QUÉ DIRÁ EL SANTO PADRE - Asociación Madres de Plaza de Mayo

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POESÍA Y
MADRES
Nº 24 – Septiembre de 2013 – Argentina – Precio de tapa $ 3 Sale con la edición de Tiempo Argentino del 06/09/13
Revista mensual de la Asociación
Madres de Plaza de Mayo
ISSN: 1853-9785
3
El teólogo Rubén Dri por Hebe
QUÉ DIRÁ
EL SANTO PADRE
ESPECIAL: IGLESIA Y PODER Escriben: Frei Betto/ Ivone Gebara/ Fortunato Mallimaci/ Eduardo de la Serna/ Marta
Vasallo/María Gabriela Pisani (Fraternidad Misionera)/ Sandra Conte/ Adrián González/ Rafa Tano/María Sucarrat
editorial
sumario
julio
Carta al Papa Francisco
2013
Hebe de Bonafini
Permítame que me dirija a usted como
Don Francisco, ese Francisco que descubrí
ahora. Mi padre también se llamaba Francisco y era un santo trabajador de manos
muy encallecidas de tanto trabajar para
mantenernos. Don Francisco, no sabía de
su trabajo pastoral, sólo sabía que el máximo dirigente de la iglesia argentina habitaba en la catedral; esa catedral que cuando
marchábamos y pasábamos por delante, le
cantábamos: "Ustedes se callaron cuando se
los llevaron".
Hoy, ante mi sorpresa, escucho a muchos
compañeros explicar de su entrega y trabajo
en las villas. Me alegro infinitamente al saber
de su trabajo y siento esperanzas de un cambio en el Vaticano. Hemos sufrido mucho en
esta Latinoamérica que hoy se levanta erguida gracias a sus dirigentes. Me enteré que
es posible que beatifique al Padre Murias.
Por este motivo me atrevo a enviarle la lista
de sacerdotes y obispos del Tercer Mundo
desaparecidos y asesinados para solicitarle
que, como en la Asociación Madres de Plaza
de Mayo pedimos por todos, usted, como un
acto de solidaridad los recuerde a todos por
su entrega en la lucha por la patria.
Ahora le solicito, desde lo más profundo
de mi corazón, no luchar por una iglesia para
los pobres: únase a todos los que en este
mundo injusto luchamos para que se termine
la pobreza y alguna vez la igualdad sea una
realidad y entonces lograremos un mundo
de niños felices y sonrientes. Basta de niños
descalzos y con grandes pancitas. En nuestra
Patria Grande Latinoamericana de San Martín y Bolívar miles dieron la vida para lograr la
erradicación de la pobreza que, junto con la
educación y el trabajo, eran los grandes sueños de nuestros hijos desaparecidos. Gracias
Don Francisco y cuando se encuentre con el
Papa en el Vaticano cuéntele de mi pedido,
que es el de millones de Madres. Gracias por
leer la carta de una Madre a la que le arrancaron toda la familia y que, junto a mi hija y a
muchas Madres de la Asociación Madres de
Plaza de Mayo, sigo luchando desde hace 36
años por una Patria libre, justa y soberana.
Un abrazo respetuoso.
Hebe de Bonafini
La Plata, 21 de marzo de 2013
CUANDO LA IGLESIA
ES EL OTRO
Por Sandra Conte
08
Mucho ruido y
pocas nueces
Escribe
Fortunato
Mallimaci
14
16
11
DESAFÍOS A LA
IGLESIA EN
AMÉRICA LATINA
Escribe Frei Betto
Lo importante es el
papado, no el Papa
Por Eduardo De la
Serna
Iglesia y Mujer
Escribe Ivone
Gebara
FRANCISCO, QUE
ES BERGOGLIO
Escribe Marta
Vasallo
18
20
Un desafío
contracultural, 22
urgente y necesario
María Gabriela
Pisani
EL PAPA Y EL
CURA VILLERO
Por María
24 Sucarrat
02
LAS MADRES X LOS CHICOS
ENTRE EL CIELO
Y EL INFIERNO
CEMOP
26
¡NI UN PASO ATRÁS!/ Asociación Madres de Plaza de Mayo
Año 3 Nº 25/ SEPTIEMBRE 2013/ REPÚBLICA ARGENTINA
Editorial: Asociación Madres de Plaza de Mayo/ ISSN: 1853-9785/ Propiedad Intelectual: Fundación Madres de Plaza de Mayo, Registro Nº 5072645 - Hipólito Yrigoyen
1578, “PB” C.A.B.A.
Director: Demetrio Iramain. Editora General: Lucía García Itzigsohn. Redacción: Sandra Conte/ Adrián González/ Leonardo Gorbacz/ Fortunato Mallimaci/ María Sucarrat/
Rafa Tano/ Marta Vasallo. Escriben en este número: Frei Betto/ Ivone Gebara/ María Gabriela Pisani. Eduardo de la Serna. Asesora de Producción: Teresa Pacitti.
Historietas: Mariano José Utin. Humor gráfico: Fabián Prol. Fotografía nota de tapa: Sebastián Romero. Asesoramiento de Arte: Belén Dezzi. Diseño y diagramación:
Leonardo Solari. Asistente en diseño: Uriel Elía Martínez. Impresión: G1S.A./ Domicilio: Hipólito Yrigoyen 1584. CP 1089 Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Tel/ Fax:
(0054 11) 4383 0377. E mail: [email protected]. Facebook: Ni Un Paso Atrás
TEÓLOGO RUBÉN DRI X HEBE
TEÓLOGO RUBÉN DRI X HEBE
“Nosotros lo único
que tenemos
es la política”
Rubén Dri, teólogo de la Liberación, analiza la estrategia
de la Iglesia en la designación de Bergoglio al frente
del Vaticano. En plena crisis del mundo neoliberal,
con un catolicismo que pierde fieles a manos de las
iglesias pentecostales, un Papa latinoamericano intenta
reconstruir la hegemonía perdida. La mirada lúcida
de Dri revela las contradicciones de un crítico de los
neopopulismos que se presenta como popular y que
suma gestos que hasta ahora no transforman.
Edición: Lucía García Itzigsohn
Fotografía: Sebastián Romero
Ni un paso atrás . 3
TEÓLOGO RUBÉN DRI X HEBE
Hebe de Bonafini: Tengo muchísimo
respeto por lo que decís y hacés, siempre
has sido un tipo muy inteligente para
plantear las cuestiones de la Iglesia. En
este momento tan difícil me interesa
muchísimo tu posición. Porque hay mucha confusión, el Papa parece una vedette de las revistas, todo el mundo se quiere sacar una foto con él. ¿Cómo ves a la
iglesia nuestra, la iglesia de abajo? ¿Sigue
habiendo curas del Tercer Mundo?
Rubén Dri: Hebe, creo que hay que tener
en cuenta que la Iglesia de hoy es la que se
construyó en el siglo IV o V, la Iglesia sacerdotal que construye poder. Si no hacemos
análisis político nos equivocamos completamente. Esa Iglesia tuvo un período que
va de 1959 a 1979 en el cual comenzó a
hacer una revisión, a abrirse, a dar paso a
las corrientes liberadoras que latían en su
seno y se expresaban. Ese período terminó con el advenimiento de Wojtyla, Juan
Pablo II. Y se destruyó completamente lo
que había comenzado a partir del Concilio
Vaticano II.
H: Se destruyó por la persecución, también.
R: Por la política eclesiática de ir desbancando a los obispos comprometidos con el
proceso de liberación de sus propios pueblos, quitándoles poder, desarticulando los
espacios de la Teología de la Liberación.
Esta reflexión parte de mi experiencia personal. Yo, exiliado en México, era profesor en el Instituto Teológico de Estudios
Superiores, en la línea de la Teología de la
Liberación. El Instituto comenzó a recibir
presiones del Vaticano con Juan Pablo II
para cerrarlo y nombró una comisión para
juzgar la teología del Instituto. Se negoció
presentarnos todos los profesores juntos
frente al tribunal. Fuimos con nuestros
programas, la bibliografía y presentamos
el contenido. No encontraron los errores
porque el problema no era teológico, era
político. Y ese Instituto no era marginal,
estaba sostenido por nueve congregaciones
religiosas. Vino la orden directa del Vaticano del cierre del instituto. Se quiso resistir,
pero no fue posible, el Instituto se cerró.
H: Ahora la fe está centrada en los santos, las marchas, en ir a la puerta de una
iglesia y estar 40 horas para tocarle los
pies al santo. Antes era diferente, en la
iglesia del barrio estaban todos juntos,
se crecía de otra manera. Me acuerdo
porque los chicos trabajaban con un
4 . Ni un paso atrás
cura al que también se lo llevaron.
R: Estás hablando de las décadas del '60
y del '70, cuando recuperamos las raíces
liberadoras del cristianismo. Reinterpretábamos el cristianismo, la iglesia, a nosotros
mismos desde la liberación, desde la lucha
contra la opresión. Ahí no importaba tanto que hubiese estos o aquellos santos sino
qué significaban. Cuando eso se ha perdido, revive con muchísima fuerza el símbolo de identidad de los sectores populares.
A mí no me enojan el Gauchito Gil, la Difunta Correa, me encanta – incluso- que
sean creaciones populares porque no han
sido cooptados por la Iglesia.
H: ¿Vos pertenecés a alguna congregación?
R: Pertenecí a los salesianos, pero no me
ordené con ellos, como cura fui diocesano, pertenecí a la Diócesis del Chaco en las
décadas del '60 y '70. En el barrio, hacíamos el novenario de la Virgen de Itatí, la
virgen decía que teníamos que luchar por
nuestros derechos, reestructurar el barrio,
crear poder popular. Si uno interroga a los
devotos que están esperando para tocar a
San Cayetano, se da cuenta que ahí se recuperan lazos, se crea un espacio utópico.
El devoto te dice: “Aquí puede dejar las cosas que nadie le va a tocar”; salimos de acá
y nos van a robar. Hay que trabajar sobre
esa utopía, sobre ese tipo de relaciones que
se crean. La devoción no es puro fetichismo, hay fe; y se presta también para el comercio, claro.
H: Y llegamos a este Papa que nadie conocía. La gente de la Villa 21 me contaba
que Bergoglio cuando llovía llegaba antes que La Cámpora, de botas y de gorra
en colectivo. ¿Tenía dos caras?
R: Bergoglio es un gran político. De repente apareció un personaje extraordinario
que va a revolucionar el mundo. Francisco
es Bergoglio y tiene una historia acá. Y él
recomienda que leamos el documento de
Aparecida, del cual es redactor fundamental. Eso permite ver cuál fue la actuación
de Bergoglio frente a los movimientos populares, al kirchnerismo y con la pobreza.
H: Y con las Madres.
R: Con las Madres, los derechos humanos,
los 30.000 desaparecidos.
H: Nosotras tomamos la Catedral y nos
cerró los baños.
R: Da la impresión que Bergoglio no se en-
teró de que aquí hay 30.000 desaparecidos.
¿Alguien lo escuchó hablar alguna vez? Pero
yo quiero hablar del proyecto de él. Frente
a la pobreza, que es un término abstracto,
los pobres, que es un término naturalizado,
yo hablo de empobrecidos: no hay pobres,
hay empobrecidos. Pero en el proyecto de
él lo que hay son pobres; una Iglesia pobre para los pobres. ¿Cuál es el enemigo?
Un proyecto popular porque crea poder, y
entonces los pobres dejan de ser de la Iglesia. En el momento de crecimiento de los
movimientos populares en América Latina
que está unido a la crisis del neoliberalismo
sobre todo en Europa, hay una Iglesia que
siente que está en bancarrota completa y
nombra a un Papa que tiene un proyecto
precisamente para América Latina, donde
está la mayoría de los fieles cristianos, el
potencial de la Iglesia. Hay una lucha en
dos frentes, pero no es enfrentamiento, es
una lucha política. Y eso está en el documento de Aparecida con mucha claridad,
dice que a través de procesos democráticos
y por elecciones se va llegando a un estado
autoritario y neopopulista. O sea el chavismo, el socialismo del buen vivir de Rafael
Correa, el socialismo comunitario de Evo
Morales, el kirchnerismo acá. Por eso en
Si uno interroga a los
devotos que están
esperando para tocar
a San Cayetano, se
da cuenta que ahí se
recuperan lazos, se crea
un espacio utópico. El
devoto te dice: “Aquí
puede dejar las cosas
que nadie le va a tocar”;
salimos de acá y nos van
a robar. Hay que trabajar
sobre esa utopía, sobre
ese tipo de relaciones que
se crean.
TEÓLOGO RUBÉN DRI X HEBE
Brasil da la pelea en el espacio público, en
la calle con todos los enemigos: los populismos y las iglesias pentecostales que le
han ganado millones de fieles ya. Monta
un gran espectáculo, favoreciendo la concepción de un verdadero fetichismo, una
papamanía exaltada.
H: En el Vaticano los Papas nunca te
atendían. Y él atiende a todo el mundo.
R: Y eso parece una revolución. A él se lo
elige teniendo en cuenta que en el Vaticano
hay que poner un poco de orden porque es
una cueva mafiosa donde hay lavado de dinero, chantaje sexual, pedofilia, el banco.
H: Deja los zapatos colorados, cocina,
no duerme más en la cama del Papa.
R: Son grandes gestos. Pero los signos que da
son contradictorios. Elige a ocho cardenales
que deben proyectar las transformaciones, y
como coordinador a Rodrigo de Madariaga,
el cardenal golpista de Honduras. Bergoglio
no puede ignorar eso. Tres de los cardenales están acusados de proteger pedófilos. El
tema de la pedofilia es central.
H: Un tema gravísimo.
R: Acá tenemos el caso de Grassi y no creo
que Bergoglio haya dicho nada. Él se relaciona con todo el mundo, acepta, recibe,
también le escribe a la señora Pando, y no
solamente, sino que reza por todos aquellos
“presos políticos”. ¿Son los genocidas a los
que se está refiriendo? A no confundirse, hay
que analizar un poco su historia, sus proyectos y después ir viendo, en la medida en que
se produzcan transformaciones vamos a estar
de acuerdo, no nos vamos a cerrar.
H: Transformaciones que se vean, que las
podamos sentir. Igual va a tener que cortar un poco con eso de atender a todos. El
otro día con el equipo de fútbol, a mí me
da vergüenza ajena, los regalos que le llevan. Me preguntaron si lo iba a ir a ver. Si
cuando estaba acá nunca me atendió qué
lo voy a ir a ver a Roma, está muy lejos.
R: Lo que pasa es que él ha dado pie para
todo eso, ¿no? Dan un poco de vergüenza
algunos que han ido a verlo para alabarlo cuando aquí decían otra cosa. Hay que
tener un poco de dignidad. Es muy inteligente Bergoglio y suele largar frases, metáforas. Cuando él dice: “¿Quién soy yo para
juzgar a un gay?” Pero después agrega, y
todo el mundo se olvida, que “el comportamiento con respecto al gay está muy bien
establecido en el catecismo de Juan Pablo
II y dice que al gay hay que tratarlo con
consideración porque en último término
es un enfermo. Y ¿qué puede hacer el gay?
Aceptar la cruz que se le ha dado y observar
la castidad”. Es terrible. Esto cambiaría si
él aceptara la categoría de género. En el documento de Aparecida se habla de la ideología de género que atenta contra la familia. Frei Betto dijo que espera que ahora las
mujeres puedan llegar al sacerdocio, que
los sacerdotes se puedan casar.
H: ¿Y esto de que haga santos a esta gente que es tan facha?
R: Él va a canonizar a Juan Pablo II y por
otra parte a Juan XXIII, son dos proyectos
de Iglesia que se dan de patadas totalmente. Y también al sucesor de Escriva de Balaguer del Opus Dei.
H: ¿Hicieron milagros, salvaron a alguien? ¿Qué es la canonización?
R: Son grandes medidas político-religiosas.
Hay una lucha de las congregaciones para
lograr la beatificación y canonización de
algunos de sus miembros porque da poder.
Para una congregación que se dedica a la
educación, por ejemplo, el mejor fruto es
Ni un paso atrás . 5
TEÓLOGO RUBÉN DRI X HEBE
un santo que haya sido educado por ellos.
Canonizar a una persona significa mostrarla como cristiano ejemplar. Para eso se hace
un estudio de su vida y después se requieren para la canonización dos milagros, para
la beatificación creo que uno.
H: ¿Qué pensás de los sacerdotes que
levantan a Bergoglio? La gente de la parroquia de Mugica dice que todos los
años va a la misa de Mugica, y que este
año mandó una carta. Y por otro lado
está con Macri.
R: Sigue haciendo la misma política, pero
ahora con un efecto mucho mayor. Él
ahora se siente bien. No sé si vos te diste
cuenta que sonríe, ¿le conocías la sonrisa
antes? Se transformó, llegó donde quería
llegar, tiene todo el poder para hacer lo que
siempre quiso hacer en su vida. Y eso le da
mucha salud y lo pone muy bien.
H: ¿Vos esperás algo de él?
R: No, no espero nada. Creo que cuando él
dice: “Hagan lío” está dando una señal de
que realmente quiere un movimiento de
iglesia que gane la calle, algo parecido a lo
que en su momento fue la Acción Católica, el partido Demócrata Cristiano cuando
la Iglesia perdió poder frente a los estados
modernos, laicos y comenzó a reconquistar la hegemonía en la sociedad civil. Hay
mucho de eso en la consigna que él propone. Va a haber un cambio en la manera de
acercarse a la gente, pero no en cuanto al
proyecto que es la construcción de poder
en un momento en el cual hay una gran
crisis. ¿Por qué desde 1959 hasta 1979 se
produce esta apertura de la Iglesia? En ese
Elige a ocho
cardenales que
deben proyectar las
transformaciones, y
como coordinador
a Rodrigo de
Madariaga, el
cardenal golpista
de Honduras.
Bergoglio no puede
ignorar eso. Tres
de los cardenales
están acusados de
proteger pedófilos.
momento está en crisis el capitalismo, hay
una avanzada de movimientos populares, el
imperio tiene su primera derrota en Vietnam, Argelia consigue su liberación, en
Latinoamérica hay movilizaciones populares muy fuertes; la Iglesia también expresó
eso y se sintió impulsada. Cuando muere
Pablo VI, después de lo de Juan Pablo I,
viene Juan Pablo II en el momento en que
llega Reagan a la presidencia de Estados
Unidos y Margaret Tatcher a Inglaterra.
Esta Iglesia que destruye a la anterior es la
del neoliberalismo: hoy neoliberalismo en
crisis, iglesia en crisis.
H: Muchos dicen que los yanquis tienen que
ver con el nombramiento de Bergoglio.
R: Los yanquis siempre tienen que ver, tienen mucha influencia en el Vaticano. La
CIA manda sus informes. La Iglesia es una
construcción de poder que está ligada a los
poderes, por eso es que no se puede esperar
una revolución a menos que haya una revolución popular muy fuerte.
H: Esta papamanía, ¿cómo la ves en el
contexto político que estamos viviendo?
R: El proyecto nacional, popular y latinoamericano que aquí lo expresa el kirchnerismo no se puede desvincular de la Patria
Grande latinoamericana y caribeña. El
proyecto de la Patria Grande fue derrotado
allá cuando las guerras de la Independencia. El de Artigas, de San Martín, de Bolívar fue vencido por los proyectos de patria
chica dependientes del imperio de ese momento, que era el de Gran Bretaña. Todas
naciones que surgen dependiendo absolutamente del imperio. La reconstrucción de
la Patria Grande tuvo esbozos frustrados, el
último fue la destrucción de Paraguay. El
primer intento serio que veo es el que comienza en el 2000. Por primera vez no es
solamente una idea sino que hay una materialidad. Se ha derrotado al ALCA - cosa
que era impensable- y es el indicio de que
la Patria Grande comenzó a tener poder,
se construye Mercosur, Unasur, Celadec,
La carta de Hebe por el Encuentro de la Juventud
Alba. Se pueden parar algunos golpes, el
que se le quiere dar a Evo, a Rafael Correa,
el golpe que se le quiere dar a Cristina.
Pero también hay derrotas, la de Honduras
y la de Paraguay.
H: Lo de Honduras fue trágico, sigue
siendo trágico.
R: No podemos ignorar que Francisco
nombró al cardenal golpista. Por otra parte
ahora se construye la alianza Pacífico con
Chile, con Perú, Colombia y México con
impulso de Estados Unidos para destruir
esta construcción de la Patria Grande. Nosotros en este momento tenemos la muerte
de Kirchner, uno de los grandes líderes de
esta construcción, la muerte de Chávez,
otro líder formidable.
H: Irrecuperables.
R: Ahora asume Cartes en Paraguay que
tiene un pie ya en la alianza Pacífico. Y en
Uruguay termina el período de Pepe Mujica y probablemente el candidato sea Tabaré Vázquez que pensó en un momento en
pedir la protección de Estados Unidos por
si entraba en guerra con Argentina. Una
cosa demencial. Maduro no es lo mismo
que Chávez. Hay un debilitamiento, aquí
hemos visto qué nos ha pasado en las elecciones: hay una derrota, no hay que magnificarla, pero sí reconocerla. Y además tener en cuenta que Massa expresa la vuelta
a la década del '90. Sus expresiones frente
a los empresarios no dejan dudas.
H: Está Duhalde metido ahí. No podemos perder en los barrios más populosos, en Moreno. Yo creo que hay que bajar un poco más a esos lugares.
R: Es una alerta muy seria. Hay que militar
más y ver cómo llega la propuesta. Es la
única manera porque los proyectos finalmente triunfan si triunfan en la conciencia. Hay construcciones materiales que son
fundamentales pero si la conciencia no se
transforma, el célebre Hombre Nuevo del
que hablaba el Che Guevara nunca llega.
Han triunfado concepciones de desideologización, de desprecio a la política y esto es
grave porque la política es el instrumento
de transformación.
H: El único que hay.
R: Es el único para los sectores populares,
la derecha no necesita la política, al contrario no la quiere, para qué. Si tiene el poder
Grandes expectativas ha despertado
su visita a Brasil. Los encuentros
de la juventud en ese país son
maravillosos. Las Madres lo sabemos
porque hemos participado de esos
encuentros.
El 5 de julio de 1980 fuimos recibidas
por el Papa Juan Pablo II. Nos recibió,
en el estadio del Gigantinho, a 20
Madres de la Asociación Madres de
Plaza de Mayo, ante una multitud de
jóvenes que nos aplaudió de pie en el
estadio.
Fueron cinco días inolvidables en
Porto Alegre, atendidas por todos los
parlamentarios y, sobre todo, por un
gran hombre que es Jair Christie, un
abogado que dirige una comisión de
derechos humanos.
Las Madres le queremos decir, Papa
Francisco, que estamos mirando
con mucha atención todas sus
intenciones de transformar, en parte,
el poder del Vaticano.
Nos sentimos satisfechas ante
muchas de sus actitudes. Lo
leemos, lo miramos, escuchamos
sus palabras, pero sabemos que
hablarles a los jóvenes en un país tan
enorme como Brasil, ir a las favelas,
no es poca cosa.
económico, el poder mediático, muchas
veces tiene el poder militar, el eclesiástico.
Pero nosotros lo único que tenemos es la
política. Esa política tiene que convocar a
millones porque las grandes transformaciones las producen movimientos populares
que necesariamente son contradictorios.
H: Y necesitan tiempo.
R: Necesitan maduración, procesar las
contradicciones. No hay movimientos
puros. A nosotros nos ha convencido la
lucha que se dio en el 2008 contra las
corporaciones agrarias. A la posibilidad
de una transformación profunda, nosotros la llamamos socialismo, palabra que
debemos agradecerle a Chávez que haya
recuperado. Pero no significa copiar. Maduro tuvo una expresión muy interesante,
dijo: “Nosotros como militantes nos he-
Como le dije antes, peleemos por un
mundo en donde no haya pobres.
Luchemos por la justicia, por la
libertad, por la igualdad, la inclusión,
por el amor y la esperanza. Las
Madres estamos convencidas que en
lugar de luchar contra la pobreza hay
que luchar contra la riqueza.
Este mundo no puede ser de unos
pocos, tiene que ser de todos
nosotros.
Desde aquí, desde la Casa de
las Madres, les quiero mandar, a
todos los jóvenes del mundo que
van a participar de este encuentro,
el abrazo más grande. Ustedes,
los jóvenes de hoy, pasaron a ser
nuestros hijos. Nuestra lucha es por
ustedes y para ustedes. Queremos
felicitar a la presidenta de Brasil, a
esa Dilma querida, por recibirlo como
estoy segura que lo van a recibir.
Siempre nuestra lucha ha sido a
través de la esperanza, como ve, no
la hemos perdido tampoco con usted.
Desde Buenos Aires, abrazamos a
todos aquellos que participen con
grandes expectativas en todo los
actos que usted conduzca. Gracias,
por ahora, y permítame que lo
abrace.
mos formado leyendo a Marx, a Lenin, a
Trotsky. Vino Chávez y nos compuso la
cabeza”. No para que dejasen de leer esos
instrumentos de conocimiento de la realidad fundamentales, sino porque hay que
construir desde abajo, desde la propia realidad histórica, popular. Si no es una imposición de arriba y eso nunca es liberador
ni puede durar. Como decía el Che Guevara, los gérmenes del socialismo están el
pueblo. Los gérmenes de lo mejor están el
ser humano, también los de lo peor. Estamos en una construcción formidable que
es la de la Patria Grande, que tiene fuerza, tiene poder -lo ha demostrado- tiene
debilidades, ha sufrido derrotas. Hay que
agradecer poder vivir en una época en que
podemos mirar como proyecto posible el
de la Patria Grande. Es lo más grande que
nos puede pasar.
Ni un paso atrás . 7
La opción por los pobres
CUANDO LA IGLESIA
ES EL OTRO
¿Qué lleva a un sacerdote a optar por los pobres? Es una pregunta que nos hacemos
cada vez que observamos las prácticas de los curas que eligen caminar junto a su
pueblo. Nos lleva a pensar en la instancia de formación que transitan los seminaristas,
muy especialmente aquellos que optan por trabajar en barrios vulnerables.
Por Sandra Conte
¿Qué prácticas cotidianas forjan a estos habitantes de lo popular? Pensando
en cuáles son las experiencias que hacen que, más allá de las estructuras institucionales, algunas personas decidan
construir una religión viva y actuante.
Para conocer un poco más acerca de la
formación de seminaristas en el contexto actual, consultamos al Pbro. Ignacio
Blanco, de la Diócesis de Quilmes.
¿Qué particularidades tiene o debería
tener la formación de un seminarista
para trabajar en contextos vulnerables?
La formación actual en los seminarios
busca integrar (o al menos es lo que podemos leer en sus documentos orientadores) cuatro dimensiones: la dimensión
humana, con la correspondiente madurez psicoafectiva y la capacidad para la
8 . Ni un paso atrás
construcción comunitaria; la dimensión
espiritual, la dimensión intelectual y la
dimensión pastoral o apostólica. Cuatro áreas o dimensiones de la vida que
fueron profundizadas en el documento
de Juan Pablo II, “Pastores dabo vobis”,
referido a la formación en los Seminarios. Innumerables son los escritos que
refieren a esta formación; pero, a mi entender, el desafío de ser cura en medios
vulnerables propone interrogantes.
El primero es develar qué imagen de
cura o identidad presbiteral persigo: ¿un
cura dedicado “a las cosas” de Dios, separado de la vida cotidiana del pueblo?;
¿un cura o “sacerdote del templo”?; ¿un
cura solidario con la “angustias y las esperanzas” de la humanidad, cercano a
la vida cotidiana de su pueblo? Todavía
esta identidad presbiteral es motivo de
discusiones al interno eclesial.
En segundo lugar, y de acuerdo a la
imagen de cura, se propone una formación teórico-práctica. Y en este punto
también creo que hay tela para cortar.
¿Cómo se puede preparar una persona
para el trabajo en contextos vulnerables
a partir de una estructura formativa como
la del Seminario que provee de todo al
seminarista? Ni qué decir de jóvenes
que provienen de contextos vulnerables
y, al paso por el seminario, se “desclasan” y su horizonte es “ir a estudiar a
Roma”, como testimoniaba amargamente un formador latinoamericano en un
encuentro al que pude asistir. Si bien es
cierto que, en mi etapa de formador, he
acompañado a jóvenes de sectores muy
pobres ingresando al Seminario de Quilmes; y que han logrado mantener una
La opción por los pobres
clara opción por los pobres y un deseo
profundo de jugarse en ese sentido, no
creo que la estructura como tal favorezca
esta decisión.
En tercer lugar, quiero indicar un elemento configurador de la formación que
a mi juicio es determinante: el trabajo.
Me parece que la dimensión del trabajo
es una clave madurativa necesaria en
toda formación. El Seminario, tal como
lo conocemos, es una estructura del siglo XVI que se fue aggiornando, pero que
sigue siendo un reservorio alejado de
las problemáticas y las necesidades de
nuestro pueblo.
¿Qué herramientas son necesarias para
una tarea como ésta? ¿Alcanza con la fe?
Entiendo que una tarea de entrega
generosa en medios vulnerables requiere el impulso de la fe, de la capacidad de
sostener la utopía, de una mirada “mística” en el sentido más genuino. Pero ese
“motor” de la vida necesita ser equipado
de otros instrumentos.
No alcanza una “vida de oración” para
decodificar los innumerables sentidos que
propone la complejidad de la pobreza.
Necesitás una construcción más interdis-
ciplinar, mayor apertura a otros saberes
que no son sólo los filosófico-teológicos.
Pero donde ciertamente el sujeto de
la formación puede ser más vulnerable
es en su dimensión humano-afectiva. La
experiencia de la fragilidad emocional;
las heridas narcisistas por las derrotas
o los fracasos; la necesaria crisis de los
moldes de la formación en su colisión
con la realidad; la irrupción de la ternura
y el encuentro con la mujer en el trabajo
pastoral cotidiano proponen al novel sacerdote repensarse una y otra vez.
La vulnerabilidad del medio se convierte en un espejo de la vulnerabilidad
interior y hay que asumirla. O irse.
También me parece clave un mayor
desarrollo de la lectura política de la realidad. Lograr una síntesis de fe y política
sigue siendo una deuda de nuestra formación.
¿Cómo se construye desde la etapa de formación el sujeto con el que van a trabajar,
el "otro" villero, marginal, pobre?
Como dije antes, la percepción del
“otro” queda supeditada a la experiencia
concreta del compartir esa realidad.
En Quilmes, gracias a Dios,
“¿Cómo se puede preparar
una persona para el
trabajo en contextos
vulnerables a partir de
una estructura formativa
como la del Seminario
que provee de todo al
seminarista?”
contamos con experiencias que acercan al seminarista con la realidad de la
persona en situación de vulnerabilidad:
la Carpa Misionera, los encuentros de
evangelización popular, las misiones barriales.
Pero me parece que hay una pregunta siempre de fondo: ¿el pobre es destinatario o sujeto de la acción pastoral?;
¿nuestras prácticas están pensadas
desde la prioridad del pobre o son planificaciones de
Obispado de Quilmes. Vicaria de Ministerios: Carlos Pellegrini
3280 (1879) Quilmes Oeste, provincia de Buenos Aires. Tel.:
(011) 4250-2323. [email protected]
Ni un paso atrás . 9
En Facebook: Grupo de Curas en la Opción por los Pobres.
La opción por los pobres
escritorio?; ¿el pobre es alguien a quien
voy a ayudar o me dispongo a intentar un
“ascenso a lo popular” como decía Camilo Torres?
de otra imagen de Iglesia y una profunda
deuda que sostiene la Institución con el
mundo de los pobres para el que Jesús
tuvo predilección.
¿Qué aprendizajes no se construyen en
el seminario? Y en ese caso: ¿dónde se
construyen?
Creo que en general, este “ascenso
al pueblo” no se construye en el seminario, sino fuera, en el contacto con nuestro
pueblo. Así también el valor del trabajo
y el contacto con los avatares cotidianos
de nuestra gente sólo comienza a ser
percibida de verdad en la práctica pastoral. Hay demasiada distancia, todavía,
entre la vida cotidiana de la formación en
el Seminario y la vida de nuestro pueblo.
Podríamos sumar a esto la realidad
económica de los curas: no es igual la
vida y el ministerio en un medio pobre,
marginal; que en una parroquia céntrica.
La lucha por la subsistencia hace que el
cura comience a dimensionar las contradicciones e injusticias no sólo de la
sociedad en que vive, sino de la misma
institución eclesial.
¿Cómo les enseñan a enfrentarse a la
complejidad y diversidad de los territorios, particularmente desde Quilmes?
Desde el Seminario de Quilmes se
intenta que los seminaristas, además de
su formación académica, logren un acercamiento pastoral a través de la práctica
durante los fines de semana en parroquias y capillas distintas.
Además, se los anima a la misión
permanente en medios populares. Como
dije, la Carpa Misionera, los encuentros
de evangelización popular, las colonias
de vacaciones para los pibes más pobres
de nuestros barrios, son algunos de los
medios que contamos para acercar a los
seminaristas a la realidad de vulnerabilidad.
Desde este año, el Seminario sostiene una experiencia de cuatro seminaristas mayores que conviven como comuni-
¿Qué cambios notás con respecto a la
enseñanza de otras épocas?
Hay un esfuerzo de acercar la formación a la realidad, pero entiendo que el
Seminario como tal es una estructura
que necesita ser seriamente cuestionada. También entiendo que con
esto se juega no sólo la lucha
por la identidad del cura;
sino también la búsqueda
“La vulnerabilidad del
medio se convierte en un
espejo de la vulnerabilidad
interior y hay que
asumirla. O irse.”
dad en la zona de la Ribera de Quilmes,
asistiendo pastoralmente esa realidad
compleja de la Diócesis.
Si algo caracteriza a nuestro tiempo
es la capacidad que nos hemos dado colectivamente de revisar aquellas instituciones que habían quedado ancladas en
un pasado para algunos, más feliz, para
otros, menos, pero que permanecían en
uso entre nosotros casi como por inercia.
Saludablemente parece haber llegado la
hora de cuestionar, en el sentido de interrogar por la vigencia de sus prácticas a
todas ellas y lo más potencialmente fértil
parece ser que los mismos sujetos que
las conforman sean quienes lo hagan.
Vivimos buenos tiempos.
Seminario
“Cristianismo revolucionario,
política y sociedad”
Programa
1. Los distintos procesos políticos
en América Latina y el aporte del
Cristianismo Revolucionario
2. El debate sobre el poder.
Construcción del poder popular
3. Educación Popular, TL, cine y
militancia.
4. Cristianismo y marxismo en
América Latina. El cruce entre
Jesús, Marx y Freüd
5. Cristianismo y Movimientos
revolucionarios en América Latina.
Iglesia y Derechos Humanos
Docente: Rubén Dri y colectivo
Teología de la Liberación “Pichi
Meisegeier”
Día y horario: Miércoles de 17 a
19 hs.
Duración: 5 encuentros
Inicio: Miércoles 18 de septiembre
Secretaría de Extensión
Universitaria
Universidad Popular Madres de
Plaza de Mayo
10 . Ni un paso atrás
Un Papa de gestos desafiantes
Sin proyecto a la vista
de transformación
estructural
Por Fortunato Mallimaci*
Ni un paso atrás . 11
Un Papa de gestos desafiantes
El catolicismo es un mundo… así
decía el principal investigador del catolicismo contemporáneo Emile Poulat en
un libro de título memorable cuyo subtítulo era “eclesiosfera”. Y sí, es una institución, un movimiento, una cultura, un
imaginario dentro del cual conviven múltiples y diversos catolicismos.
La renuncia de Benito XVI a su cargo
de “sumo pontífice” es el signo visible de
la crisis profunda de ese catolicismo romano y del fracaso de construcción de un
tipo de ingeniería simbólica e institucional
para regular, centralizar y mantener el
poder luego del “cimbronazo” de las reformas del Concilio Vaticano II en los 60.
El gran tema que desde numerosos
lustros recorre al mundo católico sigue
siendo qué hacer frente a la modernidad
capitalista del Dios mercado, Dios dinero
y Dios imperio. Modernidad que secularizó produciendo sus propias religiones.
Adaptarse, conciliarse, enfrentarse y negarse fueron y son posibles caminos que
el mundo católico viene realizando. Desde el liberalismo es pecado mortal del
siglo XIX; al comunismo intrínsecamente
perverso del siglo XX y al actual enfrentamiento en el siglo XXI al relativismo, hedonismo, consumismo y constructivismo
-especialmente de género- hay una profunda continuidad en las líneas centrales
que provienen del “magisterio” y el carisma romano. Hay otros catolicismos como
el burgués, el místico, el emocional pero
subordinados a ese catolicismo integral.
Dado que la modernidad latinoamericana se construyó con un fuerte entramado entre los universos simbólicos políticos y religiosos -en especial católicos- el
impacto de que un especialista católico
argentino llegue a un puesto de poder
“universal” como es el ser Papa, lo convierte en un significativo actor políticoreligioso en la región y en cada estado
nación. No se trata de un mero acto de
razón instrumental (vínculos entre jefes
de estados latinoamericanos con el jefe
de estado del Vaticano) sino que actúa
sobre las creencias y representaciones
políticas - cristianas de la gran mayoría
de los partidos políticos y grupos dirigenciales que gobiernan en la región. No es
sólo la “utilización política de lo religioso
y la utilización religiosa de la política”,
son las creencias y subjetividades de
compartir imaginarios y universos simbólicos lo que los lleva a estar juntos en la
supuesta “construcción del bien común”,
concepto de tradición católica y tomista
si los hay. La construcción de la Patria
Grande de inspiración católica es una
tentación para unos y otros.
Argentina es hoy
un claro ejemplo
de la lucha por las
interpretaciones: hay
tantas lecturas del
Papa como intereses
culturales, políticos
y económicos hay en
juego. La mayoría de
los líderes políticos
buscan la foto, la
carta, el llamado
telefónico, el afiche y
la cercanía.
Juan Pablo II expandió el carisma de
función papal a la mayoría de los rincones del mundo. Visitó 129 países y se
calcula que lo vieron, tocaron y sintieron
cerca, casi 600 millones de personas.
Benito XVI lo expandió desde su función
intelectual y dogmática. Ambos homogeneizaron ideológicamente – dado los
largos años que gobernaron- a todos los
responsables del catolicismo universal.
A ese “dinamismo desde arriba” se lo
acompañó con la creación y revitalización de “nuevos movimientos religiosos”
desde abajo como los de inspiración carismática, espiritual, social o empresarial
. Sin embargo todos estos esfuerzos no
revitalizaron la institución. La raciona-
lidad restauradora y los escándalos de
los especialistas y los nuevos movimientos de la Iglesia Católica –denunciados
públicamente los últimos días de papado
por el propio Benito XVI con una crudeza
no conocida en esos ambientes – forman
parte de un mismo proyecto y es lo que
ha explotado y minado la credibilidad
en la institución. En la Argentina, en los
últimos años, decenas de especialistas
religiosos (varones y mujeres) abandonaron sus puestos: unos castigados, otros
llamados al orden y expulsados; otros
hartos de no encontrarle sentido a la
vida eclesial. Los malestares –como resumía un notable teólogo argentino- son
de “inadecuación, de extrañeza y de falta
de reacción pastoral” y por eso pedía urgente “algo inédito, creativo y audaz”. No
hubo respuestas. En nuestro país no visitó ni se solidarizó con los organismos de
DDHH ni con las víctimas del terrorismo
de estado, ni como arzobispo de Buenos
Aires, ni como presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Su prioridad
fueron las víctimas inocentes. Sigue siendo una asignatura pendiente.
Argentina es hoy un claro ejemplo de la
lucha por las interpretaciones: hay tantas
lecturas del Papa como intereses culturales, políticos y económicos hay en juego. La
mayoría de los líderes políticos buscan la
foto, la carta, el llamado telefónico, el afiche y la cercanía. Los grandes diarios hacen los mismo publicando libros y revistas
con su foto y obsequios “religiosos”. Cada
uno hace suyo el sueño del Papa “propio”.
Es innegable que si la persona “ungida” le agrega gestos, actos, movimientos, palabras, mediaciones, o sea su
propio carisma personal hecho habitus
en tierras lejanas - ayer en Polonia, hoy
en el fin del mundo-, lo mediático lo tomará y lo expandirá hasta el infinito. Los
tiempos carismáticos del líder del catolicismo no son iguales a liderazgos políticos o culturales dado que provienen de
la larga historia, son densos y profundamente cargados de poder simbólico reforzado por la misa mediática celebrada
con 6000 periodistas y cámaras a nivel
mundial solamente para esta persona.
En sociedades mediáticas globales como
las que vivimos, en plena búsqueda de lo
Un Papa de gestos desafiantes
Las grandes expectativas que él mismo ha creado
le urgen a mostrar cuáles son los caminos para
llegar a su propuesta de “Iglesia pobre y de los
pobres”. ¿Quiénes son esos pobres y como llegan
a ser protagonistas de la historia?
extraordinario, su figura, presencia, fama
y testimonio prevalece sobre el resto del
mundo católico que es ninguneado.
Eso sucedió con las importantes expresiones críticas católicas que buscan
ampliar el derecho y la justicia para todos los ciudadanos y ciudadanas, en comunidades de base, en las luchas de los
movimientos sociales por vivienda, tierra,
derechos LGBT, de las mujeres, los niños,
los ancianos, etcétera y que fueron igno-
radas en el reciente viaje a Brasil por la
autoridad papal que, al no nombrarlas,
invisibilizó esa diversidad de experiencias
también a nivel de la prensa. He aquí otro
fenómeno a tener en cuenta.
Los gestos simples, sus testimonios
críticos – en el cual se destaca la visita
a la isla de Lampedusa en Sicilia para solidarizarse con los inmigrantes africanos
que mueren o son dejados morir cuando intentan llegar a Europa- y palabras
inclusivas – como tener misericordia y
compasión con cualquier persona – han
creado un clima de expectante espera en
un mundo católico cansado de condenas
y reprimendas. Pero eso no alcanza pues
aún no ha comenzado a realizar acciones que muestren el rumbo de su proyecto para el catolicismo. Sus palabras
también comienzan a ser cuestionadas.
Cuando se le preguntó sobre la ordenación de mujeres y dijo que el tema estaba
cerrado, produjo numerosas reacciones
en contra en el movimiento de teólogas
católicas. Cuando habló del diablo, numerosos teólogos lo criticaron.
Como papa tendrá entonces que definir
sus prioridades estructurales en el mundo
católico realmente existente y teniendo en
cuenta los otros mundos. Sanear la curia,
un banco y perseguir a los que cometen
delitos de abuso sexual, no es un proyecto
sino cumplir con las normas mínimas de
toda gestión transparente. Quizás sea hacer algo para que todo siga igual.
Las grandes expectativas que él mismo ha creado le urgen a mostrar cuáles
son los caminos para llegar a su propuesta de “Iglesia pobre y de los pobres”.
¿Quiénes son esos pobres y como llegan
a ser protagonistas de la historia? ¿Será
con los movimientos hegemónicos hoy en
Roma como Comunión y Liberación, Opus
Dei, Movimiento de Focolares, Comunidad de San Egidio, Renovación en el Espíritu Santo o hay o habrá otros? ¿Será una
apuesta a la pluralidad y a la diversidad?
¿Será haciendo memoria de los mártires
de América Latina asesinados por dictaduras cívico-militar-religiosas? Prioridades
que debe comenzar a plantear urgente y
sumar a aquellos grupos y personas que
él quiera que lo acompañen en esa misión. ¿Existirán esas personas y grupos?
¿Formará equipos? Ha repetido todas las
veces que ha sido consultado que su propuesta es la prolongación de lo realizado
por Juan Pablo II y Benito XVI. En esto ha
sido consecuente.
Comprender hacia donde va esa institución con su cultura, sus imaginarios, sus
subjetividades y sus sociabilidades múltiples no nos puede dejar indiferentes.
*UBA/CONICET
Una mirada desde la Teología de la Liberación
Desafíos a la iglesia
en América Latina
Expresión de la vivencia y de la inteligencia de la fé cristiana de los pobres, la teología
de la liberación insiste en priorizar el don de la vida como manifestación suprema de
Dios, sobre todo en un contexto en que la opresión produce tantas formas de muerte,
como es el caso de América Latina. Ella resiste también a aquellos que pretenden
vaciar el don teologal de la esperanza proclamando "el fin de la historia", como si el
futuro pudiese ser encarado como mera extensión del presente.
Por Frei Betto*
A
segurar la fé cristiana como buena
noticia para los pobres es la señal,
por excelencia, de fidelidad de la
Iglesia a Jesucristo - criterio suficiente para determinar quién se aleja o se
aproxima a la propuesta evangélica.
Si algunos sectores de la teología de
la liberación ahora se retraen, no es debido a la caída del Muro de Berlín, que
sin duda impone serias reflexiones a todos los que buscan un modelo alternativo de sociedad, cristianos y no cristianos.
La razón reside en las presiones oriundas de sectores del centro de poder en
14 . Ni un paso atrás
la Iglesia Católica, que se empeñan en la
restauración de la hegemonía institucional, en detrimento de las Iglesias locales, de los avances representados por el
Concilio Vaticano II y de la evangelización
inculturada.
En los últimos años, además de las
advertencias formuladas por el cardenal
Ratzinger en dos Instrucciones, algunos
teólogos sufrieron reprimendas y censuras sin que, sin embargo, haya sido
apuntada en sus obras ninguna formulación doctrinaria contraria a la ortodoxia
romana. Lo que incluso constituye una
situación curiosa: se acusa a la teología
de la liberación de ser "ideológica" y, al
mismo tiempo, se emiten sobre ella críticas ideológicas, sin fundamentos doctrinarios consistentes.
La colección de obras teológicas en
la óptica de la teología de la liberación,
Se acusa a la
teología de la
liberación de ser
"ideológica" y,
al mismo tiempo,
se emiten sobre
ella críticas
ideológicas, sin
fundamentos
doctrinarios
consistentes.
Una mirada desde la Teología de la Liberación
cuyos primeros ejemplares llegaron a ser
editados simultáneamente en diferentes
idiomas, entró en un impasse. Algunos
episcopados prohibieron a editoriales
católicas proseguir con su publicación y
Roma ajustó los criterios de concesión
de imprimatur por la multiplicación de
instancias que deben juzgar cada nuevo
escrito. Tales hechos evidencian algo más
profundo: la confrontación entre diferentes concepciones de Iglesia. En síntesis,
un modelo jerárquicamente centralizado,
universalmente reproducido, volcado a
los pobres en una postura asistencialista;
y, otro, fundado en la "comunión y participación" (Puebla), inculturado, inserto en
el esfuerzo de liberación de los pobres y,
como la Iglesia primitiva, teniedo el mismo rostro de los fieles que la integran en
cada nación o etnia.
Aun si no hubiese ese contrapunto y
la teología de la liberación permaneciese en total silencio, hay cuestiones que
se imponen al poder romano como consecuencia de la nueva coyuntura internacional. No se puede ignorar el factor
cultural en África, en Asia y en América
Latina; la urgencia de una teología moral actualizada; los avances de la biogenética; la transnacionalización de la
economía; la miseria que afecta a más
de la mitad de la población del globo; e,
inclusive, los nuevos vientos democráticos que no dejan de cuestionar el perfil
imperial adoptado por la Iglesia Católica
a partir del siglo IV. Unanse a eso ciertas
Aun no se acostumbraron al hecho de que los
fieles - pobres, sin escolaridad, impelidos por
la sabiduría de la vida y el Espíritu - participen
de la vida de la Iglesia y de la reflexión
teológica, com un amor que, por ser auténtico,
no deja de ser crítico.
cuestiones polémicas que ni el Sínodo
de 1990 conseguió evitar: el fin del celibato sacerdotal y la ordenación de las
mujeres.
En el esfuerzo de tratar los valores
culturales sin partir de sus raíces estructurales e históricas, ciertos sectores
eclesiásticos parecen no querer asumir
la modernidad. Aun no se acostumbraron
al hecho de que los fieles - pobres, sin
escolaridad, impelidos por la sabiduría
de la vida y el Espíritu - participen de la
vida de la Iglesia y de la reflexión teológica, com un amor que, por ser auténtico,
no deja de ser crítico. Para quien vive en
una institución cerrada – a semejanza
de los antiguos partidos comunistas del
Este europeo - la transparencia es siempre incómoda.
Ocurre que el mundo se transformó
en una pequeña aldea y - así como lo
que pasa en Kuwait interfiere eb la vida
de quien vive en Argentina, en Canadá
o en la Polinesia - no hay más posibili-
dad de erguir Cortinas de Hierro o de
Bambu, impidiendo que los medios de
comunicación penetren. Parafraseando el Evangelio, ahora la casa no tiene más tejado, el ojo electrónico capta
todo y socializa las informaciones, inclusive las que circulan en las esferas
eclesiásticas.
La renuncia del papa Benedicto XVI
y la elección de un papa latinoamericano, el cardenal Bergoglio, que adoptó
el nombre emblemático de Francisco,
indican cambios de la Iglesia Católica.
Todavía es temprano para afirmar cuan
profundos serán. El hecho es que los
pobres esperan que el nuevo papa sea
fiel al nombre adoptado y a la propuesta
evangélica de Jesús, que vino “para que
todos tengan vida y vida en abundancia”
(Juan 10, 10).
* Escritor, autor de la novela “Un hombre
llamado Jesús” (Editorial Caminos, La Habana),
entre otros libros.
Ni un paso atrás . 15
¿CAMBIA LA IGLESIA?
Lo importante es el papado,
no el Papa
La Iglesia no debe seguir dependiendo del Papa, que no es
el jefe de la Iglesia, ni su santidad, ni el vicario de Cristo. El
Papado no tiene por qué ser una monarquía absoluta, un Jefe
de Estado, un Dios en la tierra. Pero eso ocurre todavía.
Por Eduardo de la Serna *
H
acer un comentario sobre el
Papa y el papado no siempre
resulta fácil, especialmente
porque se mezclan cosas, y –ademásporque es necesario conocer los oyentes-lectores para estar seguros que al
decir algo, decimos/leemos lo mismo.
Por ejemplo, ¿qué se lee cuando se lee
Iglesia? Porque muchos entenderán institución, otros entenderán obispos, otros
entenderán templos, y otros una comunidad creyente. Decir que durante la dictadura las iglesias se cerraron es verdadero
si entendemos templos (particularmente
los céntricos, porque eso no vale para La
Santa Cruz), bastante verdadero si nos
referimos a los obispos (porque unos pocos fueron receptivos y comprometidos
con el dolor y las víctimas), y nada exacto
si nos referimos a la comunidad creyente que padeció miles de víctimas entre
laicas/os, religiosas/os, curas y hasta
obispos.
Por tanto, entrando en tema, es importante saber qué entendemos por Papa, y
por papado. Es evidente que en la larga
historia de la Iglesia hubo Papas maravillosos y Papas perversos; también es evidente que cada cosa debe evaluarse y mirarse en su tiempo, porque el anacronismo
es una peligrosa herramienta de análisis;
y también es cierto que mirar las cosas
en nuestro tiempo nos quita muchas posibilidades de analizar de un modo más
panorámico. Pero no podemos leer sino
16 . Ni un paso atrás
desde nuestro aquí y ahora, y es desde
él que podemos
–con cierta cautela- mirar el papado
de Francisco.
Creo que lo primero que llama la
atención es el contraste. Evidentemente
Francisco es muy distinto de Benedicto
XVI. Ratzinger desde que se ordenó de
cura vivió toda su vida detrás de un escritorio, fue un brillante profesor e intelectual, pero sin ninguna calle. No tuvo experiencia pastoral, es decir, no tuvo que
escuchar y compartir la vida y la muerte
cotidiana de los varones y mujeres de su
ambiente, no tuvo que poner el oído a los
llantos y risas del pueblo; miraba la realidad desde los libros; Bergoglio –en cambio- caminaba las calles, iba a los barrios,
se sentaba en confesionarios… si algo
tiene es calle. Y sin duda alguna, eso se
percibe: habla el lenguaje de la gente, no
el de los libros. Sabe bien que para el común, no importa tanto qué piensa o qué
dice este cura, sino que vino a mi casa,
y tomó mate conmigo. Ese contraste se
acentúa en otros gestos que se perciben
fácilmente, desde los zapatos hasta el
saludo, desde la sonrisa hasta el abrazo
a niños y enfermos, desde el ropaje hasta
los gestos simples, se trata de cercanía,
sencillamente. Y sería muy pobre y muy
discutible antropológicamente negar la
Lo primero que
llama la atención
es el contraste.
Evidentemente
Francisco es muy
distinto de Benedicto
XVI. Ratzinger
no tenía calle;
Bergoglio, sí.
importancia y lo positivos que
son los gestos y signos. Los seres humanos nos manifestamos
más por signos que por palabras,
y si algo caracteriza el papado de
Francisco son los gestos. Y si algo
caracterizó a Benedicto XVI fue la
¿CAMBIA LA IGLESIA?
ausencia de éstos, o algunos pocos muy
espantosos (zapatos, gorros, ausencia
de sonrisas, distancia…).
Otro elemento importante para el análisis tiene que ver con su ser latinoamericano. Los dos papas anteriores vinieron del frío, y eso
trajeron a la Iglesia: invierno.
Con los matices propios de
cada cultura, los latinoamericanos tienen una calidez
muy distinta. Y una calidez
que llama la atención y sor-
prende
en
otras
partes. Si provocará un deshielo
en la Iglesia es demasiado pronto todavía para
saberlo, hay gestos que invitan a esperarlo, aunque otros
no insinúan demasiados cambios más que de formas. Pero
precisamente ese ser latinoamericano debería ponernos
en alerta a la hora del análisis:
muchos comentan o se preguntan qué dirá o hará sobre los
homosexuales, anticoncepción,
aborto, divorcios, los derechos
de las mujeres, que si bien son
temas importantes (y debemos
celebrar cada paso adelante) no
son temas esenciales en el Tercer
Mundo, donde es más urgente el
hambre, la pobreza, la “muerte
antes de tiempo”, la violencia. Un
ejemplo para que se me entienda:
le pregunté a una teóloga feminista colombiana, que con toda justicia pelea por un lugar más justo
de la mujer en la Iglesia: “¿Qué preferís,
que la mujer pueda llegar al sacerdocio o
que se acabe el conflicto en Colombia?”.
“Sin ninguna duda el fin del conflicto”,
contestó. A eso me refiero, a que hay temas importantes, pero hay otros temas
más urgentes; y desde el Primer Mundo
se vuelven mucho más difíciles de mirar
o escuchar, especialmente cuando no se
escuchan los llantos y las risas sino que
se lee la realidad desde los libros, o desde
el etnocentrismo europeo. En este sentido
que en la Jornada Mundial de la Juventud,
el Papa no
haya dicho
una palabra
sobre esos temas que importan en Europa,
resultó positivo
(especialmente
cuando el Arzobispado de Rio de Janeiro había preparado un digesto indigesto
de moral para los peregrinos).
Pero mirar el papado –si quiere hacerse desde una perspectiva ampliadebe tener en cuenta que hay temas
intraeclesiales que son importantes en
la Iglesia, otros de la misma Iglesia en
su relación con la sociedad, y otros que
la sociedad está mirando a ver cuáles
son las respuestas o acciones, ¿de qué
temas habla a la sociedad? ¿Cuáles son
sus prioridades? Dos ejemplos de esto:
la reforma –urgente- de la curia vaticana,
no parece fundamental vista desde afuera, aunque afecte particularmente a la
gente (porque es la curia la que nombra
obispos, la que se relaciona con gobiernos, por ejemplo); los casos de pedofilia
–también urgentes- son un gravísimo escándalo y delito hacia la sociedad, han
mejorado mucho en su tratamiento y
búsqueda de transparencia y justicia con
Benedicto XVI y es de esperar que esto
continúe y se profundice todavía más.
Pero en lo personal –y más allá de
esto o lo otro que pueda decirse del papado de Francisco- creo que hay algo que
se analiza poco, y que entiendo que es
fundamental en este tema y frente a lo
Lo teológicamente
preciso sería
preguntarse ¿Cómo
debe ser el ministerio
de Pedro? ¿Cómo es
el Papa que Jesús
quería, si es que lo
quería? ¿Qué dice la
Biblia sobre Pedro?
cual todo lo demás es accesorio: el papado. Porque la Iglesia no puede –no debedepender del Papa, éste no es el jefe de
la Iglesia, ni su santidad, ni el vicario de
Cristo. Entonces, no debería ocurrir que
sea fundamental si el Papa es maravilloso o perverso para que la Iglesia esté en
invierno o primavera. Pero eso ocurre. Y
precisamente por eso, creo que lo que
debe cambiar es el papado. Lo teológicamente preciso sería preguntarse ¿Cómo
debe ser el ministerio de Pedro? ¿Cómo
es el Papa que Jesús quería, si es que lo
quería? ¿Qué dice la Biblia sobre Pedro?
Y después de esto –que es lo fundamental, lo sin lo cual no- mirar el presente,
la realidad que nos toca y ver cómo eso
que Pedro es se puede vivir mejor hoy. El
Papado no tiene por qué ser una monarquía absoluta, un Jefe de Estado, un Dios
en la tierra. Y esta reforma profunda del
papado no parece –al menos visiblemente- que esté en curso, y entonces, el papa
actual (y el que venga) será maravilloso o
será el peor de todos, pero no se estará
dando respuesta a lo fundamental en la
Iglesia.
* Coordinador del Grupo de Sacerdotes en Opción por los Pobres
Ni un paso atrás . 17
LA MUJER Y LA IGLESIA
“Hubo alguna apertura,
pero casi todo sigue igual ”
Ivone Gebara es monja y feminista. Su apoyo público al aborto le
valió la condena de la jerarquía eclesiástica. Escritora, teóloga y
filósofa, la brasileña hace un repaso de su vida relegiosa, y aborda la
problemática de una relación siempre compleja: la mujer y la Iglesia.
Entrevista: L. G. I.
-¿Cómo surgió su vocación religiosa?
-Es muy difícil precisar todos los elementos que marcaron una elección de
juventud. Somos seres muy complejos.
Lo que puedo decir es que desde joven
yo tenía mucha inquietud y preocupación con el sufrimiento humano. Siempre
me preguntaba si no era posible cambiar
las cosas para que la gente, sobre todo
los más pobres, no sufran tanto. Muchas
historias de sufrimiento de gente cercana y lejana habitaron mi vida. Yo pensaba que algo debía hacer para aliviar las
injusticias y sufrimientos. También, para
mí algunas personas parecían ser más
sensibles que otras para acciones de solidaridad y búsqueda de justicia y mucha
de esta gente estaba en la Iglesia Católica. Con esto en mi mente, conocí a las
hermanas de mi Congregación cuando
era estudiante de filosofía. Percibí algo
de su manera de vivir y de su lucidez política y religiosa. Estábamos en tiempos de
dictadura militar en Brasil. Entonces, en
contra de la voluntad de mi familia cuando terminé el curso de filosofía con 22
años entré para la vida religiosa. Era un
camino para intentar vivir en lo que creía
y en lo fundamental he podido vivirlo con
libertad.
- ¿Qué soñaba hacer cuando se ordenó?
18 . Ni un paso atrás
-Nosotras hacemos votos de pobreza,
castidad y obediencia pero no somos ordenadas como los sacerdotes. Hay una
diferencia. Yo quería una vida de compromiso con los más pobres para cambiar
el mundo marcado por tantas injusticias.
Quería también un grupo para apoyarnos
mutuamente y quería algo litúrgico con
bellas celebraciones que podrían tocar el
corazón humano e invitarnos a querer la
belleza. Querer la belleza tiene que ver
con querer la justicia pues ambas viven
en la profundidad del ser humano.
-¿Cuál es la historia de la congregación
a la pertenece?
-Pertenezco a la “Congregación de
las hermanas de Nuestra Señora”, una
congregación de origen francés fundada
en los fines del siglo XVI. La fundadora
de mi Congregación era una mujer frágil
y fuerte, Alix Le Clerc, aunque la presentaron muchas veces como débil y sometida a la voluntad de la Iglesia jerárquica.
Se dedicó con otras compañeras a la
educación de las niñas pobres en aquel
tiempo bastante abandonadas. También
se descubrió, recientemente, su compromiso con algunas jóvenes abandonadas
por sus familias y su proximidad con algunas mujeres que en aquel tiempo eran
sospechas de brujería. Tenemos también
un fundador que era el cura de la parroquia donde vivía Alix. Se llamaba Pedro
Fourier y después de su muerte fue canonizado santo.
- ¿Cuáles son los fundamentos eclesiásticos por los cuales las mujeres no pueden ejercer el sacerdocio ni el Papado?
-La teología oficial de la Iglesia Católica sigue afirmando que la razón principal
es que Jesús sólo eligió a hombres como
apóstoles. Y por eso la representación
pública del divino en la Iglesia Católica
Romana es sólo masculina. Esta interpretación es fruto de un tipo de lectura del
Nuevo Testamento bastante fundamentalista y subraya demasiado la sociedad
patriarcal. Todavía los jerarcas y muchos
teólogos incluso laicos no han cambiado
la manera de leer los textos bíblicos ni
la tradición para ver a las mujeres en la
Iglesia. Hubo alguna apertura pero se
puede decir que desde el punto de vista
de las órdenes y representaciones públicas todo sigue igual.
¿Son cuestionados? ¿Por qué sectores
de la Iglesia?
-Por supuesto que son cuestionados
sobre todo por nosotras, las mujeres.
Hace más de treinta años que existe el
Movimiento por la ordenación de las Mu-
LA MUJER Y LA IGLESIA
jeres en la Iglesia Católica y hasta hay
alguna ya ordenadas por algunos pocos
obispos que son abiertos a esa problemática. Estos obispos no muestran la
cara oficialmente y por eso las cosas no
cambian como se espera. El Vaticano
considera estas ordenaciones inválidas.
Además de eso está el intenso trabajo de
las teólogas feministas en todo el mundo
que intentan reinterpretar las tradiciones
cristianas y subrayar mucho más la dimensión ética de los textos y menos su
carácter marcado por la centralidad masculina. Las publicaciones de las mujeres
en teología, ciencias de la religión, relectura de la Biblia son numerosas y muy valiosas para una nueva comprensión del
cristianismo. Pena que son poco estudiadas en América latina en los Seminarios y
centros de formación religiosa. Tampoco
son difundidos en la mayoría de las parroquias ni en las congregaciones religiosas femeninas. La sospecha, en relación
al valor de la inteligencia de las mujeres,
parece fuerte aunque se niegue.
-¿Es público que usted apoya la legalización del aborto? ¿Cómo sostiene esta
posición desde el catolicismo?
-Sí, esta es una posición pública que
incluso me valió muchas recriminaciones
por parte de la jerarquía de la Iglesia y de
algunos grupos conservadores. Para mí
la cuestión del aborto, más que religiosa
es de salud pública. No se puede ignorar
la mortalidad materna por abortos mal
hechos con consecuencias desastrosas
para la vida de la mujer y de su familia.
Aunque una religión no defienda el aborto para sus fieles ella no puede impedir
que el Estado tome las medidas necesarias para implementar una salud pública
digna. En una sociedad pluralista como
la nuestra una religión no puede dominar el escenario político y hacer presiones sobre los gobiernos. La educación
de la consciencia es un valor que tiene
que ser desarrollado en diferentes niveles para que el derecho a decidir pueda
hacerse efectivo en medio a las muchas
contradicciones de la vida.
-¿Cree que Francisco democratizará la
Iglesia?
-La historia humana y la historia de
la Iglesia Católica son procesos largos
y llenos de contradicción. No se puede
esperar que Francisco en un corto espacio de tiempo transforme una tradición
secular teocrática en democrática. Él
puede sin duda abrir espacios, invitar
al diálogo y participación de los fieles,
ensayar una nueva forma de gobernar,
pero no puede hacer milagros. Además
de eso hay que pensar que no todos los
fieles católicos quieren democracia en
la Iglesia Católica Romana. Hay fuertes
grupos y movimientos opositores que
sólo ven el Cristianismo en sus formas
tradicionales elitistas y jerárquicas.
Para ellos esto es casi sinónimo de “sagrado”. Y estos grupos son muy fuertes
y actuantes y representan élites financieras. Sin duda hacen y harán presión
sobre el Papa Francisco. Basta leer la
prensa internacional para darnos cuenta de las presiones existentes.
-¿Cómo cree que impactará en la Iglesia
a nivel mundial este Papado?
-Pienso que es todavía muy temprano
para hacer previsiones. Además el Papa
sólo no puede hacer todo. Lo importante
es que las comunidades católicas en todo
el mundo se sientan con ganas de cambiar las cosas en la Iglesia y que hagan
nuevas propuestas, que discutan, que salgan a las calles como el proprio Francisco
afirmó cuando visitó Brasil. Las creencias
humanas son creencias humanas y por
tanto sujetas a cambios y quien las cambia es el pueblo creyente y no solamente
sus representantes. La posible construcción de la democracia en la Iglesia tiene
que empezar en los pequeños grupos,
en las parroquias, en las universidades,
en las escuelas, en los barios, o sea, que
cada una, cada uno de nosotros tiene que
sentirse agente de sus propias creencias,
de su interpretación del Evangelio y de la
construcción de la comunidad humana.
Las creencias no caen del cielo. Nacen de
la tierra humana según sus necesidades
y éstas cambian como todo cambia. Hay
mucho camino a andar para que una Iglesia plural y más democrática sea posible.
Espero que el Papa Francisco tenga inspiración y fuerza para hacer cambios pero
siempre con el apoyo y la colaboración de
la comunidad católica.
Ni un paso atrás . 19
La cultura del secreto
Por Marta Vasallo
Francisco, que
es Bergoglio
Resulta difícil hacer un análisis del sentido de la designación del
ex arzobispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio como Papa
Francisco si ignoramos – como es mi caso y el de tantos otros - las
circunstancias y razones de la renuncia de Benedicto XVI. Sólo
podemos intuir allí una reafirmación de esa “cultura del secreto”
en que el Vaticano es maestro, adivinar un contexto irrespirable
de coacciones, intrigas y amenazas, graves crímenes ocultos que a
cada momento amenazan con emerger a la superficie.
20 . Ni un paso atrás
H
ay factores que saltan a la vista
aun a pesar de esta ignorancia.
La Iglesia católica romana necesitaba como del aire para respirar un cambio. Un cambio en la imagen empañada
por crímenes que la cultura del secreto no
alcanza para ocultar, entre los cuales los
abusos sexuales contra niños y adolescentes a cargo de autoridades eclesiásticas han sido los más difundidos; y un
cambio en el estilo de comunicación de
la máxima autoridad de la Iglesia católica
con sus fieles.
Bergoglio aparece en la escena como
un caso de excepción: procede de un país
“periférico”, perteneciente a América Latina, el continente católico por excelencia. En este continente la Iglesia católica
pierde a diario fieles a favor de las iglesias
pentecostales y los cultos carismáticos.
La misión de Bergoglio es retener en el
seno de la Iglesia de Roma a las poblaciones de la región, en una etapa de cambios
políticos, sociales y económicos encarnados en los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Brasil, Bolivia, Argentina y Uruguay en
América del Sur.
Mientras que Benedicto XVI era un
sólido intelectual de actitud retraída, que
desandó en poco tiempo los pasos adelante que había dado su predecesor en
materia ecuménica, Bergoglio, jesuita,
con las connotaciones de cultura mundana, cosmopolitismo y apertura propias
de esa orden, relegada por Juan Pablo II
que la sustituyó por el Opus Dei, tiene el
sentido de comunicación masiva de Juan
Pablo II, pero al estilo latino, lo que lo
acerca más a las poblaciones de América Latina. Es indudable que reúne rasgos
que lo contrastan con sus predecesores y
que responde en ese sentido a cambios
que la Iglesia necesita. Sus declaraciones
contra la corrupción, a favor de la pobreza y la austeridad, su estilo coloquial, por
momentos popular, lo confirman.
Francisco habla de los pobres y de su
voluntad de pertenecer a una iglesia pobre.
La “pobreza” en boca de una autoridad del
catolicismo no tiene un sentido único: es
“pobreza de espíritu” en algunos casos, es
una elección que hace a la perfección moral en otros (como es el caso de Francisco
de Asís, en cuyo honor Bergoglio eligió su
La cultura del secreto
nombre, Francisco). ¿De cuál pobreza, de
cuáles pobres habla Francisco?
La pobreza resultante del funcionamiento económico, social y aun cultural
de una sociedad, la pobreza padecida, no
elegida, no encuentra en las concepciones
del Papa una estrategia para combatirla.
En la Argentina asistimos a un vuelco en el modo de mirarlo que no puede
reducirse a mero oportunismo. Bergoglio
pertenece a una Iglesia que protagonizó
la conquista y colonización del continente
(en un momento en que emergen las poblaciones originarias y sus movimientos
como actores de la actualidad política), y
cinco siglos después avaló la política de
represión clandestina del terrorismo de
Estado en la Argentina. Fue un adversario
de las gestiones presidenciales de Néstor
Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner;
en la ciudad de Buenos Aires era fluido su
diálogo con el PRO, la fuerza de derecha
liberal que la gobierna.
Desde Roma su rol cambia objetivamente, es un argentino colocado en
la cima de un poder eclesiástico que ha
atravesado veintiún siglos, y él se amolda
inteligentemente a ese cambio, invitando
en primer lugar a la presidenta argentina
al Vaticano, mirando a Argentina no como
parte de un sector, sino como un todo al
que ama; la presidenta responde en sintonía, percibiendo la significación de Bergoglio a nivel continental y mundial.
El kirchnerismo se mostró dividido
ante el hecho: hubo quienes evocaron la
trayectoria de Bergoglio y persistieron en
una actitud sumamente crítica hacia él;
otros prefirieron leer el hecho positivamente, por el lugar protagónico internacional que da a Argentina y a América Latina.
Según en cuál posición de esas dos nos
ubiquemos, destacamos las “innovaciones” que representa el papa Francisco o
leemos su actuación como Papa a la luz
del Bergoglio que conocimos. Sentimos
esperanza, o apatía, o aun contrariedad.
Como bien lo ha señalado el investigador de la Universidad Nacional de Córdoba Juan Marco Vaggione, el Papa al insistir en la pobreza y la necesaria austeridad
de los miembros de la iglesia, desplaza la
moral sexual del eje central que significó
en los mandatos de Juan Pablo II y Bene-
dicto XVI; pero eso no significa que haya
abandonado esa moral. En su visita a Brasil defendió el Estado laico; pero al mismo
tiempo distribuía material que difundía la
misma moral sexual predicada por sus
predecesores: exclusión de las mujeres
del sacerdocio, condena de toda sexualidad que no esté dirigida a la procreación,
asimilación del aborto al homicidio, exaltación de la maternidad como rol exclusivo de las mujeres.
La misión de Bergoglio
es retener en el seno de
la Iglesia de Roma a las
poblaciones de la región,
en una etapa de cambios
políticos, sociales y
económicos encarnados en
los gobiernos de Venezuela,
Ecuador, Brasil, Bolivia,
Argentina y Uruguay en
América del Sur.
Los avances laicos que registró nuestra sociedad en los últimos diez años están en peligro. Francisco, que es Bergoglio,
inteligentemente distribuye sus atenciones
entre los jóvenes, los pobres, los futbolistas, los inmigrantes perseguidos, al mismo
tiempo que responde a una misiva de Cecilia Pando, defensora de los militares argentinos condenados por crímenes de lesa humanidad. Pando le había pedido que rezara
“por los más de mil militares ilegalmente
detenidos, los 200 presos que murieron en
cautiverio por abandono, y por sus familias
que están sufriendo mucho”. El sustituto
Angel Becciu le respondió que “el Papa es
consciente de que una sociedad más justa
sólo puede nacer de corazones reconciliados con Dios y con la historia… pide a Dios
que conceda al pueblo argentino avanzar
por las sendas de la fraternidad, la concordia y la reconciliación…”
*Periodista. Integrante de Católicas por el
derecho a decidir.
Ni un paso atrás . 21
ES HORA DE SUPERAR EL PATRIARCADO EN LA IGLESIA
Un desafío
contracultural,
urgente y
necesario
La autora de esta nota es monja.
Mujer. Aquí su particular
impresión sobre el nuevo Papa y
una reflexión sobre todo lo que falta
transformar en la Iglesia.
Por María Gabriela Pisani*
¿Qué decir en relación a la figura del nuevo papa
Francisco? Sinceramente, no creo poder sumar ninguna novedad a lo que ya se dice; comparto apenas, desde la vivencia personal, lo que suena y me resuena en
esta breve gestión transcurrida hasta el momento.
Recibí el “habemus papam” del pasado 13 de marzo mientras cuidaba a mi madre, en la habitación de
un sanatorio. Creo que el hecho de estar ocupada en
atenderla, me sirvió de alguna manera de excusa u
oportunidad para tomar distancia emocional de lo que
mostraban las imágenes desde Roma. La tele quedó
como un lejano telón de fondo, y opté por el silencio.
Ya había bastante ruido alrededor, seguido de la “papamanía” desatada por aquellos días, una explosión
de entusiasmo, casi como si hubiéramos ganado un
mundial. Ahí estaba: Jorge Bergoglio. Y me extrañaba
tanto su nuevo nombre como su hasta entonces desconocida sonrisa.
Ciertamente, la noticia no podía ser buena para
quienes teníamos todavía tan grabada en la memoria
su imagen y su praxis de obispo conservador; su dudosa actuación (o no actuación) en los tiempos más
oscuros de la Argentina, su postura opositora a las
22 . Ni un paso atrás
ES HORA DE SUPERAR EL PATRIARCADO EN LA IGLESIA
políticas sociales del gobierno nacional
en los últimos años, y por supuesto para
quienes, sobre todo en Quilmes, seguimos manteniendo viva la memoria de
Orlando Yorio.
Lo cierto es que, para quien concordara y para quien no, de Bergoglio pasamos a Francisco; son ya cinco meses, y
casi un mes de su primera e impactante
visita a América latina como pontífice, en
las últimas Jornadas de la Juventud celebradas en Brasil.
Desde esos días hasta hoy la imagen
del nuevo Papa se ha vuelto cada vez
más popular y cercana a la gente. Miles
de personas rescatan favorablemente
¡cómo no! los múltiples gestos de sencillez y austeridad desplegados por Francisco en cuanta oportunidad tuvo. Como
muchas y muchos, sostengo que por
maravillosos y conmovedores que estos
sean, no son necesariamente garantía
de los cambios que se esperan, ni mucho
menos un proyecto programático concreto de renovación. Más bien, como dice el
sociólogo Mallimaci (ver nota), la reacción de la sociedad ante estos hechos,
“expone la enorme crisis de representatividad que está teniendo el papado en
este momento de la historia”.
La profecía de Nanni Moretti en su
película “Habemus Papam” lo sugiere claramente: no basta que cambie el
Papa si no cambia el Papado. Con solo
repasar ese discurso final, tan conmovedor, interpretado por Michel Piccoli, en el
que resplandece su humanidad, al mismo tiempo que se estrella contra una estructura institucional que ya no responde
a las reales expectativas del mundo de
hoy, aunque sus cardenales bailen al son
de: “Cambia, todo cambia”
Cierto: los cambios que se esperan
son tantos, y tan fuertes, que el desafío
resulta impensable para un solo ser humano, por decidido y evangélico que sea.
Que el Papa vuelva a ser un Obispo, un
Pastor, el que vela por todas y todos, y no
un Jefe de Estado sería apenas un buen
comienzo. Alejarse del Estado Vaticano y
de toda su Corte significaría un buen primer paso en dirección al Evangelio y al fin
del largo invierno eclesial posconciliar.
Pasando por alto los comentarios sobre los ecos de la visita al Brasil, me detengo en el tema de la mujer. Realmente
da ganas de reír -por no llorar- que el Papa
dijera, en el vuelo de vuelta a Roma, que
la mujer “tendría que tener más espacio en la pastoral”. Justamente, por ser
dichas como al pasar, sus palabras “revelan la cara oculta, el lado sombrío que
hay también en nosotros” como sostiene
Es hora de superar el
patriarcado, empezando por
nuestras propias conciencias.
Las mujeres, que una vez
se sintieron comprendidas
y liberadas por Jesús,
como muestra el evangelio
en múltiples ocasiones,
son discriminadas por sus
sucesores.
Ivone Gebara (ver nota). ¿Acaso desconoce que son las mujeres las fuerzas vivas de la iglesia, las que llevan adelante
mayoritariamente los proyectos pastorales y misioneros? ¿Más trabajo aún? ¿No
habrá querido decir: más espacio en la
toma de decisiones? El Concilio Vaticano
II rechazó toda forma de discriminación
por razón de sexo como contraria al plan
de Dios; pero a renglón seguido nos demuestra, en la práctica, que eso no tiene
vigencia en la institución. Bastante más
de la mitad de sus miembros sigue pasando silenciosa y esperando permisos.
Y no se trata solamente de la “puerta cerrada” a la ordenación sacerdotal femenina - digámoslo: sin que existan razones
teológicas ni exegéticas que sustenten
“el cerrojo”-. Ese problema quedaría resuelto en el momento en que la mujer
fuera equiparada al varón en todos los
ámbitos de la estructura eclesial. Se trata de una lucha por el poder, sin más. Si
no, ¿por qué tiene que ser el varón el
que toma decisiones, incluso en temas
que afectan exclusivamente a la mujer?
Es hora de superar el patriarcado,
empezando por nuestras propias conciencias. Las mujeres, que una vez se
sintieron comprendidas y liberadas por
Jesús, como muestra el evangelio en
múltiples ocasiones, son discriminadas
por sus sucesores. Sabemos que los
verdaderos cambios suelen venir desde
abajo. Y no hay más que abrir los ojos:
son muchas las mujeres y los varones
que desde los caminos del discipulado,
la teología y la práctica pastoral vienen
abriendo caminos de integración y de
vida más humana y fraternal en el seno
de las comunidades en la iglesia. Son
semilla de novedad evangélica en la
misión.
Es hora también de actuar en consecuencia. Decía una amiga, conversando
sobre estos temas, que a las mujeres que
pertenecemos a la Iglesia, laicas o religiosas, nos falta la madurez de nuestras
carencias. Falta todavía que esa conciencia crezca en muchas de nosotras y nos
anime a poner en juego nuestra propia
palabra y nuestro modo. Porque, ¿cómo
alcanzar la meta que ni siquiera hemos
dibujado en nuestros sueños? ¿Cómo
poder poner en concretas realizaciones
aquello que todavía no nos atrevemos a
poner en palabras? El desafío es fuerte,
contracultural; urgente y necesario.
Es imprescindible recordar que iglesia
somos todos y todas quienes recibimos
el bautismo; somos el Pueblo de Dios,
y como tal estamos llamadas y llamados
a seguir construyendo la iglesia, desde
donde estamos, como espacios de Reino en la base; generando comunidades
vivas, que defiendan la vida en medio
de tanta muerte, la que sigue aportando
este sistema capitalista y deshumanizante. El Espíritu sigue soplando donde
quiere y un corazón se deja. Hay que escuchar su Voz.
*Fraternidad Misionera - Quilmes
Ni un paso atrás . 23
EL PAPA FRANCISCO Y AQUEL CURA VILLERO
De alguna manera,
Mugica volvió al Vaticano
En 1950 Carlos Mugica estuvo en el Vaticano. Tanto
rezó en Roma que fue allí donde encontró su vocación.
Sesenta y tres años después, un cura argentino asiste a
la asunción de Bergoglio con una estola bordada con el
rostro de aquel legendario cura de los pobres.
Por María Sucarrat *
E
l 19 de marzo, el día de la asunción de Jorge Mario Bergoglio,
periodistas del mundo entero viajaron a Roma para registrar un hecho histórico. Dentro del Vaticano, congregaciones religiosas de todas partes, vistieron
sus mejores galas para recibir al nuevo
Padre de la Iglesia. En las fotos de las
agencias nacionales y extranjeras, llamó
la atención una en la que aparecía un
grupo de curas, todos vestidos de inmaculado blanco, una suerte de uniforme
de verano, de lino sencillo y noble. Uno
de ellos, Enrique Evangelista, fotografiado por un enviado del diario La Nación,
tenía una particularidad. En su estola
blanca, bordado en color negro, estaba
el rostro de Carlos Mugica. Tres cuartos
de perfil, la cara de aquel cura del Tercer
Mundo asesinado por la Triple A, decía
presente, de alguna manera, en esa fiesta del mundo católico.
¿Habrá reparado Bergoglio, ya convertido en Francisco, en la estola blanca
de aquel curita? Difícil. Fueron miles las
personas que estuvieron allá y la imagen
bordada de Mugica pudo haber pasado
desapercibida.
¿Habrá pensado Francisco en Mugica, en Angelelli, en Ponce de León, en los
Palotinos al momento de convertirse en
Papa?
¿Habrá rezado por ellos, por sus memorias, por su recuerdo, por la injusta
24 . Ni un paso atrás
manera en la que murieron, por sus cuerpos maltratados y por sus almas sorprendidas por la muerte? Nadie lo sabe.
Carlos Mugica, en carne y hueso, estuvo en el Vaticano. Fue en 1950 cuando
la institución religiosa Obra del Cardenal
Ferrari organizó un viaje a Europa con motivo del Año Santo convocado por el papa
Pío XII. Viajó a Roma con su confesor, Antonio Aguirre, y otros jóvenes, entre ellos
su mejor amigo, Alejandro Mayol. Viajó
en barco. Tardó en llegar 30 días. Una
vez allá, Mugica rezó tanto, tanto, que
encontró su vocación. Al llegar a Buenos
Aires dejó la Facultad de Derecho y entró
al seminario. Siguió rezando Mugica, que
era un gran rezador, y volvió a encontrar
su vocación. Sería un cura de los pobres.
Un cura para los pobres. Y así, esquivó
su alcurnia, su apellido, su acomodaticio
puesto muy cerca del Cardenal Caggiano
y se entregó a la vida que más quería: se
convirtió en villero.
Sin pensarlo, sin querer, se manchó
los zapatos de barro, aprendió a manipular garrafas, a hacer ollas populares,
a organizar a los que necesitaban organización. Rezó mucho para poder sostener
que sus nombres y apellidos, Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe, quedaran
atrás. El orden mundial se sumó al rezo.
El 26 de marzo de 1967 el Papa Paulo
VI dio a conocer la encíclica Populorum
Progressio. El documento vaticano ponía
El camino de Bergoglio
a Francisco tiene
puntos de contacto
con el de Mugica, y a
la vez es inverso: “Del
asfalto al Vaticano”,
sería tal vez el
derrotero del Papa.
Mugica, pequeño,
estaba en el barro.
Francisco, enorme,
mundial, planetario,
parece estar en los
detalles. En todos
los detalles.
a los pobres en el centro de la escena.
Combatir la pobreza había trascendido
lo estrictamente religioso para colocarse en el centro de la cuestión política. El
peronismo, originalmente rechazado por
Mugica, entonces, completaba la idea.
El camino de Bergoglio a Francisco
parece tener puntos de contacto con el
de Mugica. Parece inverso también aunque sin barro. “Del asfalto al Vaticano”
sería tal vez el derrotero de ese sacerdote porteño que hoy transmite en su rostro
la idea de que desde siempre fue Francisco. Algunos gestos de su cotidianeidad impresionan al mundo: la renuncia
a vivir en el departamento pontificio del
Palacio apostólico y a usar el auto oficial
y la escolta, la invitación diaria a los trabajadores del Vaticano a escuchar la primera misa del día, su viaje a Lampedusa,
el pedido de sensibilidad a la comunidad
internacional ante la situación siria. Otros
tantos impresionan a los argentinos: el
llamado telefónico que le hizo a Alejandra Pereyra, víctima de abuso sexual, el
uso de las hostias elaboradas por una
presa, el apoyo al descanso dominical
propuesto por CAME, el mensaje a los
fieles de San Cayetano.
Mugica, pequeño, estaba en el barro.
Francisco, enorme, mundial, planetario,
parece estar en los detalles. En todos los
detalles. Sin embargo, algo que no fue
un gesto sino una acción fue la decisión
de nombrar una comisión llamada a estudiar la reforma del Instituto de Obras
de religión, más conocido como el Banco
del Vaticano, institución escandalosas, si
las hay. En octubre, en tanto, falta poco,
otra comisión comenzará a investigar
cómo se realizará la reforma de la curia,
según informó la oficina de prensa de la
Santa Sede.
Gestos, decisiones, actos, entrega.
Definiciones.
Si acaso el alma de Mugica rondara
el Vaticano. Si acaso el pensamiento de
Francisco se posara en el barro. Si ambas cosas sucedieran en el mismo instante, quizás, aparecería una puerta que
conduzca al único camino a seguir: cómo
hacer para que los pobres sean menos
pobres. Y entonces el mundo se convertiría en un lugar mejor. Esa es la esperanza
de los que son católicos y de quienes no
lo son. Que el Papa argentino siga a los
pobres y que su camino se vuelva contagioso. Y para eso hay que mirar hacia
atrás. Mugica lo sabía bien. Y sus seguidores también. Por eso, su rostro volvió
al Vaticano, bordado en la estola del curita villero Enrique Evangelista.
* Autora de “El inocente. Vida, pasión y
muerte de Carlos Mugica”
Ni un paso atrás . 25
El Banco del Vaticano
Francisco, entre el cielo y la tierra
“No es en función de un vago sentimentalismo, ni en función de una opción teórica que el verdadero
cristiano es necesariamente un ‘revolucionario’. En efecto: si ‘paternidad divina’ y ‘fraternidad universal ’
son para nosotros algo más que palabras vacías de sentido, ¿cómo podríamos tolerar que haya en el mundo
tanta desigualdad, tanto odio, tanta injusticia?”
(Ignace Lepp, Escándalos y consuelo)
Por Adrián Gónzalez*
E
ntre los múltiples desafíos que
le esperan a Francisco y para los
cuales comenzó a dar señales,
está resolver los escándalos financieros
que esconde el llamado “Banco del Vaticano”, sospechado de lavado de dinero.
En realidad su nombre oficial es Instituto
de Obras de Religión (IOR).
Creado el 27 de junio de 1942, su
nacimiento se relaciona con el Tratado
de Letrán (1929), mediante el cual Benito Mussolini le otorgó a la Iglesia una
serie de garantías y medidas de protección. Pero el dinero del Duce -un 3,7% del
presupuesto italiano de aquel ejercicio-,
fue sólo el comienzo de un colosal imperio económico que creció en poco tiempo
alrededor de la Santa Sede.
Para administrar la fortuna obtenida
a través del Tratado, el papa de entonces creó la Administración Especial de la
Santa Sede a cuyo frente colocó a Bernardino Nogara. Anteriormente habían
existido en el seno de la Iglesia órganos
similares. En 1887 León XIII constituyó
una comisión cuya función consistía en
“guardar y administrar los capitales de
las fundaciones pías” y en 1904 Pío X
cambió su nombre por el de Comisión
para las Obras de Religión, ampliando
su actividad a toda Italia. Sin embargo,
nunca antes en los tiempos modernos se
26 . Ni un paso atrás
había verificado una entrada semejante
de capitales, que fue invertida por tercios en acciones de industrias italianas,
inmuebles y en divisas y oro.
Tras el crack de 1929, gran parte de
las inversiones vaticanas en diversas
entidades bancarias corrían un serio peligro. Sin embargo el Vaticano consiguió
proteger sus intereses vendiendo sus activos en estas entidades a un organismo
gubernamental: el Istituto di Ricostruzione Industríale (una institución creada
por el fascismo) a su valor nominal en
lugar del depreciado valor de mercado.
La Santa Sede obtuvo de esta operación
unos 630 millones de dólares que salieron directamente del gobierno italiano.
Cuando en 1935 Italia invadió Etiopía,
las empresas financiadas por el Vaticano
se convirtieron en los principales proveedores de armas y municiones del Ejército
italiano, convirtiéndose así en uno de los
motores de la economía italiana.
Uno de los mayores escándalos de
esta institución se relaciona con el caso
de la quiebra del Banco Ambrosiano, que
tenía al Vaticano entre sus principales accionistas. En 1968, el financista siciliano
Michele Sindona –miembro de la mafiafue nombrado por el papa Pablo VI para
gestionar las inversiones extranjeras.
Trajo con él a Roberto Calvi, un banquero
católico del norte de Italia. Ambos estaban ligados a la logia masónica P2.
El Banco Ambrosiano se derrumbó en
1982 en medio de uno de los casos de
fraude más grandes de Italia, tras la desaparición de 1300 millones de dólares en
préstamos a empresas fantasma en América Latina. Al poco tiempo, Calvi fue hallado ahorcado colgando de un puente.
Mucho más próximo en el tiempo,
en enero de 2012, la prensa italiana
divulgó documentos confidenciales que
confirmaron la lucha interna por el cumplimiento de las normas sobre la "transparencia" en la Santa Sede, sospechada
de lavado de dinero.
Un año después, el Banco Central Europeo (BCE) suspendió todos los pagos electrónicos en el Vaticano como resultado de
la falla en la implementación de las regulaciones en materia de lavado de dinero.
Cuando Benedicto XVI renunció dejó
atrás ocho años de un papado complejo
y un Vaticano sumido en serios problemas financieros. La investigación por lavado de dinero del Banco del Vaticano,
entre otros escándalos, le esperan al
nuevo pontífice que ya ordenó crear una
comisión especial para que lo informe
directamente sobre las actividades del
controvertido Instituto.
*CEMOP
EL MATRIMONIO IGUALITARIO, LA IGLESIA Y EL MUNDO GLTBI
DE AMOR Y
DE GUERRA
Por Rafa Tano
Bergoglio es Francisco, y hace tres años, cuando se debatía la Ley de Matrimonio
Igualitario, llamó a una guerra de dios, en una carta a las carmelitas descalzas,
donde advertía: "No se trata de una simple cuestión política, sino de la pretensión
de destruir el plan de Dios", tarea que atribuía a "una movida” del "Padre de la
Mentira", uno de los tantísimos nombres que la Iglesia le atribuye a Satanás.
"Recordémosle lo que Dios mismo
dijo a su pueblo en un momento de mucha angustia: 'Esta guerra no es vuestra
sino de Dios'. Que ellos nos socorran, defiendan y acompañen en esta guerra de
Dios" seguía su enardecida misiva sosteniendo.
Quien se autobautizó Franciso para
ejercer el papado afirma sobre “los
gays”:
"Si una persona es gay y busca al
Señor y tiene buena voluntad, ¿quién
soy yo para criticarlo? El catecismo de la
Iglesia católica lo explica de forma muy
linda esto. Dice que no se debe marginar
a estas personas por eso. Hay que integrarlas en la sociedad. El problema no es
tener esta tendencia. Debemos ser hermanos. El problema es hacer un lobby".
Evidentemente “el problema es hacer un
lobby” cuando lo hacen otros; cuando él
mismo es quien lo hace es otra historia,
ya que hace poco Francisco recordó que
Francia, en donde fue adoptada recien-
temente una ley que autoriza el matrimonio entre personas del mismo sexo,
“es una nación que otros países miran a
menudo", y ahí aludió a este y otros temas (eutanasia, aborto, bioética) cuando
recibió a una delegación de senadores y
diputados franceses.
La guerra de dios se cargó a varios
curas que, lejos de toda contienda marcial, proclamaban y proclaman el amor
entre dos personas. Uno de ellos es
Nicolás Alessio, de Córdoba, quien hoy
Ni un paso atrás . 27
EL MATRIMONIO IGUALITARIO, LA IGLESIA Y EL MUNDO GLTBI
afirma: “Antes del debate de la Ley de
Matrimonio Igualitario, no era un tema
que yo hubiera reflexionado o profundizado; tenía una vaga sensación de que,
como en muchos otros temas de la moral vaticana, aquí no coincidíamos. Sólo
una vez, una amiga de mi hermana quiso
una bendición con su pareja lesbiana. La
propuesta me puso frente al tema, me
ayudó a ver la cuestión, me parecía algo
totalmente novedoso, y que rompía todos
los esquemas, pero es obvio que no pude
ni quise negarme. Hicimos la celebración
en la casa de una de ellas. Recién mucho
tiempo después se da el debate en la sociedad argentina, y ya en ese momento
no tenía ninguna duda de que podía y
debía darles la bendición, el casamiento,
si me lo pedían. Fueron dos situaciones
con varones y dos con mujeres.”
Sin embargo la institución eclesiástica, como explica Alessio: “se opuso totalmente a que se usara la palabra 'matrimonio', sólo aceptaban de mal gusto
el 'mal menor' como una salida legal a
ciertas situaciones y que por lo tanto se
llamara 'unión civil' pero que nadie crea
que es era un 'matrimonio'. Mi Obispo,
al principio, redactó un comunicado con
los obispos de la zona aclarando que la
opinión de un grupo de curas a favor del
Matrimonio Igualitario era una opinión
contraria a la de la Iglesia, y que jamás
lo aceptaría. Es decir, tomó distancia, lo
cual era obvio, porque yo sabía que no
decíamos lo mismo el grupo de curas y la
Iglesia oficial. Y como yo seguí hablando
del tema públicamente, primero me amonestó para que me retracte de mis opiniones. Luego me inicia un juicio canónico, y
al final me suspenden en el ejercicio del
ministerio. Pasado casi un año, en Roma
toman la decisión de desvincularme del
'estado clerical' o sea, me quitan todos
los derechos y obligaciones como cura,
me dan de baja. Ese fue el final en términos canónicos según las leyes eclesiales. La sociedad, en general, ha estado
a favor de esta Ley, pero la sociedad cordobesa, de cuño muy conservador, se ha
resistido fuertemente.
Alan Thomas, militante de Putos peronistas (PP), recuerda especialmente
28 . Ni un paso atrás
Alan Thomas, militante de Putos Peronistas
destaca: “No queremos olvidar a Nicolás Alessio,
el cura cordobés que pagó con su expulsión el
apoyo al matrimonio igualitario, algo que ni el
torturador Christian Von Wernich, ni el pederasta
de JulioGrassi -ambos condenados- sufrieron por
parte de sus superiores.”
a este cura y su lucha: “No queremos
olvidar a Nicolás Alessio, el cura cordobés que pagó con su expulsión el apoyo
al matrimonio igualitario, algo que ni el
torturador Christian Von Wernich, ni el
pederasta de (Julio) Grassi -ambos condenados- sufrieron por parte de sus superiores. PP tuvo una discusión al interior, porque en ese momento, y en este,
nosotros/as estábamos más interesados
en la marginación de las compañeras
travestis y trans. Consensuamos en que
había que aprovechar el empujón grande
que bajaba desde la Presidenta, y tenía
a Néstor en la bancada militando por el
matrimonio, sin dejar de recordar que las
compañeras trans también tenían un proyecto súper vital como el de Identidad”.
Alessio sostiene que “en lo eclesial
no se ha avanzado absolutamente nada.
Todavía en los sermones los obispos siguen hablando 'del mal llamado matrimonio que atenta contra los valores, la
familia y la sociedad'. Con Francisco no
creo que se avance en este sentido, más
allá de algunos gestos de sentido común,
y de hombre simpático, no ha tenido ningún gesto en el que se puedan vislum-
EL MATRIMONIO IGUALITARIO, LA IGLESIA Y EL MUNDO GLTBI
brar deseos de cambios en lo doctrinal,
lo dogmático, lo disciplinar, y, menos, en
estos temas”.
Cecilia Jaimes, responsable del área
trans de Sociedad de Integración Gay
Lésbica Argentina (SIGLA) ve ciertos
cambios con respecto a la iglesia y la
homosexualidad: “Hace años que vengo
hablando con curas católicos y con teólogos, y la visión de la Iglesia ha cambiado
con respecto a la homosexualidad y la
transexualidad. Ya no se las considera
un pecado, sino una condición, que no
es voluntaria sino que se tiene de nacimiento, y para haber pecado tiene que
haber voluntad de ir contra Dios. Estoy
yendo a un Seminario de Biblia, cursando el tercer año; es un seminario del cual
van a surgir pastores, y respetan mi identidad de género; me tratan como mujer,
y no me atacan. Un día fui a la catedral y
estuve hablando con un subordinado de
Bergoglio y le pregunté la postura de la
Iglesia frente al matrimonio igualitario y
si era posible casarme por la Iglesia, él
me dijo qué por ahora no, pero quién
sabe luego, porque el pensamiento de
la Iglesia ha cambiado respecto a esto,
pero los cambios en la Iglesia son lentos
por su misma estructura. En el seminario
uno de los pastores dijo explícitamente
qué era necesario rever el tema porque
siempre hay cosas que no están escritas
en la palabra, la Biblia”.
Adolfo Pribluda, coordinador del grupo de reflexión de varones gays de SIGLA,
tiene una visión diferente: “Lo de la iglesia es una postura declamatoria, más humana y políticamente correcta. No cambia en nada la situación actual respecto
a la aceptación de beneficios legales; no
habla de desvíos, pero habla de aceptación, ¿aceptación de qué?” se pregunta
molesto. “No nos acepta en plenitud. Es
lógico que sea así”.
Y esteban Palladino, Secretario de SIGLA, concuerda: “La posición de la iglesia no me sorprendió para nada, aunque
sí me sorprendió la cantidad de gente
que juntaron en la 'marcha naranja'. En
lo personal no me cambia demasiado
que la iglesia acepte o no el matrimonio
igualitario, lo único que me preocupaba
El presidente de SIGLA,
Rafael Freda, recuerda que:
“El Senado gracias a la
astucia política de Cristina ese viajecito al exterior con
tres senadoras antigay de
voto en contra cantado fue
una genialidad- votó a favor.
Sensacional, asombroso. Y la
guerra de Dios fue la última
guachada del futuro Papa,
sobre todo para conformar
al obispo de La Plata, Héctor
Águer”.
era la influencia que podían tener sobre
los legisladores, sobretodo de las provincias más conservadoras como Entre
Ríos, Salta, San Luis, por ejemplo. Nunca
necesité de la iglesia o la religión para
validarme ni para reclinarme en momentos de penurias, si alguna vez lo llegara
a necesitar buscaré una religión o vertiente que me acepte como soy. Creo que
en algún punto la posición de la iglesia
por ser tan retrógrada y reaccionaria nos
sirvió para dar el debate delante de la sociedad, la gente podía elegir de qué lado
estaba”.
El presidente de SIGLA, Rafael Freda, expresa que, si bien es peronista, no
le creyó a Néstor cuando prometió en
campaña el matrimonio y adopción homoparentales, por el poder de la iglesia,
y agrega: “El avance del proyecto no me
sorprendió en lo más mínimo; lo único
que me sorprendió realmente fue que
solamente San Juan se rebelara contra
la Nación en el debate del Senado, y
llamase a la resistencia civil. Esperaba
que las provincias del norte forzaran a
sus senadores a votar en contra. Creo
que las mismas provincias se dejaron
estar, confiadas en el poder de sus iglesias: la senadora puntana que lideró la
resistencia eclesiástica (Liliana Negre),
se reunió con el obispo de Salta toda
la mañana mirando en calma y serenidad la provincia tendida a sus pies - ella
misma lo cuenta- y llegó tardísimo a la
Legislatura, donde la gente esperaba
desde hacía horas, y donde casi nadie
pudo exponer su postura, y menos los
gays. Pero el Senado, igual, gracias a la
astucia política de Cristina - ese viajecito al exterior con tres senadoras antigay de voto en contra cantado fue una
genialidad- votó a favor. Sensacional,
asombroso. Y la guerra de Dios fue la
última guachada del futuro Papa, sobre
todo para conformar al obispo de La Plata, Héctor Águer”.
Thomas remata: “Muchas y muchos
salieron del armario para hablar a favor,
como diría el General, todos tenemos un
bastón de mariscal y hubo cientos de
personas que se comprometieron con
esta causa y la militaron hasta el fin”.
Este tema, como muchos otros fundantes y fundamentales en esta última
década, marcó una divisoria de aguas,
donde cada quien tuvo que mostrarse y
plantarse de un lado o del otro. Fue uno
de esos debates que dejan una marca en
la historia. Y que, como preguntara inocentemente Matías Martín en un programa de televisión, nos interpeló popularmente “Y vos, ¿de qué lado estás?”.
Ni un paso atrás . 29
Iglesia y Teatro
El rito sagrado
Hubo tiempos en que cualquier representación escénica era considerada una herejía, una actividad
inmoral y los artistas teatrales sufrían persecución y en algunos casos eran condenados a muerte. Sin
embargo, el teatro fue una herramienta útil para transmitir con mayor fuerza emocional determinados
pasajes bíblicos, en especial a los fieles analfabetos que no comprendían el rito litúrgico.
C
alderón de la Barca, con sus casi 200
obras fue fundamental para el teatro
español y era sacerdote. “Don Gil de
las calzas verdes” es una genial comedia
de intriga y enredos y su autor es Tirso de
Molina, seudónimo de fray Gabriel Téllez.
Para ahondar en esta relación histórica de
encuentros y desencuentros entre Teatro e
Iglesia entrevistamos a Eduardo Graham,
Licenciado en Teología, cura párroco de la
Iglesia de Santa María en pleno barrio de
Caballito y director teatral.
Iglesia y Teatro construyen de alguna
manera la memoria social, ¿lo que los
une es también lo que los separa?
No, yo creo que ahí se encuentran. La
relación ambivalente se debe más a ciertos prejuicios de índole moral. Esa idea
que asocia la actividad teatral con la prostitución,
con las pérdidas de
identidad, con
la ambigüedad
de las ideas
de la vida, y
todo un pensamiento
que no es
cristiano
pero
que
toda
una
corriente
cristiana lo
sostuvo y aún
perdura. Si hablamos de arte,
en un ambien-
30 . Ni un paso atrás
Por Roberto Famá Hernández*
te de iglesia, el pintar o hacer música es
un arte digno, pero hacer teatro pareciera estar lindando con algo impropio, con
sectores sociales con menos ética, lo
que es una absoluta falacia.
Han convivido el rechazo y la atracción.
Claro, pensemos que en Madrid en la
época de Lope de Vega, a veces cerraban
teatros y Lope de Vega muy hábilmente
hacía temáticas religiosas hasta que se
reabrieran. Con astucia lograba eludir
todo ese puritanismo que se presentaba
como evangélico y que no lo es. El teatro en occidente tuvo impulsos cristianos desde la dramatización litúrgica del
medioevo; los autos sacramentales son
los que dan pie a las representaciones
en plazas y eso hace surgir a los grandes
dramaturgos de occidente que siempre
mantienen un vínculo con el aspecto del
misterio del origen sacral y con el sentido
crítico que el teatro tiene sobre los abusos de poder de la sociedad.
Esto es profundamente cristiano, por
eso personalidades como Bertolt Brecht
que conocía muy bien la Biblia, en sus interrogantes finales siempre bordea la dimensión más trascendente del hombre.
Y en nuestro ámbito, Abelardo Castillo
que ha recibido una profunda formación
católica ha escrito “El otro Judas” y Juan
Carlos Gené de quien sos discípulo es
autor de “Golpes a mi puerta”.
“Salomé de Chacras” de Kartún, presenta la figura de Juan Bautista con una
gran creatividad y con una preferencia
del público que demuestra un enorme
interés por estos temas.
Respecto a la obra de Gené, él vuelca una cosmovisión cristiana de los años
70, a partir de una Iglesia pobre y humilde, tanto en las dos hermanas como en
el obispo que tratan de resistir con la indefensión evangélica pero con la defensa trágica de la verdad, a las ideologías
que se presentaban falsamente como
cristianas. Todos conocemos la supuesta “tradición occidental y cristiana”, el
liberal de la obra el personaje Cerone se
presenta como un humanista cuando en
realidad es todo lo contrario y la defensa
trágica de la verdad que hace el personaje de Ana desnuda las verdaderas raíces
egoístas y violentas de este personaje.
La obra muestra desde una cosmovisión
evangélica, pobre, austera y auténtica,
la fuerza capaz de desnudar esas prepotencias que se presentan como benefactoras de la sociedad, cuando claramente
son lo contrario.
Si bien la siguen representando en Andamio 90, eligieron un jueves, el del 12
de setiembre, para hacer una función
especial en la Iglesia de la Santa Cruz
Algunos concurrentes a la Iglesia vinieron a ver la obra y de ahí nació la idea
de hacerla allí, como una comunión entre el arte teatral y la memoria viva, que
esa comunidad de Santa Cruz sostiene
tan vivamente desde los orígenes de las
Madres de Plaza de Mayo.
*Miembro de la Asoc. Arg. de Invest. y
Crítica Teatral
XII CONGRESO DE SALUD MENTAL Y DD.HH.
Un horizonte cada vez más
cercano: no al manicomio
En medio de importantes avances con miras a la implementación de la
Ley Nacional de Salud Mental, una vez más nos reunimos alrededor de las
Madres para seguir empujando un proceso que tiene un horizonte claro:
no al manicomio.
Por Leonardo Gorbacz*
P
rimero fue la militancia por la Ley Nacional de Salud
Mental, luego por su reglamentación y en esta oportunidad, para construir un Plan Nacional de Salud Mental:
cada año un paso más, lo que demuestra que la participación
y militancia, en diálogo con un Gobierno popular, nos permite
hacer realidad tantos sueños que venimos compartiendo.
El Congreso de Salud Mental y Derechos Humanos ya forma parte de la historia grande de la salud en nuestro país. La
búsqueda permanente de articular salud y derechos a partir
de nuevas experiencias, así como la creación y fortalecimiento
de lazos solidarios y afectivos entre profesionales, usuarios,
familiares y militantes sociales, ha consolidado año tras año
un camino distinto que pone cada vez más en evidencia una
realidad que lamentablemente muchos, todavía, se niegan a
ver: la flagrante violación a los derechos humanos de miles de
ciudadanos y ciudadanas argentinos que, más allá de sufrir o
no un padecimiento mental, son capturados por un sistema
de opresión que, como dijera nuestra querida Presidenta con
relación al Código Civil, atrasa siglos.
Todas esas experiencias que tenemos la oportunidad de
contar, de escuchar, de ver, de compartir de carpa en carpa,
nos inspiran y nos ayudan a recrear y repensar nuestro trabajo, y se multiplican en cada uno de los rincones de nuestro
país y de nuestra Patria Grande latinoamericana.
Ese gran objetivo ordenador, que es el “no al manicomio”,
sólo se puede convertir en realidad si somos capaces de construir, en base a esas experiencias compartidas, un sistema
de atención socio-sanitario de inclusión social y subjetiva, es
decir, que permita que cada persona se integre a los intercambios sociales desde su propia singularidad.
Eso nos obliga, a su vez, al trabajo conjunto para poner
en juego las distintas herramientas que en cada caso nos
permiten operar sobre el sufrimiento mental y los contextos
sociales y culturales en que éste se produce: la modificación
de los prejuicios que producen exclusión, el apoyo para poder
tener una vivienda digna o para poder trabajar y procurarse
el sustento, son tan importantes como la escucha que aloja
una subjetividad mortificada por una historia, la interpretación
de un síntoma que no está allí para ser acallado, o la construcción de un espacio confiable de circulación para quien se
siente amenazado por un otro omnipresente.
Tenemos que ser claros. El manicomio no es tal por los trabajadores que intentan construir allí algo distinto, sino por una
lógica institucional cuya determinante esencial es el sentido
y el lugar que la sociedad le da a la “locura”. Por lo tanto, si
Ni un paso atrás . 31
XII CONGRESO DE SALUD MENTAL Y DD.HH.
queremos cambiar esa configuración de
sentido, tenemos que terminar con esas
instituciones que además de producir
encierro y violación de derechos, producen sentidos. Y en eso no hay transformación, modernización, ni humanización
posibles.
Se nos dirá que podemos “transformar” esos hospitales monovalentes en
hospitales polivalentes y generales: de
acuerdo, en algunos casos podrá y deberá ser así. Pero no llamemos a eso transformación, sino cierre de un manicomio
y apertura de un nuevo servicio de salud
general para la población. No es una
transformación, porque una institución
asilar no se puede transformar en una
institución de salud, como una cárcel no
se puede transformar en un jardín de infantes, porque son instituciones radicalmente diferentes. En todo caso se podrá
utilizar, o no, el mismo edificio o el mismo
terreno.
Hay que decir también que muchos
de los nuevos dispositivos de atención
en los que basamos nuestra propuesta
sustitutiva del orden manicomial han
nacido tras los muros del asilo, como
cuerpo anómalo que busca deconstruir,
desde adentro, la lógica asilar. Pero también que hemos sido testigos, a través
del tiempo, de cómo la hegemonía institucional tiende a incorporar esas experiencias alternativas para legitimar su
supervivencia, pretendiendo utilizarlas
para dar un revoque progresista a sus
viejos muros. Hay que resistir, y rescatar
entre todos esas herramientas para que
cumplan con el objetivo por el cual nacieron y logren, cuando sea necesario, salir
también del encierro para insertarse en
la comunidad.
Que la brutalidad de la derecha que
gobierna la Ciudad de Buenos Aires no
nos haga perder la brújula: la represión
desenfadada de la policía metropolitana
no se enfrenta con más manicomio, sino
con el cumplimiento de las leyes de salud mental 448 y 26657, es decir, más
servicios de salud mental en hospitales
generales, más trabajo y más vivienda y
menos declaraciones de insania.
Aprendamos de las Madres: lo que
32 . Ni un paso atrás
estamos obligados a reconstruir no son
los derruidos pabellones del manicomio
sino las vidas de sus habitantes, incluyendo la de los trabajadores que también
merecen un mejor horizonte.
El cierre de los manicomios es la
condición necesaria, pero no suficiente,
para el desarrollo de un sistema de salud mental con enfoque de derechos. La
lógica manicomial se puede reproducir
en un hospital general, en una casa de
medio camino y hasta en un consultorio
privado. Pero no hay forma de trabajar
sobre el cambio cultural que necesitamos si mantenemos vigente la institución que históricamente le ha dado a la
El cierre de los
manicomios es la
condición necesaria,
pero no suficiente,
para el desarrollo de
un sistema de salud
mental con enfoque
de derechos.
locura el sentido social que tiene y que
ha construido y consolidado la demanda
central que la sociedad hace en relación
a las personas con padecimiento mental:
el encierro.
El autoritarismo no se terminó con
la dictadura, sino que sobrevive aún en
distintas formas sutiles y larvadas de
nuestra cultura. Pero sólo a partir de la
construcción de una democracia participativa podemos trabajar sobre ese autoritarismo para modificarlo.
Aprovechemos este momento histórico que nos toca vivir y este Congreso que
las Madres nos ofrecen, y seamos capaces de escribir juntos, de carpa en carpa,
un nuevo capítulo en la historia de las
conquistas populares y emancipadoras
de América Latina.
* Psicólogo, Diputado Nacional (MC),
autor del proyecto que dio lugar a la Ley
Nacional de Salud Mental Nº 26657.
Secretario Técnico de la Comisión Interministerial en Políticas de Salud Mental
y Adicciones - Jefatura de Gabinete de
Ministros de la Nación
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