Casos clínicos de animales exóticos

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LA EDITORIAL DE LOS VETERINARIOS
Xavier Valls nos presenta este libro cuyo principal propósito es
ayudar al veterinario que atiende a mascotas no convencionales, y
proporcionarle información sobre los procedimientos médicos y
quirúrgicos más habituales para cada especie tratada.
La obra incluye casos clínicos reales de una gran variedad de especies
exóticas. Cada caso incluye una reseña del animal, su historia clínica
o anamnesis, los síntomas clínicos más relevantes, la explicación de la
exploración del animal, las pruebas complementarias, el diagnóstico
diferencial y un diagnóstico final si es posible, así como el tratamiento
y seguimiento del caso. Finalmente, se incluye un apartado de
observaciones que pretende hacer reflexionar al lector sobre
aspectos concretos del caso.
Este libro no pretende en ningún momento hacer una recopilación
exhaustiva de las enfermedades y tratamientos a modo de escrito clásico,
simplemente busca dar nuestra visión clínica de los casos explicados, es
decir, describir cómo manejamos y curamos a nuestros “exóticos” pacientes.
X.Valls
CASOS CLÍNICOS DE ANIMALES EXÓTICOS
Xavier Valls Badia
Javier Vergés Bueno
ANIMALES DE COMPAÑÍA
CASOS CLÍNICOS DE
animales
exóticos
Xavier Valls Badia
Javier Vergés Bueno
Casos clínicos
de animales exóticos
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Autores: Xavier Valls Badia y Javier Vergés Bueno.
Formato: 22 x 28 cm.
Nº de páginas: 264.
Número de imágenes: 1.000.
Encuadernación: tapa dura.
Año: 2012
ISBN: 978-84-92569-79-3.
Con esta exhaustiva recopilación de casos clínicos, los autores
de este libro han querido transmitir su amplia experiencia como
especialistas en animales exóticos. Su interés está centrado en
medicina y cirugía de reptiles y anfibios, en los análisis laboratoriales y las técnicas de diagnóstico por imagen de los “nuevos
animales de compañía”.
El libro está dividido en dos grandes bloques en los que se
describen una gran variedad de casos clínicos de mamíferos
exóticos, reptiles y anfibios.
Esta obra será de interés tanto para el veterinario que ocasionalmente se enfrenta a un animal exótico como para el especialista
en estos animales.
Dirigido a veterinarios, estudiantes, profesores y profesionales del sector.
Centro Empresarial El Trovador, planta 8, oficina I - Plaza Antonio Beltrán Martínez, 1 • 50002 Zaragoza - España
Tel.: 976 461 480 • Fax: 976 423 000 • [email protected] • Grupo Asís Biomedia, S.L.
LA EDITORIAL DE LOS VETERINARIOS
Casos clínicos de animales exóticos
ÍNDICE DE CONTENIDOS
1. Pequeños mamíferos
Manejo y medicina preventiva
Mala alimentación
Alteraciones y enfermedades del aparato reproductor
Enfermedades infecciosas y parasitarias
Patologías dentales
Enfermedades y problemas ligados al aparato digestivo
Alteraciones del aparato urinario
Neoplasias
2. Reptiles y anfibios
Enfermedades ligadas a un mal manejo y/o alimentación
Enfermedades de la piel
Problemas reproductivos
Problemas de comportamiento
Enfermedades infecciosas y parasitarias
Traumatología
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CASOS CLÍNICOS DE ANIMALES EXÓTICOS
MAMÍFEROS
MANEJO Y MEDICINA PREVENTIVA
CASO CLÍNICO 3
Control rutinario, vacunaciones
y desparasitaciones
en Conejos
(Oryctolagus cuniculus)
RESEÑA DE LOS PACIENTES
Especie
Conejos de ambos sexos
(Oryctolagus cuniculus).
Motivo de la consulta
Primera visita o revisión anual de
conejos que conviven en casas como
mascotas.
Figura 1. Conejos criados para ser mascotas
(Oryctolagus cuniculus). €
HISTORIA CLÍNICA
En este caso clínico indicaremos una serie de recomendaciones para mantener sanos y en un estado óptimo a los conejos que conviven en casas como mascotas (figs. 1 y 2).
Son animales estrictamente herbívoros con una dentición
y un aparato digestivo peculiar. Hay que tener en cuenta que
pueden transmitir enfermedades de la piel, tiña y sarna, a las
personas (figs. 3-5).
Queremos hacer hincapié en la revisión de la zona bucal.
En muchas ocasiones realizamos radiografías de la cabeza
para poder observar las raíces de los dientes y su colocación (la fórmula dentaria: 2/1 incisivos; 2/2 premolares; 4/3
molares) (figs. 6a y 6b). Se deben explorar los dientes incisivos (figs. 7 y 8) y para poder visualizar los premolares y los
molares utilizamos un otoscopio o endoscopio y abrebocas
o separadores. En aquellos casos en los sea necesario evaluar exhaustivamente las piezas dentales o limar/cortar algún
diente, resulta imprescindible sedar al animal (figs. 9a y 9b).
Los conejos poseen un ciego muy desarrollado que ocupa
gran parte de la cavidad abdominal ventral y caudal (figs. 10a
y 10b). Es necesario realizar una palpación completa del
abdomen del conejo, en la que no se deberían notar zonas
impactadas ni acumulaciones de gas (fig. 11).
Figura 3. Conejo con lesiones en la parte distal de las extremidades anteriores
compatibles con sarna o tiña.
Figura 4a. Lesiones alopécicas en la zona rostral de un conejo. Estas lesiones
están provocadas por un hongo, Trichophyton mentagrophytes.
Figura 4b. Lesión en el cuello de la propietaria del conejo de la figura 4a.
Figura 5a. Lesiones costrosas y pruriginosas en las extremidades anteriores y
posteriores de un conejo con sospecha de sarna.
SÍNTOMAS CLÍNICOS
Los clientes que nos visitan para solicitar información y tratamientos sobre medicina preventiva suelen ser dueños de
conejos recién adquiridos o acuden a revisiones anuales de
sus mascotas.
EXPLORACIÓN DE LOS ANIMALES
Los conejos se exploran de la misma manera que cualquier
otro mamífero, pero se debe tener en cuenta sus peculiaridades anatomofisiológicas. La temperatura rectal de los conejos es de 38,5-39,5 ºC.
Figura 2. Aunque los hurones son animales que se han utilizado históricamente
para la caza de los conejos, cuando ambos se socializan durante las primeras
etapas de su vida no hay problema para mantenerlos juntos en cautividad.
Figura 5b. Detalle de las lesiones costrosas y pruriginosas en la extremidad
anterior de un conejo con sospecha de sarna.
Figura 5c. Imagen
}
microscópica a 100
aumentos del raspado de
las lesiones del conejo de las
figuras 5a y 5b. Se detecta la
presencia de ácaros y de sus
huevos (Sarcoptes scabiei).
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CASOS CLÍNICOS DE ANIMALES EXÓTICOS
MAMÍFEROS
ALTERACIONES Y ENFERMEDADES DEL APARATO REPRODUCTOR
CASO CLÍNICO 7
Celo persistente
y enfermedad
adrenal en Hurón
(Mustela putorius furo)
a
RESEÑA DEL PACIENTE
Especie
Hurón (Mustela putorius furo).
Edad
14 meses.
Sexo
Hembra.
Motivo de la consulta
La hurona está en celo desde hace
un par de semanas.
HISTORIA CLÍNICA
SÍNTOMAS CLÍNICOS
La hurona de 14 meses de edad presenta el celo por segunda vez (fig. 1). En el anterior celo se le administró acetato de
leuprorelina (Ginecrin Depot®) (fig. 2) para retirárselo. Los propietarios fueron informados de los pros y contras de los tratamientos hormonales o quirúrgicos para retirar el celo. En esta
ocasión acuden a la clínica para que le retiremos nuevamente
el celo, pero a poder ser de una manera más prolongada,
aunque no contemplan de momento la esterilización porque
la quieren hacer criar más adelante.
Los dueños están bien informados sobre la incidencia de
la enfermedad adrenal en los hurones. Recordar al lector
que algunos estudios clínicos indican que los animales esterilizados desarrollan de manera más prematura la enfermedad de las glándulas adrenales con respecto a los que no se
esterilizan.
Las hembras de hurón suelen entrar en celo a finales de
invierno o principios de primavera. Al vivir dentro de las casas
como mascotas, las hembras manifiestan celos con más frecuencia y más seguidos en el tiempo. No es de extrañar ver a
huronas en celo a lo largo de casi todo el año.
La aparición del edema de la zona vulvar es el principal
síntoma del celo (figs. 3a y 3b). A veces las hembras en celo
también presentan prurito y alopecia simétrica en tronco y
cola, con apariencia similar a la de un hurón con enfermedad
adrenal (fig. 4).
Figura 1. Hurona en su transportín antes de ser visitada.
EXPLORACIÓN DEL ANIMAL
La hurona presenta la zona vulvar muy aumentada de tamaño. Ha perdido algo de peso y el apetito. Está muy cariñosa
con los propietarios.
Se plantea a los dueños realizar un análisis de sangre para
evaluar al animal y determinar, sobre todo, si presenta anemia. Esta alteración de la serie roja es muy común en hurones
cuando presentan un celo muy prolongado, debido a la toxicidad de los estrógenos sobre la médula ósea.
Figuras 3a y 3b. Detalle de la vulva de la hurona en celo, se nota la hinchazón y el enrojecimiento de la zona genital externa.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
DE EXPLORACIÓN
Se realizó un análisis de sangre. Los resultados más relevantes en este animal fueron anemia regenerativa, hematocrito del
29% y proteínas totales 40 g/l. La bioquímica sérica era normal.
DIAGNÓSTICO FINAL
Hiperestrogenismo por época reproductiva (celo, estado
fisiológico normal de una hembra en época reproductiva).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO DEL CASO
•• Hiperestrogenismo por época reproductiva (celo, estado
fisiológico normal de una hembra en época reproductiva).
•• Ovario remanente en hembras esterilizadas.
•• Enfermedad adrenal.
Se optó por una opción más duradera que la inyección de
acetato de leuprorelina, ya que cuando se aplicó anteriormente, el animal volvió a entrar en celo en un breve periodo
de tiempo. Además, el propietario no contempla de momento la esterilización del animal ya que tiene intención de cruzarlo más adelante. Se le coloca un implante subcutáneo de
acetato de deslorelina (Suprelorin®) (fig. 5). El procedimiento
para aplicar dicho implante (figs. 6 y 7) es el mismo que para
colocar un microchip. En cambio, el implante se posiciona
en la zona interescapular del animal en lugar de la zona del
Figura 2. Leuprorelina acetato. }
Este fármaco se administra vía subcutánea a dosis de 100 a 200 μg/animal.
Compramos el vial y componemos
las partes, cargamos jeringuillas con la
dosis justa para cada inoculación y las
mantenemos en el congelador.
b
cuello, que es donde colocamos el microchip. La hurona se
premedicó con midazolam a dosis de 1-3 mg/kg IM (Dormicum®) y luego se anestesió con isoflurano al 3-4% mediante
mascarilla. Previamente a su aplicación se desinfecta la zona
con povidona yodada y después se introduce el implante en
el tejido subcutáneo interescapular.
Figura 4. Lesiones alopécicas bilaterales y en la cola de un hurón con enfermedad adrenal crónica.
45
98
CASOS CLÍNICOS DE ANIMALES EXÓTICOS
REPTILES
ENFERMEDADES LIGADAS A UN MAL MANEJO Y/O ALIMENTACIÓN
CASO CLÍNICO 19
Hipovitaminosis
en Tortugas de Florida
(Trachemys scripta scripta
y Trachemys scripta elegans)
RESEÑA DE LOS PACIENTES
Especie
Tortugas de agua dulce
(Trachemys scripta scripta
y Trachemys scripta elegans).
Motivo de la consulta
Los animales tienen los ojos
hinchados, uno de ellos con costras
en los párpados, otro presenta
una mancha blanca en la córnea
y el último tiene los párpados muy
hinchados. No comen nada desde
hace un par de meses.
Figura 1. Trachemys scripta scripta con blefaroedema/blefaritis. Las deficiencias crónicas de vitamina A suelen producir hiperplasia conjuntival, lesión que
se muestra en esta figura.
Figura 2. Trachemys scripta elegans con úlcera en la córnea y opacidad de la
misma, no brilla (hecho muy indicativo de hipovitaminosis A).
Figura 3. Trachemys scripta elegans con hiperqueratosis de la piel de los
párpados. Se produce un engrosamiento de las capas más externas de la
epidermis palpebral.
Figura 4. Trachemys scripta elegans con hiperqueratosis de la piel de los
párpados.
Figura 5. Chelydra serpentina: detalle del ojo de una tortuga sin hipovitaminosis A. En el ojo se pueden ver reflejadas las luces fluorescentes.
Figura 6. Modo de aplicar la pomada en los ojos de las tortugas.
OBSERVACIONES
La vitamina A es necesaria para el buen estado de las
mucosas y la piel de los animales. Además, es una vitamina
que no sintetiza el organismo del animal por lo que la tiene
que ingerir en forma de betacarotenos o de retinol. En las
especies principalmente carnívoras se puede suplementar la
dieta con hígado una vez por semana, para aportarles vitamina A. En el caso de las especies herbívoras la asimilan a partir
de los betacarotenos de las frutas y hortalizas (los que tienen
colores naranja y amarillos por regla general).
HISTORIA CLÍNICA
Los animales viven en un acuario pequeño en el interior de
casa. Una bombilla de 60W ilumina el acuario y cambian el
agua cada vez que la ven sucia (aproximadamente cada 3-4
días). Una de las tortugas tiene 5 años y las otras unos 8-10
años.
Las alimentan con gambitas liofilizadas (“Gammarus”) dos
o tres veces al día. Hace unos años comían de todo: chorizo,
jamón dulce, carne y pescado, pero se ensuciaba mucho el
agua y la alimentación se cambió a la actual. Las gambitas
liofilizadas se las comen muy bien.
Los meses de más frío, los quelonios están menos activos
y duermen (hibernan).
El agua del acuario no se calienta con esterilla o calentador
de agua. Durante el verano las sacan a tomar el sol directo 4
horas al día.
Desde que las tienen nunca han manifestado ningún síntoma de enfermedad, tampoco han visto la necesidad de llevarlas al veterinario.
una tortuga sin hipovitaminosis A (Chelydra serpentina, fig. 5),
en la que se ven reflejados los fluoresencentes en la córnea.
SÍNTOMAS CLÍNICOS
Las tortugas se tratan con inyecciones intramusculares (en el
cuádriceps femoral) de vitamina A, a razón de 2.000 UI/kg y
repetición a los 15 días.
Además, se limpian los ojos con un bastoncillo para retirar
el material que se acumula entre los dos párpados y se aplica
una pomada oftálmica con cloranfenicol (Oftalmolosa Cusí
Cloranfenicol®, fig. 6).
Por otra parte se cambia la dieta, se pasa a alimentar al
animal con piensos para tortuga semiacuática enriquecidos
o bien balanceados con vitamina A y/o dieta natural: carne
roja, pescado blanco, gusano de tierra, caracoles, calamar,
sepia, etc. Añadimos también al menú semanal unos trocitos
de hígado (de cordero, vaca, ternera, conejo, pavo o pollo).
Las tortugas muestran los ojos hinchados, una de ellas presenta costras en los párpados, otra una mancha blanca en
la córnea y otra tiene los párpados muy hinchados (figs. 1-4).
Además, no comen nada desde hace un par de meses.
EXPLORACIÓN DE LOS ANIMALES
Se observan lesiones diferentes en los tres animales, uno de
ellos tiene blefaroedema bilateral (fig. 1) y pérdida de peso,
el segundo tiene una úlcera corneal (fig. 2) y el tercero tiene hiperqueratosis de la piel de los párpados (figs. 3 y 4).
En el caso de las córneas se aprecia que están levemente opacas y no brillan (figs. 2 y 3). Se puede comparar con el ojo de
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
•• Mala alimentación crónica-hipovitaminosis A.
•• Conjuntivitis o blefaritis purulenta bacteriana/vírica/fúngica.
•• Úlcera corneal.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
DE EXPLORACIÓN
No se realizaron pruebas complementarias en estos animales.
DIAGNÓSTICO FINAL
Tras obtener una respuesta positiva al tratamiento con vitamina A, se puede llegar a la conclusión de que el diagnóstico
definitivo es una hipovitaminosis A.
TRATAMIENTO Y SEGUIMIENTO
DEL CASO
Como pruebas complementarias, podría plantearse al propietario un análisis de sangre completo para ver si el animal
presenta alguna alteración en su hemograma y valorar si hay
anemia (el hematocrito de estas especies debe encontrarse
en torno al 26%). También puede valorarse la función renal y
la hepática. No obstante, en este caso no se realiza ninguna
de las pruebas citadas por razones económicas.
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204
CASOS CLÍNICOS DE ANIMALES EXÓTICOS
REPTILES
ENFERMEDADES INFECCIOSAS Y PARASITARIAS
CASO CLÍNICO 45
Hepatitis necrosante
en un Dragón Barbudo
(Pogona vitticeps)
RESEÑA DEL PACIENTE
Especie
Dragón Barbudo (Pogona vitticeps).
Edad
6 meses.
Sexo
Macho.
Motivo de la consulta
El animal se muestra muy apático
y postrado. Se encuentra en
cuarentena para su posterior
introducción en un grupo de cría.
HISTORIA CLÍNICA
EXPLORACIÓN DEL ANIMAL
Se trata de un Dragón Barbudo juvenil que ha sido adquirido en una feria de reptiles (fig. 1). El animal fue comprado
a un criador extranjero, por lo que no se puede obtener la
información sobre el estado de salud de los demás animales
de la misma camada o grupo vendidos durante el mismo
fin de semana. La propietaria posee un grupo de cría y ha
adquirido este nuevo saurio como reproductor para renovar
la “sangre”. Desde un inicio, el animal se mantuvo aislado en
un terrario aparte donde se mostró poco activo e inapetente.
Fue perdiendo peso progresivamente. En el momento de la
visita al veterinario el animal se encontraba moribundo.
Externamente no se detectan lesiones ni signos de enfermedad, a excepción de una marcada caquexia y un tono amarillento del animal.
Se extrae una muestra de sangre de la vena caudal ventral
para realizar una analítica sanguínea.
El animal fallece a las pocas horas de ser visitado y hospitalizado. Se realiza la necropsia para determinar la causa de
su muerte (figs. 2-4).
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL
El análisis de sangre indica que se trata de una hepatitis
grave (elevación de los valores normales de GOT, LDH y
CK) y de una infección sistémica (heterofilia y aspecto anormal de los eritrocitos los cuales se encuentran muy vacuolizados) (figs. 5-7).
Los resultados de la necropsia del animal revelan una
marcada hepatomegalia, además, el hígado está muy pálido (figs. 2 y 3). El resto de órganos son macroscópicamente normales (fig. 4).
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
DE EXPLORACIÓN
El protocolo diagnóstico consiste en un hemograma (leucocitosis con heterofilia) y en una bioquímica (elevaciones de
GOT, LDH y CK).
Se realizan improntas de diversos órganos (hígado, riñón
y corazón) y se extrae material del intestino para su estudio
directo en el microscopio óptico. En el contenido intestinal
no se detectan parásitos. Las improntas se tiñen con tinción
rápida Diff Quik® y se analizan al microscopio (figs. 8-11). Se
guardan muestras de los distintos órganos internos para su
estudio histopatológico.
N
N
T
Lg
Lp
T
Figura 5. Se observan numerosos eritrocitos con vacuolas en su citoplasma
(alteración característica de animales con viremia). Se diferencian dos heterófilos (N), un linfocito grande (Lg), un linfocito pequeño (Lp) y trombocitos (T).
Ei
T
T
SÍNTOMAS CLÍNICOS
En el examen clínico se observa su baja condición corporal
acompañada por signos de deshidratación severa. El saurio
no responde prácticamente a los estímulos externos y muestra una marcada disnea inspiratoria.
Ei
Figura 6. Grupo de trombocitos (T) y eritrocitos inmaduros (Ei) con una gran
vacuola en el citoplasma que deforma la célula.
Lg
M
 Figura 2. Exposición de los órganos
internos tras la sección de la piel
ventral. Se aprecia el hígado pálido
y de grandes dimensiones.
N
Lp
N
Figura 3. Detalle de la 
hepatomegalia y la lipidosis
hepática. El ventrículo cardiaco se
observa delante de la zona craneal
del hígado. En estas especies el
corazón se sitúa muy craneal (entre
las dos extremidades anteriores).
Figura 1. Pogona vitticeps juvenil en su terrario.
N
Figura 4. Órganos de la cavidad celómica. En la parte superior de la imagen se
observa el estómago de color blanquecino, el pulmón izquierdo en el margen
inferior derecho y la gónada (el testículo) de color claro en el centro. También se
aprecia la membrana celómica de color muy oscuro por la presencia de melanocitos (muy común en saurios).
Lp
Figura 7. Se aprecian heterófilos de aspecto y tamaño normal (N), un monocito (M), un linfocito grande reactivo (Lg) y unos linfocitos pequeños (Lp).
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