UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE CHIRIQUI FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLITICAS DERECHO PROCESAL ELECTORAL TEMA: JURISPRUDENCIA SOBRE TRANSFUGUISMO POLITICO PROFESOR: M.Sc. JULIO CÉSAR JARAMILLO BATISTA PARTICIPANTE: JOSE JAIME HERRERA CÉDULA 4-136-1795 - ABRIL DE 2014 - JURISPRUDENCIA SOBRE TRANSFUGUISMO POLITICO En la República de Panamá, la figura del transfuguismo es una modalidad de reciente data, la legislación electoral no prevé dicha situación o tipificación. La figura del transfuguismo de políticos que fueron elegidos por votación popular, con el apoyo de determinado partido político, en el cual participaron en unas primarias de dichos colectivos para merecer el respaldo del colectivo. Partido políticos que cuentan con doctrinas y principios que distinguen al colectivo y que motiva a los adherentes a participar del mismo y apoyar a sus candidatos. Situación que evidencia que dichos candidatos fueron elegidos por el apoyo de su colectivo y al cual le debe la curul que ostenta. En base a esta perspectiva podemos descifrar que si un candidato elegido decide abandonar su tolda política para pertenecer a la de otro partido político, moral y éticamente debe renunciar a su partido y al curul que ostenta gracias al partido que lo apoyo. De igual manera, en México, el transfuguismo político es un concepto jurídicamente reciente. En la alternancia política, sin embargo, el transfuguismo es parte de la forma de hacer política: cambiarse de partido ofrece la posibilidad de ganar el poder. La deslealtad o la disidencia partidistas comenzaron a ser rentables: presentarse con otras siglas a las elecciones y romper, por ende, con el viejo régimen que los formó, fue para muchos atractivo tanto por el triunfo electoral como por la necesidad de canalizar su oposición. El tema del transfuguismo deviene nuevos problemas que enfrenta la democracia actual: la fragmentación partidista, ideológica y política por el transfuguismo electoral retribuido. En Europa y en algunas partes de América Latina se le llama tránsfuga a quien habiendo ganado el cargo público representativo por medio de la lista de un partido X, se cambia al grupo parlamentario del partido Y. El tránsfuga parlamentario, por tanto, es aquel que " ocupa una ubicación parlamentaria distinta a la que le correspondería según su adscrición político-electoral" (Navarro Méndez 2000; Tomás Mallén 2002; Soriano 2002). La finalidad de este tipo de tránsfuga no es ir por el cargo de elección popular (porque ya lo tiene), sino por un espacio parlamentario diferente al que lo llevó a la representación política. En consecuencia, el militante que abandona un partido para postularse por otro (transfuguismo electoral), no es necesariamente un tránsfuga en un sistema parlamentario, porque es parte de su libertad política de afiliarse o dejar de pertenecer a un determinado partido y competir por otro. El problema del tránsfuga electoral mexicano reside justamente en la persona que cambia de partido para presentarse a las elecciones con otras siglas. Su deslealtad o disidencia partidista es para ir por el cargo, no para formar gobierno una vez electo En Panamá la figura del transfuguismo nació por la necesidad de poder y de recursos, de los políticos elegidos por parte del gobierno a cambio de favores y apoyo en las acciones y programas que el gobierno desarrolle. La libertad política de participar en la selección de una candidatura. ¿Es razonable limitarla por deslealtad y traición a la hora de la selección de las candidaturas? La Corte en el caso Coahuila (2007) dijo: “los ciudadanos pueden afiliarse libre e individualmente a los partidos políticos, quienes contribuyen a la integración de la representación nacional, lo que implica, que se está ante un derecho fundamental, el de la libertad de asociación en materia política, el cual se confiere a los ciudadanos para constituir partidos políticos, que no tienen otro fin que el acceso a los cargos de elección popular y la configuración democrática del poder público, de ahí que si se considera como derecho fundamental el de la libre asociación política, es claro que la norma cuya invalidez se demanda restringe indebidamente ese derecho.” En primer lugar, hay que dejar claro que el derecho a ser votado no es un " derecho absoluto" dado el principio de "sociedad democrática" que delimita los derechos políticos fundamentales, tal como ha argumentado el TEPJF desde los casos Alianza por Chiapas (2001) y Amador vs PVEM (2002). Esto es: “ hay libertad política absoluta, se puede limitar en función de los fines y valores de las normas democráticas.” En tal sentido, ¿por qué restringe indebidamente la libertad política la norma que regulaba el transfuguismo en el caso Coahuila? La Corte es lacónica. Pero la opinión del TEPJF (SUPAG-20/2007) es más explícita, aunque me parece que los argumentos del PT como actor en la acción de inconstitucionalidad fueron los más contundentes. Los argumentos de irracionalidad serían: a. Porque si toda persona tiene derecho a asociarse y participar en un partido, también tiene el derecho de dejar de participar en él y ejercer su libertad para ser postulado por otro partido. Porque el prohibir simple y llanamente la postulación de un candidato de un partido diferente, afectaría la libertad de los partidos para presentar candidatos externos, candidaturas comunes o coaliciones. Consuelo Laiz Castro (Revista política y Sociedad de la Facultad de Ciencias Políticas de la Complutense. n°20.1.995.) “España se organiza como un gobierno representativo y sus Instituciones parlamentarias, elegidas por sufragio universal en elecciones libres, periódicas y competitivas, son expresión concreta de la idea de la representación política. Las Cortes Generales, representan al pueblo español, artículo 6 de la Constitución.” Pero los representantes mantienen una relación con los que representa, a los que les solicita su voto en ocasión de procesos electorales, como candidatos de un partido político. Creándose una relación representativa compuesta entre el diputado-partidoelector. Lo que demuestra que existe una obligación o subordinación por parte del representante con su partido político. La Sentencia 10/83 de 21 de febrero del <tribunal Constitucional de España, resulta muy interesante para entender la polémica de la titularidad del escaño. Esta Sentencia, considerada como pionera en la forma de interpretar el tema, falla un recurso de amparo de garantías promovido por concejales del partido Comunista en el Ayuntamiento de Madrid, contra acuerdos de la Junta Electoral de Zona de Madrid, que admitiendo su baja en el Partido Comunista, les destituyó del cargo de concejales. Los recurrentes solicitaban el restablecimiento de sus derechos como miembros del partido Comunista y en el derecho al cargo de Consejales del Ayuntamiento de Madrid. En los Fundamento el Tribunal Constitucional alegó argumentaciones muy importante con relación a los Partidos Políticos y la titularidad del escaño. Indicando que la titularidad es legítima cuando puede ser referida de manera mediata o inmediata a un acto concreto de expresión de la voluntad popular. Y no es constitucionalmente legítimo otorgar a una instancia que no puede ser considerada como un poder público, la facultad de determinar por si misma ese cese. Los partidos políticos son, creaciones libres, producto del ejercicio de la libertad de asociación; no son órganos del Estado, por lo que el poder que ejercen se legitima solo en virtud de sus estatutos, por lo que solo puede ser ejercida entre los que conforman la asociación política. y como es el candidato quien recibe el mandato por los electores, por lo que quien debe en caso de necesidad, sustituir con otro, el desempeño de los cargos , no concuerda con la constitución por lo que no puede ser aceptado, toda vez que se infringe de modo frontal el derecho de los ciudadanos a participar en los asuntos públicos a través de representantes. Una vez elegidos los representantes, no lo son de quienes los votaron, sino de todo el cuerpo electoral y titular. Po lo que la permanencia en el cargo no queda subordinada a ningún poder que no emane de la voluntad popular. Con esto podemos llegar a la conclusión de que el transfuguismos tiene connotaciones éticas, morales y de desconfianza dentro de la cultura política de nuestros países. En panamá a lo largo de la investigación se presenta solo como una conducta amoral y antiética pero de igual manera sin connotaciones jurídicas para quienes incurran en ellas.