piezas cortas

Anuncio
~.'~"'-.'
-:"~"
'lrecdlf
'~es
i.(y·.:,;",;.
....
.."
··C ".
t).
"'~i. ~
. :
,..'
....
8,.
... ,~_:'. .. ' ,~
. [,~" . ..:~ -.. .'-~o
:" MUllidf;"C'~'
dA E::
'
h
'
•
-,'''I:; .. ,
u~:.
I
R('(;i, '
I
I
'J
hiCO
f"
,,~faS
"­
lD'
L
()
as obras teatrales de TENNESSEE WILLIAMS ~
c
r:::r
. (1914-1983) tuvieron la singular fortuna de
~
conqtllstar a la vez los elogios de la critica y la
-..........:
atencl6n permanente de los espectadores. Si ((EI zoo de
crlstal» (estrenada en 1944) constituyo su primer gran
!!.
blto, 4(Un tranvia lIamado Deseo» (galardonada con el
2
Pre_to PuUtzer en 1948) Ie consagraria definitivamente
"Q
uno de los mas grandes dramaturgos de la
,~
hktorl. norteamerlcana. Las adaptaciones
~
dMlhitograncas de sus mas famosas piezas
~
....
~rttfl1MIlrian a extender su celebridad por el mundo
~. EI presente volumen ofrece una seleccion de sus
meJOres PIEZAS CORTAS; estas nueve obras en un :> - (") (J)
ado son ona excelellte muestra del talento dramatico,
~ C ;.,
la caUdad Iiteraria y las obsesiones profundas que
-t :0 ~ m
Insptraron su teatro. ((En mi opinion -escribio
~
Tenneaee Williams en el prologo de esta recopilacion--~ 0 0 ~
el erte ell una forma de anarquia, y el teatro es una
JJ ~ ~ 0 .
forma de arte. EI arte sOlo es anarquia, en
(5 0 ::I: G)
yuxt~poslcl6n con la sociedad organizada. Es una
mc ~
anarquia beneficiosa; debe serlo, y si es verdadero arte ~ ." ~ N
10 es. Es beneficiosa si construye algo que faltaba, y I~ ~ ~ ~
que construye puede ser la critica de 10 que existe)). .JJ :0
m(')
!'
~
.a.n.o
Z
::HE »
c:
!:f
.
, ...
-
f:
T<"~
1~
. ...;..
P
i'-.'
oc: l
,"
" ...
EI'libro de bolsillo Alianza Editorial
a
6
Cii
~-f~N,
;noo C
J'Jm z
-0 >
8 ........
,~
..·t",:
~;
....
.~
,
...
"­
Indice
. ..
,
.. ,;
i:f
~
'l
I\
Pr6logo
Veintisiete vagones de algod6n
k
marquesa de Larkspur Lotion ,
~.V
.p.
Mi ultimo reloj de oro macizo
~
Auto-da·fe
EI mlis extrafio idilio
-, EI
largo adi6s
V
~
..
7
.
..
15
.
65
..
81
..
101
53
i f . 135
CBliblame como la IIuvia y d~jame escuchar ~ ..... 159
La habitaci6n oscura
. 171
t
.(\
EI caso de las petunias pisoteadas
201
. 183
......
-~----
--------------­
Literatura
Tennessee Williams:
Piezas cortas
~Ji';
\
El Libro de Bolsillo
Alianza Editorial
Madrid
La marquesa de Larkspur Lotion •
• _Larkspur Lotion. e. un producto que se utiliza para combatlr los
paralsitos (N. del T.)
,
.,,' .;'
Personajes
Escena
SRA. HARDWICKE-MOORE
SRA. WIRE
EI ESCRITOR
ti
;':J
I'A
fli',~I
,
~,
J~(l
i"
Una habitaci6n pobremente amueblada en ev
barrio frances de Nueva Orleans. No tiene venta­
nas, ya que es un cubfculo separado de otms se­
mejantes por tabiques artificiales. Un pequeno
tragaluz inclinado deja pasar la escasa y depri­
mente luz de las ultimas horas de la tarde. Hay
un armario alto, negro, con lunas rotas en las
puertas, una bombilla eIectrica oscilante, una c6­
moda negra y carente de elegancia, \tnd horrible
estampa de un santo y, encima de la cama, un
escudo de armas en un marco.
La SRA. HARDWICXE-MOORE, una tnujer de cuaren·
ta anos, tenida de rubio, esta sentada en el borde
de la cama en actitud pasiva, como si no se Ie
ocurriera nada mejor que hacer.
Se oye un golpe seeo en la puerta.
,~
J
_~,'f:
.~.
'"
'.'
I
t
1;:\.,,:
,~,
'~t,;1
'~~
.
(j)
¢)
(En un lana agudo, afecta­
do): l Quien es, por favor?
SRA. WIRE (Desde luera, bruscamenle): i Soy yo!
SRA. HARDWICKE-MOORE
55
La marquesa de Larkspur Lotion
Piezas corta;;
(Con una expresion momentdnea de terror en
la cara, la SRA. HARDWICKE-MOORE se levanta'muy
tiesa)
• SRA. HARDWICKE-MOORE: i Oh... Senora Wire. Pase.
(Entra la patrona, una mujer de unos cincuen­
ta aiios, gruesa y desaliiiada.) Precisamente iba
a pasar por su habitacion para hablar con
usted.
SRA. WIRE: l Sf? l De que?
SRA. HARDWICKE·MOORE (Con una sonrisa que quie­
re ser jovial, pero que resulta forzada): Seno­
ra Wire, lamento decirte que no cree que estas
cucarachas sean los companeros de cuarto mas
gratos, l y usted ?
SRA. WIRE: Cucarachas, l eh?
j SRA. HARDWICKE-MOORE:
';i, exactamente. No es que
haya tenido muchos contactos con cucarachas
en mi vida, perc las pocas que habfa visto has­
ta ahora eran pedestres, de las que aOOan. i Es­
tas, senora Wire, son cucarachas voladoras! Me
quede asombrada, en realidad mequed~ literal­
mente pasmada cuando una de elias despeg6
del suelo y empezo a zumbar por el aire, des­
cribiendo un drculo, apenas ados pulgadas de
mi cara. Senora Wire, me sente en el borde
de ('sa cama y 1I0re, i tan horrorizada y asquea­
da me senda! i Imaginese! i Cucarachas vola·
doras, algo que nunca se me ocurrio que exis·
tiera, zumbando y dando vueltas a mi alrede­
1Z1 dor! Mire, senora Wire, quiero que sepa...
IJ1/SRA. WIRE (Interrumpiendola): Las cucarachas
,
voladoras no tienen nada de extrano. Las hay
en todas partes, incluso en el barrio elegante
las tienen. Pero no era eso 10 que yo queria...
, , SRA. HARDWICKE-MOORE (lnterrumpiendola): Es po­
,
sible, senora Wire, pero yo tambien puedo decir­
';
Ie que me horrorizan tas cucarachas, incluso
las simples cucarachas tradicionales, las pe-
rtJ
57
destres; y en cuanto a este otro tipo, las que
vuelan... t' Si he de quedanne aqul, estas ciJca­
rachas vo adoras han de desaparecer, y han de
desaparecer inmediatamente!
j J) SRA. WIRE: l Como voy a impedir yo que las ro­
"
carachas voladoras entren por las ventanas?
Pero no es eso 10 que yo...
.
i/,:/SRA. HARDWICKE-MOORE (lnterrumpi~ndola): Yo no
'--'
se como,. sefiora Wire, perc tiene que haber un
procedimiento. Lo 'tinieo que se es que tienen
que desaparecer a.ntes de que yo pase aqul una
noche mas, senora Wire. i Oiga, si me despierto
por la noche y me encuentro una en la cama
me dara un ataque; Ie juro que, sencillamente,
I:' me morire de convulsiones! .
.
(J..f.) SRA. WIRE: Perdoneme que Ie diga, Sefiora Hard­
,. wicke-Moore, que es mucho mas probable que se
muera usted de beber demasiado que de con·
vulsiones provocadas por cucarachas. (Coge
una botella de la comoda.) l Que es esto?
i Larkspur Lotion! i Vayal
SRA. HARDWICKE-MOORE (Enrojeciendo): La uso
L..
para quitarme el esmalte de las ufias.
SRA. WIRE: i Muy delicada, sf!
SRA. HARDWICKE-MOORE: l Que quiere usted 'decir?
SRA. WIRE: No hay una casa vieja en el barrio
que no tenga cucarachas.
lV/SRA. HARDWICKE-MOORE: Pero no en cantidades tan
l.· enormes, lno? lLe aseguro que esta habitacion
esta realmente infestada!
SRA. WIRE: No hay que exagenir. Y, a proposito,
no me ha pagado usted todavia el resta del aI­
quiler de esta semana. No pretendo cambiar de
conversacion, pero sf necesito cobrar ese di­
nero.
f~)SRA. HARDWICKE-MOORE: i Le pagare el resto del ai­
L- quiler tan pronto como haya acabado usted con
tas cucarachas!
fJ
r«l
e
0'
Piezas cortas
La marqucsa de Larkspur Lotion
.~. WIRE: Tendra usted que pagarmelo ahora
';'
(j
!.
mismo
0
usted por las noches vienen a hablar de III plan..
taci6n de caucho del Brasil, i.. no?
J SRA. HARDWICKE-MOORE: i Debe usted estllr IOCll
~~ . para decir una cosa asH
.
a;)SRA. WIRE: 10igo 10 que oigo y se 10 que pasal
III SRA. HARDWICKE-MOORE: IYa se que' es uste'd una
. oJ.) fisgona, que escucha detr's de las puertas!
J'()RA. WIRE: I No soy una fisgona ni eseuclto Hetnis
£,/. de las puertas! i Lo primel'o que «prende una
patrona del barrio franres es que no tiei1~ 'que
ver ni of 1', sino limitarse a cobra" sil dirl~ro!
i Mientras me pagan, conforme; soy cfega,sor­
da y rnuda! Pero encuanto el difiero no lle~a,
recupero el ofdo, la vista y el habla. Sihace
falta, cojo el telefono y llamo al jefe de PoUcia•
que es pariente de' rni hennana. Anoche of
aquella discusi6n sobre dinero.
~ f)5RA. HARDWICKE-MOORE: i.. Que discusi6h? l Qu~ .di­
l2...... n e r o ? ' :
SRA. WIRE: j EI gritaba de tal modo que tUveque
~., . cerrar la ventana de delante para impedir que
el ruido llegara a 1a calle! I Y no oi nada de
ninguna plantaci6n en el Brasil!. I Erl cambio,
se hab16 de otras rnuchas casas eon toda ciRri­
dad en esa conversaci6n de medianoche que tu­
vieron ustedesl iLarkspbr LOtiol1..: para quitarse
el esnialte de las uftasl t se· figttra usted que
soy una nina? I Es 10 mismo qUe la manrvillosd
plantaci6n de cauchol
'
(Se abre la puerta de par mpM , entra' el
ESCRITOR. que lleva un viejo albornoz color
marcharse.
Estoy decidida a marchar­
me si no se van las cucarachas!
r1jSRA. WIRE: Entonces marchese y deje de hablar
'X2) de ellas.
~SRA. HARDWICKE-MOORE: j Debe usted haber perdido
&
... ~
­ el juicio, no puedo marcharme ahora mismo!
~RA.
WIRE: i.. Entonces a que viene 10 de las cuca­
.~~ rachas?
~RA. HARDWICKE-MOORE: i Viene a 10 que ya Ie he
t: , dicho, que no creo que sean los seres mas indi­
:; . cados para compartir con elIos un cuarto!
6);RA. WIRE: iDe acuerdo! i No 10 comparta! i Haga
"
la maleta y mudese a otro sitio donde no haya
,r
,cucarachas!
.~~. !lARDWICKE-MOORE: l Quiere usted decir que
"
mSlste en tener cucarachas?
:~RA. WIRE: No, 10 que quiero decir es que insisto
en que me pague usted el alquiler que me debe.
RA. HARDWICKE-MOORE: Ahora mismo es imposible.
•.
RA. WIRE: Imposible, l eh?
-'
RA. HARDWICKE-MOORE: Sf, y Ie dire por que. No
me han girado todavia la suma que trimestral­
,
mente me manda la persona que regenta la
.
plantaci6n de caucho. Hace ya varias semanas
que la estoy esperando, pero segtin la carta que
recibf esta manana parece que ha habido un
.
pequeno error en los impuestos del ano pasaI:;\.. do y ...
\!/'pRA. WIRE: i Oh, basta ya! i Otra vez la maldita
plantaci6n de cauchol i La plantaci6n de cau­
cho del Brasil! l Cree usted que en los diecisie­
te anos que lIevo en este negocio no he apren­
'~.';.' dido nada sobre las mujeres de su clase? .
;~.",RA. HARDWICKE-MOORE (Muy tiesa): l Que insinua
"
usted?
;.
. A. WIRE: Supongo que los hombres que recibe
:.
_\
tit.
SRA. HARDWICKE-MOORE: j
%i
'I
~
·~f'
t·
,
59
1
cb
.
~
'.
purpura)
i Basta!
ESCRITOR:
jOb! . Es usted!
"
i Deje
importunar a esta rliujerl"
IEl segundo senor Shakespeare entra
en escena!
SRA. WIRE:
0., ESCRITOR:
'.'; SRA. WIRE:
-
, . '
de
,~
'.~'
.';,1
Piezas cortas
>R:
"suenosl
j Of
sus endemoniados aullidos entre
~ WIRE: dSuefios? I la, ja! i Querni usted de­
"eir en el sopor de la borrachera!
brrort: Mi enfermedad me obliga a descansar.
,.:~Ataso no tengo derecho?
• ,WIRE ( Interrumpiendole) : I Enfermedad...
"f" alcoh6lical i No me venga con cuentos! Me ale­
'. gro de que haya venido. Voy a repetir para que
usted 10 oiga 10 que acabo de decide a la se­
nora. I Estoy harta de tramposos! l Esta claro?
1Hasta la coronilla de todos ustedes, ratas de
barrio, mestizos, borrachos, degenerados, que
tratan de ir tirando con promesas, mentiras,
embelecosl
RA. IlARDWICKE-MOORE (Tapdndose los oidos): 10h,
por favor, por favor, por favor, deje de chillar!
,i . i No es necesario!
RA. WIRE (Volviendose a ella): Usted con su plan­
taci6n de caucho en el Brasil. Ese escudo de '
armas en la pared que compr6 usted en el ba­
. ratillo. i La muj~r que se 10 vendi6 me 10 dijo!
" ,I Una Habsburgo! i Sf! i Una dama de la no­
'. bleza! i La marquesa de Larkspur Lotion! i Ese
es su titulo!
(La SRA. HARDWICKE-MOORE da un grito desgarra­
dor y se arroja boca abajo en la hundida cama)
SCRITOR (Con un gesto de compasi6n): Deje de
atormentar a esta desdichada mujer. l Ya no
queda piedad en el mundo? l D6nde esta la
compasi6n y la comprensi6n? I. Que se ha hecho
de elias? I. D6nde esta Dios? l D6nde esta Cris­
to? (Se apoya, temblando, en el ropero.) l Y
que pasa si no existe la plantaci6n de caucho
en el Brasil?
• HARDWICKE-MOORE (Endereldndose vivamen­
t(~): i Le aseguro que si, que cxiste!
La marquesa de Larkspur Lotion
61
(El cuello t.enso de convicci6n, liz' cabeta Jch72.'
da hacia a t r d s ) \ , : ; . . r
' .
• ,:
SCRITOR: l Y que si no hay ilinsW! tey"deL;Cau~'
cho en su vida? c. Tiene ! que haber reyes del
caucho en su vida? l Se Ie h•.de repr6char que
necesite compensar las trueles deficlenclssde
la realidad con el ejerdcio de un, poco de Ims­
ginaci6n: .. ? l C6mo dire?... ~ Dada par Dios? ,
,RA. HARDWICKE-MOORB (Echdndose boca aba;o ~n
la cama una vel mds): i No, no, no... nol I No
.­ es... imaginaci6nl
'
,
JRA. WIRE: i I.e ruego que haga el favor de dejar
" de espetarme pomposos discursos! I Usted con
su obra maestra de setecientas oehenta paginas
corre parejas con la marquesa d~ Larkspur. L0­
tion en cuanto al uso de la imaginaci6nl i .
SCRITOR (Con VOl fatigada): Ah;lDUy " bien, I. Y
que? Suponga ~ue no eXiste nin~obta ma~s­
tra de setecientas oehenta paginas.. (Cierra 10$
o;os y se toea la frente.) .I Suponga que no ..a is­
te obra ningunal l Qu~ Ie parece, senora Wlre?
i Que s610 hay unas cUantas, muy poeas, p'gi­
nas sin valor, mal escritas, en el fondo de mi
viejo baul!... i Suponga qtie.Y.o CJ~ise ser un
gran artista, pero que me falt6 et,tergfa'y c;ipaci.
dad! j Suponga que mis libI'os no tuvierol1, ca­
pitulo final, que indus<> mis v~rsos lanjuld~ie­
r0!1 incompletos! ISupotiga que ,1t?~t~Iones,de
Ittl exaltada fantasia se alzaronso~' draMas
magnificos, pero que las candllejas ~'a~garon
antes de caer el tel6n! ISuponga qu~ todSs es­
tas tristes cosas son de'rtas! i Y sUPongtt (tue
yo -dando traspies de bar en bar, de copa en
copa, hasta caer finalmente en el colch6tt infes·
tado de piojos de este burdel-, suponga que
yo, para hacer soportable esta pesadilla mien­
tras tenga que seguir siendo su impotente 'pro­
tagonista, suponga que yo la adorno, la Huml­
62 •
La marquesa de Larkspur Lotion
Piczas cOrlas
no, la sublimo! iCon suenos Y ficciones y
fantasias! ' i Como la existencia de una obra
maestra de setecientas ,ochenta paginas" " inmi­
nentes estrenos en Broadway"" maravillosos
libros de poemas en manos de los editores, que
s610 esperan unas firmas para serpublicados!
i Suponga que vivo en este mundo de piadosa
ficci6n! l Que satisfacci6n puede procurarle a
usted, buena mujer, hacerlo pedazos, aplastar­
10, decir que es mentira? i Escuche 10 que Ie
digo! i No hay mas mentiras que las que mete
en la boca la mana nudosa de la necesidad, eI
frio puna de hierro de la miseria, senora Wire!
i Asf que yo soy un embustero, sf! i Pero su
mundo esta edificado sobre una mentira, su
mundo es una 'espantosa construcci6n hecha
de mentiras! i Mentiras, mentiras!... i Ahora
estoy cansado y ya he dicho 10 que tenia que
decir, y no tengo dinero para pagarle, de modo
que marchese y deje en paz a esta mujer! De­
jela sola. i Vamos, vayase, fuera!
'r:::::/) (La empu;a firmemente haciendola salir)
\2..( SRA. WIRE (Gritando desde fuera): i Manana por
la manana! i 0 pagan 0 se van! Los dos. i Jun­
tos! j La obra maestra de setecientas ochenta
paginas y la plantaci6n de caucho del Brasil!
j Pamplinas!
(Lentamente, el escritor fracasado y la mu;er
fracasada se afrontan. A traves de la claraboya
la luz disminuye, agrisdndose. EI ESCRITOR ex­
tiende lenta y rigidamente sus brazos en Ull
..
gesto de impotencia)
{:,\ SRA. HARDWICKE-MOORE (Volviendose para evitar su
.'
mirada): j Cucarachas! i Por todas partes! j Por
las paredes, por el techo, por el suelo! i Lo lIe­
nan todo!
~'\SCRITOR (Con dulzura): La se. Supongo que no
63
habia cucarachas en la plantaci6n de caucho
del Brasil.
It;rp SRA. HARDWICKE-MOORE (Animdndose): No, claro
"I
que no. Todo estaba siempre inmaculado, siem­
pre. Inmaculado. i Los suelos estaban tan lim­
pios y lustrosos que brillaban como espejos!
{' ~ ESCRITOR: Ya. i Y las ventanas ... supongo que se
abrfan sobre un hermoso paisajel
~ ~RA. HARDWICKE·MOORE: i Indescriptiblemente her­
r ' moso!
~ CESCRITOR: l Estaba muy lejos del Mediternineo?
SRA. HARDWICKE-MOORE ([nsegura): l Del Medite­
. '. mineo? i Una milla 0 dos tan s610!
/(/ ESCRITOR: En una manana muy clara me atreve­
ria a decir que era posible distinguir los blan­
cos acantilados calcareos de Dover... , al otro
/'
lade del canal, l verdad?
(..,?--SRA. HARDWICKE-MOORE: Si, en un dia muy claro, sf.
"
(El ESCRITOR Ie pasa en silencio una botella pe­
," quella de whisky.) Gracias, senor...
3 ESCRITOR: i Chejov! j Anton Pavlovich Chejov!
SRA. HARDWICKE-MOORE (Sonriendo cun un resto de
coqueteria): i Gracias, senor Chejovl
>
i
Tel6n
Escena
Personajes
JOE
MYRA
MADRE
SILVA
BILL
CUATRO MOZOS DE MUDANZAS
Apartamento F, tercer piso de la fachada sur de
una casa de vecindad situada en un barrio desla­
vazado de una gran ciudad del oeste medio de los
Estados Unidos. Fuera pasan con estruendo los
camiones por las sombrfas calles y los nitios jue­
gan gritando en los patios que dan acceso a los
s6tanos, entre polvorientos muros de ladrillo rojo.
A trav~s de las ventanas de la fachada. en la pa_
red de la izquierda, la luz de la media tarde se
derrama sobre los tristes muebles de la habila:'
ci6n. Mas alIa de las ventanas esta la puerta de
entrada, y en el centro de la pared del, fondo una
puerta grande que da a un pasiIIo del apartamen­
to, donde hay un teMfono sobre una repisa. En
la pared de la derecha, una puerta da acceso a
un dormitorio. Los inuebles estan ajados y en
desorden, como si hubiesen presenciado la subita
desaparici6n de veinticinco aftos de vida furiosa,
desesperada, entre ellos, y ahora s610. esperasen
que los encargados de la mudanza se los IIevasen.
137
138.
Piezas cortas
Del apartamento contiguo llega el sonido de una
radio que retransmite el partido de beisbol desde
el Parque de los Deportes. JOE, un muchacho de
veintitres anos, esta sentado a una mesa colocada
junto a las ventanas repasando un manuscrito.
Tiene delante una maquina de escribir portatil
en la que hay metida una pagina del manuscrito;
en el suelo, junto a la mesa, una maleta muy es­
tropeada. JOE lleva una camiseta y unos pantalo­
nes viejos. EI ruido de la retransmisi6n Ie mo­
lesta y haja de golpe las ventanas, pero sigue
oyendose igual que antes. Se levanta, dirigiendose
a la puerta de la derecha, y cierra otras ventanas.
EI sonido de la radio decrece y JOE vuelve, en­
cendiendo un cigarrillo, con cara de mal humor.
SILVA, un muchacho italiano, menudo, agraciado
y simpatico, abre la puerta de entrada y entra.
Es de la edad de JOE. A modo de saluda hace una
mueca y despues se quita la camisa.
EI largo adi6s
139
l Vas a meter estos trastos en un guarda­
muebles?
SILVA:
JOE: Sf.
SILVA: lPara que? ,Por que no los vertdes?
. JOE: lAI trapero por cuatro perras?
SILVA: Meterlos en un guardamuebles te cuesta
dinero. Si los vendes consigues unas perras para
empezar.
JOE: ,Empezar que?
SILVA: Lo que vayas a empezar.
JOE: Consegui algUn dinero. El seguro de mi ma­
dre. Le di la mitad a Myra, ciento dncuenta
para cada uno. ,Sabes ad6nde me voy?
SILVA: No. lAd6nde?
JOE: A Rio. 0 a Buenos Aires. Estudie espanol en
la escuela superior.
SILVA: l Y que?
JOE: Conozco el idioma. Me ira bien.
SILVA: l Trabajando para ia Standard Oil?
JOE: l Por que no? Llama al guardamuebles.
JOE: i Radios, partidos de beisbol! i Eso es 10 que
SILVA (Yendo hacia el tete/ono): Es mejor que te
me impide escribir otra cosa que no sean por­
quedes aqut Saca el dinero del Banco y conti­
querfas!
ntia el proyecto.
SILVA: l Sigues con eso?
JOE: No. No me quedo. Todo asto e5tA. muerto
JOE: Toda la noche y todo el dfa.
para mt EI pez rojo se ha muerto. Me olvid~
SILVA: lPor que?
de darle de comer.
SILVA (Al tete/ono): l Lindell cero dento veinticua·
JOE: Estaba nervioso. No podfa dormir.
tro ... Guardamuebles Langan? Aquf es el apar­
SILVA (Echando una ojeada a la pdgina metida en
tamento Bassett. ,C6mo no han venido todavfa
la mdquina.) Estas derrochando energfa, chi­
sus hombres?... I Aht (Cuelga el aparato.) EI
co... (Se separa de la mesa y cruza la habita­
cami6n esta en camino. Junio es un mes de mu­
cion.) Yen mi Modesta opini6n, no vale la pena.
chas mudanzas. Supongo que tienen mucho
Crefa que te mudabas hoy.
trabajo.
JOE: Y me mudo. (Se deja caer en la silla y tacha
JOE: No debia haber dejado la pecera ahi al sol.
una linea. Despues saca la hoja.) Llama a los
Probablemente el pobre bicho ~e coci6.
de la mudanza. Deberian estar aquf ya.
SILVA: Apesta.
SILVA: l Sf? l Que companfa es?
(SILVA coge la pecera)
JOE: Guardamuebles Langan.
JOE: l Que vas a hacer con el?
, 1'40
Piezas cortas
J:'SUoVA: Echarlo por el retrete.
i~ JOE: Esta cortada el agua.
13 SILVA: Oh, bueno.
.
(Sale por la puerta del dormitorio)
I Por que distingue Dios entre el pez rojo y
el gorri6nl (Rle.) No se respeta a los muertos.
SILVA (Volviendo): Estas perdiendo tu concien­
cia social, Joe. i Deberfas decir: «a menos que
sean ricos.! Una vez lei que un millonario en­
terr6 a su canario muerto en un pequeno ataud
de oro tachonado de diamantes autenticos. De­
bi6 ser un hermoso cuadro. Las plumas amari­
lias sobre el raso blanco, y las Iagrimas del
millonario cayendo como diamantes a la luz del
sol... i Quiza habrfa un cora de niiios cantando!
Como la muerte en las peHculas. Que es siem­
pre algo hermoso. Aun para un artista, yo dirfa
que lIevas el pelo demasiado largo. Moviendo
un poco las caderas podrias pasar por una dia­
blesa. i.. Un cigarrillo?
JOE: Gracias. i Dios!
SILVA: i.. Que pasa?
JOE: i.. A que te huele esto?
(Le da una pdgina del manuscrito)
SILVA: Hmmm. Percibo un olorcillo a tocino
frito.
.
JOE: i.. Repugnante?
SILVA: Bueno, no es 10 mejor que has hecho. Se­
ria preferible que continuases el Proyecto. He­
mos acabado con la guia de la ciudad.
JOE: i.. Que vais a escribir ahora?
SILVA: Dios bendiga a Harry L. Hopkins novecien
tas noventa y nueve veces. No... Consegui un
encargo interesa~te. Lo lIamo «Fantasmas en
el viejo Palacio de Justicia•. La epoca en que
se vendian alii esclavos... Esto es malo. Este
parlamento de la chica: «Quiero tenerte dentro
de mi cuerpo no solamente el tiempo que se
JOE:
,J
,1!';1
',,'la".
EI largo adios
141
tar<:Ia en hacer e1 amor en una cama., ~tre el
tintinear del bielo en el 6ltlmo vuo dewhtsky .
y el tintinear de la furgoneta de Ia leche...•
JOE (Arrancdndole la pdgina de las mtmo$): De­
bia estar lelo.
SILVA: I Debfas estar caliente I
JOE: La estaba. EI verano y el ceUbato n6 se com­
binan muy bien. Buenos Aires...
MOZO 1.0 (Desde la escalera): IGuardamuebles
Langan!
JOE (Yendo hacia la puerta): Aq\lf es. (Abre la
puerta y entran en tropellos cuatro corpulentos
mo'l.OS de mudanztzs, sudando, arrtistrando los
pies, mirando a su alrd.edor con miradas rd­
pidas e indiferentes.) Saquen primero 10 de
dentro; i eh, muchachos?
MOZO 1.°: Deacuerdo.
SILVA: l Se suda, eh?
MOZO 2.°: Mucho.
MOZO 3.°: (Entrando aJ t,ot~): CIEstls llenb de
ilusionesl It l Qu~ hora es, chico?
JOE: Las cuatro treinta y cinco.
MOZO 3,0: Tenemos que tomamos hora y media
cuando terminemos este trabajo. l C6mo aeaM
el partido?
JOE: No se
(Us mira entristecido).
MOZO 2.°: i. Y a ti q~, novato? IMutretel
(Rlen y salen par el pasillo del fondo. Despu~s
se les oye desarmar una carna)
SILVA (Advirtiendo la melancolfll de JOB): Varno­
nos de aqui. Es deprimente.
JOE: Tengo que cuidar de los trastos.
SILVA: Vamos a tomar una cerveza. Han ahierto
un bar en Laclede donde te dan una jarra por
diez centavos.
JOE: Espera un poco, Silva.
El largo adi6s
.142
SILVA:
Piezas cortas
Bueno.
(Pasan los
MOZOS
can las· piezas de una cama.
contrafdo)
JOE los mira, inmovil, can el rostra
JOE: Esa es la cama en que yo nad.
SILVA: I Por Diosl i Y mira c6mo
143
via hay cr1ticos que dicen que lleva un postizo
en el pecho! I Reaccionariosl
se pone a leer. MYRA entra silenciosamen­
te en la habitacion. loven, radiante, can el vi­
brante atractivo que Ie da el recuerdo)
(SILVA
la tratan... ,
JOS: l Sales esta noche, Myra? .
como si fuera una cama corrientel
MYRA: Aja.
JOE: Myra tambien naci6 en esa cama. (Los MOZOS
JOB: ,Con quien?
salen par la puerta.) En ella muri6 mi madre.
MYRA: Con BUI.
SILVA: i S1? Fue muy rapido para ser cMcer. La
JOS: lOWen es Bill?
.
mayoda resiste mas tiempo y tiene unos dolo­
MYRA: Un tipo que conocf en el concUrso de na·
res infemales.
taci6n del Club Bellerive..
JOB: Ella se suicid6. Encontre el Erasco vado
JOS: No creo que una piscina sea el lugar mAs
aquella maiiana en una papelera. No era el do­
adecuado para escoger a los chicos ton quienes
lor 10 que la asustaba, sino las cuentas del me­
sales, Myra.
dico y del hospital. Queda que cobraramos el
MYRA: Claro que 10 es. Siempre que st! este bien
seguro.
en traje de bafto. (Se quita el quimono.) Trae­
SILVA: No 10 sab1a.
me mi traje de vestir blanco. No, mas vale· que
.
vaya yo. Te sudan las manos.
JOE: No. Guardamos el secreto... ella, yo y el me­
(Sale par la puerta del dormitorio)
dico. Myra nunca 10 supo.
JOE: ,Que fue de Dave y Hugh White y de aqueI....
SILVA: iD6nde esta Myra ahora?
aquel chico de Kansas City?
JOE: La ultima vez que supe de ella, en Detroit.
MYRA (Vuelve vestida can un traje de fiesta blan·
.
Recib1 una tarjeta. Aqu1 esta.
co): l Quien? lAquellos? Dio~ mfo, no 10 se.
SILVA: Una fotograf1a del Club Nautico. i Que esta
Mira. Enganchame esto.
haciendo... , deportes nauticos?
JOE: Creo que 10 que tienes en el coriz6n es 1iDa
JOE (Malhumorado): No, no se 10 que esta ha­
puerta giratoria.
ciendo. i C6mo voy a saberlo?
MYRA: Ya. La radio es una gran instituci6n, ~e1i,
SILVA: iNo 10 dice? (JOE no responde.) Era una
Joe? (Cepilldndose rdpid4mente el pelo.) Estoy
chiquiIIa realmente encantadora... hasta que de
tan harta de la radio. Papala tiene puesta todo
pronto...
el tiempo. Se me encoge el alma de verlo. Siem·
JOE: S1. Todo se desbarat6 cuando muri6 mama.
pre ahf sentado, ahf sentado, ahf sentado. No
SILVA (Cogiendo una revista): i Revistas baratas!
dice ni palabra ya nunca.
No me extrana que Ie hagas ascos al Proyecto.
JOE: Deberfas esforzarte por habIar un poco
LHemingway! l Sabes que tiene· un estiIo muy
mejor.
tluido? (JOE se pone de pie como extasiado cuan­
MYRA: Demonios, no soy un rat6n de biblioteca.
do los MOZOS pasan hacia el fonda.) Ha estado
,Que tal?
con las fuerzas leales en Espana. Luchando en
. JOE: Muy elegante. ,D6nde vas?
las trincheras del frente, segtin dicen. i Y todaI
il
.{y
. i44
Piezas cortas
MYRA: .Chase Roof. Bill no es ningtin roi\oso. Su
gente tiene la plata a espuertas. Viven alia en
HlDltleigh..., cerca de Ladue. Bendito Dios.
BsbL ., I carayl i Abre esa ventana! l Esta nu­
blado?
.JOB: No. Claro como el cristal.
MYRA: Eso esta bIen. i Bailar bajo las estrellas!
(Suena el timbre.) Es el. Ve a la puerta.
(JOB mira a La puerta cuando entra BILL)
):",~
jl'~.'"
, :,;
;:j;'
JOB:
t Por que ir a Suiza, eh?
Que? (Rfe con indiferencia.) Oh, sf. l Esta
lista?
.
JOB: Si~tese. Saldra en seguida.
BILL: Muy bien.
JOB (Quitando periodicos del sold): Ya ve, lee­
mos los peri6dicos. Estamos a tanto de la ae­
. tualidad. l La pagina de deportes?
BILL: No, gracias.
JOB: Los Cards ganaron un partido doble. Joe
Mewick hizo una carrera comfleta de un solo
golpe con dos hombres en e segundo. l Los
chistes?
BILL: No, gracias.· Ya he visto los peri6dicos.
JOB: Oh. Pense que quiza no habia podido. Como
. es tan temprano...
BILL: Son las nueve menos cuarto.
JOB: l Es rara, verdad?
BILL: lQue?
JOE: La lampara. Cref que estaba mirandola.
BILL: No me habfa fijado.
JOB: Siempre me recuerda un poco la sopa de
champiiicSn. (BILL Le mira sin un asomo de son­
risa.) Me ha dicho Myra que vive usted en
Huntleigh.
BILL: lSf?
JOE: Debe ser muy agradable aquello. En verano.
BILL: A nosotros nos gusta. (Se pone de pie.)
BILL: l
l.~
EI largo adi6s
I
'
)~
Oiga, t no padrfa dar a su hermabita lID teroft:~\~
aviso 0 10 que hap falta?
d
.~!~
JOB: Saldr' cuando estc! lista.
' ,.
"
BILL: Eso es 10 que me temo. ..
.~.
"'~
JOR: l Es la primera vez que sale con una mucha­
chao Bill?
BILL: l. Qtre quiere usted decir?,
'. ' J .
BILL: Seg1i.n mi experiencla, las chiess nb sieJD.
pre salen disparadas de liu toeador en el mo­
mento mismo en que el chico pasa a recogerlas.
BILL: t No? Pero yo crefa que de 1ma C8mpeona
de nataci6n se podrla esperar IJWS velocidad.
(Llamdndola.) I Ebl I Myra!
(Mira a Iii pared como si fuera un es~;o):
I Sf, Bill, salgo shora mismol
JOB: l Quiere disculparme?
MYRA
BILL: Oh, sf.
JOE (Mirando a MYRA):
.
.
Este Bill toyo es un hljo
de puta. 5i silO un m1nuto mas con c!1 Ie cruZo
la cara.
MYRA: Entonces vale ttl'S que no esttB con c!1, par­
que me gusta.l Qu~ vas a hacer esta noche, Joe?
JOE: Quedarme en casa y escribir..,
' : .1.
MYRA: Te quedas en casa y escribes demastado.
l Estas sin blanca? Aqui tienes un d6lar. Uama
a esa ehica que escribe ,versos, Doris.' TieDe. que
salirle un huen -soneto bajo las· irlfIueDdas opor..
tunas. Demomo..., no voy a ponetIDe medin.
IVoy, Billl IMframe el euello pOr detn\s! t BstA
sucio? IDios! (Se ~rfUrtt4.) Hay 4uebaftarse
tres veces al dia para estat. limpia, con este
tiempo. Doris. l Se llama asf? IApuesto a que
podrfas conseguirla sin gran esfuerzol
JOE: Myra. No hables asf.
MYRA:. 1Otic! pelrna eresl
,
JOE: No, no suena bien en una chiquilla detu
edad.
MYRA: ITengo el doble de afios que tu! IAdi6s,Joe!
Tennessee Williams, 10
,,!¥
146 .
tf . JOE: Adi6s, Myra.
~
-it,
~t
t·:
;l"
t
d:',
:~~:,
Piezas cortas
(Se vuelve luicia BILL con una sonrisa des­
lumbradora): i Hola, querido!
BILL: Hola. Salgamos de este horno.
MYRA: Sf.
(Salen)
(Entran los MOZOS con una cdmoda)
MOZO 1.0: Despacio.
MOZO r: ,La tienes?
MOZO 1.0: Sf. l Quien fue el cabr6n que cerr6 esa
puerta?
JOB: Yo la abrire. Cuidado al bajar esas esca­
leras.
SILVA (Levantando los ojos de la revista): Un es­
pejo roto son siete afios de mala suerte.
JOB: ,~s verdad eso? La cigUena debi6 dejarnos
caer sobre un mont6n de ellos cuando nacimos.
l Que tal es el cuento?
SILVA: Buen material.
JOB (Mirando el titulo): La mariposa y el tanque.
Ese 10 he lefdo.
VOZ DB NI~O (Desde la calle): i Rat6n, que te pilla
el gato; rat6n, que te va a pillar!
JOB (Pensativo): Rat6n, que te pilla el gato...
lNunca jugaste a ese juego?
SILVA: No. En nuestro barrio los chiquillos que
juegan asf son maricas.
JOB: Nosotros juglibamos a eso. Myra y yo. Su­
biendo y bajando par las escalerillas de incen­
dios, entrando y saliendo en los s6tanos...
I Dios! I Que bien 10 pas'bamos! ,Que les pasa
a los ninos cuando crecen?
SILVA: Que crecen.
(Pasa una pdgina)
JOB: Sf, crecen.
(Se eleva en el silencio el ruido de unos patines
en la acera, a medida que se desvanece la luz.
Sdlo queda iluminada con un toco la puerta
que da acceso al dormitorio)
MYRA
EI largo adi6s
147
(Con voz suave, desdeel dormitorio):
,Joe? i Oh, Joe!
JOB: ·l Sf, madre?
(Aparece en la puerta la MADRE, una mujer me­
nuda, gastada, envuelta en una bata deslucida
y con una expresidn preocupada y contusa)
MADRE: ,Joe, no te acuestas?
JOB: Sf. En seguida.
MADRE: Creo que ya has escrito bastante esta no­
che, Joe.
JOB: Estoy terminando. S610 quiero acabar esta
frase.
MADRE: Myra no ha vuelto aun.
JOB: Fue al Chase Roof.
MADRE: ,No podrfas ir con ella algona vez? ,Co­
noces a los chicos con quienes sale?
JOB: No, no puedo entrometerme en sus relacio­
nes. Demonios, si tuviera un empleo no podrfa
pagar propinas por todos los que salen con ella.
MADRE: Me tiene preocupada.
JOB: ,Por que? Ella dice que es mayor que yo,
mam', y creo que tiene raz6n.
MADRE: No, no es m's que una nift.a. H'blale, Joe.
JOB: De acuerdo.
MADRE: Siento que se haya colocado, Joe. Debfa
haber seguido estudiando en la escuela su­
perior.
JOB: Ella querfa cosas... , dinero, trajes... , no pue­
des censurarla. ,Ha salido pap'?
MADRE: Sf... Ha dejado la nataci6n.
JOB: La echaron del equipo Lorelei;
MADRE: ,Por que, Joe?
JOB: Nunca respetaba las normas de entrenamien­
to. Que demonio, yo no puedo atajarla.
MADRE: A ti te escucha.
JOB: No mucho.
MADRB: Joe...
JOE: l Sf?
MADRE
',.
148'
Piezas cortas
MADRE: Joe, me ha vuelto otra vez. Joe.
JOE (Volviendose lentamente hacia ella): (Que?
MADRE: La operaci6n no sirvi6 de nada. i Y con
10 que nos cost6. Joe! i Las cuentas todavia sin
pagar!
JOE: Madre, (que te hace pensar eso?
MADRE: Me empez6 otra vez el mismo dolor.
JOE: (Cuando?
MADRE: Hace ya algUn tiempo.
JOE: (Por que no ... ?
MADRE: Joe...• (para que?
JOE: i Puede que... no sea 10 que tu crees!
Tie­
nes que volver. i Para que te reconozcan. mama!
MADRE: No. Asf es como yo 10 veo, Joe. Asf. Nun­
ca me han gustado las apreturas. Siempre he
deseado tener espacio a mi alrededor, mucho
espado, vivir en el campo, en 10 alto de una
colina. Nad en el campo, me crie en el y en
estos ultimos aiios 10 he echado de menos mu­
chfsimo.
JOE: Sf. La se. (Ahora habla para si.) Aquellos
paseos en coche por el campo, los domingos por
la tarde, con el sol dorado, ya bajo, a traves
de un huerto, las sombras torcidas, la vieja
casa ruinosa, azotada por el viento, vada, ladea­
da, y tu seiialandola, asomada a la ventanilla
del coche, tratando de hacer parar a papa...
MADRE: i Mira! I Aquella casa esta en venta! i Debe
ser barata! I Veinte acres de manzanas, un ga­
llinero y, .mira, un hermoso granero! I Esta es­
tropeada ahora, pero no costana mucho repa­
rarIa! I Para, Floyd, ve despacio por aquf!
JOE: I Pero eI pasaba de prisa, no queria mirar,
no quena escuchar! La cerca desapareda como
una flecha y se elevaba un muro de piedra que
ocultaba el sol por un momento. Tu cara se en­
sombreda, madre, tu cara expresaba desespe­
ranza, como si estuvieras muriendote de deseos
EI largo adi6s
149
por algo que habfas visto y casi tenido en las
manos, pero sin llegar a conseguirIo. Y el coche
paraba frente a un puesto de la carretera. «Ne­
cesitamos huevos.• Veinticinco centavos, treinta
y cinco... , Ie pedfas cinco centavos a papa. Y el
sol estaba ya muy bajo, cafa oblicuamente so­
bre los campos invemales, y el aire era frio...
MADRE: Para algunas personas la muerte significa
estar metido en una caja bajo tierra. Pero para
mf no. Para mf es 10 contrario, Joe, es salir
de una caja. Y subir, no bajar. Yo no creo en
el cielo. Nunca he crefdo. Pero pienso que alIa
tiene que haber mucho espacio, y no habra que
pagar el alquiler a primeros de mes a un viejo
holandes avaro que protesta si se gasta mucha
agua. Habra libertad, Joe, y la libertad es 10
mas grande que hay en la vida. Es curiosa que
algunos de nosotros no la consigamos hasta
despues de morir. Pero asf es, y no hay mas
remedio que aceptarIo. La que mas me cuesta
es no dejar las cosas arregladas. Me gustarfa
tener una seguridad, una idea clara de 10 que
vais a hacer, de c6mo os saldran las cosas...
jJoe!
JOE: (Sf?
MADRE: l Que hanas con trescientos d6lares?
JOE: No voy a pensar en eso.
MADRE: Quiero que 10 pienses, Joe. La p6liza esta
a tu nombre. Esta guardada en el caj6n de la
derecha del tocador, doblada debajo de la caja
de paiiuelos y...
.
(Su voz se debilita y entran dos de los MOZOS
con una Idmpara de pie)
JOE (Aclarando la garganta): (D6nde esta la pan­
talla de esa lampara?
(La MADRE se desliza en silencio hacia afuera
al iluminarse la escena)
Piezas cortas
EI largo adi6s
l Eso es todo?... No hay luz. EstAn todos
en la cama.
(JOE se levanta y se ~nderela, atento)'
:
MYRA (Apareciendo en el umbral): La luz de Joe
esta encendida aUn.
BIU: Callandito. nena. No tenemos por qu~ ha­
cer ning(m ruido. I Yo soy una boquita chi­
quitita!
MYRA (Besdndole): Si, y tienes que irte a casa.
BILL: Acercate mas. I Mmmm!
MYRA: i Bill!
,
BILL: l Qu~ pasa? l No eres Iii pequefta campeona
de nataci6n y saIto de Saint Louis?
,
.
MYRA: l Y qu~?'
..
BILL: Bueno. yo tambien tengo una buena braza­
da... fuera del agua.
MYRA: Callate. Quiero irme a la cama.
BILL: Yo tambien.
MYRA: Buenas noches.
BIU: I Escuchal
MYRA: l Qu~?
BILL: Yo salgo con niflas bien. de' la buenil so­
ciedad.
MYRA: l Y que?
BILL: Nada. Excepto que...
MYRA: l C6mo tengo que tomar esas palabras?
BILL: Muy bien. Te 10 dire. Yo acepto el: «Buenas
noches. 10 he pasado estupendamente- de la
reina de las fiestas. Pero cuando chicas como
til pretenden hacerme tragar...
.
JOE (Entrando en la lona iluminada por ~l toco):
jFuera!
BILL: i Ah! Es el hermano mayor. Crel que esta­
ria ya durmiendo.
JOE: Fuera. canalla...
MYRA: jJoe!
JOE: I Antes de que te sacudal
(BILL rle debilmente y sale)
BILL:
1.0: Ahora viene.
,~1( Da un pequeno golpe a la Idmpara contra la
.. hfJared)
I Maldita seal l Por qu~ no mira 10 que hace?
,~~ ilOtb 2.°: l Qu~ mosca Ie ha picado?
~:"1iIioZO 1.0: Oiga. amigo...
;", JOB: j No les importan nada las cosas de los de­
~)''!I~r: nt's! I Las tratan de cualquier manera!
~. '. AtLvA (Levantando los oj os de la revista): Joe. no
~. ,.te pongas a5i. no van a estropear esos trastos.
l~h.: I No van a estropearlos. no!
~!I ~ 1.0: l Estropearlos? M...
. f.~; (Los dos MOZOS rlen al salir)
.• Sn.VA: Si te rompen algo, te 10 pagan.
IIOZO r (Entrando con unas cajas de carton):
. :.l Qu~ hay en estas cajas?
lOB: Porcelana. Cosas de cristal. De modo que no
vaya traqueteandolas por ahi como...
SILVA: Joe. vamonos de aquf. No puedo concen­
trarme en un cuento con todo este barullo. De
todos modos, l que haces quedandote aqui? No
seas irracional. S610 consigues... sentirte depri­
mido. l no es cierto?
JOE: Vete til si quieres. Yo tengo que esperar
aquf.
MOZO 4.° (Entrando con un pufiado de frascos):
En aquella c6moda habia unos frascos de per­
fume y tarros de crema vados .... llos quiere
usted 0 no?
JOE: Dejelos aquf. en el suelo.
.(EI 4.° MOZO coge una silla de la habitacion y
sale por la puerta que da a la escalera. JOE exa­
mina las cosas que ha dejado en el suelo. Des­
tapa un frasco de perfume y 10 huele. La habi­
tacion se oscurece de nuevo y queda iluminada
por un foco la puerta de entrada. Se oye la VOl.
de MYRA en la escalera.)
MYRA: Bill, 10 he pasado estupendamente.
rl::
151
152
Piezas cortas
Tenfas raz6n. No vale nada. (JOB la mira.)
Joe, ,que quieren decir con eso de cchicas
como tu?
JOB (Inclindndose lentamente y cogiendo del sue­
10 un pequeno objeto): Supongo que se refie­
ren a... esto.
MYRA (Sin mirar): ,Que?
JOB: Una cosa que... se Ie cay6 del bolsillo.
MYRA (Deprimida): i Ohl (Alzando la voz) Joe, no
quiero que pienses que yo...
JOB: Callate... Madre esta ertferma.
MYRA (Excitada): j Oh, 10 se, 10 se, todo es pura
porquerfa! I El Chase Roof, bailar bajo las es­
trellas... ! Y luego, de vuelta a casa, vomitando
sobre el lateral del coche... , i vomitandol Y
despues para en el parque y trata de... IOh,
Dios, yo quiero divertirmel ,No creeras que me
divierto mucho cosiendo gafetes en las fajas,
alia en Werber & Jacobs? j Por las noches quie­
ro salir, Joe, quiero ir a sitios, pasarlo bienl
i Pero no quiero que individuos como ese me
soben! i Me dan mas asco que si fueran cuca­
rachas!
JOE: i Callate!
MADRE (Debilmente, desde otra habitaci6n): Joe...
Myra...
(Se oye un gemido)
MYRA (Asustada): ,Que es eso?
JOE: Madre. Esta enferma, esta... (MYRA sale co­
rriendo par la puerta de entrada y se encienden
de nuevo las luces.) i Muerta!
SILVA: ,Que?
JOB: Nada. ,Quieres un poco de perfume?
SILVA: ,Que clase de perfume?
JOE: Clavel.
SILVA: No. Me ofende la sugerencia.
(Entran de nuevo los MOZOS)
MYRA:
EI largo adi6s
153
G
1. (AI 3.°): Deja de zascandilear por ahf en
lugar de trabajar. Coge las alfombras.
.
MOZO 3.°: Bien, jefe. Debfan haber puesto a un
suplente con garra. Meighan 0 Flowers.
MOZO 2.°: l Flowers? No Ie da ni a un elefante:
Agarra un extremo del sofl1. I Hopl
MOZO 4.°: Col para cenar en el piso de aI lado.
voz DE MUJER (Llamando quejumbrosa desde la
calle): i May-zeeeel i Oh, May-zeeeel
MOZO 3.
En aquel partido de Chica~o .•.
(Los MOZOS sacan el sofd y otros muebles por
la puerta de entrada. JOE descuelga una fotogra- .
fta de la pared)
SILVA (Levantando la vista): Myra, ,eh? . ' ..'
JOE: Una que sali6 en huecograbado, una vez que
bati6 un record en los relevos del Valle del
Mississippi.
,
.
SILVA (Cogiendo la fotogra{Iil):
l Tenfa buen'
tipo, eh?
MOZO
G
:
JOE: Sf.
SILVA: ,Que
' "
es 10 que hace que tina chica cambie
de ese modo?
JOE: ,De que modo?
SILVA: Ya sabes.
JOE: i No, yo no se nadal ,Por que no te largas
de aquf y me dejas solo?
,
'
SILVA: Porque no quiero. Porque ,estoy leyendo
un cuento. Porque creo que estas chlflado.
JOE: l Sf? Dame esa foto.
~.'
..
(Se inclina sobre su maleta para guardar la fo­
tograffa con sus casas, y en ese momento la luz
se debilita un poco y entra MYRA. SU aspecto
es notablemente mds vulgar y artificial. LlevtL
una negligee que no puede haber comprado con
su sueldo mensual)
MYRA: Me gustaria que no trajeses aquf a ese ita­
liano.
.154
Piezas cortas
l Silva?
(Poniendose de pie)
JOE:
Sf. No me gusta como me mira.
Te mira?
Sf. Es igual que si estuviera desnuda de­
lante de el, por la forma que tiene de mirarme.
(JOE rfe agriamente.) l Crees tiene gracia que me
mire asi?
JOE: Si que la tiene.
MYRA: Mi sentido de 10 c6mico no coincide exac­
tamente con el tuyo.
JOE (Mirdndola): Te estas volviendo excesivamen­
te tfmida... , protestando porque los chicos te
miran.
MYRA: Bueno, ese tipo es repulsivo.
JOE: l Porque no vive por Ladue?
MYRA: No. Porque no se bafia.
JOE: Eso no es verdad. Silva se ducha todas las
mananas en el local del partido.
MYRA: i En el local del partido! Mas valdria que
trataras de relacionarte con personas que te hi­
cieran algtin bien, y no con... italianos radica­
les, y negros y...
JOE: i Callate! Dios mio, te estas volviendo vulgar.
EI esnobismo es siempre el primer sintoma.
i Nunca he conocidoun snob que no fuese de
una vulgaridad aplastante!
MYRA: l Es esnobismo no soportar a la gente
puerca?
JOE: i Gente puerca es esa con la que tU vas por
ahi! i Carcamales metidos en trajes de cincuen­
ta d61ares con llagas purulentas en el cogote!
i Deberias hacerte un analisis de sangre!
MYRA: i Til... , til... no puedes insultarme de ese
modo! Voy a llamar a papa... a decide que...
JOE: Yo tenia esperanzas puestas en ti, Myra, pero
ya no las tengo. Bajas por el tobogan como
un cerdo bien cebado. Mirate al espejo. ,Por
MYRA:
JOE: l
MYRA:
155
El largo adi6s
que te mira Silva como te mira? ,Por que silbo
el chico de los peri6dicos cuando pasaste par
delante de el anoche? Porque pareces una fula­
na... , una fulana barata, Myra, una que el po­
dria conseguir por cuatro perras.
(Ella Ie mira, pasmada, pero no responde inme­
diatamente)
MYRA (Despacio): Nunca me hubieras dicho una
cosa asf... si viviera mama.
No. Si viviera mama no estarlas como estas.
o no te hubieras quedado aqui en la casa.
MYRA: ,En la casa? Esto no es una casa. I Son
cinco habitaciones y un bafto, y yovoy a largar­
me 10 antes que pueda, 10 digo en serio! I No
voy a danzar por aqui, entre un pufiado de lu­
naticos de pelos largos que te desnudan con
los ojos, y encima que me llamen cosas feas!
JOE: i Si mi hermana fuera honesta , yo mata­
ria a cualquiera que se atreviera a mirada asil
MYRA: Til precisamente puedes hablar... Til, que
no haces mas que holgazanear el dia entero,
escribiendo porquerlas que· nadie lee. i Nunca
haces nada, nada, no ganas un centavo! i Yo que
papa... te echarla de aqui a patadas antes de...
Aaaah!
JOE:
(Se vuelve haciendo un gesto de disgusto)
Quiza no sea necesario.
,Ah, no? Vienes diciendo eso no se cu4n­
to tiempo. i Para sacarte a ti de aqui tendnin
que sacar primero hasta la ultima silla!
JOE:
MYRA:
(Se rfe y sale. La escena se ilumina de nuevo)
(Para sf): Sf... (Vuelven los MOZ09 1.0 y 2.°
Y empiezan a enrollar la alfombra. JOB les ob­
serva y despu~s habla en VOt alta.) Hasta la ul­
JOE
tima silla antes que yo salga.
(Rfe)
SILVA: l Que?
JOE: Recibi una
postal suya la semana pasada.
'~
'.' ~
f·}~',IIi.VA:
Piezas cortas
,
quien?
~~_ .De Myra.'
m: Sf, ya me 10 dijiste. (Deja a un lado la re­
l.."
. 'J«st,,:)
I,
Me pregunto d6nde estara tu padre.
~.
: Dios. No 10 se.
~;' WA: Hs curioso que un viejo como el deje su
~" empleo y se largue sin mas ni mas Dios sabe
r ad6nde... , despues de cincuenta... 0 cincuenta
y cinco ailos de lIevar una vida ordenada de cla­
.;, lie media.
1oB: Supongo que se cans6 de vivir una vida or­
. denada de c1ase media.
. !aILVA: Cuando 10 vefa ahf sentado en ese butac6n
par las noches me preguntaba en que pensarfa.
", (Han vuelto a entrar los MOZOS 3.° y 4.° Y ahora
t' se llevan el butacon. JOE quita de encima su ca­
, misa cuando pasan junto a il y se la pone des­
pacio)
JOE: Yo tambien me 10 preguntaba. Y sigo pre­
guntandomelo. Jamas abrfa la boca.
SILVA: ,No?
JOE: Siempre ahf sentado, ahf sentado, noche tras
noche, noche tras noche. Bueno, ya se fue, te>
dos se fueron.
SILVA (En otro tono): Mas vale que te vayas tu
tambien.
JOE: l Por que no te adelantas tu y me esperas,
Silva? No tardo nada.
SILVA: Porque no me gusta como te estlb com­
portando, y por alguna maldita raz6n me sien­
to responsable de ti. Podrfa darte la idea de
hacer el Steve Brody y tirarte por una de esas
ventanas.
JOE (Con una "sa brusca): Por Dios, ,a santo de
,
que iba yo a hacer eso?
SILVA: Porque tu estado de animo es anonnal. He
estado observ'ndote. Miras al vado como si se
te hubiera afIojado algo en la caheza. Se 10.que
J'
EI largo adi6s
(De
.
estlis haciendo. Experimentas un placer morbo­
so viendo sacar de aquf estos trastos viejo!,'
igual que 10 experimentan algunos toxic6manos"
rondando por un cementerio despu~ de ente­
rrar a alguien. Esta casa estli muerta, Joe~ No
puedes hacer nada. (Lejos, a1 final de la man­
zana, ha empezado a sonar un organillo ian­
zando a1 aire un viejo blues de diez 0 quince
anos atrds. Se aproxima poco a poco, con una
alegrfa melancolica, hasta el final de la obra.)
Escribe sobre ello alglin dia. Llamalo: «Elegfa a
un piso vadolt. i Pero ahora mi consejo es que
salgas de aqui y te embOrraches! Porque ,el
mundo sigue apdando. Y tu tielles que seguir
andando con el.
,
JOE: Pero no tan de prisa que no pueda siquiera
dedr adi6s.
­
SILVA: ,Adi6s? 1No est' en mi vocabulariol .He>
lalt es la palabra de hoy.
'
JOE: Te engaiias a ti mismo. Estas diciendo adi6s
constantemente, en cada minuto de tu vida.
Porque la vida es eso, 1un largo, largo adi6s1
(Con intensidad casi de sollozo.) 1Una cosa tras
otra! Hasta que I1egues a la Ultima, Silva, y
entonces... i adi6s a ti mismol (Se vuelve brus­
camente hacia la ventana.) 1Vete ya, vete y d~
jame soloI
'
SILVA: Como quieras. Pero creo que estlis lloran­
do y me pone enfenno. (Empieza a ponerse la
camisa.) Te vere en el Weston, si es que toda­
via veo. (Sonriendo forzadamente.) Recuerda,
chico, 10 que dijo Socrates: «I La cicuta no es
un buen sustitutivo de una jarra de cervezal.
(Rfe y se pone el sombrero.) Hasta luego.
(SILVA sale, dejando a JOE en la habitaci6n va­
cfa. Las manchasamarillentas en laS paredes,
el papel despegado y roto, con su mon6tono
dibujo, la estrambotica fealdad de la ldmpara,
t
158
Piezas cortas
. se destacan ahora con cruel relieve. La luz que
entra por las ventanas es clara y descolorida
como una limonada aguada y se oye el zumbido
de una mosca cuando cesa la musica del orga­
nillo. Vuelve a sonar la melodia yqueda aho­
gada por el ruido del camion de mudanzas al
arrancar, que se desvanece rdpidamente. JOE se
dirige lentamente a las ventanas)
VOZ DE NINO (Gritando en la calle): ... tres, cua­
tro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez... i Ya
vaaaaleee! (JOE pasea lentamente la mirada
por la habitacion. Todo su cuerpo se contrae
en un espasmo de dolor nostdlgico. Despu~s
sonrie sin ganas, coge su ma/eta y va hacia la
puerta. Se lleva la mana a la frente en un salu­
do burlOn a la habitacion vacia, se mete la mana
en el bolsillo y sale despacio.) i Ya vaaaaleeee!
(Suben hasta la habitacion risas y gritos dis­
persos. Se va perdiendo la musica y.baja des­
pacio el
Tel6n
Hl1blame como la lluvia y dejame escuchar...
.
I
Escena
Personajes
IIOMBItE
MUJER
VOZ DE MIRo
Unahabitaci6n amueblada at oeste de. fa Oct&­
va Avenida' en la zona central de Manhattan. En
una cams plegable esta echado, un. IQIJRB ye$ti­
do con una camiseta arrupda, despert4ndose coil
los suspiros de quien se acost6 muy borracho.
Una IlUJER est! sentada en una silIa jimto .a ]a
tinica ventana de ]a babitaci6il, ftlBJDente deli­
neado su perfil sobre un' aelo preiiado de llUYia
que todavia no ha comenzado a caer. La IOJJER
tiene en fa mano un vasa de agua que va bebien­
do a pequefios sorbos, a sacudidas, como beberfa
un P'jaro. Los rostros de ambos son jownes y
desmedrados, como los rostros de, los Diiios en
un pais donde hay hambre. Se hablan CJ>D una
,especie de cortesfa, una ~ de fonnalidad
afectuosa como la de dos niiios solitarios, que
quieren ser amigos; y, sin embargo, dan la impre­
si6n de haher vivido juntos durante mucho tiem­
po, y de que la presente escena entre ellos es ]a
repetici6n de una escena tantas veces vivida que
161
T = - WillIams. 11
.
162
Piezas cortas
• su contenido emocional plausible, como el repro­
che y el arrepentimiento, esta totalmente gastado,
y no queda nada mas que la aceptaci6n de algo
irremediablemente inalterable entre ellos.
(Con voz bronca): lQue hora es? (La
murmura algo inaudible.) l Que, carino?
MUJER: Domingo.
HOMBRE: Ya se que hoy es domingo. Nunca das
cuerda al reloj.
.
(La MUJER alarga el brazo, un brazo desnudo y
delgado que sale de la deshilachada manga de
su quimono de seda rosa y coge el vaso de agua,
cuyo peso parece inclinarla un poco hacia de­
lante. Desde la cama el HOMBRE la observa muy
serio, con ternura, mientras ella bebe agua. Em­
pieza a oirse una musica tenue, vacilante, con
una frase que se repite varias veces, como si
en la habitacion contigua alguien estuviese tra­
tando de recordar una cancion en una mando­
Una: A veces se oye cantar una frase en espanol.
La cancion podria ser Estrellita. Empieza a 110­
ver; a 10 largo de la obra cesa y se reanuda la
lluvia varias veces. Una bandada de palomas
pasa aleteando junto a la ventana y se oye la
voz de un nino que canta fuera ... )
VOZ DE NINO: Lluvia, lluvia, vete y vuelve otro dia.
(Otro nino repite la cancion en son de burla
mas lejos.)
HOMBRE (Por fin): Me pregunto si cobre el cheque
del seguro de paro. (La MUJER se inclina hacia
delante como si Ie pesara el vaso de agua; 10
deja en el reborde de la ventana con un peque­
no chasquido que parece asustarla. Rie, jadean­
do, por unos momentos. El HOMBRE continua, sin
mucha esperanz.Q..) Espero no haber cobrado mi
cheque. l D6nde esta mi traje? Mira en los bol­
sillos, aver si 10 llevaba encima.
HOMBRE
MUJER
Hablame como la lIuvia...
163
Volviste mientras }'O estaba en la calle
buscandote, y cogiste el cheque y dejaste sobre
la cama una nota que no pude descifrar.
HOMBRE: l No pudiste descifrar la nota?
MUJER: 8610 un numero de teIefono. Llame, perc
habfa tanto roido que no entendf nada.
HOMBRE: lRuido? lAquf?
MUJER: No, alii.
HOMBRE: l D6nde era «alli-?
MUJER: No 10 se. Alguien me dijo que fuera y col­
g6; y despues ya s610 daba la seiial de comu­
nicar...
HOMBRE: Cuando me desperte estaba en una bane­
ra Ilena de cubitos de hielo medio derretidos y
de cerveza High Life de Miller. Tenia la piel azul.
Estaba ahogandome en una baiiera Ilena de cu­
bitos de hielo. Era cerca de un no, perc no se
si era el rio Este 0 el Hudson. En esta ciudad
Ie hacen a uno cosas terribles euando esta in­
consciente. Me duele todo el cuerpo, como si
me hubieran tirado a puntapies por una esca­
lera. No como si me hubiera cafdo, sino como
si me hubieran dado puntapies. Una vez recuer­
do que me afeitaron la cabeza. Otra vez me
metieron en un cuba de basura que habia en
un callej6n, y salf de allf con cortes y quema·
duras en todo el euerpo.. La gente depravada
abusa de uno cuando se esta inconsciente.
Cuando desperte estaba desnudo en una baftera
llena de cubitos de hielo media derretidos. 8aB
de allf arrastrandome y fui al sal6n, y al en­
trar yo alguien salfa por la otra yuerta, y yo
abrf la puerta y of cerrarse la de ascensor y
vi las puertas de un pasillo de un hotel. Estaba
puesta la televisi6n y al mismo tiempo sonaba
un disco; el sal6n estaba Ileno de mesas de
ruedas cargadas de cosas que debfan haber su­
bido los camareros del hotel, y jamones ente­
MUJER:
·"l1'!"~--;-
r
.",~ " •
'; .. to
..~~.'
.;:,
. ....
',,;:_~.
'<Ji.".!
. ..
,.~,
:,
.;.~
~
~,
,...;
~
164,
•
.
Piezas cortas
ros, pavos enteros, sandwiches de tres pisos,
fr10s, que se estaban poniendo secos, Y boteIlas,
y boteIlas, y mas boteIlas de toda clase de be­
bidas, que ni siquiera se habian abierto, y reci­
pientes con cubitos derritiendose. Alguien cerr6
una puerta al entrar yo ... (La MUJER toma sor­
bos de agua.) Cuando entre alguien se marcha­
ba. 01 cerrarse una puerta y fui a la puerta
y 01 la puerta de un ascensor cerrarse... (La
MUJER deja el vaso.) Por el suelo de aquel apar­
tamento junto al rio... , cosas, ropas ... esparci­
das ... (La MUJER se sobresalta un poco al pasar
junto a la ventana abierta una bandada de pa­
lomas) Sostenes , pantalones... , camisas, cor­
batas, calcetines y muchas cosas mas ...
MUJER (Debilment e): l Ropas?
.
HOMBRE: Sf, toda clase de prendas personales, y
vidrios rotos, y muebles volcados como si hu­
biese habido alli un zafarrancho general y hu­
biese entrado en el apartamento... la Policfa...
MUJER: i Oh!
HOMBRE: Debi6 haber una lucha violenta... alIi...
MUJER: l Tu estabas... ?
HOMBRE: En la banera, entre... el hielo ...
MUJER: Oh...
HOMBRE: Y recuerdo que cogi el teIefono para pre­
guntar que hotel era, pero no recuerdo si me
10 dijeron 0 no ... Dame un sorbo de ese agua.
(Ambos se levantan y se encuentran en el cen­
tro de la habitacion. Se pasan muy serios el
vasa de uno a otro. El se enjuaga la boca, mi­
rdndola gravemente, y cruza la habitacion para
escupir por la ventana. Despues regresa al cen­
tro de la habitacion y Ie devuelve a ella el vaso.
Ella toma un sorbo de agua. El pone sus dedos
con ternura sobre el largo cuello de ella.) Ya
he recitado la letania de mis desgracias. (Pau­
sa. Se oye la mandolina.) Y tu, l no tienes nada
Hablame como la lluvia...
165
que contanne? Hablame, dime algo de 10 que
pasa detras de tu... (Sus dedos recorren la
frente y los ojos de ella. Ella cierra los ojos y
levanta una mana como para tocarle. El Ie coge
la mana y la mira volviendola, y despues opri­
me los dedos contra sus labios. Cuando se la
suelta ella Ie roza con los dedos. Acaricia su
pecho delgado y liso, como el de un nino, y lue·
go sus labios. El levanta la mana y desliza sus
dedos por el cuello y el escote de su quimono
a medida que se afirma el sonido de la mando­
lina. Ella se vuelve y se apoya en el, reclinando
la cabeza en su hombro,' y el sigue recorriendo
con los dedos la curva de su cuello y dice):
Hace tanto tiempo que no estamos juntos de
verdad. Vivimos juntos como dos extraiios. En­
contremonos y quiza no nos perdamos. i HabIa­
me! i Yo he estado perdido! ... Pensaba mucho
en ti, pero no podi~ Ilamarte, carifio. Pensaba
en ti todo el tiempo, perc no podia Ilamar.
l Que iba a decir si llamaba? lIba a decir, estoy
perdido? l Perdido en' la ciudad? l Circulando
como una tarjeta sucia entre la gente? Y des­
pues colgar... Me siento perdido en esta...
ciudad.
MUJER: i Desde que te fuiste no he tornado mas
que agua! (Lo dice casi alegremente, riendose
de 10 que dice. El HOMBRE la estrecha contra S1
con un gemido suave, emocionado.) I Nada mas
que cafe en polvo, hasta que se acab6, y agua!
(Rie convulsivamente)
HOMBRE: l Puedes hablanne, carine? l Puedes ha­
blarme ya?
MUJER: i Sf!
HOMBRE: Pues hablame como la lluvia y... dejame
escuchar, dejame estar ahi echado y escuchar...
(Se tumba en la cama y se da la vuelta, que­
dando boca abajo, con un brazo colgando por
'l:
coo;
166
.~
.• ~
~
~n lado de la cama y golpeando de cuando en
cuando el suelo con los nudillos. La mandolina
continua.) "ace demasiado tiempo que no ha­
blamos... abierta y claramente. Cuentame co­
sas. l Que has estado pensando en silencio?
Mientras yo he circulado como una postal su­
cia por esta ciudad... i Dime, hablame! Hablame
como la lluvia, y yo estare aquf echado y es­
cuchare.
MUJER: Yo...
HOMBRE: i Tienes que hacerlo, es necesario! i Ten­
go que saber, asi es que hablame como la lluvia
y yo te escuchare, aquf echado, te escuchare... !
MUJER: Quiero irme de aquf.
HOMBRE: l Quieres irte?
MUJER: i Quiero irme de aquf!
HOMBRE: l C6mo?
MUJER: iSola! (Vuelve a la ventana.) Me instala­
re con un nombre supuesto en un pequeno ho­
tel de la costa...
HOMBRE: i. Con que nombre?
MUJER: Anna... Jones... La camarera sera una vie­
jecita que tenga un nieto y hable de el... Yo
me sentare en la silla mientras la viejecit8 hace
la cama, con los brazos colgando... a los lados y... su voz sera
apacible... Me contara
10 que cen6 su nieto , tapioca y leche... (Se
sienta junto a la ventana y bebe sorbos de
agua.) La habitaci6n sera umbrosa, fresca y es­
tara llena del murmullo de la...
HOMBRE: i. Lluvia?
MUJER: Sf. De la lluvia.
HOMBRE: i. Y... ?
MUJER: i La ansiedad ... desaparecera!
HOMBRE: St..
MUJER: Al cabo de un rato la viejecita dira: ya
tiene la cama hecha, senorita; y yo Ie dire:
gracias ... Coja un d61ar de mi monedero. Se
•1
.
1
....
f"}
.~
J:
Hciblame como la lluvia...
Piezas cortas
167
cerrara la puerta. Y me quedar'e otra vez sola.
Las ventanas seran altas, con largos postigos
azules, y habra una temporada de lIuvia... , lIu­
via..., lIuvia... Mi vida sera como la habitaci6n,
fresea, umbrosa y... llena del murmullo de la...
HOMBRE: Lluvia...
MUJER: Todas las semanas, sin falta, el correo me
traera un cheque. La viejecita me cobrara los
cheques y me traera libros de una biblioteca
y reeogera... la ropa de la lavanderfa... i Siem­
pre llevare ropa limpial... Me vestire de bIan­
co. Nunca sere muy fuerte ni me quedanin
muchas energfas, pero pasado alg(m tiempo
tendre las suficientes para pasear por la expla­
nada, para pasear por la playa sin esfuerzo...
Por las tardes paseare por la explanada que
bordea la playa. Elegire una playa donde ir a
sentanne, no lejos de la glorieta donde la ban­
da toca selecciones de ·Vfctor Herbert mientras
oscurece. '.' Tendre una habitaci6n grande, con
postigos en las ventanas. Habra una tempora­
.da de lluvia, lluvia, lluvia.Y me sentire tan
agotada despues de mi vida en la ciudad que
no me importara estar sin hacer nada, simple­
mente oyendo eaer la lluvia. Estare tan tran­
. quila. Las arrugas desapareceran de mi cara.
No se me inflamaran nunca los ojos. No ten­
dre amigos. No tendre ni siquiera conocidos.
Cuando sienta sueiio regresare despacio al pe­
queno hotel. EI empleado did.: buenas no­
ches, senorita Jones; y yo me limitare a sonrefr
apenas y cogere mi llave. Nunca ojeare siquiera
un peri6dico ni oire la radio; no tendre ni idea
de 10 que ocurre en el mundo. No tendre con­
ciencia del paso del tiempo... Un dfa me mirare
al espejo y vere que mi cabello esta empezando
a ponerse gris, y por primera vez me dare
cuenta de que he estado viviendo en ese peque­
,.'fT~"
.
~!t,
.~.
;;,',.'
of, .•
~~/:.,
,
. ,:
4. ,',
.;"
. f0
.~.
i:'
;
l;
:'
,i
!
j
""~ ~
. :r.f'
i;
•• J
l~
..
168.
,
.
Piezas cortas
. flo hotel bajo un nombre supuesto, sin amigos
ni conocidos ni 'relaciones de ninguna clase
durante veinticinco aDOS. Me sorprendera un
poco, pe~o no me preocupara. M~ alegr~re de
que el hempo haya pasado tan SIn sentlr. De
cuando en cuando quiza vaya al cine. Me sen­
tare en la ultima fila, con toda esa oscuridad
en torno mfo y unas figuras inm6viles sentadas
iunto ami, ignorandome, mirando a la panta­
lIa. Personas imaginarias. Personajes inventa­
dos. Leere largos libros y los diarios de escri­
tores muertos. Me sentire mas cerca de ellos
que me he sentido nunca de las personas que
conoda antes de retiranne del mundo. Sera
grata y sedante esta amistad mia con poetas
muertos, porque no teodre que tocarlosni que
responder a sus preguntas. Me hablaran sin es­
perar mi respuesta. Y me vendra el sueflo es­
cuchando sus voces que me explicaran miste­
rios. Me quedare donnida con el libro todavia
entre las manos y llovera. Despertare, oire la
Iluvia y me volvere a donnir. Una temporada
de lluvia, lluvia, .lluvia..• Despues, un dia, at ce­
rrar un libro 0 al volver sola del cine a las
once de la noche, me mirare al espejo y vere
que mi cabello se ha vuelto blanco. Blanco,
blanco del todo. Tan blanco como la espuma
de las olas. (Se levanta y pasea por la habita.
cion mientras habla.) Recorrere mi cuerpo con
las manos y percibire 10 asombrosamente del­
gada e ingravida que me he quedado. i Oh, Dios
mfo, que delgada estare! Casi transparente.
Apenas real, ya. Entonces advertire, sabre, un
tanto confusamente, que he pennanecido allf,
en ese pequeno hotel, sin... relaciones sociales,
responsabilidades, inquietudes ni perturbacio­
nes de ninguna clase... durante casi cincuenta
ai\os. Medio siglo. Practicamente toda una vida.
Hablame como la lluvia...
169
No recordare siquiera los nombres. de las per_
sonas que conoda antes de Uegar allf, ni que
se siente cuando se espera a alguien que... pue­
de no venir... Entonces sabre -mirandome al
espejo- que ha llegado el momento de pasear
sola una vez mas por la explanada, con un vien­
to fuerte azotandome, el viento limpisimo que
sopla desde el conffn del mundo, desde mas
lejos aun, desde los fnos lfmites del espacio
ultraterrestre, desde mas alIa de 10 que haya
mas alla de los confines del espado. (Se sienta
otra vez, vacilante, junto a la ventana.) Enton­
ces saldre y paseare por la explanalla. Paseare
sola y me ire adelgazando, adelgazando.
HOMBRE: Nena. Vuelve a lacama.
MUJER: i Cada vez mas delgada, mas delgadaJ (El
va hacia ella y la obliga a levantarse de la silla.)
i Hasta que al final no tendre cuerpo ya y el
viento me cogeni en sus frfos brazos blancos
y me llevara para siemprel
HOMBRE (Le besa el cuello): i Vamos, ven a la
cama conmigo!
MUJER: i Quiero irme, quiero inne de aqui! (Ella
suelta y ella vuelve al centro de la habitacion,
so110zando inconteniblemente. Se sienta en la
cama. El suspira y se asoma a laventana,' la
luz brilla a intervalos tras il y arrecia la lluvia.
La MUJER se estremece y cruza los bra'!.os. Sus
sollo'l.OS han cesado, pero respira con dificul­
tad. La lu1. centellea y el vientogim~ frlamente.
El HOMBRE sigue asomado a la ventana. Por fin,
ella Ie dice con vo'!. suave : ) Vuelve a la cama.
Vuelve a la carna, carino .
(El vuelve hacia ella su cara perdida mientras)
Cae el te16n
~t=MINARIO MULTIL)ISCIPllNAR;~
JOSEEMIUO GONZALEZ
FACUlTAD DE HUMANIDADES
AD DE PUERTO RICO
Descargar