, ropa fina de hombre y de mujer, jícaras decoradas, armas y divisas guarnecidas
con ricas plumas, maíz y frijoles. Los tepoztecos se distinguían en la elaboración de papel del árbol
del amate (amaquahuitl)l, así como en el cultivo de maíz, pimiento, melones y algodón.
La llegada de los españoles, se dio por el año de 1522, que fue cuando Hernán Cortés se adjudicó
ésta y otras poblaciones. Los monjes dominicos llegaron aquí desde 1538.
El Templo o Casa del Tepozteco fue construida en el Posclásico Tardío, con toda probabilidad en
los tiempos en que el asentamiento de Tepoztlán ya había sido conquistado por los mexicas. Antes
de ser conquistado por los mexicas, este lugar era gobernado por dos señores, uno llamado
Chichimeca-Hueytzintecutli, y el otro Cacamatecutli. Hasta antes de la conquista española, el sitio
fue un lugar de culto, visitado por peregrinos de regiones tan distantes como Chiapas y Guatemala.
Hoy cuenta con el resguardo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)
Esta pequeña zona arqueológica esta localizada a más de 2000 metros sobre el nivel del mar y de
600 metros sobre el valle de Tepoztlán, en la cima del cerro del mismo nombre, ofrece una hermosa
panorámica y es un antiguo adoratorio prehispánico. Aproximadamente entre los años 1150 y 1350
d. C se empezó a construir el adoratorio que hoy se conoce como "La pirámide del Tepozteco",
dedicada Ometochtli-Tepoztécatl, uno de los dioses del pulque, la fecundidad y la cosecha. La
pirámide conocida como la Casa del Tepozteco mide 9.50 metros de altura y en ella se encontró el
ídolo Dos Conejo (representación de Ometochtli) que fue destruida por los frailes durante la
evangelización.
TLAYACAPAN
Tlayacapan, se encuentra ubicado en el estado de Morelos, a 10 minutos de Oaxtepec. Cuenta con
diversas capillas y su arquitectura es uno de los atractivos turísticos. Su nombre viene del náhuatl y
significa “sobre la punta de la tierra”, “lugar de los límites o linderos” o “la nariz de la tierra”; pues se
considera que los primeros pobladores eran Olmecas, siendo invadidos por los Xochimilcas que
prosperaron rápidamente en el lugar.
Esta rodeado por diversos cerros, por lo que su clima es agradable durante todo el año; En éste
lugar se celebran muchas fiestas y danzas tradicionales, las cuales son muy importantes ya que la
figura del Chinelo en la danza se ha convertido en un símbolo de Morelos; se cree que Tlayacapan
es la cuna del disfraz y la música de este baile, que después se extendió por todo el estado.
El pueblo, también es conocido en los alrededores por su cerámica de barro vidriado y con gran
colorido, entre las cosas que puedes encontrar son: macetas, ollas, vajillas, jarros, comales, etcétera;
de hecho hay una fábrica en este lugar de cerámica a la alta temperatura.
Tlayacapan cuenta con un glifo o jeroglífico que lo representa, éste icono ejemplifica el lindero y la
nariz o cerro
Una parte de la magia de Tlayacapan reside en su pasado prehispánico, tiempos en que este Pueblo
Mágico fue habitado por olmecas, quienes a su vez, fueron dominados por el pueblo xochimilca.
Este lugar “sobre la punta de la tierra”, fue paso comercial obligado para los pueblos del sur que se
abastecían de diversos productos, entre ellos la cera, en su camino hacia la Gran Tenochtitlan.
Tlayacapan es, entre otras cosas, considerado la Cuna del Chinelo debido a que los antecedentes
más remotos de este personaje se relacionan con el municipio y, por si fuera poco, forma parte de
la Ruta de los Conventos donde la UNESCO declaró en 1996 al ex convento de San Juan Bautista,
como Patrimonio de la Humanidad.
Tlayacapan se distingue por sus trabajos artesanales como las sofisticas velas de escamas. Sin
embargo, es mucho más importante y extendida la alfarería de barro vidriado, pintado o bruñido,
además de la elaboración de cazuelas de cualquier tamaño. También fabrican gran variedad de ollas
(las famosas ollas de cuatro orejas), jarros, cántaros y comales, así como fuentes, chimeneas y
macetas
de
las
más
variadas
formas.
En el pueblo hay siete bandas de viento tradicionales, pero la Banda de Tlayacapan es la que ha
preservado el espíritu del pueblo. Fue fundada a mediados de 1870 y ganó el Premio Nacional de
Ciencias
y
Artes
en
1998.
En el interior del Museo del Ex Convento de San Juan Bautista hay una colección de momias
descubiertas en 1982.
El Ex Convento de San Juan Bautista se encuentra en la lista de bienes Patrimonio de la Humanidad
de la UNESCO. Su arquitectura y frescos datan del siglo XVI, y constituye uno de los atractivos de
la Ruta de los Conventos. Fue edificado en su mayor parte entre 1534 y 1574 por los agustinos,
bajo las órdenes del evangelizador fray Jorge de Ávila. Llama la atención su amplia capilla abierta,
su complejo sistema de aljibes para recoger agua de manantial y agua de lluvia, y su sobria iglesia
cuya fachada presenta como remate una gran espadaña. También destaca por sus formidables
pinturas murales que describen la historia sagrada y la vida de San Agustín. Además, alberga
el Museo de Tlayacapan que expone distintas curiosidades locales, entre ellas, un hermoso cuadro
de la Virgen de la Luz, atribuido a Miguel Cabrera y cuatro cuerpos momificados encontrados en el
convento durante las obras de restauración realizadas en 1982.
De las Capillas de Tlayacapan aún quedan en pie 18 de las 26 que Tlayacapan tuvo en el siglo XVI,
y que en muchos casos sustituyeron a los teocallis del pueblo prehispánico original. Pequeñas,
provistas de lindas espadañas, son un rasgo distintivo del pueblo. Varias de ellas son muy llamativas
como la de San Martín, con una bonita portada de estilo barroco popular. Tiene sus dos torres en
ángulo de 45° con respecto a los muros principales.
El Carnaval se lleva a cabo tres días antes del miércoles de ceniza y se celebra con el tradicional
Brinco del Chinelo. Un espectáculo cultural que no te puedes perder.
CUERNAVACA
El primer interés que se despierta al llegar a Cuernavaca es visitar el Museo Cuauhnáhuac y
reconocer su profundo valor histórico, siendo el edificio civil más antiguo conservado en territorio
nacional. En sus más de 480 años de existencia, el inmueble ha sufrido sendas transformaciones y
ha funcionado para variados fines. En su primera etapa (virreinal) fue residencia del
conquistador Hernán Cortés y su esposa Juana Zúñiga, quien diera a luz en este lugar al hijo del
capitán extremeño de nombre Martín, personaje que años más tarde fue acusado de conspirar contra
el rey.
Entre los usos que se le han dado al Palacio de Cortés sabemos que de 1747 a 1821, sirvió como
cárcel y en ella fue alojado, en calidad de reo, don José María Morelos y Pavón. En 1855, fue sede
del gobierno provisional de la República de don Juan Álvarez en contra de Santa Anna. Entre 1864
y 1866 fue acondicionado como despacho oficial del archiduque Maximiliano, debido a sus
frecuentes visitas a Cuernavaca. Restaurada la República en 1872, el Palacio de Cortés albergó al
gobierno del recién electo estado de Morelos, función que desempeñó hasta que fue convertido en
el museo actual.
La muestra del Museo Cuauhnáhuac se integra a través de 19 salas en las que se presenta una
excelente colección de objetos y piezas en su mayoría referentes a la historia general del estado. Se
pueden encontrar espacios tan interesantes como el del poblamiento de América, la sala dedicada
a Mesoamérica, dos más en las que se tratan aspectos cronológicos de los periodos Preclásico y
Postclásico; una especial en la que se exhiben objetos relacionados con Xochicalco; salas de
escritura pictográfica y migraciones; los tlahuicas, antiguos pobladores de la región; la influencia
militar mexica y su conquista sobre el territorio; la llegada de los españoles y la Conquista, con las
aportaciones que el viejo mundo dio a las tierras mexicanas y un espacio destinado a la historia del
Marquesado. Posteriormente se abordan temas referentes al comercio de la Nueva España con el
Oriente y una breve visión del siglo XIX, para concluir con una semblanza de los hechos más
sobresalientes en el estado durante el Porfiriato y el movimiento revolucionario.
El Museo Cuauhnáhuac cuenta además con una serie de murales realizada en la terraza del segundo
nivel por Diego Rivera hacia 1930. En ellos el artista guanajuatense plasmó escenas relativas a la
historia de la entidad. Ocho años más tarde, Salvador Tarajona decoró el Salón del Congreso.
CUAUTLA
Monumentos Históricos
Iglesia
y
Ex-Convento
de
Santo
Domingo
de
Guzmán
En el corazón de la ciudad, se levanta airoso el Templo Mayor de la ciudad: Santiago Apóstol
conocido por Santo Domingo seguramente por la presencia de frailes de esta Orden que habitaron
el
convento
anexo.
Iglesia
y
Ex-Convento
de
San
Diego
Inicialmente fue una capilla de visita, construida por los dominicos, seguramente de Oaxtepec, en el
Siglo XVI. Más tarde los Franciscanos Descalzos conocidos como "Dieguinos" en 1640 levantaron
un templo en honor y bajo la advocación del Señor San José, al que anexaron un pequeño convento
de 2 claustros, por lo tanto el convento pertenece a la Provincia de San Diego de México, de la orden
de
los
Franciscanos
Digeridos.
La
Capilla
de
Gualupita
La modesta capilla que conocemos por la de Gualupita, fue construida a partir del 5 de julio de 1603,
por el pueblo de Xochimilcatzingo congregado aquí, en el barrio indígena de Xochitengo por órdenes
del
Virrey
Gaspar
Zúñiga
y
Acevedo.
Máquina
de
Vapor
No.
279
de
vía
angosta
La estación del ferrocarril se inauguró el 18 de Junio de 1881, ocupando gran parte de lo que fuera
la huerta del Convento de San Diego que fue cuartel de las fuerzas del General Morelos, durante el
famoso
Sitio
de
Cuautla
de
1812.
El
Acueducto
Este conducía agua del río para mover la rueda hidráulica de la Hacienda Azucarera de Buenavista,
ubicada al suroeste de Cuautla. Su población aproximada era de unas 240 familias, quizás sólo unos
1,500 habitantes. Sin embargo, estaba rodeado por grandes extensiones de sus magníficas tierras
cultivadas con caña de azúcar con que se alimentaban los ingenios de Buenavista, Santa Inés, la
Palma, Guadalupita, Mapachtlán y Casasano o San Pedro Mártir
La Heroica e Histórica Cuautla (llamada heroica e histórica debido a que fue escenario de diversas
guerras, como la independencia de México y el sitio de Cuautla) es una ciudad mexicana, cabecera
del municipio de Cuautla y ciudad central de un área metropolitana formada por localidades de los
municipios
de
Ayala
(Anenecuilco,
Apatlaco
y
Ciudad
Ayala), Yautepec (Oaxtepec y Cocoyoc), Yecapixtla (Colonia Juan Morales, Colonia Adolfo López
Mateos y Pazulco) y Atlatlahucan(Lomas de Cocoyoc) en el estado de Morelos en México. Su
nombre en lengua náhuatl “Cuāuhtlah" significa Nido de Águilas, su etimología proviene de cuāuhtli,
águila y tlān, tierra de. Es la segunda ciudad más importante del estado de Morelos. Su área
metropolitana cuenta con una población de 434,147 habitantes siendo la segunda más importartante
en el estado sólo superada por la zona metropolitana de Cuernavaca. En 2012 fue aprobado por el
congreso local el titulo de: Heroica Ciudad De Cuautla, Capital Historica de Morelos. El 28 de
Noviembre de 2012 el Presidente de México Felipe Calderon, en uno de sus últimos actos publicos
como mandatario nacional, firmó un decreto en la Antigua estación del Ferrocarril, ubicada aun
costado de Ex-convento de San Diego, en pleno centro de Cuautla, en donde nombraba a la Ciudad
como "Zona de Monumentos Historicos de la Heroica e Historica Ciudad de Cuautla
Cuautla fue escenario de una de las batallas más feroces de la Guerra de Independencia, el Sitio de
Cuautla que comenzó el 19 de febrero y terminó el 2 de mayo de 1812. La ciudad fue tomada por
las fuerzas del sacerdote y general José María Morelos y Pavón, quien defendió la ciudad contra el
General español Félix María Calleja del Rey, unas semanas antes de la necesidad de retirarse.
sufrieron mucho por la libertad
En la Revolución mexicana el cadáver de Emiliano Zapata, exhibido en Cuautla, Morelos.
Durante la Revolución mexicana Cuautla fue la primera ciudad conquistada por las fuerzas
de Emiliano Zapata.
El movimiento revolucionario maderista de 1910, llegó a la región; encabezado por el profesor Pablo
Torres Burgos quién lo inició en marzo de 1911 y a su temprana muerte, las tropas eligieron a
Emiliano Zapata que peleó con la idea de que el gobierno les devolviera las tierras que les
pertenecían. Su Gral. el profesor Otilio Montaño redactó y manuscribió el Plan de Ayala, según las
ideas de Zapata y se promulgó en Ayoxuxtla, Puebla, el 28 de noviembre de 1911. Este movimiento
revolucionario de Zapata se terminaría por la traición que le causo el Coronel Guajardo en
Chinameca, Morelos el 10 de abril de 1919, cuando murió. Sus restos fueron llevados a Cuautla,
donde actualmente residen.
TEQUESQUITENGO
Tequesquitengo proviene del náhuatl, es un topónimo aglutinado que se compone de dos
palabras: Tequixquitl = tequezquite (carbonato de sosa), tenco = lugar en la orilla, y que
significa "Lugar en la orilla del tequezquite". Por su desarrollo económico ligado al turismo, se le
conoce comúnmente como "Teques"
Tequesquitengo, hermosa población ubicada a tan sólo 45 km al sur de la ciudad de Cuernavaca.
La Leyenda
En el lecho del lago yacen los restos del antiguo pueblo de San Juan Bautista Tequesquitengo y su
iglesia. La tradición oral de la comunidad hace referencia a un conflicto entre los dueños de la
Hacienda San José Vista Hermosa (al norte del valle ahora inundado) y los pobladores de la
localidad. Es importante mencionar el contexto económico de la época, Morelos era uno de los
principales exportadores de caña de azúcar y el continente europeo valora el producto. Los
propietarios de la hacienda tienen necesidad de mano de obra para satisfacer la demanda del
endulzante, así que convocan a los pobladores para enrolarse en la cosecha de la caña.
Tequesquitengo debe su nombre a la presencia de tequesquite y efectivamente, la actividad
comercial del pueblo radica en su explotación. Mientras las condiciones laborales de la caña son
semejantes a la esclavitud, el tequesquite proporciona una calidad de vida muy superior, es por ello
que nadie acude a la convocatoria laboral. Frustados y coléricos los hacendados deciden desviar los
canales de riego hacia el valle y comienza la inundación. Lentamente y centímetro a centímetro
comienza a desaparecer el valle, en pocos años, el agua llega al atrio de la iglesia, los habitantes
emigran a las partes más altas y rescatan la campana de la cúpula.
EL CHINELO
La palabra Chinelo, al parecer, podría tener dos orígenes: podría significar "el que se cree mucho, el
de la piel roja" o bien "el que mueve bien los pies y la cadera" (ambos del mexica).
Los Chinelos son conocidos por su colorido y su rica ornamentación, que incluye una máscara de
mentón prominente, plumas, y en algunos casos una decoración con representaciones de la
mitología y la cultura mexicas.Sus vestidos están ricamente decorados con lentejuelas y chaquira de
colores, así como por su sombrero en forma de cono totalmente bordado y adornado con perlas de
fantasía; dejando en manifiesto su ascendencia española.
El brinco del Chinelo es siguiendo el rítmico y contagioso compás de la tambora, de los platillos y los
instrumentos de viento que componen la banda, los Chinelos danzan incansablemente “el brinco”
por todo el pueblo, y contagian a quienes se encuentren a su lado. El Brinco de los Chinelos es un
baile tradicional que se realiza en varios poblados del estado de Morelos durante las fiestas del
Carnaval.
Siguiendo el rítmico y contagioso compás de la tambora, de los platillos y los instrumentos de viento
que componen la banda, los Chinelos danzan incansablemente “el brinco” por todo el pueblo, y
contagian a quienes se encuentren a su lado. En esta danza se colocan las manos a la altura del
pecho y se mueven de un lado a otro; a esto se le conoce como el Chinelo sansontle ,en otras en
otras comunidades como Tlayacapan es típico el baile en parejas.Van en un grupo compacto pero
cada danzante, por separado, efectúa saltos múltiples en diferentes estilos y posturas.. Los
danzantes llevan un rico traje tradicional, que varía según el poblado, y en algunos casos suelen ser
muy elaborados por su colorido, su realización y su manufactura. La danza divertida, festiva, alegre
sigue el ritmo de las notas jocosas de las bandas musicales de pueblo; las danzas con su bullicio y
colorido retumban al igual que los cohetes que son lanzados en cada momento. Todo esto motiva a
realizar el famoso “brinco del chinelo” que es la danza típica de estas festividades de carnaval, un
baile que ha logrado mantenerse con pocos cambios desde hace más de un siglo, y que se ejecuta
en varias ocasiones durante todo el año
Chinelo es el nombre de un personaje tradicional en El Brinco de los Chinelos, danzas
tradicionales de los festejos del Carnaval en diversos poblados del estado de Morelos y en los
pueblos del Sur del Distrito Federal en México. También es el nombre del traje utilizado por cada uno
de es0pppihxfo colorido y su rica ornamentación, que incluye una máscara de mentón prominente y
en algunos casos una decoración con representaciones de lamitología y la cultura mexicas.
El
Chinelo
está
presente
en
muchos
pueblos
del
estado
de
Morelos: Tepoztlán, Yautepec, Oacalco, Cualtlixco, Atlatlahucan, Oaxtepec, TlaltizapánTotolapan A
nenecuilco Y Tlacotepec aunque es en el pueblo de Tlayacapan donde se vive con mayor fervor y
más común encontrarlo.
El origen del Chinelo
Según la Casa de la Cultura de Tlayacapan, fue en 1870 cuando un grupo de jóvenes nativos del
lugar, cansados de verse excluidos de las fiestas de Carnaval, ya que ellos mismos debían respetar
el ayuno de cuaresma, organizaron una cuadrilla, se disfrazaron con ropa vieja tapándose la cara
con un pañuelo (o pedazo de manta) y empezaron a gritar, a chiflar y a brincar por las calles del
pueblo, burlándose de los españoles. Esta improvisación tuvo gran éxito, se rieron y hablaron mucho
de ella, tanto que al año siguiente se organizó de nueva cuenta.
Es así como tomó forma el personaje de los “huehuetzin”, palabra náhuatl que significa “persona
que se viste de ropas viejas” (todavía algunos chinelos usan esta palabra para llamarse entre ellos).
Año tras año, a medida que se hacía más popular, la fiesta se ritualizaba y el personaje evolucionaba
gradualmente. Para representar a los españoles se les añadieron barbas a las máscaras y apareció
el nombre de chinelo.
Quién sabe realmente cómo se construyó la indumentaria del chinelo, pero en la forma del atavío y
del “brinco” mismo se advierte el sincretismo de la vieja danza de moros y cristianos, con
los “axcatzitzintin” (axcatzitzintin: rito prehispánico que significa “brincar a gusto”). Sabemos
también que la palabra chinelo viene de la palabra náhuatl “tzineloa”, que quiere decir “meneo de
cadera”.
Algunos dicen que la danza de los chinelos y el recorrido que hacen las comparsas al principio del
rito representan la peregrinación de los aztecas antes de fundar la ciudad de Tenochtitlan. Durante
su peregrinación los aztecas tenían que cargar sobre la espalda el maíz y otras mercancías hasta
Tenochtitlan. Por ello para representarlos casi no movían la parte superior del cuerpo y sí los pies y
las caderas.
Antes de escenificar la peregrinación con el chinelo, los indígenas la hacían con el rito de los
“axcatzitzintin”, que consistía en ir de pueblo en pueblo cosechando granos y flores y capturando
mariposas, para posteriormente utilizarlos como adornos en sus disfraces, y al llegar al pueblo se
ponían a bailar o a brincar. De esta manera se difundió el paso de “el brinco”, hasta llegar finalmente
a la forma que ahora conocemos.
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