el baile religioso el baile religioso

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SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA GUADALUPE DE AYQUINA
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EL BAILE RELIGIOSO
El antiguo tipo
En el antiguo tipo de compañía de la zona, la estructura es menos diferenciada. La
autoridad es de tipo tradicional, paternalista y religiosamente garantizada, y el poder está
en manos de una sola persona, de la cual la compañía lleva a menudo su nombre. Esta
persona, es el miembro más representativo del clan familiar. Tiene la plena - y pesada responsabilidad de la organización: la de las finanzas y de los problemas jurídicos, la de
los actos de culto, del orden, etc. El dirige personalmente los bailarines en las
celebraciones religiosas, en las que, es también, la persona responsable y competente, lo
que le confiere en el grupo una autoridad religiosa. Goza de gran prestigio y respeto. No
se muestra autoritario en sus decisiones, -como lo es-, algunas veces, el caporal en las
compañías de tipo moderno -pero toma solamente las decisiones que sabe aceptable y
aceptadas por todos. No castiga ni sanciona, a la manera que el caporal "moderno" lo
hace ordinariamente. La cohesión del grupo, la opinión y el deseo del jefe son tan fuertes,
que es la presión social que sanciona al individuo desobediente, y el miembro rebelde se
elimina por sí mismo.
No hay reglamento escrito
Las costumbres tradicionales son normativas y los acontecimientos del pasado, de los
cuales la memoria colectiva es el depósito, (soluciones dadas a conflictos y a casos
dudosos), constituyen el código regulador del comportamiento del grupo y del rol de sus
miembros. A causa de un cierto aislamiento y de la homogeneidad de su sociedad, esos
grupos participan apenas en los conflictos sociales exteriores. Este tipo de autoridad y de
poder haría suponer un alto grado de estabilidad y de cohesión de la familia y de
condiciones socio-económicas estables, o incluso estáticas (rurales) así como un contexto
socio-cultural de tipo tradicional.
No se encuentra este tipo de compañías sino en los oasis y algunas veces también en las
ciudades donde se han concentrado grupos de migrantes provenientes de un mismo
oasis, y aun así, no se dan más en su pureza de "tipo ideal" describa arriba, puesto que la
compañía tradicional está en todas las partes en vía de descomposición. El nombre de los
grupos, es a menudo revelador. Los que son llamados "Cuerpo de baile.....", o
"Compañía.......", pertenecen más bien a este tipo. Pero generalmente, la modernización
de estructuras precede a la adaptación del nombre.
El nuevo tipo
El tipo moderno de las compañías, tiene una estructura interna más diferenciada y posee
estatutos y reglamentos. El nombre "Sociedad de baile....", es a menudo un indicio de este
tipo. Las relaciones familiares pueden ser múltiples, pero no hay una familia dominante o
propietaria de la compañía.
Hay
Hay dentro de ella, dos clases de dirigentes
En primer lugar el presidente y los cuatro directores. Son elegidos todos los años y
controlados por la asamblea de miembros. Son responsables de toda la vida social del
grupo: organización y administración de finanzas, gestiones ante las autoridades civiles,
organización de los viajes, compras y obligación de representar a la compañía en la
asociación y federación de bailarines. Por otra parte, está el Caporal, sucesor directo del
antiguo "pater familias" de la compañías tradicional. Secundado por dos "guías" (los
bailarines-guías), es el único que tienen competencia en lo que concierne a las
actividades religiosas: fiesta, culto, ensayos. Dirige y controla de manera autónoma,
bailarines, músicos y todos aquellos que tienen una función en el culto. Es el único
responsable de la disciplina durante el culto, de la "buena presentación" y de la ejecución
perfecta del complicado ritual, en el cual él es considerado como experto. En principio el
caporal no está sujeto a sanciones, pero posee un gran poder punitivo personal que está
definido en el reglamento. Mientras que los dirigentes sociales forman un equipo elegido
democráticamente, el rol del dirigente religioso lo cumple una sola persona, con función
permanente y poder absoluto. La autoridad social, representa ordinariamente la compañía
al exterior. La autoridad religiosa, la representa solamente en determinadas ocasiones,
por ejemplo, cuando los caporales de una asociación federación se reúnen como
especialista del culto, para elaborar los programas y fijar los detalles rituales de las
celebraciones religiosas colectivas.
Aunque las dos autoridades de la compañía sean en principio autónomas, cada una en su
propio dominio de competencia, la autoridad social ha adquirido un prestigio mayor
desde el desarrollo de las asociaciones y la acción común de las compañías. La autoridad
religiosa, que antiguamente era la autoridad única, y además la autoridad suprema, ha
perdido este primer lugar en provecho de la autoridad social. Al mismo tiempo que el
caporal tiende a convertirse en el ejecutivo-técnico ("staff"), se desarrolla un mecanismo
de control al servicio de la autoridad social ("line"); el consejo de tres "prudentes",
llamando consejo de disciplina, y elegido por la asamblea, debe controlar la observación
de los reglamentos y proponer las soluciones en caso de conflicto en la compañía.
Cuando el caporal dirige el culto, este consejo está a su disposición y lo secunda para
mantener la disciplina y el orden; y aunque tiene a su cargo la vigilancia, el derecho de
sancionar corresponde en ese momento sólo al caporal. Dado que los derechos y
obligaciones del caporal están definidos en los estatutos y reglamentos, el consejo tiene
también el derecho de recordar al caporal sus deberes y de pedirle cuenta de sus actos, a
pesar que, durante la celebración del culto el consejo esté enteramente a sus órdenes. El
desarrollo de este tipo de control ha provocado algunas veces reacciones en el caporal,
que pretendía así defender su supremacía tradicional. Estos conflictos son examinados
por el consejo de disciplina de la asociación correspondiente. Hasta ahora, el caporal no
estaba sometido a las sanciones de ninguna autoridad de su compañía, a pesar que ya
han habido algunas tentativas en este sentido, dejando presagiar un cambio. Actualmente
se tiende a que el caporal sea controlado por el consejo de su grupo y pueda ser
sancionado por la autoridad social de la asociación. En caso de haber sido declarado
culpable por el consejo de la asociación, el caporal puede apelar a la Federación.
De este modo, en 20 años, hemos asistido a la aparición y desarrollo de un nuevo tipo de
autoridad, una autoridad meramente social, junto a la antigua autoridad, ahora dedicada
exclusivamente al culto. Esta nueva autoridad más moderna, más ágil y más diferenciada,
es elegida democráticamente por los socios reunidos en asamblea. Opera en equipo, en
base a los estatutos y reglamentos. Ella ha sabido limitar y controlar la antigua autoridad.
Ha logrado agrupar las diferentes compañías, hasta entonces aisladas y autónomas, en
una organización única y centralizada que ha hecho posible la acción común y coordinada
de toda la población de bailarines, según un modelo moderno y democrático.
Tomado del libro: “Lucero del desierto” de Juan van Kessel.
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