Del pueblo, de su medicina, de su gente Bernardo Jacobo Cuesy Kirchoff Sombras de guerra Mtro. en DCS Alberto Federico Garzón y Rincón.* El principio sta historia, lejos de iniciar en San Marcos Tuxtla, tiene su origen en un lugar remoto que ya no existe, en Prusia, al sureste del mar Báltico, sobre una penillanura herciniana fosilizada que fue cubierta en forma suavemente accidentada por los movimientos alpinos. Sujeta a las corrientes del glaciar escandinavo, sus suelos se pliegan en un laberinto de colinas pequeñas y pequeños valles con lagos, atraviesa todo el territorio el río Elba. E El paisaje se cubre de landas y bosques en las colinas y las depresiones, que dan al paisaje una hermosura sin igual donde sobresalen los cotos de caza y los castillos1. Magdeburgo, capital del estado federado de Sajonia-Anhalt, Alemania. Foto: Wikipedia. De la familia de Bernardo Jacobo Federico Cuesy Kirchoff, nos dice María de los Ángeles Cuesy: “solo sabemos que se remonta a Roger Cuesy, irlandés que llegó a Francia a principios del siglo XVII. Posteriormente, algunos de sus hijos emigraron a Prusia y otros, en su momento, a Canadá. Uno de sus bisnietos, Fedrico Cuesy, en Prusia, contrae nupcias con Juana Kirchoff, de donde nace Helen en 1832 y Bernardo en 1835” –protagonistas inmediatos de nuestra historia–. Juventud Aún lejos del mar del Norte en la ciudad de Madenburg, a orillas del Elba, el joven Jacobo despertó… El día estaba lluvioso y meditaba sobre su futuro y su práctica profesional, en un país de vocación militar que en esos momentos se debatía en el conflicto bélico contra Austria y la Casa de los Habsburgo, conocida como la guerra de los Treinta Años2; con su escasa edad, apenas 19 años, y con la esperanza de graduarse como médico en la Universidad de Berlín, las sombras de la guerra eclipsaban su incierto futuro y no le abrían otra opción que enrolarse en el ejército. Le preocupaba sobremanera que sus sueños se vieran truncados por la guerra, que consumía las vidas de muchos de los jóvenes de su patria y sentía que era necesario hacer algo que asegurara su porvenir y que lo alejara de la invalidez. Con frecuencia reflexionaba sobre los motivos de la guerra y sus sentimientos hacían crecer sus demandas en contra de la Casa de Habsburgo. Era necesario salir de ese ambiente y no sabía como hacerlo. Sin embargo la familia de Bernardo Jacobo intervino y la ocasión se presentó ya que una hermana mayor, de nombre Helen, que había emigrado hacia los Estados Unidos, siguiendo el sueño americano, lo invitó a trasladarse a la ciudad de *Coordinador de Investigación y Servicios Editoriales. Instituto de Salud. Chiapas. México. 94 www.salud.chiapas.gob.mx Año II. Vol. 2, abril - junio de 2014. Del pueblo, de su medicina, de su gente Pennsylvania en donde los migrantes prusianos eran bien acogidos en recuerdo del Barón von Steuben, originario de Magdemburgo, quien en enero de 1778 fue recibido con grandes honores por el Congreso Continental en York, Pensilvania, para servir a la causa independentista bajo las órdenes de Washington y posteriormente en 1781 sirvió en Virginia bajo el mando del Marqués de Lafayette, cuando el general británico Charles Cornwallis invadió el estado y se convirtió, el varón, en un hombre notable en la Independencia de nuestro país vecino3. Es así como en 1856 Bernardo zarpó para atravesar el atlántico en un viaje que sellaría su vida. Formación profesional Estudió Medicina en la Universidad de Pennsylvania, de 1857 a 1860, de tal manera que en ese último año consigue la certificación como médico por el Colegio de Sanidad de la ciudad de Filadelfia, practicando su profesión al amparo y atenciones de su hermana, durante casi un año; no obstante, al ver la política segregacionista que los norteamericanos ejercían hacia la gente de color, decidió emigrar de aquel país y dirigirse a México. No podemos explicar qué sentimientos lo impulsaron a emigrar a la naciente república mexicana, un país devastado por la guerra civil entre los grupos conservadores y republicanos, con un gobierno errante y amenazado. Solamente podemos imaginarnos que su simpatía por el liberalismo, debió haber creado en él una admiración por la ideología de Benito Pablo Juárez García, a la sazón presidente de la república, de este naciente y convulsionado país. La carrera de las armas Para 1861 radicaba en el estado de Sonora, lugar en el que para cumplir con las leyes del ejercicio profesional nuevamente se somete a un examen para certificarse como médico; no obstante, la genética guerrera de su origen lo hace enrolarse en el Ejército Mexicano en 1862 al enterarse de las pretensiones de Francia de doblegar la soberanía de México –Ese país que tantos estragos le había causado a su patria–. (Cuesy M. A., 2014)I. I Archivo personal de María de los Ángeles Cuesy Ramírez, bisnieta del Dr. Bernardo Jacobo Cuesy, (agradezco las facilidades otorgadas para la consulta de documentos). www.salud.chiapas.gob.mx Las atmósferas de la guerra Participó en la batalla de Atlixco, misma que tuvo lugar el 4 de mayo de 1862 en las inmediaciones de la Hacienda de las Traperas de ese poblado en el estado de Puebla, México, entre elementos del Ejército Mexicano al mando de los generales Antonio Carvajal y Tomás O’Horán contra las tropas al servicio del segundo Imperio mexicano comandadas por el general José María Cobos y Leonardo Márquez, compuesta de soldados conservadores mexicanos en apoyo de refuerzos para llevar acabo la batalla de Puebla durante la segunda intervención francesa en México. Con respecto a lo anterior, la historia nos dice lo siguiente: El día 3 de mayo de 1862 el general Zaragoza llegó a la ciudad de puebla con el grueso del cuerpo del ejército de oriente, después de la marcha retrógrada que venía practicando desde la villa de Orizaba, ante el avance del ejército expedicionario francés. Tuvo entonces conocimiento de que el día anterior habían arribado a esa población los generales Francisco Lamadrid y Antonio Álvarez, ambos pertenecientes a la gran unidad bajo sus órdenes, con las brigadas de sus mandos respectivos. Ignacio Zaragoza los había destacado unos días antes hacia los pueblos de Acatlán y Tepeji de la Seda (como a 120 km. al sureste de Orizaba) para que interceptaran el posible paso hacia Orizaba, de la partida reaccionaria que encabezaba el general Leonardo Márquez y de quien se tenían informes en el sentido de que se había internado a territorio poblano por el rumbo de Chietla tratando de unirse a los franceses. El general O’Horán, jefe republicano, recibió la orden de incorporarse con su fuerza al cuerpo del ejército de oriente, por lo que aquel día 2 de mayo arribó a la Angelópolis, posiblemente después de seguir el camino que pasa entre el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl y por los poblados de San Nicolás de los Ranchos y Cholula. Con toda esta información, el general Zaragoza tuvo la seguridad de que el general Márquez no había logrado aún unirse a los invasores, puesto que se hallaba por el rumbo de Izúcar de Matamoros con sólo unos 1,500 jinetes ya que se le había separado el general Juan Vicario con cerca de 500 al abandonar el valle de Cuernavaca. Sabía, además, que el ejército expedicionario francés que venía tras de él contaba como con 5,500 hombres. Decidió entonces enviar hacia Atlixco al general O’Horán con buena parte de su fuerza para que impidiera el avance hacia Puebla a la partida reaccionaria del general Márquez. Con el grueso de su cuerpo de ejército, que ascendía 95 Del pueblo, de su medicina, de su gente Año II. Vol. 2, abril - junio de 2014. Santiago Tapia, gobernador y comandante militar de Puebla. (Sánchez, n.d.) ya a unos 5500 individuos de tropa, se aprestó a librarle al invasor una batalla campal al amparo de los muros de la capital poblana. En Puebla quedó el batallón “Reforma” perteneciente a la división de O’Horán, incorporado a la brigada del general Lamadrid. El Monitor Republicano, diario metropolitano, del 9 de mayo de 1862 publicó el parte de guerra siguiente: Así pues la mañana del día 4, muy temprano, el general O’Horán partió de Puebla rumbo a Atlixco, llevando consigo unos 850 individuos de élite de tropa de las tres armas, entre ellos el teniente de caballería Bernardo Jacobo Cuesy. División O’Horán. General en Jefe. Hoy digo al C. General en Jefe del Ejército de Oriente, lo que sigue: En la marcha ejecutada hoy con las fuerzas de mi mando, encontré al enemigo a dos y media leguas de Cholula, donde tenía situada una avanzada de 500 caballos, la que se retiró en cuanto observó mi marcha. En el Puente de los Molinos, nos hizo alguna resistencia y a orillas de la ciudad la redobló; de estos puntos fue desalojado y perseguido por la caballería que personalmente conduje; terminó por retirarse en dispersión. Hacia las nueve de aquella mañana estas tropas arribaron al pueblo de Cholula y después de almorzar allí, reemprendieron su movimiento sobre Atlixco, siguiendo el camino real existente en aquel tiempo, el cual pasaba por el pueblo de San Gregorio Azompa y por los ranchos de Santa Ana Acozautla y de los Molinos. A las once de la mañana, las fuerzas republicanas pasaron por el pueblo de San Gregorio Azompa, que se encuentra a diez kilómetros al sureste de Cholula, se encontraron con unos 500 jinetes reaccionarios que el general Márquez había destacado hacia Cholula. Se cambiaron algunos tiros entre ambos adversarios y, después que los republicanos se desplegaron para atacar a sus enemigos, éstos emprendieron la retirada para el pueblo de Atlixco, en donde se encontraba el grueso de su fuerza. Durante su marcha retrógrada fueron perseguidos por los jinetes del general Carbajal, a los que personalmente dirigió el general O’Horán. Pocas horas después, al llegar al puente cercano al rancho de los Molinos, en donde el camino cruzaba la profunda barranca de márgenes abruptas en cuyo fondo corre el río Alseseca (unos 7 Kms. al noreste de Atlixco), los reaccionarios se establecieron en él y trataron de disputar el paso a los republicanos; éstos nuevamente se desplegaron, desbordaron la posición enemiga y con todo brío forzaron el paso del puente a los gritos victoriosos de “Viva México” y “Mueran los traidores”, obligando a sus enemigos a emprender la retirada hasta el pueblo de Atlixco, en cuyos aledaños el general Márquez todavía presentó alguna resistencia. Finalmente fue obligado a retirarse con toda su fuerza para el rumbo de Izúcar, dejando abandonadas en Atlixco unas piezas de artillería y otros pertrechos. Hacia las seis de la tarde de ese mismo día, después de una larga jornada, la tropa republicana ocupó el pueblo de Atlixco y el general O’Horán rindió, desde luego, el parte correspondiente tanto al general Zaragoza, como al general 96 Las pérdidas que he tenido son tres muertos y algunos heridos. A las seis de la tarde ocupé esta ciudad, que por las noticias que he tenido, estaba ocupada por un grupo de mil doscientos hombres, esperando hoy la reincorporación de la infantería y resto de sus fuerzas de Matamoros. En Huaquechula y Tochimilco, hay fuerzas destacadas de los traidores. Independencia y Libertad. Atlixco, mayo 4 de 1862. Tomás O’Horán… (Rúbrica). C. General Gobernador y Comandante Militar de PueblaII. Esta batalla culminó con una victoria republicana, hecho que es importante en la epopeya del 5 de mayo que hoy es parte de la historia nacional. El general O’Horán, con la tropa a sus órdenes, emprendió el regreso para la ciudad de Puebla, población a la que entró al anochecer, cuando el grueso del cuerpo de ejército de oriente ya había rechazado victoriosamente el ataque de los franceses. Esa noche se celebraron en la Angelópolis las dos victorias alcanzadas, una el día 4 sobre los traidores del general Márquez y la otra Archivo Histórico. II www.salud.chiapas.gob.mx Año II. Vol. 2, abril - junio de 2014. Del pueblo, de su medicina, de su gente sobre los franceses del general Lorencez, conseguida ese mismo díaIII. No obstante, la guerra no estaba ganada. Para 1863 las fuerzas invasoras redoblaron su ataque sobre la ciudad de Puebla, sitiándola el 16 de mayo de ese mismo año. Bernardo Jacobo Cuesy, sirviendo en el Batallón Activo de Guerrero, integrante de la división de oriente, defendió la soberanía nacional mexicana durante el sitio de Puebla. De modo que el 17 de mayo, tras una cruenta lucha de 62 días, la ciudad se encontraba prácticamente destruida y la capitulación de las fuerzas republicanas abrió las puertas al avance de la tropa invasora hacia la ciudad de México y el establecimiento del segundo Imperio mexicano. Ya en retirada, se dirigió hacia Atlixco, en donde suponía que un grupo de personas fieles a la causa de la República le darían asilo; pero ya en ese lugar fue tomado prisionero y trasladado junto con diez mil soldados mexicanos a la ciudad de México. Como oficial, se negó a firmar el juramento de que no tomaría las armas en contra del imperio, por lo que se tuvo que someter a un consejo de guerra en cuyo fallo se determinó que se condujera hacia Veracruz junto con 228 oficiales más, capturados por las fuerzas del imperio, de donde serían enviados a Francia algunos y a la Martinica otrosIV; pero antes de su salida de la ciudad de México se fugó, junto con ciento diez de ellos y con los generales González Ortega, Negrete, Mariano Escobedo y el mismo Porfirio Díaz. Al escapar, decide nuevamente unirse a las fuerzas republicanas en Acapulco, en el que se le reconoce como teniente del Batallón Fijo de Acapulco, en ese mismo 1863. (Entrevista con Cuesy M. A. 21-05-2014) III Posteriormente el general O´Horán, de origen guatemalteco, de familia avecindada en Yucatán, incurrió en traición pasándose a las tropas del imperio, por lo que fue perseguido, apresado, sometido a Consejo de Guerra Sumario, presidido por el coronel Juan Pérez Castro, y finalmente fusilado el día 21 de agosto de 1867, a pesar de la petición de indulto del general Porfirio Díaz ante el presidente Juárez. Seguramente por su procedencia extranjera sería llevado a Francia, donde se le sometería a la pena de muerte. IV www.salud.chiapas.gob.mx En 1867 Ignacio Manuel Altamirano lo asciende a Capitán de Caballería de la Primera Brigada, combatiendo en los sitios de Querétaro y México, lo que le vale que en ese mismo año el presidente de la república, licenciado Benito Pablo Juárez García, lo nombrara Capitán de Infantería del Ejército de la Guardia Nacional y soldado de élite de la presidencia, premiándole con una medalla que decía en el anverso: “La República mexicana otorga a sus valientes hijos” y en el reverso: “Derrotando a los traidores el 4 de mayo contribuyendo eficazmente al triunfo alcanzado en Puebla contra el ejército francés el 5 de mayo de 1860”. Las inscripciones del reverso estaban rodeadas de hojas de laurel y se fundamentó en el decreto de condecoración emitido por el Honorable Congreso de la Unión el 21 de mayo de 1862 en su artículo cuarto. (Archivo personal Cuesy M. A. 2014) El militar trashumante En su vida militar, el doctor Bernardo Jacobo Cuesy fue trasladado a Juchitán, Oaxaca en 1868, lugar en el que trabaja como profesor de escuela primaria, en 1869 es trasladado a Tehuantepec, Oaxaca, población en la que ejerce la medicina. En 1870 es nombrado Capitán de Ambulancias por el general Félix Díaz, desempeñándose como Jefe de la Ambulancia de Operaciones, Jefe de la Ambulancia en Brigada de Operaciones en Juchitán, Oaxaca, encargado del Hospital Militar de Tehuantepec, y miembro de la Junta de Salubridad de Tehuantepec, de ese mismo estado. El médico, el padre, el abuelo En 1871 llega a Chiapa de Corzo, licenciándose del ejército; más tarde en 1872 obtiene el permiso para ejercer como médico en el estado de Chiapas, documento expedido en San Cristóbal de Las Casas. Es en la ciudad de Chiapa en donde contrae nupcias con la señorita María Ángela Gómez Muñoa el 29 de agosto de 1872, recibiendo la herencia paterna de su esposa, constituida por 514 pesos con 53 centavos, el dìa 2 de febrero de 1874, y así forma una familia de gran renombre para el estado de Chiapas. (Cuesy M. A., 2014) Su importancia como médico, hace que el Instituto Literario y Científico del Estado Libre y Soberano de Chiapas, fundado en 1826 con el nombre de Universidad Pontificia y Literaria de Chiapas, lo contrate en 1874 como profesor de la Primera Cátedra de Medicina de esa institu97 Fragmentos del documento de nombramiento al C. Bernardo Cuesy como capitán de infantería firmados por el entonces C. Presidente de la República, Lic. Benito Pablo Juárez García. Archivo original de la familia Cuesy. Año II. Vol. 2, abril - junio de 2014. Del pueblo, de su medicina, de su gente ción educativa, radicada en esa ciudad.V En ese mismo año es contratado también como catedrático del idioma Inglés en la misma institución. Fragmento del documento de herencia. Archivo original de la familia Cuesy. Su preocupación por la legalidad, hace que se someta el 25 de agosto de 1876 a un examen público, por tercera vez en su vida; al aprobarlo obtuvo el título de Licenciado en Medicina y Cirugía por el Consejo de Instrucción del Instituto Literario y Científico del Estado Libre y Soberano de Chiapas. En 1879 se establece como médico en Tuxtla Gutiérrez y conforma, junto con el Dr. Domingo Chanona, la Comisión de Salubridad de Tuxtla Gutiérrez. No sabemos la fecha de su muerte aunque, al decir de sus familiares, ocurrió en la antigua y heroica Chiapa de Corzo, pero sí sabemos que sentó las bases de la práctica profesional de la medicina en la hoy ciudad capital del estado de Chiapas y que su descendencia ha sido fértil en cuanto a notables y valiosos médicos como el Dr. Carlos Cuesy Pola, uno de los profesores fundadores de la Facultad de Medicina Humana de la Universidad Autónoma de Chiapas, nieto del Los vaivenes políticos y las luchas entre conservadores y liberales en el territorio chiapaneco, hace que pierda la acepción de Pontificia y tras de varios cambios de nombre el 1 de junio de 1872 se le quita la categoría de Universidad y pasa a ser el Instituto Literario y Científico del Estado Libre y Soberano de Chiapas. V www.salud.chiapas.gob.mx Fragmento del documento que otorga el título de licenciado en medicina y cirugía al C. Bernardo Jacobo Cuesy. Archivo original de la familia Cuesy. doctor Bernardo Jacobo Cuesy y caballero a carta cabal, forjador y padre de brillantes profesionales de la medicina y con quien me comprometí a contar algo de su abuelo, maravilloso personaje de la historia de la medicina de Chiapas. Esperamos con verdadera expectación la obra de Silvia Cuesy, historiadora y novelista, que sin duda ampliará y enriquecerá los datos aquí expuestos al amparo de la luz de la verdad histórica de nuestros próceres, injustamente olvidados. Referencias Enciclopedia Salvat. (1976). Tomo 10, pp. 2750 – 2751, Barcelona España. Disponible en http://es.wikipedia.org/wiki/Friedrich_Wilhelm_von_Steuben Wikilibros –La colección de libros de texto libre. Historia de México, de la Revolución de Ayutla al Segundo Imperio. Disponible en http://es.wikibooks/wiki/ historia. Sánchez, M. A. (n. d.) El combate de Atlixco del 4 de mayo de 1862. Departamento Cartográfico Militar. Disponible en http://biblio-codex.colmex.mx/ exlibris/aleph/a21_1/apache_media/Y6RHP8E3C7HV562FLVBX6ASMQYXMES.pdf Rivera Agustín (1891), Anales Mexicanos, Reforma y Segundo Imperio; Vicente veloz tipografía, Lagos de Moreno, Jalisco. Reeditado en 1994, UNAM, México. 99