“ACLARANDO AMANECE” Porque sólo con la luz del Sol es como se disiparán nuestras tinieblas. “Puntos de vista de un Hermano Gelong”. Núm. 15. “Cuidado con lo que entra por la boca, los ojos, los oídos…” Nuestra vida, desarrollo y evolución se basan en el poder que poseemos para transformar la materia física y mental. La nutrición es el ejemplo más claro, todo los procesos que entran en acción desde el momento en que colocamos un trozo de fruta en nuestra boca, hasta aquél en que su esencia entra en nuestra sangre para proporcionarnos salud, pensamientos, sentimientos e inspiración. Porque en el plano psíquico, también podemos transformarlo todo. Ya que puede ser absorbido y transformado, no sólo las energías bajas que llevamos en nosotros en forma de pasiones y vicios, sino también los venenos que nos vienen del exterior. Muchas veces se acercan a nosotros determinadas personas que traen una serie de líos y conflictos emocionales y mentales; y si no estamos preparados su influencia puede ser nociva para nosotros. Cuantas veces en una reunión familiar o de amigos escuchamos una serie de palabras, frases e ideas que revelan desequilibrio, y apreciamos como estas entran a nuestra psique y la alteran. Esto es natural y muy humano, pero los estudiantes de Iniciación y los Iniciados no debemos estar desprotegidos. Por ello existe una técnica y conocimientos bien definidos por la Tradición de origen china, llamada: Defensa personal del alma. Instrucción que imparte el Maestro SI-JO y M. R. Gelong Dr. Mariano Rivera S., en el plan de actividades de la Casa Fa Men Chuan. Y justo ahí, dotados del conocimiento y la disciplina del CHI KUNG, del Kung Fu y de otras Artes, los alumnos aprenden a conocerse y a usar correctamente sus recursos físicos, emocionales y mentales para este tipo de defensa. El alma debe ser protegida de las influencias destructivas del mundo astral que la rodea, especialmente del ambiente negativo de quienes gustan sufrir o viven sufriendo, bien sean masoquistas viejos o jóvenes. La felicidad y la alegría son nuestras mejores defensas personales. Justo el Hermano Gelong y Maestro Dr. Mariano nos enseña que el principio fundamental de la Tradición que él representa es el ser felices y hacer felices a los demás. Por ello les propongo analizar cuáles son los fundamentos de nuestra felicidad, que nos hace felices y que podemos lograr llevándola con nosotros a todos lados. Quién siente felicidad, deja penetrar la luz, y elimina la oscuridad, porque donde hay gozo no puede haber incomprensión. Exprese su felicidad, no sea tan serio(a), no se tome tan en serio la vida. Recuerde que la alegría y la felicidad les aguardan, y no están lejos. Porque se encuentran con nosotros, moran en nuestro interior y comienzan a vibrar como su fueran instrumentos musicales, desde el momento en que comenzamos a ayudar a los demás. -2Existen algunas diferencias entre felicidad, alegría. La felicidad tiene su base en las emociones y es una reacción de la mente; y la alegría es una cualidad del alma, y se siente a nivel de la mente. El resultado puede ser la beatitud, que resulta del trabajo espiritual, y se ve cuando nos damos cuenta de nuestra unión con el Absoluto o Dios. El análisis, de la beatitud, no tiene utilidad por ahora, si acaso la poesía, el arte y la música se acercarán con sus metáforas a eso. La alegría se obtiene como efecto de la conciencia y la convivencia con otros seres; cosa que después de todo, no puede ser interpretada en términos de felicidad. La felicidad llega cuando la personalidad cumple con las condiciones que satisfacen alguna parte de su naturaleza; como la sensación de bienestar físico, o con su propio medio ambiente, con las personas que lo rodean o con las oportunidades y contactos mentales. Por eso la felicidad constituye una meta de la mente y para cada quién hay infinidad de conceptos de felicidad. Todos válidos, de acuerdo al nivel de evolución de cada individuo. La alegría por cualquier acción desinteresada, o lo que se llama: “Renunciar a los efectos de la acción”; produce un efecto casi inmediato, pues nos permite olvidarnos de nuestras miserias, carencias, defectos y limitaciones humanas. Nos ennoblece, nos hace mejores, nos permite darnos cuenta de que somos útiles a los demás. Por lo tanto no confundamos la alegría con la felicidad o la satisfacción personal, que se oculta detrás de nuestros deseos. Por eso, se puede experimentar y sentir la alegría del alma, aun en situaciones de sufrimiento y gran aflicción, de ahí que los Grandes Iniciados y Maestros de la humanidad han declarado: “Gracias Padre por las pruebas que me has enviado, para resolverlas, para superarlas y para poder colaborar en Tu obra con menos cargas y limitaciones”. Y de ahí se deduce que el mejor remedio para la vida intrascendente o la inercia de una vida sin sentido, es sentir alegría del servicio. Y el ser humano se da cuenta de que su vida tiene sentido en el servicio… así de simple, así de fuerte. La humanidad hoy, sigue su camino con renovado impulso, pese a los negativos, a los locos, a ciertos políticos y sus guerras, a los comerciantes negativos, a los fanáticos; pese a todos, la humanidad camina hacía una Era de Paz, de concordia, de un humanismo constructivo. Y lograremos la paz, producto de la alegría; basada en la comprensión espiritual, esa alegría que no la afectan las circunstancias, para llegar al Silencio. Y en lugar del sufrimiento tendremos el gozo que nos conducirá a un destino espiritual y luminoso. Por ello nos dijo Rabindranath Tagore: "Dormía y soñaba que la vida era alegría, desperté y vi que la vida era servicio, serví y ví que el servicio era alegría." GELONG LEONARDO PHILLIPS 11 de junio del 2011.